Venenos de Hormiga
Hormigas
Los venenos de hormigas se refieren a las toxinas que algunas especies de hormigas utilizan para defenderse o cazar presas. Estos venenos suelen contener una combinación de varios péptidos, alcaloides y otras moléculas bioactivas. Un ejemplo bien conocido es el alcaloide piperidina contenido en el veneno de la hormiga bulldog (Myrmecia pyriformis), que se encuentra en Australia. Otra especie de hormiga, la Paraponera clavata, también conocida como "hormiga hormiguero", produce un potente veneno que contiene una mezcla de péptidos y polienos, y su picadura se considera una de las más dolorosas en el reino animal. Aunque la mayoría de los venenos de hormigas no son letales para los humanos, pueden causar efectos locales como enrojecimiento, hinchazón e inflamación, y en casos raros, reacciones alérgicas sistémicas.
Desde un punto de vista médico, las hormigas no tienen una relevancia directa. Sin embargo, el término 'hormigas' se utiliza a veces en un contexto médico para describir un síntoma particular en la piel. Se conoce como formación de hormigas y se refiere a la aparición de pequeños bultos rojos en la piel que pueden parecerse a una hilera de hormigas caminando. Estos bultos son causados por vasodilatación (ampliación) de los vasos sanguíneos debajo de la piel y suelen desaparecer por sí solos después de un tiempo.
Además, el término 'hormiga' también se utiliza para describir una erupción cutánea causada por la picadura de las hormigas reales (especie de hormiga). Algunas especies de hormigas pueden picar a los humanos y su veneno puede causar una variedad de síntomas, desde enrojecimiento e hinchazón localizados hasta reacciones alérgicas más graves.