Disminución anormal del número de PLAQUETAS SANGUÍNEAS.
Número de PLAQUETAS por unidad de volumen en una muestra de SANGRE venosa.
Trombocitopenia que se produce en ausencia de exposición tóxica o de una enfermedad que se asocia a disminución de las plaquetas. Es mediada por mecanismos inmunes, en la mayoría de los casos los anticuerpos a la IgG se unen a las plaquetas y luego sufren destrucción por los macrófagos. La enfermedad se presenta enforma aguda (afecta a niños) y crónica (adultos).
Afección de los recién nacidos causada por inmunidad de la madre a los ALOANTÍGENOS DE PLAQUETAS de las plaquetas fetales. Las PLAQUETAS, recubiertas con ANTICUERPOS maternos, son destruidas y eliminadas por el SISTEMA MONONUCLEAR FAGOCÍTICO fetal. Los lactantes afectados pueden tener HEMORRAGIAS INTRACRANEALES.
Transferencia de plaquetas sanguíneas del donante a un receptor o reinfusión al donante.
Células en forma de disco sin núcleos formadas en los megacariocitos y que se encuentran en la sangre de todos los mamíferos. Participan principalmente en la coagulación de la sangre.
Aloantígenos humanos expresados sólo sobre las plaquetas, específicamente sobre las glicoproteínas de la membrana plaquetaria. Estos antígenos específicos de las plaquetas son inmunogénicos y pueden producir reacciones patológicas a la terapia transfusional.
Cualquier forma de púrpura en la que el CONTEO DE PLAQUETAS está disminuido. Se cree que muchas formas se originan por mecanismos inmunológicos.
Grandes CÉLULAS DE LA MÉDULA ÓSEA que liberan las PLAQUETAS maduras de la sangre.
Factor humoral que estimula la producción de trombocitos (PLAQUETAS). La trombopoyetina estimula la proliferación de MEGACARIOCITOS de médula ósea y su liberación de plaquetas. El proceso se llama TROMBOPOYESIS.
Quimiocina CXC que se encuentra en los gránulos alfa de las PLAQUETAS. Esta proteína tiene un peso molecular de 7.800 kDa y puede presentarse como monómero, dímero o tetrámero dependiendo de su concentración en solución. El factor plaquetario 4 tiene gran afinidad por la HEPARINA y a menudo forma complejos con GLICOPROTEÍNAS, como la PROTEÍNA C.
Receptores de superficie celular específicos para la TROMBOPOYETINA. Inducen señal merced a su interacción con CINASAS JANUS, como la CINASA 2 JANUS.
Es un mucopolisacárido altamente ácido formado por partes iguales de D-glucosamina sulfatada y ácido D-glucurónico con puentes sulfamínicos. El peso molecular oscila entre seis y vente mil. La heparina se encuentra y es obtenida del hígado, pulmones, mastocitos, etc. de los vertebrados. Su función se desconoce, pero se usa para evitar la coagulación sanguínea in vivo e in vitro, en forma de muchas sales diferentes.
Procedimiento quirúrgico que implica la remoción parcial o completa del bazo.
Género de la familia BUNYAVIRIDAE que comprende muchos virus, la mayoría de los cuales son transmitidos por las moscas Phlebotomus y que producen la FIEBRE POR FLEBÓTOMOS. La especie típica es el VIRUS DE LA FIEBRE DEL VALLE DE RIFT.
Leucopenia es un término médico que describe una baja concentración de glóbulos blancos (leucocitos) por debajo de los límites normales en la sangre periférica.
Proceso de formación de trombocitos (PLAQUETAS) a partir de las CÉLULAS MADRE HEMATOPOYÉTICAS en la MÉDULA ÓSEA a través de los MEGACARIOCITOS. El factor humoral con actividad estimulante de la trombocitopoyesis es la TROMBOPOYETINA.
Trastorno caracterizado por sustancias procoagulantes que se introducen en la circulación general causando un cuadro trombótico sistémico. La activación del mecanismo de coagulación puede surgir a partir de cualquiera de una serie de trastornos. La mayoría de los pacientes manifestan lesiones en la piel, que a veces conducen a PÚRPURA FULMINANS.
Coaparición de embarazo y de enfermedad sanguínea (ENFERMEDADES HEMATOLÓGICAS), que implica a las CÉLULAS SANGUÍNEAS o a los FACTORES DE COAGULACIÓN SANGUÍNEA. La enfermedad hematológica puede preceder o seguir a la FERTILIZACIÓN y puede o no tener un efecto perjudicial sobre la embarazada o el FETO.
El ácido pipecólico es un compuesto bioactivo derivado del aminoácido lisina, encontrado en algunas proteínas y desempeñando un rol en la respuesta inmunitaria del huésped.
Sangramiento o escape de sangre de un vaso.
Disminución del número de NEUTRÓFILOS en la sangre.
Enfermedades virales producidas por el BUNYAVIRIDAE.
Evaluación que se hace para medir los resultados o consecuencias del manejo y procedimientos utilizados en la lucha contra la enfermedad con el fin de determinar la eficacia, efectividad, seguridad y viabilidad de estas intervenciones en casos individuales o en series.
Uso simultáneo o secuencial de dos o más productos en el tratamiento con drogas de las neoplasias. No es necesario que la vía de administración sea la misma.
Preparados de inmunoglobulinas que se usan en infusión intravenosa, que contienen principalmente INMUNOGLOBULINA G. Se emplean para tratar distintas enfermedades asociadas con niveles reducidos o anormales de inmunoglobulina, incluyendo el SIDA pediátrico, HIPERGAMMAGLOBULINEMIA primaria, INMUNODEFICIENCIA COMBINADA SEVERA, infecciones por CITOMEGALOVIRUS en receptores de trasplantes, LEUCEMIA LINFOCÍTICA CRÓNICA, síndrome de Kawasaki, infecciones en recién nacidos y PÚRPURA TROMBOCITOPÉNICA IDIOPÁTICA.
Programa de tiempo para la administración de un medicamento para lograr la efectividad y conveniencia óptimas.
Trastorno adquirido, congénito o familiar, causado por la AGREGACIÓN PLAQUETARIA, con TROMBOSIS en los capilares y arteriolas terminales. Los síntomas clínicos son: TROBOCITOPENIA, ANEMIA HEMOLÍTICA, AZOTEMIA, FIEBRE, y microangiopatía trombótica. La forma clásica también incluye síntomas neurológicos y lesiones orgánicas, como INSUFICIENCIA RENAL.
Raro síndrome de inmunodeficiencia ligado al cromosoma X que se caracteriza por ECCEMA, LINFOPENIA, e infección piógena recurrente. Se ve exclusivamente en varones jóvenes. Típicamente, los niveles de INMUNOGLOBULINA M son bajos y los de INMUNOGLOBULINA A y INMUNOGLOBULINA E están elevados. Las malignidades linforeticulares son comunes.
Agentes que previenen la coagulación.
Administración lenta (de minutos a horas) de un líquido en la vena a través de venipunctura, ya sea dejando que el líquido fluya por gravedad o por bombeo.
Trastornos causados por anomalías en el conteo o en la función plaquetaria.
Número de LEUCOCITOS y ERITROCITOS por unidad de volumen en una muestra de SANGRE venosa. Un recuento sanguíneo completo también incluye la medida de las HEMOGLOBINAS, el HEMATOCRITO y los ÍNDICES DE ERITROCITOS.
Sangrado espontáneo o casi espontáneo producido por un defecto en los mecanismos de coagulación (TRASTORNOS DE LA COAGULACIÓN SANGUÍNEA) u otra anomalía que genera un fallo estrucutural en los vasos sanguíneos (TRASTORNOS HEMOSTÁTICOS ).
Crecimiento del bazo.
Anticuerpos que reaccionan con autoantígenos (AUTOANTÍGENOS) del organismo que los produce.
Trastornos de la sangre y de los tejidos que la forman.
Desoxicitidina es un nucleósido formado por la desoxirribosa unida a la citosina, encontrado en el ADN y jugando un rol crucial en su síntesis.
Síndrome que está asociado con enfermedades microvasculares del RIÑON, como las NECROSIS DE LA CORTEZA RENAL. Es caracterizada por ANEMIA HEMOLÍTICA, TROMBOCITOPENIA y FALLO RENAL.
Aumento exagerado de las plaquetas en la sangre periférica. (Dorland, 28a ed)
Anticuerpos producidos por un individuo que reaccionan con ISOANTÍGENOS de otro individuo de la misma especie.
Formación y desarrollo de un trombo o un coágulo de sangre en un vaso sanguíneo.
Un compuesto organoplatino que posee actividad antineoplásica.
Reducción en el número de ERITROCITOS circulantes o en la cantidad de HEMOGLOBINA.
Afección que se caracteriza por esplenomegalia, alguna reducción en el número de células sanguíneas circulantes en presencia de una médula ósea normal o hiperreactiva, y el potencial de revertirse por la esplenectomía.
Citocina linfohematopoyética que juega un rol en la regulación de la proliferación de CÉLULAS PRECURSORAS ERITROIDES.Induce la maduración de MEGACARIOCITOS que resultan en una producción aumentada de PLAQUETAS. La interleucina-11 también fue inicialmente descrita como un inhibidor de ADIPOGENESIS de preadipocitos cultivados.
Tejido blando que llena las cavidades de los huesos. Hay dos tipos de médula ósea, la amarilla y la roja. La médula amarilla se encuentra en las cavidades grandes de los huesos largos y está constituida fundamentalmente por adipocitos y unas pocas células sanguíneas primitivas. La médula roja es un tejido hematopoyético y es el sitio de producción de los eritrocitos y leucocitos granulares. La médula ósea está constituida por una red de tejido conjuntivo que contiene fibras en forma de malla y esa malla está llena de células de la médula.
Un complejo de platino inorgánico y soluble en agua. Después de sufrir hidrólisis, reacciona con el DNA para producir enlaces cruzados intra e intercatenarios. Estos enlaces cruzados parecen afectar la replicación y la transcripción del DNA. La citoxicidad de cisplatino se correlaciona con la detención del ciclo celular en la fase G2.
Dosis más elevada de un agente biológicamente activo administrada durante un estudio crónico que no reducirá la longevidad por otros efectos que la carcinogenicidad.
Principal clase de isotipo de inmunoglobulina en el suero humano normal. Existen algunas subclases del isotipo de IgG, como por ejemplo, IgG1, IgG2A e IgG2B.
Complejo glicoproteico de la membrana plaquetaria, importante en la adhesión y agregación plaquetaria. Es un complejo de integrina que contiene la INTEGRINA ALFAIIB y la INTEGRINA BETA3, que reconoce la secuencia arginina-glicina-ácido aspártico (RGD) presente en varias proteínas adhesivas. Como tal, es un receptor para el FIBRINÓGENO, el FACTOR DE VON WILLEBRAND, las FIBRONECTINAS, la VITRONECTINA y las TROMBOSPONDINAS. Una deficiencia de GPIIb-IIIa produce la TROMBOASTENIA DE GLANZMANN.
Un alcaloide derivado de la corteza del árbol Cinchona. Es utilizado como una droga antimalárica y es el ingrediente activo de los extractos de cinchona que han sido utilizados para este propósito desde antes del 1633. La quinina es también un antipirético y analgésico suave y ha sido utilizado para estos propósitos en preparaciones contra el resfriado común. Ha sido utilizada comunmente como un agente amargo y savorizante y es útil aún para el tratamiento de la babesiosis. La quinina es también útil en algunas enfermedades musculares, especialmente calambres nocturnos de las piernas y miotonía congénita, debido a sus efectos directos sobre la membrana muscular y los canales de sodio. El mecanismo de sus efectos antimaláricos aún no es bien comprendido.
Sustancias que iniben o previenen la proliferación de NEOPLASIAS.
Cualquier proceso mediante el cual se determina, mediante evaluación clínica en humanos o en animales veterinarios, la toxicidad, el metabolismo, la absorción, la eliminación, la ruta preferida de administración, el rango de dosificación segura, etc., para un medicamento o grupo de medicamentos.
Serie de acontecimientos progresivos que se solapan, desencadenados por la exposición de las PLAQUETAS al tejido subendotelial. Estos acontecimientos incluyen el cambio de forma, las reacciones de adhesividad, agregación y de liberación. Cuando se llevan a cabo hasta su terminación, esos acontecimientos conducen a la formación de un tapón hemostático estable.
Moléculas de inmunoglobulinas que tienen una secuencia específica de aminoácidos en virtud de la que interactúan sólo con un antigeno (v. ANTÍGENOS), o algo muy similar, que induce su síntesis en las células de la serie linfoide (especialmente las CÉLULAS PLASMÁTICAS).
Trastornos que se caracterizan por la producción de anticuerpos que reaccionan con los tejidos del hospedero o con las células efectoras inmunes que son autorreactivas a péptidos endógenos.
Deficiencia de los tres elementos celulares de la sangre, eritrocitos, leucocitos y plaquetas.
Anemia hemolítica adquirida producida por la presencia de AUTOANTICUERPOS que aglutinan o producen lisis de los ERITROCITOS del propio paciente.
Adhesión de las PLAQUETAS entre sí. Esta formación de grumos puede ser inducida por distintos agentes (por ej. TROMBINA, COLÁGENO) y es parte del mecanismo que conduce a la formación de un TROMBO.
Presencia de anticuerpos dirigidos contra los fosfolípidos (ANTICUERPOS, ANTIFOSFOLÍPIDOS). La afección se asocia con una variedad de enfermedades, principalmente el lupus eritematoso sistémico y otras enfermedades del tejido conectivo, trombopenia, y trombosis arterial o venosa. En el embarazo puede originar aborto. De los fosfolípidos, las cardiolipinas muestran niveles muy elevados de anticuerpos anticardiolipinas (ANTICUERPOS, ANTICARDIOLIPINAS). También están presentes altos niveles de anticoagulante del lupus (INHIBIDOR DE LA COAGULACIÓN DEL LUPUS).
Decoloración púrpura o carmelitosa, fácilmente visible a través de la epidermis, producida por hemorragias en los tejidos. Cuando el tamaño de la decoloración es mayor que 2.3 cm, generalmente se le denomina EQUIMOSIS.
Relación entre la dosis de una droga administrada y la respuesta del organismo a la misma.
Esteroide sintético con actividades antigonadotrópicas y antiestrogénicas, que actúa como supresor en la hipófisis anterior, inhibiendo la salida de las gonadotropinas de la hipófisis. Posee algunas propiedades androgénicas. El Danazol ha sido usado en el tratamiento de la endometriosis y de algunos trastornos benignos de mama..
Estudios en los cuales los datos pertenecen a hechos del pasado.
Subunidad beta de la integrina, de aproximadamente 85 kD de tamaño, que se ha encontrado en heterodímeros conteniendo GLICOPROTEINA IIB DE MEMBRANA PLAQUETARIA e INTEGRINA ALFAV. La integrina beta3 existe como tres isoformas unidas de forma alternativa, designada beta3A-C.
Malformación clínicamente reconocida causada por deleción distal 11q. Las características de este síndrome son retraso en el crecimiento, retraso psicomotor, trigonocefalia, estrabismo divergente intermitente, epicanto, telecanto, puente nasal ancho, nariz corta con fosas nasales en anteversión, labio superior en forma de carpa, retrognatia, pabellones auriculares dismórficos de implantación baja, camptodactilia bilateral y dedos del pie en martillo. La mayoría de los pacientes tienen TROMBOCITOPENIA y disfunción plaquetaria conocida también como trombocitopenia del tipo de Paris-Trousseau.
Proteína WASP mutada en el SÍNDROME DE WISKOTT-ALDRICH que se expresa principalmente en células hematopoyéticas. Es el miembro fundador de la familia de proteínas WASP e interactúa con la PROTEÍNA CDC42 cooperando en la regulación de la polimerización de la ACTINA.
Complejo de glicoproteína de la membrana plaquetaria que es esencial para la adhesión normal de las plaquetas y para la formación del coágulo en sitios de lesión vascular. Está compuesto por tres polipéptidos, GPIb alfa, GPIb beta, y GPIX. La glicoproteína Ib funciona como receptor para el factor de von Willebrand y para la trombina. La deficiencia congénita del complejo GPIb-IX produce el síndrome de Bernard-Soulier. La glicoproteína de las plaquetas GPV se asocia con GPIb-IX y también está ausente en el síndrome de Bernard-Soulier.
Agente inmunizante que contiene IgG anti Rho(D), que se usa para prevenir la inmunización Rh en personas con Rh negativo expuestos a hematíes Rh positivos.
Crecimiento anormal y nuevo de tejido. Las neoplasias malignas muestran un mayor grado de anaplasia y tienen la propiedad de invasión y metástasis, comparados con las neoplasias benignas.
Complejo de síntomas característicos.
Un agente antineoplásico utilizado para tratar el cáncer de ovario. Trabaja inhibiendo la TOPOISOMERASA DE ADN.
Pruebas de laboratorio para evaluar el mecanismo de coagulación de un individuo.
Los anticuerpos producidos por un solo clon de células.
Polipéptidos de cadena simple de alrededor de 65 aminoácidos (7 kDa) de SANGUIJUELAS que tienen un N hidrofóbico neutral final, un C hidrofílico acídico final y una región nuclear hidrofóbica, compacta. Las hirudinas recombinantes con ausencia de sulfato tyr-63 se conocen como "hirudinas disulfato". Forman un complejo estable, no covalente con la ALFA TROMBINA, de ese modo se suprime su capacidad de fraccionar el FIBRONÓGENO.
Trastorno familiar de la coagulación que se caracteriza por tiempo de sangramiento prolongado, plaquetas inusualmente grandes, y consumo de protrombina alterado.
Enfermedad febril viral semejante a la influenza producida por varios miembros de la familia BUNYAVIRIDAE y transmitida fundamentalmente por los jejenes hematófagos Phlebotomus papatasii.
Un isómero óptico de la quinina, extraída de la corteza del árbol de CINCHONA y especies de plantas similares. Este alcaloide amortigua la excitabilidad de los músculos cardíacos y esqueleto por el bloqueo de las corrientes de sodio y potasio que cruzan las membranas celulares. Prolonga los POTENCIALES DE ACCIÓN celulares, y disminuye la automaticidad. La quinidina también bloquea la neurotransmisión muscarínica y alfa adrenérgica.
Compuestos orgánicos que contienen platino como parte integral de la molécula.
Género de la familia BUNYAVIRIDAE que contiene más de 150 virus, la mayoría se transmite por mosquitos o jejenes. Se agrupan en serogrupos que incluyen los VIRUS DEL GRUPO BUNYAMWERA (contienen la especie típica, virus Bunyamwera), VIRUS DEL GRUPO CALIFORNIA, VIRUS DEL GRUPO SIMBU , y virus del grupo Guama.
Enfermedades que provocan TROMBOSIS en la MICROVASCULATURA. Las dos enfermedades más importantes son la PÚRPURA TROMBÓTICA TROMBOCITOPÉNICA y SÍNDROME HEMOLÍTICO URÉMICO. Existen múltiples factores etiológicos que incluyen: daño de las CÉLULAS ENDOTELIALES VASCULARES debido a la TOXINA SHIGA; deficiencia del FACTOR H y aberrante formación del FACTOR DE VON WILLEBRAND.
Eliminación de plasma y reemplazo con varios líquidos, ejemplo, plasma fresco congelado, fracciones de proteínas plasmáticas (FPP), preparaciones de albúmina, soluciones de dextrán, salina. Se utiliza en el tratamiento de enfermedades autoinmunes, enfermedades del complejo inmune, enfermedades por exceso de factores plasmáticos, y otras afecciones.
Subespecialidad de la medicina interna que se ocupa de la morfología, fisiología y patología de la sangre y los tejidos formadores de sangre.
El uso de HIRUDINAS como anticoagulante en el tratamiento de trastornos cardiológicos y hematológicos.
Subtipo de cadenas beta HLA-DRB que incluye más de 50 variantes alélicas. La cadena beta de subtipo HLA-DRB3 se asocia con el subtipo serológico HLA-DR52 .
Forma virulenta de dengue caracterizada por TROMBOCITOPENIA y un incremento en la permeabilidad vascular (grados I y II) y que se distingue por una prueba de dolor positiva (por ejemplo TEST DE DOLOR POR TORNIQUETE). Cuando es acompañada por SHOCK (grados III y IV) es llamada síndrome de shock por dengue. (Traducción libre del original: MeSH/NLM) Nueva nomenclatura: http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs117/es/index.html.
Un tipo de procedimiento estadístico para estimar la función de supervivencia (en función del tiempo, a partir de una población 100 por ciento sana en un determinado momento y el porcentaje de la población todavia sana después de haber transcurrido un cierto periodo de tiempo). El análisis de supervivencia se usa por lo to tanto, para concluir sobre los efectos de un tratamiento, factor de prognóstico, exposición e otras covariaciones de la función.
Glicoproteínas que están en la superficie de las plaquetas y que juegan un importante papel en la hemostasia y trombosis por su intervención en la adhesión y agregación de plaquetaria. Muchas de ellas son receptores.
Alteración de los eritrocitos circulantes (ANEMIA) o deficiencia de HEMOGLOBINAS como consecuencia de la destrucción prematura de las celulas de la serie roja de la sangre (ERITROCITOS).
Anticuerpos obtenidos de un solo clon de células cultivadas en ratones o ratas.
Muerte resultante de la presencia de una enfermedad en un individuo, tal y aparece en un reporte de un solo caso o un número limitado de pacientes. Debe diferenciarse de MUERTE, el cese fisiológico de la vida y de MORTALIDAD, un concepto epidemiológico o estadístico.
Hidrazinas son compuestos orgánicos nitrogenados con un grupo funcional que consta de dos átomos de nitrógeno conectados por un solo enlace covalente y unidos a diferentes radicales.
Proteínas preparadas por la tecnología del ADN recombinante.
Duración del flujo de sangre luego de una punción de la piel. Esta prueba se usa como medida de la función capilar y plaquetaria.
Las enfermedades de la médula ósea se refieren a un grupo diverso de trastornos que afectan la producción y función anormales de las células sanguíneas en la médula ósea.
Ciclodecano aislado de la corteza del árbol tejo del Pacífico, TAXUS BREVIFOLIA. Estabiliza los MICROTÚBULOS en su forma polimerizada, llevando a la muerte celular.
Trastorno multisistémico crónico, recidivante, inflamatorio y a menudo febril del tejido conectivo, que se caracteriza principalmente por la participación de la piel, articulaciones, riñones, y membranas serosas. Es de etiología desconocida, pero se piensa que representa un fallo de los mecanismos que regulan al sistema autoinmune. La enfermedad se caracteriza por una amplia gama de disfunciones sistémicas, una eritrosedimentación acelerada, y la formación de células LE en la sangre o médula ósea.
Elementos de intervalos de tiempo limitados, que contribuyen a resultados o situaciones particulares.
Método terapéutico, constituido por quimioterapia, radioterapia, o cirugía, que se aplica luego de que los regímenes iniciales han fallado en la producción de una mejoría en la condición del paciente. La terapia recuperativa se utiliza a menudo para las enfermedades neoplásicas.
Lactante durante el primer mes después del nacimiento.
Un agente antineoplásico. Tiene actividad significativa contra los melanomas. (Traducción libre del original: Martindale, The Extra Pharmacopoeia, 31st ed, p564)
Enfermedad relativamente grave de corta duración.
Sangrado en el interior del CRÁNEO, que incluye hemorragias en el encéfalo y en las tres membranas de las MENINGES. El escape de sangre lleva con frecuencia a la formación de un HEMATOMA en los espacios epidural, subdural y subaracnoideo del cráneo.
La proporción de superviventes en un grupo por ejemplo de pacientes estudiados y seguidos en un dado periodo. La proporción de personas en un grupo específico de vivos al inicio de un intervalo de tiempo y que sobreviven al final del intervalo. É frecuentemente estudiado usando métodos de tablas de vida.
Drogas o agentes que antagonizan o afectan cualquier mecanismo que produzca agregación plaquetaria, ya sea durante las fases de activación y cambio de forma o luego de la reacción de liberación de los gránulos densos y la estimulación del sistema prostaglandina-tromboxano.
Trastornos hemorrágicos y trombóticos que se producen como consecuencia de anomalías de la coagulación sanguínea, debido a distintos factores como TRASTORNOS DE LAS PROTEÍNAS DE COAGULACIÓN, TRASTORNOS DE LAS PLAQUETAS SANGUÍNEAS, TRASTORNOS DE LAS PROTEÍNAS SANGUÍNEAS o por condiciones nutricionales.
Fracciones de heparina con un peso molecular generalmente entre 4000 y 6000 kD. Estas fracciones de bajo peso molecular son agentes antitrombóticos efectivos. Su administración reduce el riesgo de hemorragia, tienen una vida media más larga, y sus interacciones con las plaquetas son reducidas en comparación con la heparina no fraccionada. También proporcionan una profilaxis efectiva contra la embolia pulmonar postoperatoria.
Es una subunidad alfa de la integrina que heterodimeriza con la INTEGRINA BETA3 para formar el COMPLEJO GPIIB-IIIA DE GLICOPREOTEINA PLAQUETARIA. Es sintetizada como una cadena polipeptídica única, que es clivada postranslacionalmente y procesada en dos subunidades unidas a disulfuro de aproximadamente 18 y 110 kD de tamaño.
Glicoproteína de PM 25 kDa que contiene enlaces disulfuro internos. Esta induce la supervivencia, proliferación y diferenciación de las células precursoras de los granulocitos neutrófilos y funcionalmente activa a los neutrófilos maduros de la sangre. Entre la familia de los factores que estimulan las colonias, el G-CSF es el inductor más potente de la diferenciación terminal a granulocitos y macrófagos de las líneas celulares de la leucemia mieloide.
Toma de muestra de médula ósea y evaluación de sus características histológicas.
Desarrollo y formación de varios tipos de CÉLULAS SANGUÍNEAS. La hematopoyesis puede producirse en la MÉDULA ÓSEA (medular) o fuera de la médula ósea (HEMATOPOYESIS EXTRAMEDULAR).
Sensación desagradable en el estómago acompañada generalmente de la necesidad de vomitar. Las causas comunes son embarazo temprano, mareo por mar o por movimiento, estrés emocional, dolor intenso, envenenamiento alimenticio y varios enterovirus.
Tumores o cánceres del PULMÓN.
Fármacos que actúan en la sangre y en sus órganos formadores y aquellos que afectan al sistema hemostático.
Elevación anormal de la temperatura corporal, usualmente como resultado de un proceso patológico.
Precursora de una mostaza nitrogenada alquilante antineoplásica e inmunosupresora que debe ser activada en el HÍGADO para formar la aldofosfamida activa. Ha sido utilizada en el tratamiento del LINFOMA y la LEUCEMIA. Su efecto colateral, la ALOPECIA, ha sido utilizado en la esquila de las ovejas. La ciclofosfamida también puede causar esterilidad, defectos congénitos, mutaciones y cáncer.
Sustancias biológicamente activas cuyas actividades afectan o desempeñan un rol en el funcionamiento del sistema inmune.
Síndrome de HEMOLISIS, ENZIMAS hepáticas elevadas y bajo recuento de plaquetas (TROMBOCITOPENIA). El sindrome HELLP se observa en mujeres embarazadas con PREECLAMPSIA o ECLAMPSIA, que tembién manifiestan daño del HIGADO y anomalías en la COAGULACIÓN SANGUÍNEA.
Un antiséptico con acción fungistática, bacteriostática, antihelmíntica y amebicida ligera. Es también utilizado como reactivo y quelante metálico, como portador de radio-indio para propósitos diagnósticos y sus derivados halogenados son utilizados además como agentes antiinfecciosos tópicos y antiamébicos orales.
Isómero posicional de la CICLOFOSFAMIDA el cual es un agente alquilante e inmunosupresor.
Fragmentos de unión univalentes de antígeno, compuestos por una CADENA LIGERA DE INMUNOGLOBULINAS entera y el amino terminal de una de las CADENAS PESADAS DE INMUNOGLOBULINA de la región media, unidas entre sí mediante uniones disulfuro. Los Fab contienen las regiones variables de la molécula de inmunoglobulina, que son parte del sitio de unión a antígeno y las primeras regiones constantes. Este fragmento puede obtenerse por digestión de las inmunoglobulinas con la enzima proteolítica PAPAINA.
Clase de fármacos que se diferencian de otros alquilantes que se utilizan en la clínica en que son monofuncionales y por tanto incapaces de formar enlaces cruzados con macromoléculas celulares. Entre sus propiedades comunes están la necesidad de activación metabólica de intermediarios con eficacia antitumoral, y la presencia en su estructura química de grupos N-metilo que, una vez metabolizados, pueden modificar covalentemente el ADN celular. No se conoce por completo los mecanismos precisos por los cuales cada uno de estos fármacos destruye las células tumorales. (Traducción libre del original: AMA, Drug Evaluations Annual, 1994, p. 2026)
Tratamiento de una enfermedad o afección por varios medios diferentes de forma simultánea o secuencial. Con mayor frecuencia se ven la quimioinmunoterapia, RADIOINMUNOTERAPIA, quimioradioterapia, crioquimioterapia, y la TERAPIA RECUPERATIVA, pero sus combinaciones y la cirugía se utilizan también.
Regreso de un signo, síntoma o enfermedad luego de una remisión.
Análogo de la pirimidina que actúa como antimetabolito antineoplásico. Interfiere con la síntesis del ADN bloqueando la conversión por la TIMIDILATO SINTASA del ácido desoxiuridílico a ácido timidílico.
Las pirazinas son compuestos heterocíclicos aromáticos formados por un anillo de nitrógeno y carbono con dos átomos de nitrógeno adyacentes, encontradas en algunos fármacos, productos naturales y como contaminantes ambientales.
Conteo del número de CÉLULAS BLANCAS DE LA SANGRE por unidad de volumen en la SANGRE venosa. El conteo diferencial de leucocitos mide el número relativo de los diferentes tipos de células blancas.
Período, luego de un tratamiento exitoso, en que no aparecen síntomas o efectos de la enfermedad.
Derivado semi-sintético de la PODOFILOTOXINA que muestra actividad antitumoral. El etopósido inhibe la síntesis de ADN formando un complejo con la topoisomerasa II y el ADN. Ese complejo induce rupturas en el ADN de doble cuerda e impide la reparación mediante el enlace de la toposimerasa II. Rupturas acumuladas en el ADN impiden la entrada en la fase mitótica de la división celular y conduce a la muerte celular. El etopósido actúa primariamente en las fases G2 y S del ciclo celular.
Mieloproliferación de novo derivada de una célula madre anormal. Se caracteriza por el reemplazo de la médula ósea por tejido fibroso, un proceso que es mediado por CITOCINAS originadas desde un clon anormal.
Anticuerpos antifosfolípido que se encuentran asociados con el LUPUS ERITEMATOSO SISTEMICO, el SINDROME ANTIFOSFOLIPIDICO y con otras enfermedades, así como en personas sanas. Los anticuerpos se detectan por INMUNOENSAYO de fase sólida, empleando el antígeno fosfolípido CARDIOLIPINA purificada.

La trombocitopenia es un trastorno sanguíneo en el que hay un recuento bajo de plaquetas o trombocitos en la sangre. Las plaquetas son células sanguíneas importantes que desempeñan un papel crucial en la coagulación sanguínea y ayudan a detener el sangrado cuando se produce una lesión en los vasos sanguíneos. Una persona se considera trombocitopenia cuando su recuento de plaquetas es inferior a 150,000 por microlitro (mcL) de sangre. Los síntomas de la trombocitopenia pueden incluir moretones y sangrados fáciles, incluidos sangrados nasales, encías sanguinolentas e incluso hemorragias internas en casos graves.

La trombocitopenia puede ser causada por diversos factores, como enfermedades que afectan la médula ósea (donde se producen las plaquetas), reacciones adversas a ciertos medicamentos, infecciones virales o bacterianas y trastornos autoinmunitarios. En algunos casos, la causa de la trombocitopenia puede no estar clara y se denomina idiopática. El tratamiento de la trombocitopenia depende de la causa subyacente y puede incluir corticosteroides, terapias inmunosupresoras o, en casos graves, trasplante de médula ósea.

El recuento de plaquetas, también conocido como trombocitos o plaquetas sanguíneas, es el número de plaquetas presentes en una unidad de volumen de sangre. Las plaquetas son fragmentos celulares pequeños sin núcleo que desempeñan un papel crucial en la coagulación sanguínea y la prevención de hemorragias. Cuando se produce una lesión en un vaso sanguíneo, las plaquetas se activan, aglutinan en el sitio de la lesión y forman un tapón para detener el sangrado.

El recuento normal de plaquetas suele oscilar entre 150.000 y 450.000 plaquetas por microlitro (µL) o por milímetro cúbico (mm3). Un recuento de plaquetas por debajo de 150.000/µL se denomina trombocitopenia, mientras que un recuento superior a 450.000/µL se conoce como trombocitemia. Las fluctuaciones en el recuento de plaquetas pueden estar asociadas con diversas condiciones médicas, infecciones o efectos secundarios de medicamentos y, por lo tanto, es esencial monitorizar los niveles de plaquetas en pacientes en riesgo o con afecciones subyacentes.

La Púrpura Trombocitopénica Idiopática (PTI) es un trastorno hemorrágico autoinmune caracterizado por una trombocitopenia (disminución del número de plaquetas en la sangre) y púrpura (manchas rojas o moradas en la piel causadas por pequeños moretones). Es "idiopática" porque no hay una causa conocida para esta respuesta autoinmune.

En la PTI, el sistema inmunológico del cuerpo produce anticuerpos que atacan y destruyen las plaquetas, células sanguíneas importantes para la coagulación. Esto puede llevar a moretones fáciles, sangrado nasal o gingival (encías), y en casos graves, hemorragias internas.

La PTI se diagnostica mediante pruebas de laboratorio que muestran un recuento bajo de plaquetas y posiblemente la presencia de anticuerpos contra las plaquetas. El tratamiento puede incluir corticosteroides, inmunoglobulinas intravenosas, y en casos más graves, splenectomía (extirpación del bazo) o terapias inmunosupresoras.

La trombocitopenia neonatal aloinmune (TNA) es una afección hemática en la que los recién nacidos experimentan un conteo bajo de plaquetas (trombocitopenia) como resultado de la respuesta inmunológica materna contra las plaquetas fetales.

Esto ocurre cuando los anticuerpos maternos, que se producen después de una exposición previa a glóbulos rojos o plaquetas fetales durante un embarazo anterior o tras una transfusión sanguínea, cruzan la placenta y atacan las plaquetas del feto. Los anticuerpos más comúnmente involucrados son anti-HPA-1a (anticuerpos contra el antígeno plaquetario humano 1a).

La TNA puede variar en gravedad desde casos leves y asintomáticos hasta casos severos que conllevan un alto riesgo de sangrado grave, especialmente en la cavidad craneal (hemorragia intraventricular) y en los órganos internos. El diagnóstico se realiza mediante pruebas de laboratorio que muestran un recuento bajo de plaquetas en el neonato, junto con la presencia de anticuerpos maternos específicos en la sangre materna.

El tratamiento puede incluir transfusiones de plaquetas, inmunoglobulinas intravenosas y, en casos graves, corticosteroides. En embarazos futuros, se pueden considerar medidas preventivas como la administración de gammaglobulina intravenosa a la madre durante el embarazo para prevenir la producción de anticuerpos y la consiguiente trombocitopenia neonatal aloinmune.

La transfusión de plaquetas, también conocida como plaquetoterapia, es un procedimiento médico en el que se infunden plaquetas (también llamadas trombocitos) en el torrente sanguíneo de un paciente. Las plaquetas son componentes vitales de la sangre que desempeñan un papel crucial en la coagulación sanguínea y la prevención de hemorragias.

Este procedimiento se lleva a cabo mediante la extracción de plaquetas de un donante sano, preferiblemente con un grupo sanguíneo compatible con el receptor. Luego, las plaquetas se separan del resto de los componentes sanguíneos y se suspenden en una solución fisiológica para su almacenamiento y posterior uso.

La transfusión de plaquetas se indica en diversas situaciones clínicas, como:

1. Pacientes con trastornos hemorrágicos congénitos o adquiridos que causan trombocitopenia (niveles bajos de plaquetas) o disfunción plaquetaria.
2. Pacientes con déficits en factores de coagulación que aumentan el riesgo de sangrado.
3. Pacientes que han sufrido una pérdida masiva de sangre y requieren reponer rápidamente los componentes sanguíneos, incluido el número de plaquetas.
4. Pacientes que van a someterse a cirugías con alto riesgo de hemorragia o aquellos que presentan complicaciones hemorrágicas durante la intervención quirúrgica.
5. Pacientes oncológicos que reciben quimioterapia y desarrollan trombocitopenia como efecto secundario del tratamiento.

Es importante monitorear estrechamente los niveles de plaquetas en pacientes que reciben transfusiones repetidas, ya que el cuerpo puede desarrollar anticuerpos contra las plaquetas donadas, lo que reduce la eficacia de futuras transfusiones. Además, se deben considerar los riesgos asociados con las transfusiones de sangre, como la transmisión de enfermedades infecciosas y reacciones adversas al trasplante.

En términos médicos, las plaquetas (también conocidas como trombocitos) son fragmentos celulares pequeños sin núcleo que desempeñan un papel crucial en la coagulación sanguínea y la homeostasis. Se producen en el tejido medular de los huesos a través de un proceso llamado fragmentación citoplasmática de megacariocitos.

Las plaquetas desempeñan su función mediante la detección de daños en los vasos sanguíneos y la posterior activación, lo que provoca su agregación en el sitio lesionado. Esta agregación forma un tapón plateleto-fibrina que detiene temporalmente el sangrado hasta que se forme un coágulo de fibrina más estable.

La cantidad normal de plaquetas en la sangre humana suele ser entre 150,000 y 450,000 por microlitro. Los niveles bajos de plaquetas se denominan trombocitopenia, mientras que los niveles altos se conocen como trombocitemia. Ambas condiciones pueden estar asociadas con diversos trastornos y enfermedades.

Los antígenos de plaquetas humanas (HPA, por sus siglas en inglés) son antígenos que se encuentran en la superficie de las plaquetas y algunos glóbulos blancos en el sistema sanguíneo humano. También se les conoce como antígenos sistémicos o platelet-specific.

Existen varios sistemas de antígenos de plaquetas humanas, siendo el más conocido el sistema HPA, que incluye tres pares de antígenos: HPA-1, HPA-2 y HPA-3. Cada par está compuesto por un antígeno presente en las plaquetas y su contraparte ausente en las plaquetas. Estos antígenos se heredan y pueden desencadenar una respuesta inmunológica en algunas personas, especialmente después de una transfusión sanguínea o durante el embarazo.

La presencia o ausencia de estos antígenos puede variar entre individuos y es determinada por los alelos específicos que heredan de cada uno de sus padres en los genes que codifican para las proteínas involucradas en la formación de estos antígenos.

La importancia clínica de los HPA radica en el riesgo de reacciones adversas tras una transfusión sanguínea o durante el embarazo, especialmente si el sistema HPA del donante y el receptor no coinciden. En tales casos, el sistema inmune del receptor puede atacar las plaquetas del donante, lo que lleva a una disminución en el número de plaquetas (trombocitopenia) y un aumento en el riesgo de sangrado.

En resumen, los antígenos de plaquetas humanas son proteínas específicas presentes en las plaquetas que pueden provocar una respuesta inmunológica adversa en algunas personas, especialmente después de una transfusión sanguínea o durante el embarazo.

La púrpura trombocitopénica (PT) es un trastorno hemorrágico causado por un número bajo de plaquetas en la sangre, también conocidas como trombocitos. Las plaquetas desempeñan un papel crucial en la coagulación sanguínea y la prevención de sangrados excesivos. Cuando el recuento de plaquetas es bajo (trombocitopenia), se pueden presentar moretones, hemorragias nasales o gingivales y, en casos graves, sangrado interno.

Existen dos tipos principales de púrpura trombocitopénica: la púrpura trombocitopénica idiopática (PTI) y la púrpura trombocitopénica inmune secundaria o adquirida.

La PTI, también conocida como púrpura trombocitopénica autoinmunitaria, es una afección en la que el sistema inmunitario del cuerpo ataca y destruye las plaquetas por error. Los síntomas de la PTI suelen aparecer repentinamente y pueden incluir moretones fáciles, hematomas, sangrado de encías o nariz, y en casos más graves, hemorragias internas.

La púrpura trombocitopénica inmune secundaria o adquirida puede ser causada por diversos factores, como infecciones virales (como el virus de la gripe o el citomegalovirus), medicamentos, enfermedades del tejido conectivo y cánceres. Los síntomas son similares a los de la PTI, pero su aparición está asociada a una condición médica subyacente.

El tratamiento de la púrpura trombocitopénica depende del tipo y la gravedad de la afección. En casos leves, el tratamiento puede consistir en evitar los factores desencadenantes y controlar los síntomas. En casos más graves, se pueden utilizar corticosteroides, inmunoglobulinas intravenosas o terapias inmunosupresoras para controlar la respuesta autoinmune del cuerpo. En algunos casos, se puede considerar un trasplante de médula ósea como tratamiento definitivo.

Los megacariocitos son células grandes que se encuentran en la médula ósea y son los precursores directos de las plaquetas. Normalmente, miden entre 50-100 micras de diámetro y contienen numerosos gránulos citoplasmáticos. Durante el proceso de maduración, estas células se fragmentan en pequeños segmentos, llamados proplaquetas, que finalmente se liberan al torrente sanguíneo como plaquetas funcionales. Los megacariocitos desempeñan un papel crucial en la hemostasis, ya que las plaquetas son esenciales para la detención del sangrado y la reparación de los vasos sanguíneos dañados. La producción y maduración adecuadas de megacariocitos están controladas por diversos factores de crecimiento y citocinas, como el trombopoyetina. Las anomalías en la producción o función de los megacariocitos pueden dar lugar a trastornos hemorrágicos, como la trombocitopenia, o a un aumento excesivo del número de plaquetas, como la trombocitemia.

La trombopoyetina es una hormona glicoproteica que se produce principalmente en los megacariocitos del tejido medular óseo. Está encargada de regular la producción y maduración de las plaquetas, también conocidas como trombocitos, dentro de la médula ósea. La trombopoyetina se une a su receptor específico, el receptor de trombopoyetina (c-Mpl), en los precursores de las plaquetas, lo que estimula la proliferación, diferenciación y supervivencia de estas células sanguíneas. La producción de trombopoyetina está controlada por una retroalimentación negativa: cuando el número de plaquetas en circulación es bajo, los niveles de trombopoyetina aumentan para estimular la producción de más plaquetas; por el contrario, cuando hay un exceso de plaquetas, los niveles de trombopoyetina disminuyen, lo que reduce la producción de nuevas plaquetas. La trombopoyetina también puede desempeñar un papel en la angiogénesis y la hematopoyesis general.

El Factor Plaquetario 4 (FP4) es una proteína que se encuentra en las plaquetas sanguíneas humanas. Es una glicoproteína multimérica grande que desempeña un papel importante en la homeostasis y la hemostasia, es decir, en la capacidad de nuestro cuerpo para detener el sangrado después de una lesión vascular.

El FP4 es uno de los mediadores más abundantes en las plaquetas que participan en la agregación plaquetaria, un proceso crucial en la formación del coágulo sanguíneo. Cuando se activan, las plaquetas liberan el FP4, el cual puede interactuar con otras proteínas de la sangre y superficies de células endoteliales, contribuyendo así a la formación del tapón plaquetario en el sitio de la lesión vascular.

Sin embargo, también se ha observado que el FP4 puede desempeñar un papel en enfermedades como la trombosis y la hepatitis autoinmune. En algunos casos, los anticuerpos contra el FP4 pueden desencadenar reacciones inmunes anormales que conducen a la formación de coágulos sanguíneos no deseados o daño tisular. Por lo tanto, comprender la función y el comportamiento del FP4 es crucial para abordar estas condiciones médicas.

Los receptores de trombopoyetina son proteínas transmembrana que se encuentran en la superficie de las células precursoras de plaquetas, también conocidas como megacariocitos. Estos receptores interactúan y se unen específicamente a una hormona reguladora llamada trombopoyetina (TPO).

La unión de la trombopoyetina a sus receptores desencadena una cascada de eventos intracelulares que conducen a la proliferación, diferenciación y maduración de los megacariocitos en plaquetas funcionales. Por lo tanto, los receptores de trombopoyetina desempeñan un papel crucial en la regulación de la producción y el recuento de plaquetas en la sangre.

La estimulación de estos receptores también puede desencadenar señales que promueven la supervivencia y la protección de los megacariocitos contra la apoptosis o muerte celular programada. La trombopoyetina y sus receptores son objetivos terapéuticos importantes en el tratamiento de trastornos hematológicos asociados con recuentos bajos de plaquetas, como la trombocitopenia inducida por fármacos o la anemia aplásica.

La heparina es un anticoagulante natural que se encuentra en el cuerpo, específicamente en las células que recubren los vasos sanguíneos. Se utiliza como medicamento para prevenir y tratar la formación de coágulos sanguíneos en diversas situaciones clínicas, como después de una cirugía o en presencia de afecciones que aumentan el riesgo de coagulación, como la fibrilación auricular.

La heparina actúa inhibiendo la activación de la cascada de coagulación sanguínea, lo que previene la formación de trombos o coágulos. Lo hace mediante el aumento de la actividad de una enzima llamada antitrombina III, la cual neutraliza algunas proteínas involucradas en la coagulación sanguínea.

Existen diferentes formulaciones de heparina disponibles para su uso clínico, incluyendo la heparina no fraccionada y las heparinas de bajo peso molecular (HBPM). Cada una tiene propiedades farmacológicas ligeramente diferentes y se utiliza en diversas situaciones.

Es importante tener en cuenta que el uso de heparina requiere un monitoreo cuidadoso, ya que su efecto anticoagulante puede variar entre los pacientes. Se miden los niveles de anticoagulación mediante pruebas de laboratorio, como el tiempo de tromboplastina parcial activado (aPTT), y se ajusta la dosis en consecuencia para minimizar el riesgo de sangrado y maximizar los beneficios terapéuticos.

La esplenectomía es un procedimiento quirúrgico en el que se extirpa el bazo. El bazo es un órgano situado en la parte superior izquierda del abdomen, detrás del estómago y junto al diafragma. Desempeña varias funciones importantes en el cuerpo, como filtrar los glóbulos rojos viejos y dañados, almacenar glóbulos rojos y plaquetas adicionales, y combatir infecciones.

Existen diversas razones por las que se puede realizar una esplenectomía, entre ellas:

1. Trauma: Si el bazo sufre lesiones graves debido a un traumatismo abdominal, como en un accidente de coche o durante un contacto deportivo, se puede requerir una esplenectomía para detener las hemorragias internas y prevenir complicaciones.

2. Enfermedades hematológicas: Algunas afecciones que afectan la producción y función de los glóbulos rojos, como las anemias hemolíticas (como la esferocitosis hereditaria o la talasemia), pueden justificar una esplenectomía para reducir la destrucción de glóbulos rojos y mejorar los síntomas.

3. Cáncer: En algunos casos, se puede extirpar el bazo como parte del tratamiento quirúrgico del cáncer, especialmente si el cáncer se ha extendido al bazo (metástasis).

4. Infecciones: Las infecciones recurrentes o graves por bacterias que el bazo normalmente ayuda a combatir, como Neisseria meningitidis y Streptococcus pneumoniae, pueden requerir una esplenectomía para prevenir futuras infecciones.

Tras la esplenectomía, el cuerpo pierde parte de su capacidad para combatir ciertos tipos de infección, lo que aumenta el riesgo de desarrollar sepsis por estas bacterias. Por esta razón, se recomienda a los pacientes que hayan sido esplenectomizados recibir vacunas contra Neisseria meningitidis y Streptococcus pneumoniae, así como tomar antibióticos profilácticos antes de procedimientos dentales o quirúrgicos invasivos.

Phlebovirus es un género de virus perteneciente a la familia Phenuiviridae y el orden Bunyavirales. Estos virus tienen un genoma tripartito de ARN de sentido negativo. Los phlebovirus incluyen varias especies que pueden causar enfermedades en humanos, como el virus de la fiebre del Nilo Occidental, el virus de la fiebre del Valle del Rift y el virus Toscana. La mayoría de estos virus se transmiten a los humanos a través de la picadura de mosquitos o garrapatas infectadas. Los síntomas de las enfermedades causadas por phlebovirus pueden variar desde fiebre leve y dolores musculares hasta encefalitis severa o meningitis. El tratamiento suele ser sintomático, ya que no existen antivirales específicos para tratar estas infecciones.

La leucopenia es un término médico que se refiere a una condición en la cual el recuento total de glóbulos blancos (WBC, por sus siglas en inglés) en la sangre es más bajo de lo normal. Los glóbulos blancos son una parte importante del sistema inmunológico y ayudan al cuerpo a combatir infecciones. Un recuento bajo de glóbulos blancos puede aumentar el riesgo de infecciones.

La cantidad normal de glóbulos blancos en la sangre varía según la edad, pero en los adultos suele ser de aproximadamente 4,500 a 11,000 células por microlitro de sangre. Se considera leucopenia cuando el recuento de glóbulos blancos es inferior a 4,500 células por microlitro de sangre.

La leucopenia puede ser causada por diversas condiciones médicas, como infecciones virales o bacterianas graves, enfermedades del sistema inmunológico, exposición a quimioterapia o radioterapia, y algunos medicamentos. También puede ser un signo de trastornos hematológicos, como anemia aplásica o leucemia.

El tratamiento de la leucopenia depende de la causa subyacente. Si se identifica y se trata la causa, el recuento de glóbulos blancos normalmente vuelve a la normalidad. En algunos casos, se pueden requerir medicamentos para estimular la producción de glóbulos blancos o antibióticos para prevenir infecciones.

La trombopoyesis es el proceso mediante el cual se produce la trombocitos, también conocidas como plaquetas. Las plaquetas son fragmentos celulares pequeños sin núcleo que desempeñan un papel crucial en la coagulación sanguínea y la prevención del sangrado excesivo.

El proceso de trombopoyesis ocurre principalmente en la médula ósea, donde las células madre hematopoyéticas maduran en megacariocitos, que son células grandes con múltiples núcleos. Los megacariocitos luego se fragmentan en plaquetas más pequeñas, que se liberan al torrente sanguíneo.

La trombopoyesis está regulada por varias hormonas y factores de crecimiento, incluyendo la trombopoyetina (TPO), una hormona producida principalmente por el hígado que estimula la producción y maduración de megacariocitos. La trombocitopenia, o niveles bajos de plaquetas en la sangre, puede ser el resultado de una disminución en la producción de trombopoyetina o una falla en la médula ósea para responder a ella. Por otro lado, los niveles altos de trombopoyetina pueden conducir a un aumento en la producción de plaquetas y posiblemente a un trastorno llamado trombocitemia esencial.

La Coagulación Intravascular Diseminada (CID) es una complicación grave y potencialmente letal que puede ocurrir en diversas condiciones clínicas, como infecciones severas, traumatismos graves, cáncer, parto complicado o trastornos del tejido conectivo.

La CID se caracteriza por una activación generalizada y desregulada del sistema de coagulación, lo que lleva a la formación de coágulos sanguíneos en los pequeños vasos sanguíneos de todo el cuerpo. Estos coágulos consumen los factores de coagulación y las plaquetas, lo que aumenta el riesgo de sangrado.

La activación del sistema de coagulación también desencadena la activación del sistema fibrinolítico, que intenta disolver los coágulos formados, pero en el proceso puede causar una excesiva degradación de las proteínas de la coagulación y fibrinólisis sistémica.

Los síntomas de la CID incluyen: coagulopatía (disminución de los factores de coagulación), trombocitopenia (disminución del número de plaquetas), hemólisis (destrucción de glóbulos rojos), hipofibrinogenemia (disminución de fibrinógeno) e hiperfibrinolisis (excesiva actividad fibrinolítica).

El tratamiento de la CID incluye el control de la enfermedad subyacente, la reposición de los factores de coagulación y las plaquetas, y el uso de medicamentos antifibrinolíticos para controlar la hiperfibrinolisis. La detección y el tratamiento tempranos son cruciales para prevenir complicaciones graves y mejorar el pronóstico del paciente.

Las complicaciones hematológicas del embarazo se refieren a una variedad de condiciones que pueden afectar la sangre y el sistema circulatorio durante el embarazo. Estas complicaciones pueden ser potencialmente graves y representan un riesgo significativo para la salud tanto de la madre como del feto.

Algunos de los trastornos hematológicos más comunes que pueden ocurrir durante el embarazo incluyen:

1. Anemia: La anemia es una afección en la que el cuerpo no produce suficientes glóbulos rojos sanos. Durante el embarazo, el volumen de sangre de la madre aumenta, lo que puede provocar anemia si no se produce suficiente cantidad de glóbulos rojos para mantenerse al día con este aumento.
2. Trombocitopenia gestacional: La trombocitopenia gestacional es una afección en la que los niveles de plaquetas en la sangre disminuyen durante el embarazo. Aunque la mayoría de las mujeres con trombocitopenia gestacional no experimentan síntomas, en algunos casos puede aumentar el riesgo de hemorragia posparto.
3. Coagulopatías: Las coagulopatías son trastornos de la coagulación sanguínea que pueden hacer que la sangre sea más propensa a formar coágulos o más difícil de coagularse. Durante el embarazo, los cambios hormonales y fisiológicos pueden aumentar el riesgo de desarrollar coagulopatías, como la trombofilia.
4. Preeclampsia: La preeclampsia es una complicación grave del embarazo que se caracteriza por una presión arterial alta y daño a los órganos vitales, como el hígado y los riñones. La preeclampsia también puede aumentar el riesgo de coagulopatías y hemorragias posparto.
5. Hemorragia posparto: La hemorragia posparto es una complicación grave del parto que puede ocurrir cuando la sangre se acumula en el útero después del parto. Las causas más comunes de hemorragia posparto incluyen trastornos de la coagulación sanguínea y problemas con la placenta.

En general, las mujeres embarazadas tienen un mayor riesgo de desarrollar trastornos de la coagulación sanguínea y hemorragias posparto. Es importante que las mujeres embarazadas reciban atención prenatal adecuada y sean monitoreadas cuidadosamente durante el embarazo y el parto para minimizar el riesgo de complicaciones graves.

Los ácidos pipecólicos son compuestos bioactivos que se encuentran en una variedad de organismos, incluyendo plantas y animales. En los humanos y otros mamíferos, los ácidos pipecólicos se producen como resultado del metabolismo de la lisina, un aminoácido esencial.

La definición médica de "ácidos pipecólicos" se refiere específicamente a una clase de compuestos que contienen un anillo piperidínico con un grupo carboxílico (-COOH) en el carbono 2. Estos ácidos tienen una variedad de funciones importantes en el cuerpo humano, incluyendo la modulación del sistema inmunológico y la inhibición del crecimiento microbiano.

En particular, los ácidos pipecólicos han demostrado tener propiedades antimicrobianas contra una variedad de bacterias y hongos. También pueden desempeñar un papel en la respuesta inmunológica del cuerpo a las infecciones, ya que pueden activar células inmunes específicas y desencadenar la producción de citoquinas proinflamatorias.

Además, los ácidos pipecólicos también se han implicado en el metabolismo energético y la síntesis de proteínas. Se ha demostrado que regulan la expresión génica y la actividad enzimática en una variedad de tejidos, incluyendo el hígado, los músculos y el cerebro.

En resumen, los ácidos pipecólicos son compuestos bioactivos importantes que desempeñan una variedad de funciones en el cuerpo humano, incluyendo la modulación del sistema inmunológico, la inhibición del crecimiento microbiano y la regulación del metabolismo energético y la síntesis de proteínas.

La hemorragia, en términos médicos, se refiere a la pérdida o escape de sangre fuera de los vasos sanguíneos debido a una lesión, rotura o malformación. Puede clasificarse en varios tipos según su localización anatómica:

1. Hemorragia externa: Es la salida de sangre al exterior del cuerpo, visible y fácilmente perceptible. Por ejemplo, una herida cortante que provoca un flujo sanguíneo continuo.

2. Hemorragia interna: Ocurre cuando la sangre se acumula en los órganos o cavidades corporales internas sin salir al exterior. Puede ser oculta y difícil de detectar, a menos que cause síntomas como dolor abdominal severo, hinchazón o shock hipovolémico (disminución del volumen sanguíneo circulante).

Además, la hemorragia también se puede clasificar según su gravedad y velocidad de progresión:

1. Hemorragia leve: Se caracteriza por una pérdida de sangre pequeña que generalmente no representa un riesgo inmediato para la vida del paciente.

2. Hemorragia moderada: Implica una pérdida de sangre significativa que puede provocar anemia y desequilibrios electrolíticos, pero suele ser controlable con tratamiento médico adecuado.

3. Hemorragia grave o masiva: Se refiere a una pérdida de sangre rápida y abundante que puede poner en peligro la vida del paciente si no se trata urgentemente. Puede causar hipovolemia (disminución del volumen sanguíneo), hipotensión (presión arterial baja), shock y, finalmente, fallo orgánico múltiple.

En definitiva, la hemorragia es una afección médica que requiere atención inmediata, especialmente si se trata de una hemorragia grave o masiva. El tratamiento puede incluir medidas de control del sangrado, reposición de líquidos y sangre, y, en algunos casos, cirugía para reparar lesiones vasculares o internas.

La neutropenia es un trastorno sanguíneo en el que hay una cantidad anormalmente baja de neutrófilos, un tipo específico de glóbulo blanco que desempeña un papel crucial en la respuesta inmunitaria del cuerpo contra las infecciones. Los neutrófilos ayudan a combatir las bacterias y los hongos dañinos en el cuerpo. Cuando sus números están bajos, el cuerpo tiene dificultades para luchar contra las infecciones, lo que aumenta el riesgo de desarrollar infecciones graves e incluso potencialmente mortales.

La neutropenia se define médicamente como un recuento absoluto de neutrófilos (ANC) inferior a 1500 células/mm3 en una muestra de sangre periférica. Sin embargo, el riesgo de infección aumenta significativamente cuando el ANC es inferior a 500 células/mm3 o menos del 10% del recuento total de glóbulos blancos.

La neutropenia se clasifica en tres grados según la gravedad:

1. Leve (ANC entre 1000 y 1500 células/mm3)
2. Moderada (ANC entre 500 y 1000 células/mm3)
3. Grave (ANC menos de 500 células/mm3 o menos del 10% del recuento total de glóbulos blancos)

La neutropenia puede ser temporal o crónica y puede deberse a diversas causas, como enfermedades, tratamientos médicos (como quimioterapia y radioterapia), exposición a sustancias tóxicas o deficiencias nutricionales. El manejo y el tratamiento de la neutropenia dependen de su causa subyacente y pueden incluir antibióticos, factores de crecimiento granulocítico (G-CSF) y trasplante de células madre hematopoyéticas.

Las infecciones por Bunyaviridae se refieren a un grupo de enfermedades causadas por virus pertenecientes a la familia Bunyaviridae. Esta familia incluye más de 350 virus que se clasifican en cinco géneros: Orthobunyavirus, Hantavirus, Nairovirus, Phlebovirus y Tospovirus. La mayoría de estos virus son transmitidos por artrópodos (como mosquitos, garrapatas e insectos) y algunos se transmiten entre mamíferos o aves.

Los síntomas de las infecciones por Bunyaviridae varían dependiendo del género del virus y pueden incluir fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, náuseas, vómitos y erupciones cutáneas. Algunos de los virus más conocidos en esta familia incluyen el virus Hanta, que causa síndrome pulmonar por hantavirus y fiebre hemorrágica por hantavirus; el virus Rift Valley, que causa fiebre por virus de Rift Valley; y el virus del Nilo Occidental, que causa encefalitis del Nilo Occidental.

El tratamiento de las infecciones por Bunyaviridae generalmente se centra en el alivio de los síntomas, ya que no existe un tratamiento específico para la mayoría de estas infecciones. La prevención es importante y puede incluir medidas como el control de mosquitos y garrapatas, la vacunación contra ciertos virus (como el virus del Nilo Occidental) y la evitación de exponerse a los animales infectados o sus hábitats.

El término 'Resultado del Tratamiento' se refiere al desenlace o consecuencia que experimenta un paciente luego de recibir algún tipo de intervención médica, cirugía o terapia. Puede ser medido en términos de mejoras clínicas, reducción de síntomas, ausencia de efectos adversos, necesidad de nuevas intervenciones o fallecimiento. Es un concepto fundamental en la evaluación de la eficacia y calidad de los cuidados de salud provistos a los pacientes. La medición de los resultados del tratamiento puede involucrar diversos parámetros como la supervivencia, la calidad de vida relacionada con la salud, la función física o mental, y la satisfacción del paciente. Estos resultados pueden ser evaluados a corto, mediano o largo plazo.

Los protocolos de quimioterapia combinada antineoplásica se refieren a los regímenes estandarizados y sistemáticos del tratamiento del cáncer que involucran la administración de dos o más fármacos citotóxicos (quimioterapéuticos) con el objetivo de potenciar la eficacia terapéutica, reducir la resistencia a los medicamentos y mejorar los resultados clínicos en comparación con el uso de un solo agente quimioterapéutico.

La combinación de fármacos con diferentes mecanismos de acción puede atacar al tumor desde múltiples vías, interrumpir los procesos celulares cruciales para la supervivencia y proliferación de las células cancerosas y, por lo tanto, aumentar la tasa de respuesta tumoral, la enfermedad libre de progresión y la supervivencia global.

La quimioterapia combinada se utiliza a menudo en el tratamiento de diversos tipos de cáncer, incluidos, entre otros, el linfoma de Hodgkin, el linfoma no Hodgkin, el cáncer de mama, el cáncer de ovario, el cáncer de pulmón y el cáncer colorrectal. La selección de fármacos específicos para una combinación determinada y la programación de su administración (dosis, intervalos, duración del tratamiento) se basan en los principios farmacológicos, las pruebas clínicas y los datos de eficacia y seguridad publicados previamente.

Es importante tener en cuenta que la quimioterapia combinada también puede aumentar la toxicidad y los efectos secundarios en comparación con la monoterapia, lo que requiere un manejo cuidadoso y ajustes individualizados de la dosis para minimizar los riesgos y maximizar los beneficios terapéuticos.

Las inmunoglobulinas intravenosas (IGIV) se definen médicamente como preparaciones de anticuerpos protectores que se obtienen de la plasma sano de donantes y se administran a los pacientes por vía intravenosa. Están compuestas principalmente por inmunoglobulina G (IgG), que es el tipo más común de anticuerpo en la sangre humana.

Las IGIV se utilizan en el tratamiento de diversas afecciones médicas, como los trastornos del sistema inmunitario primarios e incluso algunos secundarios, infecciones recurrentes, pacientes con ciertos déficits inmunológicos, enfermedades autoinmunes y neurológicas. También se emplean en la profilaxis contra las infecciones en individuos expuestos a enfermedades infecciosas como el tétanos o la hepatitis A y B.

Este tratamiento puede ayudar a reducir el riesgo de infección, neutralizar toxinas y virus, regular respuestas inmunes excesivas y proporcionar protección inmunitaria temporal en pacientes con déficits inmunitarios. Es importante recalcar que las IGIV deben ser administradas bajo estricta supervisión médica debido a los posibles efectos adversos, como reacciones alérgicas o trastornos renales.

Un esquema de medicación, también conocido como plan de medicación o régimen de dosificación, es un documento detallado que especifica los medicamentos prescritos, la dosis, la frecuencia y la duración del tratamiento para un paciente. Incluye información sobre el nombre del medicamento, la forma farmacéutica (como tabletas, cápsulas, líquidos), la dosis en unidades medidas (por ejemplo, miligramos o mililitros), la frecuencia de administración (por ejemplo, tres veces al día) y la duración total del tratamiento.

El esquema de medicación puede ser creado por un médico, enfermero u otro profesional sanitario y se utiliza para garantizar que el paciente reciba los medicamentos adecuados en las dosis correctas y en el momento oportuno. Es especialmente importante en situaciones en las que el paciente toma varios medicamentos al mismo tiempo, tiene condiciones médicas crónicas o es vulnerable a efectos adversos de los medicamentos.

El esquema de medicación se revisa y actualiza periódicamente para reflejar los cambios en el estado de salud del paciente, las respuestas al tratamiento o la aparición de nuevos medicamentos disponibles. Además, es una herramienta importante para la comunicación entre profesionales sanitarios y pacientes, ya que ayuda a garantizar una comprensión clara y precisa del tratamiento médico.

La púrpura trombocitopénica trombótica (PTT) es un trastorno poco frecuente pero grave de la coagulación sanguínea. Se caracteriza por la formación de coágulos sanguíneos inusuales en pequeños vasos sanguíneos de todo el cuerpo, lo que puede llevar a una disminución del número de plaquetas (trombocitopenia) y la aparición de moretones o petequias (pequeñas manchas rojas) en la piel.

La PTT se divide en dos tipos: la forma aguda, que suele aparecer de repente y afecta principalmente a adultos jóvenes, especialmente después de una infección grave o un trasplante de médula ósea; y la forma crónica, que se desarrolla lentamente y afecta sobre todo a personas mayores.

Los síntomas de la PTT pueden incluir: moretones fáciles, sangrado nasal o gingival, dolor abdominal intenso, náuseas y vómitos, confusión o convulsiones (en casos graves). El diagnóstico se realiza mediante análisis de sangre y pruebas especializadas que evalúan la coagulación sanguínea.

El tratamiento de la PTT puede incluir plasmaféresis, medicamentos para disolver los coágulos sanguíneos y transfusiones de plaquetas. En algunos casos, también se pueden recetar corticosteroides o quimioterapia para suprimir el sistema inmunológico y prevenir la formación de nuevos coágulos. La trombectomía, una cirugía para eliminar los coágulos sanguíneos, también puede ser necesaria en casos graves.

El síndrome de Wiskott-Aldrich es un trastorno genético hereditario que afecta al sistema inmunológico y a la coagulación sanguínea. Se caracteriza por tres principales manifestaciones clínicas: eczema (una erupción cutánea crónica), trombocitopenia (un recuento bajo de plaquetas en la sangre, lo que puede causar hemorragias y moretones frecuentes) y recurrentes infecciones.

Este síndrome es causado por mutaciones en el gen WASP (Wiskott-Aldrich Syndrome Protein), localizado en el cromosoma X. Debido a que este gen está en el cromosoma X, el síndrome de Wiskott-Aldrich afecta principalmente a los varones, ya que ellos solo tienen un cromosoma X. Las mujeres, por otro lado, tienen dos cromosomas X, por lo que si una copia del gen tiene una mutación, la otra copia puede compensarlo y prevenir la aparición de los síntomas.

El gen WASP desempeña un papel importante en la función normal de los glóbulos blancos, llamados linfocitos T y linfocitos B, que son cruciales para el sistema inmunológico. Las mutaciones en este gen conducen a una disminución en el número y la función de estas células, lo que aumenta el riesgo de infecciones. Además, las mutaciones en WASP también afectan a las plaquetas, reduciendo su tamaño y número, lo que lleva a un mayor riesgo de sangrado y moretones.

El tratamiento para el síndrome de Wiskott-Aldrich puede incluir antibióticos para tratar infecciones, cremas para aliviar el eczema y transfusiones de plaquetas para controlar el sangrado. En algunos casos, un trasplante de médula ósea puede ser una opción de tratamiento, ya que reemplaza las células sanguíneas defectuosas con células sanas. La terapia génica también es una posibilidad emergente para tratar esta enfermedad, ya que podría corregir la mutación genética subyacente y restaurar la función normal de las células inmunes y plaquetarias.

Los anticoagulantes son medicamentos que se utilizan para prevenir la formación de coágulos sanguíneos o para evitar que los coágulos existentes aumenten de tamaño. Los coágulos sanguíneos pueden obstruir los vasos sanguíneos y bloquear el flujo de sangre, lo que puede causar daños graves en los tejidos y órganos del cuerpo.

Existen diferentes tipos de anticoagulantes, entre ellos:

1. Heparina y derivados: La heparina es un anticoagulante natural que se administra por vía intravenosa o subcutánea. Se utiliza en el tratamiento a corto plazo de la trombosis venosa profunda, la embolia pulmonar y otras condiciones en las que existe un riesgo elevado de formación de coágulos sanguíneos.
2. Warfarina: Es un anticoagulante oral que se utiliza para prevenir la formación de coágulos sanguíneos en personas con fibrilación auricular, válvulas cardíacas protésicas o antecedentes de trombosis venosa profunda o embolia pulmonar. La warfarina inhibe la acción de la vitamina K, necesaria para la coagulación sanguínea.
3. Dabigatrán, rivaroxabán y apixabán: Son anticoagulantes orales directos que inhiben la trombina o el factor Xa, dos enzimas clave en la cascada de coagulación sanguínea. Se utilizan para prevenir la formación de coágulos sanguíneos en personas con fibrilación auricular, trombosis venosa profunda o embolia pulmonar.

Es importante recordar que los anticoagulantes pueden aumentar el riesgo de hemorragias y su uso requiere un estricto control médico. Antes de iniciar un tratamiento con anticoagulantes, es necesario evaluar los beneficios y riesgos del tratamiento en cada caso particular.

Una infusión intravenosa es un procedimiento médico en el que se administra líquido, medicamento o nutrientes directamente en la vena. Este método se utiliza cuando es necesario que los líquidos o medicamentos entren rápidamente en el torrente sanguíneo y actúen de manera inmediata.

El proceso implica insertar una aguja fina en una vena, a menudo en el brazo o la mano, conectada a un tubo que conduce a un recipiente que contiene la solución deseada. La gravedad o una bomba de infusión controlan la velocidad a la que fluye la solución en el cuerpo.

Las infusiones intravenosas se utilizan comúnmente en situaciones de emergencia, durante intervenciones quirúrgicas, en el tratamiento de deshidratación grave, en la administración de quimioterapia para el cáncer y en muchos otros escenarios clínicos. Sin embargo, también conllevan riesgos potenciales, como infecciones, flebitis o reacciones adversas a los fármacos, por lo que siempre deben ser administradas bajo supervisión médica.

Los trastornos de las plaquetas sanguíneas, también conocidos como trastornos hemorrágicos thrombocíticos, se refieren a un grupo de condiciones médicas que afectan la producción, función o eliminación de las plaquetas (también llamadas trombocitos), células sanguíneas importantes involucradas en la coagulación sanguínea.

Hay varios tipos de trastornos de las plaquetas, que incluyen:

1. Trombocitopenia: es una afección en la cual hay un número bajo de plaquetas en la sangre. Puede ser causada por diversas condiciones médicas, como la anemia aplásica, las infecciones virales, los medicamentos o ciertas enfermedades autoinmunes.

2. Trombocitemia: es una afección en la cual hay un número excesivo de plaquetas en la sangre. La trombocitemia primaria o essencial es una enfermedad crónica y poco común que causa un aumento en el recuento de plaquetas.

3. Trastornos funcionales de las plaquetas: estos trastornos afectan la capacidad de las plaquetas para funcionar correctamente, aunque su número sea normal. Un ejemplo es el síndrome de Hellp, una complicación grave del embarazo que puede causar daño hepático y coagulopatía.

4. Trastornos adquiridos de las plaquetas: estos trastornos son causados por enfermedades o medicamentos que afectan la producción, función o eliminación de las plaquetas. Por ejemplo, el lupus eritematoso sistémico y la leucemia pueden causar trombocitopenia.

Los síntomas de los trastornos de las plaquetas varían dependiendo del tipo y gravedad del trastorno. Algunos síntomas comunes incluyen moretones fáciles, sangrado nasal o gingival, y hemorragias en la piel. Los trastornos graves pueden causar hemorragias internas y otros complicaciones potencialmente mortales. El tratamiento de los trastornos de las plaquetas depende del tipo y gravedad del trastorno y puede incluir medicamentos, transfusiones de sangre o cirugía.

El recuento de células sanguíneas es un análisis de laboratorio que mide el número total de diferentes tipos de glóbulos en la sangre. Estos incluyen glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas. Un recuento bajo o alto de cualquiera de estos componentes puede ser un signo de varias condiciones médicas, desde infecciones hasta trastornos sanguíneos y cáncer.

1. Glóbulos Rojos (Eritrocitos): Son los encargados de transportar oxígeno a las células del cuerpo. Un bajo recuento se conoce como anemia, mientras que un alto recuento se denomina policitemia.

2. Glóbulos Blancos (Leucocitos): Ayudan a combatir infecciones y enfermedades. Un aumento en el número de glóbulos blancos puede indicar una infección, inflamación o incluso leucemia. Por otro lado, un bajo recuento puede sugerir problemas con la médula ósea o enfermedades que afectan la capacidad del cuerpo para producir glóbulos blancos.

3. Plaquetas (Trombocitos): Ayudan a controlar el sangrado al ayudar a formar coágulos sanguíneos. Un bajo recuento de plaquetas se denomina trombocitopenia, lo que aumenta el riesgo de hemorragias e incluso sangrados graves. Por otro lado, un alto recuento se llama trombocitemia, lo que puede conducir a coágulos sanguíneos no deseados.

El recuento de células sanguíneas es una prueba rutinaria y crucial en la medicina, ya que ayuda a diagnosticar diversas patologías y monitorizar el tratamiento de ciertas condiciones médicas.

Los trastornos hemorrágicos son condiciones médicas que afectan la capacidad del cuerpo para controlar la bleeding (hemorragia) o formar coágulos sanguíneos. Estos trastornos pueden variar desde ser relativamente benignos y no graves, hasta ser potencialmente mortales.

Existen diferentes tipos de trastornos hemorrágicos, pero la mayoría se relaciona con problemas en el proceso de coagulación sanguínea. Normalmente, cuando una arteria o vena se daña, se activan varios factores de coagulación en la sangre para formar un coágulo y detener la hemorragia. Sin embargo, en personas con trastornos hemorrágicos, este proceso puede no funcionar correctamente.

Algunos ejemplos comunes de trastornos hemorrágicos incluyen:

1. Hemofilia: Es una condición genética que afecta la capacidad del cuerpo para producir suficientes factores de coagulación, lo que lleva a sangrados prolongados y excesivos. Existen diferentes tipos de hemofilia, siendo las más comunes la hemofilia A y B.

2. Enfermedad de von Willebrand: Es otro trastorno genético que involucra problemas con el factor de coagulación von Willebrand, una proteína importante en la formación del coágulo sanguíneo. Las personas con esta afección pueden experimentar sangrados prolongados y excesivos después de lesiones o cirugías.

3. Trastornos plaquetarios: Las plaquetas son células sanguíneas pequeñas que ayudan en la coagulación al adherirse a las paredes de los vasos sanguíneos dañados y formar un tapón para detener el sangrado. Sin embargo, algunas personas pueden tener trastornos plaquetarios que afecten su capacidad para funcionar correctamente, lo que lleva a sangrados excesivos e incontrolables.

4. Deficiencia de factores de coagulación: Algunas personas pueden tener deficiencias genéticas o adquiridas en los factores de coagulación específicos, como el factor VIII, IX, XI o XII, lo que lleva a sangrados prolongados y excesivos.

5. Coagulopatías: Estas son afecciones que involucran un desequilibrio entre los factores de coagulación y los inhibidores naturales del cuerpo, lo que lleva a una tendencia a sangrar o formar coágulos sanguíneos excesivos. Algunos ejemplos incluyen la enfermedad de Christmas, la deficiencia de proteínas C y S, y el síndrome antifosfolipídico.

El tratamiento de los trastornos de la coagulación depende del tipo y gravedad de la afección. Puede incluir reemplazo de factores de coagulación, medicamentos para controlar el sangrado o prevenir coágulos sanguíneos, y cambios en el estilo de vida. Es importante buscar atención médica si se experimentan síntomas de trastornos de la coagulación, como moretones fáciles, sangrados prolongados o inexplicables, o coágulos sanguíneos.

La esplenomegalia es un término médico que se refiere al aumento del tamaño del bazo más allá de sus límites normales. El bazo es un órgano situado en el lado superior izquierdo del abdomen, debajo de las costillas, que desempeña un papel importante en la función inmunológica y en la eliminación de glóbulos rojos viejos o dañados.

La esplenomegalia puede ser causada por diversas condiciones médicas, como infecciones (por ejemplo, mononucleosis infecciosa, endocarditis bacteriana), enfermedades hematológicas (por ejemplo, anemia de células falciformes, leucemia), trastornos del hígado (por ejemplo, cirrosis, hepatitis), afecciones malignas (por ejemplo, linfoma, cáncer de médula ósea) y enfermedades autoinmunes (por ejemplo, artritis reumatoide, lupus eritematoso sistémico).

Los síntomas asociados con la esplenomegalia pueden variar dependiendo del tamaño del bazo y de la causa subyacente. Algunos pacientes pueden no presentar ningún síntoma, mientras que otros pueden experimentar dolor o molestias en el lado izquierdo superior del abdomen, sensación de plenitud después de comer pequeñas cantidades de alimentos, fatiga, anemia, infecciones frecuentes y dificultad para respirar (si el bazo agrandado comprime los pulmones).

El diagnóstico de esplenomegalia generalmente se realiza mediante un examen físico, seguido de estudios de imágenes, como ecografías o tomografías computarizadas, para confirmar y evaluar la gravedad del agrandamiento del bazo. El tratamiento dependerá de la causa subyacente y puede incluir medicamentos, cambios en el estilo de vida o, en casos graves, una intervención quirúrgica para extirpar el bazo (esplenectomía).

Los autoanticuerpos son un tipo de anticuerpo que se produce en el cuerpo y ataca a los propios tejidos y órganos del organismo. Normalmente, el sistema inmunológico produce anticuerpos para ayudar a combatir y destruir las sustancias extrañas o agentes infecciosos que entran en el cuerpo. Sin embargo, en algunas condiciones, como enfermedades autoinmunitarias, el sistema inmunológico se vuelve defectuoso y produce autoanticuerpos que atacan a las proteínas y tejidos normales y saludables del cuerpo.

La presencia de autoanticuerpos puede indicar una enfermedad autoinmune, como lupus eritematoso sistémico, artritis reumatoide, diabetes tipo 1, esclerosis múltiple o enfermedad tiroidea. Los niveles elevados de autoanticuerpos también pueden asociarse con ciertos trastornos infecciosos y neoplásicos.

La detección de autoanticuerpos puede ser útil en el diagnóstico, pronóstico y seguimiento del tratamiento de las enfermedades autoinmunes. Sin embargo, la presencia de autoanticuerpos no siempre significa que una persona tiene una enfermedad autoinmune, ya que algunas personas pueden tener niveles bajos de autoanticuerpos sin síntomas o signos de enfermedad.

Las enfermedades hematológicas se refieren a un grupo diverso de trastornos que afectan la formación y función de las células sanguíneas. Esto incluye glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas, así como el sistema de coagulación de la sangre.

Ejemplos de enfermedades hematológicas incluyen anemia (un déficit en glóbulos rojos o hemoglobina), leucemia (cáncer de las células sanguíneas), trombocitopenia (niveles bajos de plaquetas), y trastornos de la coagulación como la hemofilia.

Estas condiciones pueden ser adquiridas o heredadas, y pueden variar en gravedad desde leve a potencialmente mortal. El tratamiento depende del tipo y gravedad de la afección y puede incluir medicamentos, quimioterapia, radioterapia, trasplante de médula ósea o cirugía.

La atención médica para las enfermedades hematológicas generalmente es proporcionada por especialistas conocidos como hematólogos.

La desoxicitidina es un nucleósido natural formado por la unión de la desoxirribosa (un azúcar pentosa) y la citosina (una base nitrogenada). Es uno de los componentes básicos que forman el ADN, específicamente en las secuencias donde se encuentran las bases citosina y timina.

En un contexto médico o bioquímico, la desoxicitidina puede ser relevante en diversas situaciones. Por ejemplo, los niveles anormales de este compuesto en líquidos biológicos como la sangre o el líquido cefalorraquídeo pueden estar asociados con determinadas patologías, como algunos tipos de neoplasias o infecciones virales. Además, los análisis de ADN que involucran secuenciación genética o estudios de modificaciones epigenéticas también tienen en cuenta la desoxicitidina y sus derivados, ya que proporciona información valiosa sobre la composición y estructura del material genético.

No obstante, es importante recalcar que la desoxicitidina en sí misma no es un agente terapéutico ni representa una intervención médica directa. Más bien, su estudio y análisis constituyen herramientas importantes para comprender diversos procesos fisiológicos y patológicos relacionados con el ADN y el material genético en general.

El Síndrome Hemolítico Urémico (SHU) es un trastorno grave que afecta la sangre, los riñones y el sistema nervioso. Se caracteriza por tres principales complicaciones clínicas: anemia hemolítica (destrucción de glóbulos rojos), trombocitopenia (disminución del número de plaquetas) y fallo renal agudo.

El SHU puede ser clasificado en dos tipos: el SHU tipo clásico, que es más común y generalmente asociado con una infección intestinal por la bacteria Escherichia coli (E. coli) productora de toxinas Shiga; y el SHU atípico, que no está relacionado con infecciones y parece ser causado por problemas con el sistema inmunitario o genéticos.

Los síntomas del SHU pueden incluir fiebre, letargo, pérdida de apetito, náuseas, vómitos, dolor abdominal, diarrea (a menudo sangrante), inflamación y moretones en la piel. En casos graves, el SHU puede conducir a insuficiencia renal requiring dialysis, daño cerebral, convulsiones e incluso la muerte. El tratamiento del SHU generalmente consiste en medidas de apoyo, como fluidoterapia y transfusiones de sangre, así como el control de la presión arterial y la prevención de complicaciones. En algunos casos, puede ser necesario un tratamiento más agresivo, como diálisis o una trasplante renal.

La trombocitosis es un trastorno caracterizado por un conteo anormalmente alto de plaquetas (también conocidas como trombocitos) en la sangre. Las plaquetas son células sanguíneas pequeñas sin núcleo que desempeñan un papel crucial en la coagulación sanguínea y la prevención de hemorragias.

En condiciones normales, el recuento promedio de plaquetas se encuentra entre 150,000 y 450,000 por microlitro de sangre. Cuando el conteo de plaquetas es superior a 450,000 por microlitro de sangre, se considera trombocitosis.

La trombocitosis puede ser primaria o secundaria. La trombocitosis primaria, también conocida como síndrome mieloproliferativo crónico, es una afección en la que el cuerpo produce un exceso de plaquetas debido a un trastorno en la médula ósea. La trombocitosis secundaria o reactiva se desarrolla como resultado de otras condiciones médicas, como infecciones, anemia, inflamación, trauma, cáncer u otros trastornos hematológicos.

La trombocitosis puede ser asintomática y descubierta accidentalmente durante un examen de sangre rutinario. Sin embargo, en algunos casos, los pacientes pueden experimentar síntomas como moretones fáciles, hemorragias nasales o gingivales, dolores de cabeza, visión borrosa, vértigo y, en raras ocasiones, accidentes cerebrovasculares.

El tratamiento de la trombocitosis depende de su causa subyacente. Si se debe a una afección subyacente, el objetivo principal es tratar esa condición. En casos de trombocitosis secundaria grave o trombocitosis primaria, pueden utilizarse diversos medicamentos y procedimientos para reducir los niveles de plaquetas y prevenir complicaciones.

Los isoantígenos son antígenos que difieren de un individuo a otro dentro de la misma especie, particularmente los antígenos de los glóbulos rojos. Los isoanticuerpos son, por lo tanto, anticuerpos producidos en respuesta a estos isoantígenos.

En el contexto médico, especialmente en transfusión de sangre y trasplante de órganos, los isoanticuerpos más relevantes son aquellos dirigidos contra los antígenos de los glóbulos rojos. Existen varios sistemas de grupos sanguíneos, el más conocido es el sistema ABO, donde las personas con diferentes grupos sanguíneos tienen diferentes antígenos en la superficie de sus glóbulos rojos. Por ejemplo, una persona con grupo sanguíneo A tiene el antígeno A en la superficie de sus glóbulos rojos, mientras que una persona con grupo sanguíneo B tiene el antígeno B. Si una persona con grupo sanguíneo B recibe sangre de un donante con grupo sanguíneo A, su sistema inmunitario producirá isoanticuerpos contra el antígeno A, lo que puede causar una reacción adversa, incluso mortal.

Otro ejemplo importante es el sistema Rh, donde los individuos pueden ser Rh positivo (presentan el antígeno D) o Rh negativo (no presentan el antígeno D). Si una mujer Rh negativa queda embarazada de un feto Rh positivo, su cuerpo puede producir isoanticuerpos contra el antígeno D del feto, lo que puede causar problemas graves en futuros embarazos si el feto es Rh positivo.

En resumen, los isoanticuerpos son anticuerpos producidos en respuesta a antígenos que difieren entre individuos de la misma especie y pueden causar reacciones adversas en transfusiones de sangre o durante el embarazo.

La trombosis es un proceso médico en el que se forma un coágulo sanguíneo (trombo) dentro de un vaso sanguíneo, lo que puede obstruir la circulación sanguínea. Estos coágulos pueden formarse en las venas o arterias y su desarrollo está relacionado con diversos factores, como alteraciones en el flujo sanguíneo, cambios en las propiedades de la sangre y daño al endotelio vascular (revestimiento interno de los vasos sanguíneos).

La trombosis venosa profunda (TVP) es una forma común de trombosis que ocurre cuando un coágulo se forma en las venas profundas, generalmente en las piernas. Si partes de este coágulo se desprenden y viajan a los pulmones, puede causar una embolia pulmonar, una afección potencialmente mortal.

La trombosis arterial también es peligrosa, ya que los coágulos pueden bloquear el flujo sanguíneo hacia órganos vitales, como el cerebro, el corazón o los riñones, lo que puede derivar en accidentes cerebrovasculares, infartos de miocardio o insuficiencia renal, respectivamente.

El tratamiento y prevención de la trombosis implican medidas como anticoagulantes, trombolíticos (para disolver coágulos), dispositivos mecánicos para evitar la formación de coágulos y cambios en el estilo de vida, como ejercicio regular y evitar el tabaquismo.

El carboplatino es un fármaco antineoplásico, específicamente un agente alquilante, que se utiliza en el tratamiento del cáncer. Es un derivado del cisplatino, pero con una toxicidad reducida y una menor propensión a causar náuseas y vómitos. Se une a la cadena del ADN, inhibiendo su replicación y transcripción, lo que resulta en la muerte de las células cancerosas. Se utiliza comúnmente en el tratamiento de diversos tipos de cáncer, como el cáncer de ovario, pulmón y vejiga. La dosis y la frecuencia de administración dependen del tipo y estadio del cáncer, así como de la respuesta al tratamiento. Los efectos secundarios pueden incluir supresión de la médula ósea, daño renal, ototoxicidad y neurotoxicidad.

La anemia es una afección en la que el número de glóbulos rojos (glóbulos sanguíneos responsables del transporte de oxígeno) en el cuerpo es insuficiente. Esto puede ocurrir como resultado de varias condiciones, como una disminución en la producción de glóbulos rojos en la médula ósea, una pérdida excesiva de glóbulos rojos debido a hemorragias o una destrucción acelerada de los glóbulos rojos.

Los síntomas más comunes de la anemia son fatiga, debilidad, falta de aliento, palpitaciones cardíacas y piel pálida. El diagnóstico generalmente se realiza mediante un análisis de sangre que mide el nivel de hemoglobina (una proteína en los glóbulos rojos que transporta oxígeno) y la cantidad de glóbulos rojos. El tratamiento depende de la causa subyacente de la anemia y puede incluir suplementos de hierro, cambios en la dieta o, en casos graves, transfusiones de sangre o medicamentos para estimular la producción de glóbulos rojos.

El hiperesplenismo es un término médico que se utiliza para describir un grupo de condiciones en las cuales la esplenomegalia (agrandamiento del bazo) conduce a una extracción excesiva o destrucción prematura de células sanguíneas sanas en el bazo. Esto puede resultar en anemia, leucopenia (disminución de los glóbulos blancos) y trombocitopenia (disminución de las plaquetas). La esplenomegalia puede ser causada por diversas afecciones, como enfermedades hematológicas, infecciosas o congénitas. El tratamiento generalmente implica la gestión de la condición subyacente. En algunos casos, se puede considerar la esplenectomía (extirpación quirúrgica del bazo) si el beneficio supera los riesgos potenciales.

La interleucina-11 (IL-11) es una proteína soluble involucrada en la señalización celular y pertenece a la familia de citocinas del factor de necrosis tumoral (TNF). Es producida principalmente por células óseas llamadas osteoblastos. La IL-11 desempeña un papel importante en la hematopoyesis, que es el proceso de formación de células sanguíneas en la médula ósea.

La interleucina-11 regula la proliferación y diferenciación de las células madre hematopoyéticas, lo que conduce a la producción de glóbulos rojos, plaquetas y algunos tipos de glóbulos blancos. Además, también se ha demostrado que tiene propiedades antiinflamatorias y protectoras del tejido gastrointestinal.

Los trastornos asociados con la señalización de IL-11 incluyen trombocitemia essencial, una afección en la que se produce un exceso de plaquetas en la sangre, y algunos tipos de cáncer, como el mieloma múltiple y los tumores sólidos, donde la IL-11 puede contribuir al crecimiento y diseminación del cáncer.

La médula ósea es el tejido esponjoso y graso que se encuentra en el interior de la mayoría de los huesos largos del cuerpo humano. Es responsable de producir células sanguíneas rojas, blancas y plaquetas. La médula ósea contiene células madre hematopoyéticas, que son las células madre inmaduras capaces de diferenciarse en todos los tipos de células sanguíneas maduras.

Existen dos tipos principales de médula ósea: la médula ósea roja y la médula ósea amarilla. La médula ósea roja es el sitio activo de producción de células sanguíneas, mientras que la médula ósea amarilla está compuesta principalmente por tejido adiposo (grasa). En los recién nacidos y en los niños, la mayor parte del esqueleto contiene médula ósea roja. A medida que las personas envejecen, el cuerpo va reemplazando gradualmente la médula ósea roja con médula ósea amarilla, especialmente en los huesos largos y planos como las costillas, el cráneo y el esternón.

La médula ósea puede verse afectada por diversas condiciones médicas, como anemia, leucemia, linfoma y mieloma múltiple. También puede ser dañada por tratamientos médicos, como la quimioterapia y la radioterapia. En algunos casos, se pueden realizar trasplantes de médula ósea para reemplazar el tejido dañado y restaurar la producción normal de células sanguíneas.

El cisplatino es un fármaco antineoplásico, perteneciente al grupo de los platinos. Su acción terapéutica se basa en interferir con la replicación del ADN del material genético de las células cancerosas, lo que provoca su muerte.

Se utiliza en el tratamiento de diversos tipos de cáncer, como el cáncer de vejiga, ovario, testicular y cabeza y cuello, entre otros. Su uso está asociado a efectos secundarios importantes, como la nefrotoxicidad (daño renal), neurotoxicidad (daño nervioso) y ototoxicidad (pérdida de audición). Por esta razón, su administración requiere un estricto control médico y una monitorización regular de los órganos afectados.

El cisplatino se administra generalmente por vía intravenosa y puede utilizarse solo o en combinación con otros fármacos antineoplásicos, dependiendo del tipo y la extensión del cáncer a tratar.

La Dosis Máxima Tolerada (DMT) es un término utilizado en farmacología y oncología que se refiere a la dosis más alta de un fármaco o tratamiento que un paciente puede tolerar sin experimentar efectos adversos graves o dañinos. La DMT generalmente se determina mediante estudios clínicos controlados en los que se evalúan los efectos y las reacciones de diferentes dosis de un medicamento en voluntarios humanos sanos y pacientes con enfermedades.

La determinación de la DMT es importante para establecer los límites seguros de dosificación y para identificar posibles efectos tóxicos del fármaco. La DMT se utiliza a menudo como punto de referencia en el desarrollo de nuevos fármacos y en la planificación de ensayos clínicos, especialmente en aquellos que involucran tratamientos contra el cáncer, donde las dosis altas pueden ser necesarias para lograr una respuesta terapéutica.

Es importante destacar que la DMT no es una dosis fija y puede variar entre individuos y en función de diversos factores, como la edad, el peso, la función orgánica y la presencia de otras afecciones médicas. Por lo tanto, la determinación de la DMT siempre debe realizarse bajo la supervisión de profesionales médicos calificados y experimentados.

La Inmunoglobulina G (IgG) es un tipo de anticuerpo, una proteína involucrada en la respuesta inmune del cuerpo. Es el tipo más común de anticuerpos encontrados en el torrente sanguíneo y es producida por células B plasmáticas en respuesta a la presencia de antígenos (sustancias extrañas que provocan una respuesta inmunitaria).

La IgG se caracteriza por su pequeño tamaño, solubilidad y capacidad de cruzar la placenta. Esto último es particularmente importante porque proporciona inmunidad pasiva a los fetos y recién nacidos. La IgG desempeña un papel crucial en la neutralización de toxinas, la aglutinación de bacterias y virus, y la activación del complemento, un sistema de proteínas que ayuda a eliminar patógenos del cuerpo.

Hay cuatro subclases de IgG (IgG1, IgG2, IgG3 e IgG4) que difieren en su estructura y función específicas. Las infecciones bacterianas y virales suelen inducir respuestas de IgG, lo que hace que este tipo de anticuerpos sea particularmente importante en la protección contra enfermedades infecciosas.

El complejo GPIIb-IIIa de glicoproteína plaquetaria, también conocido como integrina alfa IIb beta 3, es un tipo de proteína encontrada en las membranas de las plaquetas sanguíneas. Este complejo desempeña un papel crucial en la hemostasis y la trombosis, ya que media la unión de las plaquetas a los fibrinógenos y la formación del coágulo sanguíneo.

El GPIIb-IIIa es una de las proteínas más abundantes en la superficie de las plaquetas y se une a los fibrinógenos, que son proteínas fibrosas presentes en el plasma sanguíneo. Cuando las plaquetas están activadas por lesiones vasculares o factores químicos, el complejo GPIIb-IIIa cambia su conformación y se une al fibrinógeno, lo que permite que las plaquetas se adhieran entre sí y formen un coágulo.

La activación del complejo GPIIb-IIIa también es un objetivo terapéutico importante en el tratamiento de enfermedades cardiovasculares, como la trombosis arterial y la angina inestable. Los antagonistas del GPIIb-IIIa se utilizan para inhibir la activación del complejo y prevenir la formación de coágulos sanguíneos.

La quinina es un alcaloide que se encuentra naturalmente en la corteza del árbol de quina (Cinchona spp.). Se ha utilizado durante siglos como un tratamiento para el paludismo, una enfermedad causada por parásitos protozoarios que se transmiten a través de las picaduras de mosquitos infectados.

La acción antipalúdica de la quinina se produce cuando interfiere con la capacidad del parásito para digerir la hemoglobina, un componente importante de los glóbulos rojos. Esto lleva a la muerte del parásito y detiene la propagación de la enfermedad.

Además de sus propiedades antipalúdicas, la quinina también tiene efectos antiarrítmicos y analgésicos débiles. Sin embargo, su uso como tratamiento para el paludismo ha disminuido en gran medida debido al desarrollo de fármacos más eficaces y menos tóxicos.

La quinina también se utiliza a veces como un saborizante amargo en bebidas y comidas, siendo la más famosa la ginebra tonica, donde su sabor se combina con el amargor del jugo de limón para crear una bebida refrescante.

Es importante tener en cuenta que el uso de quinina debe ser supervisado por un profesional médico, ya que puede causar efectos secundarios graves, como trastornos auditivos y visuales, arritmias cardíacas e incluso la muerte si se toma en dosis altas o durante períodos prolongados.

Los antineoplásicos son un grupo de fármacos utilizados en el tratamiento del cáncer. Su objetivo principal es interferir con la capacidad de las células cancerosas para crecer, dividirse y multiplicarse. Estos medicamentos se dirigen a las características distintivas de las células cancerosas, como su rápido crecimiento y división celular, para destruirlas o impedir su proliferación.

Existen diferentes clases de antineoplásicos, entre los que se incluyen:

1. Quimioterapia: Son fármacos citotóxicos que dañan el ADN de las células cancerosas, impidiendo su división y crecimiento. Algunos ejemplos son la doxorrubicina, cisplatino, metotrexato y fluorouracilo.
2. Inhibidores de la angiogénesis: Estos fármacos impiden la formación de nuevos vasos sanguíneos que suministran nutrientes a los tumores, dificultando así su crecimiento y diseminación. Ejemplos de estos medicamentos son bevacizumab y sunitinib.
3. Inhibidores de la señalización celular: Estos fármacos interfieren con las vías de señalización intracelulares que controlan el crecimiento y supervivencia de las células cancerosas. Algunos ejemplos son imatinib, gefitinib y erlotinib.
4. Inmunoterapia: Estos tratamientos aprovechan el sistema inmunitario del paciente para combatir el cáncer. Pueden funcionar aumentando la respuesta inmunitaria o bloqueando las vías que inhiben la acción del sistema inmune contra las células cancerosas. Algunos ejemplos son los anticuerpos monoclonales, como pembrolizumab y nivolumab, y los fármacos que estimulan el sistema inmunológico, como interleucina-2 e interferón alfa.
5. Terapia dirigida: Estos tratamientos se basan en la identificación de alteraciones genéticas específicas en las células cancerosas y utilizan fármacos diseñados para atacar esas alteraciones. Algunos ejemplos son trastuzumab, lapatinib y vemurafenib.

La elección del tratamiento depende de varios factores, como el tipo de cáncer, la etapa en que se encuentra, las características genéticas del tumor, la salud general del paciente y los posibles efectos secundarios de cada opción terapéutica. Los médicos pueden combinar diferentes tipos de tratamientos o utilizar terapias secuenciales para lograr mejores resultados en el control del cáncer.

La Evaluación de Medicamentos, también conocida como Evaluación Farmacéutica, es un proceso sistemático y objetivo utilizado en la práctica clínica y en la investigación para determinar el valor terapéutico, seguridad, eficacia y efectividad de un medicamento específico o de una clase de medicamentos. Esta evaluación puede incluir la revisión de ensayos clínicos, estudios observacionales, análisis de costo-efectividad, y otros datos relevantes. El objetivo principal de la Evaluación de Medicamentos es informar a los médicos y a los pacientes sobre los riesgos y beneficios de un medicamento, con el fin de tomar decisiones clínicas informadas y mejorar los resultados del paciente. Además, la evaluación de medicamentos también puede ser utilizada para apoyar la toma de decisiones en políticas de salud pública, como la inclusión o exclusión de un medicamento en las formularios de medicamentos reembolsables por el sistema de salud.

La activación plaquetaria es el proceso por el cual las plaquetas, también conocidas como trombocitos, se activan y desgranulan en respuesta a un estímulo, como puede ser la lesión del endotelio vascular o la presencia de factores de coagulación. Este proceso conduce a la formación de un tapón plaquetario, que es el primer paso en la formación de un coágulo sanguíneo y ayuda a detener el sangrado.

El proceso de activación plaquetaria implica una serie de cambios en la membrana plaquetaria y la liberación de granules, lo que lleva a la agregación plaquetaria y la formación del tapón. La activación puede ocurrir de manera espontánea o como resultado de la interacción con otras sustancias, como colágeno, trombina, ADP y tromboxano A2.

La activación plaquetaria desempeña un papel importante en la hemostasia y la patogénesis de enfermedades tromboembólicas, como la trombosis venosa profunda y el infarto agudo de miocardio. Por lo tanto, el control de la activación plaquetaria es un objetivo terapéutico importante en el tratamiento y prevención de estas enfermedades.

Los anticuerpos, también conocidos como inmunoglobulinas, son proteínas especializadas producidas por el sistema inmunitario en respuesta a la presencia de sustancias extrañas o antígenos, como bacterias, virus, toxinas o incluso células cancerosas. Están diseñados para reconocer y unirse específicamente a estos antígenos, marcándolos para su destrucción por otras células inmunes.

Existen cinco tipos principales de anticuerpos en el cuerpo humano, designados IgA, IgD, IgE, IgG e IgM. Cada tipo tiene un papel específico en la respuesta inmune:

* IgG: Es el tipo más común de anticuerpo y proporciona inmunidad a largo plazo contra bacterias y virus. También cruza la placenta, brindando protección a los bebés no nacidos.
* IgM: Es el primer tipo de anticuerpo en producirse en respuesta a una nueva infección y actúa principalmente en la fase aguda de la enfermedad. También se une fuertemente al complemento, una proteína del plasma sanguíneo que puede destruir bacterias directamente o marcarlas para su destrucción por otras células inmunes.
* IgA: Se encuentra principalmente en las membranas mucosas, como la nariz, los pulmones, el tracto gastrointestinal y los genitourinarios. Ayuda a prevenir la entrada de patógenos en el cuerpo a través de estas vías.
* IgD: Se encuentra principalmente en la superficie de células B inmaduras y desempeña un papel en su activación y diferenciación en células plasmáticas, que producen anticuerpos.
* IgE: Desempeña un papel importante en las reacciones alérgicas y parasitarias. Se une fuertemente a los mastocitos y basófilos, dos tipos de células inmunes que liberan histamina e otras sustancias químicas inflamatorias cuando se activan.

En resumen, los anticuerpos son proteínas importantes del sistema inmunitario que ayudan a neutralizar y eliminar patógenos invasores, como bacterias y virus. Existen cinco tipos principales de anticuerpos (IgG, IgM, IgA, IgD e IgE), cada uno con funciones específicas en la respuesta inmunitaria.

Las enfermedades autoinmunes son condiciones médicas en las que el sistema inmunitario del cuerpo, que generalmente combate las infecciones y los agentes extraños, malinterpreta a sus propios tejidos como amenazas y desencadena una respuesta inmunitaria contra ellos. Esto puede conducir a una variedad de síntomas y complicaciones, dependiendo del tipo y la gravedad de la enfermedad autoinmune.

En una respuesta inmunitaria normal, el cuerpo produce anticuerpos para atacar y destruir los antígenos, que son sustancias extrañas como bacterias o virus. Sin embargo, en las enfermedades autoinmunes, el sistema inmunitario produce autoanticuerpos que atacan a los tejidos y células sanos del cuerpo.

Hay más de 80 tipos diferentes de enfermedades autoinmunes, incluyendo la artritis reumatoide, lupus eritematoso sistémico, esclerosis múltiple, diabetes tipo 1, enfermedad inflamatoria intestinal y tiroiditis de Hashimoto, entre otros. Los síntomas y signos varían ampliamente dependiendo del tipo de enfermedad autoinmune, pero a menudo incluyen fatiga, fiebre, dolor articular o muscular, erupciones cutáneas, hinchazón y rigidez.

La causa exacta de las enfermedades autoinmunes sigue siendo desconocida, aunque se cree que pueden estar relacionadas con una combinación de factores genéticos y ambientales. El tratamiento generalmente implica la supresión del sistema inmunitario para controlar los síntomas y prevenir daños adicionales a los tejidos corporales. Esto puede incluir medicamentos como corticosteroides, inmunosupresores y fármacos biológicos.

La pancitopenia es un término médico que describe la presencia de una cuenta baja simultánea de todos los tipos de células sanguíneas en la sangre periférica. Esto incluye glóbulos rojos (que transportan oxígeno), glóbulos blancos (que combaten infecciones) y plaquetas (que ayudan a la coagulación de la sangre).

La pancitopenia puede ser el resultado de diversas condiciones, que van desde deficiencias nutricionales hasta enfermedades graves del sistema inmunológico o médula ósea. Los síntomas pueden variar dependiendo de los niveles específicos de cada tipo de célula sanguínea, pero generalmente incluyen fatiga, aumento de la susceptibilidad a las infecciones y moretones o hemorragias fáciles. El tratamiento dependerá de la causa subyacente.

La anemia hemolítica autoinmune es un tipo de anemia en la que los propios anticuerpos del cuerpo atacan y destruyen los glóbulos rojos sanos. Esto provoca una disminución en el número de glóbulos rojos, lo que lleva a una reducción en la capacidad del cuerpo para transportar oxígeno adecuadamente.

Hay dos tipos principales de anemia hemolítica autoinmune:

1. Anemia hemolítica autoinmune adquirida: Esta forma ocurre cuando el sistema inmunológico produce anticuerpos que atacan y destruyen los glóbulos rojos. Puede ser causada por una infección, medicamentos, enfermedades del tejido conectivo o trastornos linfoproliferativos.
2. Anemia hemolítica autoinmune hereditaria: También conocida como anemia hemolítica familiar, es una afección genética que hace que los glóbulos rojos sean más vulnerables a la destrucción por los anticuerpos. Hay varios subtipos de esta enfermedad, cada uno con diferentes patrones de herencia y gravedad.

Los síntomas de la anemia hemolítica autoinmune pueden incluir fatiga, debilidad, palidez, ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), dolor abdominal, fiebre y esplenomegalia (agrandamiento del bazo). El diagnóstico generalmente se realiza mediante análisis de sangre que muestren evidencia de hemólisis (destrucción de glóbulos rojos) y la presencia de anticuerpos específicos en la sangre. El tratamiento puede incluir corticosteroides, inmunoglobulinas, terapia de intercambio de plasma y, en algunos casos, esplenectomía (extirpación del bazo).

La agregación plaquetaria es el proceso por el cual las plaquetas (también conocidas como trombocitos) en la sangre se unen entre sí para formar un coágulo. Este proceso es una parte importante del mecanismo natural del cuerpo para detener el sangrado después de una lesión vascular.

Cuando el revestimiento interior de un vaso sanguíneo está dañado, las plaquetas se activan y cambian su forma, exponiendo proteínas que promueven la adhesión a otras plaquetas y al endotelio lesionado. Esto lleva a la formación de un tapón hemostático o coágulo en el sitio de la lesión, lo que ayuda a detener el sangrado.

Sin embargo, la agregación plaquetaria excesiva o anormal puede conducir a trastornos trombóticos, como la formación de coágulos sanguíneos en las arterias o venas que pueden obstruir el flujo sanguíneo y causar complicaciones graves, como infarto de miocardio (ataque cardíaco) o accidente cerebrovascular.

Existen varios factores que pueden desencadenar la agregación plaquetaria, incluyendo lesiones vasculares, infecciones, enfermedades inflamatorias y el uso de ciertos medicamentos, como los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) o los anticoagulantes. El control adecuado de la agregación plaquetaria es importante para prevenir trastornos trombóticos y promover una buena salud cardiovascular.

El síndrome antifosfolípido (SAP) es un trastorno autoinmune caracterizado por la presencia de anticuerpos antifosfolípidos en el torrente sanguíneo. Estos anticuerpos, que incluyen los anticoagulantes lúpicos y los anticuerpos anti-cardiolipina, interfieren con la coagulación sanguínea normal al unirse a las proteínas que ayudan a regular la coagulación.

El SAP puede causar una variedad de complicaciones, incluyendo trombosis (coágulos sanguíneos) en las arterias o venas, abortos espontáneos recurrentes, y en algunos casos, daño a los órganos. Los síntomas pueden variar ampliamente, dependiendo de la gravedad del trastorno y de dónde se formen los coágulos sanguíneos.

El diagnóstico del SAP generalmente se realiza mediante pruebas de sangre que detectan la presencia de anticuerpos antifosfolípidos. El tratamiento suele incluir medicamentos anticoagulantes para prevenir la formación de coágulos sanguíneos. En algunos casos, también pueden ser necesarios corticosteroides o inmunoglobulinas para controlar la respuesta autoinmune del cuerpo.

Es importante destacar que el SAP puede ocurrir en personas con lupus eritematoso sistémico (LES) o como una afección independiente. Cuando se presenta junto con el LES, se denomina síndrome antifosfolípido secundario; cuando ocurre solo, se denomina síndrome antifosfolípido primario.

La púrpura es un término médico que se refiere a la aparición de manchas o petequias de color rojo-púrpura, azulado o morado en la piel o las mucosas. Estas manchas son el resultado de pequeñas hemorragias debajo de la superficie de la piel (hemorragia subcutánea), causadas generalmente por una disfunción o daño en los vasos sanguíneos, lo que lleva a su fragilidad y ruptura. La púrpura puede ser el signo de varias condiciones médicas, que van desde afecciones benignas hasta trastornos graves, como infecciones, coagulopatías (trastornos de la coagulación sanguínea), trastornos vasculares o enfermedades del tejido conectivo. El diagnóstico y el tratamiento de la púrpura dependen de la causa subyacente, por lo que es importante buscar atención médica si se presentan síntomas de este tipo.

La relación dosis-respuesta a drogas es un concepto fundamental en farmacología que describe la magnitud de la respuesta de un organismo a diferentes dosis de una sustancia química, como un fármaco. La relación entre la dosis administrada y la respuesta biológica puede variar según el individuo, la vía de administración del fármaco, el tiempo de exposición y otros factores.

En general, a medida que aumenta la dosis de un fármaco, también lo hace su efecto sobre el organismo. Sin embargo, este efecto no siempre es lineal y puede alcanzar un punto máximo más allá del cual no se produce un aumento adicional en la respuesta, incluso con dosis más altas (plateau). Por otro lado, dosis muy bajas pueden no producir ningún efecto detectable.

La relación dosis-respuesta a drogas puede ser cuantificada mediante diferentes métodos experimentales, como estudios clínicos controlados o ensayos en animales. Estos estudios permiten determinar la dosis mínima efectiva (la dosis más baja que produce un efecto deseado), la dosis máxima tolerada (la dosis más alta que se puede administrar sin causar daño) y el rango terapéutico (el intervalo de dosis entre la dosis mínima efectiva y la dosis máxima tolerada).

La relación dosis-respuesta a drogas es importante en la práctica clínica porque permite a los médicos determinar la dosis óptima de un fármaco para lograr el efecto deseado con un mínimo riesgo de efectos adversos. Además, esta relación puede ser utilizada en la investigación farmacológica para desarrollar nuevos fármacos y mejorar los existentes.

Danazol es un fármaco sintético androgénico/antiestrogénico que se utiliza en el tratamiento de diversas condiciones médicas. La definición médica de Danazol sería:

Un derivado de la 17α-etiniltestosterona, con propiedades tanto androgénicas como antiestrogénicas. Se utiliza en el tratamiento del síndrome de hiperestimulación ovárica, endometriosis y algunos tipos de cáncer de mama. El danazol actúa mediante la supresión de la producción de gonadotropinas hipofisarias, lo que resulta en una reducción de los niveles de estrógeno en el cuerpo. Esto puede ayudar a aliviar los síntomas asociados con el crecimiento excesivo del tejido endometrial y la inflamación en el caso de la endometriosis, así como reducir el tamaño de los tumores dependientes de estrógenos en el cáncer de mama.

Los efectos secundarios comunes del danazol incluyen acné, cambios en el patrón de menstruación, aumento de peso, voz más profunda y crecimiento de vello facial. El uso a largo plazo o a altas dosis puede estar asociado con efectos adversos más graves, como daño hepático y aumento del riesgo de trombosis venosa. Por lo tanto, el danazol generalmente se receta a las dosis más bajas posibles y durante períodos limitados de tiempo para minimizar los riesgos potenciales.

Los estudios retrospectivos, también conocidos como estudios de cohortes retrospectivas o estudios de casos y controles, son un tipo de investigación médica o epidemiológica en la que se examina y analiza información previamente recopilada para investigar una hipótesis específica. En estos estudios, los investigadores revisan registros médicos, historiales clínicos, datos de laboratorio o cualquier otra fuente de información disponible para identificar y comparar grupos de pacientes que han experimentado un resultado de salud particular (cohorte de casos) con aquellos que no lo han hecho (cohorte de controles).

La diferencia entre los dos grupos se analiza en relación con diversas variables de exposición o factores de riesgo previamente identificados, con el objetivo de determinar si existe una asociación estadísticamente significativa entre esos factores y el resultado de salud en estudio. Los estudios retrospectivos pueden ser útiles para investigar eventos raros o poco frecuentes, evaluar la efectividad de intervenciones terapéuticas o preventivas y analizar tendencias temporales en la prevalencia y distribución de enfermedades.

Sin embargo, los estudios retrospectivos también presentan limitaciones inherentes, como la posibilidad de sesgos de selección, información y recuerdo, así como la dificultad para establecer causalidad debido a la naturaleza observacional de este tipo de investigación. Por lo tanto, los resultados de estudios retrospectivos suelen requerir validación adicional mediante estudios prospectivos adicionales antes de que se puedan extraer conclusiones firmes y definitivas sobre las relaciones causales entre los factores de riesgo y los resultados de salud en estudio.

La integrina beta-3, también conocida como ITGB3 o CD61, es un tipo de proteína integrina que se une a varios ligandos, incluyendo la vitronectina y el fibrinógeno. Las integrinas son heterodímeros transmembrana formados por una subunidad alpha y una subunidad beta. En el caso de la integrina beta-3, forma un complejo con las subunidades alfa-IIb o alfa-v para formar integrinas funcionales.

La integrina beta-3 desempeña un papel importante en la hemostasis y la trombosis, ya que media la adhesión de las plaquetas a la matriz extracelular y promueve la agregación plaquetaria en respuesta a lesiones vasculares. También está involucrada en la regulación de la angiogénesis y la migración celular.

Las mutaciones en el gen que codifica para la integrina beta-3 se han asociado con trastornos bleeding disorders, como la enfermedad de Glanzmann, una afección caracterizada por una disfunción plaquetaria grave y hemorragias espontáneas. Además, la integrina beta-3 es un objetivo terapéutico para el tratamiento de trastornos trombóticos y cardiovasculares, como la enfermedad arterial coronaria y los accidentes cerebrovasculares.

El Síndrome de Deleción Distal 1

La proteína del síndrome de Wiskott-Aldrich (WASP, por sus siglas en inglés) es una proteína intracelular que desempeña un papel crucial en la regulación de los procesos celulares relacionados con el sistema inmunológico. La mutación o disfunción de este gen se asocia con el síndrome de Wiskott-Aldrich, una enfermedad hereditaria rara que afecta al sistema inmunitario y a la coagulación sanguínea.

WASP es una proteína que interactúa con el citoesqueleto, los filamentos de actina que dan forma y soporte a las células. Esta proteína participa en la remodelación del citoesqueleto, lo que permite a las células inmunes como los linfocitos T y B moverse, polarizarse y formar protrusiones celulares llamadas pseudópodos. Estas funciones son esenciales para la migración de células inmunes, la fagocitosis y la activación de las células T.

Las mutaciones en el gen que codifica WASP (WAS) dan lugar a una proteína disfuncional o ausente, lo que provoca los síntomas del síndrome de Wiskott-Aldrich. Los síntomas incluyen inmunodeficiencia, trombocitopenia (niveles bajos de plaquetas en la sangre) y eccema (una afección cutánea inflamatoria crónica). El tratamiento suele incluir trasplante de médula ósea y terapia génica para reemplazar el gen defectuoso con uno funcional.

El complejo GPIb-IX es un importante receptor de superficie encontrado en las plaquetas humanas. Este complejo está formado por cuatro glicoproteínas: GPIbα, GPIbβ, GPIX y GPV. Las glicoproteínas GPIbα y GPIbβ se unen para formar el heterodímero GPIb, mientras que GPIX y GPV forman cada uno un heterodímero con GPIbβ.

El complejo GPIb-IX desempeña un papel crucial en la hemostasis primaria, ya que media la adhesión de las plaquetas al subendotelio dañado y el inicio del proceso de agregación plaquetaria. La glicoproteína GPIbα se une específicamente a von Willebrand factor (vWF), una proteína multimérica presente en el endotelio y en las células sanguíneas, que desempeña un papel importante en la hemostasis.

Las mutaciones en los genes que codifican para las glicoproteínas del complejo GPIb-IX pueden causar trastornos hemorrágicos hereditarios, como la enfermedad de von Willebrand y el síndrome de Bernard-Soulier. Estos trastornos se caracterizan por una disminución o ausencia del complejo GPIb-IX, lo que resulta en un defecto en la adhesión plaquetaria y la agregación.

Neoplasia es un término médico que se refiere al crecimiento anormal y excesivo de tejido en el cuerpo, lo que resulta en la formación de una masa o tumor. Este crecimiento celular descontrolado puede ser benigno (no canceroso) o maligno (canceroso).

Las neoplasias benignas suelen crecer lentamente y raramente se diseminan a otras partes del cuerpo. Por lo general, pueden ser extirpadas quirúrgicamente y rara vez representan un peligro para la vida. Ejemplos de neoplasias benignas incluyen lipomas (tumores grasos), fibromas uterinos y pólipos intestinales.

Por otro lado, las neoplasias malignas tienen el potencial de invadir tejidos adyacentes y propagarse a otras partes del cuerpo a través del sistema linfático o circulatorio, un proceso conocido como metástasis. Estos tipos de neoplasias pueden ser altamente agresivos y dañinos, pudiendo causar graves complicaciones de salud e incluso la muerte. Ejemplos de neoplasias malignas incluyen carcinomas (cánceres que se originan en los tejidos epiteliales), sarcomas (cánceres que se originan en el tejido conectivo) y leucemias (cánceres de la sangre).

El diagnóstico y tratamiento tempranos de las neoplasias son cruciales para garantizar los mejores resultados posibles en términos de salud y supervivencia del paciente.

En términos médicos, un síndrome se refiere a un conjunto de signos y síntomas que ocurren juntos y pueden indicar una condición particular o enfermedad. Los síndromes no son enfermedades específicas por sí mismos, sino más bien una descripción de un grupo de características clínicas.

Un síndrome puede involucrar a varios órganos y sistemas corporales, y generalmente es el resultado de una combinación de factores genéticos, ambientales o adquiridos. Algunos ejemplos comunes de síndromes incluyen el síndrome de Down, que se caracteriza por retraso mental, rasgos faciales distintivos y problemas de salud congénitos; y el síndrome metabólico, que implica una serie de factores de riesgo cardiovascular como obesidad, diabetes, presión arterial alta e hiperlipidemia.

La identificación de un síndrome a menudo ayuda a los médicos a hacer un diagnóstico más preciso y a desarrollar un plan de tratamiento apropiado para el paciente.

Topotecan es un fármaco citotóxico, un tipo de agente quimioterapéutico que se utiliza en el tratamiento del cáncer. Es un inhibidor de la topoisomerasa I, una enzima importante para el proceso de replicación del ADN en las células. Al inhibir la acción de esta enzima, topotecan interfiere con la capacidad de las células cancerosas para dividirse y crecer, lo que lleva a su muerte.

Topotecan se utiliza principalmente en el tratamiento del cáncer de ovario y el cáncer de pulmón de células pequeñas. Se administra por vía intravenosa, generalmente en un ciclo de tratamiento que dura varios días seguidos de un período de descanso para permitir que el paciente se recupere.

Como con cualquier forma de quimioterapia, topotecan puede causar una variedad de efectos secundarios, incluyendo náuseas, vómitos, diarrea, pérdida del apetito, fatiga y aumento de la susceptibilidad a las infecciones. También puede causar daño a los tejidos sanos, especialmente al sistema nervioso periférico, lo que puede provocar entumecimiento o debilidad en las manos y los pies. Los efectos secundarios específicos y su gravedad pueden variar de una persona a otra.

Las pruebas de coagulación sanguínea, también conocidas como pruebas de tiempo de coagulación o pruebas hemostáticas, son análisis de laboratorio que se utilizan para evaluar la capacidad de la sangre para coagularse y la eficacia del sistema de coagulación. Estas pruebas miden el tiempo que tarda la sangre en coagularse después de haber sido sometida a diversos estímulos.

Existen varios tipos de pruebas de coagulación, entre las que se incluyen:

1. Tiempo de protrombina (TP): Mide el tiempo que tarda la sangre en coagularse después de añadirle un exceso de tromboplastina, una sustancia que activa la vía extrínseca del sistema de coagulación. Los resultados se expresan como el tiempo de protrombina internacional normalizado (INR), que permite comparar los resultados entre diferentes laboratorios y equipos.
2. Tiempo parcial de tromboplastina (TPT): Mide el tiempo que tarda la sangre en coagularse después de añadirle un exceso de calcio, lo que activa la vía intrínseca del sistema de coagulación.
3. Tiempo de trombina: Mide el tiempo que tarda la sangre en coagularse después de añadirle trombina, una enzima que convierte el fibrinógeno en fibrina y desencadena la formación del coágulo.
4. Fibrinógeno: Mide la cantidad de fibrinógeno, una proteína plasmática que se convierte en fibrina durante la coagulación sanguínea.
5. Dímeros-D: Son fragmentos de fibrina resultantes de la degradación del coágulo sanguíneo. Su medición puede ayudar a diagnosticar trombosis y otras condiciones que involucran la activación de la coagulación.

Estas pruebas se utilizan para evaluar el estado de la coagulación sanguínea en diversas situaciones clínicas, como la monitorización del tratamiento con anticoagulantes orales, el diagnóstico y seguimiento de trastornos hemorrágicos o trombóticos, y el control prequirúrgico. Los resultados deben interpretarse en conjunto con los datos clínicos y otros exámenes complementarios para establecer un diagnóstico preciso y orientar la mejor estrategia terapéutica.

Los anticuerpos monoclonales son un tipo específico de proteínas producidas en laboratorio que se diseñan para reconocer y unirse a determinadas sustancias llamadas antígenos. Se crean mediante la fusión de células de un solo tipo, o clon, que provienen de una sola célula madre.

Este proceso permite que todos los anticuerpos producidos por esas células sean idénticos y reconozcan un único antígeno específico. Los anticuerpos monoclonales se utilizan en diversas aplicaciones médicas, como la detección y el tratamiento de enfermedades, incluyendo cánceres y trastornos autoinmunes.

En el contexto clínico, los anticuerpos monoclonales pueden administrarse como fármacos para unirse a las células cancerosas o a otras células objetivo y marcarlas para su destrucción por el sistema inmunitario del paciente. También se utilizan en pruebas diagnósticas para detectar la presencia de antígenos específicos en muestras de tejido o fluidos corporales, lo que puede ayudar a confirmar un diagnóstico médico.

Las hirudinas son un tipo de compuestos bioactivos que se encuentran en la saliva de sanguijuelas (género Hirudo). Estas moléculas actúan como anticoagulantes, impidiendo que la sangre coagule durante la alimentación de la sanguijuela.

Las hirudinas más estudiadas son la hirudina y la bdellina. La hirudina es una proteína de bajo peso molecular que se une directamente a la trombina, inhibiendo su actividad y evitando así la formación de coágulos. Por otro lado, la bdellina es un péptido que también inhibe la trombina, pero mediante un mecanismo diferente: actúa como una proteasa serina no específica que degrada a la trombina y previene su activación.

Las hirudinas han despertado interés en el campo médico por sus propiedades antitrombóticas, lo que ha llevado al desarrollo de fármacos derivados de estas moléculas para tratar enfermedades tromboembólicas como la trombosis venosa profunda y la embolia pulmonar. Además, las hirudinas también se utilizan en aplicaciones terapéuticas como el tratamiento de úlceras y heridas crónicas, ya que su acción anticoagulante puede ayudar a mejorar la circulación sanguínea y favorecer la cicatrización.

El síndrome de Bernard-Soulier es un trastorno raro de la coagulación sanguínea que se caracteriza por prolongados tiempos de sangrado y trombocitopenia (disminución del número de plaquetas en la sangre). Este síndrome es causado por defectos en el receptor de las plaquetas para el factor von Willebrand, una proteína que desempeña un papel importante en la hemostasis primaria (el proceso mediante el cual se detiene el sangrado después de una lesión vascular).

Los síntomas del síndrome de Bernard-Soulier pueden variar desde leves a graves e incluyen:

* Sangrado prolongado después de una lesión o cirugía
* Hemorragias nasales frecuentes
* Moretones fáciles
* Sangrado menstrual abundante en las mujeres
* Sangrado prolongado después del parto
* Posible anemia (debido a la pérdida de sangre)

El diagnóstico del síndrome de Bernard-Soulier generalmente se realiza mediante pruebas especializadas de coagulación sanguínea, como el tiempo de sangrado de Duke y el análisis de plaquetas. El tratamiento puede incluir transfusiones de plaquetas y medicamentos que ayuden a la coagulación sanguínea, como el ácido desoxipirrolidoncarbamato (DDAVP).

Es importante tener en cuenta que el síndrome de Bernard-Soulier es un trastorno hereditario y se transmite de padres a hijos siguiendo un patrón autosómico recesivo, lo que significa que una persona debe heredar dos copias del gen defectuoso (una de cada padre) para desarrollar la enfermedad. Las personas que solo heredan una copia del gen defectuoso no mostrarán síntomas pero pueden ser portadores y transmitir el gen a sus hijos.

La fiebre por flebótomos, también conocida como leishmaniasis visceral o kala-azar, es una enfermedad parasitaria grave causada por el protozoo Leishmania donovani. Se transmite al ser humano a través de la picadura de mosquitos pequeños, llamados flebótomos, que están infectados con el parásito. Los síntomas más comunes incluyen fiebre prolongada, aumento del tamaño del bazo e hígado, anemia, pérdida de peso y debilidad general. Si no se trata a tiempo, puede ser fatal en hasta el 100% de los casos. El diagnóstico requiere la detección del parásito en muestras de sangre, hueso o tejido hepático. El tratamiento suele implicar la administración de medicamentos antiparasitarios específicos, como el pentavalente antimonial, la anfotericina B o el miltefosina.

La quinidina es un fármaco antiarrítmico clase Ia, utilizado principalmente para tratar diversos tipos de arritmias cardíacas. Funciona al bloquear los canales de sodio en las células musculares del corazón, disminuyendo así la velocidad y fuerza de contracción cardíaca. Esto ayuda a regular el ritmo cardíaco y puede ser particularmente útil en casos de fibrilación auricular o taquicardia ventricular.

La quinidina también tiene propiedades antipiréticas (reduce la fiebre) y analgésicas leves, por lo que históricamente se ha utilizado para tratar el paludismo y algunos tipos de dolor. Sin embargo, debido a sus efectos secundarios potencialmente graves, como problemas gastrointestinales, alteraciones auditivas o visuales, y aumento del riesgo de arritmias, su uso está limitado principalmente al tratamiento de trastornos del ritmo cardíaco.

Es importante que la quinidina se administre bajo estricto control médico, ya que requiere un seguimiento cuidadoso de los niveles séricos y la monitorización de los efectos sobre el sistema cardiovascular. Además, interacciona con varios otros fármacos, por lo que es crucial informar a su médico sobre cualquier otro medicamento que esté tomando antes de iniciar la terapia con quinidina.

Los compuestos organoplatinos son una clase de fármacos que contienen átomos de platino unidos a uno o más átomos de carbono. Uno de los ejemplos más conocidos es el cisplatino, que se utiliza comúnmente en el tratamiento del cáncer. Estos compuestos funcionan mediante la interrupción del crecimiento y la división celular, lo que lleva a la muerte de las células cancerosas. Sin embargo, también pueden afectar a células sanas, especialmente aquellas que se dividen rápidamente, como las del sistema digestivo y el sistema nervioso, por lo que los efectos secundarios pueden ser graves. Por esta razón, su uso está limitado a ciertos tipos de cáncer y en combinación con otros fármacos y terapias.

Orthobunyavirus es un género de virus perteneciente a la familia Bunyaviridae. Estos virus tienen un genoma tripartito de ARN monocatenario de sentido negativo y se caracterizan por su envoltura viral y sus proyecciones de superficie en forma de garra. Los ortobunyavirus se transmiten principalmente a través de mosquitos hematófagos y pueden causar diversas enfermedades en humanos y animales, como fiebre del Valle del Rift, fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, encefalitis de La Crosse y encefalitis californiana. El género Orthobunyavirus se divide en varias especies, cada una de las cuales contiene múltiples serotipos.

Las microangiopatías trombóticas (TMA, por sus siglas en inglés) son un grupo de trastornos caracterizados por la formación de coágulos sanguíneos (trombosis) en los pequeños vasos sanguíneos (microvasos), lo que resulta en daño tisular y disfunción orgánica. Existen diferentes tipos de TMA, incluyendo el síndrome hemolítico urémico trombótico (SHUT), la púrpura trombocitopénica trombótica (PTT) y la enfermedad microangiopática trombótica asociada a embarazo o transfusiones sanguíneas.

Los síntomas más comunes de las TMA incluyen: anemia hemolítica (destrucción de glóbulos rojos), trombocitopenia (disminución del número de plaquetas en la sangre), insuficiencia renal aguda y neurología variable. El mecanismo subyacente involucra daño endotelial, disfunción plaquetaria y activación de la coagulación, lo que lleva a la formación de trombos en los pequeños vasos sanguíneos.

El diagnóstico de TMA se realiza mediante una evaluación clínica completa, pruebas de laboratorio y, en algunos casos, biopsia de tejido afectado. El tratamiento puede incluir terapias de soporte, como diálisis y transfusiones sanguíneas, así como medicamentos específicos para tratar la causa subyacente del TMA. En algunos casos, se pueden requerir procedimientos invasivos, como intervenciones quirúrgicas o plasmaféresis.

El intercambio plasmático, también conocido como plasmaféresis o exanguinación controlada con reinfusión, es un procedimiento terapéutico en el que se extrae una parte del plasma de un paciente y se reemplaza con solución salina, albúmina u otro líquido. Esto se hace típicamente para eliminar anticuerpos o otras sustancias nocivas del torrente sanguíneo en el tratamiento de diversas afecciones, como trastornos autoinmunes, intoxicaciones y enfermedades inflamatorias graves. Durante el procedimiento, la sangre se extrae del cuerpo, se separa en componentes (glóbulos rojos, glóbulos blancos y plasma) y se devuelve al paciente después de haber eliminado una parte del plasma.

La Hematología es una subespecialidad de la medicina interna que se ocupa del estudio, diagnóstico, tratamiento y prevención de enfermedades relacionadas con la sangre y los órganos hematopoyéticos (médula ósea, bazo, ganglios linfáticos y otros tejidos donde se produce la formación de células sanguíneas). Esto incluye una variedad de condiciones que afectan a los glóbulos rojos, glóbulos blancos, plaquetas y factores de coagulación.

Los médicos especializados en hematología se conocen como hematologistas. Su trabajo implica el manejo de una amplia gama de trastornos hematológicos, que van desde los más comunes, como la anemia y las infecciones bacterianas y virales, hasta los menos frecuentes, como diversos tipos de cáncer de la sangre (leucemias, linfomas y mieloma múltiple).

El campo de la hematología también abarca el estudio de los mecanismos moleculares y celulares involucrados en la hemostasis y la trombosis, procesos cruciales para mantener la integridad vascular y prevenir hemorragias excesivas o trombosis.

En resumen, la hematología es una rama importante de la medicina que se dedica al estudio y atención de las enfermedades relacionadas con la sangre y los órganos hematopoyéticos, desempeñando un papel fundamental en el diagnóstico y tratamiento de diversas afecciones, desde trastornos benignos hasta cánceres graves.

La terapia con hirudina se refiere al uso de la saliva o el extracto de sanguijuelas (Hirudo medicinalis) en el tratamiento médico. La saliva de las sanguijuelas contiene una variedad de compuestos, incluyendo hirudina, que tiene propiedades anticoagulantes y antiplaquetarias.

La hirudina es una molécula que inhibe específicamente la trombina, una enzima importante en la coagulación sanguínea. Al impedir la acción de la trombina, la hirudina ayuda a prevenir la formación de coágulos sanguíneos y promueve la fluidez de la sangre.

La terapia con hirudina se ha utilizado en la medicina tradicional durante cientos de años, especialmente en el tratamiento de afecciones circulatorias y articulares. En la actualidad, se estudia su uso en el tratamiento de enfermedades cardiovasculares, como la trombosis venosa profunda, la enfermedad arterial periférica y la insuficiencia cardíaca congestiva.

Aunque la terapia con hirudina ha demostrado ser eficaz en algunos estudios clínicos, su uso está limitado por factores como la disponibilidad de sanguijuelas purificadas y estandarizadas, el riesgo de infección y la necesidad de un cuidadoso manejo durante la aplicación. Además, existen alternativas sintéticas a la hirudina, como la lepirudina y la desirudina, que se utilizan más comúnmente en la práctica clínica moderna.

La HLA-DRB3 es una alelo específica del gen que codifica la proteína de histocompatibilidad de clase II DR beta 3, la cual está involucrada en el sistema inmune en la presentación de antígenos a las células T. Las cadenas HLA-DRB3 son expresadas principalmente en individuos de origen africano y asiático, pero son raras o están ausentes en poblaciones de ascendencia europea.

Las cadenas HLA-DRB3 forman parte del complejo mayor de histocompatibilidad (MHC) y se unen con otras cadenas para formar el heterodímero HLA-DR, que se expresa en la superficie de células presentadoras de antígenos como los macrófagos y las células B. El heterodímero HLA-DR se une a péptidos derivados de proteínas extrañas o propias y presenta estos péptidos a las células T CD4+, desencadenando una respuesta inmune adaptativa.

Las variaciones en los genes HLA-DRB3 se han asociado con diferencias en la susceptibilidad y resistencia a diversas enfermedades autoinmunes, infecciosas y neoplásicas. Sin embargo, el papel exacto de las cadenas HLA-DRB3 en la patogénesis de estas enfermedades sigue siendo un área activa de investigación.

La fiebre del dengue grave, también conocida como dengue hemorrágico, es una complicación potencialmente mortal de la infección por el virus del dengue. Es una forma severa y progresiva de la enfermedad que se caracteriza por un aumento de la permeabilidad capilar, lo que lleva a la fuga de plasma y la consiguiente acumulación de líquido en los tejidos y cavidades corporales.

Los síntomas del dengue grave pueden incluir:

1. Fiebre alta y persistente
2. Dolor abdominal intenso
3. Vómitos persistentes
4. Sangrado de las membranas mucosas (como encías, nariz o vagina)
5. Hinchazón y dolor en los tejidos blandos
6. Dificultad para respirar
7. Letargia o irritabilidad
8. Disminución de la micción

El dengue grave puede ser fatal si no se diagnostica y trata a tiempo. El tratamiento generalmente implica la hospitalización, la reposición de líquidos y electrolitos, el control de la fiebre y los síntomas, y en algunos casos, la transfusión de sangre o plasma.

La prevención del dengue grave implica la prevención de las picaduras de mosquitos, el control del vector y la detección y tratamiento tempranos de la infección por dengue. Es importante buscar atención médica inmediata si se sospecha una infección por dengue y se presentan síntomas graves o persistentes.

El análisis de supervivencia es una técnica estadística utilizada en medicina y otras ciencias para examinar la distribución de tiempos hasta que ocurra un evento específico, como el fallecimiento, la recaída de una enfermedad o el fracaso de un tratamiento.

Este análisis permite estimar la probabilidad de que un individuo sobreviva a un determinado tiempo después del evento inicial y proporciona información sobre la duración de los efectos del tratamiento, la eficacia de las intervenciones y la identificación de factores pronósticos.

La curva de supervivencia es una representación gráfica comúnmente utilizada en este análisis, donde se muestra el porcentaje de individuos que siguen vivos a diferentes puntos en el tiempo. La pendiente de la curva indica la tasa de mortalidad o falla del evento en función del tiempo transcurrido.

El análisis de supervivencia también puede utilizarse para comparar la eficacia de diferentes tratamientos o intervenciones mediante el uso de pruebas estadísticas, como el test log-rank, que permiten determinar si existen diferencias significativas en la supervivencia entre grupos.

En resumen, el análisis de supervivencia es una herramienta importante en la investigación médica y clínica para evaluar la eficacia de los tratamientos y predecir los resultados de los pacientes.

Las glicoproteínas de membrana plaquetaria son proteínas integrales transmembrana que se encuentran en la superficie de las plaquetas, también conocidas como trombocitos. Estas glicoproteínas desempeñan un papel crucial en la hemostasia y la trombosis, ya que participan en la adhesión, activación y agregación de las plaquetas en respuesta a lesiones vasculares.

Existen varios tipos de glicoproteínas de membrana plaquetaria, entre las que se incluyen:

1. Glicoproteína IIb/IIIa (GPIIb/IIIa): Es el receptor de fibrinogeno más abundante en la superficie de las plaquetas y desempeña un papel fundamental en la agregación plaquetaria. La unión del fibrinogeno a GPIIb/IIIa provoca la formación de puentes entre plaquetas adyacentes, lo que resulta en la agregación plaquetaria y la formación del tapón plaquetario.
2. Glicoproteína Ib/IX/V (GPIb/IX/V): Es el receptor de von Willebrand (vWF) más importante en las plaquetas y media la adhesión inicial de las plaquetas al subendotelio dañado. La unión del vWF a GPIb/IX/V desencadena una serie de eventos que conducen a la activación y agregación de las plaquetas.
3. Glicoproteína VI (GPVI): Es un receptor de colágeno que media la adhesión y activación de las plaquetas en respuesta al daño vascular. La unión del colágeno a GPVI desencadena una cascada de señalización intracelular que conduce a la activación y agregación de las plaquetas.
4. Glicoproteína IIb/IIIa (GPIIb/IIIa): Es un receptor de fibrinógeno que media la agregación final de las plaquetas. La unión del fibrinógeno a GPIIb/IIIa provoca la formación de puentes entre plaquetas adyacentes, lo que resulta en la agregación final de las plaquetas y la formación del tapón plaquetario.

En resumen, las glicoproteínas son moléculas importantes en la hemostasia y la trombosis. Median la adhesión, activación y agregación de las plaquetas en respuesta al daño vascular y la formación del tapón plaquetario. La comprensión de los mecanismos moleculares que subyacen a estos procesos es fundamental para el desarrollo de nuevas terapias dirigidas a prevenir y tratar las enfermedades trombóticas.

La anemia hemolítica es una afección en la que los glóbulos rojos (eritrocitos) se destruyen prematuramente, lo que lleva a niveles bajos de glóbulos rojos y hemoglobina en la sangre. La hemoglobina es una proteína importante en los glóbulos rojos que transporta oxígeno desde los pulmones hacia el resto del cuerpo.

Existen diversas causas de anemia hemolítica, entre las que se incluyen:

1. Enfermedades hereditarias: Algunas enfermedades genéticas, como la esferocitosis hereditaria, el déficit de glucosa-6-fosfato deshidrogenasa (G6PD) y la talasemia, pueden causar anemia hemolítica.
2. Infecciones: Algunas infecciones, como la malaria y la babesiosis, pueden destruir los glóbulos rojos y provocar anemia hemolítica.
3. Medicamentos: Ciertos medicamentos, como la quinina, los antibióticos sulfonamidas y la fenitoína, pueden dañar los glóbulos rojos y causar anemia hemolítica en algunas personas.
4. Reacciones transfusionales: En raras ocasiones, una reacción adversa a una transfusión sanguínea puede provocar la destrucción de glóbulos rojos y anemia hemolítica.
5. Enfermedades autoinmunitarias: Algunas enfermedades autoinmunitarias, como el lupus eritematoso sistémico (LES) y la artritis reumatoide, pueden causar la producción de anticuerpos que atacan y destruyen los glóbulos rojos, resultando en anemia hemolítica.
6. Cáncer: Algunos tipos de cáncer, como el linfoma y la leucemia, pueden producir sustancias que dañan los glóbulos rojos y causan anemia hemolítica.
7. Otras causas: Otras causas menos comunes de anemia hemolítica incluyen enfermedades hepáticas, infecciones bacterianas y parásitos.

El tratamiento de la anemia hemolítica depende de la causa subyacente. Puede incluir transfusiones sanguíneas, medicamentos para reducir la producción de anticuerpos o tratamientos específicos para las enfermedades autoinmunitarias o los cánceres que estén causando la anemia. En algunos casos, se puede requerir un tratamiento a largo plazo o incluso una intervención quirúrgica.

Los anticuerpos monoclonales de origen murino son una forma específica de anticuerpos producidos en laboratorio a partir de células madre de ratón. Estos anticuerpos se utilizan ampliamente en investigación y medicina, especialmente en el diagnóstico y tratamiento de diversas enfermedades, como cánceres y trastornos autoinmunes.

Los anticuerpos monoclonales son proteínas producidas por células B específicas del sistema inmune que se unen a antígenos (sustancias extrañas) para ayudar a neutralizar o eliminar las amenazas para el cuerpo. Los anticuerpos monoclonales de origen murino se producen al fusionar células B de ratón con células tumorales inmortalizadas, creando una línea celular estable que produce un solo tipo de anticuerpo específico para un antígeno dado.

Debido a su especificidad y pureza, los anticuerpos monoclonales de origen murino se han convertido en herramientas valiosas en la investigación biomédica y en el desarrollo de terapias dirigidas contra diversos objetivos moleculares. Sin embargo, también pueden desencadenar reacciones inmunes adversas en humanos, ya que son reconocidos como extraños por nuestro sistema inmune. Por lo tanto, se han desarrollado técnicas para modificar genéticamente estos anticuerpos y hacerlos menos reconocibles por el sistema inmune humano, aumentando así su seguridad y eficacia terapéutica.

En términos médicos, un "resultado fatal" se refiere a un desenlace desfavorable de un diagnóstico, condición de salud, procedimiento o tratamiento que resulta en la muerte del paciente. Es un término formal y objetivo utilizado para describir una situación en la cual los esfuerzos terapéuticos no han podido revertir el curso de una enfermedad grave o lesión, y desafortunadamente conduce al fallecimiento del individuo.

Es importante mencionar que este término se utiliza con precaución y respeto, dada la naturaleza delicada y sensible de la situación. La comunicación de un resultado fatal a los familiares o cuidadores del paciente suele ser una parte difícil del trabajo médico, y se realiza siempre con empatía y compasión.

Las hidrazinas son compuestos orgánicos con el grupo funcional -NH-NH- en sus moléculas. En química médica, las hidrazinas se utilizan en diversas aplicaciones terapéuticas y diagnósticas. Por ejemplo, la fenilhidrazina se ha utilizado como agente antituberculoso, mientras que la hidralazina es un vasodilatador utilizado en el tratamiento de la hipertensión arterial. La isoniazida, un importante fármaco antituberculoso, es también una hidrazina.

Sin embargo, es importante señalar que las hidrazinas también pueden tener efectos tóxicos y carcinogénicos. Por lo tanto, su uso está regulado y debe ser supervisado por profesionales médicos capacitados. Además, la exposición a las hidrazinas puede ocurrir accidentalmente en entornos industriales, lo que puede causar efectos adversos en la salud, como irritación pulmonar, daño hepático y neurológico, y posiblemente un aumento del riesgo de cáncer.

Las proteínas recombinantes son versiones artificiales de proteínas que se producen mediante la aplicación de tecnología de ADN recombinante. Este proceso implica la inserción del gen que codifica una proteína particular en un organismo huésped, como bacterias o levaduras, que pueden entonces producir grandes cantidades de la proteína.

Las proteínas recombinantes se utilizan ampliamente en la investigación científica y médica, así como en la industria farmacéutica. Por ejemplo, se pueden usar para estudiar la función y la estructura de las proteínas, o para producir vacunas y terapias enzimáticas.

La tecnología de proteínas recombinantes ha revolucionado muchos campos de la biología y la medicina, ya que permite a los científicos producir cantidades casi ilimitadas de proteínas puras y bien caracterizadas para su uso en una variedad de aplicaciones.

Sin embargo, también plantea algunos desafíos éticos y de seguridad, ya que el proceso de producción puede involucrar organismos genéticamente modificados y la proteína resultante puede tener diferencias menores pero significativas en su estructura y función en comparación con la proteína natural.

El tiempo de sangría, también conocido como tiempo de tromboplastina parcial activada (APTT), es un examen de laboratorio que mide la velocidad de la coagulación sanguínea. Más específicamente, evalúa la vía intrínseca y la common pathway del sistema de coagulación.

Durante el procedimiento, se toma una muestra de sangre del paciente y se mezcla con un reagente que contiene fosfolipidos y un activador de la tromboplastina parcialmente purificada. La muestra se calienta y se observa la cantidad de tiempo que tarda en formarse un coágulo.

Los resultados del tiempo de sangría se expresan en segundos y se comparan con valores de referencia establecidos por el laboratorio. Un tiempo de sangría prolongado puede indicar una deficiencia en los factores de coagulación VIII, IX, XI o XII, la presencia de anticuerpos inhibidores contra alguno de estos factores o la toma de medicamentos anticoagulantes. Por otro lado, un tiempo de sangría corto puede sugerir una tendencia a la trombosis.

Es importante destacar que el tiempo de sangría debe interpretarse junto con otros parámetros de coagulación y en el contexto clínico del paciente.

Las enfermedades de la médula ósea se refieren a un grupo diverso de trastornos que afectan la capacidad de la médula ósea para producir células sanguíneas saludables. La médula ósea se encuentra dentro de los huesos y es responsable de producir glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas.

Existen varias categorías de enfermedades de la médula ósea, incluyendo:

1. Anemia: Esta es una afección en la que la médula ósea no produce suficientes glóbulos rojos sanos. Esto puede deberse a una variedad de causas, como deficiencias nutricionales, enfermedades crónicas o trastornos genéticos.

2. Leucemia: Esta es un tipo de cáncer que se origina en las células madre de la médula ósea. Afecta a la producción de glóbulos blancos anormales que no funcionan correctamente para combatir infecciones.

3. Linfoma: Aunque el linfoma generalmente se considera un cáncer del sistema linfático, algunos tipos pueden originarse en la médula ósea.

4. Mielodisplasia: Esta es una afección en la que la médula ósea produce glóbulos sanguíneos anormales y no suficientes. A menudo, estas células mueren antes de salir de la médula ósea y entrar al torrente sanguíneo.

5. Mieloma múltiple: Esta es una forma de cáncer en la que las células plasmáticas (un tipo de glóbulo blanco) se multiplican descontroladamente en la médula ósea. Estas células cancerosas acaban por desplazar a las células sanas, lo que lleva a una disminución en la producción de glóbulos rojos y plaquetas.

6. Síndrome mieloproliferativo: Este grupo de trastornos se caracteriza por la sobreproducción de células sanguíneas maduras (glóbulos rojos, glóbulos blancos o plaquetas) en la médula ósea.

7. Leucemia: Es un tipo de cáncer que comienza en las células sanguíneas formadas en la médula ósea. Los síntomas pueden incluir fiebre, fatiga, moretones y sangrados fáciles, infecciones recurrentes y pérdida de peso sin causa aparente.

El tratamiento de estas afecciones dependerá del tipo y gravedad de la enfermedad. Puede incluir quimioterapia, radioterapia, trasplante de células madre o terapias dirigidas específicamente a las células cancerosas. En algunos casos, se pueden usar combinaciones de estos tratamientos.

El Paclitaxel es un fármaco citotóxico, un agente quimioterapéutico que se utiliza en el tratamiento del cáncer. Es un compuesto natural aislado originalmente de la corteza del árbol Taxus brevifolia (tejo del Pacífico), y más tarde se sintetizó en el laboratorio.

El paclitaxel funciona al estabilizar los microtúbulos, estructuras celulares involucradas en la división celular. Normalmente, los microtúbulos se desensamblan y vuelven a ensamblar durante el ciclo celular. Sin embargo, el paclitaxel interfiere con este proceso, lo que lleva a una acumulación de microtúbulos estables y evita que las células se dividan correctamente. Esto finalmente conduce a la muerte de las células cancerosas.

El paclitaxel se utiliza en el tratamiento de varios tipos de cáncer, incluyendo el cáncer de mama, ovario, pulmón y Kaposi. Se administra generalmente por vía intravenosa y a menudo se combina con otros fármacos para aumentar su eficacia. Como todos los fármacos quimioterapéuticos, el paclitaxel puede tener efectos secundarios graves, incluyendo daño en los tejidos sanos, especialmente en aquellos que se dividen rápidamente, como la médula ósea y las células del revestimiento del sistema digestivo.

El lupus eritematoso sistémico (LES) es una enfermedad autoinmune crónica y sistémica, lo que significa que afecta a varios órganos y tejidos del cuerpo. Es causada por un funcionamiento anormal del sistema inmunológico, donde el cuerpo produce anticuerpos que atacan sus propios tejidos y órganos sanos en lugar de los invasores externos como bacterias o virus.

La enfermedad puede afectar a diversos órganos y sistemas corporales, incluyendo la piel, las articulaciones, los riñones, el corazón, los pulmones, los vasos sanguíneos y el sistema nervioso central. Los síntomas pueden variar ampliamente entre los afectados, pero algunos de los más comunes incluyen:

1. Erupción cutánea en forma de mariposa en la cara
2. Dolores articulares y musculares
3. Fatiga extrema
4. Fotosensibilidad (sensibilidad a la luz solar)
5. Inflamación de los ganglios linfáticos
6. Anemia
7. Insuficiencia renal
8. Problemas cardiovasculares y pulmonares
9. Trastornos neurológicos y psiquiátricos

El diagnóstico del LES se realiza mediante una combinación de historial clínico, examen físico, análisis de sangre y orina, así como otras pruebas de diagnóstico por imágenes o biopsias según sea necesario. El tratamiento del LES generalmente implica una combinación de medicamentos inmunosupresores, antiinflamatorios y corticosteroides, así como terapias dirigidas a los síntomas específicos que presenta cada paciente. La enfermedad tiene períodos de exacerbaciones (brotes) y remisiones, y el manejo adecuado puede ayudar a mejorar la calidad de vida de los pacientes.

En realidad, "factores de tiempo" no es un término médico específico. Sin embargo, en un contexto más general o relacionado con la salud y el bienestar, los "factores de tiempo" podrían referirse a diversos aspectos temporales que pueden influir en la salud, las intervenciones terapéuticas o los resultados de los pacientes. Algunos ejemplos de estos factores de tiempo incluyen:

1. Duración del tratamiento: La duración óptima de un tratamiento específico puede influir en su eficacia y seguridad. Un tratamiento demasiado corto o excesivamente largo podría no producir los mejores resultados o incluso causar efectos adversos.

2. Momento de la intervención: El momento adecuado para iniciar un tratamiento o procedimiento puede ser crucial para garantizar una mejoría en el estado del paciente. Por ejemplo, tratar una enfermedad aguda lo antes posible puede ayudar a prevenir complicaciones y reducir la probabilidad de secuelas permanentes.

3. Intervalos entre dosis: La frecuencia y el momento en que se administran los medicamentos o tratamientos pueden influir en su eficacia y seguridad. Algunos medicamentos necesitan ser administrados a intervalos regulares para mantener niveles terapéuticos en el cuerpo, mientras que otros requieren un tiempo específico entre dosis para minimizar los efectos adversos.

4. Cronobiología: Se trata del estudio de los ritmos biológicos y su influencia en diversos procesos fisiológicos y patológicos. La cronobiología puede ayudar a determinar el momento óptimo para administrar tratamientos o realizar procedimientos médicos, teniendo en cuenta los patrones circadianos y ultradianos del cuerpo humano.

5. Historia natural de la enfermedad: La evolución temporal de una enfermedad sin intervención terapéutica puede proporcionar información valiosa sobre su pronóstico, así como sobre los mejores momentos para iniciar o modificar un tratamiento.

En definitiva, la dimensión temporal es fundamental en el campo de la medicina y la salud, ya que influye en diversos aspectos, desde la fisiología normal hasta la patogénesis y el tratamiento de las enfermedades.

La Terapia Recuperativa, también conocida como Rehabilitación Terapéutica, es un proceso médico planificado y supervisado que ayuda a un individuo a recuperarse o compensar por las deficiencias físicas, sensoriales, cognitivas y/o de comportamiento resultantes de enfermedades, lesiones, disfunciones o procesos de envejecimiento. El objetivo principal de la terapia recuperativa es restaurar la funcionalidad y la independencia del individuo lo más cerca posible a su nivel anterior al evento desencadenante.

Esta forma de terapia puede incluir una variedad de enfoques y técnicas, dependiendo de las necesidades específicas del paciente. Algunos ejemplos pueden ser la fisioterapia para ayudar a mejorar la fuerza, el rango de movimiento y la movilidad; terapia ocupacional para ayudar a los individuos a desarrollar o recuperar las habilidades necesarias para realizar las actividades diarias; y terapia del lenguaje para ayudar con los déficits de comunicación y cognitivos.

La terapia recuperativa es generalmente proporcionada por un equipo multidisciplinario de profesionales de la salud, que pueden incluir médicos, enfermeras, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, terapeutas del lenguaje y consejeros. El plan de tratamiento se personaliza para cada paciente y puede cambiar con el tiempo a medida que el paciente avanza en su recuperación.

De acuerdo con la definición médica establecida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), un recién nacido es un individuo que tiene hasta 28 días de vida. Este período comprende los primeros siete días después del nacimiento, que se conocen como "neonatos tempranos", y los siguientes 21 días, denominados "neonatos tardíos". Es una etapa crucial en el desarrollo humano, ya que durante este tiempo el bebé está adaptándose a la vida fuera del útero y es especialmente vulnerable a diversas condiciones de salud.

La dacarbazina es un fármaco quimioterapéutico utilizado en el tratamiento de diversos tipos de cáncer. Se trata de un agente alquilante que funciona interfiriendo con la replicación del ADN del tumor, lo que lleva a la muerte celular y, por lo tanto, reduce el tamaño del tumor o incluso elimina por completo las células cancerosas.

La dacarbazina se administra generalmente por vía intravenosa y suele utilizarse en combinación con otros fármacos quimioterapéuticos para tratar diversos tipos de cáncer, como el melanoma metastásico, sarcoma de Kaposi asociado al sida y algunos tumores cerebrales.

Como todos los fármacos quimioterapéuticos, la dacarbazina puede causar efectos secundarios graves, como náuseas, vómitos, pérdida del apetito, diarrea, estreñimiento, debilidad, fatiga y anemia. También puede afectar al sistema inmunológico, lo que aumenta el riesgo de infecciones. Además, en algunos casos, puede provocar reacciones alérgicas graves o daño a los tejidos sanos, especialmente al hígado y al riñón.

Por todo ello, es fundamental que la dacarbazina sea administrada bajo estricta supervisión médica y que se monitorice cuidadosamente al paciente durante el tratamiento para detectar y tratar cualquier efecto secundario lo antes posible.

La enfermedad aguda se refiere a un proceso de enfermedad que comienza repentinamente, evoluciona rápidamente y generalmente dura relativamente poco tiempo. Puede causar síntomas graves o molestias, pero tiende a desaparecer una vez que el cuerpo ha combatido la infección o se ha recuperado del daño tisular. La enfermedad aguda puede ser causada por una variedad de factores, como infecciones virales o bacterianas, lesiones traumáticas o reacciones alérgicas. A diferencia de las enfermedades crónicas, que pueden durar meses o años y requerir un tratamiento a largo plazo, la mayoría de las enfermedades agudas se resuelven con el tiempo y solo necesitan atención médica a corto plazo.

Las hemorragias intracraneales se refieren a los sangrados que ocurren dentro del cráneo. Estos sangrados pueden producirse en el espacio entre el cerebro y el cráneo (hemorragia subdural), en el espacio entre las membranas que rodean al cerebro (hemorragia epidural), o directamente dentro del tejido cerebral (hemorragia intraparenquimatosa).

La causa más común de estas hemorragias es la rotura de vasos sanguíneos debido a un traumatismo craneal. Sin embargo, también pueden ser causadas por diversas condiciones médicas, como hipertensión arterial no controlada, aneurismas cerebrales, malformaciones vasculares, tumores cerebrales o trastornos de coagulación sanguínea.

Los síntomas pueden variar dependiendo del tipo y la ubicación de la hemorragia, pero generalmente incluyen dolor de cabeza intenso, vómitos, convulsiones, debilidad o entumecimiento en un lado del cuerpo, problemas de visión, dificultad para hablar o tragar, y cambios en el nivel de conciencia o comportamiento.

El tratamiento depende de la causa subyacente y puede incluir cirugía, medicamentos para controlar la presión intracraneal y prevenir convulsiones, y rehabilitación para ayudar a recuperar las funciones perdidas.

La tasa de supervivencia es un término médico que se utiliza para describir la proporción de personas que siguen vivas durante un período determinado después del diagnóstico o tratamiento de una enfermedad grave, como el cáncer. Se calcula dividiendo el número de personas que sobreviven por el total de personas a las que se les diagnosticó la enfermedad durante un período específico. La tasa de supervivencia puede ser expresada como un porcentaje o una proporción.

Por ejemplo, si se diagnostican 100 personas con cáncer de mama en un año y cinco años después 60 de ellas siguen vivas, la tasa de supervivencia a los cinco años sería del 60% (60 sobrevividos / 100 diagnosticados).

Es importante tener en cuenta que la tasa de supervivencia no siempre refleja las posibilidades de curación completa, especialmente en enfermedades crónicas o degenerativas. Además, la tasa de supervivencia puede variar dependiendo de factores como la edad, el estado de salud general y la etapa en que se diagnostique la enfermedad.

Los inhibidores de agregación plaquetaria son un tipo de fármacos que se utilizan para prevenir la formación de coágulos sanguíneos en el cuerpo. Estos medicamentos funcionan evitando que las plaquetas, un tipo de células presentes en la sangre, se agreguen entre sí y formen un coágulo.

Las plaquetas desempeñan un papel importante en el proceso de coagulación sanguínea, ya que se unen entre sí para taponar los vasos sanguíneos dañados y prevenir hemorragias excesivas. Sin embargo, en algunas situaciones, como en la presencia de aterosclerosis o después de una intervención quirúrgica, las plaquetas pueden agregarse en exceso y formar coágulos sanguíneos que puedan obstruir los vasos sanguíneos y causar problemas graves, como ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares.

Los inhibidores de agregación plaquetaria se utilizan para prevenir estos coágulos sanguíneos no deseados. Algunos ejemplos comunes de inhibidores de agregación plaquetaria incluyen la aspirina, el clopidogrel (Plavix), el prasugrel (Effient) y el ticagrelor (Brilinta). Estos fármacos pueden administrarse solos o en combinación con otros medicamentos para tratar una variedad de condiciones médicas, como la enfermedad arterial coronaria, la fibrilación auricular y la trombosis venosa profunda.

Es importante tener en cuenta que los inhibidores de agregación plaquetaria pueden aumentar el riesgo de sangrado, por lo que es fundamental utilizarlos bajo la supervisión de un profesional médico y seguir cuidadosamente las instrucciones de dosificación.

Los trastornos de la coagulación sanguínea, también conocidos como trastornos hemorrágicos o coagulopatías, se refieren a un grupo de condiciones médicas que afectan la capacidad de la sangre para coagularse correctamente. La coagulación es el proceso mediante el cual la sangre forma coágulos para detener el flujo sanguíneo en caso de una lesión vascular.

Existen dos tipos principales de trastornos de la coagulación: los que aumentan el riesgo de hemorragia (trastornos hemorrágicos) y los que aumentan el riesgo de trombosis (trastornos trombóticos).

1. Trastornos hemorrágicos: Estas afecciones se caracterizan por un tiempo de coagulación sanguínea prolongado, lo que resulta en un aumento del riesgo de sangrado excesivo e incontrolable. Algunos ejemplos incluyen la hemofilia, la deficiencia de factor de coagulación y la deficiencia de vitamina K.

2. Trastornos trombóticos: Por otro lado, estas afecciones se caracterizan por una coagulación sanguínea excesiva o anormal, lo que aumenta el riesgo de formación de coágulos sanguíneos en las venas o arterias. Esto puede obstruir el flujo sanguíneo y provocar complicaciones graves, como trombosis venosa profunda (TVP), embolia pulmonar (EP) e infarto de miocardio (IM). Algunos ejemplos incluyen la trombofilia hereditaria o adquirida, la enfermedad tromboembólica venosa y la fibrilación auricular.

El tratamiento de los trastornos de la coagulación sanguínea depende del tipo y gravedad de la afección. Puede incluir medicamentos anticoagulantes, trombolíticos o antiplaquetarios, terapia de reemplazo de factor de coagulación, cirugía o procedimientos invasivos, como angioplastia y stenting. Además, se pueden implementar medidas preventivas para reducir el riesgo de complicaciones asociadas con los trastornos de la coagulación sanguínea, como mantener un estilo de vida saludable, controlar las enfermedades subyacentes y evitar factores desencadenantes conocidos.

La Heparina de Bajo-Peso-Molecular (HBPM) es un tipo de heparina, un anticoagulante utilizado en la medicina clínica para prevenir y tratar la trombosis venosa. La HBPM se obtiene mediante la despolimerización de heparina no fraccionada, lo que resulta en moléculas con un peso molecular promedio entre 3.000 y 10.000 daltons.

La HBPM tiene varias ventajas sobre la heparina no fraccionada, incluyendo una vida media más larga, una biodistribución diferente, una menor incidencia de trombocitopenia inducida por heparina y una actividad antifactor Xa predominante. Estas propiedades hacen que la HBPM sea más fácil de administrar, ya que generalmente se puede administrar una vez o dos veces al día en lugar de las tres o cuatro dosis necesarias para la heparina no fraccionada.

La HBPM inhibe la coagulación al unirse a la antitrombina III, lo que aumenta su capacidad para inactivar los factores IIa (trombina) y Xa de la coagulación. Sin embargo, a diferencia de la heparina no fraccionada, la HBPM tiene una relación más predecible entre la dosis y el efecto anticoagulante, lo que la hace más adecuada para la administración en dosis fijas.

La HBPM se utiliza en diversas situaciones clínicas, como la profilaxis y el tratamiento de la trombosis venosa profunda y la embolia pulmonar, así como en el manejo de la angina inestable y el infarto agudo de miocardio. También se ha utilizado en el contexto del tratamiento de la fibrilación auricular y la prevención de eventos tromboembólicos en cirugía cardiovascular y ortopédica.

La glicoproteína IIb de membrana plaquetaria, también conocida como GPIIb o integrina αIIbβ3, es una proteína transmembrana integral que se encuentra en la superficie de las plaquetas sanguíneas. Es parte del complejo receptor de fibrinógeno y participa activamente en los procesos de hemostasia y trombosis.

GPIIb está formada por dos subunidades, αIIb y β3, unidas entre sí para formar un heterodímero. Esta integrina es única porque se encuentra en estado inactivo en las plaquetas circulantes normales. Sin embargo, cuando las plaquetas son activadas por diversos estímulos, como el factor de von Willebrand o el thromboxane A2, la GPIIb sufre un cambio conformacional que permite su unión al fibrinógeno y a otros ligandos ricos en arginina-glicina-ácido aspártico (RGD), como el fibrinogeno, el vitronectina y el von Willebrand factor.

La unión de GPIIb al fibrinógeno desencadena la agregación plaquetaria, un proceso crucial en la formación del coágulo sanguíneo. La interacción entre GPIIb y sus ligandos también es importante en la estabilización del trombo y en la detención del sangrado.

La disfunción o el déficit de GPIIb pueden causar trastornos hemorrágicos graves, como la enfermedad de Glanzmann, una afección autoinmunitaria rara que se caracteriza por una agregación plaquetaria deficiente y un sangrado prolongado. Por otro lado, un aumento en la expresión o actividad de GPIIb puede contribuir al desarrollo de trombosis arterial y venosa.

El Factor Estimulante de Colonias de Granulocitos (G-CSF, siglas en inglés) es una glicoproteína que se encuentra normalmente en el cuerpo humano. Es producida por células monocíticas y fibroblastos principalmente. Su función principal es estimular la producción de granulocitos, un tipo de glóbulo blanco importante en la respuesta inmunitaria, en la médula ósea.

En la medicina clínica, el G-CSF se utiliza como fármaco recombinante (filgrastim, pegfilgrastim) para tratar diversas condiciones donde haya un déficit de granulocitos, como por ejemplo en pacientes con quimioterapia oncológica o tras un trasplante de médula ósea. También se utiliza en el tratamiento de la neutropenia severa congénita. Estos medicamentos ayudan a acelerar la recuperación de los niveles de glóbulos blancos después del tratamiento y reducen el riesgo de infecciones graves.

Un examen de la médula ósea es un procedimiento médico en el que se extrae tejido de la médula ósea, generalmente desde el hueso de la cadera o del esternón, y se analiza en un laboratorio. Este tipo de examen se realiza con fines diagnósticos para identificar una variedad de trastornos y enfermedades, como cánceres (como leucemia o mieloma múltiple), anemias, infecciones, enfermedades genéticas y otras afecciones que pueden afectar la médula ósea y la producción de células sanguíneas.

El procedimiento implica la introducción de una aguja hueca en el hueso para extraer una pequeña cantidad de líquido y tejido medular. La muestra se examina luego bajo un microscopio para evaluar la estructura y composición celular, así como la presencia de células anormales o infecciosas. Además, las pruebas especiales, como el cultivo de tejidos o la citogenética, pueden realizarse en la muestra para obtener información adicional sobre posibles trastornos subyacentes.

Es importante mencionar que este procedimiento requiere anestesia local o general y puede causar cierto grado de incomodidad e incluso complicaciones, como sangrado, infección o daño a los tejidos circundantes. Sin embargo, los beneficios potenciales de un diagnóstico preciso y oportuno suelen superar los riesgos asociados con el procedimiento.

La hematopoyesis es el proceso biológico mediante el cual se producen células sanguíneas. También se conoce como hemopoyesis o formación de elementos figurados de la sangre. Este proceso ocurre principalmente en la médula ósea roja, aunque algunas células sanguíneas también se producen en la médula ósea amarilla y en el bazo durante el desarrollo fetal.

La hematopoyesis da como resultado diferentes tipos de células sanguíneas, incluyendo glóbulos rojos (eritrocitos), glóbulos blancos (leucocitos) y plaquetas (trombocitos). Cada uno de estos tipos celulares desempeña un papel crucial en el mantenimiento de la homeostasis del organismo. Los glóbulos rojos transportan oxígeno desde los pulmones a los tejidos y llevan dióxido de carbono desde los tejidos a los pulmones. Los glóbulos blancos participan en la respuesta inmunitaria y ayudan a proteger al cuerpo contra las infecciones y otras enfermedades. Las plaquetas desempeñan un papel importante en la coagulación sanguínea y ayudan a detener el sangrado cuando se produce una lesión vascular.

El proceso de hematopoyesis está controlado por diversos factores de crecimiento y citocinas, que regulan la proliferación, diferenciación y supervivencia de las células sanguíneas precursoras. Los trastornos en la hematopoyesis pueden dar lugar a diversas enfermedades, como anemias, leucemias y trastornos de la coagulación.

La náusea es una sensación desagradable en el estómago y la garganta que a menudo precede a los vómitos, aunque no siempre lo hacen. Puede ser causada por una variedad de factores, incluyendo enfermedades, movimientos bruscos, ciertos olores o sabores, medicamentos, estrés emocional intenso, mareo y otros trastornos gastrointestinales. La náusea es controlada por áreas específicas del cerebro y el sistema nervioso entérico, que es el sistema nervioso que controla el funcionamiento del tracto gastrointestinal. Aunque la náusea es incómoda, generalmente no representa una amenaza grave para la salud a menos que persista o esté asociada con vómitos persistentes, lo que podría conducir a deshidratación.

Las neoplasias pulmonares, también conocidas como cánceres de pulmón, se refieren a un crecimiento anormal y descontrolado de células en los tejidos del pulmón. Pueden ser benignas o malignas. Las neoplasias pulmonares malignas se clasifican en dos categorías principales: carcinomas de células pequeñas y carcinomas de células no pequeñas, que a su vez se subdividen en varios tipos histológicos.

Los factores de riesgo para desarrollar neoplasias pulmonares incluyen el tabaquismo, la exposición a agentes químicos cancerígenos como el asbesto o el arsénico, y la contaminación del aire. Los síntomas pueden variar dependiendo del tipo y el estadio de la neoplasia, pero algunos de los más comunes incluyen tos crónica, dolor en el pecho, dificultad para respirar, sibilancias, hemoptisis (toser sangre), fatiga y pérdida de peso involuntaria.

El diagnóstico se realiza mediante una serie de pruebas que pueden incluir radiografías de tórax, tomografías computarizadas, broncoscopias, biopsias y análisis de sangre. El tratamiento depende del tipo y el estadio de la neoplasia pulmonar y puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia o terapias dirigidas. La tasa de supervivencia varía ampliamente dependiendo del tipo y el estadio de la enfermedad en el momento del diagnóstico.

Los fármacos hematológicos se refieren a aquellos medicamentos que afectan la producción, función o destrucción de células sanguíneas y plaquetas, o intervienen en la coagulación de la sangre. Estos fármacos se utilizan principalmente para tratar trastornos hematológicos y oncológicos, como anemia, leucemia, trombocitopenia y coágulos sanguíneos.

Existen diferentes categorías de fármacos hematológicos, entre los que se incluyen:

1. Eritropoyetina y agentes estimulantes de la eritropoyesis: estos medicamentos estimulan la producción de glóbulos rojos en la médula ósea y se utilizan para tratar anemias causadas por enfermedades crónicas, quimioterapia o insuficiencia renal.
2. Agentes alquilantes y antimetabolitos: estos fármacos interfieren con la división celular y se utilizan en el tratamiento del cáncer, especialmente de los tumores sólidos y los trastornos hematológicos malignos.
3. Inmunomoduladores: estos medicamentos afectan al sistema inmunitario y se utilizan para tratar enfermedades autoinmunes y trastornos hematológicos, como el mieloma múltiple y la anemia de células falciformes.
4. Inhibidores de la trombina y factores de coagulación: estos fármacos se utilizan para prevenir y tratar coágulos sanguíneos en pacientes con riesgo elevado de trombosis, como aquellos con fibrilación auricular o que han sufrido un accidente cerebrovascular.
5. Factor VIII y IX recombinantes: estos medicamentos se utilizan para tratar y prevenir hemorragias en pacientes con hemofilia A y B, respectivamente.
6. Anticuerpos monoclonales: estos fármacos se utilizan en el tratamiento de diversas enfermedades hematológicas y oncológicas, como la leucemia linfocítica crónica y el linfoma no Hodgkin.
7. Agentes citotóxicos: estos fármacos destruyen las células cancerosas y se utilizan en el tratamiento de diversos tipos de cáncer, como la leucemia y el linfoma.
8. Terapias dirigidas: estos fármacos se dirigen a dianas específicas en las células cancerosas y se utilizan en el tratamiento de diversos tipos de cáncer, como el cáncer de mama y el cáncer de pulmón.
9. Terapias celulares: estas terapias implican la introducción de células vivas en el organismo con fines terapéuticos y se utilizan en el tratamiento de diversas enfermedades hematológicas, como la leucemia y el linfoma.
10. Terapias génicas: estas terapias implican la modificación del genoma humano con fines terapéuticos y se utilizan en el tratamiento de diversas enfermedades genéticas, como la anemia falciforme y la fibrosis quística.

La fiebre, también conocida como hipertermia en medicina, es una respuesta homeostática del cuerpo para aumentar su temperatura central con el fin de combatir infecciones o inflamaciones. Se define médicamente como una temperatura corporal superior a los 38 grados Celsius (100,4 grados Fahrenheit). La fiebre es un signo común de muchas enfermedades y trastornos, especialmente las infecciosas. Aunque la fiebre por sí sola no es una enfermedad, puede ser incómoda y, en casos graves, puede causar convulsiones o delirio. El tratamiento de la fiebre generalmente implica aliviar los síntomas con medicamentos como el acetaminofeno o el ibuprofeno, aunque en algunos casos se recomienda no tratar la fiebre ya que puede ser beneficiosa para combatir infecciones.

La ciclofosfamida es un fármaco que se utiliza en el tratamiento de diversos tipos de cáncer y enfermedades autoinmunes. Es un agente alquilante, lo que significa que funciona interrumpiendo el ADN de las células en crecimiento y división rápida, como las células cancerosas.

En la medicina, la ciclofosfamida suele administrarse por vía oral o intravenosa. Se utiliza a menudo en combinación con otros fármacos para tratar diversos tipos de cáncer, como el linfoma de Hodgkin y el cáncer de mama. También se puede usar para tratar enfermedades autoinmunes, como la vasculitis y el lupus eritematoso sistémico.

Como todos los fármacos, la ciclofosfamida puede causar efectos secundarios. Algunos de los más comunes incluyen náuseas, vómitos, pérdida del apetito, diarrea y cambios en el color del cabello y la piel. También puede aumentar el riesgo de infecciones, sangrado y daño a los tejidos sanos, especialmente en altas dosis o con un uso prolongado.

Es importante que la ciclofosfamida se administre bajo la supervisión de un médico capacitado y que se sigan cuidadosamente las instrucciones de dosificación y administración. El médico también puede recetar medicamentos para ayudar a prevenir o controlar los efectos secundarios.

Los factores inmunológicos se refieren a diversas sustancias y procesos biológicos que participan en la respuesta inmune del cuerpo humano. La respuesta inmune es una función compleja y crucial del organismo, encargada de protegerlo contra agentes extraños y dañinos, como bacterias, virus, hongos y parásitos, así como células anormales o dañadas propias del cuerpo.

Existen dos tipos principales de respuesta inmune: innata e intrínseca (no específica) y adaptativa o adquirida (específica). Los factores inmunológicos desempeñan un papel importante en ambos tipos de respuestas.

Algunos ejemplos de factores inmunológicos incluyen:

1. Proteínas del sistema complemento: Un grupo de proteínas presentes en el plasma sanguíneo que, cuando se activan, colaboran para destruir microorganismos invasores y eliminar células dañadas o muertas.
2. Anticuerpos (inmunoglobulinas): Proteínas producidas por células B (linfocitos B) en respuesta a la presencia de antígenos extraños, como proteínas presentes en bacterias y virus. Los anticuerpos se unen a los antígenos, marcándolos para su destrucción o eliminación por otras células inmunológicas.
3. Linfocitos T (células T): Glóbulos blancos que desempeñan un papel crucial en la respuesta inmune adaptativa. Existen dos tipos principales de linfocitos T: las células T helper (Th) y las células citotóxicas o citolíticas (Tc). Las células Th ayudan a coordinar la respuesta inmunológica, mientras que las células Tc destruyen células infectadas por virus u otras células anormales.
4. Citocinas: Moléculas señalizadoras producidas por diversas células inmunológicas que ayudan a regular y coordinar la respuesta inmune. Las citocinas pueden estimular o inhibir la actividad de otras células inmunológicas, contribuyendo al equilibrio y eficacia de la respuesta inmunitaria.
5. Complejo mayor de histocompatibilidad (CMH): Moléculas presentes en la superficie de casi todas las células del cuerpo que ayudan a identificar y presentar antígenos a las células inmunológicas, como los linfocitos T. El CMH clasifica y presenta fragmentos de proteínas extrañas o propias para que las células inmunológicas puedan reconocerlos y actuar en consecuencia.
6. Fagocitos: Glóbulos blancos que destruyen y eliminan microorganismos invasores, como bacterias y hongos, mediante la fagocitosis, un proceso en el que las células ingieren y digieren partículas extrañas. Los macrófagos y neutrófilos son ejemplos de fagocitos.
7. Sistema inmunitario adaptativo: Parte del sistema inmunológico que se adapta y mejora su respuesta a patógenos específicos tras la exposición inicial. El sistema inmunitario adaptativo incluye los linfocitos B y T, las citocinas y los anticuerpos, y puede desarrollar memoria inmunológica para una respuesta más rápida y eficaz en futuras exposiciones al mismo patógeno.
8. Sistema inmunitario innato: Parte del sistema inmunológico que proporciona una respuesta rápida y no específica a patógenos invasores. El sistema inmunitario innato incluye barreras físicas, como la piel y las membranas mucosas, así como células inmunes no específicas, como los neutrófilos, eosinófilos, basófilos y macrófagos.
9. Inmunodeficiencia: Condición en la que el sistema inmunológico está debilitado o dañado, lo que dificulta su capacidad para combatir infecciones e inflamación. Las causas de inmunodeficiencia pueden incluir enfermedades genéticas, enfermedades adquiridas, medicamentos y terapias de trasplante.
10. Autoinmunidad: Condición en la que el sistema inmunológico ataca tejidos y células sanas del propio cuerpo, considerándolos como extraños o dañinos. Las causas de autoinmunidad pueden incluir factores genéticos, factores ambientales y desregulación del sistema inmunológico.
11. Hipersensibilidad: Respuesta exagerada e inapropiada del sistema inmunológico a sustancias inofensivas o alérgenos, lo que provoca inflamación y daño tisular. Las hipersensibilidades se clasifican en cuatro tipos (I-IV) según la naturaleza de la respuesta inmune desencadenante.
12. Inmunoterapia: Tratamiento que aprovecha el sistema inmunológico para combatir enfermedades, como cáncer o infecciones. La inmunoterapia puede implicar estimular o suprimir la respuesta inmune, según el objetivo terapéutico deseado.
13. Vacunas: Preparaciones que contienen antígenos o sustancias similares a los patógenos, diseñadas para inducir una respuesta inmunitaria específica y proteger contra enfermedades infecciosas. Las vacunas pueden ser vivas atenuadas, inactivadas, subunitarias o basadas en ADN/ARN.
14. Inmunología clínica: Subdisciplina de la inmunología que se ocupa del diagnóstico y tratamiento de enfermedades relacionadas con el sistema inmunológico, como alergias, autoinmunidad, inmunodeficiencias y cáncer.
15. Inmunogenética: Estudio de los factores genéticos que influyen en la respuesta inmune y las enfermedades relacionadas con el sistema inmunológico. La inmunogenética abarca áreas como el complejo mayor de histocompatibilidad (MHC), los genes del receptor de células T y las variantes genéticas asociadas con enfermedades autoinmunes o alérgicas.

El síndrome HELLP es un trastorno grave y potencialmente peligroso para la vida que puede ocurrir durante el embarazo, particularmente en relación con la preeclampsia (una complicación del embarazo caracterizada por hipertensión arterial y daño a otros sistemas orgánicos) o la eclampsia (una complicación de la preeclampsia que involucra convulsiones). La sigla HELLP proviene de las iniciales en inglés de los tres síntomas principales: hemólisis (desintegración de glóbulos rojos), elevación de enzimas hepáticas y bajo recuento de plaquetas.

La hemólisis ocurre cuando los glóbulos rojos se descomponen prematuramente, liberando hemoglobina en la sangre. Esto puede hacer que la sangre se vuelva más espesa y dificulte la correcta circulación sanguínea. La elevación de las enzimas hepáticas indica daño en el hígado, mientras que un bajo recuento de plaquetas aumenta el riesgo de sangrado y hemorragia.

Los síntomas del síndrome HELLP pueden incluir dolor abdominal superior derecho o generalizado, náuseas, vómitos, fatiga, visión borrosa, dolores de cabeza intensos y, en algunos casos, convulsiones. El tratamiento suele implicar la administración de medicamentos para controlar la presión arterial, corticosteroides para promover la maduración pulmonar del feto y acelerar la producción de plaquetas, y, en casos graves, posiblemente una intervención quirúrgica como una cesárea de emergencia. El pronóstico depende de la gravedad de los síntomas y del momento en que se diagnostique y trate el síndrome HELLP.

La oxiquinolina es un compuesto heterocíclico que se utiliza en medicina como un agente antiséptico y desinfectante. Tiene propiedades bacteriostáticas y bactericidas, lo que significa que puede inhibir el crecimiento de bacterias o destruirlas. Se utiliza a menudo en soluciones oftálmicas para tratar infecciones oculars, y también se puede encontrar en algunos antisépticos tópicos para la piel.

La oxiquinolina funciona mediante la unión a la DNA bacteriana, interfiriendo con la replicación y transcripción del ADN y, por lo tanto, impidiendo que el microorganismo se multiplique. Sin embargo, también puede interactuar con el ADN de las células humanas, lo que puede llevar a efectos secundarios tóxicos si se utiliza en concentraciones demasiado altas o durante períodos prolongados.

Es importante señalar que la oxiquinolina no debe utilizarse como un agente antibiótico general, ya que las bacterias pueden desarrollar resistencia a ella. Además, su uso tópico puede causar irritación en los ojos y la piel, especialmente si se utiliza durante períodos prolongados. Por lo tanto, siempre debe utilizarse bajo la supervisión y dirección de un profesional médico.

La ifosfamida es un agente quimioterapéutico alcaloide que se utiliza en el tratamiento de varios tipos de cáncer, como el sarcoma de Ewing y el cáncer testicular. Es un tipo de fármaco llamado agente alquilante, que funciona interfiriendo con la replicación del ADN del cáncer celular.

La ifosfamida se administra generalmente por vía intravenosa y puede utilizarse sola o en combinación con otros fármacos quimioterapéuticos. Los efectos secundarios comunes de la ifosfamida incluyen náuseas, vómitos, diarrea, pérdida del apetito y daño a la médula ósea, lo que puede aumentar el riesgo de infecciones, anemia y sangrado. La ifosfamida también puede causar daño a los riñones y al sistema nervioso, especialmente en dosis altas o cuando se administra con otros fármacos nefrotóxicos o neurotóxicos.

Es importante que la ifosfamida sea administrada bajo la supervisión de un médico experimentado en el tratamiento del cáncer, ya que requiere un monitoreo cuidadoso y ajustes de dosis para minimizar los riesgos y maximizar los beneficios terapéuticos. Además, se recomienda una hidratación adecuada y la administración de medicamentos protectores de la vejiga para prevenir daños en el tracto urinario asociados con su uso.

Los fragmentos Fab de inmunoglobulinas, también conocidos como fragmentos antigénico determinantes, son regiones específicas de las moléculas de anticuerpos (inmunoglobulinas) que se unen a los antígenos. Estos fragmentos están formados por una región variable de la cadena ligera y una región variable de la cadena pesada del anticuerpo, unidas por un enlace peptídico. Cada fragmento Fab contiene un sitio de unión a antígenos que confiere a los anticuerpos su especificidad para un antígeno particular. Los fragmentos Fab desempeñan un papel crucial en la respuesta inmune, ya que participan en la identificación y neutralización de diversas sustancias extrañas, como bacterias, virus y toxinas.

Los antineoplásicos alquilantes son un grupo de fármacos utilizados en quimioterapia para el tratamiento del cáncer. Estos medicamentos funcionan al interferir con la replicación y división celular, lo que lleva a la muerte de las células cancerosas.

La acción de los antineoplásicos alquilantes se basa en la introducción de grupos alquilo en el ADN de las células, formando enlaces entre diferentes partes del ácido desoxirribonucleico (ADN) y evitando así su replicación y transcripción adecuadas. Esto resulta en la interrupción del ciclo celular y la muerte de las células cancerosas.

Sin embargo, estos fármacos no solo actúan sobre las células cancerosas, sino que también pueden afectar a las células sanas en el cuerpo, especialmente aquellas que se dividen rápidamente, como las células de la médula ósea, del sistema digestivo y del sistema reproductor. Esto puede llevar a efectos secundarios graves, como anemia, náuseas, vómitos, diarrea, pérdida del apetito, infertilidad y aumento del riesgo de infecciones.

Algunos ejemplos comunes de antineoplásicos alquilantes incluyen la ciclofosfamida, el ifosfamida, el busulfan, la melphalan y la clorambucil. Estos fármacos se utilizan en el tratamiento de una variedad de cánceres, como leucemias, linfomas, mielomas múltiples y algunos tipos de cánceres sólidos, como el cáncer de ovario y el cáncer de mama.

Es importante que los antineoplásicos alquilantes se administren bajo la supervisión de un equipo médico especializado en el tratamiento del cáncer, ya que requieren un seguimiento cuidadoso para minimizar los efectos secundarios y maximizar su eficacia.

La Terapia Combinada, en el contexto médico, se refiere al uso simultáneo o secuencial de dos o más tratamientos, estrategias terapéuticas o fármacos diferentes para el manejo de una enfermedad, condición de salud o síndrome complejo. El objetivo de la terapia combinada es lograr un efecto terapéutico superior al que se obtendría con cada uno de los tratamientos por separado, mejorando así la eficacia, minimizando las resistencias y potentializando los beneficios clínicos.

La terapia combinada puede implicar una variedad de enfoques, como la combinación de fármacos con diferentes mecanismos de acción para el tratamiento del cáncer, la combinación de terapias conductuales y farmacológicas para el manejo de trastornos mentales o neurológicos, o la combinación de intervenciones quirúrgicas, radioterapia y quimioterapia en el tratamiento del cáncer.

Es importante destacar que la terapia combinada requiere una cuidadosa planificación, monitoreo y ajuste para garantizar su eficacia y seguridad, ya que puede aumentar el riesgo de efectos adversos o interacciones farmacológicas indeseables. Por lo tanto, la terapia combinada debe ser administrada e indicada por profesionales médicos calificados y con experiencia en el manejo de la afección de salud específica.

La recurrencia, en el contexto médico, se refiere al retorno o reaparición de síntomas, signos clínicos o una enfermedad después de un periodo de mejoría o remisión. Esto sugiere que el tratamiento previamente administrado no logró eliminar por completo la afección y ésta ha vuelto a manifestarse. La recurrencia puede ocurrir en diversas condiciones médicas, especialmente en enfermedades crónicas o aquellas que tienen tendencia a reaparecer, como el cáncer. El término también se utiliza para describir la aparición de nuevos episodios en trastornos episódicos, como la migraña o la epilepsia. Es importante monitorizar y controlar a los pacientes con alto riesgo de recurrencia para garantizar un tratamiento oportuno y evitar complicaciones adicionales.

El Fluorouracilo (5-FU) es un fármaco antineoplásico, específicamente un analógulo de timidina. Se utiliza en el tratamiento de varios tipos de cáncer, incluyendo cáncer colorrectal, cáncer gástrico, cáncer de mama, cáncer de piel (carcinoma de células escamosas y carcinoma de células basales), cáncer de cabeza y cuello, y cáncer de esófago.

El Fluorouracilo funciona al interferir con la síntesis del ADN del tumor, lo que impide su crecimiento y multiplicación. Se administra generalmente por vía intravenosa o a veces tópicamente en forma de crema. Los efectos secundarios pueden incluir náuseas, vómitos, diarrea, pérdida del apetito, sequedad de boca, úlceras en la boca, inflamación en las encías, calambres abdominales, y cambios en el estado de ánimo o comportamiento. Los efectos secundarios más graves pueden incluir infecciones, sangrado, daño hepático, y problemas neurológicos.

La pirazina es un compuesto heterocíclico que contiene un anillo de seis átomos, formado por dos nitrógenos y cuatro carbones. No se trata específicamente de un término médico sino más bien químico o bioquímico. Sin embargo, en un contexto médico, las pirazinas pueden aparecer como parte de la estructura de ciertas moléculas que desempeñan un papel en procesos fisiológicos y patológicos.

Un ejemplo es la pirazina-2-fosfato, un metabolito involucrado en el ciclo de la histidina, un camino metabólico que participa en la síntesis y descomposición de aminoácidos. Alteraciones en este ciclo pueden contribuir a diversas condiciones clínicas, incluyendo trastornos neurológicos y enfermedades renales.

Por lo tanto, aunque las pirazinas no son definiciones médicas por sí mismas, pueden tener implicaciones clínicas relevantes debido a su presencia en diversas moléculas y vías metabólicas.

El recuento de leucocitos, también conocido como cuenta de glóbulos blancos (WBC), es un examen de laboratorio que mide el número de glóbulos blancos en una muestra de sangre. Los glóbulos blancos son elementos celulares importantes del sistema inmunológico que ayudan a proteger al cuerpo contra infecciones y enfermedades.

Un recuento normal de leucocitos suele estar entre 4,500 y 11,000 células por microlitro (μL) de sangre en adultos. Sin embargo, este rango puede variar ligeramente según la edad, el sexo y la salud general del individuo.

Un recuento bajo de glóbulos blancos se denomina leucopenia, mientras que un recuento alto se conoce como leucocitosis. Ambas condiciones pueden ser indicativas de diversas afecciones médicas, desde infecciones y enfermedades inflamatorias hasta trastornos malignos del sistema hematopoyético, como la leucemia. Por lo tanto, es importante realizar un seguimiento cuidadoso de los resultados de las pruebas de recuento de leucocitos y discutirlos con un profesional médico capacitado para obtener una interpretación adecuada y un plan de manejo oportuno.

La supervivencia sin enfermedad, también conocida como supervivencia libre de progresión o supervivencia libre de recaída, es un término médico utilizado en oncología para describir el período de tiempo durante el cual un paciente con cáncer no muestra signos ni síntomas de la enfermedad después del tratamiento. Esto significa que no hay evidencia de progresión o empeoramiento de la enfermedad, aunque no necesariamente implica que el cáncer haya desaparecido por completo. La duración de la supervivencia sin enfermedad puede variar mucho dependiendo del tipo y estadio del cáncer, así como de la respuesta individual al tratamiento.

El Etopósido es un agente citotóxico, un fármaco quimioterapéutico que se utiliza en el tratamiento de varios tipos de cáncer. Es un éster del ácido tenipolícoico y un derivado semi-sintético del producto natural podofiloxitina.

Etopósido funciona al inhibir la topoisomerasa II, una enzima que es crucial para el proceso de replicación del ADN en las células. Al interferir con esta enzima, el etopósido provoca roturas de doble hebra en el ADN de las células cancerosas, lo que lleva a su muerte celular programada (apoptosis).

Este medicamento se utiliza comúnmente para tratar diversos tipos de cáncer, como el linfoma de Hodgkin y no Hodgkin, leucemia, cáncer testicular, pulmonar y gastrointestinal. Se administra por vía intravenosa o por vía oral, dependiendo del tipo de cáncer y la preferencia del médico tratante.

Como todos los fármacos quimioterapéuticos, el etopósido puede causar efectos secundarios graves, como náuseas, vómitos, diarrea, pérdida de apetito, caída del cabello y mayor susceptibilidad a las infecciones. También puede dañar los tejidos sanos, especialmente aquellos con una alta tasa de renovación celular, como la médula ósea, el revestimiento del sistema digestivo y los folículos capilares. Por lo tanto, es importante que el etopósido se administre bajo la estrecha supervisión de un especialista en oncología y con un seguimiento cuidadoso de los efectos secundarios.

La mielofibrosis primaria (MPF), también conocida como neoplasia mieloproliferativa crónica con fibrosis y anemia, es un tipo raro de cáncer de la médula ósea que afecta la producción de células sanguíneas. Se caracteriza por un aumento en la proliferación anormal de las células sanguíneas inmaduras (células madre) en la médula ósea, lo que provoca una reacción de cicatrización excesiva y la formación de tejido fibroso.

Este proceso hace que haya menos espacio en la médula ósea para la producción de células sanguíneas sanas, lo que lleva a una disminución en el conteo de glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas en la sangre. Como resultado, los pacientes con MPF pueden experimentar una variedad de síntomas, como fatiga, debilidad, infecciones frecuentes, moretones y hemorragias.

La mielofibrosis primaria es una enfermedad crónica y progresiva, lo que significa que empeora gradualmente con el tiempo. En algunos casos, la enfermedad puede evolucionar hacia una forma más agresiva de leucemia. Aunque no existe cura para la mielofibrosis primaria, existen tratamientos disponibles que pueden ayudar a aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes.

Los anticuerpos anticardiolipina (aCL) son un tipo de anticuerpo dirigido contra la cardiolipina, un componente de las membranas celulares encontrado en varios tejidos y organismos, incluyendo bacterias. Los aCL se asocian con diversas condiciones médicas, particularmente con trastornos autoinmunitarios como el síndrome antifosfolípido (SAP).

El SAP es una enfermedad autoinmune que aumenta el riesgo de coágulos sanguíneos y sufrir complicaciones trombóticas, como ataques al corazón o accidentes cerebrovasculares. Los aCL también pueden estar relacionados con otros síntomas, como fatiga, erupciones cutáneas, dolores articulares y pérdida de memoria.

Existen dos tipos principales de aCL: los IgG e IgM. Los niveles elevados de aCL IgG se asocian con un mayor riesgo de complicaciones trombóticas, mientras que los niveles altos de aCL IgM pueden indicar una infección reciente por Streptococcus pyogenes o Mycoplasma pneumoniae.

La detección de aCL se realiza mediante un análisis de sangre llamado prueba de ELISA (Enzyme-Linked Immunosorbent Assay). Los resultados positivos deben confirmarse con una segunda prueba para establecer el diagnóstico de SAP. El tratamiento del SAP y los niveles elevados de aCL generalmente implica el uso de anticoagulantes, como warfarina o heparina, para prevenir la formación de coágulos sanguíneos.

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  • La trombocitopenia es cualquier situación de disminución de la cantidad de plaquetas circulantes en el torrente sanguíneo por debajo de los niveles normales, es decir, con un recuento plaquetario inferior a 100 000/mm³. (wikipedia.org)
  • Acumulación excesiva de plaquetas en el bazo: Incluso cuando la producción de plaquetas es normal, el bazo almacena aproximadamente el 30-40% de las plaquetas antes de empezar a liberarlas a la circulación. (wikipedia.org)
  • Trombocitopenia inducida por fármacos: Es una reacción mediada por mecanismos inmunitarios que disminuye el número de plaquetas circulantes durante los primeros 7 o más días desde el comienzo del tratamiento con un nuevo fármaco, o bien durante los 2-3 primeros días tras la reanudación de un tratamiento medicamentoso. (wikipedia.org)
  • La trombocitopenia es una disminución de las plaquetas que circulan en la sangre. (hematologiamonterrey.com)
  • Los riesgos dependen de la causa de la trombocitopenia, de la cifra de plaquetas y del trimestre del embarazo. (hematologiamonterrey.com)
  • El principal riesgo cuando existe una cifra muy baja de plaquetas es un sangrado. (hematologiamonterrey.com)
  • Si, existen opciones de tratamiento para la trombocitopenia durante el embarazo, varía de acuerdo a cifra de plaquetas, trimestre del embarazo y la causa de la trombocitopenia. (hematologiamonterrey.com)
  • En el caso de la trombocitopenia inmune, las plaquetas presentes en nuestra sangre, encargadas de la correcta coagulación, se ven afectadas. (tribunamunicipal.es)
  • El recuento de plaquetas es un biomarcador simple y fácilmente disponible, que se asocia generalmente con la gravedad de una enfermedad y el riesgo de mortalidad en las unidades de cuidado intensivo. (reactlab.com.ec)
  • En un estudio publicado el 13 de marzo del 2020 realizado por investigadores italianos y estadounidenses, analizaron los resultados de 9 estudios previos relacionados con COVID-19 para determinar la relevancia del recuento de plaquetas y la trombocitopenia como un indicador de la gravedad de COVID-19. (reactlab.com.ec)
  • En los cuatro estudios que informaron la tasa de trombocitopenia, un recuento de plaquetas por debajo del límite inferior del rango de referencia definido por cada estudio se asoció con un riesgo cinco veces mayor de COVID-19 grave. (reactlab.com.ec)
  • Este estudio investiga los recuentos de plaquetas inmaduras como un marcador del riesgo de sangrado en recién nacidos con trombocitopenia, en comparación con los recuentos plaquetarios solos. (nih.gov)
  • Lusutrombopag, que ya está autorizado para su uso rutinario en Estados Unidos y Japón, es una molécula pequeña, activa por vía oral , agonista del receptor de la trombopoyetina humana que desencadena la producción de plaquetas endógenas, y que se administra en comprimidos una vez al día durante 7 días. (asscat-hepatitis.org)
  • Si su sangre tiene un bajo número de plaquetas , se llama trombocitopenia. (medlineplus.gov)
  • Otro posible problema es que las plaquetas no trabajan como deberían . (medlineplus.gov)
  • Por lo general, el recuento de plaquetas es de 140.000 a 440.000/mcL (140 to 440 × 10 9 /L). Sin embargo, éste puede variar ligeramente según la fase del ciclo menstrual, disminuir al aproximarse al término de un embarazo (trombocitopenia gestacional) y aumentar en respuesta a citocinas inflamatorias (trombocitosis secundaria o reactiva). (merckmanuals.com)
  • Trombocitemia esencial La trombocitemia esencial es una neoplasia mieloproliferativa que se caracteriza por aumento del recuento de plaquetas, hiperplasia megacariocítica y una tendencia hemorrágica o vasoespástica. (merckmanuals.com)
  • es la sobreproducción de plaquetas en respuesta a otro trastorno. (merckmanuals.com)
  • trombocitopenia (bajos niveles de plaquetas en la sangre). (drugs.com)
  • Avatrombopag es una molécula pequeña activa por vía oral que actúa como agonista del receptor de la tromopoyetina (TPO) que estimula la proliferación y diferenciación de megacariocitos de las células progenitoras de la médula ósea, dando como resultado un aumento en la producción de plaquetas. (vademecum.es)
  • El paciente consultó al Servicio de Emergencias del HSJD el 22 de noviembre del 2007 por un cuadro clínico de dolor en el flanco izquierdo, fiebre, distención abdominal y malestar general, con leucocitos de 7,900 con 13 % de bandas, creatinina 4,9 mg y trombocitopenia de 47,000 plaquetas. (scielo.sa.cr)
  • Disminución del número de glóbulos blancos (neutropenia), disminución del número de plaquetas (trombocitopenia). (20minutos.es)
  • Si la trombocitopenia inducida por heparina no se identifica y trata rápidamente, se puede producir una agregación plaquetaria intravascular con rápido desarrollo de trombosis arterial y venosa. (wikipedia.org)
  • Adicionalmente, se evaluarán los casos notificados de trombosis de senos venosos sin trombocitopenia con la vacuna Vaxzevria y los de tromboembolismo venoso sin trombocitopenia tras la administración de la vacuna de Janssen. (secardiologia.es)
  • También se actualiza la información para las vacunas de vector viral (Vaxzevria, COVID-19 Vaccine Janssen) en relación con el síndrome de Guillain-Barré, síndrome de fuga capilar y síndrome de trombosis con trombocitopenia. (secardiologia.es)
  • En casos selectos existe riesgo de que el bebé presente trombocitopenia al nacer o en su primera semana de vida. (hematologiamonterrey.com)
  • En el brote del síndrome respiratorio agudo severo (SARS), se informó que la trombocitopenia ocurría en hasta el 55% de los pacientes y se identificó como un factor de riesgo significativo para la mortalidad. (reactlab.com.ec)
  • La hepatotoxicidad es un riesgo conocido que suele manifestarse con elevación asintomática de las transaminasas, pudiendo progresar a daño hepático o insuficiencia hepática aguda. (gob.es)
  • Si bien el virus de Zika causó epidemia en 2015-2016 en Brasil, Colombia y otros países, toxoplasmosis es un diagnóstico diferencial aún prevalente en estos países, con secuelas graves, discapacidad neurológica y riesgo de daño ocular, incluso tardío. (scielo.org.pe)
  • Este es un estudio de fase 2, abierto, multicéntrico, con múltiples inyecciones subcutáneas, sobre la seguridad y la eficacia de PF-06835375 en participantes adultos con trombocitopenia inmune (TPI) primaria. (pfizerclinicaltrials.com)
  • Tratamiento de la trombocitopenia inmunitaria (TPI) primaria crónica en pacientes adultos que no responden a otros tratamientos (p. ej. (vademecum.es)
  • Por esto la formación diseminada de trombos en las arteriolas y capilares de la microcirculación puede inducir una trombocitopenia potencialmente mortal con anemia hemolítica, insuficiencia renal y alteraciones neurológicas. (wikipedia.org)
  • Las consecuencias hematológicas secundarias incluyen anemia grave y trombocitopenia, además de una hepatoesplenomegalia progresiva característica. (iqb.es)
  • El SUH se caracteriza por insuficiencia renal aguda, anemia hemolítica y trombocitopenia. (siicsalud.com)
  • Hematológico: puede incluir depresión de la médula ósea, anemia aplásica, pancitopenia, neutropenia o trombocitopenia. (medscape.com)
  • En caso de detectar trombocitopenia durante el embarazo, es importante investigar la causa de la trombocitopenia e iniciar tratamiento en caso de ser necesario, esto con el fin de evitar complicaciones durante el embarazo, el parto y para el bebé. (hematologiamonterrey.com)
  • Si el problema es leve, es posible que no necesite tratamiento. (medlineplus.gov)
  • Es posible que no necesite tratamiento si no hay signos o síntomas. (medlineplus.gov)
  • El tratamiento de la fiebre Q crónica es más complejo y depende de los síntomas que se presentan. (rarediseases.org)
  • Tratamiento de la trombocitopenia grave en pacientes adultos con enfermedades hepáticas crónicas que tengan programada una intervención invasiva. (vademecum.es)
  • La terapia de reemplazo enzimático es el estándar de tratamiento para la mayoría de los pacientes que requieren tratamiento para esta enfermedad. (iqb.es)
  • El objetivo del tratamiento con miglustat es reducir la tasa de la biosíntesis de glicoesfingolípidos de manera que la cantidad de sustrato de los mismos se reduzcae a un nivel que permita la actividad residual de la enzima glucocerebrosidasa deficiente para ser más eficaz (terapia de reducción de sustrato). (iqb.es)
  • La semi-vida efectiva del miglustat es aproximadamente de 6 a 7 horas, lo que predice que el estado de equilibrio se alcanzará de 1,5 a 2 días después del inicio de un tratamiento de tres veces al día. (iqb.es)
  • El cáncer de células renales es uno de los pocos tumores de los que hay casos bien documentados de regresión tumoral espontánea sin tratamiento, pero esta regresión es poco frecuente y quizás no conduzca a una supervivencia a largo plazo. (cancer.gov)
  • La resección quirúrgica es el componente principal del tratamiento de esta enfermedad. (cancer.gov)
  • Por tener una mortalidad muy alta, su tratamiento es controversial. (scielo.sa.cr)
  • El regorafenib es un tipo de tratamiento dirigido llamado inhibidor de la tirosina cinasa. (oncolink.org)
  • La fatiga es muy frecuente durante el tratamiento del cáncer y es una sensación abrumadora de agotamiento que generalmente no se alivia con el reposo. (oncolink.org)
  • Cuál es el tratamiento recomendado? (tuotromedico.com)
  • Actualmente es el único tratamiento completamente curativo, y se usa especialmente en los casos que desarrollan leucemia . (tuotromedico.com)
  • No aumente su dosis ni alargue el tratamiento si no es necesario. (psicologia-online.com)
  • El síndrome urémico hemolítico (SUH) es la principal causa de insuficiencia renal aguda en pediatría y el diagnóstico primario del 4.5% de los niños en tratamiento por trasplante renal crónico. (siicsalud.com)
  • Tocilizumab puede ser administrado como monoterapia (en caso de intolerancia a metotrexato o cuando el tratamiento con metotrexato no es adecuado) o en combinación con metotrexato ( A ). (aeped.es)
  • Pulmonar: si bien se cree que hasta 25% de los pacientes que toman metotrexato pudiera desarrollarla, actualmente se ha visto que este porcentaje es mucho más bajo, y de hecho en ocasiones se utiliza como tratamiento para la actividad pulmonar de ciertas enfermedades reumatológicas. (medscape.com)
  • La trombocitopenia inmune es uno de los más de 80 tipos de estas enfermedades. (tribunamunicipal.es)
  • Actualmente, el diagnóstico se realiza excluyendo otras enfermedades que también pueden causar trombocitopenia. (tribunamunicipal.es)
  • Busque estudios para enfermedades y afecciones y vea si usted o un ser querido es elegible para participar. (nih.gov)
  • El manejo clínico de las personas cuyo cuadro se agrave con cualquiera de estas dos enfermedades es bastante diferente, y a menudo requiere atención hospitalaria. (cdc.gov)
  • Es más probable que ambas infecciones causen complicaciones en los adultos con afecciones crónicas subyacentes, como la diabetes y las enfermedades cardíacas. (cdc.gov)
  • La hematología es la especialidad médica que trata los problemas y las enfermedades relacionadas con la sangre. (rchsd.org)
  • Un hematólogo es un médico que está especializado en tratar las enfermedades de la sangre y los trastornos hemorrágicos. (rchsd.org)
  • Petersen es Funcionaria Médica de la División de Salud Reproductiva de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). (cdc.gov)
  • Fleming-Dutra es pediatra y médico de medicina de emergencia pediátrica y se ha centrado en la epidemiología de las enfermedades infecciosas durante su carrera en los CDC. (cdc.gov)
  • El diagnóstico temprano es fundamental porque pueden ocurrir enfermedades graves e incluso la muerte en aproximadamente el 25% de los casos. (preeclampsia.org)
  • La IL-6 es una citocina producida por diversos tipos celulares, como células T y B, monocitos y fibroblastos, que participa en numerosos procesos fisiológicos relacionados con la activación del sistema inmunológico y está implicada en la patogenia de enfermedades inflamatorias, osteoporosis y neoplasias. (aeped.es)
  • Estos eventos en algunas ocasiones pueden llegar a ser fatales, por lo que es muy importante el seguimiento estricto a nivel de parámetros hematológicos, al menos 3 meses antes para descartar enfermedades hematológicas preexistentes y luego cada 4 a 12 semanas con seguimientos con biometrías hemáticas. (medscape.com)
  • Durante la pandemia de COVID-19, los proveedores de atención médica que trabajen en áreas donde el dengue es endémico o que estén tratando a pacientes que hayan viajado recientemente a esas áreas, deben considerar tanto el dengue como el COVID-19 en el diagnóstico diferencial de casos de enfermedad febril aguda. (cdc.gov)
  • No obstante, otra forma de la dolencia, la denominada linfoblástica aguda, que es la más común, casi siempre se da en niños y adolescentes y constituye el cáner más frecuente en la infanicia. (remediospopulares.com)
  • Cuando la sepsis es grave, uno o más de uno. (merckmanuals.com)
  • Infección transmitida por garrapatas causada por un virus del género Phlebovirus denominado bunyavirus del SÍNDROME DE FIEBRE GRAVE CON TROMBOCITOPENIA. (bvsalud.org)
  • También es una de las principales causas de muerte materna en América Latina. (preeclampsia.org)
  • "Esta opinión positiva del CHMP constituye un hito importante para los pacientes europeos con enfermedad hepática crónica, ya que lusutrombopag constituye una opción terapéutica eficaz y bien tolerada para la trombocitopenia severa, que facilita el manejo de los procedimientos invasivos, estando un paso más cerca de estos pacientes" , afirma John Keller , CEO de Shionogi. (asscat-hepatitis.org)
  • El GEG-Local consideró que es muy importante tener una herramienta disponible para la detección prehospitalaria de pacientes con ACVi de vaso grande, en especial para las áreas donde se dispone de ambas opciones de referencia: centro especializado para el manejo de ACVi con trombectomía mecánica y h. (bvsalud.org)
  • La Agencia Europea del Medicamento recomienda la autorización de esta molécula pequeña para trombocitopenia severa en pacientes adultos con enfermedad hepática crónica que necesitan someterse a un procedimiento invasivo. (asscat-hepatitis.org)
  • La trombocitopenia severa es menos frecuente y la presentan el 11% de los pacientes. (asscat-hepatitis.org)
  • La solicitud de autorización de comercialización de lusutrombopag se basó en los resultados de dos ensayos clínicos pivotales y aleatorizados de fase III , en los que pacientes con enfermedad hepática crónica y trombocitopenia severa que tenían programado un procedimiento invasivo, recibieron lusutrombopag o placebo una vez al día durante siete días. (asscat-hepatitis.org)
  • El síndrome de Kostmann es un tipo de neutropenia severa de tipo congénita (se produce desde el nacimiento). (tuotromedico.com)
  • El síndrome de Kostmann o neutropenia congénita severa es una enfermedad hereditaria, es decir, se transmite de padres a hijos por lo que suele afectar a más de un miembro de la familia. (tuotromedico.com)
  • Qué hacer si se detecta trombocitopenia durante el embarazo? (hematologiamonterrey.com)
  • El síndrome HELLP ( h emólisis , e nzimas hepáticas e l evadas y bajo recuento de p laquetas ) es una complicación del embarazo que amenaza la vida, por lo general considerado como una variante de la preeclampsia. (preeclampsia.org)
  • Enfermedad de Von Willebrand La enfermedad de Von Willebrand (EvW) es una deficiencia cuantitativa hereditaria o una anomalía funcional del factor de von Willebrand (FvW), que causa disfunción plaquetaria. (merckmanuals.com)
  • Es posible que la trombocitopenia leve no presente síntomas. (wikipedia.org)
  • La trombocitopenia está presente en hasta el 78% de estos pacientes . (asscat-hepatitis.org)
  • Enantyum, uno de los medicamentos de prescripción más usados en España, es la marca bajo la que el fabricante Menarini desarrolló y comercializa el principio activo dexketoprofeno (que también está presente en muchos genéricos). (20minutos.es)
  • Según la doctora Cristina Pascual, presidenta del Grupo Español de Trombocitopenia Inmune (GEPTI), esto se debe a la destrucción acelerada por anticuerpos producidos por el sistema inmune y a una disminución de su producción en la médula ósea. (tribunamunicipal.es)
  • Cuál es la causa que lo provoca? (tuotromedico.com)
  • Es cuando hay dolor y perdida de movimiento como causa de inflamación de la cápsula de la articulación. (sanar.org)
  • Cuál es la causa de un recuento bajo de glóbulos blancos (leucocitos)? (merckmanuals.com)
  • La vacuna contra el COVID-19, AstraZeneca, podría dar lugar al desarrollo de anticuerpos contra el factor 4 plaquetario, y desencadenar manifestaciones de trombocitopenia asociados a episodios trombóticos de localización inusual. (bvsalud.org)
  • Qué es un recuento bajo de glóbulos blancos (leucocitos)? (merckmanuals.com)
  • Un recuento bajo de glóbulos blancos (leucocitos) es un número inusualmente bajo de uno o más tipos de glóbulos blancos. (merckmanuals.com)
  • La palabra neutropenia significa que el nivel de neutrófilos en sangre es demasiado bajo. (tuotromedico.com)
  • Diagnosticar la trombocitopenia inmune sigue siendo un desafío debido a la falta de pruebas específicas para detectarla. (tribunamunicipal.es)
  • Nuestro objetivo es ofrecer a los profesionales de la salud una actualización constante sobre la información científica basada en la evidencia necesaria en su actividad profesional. (dicaf.es)
  • La compañía informa de que la enfermedad hepática crónica es un problema importante de salud pública que afecta aproximadamente a 29 millones de personas en Europa. (asscat-hepatitis.org)
  • Ya que este medicamento es administrado por un profesional de la salud en un ambiente médico, es poco probable que ocurra una sobredosis. (drugs.com)
  • Si usted es un paciente, haga sus preguntas a su proveedor de servicios de salud. (cdc.gov)
  • Es posible que su hijo lleve un manguito alrededor de la parte superior del brazo que le irá midiendo la tensión arterial y un pequeño clip en la punta de un dedo que le medirá la concentración de oxígeno en sangre. (rchsd.org)
  • Es importante asegurarse de que está tomando la cantidad correcta de medicamento cada vez. (oncolink.org)
  • Incluso hay un tipo de leucemia, la llamada linfocítica crónica, que casi nunca la sufren los niños y que es muy rara antes de los 40 años. (remediospopulares.com)
  • La dosis recomendada habitualmente de dexketoprofeno es de 12,5 mg cada 4 a 6 horas, sin llegar a superar un máximo diario de de 75mg . (20minutos.es)
  • Por esta razón, con el fin de identificar dicha fuente, es necesario realizar una cuidadosa historia de exposición, una revisión física, trabajo de laboratorio, y pruebas ambientales. (cdc.gov)
  • Dado que la dosis mínima es de 20 mg, la jeringa no es apta para pacientes pediátricos con un peso corporal inferior a 10 kg. (vademecum.es)
  • Utiliza esta herramienta para investigar porque tu tasa de partos es inferior a la ideal. (3tres3.com)
  • Los síntomas de la trombocitopenia inmune afectan física y emocionalmente a las personas que la padecen, provocando fatiga, dificultad para llevar a cabo actividades cotidianas, reducción del ejercicio físico, depresión y ansiedad. (tribunamunicipal.es)
  • La trombocitopenia inmune se considera una enfermedad rara, afectando a entre 2 y 4 personas por cada 100,000 habitantes al año. (tribunamunicipal.es)
  • La vía principal de excreción de miglustat es renal. (iqb.es)

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