Cavidades intracraneales o espinales que contienen un líquido semejante al cefalorraquídeo, cuyas paredes están constituidas por células aracnoideas. Están frecuentemente relacionadas con el desarrollo o con un trauma. Los quistes aracnoideos intracraneales ocurren usualmente adyacentes a la cisterna aracnoidea y pueden presentarse con HIDROCEFALIA; CEFALEA; CONVULSIONES; y signos neurológicos focales. (Traducción libre del original: Joynt, Clinical Neurology, 1994, Ch44, pp105-115)
Delicada membrana que rodea al encéfalo y médula espinal. Está situada entre la PIAMADRE y la DURAMADRE. Está separada de la piamadre por el espacio subaracnoideo, ocupado por el LÍQUIDO CEFALORRAQUÍDEO.
Cualquier cavidad o saco cerrado lleno de líquido, revestido por EPITELIO. Pueden ser normales o anormales, con tejidos no tumorales o tumorales.
Cavidades longitudinales de la médula espinal, más a menudo en la región cervical, las que pueden extenderse a múltiples niveles espinales. Las cavidades están recubiertas por tejido gliogenoso denso y pueden asociarse a NEOPLASIAS DE LA MÉDULA ESPINAL; lesiones traumáticas de la médula espinal; y malformaciones vasculares. La siringomielia se caracteriza clínicamente por dolor y PARESTESIA, atrofia muscular de las manos, y analgesia con termoanestesia de las manos y brazos, pero con preservación de la sensación táctil (disociación sensorial). También puede desarrollarse espasticidad de las extremidades inferiores e incontinencia.
Cavidad potencial que separa la ARACNOIDES de la DURAMADRE.
Inflamación aguda o crónica de la membrana aracnoide de la meninges que con frecuencia afecta a la médula espinal o a la base del cerebro. Este término se refiere generalmente a un proceso inflamatorio persistente caracterizado por engrosamiento de la membrana ARACNOIDE y adherencias durales. Entre los estados asociados se incluyen: cirugía previa, infecciones, trauma, HEMORRAGIA SUBARACNOIDES, e irritación química. Las características clínicas varían con el sitio de la inflamación, pero incluyen neuropatías craneales, radiculopatías y mielopatías. (Traducción libre del original: Joynt, Clinical Neurology, 1997, Ch48, p25)
Quistes congénitos o adquiridos del cerebro, médula espinal o meninges que pueden permanecer estables en su tamaño o sufrir un crecimiento progresivo.
El espacio entre la membrana aracnoides y PIAMADRE, llenos de LÍQUIDO CEFALORRAQUÍDEO. Contiene grandes vasos sanguíneos que irrigan el CEREBRO y la MÉDULA ESPINAL.
Compartimento que contiene los extremos anteriores y la mitad de la superficie inferior de los lóbulos temporales(LÓBULO TEMPORAL)de los hemisferios cerebrales. Situado en la parte posterior e inferior de la FOSA CRANEAL ANTERIOR, está formada por parte del HUESO TEMPORAL y el HUESO ESFENOIDES. Esta separada de la FOSA CRANEAL POSTERIOR por crestas formadas por los bordes superiores de las partes petrosas de los huesos temporales.
Acumulación de sangre en el ESPACIO SUBDURAL entre la DURAMADRE y la capa aracnoidea de las MENINGES. Esta afección se produce principalmente sobre la superficie de un HEMISFERIOR CEREBRAL, pero puede desarrollarse en el conducto raquídeo (HEMATOMA SUBDURAL RAQUÍDEO). Puede clasificarse el hematoma subdural de forma aguda y de forma crónica, con un comienzo de síntomas inmediato o tardío, respectivamente. Los síntomas pueden incluir pérdida de conciencia, CEFALEA intensa y deterioro del estado mental.
Compartimiento infratentorial que contiene al CEREBELO y el TRONCO ENCEFÁLICO. Está formado por el tercio posterior de la superficie superior del cuerpo del hueso esfenoides (HUESO ESFENOIDES), el occipital, las porciones petrosa y mastoide del HUESO TEMPORAL y el ángulo posteroinferior del HUESO PARIETAL.
El gran agujero en la base del cráneo a través del cual pasa la MÉDULA ESPINAL.
Cualquier operación sobre el cráneo; incisión de cráneo. (Dorland, 28a ed)
Salida y acumulación de LÍQUIDO CEFALORRAQUÍDEO en el espacio subdural que puede asociarse con un proceso infeccioso; TRAUMAS CRANEOCEBRALES; HIPOTENSIÓN INTRACRANEAL; y otras afecciones.
Material líquido que se encuentra en cavidades o sacos recubiertos por epitelios.
La más externa de las tres MENINGES, una membrana fibrosa de tejido conjuntivo que rodea al encéfalo y a la médula espinal.
Cirugía que se realiza en el sistema nervioso o sus partes.
La región corporal entre (y flanqueando), el SACRO y el CÓCCIX.
Afecciones agudas y crónicas que se caracterizan por compresión mecánica externa de la MÉDULA ESPINAL producidas por neoplasias extramedulares; ABCESOS EPIDURALES; FRACTURAS DE LA COLUMNA VERTEBRAL; deformaciones óseas de los cuerpos cerebrales; y otras afecciones. Las manifestaciones clínicas varían con el sitio anatómico de la lesión y pueden incluir dolor localizado, debilidad, pérdida sensorial, incontinencia e impotencia.
Protusión de tejido, estructura o parte de un órgano a través de los huesos, tejido muscular o membrana que lo contiene normalmente. La hernia puede implicar a tejidos como la PARED ABDOMINAL o el DIAFRAGMA respiratorio. Las hernias pueden ser internas, externas, congénitas o adquiridas.
Método no invasivo para demostrar la anatomía interna basado en el principio de que los núcleos atómicos bajo un campo magnético fuerte absorben pulsos de energía de radiofrecuencia y la emiten como radioondas que pueden reconstruirse en imágenes computarizadas. El concepto incluye las técnicas tomografía del spin del protón.
Procedimientos que usan NEUROENDOSCOPIOS para el diagnóstico de enfermedad y tratamiento. La neuroendoscopía, generalmente un sistema de integración del neuroendoscopio con NEURONAVEGACÍON asistida por computador, provee orientación en PROCEDIMIENTOS NEUROQUIRURGICOS.
Radiografía del sistema ventricular del cerebro luego de la inyección de aire o de otro medio de contraste directamente en los ventrículos cerebrales. Se utiliza también para tomografía computarizada por rayos x de los ventrículos cerebrales.
Intervención quirúrgica para reducir la presión de un compartimiento corporal. (Dorland, 28a ed)
Término general para los QUISTES y las enfermedades quísticas del OVARIO.
Procedimiento quirúrgico destinado a extirpar toda una lámina vertegral seleccionada (laminectomía) o parte de ella (laminotomía) para reducir la presión de la MÉDULA ESPINAL, de las RAÍCES NERVIOSAS ESPINALES o de ambas. La lámina vertebral es la fina pared posterior aplanada del arco vertebral que forma el agujero vertebral a través del cual pasan la médula espinal y las raíces nerviosas.
Un agente que contiene yodo-inerte que es opaco a los RAYOS X. Se utiliza principalmente para la visualización del CEREBRO y la MEDULA ESPINAL.
Afecciones que se caracterizan por daños o disfunción de la MÉDULA ESPINAL, entre los que se incluyen trastornos en los que participan las meninges y los espacios perimeníngeos que rodean a la médula espinal. Las lesiones traumáticas, enfermedades vasculares, infecciosas y procesos inflamatorios/autoinmunes pueden afectar a la médula espinal.
Sintoma de DOLOR en la región craneal. Puede ser un síntoma aislado y benigno o una manifestación de una gran variedad de TRASTORNOS DE CEFALALGIA.
Tubos que se insertan para crear una comunicación entre el ventrículo cerebral y la vena yugular interna. Su emplazamiento permite el drenaje del líquido cerebroespinal par aliviar la hidrocefalia u otras condiciones que provoquen acumulación de líquido en los ventrículos.
Enfermedades neoplásicas, inflamatorias, infecciosas, y de otro tipo del hipotálamo. Las manifestaciones clínicas incluyen trastornos del apetito; ENFERMEDADES DEL SISTEMA NERVIOSO AUTONOMO; TRASTORNOS DEL SUEÑO; síntomas de trastornos de la conducta relacionados con disfunción del SISTEMA LIMBICO; y trastornos neuroendócrinos.
Estructura intradérmica o subcutánea en forma de saco, cuya pared está formada por epitelio estratificado que contiene gránulos queratohialinos.
Una de las tres aberturas principales en el ESPACIO SUBARACNOIDEO. También se conocen como cisterna cerebelomedular, y colectivamente como cisternas.
Porción densa, a modo de roca del hueso temporal que contiene el OÍDO INTERNO. El hueso petroso está localizado en la base del cráneo. Combinado con la APÓFISIS MASTOIDES se denomina porción petromastoidea del hueso temporal.
Compulsión por hacer fuego.
Prominencia ósea situada en la superficie superior del hueso esfenoides. Alberga a la GLÁNDULA PITUITARIA.
Acumulación excesiva de líquido cefalorraquídeo dentro del cráneo el cual puede asociarse a dilatación de los ventrículos cerebrales, HIPERTENSIÓN INTRACRANEAL; CEFALEA; letargia; INCONTINENCIA URINARIA; y ATAXIA.
Eliminación de un disco circular del cráneo.
Acumulación de sangre en el ESPACIO SUBDURAL con comienzo tardío de los síntomas neurológicos. Los síntomas pueden incluir pérdida de conciencia, CEFALEA intensa y deterioro del estado mental.
Enfermedades que afectan la estructura del cerebelo. Entre las manifestaciones cardinales de la disfunción cerebral se encuentran dismetría, ATAXIA DE LA MARCHA e HIPOTONÍA MUSCULAR.
Tomografía que utiliza transmisión de rayos x y un algoritmo de computador para reconstruir la imagen.
El procedimiento de derivación más común, creado quirúrgicamente, para aliviar la hidrocefalia; consiste en la creación de un conducto entre un ventrículo cerebral y el peritoneo mediante un tubo de plástico. (Dorland, 28a ed)
Trastornos de uno o más de los doce nervios craneales. Con la excepción de los nervios óptico y olfatorio, este incluye trastornos de los núcleos del tronco cerebral de donde se originan o terminan estos nervios craneales.
Traumatismos que se producen por cambios de presión; incluyen lesiones de la trompa de eustaquio, cavidad auditiva, pulmones y estómago.
Protrusión congénita o adquirida de las meninges, que no se acompaña de tejido neural, a través de un defecto óseo en el cráneo o la columna vertebral.

Los quistes aracnoides son sacos llenos de líquido que se forman entre las membranas que recubren el cerebro y la médula espinal, conocidas como meninges. Más específicamente, los quistes aracnoides se desarrollan en la capa interna de las meninges, llamada aracnoides.

Estos quistes están llenos del líquido cefalorraquídeo (LCR), que normalmente rodea y protege el cerebro y la médula espinal. Los quistes aracnoides pueden variar en tamaño, desde pequeños a muy grandes, y suelen ser asintomáticos, especialmente si son pequeños.

Sin embargo, cuando los quistes crecen y ejercen presión sobre el cerebro o la médula espinal, pueden causar diversos síntomas, como dolores de cabeza, problemas visuales, alteraciones del equilibrio, debilidad en las extremidades, rigidez en el cuello, zumbidos en los oídos y, en casos más graves, convulsiones e incluso daño neurológico.

Los quistes aracnoides pueden ser congénitos (presentes desde el nacimiento) o adquiridos (desarrollados más tarde en la vida). El tratamiento puede incluir observación y control periódicos, o intervención quirúrgica para drenar o eliminar el quiste, dependiendo de su tamaño, localización y los síntomas asociados.

La arachnoide es una membrana del sistema nervioso central que forma parte de los meninges, las membranas protectoras que recubren el cerebro y la médula espinal. Más específicamente, la arachnoide es la membrana intermedia entre la duramadre (la membrana más externa) y la piamadre (la membrana más interna que está en contacto directo con el tejido cerebral).

La aracnoides tiene una consistencia similar a la de un filtro de papel, es muy delgada y frágil. Está llena de espacio y contiene líquido cefalorraquídeo (LCR), que proporciona protección y amortiguación a los tejidos cerebrales y medulares. La aracnoides está adherida a la duramadre, pero se separa de la piamadre por el espacio subaracnoideo, donde circula el LCR.

La aracnoiditis es una enfermedad que involucra la inflamación y la irritación de la membrana aracnoidea, lo que puede causar dolor, rigidez, debilidad muscular e incluso problemas neurológicos graves. La aracnoiditis puede ser causada por diversos factores, como infecciones, traumatismos, cirugías o la exposición a sustancias químicas tóxicas.

Un quiste es un saco pequeño lleno de líquido, aire u otra sustancia. Se forma alrededor de una estructura normal de tejidos u órganos del cuerpo. Los quistes pueden ocurrir en casi cualquier parte del cuerpo. Pueden crecer en la piel, los órganos internos como el hígado, riñones y ovarios, así como también en tejidos conjuntivos.

La mayoría de los quistes son benignos (no cancerosos), pero algunos pueden ser malignos (cancerosos). Su tamaño puede variar desde ser tan pequeños que no se puedan sentir, hasta ser lo suficientemente grandes como para desplazar los órganos cercanos.

Los quistes suelen desarrollarse sin causar ningún síntoma y a menudo se descubren durante exámenes médicos de rutina o por casualidad. Sin embargo, si un quiste se rompe, infecta o causa inflamación, entonces podría producir dolor o molestias. El tratamiento depende del tamaño, ubicación y tipo del quiste. Algunos quistes desaparecen sin tratamiento, mientras que otros pueden necesitar ser drenados o incluso extirpados quirúrgicamente.

La siringomielia es una afección médica que involucra la formación de un quiste lleno de líquido en la médula espinal. Este quiste, llamado siringe, puede expandirse y comprimir gradualmente la médula espinal, resultando en diversos síntomas neurológicos dependiendo de dónde se encuentre el quiste y qué partes de la médula espinal estén afectadas.

Los síntomas comunes de la siringomielia incluyen dolor de espalda, rigidez y debilidad en los músculos, pérdida de sensibilidad o entumecimiento en las extremidades (manos y piernas), problemas de equilibrio y coordinación, y en casos graves, parálisis. La afección puede ser congénita (presente desde el nacimiento) o adquirida más tarde en la vida como resultado de una lesión en la columna vertebral, un tumor espinal o otras condiciones médicas que afecten el flujo del líquido cefalorraquídeo (LCR). El tratamiento puede incluir terapia conservadora, cirugía para drenar el quiste o estabilizar la columna vertebral, y fisioterapia para ayudar a gestionar los síntomas.

El espacio subdural es un espacio potencialmente existente entre la duramadre, la membrana exterior más dura que rodea el cerebro y la médula espinal, y la aracnoides, la membrana intermedia. Normalmente, este espacio es muy pequeño y contiene solo una pequeña cantidad de líquido. Sin embargo, cuando se produce un trauma craneal o ciertas condiciones médicas, como hemorragias o infecciones, el espacio subdural puede llenarse con sangre (hematoma subdural), pus (absceso subdural) o líquido cerebroespinal (hidrocefalia subdural), lo que puede comprimir el cerebro y causar diversos síntomas neurológicos, como dolores de cabeza, convulsiones, déficits cognitivos o incluso coma e incluso la muerte en casos graves. La cirugía puede ser necesaria para aliviar la presión y tratar la afección subyacente.

La aracnoiditis es una afección en la cual la membrana que recubre y protege el cerebro y la médula espinal (la aracnoide) se inflama. Esta inflamación puede causar dolor, sensaciones anormales como hormigueo o entumecimiento, y rigidez en el cuello o la espalda. En casos graves, puede provocar parálisis o pérdida de control de los intestinos y la vejiga.

La aracnoiditis puede ser causada por una variedad de factores, incluyendo infecciones, lesiones, cirugías espinales previas, o la exposición a sustancias químicas. En algunos casos, la causa es desconocida. No existe cura para la aracnoiditis, pero el tratamiento puede ayudar a aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida. El tratamiento puede incluir medicamentos para controlar el dolor y la inflamación, fisioterapia, y en algunos casos, cirugía.

Los quistes del Sistema Nervioso Central (SNC) son sacos llenos de líquido que se forman en el tejido cerebral o dentro de la médula espinal. Estos quistes pueden ser congénitos, es decir, presentes desde el nacimiento, o adquiridos más tarde en la vida como resultado de una lesión, infección o enfermedad.

Los quistes del SNC se clasifican en dos categorías principales: quistes extraproductivos y quistes intraparenquimatosos. Los quistes extraproductivos están rodeados por una membrana y no contienen tejido nervioso, mientras que los quistes intraparenquimatosos se encuentran dentro del tejido cerebral y contienen tejido nervioso.

Los quistes del SNC pueden causar diversos síntomas dependiendo de su tamaño, ubicación y contenido. Algunos quistes no causan síntomas y pueden pasar desapercibidos durante toda la vida. Sin embargo, otros quistes pueden comprimir el tejido cerebral o la médula espinal, lo que puede provocar dolores de cabeza, convulsiones, debilidad muscular, problemas del habla y del equilibrio, y otros trastornos neurológicos.

El tratamiento de los quistes del SNC depende de su tamaño, ubicación y síntomas. En algunos casos, el médico puede optar por monitorear el quiste con imágenes periódicas en lugar de realizar un tratamiento agresivo. Sin embargo, si el quiste causa síntomas graves o está creciendo, el médico puede recomendar la cirugía para drenar o eliminar el quiste. En algunos casos, se pueden utilizar técnicas de radiología intervencionista, como la esterotaxia y la radioterapia estereotáctica, para tratar los quistes del SNC.

El espacio subaracnoides es un espacio anatómico dentro del sistema nervioso central. Se encuentra entre las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal, llamadas meninges. Más específicamente, se localiza entre la piamadre (la meninge más interna que está en contacto directo con la superficie del cerebro y la médula espinal) y la aracnoides (una membrana delgada y aterciopelada).

Este espacio contiene líquido cefalorraquídeo (LCR), un fluido claro y transparente que actúa como amortiguador protegiendo al cerebro y la médula espinal de posibles traumatismos. Además, el LCR también desempeña funciones importantes en el intercambio metabólico entre el sistema nervioso central y el torrente sanguíneo, así como en la eliminación de desechos metabólicos.

Es importante mencionar que ciertas condiciones clínicas pueden afectar al espacio subaracnoides, como las hemorragias subaracnoideas (sangrado en este espacio) o la meningitis (infección de las meninges), las cuales requieren atención médica inmediata.

La fosa craneal media es una depresión poco profunda en el cráneo situada entre la fosa craneal anterior y la fosa craneal posterior. Se encuentra en la parte central y posterior del cráneo y alberga varias estructuras importantes, como los lóbulos temporales del cerebro, el lóbulo occipital, el tallo cerebral, el hipotálamo, el tálamo y la glándula pituitaria. La fosa craneal media está limitada por varios huesos, incluyendo los huesos temporal, esfenoides y parietales. Es de vital importancia en el campo de la neurología y la neurocirugía debido a las estructuras críticas que contiene y su proximidad a ellas.

Un hematoma subdural es una acumulación de sangre entre la duramadre, que es la membrana externa más interna del cráneo, y la superficie del cerebro. Este espacio se denomina espacio subdural. Los hematomas subdurales suelen ser el resultado de lesiones en la cabeza que causan roturas en los vasos sanguíneos. La sangre se acumula lentamente y puede comprimir el cerebro, lo que provoca diversos síntomas neurológicos, como dolor de cabeza, confusión, convulsiones o incluso coma e incluso la muerte en casos graves. El tratamiento puede incluir cirugía para aliviar la presión sobre el cerebro y detener la hemorragia.

La fosa craneal posterior, también conocida como la fosa cerebral posterior o fosa cranial occipital, es una depresión profunda y curva en la base del cráneo. Es la fosa craneal más baja de las tres fosas (las otras son la fosa craneal anterior y la fosa craneal media) y se encuentra en la parte posterior del cerebro.

La fosa craneal posterior alberga principalmente el cerebelo, el tronco del encéfalo y la mayor parte del bulbo raquídeo. También contiene importantes estructuras vasculares como la vena jugular interna, la arteria vertebral y la arteria basilar. La fosa craneal posterior se define anatómicamente por los huesos que la forman, que incluyen el occipital, el temporal y el parietal.

El foramen magnum es un gran orificio situado en la base del cráneo, a través del cual el encéfalo se conecta con la columna vertebral. Más específicamente, el bulbo raquídeo, la parte inferior del tronco encefálico, pasa a través de este orificio para convertirse en la médula espinal. El foramen magnum también contiene y permite el paso de vasos sanguíneos importantes, como la arteria vertebral y la vena emisaria occipital. Es el punto más bajo del cráneo y desempeña un papel vital en la protección del encéfalo y el mantenimiento de la estabilidad estructural de la cabeza y el cuello. Las afecciones médicas que involucran al foramen magnum pueden incluir anomalías congénitas, tumores o lesiones que resultan en diversos síntomas neurológicos.

Craneotomía es un procedimiento quirúrgico en el cual se realiza un abertura o hueco en el cráneo para acceder al cerebro. Este procedimiento se lleva a cabo por diversas razones, como por ejemplo: aliviar la presión intracraneal, extraer tumores cerebrales, reparar vasos sanguíneos rotos o lesionados en el cerebro, o colocar dispositivos para monitorear o estimular el cerebro.

La cirugía comienza con una incisión en el cuero cabelludo y la separación de los tejidos blandos del cráneo. Después, se realiza un agujero en el hueso craneal utilizando herramientas especiales, como taladros o sierras. El hueso se retira y se coloca a un lado, formando una "tapa" que puede volver a colocarse después de la cirugía.

La craneotomía requiere una planificación cuidadosa y precisión quirúrgica para minimizar el riesgo de complicaciones, como infección, sangrado o daño al cerebro. Después de la cirugía, es posible que se necesiten medicamentos para controlar el dolor y prevenir la infección. La recuperación puede variar dependiendo del tipo y la extensión de la cirugía, pero generalmente requiere un tiempo de reposo en cama y limitar las actividades durante varias semanas o meses.

La efusión subdural es un término médico que se refiere a la acumulación anormal de líquido en el espacio subdural, que es el pequeño espacio entre la duramadre (la membrana externa que recubre el cerebro) y la dura mater interna (una capa delgada y flexible entre la duramadre y el cerebro). Este líquido puede ser sangre (hematoma subdural), pus (absceso subdural) o líquido cefalorraquídeo (hidrocefalia o hipertensión intracraneal).

La efusión subdural puede ocurrir como resultado de una lesión traumática en la cabeza, infección, tumores cerebrales, complicaciones durante la cirugía craneal o trastornos hemorrágicos. Los síntomas pueden variar dependiendo de la causa y la cantidad de líquido acumulado, pero generalmente incluyen dolor de cabeza, mareos, náuseas, vómitos, convulsiones, debilidad o entumecimiento en los brazos o las piernas, cambios en el estado mental o nivel de conciencia, y trastornos del habla o visión. El diagnóstico se realiza mediante estudios de imagenología, como la tomografía computarizada (TC) o la resonancia magnética nuclear (RMN). El tratamiento depende de la causa subyacente y puede incluir cirugía, medicamentos o reposo en cama.

El líquido quístico es un tipo de fluido generalmente descrito como ser amarillento, claro o ligeramente turbio, que se acumula en una estructura cerrada denominada quiste. Este líquido puede contener diversas sustancias, dependiendo del origen y el tipo de quiste. Puede contener células, proteínas y/o lípidos en diferentes proporciones. En algunos casos, el líquido quístico puede ser estéril, mientras que en otros puede estar infectado o contaminado con microorganismos.

Es importante mencionar que el líquido quístico no siempre es patológico, ya que a veces se forma de manera fisiológica en ciertas partes del cuerpo humano, como por ejemplo, en los quistes sébáceos o en los quistes de Baker (poplíteos). Sin embargo, en otras ocasiones, la presencia de líquido quístico puede estar asociada a procesos patológicos, como quistes pancreáticos, quistes renales, quistes ováricos, entre otros. El análisis del líquido quístico puede proporcionar información valiosa sobre el origen y la naturaleza del quiste, lo que puede ayudar a guiar el manejo clínico y el tratamiento adecuado.

La duramadre, también conocida como dura mater en terminología latina, es la capa más externa y resistente de las meninges, las membranas que recubren el sistema nervioso central. Está compuesta principalmente por tejido conectivo denso y rico en colágeno, proporcionando una protección mecánica importante al cerebro y la médula espinal.

La duramadre se adhiere firmemente a las estructuras esqueléticas que rodean el cerebro y la médula espinal, como el cráneo y la columna vertebral. A diferencia de las otras meninges (la aracnoides y la piamadre), la duramadre no tiene un revestimiento celular interno, lo que la hace menos propensa a sufrir lesiones o inflamaciones.

Entre la duramadre y la aracnoides existe un espacio potencial llamado espacio epidural, donde se pueden acumular líquidos o sangre en caso de traumatismos o patologías específicas, como hemorragias o infecciones. La correcta integridad estructural y funcional de la duramadre es crucial para mantener la homeostasis del sistema nervioso central y preservar su integridad fisiológica.

Los procedimientos neuroquirúrgicos se refieren a los métodos quirúrgicos utilizados para tratar condiciones y enfermedades del sistema nervioso, que incluye el cerebro, la médula espinal y los nervios periféricos. Estos procedimientos son realizados por neurocirujanos, médicos especializados en el diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de las afecciones del sistema nervioso.

Algunos ejemplos de procedimientos neuroquirúrgicos incluyen:

1. Cirugía de la columna vertebral: utilizada para tratar problemas en la columna, como hernias discales, estenosis espinal y tumores.

2. Descompresión craneal: se realiza para aliviar la presión sobre el cerebro debido a un hematoma, tumor u otra causa.

3. Cirugía de Parkinson: utilizada para tratar los síntomas del Parkinson avanzado, como temblores y rigidez.

4. Cirugía de la epilepsia: se realiza para controlar las convulsiones incontrolables que no responden a otros tratamientos.

5. Cirugía vascular cerebral: utilizada para tratar aneurismas cerebrales y malformaciones arteriovenosas (MAV).

6. Tratamiento quirúrgico de tumores cerebrales: se realiza para extirpar o reducir la presión de los tumores cerebrales benignos o malignos.

7. Cirugía de la neuralgia del trigémino: utilizada para aliviar el dolor facial intenso asociado con esta afección.

8. Estimulación cerebral profunda: se utiliza para tratar una variedad de condiciones, como enfermedad de Parkinson, distonía y trastornos del movimiento.

9. Cirugía de la esclerosis múltiple: utilizada para aliviar los síntomas de esta afección crónica del sistema nervioso central.

10. Cirugía de columna vertebral: se realiza para tratar diversas afecciones de la columna vertebral, como hernias discales y estenosis espinal.

La región sacrococcígea, en términos médicos, se refiere a la parte inferior de la columna vertebral que incluye el hueso sacro y el cóccix. El sacro es una pieza grande y ancha formada por la fusión de varias vértebras, mientras que el cóccix, también conocido como "hueso del rabo", está compuesto por los restos vestigiales de las vértebras coccígeas.

Esta región es responsable de soportar el peso del cuerpo y proporciona inserción a varios músculos y ligamentos que participan en la estabilidad y movimiento de la pelvis y la extremidad inferior. Es importante en la funcionalidad del suelo pélvico, así como en el proceso de defecación y parto en las mujeres.

Lesiones o problemas en esta región pueden causar dolor, inestabilidad y dificultad en la movilidad, lo que podría afectar significativamente la calidad de vida de una persona. Por lo tanto, es crucial mantener la salud y el bienestar de esta área mediante ejercicios adecuados, posturas correctas y estilos de vida saludables.

La compresión de la médula espinal se refiere a una condición médica en la cual hay presión ejercida sobre la médula espinal, generalmente debido al estrechamiento del canal espinal o por un tumor, un disco herniado u otras estructuras que comprimen la médula. Esta presión puede causar diversos síntomas, como dolor de espalda, entumecimiento, debilidad, problemas de coordinación y en casos graves, parálisis. El tratamiento depende de la causa subyacente y puede incluir medicamentos, fisioterapia, cirugía u otros procedimientos.

Una hernia, en términos médicos, se refiere a la protrusión o salida de un órgano o tejido a través de una abertura o debilidad en el músculo o tejido conectivo que normalmente lo mantiene contenido. Esto crea una protuberancia visible y palpable, especialmente cuando se realiza alguna actividad que aumenta la presión intraabdominal.

Las hernias pueden ocurrir en varias partes del cuerpo, pero las más comunes son las hernias inguinales (que sobresalen a través del canal inguinal en la ingle) y las hernias femorales (que sobresalen a través del canal femoral cerca de la parte superior del muslo interior). Otras localizaciones menos frecuentes incluyen el ombligo, la línea media abdominal y los sitios de cirugías previas.

Los síntomas asociados con las hernias pueden variar desde dolor e incomodidad en la zona afectada, especialmente durante el esfuerzo físico, hasta náuseas, vómitos o estreñimiento si el suministro de sangre al intestino se ve comprometido. En algunos casos, las hernias pueden ser reducibles, lo que significa que el contenido puede empujarse de vuelta a través del orificio con presión manual suave; sin embargo, si no se trata, estas hernias pueden convertirse en irreductibles o encarceladas, donde el contenido queda atrapado fuera y no puede ser devuelto a su posición original. En casos graves, la falta de flujo sanguíneo al tejido encarcelado puede llevar a una condición llamada estrangulación herniaria, lo que requiere atención médica inmediata ya que podría poner en peligro la vida del paciente.

El tratamiento para las hernias generalmente implica cirugía para reparar el tejido dañado y restaurar los órganos a su posición correcta. Existen dos tipos principales de procedimientos quirúrgicos: la laparoscopia y la cirugía abierta. La elección del método dependerá de varios factores, como la gravedad de la hernia, la salud general del paciente y las preferencias personales. Después de la cirugía, se recomienda evitar el levantamiento de objetos pesados y otras actividades extenuantes durante un período de tiempo para permitir que la zona cicatrice correctamente.

La Imagen por Resonancia Magnética (IRM) es una técnica de diagnóstico médico no invasiva que utiliza un campo magnético potente, radiaciones ionizantes no dañinas y ondas de radio para crear imágenes detalladas de las estructuras internas del cuerpo. Este procedimiento médico permite obtener vistas en diferentes planos y con excelente contraste entre los tejidos blandos, lo que facilita la identificación de tumores y otras lesiones.

Durante un examen de IRM, el paciente se introduce en un túnel o tubo grande y estrecho donde se encuentra con un potente campo magnético. Las ondas de radio se envían a través del cuerpo, provocando que los átomos de hidrógeno presentes en las células humanas emitan señales de radiofrecuencia. Estas señales son captadas por antenas especializadas y procesadas por un ordenador para generar imágenes detalladas de los tejidos internos.

La IRM se utiliza ampliamente en la práctica clínica para evaluar diversas condiciones médicas, como enfermedades del cerebro y la columna vertebral, trastornos musculoesqueléticos, enfermedades cardiovasculares, tumores y cánceres, entre otras afecciones. Es una herramienta valiosa para el diagnóstico, planificación del tratamiento y seguimiento de la evolución de las enfermedades.

La neuroendoscopia es una técnica mínimamente invasiva en neurocirugía que utiliza un endoscopio, un tubo delgado con una cámara y luz en su extremo, para acceder al sistema nervioso central a través de pequeñas incisiones o naturales vías huecas del cuerpo. Esta técnica permite realizar procedimientos diagnósticos y terapéuticos dentro del cráneo o la columna vertebral, como biopsias, resecciones de tumores, lavajes cerebrales, tratamiento de hidrocefalia y hemorragias intraventriculares. La neuroendoscopia ofrece ventajas sobre las técnicas quirúrgicas tradicionales, como menor trauma, reducción del dolor posoperatorio, estancias hospitalarias más cortas y una recuperación más rápida. Sin embargo, requiere un alto grado de habilidad y entrenamiento especializado para su correcta ejecución.

La ventriculografía cerebral es un procedimiento de diagnóstico por imágenes que involucra la introducción de un medio de contraste en los ventrículos cerebrales, los espacios llenos de líquido dentro del cerebro. Esto permite obtener imágenes detalladas de estas estructuras y detectar cualquier anomalía o enfermedad asociada, como tumores, hidrocefalia o hemorragias.

El procedimiento generalmente se realiza mediante una punción lumbar, en la cual se inserta una aguja especial en el espacio entre las vértebras lumbares para acceder a los ventrículos cerebrales. Una vez que se introduce el medio de contraste, se toman radiografías o imágenes de resonancia magnética para observar su trayecto y la anatomía de los ventrículos.

Es importante señalar que este procedimiento se utiliza con menor frecuencia en la actualidad, ya que existen técnicas de imagenología menos invasivas y más seguras, como la tomografía computarizada y la resonancia magnética, que pueden proporcionar imágenes similares sin la necesidad de introducir un medio de contraste.

La descompresión quirúrgica es un procedimiento médico que se utiliza para aliviar la presión sobre los tejidos, nervios o vasos sanguíneos comprimidos en el cuerpo. Esta situación de presión excesiva puede ser causada por diversas afecciones, como hernias discales, tumores, inflamaciones o infecciones.

En el caso de una hernia discal, por ejemplo, el disco intervertebral sobresale y comprime la raíz nerviosa adyacente, lo que provoca dolor, entumecimiento o debilidad en un área específica del cuerpo. La descompresión quirúrgica en esta situación implica la extracción parcial o total del disco herniado para liberar la presión sobre el nervio afectado.

Otros ejemplos de descompresión quirúrgica incluyen la craneotomía decompressiva utilizada en el tratamiento de tumores cerebrales o hemorragias subaracnoideas, donde se abre el cráneo para aliviar la presión intracraneal y facilitar la cirugía del tumor o la reparación de vasos sanguíneos dañados.

En resumen, la descompresión quirúrgica es una intervención médica que tiene como objetivo reducir la presión sobre tejidos u órganos afectados por diversas patologías, con el fin de mejorar los síntomas y preservar o restaurar la función normal.

Los quistes ováricos son sacos llenos de líquido que se desarrollan en uno o ambos ovarios. La mayoría de los quistes ováricos son benignos (no cancerosos) y no presentan síntomas, especialmente si son pequeños. Sin embargo, algunos quistes ováricos pueden causar dolor leve al lado del abdomen donde se encuentra el quiste, molestias durante las relaciones sexuales o durante la menstruación, o un aumento en el flujo menstrual.

Los quistes ováricos pueden ser funcionales o no funcionales. Los quistes funcionales suelen desaparecer por sí solos después de uno o dos ciclos menstruales. Por otro lado, los quistes no funcionales pueden persistir y crecer más grandes, lo que puede aumentar el riesgo de torsión ovárica (giro del ovario), rotura del quiste o incluso cáncer de ovario en algunos casos.

El diagnóstico de quistes ováricos generalmente se realiza mediante una ecografía transvaginal o abdominal, que permite al médico ver el tamaño y la ubicación del quiste. En algunos casos, se pueden necesitar pruebas adicionales, como análisis de sangre o tomografías computarizadas, para determinar si el quiste es benigno o canceroso.

El tratamiento de los quistes ováricos depende del tamaño, la ubicación y el tipo de quiste, así como de la edad y la historia médica de la persona. Los quistes pequeños y asintomáticos pueden ser monitoreados con ecografías regulares para asegurarse de que no estén creciendo o cambiando. Si un quiste causa síntomas, como dolor o hinchazón abdominal, se puede considerar la extirpación quirúrgica del quiste.

En general, los quistes ováricos son comunes y suelen ser benignos. Sin embargo, si una persona experimenta síntomas persistentes o inexplicables, como dolor abdominal o cambios menstruales, debe buscar atención médica para determinar la causa subyacente y recibir un tratamiento adecuado.

La laminectomía es un procedimiento quirúrgico de la columna vertebral donde se elimina o se extrae parcial o totalmente la lámina, que es la parte posterior y protectora del arco óseo de una vértebra. Esto se realiza generalmente para aliviar la presión sobre la médula espinal o las raíces nerviosas, una condición conocida como estenosis espinal, o para acceder a la duramadre y el midollo espinal en operaciones más complejas. También se puede realizar para tratar hernias discales graves, tumores de columna vertebral o infecciones. La laminectomía puede realizarse en cualquier parte de la columna vertebral, desde el cuello hasta la zona lumbar.

Lo siento para la confusión, pero "Yofendilato" no parece ser un término médico reconocido o un fármaco específico en la literatura médica o farmacéutica. Es posible que pueda haber una ortografía incorrecta o puede haber algún error en la pregunta. Por favor, verifique el nombre y vuelva a preguntar si necesita información sobre un término médico diferente. Estoy aquí para ayudar.

Las enfermedades de la médula espinal se refieren a un grupo diverso de condiciones que afectan la estructura y función de la médula espinal. La médula espinal es una vía crucial de comunicación entre el cerebro y el resto del cuerpo, transmitiendo señales que controlan los movimientos musculares y sensaciones como tacto, temperatura e incluso dolor.

Estas enfermedades pueden ser congénitas (presentes desde el nacimiento) o adquiridas (desarrolladas más tarde en la vida). Pueden resultar de traumatismos, infecciones, tumores, degeneración debido al envejecimiento o trastornos genéticos y autoinmunes.

Algunos ejemplos comunes de enfermedades de la médula espinal incluyen:

1. Mielopatías: Daño a la sustancia blanca de la médula espinal, que contiene fibras nerviosas que transmiten mensajes entre el cerebro y el cuerpo. La esclerosis múltiple es una conocida mielopatía.

2. Radiculopatías: Compresión o irritación de las raíces nerviosas al salir de la médula espinal, a menudo causada por hernias discales o estenosis espinal.

3. Lesiones de la médula espinal: Daño físico a la médula espinal, generalmente resultante de traumatismos graves, como accidentes automovilísticos o deportivos.

4. Enfermedades inflamatorias: Condiciones donde el sistema inmunológico ataca la médula espinal, como la esclerosis múltiple, neuromielitis óptica y síndrome de Guillain-Barré.

5. Infecciones: Incluyen meningitis, abscesos epidurales y mielitis transversa, que pueden dañar la médula espinal directamente o indirectamente a través de la inflamación.

6. Tumores: Crecimientos benignos o malignos dentro o alrededor de la médula espinal pueden comprimirla y causar daño.

7. Enfermedades degenerativas: Condiciones como artrosis y osteoporosis pueden conducir a estenosis espinal, una estrechez del canal raquídeo que comprime la médula espinal.

El tratamiento de las enfermedades de la médula espinal depende de la causa subyacente. Puede incluir medicamentos, fisioterapia, cirugía o terapias de rehabilitación. En algunos casos, el daño a la médula espinal puede ser irreversible, lo que lleva a discapacidades permanentes.

La cefalea es el término médico para designar a un dolor de cabeza. Puede manifestarse como una sensación pulsátil o sorda en una parte o ambos lados de la cabeza, acompañada a menudo de náuseas y molestias a la luz o al ruido. Existen diferentes tipos de cefaleas, entre las que se incluyen la migraña, la cefalea tensional y la cefalea en brotes. El tratamiento varía dependiendo del tipo y la gravedad de la cefalea. En algunos casos, los medicamentos pueden ayudar a aliviar el dolor, mientras que en otros casos, se requieren cambios en el estilo de vida o terapias preventivas.

Las derivaciones del líquido cefalorraquídeo (LCR) se refieren a procedimientos quirúrgicos en los que se crea una nueva ruta o camino para el drenaje del LCR desde el espacio subaracnoideo hacia otro lugar del cuerpo. Estos procedimientos se realizan con el objetivo de aliviar la presión intracraneal y protectora alrededor del cerebro y la médula espinal, reduciendo así el riesgo de daño a los tejidos nerviosos.

Existen diferentes tipos de derivaciones del LCR, entre las que se incluyen:

1. Shunt ventricular peritoneal (VPS): Es el tipo más común de derivación del LCR. Consiste en la inserción quirúrgica de un catéter flexible (tubo) desde uno o más ventrículos cerebrales hacia la cavidad abdominal (peritoneo). El exceso de líquido cefalorraquídeo fluye a través del catéter y se absorbe por el tejido peritoneal.

2. Shunt ventrículo-atrial (VAS): Este tipo de derivación implica la inserción quirúrgica de un catéter desde uno o más ventrículos cerebrales hasta el atrio derecho del corazón, a través de una vena (generalmente la yugular interna). El LCR fluye hacia el corazón y se elimina posteriormente por los riñones.

3. Shunt lumboperitoneal (LPS): En este procedimiento, se inserta un catéter en el espacio subaracnoideo a nivel lumbar y se extiende hacia la cavidad abdominal. El LCR fluye desde el espacio subaracnoideo hacia el peritoneo, donde se absorbe.

4. Derivaciones cisterno-peritoneales: Estas derivaciones implican la inserción quirúrgica de un catéter desde una cisterna (por ejemplo, la cisterna magna) hasta la cavidad abdominal. El LCR fluye a través del catéter y se absorbe por el tejido peritoneal.

Las derivaciones pueden ser necesarias en diversas condiciones que causan un aumento de la presión intracraneal o una acumulación excesiva de líquido cefalorraquídeo, como hidrocefalia congénita o adquirida, tumores cerebrales, hemorragias subaracnoideas y meningitis. El objetivo principal de estos procedimientos es aliviar la presión intracraneal y prevenir daños en el tejido cerebral.

Las enfermedades hipotalámicas se refieren a un grupo de trastornos que afectan el hipotálamo, una pequeña glándula situada en el cerebro que desempeña un papel crucial en la regulación de varias funciones corporales importantes. El hipotálamo está conectado al sistema nervioso y endocrino, por lo que las enfermedades hipotalámicas pueden causar una variedad de síntomas que afectan tanto al sistema nervioso como al sistema hormonal.

Los trastornos hipotalámicos pueden ser causados por diversas condiciones, incluyendo tumores cerebrales, infecciones, lesiones traumáticas, hemorragias, enfermedades autoinmunes y trastornos metabólicos. Los síntomas de las enfermedades hipotalámicas varían dependiendo de la causa subyacente y la parte específica del hipotálamo que esté afectada.

Algunos de los síntomas más comunes de las enfermedades hipotalámicas incluyen:

* Trastornos del apetito y del peso: el hipotálamo regula la sensación de hambre y saciedad, por lo que las enfermedades hipotalámicas pueden causar aumento o pérdida de apetito, así como ganancia o pérdida de peso.
* Trastornos de la temperatura corporal: el hipotálamo también regula la temperatura corporal, por lo que las enfermedades hipotalámicas pueden causar hipertermia (aumento de la temperatura corporal) o hipotermia (disminución de la temperatura corporal).
* Trastornos del sueño: el hipotálamo desempeña un papel importante en la regulación del ciclo sueño-vigilia, por lo que las enfermedades hipotalámicas pueden causar trastornos del sueño, como insomnio o somnolencia diurna excesiva.
* Trastornos endocrinos: el hipotalamo regula la producción y secreción de varias hormonas, por lo que las enfermedades hipotalámicas pueden causar trastornos endocrinos, como diabetes insípida o deficiencia de hormona del crecimiento.
* Trastornos neurológicos: el hipotálamo forma parte del sistema nervioso central, por lo que las enfermedades hipotalámicas pueden causar trastornos neurológicos, como dolores de cabeza, convulsiones o alteraciones del movimiento.

El diagnóstico y tratamiento de las enfermedades hipotalámicas requieren la evaluación y el manejo por parte de un equipo multidisciplinario de especialistas, incluyendo neurólogos, endocrinólogos y psiquiatras. El tratamiento dependerá de la causa subyacente de la enfermedad hipotalámica y puede incluir medicamentos, cirugía o terapia de reemplazo hormonal.

Un quiste epidérmico, también conocido como quiste sebáceo, es un crecimiento benigno (no canceroso) del tejido cutáneo. Se compone de una cavidad llena de líquido o material semisólido similar al queso, que está rodeada por una pared delgada y blanquecina. La mayoría de los quistes epidérmicos surgen de las glándulas sebáceas dañadas o bloqueadas en la piel.

Estos tipos de quistes suelen ser pequeños, redondos o ovalados, y pueden moverse ligeramente bajo la piel. Por lo general, no causan dolor a menos que se infecten o irriten. A menudo aparecen en el rostro, cuello, espalda, pecho u otras partes del cuerpo donde haya glándulas sebáceas.

Aunque la mayoría de los quistes epidérmicos son inofensivos y no requieren tratamiento, algunos pueden convertirse en cancerosos. Por lo tanto, si nota cambios en el tamaño, forma o color del quiste, o si le causa dolor o incomodidad, debe consultar a un médico. El tratamiento puede incluir la extracción quirúrgica del quiste o, en casos raros, la extirpación de tejido adicional para asegurarse de que no haya células cancerosas presentes.

La cisterna magna es una estructura anatómica en el cerebro que forma parte del espacio subaracnoideo, donde se encuentra el líquido cefalorraquídeo (LCR). Se localiza en la base del cráneo, justo por encima de la médula oblonga y debajo del cerebelo. La cisterna magna contiene una cantidad considerable de LCR y es el sitio donde se encuentran varios vasos sanguíneos importantes, como la vena jugular interna y las arterias vertebrales anteriores. También alberga estructuras nerviosas vitales, como los nervios craneales IX a XII. La cisterna magna es un área clave en el sistema nervioso central y desempeña un papel importante en la circulación del LCR y la protección de las estructuras neurológicas circundantes.

El hueso petroso es un término utilizado en anatomía para referirse a una porción robusta y compacta del hueso temporal localizada en la base de cráneo. Su nombre proviene del latín "petrosus" que significa "piedra-como", refiriéndose a su naturaleza dura y resistente.

Este hueso desempeña un rol importante en la protección de varias estructuras vitales del cráneo. Contribuye a formar el conducto auditivo interno y ayuda a proteger al cerebro. También proporciona inserción para varios músculos, incluyendo algunos involucrados en la masticación.

El hueso petroso se divide en tres partes: la parte posterior o tronco petroso, la parte lateral o ala petrosa y la parte anterior o techo de la cavidad glenoide. Cada una de estas partes tiene funciones específicas y está involucrada en diferentes articulaciones y estructuras anatómicas.

En resumen, el hueso petroso es un componente crucial del cráneo humano, brindando protección, soporte y punto de inserción para músculos y ligamentos importantes.

La piromanía es un trastorno mental infrecuente en el que una persona siente un fuerte deseo o impulso irresistible de encender fuegos. Esta afección se clasifica en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) como un trastorno del control de los impulsos no clasificado en otro lugar.

La piromanía está asociada a una serie de comportamientos y pensamientos peculiarmente relacionados con el fuego, incluyendo:

1. Experimentar excitación, satisfacción o placer al encender fuegos.
2. Sentir tensión o ansiedad antes de encender un fuego, seguida de un alivio después de hacerlo.
3. La persona a menudo actúa sola y en secreto cuando enciende los fuegos.
4. El comportamiento piromano es intencional y deliberado, no accidental o atribuible a una causa física o intoxicación.
5. A menudo, hay una fascinación o atracción hacia el fuego y las actividades relacionadas con él.

Aunque la piromanía es rara, cuando se presenta puede causar graves daños materiales y personales, así como poner en peligro la vida de otras personas. El tratamiento suele incluir una combinación de terapia cognitivo-conductual y medicamentos para ayudar a controlar los impulsos y abordar las causas subyacentes del comportamiento piromano.

La "Silla Turca" no es un término médico estándar o ampliamente aceptado. Sin embargo, en un contexto médico, parece referirse a una posición específica en la que se coloca a un paciente durante ciertos procedimientos, particularmente durante la cirugía espinal. En esta posición, el paciente está boca abajo con las piernas dobladas en los muslos y las pantorrillas apoyadas sobre un cojín o almohadilla, lo que hace que la forma general se asemeje a una silla. Esto ayuda a flexionar la columna vertebral y abrir el espacio entre las vértebras, facilitando así ciertos procedimientos quirúrgicos.

Sin embargo, es importante destacar que este término podría no ser familiar para muchos profesionales médicos y su uso puede variar considerablemente en diferentes contextos clínicos.

La hidrocefalia es una afección médica en la cual se acumula un exceso de líquido cefalorraquídeo (LCR) en los espacios (ventrículos) dentro del cerebro. Este aumento de presión puede comprimir el tejido cerebral y dañar el cerebro.

El LCR es un líquido claro que circula alrededor del cerebro y la médula espinal, proporcionando protección y manteniendo en equilibrio la presión dentro de estas áreas. Cualquier condición que cause un bloqueo en el flujo normal del LCR o un aumento en la producción de este líquido puede resultar en hidrocefalia.

Los síntomas varían dependiendo de la edad del paciente y la causa subyacente, pero pueden incluir agrandamiento de la cabeza (en bebés), vómitos, irritabilidad, falta de apetito, ojos mirando hacia abajo (signo de "solenoide"), alteraciones en el crecimiento y desarrollo, dolores de cabeza, dificultad para caminar, convulsiones y cambios en el comportamiento o personalidad.

El tratamiento generalmente involucra la derivación quirúrgica del exceso de líquido cerebral Spencer a otro lugar del cuerpo donde pueda ser absorbido, como por ejemplo, los ventrículos peritoneales (derivación ventriculoperitoneal). En algunos casos, se pueden utilizar dispositivos endoscópicos para crear nuevos caminos para el flujo del LCR. El pronóstico depende de la causa subyacente y la gravedad de los daños cerebrales.

La trepanación es un procedimiento quirúrgico que implica la perforación intencional de los huesos craneales o, más raramente, del tórax, para aliviar la presión intracraneal o como parte de rituales médicos y espirituales en diversas culturas a lo largo de la historia. En la medicina moderna, se realiza bajo estrictas condiciones sanitarias y con fines terapéuticos específicos, como el tratamiento de abscesos cerebrales o ciertos tipos de tumores cerebrales. Sin embargo, su uso generalizado en el pasado ha sido objeto de debate académico y se asocia a prácticas médicas antiguas y tradicionales en varias sociedades.

Un hematoma subdural crónico es una acumulación de sangre (hematoma) en el espacio entre la duramadre, que es la membrana externa que recubre el cerebro, y el cerebro mismo. Este espacio se denomina espacio subdural. La palabra "crónico" se refiere a un proceso que ha estado ocurriendo durante un período de tiempo prolongado, en este caso, generalmente se define como más de 21 días.

Los hematomas subdurales crónicos suelen ser el resultado de lesiones cerebrales traumáticas menores, especialmente en personas mayores o individuos con problemas de coagulación sanguínea. Después de la lesión, se produce una pequeña cantidad de sangrado entre la duramadre y el cerebro. A medida que la sangre se descompone, puede formarse tejido cicatricial (membrana) alrededor del hematoma. Con el tiempo, esta membrana puede comenzar a producir líquido cerebroespinal, lo que hace que el hematoma aumente de tamaño lentamente y provoque una presión adicional sobre el cerebro.

Los síntomas de un hematoma subdural crónico pueden variar ampliamente, dependiendo del tamaño y la ubicación del hematoma. Pueden incluir dolores de cabeza persistentes, mareos, confusión, debilidad en un lado del cuerpo, convulsiones, problemas de equilibrio, cambios en el comportamiento o personalidad, y, en casos graves, coma o incluso la muerte. El tratamiento puede incluir cirugía para drenar el hematoma y aliviar la presión sobre el cerebro, seguida de rehabilitación para ayudar a restaurar las funciones neurológicas perdidas.

Las enfermedades cerebelosas se refieren a un grupo diverso de trastornos y afecciones que afectan al cerebelo, la parte del sistema nervioso central responsable de controlar los movimientos musculares finos, el equilibrio y la coordinación. Estas enfermedades pueden ser debidas a diversas causas, como infecciones, trauma, tumores, déficits nutricionales, exposición tóxica o trastornos genéticos.

Algunos síntomas comunes de las enfermedades cerebelosas incluyen:

1. Ataxia: Inestabilidad y dificultad para coordinar movimientos musculares voluntarios, como caminar, hablar o realizar tareas manuales precisas.
2. Nistagmo: Movimientos involuntarios e incontrolables de los ojos, que pueden afectar la visión.
3. Disartria: Problemas al hablar, con voz entrecortada o vacilante y dificultad para articular palabras claramente.
4. Tremores: Movimientos musculares involuntarios e incontrolables, especialmente durante tareas intencionales.
5. Hipotonía: Disminución del tono muscular o flacidez excesiva.
6. Disdiadococinesia: Dificultad para realizar movimientos rápidos y alternos, como tocar el dedo índice con el pulgar.
7. Inestabilidad postural: Problemas al mantener una postura erguida o sentarse derecho.

Ejemplos de enfermedades cerebelosas incluyen:

1. Enfermedad de Friedreich: Trastorno genético que provoca ataxia progresiva, debilidad muscular y otros síntomas.
2. Ataxia espinocerebelosa: Grupo de trastornos hereditarios que afectan al cerebelo y la médula espinal.
3. Esclerosis múltiple: Enfermedad autoinmune que daña el sistema nervioso central, incluyendo el cerebelo.
4. Parálisis cerebral: Daño en el cerebro antes, durante o después del nacimiento que afecta el movimiento y la postura.
5. Tumores cerebelosos: Crecimientos anormales en el cerebelo que pueden comprimir tejidos circundantes y causar síntomas.
6. Enfermedad de Huntington: Trastorno hereditario que provoca deterioro cognitivo, movimientos involuntarios e inestabilidad emocional.
7. Accidente cerebrovascular: Daño en el cerebro causado por una interrupción del flujo sanguíneo o hemorragia cerebral.
8. Intoxicación etílica aguda: Consumo excesivo de alcohol que puede dañar el cerebelo y causar síntomas como ataxia, hipotonía y disartria.

La tomografía computarizada por rayos X, también conocida como TC o CAT (por sus siglas en inglés: Computerized Axial Tomography), es una técnica de diagnóstico por imágenes que utiliza radiación para obtener detalladas vistas tridimensionales de las estructuras internas del cuerpo. Durante el procedimiento, el paciente se coloca sobre una mesa que se desliza dentro de un anillo hueco (túnel) donde se encuentran los emisores y receptores de rayos X. El equipo gira alrededor del paciente, tomando varias radiografías en diferentes ángulos.

Las imágenes obtenidas son procesadas por un ordenador, el cual las combina para crear "rebanadas" transversales del cuerpo, mostrando secciones del tejido blando, huesos y vasos sanguíneos en diferentes grados de claridad. Estas imágenes pueden ser visualizadas como rebanadas individuales o combinadas para formar una representación tridimensional completa del área escaneada.

La TC es particularmente útil para detectar tumores, sangrado interno, fracturas y otras lesiones; así como también para guiar procedimientos quirúrgicos o biopsias. Sin embargo, su uso está limitado en pacientes embarazadas debido al potencial riesgo de daño fetal asociado con la exposición a la radiación.

La derivación ventriculoperitoneal (VPS, por sus siglas en inglés) es un procedimiento quirúrgico utilizado para drenar el líquido cefalorraquídeo (LCR) de los ventrículos cerebrales hacia la cavidad peritoneal del abdomen. Esta técnica se emplea principalmente en el tratamiento de la hidrocefalia, una afección médica donde existe un exceso de líquido en los espacios situados dentro y alrededor del cerebro.

En una derivación ventriculoperitoneal, se introduce un catéter flexible y tubular desde el cráneo hasta el abdomen. Un extremo del catéter se sitúa en el ventrículo lateral del cerebro, mientras que el otro extremo se coloca en la cavidad peritoneal. El LCR fluye a través del catéter y se absorbe por los vasos sanguíneos abdominales, reduciendo así la presión intracraneal y aliviando los síntomas de la hidrocefalia.

La derivación ventriculoperitoneal es una intervención común en neurocirugía pediátrica, aunque también se realiza en adultos con hidrocefalia. Aunque este procedimiento es generalmente seguro y efectivo, como cualquier cirugía, conlleva riesgos e implica un seguimiento médico cuidadoso para garantizar su correcto funcionamiento y prevenir complicaciones.

Las enfermedades de los nervios craneales se refieren a un grupo de trastornos que afectan a los doce pares de nervios que emergen directamente del cerebro, también conocidos como nervios craneales. Estos nervios desempeñan diversas funciones vitales, como la conducción de señales sensoriales desde el ojo, el oído y la cara al cerebro; el control de los músculos involucrados en la movimiento de los ojos, la masticación, la deglución y los movimientos faciales; y la regulación de ciertas funciones autónomas, como la sudoración, las glándulas salivales y el tamaño de las pupilas.

Las enfermedades o afecciones que afectan a estos nervios pueden causar una variedad de síntomas, dependiendo del nervio o nervios específicos involucrados y la gravedad de la afección. Algunos ejemplos de enfermedades de los nervios craneales incluyen:

1. Neuropatía del III par craneal (nervio oculomotor): Esta afección puede causar debilidad o parálisis de los músculos que controlan el movimiento del ojo, lo que lleva a la diplopia (visión doble), ptosis (párpado caído) y estrabismo (ojos desalineados).

2. Neuropatía del IV par craneal (nervio troclear): Esta afección provoca debilidad o parálisis de los músculos que controlan el movimiento del ojo, resultando en diplopia y dificultad para mirar hacia abajo y hacia adentro con el ojo afectado.

3. Neuropatía del VI par craneal (nervio abducens): Esta afección causa debilidad o parálisis de los músculos que controlan el movimiento del ojo hacia afuera, resultando en diplopia y dificultad para mirar hacia los lados con el ojo afectado.

4. Neuropatía del VII par craneal (nervio facial): Esta afección provoca debilidad o parálisis de los músculos faciales, resultando en asimetría facial, dificultad para cerrar el ojo, pérdida del gusto y sequedad de la boca.

5. Neuropatía del VIII par craneal (nervio vestibulococlear): Esta afección puede causar pérdida auditiva, vértigo, zumbidos en los oídos e inestabilidad.

6. Neuropatía del IX y X par craneal (nervios glosofaríngeo y vago): Estas afecciones pueden provocar dificultad para tragar, hablar, sentir el sabor y experimentar dolor en la garganta y los oídos.

7. Neuropatía del XII par craneal (nervio hipogloso): Esta afección puede causar debilidad o parálisis de los músculos de la lengua, resultando en dificultad para hablar y tragar.

El tratamiento de las neuropatías craneales depende de la causa subyacente y puede incluir medicamentos, fisioterapia, cirugía o cambios en el estilo de vida. Si experimenta síntomas de una neuropatía craneal, es importante buscar atención médica lo antes posible para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados.

El barotrauma es una condición médica que ocurre cuando hay un daño a los tejidos debido a diferencias en la presión entre el ambiente externo y las estructuras internas llenas de gas, como los senos paranasales, el oído medio, los pulmones o el tracto gastrointestinal. Esto suele suceder durante cambios rápidos en la presión, especialmente en actividades como buceo, submarinismo, vuelos en aviones y ascensos o descensos rápidos en elevación. Los síntomas pueden variar desde leves (dolor de oído, sinusitis) hasta graves (hemorragia interna, neumotórax o embolia gaseosa). El tratamiento depende de la gravedad y la ubicación del daño.

La meningocele es una afección congénita del sistema nervioso central donde una porción de las membranas que recubren el cerebro o la médula espinal (meninges) sobresale a través de un defecto en el cráneo o la columna vertebral. Esto crea una bolsa llena de líquido cefalorraquídeo bajo la piel. A diferencia de la espina bífida, que también es un trastorno del cierre del tubo neural, la meningocele no involucra las estructuras nerviosas mismas, aunque aún puede causar problemas neurológicos si el saco afecta los nervios circundantes. El tratamiento generalmente implica una cirugía para corregir el defecto y prevenir complicaciones como infecciones o daño nervioso adicional.

Quistes aracnoideos (Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares) También en inglés ...
Los quistes aracnoideos intracraniales normalmente ocurren adyacentes a la cisterna aracnoidal.[5]​ Los quistes aracnoideos de ... Los pacientes con quistes aracnoideos es posible que nunca muestren síntomas, incluso en casos en los que el quiste es grande. ... de los pacientes con quistes aracnoideos intracraniales tenían dolores de cabeza no específicos. El quiste estaba en el lóbulo ... En un estudio de 2002 con 78 pacientes con migraña o dolor de cabeza de tipo tenso, los quistes aracnoideos apenas estuvieron ...
... incluidos los tumores cerebrales complejos y trastornos benignos como quistes aracnoideos intracraneales. Además, tenemos ...
Quistes aracnoideos. Hidrocefalia en ni os. Hidrocefalia en adultos. Introducci n al neurotrauma. Trauma de cr neo cerrado y ...
TE4 ↓ Quistes del Sistema Nervioso Central ►▼ * TE5 ↓ Quistes Aracnoideos * TE5 ↓ Quiste Coloide ...
Se puede asociar a HIDROCEFALIA, DERRAME SUBDURAL y QUISTES ARACNOIDEOS o formar parte de un afección genética (p. ej., ... Se asocia con HIDROCEFALIA; EFUSIÓN SUBDURAL; QUISTES ARACNOIDEOS o es parte de una condición genética (por ejemplo, ENFERMEDAD ... Se asocia con HIDROCEFALIA; EFUSIÓN SUBDURAL; QUISTES ARACNOIDEOS o es parte de una condición genética (por ejemplo, ENFERMEDAD ...
Carracedo, A., García-Peñas, J.J, Ramos, J., Cassinello, E., Martín Murcia, F., Calvo, M. (1995). Quistes aracnoideos ...
Quistes aracnoideos intracraneales. Estudio de una serie de 35 casos C.I. Gómez-Escalonilla, I. García-Morales, L. Galán, M.J. ... Palabras Clave: Convulsión,Crisis,Crisis comicial,Crisis convulsiva,Crisis epiléptica,Macrocefalia,Quiste aracnoideo congénito ... Palabras Clave: Ensanchamiento de los espacios subaracnoideos,Gemelos,Hidrocefalia,Hidrocefalia externa,Macrocefalia,Quiste de ... Leucoencefalopatía megalencefálica con quistes: importancia de la descripción clínica en la era genética V. Ballesteros- ...
Son muy difíciles de diferenciar de los quistes aracnoideos retrocerebelosos y de la megacisterna magna aislada. Pueden ser un ... El quiste puede estar formado exclusivamente por meninges (meningocele) o bien por meninges, médula espinal y raíces nerviosas ... 6.1.2. Variantes de Dandy-Walker: Incluyen la agenesia vermiana incompleta y las formas con ausencia de quiste llamativo del IV ... Por el contrario, en la espina bífida manifiesta se aprecia desde el momento del nacimiento la presencia de un quiste ...
Los quistes aracnoideos endocraneales, suelen ser un hallazgo fortuito en una exploración de TC o IRM, porque muchos son ... A mi hijo de 9 años le mandaron a hacer una RNM por un quiste aracnoidal de 5 cms q le descubrieron a los 2 años. En el exámen ... hace 8 dias le hicieron a mi hijo un TAC en el cual se le diagnosticó QUISTE ARACNOIDEO RETROVERMIANO ALTO. La pregunta es, es ... A mi me habian dicho q era un quiste aracnoide. Fui con el neuro. Y m dijo q era una megacisterna magna. Gracias ...
Los quistes aracnoideos se observan en la TC y la RM como entidades extraaxiales bien definidas que son isodensas/isointensas ...
Los quistes aracnoideos se localizan se pueden encontrar en cualquier región del cerebro donde esté presente la membrana ... Inicio » Endoscopía Cerebral » Endoscopía de Cerebro » Quiste Aracnoideo » ¿Qué es un Quiste... ... El quiste aracnoideo (o subaracnoideo), es una colección de líquido cefalorraquídeo rodeada por una delgada lámina de tejido ...
... con presencia de quistes aracnoideos o por lesiones expansivas mayormente en sexo masculino mayores a 70 años, seguidos de 41 y ... la presencia de quiste aracnoideo con un 29,7%, seguido del osteoma y la lesión expansiva, ambas con 14,8%. El sexo masculino ...
Quistes Aracnoideos [C04.182.044] Quistes Aracnoideos * Quistes Óseos [C04.182.089] Quistes Óseos ... Quiste del Colédoco Congénito. Quiste del Colédoco Tipo I. Quiste del Conducto Biliar Común. ... Quiste del Colédoco - Concepto preferido UI del concepto. M0023892. Nota de alcance. Malformación anatómica congénita de un ... Quiste del Conducto Biliar Común Dilatación Congénita de los Conductos Biliares - Relacionado pero no más amplio ni más ...
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Los quistes aracnoideos son procesos benignos aunque ocupantes de espacio. La sintomatología es variable según que parte del ...
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Quistes Aracnoideos. Quistes Leptomeníngeos use Quistes Aracnoideos. Quistes Mamarios use Quiste Mamario ... Quistes de la Bolsa de Rathke use Quistes del Sistema Nervioso Central ...
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  • Por lo tanto, mientras que la presencia de síntomas puede dar lugar a investigaciones subsecuentes, los síntomas hallados independientemente de exámenes conclusivos no se pueden (ni se deben) interpretar como evidencia de la existencia, tamaño ni posición de un quiste aracnoideo. (wikipedia.org)
  • 3]​ Mientras que son el síntoma más común,[cita requerida] un paciente que experimenta un dolor de cabeza no necesariamente tiene un quiste aracnoideo. (wikipedia.org)
  • No debe confundirse con un quiste aracnoideo. (elbaulradiologico.com)
  • La existencia de la hoz del cerebelo permite distinguirla de un quiste aracnoideo. (elbaulradiologico.com)
  • La existencia de septos meníngeos, y las extensiones laterales en forma de alas, permite distinguirla de un quiste aracnoideo. (elbaulradiologico.com)
  • Qué es un Quiste Aracnoideo? (cirugiaendoscopicaperu.com)
  • Inicio » Endoscopía Cerebral » Endoscopía de Cerebro » Quiste Aracnoideo » ¿Qué es un Quiste. (cirugiaendoscopicaperu.com)
  • El quiste aracnoideo (o subaracnoideo), es una colección de líquido cefalorraquídeo rodeada por una delgada lámina de tejido transparente conocida como membrana aracnoidea la cual es una de las tres membranas que cubren al cerebro y la médula espinal. (cirugiaendoscopicaperu.com)
  • Los pacientes con quistes aracnoideos es posible que nunca muestren síntomas, incluso en casos en los que el quiste es grande. (wikipedia.org)
  • 8]​ Un estudio halló que 18% de los pacientes con quistes aracnoideos intracraniales tenían dolores de cabeza no específicos. (wikipedia.org)
  • 3]​ Por otro lado, hay ciertos síntomas que pueden resultar de la presencia de quistes grandes: Deformación del cráneo o macrocefalia (agrandamiento de la cabeza) particularmente en niños[6]​ Los quistes en la región sobre la silla turca en niños ocasionan un síndrome en que la cabeza del niño se mueve sin mucho control, conocido como el Bobble-Head Doll Syndrome. (wikipedia.org)
  • Por el contrario, en la espina bífida manifiesta se aprecia desde el momento del nacimiento la presencia de un quiste localizado casi siempre en la región lumbosacra. (neuropedwikia.es)
  • Es una de las enfermedades con posibilidad a ser crónica con interrupción de flujo sanguíneo a nivel intra o extraparenquimal, es causa de ingreso a emergencia en los hospitales, especialmente en pacientes con hemorragia intracerebral de subtipo parenquimatoso que puede comprometer los ventrículos cerebrales, con presencia de quistes aracnoideos o por lesiones expansivas mayormente en sexo masculino mayores a 70 años, seguidos de 41 y 55. (edu.pe)
  • Se puede asociar a HIDROCEFALIA, DERRAME SUBDURAL y QUISTES ARACNOIDEOS o formar parte de un afección genética (p. ej. (bvsalud.org)
  • 6]​ Los quistes en la fosa craneal media del lado izquierdo se han asociado con problemas de déficit de atención en un estudio en niños afectados. (wikipedia.org)
  • Los quistes aracnoideos se localizan se pueden encontrar en cualquier región del cerebro donde esté presente la membrana aracnoidea pero son más frecuentes en la base del cráneo principalmente en la fosa media a nivel del lóbulo temporal. (cirugiaendoscopicaperu.com)
  • Los quistes aracnoideos, llamados también leptomeníngeos,[1]​ son sacos de líquido cefalorraquídeo cubiertos de células aracnoideas y colágeno[2]​ que aparecen entre la superficie del cerebro humano y la base del cráneo o en la membrana aracnoidea, una de las tres membranas que cubren la espina dorsal. (wikipedia.org)
  • 3]​ Los quistes aracnoideos se pueden hallar en el cerebro o en la espina dorsal. (wikipedia.org)
  • En un estudio de 2002 con 78 pacientes con migraña o dolor de cabeza de tipo tenso, los quistes aracnoideos apenas estuvieron presentes en 2.6% de los pacientes participantes. (wikipedia.org)
  • Los mielogramas están contraindicados para este tipo de quistes. (wikipedia.org)
  • El objetivo de nuestro estudio es evaluar los niveles de homocisteína sérica circulante en pacientes con diabetes mellitus tipo 2, incluido su trabajo en CardioMEMS. (partnerservis.cz)
  • El tipo I es el más frecuente. (bvsalud.org)
  • Anomalía congénita en la que la circunferencia occipitofrontal es mayor a dos desviaciones estándar por sobre la media para una determinada edad. (bvsalud.org)
  • Los quistes aracnoideos intracraniales normalmente ocurren adyacentes a la cisterna aracnoidal. (wikipedia.org)
  • Los quistes aracnoideos intracraneales suelen ser adyacentes a la cisterna aracnoidea y pueden presentarse con HIDROCEFALIA, CEFALEA, CONVULSIONES y signos neurológicos focales. (bvsalud.org)
  • El diagnóstico por lo general requiere un monitoreo del cerebro con imágenes por resonancia magnética (IRM) potenciada en difusión, lo cual ayuda a distinguir los quistes aracnoideos llenos de líquido de otro tipo de quistes. (nih.gov)
  • Los mielogramas están contraindicados para este tipo de quistes. (wikipedia.org)
  • Los quistes aracnoideos secundarios no son tan comunes como los quistes primarios y se desarrollan como resultado de una lesión cerebral, meningitis o tumores, así como por complicaciones de la neurocirugía. (nih.gov)
  • La mayoría de las personas con quistes aracnoideos desarrollan síntomas antes de los 20 años y especialmente durante el primer año de edad, pero algunos nunca presentan síntomas. (nih.gov)
  • El mecanismo por el que se desarrollan parece estar relacionado con un aumento local de la presión del líquido cefalorraquídeo junto con un fenómeno valvular anómalo que permite la entrada -pero no la salida- del líquido dentro del quiste. (doctorponce.com)
  • 5]​ Los quistes aracnoideos de la espina pueden ser extradurales, intradurales o perineurales y tienden a presentarse con signos y síntomas indicativos de una radiculopatía. (wikipedia.org)
  • Los quistes de Tarlov son quistes perineurales que pueden ejercer presión sobre las estructuras neurales adyacentes. (doctorponce.com)
  • Los quistes aracnoideos espinales pueden ser extradurales, intradurales, o perineurales y tienden a presentarse con signos y síntomas que indican una RADICULOPATÍA. (bvsalud.org)
  • Los pacientes con quistes aracnoideos es posible que nunca muestren síntomas, incluso en casos en los que el quiste es grande. (wikipedia.org)
  • En un estudio de 2002 con 78 pacientes con migraña o dolor de cabeza de tipo tenso, los quistes aracnoideos apenas estuvieron presentes en 2.6% de los pacientes participantes. (wikipedia.org)
  • 8]​ Un estudio halló que 18% de los pacientes con quistes aracnoideos intracraniales tenían dolores de cabeza no específicos. (wikipedia.org)
  • Se estima que entre el 1 - 5% de los adultos son portadores de Quistes de Tarlov asintomáticos pero para algunos pacientes suponen un problema grave que limita seriamente su vida. (doctorponce.com)
  • Es más frecuente en mujeres, y en pacientes con Síndrome de Ehlers Danlos, Marfan, Loeys-Dietz, y Neurofibromatosis. (doctorponce.com)
  • El diagnóstico de quiste extradural sacro fue confirmado en todas las pacientes con una resonancia magnética (RM) de la columna vertebral lumbosacra. (doctorponce.com)
  • La recuperación puede tardar hasta 1 año y es incompleta hasta en el 13 % de los pacientes. (neurocenter.mx)
  • Objetivo: El objetivo de este estudio es evaluar los efectos de la vacunación contra el SARS-CoV-2 sobre el patrón convulsivo en pacientes pediátricos con epilepsia que acudieron a nuestro centro terciario en la ciudad de Bogotá, Colombia. (bvsalud.org)
  • Los quistes aracnoideos primarios están presentes al momento de nacer y son el resultado de anomalías del desarrollo del cerebro y la médula espinal ocurridas durante las primeras semanas de gestación. (nih.gov)
  • Los quistes aracnoideos, llamados también leptomeníngeos,[1]​ son sacos de líquido cefalorraquídeo cubiertos de células aracnoideas y colágeno[2]​ que aparecen entre la superficie del cerebro humano y la base del cráneo o en la membrana aracnoidea, una de las tres membranas que cubren la espina dorsal. (wikipedia.org)
  • Los quistes de Tarlov aparecen principalmente en el sacro, a nivel de los ganglios radiculares, pueden llegar a provocar erosión del hueso circundante. (doctorponce.com)
  • La necesidad de tratamiento depende en gran medida de la ubicación y tamaño del quiste. (nih.gov)
  • La neurología es la rama que específicamente se ocupa de la prevención, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de todas las enfermedades que involucran al sistema nervioso central y sistema nervioso periférico . (centroveterinariolosmontesinos.com)
  • Los síntomas varían según el tamaño y posición del quiste, aunque los pequeños generalmente no tienen síntomas y son descubiertos sólo incidentalmente. (wikipedia.org)