Proteína-tirosina cinasas receptoras implicadas en la señalización de los ligandos de FACTORES NEUROTRÓFICOS DERIVADOS DE LA LÍNEA DE CÉLULAS GLIALES. Contienen un dominio cadherina extracelular y forman complejos receptores con los RECEPTORES GDNF. Las mutaciones de la proteína ret son responsables de la ENFERMEDAD DE HIRSCHPRUNG y de la NEOPLASIA ENDOCRINA MÚLTIPLE DE TIPO 2.
Productos de los proto-oncogenes. Normalmente no poseen propiedades oncogénicas o transformadoras, pero participan en la regulación o diferenciación del crecimiento celular. A menudo tienen actividad de proteíno quinasa.
Serie que va de cabeza a cola de secuencias de ADN unidas de forma covalente, generadas por concatenación. Se diferencia del ADN ENCADENADO en que está unido de final a final, a diferencia de éste último que se une eslabon a eslabon.
Genes celulares normales homólogos a los oncogenes virales. Los productos de los protooncogenes son importantes reguladores de procesos biológicos y parecen intervenir en los eventos que sirven para mantener la procesión ordenada a lo largo del ciclo celular. Los protooncogenes tienen nombres con la forma c-onc.
Una subclase de quinasa raf expresada primariamente en tejidos no neuronales tales como MUSCULO ESQUELETO. Las quinasas A-raf son quinasas quinasa quinasa PAM que tienen especificidad por PAM QUINASA QUINASA 1.
Familia de receptores del GLICOSILFOSFATIDILINOSITOL ubicados en la superficie de la célula, específicos de los FACTORES NEUROTRÓFICOS DERIVADOS DE LA LÍNEA CELULAR GLIAL. Forman un complejo receptor de varios componentes con la PROTEÍNA PROTOONCOGÉNICA C-RET y regula diversas VÍAS DE TRANSDUCCIÓN DE SEÑALES conjuntamente con la proteína c-ret.
Proteín-tirosín cinasas con un DOMINIO SH2 central que han sido implicadas en las VÍAS DE TRANSDUCCIÓN DE SEÑALES en la DIFERENCIACIÓN CELULAR de diversos tipos celulares, entre los que figuran las CÉLULAS PROGENITORAS MIELOIDES. Las proteínas protooncogénicas fes se unen también a la TUBULINA y promueven el ensamblaje de MICROTÚBULOS.
Clase de receptores celulares que tienen una actividad intrínseca de PROTEINA-TIROSINA QUINASA.
Proteínas celulares, que se unen al ADN, y que son codificadas por el gen myb (GENES, MYB). Ellas se expresan en una gran variedad de células entre las que se incluyen los timocitos y linfocitos, y regulan la diferenciación celular. La sobrexpresión del myb se asocia con enfermedades autoinmunes y malignas.
Miembro fundamental de la familia de factores neurotróficos derivados de la línea celular glial. En un principio se caracterizó como un FACTOR DE CRECIMIENTO NEURAL que promovía la supervivencia de las NEURONAS dopaminérgicas del MESENCÉFALO, siendo objeto de estudio como posible tratamiento de la ENFERMEDAD DE PARKINSON.
Proteínas celulares que se unen al ADN y que son codificadas por el gen c-myc. Ellas normalmente participan en el metabolismo de los ácidos nucleicos y median la respuesta celular a los factores de crecimiento. La expresión elevada y no regulada (constitutiva) de las proteínas c-myc pueden causar tumorigénesis.
La proteína protooncogénica maf es el prinicpal homólogo celular de la PROTEÍNA ONCOGÉNICA V-MAF. Fue el primer FACTOR DE TRANSCRIPCIÓN MAF identificado en mamíferos, se induce en los LINFOCITOS T activados y regula la TRANSCRIPCIÓN GENÉTICA de la INTERLEUCINA-4. c-maf se transloca con frecuencia a un locus de inmunoglobulina en el MIELOMA MÚLTIPLE.
Miembros de la familia de tirosincinasas src que se activan durante la transición de la FASE G2 a la FASE M del CICLO CELULAR. Tiene gran homología con la PROTEÍNA PROTOONCOGÉNICA PP60(C-SRC).
Proteína de unión del ADN que reprime la TRANSCRIPCIÓN GENÉTICA de genes diana mediante captación de HISTONA-DESACETILASAS. La expresión de Blc-6 aberrante está asociada con ciertos tipos de LINFOMA DE LINFOCITOS B humano.
Serina-treonina proteincinasas que transmiten señales de los RECEPTORES DE CITOCINAS y se hallan implicadas en el control de los PROCESOS DE CRECIMIENTO CELULAR, DIFERENCIACIÓN CELULAR y APOPTOSIS.
Proteínas celulares, que se unen al ADN, y que están codificadas por los genes c-fos (GENES, FOS). Las mismas participan en el control transcripcional relacionado con el crecimiento. El gen c-fos se combina con c-jun (PROTO-ONCOGENE PROTEÍNAS C-JUN) para formar un heterodímero c-fos/c-jun (FACTOR DE TRANSCRIPCIÓN AP-1) que se une al TRE (TPA elemento de respuesta) en promotores de ciertos genes.
Son factores de intercambio de nucleótidos de guanina para las RHO GTPASAS. Funcionan también como proteínas adaptadoras de la transducción de señales.
Proteínas protooncogénicas que regulan negativamente la señalización PROTEÍN-TIROSÍN CINASA RECEPTORA. Es un complejo UBIQUITINA-PROTEÍNA LIGASA y el homólogo celular de la PROTEÍNA ONCOGÉNICA V-CBL.
Serina-treonina cinasa que funciona como regulador negativo de la PROLIFERACIÓN CELULAR y de la TRANSFORMACIÓN DE CÉLULAS NEOPLÁSICAS. Se fusiona comúnmente con la proteína celular abl para formar PROTEÍNAS DE FUSIÓN BCR-ABL en los pacientes con LEUCEMIA que tienen el CROMOSOMA DE FILADELFIA.
Proteínas celulares codificadas por los genes c-mos (GENES MOS). Funcionan en el ciclo celular para mantener el FACTOR PROMOTOR DE LA MADURACION en estado activo y tienen actividad de proteína-serina/treonina quinasa. Puede tener lugar una transformación oncogénica cuando las proteínas c-mos se expresan en el momento inapropiado.
Proteínas que se originan en especies de insectos pertenecientes al género DROSOPHILA. Las proteínas de la especie mas estudiada de la drosophila, la DROSOPHILA MELANOGASTER, son las que mas interés tienen en el área de la MORFOGÉNESIS y el desarrollo.
Proteína protoncogénica ets de expresión ubicua que puede intervenir en la regulación de la PROLIFERACIÓN CELULAR y la DIFERENCIACIÓN CELULAR.
Proteínas adaptadoras de la transducción de señales que contienen DOMINIOS DE HOMOLOGÍA SRC y desempeñan un papel en la reorganización del CITOESQUELETO. La proteína c-crk se relaciona estrechamente con la PROTEÍNA ONCOGÉNICA V-CRK e incluye varias isoformas empalmadas alternativamente.
Protooncogén ets que se expresa primordialmente en el TEJIDO LINFOIDE adulto, el ENCÉFALO y las CÉLULAS ENDOTELIALES VASCULARES.
Uno de un par de tubos de paredes gruesas que transporta la orina desde la PELVIS RENAL a la VEJIGA URINARIA.
Receptores de proteína-tirosina quinasa de la superficie celular para el FACTOR DE CRECIMIENTO DE HEPATOCITO. Está constituído por una cadena alfa extracelular que está unida por el disulfuro a la cadena beta transmembrana. La porción citoplasmática contiene el dominio catalítico y sitios críticos para la regulación de la actividad de la quinasa. Las mutaciones del gen de la PROTEÍNAS PROTO-ONCOGÉNICAS C-MET están asociadas con el carcinoma renal papilar y otras neoplasias.
Miembros de la familia de tirosincinasas src que se expresan intensamente en las CÉLULAS MIELOIDES y en los LINFOCITOS B.
Receptor de la proteín-tirosina quinasa que es específico del FACTOR DE CÉLULA MADRE. Esta interacción es crucial para el desarrollo de las células madre hematopoyéticas, gonadales y pigmentarias. Las mutaciones genéticas que bloquean la expresión de la PROTEÍNAS PROTO-ONCOGÉNICAS C-KIT están asociadas con el PIEBALDISMO, mientras que la superexpresión o la activacion constitutiva de la proteín-tirosina quinasa c-kit está asociada con la génesis tumoral.
Proteínas celulares que se unen al ADN y que son codificadas por el gen rel (GENES, REL). Ellas se expresan predominantemente en las células hematopoyéticas y pueden jugar un papel en la diferenciación de linfocitos. Rel se combina frecuentemente con otras proteínas relacionadas (FN-KAPPA B, I-kappa B, relA) para formar heterodímeros que regulan la transcripción. La reordenación o sobrexpresión de c-rel puede producir tumorigénesis.
Familia de factores de transcripción que comparten un único dominio de unión del ADN. Debe su nombre a la proteína oncogénica v-ets del VIRUS DE LA ERITROBLASTOSIS AVIAR.
Proteínas celulares codificadas por los genes H-ras, K-ras y N-ras. Las proteínas tienen actividad GTPasa y están involucradas en la transducción de señal como proteínas de unión a GTP monomérica. Se han asociado los niveles elevados de p21 c-ras con tumores. Esta enzima fue listada anteriormente como EC 3.6.1.47.
Tipo de neoplasia endocrina múltiple caracterizada por la presencia de CARCINOMA MEDULAR de la GLÁNDULA TIROIDES, y generalmente con la aparición conjunta de FEOCROMOCITOMA, produciendo CALCITONINA y ADRENALINA, respectivamente. Menos frecuentemente, puede darse con hiperplasia o adenoma de las GLÁNDULAS PARATIROIDES. Esta enfermedad se debe a mutaciones con aumento de función del gen MEN2 en el CROMOSOMA 10 (LOcus: 10q11.2), también conocido como el proto-oncogen RET, que codifica PROTEÍNAS TIROSINA QUINASAS RECEPTORAS. Es una enfermedad hereditaria autosómica dominante.
Proteína celular, que se une al ADN, y que es codificada por el gen c-jun (GEN, JUN). Ellas participan en el control transcripcional relacionado con el crecimiento. Parece que tienen tres funciones diferentes: dimerización (con c-fos), unión al ADN, y activación transcriptional. La transformación oncogénica puede tener lugar por la expresión constitutiva de c-jun.
Miembro de la familia de factores de transcripción c-ets que se expresa preferentemente en las células de linajes hematopoyéticos y en las células del endotelio vascular. Originalmente se identificó como una proteína favorecedora de un sitio de integración retrovírica para la integración del VIRUS DE LA LEUCEMIA MURINA DE FRIEND.
Carcinoma que consiste principalmente en elementos epiteliales, con estroma escasa o inexistente. Los carcinomas medulares de la mama comprenden de 5 al 7 por ciento de todos los carcinomas medulares; los carcinomas medulares de la tiroide comprenden de 3 al 10 por ciento de todas las enfermedades malignas de la tiroide. (Traducción libre del original: Dorland, 27th ed; DeVita Jr et al., Cancer: Principles & Practice of Oncology, 3d ed, p1141; Segen, Dictionary of Modern Medicine, 1992)
Quinasas específicas para tirosina asociada a la membrana, codificadas por los genes c-src. Tienen un papel importante en el control del crecimiento celular. El truncamiento de los residuos de terminales carboxi en pp60 (c-src) conduce a PP60(V-SRC), que tiene la capacidad de transformar las células. Esta quinasa pp60 c-src no debe confundirse con la quinasa csk, también conocida como quinasa c-src.
Descripciones de secuencias específicas de aminoácidos, carbohidratos o nucleótidos que han aparecido en lpublicaciones y/o están incluidas y actualizadas en bancos de datos como el GENBANK, el Laboratorio Europeo de Biología Molecular (EMBL), la Fundación Nacional de Investigación Biomédica (NBRF) u otros archivos de secuencias.
Tirosina quinasas no receptoras codificadas por los GENES C-ABL. Están distribuídas tanto en el citoplasma como en el núcleo. c-Abl actúa en la HEMATOPOIESIS, especialmente de la familia mieloide. La transformación oncogénica de c-abl tiene lugar cuando se eliminan aminoácidos N-terminales específicos, liberando la quinasa de la regulación negativa.
Familia de secuencias de ADN asociadas con el retrovirus (myc) originalmente aislado de un virus de mielocitomatosis de las aves. El protooncogen myc (c-myc) codifica para una proteína nuclear que interviene en el metabolismo del ácido nucléico y en la mediatización de la respuesta celular a los factores de crecimiento. Para la tumorigenicidad es crucial ue el primer exon - el cual parece regular la expresión s-myc - esté trunco. El gen c-myc humano está localizado en 8q24 del brazo largo del cromosoma 8.
Secuencias de ARN que funcionan como molde para la síntesis de proteínas. Los ARNm bacterianos generalmente son transcriptos primarios ya que no requieren de procesamiento post-transcripcional. Los ARNm eucarioticos se sintetizan en el núcleo y deben exportarse hacia el citoplasma para la traducción. La mayoría de los ARNm de eucariotes tienen una secuencia de ácido poliadenílico en el extremo 3', conocida como el extremo poli(A). La función de este extremo no se conoce con exactitud, pero puede jugar un papel en la exportación del ARNm maduro desdel el núcleo así como ayuda a estabilizar algunas moléculas de ARNm al retardar su degradación en el citoplasma.
Factores que aumentan las potencialidades de crecimiento de las células nerviosas sensoriales y simpáticas.
Secuencia de PURINAS y PIRIMIDINAS de ácidos nucléicos y polinucleótidos. También se le llama secuencia de nucleótidos.
Subclase de expresión ubicua de la quinasa raf que juega un papel importante en la TRANSDUCCIÓN DE SEÑAL. Las quinasas c-raf son MAP quinasa quinasa quinasas que tienen especificidad para MAP QUINASA QUINASA 1 y MAP QUINASA QUINASA 2.
Ligando factor neurodistrófico derivado de la línea celular glial, específico del RECEPTOR GFRA2. La neurturina es esencial para el desarrollo de NEURONAS parasimpáticas posganglionares específicas.
Cinasas de la familia Src que se asocian con el RECEPTOR DE ANTÍGENOS DE LOS LINFOCITOS T y fosforilan una amplia variedad de moléculas de señalización intracelular.
Metiltransferasa que cataliza la reacción de S-adenosil-L-metionina y feniletanolamina para formar S-adenosil-L-homocisteína y N-metilfeniletanolamina. Puede actuar sobre varias feniletanolaminas y convierte norepinefrina en epinefrina. EC 2.1.1.28.
Semejante a MEN2A, también está causada por mutaciones del gen MEN2, también conocido como el proto-ongogen RET. Sus sintomas clínicos incluyen CARCINOMA MEDULAR de la GLÁNDULA TIROIDES y FEOCROMOCITOMA de la MÉDULA SUPRARRENAL (50 por ciento). A diferencia del MEN2a, el MEN2b no implica a NEOPLASIAS DE LAS PARATIROIDES. Puede distinguirse del MEN2A por sus anormalidades neurales, como el NEUROMA mucoso de los PÁRPADOS, LABIOS y LENGUA, además de ganglioneuromatosis del TRACTO GASTROINTESTINAL, que da lugar a MEGACOLON. Es una enfermedad hereditaria autosómica dominante.
Proteínas de membrana codificadas por los GENES BCL-2 y que sirven como inhibidores potentes de la muerte celular por APOPTOSIS. Las proteínas se encuentran en sitios de las membranas mitocondriales, microsomales y de la MEMBRANA NUCLEAR dentro de muchos tipos de células. La sobrexpresión de las proteínas bcl-2, debido a la translocación del gen, se asocia con el linfoma folicular.
Dos plexos nerviosos ganglionares en la pared del intestino que forma una de las tres divisiones principales del sistema nervioso autónomo. El sistema nervioso entérico inerva el tracto gastrointestinal, el páncreas y la vesícula biliar. Contiene neuronas sensoriales, interneuronas y neuronas motoras. De tal forma, los circuitos pueden sentir automáticamente la tensión y el ambiente químico en el intestino y regular el tono de los vasos sanguíneos, la movilidad, las secreciones y el transporte de fluidos. El sistema en sí mismo está regulado por el sistema nervioso central y recibe inervaciones parasimpáticas y simpáticas. (Kandel, Schwartz and Jessel, Principles of Neural Science, 3d ed, p766)
Secuencias de ADN asociadas al retrovirus (fos) originalmente aisladas de los virus del sarcoma murin de Finkel-Biskis-Jinkins (FBJ-MSV) y de Finkel-Biskis-Reilly (FBR-MSV). La proteína de protooncogen c-fos codifica para una proteína nuclear que interviene en el control transcripcional asociado al crecimiento. La inserción de c-fos en los FBJ-MSV o FBR-MSV induce sarcomas osteogénicos en ratones. EL gen c-fos humano está localizado en 14q21-31 del brazo largo del cromosoma 14.
Cultivos celulares establecidos que tienen el potencial de multiplicarse indefinidamente.
Familia de secuencias de ADN asociadas al retrovirus (ras) originalmente aislado de los virus del sarcoma murino de Harvey (H-ras, Ha-ras, rasH) y de Kirsten (K-ras, Ki-ras, rasK). Los genes ras están ampliamente conservados entre las especies animales y las secuencias que corresponden tanto a los genes H-ras como K-ras han sido detectadas en genomas humanos, de aves, de múrinos y de no vertebrados. El gen N-ras, íntimamente relacionado, ha asido detectado en el neuroblastoma humano y en líneas celulares del sarcoma. Todos los genes de la familia tienen una estructura exon-intron similar y cada uno codifica una proteína p21.
Cualquiera de los procesos mediante los cuales los factores nucleares, citoplasmáticos o intercelulares influyen sobre el control diferencial del gen durante las etapas de desarrollo de un organismo.
Cambios celulares que se manifiestan por el escape de los mecanismos de control, incremento del potencial de crecimiento, alteraciones en la superficie celular, anomalías en el cariotipo, desviaciones morfológicas y bioquímicas de lo normal, y otros atributos que le confieren la capacidad de invadir, metastizar y matar.
La transferencia de información intracelular (biológica activación / inhibición), a través de una vía de transducción de señal. En cada sistema de transducción de señal, una señal de activación / inhibición de una molécula biológicamente activa (hormona, neurotransmisor) es mediada por el acoplamiento de un receptor / enzima a un sistema de segundo mensajería o a un canal iónico. La transducción de señal desempeña un papel importante en la activación de funciones celulares, diferenciación celular y proliferación celular. Ejemplos de los sistemas de transducción de señal son el sistema del canal de íon calcio del receptor post sináptico ÁCIDO GAMMA-AMINOBUTÍRICO, la vía de activación de las células T mediada por receptor, y la activación de fosfolipases mediada por receptor. Estos, más la despolarización de la membrana o liberación intracelular de calcio incluyen activación de funciones citotóxicas en granulocitos y la potenciación sináptica de la activación de la proteína quinasa. Algunas vías de transducción de señales pueden ser parte de una vía más grande de transducción de señales.
Proteínas quinasas que catalizan la FOSFORILACIÓN de residuos de TIROSINA en las proteínas, con ATP u otros nucleótidos como donadores de fosfato.
Introducción de un grupo fosforilo en un compuesto mediante la formación de un enlace estérico entre el compuesto y un grupo fosfórico.
Proteínas que se unen al ADN. La familia incluye proteínas que se unen tanto al ADN de una o de dos cadenas y que incluyen también a proteínas que se unen específicamente al ADN en el suero las que pueden utilizarse como marcadores de enfermedades malignas.
MEGACOLON congénito producido por la ausencia de células ganglionares (aganglionosis) en un segmento distal del INTESTINO GRUESO. El segmento aganglionar está contraído permanentemente, causando una dilatación proximal. En la mayoría de casos, el segmento aganglionar está dentro del RECTO y el COLON SIGMOIDE.
Sustancias endógenas, usualmente proteínas, que son efectivas en la iniciación, estimulación, o terminación del proceso de transcripción genética.
Genes cuyas modificaciones para el aumento de función inducen TRANSFORMACIÓN CELULAR NEOPLÁSICA. Comprenden, por ejemplo, los genes para activadores o estimuladores de PROLIFERACIÓN CELULAR tales como factores de crecimiento, receptores de factor de crecimiento, proteína quinasas, transductores de señales, fosfoproteínas nucleares y factores de transcripción. Un prefijo de "v-" antes de los símbolos de los oncogenes indica oncogenes capturados y transmitidos por RETROVIRUS; el prefijo "c-" antes del símbolo génico de un oncogén indica que éste es un homólogo celular (PROTO-ONCOGENES) de un v-oncogén.
Cualquier cambio detectable y heredable en el material genético que cause un cambio en el GENOTIPO y que se transmite a las células hijas y a las generaciones sucesivas.
Cualquiera de los procesos por los cuales factores nucleares, citoplasmáticos o intercelulares influyen en el control diferencial (inducción o represión), de la acción de genes a nivel de transcripción o traducción.
Tumores o cánceres de la GLÁNDULA TIROIDES.
Las proteínas del tejido nervioso se refieren a las diversas proteínas específicas que desempeñan funciones cruciales en la estructura, función y regulación de las neuronas y la glía dentro del sistema nervioso central y periférico.
Un aminoácido que está presente en proteínas endógenas. La fosforilación y desfosforilación de la tirosina desempeñan un rol en la transducción de la señal celular y posiblemente en el control del crecimiento celular y la carcinogénesis.
UBIQUITINA LIGASA E3 que interactúa con la PROTEÍNA SUPRESORA DE TUMORES P53 y la inhibe. La PROTEÍNA SUPRESORA DE TUMORES P14ARF regula su capacidad de ubiquitinar p53.
Ganglios del sistema nervioso simpático incluidos los ganglios paravertebrales y prevertebrales. Entre éstos se encuentran los ganglios de la cadena simpática, los ganglios cervicales superior, medio e inferior y el aorticorrenal, celiaco y estrellado.
Biosíntesis del ARN dirigida por un patrón de ADN. La biosíntesis del ADN a partir del modelo de ARN se llama TRANSCRIPCIÓN REVERSA.
Proteínas codificadas por los oncogenes. Ellos incluyen proteínas que se producen a partir de la fusión de un oncogene y de otro gen (PROTEÍNAS DE FUSIÓN ONCOGÉNICA).
Técnica que localiza secuencias específicas de ácido nucléico dentro de cromosomas intactos, células eucariotes, o células bacterianas, a través del uso de sondas específicas marcadas con ácido nucléico.
Células cultivadas in vitro a partir de tejido tumoral. Si pueden establecerse como una LINEA CELULAR TUMORAL, pueden propagarse indefinidamente en cultivos celulares.
Líneas celulares cuyo procedimiento original de crecimiento consistia en seren transferidas (T) a cada 3 días e placadas a 300.000 células por placa (cápsula o disco de Petri). Las líneas se desarrollaron utilizando varias cepas diferentes de ratones. Los tejidos son generalmente fibroblastos derivados de embriones de ratones pero otros tipos y fuentes también ya fueron desarrollados. Las líneas 3T3 son sistemas de hospederos in vitro valiosos para los estudios de transformación de virus oncogénicos ya que las células 3T3 poseen una elevada sensibilidad a la INIBICION DE CONTACTO.
Incorporación de ADN desnudo o purificado dentro de las CÉLULAS, usualmente eucariotas. Es similar a la TRANSFORMACION BACTERIANA y se utiliza de forma rutinaria en las TÉCNICAS DE TRANSFERENCIA DE GEN.
Una subclase de factores de transcripción SOX estrechamente relacionados. Los miembros de esta subfamilia se han implicado en la regulación de la diferenciación de los OLIGODENDROCITOS durante la formación de la cresta neural y en la CONDROGÉNESIS.

Los proto-oncogenes son genes normales que, cuando sufren mutaciones, pueden convertirse en oncogenes y desempeñar un papel importante en la transformación cancerosa de las células. El proto-oncogene c-ret es uno de estos genes que codifica una proteína tirosina quinasa involucrada en el desarrollo del sistema nervioso y otros procesos celulares.

La proteína proto-oncogénica c-RET es un receptor transmembrana que se une a ligandos específicos, lo que provoca su activación y la activación de diversas vías de señalización intracelular. Estas vías desempeñan un papel crucial en la supervivencia, proliferación y diferenciación celular.

Las mutaciones en el gen c-ret pueden dar lugar a una sobreactivación constitutiva del receptor, lo que lleva al desarrollo de diversos tipos de cáncer, como el cáncer medular de tiroides y algunos tipos de neuroblastoma. Estas mutaciones suelen ser adquiridas durante la vida de un individuo (mutaciones somáticas) en lugar de heredarse (mutaciones germinales).

Los proto-oncogenes son normalmente genes que codifican para proteínas que desempeñan un papel crucial en la regulación del crecimiento, desarrollo y división celular. Estas proteínas pueden actuar como factores de transcripción, receptores de señales o participar en la transmisión de señales dentro de la célula.

Cuando un proto-oncogen está mutado o sobre-expresado, puede convertirse en un oncogen, el cual promueve el crecimiento y división celular descontrolada, lo que puede llevar al desarrollo de cáncer. Las mutaciones pueden ser heredadas o adquiridas durante la vida de un individuo, a menudo como resultado de exposición a carcinógenos ambientales o estilos de vida poco saludables.

Las proteínas proto-oncogénicas desempeñan diversas funciones importantes en la célula, incluyendo:

1. Transmisión de señales desde el exterior al interior de la célula.
2. Regulación del ciclo celular y promoción de la división celular.
3. Control de la apoptosis (muerte celular programada).
4. Síntesis y reparación del ADN.
5. Funciones inmunes y de respuesta al estrés.

Algunos ejemplos de proto-oncogenes incluyen los genes HER2/neu, src, ras y myc. Las mutaciones en estos genes se han relacionado con diversos tipos de cáncer, como el cáncer de mama, pulmón, colon y vejiga. El estudio de proto-oncogenes y oncogenes es fundamental para comprender los mecanismos moleculares del cáncer y desarrollar nuevas estrategias terapéuticas.

El término "ADN concatenado" se refiere a una forma de organización del ADN en la que varias moléculas de ADN monocatenario (de cadena simple) están unidas linealmente, formando una larga molécula de ADN policatenario (de cadena múltiple). Esta forma de organización del ADN es común en algunos virus y bacterias, donde el ADN concatenado puede servir como una plantilla para la replicación del ADN.

En el contexto médico, el término "ADN concatenado" a menudo se utiliza en relación con la terapia génica y la ingeniería genética. Por ejemplo, los científicos pueden crear moléculas de ADN concatenadas que contengan múltiples copias de un gen específico, lo que puede aumentar la eficiencia de la expresión génica y la producción del producto génico deseado.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que el uso de ADN concatenado en terapia génica y otras aplicaciones biomédicas todavía está sujeto a una investigación y desarrollo activos, y existen preocupaciones sobre la seguridad y la eficacia de este enfoque.

Los proto-oncgenes son genes normales y esenciales para el crecimiento, desarrollo y diferenciación celular adecuados en organismos vivos. Normalmente, estos genes codifican proteínas que desempeñan funciones importantes en la transducción de señales, expresión génica, reparación del ADN y procesos de división celular.

Sin embargo, bajo ciertas circunstancias, como mutaciones genéticas, reordenamientos cromosómicos o exposición a agentes carcinógenos, los proto-oncogenes pueden sufrir alteraciones y transformarse en oncogenes. Los oncogenes producen versiones anormales o sobreactivadas de las proteínas originales, lo que puede conducir al desarrollo de cáncer al perturbar el control normal de la proliferación celular, diferenciación y muerte celular programada (apoptosis).

Las mutaciones en proto-oncogenes pueden ocurrir como resultado de errores espontáneos durante la replicación del ADN, exposición a radiaciones ionizantes, productos químicos cancerígenos o incluso infecciones virales. Algunos ejemplos de proto-oncogenes incluyen los genes HER2/neu, RAS, MYC y EGFR.

Las proteínas proto-oncogénicas A-Raf son miembros de la familia de serina/treonina quinasas conocidas como proteínas RAF, que desempeñan un papel crucial en la transducción de señales dentro de las células. Las proteínas RAF participan en el proceso de activación de la vía de señalización MAPK/ERK (mitogen-activated protein kinase/extracellular signal-regulated kinase), la cual regula diversos procesos celulares como el crecimiento, diferenciación y proliferación.

Bajo condiciones fisiológicas normales, las proteínas proto-oncogénicas A-Raf permanecen inactivas y solo se activan en respuesta a estímulos específicos, como el crecimiento y la supervivencia celular. Sin embargo, mutaciones en los genes que codifican para las proteínas A-Raf pueden dar lugar a una sobreactivación constitutiva de esta vía de señalización, lo que puede conducir al desarrollo de cáncer (es decir, convertirse en oncogenes). Estas mutaciones suelen asociarse con diversos tipos de cáncer, como el melanoma y los tumores de pulmón y tiroides.

En resumen, las proteínas proto-oncogénicas A-Raf son quinasas que participan en la transducción de señales dentro de las células y pueden contribuir al desarrollo de cáncer cuando están mutadas o sobreactivadas.

Los Receptores del Factor Neurotrófico Derivado de la Línea Celular Glial (GDNF, siglas en inglés de Glial Cell Line-Derived Neurotrophic Factor) son un tipo de receptores de factores de crecimiento que se unen específicamente al GDNF y desencadenan una cascada de señalización intracelular que promueve la supervivencia, crecimiento y diferenciación de ciertos tipos de células neuronales.

El GDNF es un neurotrofino que se une a una subfamilia de receptores tirosina quinasa RET y a la proteína coreceptora GFRα1 (GDNF Family Receptor Alpha 1). Cuando el GDNF se une al complejo formado por RET y GFRα1, se activa la vía de señalización intracelular que desencadena una serie de eventos que promueven la supervivencia y crecimiento de las células neuronales.

Los receptores GDNF desempeñan un papel importante en el desarrollo y mantenimiento del sistema nervioso periférico, particularmente en los motores y sensoriales ganglios espinales y en el cerebro. También se ha demostrado que desempeñan un papel neuroprotector en enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad de Parkinson y lesiones de la médula espinal.

Los proto-oncogenes son genes normales que, cuando sufren mutaciones o se activan inapropiadamente, pueden convertirse en oncogenes y desempeñar un papel importante en la transformación de células normales en células cancerosas.

El proto-oncogén c-FES es una proteína que pertenece a la familia de las tirosina quinasas no receptoras, y está involucrada en la regulación de procesos celulares como la proliferación, diferenciación y apoptosis. Se encuentra ubicado en el cromosoma 15 humano y codifica para una proteína con un peso molecular aproximado de 95 kDa.

La activación anormal del proto-oncogén c-FES se ha relacionado con diversos tipos de cáncer, incluyendo leucemia, linfoma y carcinomas. Las mutaciones que afectan a este gen pueden provocar una sobrexpresión o una activación constitutiva de la proteína, lo que lleva a un aumento incontrolado de la proliferación celular y a la inhibición de la apoptosis, promoviendo así el desarrollo y progressión del cáncer.

En resumen, los proto-oncogenes como c-FES son genes normales que pueden desempeñar un papel oncogénico cuando se activan inapropiadamente o sufren mutaciones, lo que lleva a la proliferación celular descontrolada y al desarrollo de cáncer.

Las Proteínas Tirosina Quinasas Receptoras (RTKs, por sus siglas en inglés) son un tipo de proteínas transmembrana que desempeñan un papel crucial en la transducción de señales celulares. Están compuestas por una región extracelular, una región transmembrana y una región intracelular.

La región extracelular contiene un dominio que se une a ligandos específicos, como factores de crecimiento o citocinas. Cuando el ligando se une al dominio extracelular, provoca un cambio conformacional en la proteína, lo que permite que la región intracelular adquiera actividad catalítica.

La región intracelular contiene un dominio de tirosina quinasa, el cual es capaz de agregar grupos fosfato a residuos de tirosina en otras proteínas. Este proceso de fosforilación activa o desactiva diversas vías de señalización intracelular, lo que resulta en una respuesta celular específica, como la proliferación, diferenciación, supervivencia o apoptosis celular.

Las RTKs desempeñan un papel fundamental en procesos fisiológicos importantes, como el desarrollo embrionario, la homeostasis tisular y la respuesta inmune. Sin embargo, también se ha demostrado que están involucradas en diversas patologías, como el cáncer y las enfermedades cardiovasculares. Por lo tanto, las RTKs son objetivos terapéuticos importantes para el desarrollo de nuevos fármacos dirigidos a tratar estas enfermedades.

Los proto-oncogenes son genes normales que, cuando sufren mutaciones o se activan inapropiadamente, pueden convertirse en oncogenes y desempeñar un papel importante en la transformación de células normales en células cancerosas.

El proto-oncogene c-myb es uno de los miembros de la familia de genes myb, que codifican proteínas con funciones importantes en la regulación del crecimiento y desarrollo celular, así como en la diferenciación y proliferación celular. La proteína proto-oncogénica c-Myb es una proteína nuclear que actúa como factor de transcripción, uniéndose al ADN y regulando la expresión génica.

La proteína c-Myb está implicada en la regulación de la expresión de genes involucrados en la proliferación y diferenciación celular, especialmente en células hematopoyéticas (de la sangre). Las mutaciones o sobre-expresiones de este gen se han relacionado con diversos tipos de cáncer, incluyendo leucemia y algunos tipos de cánceres sólidos. Por lo tanto, el control adecuado de la expresión y función del proto-oncogene c-myb es crucial para mantener la homeostasis celular y prevenir la transformación cancerosa.

El Factor Neurotrófico Derivado de la Línea Celular Glial (GDNF, por sus siglas en inglés) es una proteína que pertenece a la familia de los factores de crecimiento neurotróficos. Es producido principalmente por las células gliales, que son células de soporte presentes en el sistema nervioso central y periférico.

La función principal del GDNF es promover la supervivencia, crecimiento y diferenciación de neuronas específicas, especialmente aquellas del sistema nervioso periférico. También desempeña un papel importante en la regulación de la motilidad y desarrollo de las células nerviosas, así como en la protección de las mismas frente a lesiones y enfermedades neurodegenerativas.

El GDNF se une a receptores específicos en la superficie celular, activando una cascada de señalización que desencadena los efectos mencionados anteriormente. Los déficits en la producción o acción del GDNF se han relacionado con diversas patologías neurológicas, como la enfermedad de Parkinson y algunas neuropatías periféricas. Por lo tanto, el GDNF es un objetivo terapéutico prometedor para tratar estas enfermedades.

Los proto-oncogenes c-myc son un tipo específico de genes proto-oncogénicos que codifican para la proteína Myc, involucrada en la regulación del crecimiento celular, la proliferación y la apoptosis. Cuando estos genes se alteran o dañan, pueden convertirse en oncogenes, lo que significa que tienen el potencial de desencadenar processos cancerígenos. La proteína Myc forma complejos con la proteína Max y otras proteínas relacionadas, uniéndose a secuencias específicas de ADN en los promotores de genes diana para regular su expresión. La activación o sobre-expresión del oncogen c-myc se ha asociado con diversos tipos de cáncer, incluyendo carcinomas, linfomas y leucemias.

Las proteínas proto-oncogénicas c-MAF pertenecen a una familia de factores de transcripción básicos de leucina zipper (bZIP) que desempeñan un papel importante en la regulación de la diferenciación celular, el crecimiento y la proliferación. El gen que codifica para la proteína c-MAF normalmente está involucrado en la respuesta inmunitaria y la homeostasis de las células T.

Sin embargo, cuando este gen se altera o se sobreexpresa, puede convertirse en un oncogén, es decir, un gen que contribuye al desarrollo del cáncer. Las mutaciones o translocaciones cromosómicas que afectan al gen c-MAF se han asociado con diversos tipos de cáncer, como el linfoma de mucosa intestinal y algunos tumores de tejidos blandos.

La proteína c-MAF forma complejos con otras proteínas para regular la expresión de genes específicos, incluidos aquellos que están implicados en la proliferación celular y la supervivencia. Por lo tanto, las alteraciones en la función o expresión de c-MAF pueden desequilibrar este proceso regulador y conducir al crecimiento y diseminación descontrolada de células cancerosas.

Los proto-oncogenes c-yes son genes que codifican para la proteína yes, una tirosina quinasa no receptora, que desempeña un papel importante en la transducción de señales intracelulares y está involucrada en la regulación de procesos celulares como la proliferación, diferenciación y apoptosis. La proteína yes pertenece a la familia Src de las tirosina quinasas no receptoras y se activa mediante la fosforilación autocatalítica de un residuo de tirosina en su dominio tirosina quinasa.

La activación anormal o sobreactivación de los proto-oncogenes c-yes puede conducir al desarrollo de cáncer, ya que promueve la proliferación celular descontrolada y previene la apoptosis. La mutación o amplificación de estos genes se ha asociado con diversos tipos de cáncer, como el cáncer de mama, pulmón, próstata y ovario. Por lo tanto, los inhibidores de tirosina quinasa dirigidos contra la proteína yes se están investigando como posibles terapias anticancerígenas.

La proteína proto-oncogénica c-BCL6 es un factor de transcripción que regula la expresión génica y desempeña un papel importante en la diferenciación y proliferación celular normal. Sin embargo, cuando se altera su regulación normal, puede contribuir al desarrollo de cáncer. La proteína c-BCL6 se sobreexpresa o se sobreactivada en algunos tipos de linfoma, lo que lleva a una disfunción celular y promueve la transformación cancerosa. Por lo tanto, la proteína c-BCL6 se considera un oncogén potencial, y su inhibición es un objetivo terapéutico prometedor en el tratamiento del cáncer.

Los proto-oncogenes son genes normales que, cuando sufren mutaciones o se activan inapropiadamente, pueden convertirse en oncogenes y desempeñar un papel importante en la transformación de células normales en células cancerosas.

El proto-oncogene c-pim-1 es una proteína que pertenece a la familia de las serina/treonina quinasas citoplasmáticas y se encuentra involucrada en la regulación del crecimiento celular, diferenciación y apoptosis. Esta proteína participa en la activación de diversos factores de transcripción que controlan la expresión génica relacionada con el ciclo celular y la supervivencia celular.

Las mutaciones o sobre-expresiones del gen c-pim-1 se han asociado con diversos tipos de cáncer, incluyendo leucemia, linfoma y carcinomas. La proteína PIM-1 puede fosforilar y activar diferentes sustratos que promueven la proliferación celular y previenen la apoptosis, lo que contribuye al desarrollo y progressión del cáncer. Por lo tanto, el inhibir la actividad de PIM-1 se ha sugerido como un posible enfoque terapéutico para tratar diversos tipos de cáncer.

Los proto-oncogenes son genes normales que, cuando sufren mutaciones o se activan inapropiadamente, pueden convertirse en oncogenes y desempeñar un papel importante en la transformación de células normales en células cancerosas. El proto-oncogene c-fos es parte del complejo de transcripción AP-1 (activador de la respuesta temprana a serum) y codifica una proteína nuclear que actúa como factor de transcripción, desempeñando un papel crucial en la regulación de la expresión génica.

La activación del proto-oncogene c-fos se produce en respuesta a diversos estímulos celulares, como factores de crecimiento, citocinas y señales mitogénicas. Una vez activado, el gen c-fos produce la proteína fos, que forma un dímero con la proteína Jun para formar el complejo AP-1. Este complejo se une a secuencias específicas de ADN conocidas como elementos de respuesta AP-1, lo que desencadena una cascada de eventos que promueven la proliferación celular y previenen la apoptosis (muerte celular programada).

Las mutaciones en el proto-oncogene c-fos pueden provocar una sobreactivación o una expresión constitutiva, lo que lleva a un aumento de la actividad del complejo AP-1 y, finalmente, a una transformación celular maligna. La activación anormal de este proto-oncogene se ha relacionado con diversos tipos de cáncer, como el cáncer de mama, el cáncer de pulmón y el cáncer de colon.

Los proto-oncogenes c-vav son un tipo de genes que codifican para proteínas relacionadas con la transmisión de señales dentro de las células. La familia de proteínas vav incluye tres miembros: Vav1, Vav2 y Vav3. Estas proteínas desempeñan un papel crucial en la regulación de varios procesos celulares, como la proliferación, diferenciación, migración y supervivencia celular.

Las proteínas vav pertenecen a la familia de las proteínas activadoras de guanina nucleótidos (GNEFs), que actúan como interruptores moleculares en los caminos de transducción de señales intracelulares. Cuando una célula recibe una señal externa, como un factor de crecimiento o un ligando de receptor, las proteínas vav ayudan a amplificar y transmitir esa señal dentro de la célula.

Sin embargo, cuando los proto-oncogenes c-vav sufren mutaciones o experimentan alteraciones en su expresión, pueden convertirse en oncogenes, lo que significa que contribuyen al desarrollo y progresión del cáncer. Las mutaciones en los genes vav se han asociado con diversos tipos de cáncer, como leucemia, linfoma y cáncer de mama.

En resumen, los proto-oncogenes c-vav son genes que codifican para proteínas importantes en la transmisión de señales dentro de las células. Cuando se alteran, pueden desempeñar un papel en el desarrollo y progresión del cáncer.

Los proto-oncogenes son genes normales que, cuando sufren mutaciones o se activan inapropiadamente, pueden convertirse en oncogenes y desempeñar un papel importante en la transformación cancerosa de las células. El proto-oncogene c-cbl codifica una E3 ubiquitina ligasa, que es una enzima responsable de marcar otras proteínas para su degradación mediante el sistema ubiquitina-proteasoma.

La proteína c-CBL desempeña un papel crucial en la regulación de vías de señalización intracelulares, especialmente aquellas involucradas en la respuesta a factores de crecimiento y supervivencia celular. La sobreexpresión o mutaciones activadoras del proto-oncogene c-cbl pueden conducir a una disfunción en la regulación de estas vías de señalización, lo que puede provocar un crecimiento celular descontrolado y, en última instancia, contribuir al desarrollo de cáncer.

En resumen, los proto-oncogenes c-cbl son genes que codifican la proteína c-CBL, una E3 ubiquitina ligasa involucrada en la regulación de vías de señalización celulares. Las mutaciones o sobreactivaciones de este proto-oncogene pueden desempeñar un papel en el desarrollo del cáncer.

Los proto-oncogenes c-bcr son genes que se encuentran en el cromosoma 22 y desempeñan un papel importante en la regulación del crecimiento y diferenciación celular normales. Sin embargo, cuando estos genes se fusionan con otros genes debido a una translocación cromosómica, particularmente con el gen abl en el cromosoma 9, pueden dar lugar a la formación de un oncogen, conocido como BCR-ABL. Esta fusión génica conduce a la producción de una proteína anormal, BCR-ABL, que tiene actividad tirosina kinasa constitutivamente activa. Esta enzima anormal promueve la proliferación celular descontrolada y previene la apoptosis, lo que puede conducir al desarrollo de leucemia mieloide crónica (LMC) y otros tipos de cáncer. La tirosina kinasa inhibidor imatinib (Gleevec) se utiliza para tratar la LMC al interferir con la actividad de BCR-ABL.

Los proto-oncogenes c-mos son genes que codifican para la proteína c-Mos, que es una serina/treonina proteína quinasa involucrada en la regulación del ciclo celular y la proliferación celular. La proteína c-Mos desempeña un papel crucial en la entrada a la mitosis y la activación de la maduración de los oocitos en muchas especies.

En condiciones normales, la expresión y activación de la proteína c-Mos están estrictamente controladas y se limitan a ciertos tejidos y etapas del ciclo celular. Sin embargo, cuando los proto-oncogenes c-mos sufren mutaciones o se sobreexpresan, pueden convertirse en oncogenes y contribuir al desarrollo de cáncer. La activación constitutiva de la proteína c-Mos puede conducir a una proliferación celular descontrolada y a la formación de tumores malignos.

Las mutaciones en los proto-oncogenes c-mos se han asociado con varios tipos de cáncer, incluyendo leucemia, linfoma y carcinomas. Además, la proteína c-Mos también ha demostrado ser un objetivo terapéutico prometedor en el tratamiento del cáncer, ya que su inhibición puede inducir la apoptosis de las células cancerosas y suprimir el crecimiento tumoral.

En la biología y genética, las proteínas de Drosophila se refieren específicamente a las proteínas identificadas y estudiadas en el modelo de organismo de laboratorio, la mosca de la fruta (Drosophila melanogaster). Estas proteínas desempeñan diversas funciones vitales en los procesos celulares y desarrollo del organismo. Un ejemplo bien conocido es la proteína "activadora de transcripción", que se une al ADN y ayuda a controlar la expresión génica. La investigación sobre las proteínas de Drosophila ha sido fundamental para avanzar en nuestra comprensión de la genética, la biología del desarrollo y diversas funciones celulares, ya que su rápido ciclo vital y fácil manipulación genética hacen de este organismo un sistema modelo ideal.

La proteína proto-oncogénica c-ets-2, también conocida como ETS2, es un factor de transcripción que desempeña un papel importante en la regulación de la expresión génica. Pertenece a la familia de factores de transcripción ETS, los cuales están involucrados en diversos procesos celulares como el crecimiento, diferenciación y desarrollo.

La proteína c-ets-2 se codifica por el gen ETS2, localizado en el cromosoma 21 humano. Esta proteína contiene un dominio de unión al ADN ETS altamente conservado, que le permite unirse a secuencias específicas de ADN en los promotores y enhancers de genes diana. Una vez unida al ADN, la proteína c-ets-2 regula la transcripción génica mediante la interacción con otras proteínas reguladoras y coactivadores o corepresores de la transcripción.

Bajo condiciones fisiológicas, la proteína c-ets-2 participa en procesos celulares normales como el desarrollo embrionario, angiogénesis (formación de vasos sanguíneos), y respuesta inmune. Sin embargo, alteraciones en la expresión o actividad de esta proteína pueden contribuir al desarrollo de diversas patologías, incluyendo cáncer. De hecho, la proteína c-ets-2 ha sido clasificada como un proto-oncogén, ya que su activación inapropiada puede conducir a una transformación celular y promover la proliferación y supervivencia de células cancerosas.

En resumen, la proteína proto-oncogénica c-ets-2 es un factor de transcripción importante que regula la expresión génica en diversos procesos celulares. Su activación inapropiada puede desempeñar un papel en el desarrollo y progresión del cáncer, lo que la convierte en un objetivo potencial para el tratamiento de diversos tipos de cáncer.

Los proto-oncogenes son genes normales que, cuando sufren mutaciones o se activan inapropiadamente, pueden convertirse en oncogenes y desempeñar un papel importante en la transformación de células normales en células cancerosas.

El proto-oncogene c-crk es un gen que codifica para una proteína no receptora tirosina quinasa, conocida como CRK. La proteína CRK está involucrada en la transducción de señales intracelulares y desempeña un papel importante en la regulación de procesos celulares tales como la proliferación, diferenciación y apoptosis.

La activación anormal del proto-oncogene c-crk se ha asociado con el desarrollo de diversos tipos de cáncer, incluyendo leucemia, linfoma y cáncer de mama. La activación inapropiada de este gen puede ocurrir como resultado de una serie de eventos, incluyendo la translocación cromosómica, amplificación génica o mutaciones puntuales.

En resumen, los proto-oncogenes son genes que pueden convertirse en oncogenes cuando se activan inapropiadamente y desempeñan un papel importante en el desarrollo del cáncer. El proto-oncogene c-crk codifica para una proteína no receptora tirosina quinasa que está involucrada en la transducción de señales intracelulares y su activación anormal se ha asociado con el desarrollo de diversos tipos de cáncer.

La proteína proto-oncogénica c-ets-1, también conocida como ETS-1 (v-ets erythroblastosis virus E26 oncogene homolog 1), es un factor de transcripción que desempeña un papel importante en la regulación de la expresión génica. Pertenece a la familia de genes ETS, los cuales codifican proteínas que contienen un dominio de unión al ADN específico y conservado llamado dominio ETS.

La proteína c-ets-1 se une a secuencias específicas de ADN en los promotores y enhancers de genes diana, lo que influye en su transcripción. Está involucrada en una variedad de procesos celulares, como la proliferación, diferenciación, supervivencia y muerte celular (apoptosis).

El gen c-ets-1 puede actuar como un proto-oncogén, lo que significa que bajo ciertas circunstancias, las mutaciones o alteraciones en su expresión pueden contribuir al desarrollo de cáncer. Por ejemplo, la sobrexpresión del gen c-ets-1 se ha asociado con diversos tipos de cáncer, incluyendo leucemia, cáncer de mama y cáncer de pulmón. Sin embargo, también se sabe que desempeña un papel importante en la respuesta inmunitaria y en la homeostasis tisular normal.

El uréter es un conducto muscular delgado y fibroso que transporta la orina desde el riñón hasta la vejiga urinaria. Los humanos generalmente tienen dos uréteres, uno conectado a cada riñón. La función principal de los uréteres es mantener el flujo constante de orina desde los riñones hacia la vejiga para su eliminación del cuerpo, evitando así que la orina fluya hacia atrás hacia los riñones y cause infecciones o daños en ellos. Los uréteres están compuestos por múltiples capas de tejido, incluyendo músculo liso, lo que les permite contraerse y empujar la orina hacia abajo hacia la vejiga.

Los proto-oncogenes c-met son genes que codifican para el receptor tirosina quinasa MET, el cual es un importante regulador de la supervivencia celular, proliferación, invasión y angiogénesis. El crecimiento y la división celulares normales están controlados en parte por la activación cuidadosamente regulada del receptor MET a través de su ligando, el factor de crecimiento hepatocitos (HGF).

Sin embargo, cuando los proto-oncogenes c-met experimentan mutaciones o su expresión está alterada, pueden convertirse en oncogenes y desempeñar un papel crucial en la patogénesis del cáncer. Las mutaciones o alteraciones en c-met pueden conducir a una sobreactivación del receptor MET, lo que resulta en una señalización incontrolada que promueve el crecimiento tumoral, la invasión y la metástasis.

La activación anormal de los proto-oncogenes c-met se ha asociado con diversos tipos de cáncer, incluyendo carcinomas de pulmón, hígado, riñón, mama y ovario, así como también leucemias y sarcomas. Por lo tanto, el estudio de los proto-oncogenes c-met y su papel en la patogénesis del cáncer es fundamental para desarrollar nuevas estrategias terapéuticas contra esta enfermedad.

Los proto-oncogenes son genes normales que, cuando sufren mutaciones o se activan de manera anormal, pueden convertirse en oncogenes y desempeñar un papel importante en la transformación de células normales en células cancerosas. El proto-oncogene c-hck es parte de una familia de genes que codifican para las tirosina quinasas, enzimas que participan en la transducción de señales dentro de la célula.

La proteína codificada por el gen c-hck, también conocida como citosolica HCK, es una tirosina quinasa no receptora que desempeña un papel crucial en la regulación de diversas vías de señalización celular. Está involucrada en la respuesta inmunitaria y la proliferación celular, entre otras funciones.

Las mutaciones o alteraciones en el gen c-hck pueden provocar una activación constitutiva de la proteína, lo que lleva a un aumento en la proliferación celular descontrolada y a la posible aparición de fenómenos tumorales. Sin embargo, es importante mencionar que el desarrollo del cáncer es un proceso multifactorial y requiere la interacción de diversos factores genéticos y ambientales.

Los proto-oncogenes c-kit, también conocidos como CD117 o receptor del factor de crecimiento similar a la proteína SCF (receptor de tyrosina quinasa), son genes que codifican para una proteína de superficie celular involucrada en la transducción de señales y procesos de desarrollo, crecimiento y diferenciación celular normales. La proteína c-Kit es un receptor tirosina quinasa que se une al ligando factor de crecimiento similar a la proteína Steel (SCF) y activa una cascada de señalización intracelular que desencadena diversas respuestas celulares, como proliferación, supervivencia y migración.

Los proto-oncogenes c-kit pueden convertirse en oncogenes cuando experimentan mutaciones o su expresión está alterada, lo que lleva a una activación constitutiva e incontrolada de la vía de señalización. Esta situación se asocia con diversos tipos de cáncer, como el cáncer gastrointestinal estromal (GIST), leucemias y algunos tumores sólidos. Las mutaciones en c-kit pueden conducir a la formación de dímeros constitutivos o una mayor afinidad por su ligando, lo que resulta en una activación continua de la vía de señalización y promueve la transformación celular oncogénica.

Los proto-oncogenes c-rel son genes que codifican para las proteínas de la familia de factores de transcripción rel, los cuales desempeñan un papel importante en la regulación de la expresión génica y son cruciales en la diferenciación celular, el crecimiento celular y la apoptosis. La proteína c-Rel es miembro de la familia de factores de transcripción NF-kB (nuclear factor kappa-light-chain-enhancer of activated B cells) y se une al ADN como un dímero con otras proteínas NF-kB, lo que resulta en la activación de la transcripción de genes diana.

La activación anormal o sobreactivación de los proto-oncogenes c-rel puede contribuir al desarrollo y progresión del cáncer. Los mutantes constitutivamente activos de c-Rel se han identificado en varios tipos de cáncer, como linfomas y leucemias. Estas mutaciones pueden conducir a una expresión alterada de genes diana que promueven la proliferación celular descontrolada, la supervivencia celular y la resistencia a la apoptosis, lo que finalmente puede dar lugar al crecimiento tumoral y la metástasis. Por lo tanto, los proto-oncogenes c-rel son un objetivo importante en el desarrollo de terapias contra el cáncer.

Los proto-oncogenes c-ets son un tipo específico de genes proto-oncogénicos que codifican para las proteínas ETS (factores de transcripción E26 avian transforming sequence). Estos genes desempeñan un papel importante en la regulación de la expresión génica y diversos procesos celulares, como el crecimiento celular, diferenciación y apoptosis.

La activación anormal o sobre-expresión de los proto-oncogenes c-ets puede conducir al desarrollo de cáncer, ya que estas proteínas alteradas pueden interferir con el control normal del crecimiento celular y promover la transformación maligna. Los c-ets se han relacionado con varios tipos de cáncer, incluyendo leucemia, cáncer de mama, próstata y ovario.

El nombre "c-ets" proviene del virus aviar de transformación E26 (ETV), que contiene una versión viral del gen ETS llamado v-ets. El gen celular correspondiente en los mamíferos se denomina c-ets o proto-oncogén ETS. Existen varios miembros de la familia de genes c-ets, como ETS1, ETS2, ERG, FLI1 y ELK1, cada uno con diferentes patrones de expresión y funciones específicas.

La Neoplasia Endocrina Múltiple Tipo 2a (NEM2a) es un síndrome genético hereditario caracterizado por la presencia de tumores en glándulas endocrinas y otros tejidos. Es una de las dos variedades de la Neoplasia Endocrina Múltiple Tipo 2, siendo la otra el tipo 2b (NEM2b).

La NEM2a se asocia con mutaciones en el gen RET, que codifica una proteína tirosina quinasa involucrada en la señalización celular. Esta mutación se transmite de forma autosómica dominante, lo que significa que un solo alelo mutado del gen RET es suficiente para causar la enfermedad.

Los individuos afectados por NEM2a tienen un mayor riesgo de desarrollar diversos tipos de tumores, incluyendo feocromocitomas (tumores de las glándulas suprarrenales que secretan catecolaminas), carcinomas medulares de tiroides y paratiroidectomías (extirpación quirúrgica de una o más glándulas paratiroideas). Los feocromocitomas pueden causar hipertensión arterial y taquicardia, mientras que los carcinomas medulares de tiroides pueden provocar bocio (agrandamiento de la glándula tiroides), disfagia (dificultad para tragar) y disfonía (cambios en la voz).

La detección y el tratamiento tempranos de estos tumores son cruciales para mejorar el pronóstico y la supervivencia de los pacientes con NEM2a. El manejo suele incluir cirugía, radioterapia y quimioterapia, según el tipo y la extensión del tumor. Además, se recomienda un seguimiento clínico regular para detectar precozmente cualquier nuevo tumor o recurrencia.

Las proteínas proto-oncogénicas c-jun son parte de la familia de factores de transcripción activadores de proteínas que se unen al elemento de respuesta a serina (SRE) y están involucradas en la regulación de la expresión génica. La proteína c-Jun, codificada por el gen c-jun, forma heterodímeros con la proteína Fos y otras proteínas de unión a ADN para formar el complejo activador de transcripción AP-1 (activator protein 1).

El complejo AP-1 regula una variedad de procesos celulares, como la proliferación, diferenciación, supervivencia y apoptosis. La activación anormal o sobreactivación de la vía c-Jun/AP-1 se ha relacionado con el desarrollo y progressión del cáncer, lo que sugiere que las proteínas proto-oncogénicas c-jun desempeñan un papel importante en la patogénesis del cáncer.

La sobreactivación de c-Jun puede ocurrir como resultado de diversos mecanismos, incluidas mutaciones somáticas en el gen c-jun, alteraciones en la regulación de la expresión génica y modificaciones postraduccionales de la proteína c-Jun. Además, las proteínas proto-oncogénicas c-jun también pueden interactuar con otras vías de señalización oncogénicas, como la vía RAS/MAPK, para promover la transformación celular y el crecimiento tumoral.

En resumen, las proteínas proto-oncogénicas c-jun son factores de transcripción importantes que desempeñan un papel crucial en la regulación de diversos procesos celulares. Su activación anormal o sobreactivación se ha relacionado con el desarrollo y progressión del cáncer, lo que sugiere que las proteínas proto-oncogénicas c-jun son objetivos terapéuticos prometedores para el tratamiento del cáncer.

La proteína proto-oncogénica c-Fli-1 es un factor de transcripción que desempeña un papel importante en la regulación de la expresión génica durante el desarrollo y la homeostasis de los organismos. Pertenece a la familia ETS de factores de transcripción, que están involucrados en una variedad de procesos celulares, como la proliferación, diferenciación y apoptosis.

El gen que codifica para la proteína c-Fli-1 se llama FLI1 (Amplificación de la línea de células Fukaura 1). Originalmente se identificó como un oncogén viral en el virus del sarcoma de células de músculo liso felino (FeSV), y más tarde se encontró que tiene un homólogo humano. El gen FLI1 se encuentra ubicado en el brazo largo del cromosoma 11 (11q24) en humanos.

La proteína c-Fli-1 regula la expresión génica al unirse a secuencias específicas de ADN en los promotores y enhancers de genes diana. Está involucrada en la activación y represión de una variedad de genes, incluidos aquellos que participan en la angiogénesis, hematopoyesis, y respuesta inmune.

En condiciones normales, la proteína c-Fli-1 ayuda a mantener el equilibrio entre la proliferación celular y la apoptosis. Sin embargo, cuando se altera su regulación o expresión, puede contribuir al desarrollo de enfermedades, particularmente cánceres. La sobrexpresión o mutaciones del gen FLI1 se han asociado con diversos tipos de cáncer, como leucemia mieloide aguda, sarcoma de Ewing y carcinoma de células escamosas de la cabeza y cuello.

En resumen, la proteína c-Fli-1 es un factor de transcripción importante que regula la expresión génica en diversos procesos fisiológicos y patológicos. Su alteración puede desempeñar un papel en el desarrollo y progressión de varios tipos de cáncer.

El carcinoma medular es un tipo raro de cáncer de tiroides que se origina en las células C de la glándula tiroides. Las células C son células neuroendocrinas que producen calcitonina, una hormona que ayuda a controlar los niveles de calcio en el cuerpo.

Este tipo de cáncer se caracteriza por la presencia de mutaciones en el gen RET, lo que hace que las células crezcan y se dividan de manera descontrolada, formando un tumor. El carcinoma medular puede ser hereditario o sporádico (ocurre sin causa conocida).

Los síntomas del carcinoma medular pueden incluir un bulto visible en el cuello, dificultad para tragar, ronquera, dolor de garganta y tos crónica. El tratamiento puede incluir cirugía para extirpar la glándula tiroides y los ganglios linfáticos cercanos, radioterapia y terapia hormonal con somatostatina u octreótida para controlar los niveles de calcitonina.

La detección temprana y el tratamiento oportuno pueden mejorar el pronóstico del carcinoma medular, aunque aún se desconoce la causa exacta de esta enfermedad. La investigación continúa para entender mejor los factores de riesgo y desarrollar nuevas opciones de tratamiento.

Los Datos de Secuencia Molecular se refieren a la información detallada y ordenada sobre las unidades básicas que componen las moléculas biológicas, como ácidos nucleicos (ADN y ARN) y proteínas. Esta información está codificada en la secuencia de nucleótidos en el ADN o ARN, o en la secuencia de aminoácidos en las proteínas.

En el caso del ADN y ARN, los datos de secuencia molecular revelan el orden preciso de las cuatro bases nitrogenadas: adenina (A), timina/uracilo (T/U), guanina (G) y citosina (C). La secuencia completa de estas bases proporciona información genética crucial que determina la función y la estructura de genes y proteínas.

En el caso de las proteínas, los datos de secuencia molecular indican el orden lineal de los veinte aminoácidos diferentes que forman la cadena polipeptídica. La secuencia de aminoácidos influye en la estructura tridimensional y la función de las proteínas, por lo que es fundamental para comprender su papel en los procesos biológicos.

La obtención de datos de secuencia molecular se realiza mediante técnicas experimentales especializadas, como la reacción en cadena de la polimerasa (PCR), la secuenciación de ADN y las técnicas de espectrometría de masas. Estos datos son esenciales para la investigación biomédica y biológica, ya que permiten el análisis de genes, genomas, proteínas y vías metabólicas en diversos organismos y sistemas.

Las proteínas proto-oncogénicas c-abl pertenecen a una clase de genes y proteínas que están involucrados en la regulación normal del crecimiento, desarrollo y diferenciación celular. El gen c-abl codifica para la tirosina quinasa no receptora c-Abl, que desempeña un papel importante en la transducción de señales intracelulares.

Los proto-oncogenes pueden convertirse en oncogenes cuando sufren mutaciones o alteraciones que conducen a una sobreactivación o sobreproducción anormal de las proteínas correspondientes. En el caso del gen c-abl, la translocación cromosómica t(9;22)(q34;q11) da como resultado la fusión del gen c-abl con el gen bcr (breakpoint cluster region), formando así el oncogén híbrido bcr-abl. Esta fusión génica conduce a la producción de una proteína quinasa híbrida constitutivamente activa, bcr-Abl, que contribuye al desarrollo de leucemia mieloide crónica (LMC) y algunos tipos de leucemia aguda linfoblástica (LAL).

La proteína quinasa bcr-Abl fosforila diversas proteínas intracelulares, alterando la regulación normal de las vías de señalización celular y promoviendo procesos tumorales como el crecimiento celular descontrolado, la supervivencia celular prolongada y la resistencia a la apoptosis. Los inhibidores específicos de la tirosina quinasa, como el imatinib (Gleevec), se utilizan en el tratamiento de la LMC y algunos tipos de LAL para bloquear la actividad de la proteína quinasa bcr-Abl y controlar la progresión del cáncer.

Los genes Myc se refieren a un grupo de genes que codifican para las proteínas Myc, que son factores de transcripción importantes en la regulación del crecimiento celular, la proliferación y la diferenciación. La familia de genes Myc incluye c-Myc, N-Myc y L-Myc. Estos genes pueden actuar como oncogenes cuando se sobreexpresan o presentan mutaciones, lo que puede conducir al desarrollo de diversos tipos de cáncer.

La proteína Myc forma un complejo con la proteína Max y une el ADN en sitios específicos conocidos como E-box, donde regula la transcripción de genes diana involucrados en la proliferación celular, la metabolía, la apoptosis y la angiogénesis. La activación inapropiada de los genes Myc se ha relacionado con el crecimiento tumoral, la invasión y la metástasis en diversos tipos de cáncer, como el cáncer de mama, pulmón, ovario y vejiga.

Por lo tanto, los genes Myc desempeñan un papel crucial en el control del crecimiento celular y la diferenciación, y su alteración puede contribuir al desarrollo y progresión de diversos tipos de cáncer.

El ARN mensajero (ARNm) es una molécula de ARN que transporta información genética copiada del ADN a los ribosomas, las estructuras donde se producen las proteínas. El ARNm está formado por un extremo 5' y un extremo 3', una secuencia codificante que contiene la información para construir una cadena polipeptídica y una cola de ARN policitol, que se une al extremo 3'. La traducción del ARNm en proteínas es un proceso fundamental en la biología molecular y está regulado a niveles transcripcionales, postranscripcionales y de traducción.

Los Factores de Crecimiento Nervioso (FCN o NGF, por sus siglas en inglés) son un tipo de molécula proteica involucrada en el crecimiento y mantenimiento de las células del sistema nervioso. El NGF es el miembro más conocido de una familia de factores neurotróficos, que incluye también al factor de crecimiento nervioso dependiente de andrógenos (NGFDA) y al factor de crecimiento neuronal relacionado con el cerebro (BDNF, por sus siglas en inglés).

El NGF fue descubierto originalmente como un factor que promueve la supervivencia y diferenciación de las neuronas sensoriales y simpáticas durante el desarrollo embrionario. Sin embargo, también desempeña un papel importante en el mantenimiento y regeneración de las neuronas en el sistema nervioso adulto.

El NGF se une a receptores específicos en la superficie celular, lo que activa una serie de respuestas intracelulares que conducen al crecimiento y supervivencia de las células nerviosas. Los niveles anormales de NGF se han relacionado con diversas afecciones neurológicas, como el dolor neuropático, la enfermedad de Alzheimer y los trastornos depresivos. Por lo tanto, el NGF y sus mecanismos de acción son objetivos importantes para el desarrollo de nuevos tratamientos para estas enfermedades.

La secuencia de bases, en el contexto de la genética y la biología molecular, se refiere al orden específico y lineal de los nucleótidos (adenina, timina, guanina y citosina) en una molécula de ADN. Cada tres nucleótidos representan un codón que especifica un aminoácido particular durante la traducción del ARN mensajero a proteínas. Por lo tanto, la secuencia de bases en el ADN determina la estructura y función de las proteínas en un organismo. La determinación de la secuencia de bases es una tarea central en la genómica y la biología molecular moderna.

Las proteínas proto-oncogénicas c-RAF son una clase de enzimas que desempeñan un papel crucial en la transducción de señales dentro de las células. Forman parte del camino de señalización MAPK/ERK, el cual está involucrado en la regulación de procesos celulares como el crecimiento, diferenciación y supervivencia celular.

La proteína c-RAF es codificada por el gen c-raf, y existe en tres isoformas: A-RAF, B-RAF e C-RAF (también conocida como RAF-1). La activación de estas proteínas ocurre cuando son fosforiladas por otras quinasas, lo que permite su unión a otras moléculas y la activación de las cascadas de señalización subsiguientes.

Los proto-oncogenes pueden convertirse en oncogenes cuando experimentan mutaciones que conducen a una sobreactivación o hiperactividad constante, lo que puede conducir al desarrollo de cáncer. En el caso de las proteínas c-RAF, mutaciones que conllevan a su activación constitutiva han sido identificadas en varios tipos de cáncer, incluyendo melanoma y cáncer de pulmón.

La neuroturina es una proteína que se encuentra en el sistema nervioso central y periférico. Es un miembro de la familia de las glucoproteínas reguladoras de la neurita y está involucrada en la supervivencia, crecimiento y desarrollo de las células nerviosas. La neuroturina se sintetiza como un precursor proteico grande que se procesa para producir el péptido maduro neuroturina, que es la forma activa de la proteína.

La neuroturina se une a receptores específicos en las células nerviosas y desencadena una serie de respuestas celulares que promueven el crecimiento y la supervivencia de las neuronas. También se ha demostrado que la neuroturina tiene propiedades neuroprotectoras y puede desempeñar un papel en la modulación del dolor y la inflamación.

Los trastornos relacionados con la neuroturina pueden incluir enfermedades neurológicas y psiquiátricas, como el Parkinson, la esquizofrenia y la depresión. La investigación sobre la neuroturina y su papel en el sistema nervioso continúa siendo un área activa de estudio en el campo de la neurociencia.

Los proto-oncogenes son genes normales que, cuando sufren mutaciones o se activan inapropiadamente, pueden convertirse en oncogenes y desempeñar un papel importante en la transformación de células normales en cancerosas. Un ejemplo de proto-oncogén es c-fyn, que codifica para una proteína tirosina quinasa Src no recubierta (LCK) que participa en la activación y diferenciación de células inmunes T.

La proteína c-fyn/LCK desempeña un papel crucial en la transducción de señales intracelulares, especialmente en la vía de activación de células T, donde ayuda a activar los factores de transcripción necesarios para la expresión génica específica. Sin embargo, cuando se sobre-expresa o muta, puede contribuir al desarrollo de cánceres hematológicos y otros tipos de cáncer.

En resumen, los proto-oncogenes como c-fyn son genes importantes para la regulación normal de las células, pero cuando se alteran pueden desempeñar un papel en el desarrollo del cáncer.

La Feniletanolamina N-Metiltransferasa (PNMT) es una enzima intracelular clave que juega un papel fundamental en la biosíntesis de ciertas hormonas y neurotransmisores, específicamente la epinefrina (adrenalina). La PNMT cataliza la transferencia de un grupo metilo desde la S-adenosilmetionina (SAM) a la noradrenalina, resultando en la formación de adrenalina.

Esta enzima se encuentra principalmente en las células cromafines del tejido medular de la glándula suprarrenal, aunque también se ha detectado en menor medida en el sistema nervioso central y en algunos tejidos periféricos. La actividad de la PNMT está regulada por varios factores, incluyendo la concentración de sus sustratos, la disponibilidad de cofactores, y la acción de diversas hormonas y neurotransmisores.

La feniletanolamina N-metiltransferasa es un marcador bioquímico específico de las células productoras de adrenalina en la glándula suprarrenal, lo que la convierte en un objetivo terapéutico interesante en el tratamiento de diversas patologías asociadas con los sistemas simpático-adrenérgicos, como la hipertensión arterial y los trastornos del estado de ánimo.

La Neoplasia Endocrina Múltiple Tipo 2b (NEM2b) es un trastorno genético hereditario poco común que afecta el sistema endocrino. Se caracteriza por la presencia de tumores en varias glándulas endocrinas, incluyendo las glándulas suprarrenales, tireoide y paratiroides. También puede involucrar al sistema nervioso periférico y al tracto gastrointestinal.

La NEM2b está causada por mutaciones en el gen RET. Este gen proporciona instrucciones para la producción de una proteína que desempeña un papel importante en el desarrollo del sistema nervioso y en la función de ciertas glándulas endocrinas. Las mutaciones en este gen aumentan la actividad de la proteína RET, lo que lleva al crecimiento y división celular descontrolados, lo que resulta en la formación de tumores.

Los síntomas de la NEM2b pueden variar ampliamente entre las personas afectadas, pero generalmente incluyen:

1. Tumores de la glándula suprarrenal (feocromocitoma), que pueden causar presión arterial alta y ataques de sudoración, taquicardia e hipertensión.
2. Tumores de la glándula tireoide (medullario), que pueden causar bocio (un agrandamiento visible de la glándula tireoide) y producir hormonas tireoides en exceso, lo que puede provocar síntomas como ansiedad, temblores, pérdida de peso y aumento del apetito.
3. Tumores de las glándulas paratiroides, que pueden causar niveles altos de calcio en la sangre (hipercalcemia), lo que puede provocar síntomas como debilidad muscular, náuseas, vómitos y confusión.
4. Neurofibromatosis, una afección que causa crecimientos benignos (no cancerosos) en los nervios y la piel.
5. Alteraciones del desarrollo, como rasgos faciales distintivos o anomalías esqueléticas.

El diagnóstico de la NEM2b generalmente se realiza mediante análisis de sangre y pruebas de imagenología, como tomografías computarizadas (TC) o resonancias magnéticas (RM). El tratamiento puede incluir cirugía para extirpar los tumores, radioterapia y quimioterapia. Las personas con NEM2b también pueden beneficiarse de la terapia hormonal para reemplazar las hormonas que faltan o controlar los niveles hormonales anormales.

La detección precoz y el tratamiento oportuno son importantes para mejorar el pronóstico y la calidad de vida de las personas con NEM2b. Los familiares de personas con NEM2b también pueden beneficiarse del asesoramiento genético y las pruebas genéticas, ya que esta afección tiene un patrón hereditario autosómico dominante.

Las proteínas proto-oncogénicas c-bcl-2 pertenecen a una familia de proteínas reguladoras de la apoptosis, es decir, del proceso de muerte celular programada. La proteína BCL-2 específicamente, se identificó por primera vez como un gen que contribuye a la formación de tumores en el cáncer de células B en humanos.

La proteína BCL-2 normalmente se encuentra en la membrana mitocondrial externa y desempeña un papel crucial en el control del proceso de apoptosis. Ayuda a inhibir la activación de las caspasas, que son enzimas clave involucradas en la ejecución de la apoptosis. Por lo tanto, cuando hay niveles elevados de BCL-2, las células pueden volverse resistentes a la muerte celular programada y esto puede contribuir al desarrollo de cáncer.

En condiciones normales, los proto-oncogenes como c-bcl-2 ayudan en procesos celulares importantes, como el crecimiento y la división celular. Sin embargo, cuando se dañan o mutan, pueden convertirse en oncogenes, promoviendo así el crecimiento y la proliferación celular descontrolados que caracterizan al cáncer.

El Sistema Nervioso Entérico (SNE) es una subdivisión del sistema nervioso autónomo que controla la función involuntaria del tracto gastrointestinal, desde la faringe hasta el recto. También se le conoce como "segundo cerebro" o "cerebro intestinal". El SNE consta de dos plexos ganglionares principales: el plexo mientérico (Auerbach) y el plexo submucoso (Meissner). Estos plexos contienen neuronas que regulan la motilidad gastrointestinal, la secreción de fluidos y electrolitos, y la absorción de nutrientes. El SNE interactúa con el sistema nervioso central a través del nervio vago y la médula espinal, así como mediante la producción y liberación de neurotransmisores y neuropéptidos. También desempeña un papel importante en la modulación del sistema inmunológico y la respuesta al estrés.

Los genes fos son un grupo de genes que codifican las proteínas de la familia Fos, que están involucradas en la respuesta celular al estrés y a diversas señales de crecimiento. La expresión de los genes fos se induce rápidamente en respuesta a una variedad de estímulos, como factores de crecimiento, citocinas y neurotransmisores.

Las proteínas Fos forman heterodímeros con otras proteínas de la familia Jun para formar los complejos activadores de transcripción AP-1 (activator protein 1), que se unen a secuencias específicas de ADN y regulan la expresión génica. La activación de los genes fos y la formación de los complejos AP-1 están involucradas en una variedad de procesos celulares, como la proliferación, diferenciación, apoptosis y transformación tumoral.

La familia de genes fos incluye tres miembros principales: c-fos, fosB y fosA. El gen c-fos se identificó originalmente como un oncogén viral y codifica la proteína Fos-B, mientras que los genes fosB y fosA codifican las proteínas Fos-B y Fos-A, respectivamente. Estas proteínas comparten una región de homología en su dominio de unión a DNA y tienen funciones similares en la regulación de la expresión génica.

La activación de los genes fos se produce mediante diversos mecanismos, como la fosforilación de factores de transcripción y la interacción con otras proteínas reguladoras. La expresión de los genes fos está regulada a nivel transcripcional y posttranscripcional, y su disregulación ha sido implicada en diversas enfermedades, como el cáncer y las enfermedades neurodegenerativas.

Una línea celular es una población homogénea de células que se han originado a partir de una sola célula y que pueden dividirse indefinidamente en cultivo. Las líneas celulares se utilizan ampliamente en la investigación biomédica, ya que permiten a los científicos estudiar el comportamiento y las características de células específicas en un entorno controlado.

Las líneas celulares se suelen obtener a partir de tejidos o células normales o cancerosas, y se les da un nombre específico que indica su origen y sus características. Algunas líneas celulares son inmortales, lo que significa que pueden dividirse y multiplicarse indefinidamente sin mostrar signos de envejecimiento o senescencia. Otras líneas celulares, sin embargo, tienen un número limitado de divisiones antes de entrar en senescencia.

Es importante destacar que el uso de líneas celulares en la investigación tiene algunas limitaciones y riesgos potenciales. Por ejemplo, las células cultivadas pueden mutar o cambiar con el tiempo, lo que puede afectar a los resultados de los experimentos. Además, las líneas celulares cancerosas pueden no comportarse de la misma manera que las células normales, lo que puede dificultar la extrapolación de los resultados de los estudios in vitro a la situación en vivo. Por estas razones, es importante validar y verificar cuidadosamente los resultados obtenidos con líneas celulares antes de aplicarlos a la investigación clínica o al tratamiento de pacientes.

Los "genes raza" es un término obsoleto y carece de definición médica precisa. Originalmente, se utilizó para describir los genes que se cree que están relacionados con las características físicas distintivas asociadas a diferentes grupos étnicos o raciales. Sin embargo, la genética moderna ha demostrado que la variación genética entre individuos dentro de un grupo étnico o racial es mayor que la variación entre diferentes grupos. Por lo tanto, el concepto de "genes raza" no es una base científica sólida para entender las diferencias genéticas y médicas entre los individuos. En su lugar, se prefiere un enfoque basado en la ascendencia genética o en la composición genética individual.

La regulación del desarrollo de la expresión génica es un proceso complejo y fundamental en biología que involucra diversos mecanismos moleculares para controlar cuándo, dónde y en qué nivel se activan o desactivan los genes durante el crecimiento y desarrollo de un organismo. Esto ayuda a garantizar que los genes se expresen apropiadamente en respuesta a diferentes señales y condiciones celulares, lo que finalmente conduce al correcto funcionamiento de los procesos celulares y a la formación de tejidos, órganos y sistemas específicos.

La regulación del desarrollo de la expresión génica implica diversos niveles de control, que incluyen:

1. Control cromosómico: Este nivel de control se produce a través de la metilación del ADN y otras modificaciones epigenéticas que alteran la estructura de la cromatina y, por lo tanto, la accesibilidad de los factores de transcripción a los promotores y enhancers de los genes.
2. Control transcripcional: Este nivel de control se produce mediante la interacción entre los factores de transcripción y los elementos reguladores del ADN, como promotores y enhancers, que pueden activar o reprimir la transcripción génica.
3. Control post-transcripcional: Este nivel de control se produce mediante el procesamiento y estabilidad del ARN mensajero (ARNm), así como por la traducción y modificaciones posteriores a la traducción de las proteínas.

La regulación del desarrollo de la expresión génica está controlada por redes complejas de interacciones entre factores de transcripción, coactivadores, corepressores, modificadores epigenéticos y microRNAs (miRNAs), que trabajan juntos para garantizar un patrón adecuado de expresión génica durante el desarrollo embrionario y en los tejidos adultos. Los defectos en la regulación de la expresión génica pueden conducir a diversas enfermedades, como cáncer, trastornos neurológicos y enfermedades metabólicas.

La transformación celular neoplásica es un proceso en el que las células normales sufren cambios genéticos y epigenéticos significativos, lo que resulta en la adquisición de propiedades malignas. Este proceso conduce al desarrollo de un crecimiento celular descontrolado, resistencia a la apoptosis (muerte celular programada), capacidad de invasión y metástasis, y evasión del sistema inmune. La transformación celular neoplásica puede ocurrir en cualquier tejido del cuerpo y es responsable del desarrollo de diversos tipos de cáncer. Los factores desencadenantes de esta transformación pueden incluir mutaciones genéticas espontáneas, exposición a agentes carcinógenos, infecciones virales y otras condiciones patológicas. El proceso de transformación celular neoplásica es complejo y multifactorial, involucrando cambios en la expresión génica, interacciones célula-célula y célula-matriz extracelular, y alteraciones en los senderos de señalización intracelular.

La transducción de señal en un contexto médico y biológico se refiere al proceso por el cual las células convierten un estímulo o señal externo en una respuesta bioquímica o fisiológica específica. Esto implica una serie de pasos complejos que involucran varios tipos de moléculas y vías de señalización.

El proceso generalmente comienza con la unión de una molécula señalizadora, como un neurotransmisor o una hormona, a un receptor específico en la membrana celular. Esta interacción provoca cambios conformacionales en el receptor que activan una cascada de eventos intracelulares.

Estos eventos pueden incluir la activación de enzimas, la producción de segundos mensajeros y la modificación de proteínas intracelulares. Finalmente, estos cambios llevan a una respuesta celular específica, como la contracción muscular, la secreción de hormonas o la activación de genes.

La transducción de señal es un proceso fundamental en muchas funciones corporales, incluyendo la comunicación entre células, la respuesta a estímulos externos e internos, y la coordinación de procesos fisiológicos complejos.

Las Proteínas Tirosina Quinasas (PTKs) son un tipo de enzimas que tienen la capacidad de transferir grupos fosfato desde ATP a residuos de tirosina en las proteínas, lo que lleva a su activación o desactivación y, por lo tanto, a la regulación de diversas vías celulares. Estas enzimas desempeñan un papel crucial en la transducción de señales dentro de las células y están involucradas en procesos como el crecimiento celular, diferenciación, apoptosis, adhesión celular, migración y metabolismo.

Las PTKs se clasifican en dos grupos principales: receptoras y no receptoras. Las PTKs receptoras son transmembrana y poseen un dominio intracelular tirosina quinasa que se activa cuando se une a su ligando específico en el medio extracelular. Por otro lado, las PTKs no receptoras se encuentran dentro de la célula y su actividad tirosina quinasa se regula por diversos mecanismos, como interacciones proteína-proteína o modificaciones postraduccionales.

La desregulación de las PTKs ha sido vinculada a varias enfermedades humanas, especialmente cánceres, donde mutaciones o sobrexpresión de estas enzimas pueden conducir a una proliferación celular descontrolada y resistencia a la apoptosis. Por lo tanto, las PTKs son objetivos importantes para el desarrollo de fármacos terapéuticos, como inhibidores de tirosina quinasa, que se utilizan en el tratamiento de diversos tipos de cáncer.

La fosforilación es un proceso bioquímico fundamental en las células vivas, donde se agrega un grupo fosfato a una molécula, típicamente a una proteína. Esto generalmente se realiza mediante la transferencia de un grupo fosfato desde una molécula donadora de alta energía, como el ATP (trifosfato de adenosina), a una molécula receptora. La fosforilación puede cambiar la estructura y la función de la proteína, y es un mecanismo clave en la transducción de señales y el metabolismo energético dentro de las células.

Existen dos tipos principales de fosforilación: la fosforilación oxidativa y la fosforilación subsidiaria. La fosforilación oxidativa ocurre en la membrana mitocondrial interna durante la respiración celular y es responsable de la generación de la mayor parte de la energía celular en forma de ATP. Por otro lado, la fosforilación subsidiaria es un proceso regulador que ocurre en el citoplasma y nucleoplasma de las células y está involucrada en la activación y desactivación de enzimas y otras proteínas.

La fosforilación es una reacción reversible, lo que significa que la molécula fosforilada puede ser desfosforilada por la eliminación del grupo fosfato. Esta reversibilidad permite que las células regulen rápidamente las vías metabólicas y señalizadoras en respuesta a los cambios en el entorno celular.

Las proteínas de unión al ADN (DUA o DNA-binding proteins en inglés) son un tipo de proteínas que se unen específicamente a secuencias de nucleótidos particulares en el ácido desoxirribonucleico (ADN). Estas proteínas desempeñan funciones cruciales en la regulación y control de los procesos celulares, como la transcripción génica, la replicación del ADN, la reparación del ADN y el empaquetamiento del ADN en el núcleo celular.

Las DUA pueden unirse al ADN mediante interacciones no covalentes débiles, como enlaces de hidrógeno, interacciones electrostáticas y fuerzas de van der Waals. La especificidad de la unión entre las proteínas de unión al ADN y el ADN se determina principalmente por los aminoácidos básicos (como lisina y arginina) e hidrofóbicos (como fenilalanina, triptófano y tirosina) en la región de unión al ADN de las proteínas. Estos aminoácidos interactúan con los grupos fosfato negativamente cargados del esqueleto de azúcar-fosfato del ADN y las bases nitrogenadas, respectivamente.

Las proteínas de unión al ADN se clasifican en diferentes categorías según su estructura y función. Algunos ejemplos importantes de proteínas de unión al ADN incluyen los factores de transcripción, las nucleasas, las ligasas, las helicasas y las polimerasas. El mal funcionamiento o la alteración en la expresión de estas proteínas pueden dar lugar a diversas enfermedades genéticas y cánceres.

La enfermedad de Hirschsprung es un trastorno congénito que afecta el intestino grueso (colon). Se caracteriza por la ausencia de células nerviosas llamadas gangliones en una parte del colon, lo que impide que este órgano se relaje y propulse normalmente las heces. Esto puede causar estreñimiento severo, distensión abdominal e incluso obstrucción intestinal. Los síntomas generalmente comienzan poco después del nacimiento, aunque en algunos casos pueden no aparecer hasta la edad adulta. El tratamiento suele implicar una cirugía para extirpar el segmento afectado del colon y conectar el intestino sano al ano.

Los factores de transcripción son proteínas que regulan la transcripción genética, es decir, el proceso por el cual el ADN es transcrito en ARN. Estas proteínas se unen a secuencias específicas de ADN, llamadas sitios enhancer o silencer, cerca de los genes que van a ser activados o desactivados. La unión de los factores de transcripción a estos sitios puede aumentar (activadores) o disminuir (represores) la tasa de transcripción del gen adyacente.

Los factores de transcripción suelen estar compuestos por un dominio de unión al ADN y un dominio de activación o represión transcripcional. El dominio de unión al ADN reconoce y se une a la secuencia específica de ADN, mientras que el dominio de activación o represión interactúa con otras proteínas para regular la transcripción.

La regulación de la expresión génica por los factores de transcripción es un mecanismo fundamental en el control del desarrollo y la homeostasis de los organismos, y está involucrada en muchos procesos celulares, como la diferenciación celular, el crecimiento celular, la respuesta al estrés y la apoptosis.

Los oncogenes son genes que tienen la capacidad de causar o contribuir al desarrollo de cáncer cuando sufren mutaciones o se activan inapropiadamente. Normalmente, los oncogenes desempeñan un papel importante en el control de la función celular, como el crecimiento, la división y la muerte celular programada (apoptosis). Sin embargo, cuando se alteran, pueden conducir a una proliferación celular descontrolada y, en última instancia, a la formación de tumores.

Los oncogenes pueden derivarse de genes normales, llamados proto-oncogenes, que se activan inapropiadamente como resultado de mutaciones genéticas, reordenamientos cromosómicos o exposición a virus oncogénicos. También pueden provenir de la integración de fragmentos virales en el genoma humano.

Algunos ejemplos comunes de oncogenes incluyen HER2/neu, EGFR, KRAS y MYC, que se encuentran mutados o overexpresados en diversos tipos de cáncer, como el cáncer de mama, pulmón, colorrectal y linfoma. El estudio de los oncogenes y su papel en la carcinogénesis ha llevado al desarrollo de importantes terapias dirigidas contra el cáncer, como los inhibidores de tirosina kinasa y los anticuerpos monoclonales, que buscan bloquear específicamente la actividad anormal de estos oncogenes.

En términos médicos, una mutación se refiere a un cambio permanente y hereditable en la secuencia de nucleótidos del ADN (ácido desoxirribonucleico) que puede ocurrir de forma natural o inducida. Esta alteración puede afectar a uno o más pares de bases, segmentos de DNA o incluso intercambios cromosómicos completos.

Las mutaciones pueden tener diversos efectos sobre la función y expresión de los genes, dependiendo de dónde se localicen y cómo afecten a las secuencias reguladoras o codificantes. Algunas mutaciones no producen ningún cambio fenotípico visible (silenciosas), mientras que otras pueden conducir a alteraciones en el desarrollo, enfermedades genéticas o incluso cancer.

Es importante destacar que existen diferentes tipos de mutaciones, como por ejemplo: puntuales (sustituciones de una base por otra), deletérreas (pérdida de parte del DNA), insercionales (adición de nuevas bases al DNA) o estructurales (reordenamientos más complejos del DNA). Todas ellas desempeñan un papel fundamental en la evolución y diversidad biológica.

La regulación de la expresión génica en términos médicos se refiere al proceso por el cual las células controlan la activación y desactivación de los genes para producir los productos genéticos deseados, como ARN mensajero (ARNm) y proteínas. Este proceso intrincado involucra una serie de mecanismos que regulan cada etapa de la expresión génica, desde la transcripción del ADN hasta la traducción del ARNm en proteínas. La complejidad de la regulación génica permite a las células responder a diversos estímulos y entornos, manteniendo así la homeostasis y adaptándose a diferentes condiciones.

La regulación de la expresión génica se lleva a cabo mediante varios mecanismos, que incluyen:

1. Modificaciones epigenéticas: Las modificaciones químicas en el ADN y las histonas, como la metilación del ADN y la acetilación de las histonas, pueden influir en la accesibilidad del gen al proceso de transcripción.

2. Control transcripcional: Los factores de transcripción son proteínas que se unen a secuencias específicas de ADN para regular la transcripción de los genes. La activación o represión de estos factores de transcripción puede controlar la expresión génica.

3. Interferencia de ARN: Los microARN (miARN) y otros pequeños ARN no codificantes pueden unirse a los ARNm complementarios, lo que resulta en su degradación o traducción inhibida, disminuyendo así la producción de proteínas.

4. Modulación postraduccional: Las modificaciones químicas y las interacciones proteína-proteína pueden regular la actividad y estabilidad de las proteínas después de su traducción, lo que influye en su función y localización celular.

5. Retroalimentación negativa: Los productos génicos pueden interactuar con sus propios promotores o factores reguladores para reprimir su propia expresión, manteniendo así un equilibrio homeostático en la célula.

El control de la expresión génica es fundamental para el desarrollo y la homeostasis de los organismos. Las alteraciones en este proceso pueden conducir a diversas enfermedades, como el cáncer y las enfermedades neurodegenerativas. Por lo tanto, comprender los mecanismos que regulan la expresión génica es crucial para desarrollar estrategias terapéuticas efectivas para tratar estas afecciones.

Las neoplasias de la tiroides se refieren a crecimientos anormales en la glándula tiroidea, que pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos). La glándula tiroidea está ubicada en la parte frontal del cuello y es responsable de producir hormonas importantes para el metabolismo, crecimiento y desarrollo del cuerpo.

Existen varios tipos de neoplasias de la tiroides, incluyendo:

1. Adenomas: Son tumores benignos que se originan en las células foliculares o en las células C de la glándula tiroidea. Los adenomas no son cancerosos y raramente causan síntomas, aunque algunos pueden crecer lo suficiente como para ser palpables o visibles.
2. Carcinomas: Son tumores malignos que se originan en las células de la glándula tiroidea. Existen varios tipos de carcinomas de tiroides, incluyendo el carcinoma papilar, el carcinoma folicular, el carcinoma medular y el carcinoma anaplásico. El tratamiento y el pronóstico dependen del tipo y del estadio del cáncer.
3. Linfomas: Son tumores malignos que se originan en los glóbulos blancos (linfocitos) de la glándula tiroidea. Los linfomas de tiroides son raros y suelen ocurrir en personas mayores de 60 años. El tratamiento puede incluir cirugía, radioterapia y quimioterapia.
4. Sarcomas: Son tumores malignos que se originan en el tejido conectivo o en los vasos sanguíneos de la glándula tiroidea. Los sarcomas de tiroides son extremadamente raros y suelen ser agresivos. El tratamiento puede incluir cirugía, radioterapia y quimioterapia.

El diagnóstico y el tratamiento de los tumores de tiroides requieren la evaluación y la atención de un equipo multidisciplinario de especialistas, incluyendo endocrinólogos, cirujanos, radiólogos, patólogos y oncólogos.

Las proteínas del tejido nervioso se refieren a un grupo diverso de proteínas que desempeñan funciones cruciales en el desarrollo, mantenimiento y función del sistema nervioso. Estas proteínas se encuentran específicamente en las células nerviosas o neuronas y los glía, que son los tipos celulares principales en el tejido nervioso.

Algunas de las clases importantes de proteínas del tejido nervioso incluyen:

1. Canaloproteínas: Son responsables de la generación y conducción de señales eléctricas a través de las membranas neuronales. Ejemplos notables son los canales de sodio, potasio y calcio.

2. Receptores: Se unen a diversos neurotransmisores y otras moléculas señalizadoras para desencadenar respuestas intracelulares en las neuronas. Los receptores ionotrópicos y metabotrópicos son dos categorías principales de receptores en el tejido nervioso.

3. Enzimas: Participan en la síntesis, degradación y modificación de diversas moléculas importantes en las neuronas, como neurotransmisores, lípidos y otras proteínas. Ejemplos incluyen la acetilcolinesterasa, la tirosina hidroxilasa y la glutamato descarboxilasa.

4. Proteínas estructurales: Proporcionan soporte y estabilidad a las neuronas y los glía. Las neurofilamentos, tubulinas y espectrinas son ejemplos de proteínas estructurales en el tejido nervioso.

5. Proteínas de unión: Ayudan a mantener la integridad estructural y funcional de las neuronas mediante la unión de diversas moléculas, como proteínas, lípidos y ARN. Ejemplos notables son las proteínas de unión al calcio y las proteínas adaptadoras.

6. Proteínas de transporte: Facilitan el transporte de diversas moléculas a lo largo del axón y la dendrita, como neurotransmisores, iones y orgánulos. Las dineína y las cinesinas son dos categorías principales de proteínas de transporte en el tejido nervioso.

7. Proteínas de señalización: Participan en la transducción de señales dentro y entre las neuronas, regulando diversos procesos celulares, como el crecimiento axonal, la sinapsis y la neurotransmisión. Las proteínas G, los canales iónicos y las quinasas son ejemplos de proteínas de señalización en el tejido nervioso.

En resumen, el tejido nervioso contiene una gran diversidad de proteínas que desempeñan funciones cruciales en la estructura, función y supervivencia de las neuronas y los glía. La comprensión de estas proteínas y sus interacciones puede arrojar luz sobre los mecanismos moleculares subyacentes a diversos procesos neurológicos y patológicos, y proporcionar nuevas dianas terapéuticas para el tratamiento de enfermedades del sistema nervioso.

La fosfotirosina es el resultado de la fosforilación de un residuo de tirosina en una proteína, un proceso importante en la señalización celular. Este tipo de modificación postraduccional se produce cuando una protein kinase específica, como la tirosina quinasa, transfiere un grupo fosfato desde el ATP a un residuo de tirosina en una proteína diana. La fosfotirosina puede actuar como sitio de interacción para otras proteínas que contienen dominios de unión a fosfotirosina, lo que lleva a la activación o inhibición de diversos procesos celulares, como la proliferación y diferenciación celular, así como la apoptosis. El equilibrio entre la fosforilación y la desfosforilación de las proteínas es crucial para el correcto funcionamiento de la célula, y los desequilibrios en este proceso se han relacionado con diversas enfermedades, como el cáncer.

En resumen, la fosfotirosina es un importante intermediario en la señalización celular que resulta de la adición de un grupo fosfato a un residuo de tirosina en una proteína.

La proteína proto-oncogénica c-mdm2 es un regulador negativo natural del proceso de supresión tumoral en el organismo. Se encarga, principalmente, de regular la actividad de la proteína p53, que desempeña un papel crucial en la prevención del cáncer al activar la muerte celular programada o arrestar el ciclo celular en respuesta al daño genético.

La proteína c-mdm2 se une directamente a p53, inhibiendo su capacidad de unirse al ADN y desencadenar la transcripción de genes implicados en la respuesta al daño celular. Además, la proteína c-mdm2 también promueve la degradación de p53 mediante el proceso de ubiquitinación, marcándola para su destrucción por el proteasoma.

Sin embargo, en algunos casos, las mutaciones en el gen MDM2 pueden dar lugar a una sobreproducción o hiperactividad de la proteína c-mdm2, lo que lleva a una disminución excesiva de los niveles de p53 y, en última instancia, a un aumento del riesgo de desarrollar cáncer. Por esta razón, la proteína c-mdm2 se considera un oncogén potencial, y su inhibición está siendo investigada como un posible enfoque terapéutico para el tratamiento del cáncer.

Los ganglios simpáticos forman parte del sistema nervioso autónomo y desempeñan un papel crucial en la respuesta de "lucha o huida" del cuerpo. Son grupos de células nerviosas (ganglios) que contienen neurotransmisores como la noradrenalina y son responsables de la innervación simpática del cuerpo. Están conectados a la médula espinal a través de raíces pre y postganglionares y se organizan en cadenas, incluyendo la cadena ganglionar paravertebral y los ganglios plexiformes prevertebrales. Los ganglios simpáticos desempeñan un papel importante en la regulación de diversas funciones corporales, como la frecuencia cardíaca, la presión arterial, la sudoración y la dilatación pupilar.

La transcripción genética es un proceso bioquímico fundamental en la biología, donde el ADN (ácido desoxirribonucleico), el material genético de un organismo, se utiliza como plantilla para crear una molécula complementaria de ARN (ácido ribonucleico). Este proceso es crucial porque el ARN producido puede servir como molde para la síntesis de proteínas en el proceso de traducción, o puede desempeñar otras funciones importantes dentro de la célula.

El proceso específico de la transcripción genética implica varias etapas: iniciación, elongación y terminación. Durante la iniciación, la ARN polimerasa, una enzima clave, se une a la secuencia promotora del ADN, un área específica del ADN que indica dónde comenzar la transcripción. La hélice de ADN se desenvuelve y se separa para permitir que la ARN polimerasa lea la secuencia de nucleótidos en la hebra de ADN y comience a construir una molécula complementaria de ARN.

En la etapa de elongación, la ARN polimerasa continúa agregando nucleótidos al extremo 3' de la molécula de ARN en crecimiento, usando la hebra de ADN como plantilla. La secuencia de nucleótidos en el ARN es complementaria a la hebra de ADN antisentido (la hebra que no se está transcripción), por lo que cada A en el ADN se empareja con un U en el ARN (en lugar del T encontrado en el ADN), mientras que los G, C y Ts del ADN se emparejan con las respectivas C, G y As en el ARN.

Finalmente, durante la terminación, la transcripción se detiene cuando la ARN polimerasa alcanza una secuencia específica de nucleótidos en el ADN que indica dónde terminar. La molécula recién sintetizada de ARN se libera y procesada adicionalmente, si es necesario, antes de ser utilizada en la traducción o cualquier otro proceso celular.

Las proteínas oncogénicas son tipos de proteínas que desempeñan un papel importante en la regulación del crecimiento y división celular. Sin embargo, cuando se alteran o sobreactivan, pueden conducir al desarrollo de cáncer. Estas proteínas suelen derivarse de genes oncógenos, también conocidos como proto-oncogenes, que han experimentado mutaciones o cambios en su expresión. Las proteínas oncogénicas pueden contribuir a la transformación cancerosa al promover la proliferación celular incontrolada, inhibir la apoptosis (muerte celular programada), estimular la angiogénesis (crecimiento de vasos sanguíneos) y facilitar la invasión y metástasis tumorales. Algunos ejemplos bien conocidos de proteínas oncogénicas incluyen HER2/neu, c-myc, ras y BCR-ABL.

La hibridación in situ (HIS) es una técnica de microscopía molecular que se utiliza en la patología y la biología celular para localizar y visualizar específicamente los ácidos nucleicos (ADN o ARN) dentro de células, tejidos u organismos. Esta técnica combina la hibridación de ácidos nucleicos con la microscopía óptica, permitiendo la detección y visualización directa de secuencias diana de ADN o ARN en su contexto morfológico y topográfico original.

El proceso implica la hibridación de una sonda de ácido nucleico marcada (etiquetada con un fluorocromo, isótopos radiactivos o enzimas) complementaria a una secuencia diana específica dentro de los tejidos fijados y procesados. La sonda hibrida con su objetivo, y la ubicación de esta hibridación se detecta e imagina mediante microscopía apropiada.

La HIS tiene aplicaciones en diversos campos, como la investigación biomédica, farmacéutica y forense, ya que permite la detección y localización de genes específicos, ARN mensajero (ARNm) y ARN no codificante, así como la identificación de alteraciones genéticas y expresión génica anómalas asociadas con enfermedades. Además, se puede usar para investigar interacciones gén-gen y genes-ambiente, y también tiene potencial como herramienta diagnóstica y pronóstica en patología clínica.

Las "Células Tumorales Cultivadas" son células cancerosas que se han extraído de un tumor sólido o de la sangre (en el caso de leucemias) y se cultivan en un laboratorio para su estudio y análisis. Esto permite a los investigadores y médicos caracterizar las propiedades y comportamientos de las células cancerosas, como su respuesta a diferentes fármacos o tratamientos, su velocidad de crecimiento y la expresión de genes y proteínas específicas.

El cultivo de células tumorales puede ser útil en una variedad de contextos clínicos y de investigación, incluyendo el diagnóstico y pronóstico del cáncer, la personalización del tratamiento y el desarrollo de nuevos fármacos y terapias. Sin embargo, es importante tener en cuenta que las células cultivadas en un laboratorio pueden no comportarse exactamente igual que las células cancerosas en el cuerpo humano, lo que puede limitar la validez y aplicabilidad de los resultados obtenidos en estudios in vitro.

Las células 3T3 son una línea celular fibroblástica estabilizada y continua derivada de células embrionarias de ratón. Fueron originalmente aisladas y establecidas por George Todaro y Howard Green en 1960. Las células 3T3 se utilizan ampliamente en una variedad de estudios de investigación, incluidos los estudios de citotoxicidad, proliferación celular, diferenciación celular y señalización celular. También se han utilizado en la investigación del cáncer y la biología del envejecimiento. Las células 3T3 tienen una tasa de crecimiento relativamente lenta y tienen un fenotipo morfológico estable, lo que las hace útiles para su uso en ensayos celulares a largo plazo. Además, se han utilizado como sistema de control en estudios de transformación celular y carcinogénesis.

La transfección es un proceso de laboratorio en el que se introduce material genético exógeno (generalmente ADN o ARN) en células vivas. Esto se hace a menudo para estudiar la función y la expresión de genes específicos, o para introducir nueva información genética en las células con fines terapéuticos o de investigación.

El proceso de transfección puede realizarse mediante una variedad de métodos, incluyendo el uso de agentes químicos, electroporación, o virus ingenierados genéticamente que funcionan como vectores para transportar el material genético en las células.

Es importante destacar que la transfección se utiliza principalmente en cultivos celulares y no en seres humanos o animales enteros, aunque hay excepciones cuando se trata de terapias génicas experimentales. Los posibles riesgos asociados con la transfección incluyen la inserción aleatoria del material genético en el genoma de la célula, lo que podría desactivar genes importantes o incluso provocar la transformación cancerosa de las células.

Los factores de transcripción SOXE se refieren a un subgrupo de proteínas de la familia de factores de transcripción SOX, que están involucradas en la regulación de la expresión génica durante el desarrollo embrionario y en la homeostasis de tejidos adultos. El término "SOXE" se utiliza para describir a los miembros de esta familia que contienen un dominio de unión al ADN de tipo HMG (High Mobility Group) similar y que participan en procesos similares de desarrollo.

Los factores de transcripción SOXE incluyen a SOX8, SOX9 y SOX10. Estas proteínas se unen al ADN en regiones reguladoras de genes específicos y desempeñan un papel crucial en el control de la expresión génica durante la diferenciación celular y el desarrollo de tejidos, especialmente en el sistema nervioso y los órganos reproductores.

SOX9 es particularmente conocido por su papel en el desarrollo del sistema genitourinario y el control de la diferenciación celular en el cartílago y el hueso. SOX10 está involucrado en el desarrollo del sistema nervioso periférico y la diferenciación de células gliales, mientras que SOX8 comparte funciones similares con SOX10 y puede interactuar con él para regular la expresión génica.

En resumen, los factores de transcripción SOXE son proteínas reguladoras importantes en el desarrollo embrionario y la homeostasis tisular, que se unen al ADN y controlan la expresión génica durante la diferenciación celular y el desarrollo de tejidos específicos.

Proteínas Proto-Oncogénicas c-ret (7) *Mostrar más.... Tipo de estudio * Risk_factors_studies (34) ... M Inez C; Galvão, Henrique C R; Germano-Neto, Fausto; Graf, Hans; Jorge, Alexander A L; Kunii, Ilda S; Lauria, Márcio W; Leal, ... Toledo, Rodrigo A; Lourenço, Delmar M; Liberman, Bernardo; Cunha-Neto, Malebranche B C; Cavalcanti, Maria G; Moyses, Cinthia B ... Risk profiles and penetrance estimations in multiple endocrine neoplasia type 2A caused by germline RET mutations located in ...
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