En términos médicos, los procedimientos innecesarios se refieren a tratamientos, intervenciones, pruebas diagnósticas o cualquier otro tipo de cuidado de salud que se ofrecen a un paciente cuando no hay evidencia sólida que demuestre su beneficio clínico o cuando los riesgos potenciales superan los posibles beneficios. Estos procedimientos pueden ser invasivos o no invasivos y a menudo conllevan gastos adicionales para el paciente y el sistema de salud.
La decisión sobre si un procedimiento es necesario o no suele estar basada en las pautas clínicas, la mejor evidencia disponible y las preferencias del paciente. Sin embargo, factores como las prácticas habituales, los intereses económicos y el miedo al litigio pueden influir en la sobreutilización de procedimientos innecesarios.
Es importante señalar que lo que se considere un procedimiento innecesario puede variar dependiendo del contexto clínico, las características del paciente y la disponibilidad de recursos. Por esta razón, es fundamental promover prácticas médicas basadas en la evidencia y fomentar la comunicación abierta entre los profesionales sanitarios y los pacientes para tomar decisiones informadas sobre el cuidado de la salud.