Los parasimpaticolíticos son fármacos que bloquean el sistema nervioso parasimpático, inhibiendo así la transmisión de señales en la unión neuromuscular. Este tipo de fármacos se utilizan a menudo para relajar los músculos lisos y reducir las secreciones, especialmente en el tratamiento de afecciones como el asma bronquial, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), la úlcera péptica, la hiperactividad del tracto gastrointestinal y las vejigas neurogénicas. Algunos ejemplos comunes de parasimpaticolíticos incluyen la atropina, la escopolamina y la ipratropio. Estos fármacos funcionan mediante la antagonización de los receptores muscarínicos del sistema nervioso parasimpático, lo que produce una variedad de efectos farmacológicos, como la bradicardia, la midriasis, la sequedad de boca y la disfunción urinaria.