Familia de péptidos originalmente descubiertos como factores que estimulan la fosforilación del receptor erbB-2 (RECEPTORES, ERBB-2). Gran variedad de formas de NEURREGULINAS tienen lugar debido al empalme alternativo de sus ARN mensajeros. Las neurorregulinas incluyen productos de tres genes conocidos (NGR1, NGR2 y NGR3).
Un factor peptídico originalmente identificado por su capacidad de estimular la fosforilación del receptor erbB-2 (RECEPTOR ERBB-2). Es un ligando para el receptor erbB-3 (RECEPTOR ERBB-3) y para el receptor erbB-4. Distintas formas de NEURORREGULINA-1 tienen lugar mediante el empalme alternativo de su ARNm.
Factor identificado en el cerebro que influye en el crecimiento y diferenciación de las NEURONAS y la NEUROGLIA. El factor beta de maduración de la glia es el producto polipeptídico de 17 kD del gen GMFB y es el componente principal del FACTOR DE MADURACION DE LA GLIA.
Una proteína del receptor tirosina quinasa de la superficie celular que es específico para las NEURREGULINAS. Tiene extensa homología y se puede heterodimerizar con el RECEPTOR DEL FACTOR DE CRECIMIENTO EPIDÉRMICO y el RECEPTOR ERBB-2. La sobreexpresión del receptor erbB-3 se asocia con la CARCINOGÉNESIS.
Secuencias de ADN asociadas al retrovirus (erbB), aisladas originalmente de, o relacionadas con, el virus de la eritroblastosis de las aves (AEV). Estos genes codifican para la familia de receptores de factor de crecimiento epidérmico (EGFR), que es importante en el control de la proliferación celular normal y en la patogénesis del cáncer humano. Los genes comprenden a los erbB-1 (GENES ERBB-1), erbB-2 (GENES ERBB-2) y erbB-3, todos los cuales muestran anomalías de expresión en diversas neoplasias humanas.
Proteínas transformadoras codificadas por los oncogenes erbB a partir del virus de la eritroblastosis aviaria. La proteína es una forma truncada del receptor de EGF (RECEPTOR, FACTOR DE CRECIMIENTO EPIDÉRMICO) cuyo dominio de quinasa es activado constitutivamente por deleción del dominio ligando-enlace.
Células neurogliales del sistema nervioso periférico que forman las vainas de mielina aislantes de los axones periféricos.
Compuestos conjugados de proteína-carbohidrato que incluyen las mucinas, los mucoides y las glicoproteínas amiloides.
Receptor de superficie celular implicada en la regulación del crecimiento y diferenciación celular. Es específico para el FACTOR DE CRECIMIENTO EPIDÉRMICO y péptidos relacionados al FACTOR DE CRECIMIENTO EPIDÉRMICO, incluyendo el FACTOR DE CRECIMIENTO TRANSFORMADOR ALFA; ANFIRREGULINA y FACTOR DE CRECIMIENTO SIMILAR A EGF DE UNIÓN A HEPARINA. La unión de ligando al receptor provoca la activación de su actividad intrínseca de tirosina quinasa y la rápida internalización del complejo receptor-ligando en la célula.
Factores que aumentan las potencialidades de crecimiento de las células nerviosas sensoriales y simpáticas.
Proteína-tirosina quinasa receptora de la superficie celular que se sobreexpresa en una variedad de adenocarcinomas (ADENOCARCINOMA). Tiene extensa homología y heterodimerízase con el RECEPTOR DEL FACTOR DE CRECIMIENTO EPIDÉRMICO, el RECEPTOR ERBB-3, y el RECEPTOR ERB-4. La activación del receptor erbB-2 se produce a través de la formación de heterodímeros con un miembro de la familia del receptor erbB unido al ligando.
Las proteínas del tejido nervioso se refieren a las diversas proteínas específicas que desempeñan funciones cruciales en la estructura, función y regulación de las neuronas y la glía dentro del sistema nervioso central y periférico.
La transferencia de información intracelular (biológica activación / inhibición), a través de una vía de transducción de señal. En cada sistema de transducción de señal, una señal de activación / inhibición de una molécula biológicamente activa (hormona, neurotransmisor) es mediada por el acoplamiento de un receptor / enzima a un sistema de segundo mensajería o a un canal iónico. La transducción de señal desempeña un papel importante en la activación de funciones celulares, diferenciación celular y proliferación celular. Ejemplos de los sistemas de transducción de señal son el sistema del canal de íon calcio del receptor post sináptico ÁCIDO GAMMA-AMINOBUTÍRICO, la vía de activación de las células T mediada por receptor, y la activación de fosfolipases mediada por receptor. Estos, más la despolarización de la membrana o liberación intracelular de calcio incluyen activación de funciones citotóxicas en granulocitos y la potenciación sináptica de la activación de la proteína quinasa. Algunas vías de transducción de señales pueden ser parte de una vía más grande de transducción de señales.

Neuregulinas son un grupo de proteínas de crecimiento nervioso que desempeñan un papel importante en el desarrollo y la función del sistema nervioso. Se producen naturalmente en el cuerpo y ayudan a regular el crecimiento, la supervivencia y la diferenciación de las células nerviosas, conocidas como neuronas.

Existen varios tipos de neuregulinas, cada una con funciones específicas. Algunas neuregulinas promueven el crecimiento y la supervivencia de las neuronas, mientras que otras inhiben su crecimiento o incluso causan su muerte. Las neuregulinas también desempeñan un papel importante en la formación y el mantenimiento de las sinapsis, las conexiones entre las neuronas donde se produce la transmisión del impulso nervioso.

Los trastornos neurológicos y psiquiátricos, como la esquizofrenia y el autismo, se han asociado con anomalías en los genes que codifican las neuregulinas y sus receptores. Por lo tanto, el estudio de las neuregulinas y su función puede arrojar luz sobre los mecanismos subyacentes de estas enfermedades y conducir al desarrollo de nuevos tratamientos.

Neuregulin-1 (NRG1) es un miembro de la familia de factores de crecimiento neuregulina, que desempeñan un papel importante en el desarrollo y la función del sistema nervioso. NRG1 es una proteína que se une e interactúa con receptores tirosina quinasa erbB en la superficie celular, activando así diversos procesos intracelulares relacionados con el crecimiento, la diferenciación y la supervivencia de las células nerviosas.

Se expresa principalmente en el cerebro, donde participa en la formación y mantenimiento de sinapsis (conexiones entre neuronas), así como en la migración y desarrollo de células gliales. Las variantes de NRG1 también se han implicado en diversos procesos fisiológicos, como la modulación de la neurotransmisión y la plasticidad sináptica, así como en patologías neurológicas y psiquiátricas, como la esquizofrenia y el trastorno bipolar.

En resumen, Neuregulin-1 es una proteína crucial en el desarrollo y función del sistema nervioso central, involucrada en diversos procesos celulares y moleculares que afectan la formación y mantenimiento de sinapsis, la migración celular y la plasticidad neuronal.

El Factor de Maduración de la Glía (GF, por sus siglas en inglés) es una proteína que se encuentra en el sistema nervioso central y desempeña un papel importante en el proceso de desarrollo y maduración del cerebro. No existe una definición médica específica de GF, ya que generalmente se estudia en el contexto de la biología celular y del desarrollo neurológico.

GF es producida principalmente por las células gliales, como los astrocitos y oligodendrocitos, durante el desarrollo temprano del cerebro. Ayuda a guiar el crecimiento y la migración de las neuronas, promoviendo la formación de conexiones sinápticas adecuadas y facilitando la comunicación entre células nerviosas. Además, GF desempeña un papel en la protección de las células nerviosas y en el mantenimiento del equilibrio homeostático en el entorno neuronal.

La investigación sobre GF ha contribuido al conocimiento de los mecanismos implicados en el desarrollo cerebral y en diversas patologías neurológicas, como la esclerosis múltiple, lesiones cerebrales traumáticas y trastornos neuropsiquiátricos. Sin embargo, no se considera una definición médica específica, ya que su estudio y aplicación clínica son principalmente de interés en el campo de la biología celular y la neurobiología del desarrollo.

El receptor ErbB-3, también conocido como HER3 (del inglés Human Epidermal growth factor Receptor 3), es un miembro de la familia de receptores tirosina kinasa ErbB/HER. Es un receptor transmembrana que se une a ligandos específicos, como el neuregulina-1 (NRG1). Después de la unión del ligando, se produce su dimerización con otros miembros de la familia ErbB/HER, lo que resulta en la activación de diversas vías de señalización intracelular involucradas en la regulación del crecimiento celular, supervivencia y diferenciación. A diferencia de otros receptores ErbB/HER, el receptor ErbB-3 no tiene actividad tirosina kinasa intrínseca y su activación depende de la heterodimerización con receptores activos, como ErbB-2 (HER2). Las mutaciones o alteraciones en la expresión del receptor ErbB-3 se han relacionado con diversos tipos de cáncer, incluyendo el cáncer de mama y el cáncer de pulmón.

Los genes erbB, también conocidos como los miembros de la familia del receptor del factor de crecimiento epidérmico (EGFR), son un grupo de genes que codifican para las proteínas de los receptores de tyrosina quinasa en la superficie celular. Estos receptores desempeñan un papel crucial en la transducción de señales que controlan diversos procesos celulares, como el crecimiento, la diferenciación y la supervivencia celular.

La familia erbB consta de cuatro miembros: EGFR (erbB-1), HER2/neu (erbB-2), HER3 (erbB-3) y HER4 (erbB-4). Cada uno de estos receptores tiene una estructura similar, con un dominio extracelular que se une a los ligandos específicos y un dominio intracelular que contiene la actividad tyrosina quinasa.

Las mutaciones en los genes erbB se han relacionado con varios tipos de cáncer, incluyendo el cáncer de mama, pulmón, ovario y colorrectal. Por ejemplo, las sobrexpresiones o amplificaciones del gen HER2/neu se asocian con un tipo más agresivo de cáncer de mama y una peor pronóstico. Del mismo modo, las mutaciones en el gen EGFR se han identificado en algunos tipos de cáncer de pulmón y se ha demostrado que están involucradas en la resistencia a los tratamientos convencionales del cáncer.

Por lo tanto, los genes erbB y sus productos proteicos son objetivos importantes para el desarrollo de terapias dirigidas contra el cáncer, como los inhibidores de tyrosina quinasa y los anticuerpos monoclonales.

Las proteínas oncogénicas v-erbB son un tipo de proteínas oncogénicas que se originan a partir del virus de la sarcoma de Rous-associado (RRSV), un retrovirus que causa sarcomas en aves. La designación "v-erbB" se deriva de la abreviatura "viral erbB oncogene," ya que este oncogen es homólogo al gen celular erbB humano.

El oncogen v-erbB del RRSV codifica una proteína transmembrana con actividad tirosina quinasa, la cual es anormalmente activa y desempeña un papel crucial en la transformación celular y la carcinogénesis. La proteína v-erbB se asemeja estructural y funcionalmente a la proteína epidermal growth factor receptor (EGFR) humano, también conocido como erbB1, que es un importante regulador de procesos celulares como el crecimiento, la proliferación y la supervivencia celular.

La activación anormal e incontrolada de v-erbB conduce a una señalización alterada y desregulada en las células infectadas, lo que lleva al desarrollo de tumores malignos. La investigación sobre estas proteínas oncogénicas ha contribuido significativamente al entendimiento de los mecanismos moleculares subyacentes a la carcinogénesis y ha allanado el camino para el desarrollo de terapias dirigidas contra ciertos tipos de cáncer.

Las células de Schwann, también conocidas como neurilemmas o células de la vaina de mielina, son células gliales que revisten y protegen los axones de las neuronas en el sistema nervioso periférico. Su función principal es producir y mantener la mielina, una capa aislante grasa que rodea los axones y permite una conducción rápida y eficiente de los impulsos nerviosos.

Cada célula de Schwann envuelve únicamente a un segmento de axón, formando múltiples capas de membrana plasmática enrolladas en espiral alrededor del axón, dando lugar a la formación de los nódulos de Ranvier. Estos nódulos son zonas sin mielina donde se producen las sinapsis eléctricas entre las células de Schwann y los axones, lo que facilita una conducción saltatoria de los impulsos nerviosos a lo largo del axón.

Las células de Schwann desempeñan un papel crucial en la regeneración y reparación de los nervios periféricos dañados, ya que pueden proliferar y migrar hacia las zonas lesionadas para promover el crecimiento axonal y facilitar la reconstrucción de las vías nerviosas. Además, también participan en la respuesta inmunitaria al eliminar los fragmentos de mielina desmielinizados y presentar antígenos a los linfocitos.

Anomalías en el desarrollo o funcionamiento de las células de Schwann pueden dar lugar a diversas patologías, como la neuropatía diabética, la enfermedad de Charcot-Marie-Tooth y los tumores neurilemmatos.

Las glicoproteínas son moléculas complejas formadas por la unión de una proteína y un carbohidrato (o varios). Este tipo de moléculas se encuentran en casi todas las células vivas y desempeñan una variedad de funciones importantes en el organismo.

La parte proteica de la glicoproteína está formada por aminoácidos, mientras que la parte glucídica (también llamada "grupo glicano") está compuesta por uno o más azúcares simples, como glucosa, galactosa, manosa, fructosa, N-acetilglucosamina y ácido sialico.

La unión de la proteína con el carbohidrato se produce mediante enlaces covalentes, lo que confiere a las glicoproteínas una gran diversidad estructural y funcional. Algunas glicoproteínas pueden tener solo unos pocos residuos de azúcar unidos a ellas, mientras que otras pueden contener cadenas glucídicas complejas y largas.

Las glicoproteínas desempeñan diversas funciones en el organismo, como servir como receptores celulares para moléculas señalizadoras, participar en la respuesta inmunitaria, facilitar la adhesión celular y proporcionar protección mecánica a las células. También desempeñan un papel importante en el transporte de lípidos y otras moléculas a través de las membranas celulares.

En medicina, el estudio de las glicoproteínas puede ayudar a comprender diversos procesos patológicos, como la infección viral, la inflamación, el cáncer y otras enfermedades crónicas. Además, las glicoproteínas pueden utilizarse como marcadores diagnósticos o pronósticos de enfermedades específicas.

El Receptor del Factor de Crecimiento Epidérmico (EGFR, por sus siglas en inglés) es un tipo de receptor transmembrana que se encuentra en la superficie celular. Es parte de la familia de receptores tirosina quinasa. La proteína EGFR está compuesta por una región extracelular, una porción transmembrana y una región intracelular con actividad tirosina quinasa.

La función principal del EGFR es mediar la respuesta celular a los factores de crecimiento epidérmicos, que son proteínas secretadas por células adyacentes. Cuando un factor de crecimiento epidérmico se une al dominio extracelular del EGFR, provoca un cambio conformacional que activa la tirosina quinasa en el dominio intracelular. Esta activación desencadena una cascada de eventos que conducen a la proliferación celular, supervivencia celular, migración y diferenciación.

La vía de señalización del EGFR está involucrada en procesos normales de desarrollo y homeostasis, pero también se ha relacionado con diversas patologías, incluyendo cáncer. Las mutaciones o sobre-expresión del EGFR pueden conducir a una activación constitutiva de la vía de señalización, lo que puede resultar en un crecimiento celular descontrolado y resistencia a la apoptosis, características comunes en diversos tipos de cáncer. Por esta razón, el EGFR es un objetivo terapéutico importante en el tratamiento del cáncer.

Los Factores de Crecimiento Nervioso (FCN o NGF, por sus siglas en inglés) son un tipo de molécula proteica involucrada en el crecimiento y mantenimiento de las células del sistema nervioso. El NGF es el miembro más conocido de una familia de factores neurotróficos, que incluye también al factor de crecimiento nervioso dependiente de andrógenos (NGFDA) y al factor de crecimiento neuronal relacionado con el cerebro (BDNF, por sus siglas en inglés).

El NGF fue descubierto originalmente como un factor que promueve la supervivencia y diferenciación de las neuronas sensoriales y simpáticas durante el desarrollo embrionario. Sin embargo, también desempeña un papel importante en el mantenimiento y regeneración de las neuronas en el sistema nervioso adulto.

El NGF se une a receptores específicos en la superficie celular, lo que activa una serie de respuestas intracelulares que conducen al crecimiento y supervivencia de las células nerviosas. Los niveles anormales de NGF se han relacionado con diversas afecciones neurológicas, como el dolor neuropático, la enfermedad de Alzheimer y los trastornos depresivos. Por lo tanto, el NGF y sus mecanismos de acción son objetivos importantes para el desarrollo de nuevos tratamientos para estas enfermedades.

El receptor ErbB-2, también conocido como HER2/neu o ERBB2, es un miembro de la familia de receptores tirosina quinasa epidermal de crecimiento (EGFR). Es un receptor transmembrana que desempeña un importante papel en el control del crecimiento celular, diferenciación y supervivencia.

La sobrexpresión o amplificación del gen ERBB2 se asocia con una variedad de cánceres, especialmente en el cáncer de mama, donde la sobrexpresión del receptor ErbB-2 se relaciona con un pronóstico más agresivo y peor. Por lo tanto, el receptor ErbB-2 es un objetivo importante para el tratamiento del cáncer de mama y otros tipos de cáncer.

Existen fármacos dirigidos específicamente contra el receptor ErbB-2, como el trastuzumab (Herceptin), que se une al dominio extracelular del receptor y lo bloquea, evitando así su activación y la proliferación celular descontrolada. Estos fármacos se utilizan en combinación con quimioterapia o radioterapia para mejorar la eficacia del tratamiento y reducir la recurrencia del cáncer.

Las proteínas del tejido nervioso se refieren a un grupo diverso de proteínas que desempeñan funciones cruciales en el desarrollo, mantenimiento y función del sistema nervioso. Estas proteínas se encuentran específicamente en las células nerviosas o neuronas y los glía, que son los tipos celulares principales en el tejido nervioso.

Algunas de las clases importantes de proteínas del tejido nervioso incluyen:

1. Canaloproteínas: Son responsables de la generación y conducción de señales eléctricas a través de las membranas neuronales. Ejemplos notables son los canales de sodio, potasio y calcio.

2. Receptores: Se unen a diversos neurotransmisores y otras moléculas señalizadoras para desencadenar respuestas intracelulares en las neuronas. Los receptores ionotrópicos y metabotrópicos son dos categorías principales de receptores en el tejido nervioso.

3. Enzimas: Participan en la síntesis, degradación y modificación de diversas moléculas importantes en las neuronas, como neurotransmisores, lípidos y otras proteínas. Ejemplos incluyen la acetilcolinesterasa, la tirosina hidroxilasa y la glutamato descarboxilasa.

4. Proteínas estructurales: Proporcionan soporte y estabilidad a las neuronas y los glía. Las neurofilamentos, tubulinas y espectrinas son ejemplos de proteínas estructurales en el tejido nervioso.

5. Proteínas de unión: Ayudan a mantener la integridad estructural y funcional de las neuronas mediante la unión de diversas moléculas, como proteínas, lípidos y ARN. Ejemplos notables son las proteínas de unión al calcio y las proteínas adaptadoras.

6. Proteínas de transporte: Facilitan el transporte de diversas moléculas a lo largo del axón y la dendrita, como neurotransmisores, iones y orgánulos. Las dineína y las cinesinas son dos categorías principales de proteínas de transporte en el tejido nervioso.

7. Proteínas de señalización: Participan en la transducción de señales dentro y entre las neuronas, regulando diversos procesos celulares, como el crecimiento axonal, la sinapsis y la neurotransmisión. Las proteínas G, los canales iónicos y las quinasas son ejemplos de proteínas de señalización en el tejido nervioso.

En resumen, el tejido nervioso contiene una gran diversidad de proteínas que desempeñan funciones cruciales en la estructura, función y supervivencia de las neuronas y los glía. La comprensión de estas proteínas y sus interacciones puede arrojar luz sobre los mecanismos moleculares subyacentes a diversos procesos neurológicos y patológicos, y proporcionar nuevas dianas terapéuticas para el tratamiento de enfermedades del sistema nervioso.

La transducción de señal en un contexto médico y biológico se refiere al proceso por el cual las células convierten un estímulo o señal externo en una respuesta bioquímica o fisiológica específica. Esto implica una serie de pasos complejos que involucran varios tipos de moléculas y vías de señalización.

El proceso generalmente comienza con la unión de una molécula señalizadora, como un neurotransmisor o una hormona, a un receptor específico en la membrana celular. Esta interacción provoca cambios conformacionales en el receptor que activan una cascada de eventos intracelulares.

Estos eventos pueden incluir la activación de enzimas, la producción de segundos mensajeros y la modificación de proteínas intracelulares. Finalmente, estos cambios llevan a una respuesta celular específica, como la contracción muscular, la secreción de hormonas o la activación de genes.

La transducción de señal es un proceso fundamental en muchas funciones corporales, incluyendo la comunicación entre células, la respuesta a estímulos externos e internos, y la coordinación de procesos fisiológicos complejos.

Las neurregulinas[1]​ o neurorregulinas son una familia de cuatro proteínas estructuralmente relacionadas que forman parte de ... los miembros de la familia de las neurregulinas son productos de 4 genes NRG1 , NRG2 , NRG3 y NRG4, respectivamente. Las formas ... La familia de las neurregulinas incluye: Neurregulina-1 ( NRG1 ), con numerosas isoformas descubiertas derivadas del empalme ...

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