Neoplasias de los componentes intracraneales del sistema nervioso central, incluidos los hemisferios cerebrales, ganglios basales, hipotálamo, tálamo, tronco encefálico y cerebelo. Las neoplasias encefálicas se subdividen en primarias (se originan a partir del tejido encefálico) y formas secundarias (es decir, metastásicas). Las neoplasias primarias se subdividen en formas benignas y malignas. En general, los tumores encefálicos pueden clasificarse también de acuerdo con la edad de aparición, el tipo histológico, y el área del encéfalo en que se encuentran.
Tumores intracraneales que se originan en la región del cerebro que es inferior al tentorio del cerebelo, la que contiene al cerebelo, cuarto ventrículo, ángulo pontocerebeloso, tallo cerebral y las estructuras relacionadas. Los tumores primarios de esta región son más frecuentes en niños, y pueden presentarse con ATAXIA; ENFERMEDADES DE LOS NERVIOS CRANEALES; vómitos; CEFALEAS; HIDROCEFALIA; u otros signos de disfunción neurológica. Subtipos histológicos relativamente frecuentes incluyen TERATOMA; MEDULOBLASTOMA; GLIOBLASTOMA; ASTROCITOMA; EPENDIMOMA; CRANEOFARINGIOMA; y papiloma del plexo coroideo (PAPILLOMA, PLEXO COROIDE).
Neoplasias compuestas por células neuroepiteliales, las que tienen la capacidad de diferenciarse en NEURONAS, oligodendrocitos y ASTROCITOS. La mayoría de los tumores craneoespinales son de origen neuroepitelial.
Un medio de contraste en el diagnóstico radiológico con propiedades similares a las del ácido diatrizoico. Es utilizado básicamente como sus sales de sodio y meglumina (YOTALAMATO DE MEGLUMINA).
Neoplasias benignas y malignas del sistema nervioso central, derivadas de las células gliales (es decir, astrocitos, oligodendrocitos y ependimocitos). Los astrocitos pueden dar lugar a ASTROCITOMA o glioblastoma multiforme (ver GLIOBLASTOMA). Los oligodendrocitos dan lugar al OLIGODENDROGLIOMA y los ependimocitos pueden sufrir la transformación para convertirse en EPENDIMOMA, NEOPLASIAS DEL PLEXO COROIDEO o quistes coloides del tercer ventrículo (Adaptación del original: Escourolle et al., Manual of Basic Neuropathology, 2nd ed, p21).
Método no invasivo para demostrar la anatomía interna basado en el principio de que los núcleos atómicos bajo un campo magnético fuerte absorben pulsos de energía de radiofrecuencia y la emiten como radioondas que pueden reconstruirse en imágenes computarizadas. El concepto incluye las técnicas tomografía del spin del protón.
Cambios en las cantidades de diversos productos químicos (neurotransmisores, receptores, enzimas y otros metabolitos) específico para el área del sistema nervioso central contenida dentro de la cabeza. Hay monitoreo todo el tiempo, durante la estimulación sensorial, o en diferentes estados de la enfermedad.
Lesiones agudas y crónicas (ver también LESIÓN ENCEFÁLICA CRÓNICA) del encéfalo, incluidos los hemisferios cerebrales, CEREBELO, y TRONCO ENCEFÁLICO. Las manifestaciones clínicas dependen de la naturaleza de la lesión. Un trauma difuso al encéfalo se asocia con frecuencia a la LESIÓN AXONAL DIFUSA o al COMA POSTRAUMÁTICO. Las lesiones localizadas pueden asociarse con MANIFESTACIONES NEUROCONDUCTUALES; HEMIPARESIAS, u otras alteraciones neurológicas focales.
Las técnicas de imagen para localizar los sitios de las funciones fisiológicas y actividades del cerebro.
Tumores o cáncer del PÁNCREAS. Según los tipos de CÉLULAS DE LOS ISLOTES PANCREÁTICOS presentes en los tumores, pueden secretarse varias hormonas: GLUCAGÓN de las CÉLULAS SECRETORAS DE GLUCAGÓN, INSULINA de las CÉLULAS SECRETORAS DE INSULINA y SOMATOSTATINA de las CÉLULAS SECRETORAS DE SOMATOSTATINA. La mayoria son malignos, excepto los tumores productores de insulina (INSULINOMA).
Crecimiento anormal y nuevo de tejido. Las neoplasias malignas muestran un mayor grado de anaplasia y tienen la propiedad de invasión y metástasis, comparados con las neoplasias benignas.
Parte del SISTEMA NERVIOSO CENTRAL contenida dentro del CRÁNEO. Procedente del TUBO NEURAL, el encéfalo embrionario consta de tres partes principales: PROSENCÉFALO (cerebro anterior), MESENCÉFALO (cerebro medio) y ROMBENCÉFALO (cerebro posterior). El encéfalo desarrollado consta de CEREBRO, CEREBELO y otras estructuras del TRONCO ENCEFÁLICO.
Neoplasias que contienen formaciones semejantes a quistes o que producen mucina o suero.
Incremento de los fluídos intra o extracelulares en el tejido encefálico. El edema encefálico citotóxico (hinchazón debido al incremento del líquido intracelular) indica un trastorno del metabolismo celular, y se asocia comúnmente con lesiones hipóxicas o isquémicas (ver HIPOXIA ENCEFÁLICA). El incremento del líquido extracelular puede ser producido por un incremento de la permeabilidad capilar encefálica (edema vasogénico), gradiente osmótico, bloqueo local en las vías de los líquidos intersticiales, o por obstrucción del flujo del LCR (es decir, HIDROCEFALIA obstructiva).
Parte del encéfalo que conecta los hemisferios cerebrales (vea CEREBRO) con la MÉDULA ESPINAL. Está constituido por el MESENCÉFALO, PUENTE y el BULBO RAQUÍDEO.
Reducción localizada del flujo sanguíneo al tejido encefálico ocasionada por obstrucción arterial o hipoperfusión sistémica. Se produce frecuentemente junto a HIPOXIA ENCEFÁLICA. La isquemia prolongada se asocia con INFARTO ENCEFÁLICO.
Tumores o cánceres de la PIEL.
Dos o más crecimientos anormales de tejidos que ocurren simultáneamente y que se suponen tener origenes apartadas. Las neoplasias pueden ser histológicamente las mismas o diferentes y pueden encontrarse en el mismo sitio o en sitios diferentes.
Colección circunscrita de exudado purulento en el cerebro, producida por bacterias u otras infecciones. La mayoría son causadas por diseminación de material infectado desde un foco de supuración en cualquier parte del cuerpo, principalmente los SENOS PARANASALES, OÍDO MEDIO), CORAZÓN (ver también ENDOCARDITIS BACTERIANA) y PULMÓN. Este estado también puede estar asociado con TRAUMA CRANEOCEREBRAL penetrante y PROCEDIMIENTOS NEUROQUIRÚRGICOS. Las manifestaciones clínicas incluyen CEFALEA, CONVULSIONES, déficits neurológicos focales y alteraciones de la conciencia (Traducción libre del original: Adams et al., Principles of Neurology, 6th ed, pp712-6).
Localización histoquímica de sustancias inmunorreactivas mediante el uso de anticuerpos marcados como reactivos.
Tumores o cánceres del RIÑÓN.
Crecimientos anormales de tejido que siguen a una neoplasia previa pero que no son una metástasis de ésta. La segunda neoplasia puede tener el mismo o diferente tipo histológico y puede ocurrir en los mismos o diferentes órganos que la neoplasia previa pero en todos los casos surgen a partir de un evento oncogénico independiente. El desarrollo de la segunda neoplasia puede o no relacionarse con el tratamiento para la neoplasia prévia ya que el riesgo genético o los factores predisponentes pueden ser en realidad la causa.
Tumores o cánceres de la GLÁNDULA TIROIDES.
Adenocarcinoma que produce mucina en cantidad importante. (Dorland, 28a ed)
Afecciones que causan proliferación de tejidos con actividad hematopoyética o de tejidos que poseen potencial embrionario hematopoyético. Todas ellas producen alteraciones en la regulación de las CÉLULAS PROGENITORAS MIELOIDES, muy frecuentemente por causa de una mutación en la PROTEINA TIROSINA QUINASA JAK2.
Tumores o cánceres del PULMÓN.
Unidades celulares básicas del tejido nervioso. Cada neurona está compuesta por un cuerpo, un axón y dendritas. Su función es recibir, conducir y transmitir los impulsos en el SISTEMA NERVIOSO.
ADN presente en el tejido neoplásico.
Reducción del suministro de oxígeno al encéfalo debido a ANOXEMIA (menor cantidad de oxígeno transportado por la HEMOGLOBINA de la sangre), o a una restricción de la circulación de sangre al encéfalo, o ambos. El concepto de hipoxia grave hace referencia a la anoxia, y es una causa relativamente frecuente de lesión en el sistema nervioso central. Una anoxia cerebral prolongada puede llevar a MUERTE CEREBRAL o a un ESTADO VEGETATIVO PERSISTENTE. Histológicamente, esta afección se caracteriza por pérdida neuronal, más prominente en el HIPOCAMPO, GLOBO PÁLIDO, CEREBELO y olivas inferiores.
CÉLULAS ENDOTELIALES especializadas, no fenestradas y con UNIONES ESTRECHAS que forman una barrera al transporte para ciertas sustancias entre los capilares cerebrales y el tejido del ENCÉFALO.
Tumores o cánceres de la GLÁNDULA PAROTIDA.
Capa fina de SUSTANCIA GRIS sobre la superficie de los HEMISFERIOS CEREBRALES que se desarrolla a partir del TELENCÉFALO y que se repliega en las circunvoluciones. Alcanza su más alto desarrollo en el hombre y es responsable de las facultades intelectuales y de las funciones mentales superiores.
Neoplasia histológicamente benigna derivada de epitelio glandular en la que se forman acumulaciones quísticas de secreciones retenidas; en algunos casos, partes considerables de la neoplasia e incluso toda la masa pueden ser quísticas. (Stedman, 25a ed)
Neoplasias que se desarrollan a partir de alguna estructura del tejido conectivo y subcutáneo. El concepto no se refiere a las neoplasias localizadas en el tejido conectivo o blando.
Tumores o cánceres de HÍGADO.
Neoplasias asociados a la proliferación de un único clon de CÉLULAS PLASMÁTICAS y caracterizados por la secreción de PARAPROTEÍNAS.
Tumores o cánceres del APÉNDICE.
Tumor multilocular con epitelio secretor de mucina. Se encuentra más a menudo en el ovario, pero se puede encontrar también en el páncreas, la apéndice, y raramente, en el retroperitoneo y en la vejiga urinaria. Se considera que tiene un potencial de malignidad de grado bajo.
Tumores o cáncer del OVARIO. Estos tumores pueden ser benignos o malignos. Se clasifican según el tejido de origen, como el EPITELIO superficial, las células endocrinas del estroma y las CÉLULAS GERMINATIVAS totipotentes.
Crecimiento anormal muevo inducido experimentalmente de TEJIDOS en animales para proporcionar modelos para el estudio de neoplasias humanas.
Tumores o cánceres de las GLÁNDULAS ENDOCRINAS.
Tumores o cáncer del TRACTO GASTROINTESTINAL, desde la BOCA al CANAL ANAL.

Las neoplasias encefálicas, también conocidas como tumores cerebrales, se refieren a un crecimiento anormal de células en el tejido cerebral. Estos tumores pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos). Los tumores benignos tienden a crecer más lentamente y suelen ser menos invasivos, mientras que los tumores malignos crecen y se diseminan más rápidamente, invadiendo el tejido circundante.

Las neoplasias encefálicas pueden originarse en el propio cerebro (tumores primarios) o spread a the cerebro desde otras partes del cuerpo (tumores secundarios o metastásicos). Los síntomas varían dependiendo de la ubicación y el tamaño del tumor, pero pueden incluir dolores de cabeza recurrentes, convulsiones, problemas de visión, cambios en el comportamiento o personalidad, dificultad para caminar o mantener el equilibrio, y déficits cognitivos.

El tratamiento dependerá del tipo y la etapa del tumor, y puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia o una combinación de estos. La pronóstico varía ampliamente, desde excelente para algunos tumores benignos con alto índice de curación hasta muy malo para los tumores cerebrales más agresivos y avanzados.

Las neoplasias infratentoriales se refieren a un grupo de tumores cerebrales que se originan en la región inferior del tronco encefálico, que incluye el cerebelo, el tronco cerebral y la cavidad posterior craneal (también conocida como cuña dural). Esta ubicación está por debajo de la tienda tentorial, una estructura membranosa que separa las partes superior e inferior del cerebro.

Las neoplasias infratentoriales pueden ser benignas o malignas y se clasifican según su tipo histológico y grado de malignidad. Los tumores cerebelosos son el tipo más común de neoplasias infratentoriales y pueden incluir astrocitomas, ependimomas, meduloblastomas y gangliogliomas, entre otros.

Los síntomas de las neoplasias infratentoriales varían según la ubicación y el tamaño del tumor, pero pueden incluir dolores de cabeza, vómitos, alteraciones visuales, desequilibrio, dificultad para caminar, debilidad muscular, problemas de audición y trastornos del habla. El tratamiento puede incluir cirugía, radioterapia y quimioterapia, dependiendo del tipo y grado de tumor.

Las neoplasias neuroepiteliales son un tipo de crecimientos anormales en el sistema nervioso central (SNC) que surgen de las células neuroepiteliales, que forman los tejidos que recubren y llenan los ventrículos del cerebro y la médula espinal. Estas neoplasias pueden ser benignas o malignas (cáncer).

Las neoplasias neuroepiteliales se clasifican según el tipo de célula a partir de la cual se originan. Algunos ejemplos comunes incluyen:

1. Astrocitoma: un tumor que se origina en las células gliales llamadas astrocitos. Pueden ser de bajo grado (menos agresivos) o alto grado (más agresivos). El glioblastoma multiforme es el tipo más común y agresivo de astrocitoma.

2. Oligodendroglioma: un tumor que se origina en las células gliales llamadas oligodendrocitos. Por lo general, crecen lentamente y pueden ser de bajo grado o alto grado.

3. Ependimoma: un tumor que se origina en las células que recubren los ventrículos del cerebro y la médula espinal. Pueden ocurrir en cualquier edad, pero son más comunes en los niños.

4. Meduloblastoma: un tumor cerebral maligno que se origina en el cerebelo, una parte del cerebro importante para el equilibrio y la coordinación de movimientos. Es más común en los niños.

Los síntomas de las neoplasias neuroepiteliales varían según su tamaño, ubicación y grado. Pueden incluir dolores de cabeza recurrentes, convulsiones, problemas de visión, debilidad en los brazos o piernas, dificultad para caminar, cambios en el comportamiento o la personalidad, y problemas con el pensamiento o la memoria. El tratamiento puede incluir cirugía, radioterapia y quimioterapia.

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Los ácidos grasos esenciales son tipos de lípidos necesarios para la salud humana, ya que nuestro cuerpo no puede sintetizarlos por sí solo. Los dos ácidos grasos esenciales más importantes son el ácido linoléico (omega-6) y el ácido alfa-linolénico (omega-3).

Estos ácidos grasos desempeñan un papel crucial en diversas funciones corporales, como la formación de membranas celulares, la producción de hormonas y la modulación del sistema inmunológico. Además, se ha demostrado que los ácidos grasos omega-3 tienen propiedades antiinflamatorias y pueden ayudar a prevenir enfermedades cardiovasculares, cáncer y trastornos neurológicos.

Las fuentes dietéticas de ácidos grasos esenciales incluyen aceites vegetales (como el de girasol, maíz, soja y linaza), nueces, semillas, pescado graso (como el salmón, atún y sardinas) y suplementos alimenticios.

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Un glioma es un tipo de tumor cerebral que se origina en el tejido glial del sistema nervioso central. El tejido glial es el tejido de soporte del sistema nervioso central y está compuesto por glía, células que mantienen el equilibrio químico del sistema nervioso, proporcionan nutrientes a las neuronas y desempeñan un papel importante en la respuesta inmunitaria del sistema nervioso central.

Hay varios tipos de gliomas, clasificados según el tipo de célula glial en la que se originan. Algunos de los tipos más comunes de gliomas incluyen:

1. Astrocitoma: Este tipo de glioma se origina en las células astrocíticas, que son un tipo de célula glial que proporciona soporte estructural a las neuronas. Los astrocitomas pueden ser de bajo grado (crecen lentamente) o de alto grado (crecen y se diseminan rápidamente).

2. Oligodendroglioma: Este tipo de glioma se origina en las células oligodendrogliales, que son responsables de producir la mielina, una sustancia grasa que recubre y protege los axones de las neuronas. Los oligodendrogliomas suelen crecer lentamente y tienen una mejor pronóstico que otros tipos de gliomas.

3. Ependimoma: Este tipo de glioma se origina en las células ependimarias, que recubren los conductos cerebroespinales y producen el líquido cefalorraquídeo. Los ependimomas suelen ocurrir en la médula espinal y en el tronco encefálico.

4. Glioblastoma: Este es el tipo más agresivo y mortal de glioma. Se origina en las células astrocíticas y crece rápidamente, invadiendo el tejido circundante. El glioblastoma representa alrededor del 50% de todos los gliomas diagnosticados.

Los síntomas de un glioma pueden variar dependiendo de su tamaño, ubicación y grado. Algunos síntomas comunes incluyen dolores de cabeza, convulsiones, debilidad o entumecimiento en un lado del cuerpo, problemas de visión, dificultad para hablar o tragar, y cambios en el comportamiento o personalidad. El tratamiento puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia o una combinación de estos.

La Imagen por Resonancia Magnética (IRM) es una técnica de diagnóstico médico no invasiva que utiliza un campo magnético potente, radiaciones ionizantes no dañinas y ondas de radio para crear imágenes detalladas de las estructuras internas del cuerpo. Este procedimiento médico permite obtener vistas en diferentes planos y con excelente contraste entre los tejidos blandos, lo que facilita la identificación de tumores y otras lesiones.

Durante un examen de IRM, el paciente se introduce en un túnel o tubo grande y estrecho donde se encuentra con un potente campo magnético. Las ondas de radio se envían a través del cuerpo, provocando que los átomos de hidrógeno presentes en las células humanas emitan señales de radiofrecuencia. Estas señales son captadas por antenas especializadas y procesadas por un ordenador para generar imágenes detalladas de los tejidos internos.

La IRM se utiliza ampliamente en la práctica clínica para evaluar diversas condiciones médicas, como enfermedades del cerebro y la columna vertebral, trastornos musculoesqueléticos, enfermedades cardiovasculares, tumores y cánceres, entre otras afecciones. Es una herramienta valiosa para el diagnóstico, planificación del tratamiento y seguimiento de la evolución de las enfermedades.

La química encéfalica se refiere al estudio de las sustancias químicas y los procesos bioquímicos que ocurren en el cerebro. Esto incluye la investigación de neurotransmisores, neuromoduladores, hormonas y otras moléculas que desempeñan un papel crucial en la comunicación entre células nerviosas (neuronas) y en la regulación de diversos procesos cerebrales, como el estado de ánimo, la cognición, la memoria, el aprendizaje, la percepción sensorial y la motricidad.

Los neurotransmisores son las moléculas más estudiadas en este campo. Son sustancias químicas que se liberan en la brecha sináptica (espacio entre dos neuronas) para transmitir señales desde una neurona presináptica a una neurona postsináptica. Algunos ejemplos de neurotransmisores son la dopamina, la serotonina, la norepinefrina, el ácido gamma-aminobutírico (GABA) y el glutamato.

Las alteraciones en los niveles o la función de estos neurotransmisores y otras moléculas químicas pueden contribuir al desarrollo de diversos trastornos neurológicos y psiquiátricos, como la enfermedad de Parkinson, la esquizofrenia, el trastorno depresivo mayor y el trastorno de ansiedad generalizada. Por lo tanto, comprender la química encéfalica es fundamental para el desarrollo de nuevos tratamientos farmacológicos y terapias para estas afecciones.

Los traumatismos encefálicos, también conocidos como lesiones cerebrales traumáticas, se refieren a daños o lesiones en el tejido cerebral que resultan de un trauma físico. Estos traumas pueden ser causados por una variedad de eventos, como accidentes automovilísticos, caídas, lesiones deportivas, actos violentos o incluso explosiones militares.

Existen dos tipos principales de traumatismos encefálicos: los traumatismos cerrados y los abiertos. Los traumatismos cerrados ocurren cuando el cerebro se mueve violentamente dentro del cráneo después de un impacto, pero el cráneo permanece intacto. Por otro lado, los traumatismos encefálicos abiertos, también llamados penetrantes, suceden cuando un objeto penetra directamente en el cráneo y el tejido cerebral.

Los síntomas de un traumatismo encefálico pueden variar ampliamente dependiendo de la gravedad y la ubicación de la lesión. Algunos síntomas comunes incluyen dolores de cabeza, mareos, náuseas, vómitos, confusión, somnolencia, dificultad para hablar, pérdida de memoria, visión doble o borrosa, zumbido en los oídos y sensibilidad a la luz o el sonido. En casos graves, las personas pueden experimentar convulsiones, coma o incluso la muerte.

El tratamiento de un traumatismo encefálico depende de su severidad. Puede incluir medicamentos para aliviar el dolor y reducir la inflamación, reposo y observación en un entorno hospitalario, terapia física o de rehabilitación, cirugía para eliminar coágulos sanguíneos o reparar fracturas craneales, o incluso cuidados paliativos en casos graves. La prevención es clave para reducir el riesgo de sufrir un traumatismo encefálico, lo que implica usar cinturones de seguridad y sistemas de retención infantil, usar cascos al montar bicicletas o motocicletas, y tomar precauciones al practicar deportes de contacto.

El término 'mapeo encefálico' no está específicamente definido en la literatura médica o neurológica. Sin embargo, generalmente se refiere al proceso de crear un mapa detallado de la actividad cerebral, a menudo asociado con diversas técnicas de neuroimagen funcional como FMRI (resonancia magnética funcional), EEG (electroencefalografía) o PET (tomografía por emisión de positrones). Estos mapas pueden ayudar a los médicos y científicos a comprender mejor cómo diferentes partes del cerebro se relacionan con diferentes funciones, así como también pueden ser utilizados en el diagnóstico y planificación de tratamientos para condiciones que afectan el cerebro, como epilepsia, tumores cerebrales o lesiones cerebrales traumáticas.

Es importante mencionar que existen diferentes tipos de mapeos cerebrales, cada uno con sus propias técnicas e implicaciones clínicas o de investigación. Por ejemplo, el mapeo cortical se refiere específicamente a la representación topográfica de las áreas funcionales en la superficie del cerebro.

Las neoplasias pancreáticas se refieren a crecimientos anormales y no controlados de células en el páncreas, que pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos). Los tumores benignos no suelen ser mortales, pero si siguen creciendo, pueden causar problemas debido a la presión física que ejercen sobre los órganos cercanos.

Por otro lado, las neoplasias malignas, también conocidas como cáncer de páncreas, son muy graves y potencialmente letales. El cáncer de páncreas se divide en dos tipos principales: adenocarcinoma exocrino y tumores neuroendocrinos pancreáticos (TNE). El adenocarcinoma exocrino es el tipo más común y representa alrededor del 90% de todos los cánceres de páncreas. Se origina en las glándulas que producen los jugos digestivos. Los TNE, por otro lado, se desarrollan en las células productoras de hormonas del páncreas y suelen crecer más lentamente que el adenocarcinoma exocrino.

El cáncer de páncreas es una enfermedad muy agresiva y difícil de detectar en sus etapas iniciales, lo que hace que el pronóstico sea generalmente malo. Los factores de riesgo incluyen tabaquismo, obesidad, diabetes, edad avanzada y antecedentes familiares de cáncer de páncreas.

Neoplasia es un término médico que se refiere al crecimiento anormal y excesivo de tejido en el cuerpo, lo que resulta en la formación de una masa o tumor. Este crecimiento celular descontrolado puede ser benigno (no canceroso) o maligno (canceroso).

Las neoplasias benignas suelen crecer lentamente y raramente se diseminan a otras partes del cuerpo. Por lo general, pueden ser extirpadas quirúrgicamente y rara vez representan un peligro para la vida. Ejemplos de neoplasias benignas incluyen lipomas (tumores grasos), fibromas uterinos y pólipos intestinales.

Por otro lado, las neoplasias malignas tienen el potencial de invadir tejidos adyacentes y propagarse a otras partes del cuerpo a través del sistema linfático o circulatorio, un proceso conocido como metástasis. Estos tipos de neoplasias pueden ser altamente agresivos y dañinos, pudiendo causar graves complicaciones de salud e incluso la muerte. Ejemplos de neoplasias malignas incluyen carcinomas (cánceres que se originan en los tejidos epiteliales), sarcomas (cánceres que se originan en el tejido conectivo) y leucemias (cánceres de la sangre).

El diagnóstico y tratamiento tempranos de las neoplasias son cruciales para garantizar los mejores resultados posibles en términos de salud y supervivencia del paciente.

El encéfalo, en términos médicos, se refiere a la estructura más grande y complexa del sistema nervioso central. Consiste en el cerebro, el cerebelo y el tronco del encéfalo. El encéfalo es responsable de procesar las señales nerviosas, controlar las funciones vitales como la respiración y el latido del corazón, y gestionar las respuestas emocionales, el pensamiento, la memoria y el aprendizaje. Está protegido por el cráneo y recubierto por tres membranas llamadas meninges. El encéfalo está compuesto por billones de neuronas interconectadas y células gliales, que together forman los tejidos grises y blancos del encéfalo. La sangre suministra oxígeno y nutrientes a través de una red de vasos sanguíneos intrincados. Cualquier daño o trastorno en el encéfalo puede afectar significativamente la salud y el bienestar general de un individuo.

Neoplasias quísticas, mucinosas y serosas son términos utilizados en patología para describir diferentes tipos de crecimientos anormales o tumores. A continuación, se presenta una definición médica breve de cada uno:

1. Neoplasias quísticas: Son tumores que contienen uno o más espacios huecos llenos de líquido u otro material. Estos espacios pueden ser grandes en relación con el tamaño total del tumor. Las neoplasias quísticas pueden ser benignas (no cancerosas) o malignas (cancerosas).

2. Neoplasias mucinosas: Son tumores que producen y acumulan una sustancia llamada mucina, la cual es un componente normal del moco. Estos tumores pueden crecer dentro de los órganos o por fuera de ellos, comprimiendo los tejidos circundantes. Las neoplasias mucinosas también pueden ser benignas o malignas.

3. Neoplasias serosas: Son tumores que secretan un líquido claro y acuoso similar al líquido sinovial o pleural. Estos tumores suelen desarrollarse en la membrana serosa que recubre los órganos huecos, como el estómago, los intestinos delgado y grueso, y los pulmones. Las neoplasias serosas pueden ser benignas o malignas, aunque las formas malignas son más comunes.

En resumen, las neoplasias quísticas, mucinosas y serosas son diferentes tipos de tumores que se caracterizan por la presencia de espacios llenos de líquido, acumulación de mucina o secreción de un líquido claro, respectivamente. Pueden ser benignas o malignas y requieren evaluación médica para determinar su naturaleza exacta y el plan de tratamiento más adecuado.

El edema encefálico, también conocido como hinchazón cerebral, es una afección médica grave en la que se acumula líquido en los tejidos del cerebro. Esto hace que el volumen del cerebro aumente y provoque un aumento de la presión intracraneal. El edema encefálico puede ocurrir como resultado de una lesión cerebral traumática, infección, tumor cerebral, convulsiones, intoxicación por monóxido de carbono, falta de oxígeno, aumento rápido de la presión arterial y algunos otros trastornos.

Los síntomas del edema encefálico pueden variar dependiendo de su gravedad y la causa subyacente. Pueden incluir dolores de cabeza, vómitos, confusión, somnolencia, convulsiones, pérdida de la visión o del habla, problemas para caminar, debilidad en un lado del cuerpo y coma. El edema encefálico es una afección médica grave que requiere atención inmediata. El tratamiento generalmente implica el control de la presión intracraneal y el tratamiento de la causa subyacente.

El tronco encefálico, también conocido como el bulbo raquídeo o el tronco cerebral, es la parte inferior y más central del encéfalo (el sistema nervioso central del cerebro). Se extiende desde la médula espinal hasta el cerebro y se compone de tres partes: el mesencéfalo, la protuberancia annular (puente de Varolio) y el bulbo raquídeo.

El tronco encefálico contiene importantes centros nerviosos que controlan funciones vitales como la respiración, la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Además, contiene los nuclei de los nervios craneales (excluyendo el I y II par), que son pares de nervios que inervan los músculos de la cabeza y el cuello, así como las glándulas y órganos sensoriales de la cabeza.

El tronco encefálico también actúa como una vía importante para la conducción de señales nerviosas entre la médula espinal y el cerebro. Lesiones o daños en el tronco encefálico pueden causar graves problemas de salud, incluyendo dificultades para respirar, parálisis, pérdida de sensibilidad y trastornos del sueño.

La isquemia encefálica se refiere a la restricción del flujo sanguíneo al cerebro, lo que resulta en un suministro inadecuado de oxígeno y nutrientes. Esta condición puede causar daño celular y disfunción en las áreas afectadas del cerebro. La isquemia encefálica puede ser transitoria o permanente, dependiendo de la duración e intensidad de la interrupción del flujo sanguíneo. Puede conducir a diversos síntomas neurológicos, como debilidad o parálisis en un lado del cuerpo, dificultad para hablar o comprender el lenguaje, pérdida de visión en parte del campo visual, mareos, confusión y, en casos graves, coma o muerte. La isquemia encefálica puede ser causada por diversas afecciones, como la enfermedad arterial coronaria, la fibrilación auricular, la embolia, la trombosis y la estenosis de las arterias carótidas o vertebrales. El tratamiento temprano es crucial para prevenir daños graves al cerebro.

Las neoplasias cutáneas, también conocidas como crecimientos anormales o tumores de la piel, se refieren a un amplio espectro de condiciones donde las células de la piel proliferan de manera descontrolada. Estas lesiones pueden ser benignas (no cancerosas) o malignas (cancerosas).

Las neoplasias cutáneas benignas incluyen diversos tipos de lunares, verrugas, fibromas y quistes. Por lo general, crecen lentamente, permanecen localizadas y rara vez representan un peligro para la vida si se diagnostican y tratan a tiempo.

Por otro lado, las neoplasias cutáneas malignas más comunes son el carcinoma basocelular, el carcinoma escamoso y el melanoma. Estos tipos de cáncer de piel pueden invadir los tejidos circundantes e incluso diseminarse a otras partes del cuerpo (metástasis), lo que puede poner en peligro la vida del paciente.

El diagnóstico y el tratamiento oportunos son cruciales para garantizar una buena evolución clínica de los pacientes con neoplasias cutáneas. La prevención, mediante la protección adecuada contra los rayos ultravioleta (UV) del sol y el reconocimiento precoz de las lesiones sospechosas, juegan un papel fundamental en la reducción de la incidencia y mortalidad asociadas con estas afecciones.

Neoplasias Primarias Múltiples (NPM) es un término médico que se refiere a la presencia simultánea o sucesiva de más de un cáncer primario en el organismo, es decir, dos o más tumores malignos independientes en diferentes localizaciones anatómicas, que no guardan relación entre sí y no son metástasis del mismo.

Las NPM pueden ser sincrónicas, cuando los tumores se diagnostican al mismo tiempo, o metacrónicas, cuando hay un intervalo de tiempo entre el diagnóstico de cada uno de ellos. Las NPM pueden deberse a diferentes factores de riesgo, como la predisposición genética, la exposición a radiaciones o determinados agentes químicos y ambientales, o hábitos tóxicos como el consumo de tabaco y alcohol.

El diagnóstico y tratamiento de las NPM requieren una evaluación multidisciplinar y un enfoque personalizado, ya que cada tumor puede presentar diferentes características biológicas y clínicas, y precisar de un tratamiento específico. Además, es importante establecer un seguimiento a largo plazo para detectar precozmente la aparición de nuevos tumores y mejorar el pronóstico y la supervivencia de los pacientes.

Un absceso encefálico es una acumulación localizada de pus dentro del tejido cerebral, causada generalmente por la infección y multiplicación de bacterias u hongos en el cerebro. Esto puede ocurrir como resultado de una infección que se disemina desde otra parte del cuerpo o como consecuencia de una infección directa en el cerebro, por ejemplo, después de una lesión traumática o quirúrgica.

Los síntomas más comunes incluyen dolor de cabeza, fiebre, confusión, convulsiones, debilidad en un lado del cuerpo y trastornos visuales. El tratamiento generalmente implica antibióticos o antifúngicos para eliminar la infección, junto con procedimientos quirúrgicos para drenar el pus acumulado. Si no se trata a tiempo, un absceso encefálico puede causar daño cerebral severo e incluso la muerte.

La inmunohistoquímica es una técnica de laboratorio utilizada en patología y ciencias biomédicas que combina los métodos de histología (el estudio de tejidos) e inmunología (el estudio de las respuestas inmunitarias del cuerpo). Consiste en utilizar anticuerpos marcados para identificar y localizar proteínas específicas en células y tejidos. Este método se utiliza a menudo en la investigación y el diagnóstico de diversas enfermedades, incluyendo cánceres, para determinar el tipo y grado de una enfermedad, así como también para monitorizar la eficacia del tratamiento.

En este proceso, se utilizan anticuerpos específicos que reconocen y se unen a las proteínas diana en las células y tejidos. Estos anticuerpos están marcados con moléculas que permiten su detección, como por ejemplo enzimas o fluorocromos. Una vez que los anticuerpos se unen a sus proteínas diana, la presencia de la proteína se puede detectar y visualizar mediante el uso de reactivos apropiados que producen una señal visible, como un cambio de color o emisión de luz.

La inmunohistoquímica ofrece varias ventajas en comparación con otras técnicas de detección de proteínas. Algunas de estas ventajas incluyen:

1. Alta sensibilidad y especificidad: Los anticuerpos utilizados en esta técnica son altamente específicos para las proteínas diana, lo que permite una detección precisa y fiable de la presencia o ausencia de proteínas en tejidos.
2. Capacidad de localizar proteínas: La inmunohistoquímica no solo detecta la presencia de proteínas, sino que también permite determinar su localización dentro de las células y tejidos. Esto puede ser particularmente útil en el estudio de procesos celulares y patológicos.
3. Visualización directa: La inmunohistoquímica produce una señal visible directamente en el tejido, lo que facilita la interpretación de los resultados y reduce la necesidad de realizar análisis adicionales.
4. Compatibilidad con microscopía: Los métodos de detección utilizados en la inmunohistoquímica son compatibles con diferentes tipos de microscopía, como el microscopio óptico y el microscopio electrónico, lo que permite obtener imágenes detalladas de las estructuras celulares e intracelulares.
5. Aplicabilidad en investigación y diagnóstico: La inmunohistoquímica se utiliza tanto en la investigación básica como en el diagnóstico clínico, lo que la convierte en una técnica versátil y ampliamente aceptada en diversos campos de estudio.

Sin embargo, la inmunohistoquímica también presenta algunas limitaciones, como la necesidad de disponer de anticuerpos específicos y de alta calidad, la posibilidad de obtener resultados falsos positivos o negativos debido a reacciones no específicas, y la dificultad para cuantificar con precisión los niveles de expresión de las proteínas en el tejido. A pesar de estas limitaciones, la inmunohistoquímica sigue siendo una técnica poderosa y ampliamente utilizada en la investigación y el diagnóstico de diversas enfermedades.

Las neoplasias renales, también conocidas como tumores o cánceres renales, se refieren a un crecimiento anormal y descontrolado de células en los riñones. Estos crecimientos pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos). Las neoplasias renales más comunes son el carcinoma de células claras, el carcinoma papilar y el carcinoma de células renales de células escamosas. Los síntomas pueden incluir sangre en la orina, dolor de espalda o costado, pérdida de peso y fiebre. El tratamiento depende del tipo y estadio de la neoplasia y puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia o terapias dirigidas.

En patología, el término "neoplasia primaria secundaria" se refiere a un tumor que se desarrolla en un sitio distinto al del tumor primario original (la neoplasia primaria inicial), pero en el mismo individuo. Este nuevo crecimiento anormal de células es independiente y no derivado directamente del tumor primario, sino que resulta de la capacidad de las células cancerosas para diseminarse a través del cuerpo, un proceso conocido como metástasis.

En otras palabras, una neoplasia primaria secundaria no es una recidiva o recurrencia del tumor original, sino un nuevo tumor maligno que se ha originado independientemente en otra parte del cuerpo. Este fenómeno puede ocurrir como resultado de la exposición a factores de riesgo comunes, como el tabaquismo o la exposición a radiaciones, o debido a la diseminación previa y clínicamente no detectada de células cancerosas.

Es importante distinguir entre neoplasias primarias secundarias y recidivas locales o metástasis, ya que cada uno de estos procesos tiene implicaciones diferentes en términos de pronóstico y manejo clínico.

Las neoplasias de la tiroides se refieren a crecimientos anormales en la glándula tiroidea, que pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos). La glándula tiroidea está ubicada en la parte frontal del cuello y es responsable de producir hormonas importantes para el metabolismo, crecimiento y desarrollo del cuerpo.

Existen varios tipos de neoplasias de la tiroides, incluyendo:

1. Adenomas: Son tumores benignos que se originan en las células foliculares o en las células C de la glándula tiroidea. Los adenomas no son cancerosos y raramente causan síntomas, aunque algunos pueden crecer lo suficiente como para ser palpables o visibles.
2. Carcinomas: Son tumores malignos que se originan en las células de la glándula tiroidea. Existen varios tipos de carcinomas de tiroides, incluyendo el carcinoma papilar, el carcinoma folicular, el carcinoma medular y el carcinoma anaplásico. El tratamiento y el pronóstico dependen del tipo y del estadio del cáncer.
3. Linfomas: Son tumores malignos que se originan en los glóbulos blancos (linfocitos) de la glándula tiroidea. Los linfomas de tiroides son raros y suelen ocurrir en personas mayores de 60 años. El tratamiento puede incluir cirugía, radioterapia y quimioterapia.
4. Sarcomas: Son tumores malignos que se originan en el tejido conectivo o en los vasos sanguíneos de la glándula tiroidea. Los sarcomas de tiroides son extremadamente raros y suelen ser agresivos. El tratamiento puede incluir cirugía, radioterapia y quimioterapia.

El diagnóstico y el tratamiento de los tumores de tiroides requieren la evaluación y la atención de un equipo multidisciplinario de especialistas, incluyendo endocrinólogos, cirujanos, radiólogos, patólogos y oncólogos.

El adenocarcinoma mucinoso es un tipo raro de cáncer que se forma en las glándulas y produce una sustancia llamada mucina. La mucina es un líquido similar al moco que se encuentra normalmente en las membranas mucosas, como la nariz, los pulmones y el estómago.

En un adenocarcinoma mucinoso, las células cancerosas producen una gran cantidad de mucina, lo que hace que el tumor sea blando y gelatinoso al tacto. Este tipo de cáncer puede ocurrir en varias partes del cuerpo, incluyendo los pulmones, el páncreas, el colon y el recto.

Los síntomas del adenocarcinoma mucinoso dependen del lugar donde se encuentre el tumor. Por ejemplo, si el cáncer está en el pulmón, los síntomas pueden incluir tos persistente, dificultad para respirar y dolor en el pecho. Si el cáncer está en el colon o el recto, los síntomas pueden incluir sangrado rectal, cambios en los hábitos intestinales y dolor abdominal.

El tratamiento del adenocarcinoma mucinoso depende del tamaño y la ubicación del tumor, así como de si el cáncer se ha diseminado a otras partes del cuerpo. Los tratamientos pueden incluir cirugía, quimioterapia, radioterapia o una combinación de estos. La supervivencia a largo plazo para las personas con adenocarcinoma mucinoso varía ampliamente y depende de varios factores, como el estadio del cáncer en el momento del diagnóstico y la respuesta al tratamiento.

Los trastornos mieloproliferativos (TMP) son un grupo de condiciones cancerosas en las que se produce un crecimiento excesivo y anormal de ciertos tipos de glóbulos sanguíneos en la médula ósea. La médula ósea es el tejido esponjoso dentro de los huesos grandes donde se producen las células sanguíneas.

Hay varios tipos de TMP, incluyendo:

1. Leucemia mieloide crónica (LMC): Caracterizada por un aumento en el número de glóbulos blancos inmaduros (llamados blastos) en la médula ósea y en la sangre.

2. Policitemia vera: Una afección en la cual hay un exceso de glóbulos rojos en la sangre, lo que puede provocar coágulos sanguíneos y aumentar el riesgo de ataque cardiaco o accidente cerebrovascular.

3. Trombocitemia esencial: Un trastorno en el que hay un número excesivo de plaquetas (componentes sanguíneos involucrados en la coagulación) en la sangre, lo que puede provocar sangrado o coágulos sanguíneos.

4. Mielofibrosis primaria: Una afección en la cual se produce cicatricial anormal en la médula ósea, dificultando la producción de células sanguíneas normales y provocando anemia, fatiga e infecciones frecuentes.

5. Neoplasia mieloide aguda (AML): Una forma agresiva y rápidamente progresiva de cáncer en la que se produce un gran número de células sanguíneas anormales y no funcionales en la médula ósea.

Estos trastornos pueden causar una variedad de síntomas, como fatiga, debilidad, pérdida de peso, sudoración nocturna, fiebre e infecciones frecuentes. El tratamiento depende del tipo y gravedad del trastorno y puede incluir terapia con medicamentos, radioterapia o trasplante de células madre.

Las neoplasias pulmonares, también conocidas como cánceres de pulmón, se refieren a un crecimiento anormal y descontrolado de células en los tejidos del pulmón. Pueden ser benignas o malignas. Las neoplasias pulmonares malignas se clasifican en dos categorías principales: carcinomas de células pequeñas y carcinomas de células no pequeñas, que a su vez se subdividen en varios tipos histológicos.

Los factores de riesgo para desarrollar neoplasias pulmonares incluyen el tabaquismo, la exposición a agentes químicos cancerígenos como el asbesto o el arsénico, y la contaminación del aire. Los síntomas pueden variar dependiendo del tipo y el estadio de la neoplasia, pero algunos de los más comunes incluyen tos crónica, dolor en el pecho, dificultad para respirar, sibilancias, hemoptisis (toser sangre), fatiga y pérdida de peso involuntaria.

El diagnóstico se realiza mediante una serie de pruebas que pueden incluir radiografías de tórax, tomografías computarizadas, broncoscopias, biopsias y análisis de sangre. El tratamiento depende del tipo y el estadio de la neoplasia pulmonar y puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia o terapias dirigidas. La tasa de supervivencia varía ampliamente dependiendo del tipo y el estadio de la enfermedad en el momento del diagnóstico.

Las neuronas, en términos médicos, son células especializadas del sistema nervioso que procesan y transmiten información por medio de señales eléctricas y químicas. Se considera que son las unidades funcionales básicas del sistema nervioso. Las neuronas están compuestas por tres partes principales: el soma o cuerpo celular, los dendritos y el axón. El cuerpo celular contiene el núcleo de la célula y los orgánulos donde ocurre la síntesis de proteínas y ARN. Los dendritos son extensiones del cuerpo celular que reciben las señales entrantes desde otras neuronas, mientras que el axón es una prolongación única que puede alcanzar longitudes considerables y se encarga de transmitir las señales eléctricas (potenciales de acción) hacia otras células, como otras neuronas, músculos o glándulas. Las sinapsis son las conexiones especializadas en las terminales axónicas donde las neuronas se comunican entre sí, liberando neurotransmisores que difunden a través del espacio sináptico y se unen a receptores en la membrana postsináptica de la neurona adyacente. La comunicación sináptica es fundamental para la integración de señales y el procesamiento de información en el sistema nervioso.

El ADN de neoplasias se refiere al material genético que constituye el material genético anormal en una célula cancerosa o neoplásica. Las mutaciones en el ADN pueden causar un crecimiento y división celular descontrolado, lo que lleva al desarrollo de una neoplasia o tumor.

Las neoplasias se clasifican como benignas o malignas, según su capacidad para invadir tejidos circundantes y metastatizar a otros órganos. Las mutaciones en el ADN pueden ocurrir espontáneamente, ser heredadas o estar asociadas con factores ambientales, como la exposición a radiación ionizante o productos químicos cancerígenos.

El análisis del ADN de neoplasias puede proporcionar información valiosa sobre el tipo y origen del cáncer, así como sobre las posibles opciones de tratamiento y pronóstico. La secuenciación del genoma completo o la detección de mutaciones específicas en genes particulares pueden ayudar a determinar la sensibilidad de un tumor a ciertos fármacos, lo que permite una terapia dirigida más precisa y eficaz.

La hipoxia encefálica se refiere a una condición médica en la cual el cerebro no recibe suficiente oxígeno para funcionar normalmente. La privación de oxígeno al cerebro puede ser causada por varios factores, como una baja concentración de oxígeno en la sangre (hipoxemia), un flujo sanguíneo insuficiente al cerebro (isquemia) o una combinación de ambos.

La hipoxia encefálica puede provocar una variedad de síntomas, desde leves (como confusión y dificultad para concentrarse) hasta graves (como convulsiones, coma e incluso la muerte). El daño cerebral causado por la hipoxia encefálica puede ser reversible o irreversible, dependiendo de la duración y la gravedad de la privación de oxígeno.

La hipoxia encefálica puede ser el resultado de una variedad de afecciones médicas, como asfixia, ahogamiento, paro cardíaco, anemia grave, intoxicación por monóxido de carbono, insuficiencia respiratoria aguda y algunas enfermedades neurológicas. El tratamiento de la hipoxia encefálica generalmente implica restaurar el flujo de oxígeno al cerebro lo antes posible, mediante técnicas de reanimación cardiopulmonar (RCP) y/o ventilación mecánica asistida. En algunos casos, se pueden requerir medicamentos o cirugía para tratar la causa subyacente de la hipoxia encefálica.

La barrera hematoencefálica es una interfaz selectivamente permeable que separa la sangre del sistema circulatorio y el líquido cefalorraquídeo (LCR) en el sistema nervioso central (SNC). Está compuesta principalmente por células endoteliales especializadas que forman los vasos sanguíneos del cerebro, junto con otras células como astrocitos y pericitos.

Su función principal es proteger el cerebro de toxinas y patógenos presentes en la sangre, así como regular el intercambio de nutrientes, gases y otros solutos necesarios para el correcto funcionamiento del tejido nervioso. La barrera hematoencefálica regula estrictamente la entrada de sustancias al SNC, permitiendo el paso de moléculas pequeñas e hidrofílicas, mientras que restringe el acceso a moléculas más grandes, lipofílicas o cargadas.

Esta selectividad es crucial para mantener un entorno homeostático dentro del SNC y preservar su integridad funcional. Sin embargo, también puede dificultar la administración de fármacos al cerebro, ya que muchos compuestos terapéuticos no pueden cruzar la barrera hematoencefálica en concentraciones suficientes para ejercer sus efectos deseados. Esto representa un desafío importante en el desarrollo de nuevas estrategias y fármacos dirigidos al tratamiento de diversas enfermedades neurológicas y psiquiátricas.

Las neoplasias de la glándula parótida se refieren a un crecimiento anormal o tumor en la glándula salival más grande del cuerpo, conocida como la glándula parótida. Estos tumores pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos).

Los tumores benignos son los más comunes y suelen crecer lentamente, siendo asintomáticos en muchos casos. Sin embargo, si crecen lo suficiente, pueden causar molestias o dificultad para masticar, hablar o incluso deglutir.

Por otro lado, los tumores malignos son menos frecuentes pero más preocupantes porque tienen el potencial de extenderse (metástasis) a otras partes del cuerpo. Los síntomas asociados con estos tumores pueden incluir dolor, hinchazón rápida, dificultad para mover los músculos faciales y parálisis facial.

El tratamiento depende del tipo y grado de la neoplasia. Para los tumores benignos, el tratamiento generalmente implica la extirpación quirúrgica. En cambio, para los tumores malignos, el tratamiento puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia o una combinación de estos.

Es importante destacar que si bien cualquier persona puede desarrollar un tumor en la glándula parótida, fumar aumenta el riesgo de padecer este tipo de neoplasias. Además, ciertas afecciones genéticas también pueden incrementar la probabilidad de sufrir estos tumores.

La corteza cerebral, también conocida como la corteza cerebral o la neocorteza en mamíferos, es la parte externa y más desarrollada del telencéfalo. Es una capa de tejido nervioso de aproximadamente 2 a 4 mm de grosor que cubre la superficie de los hemisferios cerebrales y desempeña un papel crucial en la cognición, la percepción sensorial, el movimiento, la memoria, el lenguaje y la conciencia.

La corteza cerebral está organizada en seis capas histológicas distintas, cada una de las cuales contiene diferentes tipos de neuronas y glía. Las capas se denominan I a VI, comenzando por la más externa e internamente hacia la profundidad del tejido.

La corteza cerebral se divide en varias áreas funcionales conocidas como áreas de Brodmann, designadas con números romanos (por ejemplo, área 1, área 2, etc.). Cada área de Brodmann está especializada en una función particular y contiene diferentes tipos de neuronas y conexiones que desempeñan un papel importante en la ejecución de esa función.

La corteza cerebral también está involucrada en la integración de información sensorial y motora, lo que permite a los organismos interactuar con su entorno y tomar decisiones basadas en la información sensorial entrante. Además, la corteza cerebral desempeña un papel importante en el procesamiento del lenguaje y la memoria, y está involucrada en la generación de pensamientos y comportamientos conscientes.

En resumen, la corteza cerebral es una parte crucial del cerebro que desempeña un papel fundamental en muchas funciones cognitivas superiores, como la percepción sensorial, el movimiento, el lenguaje, la memoria y la conciencia.

Un cistoadenoma es un tipo de tumor que se desarrolla en las glándulas y está compuesto por células epiteliales que producen fluidos. Este tumor forma uno o más quistes llenos de líquido, y puede ser benigno o canceroso (maligno). Los cistoadenomas suelen ocurrir en las glándulas mamarias, los ovarios y el hígado. Los síntomas pueden variar dependiendo de la ubicación del tumor y pueden incluir dolor, hinchazón o un bulto palpable en la región afectada. El tratamiento puede incluir cirugía para extirpar el tumor, especialmente si es canceroso o causa molestias significativas.

Las neoplasias de los tejidos conjuntivo y blando se refieren a un grupo heterogéneo de tumores que surgen en los tejidos conectivos y blandos del cuerpo humano. Estos tejidos incluyen el tejido adiposo (grasa), muscular liso, fibroso, vasculatura, neural y otros tejidos sueltos.

La palabra "neoplasia" significa crecimiento anormal de tejido, por lo que estas neoplasias se caracterizan por el crecimiento excesivo y descontrolado de células en los tejidos conjuntivos y blandos. Pueden ser benignas o malignas (cáncer).

Las neoplasias benignas suelen crecer lentamente, no invaden los tejidos circundantes y rara vez se diseminan a otras partes del cuerpo. Por otro lado, las neoplasias malignas, también conocidas como sarcomas, tienen el potencial de invadir estructuras adyacentes y pueden diseminarse (metástasis) a otros órganos y tejidos a través del sistema circulatorio o linfático.

El tratamiento y pronóstico de estas neoplasias dependen del tipo específico, el grado de diferenciación celular, la localización, el tamaño y la extensión del tumor, así como de la edad y el estado general de salud del paciente. El tratamiento puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia o una combinación de estos.

Las neoplasias hepáticas se refieren a un crecimiento anormal o tumoración en el hígado. Pueden ser benignas (no cancerosas) o malignas (cancerosas).

Las neoplasias hepáticas benignas más comunes incluyen hemangiomas, que son tumores formados por vasos sanguíneos, y adenomas hepáticos, que se desarrollan a partir de células hepáticas. Estos tipos de tumores suelen ser asintomáticos y no representan un peligro inmediato para la salud, aunque en algunos casos pueden causar complicaciones si crecen demasiado o se rompen.

Por otro lado, las neoplasias hepáticas malignas más frecuentes son el carcinoma hepatocelular (CHC) y el colangiocarcinoma. El CHC se origina a partir de células hepáticas dañadas, especialmente en presencia de cirrosis o hepatitis viral crónica. El colangiocarcinoma se desarrolla en los conductos biliares dentro o fuera del hígado. Ambos tipos de cáncer son potencialmente letales y requieren tratamiento agresivo, que puede incluir cirugía, quimioterapia o radioterapia.

La detección temprana de estas neoplasias es crucial para mejorar el pronóstico del paciente. Por lo tanto, se recomienda realizar exámenes periódicos, especialmente en personas con factores de riesgo como la infección por virus de la hepatitis B o C, el consumo excesivo de alcohol, la obesidad y la exposición a sustancias químicas tóxicas.

Las neoplasias de células plasmáticas son un tipo de cáncer que se origina en las células plasmáticas, un tipo de glóbulo blanco que forma parte del sistema inmunitario y produce anticuerpos. Estos tipos de cáncer incluyen mieloma múltiple, gammapatía monoclonal de significado incierto (MGUS) y macroglobulinemia de Waldenstrom.

El mieloma múltiple es una enfermedad en la cual las células plasmáticas cancerosas se multiplican descontroladamente en la médula ósea, donde pueden dañar los huesos y comprometer la producción de glóbulos rojos y blancos sanos.

La gammapatía monoclonal de significado incierto (MGUS) es una afección pre-maligna en la que hay un aumento anormal de células plasmáticas en la médula ósea, pero no hay evidencia de daño a los órganos o tejidos. Sin embargo, algunas personas con MGUS pueden desarrollar mieloma múltiple u otros tipos de cáncer de células plasmáticas.

La macroglobulinemia de Waldenstrom es un tipo raro de linfoma no Hodgkin que afecta a las células plasmáticas y se caracteriza por la producción excesiva de una proteína anormal llamada inmunoglobulina M (IgM). Esta enfermedad puede causar diversos síntomas, como anemia, fatiga, pérdida de peso y moretones fáciles.

El tratamiento de las neoplasias de células plasmáticas depende del tipo y grado de la enfermedad, así como de la salud general del paciente. Puede incluir quimioterapia, terapia dirigida, trasplante de células madre y radioterapia.

Las neoplasias del apéndice se refieren a crecimientos anormales y descontrolados de tejido en el apéndice, que puede ser benigno o maligno (cáncer). El tipo más común de neoplasia benigna es el tumor de hamartoma, mientras que los tumores carcinoides son los tumores malignos más frecuentes. Otros tipos de cáncer que pueden afectar al apéndice incluyen el adenocarcinoma, el sarcoma y el linfoma. Los síntomas de las neoplasias del apéndice pueden incluir dolor abdominal, náuseas, vómitos, pérdida de peso y sangre en las heces. El tratamiento depende del tipo y grado de la neoplasia y puede incluir cirugía, quimioterapia o radioterapia.

Un cistoadenoma mucinoso es un tipo específico de tumor que se forma en los órganos con revestimiento de mucosa, como el ovario, la glándula salival o el pulmón. Este tumor está compuesto por células que producen y secretan una sustancia viscosa y gelatinosa llamada mucina.

El cistoadenoma mucinoso se caracteriza por tener una estructura quística, con uno o varios sacos llenos de líquido mucinoso. La pared del quiste está formada por células epiteliales que producen y secretan mucina.

La mayoría de los cistoadenomas mucinosos son benignos, pero en algunos casos pueden ser cancerosos o tener el potencial de volverse cancerosos con el tiempo. Los síntomas más comunes asociados con este tipo de tumor incluyen dolor abdominal, hinchazón y alteraciones menstruales en las mujeres.

El tratamiento del cistoadenoma mucinoso depende del tamaño y localización del tumor, así como de si es benigno o canceroso. En la mayoría de los casos, el tratamiento consiste en la extirpación quirúrgica del tumor.

La definición médica de 'Neoplasias Ováricas' se refiere al crecimiento anormal y desregulado de células en uno o ambos ovarios, lo que resulta en la formación de tumores. Estos tumores pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos). Las neoplasias ováricas pueden originarse directamente en los tejidos ováricos (tumores primarios) o spread a los ovarios desde otros órganos (tumores secundarios o metastásicos).

Existen varios tipos de neoplasias ováricas, incluyendo tumores epiteliales, tumores germinales y tumores del estroma. Los tumores epiteliales son el tipo más común y pueden ser benignos o malignos. Los tumores germinales se originan en las células que producen los óvulos y suelen presentarse en mujeres más jóvenes. Por último, los tumores del estroma surgen de las células que producen hormonas en el ovario.

El tratamiento de las neoplasias ováricas depende del tipo y grado de malignidad, así como del estadio de la enfermedad. La cirugía es a menudo el pilar del tratamiento, seguida de quimioterapia y/o radioterapia en los casos de neoplasias malignas. La detección temprana de estas neoplasias es crucial para mejorar el pronóstico y aumentar las posibilidades de éxito del tratamiento.

En la medicina y la biomedicina, el término "neoplasias experimentales" se refiere al crecimiento anormal y descontrolado de tejidos vivos cultivados en un entorno de laboratorio. Estas neoplasias son generadas a propósito por investigadores científicos para estudiar los procesos biológicos subyacentes al desarrollo del cáncer y probar nuevas estrategias terapéuticas.

El término "neoplasia" se utiliza en medicina para describir el crecimiento descontrolado de células que puede dar lugar a tumores benignos o malignos. En el contexto de investigaciones experimentales, estas neoplasias se desarrollan mediante la manipulación genética y química de células vivas en cultivo.

Los científicos utilizan diferentes técnicas para inducir la formación de neoplasias experimentales, como la introducción de oncogenes (genes que promueven el crecimiento celular descontrolado) o la inactivación de genes supresores de tumores (genes que regulan la división celular y previenen la formación de tumores). También se pueden emplear productos químicos y radiaciones para inducir mutaciones y promover el crecimiento anormal de células.

El estudio de neoplasias experimentales es fundamental para comprender los mecanismos moleculares que conducen al desarrollo del cáncer y para evaluar la eficacia y seguridad de nuevos tratamientos contra esta enfermedad. Los investigadores pueden observar de cerca el crecimiento y comportamiento de estas neoplasias, analizar las vías moleculares alteradas y probar diferentes estrategias terapéuticas, como fármacos, inmunoterapias o terapias génicas.

En resumen, las neoplasias experimentales son crecimientos anormales de tejidos cultivados en laboratorio, generadas intencionalmente para estudiar los mecanismos del cáncer y evaluar nuevos tratamientos contra esta enfermedad.

Las neoplasias de las glándulas endocrinas se refieren a un crecimiento anormal y descontrolado de células en las glándulas endocrinas, que son parte del sistema endocrino y producen hormonas. Estos crecimientos pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos).

Las glándulas endocrinas más comunes afectadas por neoplasias incluyen:

1. Glándula tiroides: La glándula tiroidea produce hormonas que regulan el metabolismo, crecimiento y desarrollo. Los tumores en la glándula tiroides pueden ser foliculares, papilares, medulares o anaplásicos, y pueden ser benignos (adenomas) o malignos (carcinomas).

2. Glándulas suprarrenales: Las glándulas suprarrenales producen hormonas esteroides y catecolaminas. Los tumores en las glándulas suprarrenales pueden ser benignos (adenomas) o malignos (feocromocitomas).

3. Páncreas: El páncreas produce hormonas como insulina y glucagón, así como enzimas digestivas. Los tumores en el páncreas pueden ser benignos (islet cell adenoma) o malignos (insulinoma, glucagonoma, VIPoma).

4. Paratiroides: Las glándulas paratiroideas producen hormona paratiroidea, que regula los niveles de calcio en la sangre. Los tumores en las glándulas paratiroideas pueden ser benignos (adenomas) o malignos (carcinomas).

5. Hipófisis: La hipófisis produce varias hormonas, incluyendo la hormona del crecimiento, prolactina, tirotropina, corticotropina y gonadotropinas. Los tumores en la hipófisis pueden ser benignos (prolactinoma, acromegalia) o malignos (carcinomas).

6. Timo: El timo produce linfocitos T y otras hormonas. Los tumores en el timo pueden ser benignos (timoma) o malignos (carcinomas).

Los síntomas de los tumores endocrinos dependen del tipo de tumor y la glándula afectada. Algunos tumores no producen síntomas hasta que se han extendido, mientras que otros pueden causar síntomas graves incluso en etapas tempranas. El tratamiento puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia o terapia dirigida.

Las neoplasias gastrointestinales se refieren a un crecimiento anormal y desregulado de tejidos en el tracto gastrointestinal, que puede ser benigno o maligno (cáncer). Estos crecimientos celulares se denominan neoplasias o tumores.

En el tracto gastrointestinal, las neoplasias pueden ocurrir en cualquier parte, desde la boca hasta el ano. Algunos tipos comunes de neoplasias gastrointestinales incluyen:

1. Adenomas: crecimientos benignos que a menudo se encuentran en el colon y el recto. Sin embargo, algunos adenomas pueden volverse cancerosos con el tiempo.

2. Carcinoides: tumores neuroendocrinos que generalmente se desarrollan en el intestino delgado, pero también pueden ocurrir en el estómago, el colon y el recto. La mayoría de los carcinoides son benignos, pero algunos pueden ser cancerosos y diseminarse a otras partes del cuerpo.

3. Linfomas: tumores que se desarrollan en el sistema inmunológico y afectan a los glóbulos blancos. Pueden ocurrir en cualquier parte del tracto gastrointestinal, pero son más comunes en el estómago y el intestino delgado.

4. Cánceres: incluyen carcinomas de células escamosas, adenocarcinomas y sarcomas. Los cánceres gastrointestinales pueden ser muy agresivos y crecer rápidamente, invadiendo tejidos circundantes y diseminándose a otras partes del cuerpo.

Los síntomas de las neoplasias gastrointestinales varían según la ubicación y el tipo de tumor. Algunos síntomas comunes incluyen sangrado rectal, dolor abdominal, cambios en los hábitos intestinales, pérdida de apetito y pérdida de peso inexplicable. El tratamiento depende del tipo y la etapa del tumor y puede incluir cirugía, quimioterapia, radioterapia o una combinación de estos.

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Evaluación y patrones de imagen de neoplasias del urotelio por tomografía computarizada multidetector. Autores: Gaspar A. Motta ... Análisis de las lesiones encefálicas en resonancia magnética en pacientes con señales transitorias de alta intensidad ...
Neoplasias Encefálicas - Concepto preferido UI del concepto. M0002885. Nota de alcance. Neoplasias de los componentes ... Neoplasias Encefálicas Término(s) alternativo(s). Neoplasias Cerebrales Tumores Primarios Malignos del Cerebro Tumores del ... neoplasias intracraneales tumores del cerebro tumores primarios malignos del cerebro Nota de alcance:. Neoplasias de los ... Las neoplasias encefálicas se subdividen en primarias (se originan a partir del tejido encefálico) y formas secundarias (es ...
1. DIAGNOSTICO POR IMAGEN; 2. RADIOLOGIA; 3. TRASTORNOS DEL SISTEMA NERVIOSO; 4. NEOPLASIAS ENCEFALICAS; 5. TUMORES ... 1. DIAGNOSTICO POR IMAGEN; 2. RADIOLOGIA; 3. TRASTORNOS DEL SISTEMA NERVIOSO; 4. NEOPLASIAS ENCEFALICAS; 5. TUMORES ... NEOPLASIAS PULMONARES; 24. ENFERMEDADES PLEURALES; 25. TRASTORNOS CIRCULATORIOS; 26. ENFERMEDADES DEL MEDIASTINO; 27. ... NEOPLASIAS PULMONARES; 24. ENFERMEDADES PLEURALES; 25. TRASTORNOS CIRCULATORIOS; 26. ENFERMEDADES DEL MEDIASTINO; 27. ...
Palavras-chave : Neoplasias encefálicas; Cognición; Pruebas neuropsicológicas; Neuropsicología. · resumo em Português , Inglês ... Los TC, representan el 5% de las neoplasias, siendo algunos más agresivos que otros. Se presenta como síntomas severos: ...
Neoplasias Encefálicas 1 * Enfermedades de la Mama 1 * Lactancia Materna 1 * Exámenes Médicos 1 ... Neoplasias de la Mama, Neoplasias de la Próstata, Neoplasias de la Mama/prevención & control ... Neoplasias de la Mama/terapia, Tratamiento Terciario Outubro Rosa: 7 novidades sobre o câncer de mama, de exames a tratamentos ... Neoplasias de la Mama/prevención & control, Pandemias Outubro Rosa: as pacientes que sofrem com atrasos em exames e tratamento ...
Actividades Cotidianas, Neoplasias Encefálicas/enfermería, Familia, Rol de la Enfermera, Estudios Prospectivos, Calidad de Vida ... Enfermería Médico-Quirúrgica, Neoplasias Encefálicas, Acontecimientos que Cambian la Vida, Confusión, Cuidadores, ...
... estudios globales sobre tumores cerebrales en su conjunto no han demostrado un exceso de incidencia de neoplasias encefálicas ... Estos tumores suponen alrededor del 20% de las neoplasias cerebrales y afectan más a las mujeres que a los hombres (2:1). La ... son generalizables al resto de las neoplasias cerebrales primarias a la hora de valorar la posible participación de un ... relación causa-efecto entre un glioma y un TCE debe ser superior al que se ejercita en el diagnóstico clínico de la neoplasia. ...
... con una neoplasia cerebral primaria. ... DETECCIÓN DE METÁSTASIS ENCEFÁLICAS MEDIANTE TOMOG.... *¿CORREN ... DETECCIÓN DE METÁSTASIS ENCEFÁLICAS MEDIANTE TOMOGRAFÍA COMPUTARIZADA (Detection of Brain Metastases By Computed Tomography) by ...
Neoplasias encefálicas Neurociencias Neurocirugía Neurología Neuropediatría Pronóstico Radiocirugía Residencia Tratamiento ... Manifestaciones neurológicas de la neoplasia de pulmónSe realizó un estudio observacional, descriptivo y de serie de casos para ...
Neoplasias encefálicas Neurociencias Neurocirugía Neurología Neuropediatría Pronóstico Residencia Tratamiento quirúrgico ...
Salud Pública, Alergia e Inmunología, Anestesia, Anatomía, Neoplasias, Cardiología, Quimioterapia, Farmacología Clínica, ... Lesiones Encefálicas, Reanimación Cardiopulmonar, Choque, "Terapia Intensiva Pediátrica", iaologiaologiaologia, Doença Pulmonar ...
Cáncer del Cuello Uterino use Neoplasias del Cuello Uterino Cáncer del Encéfalo use Neoplasias Encefálicas ... Cáncer de los Conductos Biliares use Neoplasias de los Conductos Biliares Cáncer de los Párpados use Neoplasias de los Párpados ... Cáncer de la Corteza Suprarrenal use Neoplasias de la Corteza Suprarrenal Cáncer de la Glándula Endocrina use Neoplasias de las ... Cáncer de las Tonsilas Palatinas use Neoplasias Tonsilares Cáncer de las Vías Biliares use Neoplasias de los Conductos Biliares ...
Malformaciones encefálicas Introducción a los defectos congénitos cerebrales o medulares Los defectos congénitos del encéfalo o ... tuberosa Esclerosis tuberosa compleja La esclerosis tuberosa compleja es un trastorno hereditario que provoca neoplasias ...
Neoplasias Encefálicas [C04.588.614.250.195] Neoplasias Encefálicas * Neoplasias del Ventrículo Cerebral [C04.588.614.250. ... en el cerebro: no confunda con NEOPLASIAS DE LA COROIDES (en el ojo); coord como primario con tipo histológico de neoplasia ( ... Neoplasias del Plexo Coroideo - Concepto preferido UI del concepto. M0025246. Nota de alcance. Tumores benignos o malignos que ...
Concordancia entre el diagnóstico presuntivo y tomográfico en canes con enfermedades encefálicas y de columna vertebral Eben ... Frecuencia y clasificación de neoplasias orales en pacientes caninos de la Clínica de Animales Menores de la Universidad ...
En los casos de complicaciones encefálicas ó me- níngeas, la parálisis no será más que uno de los elementos de la ... neoplasias esclero-gomosas, que son susceptibles de desapa- recer bajo la influencia del tratamiento sin haber desorgani- zado ...
Neoplasias Pancreáticas/*diagnóstico por imagen Imagen Multimodal 2 - PET de cáncer de la próstata. Indice: Neoplasias de la ... 1. Lesiones Encefálicas Traumáticas: anteriormente ha sido alternativo de Lesiones Encefálicas, pero ahora fue promovido a ...
Neoplasias Pancreáticas/*diagnóstico por imagen Imagen Multimodal 2 - PET de cáncer de la próstata. Indice: Neoplasias de la ... 1. Lesiones Encefálicas Traumáticas: anteriormente ha sido alternativo de Lesiones Encefálicas, pero ahora fue promovido a ...
  • En esta paciente, con sintomatología clínica neurológica poco clara, el descubrimiento de una aureola craneal fue el detonante para proseguir las exploraciones hasta que se detectó la neoplasia primaria en la mama. (elbaulradiologico.com)
  • A continuación se muestran algunas imágenes de metástasis craneales de una neoplasia de mama. (elbaulradiologico.com)
  • Este artículo tiene como objetivo caracterizar en términos socio-demográficos los cuidadores de los niños con neoplasia cerebral tratados en un hospital público en Aracaju-SE y investigar la percepción de ese grupo cuanto su calidad de vida, ansiedad y depresión. (bvsalud.org)
  • La esperanza de vida del gato que vive en el interior de un domicilio es de alrededor de 15,1 años. (wikipedia.org)
  • 3]​[2]​ Cuanto mayor es el peso de un gato, menor es su esperanza de vida. (wikipedia.org)
  • Su comparación con la edad humana no es lineal, progresivamente la equivalencia decrece, como se ilustra en el siguiente diagrama, de forma que 15 años de la vida de un gato serían equivalentes a entre 75 y 80 de la vida de un humano. (wikipedia.org)
  • Neoplasias de los componentes intracraneales del sistema nervioso central, como los hemisferios cerebrales, ganglios basales, hipotálamo, tronco cerebral y cerebelo. (bvsalud.org)
  • El aspecto macroscópico de estas lesiones, tal como se aprecia en una exploración de Tomografía Computarizada es muy variado. (elbaulradiologico.com)
  • anteriormente ha sido alternativo de Lesiones Encefálicas, pero ahora fue promovido a descriptor. (bvsalud.org)
  • Las neoplasias cerebrales se subdividen en primarias (originadas a partir del tejido cerebral) y secundarias (es decir, metastásicas). (bvsalud.org)
  • Sin embargo, las consideraciones etiológicas y medicolegales que expondremos aquí, respecto a dichas variedades, son generalizables al resto de las neoplasias cerebrales primarias a la hora de valorar la posible participación de un traumatismo en su origen o en su desarrollo. (peritajes-medicos.es)
  • Las neoplasias primarias se subdividen en benignas y malignas. (bvsalud.org)
  • Esclerosis tuberosa compleja La esclerosis tuberosa compleja es un trastorno hereditario que provoca neoplasias anómalas en el encéfalo, alteraciones cutáneas y, a veces, tumores en órganos vitales, como el corazón, los. (msdmanuals.com)
  • Es solo a los efectos de disponer de los datos del ejemplar para solicitarlo a biblioteca. (unne.edu.ar)