Maloclusión en la cual la mandíbula es anterior al maxilar como se refleja por la relación previa del primer molar permanente (mesioclusión).
Registro de cualquier relación de posición de la mandíbula en referencia al maxilar. Estos registros pueden ser en caulquiera de las relaciones vertical, horizontal, o de orientación.
Maloclusión en la cual la mandíbula es posterior al maxilar como se refleja por la relación del primer molar permanente (distoclusión).
Posición y contacto de los dientes maxilares y mandibulares que interfiere con la elevada eficiencia durante los movimientos excursivos de las mandíbulas que son esenciales para la masticación.
Maloclusión en la cual la mandíbula y el maxilar son normales en el plano anteroposterior como se refleja por la relación del primer molar permanente (es decir, en neutroclusión), pero en la cual los dientes individuales se relacionan anormalmente entre si.
Medida de las dimensiones de la CABEZA.
Maloclusión en la que los incisivos se proyectan excesivamente sobre los dientes mandibulares. La superposición es medida perpendicularmente al plano oclusal y también es llamada superposición vertical. Cuando la superposición es medida paralela al plano oclusal se conoce como sobremordida horizontal.
Afección en la que ciertos dientes opuestos no contactan al cerrar las mandíbulas.
Fase de la ortodoncia que se encarga de corregir la maloclusión con aparatos apropiados y de la prevención de sus secuelas.
Cualquiera del par de huesos de forma irregular que forman la mandíbula superior. El hueso maxilar proporciona los alveolos dentales para la fijación de la dentadura superior, forma parte de la ÓRBITA, y contiene el SENO MAXILAR.
Longitud de la cara determinada por la distancia de separación del maxilar. La dimensión vertical oclusal (DVO) o dimensión vertical de contacto es la altura inferior de la cara con los dientes en oclusión céntrica. La dimensión vertical de reposo (DVR) es la altura inferior de la cara medida desde un punto de la barbilla hasta un punto justo debajo de la nariz, con la mandíbula en posición de reposo.
Extracción selectiva de los dientes deciduos durante la etapa de dentición mixta según se caen y emergen los dientes definitivos; se realiza a lo largo de un período prolongado para permitir el ajuste autómono y aliviar la presión en las arcadas dentales durante la erupción de los incisivos laterales, de los caninos y premolares; finalmente, implica la extracción definitiva del primer premolar. (Dorland, 28a ed)
Aparatos extraorales para aplicar la fuerza a la dentición con el propósito de evitar algunos de los problemas en el control del anclaje que se enfrentan al usar una tracción intermaxilar y para aplicar las fuerzas en direcciones que de otra forma no serían posibles.
Proceso de crecimiento y diferenciación de las mandíbulas y la cara.
Espacio entre dos dientes adyacentes en el mismo arco dental.(Dorland, 27th ed)
Hueso mayor y más fuerte de la CARA que constituye el maxilar inferior. En el mismo se asientan los dientes inferiores.
Cualqueira de los ocho dientes frontales (cuatro maxilares y cuatro mandibulares) que tienen un borde cortante incisivo para cortar los alimentos y una sola raíz, que aparecen en el hombre tanto en los dientes deciduales como en los permanentes.
Respiración anormal a través de la boca, usualmente asociada con trastornos obstructivos de las vías nasales.
El complemento de dientes en las mandíbulas luego de la irrupción de algunos de los dientes permanentes pero antes de que se pierdan todos los dientes deciduales.
Curva formada por la fila de DIENTES en su posición normal en los MAXILARES. El arco dentario inferior está formado por los dientes de la mandíbula y el arco dental superior por los dientes maxilares.
Aparatos ortodónticos removibles de poca fijación que redirigen las presiones de los músculos faciales y masticatorios sobre los dientes y sus estructuras de soporte para producir mejoras en el ordenamiento de los dientes y en las relaciones oclusales.
Aparatos intraorales sueltos, usualmente removibles, que alteran la fuerza muscular contra los dientes y el esqueleto craneofacial. Son aditamentos dinámicos que dependen de la alteración de la acción neuromuscular para efectuar el crecimiento óseo y el desarrollo oclusal. Usualmente se utilizan en la dentición mixta para tratar maloclusiones pediátricas.
Reconocimiento y eliminación de irregularidades potenciales y malposiciones en el complejo dentofacial en desarrollo.
Fijación de los dispositivos y materiales ortodóncicos en la zona de la BOCA, para soportar y ejercer una fuerza contraria a las fuerzas ortodóncicas.
Técnicas ortodónticas utilizadas para corregir la malposición de un sólo diente.
Dispositivos de representación usados para la educación del paciente y la formación técnica en odontología.
Diente que tiene una posición posterior en cualquiera de las mandíbulas, son ocho en total en la dentición decidual (2 en cada lado, superior e inferior), y usualmente hay 12 en la dentición permanente (tres en cada lado, superior e inferior). Son dientes para triturar, tienen coronas grandes y superficies de masticación anchas. (Traducción libre del original: Jablonski, Dictionary of Dentistry, 1992, p821)
Planeamiento, cálculo, y creación de un equipo con el propósito de corregir la localización o el alineamiento de los dientes.
Interrelación de todos los componentes del sistema masticatorio en la función normal. Hace especial referencia a la posición y contacto de los dientes maxilares y mandibulares para lograr mayor eficiencia durante los movimientos excursivos de la mandíbula esenciales para la masticación.
Movimiento horizontal y, en menor grado, axial de un diente en respuesta a las fuerzas normales, como durante la oclusión. Se refiere también a la movilidad de un diente como consecuencia de la pérdida de toda o una parte de su inserción y aparato de sostén, como se observa en la periodontitis, trauma oclusal, y periodontosis. (Traducción libre de los originales: Jablonski, Dictionary of Dentistry, 1992, p507 & Boucher's Clinical Dental Terminology, 4th ed, p313)
La porción anatómica anterior de la mandíbula, también concocida como barbilla, que contiene la línea de fusión de las dos mitades separadas de la mandíbula (sínfisis mentoniana). Esta línea de fusión se divide en la parte inferior para delimitar un área triangular denominada la protuberancia mentoniana. A cada lado, en la parte inferior al segundo diente premolar, se encuentra el orificio mentoniano para el paso de los vasos sanguíneos y un nervio.
Tercer diente a la izquierda y a la derecha de la línea media de cualquiera de las mandíbulas, situado entre el segundo DIENTE INCISIVO y el DIENTE PREMOLAR. (traducción libre del original: Jablonski, Dictionary of Dentistry, 1992, p817)
Acción de succionar el dedo. Es una de las más comunes manipulaciones del cuerpo encontradas en los niños pequeños.
Habilidades, técnicas, estándates y principios utilizados para mejorar el arte y la simetría de los dientes y que se enfrenta al mejoramiento de la apariencia así como de la función de los dientes, boca y cara.
Desalineación física de los huesos de la mandíbula superior (maxilar) e inferior (mandibular) en la que uno o ambos retroceden con respecto al plano frontal de la frente.
Método ortodóntico utilizado para corregir los arcos maxilares estrechos o colapsados y la mordida cruzada funcional.
Especialidad dental que se encarga de la prevención y corrección de las anomalías dentales y orales (maloclusión).
Contacto entre los dientes opuestos durante la mordida habitual de una persona.
Aditamentos utilizados para influir sobre la posición de los dientes. Las aplicaciones ortodónticas pueden clasificarse como fijas, removibles, activas o retenedoras, e intra o extraorales.
Respuestas adquiridas que se manifiestan regularmente por el movimiento o posicionamiento de la lengua.
Dispositivos dentales, como los RETENEDORES ORTODÓNCICOS, utilizados para mejorar los espacios entre los dientes y la estructura de las mandíbulas. Estos dispositivos se pueden quitar y reinsertar cuando se desee.
Trastorno caracterizado por una protrusión anormal de la mandíbula. (Dorland, 28a ed)
Esqueleto facial, constituido por los huesos situados entre la base del cráneo y la región mandibular. Mientras que algunos consideran que los huesos faciales comprenden al hioides (HUESO HIOIDES), palatino (PALADAR DURO), y zigomático (CIGOMA), MANDÍBULA y MAXILAR SUPERIOR, otros incluyen también los huesos lagrimales y nasales, la concha nasal inferior y el vomer pero excluyen al hueso hioides.(adaptado del original: Jablonski, Dictionary of Dentistry, 1992, p113.
Cualquiera de los dos bordes carnosos y vigorosos de la boca.
Toda succión ejercida por la boca. Respuesta del mamífero lactante para tomar leche del pecho. Incluye la succión de objetos inanimados. No debe ser usado para el acto de chuparse el pulgar, que aparece clasificado bajo el término succión de dedo.
Una encuesta de salud dental desarrollado para evaluar la necesidad del paciente de un tratamiento de ortodoncia y la prioridad en la atención ortodóncica. El índice se basa en una evaluación del grado de MALOCLUSIÓN y el beneficio potencial para la salud estética y dental del tratamiento en estudio.
Oclusión resultante en una sobrecarga o lesión de un diente, tejido periodontal u otras estructuras orales.
Región inferior del cráneo constituida por la superficie interna (cerebral), y la superficie externa (basilar).
Asimetría congénita o adquirida de la cara.
Deformidades estructurales congénitas, malformaciones u otras anomalías de los huesos maxilar o de la cara o facial.
Prominencia ósea situada en la superficie superior del hueso esfenoides. Alberga a la GLÁNDULA PITUITARIA.
Cualquiera de los dos pequeños huesos rectangulares y alargados que unidos forman el puente de la nariz.
Formación o readaptación de la musculatura bucal, facial, labial y lingual en condiciones desdentadas, TRASTORNOS DE DEGLUCIÓN, TRASTORNOS DE LA ARTICULACIÓN TEMPOROMANDIBULAR, MALOCLUSIÓN y TRASTORNOS DE LA ARTICULACIÓN.
Proceso posterior sobre el arco de la mandíbula compuesto de dos partes: una parte superior, la porción articular y una parte inferior, el cuello condilar.
Músculos de la expresión facial o músculos miméticos que incluyen a los numerosos músculos inervados por el nervio facial al que están unidos y que mueven además la piel de la cara.
Uno de los ocho dientes permanentes, dos a cada lado en cada mandíbula, entre los colmillos (DIENTE CANINO) y las muelas (DIENTE MOLAR), que sirven para triturar y moler los alimentos. El superior tiene dos cúspides (bicúspide) pero el inferior tiene de una a tres. (Jablonski, Dictionary of Dentistry, 1992, p822)
Cirugía realizada para reparar o corregir las anomalías esqueléticas de la mandíbula y sus estructuras dentales y faciales asociadas (por ejemplo, PALADAR HENDIDO.

La maloclusión de Angle Clase III es un tipo específico de discrepancia en la alineación de los dientes y los maxilares (huesos que forman el cráneo y contienen los dientes superiores e inferiores). Esta clasificación fue propuesta por Edward Angle, considerado el padre de la ortodoncia moderna.

En una maloclusión de Clase III, el maxilar inferior (mandíbula) está adelantado en relación con el maxilar superior (maxila), lo que resulta en una mordida cruzada anterior, donde los dientes inferiores están situados por delante de los superiores al morder. Esto puede causar problemas estéticos y funcionales, como desgaste irregular de los dientes, problemas articulatorios temporomandibulares (ATM), dificultad para masticar o morder correctamente, y alteraciones en el perfil facial. El tratamiento puede incluir ortodoncia, cirugía ortognática o una combinación de ambos, dependiendo de la gravedad del caso y la edad del paciente.

El Registro de la Relación Maxilomandibular (RRM) es un término utilizado en odontología y cirugía maxilofacial para describir el proceso de registrar la posición y relación entre los maxilar superior (maxila) y el hueso inferior de la mandíbula (mandibula). Este registro se utiliza a menudo durante el proceso de planificación y ejecución de procedimientos ortodóncicos, protésicos o quirúrgicos en los que sea necesario alterar la posición o relación de los maxilares superiores e inferiores.

El RRM se realiza mediante el uso de diversos dispositivos y técnicas, como por ejemplo:

1. Registros interocclusales: Se utilizan materiales elastoméricos o de silicona para registrar la relación entre los dientes superiores e inferiores en una posición específica.
2. Registros de mordida centrada: Se registra la relación entre los maxilares en una posición en la que los dientes posteriores superior e inferior están en contacto y los incisivos superiores e inferiores están alineados en el centro de la cara.
3. Registros de mordida abierta: Se registra la relación entre los maxilares con una separación intencional entre los dientes posteriores superior e inferior, lo que permite un mejor acceso a los tejidos orales durante procedimientos quirúrgicos o protésicos.

El RRM es una herramienta importante en el diagnóstico y tratamiento de diversas condiciones dentofaciales, como la maloclusión, las displasias esqueléticas y los trastornos temporomandibulares (ATM). Permite a los profesionales de la salud oral evaluar la relación entre los maxilares y planificar tratamientos más eficaces y precisos.

La maloclusión de Angle Clase II es un tipo de discrepancia dental y esquelética en ortodoncia. Se caracteriza por una relación anormal entre las arcadas dentarias superior e inferior, donde el borde incisal de los dientes superiores se overjet (sobresalen) más allá del borde incisal de los dientes inferiores. Esto generalmente ocurre cuando la mandíbula está retrasada en relación con la maxila (hueso superior).

Este tipo de maloclusión se divide en tres subgrupos: Clase II Division 1, donde hay un mayor overjet y protrusión de los incisivos superiores; Clase II Division 2, donde los incisivos superiores están más inclinados hacia atrás y hay un menor overjet pero aún una mordida cruzada posterior; y Clase II esquelética, donde la discrepancia es principalmente esquelética en lugar de dental.

La maloclusión de Angle Clase II puede causar problemas estéticos y funcionales, como dificultad para masticar y morder adecuadamente, lengua bite, desgaste irregular de los dientes, y en casos graves, dolores de cabeza y trastornos temporomandibulares (ATM). El tratamiento puede incluir ortodoncia, extracciones dentales, o incluso cirugía ortognática en casos más severos.

La maloclusión es un término dental que se refiere a una mala alineación o contacto entre las piezas dentales superiores e inferiores cuando se muerden o están juntas. Esencialmente, significa que los dientes no encajan correctamente. Esto puede incluir sobreoclusión, donde los dientes superiores cubren excesivamente a los inferiores; suboclusión, donde los dientes inferiores sobresalen más allá de los superiores; o una mordida cruzada, donde los dientes superiores muerden por dentro de los dientes inferiores. La maloclusión puede causar problemas estéticos y funcionales, como dificultad para masticar, hablar o mantener una buena higiene oral. Puede ser el resultado de factores genéticos o ambientales, como hábitos orales perjudiciales durante la infancia. El tratamiento generalmente involucra ortodoncia para alinear correctamente los dientes y mejorar la oclusión.

La maloclusión de Angle Clase I es una clasificación en Ortodoncia, desarrollada por Edward Angle, que describe la relación entre los dientes superiores e inferiores cuando la mordida se ve desde el lado. En esta clase específica, el borde posterior de los incisivos superiores está aproximadamente al mismo nivel que el borde posterior de los incisivos inferiores. Aunque la relación entre los dientes es normal, hay otros problemas que pueden acompañar a esta clasificación, como apiñamiento dental, mordida cruzada anterior o mordida abierta posterior. Estos factores adicionales pueden determinar si se requiere tratamiento ortodóncico y qué tipo de aparatos o técnicas serían los más adecuados.

La cefalometría es una técnica de diagnóstico radiológico utilizada en la odontología y la ORL (Otorrinolaringología) para evaluar el crecimiento y desarrollo facial, así como para planificar tratamientos ortodóncicos y maxilofaciales. Consiste en obtener una radiografía lateral de la cabeza del paciente, con una proyección específica que permite medir y analizar diferentes puntos, líneas y ángulos de la cara y cráneo.

Esta técnica ofrece información valiosa sobre la posición, tamaño y relación entre los huesos faciales, las estructuras dentomaxilares y el cráneo en general. Además, ayuda a evaluar la simetría facial y a detectar posibles desviaciones o asimetrías que puedan ser indicativas de problemas de crecimiento o desarrollo.

La cefalometría se utiliza principalmente en el campo de la ortodoncia para planificar tratamientos correctivos de maloclusiones y otros trastornos dentofaciales, como la mordida cruzada, la sobremordida o la mordida abierta. También se emplea en cirugía maxilofacial para la planificación de cirugías correctivas de deformidades craneofaciales y para evaluar los resultados postoperatorios.

La interpretación de las radiografías cefalométricas requiere conocimientos especializados y experiencia en análisis de las medidas y relaciones obtenidas, por lo que generalmente es realizada por profesionales capacitados, como ortodoncistas o cirujanos maxilofaciales.

La sobremordida, también conocida como sobrepresión o mordida profunda, es un término dental que se refiere a cuando los dientes superiores caen y muerden demasiado cerca o directamente sobre los dientes inferiores. Esta afección puede causar desgaste excesivo de los dientes, dolor en la mandíbula, problemas de articulación temporomandibular (ATM) y otros problemas dentales y maxilofaciales. La sobremordida puede ser hereditaria o resultar de hábitos como rechinar los dientes, morder objetos duros o empujar los dientes con la lengua. El tratamiento puede incluir ortodoncia, coronas dentales, extracciones dentales o cirugía maxilofacial, dependiendo de la gravedad del caso.

Una mordida abierta, en términos dentales, se refiere a un tipo de maloclusión (alineación incorrecta de las piezas dentales) donde los dientes superiores no entran en contacto con los inferiores en la zona anterior de la boca, cuando el maxilar inferior está en posición de reposo. Esto significa que hay un espacio o abertura entre los dientes superiores e inferiores al morder o cerrar la boca. Esta afección puede causar problemas funcionales y estéticos. Los casos graves pueden requerir tratamiento ortodóncico para corregirla.

La Ortodoncia Correctiva es una especialidad odontológica que se encarga del diagnóstico, prevención y tratamiento de las anomalías del desarrollo, posición y erupción de los dientes y de los maxilares. Su objetivo principal es alinear adecuadamente los dientes y mejorar la mordida, es decir, la forma en que los dientes superiores e inferiores interactúan al morder o masticar.

Esto se logra mediante el uso de diferentes tipos de aparatos ortodóncicos, como brackets, alineadores invisibles, retenedores y otros dispositivos fijos o removibles. La Ortodoncia Correctiva también puede abordar problemas estéticos relacionados con la posición de los dientes y la mordida, lo que mejora notablemente la apariencia facial del paciente.

El tratamiento ortodóncico correctivo puede beneficiar a personas de todas las edades, aunque es más común en niños y adolescentes durante su crecimiento. Sin embargo, cada vez son más los adultos que buscan este tipo de tratamientos para corregir problemas de mordida o alineación dental que no fueron abordados previamente.

La Ortodoncia Correctiva ayuda a mejorar la función oral, promoviendo una mejor higiene bucal y disminuyendo el riesgo de caries, enfermedades periodontales y otros trastornos orales. Además, un correcto alineamiento dental puede contribuir a una mejor digestión, ya que facilita la masticación de los alimentos.

El maxilar es una parte fundamental del sistema esquelético y es considerado parte del esqueleto facial. Se trata de un hueso impar, medio y simétrico, que está presente en dos piezas en los seres humanos: el maxilar superior (maxilla) y el maxilar inferior (mandíbula).

El maxilar superior es parte de la cavidad nasal y bucal. Forma la bóveda palatina o techo duro del paladar, contribuye a formar las paredes laterales de las órbitas oculars (cavidades donde se encuentran los ojos) y participa en la formación del suelo de la cavidad orbitaria. Además, el maxilar superior tiene una serie de procesos y crestas que sirven como punto de unión para músculos y ligamentos faciales. También contiene las cuencas donde se alojan los dientes superiores.

El maxilar inferior, por otro lado, es la única parte del cráneo que puede moverse, ya que está articulado con el temporal a través del cóndilo y la cavidad glenoidea, permitiendo así la apertura y cierre de la boca, además de los movimientos laterales y protrusivos. El maxilar inferior también contiene las cuencas para los dientes inferiores y tiene una robusta sínfisis mentoniana en su parte anterior.

En resumen, el maxilar es un hueso fundamental del sistema esquelético que forma partes importantes de la cara y la cavidad oral, alojando los dientes y facilitando funciones como la masticación, la deglución y la fonación.

La "dimensión vertical" es un término usado en odontología y ciencias de la salud relacionadas, específicamente en el campo de la ergonomía y la postura. Se refiere a la distancia o altura entre dos puntos situados en una línea vertical u orientación respectiva.

En el contexto dental, la dimensión vertical se utiliza para describir la distancia entre los mordiscos incisales superiores e inferiores cuando los dientes están completamente juntos o en contacto. Esta medida es importante en el proceso de crear prótesis dentales y planificar tratamientos ortodóncicos, ya que ayuda a garantizar una mordida adecuada y cómoda para el paciente.

En términos generales, la dimensión vertical también se puede referir a la distancia entre diferentes estructuras corporales en la orientación vertical, como la altura del cuerpo o la distancia entre dos vértebras en la columna vertebral.

La extracción seriada es un término médico que se refiere a la práctica de extraer pequeñas cantidades de líquido de un espacio corporado en forma repetida y regular. Este procedimiento se realiza con el fin de monitorear los cambios en la composición del líquido a medida que el cuerpo lo produce o lo acumula, o para aliviar la presión si se acumula en exceso.

Este método se utiliza comúnmente en el campo de la neurología y la neurocirugía para monitorear la presión intracraneal (PIC) en pacientes con hidrocefalia, traumatismos craneales graves o infecciones cerebrales. La extracción seriada del líquido cefalorraquídeo (LCR) permite controlar la PIC y tomar decisiones terapéuticas o quirúrgicas si es necesario.

También se puede emplear en otras especialidades médicas, como nefrología, para el drenaje de líquido ascítico en pacientes con insuficiencia hepática o renal descompensada. En este caso, la extracción seriada del líquido ascítico permite evaluar su composición y determinar el mejor tratamiento para el paciente.

Es importante mencionar que la extracción seriada debe realizarse con precaución y bajo estricta supervisión médica, ya que puede presentar riesgos asociados, como infecciones o desequilibrios electrolíticos.

Los aparatos de tracción extraoral son dispositivos ortodóncicos que se utilizan en el tratamiento de diversas anomalías dentofaciales, como mordidas abiertas, mordidas cruzadas y protrusiones dentales. Estos aparatos se colocan fuera de la boca, a diferencia de los aparatos convencionales de ortodoncia que van dentro de la boca.

Los aparatos de tracción extraoral generalmente consisten en un arco metálico que se une a una o más bandas colocadas alrededor de los dientes posteriores superiores o inferiores. El arco se conecta a un gancho, bucle o ganchos en un cojín o almohadilla que se adhiere a la cara del paciente, justo por encima o por debajo de la línea de la mandíbula.

La tracción se aplica gradualmente y con precisión mediante el ajuste de los tornillos o ganchos en el aparato, lo que permite mover los dientes y los huesos maxilares o mandibulares en la posición deseada. Los pacientes deben usar los aparatos de tracción extraoral durante varias horas al día o incluso continuamente durante un período prolongado, según lo determine el ortodoncista.

Aunque los aparatos de tracción extraoral pueden ser incómodos y antiestéticos, son eficaces en el tratamiento de diversas anomalías dentofaciales graves que no se pueden corregir únicamente con aparatos convencionales de ortodoncia. Además, los avances tecnológicos han llevado al desarrollo de aparatos más cómodos y menos visibles, lo que ha mejorado la aceptación y cumplimiento de los pacientes.

El desarrollo maxilofacial se refiere al proceso gradual y complejo de crecimiento y desarrollo de los huesos maxilares (maxilla) y mandibulares (mandíbula), así como de los tejidos blandos circundantes, que incluyen músculos, ligamentos, glándulas salivales y dientes. Este proceso comienza durante la etapa embrionaria y continúa hasta la adolescencia o incluso más allá en algunos casos.

El desarrollo maxilofacial está influenciado por factores genéticos, hormonales y ambientales. Las irregularidades en este proceso pueden dar lugar a diversas condiciones y trastornos, como la displasia dentofacial, el prognatismo, la retrognatia o la maloclusión dental. Por lo tanto, el seguimiento y evaluación del desarrollo maxilofacial es una parte importante de la odontología y la medicina general, especialmente en niños y adolescentes en etapa de crecimiento.

La diastema es un término dental que se refiere a un espacio o brecha anormalmente grande entre dos dientes adyacentes. Aunque la diastema puede ocurrir en cualquier parte de la línea dental, generalmente se observa entre los incisivos superiores (los dos dientes frontales superiores). La diastema no es una afección grave desde el punto de vista médico, pero muchas personas pueden considerarla estéticamente desfavorable. En algunos casos, la diastema puede tratarse con diversos procedimientos dentales, como aparatos ortodóncicos o carillas dentales, dependiendo de la causa subyacente y los deseos del paciente en términos de estética dental.

La mandíbula, también conocida como el maxilar inferior, es el hueso principal de la boca en los seres humanos y otros animales. Se trata de un hueso impar y simétrico que forma la parte inferior de la cara y se articula con el cráneo. La mandíbula contiene los dientes inferiores y participa en funciones como la masticación, el habla y el sueño. Es el único hueso del cráneo que es verdaderamente móvil y está unido al cráneo por la articulación temporomandibular.

Los incisivos se refieren a los dientes delanteros en la mandíbula y el maxilar superior, diseñados principalmente para cortar o morder alimentos. Suelen ser generalmente anchos y planos en la parte frontal con una punta afilada. Los humanos tienen ocho incisivos en total: cuatro en la mandíbula inferior (o inferior) y cuatro en la mandíbula superior (o superior). En medicina y odontología, la palabra "incisivo" se utiliza a menudo para describir procedimientos o condiciones relacionadas con estos dientes específicos.

La respiración por la boca, también conocida como respiración bucal, se refiere a un patrón anormal de respiración en el que una persona inhala o exhala aire predominantemente a través de la boca en lugar de la nariz. Esta forma de respiración puede ocurrir durante el sueño (respiración bucal del sueño) o mientras está despierto.

La respiración nasal es el método normal y preferido de respiración, ya que los pelos diminutos en las fosas nasales ayudan a filtrar el polvo, los gérmenes y otros contaminantes del aire. Además, la nariz humidifica, calienta o enfría el aire según sea necesario antes de que llegue a los pulmones. La respiración por la boca puede privar al cuerpo de estos beneficios naturales y conducir a diversas complicaciones de salud, como sequedad de boca, mal aliento, problemas dentales, trastornos del sueño y aumento del riesgo de infecciones respiratorias.

La respiración por la boca puede deberse a varios factores subyacentes, como obstrucción nasal (debido a alergias, sinusitis o desviaciones del tabique nasal), amígdalas agrandadas, frenillo lingual corto, apnea obstructiva del sueño u otros problemas médicos. En algunos casos, la respiración por la boca puede convertirse en una costumbre o hábito inconsciente que sea difícil de romper, especialmente durante el sueño. Si experimenta síntomas relacionados con la respiración por la boca, consulte a un profesional médico para determinar la causa subyacente y recibir recomendaciones de tratamiento apropiadas.

La dentición mixta, también conocida como dentición permanente temprana o dentición de transición, es un período en el desarrollo dental humano cuando los dientes temporales (de leche) comienzan a caerse y son reemplazados por dientes permanentes. Por lo general, esto sucede alrededor de los 6 a 12 años de edad. Durante este tiempo, una persona tiene tanto dientes temporales como dientes permanentes en la boca. Los primeros molares permanentes suelen ser los primeros en aparecer, seguidos por los incisivos centrales superiores e inferiores. La dentición mixta continúa hasta que todos los dientes temporales se han perdido y reemplazado por sus correspondientes dientes permanentes, lo que generalmente ocurre alrededor de los 12 a 14 años de edad, marcando el inicio de la dentición permanente completa.

El término "arco dental" se refiere a la forma curva natural que forman los dientes tanto en la mandíbula superior (maxilar) como en la inferior (mandíbula). Cada maxilar tiene un arco dental superior y cada mandíbula tiene un arco dental inferior. El arco dental está compuesto por los dentes, el hueso alveolar (el cual soporta los dientes), y los tejidos conectivos que unen todo esto.

La forma y la medida del arco dental son importantes para la función oral adecuada, como la masticación, la deglución y el habla. La maloclusión ocurre cuando los dientes superiores e inferiores no se alinean correctamente, lo que puede ser causado por un arco dental superior o inferior que es demasiado estrecho, ancho o irregular.

La ortodoncia es una especialidad de la odontología que se encarga del diagnóstico, prevención y tratamiento de las anomalías de forma, posición, relación y desarrollo de las estructuras dentomaxilofaciales. El objetivo del tratamiento ortodóncico es corregir la maloclusión y alinear adecuadamente los dientes en el arco dental, lo que puede mejorar la función oral, la salud bucal general y la estética facial.

No existe una definición médica específica para el término 'aparatos activadores'. Sin embargo, en odontología y ortopedia, se utiliza el término "aparatología" o "dispositivos ortopédicos" para referirse a los diferentes tipos de aparatos utilizados para corregir problemas dentales, faciales o esqueléticos. Dentro de este campo, un "activador" podría referirse a un tipo específico de aparato ortopédico que se utiliza en la boca para realizar cambios activos y controlados en la posición de los dientes o los maxilares.

Por ejemplo, un activador dental es un tipo de aparato removible que se usa en ortodoncia para corregir problemas de mordida y alineación dental. Está compuesto por alambres y resortes que aplican una fuerza controlada sobre los dientes para moverlos gradualmente hacia la posición deseada.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que el término "aparatos activadores" puede no ser ampliamente conocido o utilizado en el campo médico y puede haber diferentes interpretaciones dependiendo del contexto específico. Siempre es recomendable consultar a un profesional de la salud para obtener información precisa y confiable sobre cualquier término médico o tratamiento específico.

Los aparatos ortodóncicos funcionales son dispositivos removibles que se utilizan en el tratamiento de ortodoncia. Están diseñados para aprovechar los movimientos naturales de la mandíbula y los músculos faciales para corregir problemas dentales y esqueletales, como mordidas cruzadas, mordidas abiertas o sobremordidas.

Estos aparatos están hechos generalmente de plástico y alambre y se adaptan a la forma de los dientes del paciente. Algunos ejemplos comunes de aparatos ortodóncicos funcionales incluyen el expansor palatal, el retenedor activo y el frenillo lingual.

El uso de estos dispositivos puede ayudar a alinear los dientes, mejorar la mordida y corregir problemas de desarrollo facial. Además, también pueden contribuir a una mejora en la función y apariencia estética de la sonrisa del paciente.

Es importante seguir las instrucciones del ortodoncista sobre el uso y cuidado de los aparatos ortodóncicos funcionales para obtener los mejores resultados posibles.

La Ortodoncia Interceptiva es una rama de la ortodoncia que se encarga del tratamiento temprano de problemas dentofaciales en los niños, con el objetivo de guiar el crecimiento y desarrollo de los maxilares, las arcadas dentarias y los dientes para obtener una correcta oclusión y función, así como una estética facial adecuada. Se realiza en pacientes entre los 6 y los 12 años de edad, aproximadamente, antes de que el desarrollo esquelético haya finalizado.

Este tratamiento puede incluir la utilización de diferentes tipos de aparatos, como retenedores, expansores palatinos o dispositivos funcionales, entre otros, con el fin de corregir problemas como mordidas cruzadas, apiñamientos dentales, dientes desalineados, respiración bucal o malos hábitos posturales y orales.

La Ortodoncia Interceptiva permite prevenir la aparición de problemas más graves en el futuro, facilitando así los tratamientos posteriores y mejorando la calidad de vida del paciente.

En Ortodoncia, los métodos de anclaje se refieren a técnicas y dispositivos utilizados para estabilizar y controlar los dientes o sectores dentarios durante el proceso de movimiento y alineación. Estos métodos ayudan a proporcionar un punto fijo y estable sobre el que se aplican las fuerzas ortodóncicas, lo que permite una mejor manipulación y control del movimiento dentario y óseo. Existen diversos tipos de métodos de anclaje en Ortodoncia, entre los que se incluyen:

1. Anclajes extraorales: Estos dispositivos se utilizan principalmente en adolescentes y adultos para corregir problemas dentofaciales graves, como mordidas abiertas o profundas. Se colocan fuera de la boca, generalmente detrás de las orejas o en la frente, y se conectan a los dientes mediante cables o ganchos. Algunos ejemplos son el headgear y el facemask.

2. Anclajes intrabucales: Estos dispositivos se colocan dentro de la boca y pueden ser fijos o removibles. Los anclajes fijos incluyen bandas y brackets soldados a los molares, mini-tornillos (miniscrews) y placas palatinas. Por otro lado, los anclajes removibles pueden ser retenidos por la fuerza de succión o con ganchos que se unen a los dientes. Algunos ejemplos son los alineadores transparentes y los retenedores removibles.

3. Anclajes híbridos: Estos métodos combinan técnicas extraorales e intrabucales para lograr un control adicional del movimiento dentario. Por ejemplo, se puede usar un headgear en conjunto con mini-tornillos o bandas soldadas a los molares.

El tipo de anclaje utilizado dependerá del caso clínico y las preferencias del ortodoncista. El objetivo principal es lograr una correcta alineación dental y una oclusión adecuada, manteniendo la estabilidad de los dientes durante y después del tratamiento.

El término "movimiento dentario" se refiere al movimiento o desplazamiento de los dientes en sus alveolos (los sockets o cavidades en los huesos maxilares donde están incrustados). Estos movimientos pueden ser el resultado de fuerzas fisiológicas naturales, como el crecimiento y desarrollo, o las fuerzas aplicadas intencionalmente en el contexto de la ortodoncia.

Existen tres tipos principales de movimientos dentarios:

1. **Translation**: Es el desplazamiento paralelo al hueso alveolar. Se produce cuando una fuerza se aplica directamente a la corona del diente, causando que el diente se mueva en la dirección de la fuerza sin rotación.

2. **Rotación**: Ocurre cuando un diente gira alrededor de su eje longitudinal. Esto puede suceder como resultado de una fuerza desequilibrada aplicada a diferentes partes del diente.

3. **Inclinación**: Es el movimiento en el que un diente cambia su ángulo respecto al hueso alveolar. Puede ocurrir tanto mesial (hacia adelante) como distal (hacia atrás).

Estos movimientos son esenciales en el tratamiento ortodóncico para lograr una correcta alineación y oclusión de los dientes. Sin embargo, también pueden desencadenar problemas periodontales si no se controlan adecuadamente, ya que excesivas fuerzas o movimientos inapropiados pueden dañar el tejido de soporte del diente (ligamento periodontal, cemento y hueso alveolar).

Los modelos dentales en odontología son réplicas tridimensionales precisas de los dientes y las estructuras maxilofaciales de un paciente, creadas generalmente a partir de impresiones o escaneos digitales de la boca. Se utilizan en diversas áreas del campo dental, como planificación de tratamientos, educación, investigación y documentación clínica.

Existen diferentes tipos de modelos dentales según su finalidad:

1. Modelos de diagnóstico: se crean a partir de las impresiones iniciales del paciente para evaluar la situación bucal, detectar posibles problemas y planificar el tratamiento más adecuado.

2. Modelos de trabajo: son utilizados durante el proceso terapéutico, ya sea para realizar prótesis dentales, ortodoncia o cirugía oral. Ayudan al odontólogo a diseñar y probar la restauración antes de su colocación en la boca del paciente.

3. Modelos de estudio: son réplicas exactas de los dientes y las encías que sirven como herramienta didáctica para estudiantes de odontología, permitiéndoles practicar técnicas clínicas sin risko alguno.

4. Modelos de seguimiento: se emplean para monitorear el progreso del tratamiento a lo largo del tiempo, comparando las diferencias entre modelos realizados en distintos momentos.

En resumen, los modelos dentales son una herramienta fundamental en la práctica odontológica, ya que permiten a los profesionales obtener información detallada sobre la anatomía bucal del paciente, planificar tratamientos personalizados y verificar la calidad de los procedimientos realizados.

Un diente molar, en terminología dental, se refiere a los grandes molares que se encuentran en las áreas posteriores o traseras de la boca, tanto en la mandíbula inferior como en la superior. Los humanos generalmente tienen doce molares en total durante su vida, incluidos los dientes de leche y los permanentes.

Los molares son los dientes más grandes y robustos en la boca. Su propósito principal es la masticación y el triturado de los alimentos gracias a sus superficies anchas y planas con múltiples cúspides o puntas. Estas cúspides ayudan a moler y desmenuzar los alimentos antes de ser swallowed.

Los molares se dividen en tres tipos: primeros molares, segundos molares y terceros molares, también conocidos como "muelas del juicio". Los terceros molares suelen erupcionar durante la adolescencia o incluso a veces en la edad adulta temprana, y a menudo no hay suficiente espacio en la boca para que lo hagan correctamente, lo que puede causar diversos problemas dentales.

El término "Diseño de Aparato Ortodóncico" se refiere al proceso metódico y planificado en el campo de la Ortodoncia, que involucra la creación y diseño personalizado de dispositivos o aparatos ortodóncicos. Estos aparatos, como brackets, alineadores invisibles, bandas, resortes, etc., tienen por objeto corregir problemas dentales y maxilofaciales, como dientes apiñados, sobrebites, mordidas abiertas o cruzadas, entre otros.

El proceso de diseño del aparato ortodóncico comienza con una cuidadosa evaluación diagnóstica del paciente, que incluye radiografías, modelos de estudio de los dientes y una detallada exploración clínica. Luego, el especialista en Ortodoncia utiliza esta información para determinar el mejor curso de tratamiento y diseñar un aparato a medida que permita alinear adecuadamente los dientes y corregir las maloclusiones presentes.

El objetivo final del Diseño de Aparato Ortodóncico es lograr una oclusión funcional y estética adecuada, mejorando así la salud bucal, la masticación, la fonación y el aspecto general de la sonrisa del paciente.

La oclusión dental, en términos médicos y dentales, se refiere a la relación espacial y funcional entre las superficies de mordida de los dientes superior e inferior cuando la boca está cerrada. Es el contacto y la forma en que los dientes superiores e inferiores interactúan durante el proceso de masticación, la fonación (habla) y la deglución (proceso de swallowing).

Una oclusión dental adecuada es aquella en la que los dientes superiores e inferiores se alinean correctamente, lo que permite una mordida equilibrada, una masticación eficiente y una buena salud oral general. Por otro lado, una oclusión dental inadecuada, también conocida como maloclusión, puede provocar diversos problemas, como desgaste excesivo de los dientes, dolores de cabeza, dolor de mandíbula, problemas temporomandibulares (ATM) y trastornos de la articulación temporomandibular, así como aumentar el riesgo de caries dental y enfermedad de las encías.

La corrección de la maloclusión dental puede requerir diversos tratamientos, como la ortodoncia, la odontología restauradora o, en casos graves, la cirugía maxilofacial. El objetivo del tratamiento es alinear adecuadamente los dientes y mejorar su función y estética, lo que contribuye a una buena salud oral general y a una mayor calidad de vida.

La movilidad dentaria, en términos médicos y dentales, se refiere al grado de desplazamiento o movimiento que experimenta un diente en su alvéolo (el socket óseo donde está incrustado el diente) cuando se somete a una fuerza. La movilidad dentaria normal es mínima y se debe únicamente a la flexibilidad del periodonto (el tejido que rodea y soporta los dientes, incluyendo el ligamento periodontal, el cemento y el hueso alveolar).

Sin embargo, cuando un diente experimenta una movilidad excesiva o anormal, puede ser indicativo de enfermedades periodontales (como la gingivitis o la periodontitis), traumatismos dentales, infecciones, procesos patológicos o descalcificaciones óseas. La evaluación de la movilidad dentaria es una parte importante del examen dental y periapical, ya que ayuda a diagnosticar diversas condiciones orales y sistémicas.

La movilidad dentaria se mide en milímetros (mm) o con grados angulares y se clasifica generalmente en tres categorías:

1. Movilidad dental fisiológica normal: hasta 0,2 mm de movimiento horizontal o vertical.
2. Movilidad dental leve a moderada: entre 0,2-1 mm de movimiento.
3. Movilidad dental severa: más de 1 mm de movimiento, lo que puede indicar una enfermedad periodontal avanzada o un desajuste en la oclusión dental.

El tratamiento de la movilidad dentaria dependerá de la causa subyacente y puede incluir procedimientos de higiene bucal, terapias farmacológicas, cirugías periodontales o endodónticas, o en casos extremos, la extracción del diente afectado.

El mentón, en términos médicos, se refiere a la prominencia inferior de la mandíbula humana. Es el área pronunciada y puntiaguda debajo de los labios y constituye la parte más baja y anterior de la cara. El desarrollo y la forma del mentón pueden variar considerablemente entre las personas, y algunas características del mentón pueden tener implicaciones en la salud oral y general. Por ejemplo, un mentón retraído o prominente puede estar asociado con ciertos trastornos dentales o maxilofaciales.

Los dientes caninos, también conocidos como colmillos o dientes cuspídeos, son tipos específicos de dientes que encontramos en mamíferos. Desde un punto de vista estrictamente médico-dental, se definen como dientes con una sola punta y una forma generalmente convexa. Su función principal es la de desgarrar y desgastar los alimentos antes de ser swallowidos.

En humanos, cada maxilar superior e inferior tiene cuatro dientes caninos, dos a cada lado. Los primeros brotan generalmente entre los 16-20 años de edad en el maxilar inferior y entre los 12-16 años en el maxilar superior. Su cuidado es muy importante ya que, al igual que con todos los demás dientes, están sujetos a problemas como caries o enfermedades periodontales si no se mantienen adecuadamente.

La succión del dedo es un comportamiento en el que un individuo, generalmente un niño pequeño o un bebé, aspira activamente a un dedo o a un pulgar en la boca y produce una succión. Este comportamiento puede ayudar a los niños a calmarse, relajarse o conciliar el sueño, ya que estimula el sistema nervioso parasimpático, lo que lleva a una respuesta de relajación.

Sin embargo, la succión del dedo persistente y vigorosa durante un largo período de tiempo puede provocar cambios en la alineación dental y en la estructura facial, especialmente si se prolonga más allá de los 5 años de edad. Estos cambios pueden incluir una mordida abierta anterior, protrusión del maxilar superior y retrognatia mandibular. Por lo tanto, es recomendable que los padres o cuidadores comiencen a animar a sus hijos a dejar de chuparse el dedo alrededor de los 2-4 años de edad para minimizar el riesgo de efectos adversos en la salud dental.

Si un niño tiene dificultades para dejar de chuparse el dedo, puede ser útil buscar consejo y apoyo adicionales de un profesional de la salud dental o del comportamiento.

La estética dental es una rama de la odontología que se enfoca en la mejora de la apariencia de los dientes y las encías, así como también en la corrección de problemas relacionados con la mordida o la alineación dental. Esto puede incluir procedimientos como el blanqueamiento dental, la colocación de carillas de porcelana, la reconstrucción de formas dentales, la ortodoncia estética y la cirugía periodontal estética. El objetivo principal de la estética dental es mejorar la armonía del rostro, la sonrisa y la autoestima del paciente, asegurando siempre la salud bucal como prioridad fundamental.

El retrognatismo es un término dental y maxilofacial que se refiere a una condición en la cual el mentón está ubicado significativamente hacia atrás de lo normal, dando al rostro una apariencia " recortada" o "prominente de nariz". Esta condición es generalmente el resultado de un maxilar superior (maxila) o mandíbula inferior (mandíbula) hipoplásica o subdesarrollada. El grado de retrognatismo puede variar desde leve hasta severo y puede afectar la mordida, la capacidad de masticación y la estética facial del individuo. En algunos casos, el tratamiento puede implicar cirugía ortognática para reposicionar los huesos maxilofaciales y mejorar la función y la apariencia.

La Técnica de Expansión Palatina (TEP) es un procedimiento ortodóncico que se utiliza para corregir problemas relacionados con el ancho y la forma del paladar. Consiste en expandir gradualmente el tejido óseo del paladar a través de la activación de un dispositivo ortodóncico, llamado expansor palatal. Este dispositivo consiste en dos partes unidas por un tornillo que se acciona diariamente con un pequeño key o llave, lo que provoca una separación controlada de los huesos palatinos y la consiguiente expansión del maxilar superior.

La TEP se indica principalmente en casos de mordida cruzada, apiñamiento dental severo, respiración bucal y problemas del habla relacionados con la forma y tamaño del paladar. El proceso de expansión puede tardar varias semanas o meses, dependiendo del grado de expansión necesario. Después de alcanzar el ancho deseado, el dispositivo permanece en su lugar durante un período adicional para permitir que los huesos se solidifiquen y mantengan la nueva forma y tamaño.

La Técnica de Expansión Palatina es un procedimiento relativamente sencillo y seguro, especialmente en comparación con otras opciones de tratamiento ortodóncico más invasivas. Sin embargo, como cualquier procedimiento médico o dental, tiene sus propios riesgos e inconvenientes, como la posibilidad de recidiva (reversión del crecimiento) y la aparición de diastemas (espacios entre los dientes). Es importante que esté supervisado por un profesional dental calificado para garantizar una expansión adecuada y segura.

La Ortodoncia es una especialidad de la odontología que se encarga de la prevención, diagnóstico y tratamiento de las anomalías del desarrollo, posición y erupción de las piezas dentales así como de los maxilares. Su objetivo principal es lograr el alineamiento correcto de los dientes y la mordida adecuada, lo que no solo mejora la estética dental sino también la función masticatoria, la fonación y la salud periodontal.

Los ortodoncistas utilizan diversos dispositivos correctores, como brackets, alineadores invisibles, retenedores y aparatos fijos o removibles, para ejercer una presión controlada sobre los dientes y guiarlos hacia la posición deseada. En algunos casos, también pueden recorrer a cirugías ortognáticas para corregir problemas graves en la relación entre los maxilares superior e inferior.

La Ortodoncia es importante en todas las edades, aunque se recomienda especialmente durante la infancia y adolescencia, etapas en que el crecimiento y desarrollo de los huesos faciales facilitan el proceso de corrección. Sin embargo, cada vez son más los adultos que recurren al tratamiento ortodóncico para mejorar su sonrisa y corregir problemas funcionales.

La oclusión dental céntrica, en términos médicos, se refiere a la relación posicional entre las superficies de mordida de los dientes maxilares (superiores) e inferiores cuando el sistema masticatorio está en reposo y los discos articulares de las articulaciones temporomandibulares (ATM) están centrados en la posición neutral.

Esto significa que, en esta situación, los dientes superiores e inferiores se encuentran alineados de tal forma que, si una persona cierra la boca sin morder nada, las piezas dentales no entran en contacto y el sistema musculoesquelético de la mandíbula está en una posición relajada y simétrica.

Es importante destacar que la oclusión dental céntrica es un punto de referencia utilizado en odontología y en el tratamiento de problemas temporomandibulares, ya que permite a los profesionales establecer una base para evaluar el funcionamiento del sistema masticatorio y diseñar planes de tratamiento adecuados.

Los aparatos ortodóncicos son dispositivos utilizados en la especialidad de la Ortodoncia, que se encarga del diagnóstico, prevención y tratamiento de las anomalías dentofaciales (de los dientes y de la cara). Estos aparatos tienen como objetivo principal corregir la posición dental inadecuada, mejorar la mordida y alinear los dientes, con el fin de obtener una oclusión funcional y estética adecuada.

Existen diferentes tipos de aparatos ortodóncicos, entre los que se incluyen:

1. Aparatos fijos: Son aquellos que no pueden ser retirados por el paciente, ya que están adheridos a los dientes mediante brackets o bandas metálicas o cerámicas. Dentro de este grupo se encuentran los brackets linguales, que se colocan en la cara interna de los dientes, y los brackets labiales, que van adheridos a la parte exterior del diente.
2. Aparatos removibles: Son aquellos que el paciente puede quitar y poner según sea necesario. Están indicados principalmente en el tratamiento de maloclusiones simples o durante etapas tempranas del desarrollo, como los alineadores transparentes (por ejemplo, Invisalign) o retenedores.
3. Disyuntores: Son aparatos que se utilizan para separar dientes que están muy juntos o soldados entre sí, y facilitar su correcta alineación.
4. Expansores: Se emplean para ensanchar la arcada dental y corregir problemas de apiñamiento o mordidas cruzadas. Pueden ser fijos o removibles.
5. Férulas de avance mandibular: Son aparatos removibles que se utilizan en el tratamiento del ronquido y el síndrome de apnea obstructiva del sueño, ya que ayudan a mantener la mandíbula adelantada durante la noche y evitar el cierre excesivo de las vías respiratorias.

El tipo de aparato utilizado dependerá del caso clínico específico y será determinado por el especialista en ortodoncia tras un exhaustivo estudio y diagnóstico.

Los hábitos linguales se refieren a los patrones repetitivos y generalmente inconscientes de uso de la lengua que pueden afectar la posición, el crecimiento y el desarrollo normal de los dientes, los maxilares y las estructuras faciales. Estos hábitos pueden ser fisiológicos o patológicos.

Los hábitos linguales fisiológicos suelen estar presentes durante el desarrollo normal y no suelen tener consecuencias adversas en la salud bucal. Un ejemplo de este tipo de hábito es la succión del dedo o del chupete en los niños pequeños.

Por otro lado, los hábitos linguales patológicos pueden ser perjudiciales para la salud bucal y dental si persisten más allá de cierta edad. Algunos ejemplos comunes incluyen:

- Apoyo lingual: Consiste en el posicionamiento anormal de la punta o el dorso de la lengua contra los dientes anteriores superiores durante el descanso y/o la deglución. Puede provocar espacio entre los dientes inferiores, protrusión dental y maloclusiones.
- Empuje lingual: Ocurre cuando la punta o el dorso de la lengua empuja contra los dientes durante la deglución y/o el habla, lo que puede provocar cambios en la posición de los dientes y alteraciones en el crecimiento maxilar.
- Succión lingual: Se produce cuando una persona utiliza la punta o el dorso de la lengua para succionar objetos u órganos orales, como los labios o el interior de las mejillas. Puede causar maloclusiones y alteraciones en el crecimiento maxilar.

Es importante abordar los hábitos linguales patológicos a tiempo para evitar posibles consecuencias negativas en la salud bucal y dental de las personas, especialmente en niños y adolescentes en etapas de desarrollo. Los profesionales de la salud oral pueden ofrecer asesoramiento, tratamientos y dispositivos para ayudar a corregir estos hábitos y promover una correcta función oral y estética.

Los aparatos ortodóncicos removibles son dispositivos utilizados en el tratamiento de diversos problemas dentales y maxilofaciales, como la maloclusión o las anomalías en la alineación dental. A diferencia de los aparatos fijos, estos pueden ser retirados por el paciente para su limpieza o durante comidas.

Existen varios tipos de aparatos ortodóncicos removibles, entre ellos:

1. Alineadores: Son dispositivos transparentes y extraíbles que se utilizan en el tratamiento de la maloclusión leve a moderada. Se fabrican a medida para adaptarse a los dientes del paciente y se van reemplazando periódicamente con nuevos alineadores, cada uno con una ligera modificación que va moviendo gradualmente los dientes hasta su posición deseada.

2. Placas de expansión palatina: Se utilizan en el tratamiento de la constricción del paladar o maxilar superior estrecho. La placa consiste en una base acrílica que se adapta a la parte superior de los dientes y al paladar, con un tornillo incorporado que permite expandir gradualmente el paladar al girarlo diariamente.

3. Disyuntor: Se emplea para separar los maxilares en pacientes con problemas de crecimiento o desarrollo facial desequilibrado. Consiste en dos partes, una superior y otra inferior, unidas por un tornillo que permite la separación controlada de los maxilares.

4. Aparejos funcionales: Estos aparatos aprovechan los movimientos naturales del paciente para corregir problemas dentales y esqueléticos leves a moderados. Se utilizan principalmente en niños durante el crecimiento y se adaptan a la arcada dental superior e inferior, con activadores que promueven un correcto desarrollo de los maxilares y alineación dental.

5. Retenedores: Son aparatos removibles o fijos que se utilizan después del tratamiento ortodóntico para mantener la posición alcanzada durante el mismo. Pueden ser de diferentes tipos, como los Hawley, los Vivera y los fijos linguales.

El uso adecuado de estos aparatos ortodónticos permite corregir diversas maloclusiones y problemas dentales, mejorando la función, la estética y la salud oral del paciente.

El prognatismo es un término médico y dentale que se refiere a una condición en la cual el maxilar o mandíbula sobresale o está situado de forma anormalmente adelantada en relación con los otros huesos faciales. Puede ser clasificado como dental o esquelético, dependiendo de si la causa es el crecimiento excesivo de los dientes o del hueso maxilar/mandibular respectivamente.

El prognatismo dental suele corregirse mediante ortodoncia, mientras que el prognatismo esquelético puede requerir intervención quirúrgica en casos graves. Es importante tener en cuenta que esta condición no solo afecta la estética facial sino también puede provocar problemas como dificultad para masticar, hablar o incluso respirar.

La evaluación y tratamiento del prognatismo requieren un examen dental completo y a veces incluyen radiografías y modelos de estudio para determinar el mejor curso de acción.

Los huesos faciales, en términos médicos, se refieren a los huesos que forman la estructura y la forma del rostro humano. Hay 14 huesos en total que constituyen los huesos faciales. Estos se dividen en dos categorías: huesos paired (pareados) y huesos unpaired (impares).

Los huesos paired incluyen:

1. Maxilla (malar o hueso maxilar superior): Son dos huesos que forman la mayor parte de la mandíbula superior, los pómulos y las órbitas oculares.
2. Zygomatico (hueso cigomático): También conocidos como huesos de la mejilla, son dos pequeños huesos que se articulan con el maxilar y el frontal, formando los pómulos.
3. Nasal (hueso nasal): Hay dos huesos nasales en la línea media de la cara, forman parte del puente de la nariz y las órbitas oculares.
4. Palatino (hueso palatino): Son dos huesos ubicados en el techo de la boca, formando parte del paladar duro y contribuyendo a la formación de las órbitas oculares.
5. Inferior (hueso inferior): También conocido como mandíbula, es el único hueso móvil en la cabeza; constituye la quijada y alberga los dientes inferiores.

Los huesos unpaired incluyen:

1. Frontal (hueso frontal): Es un hueso impar que forma la frente, la parte superior de las órbitas oculares y la cavidad craneal.
2. Lacrimal (hueso lagrimal): Es el hueso más pequeño de la cara, ubicado en la esquina interna de cada órbita ocular, drena las lágrimas en los conductos nasolacrimales.
3. Nasal (hueso nasal): Hay dos huesos nasales, pero solo uno cuenta como impar, ya que el otro se encuentra en la línea media de la cara.
4. Maxilla (hueso maxilar superior): Es un hueso impar que forma las mejillas, los pisos y las paredes laterales de las órbitas oculares, y alberga los dientes superiores.
5. Vomer (hueso vomer): Es un hueso impar ubicado en la línea media de la cara, forma parte del tabique nasal y el piso de la cavidad nasal.
6. Mandibular (hueso cigomático): También conocido como hueso malar o mejilla, es un hueso impar que forma la parte lateral de la cara y contribuye a la formación de las órbitas oculares.

El labio es la estructura muscular y cutánea que forma la abertura anterior de la boca en los seres humanos y otros animales. Hay dos labios: el labio superior y el labio inferior. El labio superior es generalmente más grande que el labio inferior.

Desde un punto de vista médico, el labio es importante por varias razones. En primer lugar, desempeña un papel importante en la función oral, como comer, beber, hablar y sonreír. En segundo lugar, el labio puede verse afectado por diversas condiciones médicas, como defectos de nacimiento (p. ej., labio leporino), infecciones (p. ej., herpes simple), traumatismos y cánceres (p. ej., carcinoma de células escamosas).

El tratamiento de las afecciones del labio depende de la causa subyacente. Por ejemplo, el labio leporino puede requerir cirugía reconstructiva, mientras que el herpes simple se trata con medicamentos antivirales. El cáncer del labio generalmente se trata con cirugía seguida de radioterapia o quimioterapia.

La conducta durante la lactancia se refiere al comportamiento y habilidades que una madre o persona cuidadora utiliza para amamantar a su bebé. Esto incluye la posición adecuada del cuerpo, el agarre correcto del pezón y la frecuencia y duración de las sesiones de lactancia. Una conducta adecuada durante la lactancia puede ayudar a garantizar una alimentación saludable y a un crecimiento adecuado del bebé, así como también promover el vínculo emocional entre la madre y el bebé. La educación y el apoyo pueden ser útiles para ayudar a las madres a desarrollar habilidades y comportamientos adecuados durante la lactancia.

El Índice de Necesidad de Tratamiento Ortodóncico (IOTN) es un sistema de clasificación estandarizado que se utiliza en odontología y especialmente en ortodoncia para determinar la gravedad y prioridad del tratamiento necesario. El IOTN evalúa varios factores, como la alineación dental, la anomalías dentofaciales, los problemas de mordida y el impacto estético, con el fin de asignar una puntuación numérica a cada caso.

Existen dos componentes principales en el IOTN: el Componente Dental (Dental Health Component, DHC) y el Componente Estético (Esthetic Component, AC).

1. Componente Dental (DHC): Este componente evalúa la necesidad de tratamiento basándose en las condiciones dentales y su impacto en la salud oral general. El DHC consta de 10 grados, donde un valor más alto indica una necesidad de tratamiento mayor:

- Grado 1: Ninguna anomalía dental clínicamente relevante.
- Grado 2: Anomalías dentales leves que no requieren tratamiento.
- Grado 3: Anomalías dentales leves a moderadas que pueden o no necesitar tratamiento.
- Grado 4: Anomalías dentales moderadas que probablemente necesiten tratamiento.
- Grado 5: Anomalías dentales moderadas a graves que requieren tratamiento.
- Grado 6: Anomalías dentales graves que definitivamente necesitan tratamiento.
- Grados 7-10: Anomalías dentales extremadamente graves que requieren tratamiento urgente o especializado.

2. Componente Estético (AC): Este componente evalúa el impacto estético de las anomalías dentofaciales según la percepción del paciente y de los profesionales. El AC consta de 10 fotografías que representan diferentes grados de alteraciones estéticas, donde un valor más alto indica una necesidad de tratamiento mayor:

- Grado 1: Dientes bien alineados y simétricos sin espacios visibles.
- Grados 2-10: Dientes cada vez más desalineados, con espacios o asimetrías crecientes.

El uso de estas escalas ayuda a los profesionales en la toma de decisiones sobre el tratamiento y permite comparar diferentes casos clínicos. Además, facilita la comunicación entre especialistas y pacientes al cuantificar la necesidad de tratamiento.

La oclusión dental traumática se refiere a una condición dental donde hay un desalineamiento o contacto anormal entre las superficies de mordida de los dientes superior e inferior, lo que resulta en una interferencia en el patrón normal de la masticación y movimiento de la mandíbula. Esta situación puede ser causada por varios factores, incluyendo traumatismos dentales, bruxismo (rechinar o apretar los dientes), desgaste dental, restauraciones dentales mal ajustadas o dientes con tamaño o forma anormal.

La oclusión dental traumática puede conducir a una variedad de problemas dentales y articulares temporomandibulares (ATM), como dolor de muelas, sensibilidad dental, dolores de cabeza, dolor facial, desgaste excesivo de los dientes, fracturas dentales, movimiento o luxación de los dientes y problemas en la articulación temporomandibular. El tratamiento de la oclusión dental traumática generalmente implica la corrección del problema subyacente a través de diversos procedimientos dentales, como la odontología restauradora, la ortodoncia o la cirugía oral y maxilofacial.

La base del cráneo es la parte inferior y posterior de la cabeza donde el cráneo se conecta con la columna vertebral. Se compone de varios huesos, incluyendo el occipital, los temporales, los parietales y el esfenoides. La base del cráneo contiene importantes estructuras neurológicas como la médula espinal, el tronco cerebral, los bulbos raquídeos y varios nervios craneales. También contiene importantes vasos sanguíneos, como la arteria carótida interna y la vena yugular interna. La base del cráneo es una zona de gran importancia clínica ya que es el punto de entrada para muchos vasos sanguíneos y nervios importantes, y es vulnerable a lesiones y enfermedades como tumores y fracturas.

La asimetría facial se refiere a la falta de simetría o desbalance en los rasgos y estructuras faciales. Es normal tener cierto grado de asimetría en el rostro, ya que no es inusual que un lado del rostro sea ligeramente diferente al otro. Sin embargo, una asimetría facial significativa o marcada puede ser causada por diversas condiciones médicas o traumatismos.

La causa más común de asimetría facial es el desarrollo desigual de los huesos y tejidos blandos durante el crecimiento fetal y la infancia. Otras posibles causas pueden incluir trastornos genéticos, enfermedades neuromusculares, parálisis de los músculos faciales, traumatismos, cirugías previas o tumores benignos o malignos en la cara.

En algunos casos, la asimetría facial puede ser leve y no requerir tratamiento médico. Sin embargo, cuando es más pronunciada, puede causar problemas estéticos y funcionales, como dificultad para masticar, hablar o cerrar los ojos correctamente. El tratamiento de la asimetría facial depende de su causa subyacente y puede incluir cirugía reconstructiva, fisioterapia, ortodoncia o terapias de rehabilitación.

En resumen, la asimetría facial es una condición médica que se refiere a la falta de simetría en los rasgos y estructuras faciales. Puede ser causada por diversas condiciones médicas o traumatismos y requerir tratamiento médico cuando es significativa o causa problemas funcionales o estéticos.

Las anomalías maxilofaciales se refieren a una variedad de condiciones y trastornos que afectan la estructura y función de los huesos, músculos, dientes y tejidos blandos de la cara y la boca. Estas anomalías pueden variar desde leves a graves y pueden ser presentes en el nacimiento (congénitas) o adquiridas más tarde en la vida debido a una enfermedad, trauma o crecimiento anormal.

Algunos ejemplos de anomalías maxilofaciales incluyen:

1. Labio y paladar hendidos: Una abertura en el labio y/o el paladar que puede variar en tamaño y gravedad.
2. Fisuras orales y nasales: Una división o grieta en los labios, la nariz, el paladar o el hueso maxilar.
3. Prognatismo: Un desplazamiento hacia adelante de la mandíbula, lo que hace que los dientes superiores e inferiores no encajen correctamente.
4. Retrognatismo: Un desplazamiento hacia atrás de la mandíbula, lo que hace que los dientes superiores e inferiores no encajen correctamente.
5. Anquilosis temporomandibular: Una fusión anormal del hueso temporal y la mandíbula, lo que limita el movimiento de la mandíbula.
6. Agénesis dental: La ausencia congénita de uno o más dientes.
7. Disostosis cleidocraneal: Un trastorno esquelético hereditario que afecta el desarrollo de los huesos del cráneo y las clavículas.
8. Síndrome de Marfan: Un trastorno genético que afecta el tejido conectivo y puede causar anomalías maxilofaciales, como una mandíbula inferior prominente y dientes torcidos o desalineados.
9. Enfermedad de Crouzon: Un trastorno genético que afecta el desarrollo del cráneo y la cara y puede causar anomalías maxilofaciales, como una frente prominente y ojos protuberantes.
10. Fisura labiopalatina: Una abertura anormal en el labio y/o el paladar que puede afectar la apariencia y la función de la boca y la nariz.

La "Silla Turca" no es un término médico estándar o ampliamente aceptado. Sin embargo, en un contexto médico, parece referirse a una posición específica en la que se coloca a un paciente durante ciertos procedimientos, particularmente durante la cirugía espinal. En esta posición, el paciente está boca abajo con las piernas dobladas en los muslos y las pantorrillas apoyadas sobre un cojín o almohadilla, lo que hace que la forma general se asemeje a una silla. Esto ayuda a flexionar la columna vertebral y abrir el espacio entre las vértebras, facilitando así ciertos procedimientos quirúrgicos.

Sin embargo, es importante destacar que este término podría no ser familiar para muchos profesionales médicos y su uso puede variar considerablemente en diferentes contextos clínicos.

El hueso nasal, también conocido como hueso nasal lateral o hueso propio del nariz, es un pequeño hueso irregular impar localizado en la parte anterior y superior de la cara. Cada persona tiene dos huesos nasales, uno a cada lado de la nariz.

Cada hueso nasal es aproximadamente triangular en forma, con una base que se articula con el frontal y el maxilar superior, mientras que los extremos libres se unen entre sí en la parte media para formar el tabique nasal. La superficie externa del hueso nasal es lisa y convexa, mientras que la superficie interna presenta crestas y rugosidades que contribuyen a la estructura de los conductos nasales.

El hueso nasal desempeña un papel importante en el soporte y la forma de la nariz, así como en la protección de los senos paranasales adyacentes. Las fracturas o lesiones en el hueso nasal pueden causar problemas estéticos y funcionales, como dificultad para respirar por la nariz.

La terapia miofuncional es un tratamiento especializado que se enfoca en la reeducación y el entrenamiento de los músculos orofaciales (de la cara y boca) y de la deglución. Esta terapia es comúnmente utilizada para corregir patrones desadaptativos o anormales de movimientos y funciones de estos músculos, los cuales pueden estar relacionados con diversas disfunciones como problemas de articulación, respiración, masticación, deglución y habla.

La terapia miofuncional es llevada a cabo por un especialista capacitado, generalmente un patólogo del lenguaje o logopeda, quien realiza una evaluación exhaustiva de los músculos orofaciales y de la función de deglución para determinar el plan de tratamiento más adecuado.

El objetivo principal de esta terapia es ayudar al paciente a adquirir y mantener patrones musculares y de deglución normales y funcionales, lo que puede contribuir a mejorar la calidad de vida, la salud oral y general, y el bienestar del individuo.

El cóndilo mandibular es una prominencia ospicular localizada en la porción superior y posterior de la rama ascendente de la mandíbula. Es parte de la articultura temporomandibular, que permite el movimiento de la mandíbula durante la masticación, el habla y otras funciones orales. El cóndilo mandibular se articula con la fosa glenoides del hueso temporal en la base del cráneo, formando una articulación sinovial conocida como la articulación temporomandibular (ATM).

El cóndilo mandibular tiene forma de una protuberancia ovalada y está recubierto de cartílago articular. Durante el movimiento de la mandíbula, el cóndilo se desliza hacia adelante y hacia atrás en la fosa glenoides, lo que permite la apertura y cierre de la boca, así como los movimientos laterales y protrusivos de la mandíbula.

La anatomía y función del cóndilo mandibular son importantes en el diagnóstico y tratamiento de trastornos temporomandibulares (TMD), que pueden incluir dolor, rigidez, chasquido o limitación del movimiento de la ATM.

Los músculos faciales, en términos médicos, se refieren a un grupo de músculos que controlan las expresiones faciales y la función de algunas estructuras como los labios, la nariz y las orejas. Estos músculos son únicos porque la mayoría de ellos se originan y se insertan en la piel en lugar de los huesos.

Hay aproximadamente 30 músculos faciales, divididos en capas superficiales y profundas. Estos músculos nos permiten realizar una variedad de movimientos, como fruncir el ceño, sorprenderse, reír, llorar, y hablar. La mayoría de los músculos faciales están inervados por la rama facial del nervio craneal VII.

Es importante destacar que los músculos faciales también desempeñan un papel importante en las funciones como la masticación, la deglución y la respiración. Además, contribuyen a mantener la forma y la integridad estructural de la cara.

Los dientes premolares, también conocidos como bicúspides, son dientes situados justo por detrás de los caninos o colmillos en cada cuadrante de la dentadura humana. Hay un total de ocho premolares en la boca adulta, con dos en cada cuadrante. Cada premolar tiene generalmente dos puntas o cúspides, aunque a veces pueden tener una tercera cúspide accesoria. Su función principal es masticar y triturar los alimentos antes de ser tragados. Los premolares superiores e inferiores trabajan juntos para desgarrar y moler los alimentos en piezas más pequeñas, preparándolos para la digestión.

Los Procedimientos Quirúrgicos Ortognáticos (PQO) son intervenciones quirúrgicas realizadas en el maxilar superior, la mandíbula o ambos, con el objetivo de corregir deformidades esqueléticas y dentarias, mejorar la función masticatoria, la respiración y la estética facial. Estos procedimientos suelen llevarse a cabo en colaboración con ortodoncistas, quienes se encargan de alinear previamente los dientes para facilitar la cirugía y optimizar los resultados finales.

Existen diferentes tipos de PQO, entre los que se incluyen:

1. Cirugía de maxilar o Le Fort I, II y III: Consiste en acceder al maxilar a través de incisiones internas o externas, desprendiéndolo del cráneo para reposicionarlo correctamente. Las clasificaciones Le Fort se refieren a diferentes niveles de corte en el hueso maxilar.

2. Cirugía de mentón o genioplastia: Se realiza para corregir problemas estéticos y funcionales del mentón, como retrognatismo (mentón retraído) o prognatismo (mentón prominente). Puede implicar el avance, retraso o giro del mentón.

3. Cirugía de mandíbula o osteotomía sagital bilateral ramus: Consiste en cortar el hueso de la rama de la mandíbula en ambos lados y moverlo hacia adelante o hacia atrás, según sea necesario.

4. Cirugía bimaxilar: Implica la combinación de cirugías maxilares y mandibulares para abordar problemas esqueléticos más complejos que afectan tanto al maxilar como a la mandíbula.

Los PQO suelen ser procedimientos electivos, lo que significa que se realizan por elección del paciente después de una cuidadosa consideración y consulta con un especialista en cirugía oral y maxilofacial. Sin embargo, también pueden estar indicados en situaciones donde es necesario tratar traumatismos faciales, tumores o defectos congénitos.

En los restos de Myrtis se observó una maloclusión esquelética y dental de clase II . Otros problemas dentales que se ... Facial reconstruction of an 11-year-old female resident of 430 BC Athens». Angle. Consultado el 8 de abril de 2011. «Myrtis has ... 3]​ Las pruebas de un esqueleto humano de la época de la Grecia clásica son escasas, ya que la mayoría de los entierros en ...
... la Clase I, Clase II y la Clase III. Clase I: llamada como "equilibrio postural", es una posición normalizada de la cabeza ... Clase II: se da cuando existe una clase 2 en la clasificación de Angle ya que consiste en que el maxilar se encuentra en una ... Si es de tipo ascendente, siendo la maloclusión secundaria a un problema podal, sacro-iliaco o vertebral, cualquier ... Hay dos tipos; clase II división 1 es cuando los incisivos maxilares están inclinados hacia vestibular y la clase II división 2 ...

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