Infestaciones por PARÁSITOS que viven en la superficie o dentro de la EPIDERMIS del huesped. La mayoría de los ectoparásitos son ARTRÓPODOS.
Infestaciones con artrópodos de la subclase ACARI, suborden Acariformes.
Ataque parasitario o subsistencia de parásitos en la piel por miembros del orden Phthiraptera, especialmente en seres humanos por Pediculus humanos de la familia Pediculidae. Los pelos de la cabeza, de las pestañas y del púbis son sitios frecuentes de infestación. (Traducción libre del original: Dorland, 28th ed; Stedman, 26th ed)
Infestaciones con garrapatas de cuerpo blando (Argasidae) o de cuerpo duro (Ixodidae).
Ataque parasitario por miembros del orden SIPHONAPTERA.
Piojos del género Pediculus, familia Pediculidae. El Pediculus humanus corporus es el piojo del cuerpo humano y el Pediculus humanus capitis es el piojo de la cabeza humana.
La dermatosis del cuero cabelludo se refiere a un grupo diverso de condiciones cutáneas inflamatorias que afectan específicamente la región capilar, causando síntomas como picazón, enrojecimiento, descamación y/o pérdida de cabello.
Reducción o regulación de la población de insectos nocivos, destructivos o peligrosos a través de medios químicos, biológicos o de otro tipo.
Invasión de tejidos vivos del hombre y de otros mamíferos por larvas de dípteros.
Un plaguicida o agente químico que mata los ácaros y garrapatas. Esta es una gran clase, que incluye los carbamatos, formamidas, organoclorados, organofosforados, etc, que actúan como antibióticos o reguladores de crecimiento.
Inflamación cutánea contagiosa producida por la picada del piojo SARCOPTES SCABIEI. Se caracteriza por erupción papular pruriginosa y de excavaciones y afecta principalmente las axilas, codos, muñecas y genitales, aunque puede extenderse y cubrir todo el cuerpo.
Género de la subfamilia TRIATOMINAE. Varias especies son vectores del TRYPANOSOMA CRUZI.
Insectos de la familia CIMICIDAE, género Cimex. Son insectos aplanados, ovalados y rojizos que infestan casas, muebles y camas descuidadas y que se alimentan del ser humano, generalmente por la noche. (Dorland, 28a ed)
Género de PULGAS en la familia Pulicidae. Incluye la pulga del gato (Ctenocephalides felis), una de las especies más comunes en el planeta.
Especie de ácaro que produce la ESCABIOSIS en los seres humanos y sarna sarcóptica en otros animales. Existen variantes de S. scabiei específicas de los seres humanos y de los animales, pero muchas tienen la capacidad de pasar a otras especies y producir enfermedades.
Infestación con la pulga TUNGA PENETRANS que causa inflamación, prurito y dolor, tanto en humanos como en otros animales. Hay una alta incidencia de infecciones secundarias como BACTEREMIA y TÉTANO.
Género de pulgas parásitas en la familia Pulicidae. Se encuentran principalmente en África, América del Sur y América Central.
Cualquier artrópodo del orden Acarina, salvo las GARRAPATAS. Los ácaros son animales minúsculos relacionados con las arañas, por lo general con cuerpos transparentes o semitransparentes; pueden ser parásitos del hombre y de los animales domésticos, y producen diversas irritaciones de la piel (ACARIASIS). (Dorland, 28a ed)
Un género de GARRAPATAS, en la familia IXODIDAE, muy difundida en África. Los miembros del género incluyen muchos vectores importantes patógenos en animales y humanos.
Fármacos que se utilizan para tratar o prevenir las infecciones parasitarias.
Creación de ambientes para el hombre y la família, proporcionando abrigo, posibilidad de vida en común y formación básica del indivíduo, como miembro de una sociedad.
Pesticidas destinados a controlar insectos que son dañinos al hombre. Los insectos pueden ser dañinos directamente, como los que actúan como vectores de enfermedades, o indirectamente, como destructores de cosechas, productos alimentarios o tejidos.
Infecciones leves a graves del ojo y de sus estructuras adyacentes (anexas) por protozoos adultos o por sus larvas o por parásitos metazoarios.
Mezcla, en su mayor parte, de avermectina H2B1a (RN 71827-03-7) con alguna ivermectina H2b1b (RN 70209-81-3), que son macrólidos del STREPTOMYCES avermitilis. Une el glutamato al canal cloruro de entrada, dando lugar a un incremento de la permeabilidad e hiperpolarización de las células nerviosas y musculares. También interacciona con otros CANALES DE CLORURO. Tiene un amplio espectro antiparasitario, activo contra las microfilarias del ONCHOCERCA VOLVULUS pero no en la forma adulta.
Orden de INSECTOS parásitos, chupadores de sangre, sin alas con el nombre común de pulgas.
Insectos que transmiten organismos infecciosos de un hospedero a otro o de un reservorio inanimado a un hospedero animado.
Enfermedades cutáneas producidas por ARTRÓPODOS, HELMINTOS u otros parásitos.
Género de la subfamilia TRIATOMINAE. El Rhodnius prolixus es un vector para TRYPANOSOMA CRUZI.
Orden de pequeños insectos parásitos, sin alas comúnmente conocidos como piojos. Incluye los subórdenes ANOPLURA (piojos chupadores); AMBLYCERA; ISCHNOCERA y Rhynchophthirina (piojos de elefantes y jabalíes africanos).
Reducción o regulación de la población de plantas, insectos nocivos, destructivos o peligrosos, o de otros animales. Esto incluye el control de plantas que sirven de hábitats o fuentes de alimento para las plagas de animales.

Las infestaciones ectoparasitarias se refieren a la presencia y multiplicación de parásitos externos (ectoparásitos) en la piel y el pelo de los seres humanos o animales. Estos parásitos, como las pulgas, los piojos, los ácaros y las garrapatas, se alimentan de la sangre o tejidos de sus huéspedes, lo que puede causar picazón intensa, erupciones cutáneas, inflamación y enfermedades transmitidas por vectores. Las infestaciones ectoparasitarias pueden ocurrir en cualquier persona, independientemente de su edad, raza o condición socioeconómica, aunque son más comunes en entornos con hacinamiento y mala higiene. El tratamiento generalmente implica el uso de medicamentos antiparasitarios tópicos o sistémicos, junto con medidas de control ambiental para eliminar los parásitos del entorno.

Las infestaciones por ácaros se refieren a la presencia y multiplicación de ácaros en un entorno que causa problemas de salud o incomodidad en los humanos u otros animales. Existen varios tipos de ácaros que pueden parasitar a los seres humanos, como los ácaros del polvo doméstico (Dermatophagoides pteronyssinus y Dermatophagoides farinae), los ácaros de las plumas (Dermanyssus gallinae) o los ácaros de la sarna (Sarcoptes scabiei).

Los ácaros del polvo doméstico se encuentran comúnmente en alfombras, colchones, muebles tapizados y otros lugares donde puedan encontrar restos de piel humana y humedad. Aunque no muerden ni pican a los humanos directamente, sus excrementos y restos corporales pueden causar reacciones alérgicas, como estornudos, picazón en los ojos, congestión nasal y dificultad para respirar, especialmente en personas asmáticas o alérgicas.

Los ácaros de las plumas suelen parasitar a las aves, pero pueden morder a los humanos cuando entran en contacto con sus hábitats, como gallineros o nidos de pájaros. Estos ácaros se alimentan de la sangre de las aves y los humanos, lo que puede causar picazón intensa, erupciones cutáneas y otras reacciones alérgicas en la piel.

Por último, los ácaros de la sarna son parásitos que se alimentan de la capa superior de la piel humana y causan una enfermedad llamada escabiosis. Estos ácaros excavan túneles en la piel y depositan sus huevos, lo que provoca picazón intensa, erupciones cutáneas y otras lesiones en la piel.

El tratamiento de las infestaciones de ácaros depende del tipo de ácaro y de la gravedad de la infección. Los medicamentos antihistamínicos, corticosteroides y cremas tópicas pueden ayudar a aliviar los síntomas alérgicos y las erupciones cutáneas. En casos graves de infestación por ácaros de la sarna, se puede recetar un medicamento antiparasitario para matar los ácaros y prevenir su propagación. Además, es importante mantener una buena higiene y evitar el contacto con los hábitats de los ácaros para prevenir futuras infestaciones.

La infestación por piojos, también conocida como pediculosis, es un problema de salud pública común que afecta principalmente a niños en edad escolar. Se produce cuando los piojos, pequeños insectos sin alas, invaden el cuero cabelludo humano para alimentarse de la sangre. Los piojos pueden propagarse fácilmente de una persona a otra a través del contacto directo o compartiendo artículos personales como peines, cepillos, gorras, sombreros, toallas y ropa de cama.

Existen tres tipos principales de piojos que pueden infestar a los humanos:

1. Piojo de la cabeza (Pediculus humanus capitis): Son los más comunes y se encuentran en el cuero cabelludo, detrás de las orejas y cerca del cuello.
2. Piojo del cuerpo (Pediculus humanus corporis): Aunque menos frecuentes, estos piojos viven en la ropa y solo se trasladan al cuerpo humano para alimentarse.
3. Piojo del pubis (Pthirus pubis): También conocidos como ladillas, suelen habitar en el vello púbico pero pueden aparecer en otras zonas con vello como cejas y pestañas.

Los síntomas más comunes de una infestación por piojos incluyen picazón intensa en el cuero cabelludo, especialmente durante la noche; enrojecimiento e inflamación de la piel; pequeñas ampollas o llagas causadas por el rascado excesivo; y la presencia de liendres (huevos de piojos) adheridos a los pelos, cerca del cuero cabelludo.

El diagnóstico se realiza mediante una inspección visual minuciosa del cuero cabelludo y el cabello en busca de piojos vivos y liendres. Es importante diferenciar las liendras de otros elementos similares, como caspa o nudos de cabello, ya que solo las liendres recientes (de color blanquecino y translúcido) indican una infestación activa.

El tratamiento de una infestación por piojos requiere el uso de productos específicos, como champús, lociones o cremas, que contengan ingredientes activos capaces de matar a los piojos y sus huevos. Algunos de estos ingredientes incluyen permetrina, piritróxido de zinc y malatión. Es importante seguir las instrucciones del fabricante cuidadosamente y repetir el tratamiento según lo recomendado para asegurar la eliminación completa de los piojos y liendres.

Además del tratamiento tópico, se recomienda lavar toda la ropa, sábanas y toallas a una temperatura superior a 60°C para matar a cualquier piojo o liendre que pueda haber quedado adherido. También es importante cepillar el cabello con un peine de dientes finos para eliminar los piojos y liendres muertas después del tratamiento.

En algunos casos, puede ser necesario realizar más de una aplicación del producto tópico o combinar diferentes métodos de tratamiento para lograr la erradicación completa de los piojos. Si después de dos semanas de tratamiento continúan apareciendo nuevos piojos, se recomienda consultar a un médico o especialista en parasitología para evaluar la eficacia del tratamiento y considerar otras opciones terapéuticas.

La prevención de las infestaciones por piojos se basa en evitar el contacto directo con personas infectadas, especialmente en entornos escolares o sociales donde los niños suelen estar en contacto cercano. También es recomendable no compartir objetos personales como peines, cepillos, gorras o bufandas que puedan haber estado en contacto con cabellos infectados.

En caso de detectar la presencia de piojos en el cabello, es importante actuar rápidamente para evitar la propagación de la infestación. El tratamiento temprano y adecuado puede ayudar a controlar y eliminar los piojos, reduciendo así el riesgo de contagio a otras personas.

La infestación por garrapatas se refiere a la presencia y multiplicación de garrapatas en el cuerpo humano. Las garrapatas son parásitos externos que se alimentan de la sangre de los humanos y otros animales. Pueden ser particularmente comunes en áreas con mucha vegetación, donde pueden esperar apegadas a las hojas o hierbas altas para agarrarse a un paso por alto huésped.

Las infestaciones por garrapatas pueden provocar una variedad de problemas de salud, desde picaduras leves e irritantes hasta enfermedades más graves transmitidas por los parásitos. Algunas de estas enfermedades incluyen la enfermedad de Lyme, la anaplasmosis y la babesiosis. Los síntomas específicos varían según la enfermedad, pero pueden incluir fiebre, dolores de cabeza, fatiga y erupciones cutáneas.

Para prevenir las infestaciones por garrapatas, se recomienda usar ropa protectora, como pantalones largos y mangas largas, especialmente en áreas boscosas o con mucha vegetación. También es aconsejable el uso de repelentes de insectos que contengan DEET en la piel expuesta y permetrina en la ropa. Después de pasar tiempo al aire libre en áreas propensas a las garrapatas, es importante revisar cuidadosamente el cuerpo para detectar y quitar cualquier garrapata lo antes posible.

La infestación por pulgas es un problema común en los mamíferos, especialmente en los gatos, perros y roedores. También puede ocurrir en humanos que entran en contacto con animales infectados o sus entornos. Se caracteriza por la presencia de estos pequeños parásitos ectoparásitos (que viven fuera del huésped) de la familia Siphonaptera en el cuerpo del huésped.

Las pulgas se alimentan de la sangre del huésped y su picadura puede causar irritación, inflamación e incluso reacciones alérgicas (como dermatitis alérgica por pulgas) en algunos individuos. Además, las pulgas pueden transmitir varias enfermedades y parásitos, como la tenia, lo que complica aún más el cuadro clínico.

El diagnóstico generalmente se realiza mediante el examen físico del huésped y el entorno, buscando signos de pulgas o sus excrementos (que aparecen como pequeños granos negros). A veces, un raspado cutáneo puede ayudar a confirmar la presencia de larvas o huevos de pulgas.

El tratamiento implica el control del entorno y del animal infestado. Los insecticidas aprobados por la FDA para uso veterinario suelen ser eficaces contra las pulgas. También se recomienda lavar la ropa de cama y otras superficies que hayan entrado en contacto con el animal infectado. En casos graves o recurrentes, puede ser necesaria una consulta médica o veterinaria para obtener tratamientos más específicos e individualizados.

'Pediculus' es un término médico que se refiere a un género de pequeños insectos ectoparásitos llamados piojos. Existen tres especies principales dentro del género Pediculus que suelen parasitar a los humanos: Pediculus humanus capitis (piojo de la cabeza), Pediculus humanus corporis (piojo del cuerpo o del vestido) y Pediculus humanus pubis (piojo del vello púbico, también conocido como morbo). Estos piojos se alimentan exclusivamente de sangre humana y suelen propagarse a través del contacto directo con personas infestadas o por el uso compartido de artículos personales como peines, cepillos, gorras, ropa o toallas. Las infestaciones de piojos pueden causar picazón intensa y enrojecimiento en la piel, lo que puede llevar a infecciones secundarias si no se tratan adecuadamente.

La dermatosis del cuero cabelludo se refiere a un grupo diverso de condiciones cutáneas que afectan la zona capilar. Estas enfermedades pueden causar una variedad de síntomas, que incluyen picazón, enrojecimiento, descamación, ampollas, costras y pérdida de cabello. Algunos ejemplos comunes de dermatosis del cuero cabelludo son la dermatitis seborreica, la psoriasis del cuero cabelludo, la dermatitis de contacto y la tiña capitis. El tratamiento varía dependiendo de la afección subyacente, pero puede incluir champús medicinales, cremas tópicas o incluso medicamentos orales en casos graves. Siempre se recomienda consultar con un dermatólogo o profesional médico para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuados.

La definición médica de "Control de Insectos" se refiere a las estrategias y métodos utilizados para limitar o reducir la población de insectos que pueden ser vectores de enfermedades o que representan un riesgo para la salud pública. Esto puede incluir el uso de insecticidas, la eliminación de los sitios de cría y reproducción de los insectos, la modificación del hábitat, la introducción de depredadores naturales u otros organismos que se alimentan de los insectos, y la promoción de prácticas de higiene y saneamiento que reduzcan las condiciones favorables para la proliferación de los insectos.

El control de insectos es una parte importante de la salud pública y la medicina preventiva, especialmente en áreas donde los insectos son vectores de enfermedades graves como el paludismo, la fiebre amarilla, el dengue, la encefalitis japonesa y otras enfermedades transmitidas por mosquitos. También es importante en el control de plagas de insectos que pueden dañar cultivos, ganado o estructuras, así como en la protección de los suministros de alimentos y agua contra la contaminación por insectos.

El control de insectos requiere una comprensión detallada de la biología y el comportamiento de los insectos, así como de las técnicas y estrategias más efectivas para su control. Los programas de control de insectos pueden ser implementados por agencias gubernamentales, organizaciones internacionales de salud pública, empresas privadas o comunidades locales, y a menudo requieren la colaboración y cooperación de varias partes interesadas para lograr resultados efectivos.

La miasis es un proceso patológico que ocurre cuando las larvas de diversas especies de moscas, particularmente del género Calliphoridae y Sarcophagidae, se desarrollan en tejidos vivos o necróticos de animales de sangre caliente, incluyendo al ser humano. Esto resulta en una infestación de los tejidos con dichas larvas, lo cual puede causar una variedad de síntomas y complicaciones dependiendo de la localización, extensión y gravedad de la infección.

Existen tres tipos principales de miasis: cutánea (que afecta la piel), cavitaria (que involucra cavidades corporales como nariz, oídos, boca u ojos) y tisular (donde las larvas invaden tejidos profundos). Los síntomas más comunes incluyen dolor, picazón, enrojecimiento, hinchazón e inflamación en el sitio de la infección. En casos graves, la miasis puede conducir a septicemia, meningitis o incluso la muerte si no se trata adecuadamente y de manera oportuna.

El tratamiento médico para la miasis implica generalmente la extracción mecánica de las larvas, seguida por una limpieza profunda del tejido afectado y, en algunos casos, el uso de antibióticos o agentes anti-parasitarios para prevenir infecciones secundarias. Además, se pueden utilizar diversas estrategias preventivas, como la mejora de la higiene personal y ambiental, así como el control de moscas en áreas propensas a esta enfermedad.

Los acaricidas son un tipo de pesticida utilizado para matar ácaros, que son pequeños artrópodos que se alimentan de la sangre o tejidos de plantas y animales. Los ácaros pueden causar diversas afecciones en los seres humanos y animales, como el picor y la erupción cutánea en el caso de los ácaros del polvo doméstico, o graves enfermedades en el ganado y otros animales.

Los acaricidas funcionan interfiriendo con el sistema nervioso de los ácaros, lo que lleva a su parálisis y muerte. Existen diferentes tipos de acaricidas, cada uno con su propio mecanismo de acción y espectro de actividad. Algunos acaricidas son específicos para ciertos tipos de ácaros, mientras que otros pueden ser eficaces contra una amplia gama de especies.

Es importante utilizar los acaricidas de manera adecuada y segura, siguiendo las instrucciones del fabricante y las recomendaciones de los profesionales de la salud pública o veterinaria. El uso indebido o excesivo de acaricidas puede ser perjudicial para el medio ambiente y la salud humana, y puede conducir al desarrollo de resistencia en las poblaciones de ácaros.

La escabiosis, también conocida como sarna, es una infestación cutánea contagiosa causada por el parásito ácaro Sarcoptes scabiei hominis. Este ácaro se reproduce y se alimenta en la capa superior de la piel humana, especialmente en pliegues cutáneos como entre los dedos, las muñecas, los codos, detrás de las rodillas, alrededor de los pezones, los genitales y el área del cinturón.

Los síntomas más comunes incluyen picazón intensa, especialmente durante la noche, y una erupción cutánea con lesiones como líneas onduladas (caminos de las hembras adultas), ampollas o vesículas, pápulas y costras. La picazón y las lesiones a menudo se localizan en áreas específicas del cuerpo, siguiendo un patrón característico.

La escabiosis se propaga principalmente a través del contacto directo piel con piel de persona a persona, aunque también puede transmitirse a través de ropa, sábanas u otros artículos personales usados por una persona infectada. El tratamiento generalmente implica la administración de medicamentos anti-parásitos tópicos o orales, así como el lavado y la desinfección de la ropa de cama, ropa y toallas para prevenir la reinfestación y la propagación adicional.

Los triatominos, también conocidos como "vinchucas" o "barbeiros", son insectos hemípteros de la familia Reduviidae. Algunas especies de este género son importantes en medicina humana ya que pueden transmitir un parásito protozoario llamado Trypanosoma cruzi, el agente etiológico de la enfermedad de Chagas.

Esta enfermedad es endémica en América Latina, especialmente en zonas rurales y pobres. El triatomino se infecta al ingerir sangre de un huésped vertebrado que ya está infectado con T. cruzi. Luego, el parásito se multiplica en el intestino del insecto y es excretado en sus heces. La transmisión a los humanos generalmente ocurre cuando una persona accidentalmente se rasca la picadura y hace que las heces infectadas entren en contacto con la mucosa o una herida abierta.

La prevención de la infección se basa en el control del vector, mediante la mejora de las condiciones de vivienda y saneamiento, así como en la detección y tratamiento oportunos de los casos humanos.

Los chinches son pequeños insectos hematófagos, lo que significa que se alimentan de sangre. Pertenecen al orden Hemiptera y a la familia Cimicidae. Existen varias especies de chinches, pero las más comunes y relevantes desde el punto de vista médico son Cimex lectularius (chinche de cama) y Cimex hemipterus (chinche tropical).

Las chinches se caracterizan por ser nocturnas y tener un cuerpo aplanado, ovalado y de color marrón rojizo. Las medidas promedio son de 4-5 mm de largo en los adultos. Se alimentan principalmente de humanos y otros mamíferos, aunque también pueden picar aves.

La picadura de chinche puede causar una variedad de reacciones en la piel, desde pequeñas protuberancias rojas e inflamadas hasta erupciones más graves y molestas. Algunas personas pueden experimentar síntomas alérgicos o desarrollar infecciones secundarias en las picaduras. Además, existe el riesgo de transmisión de enfermedades, aunque es relativamente bajo en comparación con otros insectos vectores como los mosquitos o las garrapatas.

El control de una infestación de chinches requiere una combinación de medidas físicas (como lavar y secar ropa y sábanas a altas temperaturas, sellar grietas y hendiduras) e insecticidas específicos para chinches. Es importante buscar asesoramiento profesional para garantizar un tratamiento efectivo y seguro.

Ctenocephalides es un género de pulgas, pequeños insectos parásitos que se alimentan de la sangre de mamíferos y aves. La especie más comúnmente conocida es Ctenocephalides felis, la pulga del gato, que también puede infestar a perros y otros animales domésticos, así como a humanos. Otra especie relevante es Ctenocephalides canis, la pulga del perro. Estos parásitos pueden transmitir enfermedades y producir reacciones alérgicas en los anfitriones.

'Sarcoptes scabiei' es un ácaro microscópico que causa la enfermedad conocida como sarna o escabiosis en humanos. Estos ácaros se introducen en la piel, generalmente en las áreas de la piel donde hay pliegues, como entre los dedos, las muñecas, los codos, detrás de las rodillas, las axilas, el ombligo, los pezones, los genitales y los glúteos. La hembra adulta cava túneles en la capa superior de la piel donde pone sus huevos.

Las erupciones cutáneas son una respuesta alergica a las sustancias químicas secretadas por el ácaro. Los síntomas más comunes incluyen picazón intensa, especialmente durante la noche, y pequeñas lesiones en la piel como ampollas, manchas rojas o líneas onduladas donde el ácaro ha cavado su túnel. La sarna es contagiosa y puede propagarse rápidamente a través del contacto cercano con una persona infectada. El tratamiento generalmente implica medicamentos antiparásitos, tanto en forma de cremas o lociones para aplicar sobre la piel, como en forma de pastillas para tomar por vía oral.

La tungiasis es una infestación cutánea causada por la garrapata hembra de Tunga penetrans, también conocida como "garrapata de arena". Después de un picadura, la garrapata entierra su cuerpo en la piel y se alimenta de la sangre del huésped. Las reacciones inflamatorias alrededor de la garrapata causan síntomas como picazón intensa, dolor, enrojecimiento e hinchazón. En casos graves, puede resultar en infecciones secundarias y complicaciones sistémicas. La tungiasis es más común en regiones tropicales y subtropicales, especialmente en áreas con pobres condiciones sanitarias y sociales.

'Tunga' es un término médico que se refiere específicamente a la infestación por el parásito 'Tunga penetrans', también conocido como "piojo de las arenas" o "pulga de la playa". Este pequeño ácaro se introduce en la piel, particularmente en los pies descalzos, y se alimenta de la sangre del huésped. Las hembras adultas son las que causan el problema médico, ya que ponen sus huevos bajo la piel, lo que puede provocar una reacción inflamatoria severa y dolorosa en el sitio de la picadura.

La infestación por 'Tunga' es más común en regiones tropicales y subtropicales, especialmente en zonas costeras arenosas donde los piojos de las arenas viven en el suelo. Las personas con sistemas inmunológicos debilitados pueden ser más susceptibles a esta infestación y desarrollar complicaciones más graves. El tratamiento generalmente implica la extracción mecánica del ácaro y la administración de antibióticos o antiparásitos para prevenir infecciones secundarias.

Los ácaros son pequeños artrópodos pertenecientes al subclase Acari, dentro de la clase Arachnida. Son parientes cercanos de las arañas y los escorpiones, pero mucho más pequeños. La mayoría de los ácaros tienen un tamaño que oscila entre 0.1 y 0.6 mm, aunque algunas especies pueden ser visibles a simple vista.

Existen miles de especies diferentes de ácaros, las cuales se distribuyen en casi todos los hábitats del mundo. Algunos ácaros son parásitos y viven sobre la piel o en el interior de los cuerpos de animales y humanos, mientras que otros son libres y viven en el suelo, en las plantas, en el agua dulce o en ambientes marinos.

Algunos ácaros pueden causar problemas de salud en humanos y animales. Por ejemplo, los ácaros del polvo doméstico (Dermatophagoides pteronyssinus y Dermatophagoides farinae) son comunes en las casas y se alimentan de la caspa humana y animal. Sus excrementos y restos corporales pueden causar reacciones alérgicas, como rinitis alérgica, asma y dermatitis atópica.

Otros ácaros que pueden afectar a la salud humana son los de la sarna (Sarcoptes scabiei), que se introducen en la piel y provocan una picazón intensa, y los ácaros de las ropas (Dermatophagoides pteronyssinus y Dermatophagoides farinae), que pueden causar dermatitis al entrar en contacto con la piel.

En animales, los ácaros pueden causar diversas enfermedades, como la sarna, la demodicosis y la notoedresis. Algunas especies también pueden transmitir enfermedades a los humanos, como la fiebre Q y la tularemia.

En resumen, los ácaros son pequeños arácnidos que se alimentan de materia orgánica y pueden encontrarse en diversos hábitats, incluyendo el hogar y los animales. Algunas especies pueden causar reacciones alérgicas y enfermedades en humanos y animales.

"Rhipicephalus" es un género de garrapatas duras (Ixodida: Ixodidae) que incluye varias especies importantes desde el punto de vista médico y veterinario. Algunas especies comunes son R. sanguineus (la garrapata marrón del perro o garrapata kennel), R. appendiculatus (la garrapata de las colinas de África oriental), y R. evertsi (la garrapata de pastos de África). Estas garrapatas pueden transmitir una variedad de enfermedades infecciosas, como la ehrlichiosis, la babesiosis y la anaplasmosis, a humanos y animales. La prevención y el control de estas garrapatas son importantes para proteger la salud pública y animal.

Tenga en cuenta que esta definición médica es una descripción general del género "Rhipicephalus" y no se refiere a una condición o enfermedad específica. Si tiene preguntas sobre garrapatas o enfermedades transmitidas por garrapatas, debe consultar con un profesional médico o veterinario capacitado.

Los antiparasitarios son un tipo de medicamento utilizado para tratar y prevenir infecciones causadas por parásitos, como protozoos, helmintos (gusanos) y ectoparásitos (garrapatas, piojos, ácaros). Existen diferentes tipos de antiparasitarios, cada uno con mecanismos de acción específicos para atacar a los parásitos. Algunos ejemplos incluyen:

1. Antihelmínticos: se utilizan para tratar infecciones causadas por gusanos redondos (nematodos) y planos (platelmintos). Pueden actuar disgregando el parásito, inhibiendo su crecimiento o impidiendo su capacidad reproductiva.
2. Antiprotozoarios: se utilizan para tratar infecciones causadas por protozoos, como Giardia, Cryptosporidium, Toxoplasma y Plasmodium (que causa la malaria). Estos medicamentos pueden actuar alterando la membrana celular del parásito, inhibiendo su capacidad de reproducción o interfiriendo con su metabolismo.
3. Antiectoparásitos: se utilizan para tratar infestaciones causadas por piojos, ácaros y garrapatas. Estos medicamentos pueden actuar matando al parásito (pediculicidas y escabicidas) o impidiendo su capacidad de picar (repelentes).

Es importante seguir las instrucciones del médico o farmacéutico al usar estos medicamentos, ya que cada uno tiene diferentes dosis, vías de administración e intervalos de tiempo recomendados. Además, algunos antiparasitarios pueden tener efectos secundarios y no deben utilizarse durante el embarazo o la lactancia sin consultar previamente con un profesional médico.

En términos médicos, la palabra "vivienda" generalmente se refiere al lugar físico donde reside una persona. Esto puede incluir una casa, un apartamento, un condominio u otra estructura similar. La vivienda también puede referirse a las condiciones y características del entorno construido en el que vive la persona, como la calidad del aire interior, la presencia de plagas o la seguridad estructural.

La vivienda puede tener un gran impacto en la salud física y mental de una persona. Por ejemplo, las personas que viven en viviendas con moho, humedad o plagas pueden experimentar problemas respiratorios y alérgicos. Además, las personas que viven en vecindarios peligrosos o ruidosos pueden experimentar estrés y trastornos del sueño.

Es importante que las personas tengan acceso a viviendas seguras, asequibles y saludables para mantener una buena salud física y mental. Los profesionales de la salud pueden trabajar con otras organizaciones comunitarias para abordar los problemas de vivienda y promover entornos saludables para todos.

Los insecticidas son sustancias químicas o mezclas destinadas a prevenir, destruir o mitigar la acción de insectos perjudiciales para los humanos o los animales domésticos. Se utilizan en la agricultura para proteger los cultivos, en la medicina humana y veterinaria para controlar vectores de enfermedades como mosquitos y pulgas, y en el hogar y el lugar de trabajo para eliminar plagas no deseadas. Los insecticidas pueden actuar mediante diferentes mecanismos, como interferir con el sistema nervioso de los insectos, dañar su exoesqueleto o perturbar su crecimiento y desarrollo. Es importante manejar y aplicar insecticidas de acuerdo con las instrucciones del fabricante y tomar precauciones para minimizar la exposición humana y ambiental.

Las infecciones parasitarias del ojo son condiciones médicas en las que diferentes tipos de parásitos invaden y se multiplican en diversas partes del ojo, causando una variedad de síntomas y complicaciones. Estas infecciones pueden afectar tanto al tejido ocular como al sistema lagrimal.

Existen varios parásitos que pueden causar este tipo de infecciones, entre los cuales se encuentran:

1. Acanthamoeba: Son protozoos que comúnmente viven en agua dulce, agua de mar y suelo húmedo. Pueden infectar el ojo a través del uso de lentes de contacto contaminadas o exposición a agua contaminada. La infección por Acanthamoeba puede causar queratitis (inflamación de la córnea) y potencialmente conducir a pérdida de visión si no se trata adecuadamente.

2. Toxoplasma gondii: Es un parásito intracelular que se encuentra comúnmente en los gatos y sus heces, así como en la carne poco cocida o vegetales contaminados. La infección por Toxoplasma gondii puede causar uveítis (inflamación del iris y cuerpo ciliar) y posiblemente daño a la retina, especialmente en individuos inmunodeprimidos.

3. Leishmania: Son protozoos transmitidos por la picadura de mosquitos hematófagos infectados (como el flebotomo). Pueden causar conjuntivitis y queratitis, especialmente en personas con sistemas inmunes debilitados.

4. Onchocerca volvulus: Es un nemátodo (gusano redondo) transmitido por la picadura de mosquitos infectados. Puede causar oncocercosis ocular, una enfermedad que afecta el tejido conjuntivo del ojo y puede provocar ceguera si no se trata.

5. Loiasis: Es una filariasis (enfermedad parasitaria) causada por la lombriz Loa loa, transmitida por la picadura de moscas infectadas. Puede causar conjuntivitis y queratitis en personas con carga parasitaria alta.

El tratamiento de estas infecciones oculares parasitarias dependerá del tipo de parásito involucrado, la gravedad de la enfermedad y el estado del sistema inmunológico del paciente. El médico especialista en oftalmología trabajará junto con otros especialistas, como los infectólogos, para determinar el mejor plan de tratamiento. Los medicamentos antiparasitarios, las terapias antiinflamatorias y, en algunos casos, la cirugía pueden ser necesarios para tratar estas infecciones oculares parasitarias.

La ivermectina es un fármaco antiparasitario ampliamente utilizado en la medicina humana y veterinaria. Se utiliza para tratar una variedad de infecciones parasitarias, como onchocerciasis (filariasis de los ríos), strongyloidiasis, ascariasis y otras infecciones causadas por nematodos (gusanos redondos). También se utiliza en el tratamiento de la sarna y algunas infestaciones por ácaros.

La ivermectina funciona interfiriendo con la función nerviosa de los parásitos, lo que lleva a su parálisis y muerte. Es generalmente bien tolerada en humanos, aunque pueden ocurrir efectos secundarios como dolor de cabeza, náuseas, vómitos, diarrea y mareos. En dosis altas, puede causar problemas neurológicos.

En la actualidad, la ivermectina está siendo investigada como un posible tratamiento para la COVID-19, aunque los estudios hasta la fecha han presentado resultados inconsistentes y la evidencia no es suficiente para recomendar su uso rutinario en el tratamiento de esta enfermedad. Siempre se debe consultar a un profesional médico antes de tomar cualquier medicamento, especialmente si se trata de un uso off-label o experimental.

Los Siphonaptera, comúnmente conocidos como pulgas, son un orden de insectos ectoparásitos que se caracterizan por su comportamiento hematófago, es decir, se alimentan de la sangre de mamíferos y aves. Las pulgas tienen un cuerpo aplanado lateralmente, lo que les permite moverse fácilmente a través del pelaje o plumas de sus huéspedes. Poseen patas posteriores potentes con garras curvas para ayudarlas a saltar grandes distancias relativas a su tamaño corporal. Su ciclo de vida incluye etapas de huevo, larva y pupa, antes de convertirse en adultos alados sin alas. Las pulgas pueden transmitir varias enfermedades y parásitos, como la peste bubónica, por lo que representan un importante problema de salud pública y veterinaria.

Los insectos vectores, en términos médicos y entomológicos, se definen como aquellos insectos que pueden transmitir enfermedades infecciosas o parasitarias al poner en contacto un reservorio (generalmente otro animal infectado) con un huésped susceptible (que puede ser un humano), mediante la picadura, mordedura u otra forma de contacto directo.

Esto ocurre cuando el insecto vector se alimenta de la sangre del hospedador infectado y posteriormente transmite el agente patógeno (bacterias, virus, parásitos protozoarios o helmintos) al huésped durante su siguiente alimentación.

Algunos ejemplos comunes de insectos vectores incluyen mosquitos (que transmiten enfermedades como malaria, dengue, chikungunya y fiebre amarilla), garrapatas (que transmiten Lyme, anaplasmosis y babesiosis) y flebotomos (que transmiten leishmaniasis). El control de los insectos vectores es una parte importante de la prevención y manejo de enfermedades infecciosas y parasitarias.

Las Enfermedades Cutáneas Parasitarias se refieren a un grupo de condiciones de la piel que son causadas por parásitos, que son organismos que viven en el cuerpo humano y se benefician a expensas del huésped. Estos parásitos pueden ser ectoparásitos, que viven principalmente sobre la superficie de la piel, o endoparásitos, que pueden vivir dentro del cuerpo humano y causar afecciones en la piel como resultado de su presencia o sus productos de desecho.

Ejemplos comunes de enfermedades cutáneas parasitarias incluyen:

1. Escabiosis (sarna): Una infección de la piel causada por el ácaro Sarcoptes scabiei. Se propaga a través del contacto cercano y directo con una persona infectada o con ropa, sábanas u otros artículos personales que han sido contaminados con los ácaros.

2. Pediculosis (piojos): La infestación de la piel por piojos, pequeños insectos sin alas que se alimentan de la sangre humana. Existen tres tipos principales de piojos que pueden infestar diferentes partes del cuerpo: piojos de la cabeza (Pediculus humanus capitis), piojos del cuerpo (Pediculus humanus corporis) y piojos del pubis (Phthirus pubis, también conocidos como ladillas).

3. Tinea (tiña): Infecciones fúngicas de la piel que afectan a diferentes partes del cuerpo, como tinea pedis (pie de atleta), tinea corporis (tiña del cuerpo), tinea cruris (tiña inguinal) y tinea capitis (tiña de la cabeza). Estas infecciones son causadas por diferentes especies de hongos dermatofitos.

4. Escabiosis (sarna): La infestación de la piel por ácaros del género Sarcoptes scabiei var. hominis. Los ácaros se introducen en la capa superior de la piel y depositan huevos, lo que provoca una reacción alérgica y produce picazón intensa.

5. Dermatitis alérgica de contacto: Una reacción alérgica cutánea causada por el contacto con sustancias específicas (alérgenos) que desencadenan una respuesta inmunológica en individuos sensibilizados. Los síntomas pueden incluir enrojecimiento, picazón, ampollas y cambios en la piel.

6. Infecciones bacterianas de la piel: Las bacterias como Staphylococcus aureus y Streptococcus pyogenes pueden causar diversas infecciones de la piel, como impétigo, forúnculos, celulitis y foliculitis. Estas infecciones pueden presentarse con enrojecimiento, hinchazón, dolor, calor y pus.

7. Enfermedades virales de la piel: Las erupciones cutáneas son comunes en varias enfermedades virales, como el herpes simple, el virus del papiloma humano (VPH), el sarampión, la rubéola y la varicela. Estas enfermedades pueden causar diferentes tipos de lesiones cutáneas, como ampollas, manchas rojas o úlceras.

8. Enfermedades fúngicas de la piel: Los hongos pueden infectar diversas partes del cuerpo y causar afecciones como pie de atleta, tiña, candidiasis y dermatofitosis. Estas enfermedades pueden presentarse con picazón, descamación, enrojecimiento y lesiones cutáneas.

9. Parásitos cutáneos: Los parásitos como los piojos, las liendres y los ácaros pueden infestar la piel y causar diversas afecciones, como la pediculosis (piojos), la escabiosis (sarna) y la tungiasis. Estas enfermedades pueden presentarse con picazón, erupciones cutáneas y lesiones.

10. Reacciones alérgicas: Las reacciones alérgicas a los alimentos, medicamentos, productos químicos o materiales pueden causar diversas manifestaciones cutáneas, como urticaria (picazón), angioedema (hinchazón) y dermatitis de contacto. Estas reacciones pueden presentarse con enrojecimiento, picazón, hinchazón e incluso lesiones cutáneas.

En resumen, existen diversas causas de las erupciones cutáneas, y cada una de ellas puede presentar diferentes síntomas y signos clínicos. Si experimenta algún tipo de erupción cutánea o sospecha que tiene una afección dermatológica, es importante consultar con un médico especialista en piel para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuados.

"Rhodnius" es un género de insectos hemípteros, más específicamente de la familia de los Reduviidae y la subfamilia de los Triatominae. Los miembros de este género son conocidos comúnmente como "vinchucas" o "kissing bugs". Se alimentan principalmente de la sangre de aves y mamíferos, incluyendo a los seres humanos. Algunas especies de Rhodnius pueden actuar como vectores en la transmisión de la enfermedad de Chagas, una infección parasitaria causada por el protozoo Trypanosoma cruzi. Sin embargo, es importante destacar que la mayoría de las especies de Rhodnius no están asociadas con la transmisión de esta enfermedad a los humanos.

Phthiraptera es un orden de insectos ectoparásitos conocidos comúnmente como piojos. Estos pequeños insectos se alimentan principalmente de la sangre de mamíferos y aves, y tienen piernas adaptadas para agarrarse firmemente a los pelos o plumas de sus huéspedes. Hay tres subórdenes principales dentro de Phthiraptera: Anoplura (piojos chupadores de sangre que se encuentran en mamíferos), Mallophaga (piojos masticadores que se alimentan de la piel y las secreciones de aves y mamíferos) e Ischnocera (piojos masticadores que se especializan en alimentarse de las plumas de las aves). Los piojos pueden transmitir enfermedades y causar picazón e irritación en la piel de los humanos y otros animales. Se cree que los piojos evolucionaron a partir de insectos primitivos hace aproximadamente 100 millones de años.

El control de plagas es una práctica de la salud pública y la gestión de instalaciones que se ocupa de la identificación, evaluación, prevención y control de organismos considerados dañinos para la salud humana, los animales domésticos o el medio ambiente. Esto puede incluir plagas como insectos, roedores, ácaros, hongos y plantas invasoras.

El control de plagas se lleva a cabo mediante una variedad de métodos, que incluyen la eliminación mecánica o física de los organismos, el uso de productos químicos para matarlos o repelerlos, y la modificación del hábitat para hacerlo menos atractivo o accesible para ellos.

Es importante que el control de plagas se lleve a cabo de manera segura y eficaz, ya que algunos métodos pueden tener efectos adversos en la salud humana y el medio ambiente. Por lo tanto, es recomendable contratar a profesionales capacitados y certificados para realizar estas tareas.

La prevención es siempre la mejor estrategia en el control de plagas. Esto puede incluir medidas como sellar las grietas y hendiduras en edificios, mantener los alimentos y basura almacenados en recipientes herméticos, eliminar el agua estancada y mantener el césped cortado y las malezas controladas.

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