Tejido blando compuesto principalmente por el diafragma pélvico, que está compuesto por los dos elevadores del ano y los dos músculos coccígeos. El diafragma pélvico está situado justo debajo de la abertura pélvica (orificio de salida) y separa la cavidad pélvica del PERINEO. Éste se extiende entre el HUESO PÚBICO por delante y el COXIS por detras.
Lesión, debilitamiento o prolapso de los músculos pélvicos que rodean los tejidos conectivos o ligamentos (SUELO PÉLVICO).
Descenso anormal del órgano pélvico que resulta en protrusión de los órganos más allá de sus límites anatómicos normales. Los síntomas a menudo incluyen malestar vaginal, DISPAREUNIA, INCONTINENCIA URINARIA DE ESFUERZO, e INCONTINENCIA FECAL.
Desplazamiento hacia abajo del ÚTERO. Se clasifica en diversos grados: en el primer grado el CUELLO UTERINO está dentro del orificio vaginal; en el segundo grado el cuello está fuera del orificio; en el tercer grado todo el útero está fuera del orificio.
Incapacidad de realizar el control voluntario de los esfínteres anales, con paso involuntario de gases y heces.
Emisión involuntaria de orina a causa de un desplazimiento anatómico que ejerce una fuerza que tiende a abrir el orificio vesical, como durante los esfuerzos o al toser. (Dorland, 28a ed)
Región del cuerpo situada entre los genitales y el ANO en la superficie del tronco, y los compartimientos superficiales que se extienden profundamente en esta área que es inferior al DIAFRAGMA PÉLVICO. El área de superficie se encuentra entre la VULVA y el ano en la mujer, y entre el ESCROTO y el ano en el hombre.
Protrusión herniaria del RECTO en la VAGINA.
Incapacidad de controlar el transito de la ORINA.
Examen radiográfico del proceso de defecación luego de la instilación de un MEDIO DE CONTRASTE en el recto.
Afección de tipo HERNIA en la que la debilidad de los músculos pelvianos da lugar a que la VEJIGA URINARIA descienda de su posición normal. El descenso de la vejiga es más frecuente en las mujeres, en las que la vejiga cae hacia la VAGINA, y menos frecuente en los varones, en los que desciende al ESCROTO.
La superficie de una estructura sobre la cual uno se para o camina.
Protrusión de un órgano o de parte de un órgano en un orificio natural o artificial.
Segmento terminal del INTESTINO GRUESO, comenzando en la ampolla del RECTO y terminando en el ano.
Protrusión de la membrana de la mucosa rectal a través del ano. Hay varios grados: incompleto sin desplazamiento del músculo del esfínter anal; completo con desplazamiento del músculo del esfínter anal; completo sin desplazamiento del músculo del esfínter pero con herniación del intestino; e interna completa con intususcepción rectosigmoidea o del recto superior en el recto inferior.
Instrumentos que se colocan en la vagina para sostener el útero o el recto desplazados. Son utilizados en situaciones como el PROLAPSO UTERINO, el CISTOCELE o el RECTOCELE.
Técnica de la terapia de proporcionar el estado de la propia función propia del SISTENA NERVIOSO AUTÓNOMO (por ejemplo, temperatura de la piel, latidos del corazón, ondas cerebrales) como la retroalimentación visual o auditiva, a fin de auto-controlar las afecciones relacionadas (por ejemplo, hipertensión, migrañas).
Incisión de la pared posterior de la vagina y una parte de la vulva para ensanchar el introito vaginal con vistas a facilitar el parto y evitar laceraciones.
Desarrollos patológicos en la región del RECTO, del INTESTINO GRUESO.
Evacuación infrecuente o difícil de las HECES. estos sintomas están asociados a distintas causas como el bajo consumo de FIBRA ALIMENTAR, trastornos emocionales o nerviosas, alteraciones sistémicas o funcionales, agravío inducido por fármacos, e infecciones.
Protusión de tejido, estructura o parte de un órgano a través de los huesos, tejido muscular o membrana que lo contiene normalmente. La hernia puede implicar a tejidos como la PARED ABDOMINAL o el DIAFRAGMA respiratorio. Las hernias pueden ser internas, externas, congénitas o adquiridas.
Proceso normal de eliminación del material fecal del RECTO.
Expulsión del FETO y la PLACENTA bajo el cuidado de un obstetra o un asistente sanitario. El parto obstétrico puede incluir intervenciones físicas, psicológicas, médicas o quirúrgicas.
Leyes mecánicas de la dinámica de los líquidos que se aplican al transporte por la orina.
Tubo que transporta ORINA desde la VEJIGA al exterior del cuerpo, en ambos sexos. También tiene una función reproductiva en el hombre, al proporcionarle un paso para los ESPERMATOZOIDES.
Región inferior de la cavidad bucal propiamente dicha, que no incluye al vestíbulo. Algunas veces se aplica a las estructuras que constituyen el límite inferior de la cavidad bucal, es decir, la superficie inferior de la porción anterior de la lengua y la mucosa que desde la lengua se refleja en la parte interna de la mandíbula. Para otros autores significa los músculos y otras estructuras que ocupan el espacio situado entre la mandíbula y el hueso hioides, principalmente los músculos milohioideos, los cuales representan el límite entre la boca por arriba y el triángulo submaxilar por debajo. (Netter, F.H..Sistema Digestivo 3.1, Conducto Superior 3.1. Barcelona, Salvat, 1991, p.6)
Conducto genital femenino que se extiende desde el ÚTERO a la VULVA (Adaptación del original: Stedman, 25a ed).
Dolor genital recurrente que se da durante, antes o después de las RELACIONES SEXUALES, tanto en el hombre como en la mujer.
Medición de la presión o la tensión de liquidos o gases con un manómetro.
Un régimen o plan de actividades físicas diseñadas y prescrita para objetivos terapéuticos específicos. Su propósito es restaurar la función normal de los trastornos musculoesqueléticos o para reducir el dolor causado por enfermedades o lesiones.
Espacio o compartimiento rodeado por la cintura pélvica (pelvis ósea). Se subdivide en la pelvis mayor y la PELVIS MENOR. La cintura pélvica está formada por los HUESOS PÉLVICOS y el SACRO.
Cirugía realizada en el tracto urinario o sus partes masculino o femenino. Para el caso de cirugías en los genitales masculinos, puede consultarse PROCEDIMIENTOS QUIRURGICOS UROLOGICOS MASCULINOS.
Proceso de generación de imágenes tridimensionales por métodos electrónicos, fotográficos u otros métodos. Por ejemplo, pueden generarse imágenes tridimensionales por montaje de imágenes tomográficas múltiples con el auxilio de un ordenador, mientras que las imágenes fotográficas en 3-D (HOLOGRAFIA) pueden ser hechas por exposición de película al modelo de interferencia creado cuando dos fuentes de luces de laser iluminan un objeto.
Síntoma de hiperactividad del músculo detrusor de la VEJIGA URINARIA que se contrae con una frecuencia y urgencia anormalmente altas. La vejiga hiperactiva se caracteriza por sensación frecuente de necesidad de orinar durante el día, la noche o ambos. Puede acompañarse o no de INCONTIENENCIA URINARIA.
Procesos patológicos del TRACTO URINARIO y aparato reproductor femenino (GENITALES FEMENINOS).
Esfuerzo espiratorio forzado contra la GLOTIS cerrada.
Métodos y procedimientos para el diagnóstico de enfermedades, de la disfunción del tracto urinario o de sus órganos, o la demostración de sus procesos fisiológicos.
Proceso de dar a luz uno o más hijos.
Segmento distal del INTESTINO GRUESO, entre el COLON SIGMOIDE y el CANAL ANAL.
Cantidad de progenie que ha tenido una hembra. Se diferencia de GRAVIDAD que se refiere al número de embarazos independientemente del resultado de los mismos.
Cirugía que se realiza en los genitales femeninos.
Proceso que conduce al acortamiento y/o desarrollo de tensión en el tejido muscular. La contracción muscular ocurre por un mecanismo de deslizamiento de filamentos por el cual los filamentos de actina se deslizan hacia adentro entre los filamentos de miosina.
Aplicación de los dedos, con presión ligera, a la superficie corporal para determinar en el diagnóstico físico la consistencia de las partes que están por debajo; incluye la palpación para determinar el contorno de los órganos.
Evacuación involuntaria de ORINA asociada a un abrupto e intenso deseo de orinar. Suele estar asociada a contracciones involuntarias del músculo detrusor de la vejiga (hiperreflexia o inestabilidad del detrusor).
Problemas médicos asociados al TRABAJO DE PARTO, como la PRESENTACIÓN DE NALGAS, TRABAJO DE PARTO PREMATURO, HEMORRAGIA y otros. Estas complicaciones pueden afectar el bienestar de la madre, al FETO o a ambos.
Heridas dilaceradas.
Medida de las dimensiones y capacidad de la pelvis. Incluye la cefalopelvimetría (medida del tamaño de la cabeza fetal en relación con la capacidad pélvica materna), una guía pronóstica para el manejo del TRABAJO DE PARTO asociado con la desproporción.
Paso de alimentos (en ocasiones en forma de comida de prueba) a través del tracto intestinal medidos en minutos u horas. La velocidad del paso a través del intestino es indicador de la función del intestino delgado.
Estructuras de soporte, fabricadas con materiales naturales o sintéticos, que se implantan por debajo de la URETRA para tratar la INCONTINENCIA URINARIA DE ESFUERZO.
El número de embarazos, completos o incompletos, experimentado por una hembra. Es diferente de la paridad, que es el número de hijos a cargo. (Traducción libre del original: Stedman, 26a ed)
Extracción del feto por medio de instrumentos obstétricos.
Enfoque de la ética centrado en teorias de la importancia de principios generales como el respeto de la autonomia, la beneficencia/no maleficencia y la justicia.
Aplicación de corriente eléctrica en un tratamiento sin la generación de un calor perceptible. Comprende la estimulación eléctrica de nervios o músculos, paso de corriente al interior del cuerpo, o uso de corriente intermitente a baja intensidad para elevar el umbral del dolor de la piel.
Descarga de la ORINA, residuo líquido procesado ​​por el RIÑON, para fuera del cuerpo.
Cualquier material tejido o tricotismo de textura abierta utilizado en cirugía para la reparación, reconstrucción, o sustitución de tejidos. Usualmente, la malla es un tejido sintético constituido por varios polímeros. Ocasionalmente se hace de metal.
Inspección y PALPACIÓN de mamas femeninas, abdomen y GENITALES, así como la obtención de una historia ginecológica. (Traducción libre del original: Dictionary of Obstetrics and Gynecology)
Concepto genérico que refleja interés en modificar y mejorar las condiciones de la vida, e.g. medio ambiente, físico, político, moral y social; la condición general de una vida humana.
Cantidad de fuerza generada por la CONTRACCIÓN MUSCULAR. La fuerza muscular puede medirse durante contracciones isométricas, isotónicas o isocinéticas, manualmente o mediante la utilización de dispositivos tales como el DINAMÓMETRO DE FUERZA MUSCULAR.
Extirpación del útero.
Período del TRABAJO DE PARTO que transcurre desde la completa dilatación del CUELLO UTERINO hasta la expulsión del FETO.

El diafragma pélvico, también conocido como el suelo pélvico, es un músculo en forma de domo que forma el piso de la cavidad pélvica. Se extiende desde el pubis hacia atrás hasta el cóccix y lateralmente hasta los isquiones. El diafragma pélvico tiene varias funciones importantes, incluyendo el apoyo de los órganos pélvicos (vejiga, útero y recto en las mujeres; vejiga y recto en los hombres), la control de la continencia urinaria y fecal, y la participación en el acto sexual. Los músculos del diafragma pélvico se relajan y se abren para permitir la micción, la defecación y el coito, y se contraen para cerrar y sostener los órganos pélvicos en su lugar. La debilidad o daño en el diafragma pélvico puede causar problemas de incontinencia urinaria o fecal, prolapso de órganos pélvicos y disfunción sexual.

Los trastornos del suelo pélvico se refieren a una variedad de condiciones que afectan los músculos, ligamentos y nervios en la parte inferior de la pelvis. Estas estructuras soportan los órganos pélvicos, incluyendo la vejiga, el útero (en las mujeres) y el recto. Los trastornos del suelo pélvico pueden causar problemas con la función urinaria, intestinal y sexual, así como dolor pélvico.

Los trastornos del suelo pélvico más comunes incluyen:

1. Incontinencia urinaria: La pérdida involuntaria de orina. Puede ocurrir durante actividades como toser, estornudar, reír o hacer ejercicio (incontinencia de esfuerzo), o puede ocurrir sin una causa aparente (incontinencia de urgencia).

2. Prolapso pélvico: Cuando los órganos pélvicos se desplazan desde su posición normal y sobresalen hacia el canal vaginal o rectal. Esto puede causar sensaciones de presión o dolor, así como problemas con la función urinaria, intestinal y sexual.

3. Dolor pélvico crónico: Dolor en la parte inferior del abdomen, la pelvis o el área perineal que dura más de seis meses. Puede ser causado por una variedad de factores, incluyendo espasmos musculares, irritación nerviosa y problemas con los órganos pélvicos.

4. Disfunción sexual: Problemas con el deseo, la excitación o el orgasmo que pueden ser causados por una variedad de factores, incluyendo espasmos musculares, irritación nerviosa y problemas con los órganos pélvicos.

5. Fecal incontinence: The involuntary loss of stool or gas. It can be caused by damage to the muscles and nerves that control bowel movements, as well as other health conditions.

Estos problemas pueden ser causados por una variedad de factores, incluyendo el envejecimiento, el parto, la obesidad, el estreñimiento crónico y las cirugías pélvicas previas. El tratamiento puede incluir ejercicios para fortalecer los músculos pélvicos, terapia física, medicamentos, dispositivos médicos y, en algunos casos, cirugía.

El prolapso de órganos pélvicos (POP) es un trastorno en el que los músculos y tejidos que sostienen los órganos pélvicos se debilitan o estiran, lo que causa que uno o más órganos se desplacen de su posición normal dentro de la cavidad pélvica. Este desplazamiento puede hacer que el útero, vejiga, intestino delgado o recto sobresalgan o presionen a través de la abertura vaginal.

Los grados de prolapso varían desde leves (cuando el órgano se ha desplazado ligeramente) hasta graves (cuando el órgano sobresale considerablemente). Los síntomas más comunes incluyen sensación de pesadez o presión en la pelvis, dolor durante las relaciones sexuales, dificultad para orinar o defecar, y protrusión visible de tejidos a través de la abertura vaginal.

El POP es más común en mujeres después de la menopausia, aunque también puede afectar a mujeres más jóvenes, especialmente aquellas que han tenido partos difíciles o cirugías pélvicas previas. El tratamiento puede incluir ejercicios para fortalecer los músculos del suelo pélvico, dispositivos médicos como anillos vaginales o pesarios, y en casos más graves, cirugía para reparar o restaurar los órganos afectados.

El prolapso uterino es una afección en la que los músculos y ligamentos que sostienen el útero se debilitan, lo que hace que el útero descienda o "se caiga" hacia abajo desde su posición normal dentro de la pelvis. Este descenso puede hacer que parte del útero, o en casos graves todo el útero, sobresalga (protruya) a través de la vagina.

El prolapso uterino suele ser causado por el daño o estiramiento de los músculos y ligamentos que sostienen el útero, comúnmente asociado con el parto vaginal, especialmente en caso de partos múltiples o partos difíciles. Otros factores que pueden contribuir al desarrollo de un prolapso uterino incluyen la menopausia, la obesidad, el estreñimiento crónico y las afecciones pulmonares que causan tos persistente.

Los síntomas del prolapso uterino pueden variar desde leves hasta graves e incluyen sensaciones de presión o pesadez en la pelvis, dolor pélvico o abdominal, dificultad para vaciar la vejiga completamente, aumento de la frecuencia urinaria, incontinencia urinaria, dolor durante las relaciones sexuales y, en casos graves, la presencia de tejido uterino que sobresale de la vagina.

El tratamiento del prolapso uterino depende de su gravedad y puede incluir ejercicios para fortalecer los músculos pélvicos, terapia hormonal para ayudar a mantener el tejido vaginal saludable y cirugía para reparar o quitar el útero.

La incontinencia fecal se define como la pérdida involuntaria del control de los gases (flatulencias), líquidos o heces sólidas desde el recto. Puede variar en gravedad, desde la dificultad para retrasar la defecación hasta la incapacidad completa de controlar las evacuaciones intestinales. Esta afección puede causar gran angustia y aislamiento social, por lo que es importante buscar atención médica si se experimentan síntomas. El tratamiento puede incluir cambios en la dieta, ejercicios para fortalecer los músculos del suelo pélvico, medicamentos o, en algunos casos, cirugía.

La incontinencia urinaria de esfuerzo (IUE) es un tipo de incontinencia que ocurre durante actividades que aumentan la presión dentro del abdomen, como toser, estornudar, levantar objetos pesados o hacer ejercicio. Esta afección se produce cuando los músculos que controlan el flujo de orina (esfínter urinario) no pueden contraerse lo suficiente para evitar la pérdida involuntaria de orina. La IUE es más común en mujeres, especialmente después del parto o durante la menopausia, pero también puede afectar a hombres, particularmente aquellos que han tenido cirugía prostática. Los factores de riesgo incluyen el envejecimiento, el sobrepeso u obesidad, y los daños en los músculos y nervios causados por lesiones o cirugías pélvicas previas. El tratamiento puede incluir ejercicios para fortalecer los músculos del suelo pélvico, dispositivos médicos como las almohadillas de compresión o los catéteres, y en algunos casos, cirugía para corregir problemas estructurales.

El perineo es la región anatómica que se encuentra en la parte inferior del tronco, entre el pubis y el coxis, en la zona donde termina la pared abdominal posterior y comienza la musculatura de la región glútea. Se divide en perineo anterior (urogenital) y perineo posterior (anal). Contiene estructuras importantes como los músculos elevadores del ano, los músculos isquiocavernosos y bulbospongiosos, el esfínter uretral y externo del ano, glándulas, vasos sanguíneos y nervios. El perineo desempeña un papel fundamental en la función sexual, miccional y defecatoria.

Un rectocele es un tipo de prolapso de pared pélvica en el que la parte superior del recto, que es el último segmento del intestino grueso, se desplaza hacia adelante y sobresale a través del músculo que forma la parte posterior de la pared vaginal. Esta condición suele ocurrir en mujeres después de la menopausia o como resultado de partos difíciles, cirugías pélvicas previas o aumento de la presión intraabdominal crónica debido a obesidad, estreñimiento severo u tos crónica.

Los síntomas comunes del rectocele incluyen dificultad para evacuar completamente las heces, sensación de pesadez o presión en la parte inferior del abdomen y durante las deposiciones, dolor durante las relaciones sexuales y, a veces, incontinencia fecal. El tratamiento puede incluir cambios en el estilo de vida, como aumentar la ingesta de fibra y líquidos, ejercicios de fortalecimiento del suelo pélvico y evitar el esfuerzo durante las deposiciones. En casos más graves, se pueden considerar opciones quirúrgicas para reparar el prolapso y restaurar la anatomía normal.

La incontinencia urinaria es una pérdida involuntaria o no deseada de orina que puede ocurrir en diversas situaciones, como reír, toser, hacer ejercicio o durante el sueño. Es un síntoma y no una enfermedad en sí misma, lo que significa que puede haber varias causas subyacentes que conduzcan a esta afección.

La incontinencia urinaria se clasifica generalmente en diferentes tipos según sus patrones y factores desencadenantes. Los tipos más comunes incluyen:

1. Incontinencia de esfuerzo: Pérdida de orina durante actividades que aumentan la presión intraabdominal, como toser, estornudar, levantar objetos pesados o hacer ejercicio.
2. Incontinencia de urgencia: Una necesidad repentina e intensa de orinar followed by leakage of urine before making it to the bathroom. This is often associated with conditions like overactive bladder.
3. Incontinencia mixta: A combination of both stress and urge incontinence.
4. Incontinencia overflow: Occurs when the bladder doesn't empty completely, leading to frequent leaks.
5. Incontinencia funcional: When a person has normal bladder control but physical or cognitive impairments prevent them from reaching the bathroom in time.

Treatment for urinary incontinence depends on the underlying cause and severity of symptoms. It can range from behavioral modifications, pelvic floor exercises, medications, to surgical interventions.

La defecografía es un procedimiento de diagnóstico por imágenes que se utiliza para evaluar el funcionamiento del recto y el ano durante la defecación. Implica la introducción de un contraste, generalmente en forma de bario o gelatina hidrosoluble, en el recto a través del ano. Luego, el paciente es invitado a sentarse en un inodoro especial conectado a una máquina de rayos X. Mientras el paciente realiza los movimientos intestinales, la máquina toma imágenes que permiten al médico observar la evacuación del contraste y evaluar si hay problemas anatómicos o funcionales que puedan estar causando síntomas como estreñimiento, incontinencia fecal o dolor abdominal. También se conoce como proctografía dinámica o manometría anorrectal.

Un cistocele es una afección en la cual la vejiga urinaria se desplaza hacia abajo y hacia adelante, hasta penetrar en la pared vaginal. Esta condición suele ocurrir como resultado de un debilitamiento de los músculos y tejidos que sostienen la vejiga en su lugar, y puede ser causada por el parto, la menopausia, el aumento de peso u otras afecciones que ejerzan presión sobre la vejiga.

Los síntomas de un cistocele pueden incluir:

* Fugas de orina involuntarias
* Necesidad frecuente o urgente de orinar
* Dolor o incomodidad durante las relaciones sexuales
* Sensación de pesadez o presión en la pelvis
* Dificultad para vaciar completamente la vejiga

El tratamiento del cistocele puede incluir ejercicios de Kegel para fortalecer los músculos del suelo pélvico, terapia física, dispositivos médicos como anillos vaginales o pesarios, y en algunos casos, cirugía. Es importante buscar atención médica si se experimentan síntomas de cistocele, ya que esta afección puede empeorar con el tiempo y causar complicaciones adicionales.

En términos médicos, los pisos y cubiertas de piso se refieren a las superficies sólidas que cubren el suelo en un entorno clínico o hospitalario. Estos pisos deben diseñarse y construirse con materiales que puedan ser fácilmente desinfectados y mantenidos libres de microorganismos patógenos, como bacterias, virus y hongos.

Los pisos y cubiertas de piso desempeñan un papel importante en la prevención de infecciones, especialmente en áreas donde se pueden producir fugas o derrames de líquidos corporales o químicos. Los materiales utilizados para los pisos y cubiertas de piso deben ser resistentes al desgaste y duraderos, ya que están expuestos a un tráfico pesado y a la exposición regular a equipos médicos y productos de limpieza.

Algunos ejemplos comunes de materiales utilizados para pisos y cubiertas de piso en entornos médicos incluyen el vinilo, el caucho y el concreto pulido. Estos materiales se pueden instalar en diferentes configuraciones, como losetas o planchas sólidas, y a menudo se colocan sobre una capa de aislamiento acústico para reducir el ruido de impacto y mejorar la comodidad del personal que está de pie durante largos períodos.

Es importante que los pisos y cubiertas de piso en entornos médicos se mantengan limpios y secos en todo momento, ya que la humedad y la suciedad pueden crear un ambiente propicio para el crecimiento microbiano. La limpieza regular y el mantenimiento preventivo son esenciales para garantizar que los pisos y cubiertas de piso sigan siendo eficaces en la prevención de infecciones y cumpliendo con los estándares de higiene y seguridad.

El término médico 'prolapso' se refiere a la condición en la cual un órgano o tejido se desplaza desde su posición normal y sobresale a través de la abertura natural de una cavidad corporal. Este desplazamiento generalmente ocurre cuando el tejido de soporte se debilita, estira o daña. Los prolpasos pueden involucrar varios órganos, dependiendo de su ubicación en el cuerpo. Algunos ejemplos comunes de prolpasos incluyen:

1. Prolapso de útero: El útero desciende hacia o más allá de la vagina.
2. Prolapso de vejiga (cistocele): La vejiga sobresale en la vagina, a menudo debido al daño del tejido que la separa de la pared vaginal.
3. Prolapso rectal (rectocele): El recto se desplaza hacia la pared posterior de la vagina, especialmente después de defecar.
4. Prolapso de los músculos del suelo pélvico (descenso genital): Los músculos que forman el suelo pélvico y mantienen los órganos en su lugar se debilitan o estiran, lo que hace que los órganos circundantes desciendan de su posición normal.

Los síntomas del prolapso pueden variar según la gravedad y el tipo de prolapso, pero generalmente incluyen sensaciones de presión o pesadez en la pelvis, dolor durante las relaciones sexuales, dificultad para orinar o defecar, e incluso la aparición de tejido fuera de la abertura vaginal. El tratamiento puede incluir ejercicios de Kegel, dispositivos médicos, terapia física y, en algunos casos, cirugía para reparar el daño y restaurar los órganos a su posición normal.

El canal anal, también conocido como el conducto anal o el canal de Alcock, es la parte final del tracto digestivo que conecta el recto con el exterior del cuerpo. Se trata de un tubo muscular y fibroso que mide aproximadamente 3 a 4 centímetros de largo y tiene forma de un cono invertido.

El canal anal está rodeado por dos capas de músculo, la capa interna o esfínter interno y la capa externa o esfínter externo. El esfínter interno es involuntario y se relaja durante la defecación para permitir que las heces salgan del cuerpo. Por otro lado, el esfínter externo es voluntario y se puede controlar conscientemente para retener o expulsar las heces.

El canal anal también está revestido por una membrana mucosa que secreta moco y ayuda a lubricar la zona durante la defecación. Además, contiene glándulas anales que producen un líquido que ayuda a mantener la humedad en el área y protegerla de infecciones.

Es importante mantener una buena higiene en esta zona para prevenir infecciones y otras complicaciones médicas. Si experimentas dolor, sangrado o cualquier otra anomalía en el canal anal, es recomendable consultar a un médico especialista en gastroenterología o proctología.

El prolapso rectal, también conocido como procidentia recti o rectocele, es una afección médica en la que el recto se desplaza desde su posición normal dentro del cuerpo hasta el canal anal. Esto puede ocurrir cuando los músculos y tejidos que mantienen el recto en su lugar se debilitan o dañan, lo que permite que el recto se extienda o sobresalga a través del ano.

El prolapso rectal puede causar síntomas como dolor, sangrado, secreción de mucosidad, sensación de evacuación incompleta y dificultad para defecar. En algunos casos, el prolapso rectal puede reducirse espontáneamente o con la ayuda de un médico, pero en otros casntos casos puede requerir cirugía para su corrección.

La causa más común del prolapso rectal es el daño a los músculos y tejidos que rodean el recto, lo que puede ocurrir como resultado de partos difíciles, enfermedades inflamatorias intestinales, estreñimiento crónico, cirugía previa en la región pélvica o envejecimiento. El tratamiento del prolapso rectal depende de su gravedad y puede incluir cambios en el estilo de vida, fisioterapia, medicamentos o cirugía.

En la medicina, un pesario es un dispositivo que se introduce en la vagina para sostener la vejiga, el útero o el recto en su posición correcta. Históricamente, los pesarios han sido utilizados como tratamiento para la prolapsos genitales, donde los órganos pélvicos se desplazan fuera de su posición normal. Los pesarios pueden ser hechos de una variedad de materiales, incluyendo metal, goma, silicona o plástico. Pueden ser rígidos o flexibles y vienen en diferentes tamaños y formas para adaptarse a las necesidades individuales de los pacientes. Los pesarios requieren un ajuste cuidadoso para garantizar la comodidad y el éxito del tratamiento. Después del ajuste, se pueden usar durante períodos prolongados, pero también requieren limpieza regulares y controles periódicos con un profesional médico.

La biorretroalimentación psicológica, también conocida como biofeedback, es una técnica en la que se entrena a un individuo para mejorar su salud y bienestar físico y mental mediante el aprendizaje de cómo controlar procesos corporales previamente involuntarios. Esto se logra utilizando equipos electrónicos que proporcionan información en tiempo real sobre las respuestas fisiológicas del cuerpo, como la frecuencia cardíaca, la presión arterial, la temperatura de la piel y la actividad muscular o cerebral.

El proceso implica el uso de sensores colocados en diferentes partes del cuerpo para monitorear las respuestas fisiológicas. Los resultados se muestran al individuo a través de señales visuales o auditivas, como gráficos en una pantalla o pitidos de un tono específico. A medida que el individuo aprende a asociar estas señales con sus propios estados fisiológicos, puede comenzar a desarrollar la capacidad de controlarlos intencionalmente.

La biorretroalimentación psicológica se utiliza en el tratamiento de una variedad de condiciones médicas y psicológicas, como el dolor crónico, la ansiedad, el estrés, los trastornos del sueño, las migrañas, los accidentes cerebrovasculares y las lesiones de la médula espinal. También se ha utilizado en el rendimiento deportivo y en la mejora de la concentración y la relajación.

La efectividad de la biorretroalimentación psicológica varía según el tipo de condición y el individuo, pero generalmente se considera una intervención no invasiva y sin efectos secundarios adversos que puede ser útil como complemento a otros tratamientos médicos o psicológicos.

La episiotomía es un procedimiento quirúrgico que consiste en realizar un corte en el perineo, la zona entre el vaginal y el ano de una mujer, generalmente durante el parto. Este procedimiento se lleva a cabo con el objetivo de ampliar el canal del parto y facilitar la salida del bebé, especialmente si se prevé que el parto será difícil o se está produciendo lentamente.

Existen dos tipos principales de episiotomías: la mediolateral y la medial. La episiotomía mediolateral se realiza en un ángulo de 45 grados con respecto al ano, mientras que la medial se hace directamente hacia atrás, paralela al ano. La elección del tipo de episiotomía dependerá de las preferencias y técnicas del profesional sanitario que atienda el parto.

Tras el procedimiento, es necesario realizar puntos de sutura para cerrar la incisión. Aunque en el pasado era una práctica común durante el parto, hoy en día se realiza con menor frecuencia, ya que estudios han demostrado que, en la mayoría de los casos, no ofrece beneficios significativos y puede aumentar el riesgo de complicaciones, como infecciones, dolor, sangrado excesivo o problemas con las funciones intestinales y urinarias. Por lo tanto, se recomienda que solo se realice cuando sea absolutamente necesario y bajo estricta indicación médica.

Las enfermedades del recto se refieren a un grupo diverso de condiciones que afectan el recto, que es el último segmento del intestino grueso antes del ano. El recto desempeña un papel crucial en la defecación y almacenamiento temporal de heces.

Algunas enfermedades comunes del recto incluyen:

1. Proctitis: Es la inflamación del revestimiento del recto, que puede causar dolor abdominal, diarrea con sangre y una necesidad urgente de defecar. La proctitis puede ser causada por infecciones bacterianas, protozoarias o virales, enfermedades inflamatorias intestinales (EII) como la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn, radioterapia y otras afecciones médicas.

2. Hemorroides: Son venas hinchadas e inflamadas que se encuentran dentro o alrededor del ano y el recto. Las hemorroides pueden ser internas (dentro del recto) o externas (debajo de la piel alrededor del ano). Pueden causar dolor, picazón, sangrado y sensación de ardor en la región anal.

3. Fisura anal: Es una pequeña rotura o desgarro en el revestimiento del canal anal que puede causar dolor intenso, especialmente durante la defecación, y a veces puede sangrar. Las fisuras anales pueden ser causadas por esfuerzo excesivo durante las deposiciones, estreñimiento crónico, diarrea prolongada o enfermedades inflamatorias intestinales.

4. Absceso y fístula anal: Un absceso anal es una acumulación de pus que se forma en el tejido alrededor del ano como resultado de una infección. Una fístula anal es un conducto anormal que se forma entre el interior del ano y la superficie de la piel, a menudo como resultado de un absceso anal no tratado o infectado.

5. Prolapso rectal: Ocurre cuando una parte del revestimiento del recto sobresale a través del ano, especialmente después de defecar. El prolapso rectal puede causar síntomas como dolor, sangrado, secreción y sensación de evacuación incompleta.

6. Cáncer de colon y recto: Los pólipos y lesiones precancerosas en el revestimiento del colon y el recto pueden convertirse en cáncer si no se detectan y tratan a tiempo. El cáncer colorrectal es una de las principales causas de muerte por cáncer en todo el mundo.

El cuidado preventivo y la detección temprana son clave para mantener la salud del colon y el recto. Las recomendaciones generales incluyen:

- Llevar una dieta rica en frutas, verduras, granos enteros y fibra.
- Limitar el consumo de grasas saturadas, carnes rojas y procesadas.
- Hacer ejercicio regularmente.
- No fumar ni beber alcohol en exceso.
- Controlar el peso corporal y mantener un IMC saludable.
- Realizarse pruebas de detección regulares según las recomendaciones de su médico, especialmente a partir de los 50 años o antes si hay antecedentes familiares de cáncer colorrectal.

El estreñimiento es una afección digestiva común en la que una persona tiene dificultad para evacuar las heces (feces) o experimenta evacuaciones intestinales infrecuentes, con heces duras y secas. Aunque la frecuencia intestinal varía de persona a persona, generalmente se considera que una persona está estreñida si tiene menos de tres deposiciones por semana.

El estreñimiento puede ser causado por varios factores, incluyendo una dieta baja en fibra, falta de ejercicio, deshidratación, trastornos médicos subyacentes (como el síndrome del intestino irritable o trastornos hormonales) y el uso de ciertos medicamentos. El estreñimiento también puede ser crónico o agudo, y puede ir acompañado de otros síntomas como hinchazón abdominal, dolor abdominal, náuseas y vómitos.

El tratamiento del estreñimiento suele implicar cambios en el estilo de vida, como aumentar la ingesta de fibra y líquidos, hacer ejercicio regularmente y evitar el uso prolongado de laxantes. En casos más graves, se pueden recetar medicamentos o incluso considerar procedimientos quirúrgicos. Si experimenta síntomas de estreñimiento, es importante buscar atención médica si persisten o empeoran.

Una hernia, en términos médicos, se refiere a la protrusión o salida de un órgano o tejido a través de una abertura o debilidad en el músculo o tejido conectivo que normalmente lo mantiene contenido. Esto crea una protuberancia visible y palpable, especialmente cuando se realiza alguna actividad que aumenta la presión intraabdominal.

Las hernias pueden ocurrir en varias partes del cuerpo, pero las más comunes son las hernias inguinales (que sobresalen a través del canal inguinal en la ingle) y las hernias femorales (que sobresalen a través del canal femoral cerca de la parte superior del muslo interior). Otras localizaciones menos frecuentes incluyen el ombligo, la línea media abdominal y los sitios de cirugías previas.

Los síntomas asociados con las hernias pueden variar desde dolor e incomodidad en la zona afectada, especialmente durante el esfuerzo físico, hasta náuseas, vómitos o estreñimiento si el suministro de sangre al intestino se ve comprometido. En algunos casos, las hernias pueden ser reducibles, lo que significa que el contenido puede empujarse de vuelta a través del orificio con presión manual suave; sin embargo, si no se trata, estas hernias pueden convertirse en irreductibles o encarceladas, donde el contenido queda atrapado fuera y no puede ser devuelto a su posición original. En casos graves, la falta de flujo sanguíneo al tejido encarcelado puede llevar a una condición llamada estrangulación herniaria, lo que requiere atención médica inmediata ya que podría poner en peligro la vida del paciente.

El tratamiento para las hernias generalmente implica cirugía para reparar el tejido dañado y restaurar los órganos a su posición correcta. Existen dos tipos principales de procedimientos quirúrgicos: la laparoscopia y la cirugía abierta. La elección del método dependerá de varios factores, como la gravedad de la hernia, la salud general del paciente y las preferencias personales. Después de la cirugía, se recomienda evitar el levantamiento de objetos pesados y otras actividades extenuantes durante un período de tiempo para permitir que la zona cicatrice correctamente.

La defecación es un proceso natural y fisiológico que involucra la eliminación de los desechos sólidos del cuerpo, conocidos como heces o materia fecal. Estos desechos son el resultado final del procesamiento de los alimentos digeridos y la absorción de nutrientes en el intestino grueso.

El proceso de defecación comienza en el colon, donde el agua y las sales se absorben de los residuos sólidos, lo que lleva a la formación de heces más firmes. Luego, las heces se mueven hacia el recto, que es una parte inferior del intestino grueso. Cuando el recto se llena con suficientes heces, se desencadena un reflejo involuntario que provoca la relajación del esfínter anal interno y la contracción de los músculos abdominales, lo que aumenta la presión en el recto. Esto permite que las heces salgan del cuerpo a través del ano.

La defecación normalmente ocurre durante el día, especialmente después de las comidas, cuando los músculos intestinales se contraen con más fuerza para ayudar a mover las heces hacia abajo. Sin embargo, algunas personas pueden experimentar dificultades para defecar, lo que puede llevar a estreñimiento o incluso a trastornos más graves del tracto gastrointestinal.

El término "parto obstétrico" no existe como una definición médica específica en la práctica obstétrica moderna. Sin embargo, el término "obstetricia" se refiere a la especialidad médica que se ocupa del cuidado y tratamiento de los problemas médicos y quirúrgicos relacionados con el embarazo, el parto y el posparto. Por lo tanto, un "parto obstétrico" podría interpretarse como el proceso médico y de atención de salud en general que rodea al parto.

El parto en sí mismo se refiere al proceso natural por el cual un bebé es expulsado del útero a través del canal del parto (cuello uterino y vagina) hacia el exterior. El parto puede ser dividido en tres etapas: la primera etapa comienza con el inicio del trabajo de parto y termina cuando el cuello uterino está completamente dilatado; la segunda etapa es el momento en que la madre empuja activamente para expulsar al bebé, y finaliza con el nacimiento del bebé; y la tercera etapa es el período desde el nacimiento del bebé hasta la expulsión de la placenta.

En resumen, un "parto obstétrico" podría entenderse como el proceso médico y de atención de salud que rodea al parto en sí, incluyendo el cuidado prenatal, el manejo del trabajo de parto y el parto mismo, así como la atención posparto.

La urodinámica es una prueba diagnóstica que evalúa el funcionamiento del sistema urinario inferior, incluyendo la vejiga y la uretra, al medir los patrones de presión durante el llenado y la vaciación vesical. Esta prueba se utiliza a menudo para diagnosticar y evaluar problemas de control de la vejiga o micción, como la incontinencia urinaria, la retención urinaria y los trastornos de vaciado vesical. Durante el procedimiento, se insertan catéteres en la uretra para medir los niveles de presión mientras se introduce líquido en la vejiga a través del catéter. La prueba puede ayudar a identificar problemas como vejigas hiperactivas o flácidas, obstrucciones uretrales y daños en los músculos o nervios que controlan la micción. Los resultados de la urodinámica pueden ayudar al médico a determinar el tratamiento más apropiado para cada paciente.

La uretra es un conducto muscular y tubular en el sistema urinario que sirve como la vía de eliminación de la orina desde la vejiga urinaria hacia el exterior del cuerpo. En los hombres, la uretra también desempeña un papel en el sistema reproductor, ya que es el canal por el que pasa el semen durante la eyaculación. La uretra se puede dividir en diferentes segmentos: la uretra prostática, membranosa, esponjosa y la uretra navicular (o uretra externa). La anatomía y la longitud de la uretra varían entre hombres y mujeres. En las mujeres, la uretra es mucho más corta, lo que puede aumentar el riesgo de infecciones del tracto urinario.

El "Suelo de la Boca" es un término médico que se refiere a la zona muscular y de tejido blando en la parte inferior de la cavidad oral, justo encima de la lengua. Está compuesto por músculos, glándulas salivales, vasos sanguíneos, nervios y tejido conectivo. El suelo de la boca forma el piso de la cavidad oral y ayuda en funciones como la deglución, el habla y la respiración. También sirve como punto de unión para varios músculos que se insertan en la mandíbula e intervienen en los movimientos de esta. Cualquier condición o trastorno que afecte al suelo de la boca, como inflamaciones, lesiones o tumores, puede causar dolor, dificultad para hablar, comer y beber, y otros síntomas. Por lo tanto, es importante mantener una buena higiene oral y acudir al médico o al dentista en caso de presentar cualquier problema o anomalía en esta zona.

La vagina es un órgano muscular hueco, parte del sistema reproductivo femenino que se extiende desde la abertura vulvar hasta el cuello uterino. Tiene aproximadamente entre 7 a 10 cm de longitud en reposo, pero puede estirarse considerablemente durante el coito o el parto. La vagina desempeña varias funciones importantes: sirve como conducto para la menstruación, el esperma y el feto; también es donde ocurre la mayor parte de la estimulación sexual durante las relaciones sexuales vaginales. Su pH ácido (generalmente entre 3,8 y 4,5) ayuda a proteger contra infecciones. La mucosa que recubre su interior está revestida por pliegues transversales llamados rugae, que permiten el extenso alargamiento y ensanchamiento necesarios durante las relaciones sexuales y el parto.

La dispareunia es un término médico que se refiere a un dolor o malestar intenso en la zona genital durante o después de una relación sexual. Este dolor puede manifestarse en diversas formas, como punzadas, ardor, picazón o incluso desgarro. Puede experimentarla tanto hombres como mujeres, pero es más común en las mujeres.

Existen diferentes tipos de dispareunia, dependiendo de cuándo se produce el dolor:

1. Dispareunia de entrada: El dolor ocurre al iniciar la penetración.
2. Dispareunia profunda: El dolor se siente durante la penetración profunda.
3. Dispareunia tardía: El dolor aparece después del coito y puede durar varias horas o incluso días.

Las causas de la dispareunia pueden ser físicas, como infecciones, sequedad vaginal, endometriosis, fibromas uterinos, cicatrices postoperatorias o enfermedades de transmisión sexual. También pueden ser psicológicas, derivadas de factores emocionales y relacionales, como estrés, ansiedad, depresión, baja autoestima o problemas en la relación de pareja.

El tratamiento de la dispareunia depende de su causa subyacente. Si es de origen físico, puede requerir medicamentos, terapias hormonales o cirugía. Si es psicológica, se pueden utilizar técnicas de relajación, terapia sexual y counseling. En cualquier caso, es importante consultar con un profesional médico para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado.

La manometría es un procedimiento diagnóstico utilizado en medicina que mide la presión dentro de los conductos huecos del cuerpo, como el esófago, el estómago, el intestino delgado y grueso, así como los canales biliares y urinarios. Se utiliza a menudo para evaluar problemas funcionales gastrointestinales, como el reflujo gastroesofágico, la disfunción esfinteriana, los trastornos motores intestinales y el síndrome del intestino irritable.

En una manometría, se introduce un catéter delgado a través de la nariz o la boca hasta el área que necesita ser evaluada. El catéter tiene sensores que miden la presión a diferentes longitudes a lo largo de su superficie. Durante el procedimiento, el paciente puede ser preguntado para realizar ciertas acciones, como tragar o cambiar de posición, mientras se registra la presión. Esta información ayuda a los médicos a evaluar cómo funciona el músculo liso en el área y a diagnosticar cualquier problema.

La manometría es una prueba segura y generalmente bien tolerada por los pacientes. Sin embargo, puede causar algunas molestias leves, como la sensación de náuseas o dolor de garganta después del procedimiento. Los riesgos asociados con la manometría son mínimos, pero pueden incluir sangrado, perforación o infección en raras ocasiones.

La Terapia por Ejercicio, en términos médicos, se refiere a un tipo de intervención terapéutica que utiliza diferentes modalidades de actividad física planificada y controlada con fines curativos, preventivos, rehabilitadores o de promoción de la salud. Está diseñada e implementada por profesionales sanitarios especializados, como fisioterapeutas o terapeutas deportivos, para mejorar, mantener o restaurar las capacidades funcionales y físicas del individuo.

El programa de ejercicios se personaliza según las necesidades, limitaciones y objetivos del paciente, considerando factores como su estado de salud, condición física, historial médico y preferencias personales. Puede incluir una variedad de actividades, desde entrenamiento de fuerza y resistencia hasta ejercicios de flexibilidad y equilibrio, con el propósito de mejorar la resistencia cardiovascular, aumentar la fuerza muscular, promover la movilidad articular, corregir desequilibrios musculares o mejorar la coordinación y el control motor.

La terapia por ejercicio se utiliza ampliamente en diversas poblaciones, desde personas sanas que desean mantener un estilo de vida activo hasta aquellas con patologías crónicas como enfermedades cardiovasculares, respiratorias, neurológicas o metabólicas, así como en pacientes postoperatorios o en procesos de rehabilitación tras una lesión. Su objetivo principal es ayudar al individuo a alcanzar y mantener un nivel óptimo de bienestar físico, funcional e intelectual, reducir el riesgo de complicaciones asociadas a la inactividad física y mejorar su calidad de vida en general.

La pelvis, en anatomía humana, se refiere a la estructura ósea inferior del tronco que se compone de cuatro huesos: el sacro y el cóccix (formados a partir de la fusión de varias vértebras) y los dos iliones (que provienen de los extremos inferiores de los huesos coxales). Estos huesos encajan entre sí para formar una cavidad, la cavidad pelviana, que tiene una función mecánica importante durante el parto y también al soportar el peso del cuerpo en posición erecta. Además, dentro de esta cavidad se encuentran órganos vitales como los intestinos y los órganos reproductores y urinarios.

Los procedimientos quirúrgicos urológicos se refieren a los diferentes tipos de cirugías realizadas en el sistema urinario y los órganos reproductivos masculinos. Estos procedimientos pueden variar desde procesos mínimamente invasivos hasta intervenciones más extensas, y son realizados por urólogos u otros especialistas médicos.

Algunos ejemplos de procedimientos quirúrgicos urológicos incluyen:

1. La cirugía de próstata, como la prostatectomía radical, que se utiliza para tratar el cáncer de próstata.
2. La cirugía renal, como la nefrectomía parcial o total, que se realiza para extirpar tumores o tejido renal dañado.
3. La cirugía de vejiga, como la cistectomía, que se utiliza para tratar el cáncer de vejiga.
4. La cirugía de riñón transplantado, que es necesaria para colocar un riñón donado en un paciente con insuficiencia renal.
5. La cirugía uretral, como la uretroplastia, que se realiza para corregir estrechamientos o lesiones en la uretra.
6. La cirugía de pene, como la circuncisión, que se realiza para extirpar el prepucio del pene.
7. La cirugía de testículos, como la orquiectomía, que se realiza para extirpar un testículo afectado por cáncer o trauma.

Estos procedimientos pueden ser realizados utilizando diferentes técnicas quirúrgicas, incluyendo cirugía abierta, laparoscópica y robótica asistida. La elección de la técnica dependerá del tipo de procedimiento, la gravedad de la afección y las preferencias del paciente y del médico.

La definición médica de 'Imagen Tridimensional' se refiere a una representación gráfica o visual de estructuras anatómicas obtenida mediante técnicas de adquisición y procesamiento de imágenes que permiten obtener una vista en tres dimensiones (3D) de un objeto, órgano o región del cuerpo humano. Estas técnicas incluyen la tomografía computarizada (TC), la resonancia magnética (RM), la ecografía tridimensional y la imagen por resonancia magnética de difusión tensorial (DTI).

La imagen tridimensional se construye a partir de una serie de imágenes bidimensionales adquiridas en diferentes planos o ángulos, que se procesan y combinan mediante algoritmos informáticos específicos para generar una representación volumétrica del objeto de estudio. Esta técnica permite obtener una visión más completa y detallada de la anatomía y la fisiología de los órganos y tejidos, lo que puede ser útil en el diagnóstico y planificación de tratamientos médicos y quirúrgicos.

La imagen tridimensional también se utiliza en investigación biomédica y en la enseñanza de anatomía, ya que permite a los estudiantes y profesionales visualizar y explorar las estructuras corporales con mayor detalle y precisión que las técnicas de imagen bidimensionales.

La vejiga urinaria hiperactiva (VUH) es un trastorno del sistema urinario donde la vejiga se contrae involuntariamente, lo que provoca la necesidad de orinar con frecuencia y urgencia, incluso a veces sin poder controlarlo y orinar pequeñas cantidades. Esto puede ocurrir durante el día o la noche. La American Urological Association define la VUH como "una condición sintomática en la que el individuo sufre de urgencia, frecuencia y/o incontinencia urinaria sin una infección del tracto urinario o alguna otra causa identificable". Aunque los síntomas son incómodos, no suele ser un signo de un problema más grave y puede tratarse eficazmente en la mayoría de los casos.

Las Enfermedades Urogenitales Femeninas se refieren a un grupo diverso de condiciones que afectan el sistema urinario y los órganos reproductivos femeninos. Estas enfermedades pueden variar desde infecciones simples hasta trastornos más complejos que pueden afectar la función normal de estos órganos.

El sistema urogenital femenino incluye los riñones, uréteres, vejiga, útero, trompas de Falopio, ovarios y vagina. Las enfermedades urogenitales femeninas pueden incluir infecciones del tracto urinario, infecciones de transmisión sexual (ITS), cáncer urogenital, trastornos de la vejiga, trastornos menstruales, enfermedades de los ovarios y útero, entre otros.

Algunas de las enfermedades urogenitales femeninas más comunes incluyen la cistitis, la uretritis, la vulvovaginitis, la gonorrea, la clamidia, el virus del papiloma humano (VPH), el cáncer de cuello uterino y la incontinencia urinaria. Los síntomas pueden variar dependiendo de la enfermedad específica, pero algunos síntomas comunes incluyen dolor o ardor al orinar, flujo vaginal anormal, sangrado vaginal anormal, dolor pélvico y dificultad para orinar.

El tratamiento de estas enfermedades dependerá del tipo y la gravedad de la afección. Puede incluir medicamentos, cirugía o terapia hormonal. La prevención es clave en el manejo de muchas de estas enfermedades y puede incluir prácticas sexuales seguras, vacunación, higiene adecuada y detección temprana mediante exámenes médicos regulares.

La maniobra de Valsalva es un procedimiento utilizado en medicina, especialmente en el campo de la cardiología y la neurología. Consiste en realizar una fuerte inspiración seguida de una espiración contra una resistencia cerrando la glotis (la parte posterior de la garganta) o tapándose la nariz y manteniendo la boca cerrada, con el fin de aumentar temporalmente la presión intratorácica y intracraneal.

Esta maniobra se utiliza en diversos contextos clínicos:

1. En el examen físico cardiovascular, la maniobra de Valsalva puede provocar cambios en la frecuencia cardiaca y la presión arterial, lo que ayuda al médico a diagnosticar ciertas condiciones cardíacas, como la insuficiencia valvular aórtica o la estenosis subaórtica.

2. En neurología, se emplea para evaluar el líquido cefalorraquídeo y la función del sistema nervioso central. La maniobra puede desencadenar la síncope vasovagal o mareos al disminuir temporalmente el flujo sanguíneo al cerebro.

3. Durante la toma de muestras de líquido cefalorraquídeo (punción lumbar), la maniobra de Valsalva puede ayudar a identificar posibles fugas de líquido espinal al evaluar los cambios en la presión intracraneal.

4. En otorrinolaringología, se utiliza para evaluar la función del oído medio y la tuba de Eustaquio, especialmente en casos de otitis media con efusión o trompa de Eustaquio funcionalmente cerrada.

5. En fisioterapia y entrenamiento físico, se emplea como una técnica para mejorar la fuerza y la resistencia del suelo pélvico y el control postural durante los ejercicios de Kegel.

Aunque la maniobra de Valsalva es útil en diversas áreas clínicas, también conlleva riesgos potenciales, como aumento de la presión intraocular, disminución del flujo sanguíneo cerebral y posibles daños en las estructuras vasculares. Por lo tanto, se recomienda realizar esta maniobra bajo la supervisión de un profesional de la salud capacitado.

Las Técnicas de Diagnóstico Urológico se refieren a los diversos métodos y procedimientos clínicos utilizados para identificar y evaluar condiciones médicas relacionadas con el sistema urinario y los órganos reproductivos masculinos. Estos incluyen:

1. Examen Físico: Un chequeo general que involucra la inspección y palpación del abdomen, región pélvica y genitales externos para detectar cualquier anomalía o irregularidad.

2. Análisis de Orina: Evaluación microscópica y química de la orina para detectar infecciones, sangre, glucosa, proteínas u otros elementos anormales.

3. Análisis de Sangre: Pruebas de laboratorio en una muestra de sangre que pueden revelar evidencia de enfermedades renales, infecciones o trastornos hormonales.

4. Ecografía: Utiliza ondas sonoras para crear imágenes de los riñones, vejiga e incluso la próstata en hombres. Ayuda a diagnosticar cálculos renales, tumores y otras condiciones.

5. Tomografía Computarizada (TC): Usando rayos X, produce detalladas imágenes transversales del cuerpo que pueden ayudar a identificar problemas en los riñones, vejiga e incluso la próstata.

6. Resonancia Magnética (RM): Utiliza campos magnéticos y ondas de radio para producir imágenes detalladas del interior del cuerpo, especialmente útiles para diagnosticar problemas en los riñones, vejiga e incluso la próstata.

7. Urografía: Es un tipo de radiografía que utiliza un medio de contraste para visualizar las vías urinarias y detectar afecciones como cálculos renales o tumores.

8. Citología Urinaria: Analiza una muestra de orina bajo el microscopio en busca de células anormales que puedan indicar cáncer u otras condiciones.

9. Biopsia Renal: Consiste en extraer una pequeña cantidad de tejido renal para su examen bajo un microscopio, lo que puede ayudar a diagnosticar enfermedades renales y cánceres.

10. Citología de Próstata: Mediante la extracción de células de la glándula prostática mediante una aguja fina, se pueden detectar cambios precancerosos o cancerosos en sus células.

El parto es un proceso fisiológico natural en el que el feto y la placenta se expulsan desde el útero a través del canal del parto, marcando así el final de la gestación. Generalmente, se produce alrededor de las 40 semanas después de la fecundación. El parto se divide en tres etapas principales:

1) La dilatación cervical completa: Durante esta etapa, la cabeza del bebé desciende hacia el canal del parto y el cuello del útero (cérvix) se abre o dilata progresivamente hasta alcanzar los 10 cm de diámetro. Este proceso suele ir acompañado de contracciones uterinas regulares e intensas, que pueden ser espontáneas o inducidas médicamente.

2) El expulsivo o alumbramiento: Tras la completa dilatación cervical, comienzan las contracciones más fuertes y rítmicas, impulsando a la madre a pujar para ayudar a expulsar al bebé. La duración de esta etapa puede variar considerablemente, pero generalmente dura entre 20 minutos y una hora.

3) El alumbramiento de la placenta: Después del nacimiento del bebé, continúan las contracciones uterinas, que ahora servirán para expulsar la placenta, también conocida como "desprendimiento de la placenta". Esta etapa suele durar entre 5 y 30 minutos.

El parto puede ser vaginal o quirúrgico (cesárea), dependiendo de diversos factores como las condiciones médicas de la madre y el feto, la presentación del bebé, y las preferencias y recomendaciones del equipo médico. En un parto vaginal, el bebé sale por la vagina, mientras que en una cesárea, se accede al útero a través de una incisión quirúrgica en el abdomen para extraer al bebé.

El recto, en anatomía humana, es la última porción del intestino grueso (colon) que se curva hacia arriba, luego hacia atrás y hacia abajo para finalmente terminar formando el canal anal, a través del cual las heces son expulsadas del cuerpo. Tiene aproximadamente 12 cm de largo y está ubicado en la pelvis. Su función principal es almacenar las heces antes de la defecación. La pared del recto está compuesta por varias capas de tejido, incluyendo músculo liso que permite su contracción y relajación involuntaria para controlar la evacuación intestinal.

En medicina y particularmente en obstetricia, la paridad se refiere al número de veces que una mujer ha dado a luz a un feto con una edad gestacional de 20 semanas o más, independientemente del resultado del parto (si es un aborto espontáneo, un nacimiento vivo o una muerte fetal).

Es decir, si una mujer ha tenido dos embarazos completos de al menos 20 semanas, se dice que tiene una paridad de 2. La paridad se utiliza como un indicador en el cuidado prenatal y durante el parto para evaluar los posibles riesgos y la historia obstétrica de una mujer.

También existe el término "multiparidad" que describe a las mujeres que han dado a luz más de un feto, y "nulliparidad", que se refiere a aquellas mujeres que no han tenido ningún embarazo completo previo de al menos 20 semanas.

Los procedimientos quirúrgicos ginecológicos se refieren a los diferentes tipos de operaciones y cirugías realizadas en el sistema reproductivo femenino. Esto incluye órganos como el útero, los ovarios, las trompas de Falopio, el cuello uterino y la vagina.

Algunos ejemplos comunes de procedimientos quirúrgicos ginecológicos son:

1. Histerectomía: Es la extirpación quirúrgica total o parcial del útero. Puede ser realizada por diversas razones, como fibromas uterinos grandes, sangrado menstrual abundante, endometriosis severa, cáncer de útero o cuello uterino.

2. Miomectomía: Es la extirpación quirúrgica de uno o más fibromas uterinos sin quitar el útero completo. Se realiza en mujeres que desean preservar su capacidad reproductiva.

3. Ooforectomía: Es la extirpación quirúrgica de uno o ambos ovarios. Puede ser realizada para tratar cánceres ováricos, quistes ováricos grandes y dolorosos, o endometriosis severa.

4. Salpingectomía: Es la extirpación quirúrgica de una o ambas trompas de Falopio. Se realiza a menudo como parte del tratamiento para enfermedades inflamatorias pélvicas crónicas, endometriosis severa o cáncer de trompa de Falopio.

5. Colposcopia: No es una cirugía en sí misma, sino un procedimiento diagnóstico que utiliza un instrumento especial llamado colposcopio para examinar el cuello uterino y la vagina en busca de células anormales. Si se encuentran células anormales, pueden ser tratadas mediante cirugía como una conización o escisión del cuello uterino.

6. Histerectomía: Es la extirpación quirúrgica del útero y, a veces, los ovarios y las trompas de Falopio. Se realiza para tratar diversas condiciones, como cánceres uterinos o ováricos, fibromas uterinos grandes y dolorosos, hemorragias uterinas anormales e infecciones pélvicas recurrentes.

La contracción muscular es el proceso en el que los músculos se acortan y endurecen al contraerse, lo que genera fuerza y produce movimiento. Esta acción es controlada por el sistema nervioso y ocurre cuando las células musculares, conocidas como fibras musculares, se estimulan para que se muevan.

Hay tres tipos principales de contracciones musculares: isotónicas, isométricas y auxotónicas.

1. Las contracciones isotónicas ocurren cuando los músculos se acortan mientras producen fuerza y el objeto que están moviendo cambia de posición. Hay dos tipos de contracciones isotónicas: concéntricas y excéntricas. En una contracción concéntrica, el músculo se acorta y produce movimiento, como cuando levantas una pesa. Por otro lado, en una contracción excéntrica, el músculo se alarga mientras resiste la fuerza, como cuando bajas lentamente la pesa para controlar su descenso.

2. Las contracciones isométricas ocurren cuando los músculos se tensan y producen fuerza sin que haya cambio en la longitud del músculo ni movimiento del objeto. Un ejemplo de esto es empujar contra un objeto inamovible, como una pared.

3. Las contracciones auxotónicas son una combinación de isotónicas y isométricas, en las que el músculo se acorta mientras resiste la fuerza. Un ejemplo de esto es levantar un peso mientras te paras sobre una superficie inestable, como una pelota de equilibrio.

La contracción muscular también puede clasificarse en voluntaria e involuntaria. Las contracciones voluntarias son controladas conscientemente por el cerebro y el sistema nervioso central, mientras que las contracciones involuntarias son automáticas y no requieren control consciente.

La capacidad de los músculos para contraerse y relajarse es fundamental para la movilidad y el funcionamiento adecuado del cuerpo. Las lesiones, enfermedades o trastornos que afectan la contracción muscular pueden causar debilidad, rigidez, dolor y otros síntomas que impacten negativamente en la calidad de vida.

La palpación es un método diagnóstico común en la medicina que implica el tacto suave y deliberado del cuerpo humano con las manos. Se utiliza para examinar las estructuras internas o superficiales, evaluar el estado de los órganos y tejidos, detectar cualquier anomalía o cambio en su tamaño, forma, textura, consistencia, movilidad o sensibilidad.

Durante un examen físico, un médico puede palpar diferentes partes del cuerpo del paciente, como el abdomen, la garganta, los ganglios linfáticos, las mamas, etc. Esto ayuda a detectar signos de enfermedades, lesiones o condiciones médicas, como tumores, inflamación, hinchazón, irregularidades en el ritmo cardíaco o pulmonar y otras afecciones.

La palpación requiere un tacto sensible y experto, ya que la presión ejercida debe ser lo suficientemente ligera como para no causar dolor o daño al paciente, pero lo suficientemente firme como para sentir las estructuras internas. A menudo, se combina con otros métodos de examen, como la inspección visual y la auscultación (escucha) para obtener una evaluación más completa del estado de salud del paciente.

La incontinencia urinaria de urgencia (IUU) es un tipo de incontinencia que se caracteriza por una necesidad repentina e intensa de orinar, acompañada generalmente de la pérdida del control de la vejiga antes de poder llegar al baño. Esta afección puede causar gran angustia y afectar negativamente a la calidad de vida de las personas que la padecen.

La IUU se produce cuando los músculos de la vejiga se contraen inapropiadamente, lo que provoca la necesidad urgente de orinar. En algunos casos, esta contracción puede ocurrir sin ningún estímulo previo, como el llenado de la vejiga. Además, las personas con IUU pueden experimentar frecuentes ganas de orinar, incluso durante la noche (nicturia).

Existen diversos factores que pueden contribuir al desarrollo de la incontinencia urinaria de urgencia, entre los que se incluyen:

- Enfermedades del sistema urinario, como infecciones o inflamación de la vejiga o de la próstata.
- Afecciones neurológicas, como esclerosis múltiple o accidente cerebrovascular.
- Consumo excesivo de líquidos, especialmente aquellos que irritan la vejiga, como el café, el té y las bebidas alcohólicas.
- Obesidad, debido al aumento de presión sobre la vejiga.
- Tabaquismo, ya que puede irritar la vejiga y disminuir la capacidad de almacenamiento de orina.
- Menopausia, debido a los cambios hormonales que ocurren durante este período.
- Determinados medicamentos, como diuréticos, sedantes o antidepresivos.

El tratamiento de la incontinencia urinaria de urgencia dependerá de la causa subyacente y puede incluir cambios en el estilo de vida, terapia conductual, ejercicios de fortalecimiento de los músculos del suelo pélvico, dispositivos médicos y, en algunos casos, cirugía. Es importante consultar a un profesional de la salud para determinar el mejor curso de acción individualizado.

La definición médica de "complicaciones del trabajo de parto" se refiere a cualquier problema de salud o condición médica que surja durante el proceso de dar a luz, y que puede poner en riesgo la salud o la vida de la madre o el bebé. Estas complicaciones pueden variar desde leves hasta graves y pueden ser causadas por diversos factores, como problemas preexistentes de salud en la madre, complicaciones durante el embarazo, o dificultades que surgen durante el trabajo de parto o el parto en sí.

Algunos ejemplos comunes de complicaciones del trabajo de parto incluyen:

* Distocia de hombros: cuando el hombro del bebé se atasca después de que la cabeza haya nacido, lo que puede causar lesiones en el nervio o daño en el brazo del bebé.
* Desprendimiento de placenta: cuando la placenta se separa parcial o completamente de la pared uterina antes del parto, lo que puede privar al bebé de oxígeno y nutrientes vitales.
* Prolapso del cordón umbilical: cuando el cordón umbilical sale por delante del bebé antes de que nazca la cabeza, lo que puede cortar el suministro de oxígeno al bebé.
* Hemorragia posparto: pérdida excesiva de sangre después del parto, lo que puede poner en peligro la vida de la madre.
* Infección materna o neonatal: infecciones que pueden afectar a la madre o al bebé durante el trabajo de parto o el parto.
* Preeclampsia/eclampsia: una complicación grave del embarazo que puede causar presión arterial alta y daño a los órganos vitales, lo que puede ser fatal para la madre y el bebé.

Es importante tener en cuenta que muchas complicaciones del trabajo de parto se pueden prevenir o tratar si se detectan a tiempo. Las mujeres embarazadas deben recibir atención prenatal regular y buscar atención médica inmediata si experimentan síntomas alarmantes durante el embarazo o el trabajo de parto.

Una laceración es un tipo de herida en la piel o los tejidos blandos que se produce cuando hay un desgarro o cortes irregulares en el tejido, a diferencia de una incisión, que es una herida causada por un objeto cortante y suele ser más limpia y regular. Las laceraciones pueden variar en tamaño y gravedad, desde superficiales hasta profundas, y pueden involucrar solo la piel o extenderse a músculos, tendones o incluso huesos.

Las laceraciones suelen ser causadas por traumatismos contusos, como colisiones, caídas o accidentes con objetos contundentes. También pueden deberse a mecanismos de corte, como cortes con cuchillos u otros objetos afilados. El tratamiento de las laceraciones depende de su gravedad y puede incluir desde la limpieza y sutura de la herida hasta el manejo de posibles complicaciones, como infecciones o daño en estructuras internas.

La pelvimetria es una medición antropométrica o radiológica de las dimensiones de la pelvis, generalmente realizada para evaluar el tamaño y la forma de la cavidad pélvica en relación con el parto. La información obtenida de la pelvimetría puede ayudar a determinar si un parto vaginal será posible o si se necesitará una cesárea.

Existen dos tipos principales de pelvimetria: externa y radiológica (interna). La pelvimetria externa implica la medición de los huesos pélvicos mediante palpación o con la ayuda de instrumentos especiales, mientras que la pelvimetria radiológica utiliza radiografías para medir las dimensiones de la cavidad pélvica.

La pelvimetria se ha utilizado históricamente como una herramienta para evaluar el riesgo de distocia durante el parto y determinar la necesidad de intervenciones quirúrgicas, aunque su uso ha disminuido en los últimos años debido al aumento del uso de técnicas de parto sin riesgo y a la menor frecuencia de distocia durante el parto.

El tránsito gastrointestinal (TGI) se refiere al tiempo que tarda el alimento en pasar a través del sistema gastrointestinal, desde la boca hasta el ano. Este proceso comprende la digestión, absorción y eliminación de los nutrientes y residuos. El TGI puede variar significativamente entre las personas y se ve influenciado por varios factores, incluyendo la dieta, la actividad física, el estado hormonal y la motilidad gastrointestinal.

El proceso comienza en la boca, donde los dientes muerden y desmenuzan los alimentos, y las glándulas salivales secretan enzimas que ayudan a descomponer los carbohidratos. Luego, el alimento pasa por el esófago hasta el estómago, donde se mezcla con los ácidos y enzimas gástricas para descomponer las proteínas.

Después de esto, el alimento semi-líquido, llamado quimo, pasa al intestino delgado, donde la mayor parte de la absorción de nutrientes tiene lugar. El intestino delgado contiene glándulas que secretan enzimas y sales biliares para ayudar a descomponer los lípidos, carbohidratos y proteínas en formas más pequeñas que puedan ser absorbidas por el cuerpo.

El alimento parcialmente digerido luego se mueve hacia el intestino grueso, donde el agua y las sales se reabsorben y los residuos no digeridos se convierten en heces. Finalmente, las heces se almacenan en el recto hasta que son expulsadas a través del ano durante la defecación.

El tiempo total de tránsito gastrointestinal puede variar de 24 a 72 horas o más, dependiendo de varios factores. Un TGI acelerado o retardado puede ser un signo de diversas condiciones médicas y requerir una evaluación adicional por parte de un profesional médico.

Un cabestrillo suburetral es un procedimiento quirúrgico que se utiliza para tratar la incontinencia urinaria en hombres. Esta cirugía implica la colocación de una banda o malla sintética alrededor del cuello de la vejiga y la uretra, con el objetivo de proporcionar soporte adicional a estas estructuras y ayudar a prevenir la fuga involuntaria de orina.

La incontinencia urinaria en hombres puede ser causada por varios factores, incluyendo cirugías previas en la próstata o vejiga, lesiones en la médula espinal, envejecimiento, o enfermedades neurológicas. El cabestrillo suburetral es una opción de tratamiento para aquellos hombres que no han respondido a otros tratamientos menos invasivos, como los ejercicios de Kegel o la terapia con medicamentos.

Durante el procedimiento quirúrgico, el cirujano realiza una pequeña incisión en el área pélvica y coloca la malla alrededor del cuello de la vejiga y la uretra. La malla se ajusta suavemente para proporcionar soporte adicional y ayudar a prevenir la fuga involuntaria de orina. El procedimiento generalmente se realiza bajo anestesia general y puede requerir una estadía en el hospital de uno a tres días.

Después de la cirugía, es posible que se necesiten catéteres temporales para drenar la vejiga mientras la zona cicatriza. También pueden ser necesarios medicamentos para aliviar el dolor y prevenir infecciones. La mayoría de los hombres pueden reanudar sus actividades normales dentro de unas pocas semanas después del procedimiento.

Aunque el cabestrillo suburetral es generalmente seguro y efectivo, como con cualquier procedimiento quirúrgico, existen riesgos asociados. Los posibles complicaciones incluyen infección, sangrado, dolor, hinchazón y dificultad para orinar. En raras ocasiones, la malla puede erosionarse o migrar, lo que puede requerir una cirugía adicional para corregir el problema. Antes de someterse a la cirugía, es importante discutir todos los riesgos y beneficios con su médico.

El término médico "Número de Embarazos" se refiere al número total de veces en que una mujer ha estado embarazada, independientemente del resultado final de cada uno de esos embarazos. Esto incluye aquellos embarazos que terminaron en un parto exitoso, aborto espontáneo, interrupción voluntaria del embarazo (IVE), o incluso los embarazos ectópicos (aquellos en los que el embrión se implanta fuera del útero, generalmente en la trompa de Falopio).

Es importante notar que este término es utilizado con frecuencia en contextos clínicos y de investigación, ya que diversas condiciones médicas y obstétricas pueden verse influenciadas por el número de embarazos previos de una mujer. Por ejemplo, algunas afecciones como la incontinencia urinaria o la debilidad pélvica pueden tener una mayor prevalencia en mujeres con un mayor número de embarazos.

La extracción obstétrica es un procedimiento médico en el que se utiliza instrumentación quirúrgica para extraer al feto o placentas durante el parto, cuando el proceso natural no está progresando adecuadamente y pone en riesgo la salud de la madre o el bebé. Existen diferentes tipos de extracciones obstétricas, incluyendo el uso de fórceps y vacío. La decisión de realizar una extracción obstétrica se basa en diversos factores como la presentación fetal anómala, la distocia o el sufrimiento fetal. Este procedimiento debe ser realizado por un profesional médico capacitado y con experiencia en un entorno hospitalario equipado para manejar cualquier complicación que pueda surgir.

La Ética Basada en Principios, también conocida como Principialismo, es un enfoque ampliamente utilizado en la ética médica y bioética. Fue sistematizado por Tom L. Beauchamp y James F. Childress en su libro "Principles of Biomedical Ethics", now in its eighth edition (Principios de Ética Biomédica, ahora en su octava edición).

Este enfoque se basa en cuatro principios éticos fundamentales que se consideran aplicables universalmente y que deben guiar el juicio y la acción en la práctica clínica y de investigación:

1. Autonomía: Respeto a la autonomía o capacidad de autodeterminación de los pacientes, lo que implica respetar sus decisiones libres e informadas sobre su atención médica y permitir su participación activa en el proceso de toma de decisiones.

2. No Maleficencia: Evitar causar daño intencionalmente a los pacientes; esto incluye no solo evitar acciones que puedan dañarlos directamente, sino también considerar los posibles riesgos y efectos adversos de los tratamientos y pruebas propuestas.

3. Beneficencia: Actuar en beneficio del paciente y promover su bienestar; esto implica tomar medidas razonables para prevenir y tratar enfermedades, aliviar síntomas y restaurar la salud, así como también considerar los posibles beneficios de las intervenciones propuestas.

4. Justicia: Distribuir los recursos sanitarios de manera justa y equitativa entre los pacientes y las poblaciones; esto implica tener en cuenta las necesidades, méritos y vulnerabilidades de cada individuo al asignar tratamientos y recursos, así como también considerar cuestiones más amplias relacionadas con la justicia social e intergeneracional.

Estos principios no son jerárquicos y pueden entrar en conflicto en algunas situaciones; por lo tanto, es necesario que los profesionales de la salud los evalúen y ponderen cuidadosamente en cada caso particular, teniendo en cuenta las preferencias y valores del paciente.

La Terapia por Estimulación Eléctrica (TEE) es un tratamiento médico que utiliza corrientes eléctricas para estimular los nervios y músculos del cuerpo. La corriente se administra a través de electrodos colocados sobre la piel o implantados quirúrgicamente dentro del cuerpo.

Existen diferentes tipos de TEE, dependiendo del área del cuerpo y la condición que se esté tratando. Algunos de los usos más comunes incluyen:

1. Estimulación Eléctrica Transcraneal (EET): Se utiliza para tratar diversas afecciones neurológicas y psiquiátricas, como la depresión resistente al tratamiento, el dolor crónico y los trastornos del sueño. La corriente se aplica a través de electrodos colocados en el cuero cabelludo.

2. Estimulación Eléctrica Nerveal (EEN): Se utiliza para aliviar el dolor crónico, especialmente en casos donde otros tratamientos han fallado. La corriente se aplica a través de electrodos implantados cerca del nervio afectado.

3. Estimulación Eléctrica Funcional (EEF): Se utiliza para mejorar la función motora en personas con parálisis cerebral, lesión medular o accidente cerebrovascular. La corriente se aplica a través de electrodos implantados cerca de los músculos afectados.

4. Estimulación Magnética Transcraneal (EMT): Aunque no es estrictamente una terapia por estimulación eléctrica, ya que utiliza campos magnéticos en lugar de corrientes eléctricas, merece ser mencionada aquí. La EMT se utiliza para tratar diversas afecciones neurológicas y psiquiátricas, como la depresión resistente al tratamiento, el trastorno obsesivo-compulsivo y los trastornos del movimiento.

La terapia por estimulación eléctrica está contraindicada en personas con marcapasos cardíacos o otros dispositivos electrónicos implantados, así como en aquellas que padecen epilepsia no controlada o trastornos de la coagulación. Los efectos secundarios más comunes incluyen dolor, entumecimiento, hormigueo y enrojecimiento en el sitio de estimulación. En raras ocasiones, pueden producirse reacciones alérgicas a los electrodos o infecciones en el sitio de implantación.

La micción, también conocida como orinar o hacer pis, es el proceso fisiológico de expulsar la orina acumulada en los riñones a través de la uretra. La orina es un líquido resultante del filtrado de la sangre por los riñones, que eliminan desechos y exceso de líquidos. La micción ayuda a mantener el equilibrio hídrico y electrolítico en el cuerpo. El proceso está controlado por el sistema nervioso, específicamente por los músculos detrusor y esfínter del tracto urinario.

Las mallas quirúrgicas son dispositivos médicos implantables hechos generalmente de materiales no absorbibles como polipropileno, poliéster o ePTFE (expanded PolyTetraFluoroEtilene). Se utilizan en diversas aplicaciones quirúrgicas, especialmente en la cirugía vascular y de la pared abdominal.

En la cirugía vascular, se emplean para reforzar la reparación o reemplazo de vasos sanguíneos debilitados por la aterosclerosis o una lesión. También se usan en procedimientos como el bypass coronario y el tratamiento de los aneurismas.

En cirugía general, las mallas quirúrgicas se utilizan más comúnmente en la reconstrucción herniaria para proporcionar refuerzo a la pared muscular debilitada. Esto ayuda a prevenir la recurrencia de la hernia. La malla puede ser colocada en la vía abierta o laparoscópica, dependiendo del tipo y gravedad de la hernia.

Existen diferentes tipos de mallas quirúrgicas según su forma, tamaño, textura y estructura. Algunas son planas, mientras que otras tienen una estructura tridimensional (como las mallas plegadas o las mallas con perlas). Estas características afectan la integración de la malla en el tejido circundante y su comportamiento mecánico después de la implantación.

Los posibles riesgos asociados con el uso de mallas quirúrgicas incluyen dolor, inflamación, infección, rechazo del cuerpo a la malla (lo que se denomina "fibrosis reactiva"), adherencia a los órganos vecinos y, en raras ocasiones, erosión de la malla a través de la piel.

Un examen ginecológico es un procedimiento realizado por un profesional médico, generalmente un ginecólogo, para examinar y evaluar la salud del sistema reproductivo femenino. Esto incluye los órganos genitales internos (útero, trompas de Falopio y ovarios) y externos (vulva, vagina y cuello uterino).

El examen ginecológico generalmente consta de varias partes:

1. Inspección visual: El médico observa los genitales externos para detectar cualquier signo de infección, irritación o anormalidad.

2. Examen pélvico: Durante este procedimiento, el médico introduce un espéculo (un instrumento de plástico o metal) en la vagina para poder ver el cuello uterino y las paredes vaginales. Esto permite al médico detectar cualquier signo de infección, inflamación o anormalidades, como bultos o úlceras.

3. Examen manual del útero y los ovarios: Después de retirar el espéculo, el médico introduce uno o dos dedos enguantados y lubricados en la vagina mientras presiona suavemente sobre el abdomen con la otra mano. Esto le permite sentir el útero y los ovarios para detectar cualquier anomalía de tamaño, forma o movilidad.

4. Pruebas adicionales: En algunos casos, se pueden realizar pruebas adicionales, como una citología (prueba de Papanicolaou) para detectar células precancerosas en el cuello uterino, o una ecografía para obtener imágenes detalladas de los órganos pélvicos.

La frecuencia con la que se recomienda realizar un examen ginecológico depende de varios factores, como la edad, los antecedentes médicos y los hábitos sexuales. Las guías clínicas suelen recomendar que las mujeres comiencen a hacerse exámenes pélvicos regulares alrededor de los 21 años o cuando sean sexualmente activas, y que continúen haciéndolo una vez al año o cada dos años. Sin embargo, es importante consultar con un proveedor de atención médica para determinar la frecuencia adecuada en función de las necesidades individuales.

La calidad de vida es un concepto amplio y multidimensional que abarca varios aspectos relacionados con la salud, el bienestar y la satisfacción personal. Desde una perspectiva médica, la calidad de vida se refiere a la evaluación global del estado de salud física, mental y social de un individuo, y su capacidad para realizar actividades importantes para él o ella.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la calidad de vida como "el grado en que una persona es capaz de vivir una vida satisfactoria, y alcanzar y mantener un nivel adecuado de salud en el contexto de su entorno social". Esta definición abarca varios dominios importantes, incluyendo:

1. Función física: la capacidad de realizar actividades físicas básicas como caminar, levantarse, agacharse y cargar objetos.
2. Función mental: la capacidad de pensar, recordar, concentrarse y tomar decisiones.
3. Dolor y discapacidad: el grado en que el dolor o la discapacidad limitan las actividades diarias.
4. Salud general: la percepción subjetiva del estado de salud general.
5. Bienestar emocional: la capacidad de experimentar placer, satisfacción y felicidad.
6. Relaciones sociales: la calidad y cantidad de relaciones interpersonales y sociales.
7. Entorno: las condiciones ambientales y sociales en las que una persona vive y trabaja.

La evaluación de la calidad de vida puede ser subjetiva o objetiva, y puede incluir tanto mediciones autoinformadas como observaciones clínicas. La calidad de vida se ha convertido en un aspecto cada vez más importante de la atención médica, ya que los profesionales de la salud reconocen cada vez más la importancia de considerar no solo la duración de la vida, sino también su calidad.

La fuerza muscular, en términos médicos, se refiere a la capacidad máxima de un músculo o grupo de músculos para ejercer una fuerza contra una resistencia externa en una contracción muscular voluntaria. Se mide generalmente en newtons (N) o libras-fuerza (lbf). Es un componente importante de la fuerza, el poder y la resistencia física. La evaluación de la fuerza muscular es común en la práctica clínica y en la investigación para medir el estado funcional, la salud ósea, el riesgo de caídas y lesiones, y la respuesta al entrenamiento de resistencia. También desempeña un papel fundamental en la realización de las actividades diarias e influye en la calidad de vida general.

La histerectomía es un procedimiento quirúrgico en el que el útero (matriz) se extirpa parcial o totalmente. Puede incluir la extracción del cuello uterino y, a veces, los ovarios y las trompas de Falopio. Las razones para realizar una histerectomía varían, pero incluyen cánceres ginecológicos, trastornos menstruales graves, prolapso uterino y fibromas uterinos grandes o recurrentes. También se puede realizar en casos de endometriosis grave, infecciones pélvicas persistentes o como parte del tratamiento para algunos tipos de cáncer. La histerectomía es una intervención quirúrgica mayor y tiene consecuencias importantes, como la incapacidad de quedar embarazada y la necesidad de administración hormonal en caso de extirparse también los ovarios.

El segundo periodo del trabajo de parto, también conocido como fase activa o dilatación completa, es una etapa en el proceso del parto donde la madre experimenta una aceleración en el proceso de dilatación cervical. Comienza cuando el cuello del útero (cérvix) se ha dilatado a 4-5 centímetros y finaliza con la completa dilatación del cuello del útero, generalmente entre 10 cm y 10 cm y medio.

Durante este periodo, las contracciones uterinas se vuelven más intensas, frecuentes e irregulares, alcanzando un intervalo de aproximadamente 2-3 minutos entre cada una y durando entre 45 a 60 segundos. La madre puede experimentar dolor y molestias significativas en esta etapa, lo que podría requerir diferentes métodos de analgesia o anestesia para su manejo.

El segundo periodo del trabajo de parto se caracteriza además por la descenso o "caída" de la presentación fetal (la parte del cuerpo del bebé que está más cerca del cuello uterino) a través del canal del parto, lo cual permite que el bebé ascienda progresivamente en el útero y se alinee con el canal del parto.

Es fundamental un monitoreo constante de la madre y el feto durante este periodo para detectar y tratar a tiempo cualquier complicación que pudiera presentarse, como por ejemplo, una distocia fetal o una desproporción cefalopélvica.

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