La cavidad dentro de la COLUMNA VERTEBRAL a través del cual pasa la MÉDULA ESPINAL.
Estructura larga casi cilíndrica, alojada en el conducto vertebral y que se extiende desde el agujero magno en la base del cráneo hasta la parte superior de la región lumbar. Componente del sistema nervioso central, la médula del adulto tiene un diámetro aproximado de 1 cm y una longitud media de 42 a 45 cm. La médula conduce impulsos desde y hacia el encéfalo, y controla numerosos reflejos. Tiene un núcleo central de sustancia gris formado principalmente por células nerviosas, y está rodeada por tres membranas meníngeas protectoras: duramadre, aracnoides y piamadre. La médula es una prolongación del bulbo raquídeo y termina cerca de la tercera vértebra lumbar. (Diccionario Mosby. 5a ed. Madrid: Harcourt España, 2000, p.795)
Estrechamiento del canal espinal.
Afecciones agudas y crónicas que se caracterizan por compresión mecánica externa de la MÉDULA ESPINAL producidas por neoplasias extramedulares; ABCESOS EPIDURALES; FRACTURAS DE LA COLUMNA VERTEBRAL; deformaciones óseas de los cuerpos cerebrales; y otras afecciones. Las manifestaciones clínicas varían con el sitio anatómico de la lesión y pueden incluir dolor localizado, debilidad, pérdida sensorial, incontinencia e impotencia.
Lesiones penetrantes y no penetrantes de la médula espinal resultantes de fuerzas traumáticas externas (ejemplo, HERIDAS, HERIDAS DE ARMAS DE FUEGO; LESIONES POR LÁTIGO; etc.).
Tres largos canales (anterior, posterior y lateral) del laberinto óseo. Están dispuestos en ángulo recto cada uno con respecto al otro y están situados en posición posterosuperior al vestíbulo del laberinto óseo (LABERINTO VESTIBULAR). Los canales semicirculares tienen cinco aberturas al vestíbulo, una de éstas compartida por los canales anterior y posterior. Dentro de estos canales están los CONDUCTOS SEMICIRCULARES.
Las siete primeras VERTEBRAS de la COLUMNA VERTEBRAL, la cual corresponde a las VERTEBRAS del CUELLO.
Procedimiento quirúrgico destinado a extirpar toda una lámina vertegral seleccionada (laminectomía) o parte de ella (laminotomía) para reducir la presión de la MÉDULA ESPINAL, de las RAÍCES NERVIOSAS ESPINALES o de ambas. La lámina vertebral es la fina pared posterior aplanada del arco vertebral que forma el agujero vertebral a través del cual pasan la médula espinal y las raíces nerviosas.
VERTEBRAS en la región inferior de la ESPALDA por debajo de las VERTEBRAS TORÁCICAS y por encima de la SACRAS VERTEBRAS.
Un grupo de doce VERTEBRAS conectadas a las costillas que apoyan la región superior del tronco.
Conducto estrecho que conduce el sonido captado por el PABELLÓN AURICULAR a la MEMBRANA TIMPÁNICA.
Afecciones que se caracterizan por daños o disfunción de la MÉDULA ESPINAL, entre los que se incluyen trastornos en los que participan las meninges y los espacios perimeníngeos que rodean a la médula espinal. Las lesiones traumáticas, enfermedades vasculares, infecciosas y procesos inflamatorios/autoinmunes pueden afectar a la médula espinal.
Una de una serie de bandas de tejido elástico amarillo (del latín flavum) que se extiende entre las porciones ventrales de las láminas de dos vértebras adyacentes a las cuales está fijada, desde la unión del axis y la tercera vértebra cervical hasta la unión de la quinta vértebra lumbar y el sacro. Contribuyen a mantener o recobrar la posición erecta y sirven para cerrar los espacios entre los arcos. (Dorland, 27th ed)
Procesos patológicos que afectan a la columna vertebral.
Visualización por rayos x de la médula espinal luego de la inyección de medio de contraste en el espacio aracnóideo espinal.
Tumores y cáncer localizados en la columna vertebral.
Intervención quirúrgica para reducir la presión de un compartimiento corporal. (Dorland, 28a ed)
Ruptura de huesos en la columna vertebral.
Actividades preparatorias en el TRATAMIENTO DEL CONDUCTO RADICULAR por extirpación parcial o completa de la pulpa enferma, limpieza y esterilización del canal vacío, aumento y formación (shaping) del canal para recibir el material sellador.
Inmovilización o anquilosis quirúrgica de dos o más vértebras, por fusión de los cuerpos vertebrales con un corto injerto óseo o habitualmente con discectomia o laminectomía.
Neoplasias benignas y malignas que ocurren dentro de la sustancia de la médula espinal (neoplasias intramedulares) o en el espacio entre la dura y la médula espinal (neoplasia extramedular intradural). La mayoría de los tumores espinales intramedulares son neoplasias primarias del SNC incluidos ASTROCITOMA; EPENDIMOMA; y LIPOMA. Las neoplasias intramedulares a menudo están asociados con SIRINGOMIELIA. Los tipos histológicos más frecuentes de tumores intradural-extramedular son MENINGIOMA y NEUROFIBROMA.
Una enfermedad degenerativa de la columna vertebral que puede involucrar cualquier parte de la VÉRTEBRA, DISCO INTERVERTEBRAL; y los tejidos blandos circundantes.
Haces pares de FIBRAS NERVIOSAS que entran y salen en cada segmento de la MÉDULA ESPINAL. Las raíces nerviosas dorsales y ventrales se unen para formar los nervios espinales mixtos de los segmentos. Las raíces dorsales son, generalmente, aferentes formadas por las proyecciones centrales de las células sensoriales de los ganglios espinales (raíz dorsal) y las raíces ventrales eferentes compuestas por los axones de las FIBRAS AUTÓNOMAS PREGANGLIONARES y motoras espinales.
Espacio entre la duramadre y las paredes del canal vertebral.
La parte inferior de la MÉDULA ESPINAL formada por las raíces nerviosas lumbares, sacras y coccígeas.
Columna vertebral o espinal.
Dos extensas bandas fibrosas que corren a lo largo de la columna vertebral. El ligamento longitudinal anterior (ligamentum longitudinales anterius; lacertus medius) interconecta las superficies anteriores de los cuerpos vertebrales; el ligamento longitudinal posterior (ligamentum longitudinale posterius) interconecta las superficies posteriores. La patología clínica más común es la OSIFICACION DEL LIGAMENTO LONGITUDINAL POSTERIOR (Stedman, 25th ed)
Enfermedad que afecta la raíz de un nervio espinal (ver RAÍCES DE NERVIOS ESPINALES) que puede ser ocasionada por compresión relacionada con DESPLAZAMIENTO DEL DISCO INTERVERTEBRAL; LESIONES DE LA MÉDULA ESPINAL; ENFERMEDADES DE LA MÉDULA ESPINAL; y otras afecciones. Las manifestaciones clínicas incluyen dolor radicular, debilidad, y pérdida de la sensibilidad referible a estructuras inervadas por la raíz del nervio afectado.
Método no invasivo para demostrar la anatomía interna basado en el principio de que los núcleos atómicos bajo un campo magnético fuerte absorben pulsos de energía de radiofrecuencia y la emiten como radioondas que pueden reconstruirse en imágenes computarizadas. El concepto incluye las técnicas tomografía del spin del protón.
Región de la espalda incluyendo las VERTEBRAS LUMBARES, el SACRO y las estructuras cercanas.
Enfermedades o lesiones que afectan múltiples RAÍCES DE NERVIOS ESPINALES. La polirradiculitis se refiere a la inflamación de múltiples raíces de nervios espinales.
Grupo de malformaciones congénitas que afectan al tronco cerebral, cerebelo, médula espinal superior y las estructuras óseas que los rodean. El tipo II es el más común y se caracteriza por compresión de la médula y de las amígdalas cerebelares que se encuentran dentro del canal medular cervical superior y MENINGOMIELOCELE asociado. El tipo I tiene características similares, pero con malformaciones menos graves y no tiene asociado meningomielocele. El tipo III tiene las características del tipo II con una hernia adicional de todo el cerebelo a través del defecto óseo que afecta al foramen magnum, formando un ENCEFALOCELE. El tipo IV es una forma de hipoplasia cerebelar. Las manifestaciones clínicas de los tipos I-III incluyen TORTÍCOLIS, opistótonos, CEFALEA, VÉRTIGO, PARÁLISIS DE LAS CUERDAS VOCALES; APNEA, NISTAGMO CONGÉNITO, dificultades de deglución y ATAXIA (Adaptación del original: Menkes, Textbook of Child Neurology, 5th ed, p261; Davis, Textbook of Neuropathology, 2nd ed, pp236-46).
Cinco VERTEBRAS fusionadas que forman una estructura en forma de triángulo en la parte posterior de la PELVIS. Se articula superiormente con las VERTEBRAS LUMBARES, inferiormente con el CÓCCIX, y anteriormente con el ILION de la PELVIS. El sacro fortalece y estabiliza la PELVIS.
DISCO INTERVERTEBRAL en el que el núcleo pulposo protruye a través del fibrocartílago circundante. Esto ocurre con mayor frecuencia en la región lumbar inferior.
Productos químicos utilizados principalmente para desinfectar los canales de la raíz luego de la pulpectomía y antes de la obturación. Los principales son monoclorofenol alcanforado, EDTA, formocresol, peróxido de hidrógeno, metacresilacetato, e hipoclorito de sodio. Los irrigantes del canal de la raíz incluyen también soluciones de enjuague de agua destilada, cloruro de sodio, etc.
La más externa de las tres MENINGES, una membrana fibrosa de tejido conjuntivo que rodea al encéfalo y a la médula espinal.
Espacio del diente rodeado por la dentina que contiene la pulpa dental. La porción de la cavidad situada dentro de la corona del diente es la cámara pulpar; la porción que se encuentra dentro de la raíz es el conducto pulpar o conducto radicular.
Traumatismos que afectan la columna vertebral.
Introducción de agentes terapéuticos en la región de la columna utilizando una aguja y una jeringa.
Tomografía que utiliza transmisión de rayos x y un algoritmo de computador para reconstruir la imagen.
Dispositivos internos utilizados en la osteosíntesis para mantener la posición de la fractura en la alineación apropiada. Al aplicar los principios de la ingeniería biomédica el cirujano utiliza placas metálicas, clavos, barras, etc., para la corrección de defectos esqueléticos.
Desplazamiento hacia adelante de un cuerpo vertebral superior sobre el cuerpo vertebral inferior.
Materiales puestos en el interior de un conducto radicular con el fin de obturarlo o sellarlo. Los materiales pueden ser gutapercha, conos de plata, mezclas de pastas, u otras sustancias.
Treinta y un pares de nervios periféricos formados por la unión de las raíces espinales dorsales y ventrales provenientes de cada segmento de la médula espinal. También se incluyen los plexos de los nervios espinales y las raíces espinales.
Crecimiento excesivo de procesos óseos inmaduros o espolón óseo (OSTEOFITO) de las VERTEBRAS, lo que refleja la presencia de tejido degenerativo y calcificaciones. Ocurre con frecuencia en la ESPONDILOSIS cervical y lumbar.
Procedimiento en el que un anestésico se inyecta directamente en la médula espinal.
Segunda vértebra cervical sobre la que gira el atlas, permitiendo a la cabeza los movimientos de rotación, extensión y flexión. (Diccionario Mosby. 5a ed. Madrid: Harcourt España, 2000, p. 143).
Infección causada por Erysipelothrix rhusiopathiae que está casi totalmente restringida a personas que por su trabajo manejan pescado infectado, mariscos, aves o carne. Existen tres formas de esta afección: una forma ligera localizada que se manifiesta por aumento de volumen local y enrojecimiento de la piel, una forma difusa que puede presentarse con fiebre; y una forma sistémica rara asociada con endocarditis.
Primera vértebra cervical.
Consiste en halar un miembro o una parte de éste. La tracción cutánea (tracción indirecta) se aplica, cuando se requiere una tracción ligera, empleando un vendaje para halar la piel y la fascia. La tracción esquelética (traccion directa), sin embargo, hace uso de pines o cables insertados en los huesos y atados a pesas, poleas y cuerdas.
Calcificación del ligamento longitudinal posterior de la columna vertebral, usualmente a nivel de la columna cervical. A menudo se asocia con hiperostosis anquilosante anterior.
Trastorno autosómico dominante que es la forma más frecuente de enanismo con miembros cortos. Los individuos afectados presentan baja estatura por acortamiento rizomélico de los miembros, tienen una característica facies con frente prominente e hipoplasia de la porción media de la cara, lordosis lumbar exagerada, limitación de la extensión del codo, GENU VARO y mano en tridente. (Traducción libre del original: Online Mendelian Inheritance in Man. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/omim/100800, April 20, 2001)
Segmento terminal del INTESTINO GRUESO, comenzando en la ampolla del RECTO y terminando en el ano.
Pérdida severa o completa de la función motora en las cuatro extremidades que puede originarse por ENFERMEDADES CEREBRALES; ENFERMEDADES DE LA MÉDULA ESPINAL; ENFERMEDADES DEL SISTEMA NERVIOSO PERIFÉRICO; ENFERMEDADES NEUROMUSCULARES; o raramente ENFERMEDADES MUSCULARES. El síndrome "encerrado" se caracteriza por quadriplejía en combinación con parálisis de los músculos craneales. La conciencia se conserva y la única actividad motora voluntaria puede ser movimientos oculares limitados. Esta afección usualmente es producida por una lesión en la parte superior del TRONCO CEREBRAL que afecta a los tractos corticoespinal y corticobulbar descendentes.
Cualquiera de las 23 placas de fibrocartílago que se sitúan entre los cuerpos de las vértebras adyacentes.
Extremo terminal de la raíz de un diente.
Lesión general o inespecífica del cuello. Incluye las lesiones de piel, músculos y otras partes blandas del cuello.
El espacio entre la membrana aracnoides y PIAMADRE, llenos de LÍQUIDO CEFALORRAQUÍDEO. Contiene grandes vasos sanguíneos que irrigan el CEREBRO y la MÉDULA ESPINAL.
Deformidades de la COLUMNA VERTEBRAL caracterizada por una exagerada convexidad de la espina dorsal. La flexión hacia adelante de la región torácica, por lo general es de más de 40 grados. Esta deformidad a veces es llamada postura jorobada.
Neoplasia que se origina en las CÉLULAS DE SCHWANN de los nervios craneales, periféricos y autonómicos. Clínicamente, estos tumores pueden presentarse como una neuropatía craneal, tumor abdominal o de partes blandas, lesiones intracraneales, o con compresión de la médula espinal. Histológicamente, estos tumores son encapsulados, altamente vasculares, y están compuestos por un patrón homogéneo de células bifásicas en forma de huso que pueden tener apariencia de palizada.
Procedimientos para la reparación o estabilización de las fracturas vertebrales, especialmente fracturas por compresión inyectando los CEMENTOS PARA HUESOS en las VÉRTEBRAS fracturadas.
Apreciable desviación lateral de la línea vertical, normalmente recta, del raquis. (Dorland, 28a ed)
Un conjunto de doce huesos curvos que se conectan posteriormente a la columna vertebral, y que terminan, en su porción anterior, en los cartílagos costales. Juntos, forman una jaula protectora alrededor de los órganos torácicos internos.
Estado patológico caracterizado por la pérdida permanente de la relación anatómica entre las superficies articulares de una articulación a menudo con ruptura o desinserción capsuloligamentosa. Es una dislocación que suele tomar el nombre del hueso más distal de la nueva región que ocupa el hueso luxado (infraglenoidea, infracotilidea) o bien de la articulación luxada (del codo, de la cadera). (Diccionario Espasa de Medicina, ed electrónica 2000)
Cavidades longitudinales de la médula espinal, más a menudo en la región cervical, las que pueden extenderse a múltiples niveles espinales. Las cavidades están recubiertas por tejido gliogenoso denso y pueden asociarse a NEOPLASIAS DE LA MÉDULA ESPINAL; lesiones traumáticas de la médula espinal; y malformaciones vasculares. La siringomielia se caracteriza clínicamente por dolor y PARESTESIA, atrofia muscular de las manos, y analgesia con termoanestesia de las manos y brazos, pero con preservación de la sensación táctil (disociación sensorial). También puede desarrollarse espasticidad de las extremidades inferiores e incontinencia.
Dolor agudo o crónico localizado en la región posterior del TÓRAX, REGIÓN LUMBOSACRA o regiones adyacentes.
Compresión mecánica, de causa interna o externa, de los nervios o raíces nerviosas. Ésta puede ser resultado de un bloqueo de la conducción de los impulsos nerviosos (debido a disfunción de la VAINA DE MIELINA) o de pérdida axonal. La lesión del nervio y de la vaina nerviosa puede ser producida por ISQUEMIA; INFLAMACIÓN; o por un efecto mecánico directo.
Migración de un cuerpo extraño desde su localización original a alguna otra locación en el cuerpo.
Cirugía que se realiza en el sistema nervioso o sus partes.
Heridas penetrantes originadas por un objeto puntiagudo.
Tumor que contiene racimos de vasos sanguíneos de paredes delgadas en proliferación; a menudo es doloroso. (Dorland, 28a ed)
Dispositivos especializados utilizados en CIRUGÍA ORTOPÉDICA para reparar fracturas de huesos.
Neoplasias que surgen del tejido nervioso periférico. Incluyen los NEUROFIBROMA, SCHWANNOMA, TUMOR DE CÉLULAS GRANULARES y NEOPLASIAS DE LA VAINA DEL NERVIO (Adaptación del original: DeVita Jr et al., Cancer: Principles and Practice of Oncology, 5th ed, pp1750-1).
Las tres membranas que rodean al ENCÉFALO y la MÉDULA ESPINAL. Son la duramadre, la piamadre y la aracnoides.
Neoplasias localizadas en el espacio entre el PERIOSTIO vertebral y la DURA MADRE que rodea a la MÉDULA ESPINAL. Los tumores en esta localización son con mayor frecuencia de origen metastásico y pueden producir déficits neurológicos por el efecto de la masa sobre la médula espinal o sobre las raíces nerviosas o por interferir con el suministro de sangre a la médula espinal.
Articulación que se encuentra entre las facetas de los procesos articulares interior y superior de las VERTEBRAS adyacentes.
Grupo de trastornos que se caracterizan por degeneración progresiva de las neuronas motoras de la médula espinal lo que genera debilidad y atrofia muscular, usualmente sin evidencias de lesión de los tractos corticoespinales. Entre las enfermedades de esta categoría se incluyen la enfermedad de Werdnig-Hoffmann y las ATROFIAS MUSCULARES ESPINALES DE LA INFANCIA de comienzo tardío, la mayoría de las cuales son hereditarias. La variante que comienza en la edad adulta se conoce como atrofia muscular progresiva.
Articulación donde participan el ATLAS CERVICAL y los huesos del axis.
Cuerpo muerto, usualmente un cuerpo humano.
Neoplasia del SISTEMA NERVIOSO CENTRAL, relativamente común, que procede de las células aracnoideas. La mayoría son tumores vasculares bien diferenciados que crecen lentamente y que tienen un bajo potencial invasivo, aunque existen subtipos malignos. Los meningiomas tienen predilección a originarse en la región parasagital, la convexidad cerebral, el puente esfenoidal, el bulbo olfatorio y el CONDUCTO VERTEBRAL (Adaptación del original: DeVita et al., Cancer: Principles and Practice of Oncology, 5th ed, pp2056-7).
Lesiones de las articulaciones no neoplásicas semejantes a tumores, desarrolladas desde la MEMBRANA SINOVIAL de una articulación a través de la CÁPSULA ARTICULAR dentro de los tejidos periarticulares. Se llenan de LÍQUIDO SINOVIAL con apariencia uniforme y translúcida. Se puede desarrollar un quiste sinovial en cualquier articulación pero lo mas común es que sea en la parte posterior de la rodilla, donde se conoce como QUISTE POPLÍTEO. Lesión nodular, semejante a un tumor, que se produce sobre o dentro de la vaina tendinosa o de la cápsula articular, especialmente en las manos, muñecas o pies. No es un verdadero quiste ya que carece de pared epitelial, y no se comunica con el espacio sinovial que está debajo. La lesión representa una acumulación focal de mucina en la dermis del aspecto dorsal de las falanges distales o, menos a menudo, de otras porciones de las extremidades.
'Enfermedades del Desarrollo Óseo' se refiere a un grupo diverso de trastornos que afectan el crecimiento y desarrollo normal de los huesos, resultando en anomalías estructurales o funcionales.
Evaluación que se hace para medir los resultados o consecuencias del manejo y procedimientos utilizados en la lucha contra la enfermedad con el fin de determinar la eficacia, efectividad, seguridad y viabilidad de estas intervenciones en casos individuales o en series.
Extirpación parcial o total de un DISCO INTERVERTEBRAL. La indicación más común es en los casos de dislocación o hernia discal. Además de la remoción quirúrgica estándar, también puede ser realizada mediante discectomía percutánea (DISCECTOMIA PERCUTÁNEA) o por discectomía laparoscópica, siendo la anterior la más común.
Dolor agudo o crónico en las regiones lumbar o sacra, el cual puede asociarse con ESGUINCES Y DISTENSIONES musculo-ligamentosas, DESPLAZAMIENTO DEL DISCO INTERVERTEBRAL y otras afecciones.
Flujo sanguíneo reducido a la médula espinal que se suministra por la arteria espinal anterior y las arterias espinales posteriores. Esta afección puede asociarse con ARTERIOESCLEROSIS, trauma, émbolos, enfermedades de la aorta, y otras enfermedades. La isquemia prolongada puede llevar al INFARTO del tejido de la médula espinal.
Procedimientos que se usan para tratar y corregir deformaciones, enfermedades y lesiones del SISTEMA MUSCULOESQUELÉTICO, sus articulaciones y estructuras asociadas.

El conducto vertebral es una estructura anatómica que se encuentra en la columna vertebral. Se forma por los agujeros posteriores de cada vértebra, que se alinean para formar un canal a lo largo de la columna.

Este conducto protege la médula espinal y las raíces nerviosas que salen de ella. La pared del conducto vertebral está formada por los cuerpos vertebrales, los arcos vertebrales y los ligamentos que conectan las vértebras.

La integridad estructural del conducto vertebral es importante para la protección de la médula espinal y el correcto funcionamiento del sistema nervioso. Lesiones, enfermedades degenerativas o anomalías congénitas pueden afectar al conducto vertebral y causar diversos problemas de salud, como dolor de espalda, ciática, debilidad muscular o pérdida de sensibilidad.

La médula espinal, en términos médicos, es el cordón largo y delgado de tejido nervioso que se extiende desde el cerebro hacia abajo through la columna vertebral. Es protegida por los huesos de la columna vertebral y contiene millones de neuronas (células nerviosas) que transmiten mensajes entre el cerebro y el resto del cuerpo.

La médula espinal desempeña un papel crucial en la coordinación y control de muchas funciones corporales, incluyendo el movimiento muscular, el sentido del tacto, la temperatura, el dolor y la propiocepción (conciencia del cuerpo sobre su posición y movimiento).

También contiene centros reflejos que pueden generar respuestas rápidas a estímulos sin necesidad de involucrar al cerebro. Además, regula funciones vitales como la respiración, la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Cualquier daño o lesión en la médula espinal puede causar diversos grados de déficits neurológicos y discapacidades.

La estenosis espinal se refiere a un estrechamiento anormal del canal espinal, que es el conducto protegido por las vértebras de la columna vertebral y contiene la médula espinal y los nervios raquídeos. Este estrechamiento puede comprimir la médula espinal o los nervios raquídeos, lo que puede causar diversos síntomas neurológicos dependiendo de la gravedad y la ubicación de la estenosis.

La causa más común de estenosis espinal es el desgaste relacionado con la edad, especialmente en personas mayores de 50 años. Con el tiempo, los discos intervertebrales se desgastan y pierden su altura, lo que hace que las vértebras se acerquen más unas a otras. La artritis también puede causar crecimientos óseos anormales llamados osteofitos, que pueden sobresalir en el canal espinal y reducir su tamaño.

Los síntomas de la estenosis espinal incluyen dolor de espalda, rigidez y entumecimiento, debilidad o hormigueo en las piernas, especialmente al caminar o estar de pie durante períodos prolongados. Algunas personas también pueden experimentar pérdida de control de la vejiga o los intestinos. El tratamiento puede incluir fisioterapia, medicamentos para el dolor y la inflamación, inyecciones epidurales de esteroides y, en algunos casos, cirugía.

La compresión de la médula espinal se refiere a una condición médica en la cual hay presión ejercida sobre la médula espinal, generalmente debido al estrechamiento del canal espinal o por un tumor, un disco herniado u otras estructuras que comprimen la médula. Esta presión puede causar diversos síntomas, como dolor de espalda, entumecimiento, debilidad, problemas de coordinación y en casos graves, parálisis. El tratamiento depende de la causa subyacente y puede incluir medicamentos, fisioterapia, cirugía u otros procedimientos.

Los traumatismos de la médula espinal se definen como lesiones físicas a la columna vertebral que causan daño al tejido de la médula espinal y a los nervios dentro. Estas lesiones pueden ocurrir como resultado de un trauma contundente, como en un accidente automovilístico o una caída, o como resultado de un trauma penetrante, como una herida de bala.

Los síntomas de un traumatismo de la médula espinal pueden variar dependiendo de la gravedad y la ubicación de la lesión. Pueden incluir debilidad o parálisis en alguna parte del cuerpo, pérdida de sensibilidad, espasmos musculares, dificultad para respirar o controlar los intestinos o la vejiga.

El tratamiento inmediato de un traumatismo de la médula espinal es crítico para minimizar el daño y mejorar el resultado final. Por lo general, esto implica la inmovilización de la columna vertebral para evitar más lesiones y la estabilización de la condición general del paciente. La cirugía puede ser necesaria para aliviar la presión sobre la médula espinal o reparar fracturas óseas.

Desafortunadamente, los traumatismos de la médula espinal a menudo conducen a discapacidades permanentes y pueden requerir atención de por vida, como fisioterapia, terapia ocupacional y asistencia para el cuidado personal.

Los canales semicirculares son parte del sistema vestibular en el oído interno y desempeñan un papel importante en el mantenimiento del equilibrio y la detección de movimientos espaciales. Están formados por tres tubos semicirculares llenos de líquido, ubicados en tres planos diferentes (horizontal, superior-anterior y posterior-inferior) dentro del laberinto vestibular.

Cuando la cabeza se mueve, el líquido dentro de estos canales también se mueve, estimulando los receptores sensoriales en sus paredes. Estos receptores envían señales al cerebro sobre la velocidad y dirección del movimiento, lo que ayuda al cuerpo a mantener el equilibrio y orientarse en el espacio.

Los canales semicirculares funcionan junto con otros componentes del sistema vestibular, como el utrículo y el sáculo, para proporcionar información precisa sobre la posición y el movimiento del cuerpo. Las afecciones que dañan los canales semicirculares o el sistema vestibular en general pueden causar vértigo, mareos, inestabilidad y dificultad para mantener el equilibrio.

Las vértebras cervicales se refieren a los siete huesos individuales (denominados C1 a C7) que constituyen la parte superior y más flexible de la columna vertebral, también conocida como el cuello. Cada vértebra cervical tiene un cuerpo vertebral anterior, un arco neural posterior con procesos articulares y transversos, y un agujero espinal a través del cual pasa la médula espinal.

La primera vértebra cervical, conocida como Atlas (C1), es única ya que no tiene cuerpo vertebral; en su lugar, articula directamente con el cráneo para soportar su peso. La segunda vértebra cervical, conocida comoAxis (C2), contiene un proceso odontoides o "diente" que sobresale desde el cuerpo vertebral y se conecta con el Atlas, permitiendo el movimiento de rotación del cuello.

Las vértebras cervicales inferiores (C3-C7) tienen cuerpos vertebrales más grandes y similares, así como agujeros espinales que se hacen más pequeños a medida que desciende la columna. Estos huesos brindan protección a la médula espinal y permiten una amplia gama de movimientos, como flexión, extensión, rotación y inclinación lateral del cuello.

Las vértebras cervicales también presentan discos intervertebrales entre ellas, excepto entre el Atlas y el Axis, que actúan como amortiguadores para absorber los impactos y permitir un movimiento suave. Además, están conectadas por ligamentos y músculos que brindan soporte y facilitan la estabilidad y el movimiento del cuello.

La laminectomía es un procedimiento quirúrgico de la columna vertebral donde se elimina o se extrae parcial o totalmente la lámina, que es la parte posterior y protectora del arco óseo de una vértebra. Esto se realiza generalmente para aliviar la presión sobre la médula espinal o las raíces nerviosas, una condición conocida como estenosis espinal, o para acceder a la duramadre y el midollo espinal en operaciones más complejas. También se puede realizar para tratar hernias discales graves, tumores de columna vertebral o infecciones. La laminectomía puede realizarse en cualquier parte de la columna vertebral, desde el cuello hasta la zona lumbar.

Las vértebras lumbares se refieren a los cinco segmentos vertebrales localizados en la parte inferior de la columna vertebral, entre las vértebras torácicas y el sacro. Estas vértebras son relativamente más grandes y robustas en comparación con otras regiones de la columna, reflejando su función principal en la provisión de estabilidad y soporte para el peso del tronco y la transmisión de fuerzas desde el torso hacia las piernas.

Cada vértebra lumbar consta de un cuerpo vertebral anterior, un arco neural posterior y varios procesos. El cuerpo vertebral es la parte más robusta y proporciona una superficie articular para la unión con las vértebras adyacentes. Los arcos neurales forman los agujeros vertebrales, que alineados crean el canal espinal por donde viajan el midollo espinal y los nervios raquídeos. Finalmente, los procesos (como los processos transversos y spinosos) sirven como puntos de unión para los ligamentos y músculos que estabilizan y movilizan la columna vertebral.

Las vértebras lumbares también presentan una curvatura lordótica, lo que significa que se curvan hacia adentro, formando una concavidad anterior. Esta configuración ayuda a distribuir las fuerzas de compresión y flexión durante el movimiento y las actividades diarias.

Debido a su localización y estructura, las vértebras lumbares son propensas a sufrir lesiones y padecimientos degenerativos como hernias discales, espondilolistesis o artrosis facetaria, entre otros.

Las vértebras torácicas son doce vértebras situadas en la parte media y superior de la columna vertebral, entre las vértebras cervicales y lumbares. Numeradas del T1 al T12, cada vértebra torácica tiene un cuerpo vertebral anterior, un arco neural posterior y varios procesos.

Las características distintivas de las vértebras torácicas incluyen:

1. Cuerpos vertebrales: Son los segmentos más grandes y robustos de cada vértebra. Su forma es ovalada, con el eje mayor orientado verticalmente. Los cuerpos vertebrales de las vértebras torácicas son más anchos que altos y presentan una superficie articular anterior y posterior para la unión con las vértebras adyacentes.

2. Arco neural: Es la parte posterior de cada vértebra, formada por varias partes óseas: el pedículo, el lámina, los procesos articulares superiores e inferiores y los processus spinosi.

- Pedículos: Son segmentos cortos y robustos que conectan el cuerpo vertebral con la lámina.

- Láminas: Se unen a los pedículos para formar el techo del canal espinal, donde se encuentran las meninges y la médula espinal.

- Processus articulares superiores e inferiores: Son pequeñas protuberancias que conectan las láminas y sirven como puntos de unión para los ligamentos y músculos circundantes. También participan en la formación de las articulaciones facetarias entre vértebras adyacentes.

- Processus spinosi: Son extensiones dorsales del arco neural, que se unen para formar una columna ósea central a lo largo de la columna vertebral. Los processus spinosi de las vértebras torácicas son generalmente cortos y bajos, mientras que los de las vértebras lumbares son más largos y prominentes.

- Foramen vertebrale: Es un orificio situado entre el pedículo y la lámina de cada lado del arco neural. A través de este foramen pasan las raíces nerviosas espinales y los vasos sanguíneos que irrigan los tejidos circundantes.

- Foramen intervertebrale: Es el espacio existente entre dos vértebras adyacentes, a través del cual discurre la raíz nerviosa espinal y los vasos sanguíneos correspondientes. Está limitado por los processus articulares superiores e inferiores de las vértebras y el ligamento amarillo, que previene su colapso durante la flexión y extensión de la columna vertebral.

Las vértebras torácicas tienen una forma distintiva, con un cuerpo vertebral más pequeño y plano en comparación con las vértebras lumbares o cervicales. Además, presentan dos apófisis costales a cada lado del cuerpo vertebral, que sirven como puntos de inserción para los músculos intercostales y ayudan a estabilizar la columna vertebral durante la respiración.

Las vértebras torácicas también tienen un proceso espinoso más corto y menos prominente que las vértebras lumbares, lo que les confiere una apariencia generalmente más pequeña y menos robusta. Estas características estructurales se adaptan a la función principal de la columna torácica, que es proporcionar soporte y protección a los órganos internos del tórax, como el corazón y los pulmones.

En resumen, las vértebras torácicas son un componente importante de la columna vertebral, que desempeñan un papel crucial en el soporte y la protección de los órganos internos del tórax. Su estructura única, con un cuerpo vertebral más pequeño, apófisis costales y procesos espinosos menos prominentes, se adapta a las demandas funcionales específicas de la región torácica del cuerpo.

El conducto auditivo externo es la parte del sistema auditivo que se extiende desde el oído externo hasta el tímpano. Es un canal tubular óseo y cartilaginoso que protege y conduce las ondas sonoras hacia el interior del oído. Tiene aproximadamente 2,5 centímetros de largo y su diámetro varía desde unos pocos milímetros en la abertura externa hasta alcanzar los 5 a 10 milímetros en su parte más interna.

Está revestido por piel delgada y pilosa, conteniendo glándulas sebáceas y ceruminosas que secretan cera (cerumen) con el fin de lubricar, limpiar e impedir la entrada de polvo, suciedad u otros cuerpos extraños dañinos. La cera viaja hacia afuera y es expulsada naturalmente, aunque en ocasiones puede acumularse y requerir su extracción para prevenir posibles problemas auditivos.

El conducto auditivo externo presenta una curva en forma de "S" que permite disminuir la velocidad de las ondas sonoras, facilitando así su correcta percepción por parte del oído interno. Además, posee músculos que pueden contraerse para proteger el tímpano y reducir el ruido excesivo en situaciones de alto volumen.

Las enfermedades de la médula espinal se refieren a un grupo diverso de condiciones que afectan la estructura y función de la médula espinal. La médula espinal es una vía crucial de comunicación entre el cerebro y el resto del cuerpo, transmitiendo señales que controlan los movimientos musculares y sensaciones como tacto, temperatura e incluso dolor.

Estas enfermedades pueden ser congénitas (presentes desde el nacimiento) o adquiridas (desarrolladas más tarde en la vida). Pueden resultar de traumatismos, infecciones, tumores, degeneración debido al envejecimiento o trastornos genéticos y autoinmunes.

Algunos ejemplos comunes de enfermedades de la médula espinal incluyen:

1. Mielopatías: Daño a la sustancia blanca de la médula espinal, que contiene fibras nerviosas que transmiten mensajes entre el cerebro y el cuerpo. La esclerosis múltiple es una conocida mielopatía.

2. Radiculopatías: Compresión o irritación de las raíces nerviosas al salir de la médula espinal, a menudo causada por hernias discales o estenosis espinal.

3. Lesiones de la médula espinal: Daño físico a la médula espinal, generalmente resultante de traumatismos graves, como accidentes automovilísticos o deportivos.

4. Enfermedades inflamatorias: Condiciones donde el sistema inmunológico ataca la médula espinal, como la esclerosis múltiple, neuromielitis óptica y síndrome de Guillain-Barré.

5. Infecciones: Incluyen meningitis, abscesos epidurales y mielitis transversa, que pueden dañar la médula espinal directamente o indirectamente a través de la inflamación.

6. Tumores: Crecimientos benignos o malignos dentro o alrededor de la médula espinal pueden comprimirla y causar daño.

7. Enfermedades degenerativas: Condiciones como artrosis y osteoporosis pueden conducir a estenosis espinal, una estrechez del canal raquídeo que comprime la médula espinal.

El tratamiento de las enfermedades de la médula espinal depende de la causa subyacente. Puede incluir medicamentos, fisioterapia, cirugía o terapias de rehabilitación. En algunos casos, el daño a la médula espinal puede ser irreversible, lo que lleva a discapacidades permanentes.

Después de mi investigación, puedo informarte que no existe una estructura anatómica o un concepto médico específico conocido como "ligamento amarillo". Es posible que pueda haber alguna confusión con el término "ligamento amarillento", que se utiliza en patología para describir la coloración amarillenta de los ligamentos en algunas afecciones, como la artrosis séptica o la inflamación crónica. Sin embargo, no hay un ligamento específico que se conozca como el "ligamento amarillo". Si puedes proporcionar más contexto o información sobre dónde has encontrado este término, estaré encantado de seguir investigando para ofrecerte una respuesta más precisa.

Las Enfermedades de la Columna Vertebral se refieren a un grupo diverso de trastornos y condiciones que afectan la columna vertebral, también conocida como la espina dorsal. La columna vertebral es una estructura compleja formada por huesos (vértebras), discos intervertebrales, ligamentos, músculos, nervios y vasos sanguíneos.

Este sistema de soporte y movilidad puede verse afectado por diversas afecciones, que incluyen:

1. Espondilosis: Desgaste natural de los discos intervertebrales con la edad, lo que puede llevar a espolones óseos y estrechamiento del canal espinal.

2. Hernia de Disco: Protrusión o rotura de los discos intervertebrales, causando presión sobre los nervios adyacentes y provocando dolor, entumecimiento o debilidad en un brazo o una pierna.

3. Estenosis Espinal: El estrechamiento del canal espinal, generalmente en la región lumbar (parte baja de la espalda), comprime los nervios y produce dolor, entumecimiento o dificultad para caminar.

4. Escoliosis: Curvatura anormal lateral de la columna vertebral, más comúnmente durante el crecimiento adolescente, aunque también puede presentarse en adultos como resultado del envejecimiento o debilitamiento muscular.

5. Espondilolistesis: Deslizamiento anterior de una vértebra sobre la vértebra inferior adyacente, generalmente en la región lumbar, que puede comprimir los nervios y causar dolor o rigidez.

6. Osteoporosis: Enfermedad sistémica que causa pérdida de densidad ósea y debilitamiento de los huesos, aumentando el riesgo de fracturas vertebrales y otras fracturas óseas.

7. Infecciones Espinales: Pueden ocurrir como resultado de una cirugía espinal, traumatismos o diseminación hematógena desde otra fuente infecciosa, provocando dolor, fiebre y otros síntomas.

8. Tumores Espinales: Crecimientos anormales en la columna vertebral que pueden ser benignos o malignos, comprimiendo los nervios y causando dolor, entumecimiento o debilidad.

9. Esquistosomiasis: Enfermedad parasitaria tropical que afecta el tejido conectivo alrededor de la columna vertebral, produciendo espasmos musculares, dolor y rigidez en la espalda.

10. Dolor Mecánico: Dolor causado por sobrecarga o uso excesivo de los músculos y ligamentos que soportan la columna vertebral, como resultado de malas posturas, levantamiento incorrecto de objetos pesados o actividades repetitivas.

La mielografía es un procedimiento de diagnóstico por imagen que involucra la inyección de un contraste de colorante en el espacio subaracnoideo que rodea la médula espinal. Luego, se toman radiografías o imágenes de resonancia magnética para observar la columna vertebral y el canal raquídeo. Esta prueba se utiliza a menudo para evaluar problemas en los discos intervertebrales, como hernias discales, o estrechamientos del canal espinal (estenosis espinal) que puedan estar causando dolor, debilidad o entumecimiento. Es importante mencionar que, como cualquier procedimiento médico, la mielografía conlleva ciertos riesgos y complicaciones potenciales, por lo que debe ser realizada por un profesional médico calificado y bajo estrictas precauciones.

Las neoplasias de la columna vertebral se refieren a crecimientos anormales y no controlados de tejido en la columna vertebral. Estos tumores pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos). Los tumores benignos raramente se diseminan a otras partes del cuerpo y su crecimiento suele ser más lento, mientras que los tumores malignos pueden invadir los tejidos circundantes y tienen una mayor probabilidad de diseminarse o metastatizar.

Las neoplasias de la columna vertebral se clasifican según su localización anatómica como extradurales (fuera del duramadre, la membrana más externa que rodea la médula espinal), intradurales-extramedulares (entre las meninges o membranas que rodean la médula espinal pero fuera de la sustancia gris y blanca de la médula espinal) e intramedulares (dentro de la sustancia gris y blanca de la médula espinal).

Los síntomas varían dependiendo de la localización y el tipo del tumor, pero pueden incluir dolor de espalda, debilidad muscular, rigidez, pérdida de sensibilidad, problemas de control de esfínteres o parálisis. El tratamiento puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia o una combinación de estos. La elección del tratamiento depende del tipo y la etapa del tumor, la edad y el estado de salud general del paciente.

La descompresión quirúrgica es un procedimiento médico que se utiliza para aliviar la presión sobre los tejidos, nervios o vasos sanguíneos comprimidos en el cuerpo. Esta situación de presión excesiva puede ser causada por diversas afecciones, como hernias discales, tumores, inflamaciones o infecciones.

En el caso de una hernia discal, por ejemplo, el disco intervertebral sobresale y comprime la raíz nerviosa adyacente, lo que provoca dolor, entumecimiento o debilidad en un área específica del cuerpo. La descompresión quirúrgica en esta situación implica la extracción parcial o total del disco herniado para liberar la presión sobre el nervio afectado.

Otros ejemplos de descompresión quirúrgica incluyen la craneotomía decompressiva utilizada en el tratamiento de tumores cerebrales o hemorragias subaracnoideas, donde se abre el cráneo para aliviar la presión intracraneal y facilitar la cirugía del tumor o la reparación de vasos sanguíneos dañados.

En resumen, la descompresión quirúrgica es una intervención médica que tiene como objetivo reducir la presión sobre tejidos u órganos afectados por diversas patologías, con el fin de mejorar los síntomas y preservar o restaurar la función normal.

Las fracturas de la columna vertebral se refieren a una rotura o quebradura en uno o más huesos de la columna vertebral. Estas lesiones pueden variar desde fracturas simples hasta condiciones graves y potencialmente discapacitantes, como las fracturas complejas o las fracturas vertebrales por compresión.

Las causas más comunes de las fracturas de la columna vertebral son lesiones traumáticas, como caídas, accidentes automovilísticos o deportivos. También pueden ser el resultado de afecciones médicas subyacentes que debilitan los huesos, como la osteoporosis, cáncer metastásico o enfermedades genéticas que afectan la integridad ósea.

Los síntomas asociados con las fracturas de la columna vertebral pueden incluir dolor de espalda agudo o sordo, rigidez, disminución de la altura corporal, pérdida de movilidad y, en casos graves, debilidad o parálisis de las extremidades inferiores. El tratamiento depende de la gravedad y la ubicación de la fractura, pero puede incluir inmovilización con un corsé ortopédico, cirugía para estabilizar la columna vertebral o terapias de rehabilitación para ayudar a restaurar la función.

Es importante buscar atención médica inmediata si se sospecha una fractura de la columna vertebral, ya que el diagnóstado y tratamiento tempranos pueden ayudar a prevenir complicaciones graves y promover una mejor recuperación.

La preparación del conducto radicular, también conocida como limpieza y formación del conducto o terapia endodóntica, es un procedimiento dental que involucra la eliminación de tejido pulpar necrótico, bacterias y sus byproducts del sistema de conductos radiculares de los dientes. Esto se realiza con el objetivo de prevenir o tratar infecciones y permitir la posterior obturación del espacio desinfectado con un material biocompatible, como gutapercha y cemento endodóntico. La preparación del conducto radicular es un paso crucial en el tratamiento de conductos radiculares y requiere habilidades técnicas avanzadas y conocimientos especializados para garantizar su éxito.

La fusión vertebral es un procedimiento quirúrgico ortopédico en el que se une permanentemente uno o más discos intervertebrales y los huesos adyacentes (vértebras) en la columna vertebral. Esto se hace generalmente para aliviar el dolor de espalda crónico, corregir una deformidad como la escoliosis o estabilizar la columna vertebral después de una lesión o cirugía previa. Durante la fusión, los discos dañados o desgastados y las vértebras circundantes se eliminan parcial o totalmente. Luego, se inserta un injerto óseo en el espacio vacío para promover el crecimiento de nuevo hueso. A medida que este nuevo hueso crece, une los dos extremos de la vértebra fusionándolos permanentemente. A veces, se utilizan dispositivos médicos adicionales, como tornillos, barras y cables, para mantener la alineación adecuada y estabilizar la columna vertebral mientras se produce la fusión.

Las neoplasias de la médula espinal se refieren a tumores que se originan en la médula espinal o en las meninges (las membranas que recubren la médula espinal). Estos tumores pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos). Los tumores benignos raramente suelen ser mortales, pero pueden causar problemas significativos en la función neurológica debido al crecimiento del tejido que comprime la médula espinal. Por otro lado, los tumores malignos tienden a crecer más rápidamente y suelen invadir estructuras adyacentes, lo que puede provocar daños graves e incluso la muerte.

Las neoplasias de la médula espinal se clasifican en dos categorías principales: extramedulares y intramedulares. Los tumores extramedulares se desarrollan fuera de la médula espinal, en las meninges o en los nervios que salen de la columna vertebral. Los tumores intramedulares se originan directamente en la médula espinal y pueden ser primarios (originados en la médula espinal) o secundarios (extensión de un cáncer desde otra parte del cuerpo).

Los síntomas más comunes de las neoplasias de la médula espinal incluyen dolor de espalda, debilidad muscular, pérdida de sensibilidad, problemas de coordinación y veces parálisis. El tratamiento depende del tipo y localización del tumor, así como de su grado de malignidad. Puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia o una combinación de estos enfoques.

La espondilosis, también conocida como degeneración espinal o artrosis espinal, es un término genérico que se utiliza para describir los cambios degenerativos en la columna vertebral que ocurren con la edad. A medida que las personas envejecen, los discos intervertebrales, que actúan como amortiguadores entre las vértebras, pueden secarse y encogerse, lo que hace que las vértebras se acerquen más unas a otras. Esto puede conducir a la formación de espolones óseos o ostecartilaginosos en los bordes de las vértebras como una respuesta del cuerpo para brindar soporte adicional y estabilidad.

La espondilosis a menudo afecta a las regiones cervical (cuello) y lumbar (parte inferior de la espalda) de la columna vertebral, donde existe una mayor movilidad y flexibilidad. Los síntomas pueden variar, pero generalmente incluyen dolor de espalda o cuello, rigidez, entumecimiento u hormigueo en las extremidades, y debilidad muscular. En casos graves, la espondilosis puede comprimir los nervios raquídeos o la médula espinal, lo que podría provocar dolor irradiado, pérdida de reflejos, parálisis o problemas de vejiga e intestinos.

El tratamiento de la espondilosis depende de la gravedad de los síntomas y puede incluir medicamentos para aliviar el dolor y la inflamación, fisioterapia, ejercicios de bajo impacto, inyecciones epidurales de corticosteroides y, en casos raros, cirugía. La prevención y el manejo temprano de los factores de riesgo, como mantener un peso saludable, practicar una buena postura y realizar ejercicios regulares, pueden ayudar a reducir la progresión de la enfermedad y mejorar los resultados generales.

Las raíces nerviosas espinales, también conocidas como radículas, se refieren a los fascículos de fibras nerviosas que emergen desde el lado anterior (ventral) de la médula espinal. Cada raíz nerviosa espinal está formada por axones de neuronas que transportan señales entre el sistema nervioso central y el resto del cuerpo.

Las raíces nerviosas espinales se agrupan en pares, cada par correspondiendo a un nivel específico de la columna vertebral. Cada par está compuesto por una raíz anterior (motora) y una raíz posterior (sensitiva). La raíz anterior contiene axones que se originan en los núcleos motorios de la médula espinal y llevan señales hacia los músculos efectores. Por otro lado, la raíz posterior está formada por axones procedentes de las neuronas pseudounipolares del ganglio raquídeo adyacente, responsables de transmitir información sensorial desde la piel, músculos y articulaciones hacia el sistema nervioso central.

Las raíces nerviosas espinales se unen para formar los nervios espinales, que salen del conducto vertebral a través de los forámenes intervertebrales y llevan señales a y desde diferentes regiones del cuerpo. Los problemas en las raíces nerviosas espinales pueden causar diversos síntomas neurológicos, como dolor, entumecimiento, debilidad muscular o pérdida de reflejos, dependiendo del nivel y la gravedad del daño.

El espacio epidural, en términos médicos, se refiere al área situada entre la duramadre (la membrana externa más interna que rodea el sistema nervioso central) y el tejido conectivo fibroso que forma el revestimiento de la columna vertebral. Este espacio contiene grasa, vasos sanguíneos y nervios raquídeos. Es un espacio potencialmente utilizable para procedimientos médicos como anestesia epidural o inyecciones epidurales de esteroides, ya que los medicamentos administrados en este espacio pueden difundirse a lo largo del canal espinal y aliviar el dolor en áreas amplias del cuerpo.

La cauda equina es un grupo de nervios sacros y coccígeos que se encuentran en la parte inferior de la médula espinal dentro del canal raquídeo. Estos nervios proveen función motora y sensorial a las áreas inferiores del cuerpo, incluyendo los músculos de la pelvis y los miembros inferiores, así como también a las áreas genitales y anal. La cauda equina es llamada así debido a su apariencia similar a una cola de caballo (en latín, "cauda equina" significa "cola de caballo"). Dañar o comprimir estos nervios puede causar diversos síntomas, como dolor, entumecimiento, debilidad o pérdida del control de la vejiga e intestinos. Las causas comunes de daño a la cauda equina incluyen hernias discales, tumores, infecciones y lesiones traumáticas.

La columna vertebral, también conocida como la espina dorsal, es una estructura compleja y vital en el cuerpo humano. Se trata de una serie de huesos llamados vértebras que se apilan uno sobre otro formando una columna, con discos intervertebrales entre ellas que actúan como amortiguadores.

La columna vertebral tiene varias curvas naturales que le proporcionan fuerza y flexibilidad, permitiéndonos mantener el equilibrio, caminar erguidos y realizar una gran variedad de movimientos. Además, protege la médula espinal, el haz de nervios que transmite mensajes entre el cerebro y el resto del cuerpo.

Está dividida en cinco regiones: cervical, torácica, lumbar, sacra e ilíaca. Cada región desempeña funciones específicas y se adapta a las demandas de cada parte del cuerpo. Por ejemplo, la región cervical es más móvil para permitir el movimiento de la cabeza, mientras que la región lumbar soporta gran parte del peso del torso.

La salud de la columna vertebral es crucial para nuestra calidad de vida, ya que problemas en esta área pueden derivar en dolores de espalda, limitaciones de movimiento e incluso afectar órganos internos si se daña la médula espinal. Por lo tanto, mantener una buena postura, realizar ejercicios regularmente y evitar sobrecargas son medidas preventivas importantes para preservar su correcto funcionamiento.

Los ligamentos longitudinales, en términos médicos, se refieren a un par de ligamentos largos y estrechos que se encuentran en la cara anterior y posterior de la columna vertebral. Estos ligamentos corren verticalmente a lo largo de toda la longitud de la columna vertebral y desempeñan un papel importante en la estabilidad estructural de la columna.

El ligamento longitudinal anterior, ubicado en la parte anterior de la columna, se conecta directamente con los cuerpos vertebrales de cada vértebra. Por otro lado, el ligamento longitudinal posterior, se encuentra en la parte posterior de la columna y se conecta con las láminas de cada vértebra.

Estos ligamentos ayudan a limitar la flexión y extensión excesivas de la columna vertebral, proporcionando así una mayor protección a la médula espinal que se encuentra dentro de la columna. Además, también ayudan a mantener la altura y el espacio entre las vértebras, permitiendo el paso de los nervios y los vasos sanguíneos a través del canal espinal.

La radiculopatía es un término médico que se utiliza para describir la irritación y/o lesión de las raíces nerviosas espinales. Estas raíces nerviosas salen de la columna vertebral y llevan señales desde el sistema nervioso central al resto del cuerpo. Cuando se dañan, pueden causar una variedad de síntomas, dependiendo de dónde se encuentre la lesión.

Los síntomas más comunes de la radiculopatía incluyen dolor intenso, entumecimiento, hormigueo o debilidad en los brazos o las piernas. El dolor a menudo se describe como agudo y punzante, y puede empeorar con ciertas posiciones o movimientos. La radiculopatía cervical (que afecta al cuello) puede causar dolor, entumecimiento o debilidad en el brazo o la mano, mientras que la radiculopatía lumbar (que afecta a la parte baja de la espalda) puede causar dolor, entumecimiento o debilidad en la pierna o el pie.

La radiculopatía puede ser causada por una variedad de factores, incluyendo hernias discales, estenosis espinal, espondilolistesis, osteoartritis y traumatismos. El tratamiento dependerá de la causa subyacente y puede incluir fisioterapia, medicamentos para aliviar el dolor, inyecciones de esteroides o, en casos graves, cirugía.

La Imagen por Resonancia Magnética (IRM) es una técnica de diagnóstico médico no invasiva que utiliza un campo magnético potente, radiaciones ionizantes no dañinas y ondas de radio para crear imágenes detalladas de las estructuras internas del cuerpo. Este procedimiento médico permite obtener vistas en diferentes planos y con excelente contraste entre los tejidos blandos, lo que facilita la identificación de tumores y otras lesiones.

Durante un examen de IRM, el paciente se introduce en un túnel o tubo grande y estrecho donde se encuentra con un potente campo magnético. Las ondas de radio se envían a través del cuerpo, provocando que los átomos de hidrógeno presentes en las células humanas emitan señales de radiofrecuencia. Estas señales son captadas por antenas especializadas y procesadas por un ordenador para generar imágenes detalladas de los tejidos internos.

La IRM se utiliza ampliamente en la práctica clínica para evaluar diversas condiciones médicas, como enfermedades del cerebro y la columna vertebral, trastornos musculoesqueléticos, enfermedades cardiovasculares, tumores y cánceres, entre otras afecciones. Es una herramienta valiosa para el diagnóstico, planificación del tratamiento y seguimiento de la evolución de las enfermedades.

La región lumbosacra es un término médico que se refiere a la parte inferior de la espalda, justo por encima del coxis o hueso sacro. Esta área está compuesta por cinco vértebras lumbar (L1-L5) y el sacro, que es un hueso triangular grande formado por la fusión de varias vértebras sacras. La función principal de esta región es soportar el peso del cuerpo y permitir el movimiento de flexión, extensión e inclinación lateral de la columna vertebral. También alberga importantes estructuras nerviosas, como los nervios lumbares y sacros, que suministran inervación a las piernas y los órganos pélvicos.

La polirradiculopatía es un término médico que se refiere a una afección en la cual hay una inflamación e irritación en múltiples (poli-) raíces nerviosas (-radiculo-) que salen de la médula espinal. Las raíces nerviosas son los extremos finales de los nervios que transmiten señales entre el cerebro y el cuerpo.

La polirradiculopatía puede causar diversos síntomas, dependiendo de las áreas del cuerpo afectadas por la inflamación. Los síntomas más comunes incluyen debilidad muscular, entumecimiento, hormigueo y dolor en las extremidades, como los brazos o las piernas. Estos síntomas pueden empeorar gradualmente con el tiempo y pueden afectar ambos lados del cuerpo.

La polirradiculopatía puede ser causada por diversas afecciones médicas, incluyendo infecciones virales o bacterianas, trastornos autoinmunes como la artritis reumatoide o el lupus eritematoso sistémico, y ciertos tipos de cáncer. En algunos casos, la causa de la polirradiculopatía puede ser desconocida.

El tratamiento de la polirradiculopatía depende de la causa subyacente. Por lo general, se incluyen medicamentos para reducir la inflamación y aliviar el dolor, fisioterapia y, en algunos casos, cirugía. El pronóstico varía según la gravedad de la afección y la causa subyacente.

La Malformación de Arnold-Chiari, también conocida como Síndrome de Chiari o Malformación de Chiari I, es un trastorno estructural del cerebelo y la médula espinal. En esta afección, parte del cerebelo y el tronco del encéfalo descienden hacia la cavidad superior del canal raquídeo, en la parte posterior del cráneo. Esto puede ejercer presión sobre el cerebro y el tronco encefálico e interferir con los fluidos que rodean y protegen al cerebro y la médula espinal.

Existen varios tipos de malformaciones de Chiari, siendo la Malformación de Chiari I la más común. La Malformación de Arnold-Chiari se caracteriza por el desplazamiento herniario del vermis cerebeloso y/o los lóbulos inferiores cerebelosos a través del foramen magnum, que es el orificio entre el cráneo y la columna vertebral donde pasa la médula espinal.

Esta malformación puede causar una variedad de síntomas, como dolores de cabeza, problemas de equilibrio y coordinación, dificultades para tragar, entumecimiento o debilidad en las extremidades, mareos, visión doble y, en casos graves, parálisis. El tratamiento puede incluir medidas conservadoras, como el uso de analgésicos y fisioterapia, pero en algunos casos puede requerir una intervención quirúrgica para aliviar la presión sobre el cerebro y la médula espinal.

El sacro es una parte triangular importante del esqueleto axial en el ser humano y otros animales vertebrados. Se encuentra en la región inferior de la columna vertebral, entre el coxis (parte posterior del esqueleto pélvico) y el cóccix. Está compuesto por cinco vértebras fusionadas (S1-S5), las cuales forman una estructura robusta y resistente que desempeña un papel fundamental en la soporte del cuerpo, la protección de los órganos pélvicos y la biomecánica de la marcha bípeda en humanos.

En términos médicos, el sacro se estudia principalmente dentro de la anatomía y la neurología, ya que contiene importantes estructuras nerviosas como la médula espinal y los nervios coccígeos y sacros. También es relevante en traumatología y ortopedia, dado que las lesiones en esta zona pueden afectar a la movilidad y funcionalidad del individuo. Además, el sacro desempeña un papel crucial en la estabilidad de la pelvis y la columna vertebral, por lo que es fundamental entender su estructura y función al estudiar o practicar medicina.

El desplazamiento del disco intervertebral, también conocido como hernia de disco o protrusión discal, es una afección médica en la que el núcleo pulposo (parte blanda y gelatinosa) del disco intervertebral se protruye o se desplaza a través de un área debilitada o dañada en el anillo fibroso externo (parte más dura) del disco. Este desplazamiento puede comprimir los nervios espinales cercanos, lo que provoca dolor, entumecimiento, debilidad y otros síntomas neurológicos en una o ambas extremidades. La gravedad de los síntomas depende de la cantidad de presión ejercida sobre los nervios y su localización.

El desplazamiento del disco intervertebral suele ser el resultado de un proceso degenerativo natural relacionado con la edad, aunque también puede ocurrir debido a lesiones traumáticas, movimientos repetitivos o esfuerzos excesivos. Los factores de riesgo incluyen la obesidad, el tabaquismo, las actividades que implican levantar objetos pesados y una mala postura. El tratamiento puede incluir fisioterapia, medicamentos para aliviar el dolor y la inflamación, inyecciones de esteroides y, en casos graves, cirugía.

Los irrigantes del conducto radicular son soluciones líquidas que se utilizan en endodoncia, la rama de la odontología que trata las enfermedades del tejido dental interno (la pulpa), para limpiar, desinfectar y preparar el conducto radicular (el espacio dentro de la raíz del diente donde se encuentra la pulpa) durante los tratamientos de conductos radiculares.

Existen varios tipos de irrigantes del conducto radicular, pero algunos de los más comunes incluyen:

1. Cloruro de sodio al 0,9% (NaCl 0,9%): se utiliza como irrigante isotónico para eliminar la pulpa necrosada y los tejidos inflamados del conducto radicular.
2. Agua oxigenada al 3-6% (H2O2): es un agente oxidante que ayuda a descomponer los tejidos orgánicos y a eliminar las bacterias presentes en el conducto radicular.
3. Hipoclorito de sodio al 2,5-5,25% (NaOCl): es uno de los irrigantes más utilizados en endodoncia debido a su capacidad para desinfectar y disolver la pulpa necrosada y los tejidos inflamados. También ayuda a eliminar las bacterias y sus productos metabólicos del conducto radicular.
4. Ácido etilenodiaminotetraacético (EDTA): se utiliza como irrigante quelante para eliminar el smear layer, una capa de dentina desvitalizada y tejido necrótico que se forma durante la preparación del conducto radicular. El EDTA también ayuda a abrir los tubuli dentales, aumentando así la penetración de los irrigantes y los medicamentos intracanal.
5. Gluconato de calcio: se utiliza como irrigante alternativo para prevenir la hipersensibilidad al hipoclorito de sodio y ayudar a mantener el pH neutro en el conducto radicular.

Es importante seleccionar el irrigante adecuado según las necesidades del caso clínico, ya que cada uno tiene diferentes propiedades y efectos sobre los tejidos dentales. Además, es fundamental utilizar los irrigantes de manera adecuada, siguiendo las recomendaciones del fabricante y las guías clínicas, para maximizar sus beneficios y minimizar los riesgos asociados con su uso.

La duramadre, también conocida como dura mater en terminología latina, es la capa más externa y resistente de las meninges, las membranas que recubren el sistema nervioso central. Está compuesta principalmente por tejido conectivo denso y rico en colágeno, proporcionando una protección mecánica importante al cerebro y la médula espinal.

La duramadre se adhiere firmemente a las estructuras esqueléticas que rodean el cerebro y la médula espinal, como el cráneo y la columna vertebral. A diferencia de las otras meninges (la aracnoides y la piamadre), la duramadre no tiene un revestimiento celular interno, lo que la hace menos propensa a sufrir lesiones o inflamaciones.

Entre la duramadre y la aracnoides existe un espacio potencial llamado espacio epidural, donde se pueden acumular líquidos o sangre en caso de traumatismos o patologías específicas, como hemorragias o infecciones. La correcta integridad estructural y funcional de la duramadre es crucial para mantener la homeostasis del sistema nervioso central y preservar su integridad fisiológica.

La cavidad pulpar, también conocida como cámara pulpar, se refiere a la parte central hueca del diente que contiene tejido conectivo suave y vasos sanguíneos. Está rodeada por la dentina, un tejido calcificado que forma la mayor parte del espesor del diente. La cavidad pulpar se extiende desde la corona del diente hasta la raíz y desempeña un papel importante en la formación y mantenimiento de la estructura dental, ya que proporciona nutrientes y sensibilidad al diente. La protección de la cavidad pulpar es crucial para mantener la salud dental, y cualquier daño o exposición a la cavidad pulpar puede resultar en dolor, infección o pérdida del diente.

Los traumatismos vertebrales se refieren a lesiones físicas o daños en los huesos (vértebras) que forman la columna vertebral. Estas lesiones pueden variar desde moretones y esguinces hasta fracturas y dislocaciones graves. Los traumatismos vertebrales a menudo se asocian con accidentes automovilísticos, caídas, deportes de contacto o cualquier evento que implique una fuerza repentina o impacto en la columna vertebral.

Los síntomas pueden incluir dolor de espalda intenso, rigidez, hinchazón, moretones, debilidad muscular, entumecimiento o hormigueo en las extremidades, y en casos graves, problemas para controlar los intestinos o la vejiga. El tratamiento depende de la gravedad de la lesión y puede incluir reposo, fisioterapia, medicamentos para el dolor, inmovilización con un collar cervical o férula, cirugía o rehabilitación.

Es importante buscar atención médica inmediata si se sospecha un traumatismo vertebral, ya que estas lesiones pueden causar daños permanentes en la médula espinal y otros tejidos circundantes, lo que podría conducir a discapacidades graves o incluso la muerte.

Una inyección espinal, también conocida como bloqueo nervioso epidural o simplemente bloqueo epidural, es un procedimiento en el que se inyecta un anestésico local, usualmente combinado con un corticosteroide, en el espacio epidural de la columna vertebral. El espacio epidural es el área que rodea la médula espinal y contiene los nervios raquídeos.

Este procedimiento se utiliza a menudo para aliviar el dolor causado por condiciones como hernias discales, ciática, síndrome de dolor facetario, espondilolistesis y otras afecciones de la columna vertebral. También se puede usar durante el parto para aliviar el dolor del trabajo de parto y el parto.

La inyección generalmente se administra en el área lumbar de la espalda, pero también puede administrarse en el cuello o la parte media de la espalda, dependiendo de dónde esté localizado el dolor. El medicamento bloquea los nervios que transmiten señales de dolor al cerebro, lo que puede proporcionar alivio temporal o incluso permanente del dolor.

Como con cualquier procedimiento médico, existen riesgos e inconvenientes asociados con las inyecciones espinales, como dolor en el sitio de la inyección, infección, daño a los nervios y, raramente, parálisis. Es importante discutir estos riesgos con un médico antes de decidir si una inyección espinal es adecuada para un individuo en particular.

La tomografía computarizada por rayos X, también conocida como TC o CAT (por sus siglas en inglés: Computerized Axial Tomography), es una técnica de diagnóstico por imágenes que utiliza radiación para obtener detalladas vistas tridimensionales de las estructuras internas del cuerpo. Durante el procedimiento, el paciente se coloca sobre una mesa que se desliza dentro de un anillo hueco (túnel) donde se encuentran los emisores y receptores de rayos X. El equipo gira alrededor del paciente, tomando varias radiografías en diferentes ángulos.

Las imágenes obtenidas son procesadas por un ordenador, el cual las combina para crear "rebanadas" transversales del cuerpo, mostrando secciones del tejido blando, huesos y vasos sanguíneos en diferentes grados de claridad. Estas imágenes pueden ser visualizadas como rebanadas individuales o combinadas para formar una representación tridimensional completa del área escaneada.

La TC es particularmente útil para detectar tumores, sangrado interno, fracturas y otras lesiones; así como también para guiar procedimientos quirúrgicos o biopsias. Sin embargo, su uso está limitado en pacientes embarazadas debido al potencial riesgo de daño fetal asociado con la exposición a la radiación.

Los fijadores internos, también conocidos como osteosíntesis interna, son dispositivos médicos utilizados en la cirugía ortopédica para mantener reducido un hueso roto (fractura) mientras se está curando. Estos dispositivos proporcionan estabilidad y alineación adecuada de los fragmentos óseos, lo que permite la consolidación y la restauración de la función normal del miembro o articulación afectados.

Existen diferentes tipos de fijadores internos, entre los que se incluyen:

1. Clavos intramedulars: son varillas metálicas que se introducen por el interior del hueso, atravesando la fractura y uniendo los extremos rotos. Se utilizan comúnmente en fracturas de fémur, tibia y húmero.

2. Placas y tornillos: son dispositivos metálicos planos con orificios para tornillos que se colocan sobre la superficie del hueso, uniendo los fragmentos óseos mediante tornillos que se introducen a través de los orificios. Se emplean en fracturas complejas o inestables de las extremidades y articulaciones.

3. Tornillos canulados: son tornillos metálicos huecos con un eje central que permite el paso de alambres o cables. Se utilizan en fracturas articulares y periarticulares, especialmente en la muñeca, tobillo y rodilla.

4. Alambres: son cables metálicos finos que se pasan a través de los fragmentos óseos y se retuercen o anudan para mantenerlos unidos. A menudo se utilizan en combinación con otros fijadores internos, como placas y tornillos, para proporcionar estabilidad adicional.

Después de la cirugía, los pacientes necesitarán seguir un programa de rehabilitación específico para recuperar la fuerza, el rango de movimiento y la función articular. La duración del proceso de curación variará en función de la gravedad de la lesión y la edad del paciente. Los fijadores internos generalmente se retiran mediante una cirugía adicional una vez que el hueso ha sanado por completo, lo que suele ocurrir entre 3 y 12 meses después de la intervención inicial.

La espondilolistesis es un término médico que se refiere a una afección en la columna vertebral donde una vértebra se desliza sobre la vértebra inferior adyacente. Esta condición es más común en las vértebras lumbares (las vértebras inferiores de la espalda). La espondilolistesis puede ocurrir como resultado de una fractura por fatiga o estrés, degeneración natural con la edad, displasia congénita (malformación presente desde el nacimiento) o incluso debido a una lesión traumática.

La gravedad de la espondilolistesis se clasifica en diferentes grados, dependiendo del grado de deslizamiento de la vértebra. Los síntomas pueden variar desde dolor de espalda leve hasta dolores intensos, rigidez y, en casos graves, puede provocar debilidad o entumecimiento en las piernas si comprime los nervios espinales. El tratamiento generalmente implica fisioterapia, medicamentos para el dolor y, en casos más severos, puede requerir cirugía.

Los Materiales de Obturación del Conducto Radicular, también conocidos como materiales de relleno endodóntico, son sustancias utilizadas en odontología para sellar y llenar el espacio interior del conducto radicular (el espacio dentro del diente que contiene los nervios y vasos sanguíneos) después de realizar un tratamiento de conducto o endodoncia.

Estos materiales ayudan a prevenir la entrada de bacterias y otros irritantes en el sistema de canales radiculares, lo que podría causar infección o inflamación en los tejidos circundantes. Existen diferentes tipos de materiales de obturación del conducto radicular disponibles, como gutapercha, pasta de zinc oxido eugenol y biocerámicas, cada uno con sus propias propiedades y indicaciones clínicas. La elección del material depende del juicio clínico del odontólogo y las necesidades específicas del paciente.

Los nervios espinales, también conocidos como nervios raquídeos, son un componente fundamental del sistema nervioso periférico. Se originan a partir de los segmentos de la médula espinal dentro de la columna vertebral y desempeñan un papel crucial en la transmisión de señales nerviosas entre el cuerpo y el cerebro.

Cada nervio espinal se forma por la unión de una raíz dorsal (posterior) y una raíz ventral (anterior). La raíz dorsal transporta información sensorial desde el cuerpo hacia la médula espinal, mientras que la raíz ventral conduce los impulsos motores desde la médula espinal hacia los músculos y órganos efectores.

Los nervios espinales emergen de entre las vértebras a través de forámenes intervertebrales, aberturas naturales en la columna vertebral. Después de salir de la columna, los nervios espinales se dividen en ramas que inervan diferentes regiones del cuerpo. Estas ramas incluyen:

1. Ramos posteriores: Proporcionan innervación sensorial a la piel y los tejidos profundos de la parte posterior del cuerpo.
2. Ramos anteriores: Suministran fibras nerviosas a los músculos esqueléticos y órganos internos.
3. Ramos comunicantees: Conectan los nervios espinales con los ganglios simpáticos, que forman parte del sistema nervioso simpático y desempeñan un papel en la respuesta de lucha o huida.

Existen 31 pares de nervios espinales en total, numerados según su correspondencia con los segmentos de la médula espinal y las vértebras asociadas. Estos se clasifican en cuatro grupos principales:

1. Ocho pares de nervios cervicales (C1-C8)
2. Doce pares de nervios torácicos (T1-T12)
3. Cinco pares de nervios lumbares (L1-L5)
4. Cinco pares de nervios sacros (S1-S5) y un par de nervios coccígeos (Co1)

Los nervios espinales desempeñan un papel crucial en la transmisión de información sensorial y motora entre el sistema nervioso central y el resto del cuerpo. Cualquier disfunción o daño en estos nervios puede dar lugar a diversas condiciones neurológicas y musculoesqueléticas, como ciática, síndrome del túnel carpiano, y neuropatía periférica.

La osteofitosis vertebral, también conocida como espondilosis, es una afección degenerativa de la columna vertebral que implica el crecimiento anormal de los tejidos óseos en las vértebras. Esto puede resultar en la formación de pequeños huesecillos o espinas (osteofitos) en los bordes de las vértebras, especialmente en la parte baja de la columna (región lumbar).

La osteofitosis vertebral es generalmente asociada con el proceso natural de envejecimiento y el desgaste relacionado con la edad. Sin embargo, factores como lesiones previas, sobrepeso, mala postura y antecedentes familiares pueden aumentar el riesgo de desarrollarla.

En etapas tempranas, esta afección puede no presentar síntomas o solo causar molestias leves. Sin embargo, con el tiempo, la osteofitosis vertebral puede comprimir los nervios raquídeos y provocar dolor, rigidez, entumecimiento o debilidad en las piernas (ciática). En casos graves, también puede afectar la movilidad y la función pulmonar.

El tratamiento de la osteofitosis vertebral depende de su gravedad y los síntomas asociados. Puede incluir medicamentos para aliviar el dolor, fisioterapia, ejercicios de fortalecimiento y, en casos más severos, cirugía.

La anestesia raquídea, también conocida como anestesia espinal o epidural, es un tipo de anestesia regional que se utiliza a menudo durante los procedimientos quirúrgicos en las áreas inferiores del cuerpo, como la parte inferior de la espalda, el abdomen inferior, los muslos y las piernas. Durante este procedimiento, un anestésico local se inyecta en el líquido que rodea la médula espinal a través de una aguja insertada en la columna vertebral.

Hay dos tipos principales de anestesia raquídea: anestesia epidural y anestesia subaracnoidea o intratecal. En la anestesia epidural, el anestésico se inyecta en el espacio epidural, que está fuera del saco dural que rodea la médula espinal. Esto permite un bloqueo nervioso más duradero y una dosis más baja de anestésico. En la anestesia subaracnoidea o intratecal, el anestésico se inyecta directamente en el líquido cefalorraquídeo dentro del saco dural que rodea la médula espinal. Esto proporciona un bloqueo nervioso más rápido y profundo, pero puede causar efectos secundarios como dolores de cabeza y visión borrosa.

La anestesia raquídea se utiliza a menudo en cirugías como cesáreas, histerectomías, reparaciones de hernias inguinales y cirugías de cadera o rodilla. También puede utilizarse para aliviar el dolor durante el parto y el trabajo de parto. Los efectos secundarios más comunes de la anestesia raquídea incluyen dolores de cabeza, náuseas, vómitos, mareos y dificultad para orinar. En raras ocasiones, pueden producirse complicaciones graves, como daño nervioso o infección.

En términos médicos, "axis" se refiere al eje o línea imaginaria sobre la que gira una estructura o parte del cuerpo. Hay varios ejes importantes en el cuerpo humano, como:

1. El eje vertical o longitudinal del cuerpo, que pasa a través de la cabeza y la columna vertebral hasta los pies.
2. El eje horizontal o transversal del cuerpo, que divide el cuerpo en partes superior e inferior.
3. El eje articular o rotatorio de una articulación, que es la línea alrededor de la cual gira la cabeza del hueso durante el movimiento articular.

El término "axis" también se utiliza en referencia a la segunda vértebra cervical (C2), también conocida como axis o eje, que es una parte importante de la columna vertebral y desempeña un papel crucial en el movimiento de la cabeza y el cuello. La vértebra axis tiene un proceso odontoides o diente del axis, que sobresale desde su cuerpo y se articula con el hueso atlas (C1) para formar la articulación atlanto-axial, que permite el movimiento de rotación de la cabeza.

La erisipeloide es una forma leve y localizada de erisipela, una infección bacteriana aguda de la piel. Usualmente es causada por el streptococcus pyogenes (streptococo del grupo A). Se caracteriza por enrojecimiento, hinchazón, calor e inflamación en la zona afectada, que típicamente se limita a la capa superior de la piel (epidermis) y el tejido subcutáneo adyacente. A menudo comienza como una pequeña lesión cutánea, como una ampolla o una picadura de insecto, que se infecta y se extiende gradualmente. A diferencia de la erisipela, la erisipeloide raramente se disemina más allá de la zona afectada inicialmente. El tratamiento generalmente implica el uso de antibióticos, especialmente penicilinas, y medidas de soporte como el alivio del dolor y la reducción de la inflamación.

El atlas cervical, también conocido como la primera vértebra cervical (C1), es la parte superior del eje vertebral en el cuello y se encarga de soportar la cabeza. Su nombre proviene de la mitología griega, donde Atlas era el titán que sostenía el mundo sobre sus hombros, similar a cómo esta vértebra sostiene la cabeza.

El atlas cervical tiene un hueso anular incompleto y carece del cuerpo vertebral presente en otras vértebras. En su lugar, tiene dos grandes masas laterales llamadas masas articulares que se conectan con el cráneo y la segunda vértebra cervical (C2), conocida como axis.

Las principales funciones del atlas cervical son proporcionar movimiento de rotación a la columna cervical, permitir el movimiento de flexión y extensión de la cabeza, y proteger la médula espinal y los vasos sanguíneos en esta área.

Las lesiones o trastornos del atlas cervical pueden causar dolor de cuello, rigidez, limitación del movimiento, y en casos graves, pueden afectar la función neurológica y causar debilidad o parálisis.

La tracción, en el contexto médico, se refiere a la acción de tirar o jalar un objeto o tejido del cuerpo con el fin de alinear correctamente las estructuras, reducir una dislocación o fractura, o aliviar la tensión y dolor en los músculos y tendones. Se utiliza a menudo después de lesiones graves o cirugías ortopédicas. La tracción puede ser manual o mecánica, y se aplica mediante el uso de cintas, poleas, pesos y aparatos especiales. También se puede usar en terapia física para mejorar el rango de movimiento y la flexibilidad.

La osificación del ligamento longitudinal posterior (OLLP) es un proceso en el que se forma tejido óseo dentro del ligamento longitudinal posterior, que es un ligamento que se extiende a lo largo de la columna vertebral. La OLLP puede ocurrir como una respuesta al estrés repetitivo o lesiones en la columna vertebral.

En condiciones normales, el ligamento longitudinal posterior está compuesto principalmente de tejido conectivo fibroso y no contiene tejido óseo. Sin embargo, en algunas personas, especialmente aquellas con una historia de lesiones o microtraumas repetidos en la columna vertebral, pequeñas cantidades de tejido óseo pueden comenzar a formarse dentro del ligamento.

Este proceso de osificación puede causar una variedad de síntomas, que incluyen dolor de espalda, rigidez y limitación del movimiento. En casos graves, la OLLP puede incluso conducir a una disminución de la movilidad de la columna vertebral y a complicaciones neurológicas si el tejido óseo comprime las raíces nerviosas espinales.

Es importante destacar que la OLLP es un proceso lento y gradual que puede ocurrir durante un período de tiempo prolongado. Por lo general, se diagnostica mediante estudios de imagenología, como radiografías, tomografías computarizadas o resonancias magnéticas. El tratamiento puede incluir fisioterapia, medicamentos para aliviar el dolor y, en casos graves, cirugía para eliminar el tejido óseo excesivo.

La acondroplasia es una condición genética que afecta el crecimiento de los huesos y se considera la forma más común de enanismo. Esta condición está asociada con mutaciones en el gen FGFR3 (receptor 3 de factor de crecimiento fibroblástico).

Las personas afectadas por acondroplasia suelen tener una altura adulta promedio de alrededor de 130 centímetros (4 pies y 3 pulgadas) en hombres y 123 centímetros (4 pies) en mujeres. Algunos de los rasgos físicos más distintivos incluyen extremidades cortas, tronco normalmente proporcionado, cara grande con frente prominente, puente nasal aplanado y mandíbula inferior pequeña (micrognatia). Otras características pueden incluir limitaciones en el rango de movimiento articular, problemas de columna vertebral como escoliosis o lordosis, y dificultades respiratorias e incluso apnea del sueño.

El tratamiento generalmente se centra en la atención multidisciplinaria que aborde los diferentes aspectos de la afección, como la fisioterapia para mejorar el desarrollo motor y la fuerza muscular, ortopedia para tratar posibles problemas esqueléticos, y terapia del lenguaje o logopedia si hay dificultades de habla. En algunos casos severos, se puede considerar la cirugía correctiva.

Es importante tener en cuenta que las personas con acondroplasia generalmente tienen una esperanza de vida normal y un desarrollo intelectual dentro del rango normal. Aunque pueden enfrentar desafíos únicos relacionados con su condición, la mayoría lleva vidas plenas y satisfactorias con el apoyo adecuado.

El canal anal, también conocido como el conducto anal o el canal de Alcock, es la parte final del tracto digestivo que conecta el recto con el exterior del cuerpo. Se trata de un tubo muscular y fibroso que mide aproximadamente 3 a 4 centímetros de largo y tiene forma de un cono invertido.

El canal anal está rodeado por dos capas de músculo, la capa interna o esfínter interno y la capa externa o esfínter externo. El esfínter interno es involuntario y se relaja durante la defecación para permitir que las heces salgan del cuerpo. Por otro lado, el esfínter externo es voluntario y se puede controlar conscientemente para retener o expulsar las heces.

El canal anal también está revestido por una membrana mucosa que secreta moco y ayuda a lubricar la zona durante la defecación. Además, contiene glándulas anales que producen un líquido que ayuda a mantener la humedad en el área y protegerla de infecciones.

Es importante mantener una buena higiene en esta zona para prevenir infecciones y otras complicaciones médicas. Si experimentas dolor, sangrado o cualquier otra anomalía en el canal anal, es recomendable consultar a un médico especialista en gastroenterología o proctología.

La cuadriplejía es un término médico que se refiere a la parálisis o grave debilidad de los músculos en todas las extremidades y el tronco. Esta condición suele ser el resultado de una lesión en la médula espinal en el cuello, que afecta a los nervios que controlan los movimientos en ambos brazos y piernas. La gravedad de la cuadriplejía puede variar desde una leve debilidad hasta una parálisis completa.

La causa más común de cuadriplejía es una lesión traumática, como un accidente automovilístico o un golpe en el cuello. Otras posibles causas incluyen enfermedades degenerativas de la médula espinal, tumores, infecciones, anomalías congénitas y trastornos neuromusculares como la esclerosis múltiple o la distrofia muscular.

El tratamiento para la cuadriplejía depende de la causa subyacente y puede incluir fisioterapia, terapia ocupacional, medicamentos para controlar el espasmo muscular y los dolores neuropáticos, dispositivos de asistencia como sillas de ruedas y andadores, y en algunos casos, cirugía.

La cuadriplejía puede tener un impacto significativo en la vida diaria de una persona, afectando su capacidad para realizar actividades cotidianas, su independencia y su calidad de vida en general. Es importante que las personas con cuadriplejía reciban atención médica y de rehabilitación especializada para ayudarlas a maximizar su función y su independencia.

El disco intervertebral es un componente importante del sistema musculoesquelético, específicamente en la columna vertebral. Se trata de un cojín fibroso que se encuentra entre las vértebras, actuando como amortiguador y permitiendo cierta flexibilidad y movimiento entre ellas.

Cada disco intervertebral consta de dos partes: el núcleo pulposo en el centro, que es una masa gelatinosa y suave, y el anillo fibroso que lo rodea, formado por capas concéntricas de fibras colágenas.

La función principal del disco intervertebral es distribuir las cargas y absorber los impactos a los que está sometida la columna vertebral durante las actividades diarias, como caminar, sentarse o levantar objetos. Además, contribuye a la movilidad de la columna vertebral, permitiendo la flexión, extensión, rotación y laterflexión.

Los problemas en los discos intervertebrales pueden derivar en patologías como hernias discales o discopatías degenerativas, que pueden causar dolor, rigidez y otros síntomas neurológicos si afectan a las estructuras nerviosas adyacentes.

El ápice del diente, en terminología dentaria, se refiere al extremo final o punta de la raíz de un diente. Es la parte más profunda de la estructura dental que se inserta en el hueso maxilar o mandibular y está rodeada por tejido periodontal. El ápice del diente es crucial en endodoncia, rama de la odontología que trata las enfermedades del tejido pulpar e infectado dentro del diente. Procedimientos como la terapia de conducto y el tratamiento del granuloma o absceso periapical se centran en este área. La salud del ápice del diente es vital para la integridad estructural y funcional del diente y su preservación ayuda a mantener una buena salud oral general.

Los traumatismos del cuello, también conocidos como lesiones cervicales, se refieren a daños físicos sufridos por el cuello como resultado de una fuerza repentina o impacto. Estos traumatismos pueden involucrar tejidos blandos como músculos, ligamentos y tendones, así como estructuras más complejas como los discos intervertebrales y la médula espinal.

Un tipo común de trauma cervical es el latigazo cervical, que generalmente ocurre durante un accidente automovilístico en el que el vehículo se detiene repentinamente o es golpeado por detrás. Esto hace que la cabeza sea lanzada hacia adelante y luego hacia atrás con fuerza, estirando excesivamente los músculos y ligamentos del cuello.

Otro tipo de trauma cervical grave es una lesión de la columna vertebral cervical, que puede resultar en daño a la médula espinal. Estas lesiones pueden causar parálisis o pérdida permanente de la función corporal por debajo del nivel de la lesión.

Los síntomas de un traumatismo cervical pueden incluir dolor de cuello, rigidez, dolores de cabeza, mareos, entumecimiento u hormigueo en las manos o los brazos, y dificultad para caminar o mantener el equilibrio. En casos graves, podrían haber problemas respiratorios o pérdida del control de esfínteres. El tratamiento depende de la gravedad de la lesión y puede incluir medicamentos para el dolor, inmovilización con un collar cervical, fisioterapia o cirugía en casos severos.

El espacio subaracnoides es un espacio anatómico dentro del sistema nervioso central. Se encuentra entre las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal, llamadas meninges. Más específicamente, se localiza entre la piamadre (la meninge más interna que está en contacto directo con la superficie del cerebro y la médula espinal) y la aracnoides (una membrana delgada y aterciopelada).

Este espacio contiene líquido cefalorraquídeo (LCR), un fluido claro y transparente que actúa como amortiguador protegiendo al cerebro y la médula espinal de posibles traumatismos. Además, el LCR también desempeña funciones importantes en el intercambio metabólico entre el sistema nervioso central y el torrente sanguíneo, así como en la eliminación de desechos metabólicos.

Es importante mencionar que ciertas condiciones clínicas pueden afectar al espacio subaracnoides, como las hemorragias subaracnoideas (sangrado en este espacio) o la meningitis (infección de las meninges), las cuales requieren atención médica inmediata.

La cifosis es una curvatura anormal en la columna vertebral que se caracteriza por una excesiva convexidad hacia adelante en la región torácica o dorsal de la espalda. También se le conoce como joroba o gibosidad dorsal. Puede ser causada por diversos factores, como mala postura, osteoporosis, escoliosis no tratada, anomalías congénitas o enfermedades degenerativas de la columna vertebral. La gravedad de la cifosis puede variar desde leve a severa y, en casos graves, puede provocar dolor de espalda, dificultad para respirar y problemas pulmonares. El tratamiento dependerá de la causa subyacente y puede incluir fisioterapia, ejercicios de fortalecimiento, uso de fajas ortopédicas o, en casos más graves, cirugía correctiva.

El neurilemoma, también conocido como schwannoma o neurofibroma del nervio vestibular, es un tipo de tumor benigno que se origina en la vaina de mielina de los nervios periféricos. Está compuesto por células de Schwann, que producen la mielina que recubre y protege los axones de los nervios.

Este tipo de tumor puede crecer a lo largo del nervio, pero rara vez invade el tejido circundante. Los neurilemomas suelen ser pequeños y asintomáticos, aunque en algunos casos pueden crecer lo suficiente como para comprimir los nervios adyacentes y causar dolor, entumecimiento o debilidad muscular.

Los neurilemomas pueden aparecer a cualquier edad, pero son más comunes en adultos de mediana edad. A menudo se encuentran en el cuello, la cabeza, las extremidades y la columna vertebral. En casos raros, los neurilemomas pueden desarrollarse en el sistema nervioso central o en los órganos internos.

El tratamiento de un neurilemoma depende del tamaño y la ubicación del tumor. En muchos casos, se puede observar el tumor con seguimiento periódico mediante resonancia magnética o tomografía computarizada. Si el tumor causa síntomas o crece con el tiempo, se puede considerar la extirpación quirúrgica. La radioterapia y la quimioterapia no suelen ser efectivas en el tratamiento de los neurilemomas.

La vertebroplastia es un procedimiento médico mínimamente invasivo utilizado en la columna vertebral para fortalecer y estabilizar las vértebras fracturadas o comprimidas, típicamente asociadas con osteoporosis o tumores. Durante el procedimiento, un material de relleno, generalmente cemento ortopédico o polimetilmetacrilato (PMMA), se inyecta en la vértebra afectada para restaurar su altura y fortaleza, aliviar el dolor y mejorar la función. La vertebroplastia puede ayudar a prevenir futuras fracturas y discapacidades relacionadas con el dolor de espalda. Es importante tener en cuenta que, aunque la vertebroplastia es generalmente segura y efectiva, como cualquier procedimiento médico, conlleva ciertos riesgos y complicaciones potenciales.

La escoliosis es una afección médica en la columna vertebral donde existe una curvatura lateral anormal de la columna, lo que hace que se desvíe de su posición normal. La curva puede tomar forma de "S" o "C". A menudo, la escoliosis comienza como un problema menor, pero si no se trata, puede provocar posturas encorvadas importantes, especialmente durante el crecimiento rápido.

En la mayoría de los casos, la causa de la escoliosis no se puede identificar y se denomina escoliosis idiopática. Otras causas pueden incluir problemas con los músculos o nervios, anomalías congénitas de la columna vertebral, infecciones o tumores.

La escoliosis a menudo se diagnostica durante las revisiones escolares o durante un examen físico rutinario. Si se sospecha escoliosis, se pueden tomar radiografías para confirmar el diagnóstico y medir la gravedad de la curvatura. El tratamiento puede incluir observación regular, fisioterapia, uso de un corsé ortopédico o, en casos graves, cirugía.

Las costillas son huesos largos y curvos que forman la caja torácica y protegen los órganos internos vitales del tórax, como el corazón y los pulmones. Hay 24 costillas en total en un ser humano promedio: doce pares, cada uno conectado a las vértebras torácicas en la parte posterior y al esternón en la parte anterior a través de el cartílago costal.

Las primeras siete pares de costillas se conocen como costillas verdaderas y están conectadas directamente al esternón por medio del cartílago costal. Las costillas del octavo al décimo par son las costillas falsas, ya que sus extremos inferiores no se conectan directamente al esternón sino que se articulan con la parte inferior de las costillas verdaderas adyacentes.

Las últimas dos pares de costillas, los llamados costilla flotante o costillas accesorias, no se articulan con el esternón en absoluto y solo están conectadas a las vértebras torácicas. Las costillas desempeñan un papel importante en la respiración, ya que su expansión y contracción permiten que los pulmones se expandan y se contraigan para tomar aire.

En términos médicos, las condiciones asociadas con las costillas pueden incluir fracturas, es decir, roturas de huesos; la costocondritis, una inflamación del cartílago que conecta las costillas al esternón; y el síndrome de Tietze, una afección que involucra hinchazón e inflamación de los músculos y tejidos blandos alrededor de las articulaciones costocondrales.

En terminología médica, una luxación se refiere a la separación completa de los extremos articulares de los huesos que forman una articulación. Esto ocurre cuando el cartílago articular (tejido suave y resbaladizo en las articulaciones) se desalinea y sale de su posición normal, causando la inestabilidad de la articulación y evitando que los huesos vuelvan a unirse sin tratamiento.

Las luxaciones pueden ocurrir como resultado de traumatismos graves, lesiones deportivas, accidentes automovilísticos u otras situaciones en las que se ejerce una fuerza extrema sobre una articulación. Algunas articulaciones, como el hombro, son más propensas a las luxaciones que otras, ya que tienen un rango de movimiento más amplio y pueden ser forzadas fuera de su posición con mayor facilidad.

Los síntomas de una luxación pueden incluir dolor intenso en la articulación afectada, hinchazón, moretones, incapacidad para mover la articulación y, en algunos casos, entumecimiento o adormecimiento en los tejidos circundantes si se ha dañado el nervio. El tratamiento de una luxación generalmente implica la reducción (reposicionamiento) de los huesos a su posición normal por parte de un profesional médico, seguida de inmovilización y fisioterapia para ayudar a restaurar el rango de movimiento y la fuerza en la articulación afectada. En algunos casos, se pueden requerir cirugías correctivas si las luxaciones recurrentes son un problema continuo.

La siringomielia es una afección médica que involucra la formación de un quiste lleno de líquido en la médula espinal. Este quiste, llamado siringe, puede expandirse y comprimir gradualmente la médula espinal, resultando en diversos síntomas neurológicos dependiendo de dónde se encuentre el quiste y qué partes de la médula espinal estén afectadas.

Los síntomas comunes de la siringomielia incluyen dolor de espalda, rigidez y debilidad en los músculos, pérdida de sensibilidad o entumecimiento en las extremidades (manos y piernas), problemas de equilibrio y coordinación, y en casos graves, parálisis. La afección puede ser congénita (presente desde el nacimiento) o adquirida más tarde en la vida como resultado de una lesión en la columna vertebral, un tumor espinal o otras condiciones médicas que afecten el flujo del líquido cefalorraquídeo (LCR). El tratamiento puede incluir terapia conservadora, cirugía para drenar el quiste o estabilizar la columna vertebral, y fisioterapia para ayudar a gestionar los síntomas.

El término 'dolor de espalda' se refiere a una sensación desagradable de molestia, inflamación o incluso dolor en la parte posterior del cuerpo, desde la base del cuello hasta la pelvis. Puede variar en intensidad, desde un dolor sordo y constante hasta un dolor agudo y agudo. El dolor de espalda también se conoce médicamente como dorsalgia o lumbago cuando se refiere específicamente a la parte inferior de la espalda.

Los síntomas asociados con el dolor de espalda pueden incluir rigidez, disminución de la movilidad y debilidad en los músculos circundantes. La gravedad del dolor de espalda puede afectar negativamente la calidad de vida, limitando las actividades diarias y, en algunos casos, incluso puede provocar discapacidad temporal o permanente.

Las causas subyacentes del dolor de espalda son diversas e incluyen afecciones musculoesqueléticas como esguinces, distensiones o espolones calcáneos; problemas de disco intervertebral como hernias discales o protusiones discales; condiciones degenerativas como la artrosis o la espondilosis; enfermedades inflamatorias como la espondilitis anquilosante; infecciones o tumores espinales.

El tratamiento del dolor de espalda depende de su causa subyacente y puede incluir medidas no farmacológicas (como fisioterapia, ejercicios de fortalecimiento y estiramiento, terapia calor-frío), medicamentos (analgésicos, antiinflamatorios no esteroides, relajantes musculares) o intervenciones quirúrgicas en casos graves. Prevenir el dolor de espalda implica mantener un peso saludable, practicar una buena postura, realizar ejercicios regulares para fortalecer los músculos del tronco y evitar movimientos bruscos o cargas pesadas.

Los síndromes de compresión nerviosa, también conocidos como neuropatías por compresión o enfermedades de los túneles nerviosos, se refieren a un grupo de condiciones en las que un nervio o grupos de nervios se dañan como resultado de la compresión o presión prolongada. Esta presión puede ser causada por huesos, ligamentos, tejidos grasos o tumores que ejercen una fuerza sobre el nervio.

Los síntomas pueden variar dependiendo del nervio afectado y la gravedad de la compresión, pero generalmente incluyen dolor, entumecimiento, hormigueo, debilidad muscular o pérdida de reflejos. Algunos de los síndromes de compresión nerviosa más comunes incluyen el túnel carpiano (compresión del nervio mediano en la muñeca), la ciática (compresión del nervio ciático en la parte inferior de la espalda) y el síndrome del túnel cubital (compresión del nervio cubital en el codo).

El tratamiento puede incluir medicamentos para aliviar el dolor, fisioterapia, cambios en las actividades diarias para reducir la presión sobre el nervio y, en algunos casos, cirugía para liberar la compresión. La prevención es importante y puede incluir mantener un peso saludable, hacer ejercicio regularmente y tomar descansos frecuentes durante las actividades que involucren repetitivas acciones o posturas que puedan poner en riesgo la compresión nerviosa.

La migración de cuerpo extraño es un fenómeno médico en el que un objeto o sustancia no natural se mueve a través de los tejidos corporales después de la implantación inicial. Este objeto puede haber sido introducido accidentalmente o quirúrgicamente. La migración puede causar diversas complicaciones clínicas, dependiendo de la localización y el tipo de cuerpo extraño. Los síntomas pueden variar desde molestias leves hasta graves, como dolor, inflamación, infección o daño a órganos vitales. El tratamiento generalmente implica la extracción quirúrgica del cuerpo extraño.

Los procedimientos neuroquirúrgicos se refieren a los métodos quirúrgicos utilizados para tratar condiciones y enfermedades del sistema nervioso, que incluye el cerebro, la médula espinal y los nervios periféricos. Estos procedimientos son realizados por neurocirujanos, médicos especializados en el diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de las afecciones del sistema nervioso.

Algunos ejemplos de procedimientos neuroquirúrgicos incluyen:

1. Cirugía de la columna vertebral: utilizada para tratar problemas en la columna, como hernias discales, estenosis espinal y tumores.

2. Descompresión craneal: se realiza para aliviar la presión sobre el cerebro debido a un hematoma, tumor u otra causa.

3. Cirugía de Parkinson: utilizada para tratar los síntomas del Parkinson avanzado, como temblores y rigidez.

4. Cirugía de la epilepsia: se realiza para controlar las convulsiones incontrolables que no responden a otros tratamientos.

5. Cirugía vascular cerebral: utilizada para tratar aneurismas cerebrales y malformaciones arteriovenosas (MAV).

6. Tratamiento quirúrgico de tumores cerebrales: se realiza para extirpar o reducir la presión de los tumores cerebrales benignos o malignos.

7. Cirugía de la neuralgia del trigémino: utilizada para aliviar el dolor facial intenso asociado con esta afección.

8. Estimulación cerebral profunda: se utiliza para tratar una variedad de condiciones, como enfermedad de Parkinson, distonía y trastornos del movimiento.

9. Cirugía de la esclerosis múltiple: utilizada para aliviar los síntomas de esta afección crónica del sistema nervioso central.

10. Cirugía de columna vertebral: se realiza para tratar diversas afecciones de la columna vertebral, como hernias discales y estenosis espinal.

Las heridas punzantes se definen como lesiones traumáticas causadas por objetos puntiagudos y estrechos que penetran en la piel y los tejidos subyacentes, pero no necesariamente atraviesan completamente el objeto. Estas heridas pueden variar en gravedad desde superficiales hasta profundas, dependiendo de la profundidad de la penetración y la naturaleza del objeto causante.

Las heridas punzantes a menudo se ven comprometidos los músculos, tendones, vasos sanguíneos y, en algunos casos, órganos internos. Pueden ocurrir en cualquier parte del cuerpo, pero son más comunes en áreas expuestas como las manos, brazos y piernas. Los objetos comunes que causan heridas punzantes incluyen agujas, alfileres, clavos, cuchillos, vidrios rotos y punzones.

El tratamiento de una herida punzante generalmente implica la limpieza a fondo de la herida para prevenir infecciones, así como posiblemente puntos de sutura o cirugía si los tejidos internos están dañados. La vacunación contra el tétanos también puede ser necesaria si no se ha recibido una dosis de refuerzo reciente. Es importante buscar atención médica inmediata después de sufrir una herida punzante, especialmente si los signos de infección, como enrojecimiento, hinchazón o dolor severo, se desarrollan.

Un angiolipoma es un tipo benigno (no canceroso) de tumor que se compone de grasa y vasos sanguíneos. Estos tumores suelen crecer justo bajo la piel, especialmente en el tronco o los brazos, aunque también pueden desarrollarse en otros órganos. Los angiolipomas son generalmente pequeños, tienen un tamaño de hasta 2 centímetros de diámetro, y suelen presentarse como nódulos blandos y móviles. Aunque la mayoría de los angiolipomas no causan síntomas, algunos pueden producir dolor si se encuentran en áreas donde hay muchos nervios o si se irritan fácilmente.

El tratamiento de un angiolipoma generalmente no es necesario a menos que cause molestias o problemas estéticos. Si es necesario, el tratamiento suele consistir en la extirpación quirúrgica del tumor. Los angiolipomas rara vez vuelven a crecer después de ser extirpados. Aunque los angiolipomas son benignos, se recomienda que cualquier bulto o masa cutánea nueva o cambiante sea evaluada por un médico para descartar otras afecciones más graves.

Los tornillos óseos, en términos médicos, se refieren a los dispositivos médicos utilizados en procedimientos quirúrgicos ortopédicos. Estos pequeños tornillos son generalmente hechos de metal, como el titanio o acero inoxidable, y se utilizan para mantener juntas fragmentadas o fisuradas partes del hueso durante el proceso de curación.

Existen diferentes tipos de tornillos óseos, tales como tornillos canulados, tornillos cortos y largos, tornillos de bloqueo, etc., cada uno diseñado para su uso específico en diversas situaciones clínicas. Por ejemplo, los tornillos canulados son huecos en el centro, lo que permite la introducción de alambres o cables a través de ellos, mientras que los tornillos de bloqueo tienen una cabeza que se atornilla firmemente sobre el hueso, evitando así que el tornillo se afloje con el tiempo.

La colocación de tornillos óseos generalmente requiere cirugía, donde el cirujano drila un orificio en el hueso y luego inserta cuidadosamente el tornillo en su lugar. Una vez que el hueso ha sanado completamente, a menudo se puede quitar el tornillo si es necesario.

Es importante señalar que, aunque los tornillos óseos son generalmente seguros y eficaces, como cualquier procedimiento quirúrgico, están asociados con ciertos riesgos y complicaciones potenciales, incluyendo infección, daño a los tejidos circundantes, y reacciones alérgicas al material del tornillo.

Las neoplasias del sistema nervioso periférico (SNP) se refieren a un crecimiento anormal y descontrolado de tejidos en el sistema nervioso periférico, que es el componente del sistema nervioso que se encuentra fuera del cerebro y la médula espinal. Estos tumores pueden ser benignos o malignos (cancerosos).

Los tipos más comunes de neoplasias en el SNP incluyen:

1. Schwannomas: estos son tumores que se desarrollan a partir de las células de Schwann, que recubren los nervios periféricos. Los schwannomas suelen ser benignos, pero raramente pueden volverse cancerosos. El más conocido es el neurinoma del acústico o schwannoma vestibular, que afecta al nervio auditivo.

2. Neurofibromas: estos tumores se originan en las células de los tejidos conectivos que rodean los nervios periféricos. La mayoría son benignos, pero aproximadamente el 5-10% pueden transformarse en malignos, especialmente en personas con neurofibromatosis tipo 1 (NF1), una enfermedad genética hereditaria.

3. Mielomas multiples: estas son neoplasias malignas de las células plasmáticas, que se encuentran en la médula ósea y producen anticuerpos. Los mielomas multiples pueden causar lesiones en los huesos y afectar el funcionamiento del SNP.

4. Ganglioneuromas: estos son tumores benignos que surgen de las células nerviosas del sistema nervioso simpático, localizadas principalmente en la cavidad torácica y abdominal.

5. Sarcomas: estos son tumores malignos que se desarrollan a partir de tejidos conectivos como músculos, tendones, ligamentos, vasos sanguíneos o grasa. Algunos ejemplos incluyen el sarcoma de Ewing, el sarcoma sinovial y el rabdomiosarcoma.

6. Linfomas: estas neoplasias malignas surgen de los linfocitos, un tipo de glóbulo blanco que forma parte del sistema inmunológico. Los linfomas pueden afectar los ganglios linfáticos y otros órganos, incluyendo el SNP.

El tratamiento de las neoplasias del SNP depende del tipo de tumor, su localización, el estadio de la enfermedad y la salud general del paciente. Las opciones de tratamiento pueden incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia, terapia dirigida o inmunoterapia. En algunos casos, se puede considerar un trasplante de células madre para tratar tumores malignos agresivos. El pronóstico y la supervivencia varían ampliamente dependiendo del tipo de neoplasia y el estadio en el momento del diagnóstico.

Las meninges son membranas protectoras del sistema nervioso central en los humanos y otros animales. Ellas recubren el cerebro y la médula espinal desde el interior del cráneo y la columna vertebral. Hay tres capas de meninges: la duramadre (la más externa y resistente), la aracnoides (la intermedia) y la piamadre (la más interna, que está en contacto directo con el tejido cerebral). Estas membranas ayudan a proteger el sistema nervioso central de lesiones y infecciones, proporcionan un suministro de sangre a través de vasos sanguíneos y contienen líquido cefalorraquídeo, que actúa como amortiguador y facilita la circulación de nutrientes y desechos.

Las neoplasias epidurales se refieren a tumores o crecimientos anormales que se desarrollan en el espacio epidural, que es la zona situada entre la duramadre (la cubierta externa más dura del sistema nervioso central) y el hueso de la columna vertebral. Este espacio contiene tejido graso, vasos sanguíneos y nervios raquídeos.

Las neoplasias epidurales pueden ser benignas (no cancerosas) o malignas (cancerosas). Los tumores benignos suelen crecer más lentamente y raramente se diseminan a otras partes del cuerpo, mientras que los tumores malignos tienden a crecer y extenderse más rápidamente.

Estas neoplasias pueden originarse en el espacio epidural (tumores primarios) o propagarse desde otros lugares del cuerpo (metástasis). Las metástasis epidurales son mucho más comunes que los tumores primarios y suelen provenir de cánceres de mama, pulmón, próstata y riñón.

Los síntomas de las neoplasias epidurales dependen de la localización y el tamaño del tumor. Pueden incluir dolor de espalda, debilidad muscular, entumecimiento o hormigueo en las extremidades, pérdida de control de esfínteres y dificultad para caminar o mantener el equilibrio. El tratamiento puede involucrar cirugía, radioterapia, quimioterapia u otros procedimientos dirigidos a aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente.

La articulación cigapofisaria, también conocida como articulación interapofisaria o articulación de las apófisis transversas, es una articulación facetaria que se encuentra en la columna vertebral. Está formada por las superficies articulares de las apófisis articulares o transversas de las vértebras adyacentes.

Estas articulaciones cigapofisarias son gliding joints, lo que significa que permiten un movimiento de deslizamiento entre las vértebras. Este tipo de movimiento es limitado y está diseñado principalmente para proporcionar estabilidad a la columna vertebral. Las articulaciones cigapofisarias también ayudan a limitar el movimiento excesivo o la torsión que podrían dañar la médula espinal y los nervios raquídeos.

Las articulaciones cigapofisarias desempeñan un papel importante en la absorción de impactos y la distribución de cargas a lo largo de la columna vertebral, especialmente durante actividades como el levantamiento de objetos o el ejercicio físico. Además, contribuyen a la flexibilidad y movilidad limitadas de la columna vertebral en diferentes planos.

La Atrofia Muscular Espinal (AME) es un grupo de trastornos genéticos que afectan la motoneurona inferior, que es la neurona responsable de controlar los músculos esqueléticos. La enfermedad se caracteriza por una disminución progresiva en el tono muscular y la fuerza, lo que lleva a una debilidad muscular generalizada.

Existen varios tipos de AME, clasificados según la edad de inicio de los síntomas y su gravedad. Los tipos más comunes son la AME tipo I, también conocida como Werdnig-Hoffmann, que se manifiesta en los primeros seis meses de vida y es la forma más grave; la AME tipo II, que se presenta entre los 6 y los 18 meses de edad y tiene un curso más lento; y la AME tipo III, también llamada Kugelberg-Welander, que comienza después de los 18 meses y es la forma menos grave.

La causa de la AME es una mutación en el gen SMN1 (supervivencia del motoneurona 1), que produce una proteína necesaria para el mantenimiento y desarrollo normal de las motoneuronas. La falta de esta proteína lleva a la muerte progresiva de estas células nerviosas, lo que resulta en la pérdida de conexiones entre el cerebro y los músculos.

Los síntomas de la AME incluyen debilidad muscular progresiva, hipotonía (bajo tono muscular), fasciculaciones (contracciones musculares involuntarias), atrofia muscular, dificultad para respirar y deglutir, y en los casos más graves, parálisis.

El diagnóstico de la AME se realiza mediante estudios genéticos y neurológicos, como electromiografía y resonancia magnética. No existe cura para la enfermedad, pero el tratamiento puede ayudar a mejorar los síntomas y prevenir complicaciones. El tratamiento incluye fisioterapia, terapia del habla y deglución, dispositivos de apoyo como sillas de ruedas y ventiladores, y en algunos casos, medicamentos para aliviar los espasmos musculares y mejorar la función respiratoria.

La articulación atlantoaxoidea es una articulación situada en la parte superior del cuello y conecta los huesos C1 (atlas) y C2 (axis). Es una articulación condiloidal pivotante que permite movimientos de rotación y limitados de flexión y extensión. La articulación atlantoaxoidea es importante para la movilidad de la cabeza y el cuello, especialmente en la rotación. También contiene importantes estructuras neurovasculares, como la médula espinal y las arterias vertebrales, que corren a través o cerca de ella.

Un cadáver es el cuerpo de un ser humano o animal que ha muerto y ha comenzado el proceso de descomposición. En términos médicos, se utiliza a menudo en el contexto de la autopsia, que es una examen minucioso del cadáver para determinar la causa de la muerte y obtener información sobre las condiciones médicas subyacentes.

Después de la muerte, los procesos naturales de descomposición comienzan a descomponer el cuerpo. Durante este proceso, los tejidos se descomponen y los fluidos corporales se drenan, lo que puede hacer que el cadáver se vuelva rígido (rigor mortis) y cambie de apariencia. La autopsia es una herramienta importante en la investigación de muertes súbitas, violentas o inexplicables, ya que puede ayudar a determinar la causa de la muerte y proporcionar pistas importantes sobre cualquier enfermedad subyacente o lesión que pueda haber contribuido a la muerte.

Es importante tener en cuenta que el tratamiento y manejo de cadáveres está regulado por leyes y reglamentos específicos en cada país y región, con el fin de garantizar el respeto y la dignidad del fallecido y prevenir la propagación de enfermedades infecciosas.

Un meningioma es un tipo específico de tumor cerebral que se origina en las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal, conocidas como meninges. Más concretamente, este tipo de tumores suelen desarrollarse en las capas más externas de las meninges, llamadas aracnoides.

La mayoría de los meningiomas son benignos, lo que significa que no son cancerosos y crecen lentamente. Sin embargo, incluso los meningiomas benignos pueden causar problemas importantes si aumentan de tamaño y presionan estructuras vitales dentro del cráneo o la columna vertebral, como el cerebro, los nervios craneales o la médula espinal.

En algunos casos, los meningiomas pueden ser malignos (cancerosos) o presentar un comportamiento atípico, lo que significa que crecen y se diseminan más rápidamente en comparación con los meningiomas benignos. Estos tipos de meningiomas tienen un mayor riesgo de recurrencia después del tratamiento y pueden ser más difíciles de tratar.

Los síntomas asociados con los meningiomas varían ampliamente, dependiendo de su tamaño, ubicación y crecimiento. Algunos síntomas comunes incluyen dolores de cabeza, convulsiones, problemas de visión, pérdida de audición, déficits neurológicos (como debilidad o entumecimiento en los brazos o las piernas), cambios cognitivos y trastornos del equilibrio. El tratamiento puede incluir la observación cuidadosa, la cirugía para extirpar el tumor, la radioterapia o una combinación de estas opciones.

Un quiste sinovial es un saco lleno de líquido que se forma en una articulación, usualmente como resultado de la irritación o lesión repetida. Normalmente, la membrana sinovial produce un fluido lubricante y protector para las articulaciones. Sin embargo, cuando está irritada, puede desarrollar protuberancias llenas de líquido que se denominan quistes sinoviales. Estos quistes pueden variar en tamaño y a menudo se encuentran alrededor de los dedos, especialmente en la base de la uña o detrás del nudillo. Aunque generalmente no son dolorosos, pueden causar incomodidad, particularmente si interfieren con los movimientos normales de las articulaciones. En algunos casos, el tratamiento puede involucrar drenaje del líquido o, en casos más graves, cirugía para extirpar el quiste.

Las Enfermedades del Desarrollo Óseo (EDO) son un grupo de trastornos que afectan el crecimiento y desarrollo normal de los huesos. Estas condiciones pueden ser presentes desde el nacimiento o adquirirse más tarde en la vida, y pueden ser causadas por una variedad de factores, incluyendo genéticos, hormonales, nutricionales y ambientales.

Las EDO se caracterizan por anomalías en la forma, tamaño, densidad y fuerza de los huesos. Pueden afectar a uno o más huesos y pueden causar una variedad de síntomas, dependiendo de la gravedad y la ubicación de la afección. Algunos de los síntomas más comunes incluyen dolor óseo, deformidades esqueléticas, crecimiento anormal, fracturas espontáneas o repetidas, y discapacidad física.

Algunos ejemplos de EDO incluyen la enfermedad de Paget del hueso, la osteogénesis imperfecta, la displasia fibrosa poliestóptica, el síndrome de Marfan, y el síndrome de Hurler. El tratamiento de estas condiciones depende del tipo y la gravedad de la afección, pero puede incluir medicamentos, terapia física, cirugía ortopédica y cambios en el estilo de vida.

El término 'Resultado del Tratamiento' se refiere al desenlace o consecuencia que experimenta un paciente luego de recibir algún tipo de intervención médica, cirugía o terapia. Puede ser medido en términos de mejoras clínicas, reducción de síntomas, ausencia de efectos adversos, necesidad de nuevas intervenciones o fallecimiento. Es un concepto fundamental en la evaluación de la eficacia y calidad de los cuidados de salud provistos a los pacientes. La medición de los resultados del tratamiento puede involucrar diversos parámetros como la supervivencia, la calidad de vida relacionada con la salud, la función física o mental, y la satisfacción del paciente. Estos resultados pueden ser evaluados a corto, mediano o largo plazo.

La discectomía es un procedimiento quirúrgico en el que se extirpa parcial o totalmente un disco intervertebral herniado en la columna vertebral. El objetivo de esta cirugía es aliviar la presión sobre las raíces nerviosas espinales o la médula espinal causada por el disco herniado, lo que puede provocar dolor intenso, entumecimiento o debilidad en las extremidades. Durante la cirugía, se realiza una incisión en la parte posterior de la columna vertebral para acceder al disco afectado. Luego, se extirpa el material desprendido del disco que comprime los nervios. En algunos casos, también puede ser necesario eliminar parte del anillo fibroso exterior del disco o fusionar las vértebras adyacentes para estabilizar la columna vertebral. La discectomía generalmente se realiza bajo anestesia general y requiere hospitalización durante unas horas o días después de la cirugía.

El dolor de la región lumbar, también conocido como lumbago, se refiere a la molestia o dolor en la parte inferior de la espalda, por encima del sacro y por debajo de las costillas. Esta área se conoce como la zona lumbar de la columna vertebral, que consta de cinco vértebras (L1-L5), que soportan gran parte del peso corporal y permiten el movimiento de flexión, extensión e inclinación lateral de la espalda.

El dolor lumbar puede variar en intensidad, desde una molestia leve hasta un dolor agudo o incapacitante. Puede ser localizado o irradiarse a las piernas (ciatalgia o ciática), y puede estar asociado con rigidez, debilidad muscular, entumecimiento u hormigueo en una o ambas extremidades inferiores.

Las causas comunes del dolor lumbar incluyen:

1. Lesiones musculoesqueléticas, como distensiones y esguinces de los músculos y ligamentos de la espalda.
2. Protrusiones o hernias discales, que involucran la salida del material del disco intervertebral fuera de su espacio normal, comprimiendo los nervios raquídeos y causando dolor e incomodidad.
3. Enfermedades degenerativas de la columna vertebral, como artrosis o espondilosis, que involucran el desgaste natural del cartílago y los discos articulares con la edad.
4. Enfermedades inflamatorias, como la espondilitis anquilosante o la artritis reactiva, que pueden causar inflamación de las articulaciones y estructuras circundantes en la columna vertebral.
5. Infecciones, como la disquitis o la osteomielitis, que involucran una infección bacteriana o fúngica de los discos intervertebrales o el hueso de la columna vertebral.
6. Tumores benignos o malignos que se originan en la columna vertebral o se diseminan a ella desde otras partes del cuerpo.

El tratamiento del dolor lumbar depende de su causa subyacente y puede incluir:

1. Descanso y evitar actividades que agraven el dolor.
2. Medicamentos, como analgésicos, antiinflamatorios no esteroides o relajantes musculares.
3. Fisioterapia y rehabilitación para fortalecer los músculos de la espalda y mejorar la flexibilidad y el rango de movimiento.
4. Inyecciones epidurales de esteroides o bloqueos nerviosos para aliviar el dolor y la inflamación.
5. Cirugía, en casos graves o cuando otros tratamientos no han tenido éxito.

El pronóstico del dolor lumbar varía según su causa subyacente y el tratamiento recibido. La mayoría de los casos de dolor lumbar se resuelven con tratamiento conservador y descanso, pero algunas personas pueden experimentar dolor crónico o recurrente que requiera un tratamiento más prolongado o invasivo.

La isquemia de la médula espinal se refiere a una condición médica en la cual el flujo sanguíneo inadecuado hacia la médula espinal resulta en un suministro insuficiente de oxígeno y nutrientes a las células de la médula espinal. Esto puede conducir a daños celulares y potencialmente a la muerte de las células, lo que podría dar lugar a diversos déficits neurológicos, dependiendo de la gravedad e intensidad de la isquemia, así como de la región específica de la médula espinal afectada.

La causa más común de isquemia de la médula espinal es una disminución repentina y drástica en el suministro de sangre a la médula espinal, que puede deberse a diversos factores, como por ejemplo: un accidente cerebrovascular, una lesión de la columna vertebral, una disección arterial, una estenosis espinal o una embolia.

Los síntomas de isquemia de la médula espinal pueden variar ampliamente y dependerán del nivel y extensión de la lesión. Algunos de los síntomas más comunes incluyen: debilidad, entumecimiento o parálisis en las extremidades, pérdida de reflejos tendinosos profundos, disfunción vesical o intestinal, y trastornos sensoriales.

El tratamiento de la isquemia de la médula espinal requiere una evaluación y manejo inmediatos e intensivos por parte de un equipo multidisciplinario de especialistas en neurociencias, con el objetivo de restaurar el flujo sanguíneo a la médula espinal lo antes posible. El tratamiento puede incluir medidas de soporte vital, oxigenación y circulación adecuadas, administración de fármacos vasodilatadores o trombolíticos, y en algunos casos, cirugía para reparar lesiones vasculares o descomprimir la médula espinal.

Los procedimientos ortopédicos son intervenciones quirúrgicas o no quirúrgicas que se llevan a cabo para corregir, restaurar, o mejorar la función y el alineamiento de las estructuras del sistema musculoesquelético. Estos procedimientos pueden incluir:

1. Cirugía artroscópica: una técnica mínimamente invasiva que utiliza una cámara pequeña y herramientas especiales para diagnosticar y tratar problemas en las articulaciones, como lesiones de menisco o rotura del ligamento cruzado anterior.

2. Cirugía de columna vertebral: se realiza para aliviar el dolor de espalda, corregir deformidades y estabilizar la columna vertebral en casos de escoliosis, estenosis espinal o hernias discales.

3. Cirugía de reemplazo articular: se utiliza para reemplazar una articulación dañada o artrítica, como la cadera o la rodilla, con una prótesis artificial.

4. Cirugía de fracturas y luxaciones: se realiza para estabilizar y alinear los huesos rotos o las articulaciones dislocadas.

5. Cirugía de corrección de deformidades: como la cirugía de piernas torcidas (gamba valga o vara), pies planos, o dedos en garra.

6. Cirugía de tumores óseos y tejidos blandos: se realiza para extirpar los tumores benignos o malignos que afectan al sistema musculoesquelético.

7. Terapia física y rehabilitación ortopédica: tratamientos no quirúrgicos que incluyen ejercicios, terapias manuales, calor, frío, electricidad y otros métodos para mejorar la fuerza, el rango de movimiento y la función después de una lesión o cirugía.

El objetivo del tratamiento ortopédico es restaurar la función, aliviar el dolor y corregir las deformidades asociadas con problemas musculoesqueléticos. Esto puede implicar el uso de medicamentos, terapia física, dispositivos de apoyo, cirugía o una combinación de estos enfoques. El especialista en ortopedia trabajará en colaboración con el paciente para determinar el mejor plan de tratamiento individualizado en función de sus necesidades y preferencias.

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