Prueba de diagnóstico por imagen del TRACTO BILIAR en la que se inyecta un medio de contraste (MEDIO RADIOOPACO) en el CONDUCTO BILIAR y se hacen radiografías.
Precipitados cristalinos sólidos en el TRACTO BILIAR, generalmente formados en la VESICULA BILIAR que resultan en COLELITIASIS. Los cálculos biliares, derivados de la BILIS, consisten principalmente de calcio, colesterol, o bilirrubina.
Endoscopía por fibra óptica diseñada para la observación y canulación duodenal de la AMPOLLA DE VATER, con el propósito de visualizar el sistema de conductos pancreáticos y biliares por la inyección retrógrada de medio de contraste. Durante este procedimiento puede realizarse la papilotomía endoscópica (Vater) (ESFINCTEROTOMIA ENDOSCÓPICA).
El mayor conducto biliar. Formado por la unión del CONDUCTO QUÍSTICO y el CONDUCTO HEPÁTICO COMÚN.
Extirpación quirúrgica de la VESÍCULA BILIAR.
Técnica diagnóstica incruenta para la visualización de los CONDUCTOS PANCREÁTICOS y los CONDUCTOS BILIARES, en la que no se utilizan MEDIOS DE CONTRASTE inyectados ni rayos X. La resonancia magnética detecta con gran sensibilidad la diltación de los conductos, la estrechez biliar y las anomalías intraductales.
Enfermedades en cualquier parte del TRACTO BILIAR, incluyendo los CONDUCTOS BILIARES y la VESÍCULA BILIAR.
Extirpación de la vesícula biliar a través de una incisión utilizando un laparoscopio.
Presencia o formación de CALCULOS BILIARES en el CONDUCTO BILIAR COMÚN.
Presencia o formación de CALCULOS BILIARES en el TRACTO BILIAR, usualmente en la vesícula biliar (COLECISTOLITIASIS) o en el conducto biliar común (COLEDOCOLITIASIS).
Enfermedades en cualquier parte del sistema ductal del TRACTO BILIAR, desde los más pequeños CANALÍCULOS BILIARES hasta el más grande CONDUCTO COLÉDOCO.
Procedimientos de atención a pacientes realizados durante la operación y que son auxiliares a la verdadera cirugía. Incluyen el monitoreo, el tratamiento con líquidos, medicación, transfusión, anestesia, radiografías, y pruebas de laboratorio.
Canales que recogen y transportan la secreción biliar desde los CANALÍCULOS BILIARES, la rama más pequeña del TRACTO BILIAR en el HIGADO, a través de los pequeñoa conductos biliares, los conductos biliares fuera del higado y la VESÍCULA BILIAR para su almacenamiento.
Conducto biliar predominantemente extrahepático que está formado por la unión de los conductos hepáticos derecho e izquierdo los cuales son predominantemente intrahepáticos y que a su vez se unen al conducto cístico para formar un conducto biliar común.
Conducto conectado con la VESÍCULA BILIAR y permite el vaciamiento de la bilis en el CONDUCTO BILIAR COMÚN.
Los CONDUCTOS BILIARES y la VESÍCULA BILIAR.
Período que transcurre durante una operación quirúrgica.
Trastorno del flujo biliar debido a obstrucción de los conductos biliares pequeños (COLESTASIS INTRAHEPÁTICA)u obstrucción en los conductos biliares grandes (COLESTASIS EXTRAHEPÁTICA).
Alteración del flujo de bilis a través de los grandes CONDUCTOS BILIARES por obstrucción mecánica o estrechez debida a procesos benignos o malignos.
Comunicación anormal entre cualquier órgano del tracto biliar o entre los órganos biliares y otros órganos.
Inflamación del sistema ductal biliar (CONDUCTOS BILIARES) intrahepático, extrahepático o ambos.
Tumores o cánceres de los CONDUCTOS BILIARES.
Presencia o formación de CALCULOS BILIARES en la VESICULA BILIAR.
Conductos dentro del hígado que transportan la bilis. Incluye los canales hepáticos derecho e izquierdo aunque éstos podrían unirse fuera del hígado para conformar el canal hepático común.
Cualquier procedimiento quirúrgico realizado en el sistema biliar.
Ictericia, la afección con coloración amarillenta de la piel y las membranas mucosas, que se debe al flujo irregular de BILIS en el SISTEMA BILIAR, como en la COLESTASIS INTRAHEPÁTICA, o la COLESTASIS EXTRAHEPÁTICA.
Complicaciones que afectan a los pacientes durante la cirugía. Pueden o no estar asociadas a la enfermedad por la cual la cirugía es realizada o dentro del mismo procedimiento quirúrgico.
Enfermedades del CONDUCTO COLÉDOCO, incluyendo la AMPOLLA HEPATOPANCREÁTICA (o AMPOLLA DE VATER) y el ESFINTER DE LA AMPOLLA HEPATOPANCREÁTICA (o ESFINTER DE ODDI).
Radiografía de la vesícula biliar luego de la ingestión de medio de contraste.
Enfermedad inflamatoria crónica del TRACTO BILIAR. Se caracteriza por fibrosis y endurecimiento de los sistemas ductal biliar intrahepático y extrahepático, dando lugar a la constricción del conducto biliar, COLESTASIS, y una eventual CIRROSIS BILIAR.
Incision del esfínter de Oddi o ampolla de Vater que se realiza insertando un esfinterótomo a través de un endoscopio (DUODENOSCOPIO) a lo cual con frecuencia le sigue una colangiografía retrógrada (COLANGIOPANCREATOGRAFIA RETROGRADA ENDOSCOPICA). El tratamiento endoscópico mediante la esfinterectomía es el método preferido para pacientes con cálculos retenidos o recurrentes en el conducto biliar posteriores a la colecistectomía, y para pacientes de poco riesgo quirúrgico que todavía tienen vesícula biliar.
Inflamación de la VESÍCULA BILIAR, generalmente causada por alteración del flujo de la BILIS, CÁLCULOS BILIARES en el TRACTO BILIAR, infecciones u otras enfermedades.
Malformación anatómica congénita de un conducto biliar, incluyendo la dilatación quística del conducto biliar extrahepático o del intrahepático. La clasificación se basa en el lugar y tipo de dilatación. El tipo I es el más común.
Depósito de almacenamiento de la secreción de BILIS. La vesícula biliar permite la liberación de ácidos biliares con alta concentración y de manera controlada, a través del CONDUCTO QUÍSTICO al DUODENO, para la degradación de los lípidos de la ingesta.
Un medio de contraste radiográfico soluble en agua utilizado para colecistografía y colangiografía.
Formación quirúrgica de una abertura (estoma) en el CONDUCTO BILIAR COMÚN para drenaje o comunicación directa con un lugar en el intestino delgado, principalmente el DUODENO o el YEYUNO.
Tumor maligno surgido desde el epitelio de los CONDUCTOS BILIARES.
Cuidados que se dan durante el período previo a sufrir una cirugía cuando se realiza la preparación psicológica y física de acuerdo a las necesidades especiales de un paciente individual. Este período comprende el tiempo entre al admisión al hospital y el tiempo en que comienza la operación quirúrgica.
Una anastomosis quirúrgica en forma de Y de cualquier parte del sistema digestivo, el cual incluye el intestino delgado como el sitio eventual de drenaje..
Agente emulsificante producido en el HÍGADO y que se segrega en el DUODENO. Su composición incluye ÁCIDOS Y SALES BILIARES, COLESTEROL y ELECTROLITOS. Ayuda a la DIGESTIÓN de las grasas en el duodeno.
Ruptura de la conexión y posterior fuga de efluentes (líquidos, secreciones, aire) desde una ANASTOMOSIS QUIRÚRGICA del sistema digestivo, respiratorio, genitourinario y cardiovascular. Las fugas más comunes provienen de la ruptura de las líneas de sutura en anastomosis gastrointestinales o intestinales.
Cirugía del esfínter de músculo liso de la ampolla hepatopancreática para aliviar conductos biliares o pancreáticos bloqueados.
Procesos patológicos que afectan a los pacientes después de un procedimiento quirúrgico. Pueden o no estar relacionados a la enfermedad por la cual se realiza la cirugía y pueden o no ser el resultado directo de la cirugía.
Transferencia de una parte del hígado o del hígado entero de un humano o animal a otro.
Examen endoscópico, terapéutico o quirúrgico del tracto digestivo.
Enfermedades de la VESÍCULA BILIAR. Generalmente por alteraciones del flujo de la BILIS, CÁLCULOS BILIARES en la VÍA BILIAR, infecciones, neoplasias y otros procesos.
Vías externas hacia el higado para el transporte de las bilis. Estas incluyen el CONDUCTO BILIAR COMÚN y el CONDUCTO HEPÁTICO COMÚN.
Vía anormal o comunicación entre un bronquio y otra parte del cuerpo.
Procedimientos de la aplicación de ENDOSCOPIOS para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades. La endoscopia involucra pasar un instrumento óptico a través de una pequeña incisión en la piel, es decir, percutánea, o bien a través de un orificio natural y a lo largo de las vías naturales del cuerpo, tales como el tracto digestivo, y o a través de una incisión en la pared de una estructura tubular o de órganos, es decir, transluminal, examinar o realizar cirugía en las partes interiores del cuerpo.
Visualización de las estructuras profundas del cuerpo mediante el registro de los reflejos o ecos de impulsos ultrasónicos dirigidos hacia los tejidos. El uso del ultrasonido para imágenes o diagnóstico emplea frecuencias que van desde 1,6 hasta 10 megahercios.
Afección en la que una estructura anatómica se estrecha más allá de sus dimensiones normales.
Manifestación clínica de HIPERBILIRRUBINEMIA, caracterizada por la coloración amarillenta de la PIEL, MEMBRANA MUCOSA y ESCLERA. La ictericia clínica generalmente es un signo de disfunción del HIGADO.
Creación mediante cirugía de una abertura en el YEYUNO a través de la PARED ABDOMINAL, generalmente para realizar la hiperalimentación enteral.
Extracción de líquidos o descargas desde el cuerpo, como desde una herida, úlcera o cavidad.
INFLAMACIÓN del PÁNCREAS. La pancreatitis se clasifica como aguda a menos que existan hallazgos de tomografía computarizada o de colangiopancreatografía endoscópica retrógrada de PANCREATITIS CRÓNICA (Adaptación del original: International Symposium on Acute Pancreatitis, Atlanta, 1992). Las dos formas mas comunes de pancreatitis aguda son la PANCREATITIS ALCOHÓLICA y la pancreatitis con cálculo biliar.
Tumores del CONDUCTO COLÉDOCO, incluyendo la AMPOLLA HEPATOPANCREÁTICA (o AMPOLLA DE VATER) y el ESFINTER DE LA AMPOLLA HEPATOPANCREÁTICA (o ESFINTER DE ODDI).
Procedimiento en el que un laparoscopio (LAPAROSCOPIOS) es insertado mediante una pequeña incisión cerca del ombligo para examinar los órganos abdominales y pélvicos de la CAVIDAD PERITONEAL. Si está indicado, puede llevarse a cabo una biopsia o cirugia durante la laparoscopia.
Sustancias que se utilizan para potenciar la visualización de los tejidos.
Ultrasonografía de los órganos internos utilizando un transductor de ultrasonido que en ocasiones está montado en un endoscopio de fibra óptica. En la endosonografía el transductor convierte las señales electrónicas en pulsos acústicos o en ondas continuas y actúa también como receptor para detectar los pulsos reflejados desde el interior de los órganos. Una interface audiovisual-electrónica convierte las señales de eco detectadas o procesadas, que pasa a través de la electrónica del instrumento, en una forma que el tecnólogo puede evaluar. El procedimiento no puede confundirse con la ENDOSCOPÍA la cual emplea un instrumento especial llamado endoscopio. El prefijo "endo-" de endosonografía se refiere al examen del tejido dentro de órganos huecos, con referencia al procedimiento de ultrasonografía usual que se realiza externamente o por vía transcutánea.
Tumores o cánceres de la vesícula biliar.
Iminoácidos son compuestos orgánicos que contienen un grupo funcional imina (-C=NH-) dentro de su estructura, formando parte de la cadena lateral de un aminoácido, como en la prolina y la hidroxiprolina.
Un pigmento biliar que es un producto de degradación de HEME.
Estudios proyectados para la observación de hechos que todavia no ocurrieron.
Uso o inserción de un dispositivo tubular en un conducto, vaso sanguíneo, órgano hueco, o cavidad corporal para inyectar o extraer líquidos para fines diagnóstico o terapéutico. Difiere de la INTUBACIÓN en que el tubo se usa aquí para restaurar o mantener la viabilidad en las obstrucciones.
Dilatación de la papila duodenal que es la abertura hacia la luz del duodeno de la unión del conducto COLÉDOCO y del CONDUCTO PANCREÁTICO PRINCIPAL, también conocida como ampolla de Vater.
Dilatación quística congénita de los conductos biliares intrahepáticos. Hay dos tipos diferentes: simple, con dilatación del conducto biliar o ectasia sola, y compleja, con extensa fibrosis hepática asociada e hipertensión portal. Con ambos tipos se asocia ectasia tubular renal benigna.
Evaluación constante del estado o condición de un paciente durante el curso de una operación quirúrgica (ejemplo, chequeo de los signos vitales).
Agentes gastrointestinales que estimulan el flujo de bilis hacia el duodeno (colagogos) o que estimulan la producción de bilis por el hígado (coleréticos).
Cualquier condición adversa en un paciente que se produce como resultado del tratamiento indicado por un médico, cirujano, u otro profesional de la salud, especialmente infecciones adquiridas por el paciente durante el curso del tratamiento.
Análisis de sangre que son usados para evaluar qué tan bien está funcionando el hígado de un paciente, así como para ayudar a diagnosticar enfermedades hepáticas.
Un complego del gadolinio con un agente quelante, ácido dietilenotriamina penta-acético (ADTP ver ACIDO PENTETICO), que es administrado para realzar la imagen en resonancias magnéticas del cráneo y columna espinal. (Traducción libre del original: Martindale, The Extra Pharmacopoeia, 30th ed, p706)
Cualquier cavidad o saco cerrado lleno de líquido, revestido por EPITELIO. Pueden ser normales o anormales, con tejidos no tumorales o tumorales.
Tomografía que utiliza transmisión de rayos x y un algoritmo de computador para reconstruir la imagen.
Trastorno del flujo biliar debido a daño de los HEPATOCITOS, los CANALÍCULOS BILIARES o los CONDUCTOS BILIARES INTRAHEPÁTICOS.
Estudios en los cuales los datos pertenecen a hechos del pasado.

La colangiografía es una prueba de diagnóstico por imágenes que se utiliza para visualizar el sistema biliar, que incluye los conductos biliares dentro y fuera del hígado (los conductos hepáticos intrahepáticos y extrahepáticos). Existen diferentes tipos de colangiografía, pero en general, implican la inyección de un medio de contraste en los conductos biliares para que puedan ser vistos y evaluados en una radiografía o tomografía computarizada.

Esta prueba puede ayudar a diagnosticar diversas condiciones que afectan al sistema biliar, como cálculos biliares, inflamación, infección, tumores o anomalías congénitas. La colangiografía retrógrada endoscópica (ERCP, por sus siglas en inglés) es un tipo común de colangiografía que se realiza durante una endoscopia. Durante este procedimiento, el médico inserta un endoscopio a través de la boca y el estómago hasta llegar al conducto biliar común, donde inyecta el medio de contraste y toma imágenes del sistema biliar.

Los cálculos biliares, también conocidos como piedras en la vesícula o colelitiasis, son pequeñas masas sólidas que se forman en la vesícula biliar a partir de sales y colesterol. La vesícula biliar es un órgano pequeño situado debajo del hígado que almacena y libera bilis, una sustancia líquida que ayuda a descomponer las grasas durante la digestión.

Los cálculos biliares pueden variar en tamaño, desde pequeños granos de arena hasta bolas del tamaño de una pelota de golf. La mayoría de las personas con cálculos biliares no presentan síntomas y los descubren durante exámenes médicos rutinarios o por otros problemas de salud. Sin embargo, algunas personas pueden experimentar dolor intenso en el abdomen superior derecho o en la parte superior del abdomen, especialmente después de comer alimentos grasosos. El dolor puede durar desde unos minutos hasta varias horas y a veces se irradia hacia el hombro derecho.

Otros síntomas de cálculos biliares pueden incluir náuseas, vómitos, pérdida de apetito, fiebre y escalofríos. En casos graves, los cálculos biliares pueden causar complicaciones como inflamación de la vesícula biliar (colecistitis), infección, pancreatitis y obstrucción del conducto biliar.

El tratamiento de los cálculos biliares depende del tamaño y la ubicación de los cálculos, así como de la gravedad de los síntomas. En algunos casos, se pueden administrar medicamentos para disolver los cálculos pequeños y blandos. Sin embargo, la mayoría de las personas con cálculos biliares requieren cirugía para extirpar la vesícula biliar y los cálculos. La cirugía más común es la colecistectomía laparoscópica, que se realiza mediante pequeñas incisiones en el abdomen.

La pancreatocolangiografía retrógrada endoscópica (ERCP, por sus siglas en inglés) es un procedimiento médico combinado que incluye la endoscopia y la fluoroscopia. Se utiliza principalmente para diagnosticar y tratar condiciones relacionadas con el tracto biliar y pancreático.

Durante el procedimiento, se inserta un endoscopio flexible a través de la boca y se avanza hasta llegar al duodeno, que es la primera parte del intestino delgado. Luego, se introduce un catéter a través del endoscopio hasta alcanzar el conducto biliar o pancreático. A continuación, se inyecta un contraste de rayos X para permitir la visualización de estos conductos en la fluoroscopia.

La ERCP puede utilizarse para diagnosticar diversas afecciones, como cálculos biliares, inflamación del páncreas, tumores o estrechamiento de los conductos biliares o pancreáticos. Además, también se pueden realizar procedimientos terapéuticos durante la ERCP, como la extracción de cálculos biliares, el drenaje de líquidos infectados o la colocación de stents para mantener abiertos los conductos obstruidos.

Sin embargo, es importante señalar que la ERCP es un procedimiento invasivo y conlleva ciertos riesgos, como pancreatitis, infección, sangrado o perforación intestinal. Por lo tanto, generalmente se recomienda solo en situaciones en las que los beneficios potenciales del diagnóstico o el tratamiento superan los posibles riesgos.

El conducto colédoco es un término médico que se refiere al tubo que transporta la bilis desde el hígado y la vesícula biliar hacia el intestino delgado. La bilis es una sustancia producida por el hígado que ayuda a descomponer las grasas en los alimentos que se ingieren.

El conducto colédoco se forma por la unión de dos conductos más pequeños: el conducto hepático común, que drena la bilis producida por el hígado, y el conducto cístico, que drena la bilis almacenada en la vesícula biliar. Después de la unión, el conducto colédoco se une con el conducto pancreático, que drena las enzimas digestivas producidas por el páncreas, antes de desembocar en el duodeno, la primera parte del intestino delgado.

La anormalidad o enfermedad del conducto colédoco puede causar problemas de salud graves, como ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), dolor abdominal, náuseas y vómitos. Algunas de las afecciones que pueden afectar al conducto colédoco incluyen cálculos biliares, inflamación del páncreas (pancreatitis), infección y cáncer.

La colecistectomía es un procedimiento quirúrgico en el que se extirpa la vesícula biliar. La vesícula biliar es un órgano pequeño situado justo debajo del hígado que almacena y concentra la bilis, una sustancia producida por el hígado que ayuda a descomponer las grasas durante la digestión.

Existen dos tipos principales de colecistectomía:

1. Colecistectomía laparoscópica: Esta es una cirugía mínimamente invasiva en la que el cirujano hace varias pequeñas incisiones en el abdomen y utiliza una cámara de video y herramientas especiales para extirpar la vesícula biliar.
2. Colecistectomía abierta: Esta es una cirugía más invasiva en la que se hace una incisión más grande en el abdomen para extirpar la vesícula biliar.

La colecistectomía se realiza con mayor frecuencia para tratar los cálculos biliares, que son pequeños depósitos duros de material que se forman en la bilis y pueden obstruir el flujo de bilis desde la vesícula biliar. También puede ser necesaria si la vesícula biliar está inflamada o infectada y no responde al tratamiento médico.

Después de una colecistectomía, se puede experimentar dolor abdominal leve y molestias durante varios días o semanas. También es posible que se presenten complicaciones como infección, sangrado o daño a los conductos biliares cercanos. Sin embargo, la mayoría de las personas se recuperan completamente de la cirugía y pueden llevar una vida normal sin vesícula biliar.

La pancreatocolangiografía por resonancia magnética (MRCP, por sus siglas en inglés) es una técnica no invasiva de imagenología médica que utiliza ondas de radio y campos magnéticos para producir detalladas imágenes tridimensionales de los conductos pancreáticos y biliares. Esta prueba diagnóstica se realiza como una variante especial de la resonancia magnética abdominal y permite a los médicos evaluar condiciones que afectan al hígado, vesícula biliar, páncreas y vías biliares, como cálculos biliares, inflamación, infección o tumores. A diferencia de otras técnicas de imagenología, como la colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE) o la colangiografía percutánea transhepática (PTC), la MRCP no requiere la inserción de catéteres ni el uso de radiocontraste. Por lo tanto, es una opción menos invasiva y potencialmente más segura para los pacientes. Sin embargo, en algunos casos, puede ser necesario complementar la MRCP con procedimientos invasivos para obtener muestras de tejido o realizar intervenciones terapéuticas.

Las enfermedades de las vías biliares se refieren a un grupo de trastornos que afectan el sistema de conductos que transportan la bilis desde el hígado y el páncreas hasta el intestino delgado. La bilis es un líquido producido por el hígado que ayuda a descomponer las grasas en los alimentos para su absorción.

Estas enfermedades pueden causar inflamación, infección, obstrucción o daño a los conductos biliares y al tejido circundante. Algunas de las enfermedades de las vías biliares más comunes incluyen:

1. Colecistitis: Inflamación de la vesícula biliar, un órgano pequeño situado debajo del hígado que almacena y concentra la bilis. La colecistitis puede ser aguda o crónica y suele estar asociada a la presencia de cálculos biliares.

2. Coledocolitiasis: Presencia de cálculos en el conducto colédoco, el principal conducto que transporta la bilis desde el hígado y el páncreas hasta el intestino delgado. Los cálculos pueden causar obstrucción y provocar dolor abdominal intenso, ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos) e infección.

3. Colangitis: Inflamación del conducto colédoco y los conductos biliares más pequeños que drenan la bilis desde el hígado. La colangitis puede ser causada por una infección, un cálculo o una obstrucción en los conductos biliares.

4. Cirrosis biliar primaria: Trastorno crónico y progresivo que daña los conductos biliares más pequeños en el hígado, lo que lleva a la acumulación de bilis en el hígado y la destrucción del tejido hepático. La cirrosis biliar primaria puede causar ictericia, fatiga, dolor abdominal y, finalmente, insuficiencia hepática.

5. Colangiocarcinoma: Cáncer que se desarrolla en el conducto colédoco o en los conductos biliares más pequeños. El colangiocarcinoma es una enfermedad rara pero agresiva que puede ser difícil de diagnosticar y tratar.

El tratamiento de las enfermedades del conducto biliar depende de la causa subyacente y puede incluir cirugía, terapia con medicamentos o procedimientos endoscópicos. En algunos casos, el trasplante de hígado puede ser una opción de tratamiento para las enfermedades avanzadas y graves del conducto biliar.

La colecistectomía laparoscópica es un procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo utilizado para extirpar la vesícula biliar. Durante el procedimiento, el cirujano realiza varias pequeñas incisiones en el abdomen y inserta una laparoscopio, un tubo delgado con una cámara en su extremo, a través de una de las incisiones. El laparoscopio transmite imágenes de la vesícula biliar y los órganos circundantes al monitor de video del cirujano.

El cirujano utiliza estas imágenes como guía mientras inserta instrumentos quirúrgicos a través de las otras incisiones para extirpar la vesícula biliar. La colecistectomía laparoscópica generalmente se realiza como un procedimiento ambulatorio, lo que significa que el paciente puede irse a casa el mismo día del procedimiento.

La colecistectomía laparoscópica se utiliza comúnmente para tratar la enfermedad de vesícula biliar, como los cálculos biliares y la inflamación de la vesícula biliar (colecistitis). Los beneficios de este procedimiento incluyen una recuperación más rápida, menos dolor postoperatorio y menos complicaciones que la colecistectomía abierta tradicional. Sin embargo, como con cualquier procedimiento quirúrgico, existen riesgos asociados con la anestesia general, las lesiones de los tejidos circundantes y las infecciones.

La coledocolitiasis es una afección médica en la que se encuentran cálculos o piedras en el colédoco, el conducto que conecta la vesícula biliar y el hígado con el intestino delgado (duodeno). Estas piedras pueden variar en tamaño y estar compuestas de sales de calcio, colesterol o bilis.

La presencia de estos cálculos puede obstruir parcial o completamente el flujo de bilis desde la vesícula biliar y el hígado hacia el intestino delgado, lo que puede provocar diversos síntomas como dolor abdominal intenso en la parte superior derecha (colecistitis), ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), náuseas, vómitos y fiebre.

El diagnóstico de coledocolitiasis generalmente se realiza mediante estudios de imagenología, como ecografías abdominales, tomografías computarizadas o colangioresonografías endoscópicas (ERCP). El tratamiento puede incluir procedimientos quirúrgicos para extraer las piedras y aliviar la obstrucción, como la colecistectomía laparoscópica o la ERCP con extracción de cálculos. En algunos casos, se pueden utilizar medicamentos o litotricia extracorpórea por ondas de choque (ESWL) para disolver o fragmentar las piedras más pequeñas.

La colelitiasis es una afección médica en la que se forman cálculos o piedras en la vesícula biliar. La vesícula biliar es un pequeño órgano situado bajo el hígado que almacena y libera bilis, una sustancia líquida que ayuda a descomponer las grasas durante la digestión.

Las piedras en la vesícula biliar pueden variar en tamaño, desde pequeños granos de arena hasta bolas del tamaño de una pelota de golf. Algunas personas con colelitiasis no presentan síntomas y pueden desconocer que tienen piedras en la vesícula biliar hasta que se realizan pruebas de imagen por otras razones.

Sin embargo, otros pueden experimentar dolor intenso en el abdomen superior derecho o en el centro del abdomen, especialmente después de comer alimentos grasosos. El dolor puede durar desde unos minutos hasta varias horas y a veces se irradia hacia el hombro derecho. Otras personas pueden experimentar síntomas como náuseas, vómitos, pérdida de apetito, fatiga o fiebre leve.

El tratamiento de la colelitiasis depende del tamaño y la ubicación de las piedras, así como de los síntomas experimentados por el paciente. En algunos casos, se pueden administrar medicamentos para disolver las piedras o se puede recomendar una dieta baja en grasas. Sin embargo, si las piedras son grandes o causan complicaciones, como inflamación de la vesícula biliar o infección, es posible que sea necesaria una cirugía para extirpar la vesícula biliar (colecistectomía).

Las enfermedades de los conductos biliares se refieren a un grupo de trastornos que afectan el sistema biliar, que es responsable del transporte y almacenamiento de la bilis, una sustancia digestiva producida por el hígado. La bilis ayuda a descomponer las grasas en los alimentos para que puedan ser absorbidos más fácilmente por el cuerpo.

Las enfermedades de los conductos biliares pueden incluir:

1. Colelitiasis: La formación de cálculos o piedras en la vesícula biliar, un órgano pequeño en forma de pera que almacena la bilis.
2. Coledocolitiasis: La presencia de cálculos en el conducto colédoco, el conducto que conecta la vesícula biliar y el hígado con el intestino delgado.
3. Colangitis: La inflamación del conducto colédoco, a menudo causada por una infección.
4. Quiste de los conductos biliares: Un saco lleno de líquido que se forma en los conductos biliares.
5. Estenosis de los conductos biliares: El estrechamiento anormal de los conductos biliares, lo que puede obstruir el flujo de bilis.
6. Cáncer de los conductos biliares: Un crecimiento canceroso en los conductos biliares.

Estas enfermedades pueden causar síntomas como dolor abdominal, náuseas, vómitos, ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), fiebre y pérdida de apetito. El tratamiento depende del tipo y la gravedad de la enfermedad y puede incluir medicamentos, procedimientos endoscópicos, cirugía o quimioterapia.

Los cuidados intraoperatorios, también conocidos como atención quirúrgica o cuidados durante la cirugía, se refieren al conjunto de procedimientos y técnicas médicas aplicadas en el quirófano durante una intervención quirúrgica. Estos cuidados comienzan una vez que el paciente es ingresado al quirófano y finalizan cuando es trasladado a la unidad de recuperación o sala de vigilancia postoperatoria.

Los cuidados intraoperatorios incluyen, entre otros:

1. Monitorización: Se controlan constantemente los signos vitales del paciente (frecuencia cardíaca, presión arterial, saturación de oxígeno y temperatura corporal) durante toda la intervención quirúrgica.

2. Anestesia: La administración de anestésicos generales o locales para mantener al paciente en un estado de inconsciencia e insensibilidad al dolor durante la cirugía.

3. Posicionamiento: Colocación adecuada del paciente sobre la mesa quirúrgica, considerando las zonas a operar y garantizando su comodidad y prevención de lesiones.

4. Higiene y antisepsia: Se toman medidas para mantener un ambiente estéril en el quirófano y prevenir infecciones, como el uso de prendas quirúrgicas, cubrebocas, gorros y guantes desechables, así como la esterilización del instrumental quirúrgico.

5. Cirugía: El equipo médico realiza la intervención quirúrgica según el plan establecido previamente, considerando las técnicas adecuadas y los cuidados específicos de cada procedimiento.

6. Hemodinámica: Se controla y mantiene la estabilidad hemodinámica del paciente mediante la administración de líquidos, medicamentos y transfusiones sanguíneas si es necesario.

7. Monitorización: Durante la cirugía, se vigila constantemente el estado del paciente mediante la utilización de equipos de monitorización, como electrocardiogramas, oxímetros de pulso y presión arterial no invasiva o invasiva.

8. Anestesia: Se administra y controla la anestesia general o regional según las necesidades del paciente y el tipo de cirugía.

9. Vigilancia postoperatoria: Después de la cirugía, se vigila al paciente en la unidad de cuidados intensivos o en una sala de recuperación, controlando su estado vital y administrando los cuidados necesarios para garantizar una adecuada evolución.

10. Alta: Una vez que el paciente se encuentra estable y sus condiciones clínicas son satisfactorias, se procede a su alta hospitalaria y se programan las consultas de seguimiento con el especialista correspondiente.

Los conductos biliares son tubos que conectan la vesícula biliar y el hígado con el intestino delgado. Su función principal es transportar la bilis, una sustancia producida por el hígado que ayuda a descomponer las grasas en los alimentos que se consumen.

Hay dos tipos principales de conductos biliares:

1. El conducto biliar común: Es el conducto más grande y transporta la bilis desde la vesícula biliar y el conducto colédoco hasta el intestino delgado.
2. El conducto colédoco: Es un conducto más pequeño que se une al conducto biliar común y transporta la bilis desde el hígado hasta el conducto biliar común.

La bilis contiene sales biliares, colesterol, fosfolipidos, pigmentos biliares y otras sustancias. Cuando la bilis llega al intestino delgado, las sales biliares ayudan a descomponer las grasas en pequeñas gotitas que pueden ser absorbidas fácilmente por el cuerpo. Los pigmentos biliares dan a las heces su color característico marrón.

Si los conductos biliares se bloquean o se dañan, puede causar problemas de salud como colecistitis (inflamación de la vesícula biliar), coledocolitiasis (piedras en el conducto colédoco), pancreatitis (inflamación del páncreas) o ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos).

El conducto hepático común es una estructura anatómica en el sistema digestivo. Es un tubo que drena la bilis desde el hígado y la vesícula biliar hacia el intestino delgado. La bilis es un líquido producido por el hígado que ayuda a descomponer las grasas en los alimentos para que puedan ser absorbidos más fácilmente.

El conducto hepático común se forma cuando el conducto hepático derecho, que drena la bilis del lóbulo derecho del hígado y la vesícula biliar, se une con el conducto hepático izquierdo, que drena la bilis del lóbulo izquierdo del hígado. Después de la unión, el conducto hepático común continúa hacia abajo y se une al conducto cístico (que drena la vesícula biliar) para formar el conducto colédoco, que desemboca en el duodeno, la primera parte del intestino delgado.

Es importante mantener la permeabilidad y funcionalidad adecuadas del conducto hepático común, ya que cualquier obstrucción puede llevar a una acumulación de bilis en el hígado, lo que puede causar ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), dolor abdominal, náuseas y vómitos. Las causas comunes de obstrucción del conducto hepático común incluyen cálculos biliares, tumores o inflamación de los tejidos circundantes.

El conducto cístico es un término médico que se refiere a un pequeño tubo que conecta la vesícula biliar con el colédoco, que es el conducto más grande que drena la bilis desde el hígado y la vesícula biliar hacia el intestino delgado.

La bilis es una sustancia amarillenta y fluida producida por el hígado, que ayuda a descomponer las grasas en los alimentos que se consumen. La vesícula biliar almacena la bilis hasta que el cuerpo la necesita para la digestión. Cuando se come, la vesícula biliar se contrae y expulsa la bilis hacia el intestino delgado a través del conducto cístico y el colédoco.

El conducto cístico es una parte importante del sistema digestivo y puede verse afectado en diversas condiciones médicas, como la colecistitis (inflamación de la vesícula biliar), los cálculos biliares y el cáncer de vesícula biliar o de conducto cístico.

El sistema biliar es un sistema excretor en el cuerpo humano que desempeña un papel crucial en la digestión de las grasas. Se compone del hígado, los conductos hepáticos, la vesícula biliar y los conductos biliares.

El hígado produce la bilis, una sustancia fluida amarillenta o verde que contiene agua, sales, pigmentos, colesterol y ácidos biliares. La bilis ayuda a descomponer las grasas en pequeñas gotitas llamadas micelas, lo que facilita su absorción en el intestino delgado.

Los conductos hepáticos son tubos diminutos que transportan la bilis desde los lóbulos del hígado hasta la vesícula biliar, donde se almacena y concentra antes de ser liberada en el intestino delgado. La vesícula biliar es un pequeño saco muscular situado justo debajo del hígado.

Los conductos biliares son tubos que conectan la vesícula biliar y los conductos hepáticos con el duodeno, la primera parte del intestino delgado. Cuando comemos alimentos ricos en grasas, la vesícula biliar se contrae y libera la bilis alintestino delgado a través de estos conductos, donde ayuda a descomponer las grasas para su absorción.

El período intraoperatorio, también conocido como tiempo quirúrgico o fase quirúrgica, se refiere al lapso de tiempo durante el cual se está llevando a cabo un procedimiento quirúrgico en un paciente. Comienza cuando el cirujano hace la primera incisión para acceder al área que será operada y termina una vez que se han cerrado las últimas heridas y se ha completado la cirugía.

Este período es crucial ya que durante él, el equipo médico debe trabajar con extrema precisión y cuidado para garantizar la seguridad del paciente y lograr los objetivos deseados en la intervención quirúrgica. Además, se deben monitorear constantemente los signos vitales del paciente y ajustar los parámetros anestésicos si es necesario para mantener su estabilidad hemodinámica y evitar complicaciones.

La colestasis es una afección médica en la que se produce una disminución o interrupción del flujo de bilis desde la vesícula biliar y el hígado al intestino delgado. La bilis es un líquido producido por el hígado que ayuda a descomponer las grasas en los alimentos que consumimos. Contiene ácidos biliares, colesterol, pigmentos y otras sustancias.

Cuando la salida de bilis se ve obstruida o disminuida, los ácidos biliares pueden acumularse en el hígado, dañándolo e incluso provocando su fallo hepático si no se trata a tiempo. La colestasis también puede causar picazón intensa en la piel (prurito) y un aumento de los niveles de bilirrubina en la sangre, lo que hace que la piel y el blanco de los ojos adquieran un tono amarillento (ictericia).

La colestasis puede ser causada por diversos factores, como enfermedades hepáticas, infecciones, medicamentos, cálculos biliares u otros trastornos que afecten al flujo de bilis. Existen dos tipos principales de colestasis: la colestasis intrahépatica y la colestasis extrahépatica.

La colestasis intrahépatica se produce cuando el problema está dentro del hígado, mientras que la colestasis extrahépatica se debe a una obstrucción fuera del hígado, como un tumor o cálculos biliares. El tratamiento de la colestasis dependerá de la causa subyacente y puede incluir medicamentos, cambios en el estilo de vida o cirugía en casos graves.

La colestasis extrahepática es una afección médica en la que se produce una interrupción o reducción del flujo de bilis desde el hígado hasta el intestino delgado. La bilis es un líquido producido por el hígado que ayuda a descomponer las grasas en los alimentos y eliminar los desechos del cuerpo. Cuando la bilis no puede fluir correctamente desde el hígado, se acumula en el hígado, lo que puede causar daño hepático y una serie de síntomas.

La colestasis extrahepática puede ser causada por varias afecciones diferentes, incluyendo enfermedades del conducto biliar (como la estenosis o la obstrucción), tumores, quistes o inflamación de los tejidos circundantes. También puede ser un efecto secundario de ciertos medicamentos o procedimientos médicos.

Los síntomas de la colestasis extrahepática pueden incluir ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), orina oscura, heces claras o de color arcilla, prurito (picazón intensa en la piel), dolor abdominal, náuseas y vómitos. El tratamiento de la colestasis extrahepática depende de la causa subyacente y puede incluir medicamentos para aliviar los síntomas, procedimientos quirúrgicos para eliminar las obstrucciones o enfermedades del conducto biliar, o terapia de reemplazo hepático en casos graves.

La fístula biliar es un término médico que se refiere a una comunicación anormal entre la vesícula biliar y alguna otra estructura adyacente, como el intestino delgado o el hígado. Normalmente, la bilis, un líquido digestivo producido por el hígado, se almacena en la vesícula biliar y se libera en el intestino delgado a través del conducto biliar común para ayudar en la digestión de las grasas.

Sin embargo, cuando ocurre una fístula biliar, la bilis puede fluir hacia estructuras adyacentes fuera de su trayecto normal, lo que puede causar diversos síntomas y complicaciones, dependiendo de la ubicación y el tamaño de la fístula.

La causa más común de una fístula biliar es la cirugía abdominal, especialmente aquella que involucra la vesícula biliar o los conductos biliares. Otras posibles causas incluyen traumatismos abdominales graves, infecciones, inflamación crónica de la vesícula biliar (colecistitis) y cáncer en la región del hígado o el páncreas.

Los síntomas más comunes de una fístula biliar incluyen dolor abdominal, náuseas, vómitos, fiebre, ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos) e hinchazón abdominal. El diagnóstico puede requerir pruebas de imagenología especializadas, como una tomografía computarizada o una resonancia magnética nuclear, así como procedimientos invasivos, como una endoscopia o una colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE).

El tratamiento de una fístula biliar depende de su causa y gravedad. En algunos casos, puede cerrarse por sí sola sin necesidad de intervención médica. Sin embargo, en otros casos, puede requerir cirugía o procedimientos invasivos para corregirla. El pronóstico también varía según la causa y el tratamiento, pero generalmente es bueno si se detecta y trata a tiempo.

La colangitis es una afección médica que se caracteriza por la inflamación de los conductos biliares, que son los pequeños tubos dentro y alrededor del hígado que transportan la bilis desde el hígado hasta el intestino delgado. La bilis es un líquido producido por el hígado que ayuda a descomponer las grasas en los alimentos para que puedan ser absorbidos más fácilmente.

La colangitis puede ocurrir como resultado de una infección, una lesión o una obstrucción en los conductos biliares. Los síntomas pueden incluir dolor abdominal, fiebre, escalofríos, náuseas y vómitos. El tratamiento depende de la causa subyacente de la afección y puede incluir antibióticos para tratar una infección o procedimientos quirúrgicos para eliminar una obstrucción.

Existen diferentes tipos de colangitis, incluyendo:

* Colangitis aguda: se refiere a la inflamación repentina y grave de los conductos biliares. Puede ser causada por una infección o una obstrucción en los conductos biliares. Los síntomas pueden incluir dolor abdominal intenso, fiebre alta, escalofríos y confusión.
* Colangitis crónica: se refiere a la inflamación prolongada de los conductos biliares. Puede ser causada por una enfermedad subyacente como la cirrosis o la pancreatitis crónica. Los síntomas pueden incluir picazón en la piel, fatiga y coloración oscura de la orina o las heces.
* Colangitis esclerosante primaria: es una enfermedad rara que causa cicatrización y endurecimiento de los conductos biliares. Los síntomas pueden incluir picazón en la piel, fatiga, coloración oscura de la orina o las heces y dolor abdominal.
* Colangitis supurativa: es una complicación grave de la colangitis aguda que puede causar fiebre alta, escalofríos, confusión y shock séptico. Requiere tratamiento inmediato en un hospital.

Las neoplasias de los conductos biliares se refieren a un crecimiento anormal y descontrolado de células en los conductos biliares, que son tubos delgados que conectan el hígado y la vesícula biliar con el intestino delgado. Estos conductos permiten que la bilis, un líquido digestivo producido por el hígado, fluya hacia el intestino delgado para ayudar en la digestión de las grasas.

Existen dos tipos principales de neoplasias de los conductos biliares: tumores benignos y malignos (cáncer). Los tumores benignos, como los adenomas y los papilomas, suelen ser menos comunes y generalmente no representan un riesgo inmediato para la vida. Sin embargo, pueden causar problemas si crecen lo suficiente como para bloquear el flujo de bilis o causar hemorragias internas.

Por otro lado, los tumores malignos o cánceres de los conductos biliares son más graves y potencialmente letales. Estos se dividen en dos categorías: carcinoma intrahepático de los conductos biliares (CIHCB) y colangiocarcinoma extrahepático (CEC). El CIHCB se origina en los conductos biliares dentro del hígado, mientras que el CEC se desarrolla en los conductos biliares fuera del hígado.

El cáncer de los conductos biliares puede ser difícil de diagnosticar y tratar debido a su localización y a la falta de síntomas específicos en las etapas iniciales. El tratamiento dependerá del tipo y del estadio del cáncer, pero puede incluir cirugía, quimioterapia y radioterapia.

La colecistolitiasis es una afección médica en la que se forman cálculos o piedras en la vesícula biliar. La vesícula biliar es un órgano pequeño situado en el hígado que almacena y libera bilis, una sustancia líquida que ayuda a descomponer las grasas durante la digestión.

Las piedras en la vesícula pueden variar en tamaño, desde pequeños granos de arena hasta bolas del tamaño de una pelota de golf. Algunas personas pueden tener una sola piedra, mientras que otras pueden tener varias. En muchos casos, las piedras en la vesícula no causan ningún síntoma y pasan desapercibidas. Sin embargo, en otros casos, las piedras pueden causar dolor abdominal intenso, especialmente después de comer alimentos grasos o picantes.

El dolor asociado con la colecistolitiasis a menudo se describe como un dolor agudo y súbito en el cuadrante superior derecho del abdomen que puede irradiarse hacia el hombro derecho o la espalda. El dolor suele ser más intenso después de comer y puede durar desde unos minutos hasta varias horas. Otras personas pueden experimentar síntomas como náuseas, vómitos, flatulencia y cambios en los hábitos intestinales.

El tratamiento de la colecistolitiasis depende del tamaño y la ubicación de las piedras, así como de la gravedad de los síntomas. En algunos casos, se pueden administrar medicamentos para disolver las piedras o se puede recomendar una dieta baja en grasas para ayudar a prevenir ataques de dolor. Sin embargo, si las piedras son grandes o causan síntomas graves, la cirugía para extirpar la vesícula biliar (colecistectomía) puede ser necesaria.

Los conductos biliares intrahepáticos son pequeños tubos dentro del hígado que recolectan la bilis, un líquido producido por el hígado que ayuda a descomponer las grasas en los alimentos. Estos conductos se unen para formar los conductos hepáticos derecho e izquierdo más grandes, los cuales luego se combinan para formar el conducto biliar común. La bilis fluye entonces a través del conducto biliar común y el duodeno (la primera parte del intestino delgado) donde ayuda en la digestión de las grasas. Los problemas con los conductos biliares intrahepáticos pueden causar ictericia, dolor abdominal y otros síntomas relacionados con la enfermedad del hígado o vías biliares.

Los procedimientos quirúrgicos del sistema biliar se refieren a diversos tipos de intervenciones quirúrgicas que se realizan en el sistema biliar, que es un conjunto de órganos y conductos que participan en la producción, almacenamiento y transporte de la bilis, una sustancia digestiva importante.

Algunos de los procedimientos quirúrgicos más comunes del sistema biliar incluyen:

1. Colangiografía retrógrada endoscópica (CRE): Es un procedimiento mínimamente invasivo que se utiliza para diagnosticar y tratar problemas en el conducto biliar. Durante la CRE, un endoscopio flexible se inserta a través de la boca y se avanza hasta el conducto biliar para inyectar un tinte y tomar imágenes del sistema biliar.
2. Litotripsia extracorpórea por ondas de choque (LEOC): Se utiliza para tratar cálculos biliares grandes que no pueden ser eliminados mediante procedimientos menos invasivos. Durante la LEOC, ondas de choque son utilizadas para romper los cálculos en fragmentos más pequeños que puedan ser posteriormente eliminados del cuerpo.
3. Cirugía laparoscópica de vesícula biliar (colecistectomía): Es una cirugía mínimamente invasiva para extirpar la vesícula biliar, que es el órgano donde se almacena la bilis. Durante la cirugía, pequeñas incisiones son hechas en el abdomen y una cámara y herramientas quirúrgicas especiales son insertadas a través de ellas para extirpar la vesícula biliar.
4. Colangiojojunostomía: Es un procedimiento quirúrgico que se utiliza para crear una conexión directa entre el conducto biliar y el intestino delgado, lo que permite que la bilis fluya directamente al intestino en lugar de acumularse en la vesícula biliar.
5. Drenaje percutáneo: Se utiliza para drenar líquidos o pus que se han acumulado en el hígado o en los conductos biliares. Durante el procedimiento, una aguja fina es insertada a través de la piel y guiada hacia el área afectada para drenar el líquido o el pus.

Estos son solo algunos ejemplos de los muchos procedimientos y cirugías que se pueden realizar para tratar enfermedades y afecciones relacionadas con la vesícula biliar, los conductos biliares y el hígado. El tratamiento específico que se recomienda dependerá de la gravedad de la afección y de otros factores como la edad y el estado de salud general del paciente.

La ictericia obstructiva es un tipo de ictericia (coloración amarillenta de la piel, mucosas y conjuntivas) que ocurre como resultado de una obstrucción en el flujo de bilis desde la vesícula biliar o los conductos biliares hacia el intestino delgado. La bilis contiene pigmentos como la bilirrubina, que se convierte en ictericia cuando se acumula en la sangre.

La causa más común de ictericia obstructiva es un cálculo biliar (piedra en la vesícula biliar) que obstruye el conducto biliar común. Otras causas pueden incluir tumores, inflamación o estenosis (estrechamiento) de los conductos biliares.

Los síntomas adicionales de ictericia obstructiva pueden incluir dolor abdominal, orina oscura, heces pálidas o arcillosas, picazón en la piel y pérdida de apetito. El diagnóstico se realiza mediante pruebas de laboratorio y estudios de imágenes, como ecografías o tomografías computarizadas. El tratamiento depende de la causa subyacente y puede incluir cirugía para eliminar la obstrucción.

Las complicaciones intraoperatorias son eventos adversos que ocurren durante una cirugía y pueden poner en riesgo la vida del paciente o causar daño a los tejidos circundantes. Estas complicaciones pueden ser el resultado de una variedad de factores, incluyendo la complejidad del procedimiento quirúrgico, la salud general del paciente y las habilidades técnicas del cirujano.

Algunos ejemplos comunes de complicaciones intraoperatorias incluyen:

1. Hemorragia: La pérdida excesiva de sangre durante la cirugía puede llevar a una disminución en la presión arterial y una reducción en el suministro de oxígeno al cerebro y otros órganos vitales.
2. Infección: La contaminación del sitio quirúrgico o la introducción de bacterias durante la cirugía pueden llevar a una infección, lo que puede causar inflamación, dolor y otros síntomas.
3. Lesión nerviosa: Durante algunos procedimientos quirúrgicos, los nervios cercanos al sitio de la cirugía pueden ser dañados accidentalmente, lo que puede llevar a debilidad o pérdida de sensibilidad en las áreas controladas por el nervio.
4. Trombosis: Durante la cirugía, los coágulos sanguíneos pueden formarse en las venas y arterias, lo que puede obstruir el flujo sanguíneo y causar daño a los tejidos circundantes.
5. Reacciones adversas a los medicamentos: Durante la cirugía, se administran varios medicamentos para ayudar a controlar el dolor, prevenir infecciones y mantener la anestesia. Las reacciones adversas a estos medicamentos pueden causar una variedad de síntomas, desde náuseas y vómitos hasta problemas cardíacos y respiratorios.

Es importante que los pacientes sean informados sobre los riesgos asociados con la cirugía y trabajen en colaboración con sus médicos para minimizar estos riesgos. La planificación cuidadosa, el uso de técnicas quirúrgicas avanzadas y la atención postoperatoria adecuada pueden ayudar a garantizar los mejores resultados posibles para los pacientes.

El conducto colédoco es el tubo que transporta la bilis desde la vesícula biliar y el hígado hasta el intestino delgado. Las enfermedades del conducto colédoco pueden causar obstrucción o inflamación, lo que puede dar lugar a diversos síntomas y complicaciones.

Algunas de las enfermedades más comunes del conducto colédoco incluyen:

1. Colelitiasis: La formación de cálculos biliares en el conducto colédoco puede causar obstrucción y dolor abdominal intenso, náuseas y vómitos.
2. Colangitis: La inflamación del conducto colédoco puede ser causada por una infección bacteriana, que a su vez puede ser el resultado de una obstrucción del conducto. Los síntomas pueden incluir fiebre, escalofríos, dolor abdominal y coloración oscura de la orina y las heces.
3. Coledocolitiasis: La presencia de cálculos en el conducto colédoco puede causar inflamación e infección del mismo. Los síntomas pueden ser similares a los de la colelitiasis y la colangitis.
4. Cáncer del conducto colédoco: El cáncer del conducto colédoco es una enfermedad rara, pero potencialmente grave. Los síntomas pueden incluir ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), dolor abdominal, pérdida de apetito y peso inexplicable.
5. Quiste del conducto colédoco: Un quiste del conducto colédoco es una bolsa llena de líquido que se forma en el conducto. Los síntomas pueden incluir dolor abdominal, ictericia y náuseas.

El tratamiento de las enfermedades del conducto colédoco depende de la causa subyacente. En algunos casos, puede ser necesaria una cirugía para extirpar el conducto o parte de él. En otros casos, se pueden utilizar medicamentos o procedimientos menos invasivos para aliviar los síntomas y tratar la enfermedad.

La colecistografía es una prueba de diagnóstico por imágenes que se utiliza para evaluar el estado de la vesícula biliar y los conductos biliares. Consiste en la administración de un medio de contraste, generalmente a través de la ingesta oral, que se concentra en la bilis y permite visualizar la vesícula biliar y los conductos biliares en una radiografía o en una imagen de tomografía computarizada (TAC).

Existen dos tipos principales de colecistografía: la colecistografía oral y la colecistografía intravenosa. La colecistografía oral es el tipo más común y se realiza mediante la ingesta de un agente de contraste que contiene yodo, como el ioversol o el iopanoico, seguido de una serie de radiografías tomadas a intervalos regulares durante varias horas. La colecistografía intravenosa, por otro lado, implica la inyección del agente de contraste directamente en la vena y se utiliza con menor frecuencia que la colecistografía oral.

La colecistografía puede ayudar a diagnosticar diversas afecciones de la vesícula biliar, como la colelitiasis (presencia de cálculos biliares), la colangitis (inflamación de los conductos biliares) o el cáncer de vesícula biliar. Sin embargo, esta prueba ha sido parcialmente reemplazada por otras técnicas de imagen más modernas y menos invasivas, como la ecografía o la tomografía computarizada, que no requieren la administración de un medio de contraste y ofrecen imágenes más nítidas y precisas.

La colangitis esclerosante es una afección inflamatoria y progressive del sistema biliar, que se caracteriza por la inflamación, cicatrización (fibrosis) y engrosamiento de los conductos biliares dentro y fuera del hígado. Esta enfermedad puede conducir a la formación de estrecheces o estenosis en los conductos biliares, lo que puede obstruir el flujo de bilis desde la vesícula biliar y el hígado al intestino delgado.

La colangitis esclerosante puede ser primaria (PCC) o secundaria (SCC). La PCC, también conocida como colangitis esclerosante primaria, es una enfermedad rara que afecta principalmente a los conductos biliares pequeños dentro del hígado. Por otro lado, la SCC se asocia con otras afecciones, como enfermedades inflamatorias intestinales (como la colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn), infecciones, traumas o reacciones a ciertos medicamentos.

Los síntomas de la colangitis esclerosante pueden variar y pueden incluir picazón en la piel, fatiga, pérdida de apetito, pérdida de peso, dolor abdominal, ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), infecciones recurrentes del tracto biliar y, finalmente, insuficiencia hepática. El diagnóstico de colangitis esclerosante se realiza mediante pruebas de imagen, como resonancia magnética (RM) o tomografía computarizada (TC), y pruebas de función hepática.

El tratamiento de la colangitis esclerosante generalmente implica el uso de medicamentos para controlar los síntomas y prevenir complicaciones, como antibióticos para tratar infecciones y antiinflamatorios para reducir la inflamación. En algunos casos, se pueden realizar procedimientos invasivos, como drenaje de las vías biliares o colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE), para aliviar los síntomas y prevenir complicaciones. En etapas avanzadas de la enfermedad, puede ser necesario un trasplante de hígado.

La esfinterotomía endoscópica es un procedimiento médico que se realiza utilizando un endoscopio, un tubo delgado y flexible con una cámara en el extremo, para alcanzar el esfínter anal (el músculo circular alrededor del ano que controla la defecación). La esfinterotomía implica cortar parcialmente este músculo para ensanchar el canal anal y tratar problemas como el estrechamiento anormal del conducto, conocido como estenosis anal. Este procedimiento se realiza comúnmente en pacientes con enfermedad de Crohn o después de la extracción de hemorroides internas. La esfinterotomía endoscópica permite que el procedimiento sea menos invasivo, con una recuperación más rápida y menos complicaciones en comparación con la cirugía abierta tradicional.

La colecistitis es una inflamación de la vesícula biliar, que es un pequeño saco situado en el hígado donde se almacena la bilis, una sustancia producida por el hígado que ayuda a descomponer las grasas en los alimentos.

La colecistitis puede ser causada por una infección bacteriana o por un cálculo biliar (un pequeño cuerpo sólido que se forma en la vesícula biliar) que bloquea el flujo de bilis hacia el intestino delgado. Los síntomas más comunes incluyen dolor abdominal intenso y repentino en el lado superior derecho del abdomen, fiebre, escalofríos, náuseas, vómitos y pérdida de apetito.

El tratamiento de la colecistitis depende de la gravedad de los síntomas y de la causa subyacente. En casos leves, el tratamiento puede incluir antibióticos para combatir la infección y una dieta líquida para descansar el sistema digestivo. Sin embargo, en casos más graves o si hay complicaciones, como un absceso o una perforación de la vesícula biliar, es posible que se necesite cirugía para extirpar la vesícula biliar (colecistectomía).

Un quiste del colédoco, también conocido como quiste de la vía biliar, es una saca llena de líquido que se forma en el conducto colédoco. El conducto colédoco es un tubo que transporta la bilis desde el hígado y el conducto pancreático hasta la segunda parte del duodeno (una porción del intestino delgado) donde la bilis ayuda en la digestión de las grasas.

Los quistes del colédoco pueden ser congénitos (presentes desde el nacimiento) o adquiridos (desarrollados más tarde en la vida). Los quistes congénitos son raros y generalmente no causan síntomas hasta la edad adulta. Por otro lado, los quistes adquiridos pueden desarrollarse como resultado de una infección, inflamación o trauma en el conducto colédoco.

Los síntomas de un quiste del colédoco pueden incluir dolor abdominal superior derecho, ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), náuseas, vómitos, fiebre y pérdida de apetito. El diagnóstico se realiza mediante pruebas de imagen como ecografías, tomografías computarizadas o resonancias magnéticas. El tratamiento generalmente implica la extirpación quirúrgica del quiste.

La vesícula biliar, en términos médicos, es un órgano pequeño, generally sac-like, ubicado debajo del hígado en el lado derecho del abdomen. Su principal función es almacenar y concentrar la bilis, un líquido producido por el hígado que ayuda a descomponer las grasas durante la digestión.

Después de una comida, específicamente aquellos que contienen grasas, la vesícula biliar se contrae y expulsa la bilis al duodeno a través del conducto colédoco para ayudar en la digestión de las grasas. La vesícula bílis está compuesta por pequeñas fibras musculares en su pared que le permiten contraerse y relajarse.

Es importante mencionar que aunque la vesícula biliar desempeña un rol crucial en el proceso digestivo, no es esencial para la vida humana. Algunas personas pueden vivir sin ella si se ha extirpado quirúrgicamente, una operación conocida como colecistectomía, ya sea de forma laparoscópica o abierta. Esto puede ser necesario en casos de cálculos biliares, inflamación de la vesícula biliar (colecistitis) u otros trastornos relacionados con este órgano.

La yodipamida es un agente de contraste radiológico iodado, una sustancia química que contiene yodo y se utiliza en procedimientos de diagnóstico por imágenes, como las radiografías y la tomografía computarizada (TC). La yodipamida se administra al paciente por vía intravenosa antes del examen de imagen para mejorar la visibilidad de los vasos sanguíneos, los órganos y tejidos en las imágenes médicas.

El yodo es un elemento esencial en la composición de muchos agentes de contraste radiológicos debido a sus propiedades que aumentan la atenuación de los rayos X, lo que resulta en una imagen más clara y precisa. Sin embargo, el uso de estos agentes conlleva riesgos potenciales, como reacciones alérgicas y daño renal, por lo que se deben considerar cuidadosamente antes de su administración.

La yodipamida no está actualmente en uso generalizado, ya que otros agentes de contraste iodados más nuevos y seguros han reemplazado a la yodipamida en la práctica clínica habitual.

La coledocostomía es un procedimiento quirúrgico en el que se crea una conexión (anastomosis) entre el colédoco (la parte más distal del conducto biliar principal) y el estómago o el duodeno. Esta cirugía se realiza a menudo para tratar problemas relacionados con la vesícula biliar, los conductos biliares o el hígado, como una obstrucción completa o parcial del colédoco, colecistitis aguda severa, cálculos en el colédoco o cáncer de vesícula biliar o conductos biliares.

La coledocostomía permite que la bilis fluya directamente desde los conductos biliares al estómago o al duodeno, ayudando a prevenir la acumulación de bilis y posibles infecciones en el hígado. Después de la cirugía, los pacientes pueden experimentar cambios en sus hábitos intestinales y dietéticos, ya que la presencia de bilis en el estómago o duodeno puede afectar la digestión y la absorción de nutrientes. Es importante seguir las recomendaciones del equipo médico para garantizar una recuperación adecuada y minimizar los riesgos asociados con este procedimiento quirúrgico.

Colangiocarcinoma es un tipo de cáncer que se forma en los conductos biliares, que son tubos delgados que conectan el hígado y la vesícula biliar con el intestino delgado. Los conductos biliares dentro del hígado se llaman conductos biliares intrahepáticos, y los que están fuera del hígado se llaman conductos biliares extrahepáticos. El colangiocarcinoma puede ocurrir en cualquiera de estas ubicaciones, pero la mayoría de los casos se encuentran en los conductos biliares fuera del hígado.

Los síntomas del colangiocarcinoma pueden incluir ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), dolor abdominal, pérdida de apetito, pérdida de peso y fatiga. El diagnóstico puede ser difícil ya que los síntomas pueden ser similares a los de otras enfermedades hepáticas y biliares. Se pueden utilizar varias pruebas para diagnosticar el colangiocarcinoma, como análisis de sangre, ecografías, tomografías computarizadas y resonancias magnéticas.

El tratamiento del colangiocarcinoma depende de la ubicación y la etapa del cáncer en el momento del diagnóstico. Las opciones de tratamiento pueden incluir cirugía, quimioterapia, radioterapia o una combinación de estos. En algunos casos, cuando el cáncer no se puede extirpar mediante cirugía, se pueden utilizar procedimientos como la colocación de stents para mantener abiertos los conductos biliares y aliviar los síntomas.

El pronóstico del colangiocarcinoma depende de varios factores, como la ubicación y etapa del cáncer en el momento del diagnóstico, la edad y el estado general de salud del paciente. En general, el colangiocarcinoma es una enfermedad grave con un pronóstico relativamente pobre, especialmente si se diagnostica en etapas avanzadas. Sin embargo, algunos pacientes pueden experimentar una remisión prolongada después del tratamiento.

Los cuidados preoperatorios se refieren al conjunto de procedimientos y acciones realizadas antes de una intervención quirúrgica, con el objetivo principal de garantizar la seguridad del paciente, optimizar su condición física y psicológica, minimizar los riesgos y complicaciones durante y después de la cirugía, y preparar adecuadamente el entorno quirúrgico.

Estos cuidados pueden incluir:

1. Evaluación preanestésica: Consiste en una evaluación integral del paciente por parte del equipo médico y de enfermería, con el fin de determinar su estado de salud actual, identificar factores de riesgo potenciales, y planificar la anestesia y el manejo perioperatorio adecuados.

2. Consentimiento informado: El paciente debe recibir información clara y completa sobre los beneficios, riesgos, complicaciones y alternativas del procedimiento quirúrgico, así como los cuidados postoperatorios necesarios. Después de haber comprendido esta información, el paciente debe firmar un documento de consentimiento informado.

3. Preparación física: El equipo médico y de enfermería trabajan en conjunto para optimizar la condición física del paciente antes de la cirugía. Esto puede incluir la administración de medicamentos, la corrección de desequilibrios electrolíticos o fluidos, el control de enfermedades crónicas y la implementación de medidas preventivas para reducir el riesgo de infecciones.

4. Preparación psicológica: Se proporciona apoyo emocional al paciente y a su familia, abordando sus preocupaciones e inquietudes sobre la cirugía y brindándoles información clara y oportuna sobre lo que pueden esperar antes, durante y después de la intervención.

5. Marcación quirúrgica: Se realiza una marca visible en el sitio donde se llevará a cabo la cirugía, utilizando un rotulador especial o un clip metálico, para garantizar que se realice el procedimiento correcto y en el lugar adecuado.

6. Higiene y esterilización: Todos los equipos, instrumentos y materiales utilizados durante la cirugía deben estar limpios y esterilizados, siguiendo estrictos protocolos de control de infecciones para minimizar el riesgo de complicaciones.

7. Verificación de identidad: Se verifica la identidad del paciente y se confirma el procedimiento quirúrgico planificado antes de administrar anestesia y comenzar la cirugía, evitando así errores de procedimientos o intervenciones en el sitio equivocado.

8. Orden de procedimientos: Se establece un orden específico para llevar a cabo los diferentes pasos del procedimiento quirúrgico, siguiendo una lista de verificación y garantizando que se realice de manera sistemática y segura.

9. Monitoreo continuo: Durante la cirugía, el paciente es constantemente monitoreado para controlar su estado vital, como frecuencia cardíaca, presión arterial, saturación de oxígeno y nivel de conciencia, asegurando una intervención segura.

10. Comunicación efectiva: Todos los miembros del equipo quirúrgico deben mantener una comunicación clara y abierta durante todo el procedimiento, compartiendo información relevante y trabajando en conjunto para garantizar la mejor atención posible al paciente.

La anastomosis en Y de Roux es una técnica quirúrgica utilizada en diversos procedimientos, como la gastrojejunostomía o la duodenojejunostomía. Consiste en la creación de una configuración en forma de "Y" al unir el extremo distal del intestino delgado (yeyuno) con el extremo proximal del intestino delgado o con el estómago, después de haber dividido previamente el intestino delgado.

Este tipo de anastomosis se realiza mediante la sutura o grapado de los extremos intestinales o gástricos, formando una unión en forma de "Y". La rama más corta de la "Y" se une al estómago o al yeyuno proximal, mientras que las ramas más largas se unen entre sí.

La anastomosis en Y de Roux se utiliza con frecuencia en cirugías bariátricas para tratar la obesidad mórbida, ya que desvía el flujo del alimento y restringe su volumen, lo que contribuye a la pérdida de peso. También se emplea en la cirugía oncológica para tratar ciertos tipos de cáncer gastrointestinales, como el cáncer gástrico o el cáncer duodenal, con el fin de interrumpir la continuidad del tracto gastrointestinal y evitar la propagación del tumor.

En definitiva, la anastomosis en Y de Roux es una técnica quirúrgica que permite la unión de dos extremos intestinales o gástricos, creando una configuración en forma de "Y". Tiene diversas aplicaciones clínicas y se utiliza principalmente en cirugías bariátricas y oncológicas.

La bilis es una sustancia digestiva de color amarillo-verdoso, verde o marrón que produce el hígado y almacena en la vesícula biliar. Ayuda a descomponer las grasas y eliminar los desechos del cuerpo durante la digestión. La bilis consiste en agua, sales, fosfolipidos, colesterol y pigmentos biliares (bilirrubina y biliverdina). Cuando se libera de la vesícula biliar en el intestino delgado, la bilis descompone los lípidos en pequeñas gotitas, lo que facilita su absorción. La bilirrubina es un pigmento amarillo-marrón formado a partir de la hemoglobina descompuesta y se elimina del cuerpo a través de las heces después de ser procesada por el hígado.

La fuga anastomótica es una complicación quirúrgica que ocurre cuando se produce una filtración o fuga de contenido intestinal desde una conexión (anastomosis) entre dos segmentos del tracto gastrointestinal. Esta condición puede conducir a una variedad de complicaciones, como infección abdominal, sepsis y shock séptico, si no se trata adecuadamente.

La fuga anastomótica suele producirse en las primeras 48-72 horas después de la cirugía, aunque también puede ocurrir días o incluso semanas más tarde. Los síntomas pueden incluir dolor abdominal, fiebre, taquicardia, hipotensión arterial y signos de peritonitis (inflamación del revestimiento del abdomen).

El diagnóstico se realiza mediante una combinación de exploraciones clínicas, radiológicas y de laboratorio. El tratamiento puede incluir antibióticos, cirugía para reparar la fuga o, en casos graves, la extirpación del segmento intestinal afectado.

La prevención de la fuga anastomótica implica una técnica quirúrgica cuidadosa y la optimización del estado nutricional y médico del paciente antes de la cirugía. Además, se pueden utilizar técnicas quirúrgicas especiales, como las anastomosis mecánicas o las estomas protectores, para reducir el riesgo de fuga.

La esfinterotomía transhepática es un procedimiento médico invasivo que se realiza en el hígado para aliviar la obstrucción del flujo biliar. Implica el uso de un endoscopio especial (un tipo de tubo delgado con una cámara en el extremo) que se inserta a través de la piel y los tejidos hasta llegar al hígado. Luego, se realiza un corte quirúrgico en el esfínter de Oddi, un músculo que controla el flujo de bilis desde el hígado y el páncreas hacia el intestino delgado.

Este procedimiento se utiliza a menudo para tratar la colangitis ascendente, una infección grave del sistema biliar, o para aliviar la obstrucción causada por cálculos biliares u otros trastornos que impidan el flujo normal de bilis. La esfinterotomía transhepática se realiza bajo anestesia general y conlleva algunos riesgos, como hemorragia, infección o daño a los tejidos circundantes. Sin embargo, en muchos casos, este procedimiento puede ser una forma efectiva de aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes con trastornos del sistema biliar.

Las complicaciones posoperatorias se refieren a problemas o eventos adversos que surgen después de una cirugía y pueden estar relacionados con el procedimiento quirúrgico, la anestesia o los cuidados posoperatorios. Estas complicaciones pueden variar en gravedad y pueden incluir infecciones, reacciones a la anestesia, hemorragias, coágulos sanguíneos, neumonía, insuficiencia orgánica o incluso la muerte.

Las complicaciones posoperatorias pueden ser el resultado de una serie de factores, incluyendo la salud general del paciente antes de la cirugía, el tipo y la complejidad del procedimiento quirúrgico, la habilidad y experiencia del equipo quirúrgico, y los cuidados posoperatorios adecuados.

Algunas complicaciones posoperatorias pueden ser prevenidas o minimizadas mediante una evaluación preoperatoria exhaustiva, una técnica quirúrgica meticulosa, el uso apropiado de antibióticos y otros medicamentos, y la atención cuidadosa durante el período posoperatorio. Los pacientes también pueden tomar medidas para reducir su riesgo de complicaciones posoperatorias, como dejar de fumar, mantener una dieta saludable y hacer ejercicio regular antes de la cirugía.

Un trasplante de hígado es un procedimiento quirúrgico en el que un hígado o parte de un hígado dañado o enfermo se reemplaza por un hígado sano de un donante. Los donantes pueden ser vivos, lo que significa que solo donan una parte de su hígado, o fallecidos, en cuyo caso todo el hígado se utiliza para el trasplante.

Este procedimiento se realiza generalmente cuando las terapias médicas y quirúrgicas convencionales han fallado o no son viables para tratar enfermedades hepáticas avanzadas, como la cirrosis, la insuficiencia hepática aguda o el cáncer de hígado. Después del trasplante, los pacientes necesitarán tomar medicamentos inmunosupresores de por vida para prevenir el rechazo del nuevo órgano.

El éxito de un trasplante de hígado depende de varios factores, incluyendo la edad y salud general del paciente, el tipo y gravedad de la enfermedad hepática, la compatibilidad entre el donante y el receptor, y la atención postoperatoria y seguimiento cuidadosos. Aunque el trasplante de hígado es una opción de tratamiento efectiva para muchas personas con enfermedades hepáticas graves, también conlleva riesgos significativos, como infecciones, sangrados, coágulos sanguíneos y rechazo del órgano trasplantado.

La endoscopia del sistema digestivo es un procedimiento diagnóstico y terapéutico que involucra el uso de un endoscopio, un tubo flexible iluminado con una cámara en su extremo. Este instrumento se inserta a través de la boca o el recto para permitir al médico visualizar directamente el interior del tracto gastrointestinal (esófago, estómago e intestino delgado) o el tracto digestivo inferior (colon e intestino grueso).

El propósito de esta técnica puede ser tanto diagnóstico como terapéutico. Desde un punto de vista diagnóstico, permite identificar condiciones como úlceras, inflamaciones, tumores, hemorragias, infecciones o malformaciones congénitas. Además, se pueden tomar biopsias (muestras de tejido) durante el procedimiento para su análisis posterior.

En cuanto a la faceta terapéutica, la endoscopia puede utilizarse para realizar intervenciones mínimamente invasivas, como el tratamiento de hemorragias digestivas, la eliminación de pólipos (crecimientos benignos) o la colocación de stents (dispositivos metálicos que mantienen abiertas las vías obstruidas).

Es importante mencionar que antes del procedimiento se suele administrar sedación consciente al paciente para garantizar su comodidad y facilitar la relajación muscular necesaria para el paso del endoscopio.

Las enfermedades de la vesícula biliar se refieren a un grupo de trastornos que afectan la vesícula biliar, un pequeño saco situado justo debajo del hígado que almacena y concentra la bilis, una sustancia producida por el hígado que ayuda en la digestión de las grasas. Las enfermedades más comunes de la vesícula biliar incluyen:

1. Colelitiasis: Es la formación de cálculos o piedras en la vesícula biliar. Estas piedras pueden ser tan pequeñas como un grano de arena o tan grandes como una pelota de golf. La mayoría de las personas con colelitiasis no presentan síntomas, pero algunas desarrollan dolor abdominal intenso en la parte superior derecha del abdomen, especialmente después de comer alimentos grasosos.

2. Colecistitis: Es la inflamación de la vesícula biliar, que generalmente ocurre como resultado de un bloqueo en el flujo de bilis hacia el intestino delgado. La colecistitis aguda puede causar dolor abdominal intenso, fiebre y náuseas. Si no se trata, puede provocar complicaciones graves, como infección o perforación de la vesícula biliar.

3. Colangitis: Es la inflamación de los conductos biliares, los tubos que transportan la bilis desde el hígado hasta la vesícula biliar y el intestino delgado. La colangitis puede ocurrir como resultado de una infección o un bloqueo en los conductos biliares. Los síntomas pueden incluir dolor abdominal, fiebre, escalofríos y coloración oscura de la orina o las heces.

4. Quiste de vesícula biliar: Es una bolsa llena de líquido que se forma en la pared de la vesícula biliar. La mayoría de los quistes de vesícula biliar no causan síntomas, pero algunos pueden causar dolor abdominal o infección.

5. Cáncer de vesícula biliar: Es un cáncer raro que se desarrolla en la pared de la vesícula biliar. Los síntomas pueden incluir dolor abdominal, ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), pérdida de apetito y pérdida de peso. El cáncer de vesícula biliar generalmente se diagnostica en etapas avanzadas y tiene un pronóstico desfavorable.

Los conductos biliares extrahepáticos son parte del sistema biliar, que se encarga de transportar la bilis desde el hígado y la vesícula biliar hacia el intestino delgado. Estos conductos están situados fuera del hígado (de ahí su nombre "extrahepáticos") y desempeñan un papel crucial en la digestión de las grasas.

Existen dos conductos biliares extrahepáticos principales:

1. El conducto colédoco: Es el conducto más grande y transporta la bilis desde el hígado y la vesícula biliar hacia el duodeno, que es la primera parte del intestino delgado.
2. El conducto cístico: Es un conducto más pequeño que se conecta a la vesícula biliar, almacenando y concentrando la bilis antes de ser liberada hacia el conducto colédoco durante la digestión.

Ambos conductos se unen para formar el conducto hepatopancreático común, que desemboca en el duodeno a través del esfínter de Oddi, una válvula muscular que regula el flujo de bilis y jugos pancreáticos hacia el intestino delgado.

La disfunción o enfermedad de los conductos biliares extrahepáticos puede causar diversos problemas de salud, como ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), dolor abdominal, náuseas, vómitos e incluso infecciones. Algunas condiciones que pueden afectar a estos conductos incluyen colelitiasis (piedras en la vesícula biliar), colangitis (inflamación de los conductos biliares), cáncer de vesícula biliar o cáncer de conducto biliar.

Una fístula bronquial es una comunicación anormal entre el árbol bronquial y la pared torácica o un órgano adyacente, lo que resulta en la escape de aire desde los bronquios hacia el exterior o hacia estos órganos. Esta condición puede ser congénita, pero generalmente se desarrolla como resultado de una lesión traumática, una infección pulmonar severa o un procedimiento quirúrgico previo en el tórax. Los síntomas pueden incluir dificultad para respirar, tos, dolor torácico y secreción de aire o líquido por la herida en la pared del tórax. El tratamiento puede involucrar cirugía para cerrar la fístula y, en algunos casos, antibióticos para tratar cualquier infección asociada.

La endoscopia es un procedimiento médico que involucra el uso de un endoscopio, un tubo delgado y flexible con una luz y una cámara en su extremo. Bajo la guía visual proporcionada por la cámara, el endoscopio se inserta a través de una abertura natural del cuerpo (como la boca o el recto) para examinar los órganos internos o las cavidades del cuerpo. También puede utilizarse para realizar procedimientos terapéuticos, como la extracción de pólipos o tejidos para biopsia, el control del sangrado o la dilatación de estrechos luminales. Es una técnica no invasiva que permite a los médicos diagnosticar y tratar una variedad de condiciones gastrointestinales y pulmonares, entre otras.

La ultrasonografía, también conocida como ecografía, es un procedimiento diagnóstico médico no invasivo que utiliza ondas sonoras de alta frecuencia para producir imágenes de los órganos internos y tejidos del cuerpo. Un dispositivo llamado transductor emite y recibe las ondas sonoras. Cuando el transductor se coloca sobre la piel, las ondas viajan a través del cuerpo y rebotan en los órganos y tejidos. La información sobre la intensidad y el patrón de las ondas que rebotan se envía a una computadora, que luego interpreta y crea una imagen en tiempo real.

La ultrasonografía se utiliza ampliamente en la medicina para diagnosticar una variedad de condiciones, como problemas cardíacos, enfermedades del hígado, vesícula biliar y riñones, y también se usa durante el embarazo para monitorear el crecimiento y desarrollo fetal. Es segura, indolora y no utiliza radiación, lo que la convierte en una herramienta de diagnóstico popular en muchas situaciones clínicas.

La constriction patológica se refiere a una condición médica anormal en la cual existe un estrechamiento o apretamiento excesivo de los tejidos u órganos del cuerpo. Este estrechamiento puede ser causado por diversas razones, como cicatrización excesiva después de una lesión o cirugía, inflamación crónica, tumores o crecimientos anormales, entre otras.

La constriction patológica puede afectar a varias partes del cuerpo, incluyendo los vasos sanguíneos, los bronquios, el esófago, el intestino delgado y grueso, las arterias y las venas. Los síntomas de la constriction patológica dependen del órgano o tejido afectado y pueden incluir dolor, hinchazón, dificultad para respirar, náuseas, vómitos, estreñimiento o diarrea, entre otros.

El tratamiento de la constriction patológica depende de la causa subyacente y puede incluir medicamentos, terapia física, cirugía u otras intervenciones médicas. En algunos casos, la constriction patológica puede ser reversible con el tratamiento adecuado, mientras que en otros casos puede ser permanente y requerir un manejo continuo para aliviar los síntomas.

La ictericia es un síntoma médico que se caracteriza por el enrojecimiento amarillento de la piel, las membranas mucosas y la esclerótica (la parte blanca del ojo). Esta coloración anormal se debe a la acumulación de bilirrubina, un subproducto de la descomposición natural de los glóbulos rojos. La bilirrubina normalmente se procesa en el hígado y se elimina del cuerpo a través de las heces. Sin embargo, cuando hay una interrupción en este proceso, ya sea por un problema con la producción o excreción de bilirrubina, los niveles de esta sustancia en la sangre aumentan, causando ictericia.

Existen diversas causas de ictericia, entre las que se incluyen:

1. Hepatitis: una inflamación del hígado que puede ser causada por varios virus o por intoxicación con sustancias tóxicas.
2. Cirrosis: una cicatrización y endurecimiento progresivo del tejido hepático, generalmente como resultado del consumo excesivo de alcohol o de infecciones crónicas.
3. Colestasis: un bloqueo en los conductos biliares que impide el flujo normal de bilis desde el hígado hasta el intestino delgado. Esto puede ser causado por cálculos biliares, tumores o inflamación de los conductos biliares.
4. Hemólisis: un aumento en la destrucción de glóbulos rojos, lo que lleva a niveles elevados de bilirrubina no conjugada en la sangre. Esto puede ser causado por diversas condiciones, como anemia hemolítica, reacciones transfusionales adversas o enfermedades hemorrágicas.
5. Infecciones: algunas infecciones bacterianas o parasitarias pueden provocar ictericia, especialmente cuando afectan al hígado o a los conductos biliares.
6. Medicamentos: ciertos fármacos pueden causar daño hepático o colestasis, lo que resulta en ictericia. Algunos ejemplos incluyen antibióticos, anticonvulsivantes y medicamentos contra el cáncer.
7. Otras causas: determinadas enfermedades raras, como la hepatitis autoinmune o la deficiencia de glucosa-6-fosfato deshidrogenasa (G6PD), también pueden provocar ictericia.

Es importante buscar atención médica si se presenta ictericia para determinar la causa subyacente y recibir un tratamiento adecuado.

La yeyunostomía es un procedimiento quirúrgico en el que se crea una abertura (estoma) en el intestino delgado, específicamente en el yeyuno. Esto permite la alimentación directa al intestino delgado, evitando así el estómago e íleon. Se utiliza generalmente en pacientes con problemas gastrointestinales graves que impiden la alimentación normal, como obstrucciones, úlceras pépticas graves o enfermedades inflamatorias intestinales. La nutrición puede administrarse a través del estoma mediante una sonda de alimentación. Es importante tener en cuenta que esta es una definición médica y el término puede ser usado en diferentes contextos clínicos.

En el contexto médico, el término "drenaje" se refiere al proceso de eliminar líquidos o materiales extraños acumulados en un cuerpo humano, como ser pus, sangre, fluido seroso o linfa, de una cavidad, órgano o tejido dañado o infectado. Esto se realiza generalmente mediante la colocación de un catéter o tubo de drenaje para facilitar la salida del líquido no deseado y promover la curación.

El objetivo principal del drenaje es prevenir la acumulación de líquidos, que de otro modo podrían causar inflamación, infección o daño adicional a los tejidos circundantes. Además, el análisis del líquido drenado puede proporcionar información valiosa sobre la naturaleza y el grado de la lesión o enfermedad subyacente, guiando así el plan de tratamiento apropiado.

Existen diferentes tipos de procedimientos de drenaje, como el drenaje quirúrgico, que implica la incisión quirúrgica para eliminar los líquidos acumulados; drenaje percutáneo, que involucra la inserción de agujas finas o catéteres para drenar líquidos de cavidades corporales; y drenaje de fistula, donde se crea una conexión artificial entre un órgano o tejido hueco y la superficie de la piel para permitir que el líquido drene espontáneamente.

La pancreatitis es un trastorno médico en el que el páncreas, una glándula importante situada en la parte posterior del abdomen, se inflama y se irrita. Esto puede ocurrir como resultado de una lesión o por consumir alimentos y bebidas que irritan el páncreas. La forma más común de pancreatitis es la intoxicación alcohólica aguda y la pancreatitis crónica, que a menudo está asociada con el consumo prolongado de alcohol.

La pancreatitis puede ser aguda (de corta duración) o crónica (a largo plazo). La pancreatitis aguda es una inflamación repentina y grave del páncreas que generalmente desaparece en unos días a una semana si recibe el tratamiento adecuado. Los síntomas pueden incluir dolor abdominal intenso, náuseas, vómitos, fiebre y aumento de la frecuencia cardíaca.

La pancreatitis crónica es una enfermedad progresiva que causa daño permanente al páncreas y puede provocar complicaciones graves, como diabetes, deficiencias nutricionales y, en algunos casos, cáncer de páncreas. Los síntomas pueden incluir dolor abdominal persistente, diarrea, pérdida de peso y heces grasosas.

El tratamiento de la pancreatitis depende de su gravedad y causa subyacente. El tratamiento puede incluir reposo en cama, líquidos intravenosos, medicamentos para el dolor y, en casos graves, cirugía. La abstinencia del alcohol es fundamental para las personas con pancreatitis alcohólica. Una dieta baja en grasas también puede ayudar a prevenir los ataques de pancreatitis.

Las neoplasias del conducto colédoco se refieren a los crecimientos anormales y descontrolados de células en el conducto colédoco, que es el tubo que conecta la vesícula biliar y el hígado con el intestino delgado. Este tipo de neoplasias pueden ser benignas (no cancerosas) o malignas (cancerosas).

Las neoplasias benignas más comunes del conducto colédoco incluyen los adenomas, que son crecimientos no cancerosos de glándulas. Por otro lado, las neoplasias malignas del conducto colédoco se denominan colangiocarcinomas y representan alrededor del 10-20% de todos los cánceres primarios del tracto biliar. Estos tumores suelen ser agresivos y difíciles de tratar, ya que a menudo se diagnostican en etapas avanzadas.

Los síntomas de las neoplasias del conducto colédoco pueden incluir ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), dolor abdominal, náuseas, vómitos, pérdida de apetito y peso. El tratamiento depende del tipo y del estadio de la neoplasia, pero puede incluir cirugía, quimioterapia y radioterapia.

La laparoscopia es un procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo que utiliza una técnica de visualización directa para inspeccionar y operar en el abdomen o la pelvis. Es realizada por cirujanos especialistas en diferentes campos, como cirugía general, ginecología, urología y otras especialidades.

En una laparoscopia, se hace una pequeña incisión (generalmente de aproximadamente 1 cm) cerca del ombligo, a través de la cual se inserta un tubo delgado y flexible con una cámara diminuta en su extremo, llamada laparoscopio. El laparoscopio transmite imágenes a un monitor, lo que permite al cirujano ver los órganos y tejidos internos en detalle.

Se pueden realizar otras incisiones adicionales (generalmente de 5-10 mm) para insertar instrumentos quirúrgicos especializados que ayuden al cirujano a realizar diversos procedimientos, como biopsias, resecciones de tejidos, ligaduras y desvíos vasculares, o incluso extirpaciones completas de órganos.

La laparoscopia ofrece varias ventajas en comparación con la cirugía abierta tradicional, como una menor pérdida de sangre, menos dolor postoperatorio, reducción del riesgo de infección, cicatrices más pequeñas y una recuperación más rápida. Sin embargo, también tiene limitaciones y desafíos técnicos que requieren entrenamiento especializado y experiencia en su práctica clínica.

Los medios de contraste son sustancias administradas durante un procedimiento de diagnóstico por imágenes, como una radiografía, tomografía computarizada (TC) o resonancia magnética (RM), con el propósito de mejorar la visibilidad y claridad de las estructuras internas del cuerpo humano. Estos agentes pueden ser de diversos tipos, dependiendo del tipo de examen que se vaya a realizar.

En radiografías e TC, se utilizan medios de contraste de base iodada, ya que este elemento absorbe los rayos X, permitiendo que las estructuras donde ha sido administrado se vean más oscuras o brillantes en la imagen, según el caso. Pueden ser orales (para estudiar el tracto gastrointestinal), intravenosos (para evaluar vasos sanguíneos y órganos) o rectales (para examinar el colon).

En RM, se emplean medios de contraste basados en gadolinio, que actúa al alterar los campos magnéticos dentro del tejido objetivo, haciéndolo más visible en las imágenes. Su uso está indicado principalmente para detectar lesiones, tumores o inflamaciones en órganos y tejidos blandos.

Es importante mencionar que, aunque los medios de contraste suelen ser seguros, existen algunos riesgos asociados a su uso, como reacciones alérgicas, daño renal o problemas cardiovasculares en pacientes con condiciones preexistentes. Por esta razón, antes de administrar un medio de contraste, se evalúan los beneficios y riesgos para cada paciente individualmente.

La endosonografía, también conocida como ecografía endoscópica, es un procedimiento diagnóstico que combina la endoscopia (un proceso en el que se inserta un tubo delgado con una cámara y una luz en el cuerpo) y la ecografía (un método de imagenología que utiliza ondas sonoras para crear imágenes de los órganos y tejidos internos).

Durante la endosonografía, un endoscopio especial con un transductor de ultrasonido en su punta se introduce en el cuerpo. El transductor produce ondas sonoras de alta frecuencia que viajan a través del tejido y rebotan, creando ecos que son captados por el transductor. Estos ecos se convierten en imágenes en tiempo real que pueden mostrar lesiones, tumores o cambios en los órganos internos.

La endosonografía se utiliza a menudo para evaluar problemas gastrointestinales, como la inflamación o el crecimiento anormal del tejido en el esófago, el estómago o el intestino delgado. También puede utilizarse para guiar biopsias y otras intervenciones terapéuticas.

Las neoplasias (tumores) de la vesícula biliar se refieren a crecimientos anormales en las células que recubren el interior de la vesícula biliar. La mayoría de estos tumores son adenomas, que son generalmente benignos (no cancerosos). Sin embargo, aproximadamente el 10-20% de los adenomas pueden convertirse en adenocarcinomas, un tipo de cáncer.

El adenocarcinoma es el tipo más común de cáncer de vesícula biliar. Comienza en las células glandulares que recubren el interior de la vesícula biliar. Otros tipos menos comunes de cáncer de vesícula biliar incluyen carcinoides, sarcomas y tumores mixtos.

Los síntomas de un tumor en la vesícula biliar pueden incluir dolor abdominal superior derecho, ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), náuseas, vómitos y pérdida de apetito. El diagnóstico generalmente se realiza mediante pruebas de imagenología como ultrasonido, tomografía computada o resonancia magnética. La confirmación del diagnóstico y el tipo de cáncer suelen requerir una biopsia o un examen microscópico de tejidos extraídos durante la cirugía.

El tratamiento depende del tipo y estadio del tumor. Por lo general, implica la extirpación quirúrgica de la vesícula biliar (colectomía) y posiblemente parte del hígado adyacente (hepatectomía). La radioterapia y la quimioterapia también pueden ser recomendadas en algunos casos. El pronóstico depende de la etapa del cáncer en el momento del diagnóstico; los cánceres diagnosticados en etapas más tempranas suelen tener mejores resultados.

Los iminoácidos son compuestos orgánicos que contienen un grupo funcional imina (-C=NH, también escrito como -C=N-). Aunque el término "iminoácido" a veces se use de manera más general para referirse a cualquier aminoácido con un grupo imina en su estructura, en la bioquímica y la fisiología, el término generalmente se refiere específicamente a una clase particular de aminoácidos modificados que desempeñan funciones importantes en los organismos vivos.

En este contexto más restringido, un iminoácido es un aminoácido normalmente no proteinogénico (no utilizado para sintetizar proteínas) que se forma por la modificación postraduccional de un residuo de lisina en una proteína. La formación del grupo imina involucra la reacción entre el grupo amino primario (-NH2) de la cadena lateral de la lisina y un grupo aldehído o cetona presente en otra molécula, como un azúcar reducido (aldosa) o una lipoproteína. Este proceso se conoce como "glicación" en el caso de los azúcares y "lipoxidación" en el caso de los lípidos.

La formación de iminoácidos es un proceso no enzimático e irreversible que puede alterar la estructura y función de las proteínas, contribuyendo a su desnaturalización y agregación. Estos cambios pueden ser perjudiciales para los organismos vivos y se han relacionado con el envejecimiento y varias enfermedades crónicas, como la diabetes, la aterosclerosis y las enfermedades neurodegenerativas.

Sin embargo, algunos iminoácidos también pueden desempeñar funciones beneficiosas en los organismos vivos. Por ejemplo, el ácido piperidínico, un derivado de la lisina, es un componente importante de varias moléculas bioactivas, como las alcaloides y los neurotransmisores. Además, algunos iminoácidos se utilizan en la industria alimentaria y farmacéutica como conservantes y estabilizadores.

La bilirrubina es un pigmento amarillo-anaranjado que se produce cuando el hígado descompone la hemoglobina, una proteína presente en los glóbulos rojos viejos o dañados. Existen dos tipos principales de bilirrubina: indirecta (no conjugada) y directa (conjugada).

La bilirrubina indirecta es la forma no conjugada que se encuentra en la sangre, unida a la albúmina. Cuando esta bilirrubina llega al hígado, se convierte en bilirrubina directa o conjugada mediante un proceso de conjugación con ácidos biliares. La bilirrubina directa es soluble en agua y, por lo tanto, puede excretarse a través de la bilis hacia el intestino delgado.

En condiciones normales, los niveles séricos de bilirrubina total suelen ser inferiores a 1 mg/dL (17,1 µmol/L). Los valores elevados de bilirrubina pueden indicar diversas afecciones hepáticas o biliares, como ictericia, hepatitis, cirrosis, insuficiencia hepática o colestasis.

La ictericia es una afección que se caracteriza por un aumento de los niveles de bilirrubina en la sangre y la piel, lo que provoca un color amarillento en la piel y las membranas mucosas. La ictericia puede ser causada por diversas condiciones, como trastornos hepáticos, infecciones, obstrucción de los conductos biliares o hemólisis (destrucción excesiva de glóbulos rojos).

En resumen, la bilirrubina es un pigmento amarillo-anaranjado que se produce cuando el hígado descompone la hemoglobina. Los niveles elevados de bilirrubina pueden indicar diversas afecciones hepáticas o biliares y provocar ictericia, una condición que se caracteriza por un color amarillento en la piel y las membranas mucosas.

Los estudios prospectivos, también conocidos como estudios de cohortes, son un tipo de diseño de investigación epidemiológica en el que se selecciona una población en riesgo y se sigue durante un período de tiempo para observar la aparición de un resultado o evento de interés. A diferencia de los estudios retrospectivos, donde los datos se recopilan de registros existentes o por medio de entrevistas sobre eventos pasados, en los estudios prospectivos, los datos se recopilan proactivamente a medida que ocurren los eventos.

Este tipo de estudio permite la recogida de datos estandarizados y actualizados, minimiza los problemas de rememoración y mejora la precisión en la medición de variables de exposición e intermedias. Además, los estudios prospectivos pueden permitir la evaluación de múltiples factores de riesgo simultáneamente y proporcionar una mejor comprensión de la relación causal entre la exposición y el resultado. Sin embargo, requieren un seguimiento prolongado y costoso, y pueden estar sujetos a sesgos de selección y pérdida a follow-up.

El cateterismo es un procedimiento médico en el que se introduce un catéter, que es un tubo flexible y delgado, en una vena, arteria o cavidad corporal. El propósito del cateterismo puede variar dependiendo de la parte del cuerpo donde se realice. Algunos de los usos comunes del cateterismo incluyen:

* Cateterismo cardíaco: se utiliza para diagnosticar y tratar problemas cardíacos. Durante el procedimiento, se inserta un catéter en una vena o arteria y se guía hasta el corazón. Luego, se pueden realizar diversas pruebas, como la angiografía coronaria, para evaluar el flujo sanguíneo y la función cardíaca.
* Cateterismo vascular: se utiliza para diagnosticar y tratar problemas vasculares, como la enfermedad arterial periférica o los aneurismas. Durante el procedimiento, se inserta un catéter en una arteria o vena y se guía hasta la zona afectada. Luego, se pueden realizar diversas pruebas o tratamientos, como la angioplastia y el stenting.
* Cateterismo urinario: se utiliza para drenar la vejiga o el riñón cuando hay obstrucción o retención de orina. Durante el procedimiento, se inserta un catéter en la vejiga a través de la uretra. Luego, la orina puede fluir hacia afuera del cuerpo a través del catéter.
* Cateterismo de las vías biliares: se utiliza para drenar la bilis cuando hay obstrucción o inflamación de los conductos biliares. Durante el procedimiento, se inserta un catéter en el conducto biliar a través de la piel del abdomen. Luego, la bilis puede fluir hacia afuera del cuerpo a través del catéter.

El cateterismo se realiza bajo anestesia local o sedación consciente, y generalmente dura entre 30 minutos y una hora. Después del procedimiento, es posible que sea necesario mantener el catéter en su lugar durante un tiempo determinado para garantizar el drenaje continuo. El médico le dará instrucciones específicas sobre cómo cuidar el catéter y qué hacer si hay problemas.

La ampolla hepatopancreática es una estructura presente en algunos invertebrados, como los crustáceos y los moluscos. No se encuentra en seres humanos ni en otros mamíferos, por lo que no hay una definición médica específica para este término en el contexto de la medicina humana.

La ampolla hepatopancreática es parte del sistema digestivo y desempeña funciones importantes en la digestión y absorción de nutrientes. Está compuesta por células secretoras que producen enzimas digestivas y también contiene tejido adiposo y glándulas que segregan moco y otras sustancias.

En resumen, la ampolla hepatopancreática es una estructura anatómica y fisiológica importante en algunos invertebrados, pero no hay una definición médica específica para esta estructura en el contexto de la medicina humana.

La Enfermedad de Caroli, también conocida como Dilatación congénita de los conductos biliares intrahepáticos, es una afección rara pero grave que involucra la dilatación (expansión) anormal y congénita de los conductos biliares intrahepáticos. Los conductos biliares son pequeños tubos dentro del hígado que transportan la bilis, un líquido digestivo producido por el hígado, desde las células hepáticas hasta la vesícula biliar y el intestino delgado.

En la Enfermedad de Caroli, los conductos biliares se dilatan anormalmente y forman sacos o cámaras llenas de líquido dentro del hígado. Esto puede conducir a una serie de complicaciones, como infecciones recurrentes (colangitis), piedras en la vesícula biliar (colelitiasis) y daño al tejido hepático, lo que puede provocar cirrosis y falla hepática. La Enfermedad de Caroli también se asocia con un mayor riesgo de cáncer de vías biliares.

La causa exacta de la Enfermedad de Caroli no se conoce completamente, pero se cree que está relacionada con defectos congénitos en el desarrollo de los conductos biliares. El diagnóstico suele realizarse mediante pruebas de imagenología, como ecografías, tomografías computarizadas o resonancias magnéticas. El tratamiento puede incluir antibióticos para tratar las infecciones recurrentes, procedimientos quirúrgicos para eliminar los conductos biliares dilatados y trasplante de hígado en casos graves.

El monitoreo intraoperatorio es un término médico que se refiere al proceso de vigilancia y seguimiento continuos de los parámetros vitales y otras funciones fisiológicas importantes durante una cirugía. Este tipo de monitoreo permite a los profesionales médicos supervisar de cerca la respuesta del paciente a la anestesia y a los procedimientos quirúrgicos, lo que puede ayudar a garantizar su seguridad y bienestar durante la cirugía.

El monitoreo intraoperatorio puede incluir una variedad de técnicas y tecnologías diferentes, dependiendo de la naturaleza de la cirugía y de las necesidades específicas del paciente. Algunos ejemplos comunes de parámetros que se pueden monitorear durante la cirugía incluyen la frecuencia cardiaca, la presión arterial, la saturación de oxígeno en la sangre, la temperatura corporal y la profundidad de la anestesia.

El objetivo del monitoreo intraoperatorio es detectar y abordar rápidamente cualquier problema o complicación que pueda surgir durante la cirugía, con el fin de minimizar los riesgos para el paciente y garantizar una recuperación exitosa. Gracias al avance tecnológico, hoy en día existen diversos dispositivos y equipos médicos que facilitan el monitoreo intraoperatorio, como por ejemplo, los monitores multiparamétricos, los electrodos de ECG, los oxímetros de pulso y los termómetros rectales o esofágicos.

Los colagogos y coleréticos son términos utilizados en medicina para describir sustancias que estimulan la producción y secreción de bilis desde el hígado y su liberación desde la vesícula biliar al intestino delgado.

Los colagogos aumentan la cantidad de bilis secretada por el hígado, mientras que los coleréticos aumentan el volumen y fluidez de la bilis secretada por la vesícula biliar. La bilis es una sustancia amarilla-verdosa producida en el hígado que ayuda a descomponer las grasas en los alimentos durante el proceso de digestión.

Algunos ejemplos de colagogos y coleréticos incluyen:

* Colagogos: café, alcohol, menta, jengibre, diente de león, boldo, artemisa, manzanilla y raíz de angélica.
* Coleréticos: ácido cítrico, vitamina C, fenólicos, taninos y saponinas.

Estas sustancias se utilizan a menudo en la medicina tradicional y alternativa para tratar problemas digestivos como la dispepsia o los trastornos de la vesícula biliar. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el uso excesivo o inadecuado de colagogos y coleréticos puede causar efectos secundarios adversos, como diarrea, cólicos abdominales y náuseas. Por lo tanto, siempre se recomienda consultar a un profesional médico antes de tomar cualquier suplemento o medicamento que contenga colagogos o coleréticos.

La enfermedad iatrogénica se refiere a un trastorno o condición médica adversa que es causada involuntariamente por el tratamiento médico o intervención, ya sea por error u omisión. Esto puede incluir reacciones adversas a medicamentos, infecciones adquiridas en el hospital, lesiones durante procedimientos diagnósticos o quirúrgicos, y la negligencia médica. La iatrogenia es una consideración importante en la práctica médica, ya que los profesionales de la salud deben equilibrar los riesgos y beneficios de cualquier intervención terapéutica.

Las pruebas de función hepática (PFT) son análisis de sangre que se utilizan para evaluar la salud y el funcionamiento general del hígado. Estos exámenes miden diferentes sustancias en la sangre, como enzimas, proteínas y desechos, que pueden indicar si hay algún daño o disfunción en el hígado.

Algunas de las pruebas más comunes que se incluyen en un panel de PFT son:

1. Alanina aminotransferasa (ALT): Esta enzima se encuentra principalmente en el hígado y puede aumentar en niveles si hay inflamación o daño en el tejido hepático.

2. Aspartato aminotransferasa (AST): Esta enzima también se encuentra en el hígado, así como en otros órganos como el corazón y los músculos. Los niveles altos de AST pueden indicar daño en cualquiera de estos tejidos.

3. Bilirrubina: La bilirrubina es un pigmento amarillo que se produce cuando el hígado descompone la hemoglobina de los glóbulos rojos viejos. Los niveles altos de bilirrubina pueden indicar problemas con la capacidad del hígado para procesarla, lo que puede causar ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos).

4. Albumina: La albumina es una proteína producida por el hígado. Los niveles bajos de albumina pueden indicar problemas con la capacidad del hígado para sintetizar proteínas.

5. Fósforo alcalino (ALP): La ALP es una enzima que se encuentra en varios tejidos, incluyendo el hígado. Los niveles altos de ALP pueden indicar problemas con el flujo biliar o enfermedad hepática.

6. Gamma-glutamil transferasa (GGT): La GGT es una enzima que se encuentra en varios tejidos, incluyendo el hígado. Los niveles altos de GGT pueden indicar problemas con el flujo biliar o enfermedad hepática.

Un análisis de sangre de función hepática puede ayudar a diagnosticar y monitorizar diversas afecciones hepáticas, como la hepatitis, la cirrosis y la insuficiencia hepática. Los resultados deben interpretarse junto con los síntomas clínicos y otros exámenes complementarios para establecer un diagnóstico preciso.

El Gadolinio DTPA, cuyo nombre químico completo es gadopentetato de disodio, es un agente de contraste paramagnético utilizado en imágenes de resonancia magnética (IRM) para mejorar la visualización de tejidos y órganos dentro del cuerpo. Es una sal de gadolinio unida a un agente quelante, el DTPA (diéter de pentetato de triamina), que se une al ion gadolinio y lo hace no tóxico e hidrosoluble.

Una vez inyectado en el torrente sanguíneo, el Gadolinio DTPA acorta los tiempos de relajación T1 y T2 de los tejidos que lo absorben, lo que resulta en un aumento del contraste entre los tejidos normales y los patológicos en las imágenes de IRM. Esto permite una mejor detección y caracterización de lesiones tales como tumores, inflamaciones, infartos y otras alteraciones anatómicas o funcionales.

El Gadolinio DTPA se elimina principalmente por vía renal, con una vida media de aproximadamente 1,5 horas en personas con función renal normal. Sin embargo, en pacientes con insuficiencia renal grave, la vida media puede prolongarse y aumentar el riesgo de efectos adversos, como nefrogenicidad sistémica inducida por contraste (NSIAD), una forma poco común pero potencialmente grave de lesión renal. Por esta razón, se requiere precaución al administrar Gadolinio DTPA a pacientes con insuficiencia renal o antecedentes de enfermedad renal.

Un quiste es un saco pequeño lleno de líquido, aire u otra sustancia. Se forma alrededor de una estructura normal de tejidos u órganos del cuerpo. Los quistes pueden ocurrir en casi cualquier parte del cuerpo. Pueden crecer en la piel, los órganos internos como el hígado, riñones y ovarios, así como también en tejidos conjuntivos.

La mayoría de los quistes son benignos (no cancerosos), pero algunos pueden ser malignos (cancerosos). Su tamaño puede variar desde ser tan pequeños que no se puedan sentir, hasta ser lo suficientemente grandes como para desplazar los órganos cercanos.

Los quistes suelen desarrollarse sin causar ningún síntoma y a menudo se descubren durante exámenes médicos de rutina o por casualidad. Sin embargo, si un quiste se rompe, infecta o causa inflamación, entonces podría producir dolor o molestias. El tratamiento depende del tamaño, ubicación y tipo del quiste. Algunos quistes desaparecen sin tratamiento, mientras que otros pueden necesitar ser drenados o incluso extirpados quirúrgicamente.

La tomografía computarizada por rayos X, también conocida como TC o CAT (por sus siglas en inglés: Computerized Axial Tomography), es una técnica de diagnóstico por imágenes que utiliza radiación para obtener detalladas vistas tridimensionales de las estructuras internas del cuerpo. Durante el procedimiento, el paciente se coloca sobre una mesa que se desliza dentro de un anillo hueco (túnel) donde se encuentran los emisores y receptores de rayos X. El equipo gira alrededor del paciente, tomando varias radiografías en diferentes ángulos.

Las imágenes obtenidas son procesadas por un ordenador, el cual las combina para crear "rebanadas" transversales del cuerpo, mostrando secciones del tejido blando, huesos y vasos sanguíneos en diferentes grados de claridad. Estas imágenes pueden ser visualizadas como rebanadas individuales o combinadas para formar una representación tridimensional completa del área escaneada.

La TC es particularmente útil para detectar tumores, sangrado interno, fracturas y otras lesiones; así como también para guiar procedimientos quirúrgicos o biopsias. Sin embargo, su uso está limitado en pacientes embarazadas debido al potencial riesgo de daño fetal asociado con la exposición a la radiación.

La colestasis intrahepática es una afección en la que se produce una disminución o bloqueo del flujo de bilis desde la vesícula biliar hasta el intestino delgado, lo que provoca una acumulación de bilirrubina y otros productos de desecho en el hígado. Esta afección puede ser causada por diversas condiciones, como enfermedades hepáticas, medicamentos, infecciones o trastornos genéticos.

Los síntomas de la colestasis intrahepática pueden incluir ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), orina oscura, heces de color claro, prurito (picazón intensa en la piel), fatiga y dolor abdominal. El diagnóstico se realiza mediante análisis de sangre, ecografías y otras pruebas de imagen, así como biopsias hepáticas en algunos casos.

El tratamiento de la colestasis intrahepática depende de la causa subyacente. Puede incluir medicamentos para aliviar los síntomas y mejorar el flujo de bilis, cambios en la dieta y, en casos graves, trasplante hepático. Es importante recibir atención médica temprana si se sospecha colestasis intrahepática, ya que una detección y tratamiento precoces pueden ayudar a prevenir daños hepáticos irreversibles y mejorar los resultados generales.

Los estudios retrospectivos, también conocidos como estudios de cohortes retrospectivas o estudios de casos y controles, son un tipo de investigación médica o epidemiológica en la que se examina y analiza información previamente recopilada para investigar una hipótesis específica. En estos estudios, los investigadores revisan registros médicos, historiales clínicos, datos de laboratorio o cualquier otra fuente de información disponible para identificar y comparar grupos de pacientes que han experimentado un resultado de salud particular (cohorte de casos) con aquellos que no lo han hecho (cohorte de controles).

La diferencia entre los dos grupos se analiza en relación con diversas variables de exposición o factores de riesgo previamente identificados, con el objetivo de determinar si existe una asociación estadísticamente significativa entre esos factores y el resultado de salud en estudio. Los estudios retrospectivos pueden ser útiles para investigar eventos raros o poco frecuentes, evaluar la efectividad de intervenciones terapéuticas o preventivas y analizar tendencias temporales en la prevalencia y distribución de enfermedades.

Sin embargo, los estudios retrospectivos también presentan limitaciones inherentes, como la posibilidad de sesgos de selección, información y recuerdo, así como la dificultad para establecer causalidad debido a la naturaleza observacional de este tipo de investigación. Por lo tanto, los resultados de estudios retrospectivos suelen requerir validación adicional mediante estudios prospectivos adicionales antes de que se puedan extraer conclusiones firmes y definitivas sobre las relaciones causales entre los factores de riesgo y los resultados de salud en estudio.

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Las pruebas realizadas en un examen físico generalmente están dirigidas a detectar un síntoma o signo, y en estos casos, una prueba que detecta un síntoma o signo se señala un prueba positiva, y una prueba que indica la ausencia de un síntoma o signo se señala un prueba negativa, como se detalla en sección separada abajo.. Una cuantificación de una sustancia blanco, un tipo de células o de otra entidad específica es una salida común de, por ejemplo, más exámenes de sangre. Esto no sólo responde if es una entidad de destino presentes o ausentes, pero también Cuánto está presente. En los exámenes de sangre, la cuantificación relativamente bien se especifica, como en concentración en masa, mientras que la mayoría otras pruebas pueden ser cuantificaciones también aunque menos especifica, como un signo de ser muy pálidoen lugar deligeramente pálido. Asimismo, imágenes radiológicas son técnicamente ...
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Colangiografía Endoscópica (CPRE).. *Endoscopia superior diagnóstica y terapéutica.. *Colonoscopia diagnóstica y terapéutica. ...
Colangiografía Retrógrada Endoscópica. 2020. TRAYECTORIA PROFESIONAL. *Médico Interno Residente Aparato Digestivo, Complejo ...
CPRE: Colangiografía retrógrada endoscópica. *CCP: Concentrado de complejo protrombínico. *FA: Fibrilación auricular ...
Colangiografía hepática percutánea. Para este tratamiento es necesario hacer una incisión en la piel, así se introduce una ...
Colangiografía y pancreatografía endoscópica. Santiago Gallo Reynoso. *Laparoscopia diagnóstica. Leopoldo S. Gutiérrez ... Especialidad: Gastroenterología Etiquetas: cirugía, colangiografía y pancreatografía endoscópica, editorial alfil, endoscopia ...
Colangiografía retrógrada endoscópica terapéutica.. Enteroscopia anterógrada y retrógrada.. Colocación endoscópica de prótesis ...
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TRAUMATISMO HEPÁTICO Harold Vargas Pierola Hospital Universitari Mútua Terrassa Unidad de Cirugía Hepatobiliopancreática 18 años. Enfermedad Actual Accidente de tráfico…
  • Estudio radiológico de la vía biliar.Es un procedimiento que permite examinar los conductos pancreáticos y de la bilis. (wikipedia.org)
  • Colangiografía Percutánea: Se punciona el hígado a través de la piel y se inyecta medio de contraste hasta lograr inyectar la vía biliar. (wikipedia.org)
  • Una Colangiografía sirve para observar la estructura de los conductos biliares y la vesícula biliar. (ultrasonidosenleongto.com.mx)
  • La colangiografía transhepática percutánea, colangiograma hepático percutáneo (CTP) es una técnica radiológica utilizada para visualizar la anatomía del tracto biliar. (enfermerasenlinea.com)
  • La colangiografía transhepática percutánea (CTP) es un procedimiento mínimamente invasivo que se realiza para evaluar y tratar las obstrucciones del tracto biliar, el sistema de drenaje del hígado y la vesícula biliar. (enfermerasenlinea.com)
  • El biloma es una colección encapsulada de bilis intra- o extrahepática y generalmente supramesocólica, debida a traumatismo, iatrogenia o perforación espontánea del árbol biliar o de la vesícula biliar. (isciii.es)
  • La bilis en la cavidad peritoneal en ocasiones puede ser tolerada, con ausencia de síntomas agudos, siendo definido como ascitis biliar, que ocurre cuando la bilis es estéril. (isciii.es)
  • No obstante, la colangiografía retrógrada endoscópica (CPRE) es también una prueba útil en el diagnóstico de las lesiones de la vía biliar. (isciii.es)
  • El cáncer de la vesícula biliar es una enfermedad en la cual las células cancerosas crecen en ella. (epnet.com)
  • La vesícula biliar es un órgano pequeño, en forma de pera que se localiza debajo del hígado y donde se almacena la bilis hasta que ésta es necesitada por el sistema digestivo. (epnet.com)
  • La causa exacta del cáncer de la vesícula biliar es desconocida. (epnet.com)
  • A veces, el cáncer de la vesícula biliar es descubierto durante una cirugía abdominal efectuada por otra razón. (epnet.com)
  • La tomografía computarizada también es de ayuda para determinar si el cáncer se ha diseminado a los nódulos linfáticos o al hígado (los dos lugares más frecuentes a los que se expande el cáncer de la vesícula biliar). (epnet.com)
  • El doctor Jaume Tur es especialista en Cirugía digestiva y experto en la Vesícula Biliar, ha realizado personalmente más de 200 colecistectomías laparoscópicas, con excelentes resultados. (cirugiavesiculabiliar.com)
  • Qué es el cálculo biliar? (remediosnaturales.com)
  • La gravedad de esta acumulación es que s e guarda en la vesícula biliar y es secretada hacia el intestino mediante los conductos biliares con el propósito de ayudar a digerir las grasas. (remediosnaturales.com)
  • Lo primero que se debe tomar en cuenta es que existen dos tipos de cálculo biliar estos son el cálculo biliar del colesterol y cálculo biliar del pigmento. (remediosnaturales.com)
  • La razón por la que se produce el dolor y se incrementa a causa del cálculo biliar es porque el cálculo se mueve intentando desviarse. (remediosnaturales.com)
  • La complicación que surge de la evolución del cálculo biliar y se convierte en litiasis biliar es más común entre pacientes que tienen historia de cólicos previos que aparentemente no son complicados. (remediosnaturales.com)
  • La cirrosis biliar primaria es una enfermedad colestásica crónica, de aparente etiología autoinmune. (clinica-unr.org.ar)
  • Es la hinchazón e irritación repentina de la vesícula biliar. (pediatradeurgencias.com)
  • La vesícula biliar es un órgano que se encuentra por debajo del hígado. (pediatradeurgencias.com)
  • Colecistectomía con y sin colangiografía por videolaparoscopia: extirpación de la vesícula biliar. (globalhealthintelligence.com)
  • El urgencias del Hospital Carlos Andrade Marín por proceso inicia con la ingestión de huevos de áscaris presentar un cuadro de dolor abdominal de 15 días a través de agua, tierra o suelo contaminado, es más de, tipo cólico, de gran intensidad localizado en común en adultos que en los niños debido al menor calibre de la vía biliar. (bvsalud.org)
  • También se incorporará la colangiografía que consiste en la obtención de imágenes de la vía biliar y de la vesícula biliar. (canal74.cl)
  • Aunque el cáncer de vesícula biliar es el tumor maligno más frecuente de las vías biliares, es de baja incidencia y alta mortalidad a nivel mundial. (sacd.org.ar)
  • El cáncer de la vesícula biliar (CVB) es el tumor maligno, más frecuente de las vías biliares. (sacd.org.ar)
  • Las enfermedades del páncreas y del árbol biliar requieren manejo terapéutico con la colangiografia endoscopica retrograda (CPRE) en particular posterior a procedimientos no invasivos de imagen. (ivanrivasmd.com)
  • Se realiza colecistectomía, colangiografía intraoperatoria sin evidenciar defectos de repleción y drenaje del bilioma. (revistasanitariadeinvestigacion.com)
  • Se debe realizar colangiografía intraoperatoria, ya que los predictores de litiasis coledociana suelen estar alterados. (bvsalud.org)
  • Su grupo presentó un par de comunicaciones sobre la colecistectomía laparoscópica y la colangiografía intraoperatoria. (juliomayol.com)
  • La colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE) es una técnica diagnóstico-terapéutica que se utiliza para tratar diversas enfermedades de la esfera biliopancreática. (sld.cu)
  • La CPRE es factible y está indicada en el diagnóstico y tratamiento de muchos pacientes con trauma pancreático, (2) en el tratamiento de la coledocolitiasis asociada a colelitiasis sintomática, antes o después de la colecistectomía laparoscópica (3) y en el tratamiento endoscópico de complicaciones biliares después de trasplante hepático. (sld.cu)
  • Colangiografía Endoscópica (CPRE). (cirugiamorelos.com)
  • La bilis es un líquido secretado por el hígado que contiene colesterol, sales biliares y productos de desecho. (wikipedia.org)
  • Una colangiografía transhepática percutánea, o CTP, es una radiografía de los conductos biliares. (enfermerasenlinea.com)
  • Este método es menos costoso, más seguro y más sensible para evaluar las vías biliares, en especial la vesícula. (msdmanuals.com)
  • Colangiografía: un examen invasivo que utiliza rayos x y una aguja larga que se inserta en el hígado para examinar la vesícula y los ductos biliares. (epnet.com)
  • Esta prueba es fundamental para lograr resaltar las vías biliares en las imágenes. (remediosnaturales.com)
  • La lesión incipiente se denomina "colangitis destructiva no supurante crónica" que es un proceso inflamatorio necrotizante de las vías biliares de pequeño y mediano calibre, sufren infiltrado linfocitarios y luego destrucción. (clinica-unr.org.ar)
  • Radiografía de abdomen: Los cálculos biliares se pueden ver en la radiografía de rutina, pero la mayoría son radiolúcidos y es necesaria la técnica de contraste de colecistografía o colangiografia (cada vez se realizan menos). (higadocancer.com)
  • Si el paciente está ictérico (coloración amarilla de la piel) es posible demostrar los conductos biliares por colangiografía percutánea transhepática con utltrasonografia, se encuentra conductos dilatados. (higadocancer.com)
  • Morbilidad Postoperatoria por Colangiografía Endoscópica Retrógrada con o sin Papilotomía Ulterior. (uss.cl)
  • En este contexto, la mortalidad es del 23%1 , sobre todo en los pacientes de más edad, con ma- yor comorbilidad y aquellos diagnosticados en las fases más avanzadas de la infección. (slideshare.net)
  • El fracaso es multifactorial y se relaciona con el incremento de resistencias bacterianas, el tratamiento empírico inapropiado, la mayor comorbilidad de los pacientes y el mal control del foco de in- fección. (slideshare.net)
  • La endoscopia digestiva alta, gastroscopia o panendoscopia oral es uno de los métodos diagnósticos más utilizados en el estudio de pacientes con enfermedades abdominales. (amhigo.com)
  • los avances en cuidados perioperatorios e inmunosupresión permitieron que la su pervivencia de los pacientes trasplantados aumente significativamente, así observamos que la litiasis vesicular es más frecuente en este grupo de pacientes. (bvsalud.org)
  • el objetivo de este trabajo es analizar y describir los resultados obtenidos en colecistecto mías en pacientes trasplantados cardíacos. (bvsalud.org)
  • la colecistectomía laparoscópica es segura y es el método de elección en pacientes tras plantados cardíacos. (bvsalud.org)
  • Como es un servicio de apoyo muy relevante frente a los pacientes graves, va a estar cercano a las unidades de emergencia, a las unidades de paciente crítico y a los pabellones quirúrgicos. (canal74.cl)
  • El utrasondio es el estudio inicial ideal para pacientes con ictericia ya que revela los conductos dilatados, cálculos o masas pancreáticas. (higadocancer.com)
  • Es un método de diagnóstico en pacientes con cirrosis e imagen característica. (higadocancer.com)
  • La ventana pericárdica es un recurso utilizado en nuestro hospital para diagnosticar la herida de corazón y se utiliza en los pacientes con herida precordial y estabilidad hemodinámica. (bvsalud.org)
  • Si el estudio es con contraste endovenoso, siga además las indicaciones del punto 1. (palermoimagen.com)
  • Si el estudio es para diagnostico o seguimiento de cáncer mamario, se debe realizar con contraste endovenoso. (palermoimagen.com)
  • Para confirmar el diagnóstico del cáncer de vesícula, se debe llevar a cabo una biopsia , que es la extracción de una muestra de tejido para su evaluación. (epnet.com)
  • Mediante el empleo de modernos dispositivos de imagen, como los ya disponibles en el Centro Médico Teknon desde este mismo año, en el transcurso de la intervención quirúrgica el ICG administrado es estimulado mediante dispositivos de luz infrarroja que producen su fluorescencia, que luego es captada y transformada por equipos de laparoscopia especiales, que generan una imagen única y nítida. (quironsalud.com)
  • Lo mejor es asistir a médico antes de que se presenten algunas de estas complicaciones. (remediosnaturales.com)
  • Básicamente se pretende hacer un acercamiento al índice de complicaciones y efectos adversos que se presentan en nuestro medio y establecer cuál es la rata de conversión a cirugía abierta, para tener datos comparativos con la literatura mundial, basados en una muestra representativa. (encolombia.com)
  • Qué es una endoscopia digestiva alta? (amhigo.com)
  • Menos frecuente aún es realizar una colangio-páncreatografía endoscópica retrograda, mediante un tubo introducido por la boca, o una colangiografía percutánea trans-digital. (fesemi.org)
  • La vesícula es cubierta por otros órganos en el abdomen. (epnet.com)
  • Es frecuente que solicite una ecografía, que es un procedimiento o en el que se emiten ondas, desde fuera del abdomen, que van atravesando toda esa zona del cuerpo, y los ecos se modifican al atravesar las diferentes vísceras, y reconocen la vesícula y sus posibles cálculos. (fesemi.org)
  • Menos habitual es realizar una colecistografía, en la que nos administran una sustancia que es opaca a los rayos X, y luego hacen una radiografía del abdomen, para verificar si hay cálculos. (fesemi.org)
  • La dispepsia (dolor o molestia en el abdomen) constituye la indicación más frecuente, porque es la consulta más habitual. (amhigo.com)
  • Aplicación de la cromatografía líquida - espectrometría de masas (LC-MS/MS), tecnología que ya se utiliza actualmente para la determinación de inmunosupresores y vitamina D, y la intención es que propulse nuevos servicios de excelencia y/o en algunos casos terciarismo en el futuro: determinación de hormonas esteroidales, metanefrinas, vitaminas hidrosolubles y fármacos diversos, etc. (santpau.es)
  • El sistema SpyGlass es la técnica de colangiopancreatoscopia peroral (POCPS) más sencilla, ya que utiliza un colangioscopio desechable que se inserta a través del canal de trabajo de un duodenoscopio estándar que puede ser manejado fácilmente por un solo endoscopista 1 . (revistasanitariadeinvestigacion.com)
  • Es realizada por un gastroenterólogo. (wikipedia.org)
  • Es realizada por un radiólogo. (wikipedia.org)
  • A examen médico es una especie de procedimiento médico realizada a detectar, diagnosticar, o Monitor enfermedades, procesos de la enfermedad, susceptibilidad y determinar un curso de tratamiento. (copro.com.ar)
  • La radiología es realizada con equipos con intensificador de imágenes para estudios digestivos , incluyéndose el estudio integral de adultos y pediátricos. (investigacionesmedicas.com)
  • La colangiografía, ya sea percutánea o endoscópica, es realizada cuando las pruebas de función hepática son suficientemente anormales [10,11]. (blogspot.com)
  • un examen que combina radiografía y un endoscopio, que es una sonda larga y flexible con luz que se inserta por la garganta. (epnet.com)
  • Si la paciente es menopausica, puede realizarse la resonancia cualquier día. (palermoimagen.com)
  • La gran ventaja de la exploración es la posibilidad de poder tomar muestras de las zonas exploradas o biopsias, para completar el estudio de cada paciente. (amhigo.com)
  • Analizar ¿cuál es la causa de cirrosis en este paciente? (clinica-unr.org.ar)
  • Es posible que deba quitarse la ropa superior y ponerse una bata de hospital. (ultrasonidosenleongto.com.mx)
  • Es posible que tenga una sensación de presión o plenitud en la parte superior derecha de la espalda. (ultrasonidosenleongto.com.mx)
  • Es fundamental un rediseño de fondo del sistema de atención primaria, superior a la cifra de 12% en número de cuentas. (sherikuz.com)
  • Estudio radiológico de la vía biliar.Es un procedimiento que permite examinar los conductos pancreáticos y de la bilis. (wikipedia.org)
  • Colangiografía Percutánea: Se punciona el hígado a través de la piel y se inyecta medio de contraste hasta lograr inyectar la vía biliar. (wikipedia.org)
  • La vena porta es un vaso sanguíneo grande que transporta sangre desde el estómago, los intestinos, el bazo, la vesícula biliar y el páncreas hasta el hígado. (nih.gov)
  • El Doctor Jaume Tur es especialista en Cirugía digestiva y experto en la Vesícula Biliar, ha realizado personalmente más de 200 colecistectomías laparoscópicas, con excelentes resultados. (cirugiavesiculabiliar.com)
  • Este video es de una paciente que tenía ocluida la vía biliar con una piedra de 5 cm de diámetro, que no permitía el paso de la bilis y por lo mismo estaba colapsada la vía biliar y no se distinguía. (cirugiamorelos.com)
  • Colangiografía retrógrada endoscópica Extracción endoscópica de cálculos de la vía biliar y esfinterotomía. (mendozasaavedraips.com)
  • La CPRE o colangio-pancreato retrógrada endoscopia es un procedimiento diagnóstico-terapéutico mini-invasivo de la via biliar y páncreas. (endoscopiadrolivera.com)
  • La agenesia de la vesícula biliar es la ausencia total o parcial de la misma. (gastroenterologos.net)
  • La agenesia de la vesícula biliar es un trastorno congénito poco frecuente que afecta a la formación de la vesícula de su hijo. (gastroenterologos.net)
  • La vesícula biliar es un pequeño órgano que se encuentra debajo del hígado y que almacena la bilis, que ayuda a digerir los alimentos y a absorber las grasas de la dieta. (gastroenterologos.net)
  • La coledocolitiasis es una afección resultante de la obstrucción del conducto biliar común. (gastroenterologos.net)
  • La coledocolitiasis es una enfermedad que requiere tratamiento quirúrgico, en el que se extirpa la vesícula biliar. (gastroenterologos.net)
  • Puede ser posible tratar la coledocolitiasis mediante una colangiografía transhepática percutánea o un drenaje biliar transhepático percutáneo (DTP). (gastroenterologos.net)
  • Es una bolsa situada debajo del hígado y que almacena y concentra la bilis, que es liberada por la vesícula biliar en la parte superior del intestino delgado en respuesta a un alimento, especialmente las grasas. (pediatradeurgencias.com)
  • Es una cirugía para extirpar la vesícula biliar usando un dispositivo médico llamado laparoscopio. (pediatradeurgencias.com)
  • La vesícula biliar es un órgano que está ubicado debajo del hígado. (pediatradeurgencias.com)
  • El urgencias del Hospital Carlos Andrade Marín por proceso inicia con la ingestión de huevos de áscaris presentar un cuadro de dolor abdominal de 15 días a través de agua, tierra o suelo contaminado, es más de, tipo cólico, de gran intensidad localizado en común en adultos que en los niños debido al menor calibre de la vía biliar. (bvsalud.org)
  • Qué es la vesícula biliar? (cmiyo.com)
  • La vesícula biliar es un órgano en forma de pera que descansa debajo del lado derecho del hígado. (cmiyo.com)
  • La extracción quirúrgica de la vesícula biliar es el tratamiento más eficaz y segura para las enfermedades de la vesícula biliar. (cmiyo.com)
  • La extracción de la vesícula biliar es una de las operaciones más frecuentes en nuestro medio. (cmiyo.com)
  • La forma más frecuente es la coledocolitiasis secundaria, debido al paso del cálculo desde la vesícula biliar al colédoco a través del conducto cístico. (una.py)
  • La efectividad del tratamiento endoscópico de la coledocolitiasis es alta dejando la resolución quirúrgica únicamente para aquellos casos especiales donde los cálculos sean difíciles de resolver ya sea por las características de los mismos, por las variaciones anatómicas de la vía biliar, historia de cirugía previa entre otros. (una.py)
  • La vesícula biliar está ubicada en la parte superior derecha del abdomen y su función principal es servir de depósito de la bilis, proveniente del hígado, para ser entregada a través de las vías biliares al duodeno cuando se necesita para la digestión de algunos alimentos. (clinicauandes.cl)
  • El cáncer de vesícula biliar es poco frecuente y suele ser detectado en etapas avanzadas, cuando puede causar síntomas como ictericia (coloración amarilla de piel y mucosas), dolor, baja de peso o decaimiento. (clinicauandes.cl)
  • La coledocolitiasis es un trastorno común de las vías biliares que afecta a millones de personas en todo el mundo. (gastroenterologos.net)
  • Además de estas pruebas, pueden utilizarse exploraciones de imagen como la tomografía computarizada (TC) o la resonancia magnética (RM) para ayudar a determinar la extensión de la coledocolitiasis y evaluar si es necesaria o no la cirugía. (gastroenterologos.net)
  • La coledocolitiasis es una enfermedad grave que requiere un tratamiento inmediato. (gastroenterologos.net)
  • Sin embargo, el pronóstico de la coledocolitiasis es bueno, siempre que se opere con prontitud. (gastroenterologos.net)
  • Una colangiopancreatografía por resonancia magnética (CPRM) es otro método no invasivo de imágenes, basado en la resonancia magnética ( RM ). (medlineplus.gov)
  • Luego, para determinar la ubicación y extensión del tumor, y si es que este se ha diseminado, se puede realizar una cirugía exploratoria por laparoscopía, o más pruebas dirigidas por imágenes y, en algunas ocasiones, con líquido de contraste, como una colangiografía por resonancia magnética. (clinicauandes.cl)
  • Dentro de los servicios ambulatorios se encuentra la unidad de video endoscopia que realiza video endoscopia digestiva, diagnóstica, colangiografía endoscópica diagnóstica y colangiografía endoscópica más papilotomía . (foscal.com.co)
  • Endoscopia alta (más comúnmente conocido como endoscopia), es un examen mediante el cual se visualiza las paredes internas del esófago y estómago y permite ubicar úlceras, lesiones benignas y malignas e inclusive permite resecar pólipos, cauterizar hemorragias, tomar biopsias, entre otros. (tadarromthome.com)
  • En ocasiones, el diagnóstico se realiza al momento del estudio de la pieza operatoria de una colecistectomía, pues no siempre el cáncer en etapas iniciales es visible ni se puede sospechar antes de una cirugía. (clinicauandes.cl)
  • Una colangiografía transhepática percutánea (CTHP) es un examen de rayos X de las vías biliares. (medlineplus.gov)
  • Rayos x - Colangiografía - etc. (clinicasfutura.com)
  • El doctor Jaume Tur es especialista en cirugía digestiva, cuenta con una amplia formación en cirugía laparoscópica avanzada y ha participado en más de 500 procedimientos laparoscópicos, además ha realizado con éxito más de 200 colecistectomías laparoscópicas, con excelentes resultados. (cirugiavesiculabiliar.com)
  • La salud bucal también es importante para nosotros, por eso contamos con Consultorios Dentales en donde podrás realizarte cualquier procedimiento dental, como endodoncias, prótesis, etc. (clinicasfutura.com)
  • La colecistectomía laparoscópica es el procedimiento de elección en el Instituto Nacional de Salud del Niño para el tratamiento de la colelitiasis. (revistamedicarebagliati.org)
  • Antes del procedimiento, es esencial realizar una evaluación completa del paciente. (ivanrivasmd.com)
  • Además, es importante mantener una comunicación continua con el paciente durante el procedimiento, incluso si está sedado, para evaluar su nivel de comodidad y dolor. (ivanrivasmd.com)
  • El nombre médico de este procedimiento es Colecistectomía Laparoscópica. (cmiyo.com)
  • La ecografía de hígado, vías biliares y páncreas (HBP) es suficiente como primer estudio por imágenes, y para confirmar o descartar la etiología litiásica. (meducatium.com.ar)
  • Es esos casos, se completará el estudio y se resolverá considerando la ubicación, la extensión y la eventual presencia de metástasis o compromiso a distancia. (clinicauandes.cl)
  • La duración del estudio en promedio es de 20 a 30 minutos y al finalizar podrá retirarse a casa. (tadarromthome.com)