Proteína de 9 kDa componente de las LIPOPROTEÍNAS DE MUY BAJA DENSIDAD. Contiene un cofactor para la LIPOPROTEÍNA LIPASA y activa varias triacilglicerol lipasas. La asociación de Apo C-II con los QUILOMICRONES del plasma, VLDL y LIPOPROTEÍNAS DE ALTA DENSIDAD es reversible y cambia rápidamente en función del metabolismo de los triglicéridos. Clínicamente, la deficiencia en Apo C-II es similar a la deficiencia en lipoproteína lipasa (HIPERLIPOPROTEINEMIA DE TIPO I) y se la denomina, por consiguiente, hiperlipoproteinemia de tipo IB.
Lipoproteínas localizadas en la superficie de VLDL. Son transferidas a HDL a través del catabolismo del VLDL y afecta la actividad de la lipoproteína lipasa. La carencia genética de Apo C-II da lugar a la hipergliceridemia y a bajos niveles de HDL. Otra forma de hipergliceridemia con niveles normales de Apo C-II es provocada por una alta concentración de Apo C-III en VLDL.
Enzima de la clase hidrolasa que cataliza la escisión hidrolítica de los grupos acilos de ácidos grasos a partir de triglicéridos (o di- o monoglicéridos) en los quilomicrones, las lipoproteínas de muy baja densidad y las lipoproteínas de baja densidad. Está presente en las superficies endoteliales capilares, especialmente en el tejido mamario, muscular y adiposo, y requiere apolipoproteína CII como cofactor. (Dorland, 28a ed). EC 3.1.1.34.
Proteína de 9 kDa componente de las LIPOPROTEÍNAS DE MUY BAJA DENSIDAD y de los QUILOMICRONES REMANENTES. La Apo C-III, sintetizada en el hígado, es un inhibidor de la LIPOPROTEÍNA LIPASA. La Apo C-III modula la unión de los restos de quilomicrones y de las VLDL a los receptores (RECEPTORES DE LDL) disminuyendo así la captación de partículas ricas en triglicéridos por los hepatocitos y la posterior degradación. La Apo C-III normal está glicosilada. Hay varias formas polimórficas con cantidades variables de ÁCIDO SIÁLICO (Apo C-III-O, Apo C-III-1 y Apo C-III-2).
Los componentes protéicos de las lipoproteínas que quedan después de que son removidos los lípidos a los que se enlazan las proteínas. Juegan un importante papel en el transporte de los lípidos y el metabolismo.
Rara afección familiar que se caracteriza por quilomicronemia masiva y disminución de los niveles de otras lipoproteínas. Es producida por deficiencia de la lipoproteína lipasa, que es una hidrolasa alcalina de los triglicéridos que cataliza un importante paso en la eliminación extrahepática de la sangre de las lipoproteínas ricas en triglicéridos.
Es el componente protéico principal de las lipoproteínas de alta densidad. Es crucial en la promoción del eflujo de colesterol del tejido extrahepático al hígado donde es metabolizado y excretado del cuerpo. El compuesto es el activador de la lecitina-colesterol aciltransferasa, la cual forma ésteres de colesteril en la HDL. El gen de esta apoliproteína se halla en el brazo largo del cromosoma 11.
Tipo severo de hiperlipidemia, a veces familiar, que se caracteriza por elevación plasmática de QUILOMICRONES y TRIGLICÉRIDOS en las LIPOPROTEÍNAS DE MUY BAJA DENSIDAD. El tipo V de hiperlipoproteinemia se asocia a menudo con DIABETES MELLITUS y no es causada por la reducción de la actividad de la LIPOPROTEÍNA LIPASA como en la HIPERLIPOPROTEINEMIA TIPO I.
Acido (Z)-9-Octadecenóico éster 1,2,3-propanetril.
Clase de lipoproteínas que transporta triglicéridos desde el intestino y el hígado a los tejidos adiposo y muscular. Sintetizada por el hígado, contiene principalmente triglicéridos en sus núcleos centrales lipídicos, con algunos estéres del colesterol; cuando sus triglicéridos son escindidos por la lipoproteinlipasa endotelial y transferidos a los tejidos extrahepáticos, las partículas de la VLDL pierden la mayor parte de su apolipoproteína C y se convierten en lipoproteínas de densidad intermedia. (Dorland, 28a ed)
Destacados constituyentes protéicos del plasma VLDL, y una subfracción de HDL así como de lipoproteínas remanentes que se derivan del catabolismo intravascular mediado por lipoproteína lipasa de lipoproteínas ricas en triglicéridos. Las apolipoproteínas E son reconocidas por el receptor LDL y el receptor Apo E. Cualquier defecto en el metabolismo de Apo E conduce a niveles incrementados de Apo E en plasma. Se ha hallado una fuerte asociación entre los altos niveles de Apo E y la hiperlipoproteinemia de tipo III.
Una clase de lipoproteínas que transportan el colesterol y los triglicéridos alimentarios del intestino delgado a los tejidos.
Proteína de 6,6 kDa componente de las LIPOPROTEÍNAS DE MUY BAJA DENSIDAD, LIPOPROTEÍNAS DE DENSIDAD INTERMEDIA y LIPOPROTEÍNAS DE ALTA DENSIDAD. La apo C-I desplaza la APO E de las lipoproteínas, modulando su unión a los receptores (RECEPTORES DE LDL) y disminuyendo así su eliminación del plasma. Unas concentraciones elevadas de Apo C-I se asocian con HIPERLIPOPROTEINEMIA y ATEROSCLEROSIS.
Proteína de 513 kDa sintetizada en el HÍGADO. Sirve como proteína estructural mayor de las lipoproteínas de baja densidad (LIPOPROTEÍNAS LDL.
Líquido blanco segregado por las glándulas mamarias. Constituido por proteínas, azúcar, lípidos, vitaminas y minerales.
Triglicéridos son el tipo más común de lípido (grasa) presente en el torrente sanguíneo, almacenado en los tejidos corporales y desempeñan un papel importante en el metabolismo energético.
Principales proteínas estructurales de LIPOPROTEÍNAS ricas en triacilglicerol. Hay dos formas, la apolipoproteína B-100 y la apolipoproteína B-48, ambas derivadas de un único gen. La ApoB-100 expresada en el hígado ocurre en lipoproteínas de baja densidad (LIPOPROTEÍNAS LDL; LIPOPROTEÍNAS VLDL). La ApoB-48 expresada en el intestino ocurre en QUILOMICRONES. Son importantes en la biosíntesis, el transporte, y en el metabolismo de lipoproteínas ricas en triacilglicerol. Los niveles plasmáticos de Apo-B son altos en pacientes ateroscleróticos pero no detectables en ABETALIPOPROTEINEMIA.
Un complejo fibro-proteico que se compone de proteínas plegadas en una estructura foliar específica beta-plegada en cruz. Esta estructura fibrilar se ha encontrado como un modelo alternativo plegable para una variedad de proteínas funcionales. Los depósitos de amiloide en forma de PLACA AMILOIDE están asociados con una variedad de enfermedades degenerativas. La estructura amiloidea también se ha encontrado en un número de proteínas funcionales que no están relacionados con enfermedades.
Bromuro de cianógeno (CNBr). Un compuesto utilizado en biología molecular para digerir algunas proteínas y como reactivo acoplador para los enlaces internucleotídicos de fósforoamidato o pirofosfato en dúplices de DNA.CYANOGEN BROMIDE.
Isoforma principal y segunda más común de la apolipoproteína E. En humanos, la Apo E4 se diferencia de la APOLIPOPROTEÍNA E3 en sólo el residuo 112 (cisteína sustituida por arginina), y exhibe una menor resistencia a la desnaturalización y una mayor propensión para formar intermedios plegados. La Apo E4 es un factor de riesgo de la ENFERMEDAD DE ALZHEIMER y de ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES.
Un componente de las lipoproteínas de alta densidad. Es crucial en la promoción del eflujo del colesterol del tejido extrahepático al hígado, donde es metabolizado y excretado del cuerpo. Esta proteína modula la activación de lecitina-colesterol aciltransferasa en presencia de apolipoproteína A-1.
Proteína glicosilada de 34 kDa. Isoforma principal y la más común de apolipoprpteína E. Por consiguiente, se la conoce también como apolipoproteína E (ApoE). En los humanos, la Apo E3 es una proteína de 299 aminoácidos, con una cisteína en la posición 112 y y una arginina en la posición 158. Está implicada en el transporte al interior y al exterior de la célula de los TRIGLICÉRIDOS, FOSFOLÍPIDOS, COLESTEROL y ÉSTERES DE COLESTEROL.
Electroforesis en que se establece un gradiente de pH en un medio de gel y las proteínas migran hasta que alcanzan el sitio (o foco) en el cual el pH es igual a su punto isoeléctrico.
Lipoproteínas que se hallan en el suero sanguíneo humano en la fracción liprotéica de alta densidad y de muy alta densidad (HDL, VHDL). Están constituídas por varios polipéptidos diferentes, siendo el más importante las apolipoproteínas A-I y A-II. Mantienen la integridad estructural de las partículas HDL y son activadoras de la lecitina colesterol aciltransferasa (LCAT). Los pacientes con ateroesclerosis muestran bajos niveles de apolipoproteína A, y en la ENFERMEDAD DE TANGIER estas apolipoproteínas están ausentes o presentes en niveles plasmáticos extremadamente bajos.
Proteína de 241 kDa sintetizada sólo en los INTESTINOS. Sirve como proteína estructural mayor de los QUILOMICRONES. Su asociación exclusiva con las partículas de quilomicrones proporciona un indicador de las lipoproteínas derivadas intestinalmente en la circulación. La Apo B-48 es una forma acortada de la apo B-100 y carece de la región receptora de LDL.
Una de las tres isoformas principales de la apolipoproteína E. En los humanos, la Apo E2 difiere de la APOLIPOPROTEÍNA E3 en un residuo 158 en el que la arginina está sustituida por cisteína (R158--C). En contraste con la Apo E3, la Apo E2 exhibe una afinidad extraordinariamente baja para los RECEPTORES DE LDL que median en la internalización y catabolismo de las partículas lipoproteínicas en los hepatocitos. La homocigosidad alélica de la ApoE2 se asocia con HIPERLIPOPROTEINEMIA DE TIPO III.
La tasa de la dinámica en los sistemas físicos o químicos.

La apolipoproteína C-II es una proteína que se encuentra en las lipoproteínas de densidad muy baja (VLDL) y de densidad intermedia (IDL). Es un componente esencial para la activación de la lipoproteinlipasa (LPL), una enzima que desempeña un papel crucial en el metabolismo de los triglicéridos. La LPL escinde los triglicéridos en ácidos grasos y glicerol, permitiendo que estos últimos sean transportados a las células para su uso como fuente de energía o almacenamiento.

La deficiencia o disfunción de la apolipoproteína C-II puede dar lugar a una enfermedad llamada hiperlipoproteinemia tipo I, que se caracteriza por niveles elevados de VLDL y triglicéridos en sangre. Esta afección puede aumentar el riesgo de padecer pancreatitis aguda. Por otro lado, los niveles elevados de apolipoproteína C-II se asocian con un mayor riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular.

Las apolipoproteínas C son un tipo específico de proteínas que se asocian con lipoproteínas, como los quilomicrones y las lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL), en el torrente sanguíneo. Estas apolipoproteínas desempeñan un papel importante en el metabolismo de las lipoproteínas y los lípidos, como los triglicéridos y el colesterol.

Existen tres tipos principales de apolipoproteínas C: apoC-I, apoC-II y apoC-III. Cada una de ellas tiene funciones específicas en el metabolismo de las lipoproteínas:

* La apoC-I inhibe la actividad de la lipasa lipoproteica, una enzima que descompone los triglicéridos en las lipoproteínas.
* La apoC-II activa la lipasa lipoproteica, promoviendo así la descomposición de los triglicéridos en las lipoproteínas.
* La apoC-III inhibe la actividad de la lipasa lipoproteica y también reduce la captación de lipoproteínas por parte del hígado, lo que puede aumentar los niveles séricos de lípidos.

Las alteraciones en el metabolismo y los niveles de apolipoproteínas C se han relacionado con diversas afecciones médicas, como la enfermedad cardiovascular y la dislipidemia. Por lo tanto, el análisis de las apolipoproteínas C puede ser útil en el diagnóstico y el seguimiento de estas condiciones.

La lipoproteínlipasa (LPL) es una enzima hidrolásica importante que desempeña un papel crucial en el metabolismo de los lípidos. Se encuentra adherida a la superficie de las células endoteliales que recubren los vasos sanguíneos, especialmente en los tejidos ricos en lipoproteínlipasa como el músculo esquelético y el tejido adiposo.

La función principal de la lipoproteínlipasa es catalizar la hidrólisis de los ésteres de triglicéridos (TG) contenidos en los chilomicrones y las VLDL ( lipoproteínas de muy baja densidad ), produciendo ácidos grasos libres y monoglicéridos. Estos productos resultantes pueden ser luego absorbidos por las células adyacentes, como las células musculares para su uso inmediato como fuente de energía o por las células adiposas para su almacenamiento a largo plazo.

La actividad de la lipoproteínlipasa está regulada por varios factores, incluyendo apolipoproteína C-II (apoC-II) y apolipoproteína A-V (apoA-V), que activan la enzima, y apolipoproteína C-III (apoC-III), que la inhibe. La deficiencia o disfunción de lipoproteínlipasa puede conducir a diversas condiciones clínicas, como hipertrigliceridemia e incluso pancreatitis aguda en casos graves.

La apolipoproteína C-III es una proteína que se encuentra en las lipoproteínas de densidad muy baja (VLDL) y las lipoproteínas de densidad intermedia (IDL), así como en las lipoproteínas de baja densidad (LDL) y las lipoproteínas de alta densidad (HDL). Es producida principalmente por el hígado.

La apolipoproteína C-III juega un papel importante en el metabolismo de los lípidos, especialmente en la regulación de la trigliceridemia. Inhibe la lipasa lipoproteica lipasa (LPL), una enzima que descompone las VLDL y las IDL en LDL y HDL, lo que resulta en un aumento de los niveles séricos de triglicéridos. Además, inhibe la remodelación y eliminación de las lipoproteínas por parte del hígado.

Los niveles elevados de apolipoproteína C-III se asocian con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular y otras afecciones relacionadas con los lípidos, como la pancreatitis aguda. Por otro lado, los niveles bajos de esta proteína pueden ser beneficiosos para la salud cardiovascular.

La medición de los niveles de apolipoproteína C-III puede ser útil en el diagnóstico y seguimiento de pacientes con trastornos lipídicos, como la hipertrigliceridemia familiar y la dislipidemia mixta. También se está investigando su papel como posible diana terapéutica para el tratamiento de enfermedades cardiovasculares y metabólicas.

Las apolipoproteínas son proteínas específicas que se unen a los lípidos para formar lipoproteínas, las cuales desempeñan un papel crucial en el transporte y metabolismo de los lípidos en el cuerpo. Existen diferentes tipos de apolipoproteínas, incluyendo APOA, APOB, APOC, y APOE, cada una con funciones específicas en el procesamiento y transporte de lipoproteínas como las lipoproteínas de baja densidad (LDL) y las lipoproteínas de alta densidad (HDL). Las apolipoproteínas también desempeñan un papel importante en la regulación del metabolismo de los lípidos y están involucradas en procesos de señalización celular. Los niveles anormales de ciertas apolipoproteínas se han asociado con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y otros trastornos metabólicos.

La hiperlipoproteinemia tipo I, también conocida como enfermedad de tipo I o síndrome de LDL excepcionalmente bajo, es un trastorno genético extremadamente raro que afecta el metabolismo de las lipoproteínas. Se caracteriza por niveles muy bajos o ausentes de lipoproteínas de baja densidad (LDL) y lipoproteínas de very low density (VLDL) en la sangre, pero altos niveles de quilomicrones y triglicéridos.

Este trastorno se debe a mutaciones en el gen de la apolipoproteína C-II (APOC2), que es un componente esencial de las lipoproteínas y desempeña un papel crucial en el metabolismo de los lípidos. La deficiencia o ausencia de APOC2 impide la activación de la lipoproteinlipasa, una enzima que descompone los quilomicrones y VLDL en la sangre. Como resultado, los quilomicrones no se metabolizan correctamente y se acumulan en plasma, lo que conduce a hipertrigliceridemia severa e incremento del riesgo de pancreatitis aguda.

Los síntomas de la hiperlipoproteinemia tipo I suelen aparecer durante la infancia o adolescencia y pueden incluir episodios recurrentes de dolor abdominal intenso, náuseas, vómitos y fiebre, que son indicativos de pancreatitis aguda. Además, los pacientes con este trastorno pueden presentar xantomas (depósitos de lípidos) en la piel y erupciones cutáneas. El diagnóstico se realiza mediante análisis de sangre que muestren niveles elevados de quilomicrones y triglicéridos, junto con estudios genéticos para identificar mutaciones en el gen de la lipoproteinlipasa o en genes relacionados.

El tratamiento de la hiperlipoproteinemia tipo I se centra en reducir los niveles de triglicéridos y prevenir las complicaciones asociadas con este trastorno, como la pancreatitis aguda. Las recomendaciones dietéticas incluyen limitar el consumo de grasas saturadas, colesterol y alcohol, así como aumentar el consumo de fibra y omega-3 ácidos grasos. En algunos casos, puede ser necesario administrar fármacos hipolipemiantes, como inhibidores de la lipoproteína lipasa o ácido fenofibrato, para controlar los niveles de triglicéridos. La prevención y el tratamiento agresivo de la pancreatitis aguda son esenciales para garantizar una buena calidad de vida a los pacientes con hiperlipoproteinemia tipo I.

La apolipoproteína A-I (ApoA-I) es una proteína importante asociada con las lipoproteínas de alta densidad (HDL), también conocidas como "colesterol bueno". Las ApoA-I desempeñan un papel crucial en la función y estructura de las HDL, ya que son una parte integral de la formación y mantenimiento de estas partículas.

Las ApoA-I ayudan a promover el transporte inverso del colesterol, un proceso mediante el cual el exceso de colesterol se elimina de las células periféricas y se devuelve al hígado para su posterior eliminación del cuerpo. Este mecanismo ayuda a reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular, ya que el colesterol acumulado en las paredes arteriales puede contribuir a la formación de placa y aumentar el riesgo de enfermedades del corazón.

La medición de los niveles séricos de ApoA-I se puede utilizar como un marcador adicional para evaluar el riesgo cardiovascular, ya que los bajos niveles de ApoA-I y HDL se han asociado con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular. Sin embargo, la interpretación de los resultados debe hacerse junto con otros factores de riesgo y marcadores lipídicos, como el colesterol total, el colesterol LDL ("colesterol malo") y los triglicéridos.

La hiperlipoproteinemia tipo V, también conocida como enfermedad de tipo V o síndrome de Henderson, es un trastorno genético del metabolismo de las lipoproteínas. Se caracteriza por niveles elevados de lípidos en la sangre, específicamente triglicéridos y colesterol de baja densidad (VLDL y LDL).

Esta afección se debe a una disfunción en el proceso de conversión de los quilomicrones y VLDL en lipoproteínas de menor densidad, lo que resulta en un aumento de las concentraciones séricas de quilomicrones remanentes y VLDL. Esto puede llevar al desarrollo de xantomas (depósitos de grasa amarillentos) en la piel, especialmente en los antebrazos, nudillos y glúteos, y xantelasmas (depósitos de grasa blanquecinos) en los párpados.

La hiperlipoproteinemia tipo V se asocia con un mayor riesgo de padecer pancreatitis aguda, que es una complicación grave y potencialmente mortal. Además, también puede aumentar el riesgo de enfermedad cardiovascular a largo plazo.

El diagnóstico se realiza mediante análisis de sangre que muestren niveles elevados de lípidos y lipoproteínas, así como una prueba de fenotipado de lipoproteínas para confirmar el tipo específico de hiperlipidemia. El tratamiento suele incluir cambios en la dieta, ejercicio regular, control del peso y medicamentos hipolipemiantes, como fibratos o inhibidores de la PCSK9. En algunos casos, se puede considerar la plasmaféresis para reducir rápidamente los niveles séricos de lípidos en caso de pancreatitis aguda grave.

La trioleína es un triglicérido que se encuentra naturalmente en algunos aceites vegetales, especialmente en el aceite de oliva y el aceite de palma. Se compone de tres moléculas de ácido oleico, que es un ácido graso monoinsaturado omega-9, unido a glicerol.

En términos médicos, la trioleína no tiene un papel específico como fármaco o condición médica. Sin embargo, su presencia en la dieta ha sido objeto de estudio en relación con la salud cardiovascular. Algunos estudios sugieren que el consumo elevado de trioleína y otros ácidos grasos monoinsaturados puede ayudar a reducir los niveles de colesterol LDL ("malo") y aumentar los niveles de colesterol HDL ("bueno"), lo que podría tener un efecto beneficioso sobre el riesgo de enfermedad cardiovascular.

No obstante, es importante tener en cuenta que la trioleína también es un ácido graso de alto valor calórico, por lo que su consumo excesivo puede contribuir al aumento de peso y a otros problemas de salud relacionados con la obesidad. Por lo tanto, se recomienda consumir aceites que contienen trioleína, como el aceite de oliva, con moderación y en el contexto de una dieta equilibrada y saludable.

Las lipoproteínas VLDL (Very Low Density Lipoproteins) son un tipo de lipoproteína que desempeña un papel crucial en el transporte de los triglicéridos desde el hígado hacia los tejidos periféricos. Las VLDL se sintetizan en el hígado y están compuestas principalmente por triglicéridos, con algo de colesterol y proteínas. Cuando las VLDL circulan por el torrente sanguíneo, las enzimas lipoproteína lipasa actúan sobre ellas para descomponer los triglicéridos en ácidos grasos libres, que luego son absorbidos por las células. A medida que se eliminan los triglicéridos, las VLDL se transforman en lipoproteínas de densidad intermedia (IDL) y finalmente en lipoproteínas de baja densidad (LDL), también conocidas como "colesterol malo". Los niveles elevados de VLDL en la sangre pueden estar asociados con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular.

Las apolipoproteínas E (ApoE) son un tipo importante de proteínas que se encuentran en las lipoproteínas, como los quilomicrones, las lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL), las lipoproteínas de densidad intermedia (IDL) y las lipoproteínas de baja densidad (LDL). La ApoE desempeña un papel crucial en el metabolismo de los lípidos, especialmente en la clearance del colesterol del torrente sanguíneo.

Existen tres subtipos principales de ApoE en humanos, designados como ApoE2, ApoE3 y ApoE4. Estas variantes difieren entre sí en solo una o dos aminoácidos, pero tienen un gran impacto en la función de la proteína y en el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y otras afecciones relacionadas con el colesterol.

La ApoE media la unión de las lipoproteínas al receptor de lipoproteínas de baja densidad (LDLR) en el hígado, lo que facilita la internalización y el catabolismo de las lipoproteínas y, por lo tanto, la eliminación del colesterol del torrente sanguíneo. La eficacia con que cada subtipo de ApoE media esta unión varía, siendo la ApoE3 la más eficiente, seguida de la ApoE4 y la ApoE2.

Las personas que heredan el alelo ApoE4 tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y enfermedad de Alzheimer, mientras que aquellos con el alelo ApoE2 tienen un menor riesgo de enfermedad cardiovascular pero un mayor riesgo de desarrollar hiperlipoproteinemia tipo III, una afección caracterizada por niveles elevados de lipoproteínas ricas en colesterol en la sangre.

En resumen, la ApoE es una proteína importante que media el metabolismo del colesterol y las lipoproteínas en el cuerpo humano. Las variaciones genéticas en la secuencia de la ApoE pueden tener importantes implicaciones para la salud cardiovascular y neurológica.

Los quilomicrones son lipoproteínas de baja densidad que se encuentran en la sangre y desempeñan un papel crucial en el transporte de los lípidos desde los intestinos hacia otros tejidos del cuerpo. Son los lipoproteínas más grandes, con un diámetro promedio de 75-120 nanómetros, y están compuestos principalmente por triglicéridos (hasta un 90% en peso), seguidos de fosfolípidos, colesterol y proteínas.

Después de la ingesta de alimentos que contienen grasas, los quilomicrones se ensamblan en las células del intestino delgado (enterocitos) a partir de lípidos absorbidos y apoproteínas liberadas por el conducto torácico. Una vez formados, son secretados al sistema linfático y luego a la circulación sanguínea, donde se unen a una proteína llamada lipoproteína lipasa (LPL) en los endotelios de los vasos sanguíneos. La LPL escinde los triglicéridos de los quilomicrones en ácidos grasos libres y glicerol, que son luego absorbidos por las células adyacentes (como músculo esquelético y tejido adiposo) para su uso como energía o almacenamiento.

La deficiencia congénita de lipoproteínas lipasa o apoproteína C-II, una proteína que activa la LPL, resulta en una acumulación de quilomicrones en la sangre, lo que conduce a un trastorno llamado hiperquilomicronemia. Esta afección se caracteriza por episodios recurrentes de erupciones cutáneas, dolor abdominal y pancreatitis aguda. Además, los niveles elevados de quilomicrones en sangre pueden estar asociados con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular debido a la acumulación de lípidos en las paredes arteriales.

La apolipoproteína C-I es una proteína que se une a las lipoproteínas y desempeña un papel importante en el metabolismo de los lípidos. Se asocia principalmente con las lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL) y las lipoproteínas de densidad intermedia (IDL). La apolipoproteína C-I inhibe la actividad de la lipoproteinlipasa, una enzima que descompone las VLDL y las IDL para producir lipoproteínas de baja densidad (LDL) y lipoproteínas de alta densidad (HDL). La apolipoproteína C-I también puede influir en la cantidad y el tamaño de las partículas de LDL y HDL. Los niveles elevados de apolipoproteína C-I se han asociado con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular.

La apolipoproteína B-100 es una forma grande y predominante de la apolipoproteína B, que se asocia principalmente con lipoproteínas de baja densidad (LDL) o "colesterol malo". Es una proteína importante en el metabolismo de las lipoproteínas y desempeña un papel clave en la formación y función de las LDL. La apolipoproteína B-100 se une a los receptores celulares, lo que permite que las células eliminen el colesterol de la sangre. Las mutaciones en el gen APOB, que codifica para la apolipoproteína B-100, están asociadas con enfermedades como la hipercolesterolemia familiar y la aterosclerosis prematura.

La medicina no proporciona definiciones para sustancias como 'leche' ya que esta es un líquido secretado por las glándulas mamarias de los mamíferos, incluyendo a los humanos, y se utiliza generalmente para la alimentación de sus crías. Sin embargo, en un contexto clínico o nutricional, la leche puede referirse específicamente a la leche de vaca u otros productos lácteos, que pueden ser recomendados o desaconsejados en ciertas condiciones médicas, como intolerancia a la lactosa o alergia a las proteínas de la leche de vaca.

Es importante señalar que el término 'leche' también se utiliza para describir bebidas vegetales, hechas a base de cereales, frutos secos u otras semillas, que no contienen productos lácteos y se promocionan como alternativas a la leche de vaca para personas con restricciones dietéticas o preferencias personales. No obstante, estas bebidas no pueden ser denominadas 'leche' propiamente dicha desde un punto de vista legal en algunos países, ya que la Unión Europea, por ejemplo, solo permite el uso del término 'leche' para referirse a la secreción mamaria normal, exceptuando la 'leche materna humana'.

Los triglicéridos son el tipo más común de grasa en el cuerpo humano. Se almacenan en las células grasas (tejido adiposo) y actúan como una fuente concentrada de energía. Los triglicéridos también se encuentran en el torrente sanguíneo donde se transportan a diferentes tejidos para su uso o almacenamiento.

Un nivel alto de triglicéridos en la sangre, conocido como hipertrigliceridemia, puede aumentar el riesgo de enfermedades del corazón y los accidentes cerebrovasculares, especialmente cuando se combina con bajos niveles de HDL (lipoproteínas de alta densidad), alto presión arterial, tabaquismo y diabetes.

Las causas más comunes de niveles altos de triglicéridos incluyen una dieta alta en grasas y azúcares refinados, obesidad, falta de ejercicio, consumo excesivo de alcohol, algunos medicamentos (como los betabloqueantes, los esteroides y las píldoras anticonceptivas), ciertas afecciones médicas (como la diabetes, el hipotiroidismo y la enfermedad renal) y factores genéticos.

El diagnóstico de niveles altos de triglicéridos generalmente se realiza mediante análisis de sangre. Los niveles normales de triglicéridos en ayunas son inferiores a 150 mg/dL (1,7 mmol/L). Los niveles entre 150 y 199 mg/dL se consideran fronterizos; entre 200 y 499 mg/dL, altos; y 500 mg/dL o más, muy altos.

El tratamiento para niveles altos de triglicéridos generalmente implica cambios en el estilo de vida, como una dieta saludable, ejercicio regular, mantener un peso saludable y limitar el consumo de alcohol. En algunos casos, se pueden recetar medicamentos para reducir los niveles de triglicéridos.

La apolipoproteína B (ApoB) es una proteína importante involucrada en el metabolismo de las lipoproteinas, especialmente las lipoproteinas de baja densidad (LDL), también conocidas como "colesterol malo". Existen dos tipos principales de apolipoproteína B: ApoB-100 y ApoB-48.

La ApoB-100 se encuentra en las lipoproteinas de muy baja densidad (VLDL), las lipoproteinas de densidad intermedia (IDL) y las lipoproteinas de baja densidad (LDL). Es esencial para la formación y funcionamiento de estas lipoproteinas, ya que actúa como un ligando para los receptores celulares de lipoproteinas, permitiendo así la absorción de colesterol y otros lípidos en las células.

Por otro lado, la ApoB-48 se encuentra exclusivamente en las lipoproteinas de muy baja densidad (Chylomicrons), que desempeñan un papel importante en el transporte de los lípidos absorbidos desde el intestino delgado al hígado y a otras células del cuerpo.

Los niveles altos de ApoB-100 se asocian con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, ya que indican una mayor cantidad de LDL circulantes en la sangre. Por lo tanto, el análisis de los niveles de apolipoproteína B puede ser útil como marcador adicional del riesgo cardiovascular, junto con el colesterol total y el colesterol LDL.

En la medicina, el término "amiloide" se refiere a un tipo anormal de proteína que puede acumularse en los tejidos y órganos del cuerpo. Esta acumulación se conoce como amiloidosis. Existen diferentes tipos de proteínas amiloides, y cada uno tiene su propio nombre y síntomas asociados. Algunos de los tipos más comunes incluyen:

* Amiloide A: Se produce en personas con trastornos crónicos del hígado y se acumula principalmente en el bazo, el hígado y la médula ósea.
* Amiloide TTR (transtiretina): Puede depositarse en varios órganos y tejidos, incluyendo el corazón, los riñones, el sistema nervioso periférico y los ojos. Existen dos formas hereditarias de amiloidosis TTR: la ATTR familial amiodarona cardiomiopatía y neuropatía y la ATTR V30M familiarla polineuropatía, ambos causados por mutaciones en el gen TTR. También existe una forma adquirida de amiloidosis TTR llamada ATTR senil, que se produce espontáneamente en personas mayores de 60 años y afecta principalmente al corazón.
* Amiloide AL (inmunoglobulina ligera kappa o lambda): Se produce en personas con trastornos de las células plasmáticas, como el mieloma múltiple y los tumores de células B, y se acumula principalmente en el corazón, los riñones, el hígado y los tejidos blandos.
* Amiloide Aβ (beta-amiloide): Se produce en personas con la enfermedad de Alzheimer y se acumula en forma de placas en el cerebro.

La acumulación de amiloide puede causar diversos síntomas, dependiendo del tipo y la ubicación de la acumulación. Los síntomas pueden incluir hinchazón, dolor e insensibilidad en las manos y los pies; problemas cardíacos, como latidos irregulares o insuficiencia cardíaca congestiva; problemas renales, como proteinuria y hematuria; y problemas neurológicos, como demencia, confusión y pérdida de memoria. El diagnóstico de la amiloidosis puede ser difícil y requiere una combinación de pruebas clínicas, de laboratorio e histopatológicas. El tratamiento depende del tipo y la gravedad de la enfermedad y puede incluir terapias dirigidas a reducir la producción o acelerar la eliminación del amiloide, como quimioterapia, trasplante de células madre y terapia con anticuerpos monoclonales.

El bromuro de cianógeno es una sustancia química inorgánica con la fórmula BrCN. Se trata de un sólido volátil e incoloro que se utiliza a veces como un agente de prueba en química orgánica y también ha tenido usos médicos limitados como un vasodilatador coronario.

En términos médicos, el bromuro de cianógeno no tiene una definición específica o un uso clínico generalizado. Históricamente, se ha utilizado en anestesia y como un tratamiento para la angina de pecho, aunque actualmente está casi completamente descontinuado en ambos usos debido a su toxicidad y la disponibilidad de opciones más seguras y eficaces.

El bromuro de cianógeno es extremadamente tóxico si se inhala, ingiere o entra en contacto con la piel. La intoxicación puede causar una variedad de síntomas graves, incluyendo dificultad para respirar, mareos, convulsiones y coma. En casos graves, la exposición al bromuro de cianógeno puede ser fatal.

Debido a su alto nivel de toxicidad, el manejo del bromuro de cianógeno debe ser realizado por personal capacitado y equipado con equipo de protección apropiado. En caso de exposición, se deben tomar medidas inmediatas para minimizar la absorción del tóxico y buscar atención médica de emergencia.

La apolipoproteína E (apoE) es una proteína que desempeña un papel importante en el metabolismo de las lipoproteínas, particularmente en la eliminación de las lipoproteínas de baja densidad (VLDL y IDL) y las lipoproteínas de muy baja densidad (LPVDL) del torrente sanguíneo. Existen tres alelos principales de este gen: E2, E3 y E4.

La apolipoproteína E4 es una isoforma específica de la proteína apoE, codificada por el alelo E4 del gen APOE. La presencia del alelo E4 se asocia con un mayor riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular y, especialmente, enfermedad de Alzheimer. Las personas que heredan una copia del alelo E4 tienen aproximadamente el doble de probabilidades de desarrollar la enfermedad de Alzheimer en comparación con aquellos que no lo llevan. Además, las personas que heredan dos copias del alelo E4 (es decir, son homocigotos para E4) tienen un riesgo aún mayor de desarrollar la enfermedad de Alzheimer.

Es importante señalar que el alelo E4 no es la única causa de la enfermedad de Alzheimer y que muchas personas con este alelo nunca desarrollan la enfermedad. Además, existen otros factores de riesgo importantes, como la edad avanzada y la historia familiar de la enfermedad.

La apolipoproteína A-II es una proteína que se encuentra en las lipoproteínas de alta densidad (HDL) en el plasma sanguíneo. Las HDL son responsables de transportar el exceso de colesterol desde los tejidos del cuerpo hacia el hígado para su eliminación, lo que les ha valido el apodo de "colesterol bueno". La apolipoproteína A-II es la segunda proteína más abundante en las HDL, después de la apolipoproteína A-I.

La apolipoproteína A-II desempeña un papel importante en el metabolismo de las lipoproteínas y del colesterol. Ayuda a regular la actividad de las enzimas lipolíticas, como la lipasa lipoproteica y la lecitin-colesterol aciltransferasa, que desempeñan un papel clave en el metabolismo de los lípidos. Además, la apolipoproteína A-II puede influir en la distribución y clearance de las lipoproteínas en el cuerpo.

La concentración sérica de apolipoproteína A-II se ha asociado con el riesgo cardiovascular. Se ha observado que niveles más bajos de apolipoproteína A-II están relacionados con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, aunque los mecanismos subyacentes no se comprenden completamente. La apolipoproteína A-II también puede desempeñar un papel en la inflamación y la respuesta inmunitaria, aunque se necesita realizar más investigación al respecto.

La apolipoproteína E (apoE) es una proteína que se une a las lipoproteínas, como los VLDL (lipoproteínas de muy baja densidad) y los HDL (lipoproteínas de alta densidad), y desempeña un papel importante en el metabolismo de los lípidos. Existen tres diferentes tipos de isoformas de apoE, llamadas E2, E3 y E4.

La apolipoproteína E3 es la isoforma más común y se encuentra en aproximadamente el 75% de la población general. Se considera neutral desde el punto de vista del riesgo cardiovascular y neurológico, ya que no está asociada con un aumento ni una disminución del riesgo de enfermedades relacionadas con los lípidos.

Sin embargo, las isoformas E2 y E4 sí están asociadas con diferentes riesgos para la salud. La apoE2 se encuentra en aproximadamente el 5-10% de la población y está asociada con un menor riesgo de enfermedad cardiovascular, pero también con un mayor riesgo de desarrollar hiperlipoproteinemia de tipo III (también conocida como disbetalipoproteinemia). Por otro lado, la apoE4 se encuentra en aproximadamente el 15-20% de la población y está asociada con un mayor riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular y enfermedad de Alzheimer.

En resumen, la apolipoproteína E3 es una isoforma común y neutral del gen APOE, que se encuentra en la mayoría de las personas y no está asociada con un aumento o disminución del riesgo de enfermedades relacionadas con los lípidos.

La focalización isoeléctrica, también conocida como punto isoeléctrico (pI), es un término utilizado en bioquímica y medicina clínica, especialmente en el campo de la electroforesis de proteínas. El pI se refiere al pH en el que una proteína particular tiene una carga neta neutra, lo que significa que la suma total de cargas positivas y negativas en la molécula de proteína es igual a cero.

En este estado, la proteína deja de migrar hacia el polo positivo o negativo en un gradiente de pH y, por lo tanto, se concentra o "focaliza" en un punto específico del gel de electroforesis. La determinación del punto isoeléctrico de una proteína puede ser útil en la identificación y caracterización de diferentes tipos de proteínas, así como en la detección de cambios en sus propiedades debido a modificaciones postraduccionales o enfermedades.

Es importante tener en cuenta que el cálculo del punto isoeléctrico requiere el conocimiento previo de la secuencia de aminoácidos de la proteína, ya que ésta determina las propiedades químicas y eléctricas de la molécula. Existen diversos métodos computacionales y experimentales para determinar el punto isoeléctrico de una proteína, cada uno con sus propias ventajas e inconvenientes.

Las apolipoproteínas A son un tipo específico de proteínas que se asocian con lipoproteínas, como las lipoproteínas de alta densidad (HDL) o "colesterol bueno". Hay varios tipos de apolipoproteínas A, pero la más común es la apolipoproteína A-1 (ApoA-1).

La apolipoproteína A-1 es la principal proteína componentes de las lipoproteínas de alta densidad y desempeña un papel importante en el metabolismo del colesterol. Ayuda a activar la lecitina colesterol aciltransferasa (LCAT), una enzima que es crucial para la formación de HDL y promueve la eliminación del exceso de colesterol de las células hacia el hígado para su excreción.

Los niveles bajos de apolipoproteínas A se han asociado con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, mientras que los niveles altos pueden ser protectores. Por lo tanto, la medición de las apolipoproteínas A puede ser útil como marcador de riesgo cardiovascular junto con otras pruebas de laboratorio y factores de riesgo clínicos.

La apolipoproteína B-48 es una forma truncada de la apolipoproteína B (apoB) que se encuentra en las lipoproteínas muy densas (VLDL) y los quilomicrones del intestino delgado. La apoB-48 es sintetizada principalmente en el intestino delgado y es un componente estructural importante de los quilomicrones, que son responsables del transporte de los lípidos dietéticos desde el intestino delgado al hígado y a los tejidos periféricos.

La apoB-48 contiene solo la mitad de la secuencia de aminoácidos de la apoB-100, que es la forma más grande y predominante de apoB encontrada en el hígado y asociada con las VLDL y lipoproteínas de baja densidad (LDL). La apoB-48 se une a los lípidos en el lumen del intestino delgado para formar quilomicrones, que son secretados al torrente sanguíneo y transportan los triglicéridos dietéticos al hígado y a los tejidos periféricos.

La medición de la concentración de apoB-48 en sangre se ha utilizado como un biomarcador para evaluar la absorción intestinal de lípidos y la formación de quilomicrones en diversas condiciones clínicas, como la enfermedad celíaca, la deficiencia de lipasa pancreática y la enfermedad hepática. Además, los niveles elevados de apoB-48 se han asociado con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular y aterosclerosis.

La apolipoproteína E (apoE) es una proteína que desempeña un papel importante en el metabolismo de las lipoproteínas, particularmente en la clearance del colesterol del torrente sanguíneo. Existen tres alelos comunes de este gen, llamados E2, E3 y E4.

La apolipoproteína E2 es una isoforma de esta proteína que se produce como resultado de una variante particular en el gen APOE. La presencia de dos copias de este alelo (es decir, ser homocigoto para E2, o escribirlo genéticamente como E2/E2) se asocia con un mayor riesgo de desarrollar una afección llamada hiperlipoproteinemia tipo III, también conocida como disbetalipoproteinemia. Esta afección se caracteriza por niveles elevados de lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL) y lipoproteínas de densidad intermedia (IDL) en la sangre, lo que puede conducir a la acumulación de colesterol y triglicéridos en los tejidos corporales y aumentar el riesgo de enfermedad cardiovascular.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que no todas las personas con dos copias del alelo E2 desarrollan hiperlipoproteinemia tipo III. De hecho, la prevalencia general de esta afección es baja, y otros factores, como la dieta y los hábitos de vida, también desempeñan un papel en el riesgo de desarrollarla.

En resumen, la apolipoproteína E2 es una isoforma de la proteína apoE que se produce como resultado de una variante particular en el gen APOE. Las personas que son homocigotas para este alelo (es decir, tienen dos copias del mismo) pueden tener un mayor riesgo de desarrollar hiperlipoproteinemia tipo III, aunque no todos los que tienen esta variante genética desarrollan la afección.

La cinética en el contexto médico y farmacológico se refiere al estudio de la velocidad y las rutas de los procesos químicos y fisiológicos que ocurren en un organismo vivo. Más específicamente, la cinética de fármacos es el estudio de los cambios en las concentraciones de drogas en el cuerpo en función del tiempo después de su administración.

Este campo incluye el estudio de la absorción, distribución, metabolismo y excreción (conocido como ADME) de fármacos y otras sustancias en el cuerpo. La cinética de fármacos puede ayudar a determinar la dosis y la frecuencia óptimas de administración de un medicamento, así como a predecir los efectos adversos potenciales.

La cinética también se utiliza en el campo de la farmacodinámica, que es el estudio de cómo los fármacos interactúan con sus objetivos moleculares para producir un efecto terapéutico o adversos. Juntas, la cinética y la farmacodinámica proporcionan una comprensión más completa de cómo funciona un fármaco en el cuerpo y cómo se puede optimizar su uso clínico.

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