Aceites derivados de las plantas o de productos vegetales.
PARTO al final de la duración normal del EMBARAZO, entre 37 y 40 semanas de gestación o cerca de 280 días desde el primer día del último período menstrual de la madre.
PLANTAS o sus derivados, a los que se les ha alterado el GENOMA mediante INGENIERÍA GENÉTICA.
Sustancia untuosa, combustible, líquida o fácilmente licuable por el calor. Soluble en éter pero no en agua. Estas sustancias, dependiendo de su origen, se pueden clasificar en aceites minerales, vegetales o animales. Según su reacción bajo calentamiento, se clasifican como volátiles o fijos. (Dorland, 28a ed)
Estructuras expandidas, usualmente verdes, de plantas vasculares, que están característicamente constituidas por una expansión en forma de lámina ligada al tallo, y que funciona como órgano principal de la fotosíntesis y de la transpiración.
Proteínas que se encuentran en plantas (flores, hierbas, arbustos, árboles, etc.). El concepto no incluye a proteínas que se encuentran en las verduras para los que las PROTEÍNAS DE VERDURAS están disponibles.
Aceites que se evaporan con rapidez. Los aceites volátiles se encuentran en las plantas aromáticas a las que dan olor y otras características. La mayor parte de estos compuestos están constituidos por una mezcla de dos o más TERPENOS o una mezcla de un eleopteno (el componente más volátil de un aceite volátil) con un estearopteno (el componente más sólido). El sinónimo aceites esenciales se refiere a la esencia de una planta, su perfume o aroma y no a su indispensabilidad.
Porción que usualmente está bajo tierra de una planta que sirve como soporte, almacén de alimentos, y a través de la cual entran a la planta el agua y los nutrientes minerales .
Unidades funcionales hereditarias de las PLANTAS.
Aceites de alto contenido de grasas insaturadas extraídos del cuerpo o de partes del pescado, especialmente el HÍGADO. Los que se extraen del hígado generalmente son ricos en VITAMINA A. Los aceites se usan como SUPLEMENTOS ALIMENTARIOS. Son usados también en jabones y detergentes y como protector de superficies.
Preparaciones farmacéuticas concentrados de plantas obtenidas mediante la eliminación de componentes activos con un disolvente adecuado, que se evapora a distancia, y ajustando el residuo a una norma prescrita.
Porciones inmaduras de nuevo crecimiento de las plantas, que comprende los tallos, hojas, yemas y PLÁNTULAS.
Plantas cuyas raíces, hojas, semillas, cáscaras u otros constituyentes poseen actividad terapéutica, tónica, purgante, curativa u otros atributos farmacológicos, cuando se administran en el hombre o animales.
Ácido desoxirribonucleico que constituye el material genético de las plantas.

Los aceites vegetales son grasas extraídas de diversas plantas, que se utilizan en una variedad de aplicaciones, incluyendo usos alimentarios, cosméticos y medicinales. Están compuestos principalmente por triglicéridos, que son ésteres de glicerol y ácidos grasos.

Los aceites vegetales se obtienen mediante diversos métodos de extracción, como prensado en frío, prensado con calor o extracción con disolventes. Luego, pueden ser refinados para eliminar impurezas y mejorar su aspecto, sabor y estabilidad.

Algunos aceites vegetales son ricos en ácidos grasos esenciales, como el omega-3 y el omega-6, que desempeñan un papel importante en la salud humana. Por ejemplo, el aceite de linaza es una fuente rica en ácido alfa-linolénico (ALA), un tipo de ácido graso omega-3. El aceite de onagra y el aceite de girasol alto oleico son ricos en ácido gamma-linolénico (GLA), un ácido graso omega-6.

En la medicina, los aceites vegetales se utilizan a menudo como vehículos para administrar medicamentos tópicos, ya que pueden penetrar bien en la piel y ayudar a disolver ciertos tipos de fármacos. También se han investigado los posibles beneficios terapéuticos de algunos aceites vegetales, como el aceite de coco, para tratar diversas afecciones, desde el cuidado de la piel hasta la salud cardiovascular.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que los beneficios y riesgos de los aceites vegetales pueden variar ampliamente dependiendo del tipo de aceite y de cómo se utilice. Al igual que con cualquier producto natural, siempre es recomendable consultar con un profesional de la salud antes de usar aceites vegetales con fines terapéuticos.

El término 'Nacimiento a Término' se utiliza en medicina y obstetricia para describir el nacimiento de un bebé entre las semanas 37 y 42 de gestación. Se considera que un embarazo llega a término cuando el feto ha alcanzado un grado suficiente de desarrollo y madurez, lo que generalmente se traduce en una mejor adaptación al medio externo y menores riesgos para la salud del recién nacido.

Un nacimiento a término se clasifica además en:

- Temprano o prematuro tardío (entre las semanas 37 y 38+6)
- A término (entre las semanas 39 y 40)
- Posterior o posmaduro (después de la semana 42)

Es importante señalar que, aunque el nacimiento a término se considere el más deseable, cada caso es único y requiere una evaluación individualizada por parte del equipo médico. El objetivo principal es garantizar la salud y bienestar de la madre y el recién nacido, independientemente de la semana de gestación en que ocurra el parto.

Las plantas modificadas genéticamente (PGM) son organismos vegetales que han sido alterados a nivel molecular mediante la introducción de uno o más genes (ADN exógeno) para producir nuevas características que serían difíciles o imposibles de obtener mediante métodos de cría tradicionales. Este proceso se conoce como transgénesis. Los genes insertados en las PGM pueden provenir de otras variedades o especies de plantas, bacterias, virus u hongos.

El objetivo principal del uso de la tecnología de PGMs es mejorar las características deseables de una planta, como su resistencia a plagas, enfermedades, sequías o herbicidas; aumentar su valor nutricional; extender su vida útil; mejorar su calidad y cantidad de cosecha; y reducir los costos de producción. Algunos ejemplos comunes de PGMs incluyen el maíz Bt resistente a insectos, la soja tolerante a herbicidas y el algodón BT que contiene genes modificados para producir toxinas insecticidas naturales.

Es importante mencionar que antes de ser comercializadas, las PGMs deben pasar por rigurosas pruebas y evaluaciones científicas para garantizar su seguridad ambiental y sanitaria. Estos análisis abordan aspectos como la toxicidad, alergénicos, composición nutricional y efectos en los ecosistemas donde serán cultivadas. A pesar de las evaluaciones exhaustivas, el uso y comercialización de PGMs siguen siendo objeto de debate ético, social y regulatorio en diversas partes del mundo.

En la medicina, los aceites se refieren a líquidos oleosos que se derivan de plantas, animales o fuentes sintéticas y tienen una variedad de usos terapéuticos y cosméticos. Algunos aceites comúnmente utilizados en la medicina incluyen:

1. Aceite de oliva: Se utiliza como un laxante suave y también se ha demostrado que tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes.
2. Aceite de pescado: Es rico en ácidos grasos omega-3, que tienen beneficios para la salud cardiovascular y pueden ayudar a reducir la inflamación.
3. Aceite de árbol de té: Tiene propiedades antimicrobianas y se utiliza tópicamente para tratar infecciones de la piel, acné y pie de atleta.
4. Aceite de lavanda: Se utiliza en aromaterapia para promover el sueño y reducir la ansiedad. También se puede aplicar tópicamente para aliviar el dolor muscular y las picaduras de insectos.
5. Aceite de coco: Tiene propiedades antimicrobianas y se utiliza en la medicina tradicional para tratar infecciones cutáneas, heridas y quemaduras. También se puede usar como un emoliente suave para hidratar la piel y el cabello.
6. Aceite de CBD: Se ha demostrado que tiene propiedades antiinflamatorias y analgésicas, y se utiliza para tratar una variedad de afecciones, incluyendo dolor crónico, ansiedad y epilepsia.

Es importante tener en cuenta que los aceites no siempre son seguros y pueden interactuar con ciertos medicamentos o tener contraindicaciones en determinadas condiciones médicas. Siempre se recomienda consultar a un profesional de la salud antes de usar aceites con fines terapéuticos.

En la terminología médica, las hojas de planta generalmente se refieren al uso de preparaciones derivadas de las hojas de ciertas plantas con fines terapéuticos. Esto es parte de la fitoterapia, que es el uso de extractos de plantas enteras o sus componentes activos como medicina.

Las hojas de algunas plantas contienen compuestos químicos que pueden ser beneficiosos para la salud y se han utilizado en diversas tradiciones médicas alrededor del mundo para tratar una variedad de condiciones. Por ejemplo, las hojas de alcachofa se han utilizado en la medicina tradicional para ayudar a la digestión y promover la salud hepática. Las hojas de té verde se han estudiado por sus posibles beneficios anticancerígenos y antiinflamatorios.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que aunque algunas hojas de plantas pueden tener propiedades medicinales, también pueden interactuar con ciertos medicamentos o causar reacciones alérgicas. Por lo tanto, siempre se debe consultar a un profesional médico antes de comenzar cualquier tratamiento a base de hierbas.

Las proteínas de plantas, también conocidas como proteínas vegetales, se refieren a las proteínas que se obtienen directamente de fuentes vegetales. Las plantas producen proteínas a través del proceso de fotosíntesis, utilizando la energía solar para convertir los nutrientes en aminoácidos, los bloques de construcción de las proteínas.

Las proteínas de plantas se encuentran en una variedad de alimentos vegetales, incluyendo legumbres (como lentejas, frijoles y guisantes), nueces y semillas, cereales integrales (como trigo, arroz y maíz) y verduras. Algunos ejemplos específicos de proteínas de plantas son la soja, el gluten del trigo, la proteína de guisante y la proteína de arroz.

Las proteínas de plantas suelen tener un perfil de aminoácidos diferente al de las proteínas animales, lo que significa que pueden carecer de algunos aminoácidos esenciales en cantidades más bajas. Sin embargo, consumir una variedad de fuentes de proteínas vegetales a lo largo del día puede proporcionar suficientes aminoácidos esenciales para satisfacer las necesidades nutricionales.

Las proteínas de plantas se han asociado con una serie de beneficios para la salud, como una menor probabilidad de desarrollar enfermedades crónicas, como enfermedades cardiovasculares y cáncer, así como una mejor digestión y control del peso. Además, las proteínas de plantas suelen ser más bajas en grasas saturadas y colesterol que las proteínas animales, lo que puede contribuir a una dieta más saludable en general.

Los aceites volátiles, también conocidos como "esencias" o "óleos esenciales", son compuestos orgánicos aromáticos que se encuentran en plantas. Se llaman "volátiles" porque evaporan o se vaporizan fácilmente a temperatura ambiente y pueden dispersarse en el aire, lo que permite que sus fragancias viajen y se perciban.

Estos aceites se extraen generalmente de las hojas, flores, semillas, corteza o raíces de las plantas mediante procesos como la destilación al vapor o la expresión en frío. Los aceites volátiles están compuestos por una mezcla de moléculas químicas, incluidos terpenos y fenoles, que contribuyen a sus propiedades aromáticas y posibles beneficios terapéuticos.

En el campo de la medicina, los aceites volátiles se utilizan a menudo en aromaterapia, una práctica complementaria que aprovecha los olores y posibles efectos fisiológicos de estas sustancias para promover el bienestar y aliviar diversos síntomas. Aunque hay algunas investigaciones sobre sus posibles beneficios para la salud, es importante tener en cuenta que su eficacia no está siempre claramente establecida y que pueden interactuar con ciertos medicamentos o presentar riesgos para la salud si se usan incorrectamente.

En términos botánicos, las raíces de las plantas desempeñan un papel vital en la nutrición y el crecimiento de las plantas. Desde un punto de vista médico o farmacéutico, sin embargo, las "raíces de plantas" generalmente se refieren a los tejidos subterráneos de ciertas especies vegetales que se utilizan en la medicina tradicional, la fitoterapia y la investigación farmacológica por sus supuestos o comprobados efectos terapéuticos.

Las raíces de las plantas contienen una variedad de compuestos químicos bioactivos, como alcaloides, fenoles, flavonoides, saponinas y taninos, que se han relacionado con diversas propiedades farmacológicas, como antiinflamatorias, antioxidantes, antibacterianas, antivirales, antifúngicas, hipoglucemiantes, hipolipemiantes, etc.

Algunos ejemplos comunes de raíces de plantas utilizadas en la medicina incluyen:

1. Ginseng (Panax ginseng): Se utiliza como adaptógeno para ayudar a reducir el estrés y mejorar el rendimiento físico y mental.
2. Valeriana (Valeriana officinalis): Sus raíces se utilizan como sedante suave para tratar el insomnio y la ansiedad.
3. Cúrcuma (Curcuma longa): La raíz de esta planta contiene curcumina, un potente antioxidante y antiinflamatorio que puede ayudar con diversas afecciones, como artritis, diabetes e incluso cáncer.
4. Jengibre (Zingiber officinale): La raíz de jengibre se ha utilizado durante siglos para tratar el dolor y las náuseas, especialmente en casos de mareo y vómitos inducidos por la quimioterapia.
5. Regaliz (Glycyrrhiza glabra): Sus raíces contienen glicirricina, que puede ayudar a aliviar el dolor de garganta, la tos y los problemas digestivos.
6. Diente de león (Taraxacum officinale): Las raíces de esta planta se utilizan como diuréticas para ayudar a eliminar los líquidos retenidos y promover la salud hepática.
7. Raíz de bardana (Arctium lappa): Se utiliza como tónico para el hígado, la piel y el sistema digestivo, así como para tratar problemas inflamatorios y alérgicos.

Es importante tener en cuenta que, aunque las raíces de plantas pueden ofrecer beneficios terapéuticos, también pueden interactuar con medicamentos o causar efectos secundarios adversos. Por lo tanto, siempre es recomendable consultar a un profesional de la salud antes de comenzar a tomar suplementos o remedios herbales.

Los genes de plantas se refieren a los segmentos específicos de ADN o ARN presentes en el genoma de las plantas que codifican información genética para la síntesis de proteínas y otras moléculas importantes. Estos genes desempeñan un papel crucial en la determinación de los rasgos y características de las plantas, como su crecimiento, desarrollo, reproducción, resistencia a enfermedades y estrés ambiental.

Los genes de plantas están organizados en cromosomas dentro del núcleo celular. Cada gen tiene una secuencia única de nucleótidos que codifica para un producto génico específico, como una proteína o un ARN no codificante. Las mutaciones en los genes de plantas pueden dar lugar a cambios en las características de la planta, lo que puede resultar en fenotipos alterados.

La investigación en genética vegetal ha permitido la identificación y caracterización de miles de genes de plantas, lo que ha llevado al desarrollo de cultivos mejorados con rasgos deseables, como mayor rendimiento, resistencia a enfermedades y tolerancia al estrés ambiental. La edición de genes y la ingeniería genética también han permitido la introducción de genes específicos en plantas para mejorar sus rasgos y hacerlos más resistentes a las plagas y enfermedades.

Los aceites de pescado son una fuente dietética natural de ácidos grasos omega-3, que incluyen el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA). Estos ácidos grasos esenciales desempeñan un papel importante en el mantenimiento de la salud cardiovascular y cerebral. Se encuentran principalmente en pescados grasos como el salmón, el atún, las sardinas y las anchoas. Los aceites de pescado se utilizan a menudo como suplementos nutricionales para aumentar la ingesta de ácidos grasos omega-3 y pueden tener beneficios terapéuticos en diversas condiciones clínicas, como la enfermedad cardiovascular, la inflamación crónica y algunos trastornos neurológicos. Sin embargo, también se han planteado preocupaciones sobre su posible contaminación con mercurio y otros contaminantes ambientales, lo que puede requerir un cuidadoso procesamiento y dosificación para minimizar los riesgos potenciales.

Los extractos vegetales son sustancias concentradas derivadas de plantas que se obtienen a través de un proceso de extracción que involucra el uso de solventes. Este proceso permite separar los compuestos activos de la planta, como alcaloides, flavonoides, taninos, esteroides y fenoles, del material vegetal original. Los extractos vegetales se utilizan en una variedad de aplicaciones, incluyendo la medicina, la industria alimentaria y los suplementos dietéticos, debido a sus propiedades terapéuticas potenciales, como propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, antibacterianas y antivirales.

Es importante tener en cuenta que la calidad y la composición de los extractos vegetales pueden variar significativamente dependiendo del método de extracción utilizado, la parte de la planta extraída y las condiciones de crecimiento de la planta. Por lo tanto, es crucial asegurarse de que se utilicen extractos vegetales de alta calidad y de fuentes confiables para garantizar su seguridad y eficacia.

No existe una definición médica específica para "brotes de la planta" ya que este término se refiere a la parte fisiológica de las plantas y no tiene relación directa con la medicina. Sin embargo, en un contexto más amplio, los brotes de las plantas pueden referirse a la nueva generación de hojas, tallos o flores que crecen en una planta después de un período de reposo o latencia.

En algunos casos, se puede usar el término "brotes" para describir el crecimiento de nuevas células o tejidos en el cuerpo humano, pero esto es más comúnmente utilizado por los biólogos y no por los médicos. En este contexto, el término "brotes" se refiere a la formación de nuevos tejidos o estructuras en el cuerpo humano, como en el caso de la cicatrización de heridas o el crecimiento de células cancerosas.

En resumen, aunque el término "brotes de la planta" no tiene una definición médica específica, puede utilizarse en un contexto más amplio para describir el crecimiento de nuevas células o tejidos en el cuerpo humano.

En términos médicos, las plantas medicinales, también conocidas como hierbas medicinales o botánicas, se definen como especies vegetales que contienen sustancias químicas que pueden ser utilizadas para fines terapéuticos. Estas plantas han sido utilizadas durante siglos en diferentes culturas alrededor del mundo para tratar una variedad de condiciones de salud y síntomas.

Las partes de las plantas medicinales que se suelen usar incluyen las hojas, flores, raíces, corteza, semillas y frutos. Pueden ser administradas en diversas formas, como infusiones (tés), decocciones, extractos líquidos, capsulas, polvos o aplicaciones tópicas.

Es importante mencionar que aunque muchas plantas medicinales han demostrado eficacia y seguridad, no todas son adecuadas para todo el mundo ni para tratar cualquier afección. Antes de consumir cualquier tipo de planta medicinal, se recomienda consultar con un profesional de la salud, especialmente si se está bajo tratamiento médico, embarazada o en periodo de lactancia.

El ADN de plantas, también conocido como ADN vegetal, se refiere al material genético que se encuentra en el núcleo de las células de las plantas. Al igual que en los animales y la mayoría de los organismos, el ADN de las plantas está compuesto por dos cadenas de nucleótidos que forman una doble hélice.

El genoma de las plantas es generalmente mucho más grande que el de los animales y puede variar ampliamente entre diferentes especies. El ADN de plantas contiene información genética que codifica para proteínas, ARN y otros tipos de moléculas importantes para el crecimiento, desarrollo y supervivencia de las plantas.

Las plantas tienen una serie de características únicas en su ADN, como la presencia de genes repetidos, intrones largos y regiones reguladorias complejas. Además, las plantas han desarrollado mecanismos especializados para regular la expresión génica, como el silenciamiento génico y la metilación del ADN, que les permiten adaptarse a diferentes entornos y condiciones de crecimiento.

El estudio del ADN de plantas es importante para comprender los procesos biológicos fundamentales de las plantas y desarrollar nuevas tecnologías y estrategias para mejorar la agricultura y la producción de alimentos.

No hay FAQ disponibles para "aceites vegetales"