Colección circunscrita de exudado purulento en el cerebro, producida por bacterias u otras infecciones. La mayoría son causadas por diseminación de material infectado desde un foco de supuración en cualquier parte del cuerpo, principalmente los SENOS PARANASALES, OÍDO MEDIO), CORAZÓN (ver también ENDOCARDITIS BACTERIANA) y PULMÓN. Este estado también puede estar asociado con TRAUMA CRANEOCEREBRAL penetrante y PROCEDIMIENTOS NEUROQUIRÚRGICOS. Las manifestaciones clínicas incluyen CEFALEA, CONVULSIONES, déficits neurológicos focales y alteraciones de la conciencia (Traducción libre del original: Adams et al., Principles of Neurology, 6th ed, pp712-6).
Acumulación de material purulento en los tejidos, órganos o espacios circunscritos, asociado usualmente con signos de infección.
Colecciones solitarias o múltiples de PUS dentro del hígado como resultado de infección por bacterias, protozoos u otros agentes.
Un absceso situado en la cavidad abnominal, i.e., la cavidad corporal localizada entre el diafragma por arriba y la pelvis por debajo.
Colecciones solitarias o múltiples de PUS en la parénquima pulmonar como resultado de la infección por bacterias, protozoos, u otros agentes.
Infecciones producidas por bacterias del género NOCARDIA.
Colecciones circunscritas de material de supuración que se producen en el ESPACIO EPIDURAL espinal o intracraneal. La mayoría de los abcesos epidurales ocurren en el canal espinal y están asociados con OSTEOMIELITIS de un cuerpo vertebral; ANALGESIA, EPIDURAL; y otras afecciones. Las manifestaciones clínicas incluyen dolor local y radicular, decaimiento, pérdida sensorial, INCONTINENCIA URINARIA, e INCONTINENCIA FECAL. Los abcesos craneales epidurales están usualmente asociados con OSTEOMIELITIS de un hueso craneal, SINUSITIS u OTITIS MEDIA.
Abceso de los MÚSCULOS PSOAS que usualmente es provocado por una enfermedad de las vertebras lumbares, con pus que desciende por la vaina muscular. La infección más común es la tuberculosa o la estafilocóccica.
Áreas únicas o múltiples de PUS debidas a infección por algún protozoo ameboide (AMEBIASIS). Una forma común es la causada por la ingestión de ENTAMOEBA HISTOLYTICA.
Proceso patológico que consiste en la formación de pus.
Especie de enterobacteria gramnegativa que se encuentra en el AGUA, AGUAS RESIDUALES, SUELO y ALIMENTOS. Puede estar presente en cualquier muestra clínica como patógeno oportunista.
MICOSIS del cerebro, médula espinal y meninges que pude producir ENCEFALITIS; MENINGITIS, FÚNGICA; MIELITIS; ABCESOS CEREBRALES; y ABCESO EPIDURAL. Ciertos tipos de hongos pueden producir enfermedades en hospederos inmunológicamente normales, en tanto otros se clasifican como patógenos oportunistas, causan enfermedad fundamentalmente en pacientes inmunocomprometidos (ejemplo, SÍNDROME DE INMUNODEFICIENCIA ADQUIRIDA).
Masa bien circunscrita compuesta por tejido de granulación tuberculosa que puede ocurrir en los hemisferios cerebrales, cerebelo, tronco cerebral, o espacios perimeníngeos. Múltiples lesiones son muy comunes. El manejo de las manifestaciones intracraneales varía con el sitio de las lesiones. Los tuberculomas intracraneales pueden asociarse con CONVULSIONES, déficits neurológicos focales, e HIPERTENSIÓN INTRACRANEAL. Los tuberculomas de la médula espinal pueden asociarse con dolor localizado o radicular, decaimiento, pérdida sensorial, e incontinencia. Los tuberculomas pueden surgir como INFECCIONES OPORTUNISTAS, pero también aparecen en individuos inmunocompetentes.
Áreas solas o múltiples de PUS debido a la infección bacteriana dentro del parenchyma hepático. Puede ser causado por una variedad de BACTERIAS, local o ser diseminado de infecciones a otra parte por ejemplo en APÉNDICE; COLECISTITIS; PERITONITIS; y después del TRASPLANTE DE HÍGADO.
Neoplasias de los componentes intracraneales del sistema nervioso central, incluidos los hemisferios cerebrales, ganglios basales, hipotálamo, tálamo, tronco encefálico y cerebelo. Las neoplasias encefálicas se subdividen en primarias (se originan a partir del tejido encefálico) y formas secundarias (es decir, metastásicas). Las neoplasias primarias se subdividen en formas benignas y malignas. En general, los tumores encefálicos pueden clasificarse también de acuerdo con la edad de aparición, el tipo histológico, y el área del encéfalo en que se encuentran.
Infección secundaria o sistémica producida por la diseminación en todo el cuerpo de microrganismos cuyo foco primario de infección está en el tejido periodontal.
Extracción de líquidos o descargas desde el cuerpo, como desde una herida, úlcera o cavidad.
Tuberculosis del cerebro, médula espinal, o meninges (TUBERCULOSIS, MENINGEA), causada más a menudo por el MYCOBACTERIUM TUBERCULOSIS y raramente por el MYCOBACTERIUM BOVIS. La infección puede estar limitada al sistema nervioso o coexistir en otros órganos (ejemplo, TUBERCULOSIS, PULMONAR). El organismo tiende a sembrar las meninges causando una meningitis difusa y lleva a la formación del TUBERCULOMA, el cual puede ocurrir dentro del cerebro, médula espinal o espacios perimeníngeos. La lesión tuberculosa de la columna vertebral (TUBERCULOSIS, ESPINAL) puede producir compresión de las raíces nerviosas o de la médula espinal.
Remoción de secreciones, gas o líquido de órganos huecos o tubulares, o cavidades, mediante un tubo o dispositivo que actúa a base de presión negativa.
Cambios en las cantidades de diversos productos químicos (neurotransmisores, receptores, enzimas y otros metabolitos) específico para el área del sistema nervioso central contenida dentro de la cabeza. Hay monitoreo todo el tiempo, durante la estimulación sensorial, o en diferentes estados de la enfermedad.
Especie de bacteria grampositiva del STREPTOCOCCUS MILLERI (GRUPO). Se encuentra frecuentemente en la flora de la orofaringe y es proclive a formar abscesos, sobre todo en el SISTEMA NERVIOSO CENTRAL y en el HÍGADO.
Método no invasivo para demostrar la anatomía interna basado en el principio de que los núcleos atómicos bajo un campo magnético fuerte absorben pulsos de energía de radiofrecuencia y la emiten como radioondas que pueden reconstruirse en imágenes computarizadas. El concepto incluye las técnicas tomografía del spin del protón.
Infecciones producidas por bacterias de la familia BACILLACEAE.
Infecciones con bacterias del género FUSOBACTERIUM.
Inflamación aguda o crónica de los tejidos que rodean la porción apical de un diente, asociado a la acumulación de pus, como resultado de la infección subsiguiente a la infección de la pulpa por una caries, o como resultado de un traumatismo que causa necrosis pulpar. (Dorland, 28a ed)
Una acumulación de material purulento en el espacio situado entre la FARINGE y las VÉRTEBRAS CERVICALES. Es usualmente resultado de la SUPURACIÓN de los NÓDULOS LINFÁTICOS retrofaríngeos en pacientes con INFECCIONES DEL TRACTO RESPIRATORIO SUPERIOR, perforaciones de la faringe, o lesiones de cabeza y cuello.
Cualquier operación sobre el cráneo; incisión de cráneo. (Dorland, 28a ed)
Lesiones agudas y crónicas (ver también LESIÓN ENCEFÁLICA CRÓNICA) del encéfalo, incluidos los hemisferios cerebrales, CEREBELO, y TRONCO ENCEFÁLICO. Las manifestaciones clínicas dependen de la naturaleza de la lesión. Un trauma difuso al encéfalo se asocia con frecuencia a la LESIÓN AXONAL DIFUSA o al COMA POSTRAUMÁTICO. Las lesiones localizadas pueden asociarse con MANIFESTACIONES NEUROCONDUCTUALES; HEMIPARESIAS, u otras alteraciones neurológicas focales.
Tomografía que utiliza transmisión de rayos x y un algoritmo de computador para reconstruir la imagen.
Parte del SISTEMA NERVIOSO CENTRAL contenida dentro del CRÁNEO. Procedente del TUBO NEURAL, el encéfalo embrionario consta de tres partes principales: PROSENCÉFALO (cerebro anterior), MESENCÉFALO (cerebro medio) y ROMBENCÉFALO (cerebro posterior). El encéfalo desarrollado consta de CEREBRO, CEREBELO y otras estructuras del TRONCO ENCEFÁLICO.
Una acumulación de material purulento en la zona comprendida entre la TONSILA PALATINA y su cápsula.
Inflamación de la MUCOSA NASAL en el SENO FRONTAL. En muchos casos es causada por una infección por las bacterias STREPTOCOCCUS PNEUMONIAE o HAEMOPHILUS INFLUENZAE.
Anomalía vascular autosómica dominante, caracterizada por teleangiectasias en piel y mucosas, y sangrado gastrointestinal recurrente. Este proceso se debe a mutaciones de un gen (en el cromosoma 9q3) que codifica la endoglina, una glicoproteína de membrana que se une al FACTOR TRANSFORMADOR DE CRECIMIENTO BETA.
Subgrupo de STREPTOCOCCI VIRIDANS, aunque las especies de este grupo difieren en su patrón hemolítico y en las enfermedades que producen. Estas especies suelen ser betahemolíticas y causan infecciones piógenas.
Género que ha sido reclasificado dentro de los incertae sedis BACILLALES debido a su ambigua taxonomía. Anteriormente se consideraba parte de la familia Staphylococcaceae.
Género de bacterias grampositivas aerobias cuyas especies están ampliamente distribuidas y son abundantes en los suelos. Algunas cepas son patógenos oportunistas para hombres y animales.
Sustancias que reducen el crecimiento o la reprodución de las BACTERIAS.
Las técnicas de imagen para localizar los sitios de las funciones fisiológicas y actividades del cerebro.
Presencia de pus en algún órgano hueco o cavidad corporal.
Infecciones del sistema nervioso producidas por hongos del género ASPERGILLUS, más comúnmente ASPERGILLUS FUMIGATUS. Las infecciones por Aspergillus pueden ocurrir en hospederos inmunocompetentes, pero prevalecen más en pacientes con SÍNDROMES DE DEFICIENCIA INMUNOLÓGICA. El organismo puede diseminarse hacia el sistema nervioso a partir de infecciones focales en los pulmones, región mastoidea, senos, oído interno, huesos, ojos, tracto gastrointestinal y corazón. Las infecciones de los senos pueden ser localmente invasivas y entrar al compartimiento intracraneal, produciendo MENINGITIS, FÚNGICA; neuropatías craneales; y abcesos en los lóbulos frontales del cerebro.
Muerte resultante de la presencia de una enfermedad en un individuo, tal y aparece en un reporte de un solo caso o un número limitado de pacientes. Debe diferenciarse de MUERTE, el cese fisiológico de la vida y de MORTALIDAD, un concepto epidemiológico o estadístico.
Infecciones producidas por bacterias del género STAPHYLOCOCCUS.
Contracción muscular involuntaria y sostenida que a menudo es una manifestación de una ENFERMEDAD DE LOS GANGLIOS BASALES. Cuando un músculo afectado se estira de forma pasiva, el grado de resistencia permanece constante independientemente del grado en que se estire el músculo. Esta característica ayuda a distinguir la rigidez de la ESPASTICIDAD MUSCULAR.
Síndrome caracterizado por cefalea, rigidez de nuca, fiebre baja, y pleocitosis linfocítica del LCR con ausencia de un patógeno bacteriano agudo. La meningitis viral es la causa más frecuente aunque las INFECCIONES POR MICOPLASMA; INFECCIONES POR RICKETTSIA; los procedimientos diagnóstico o terapéutico; los PROCESOS NEOPLÁSICOS; los focos sépticos perimeníngeos; y otras afecciones pueden producir este síndrome. (Traducción libre del original: de Adams et al., Principles of Neurology, 6th ed, p745)
Obras que contienen artículos de información sobre temas de cualquier campo del conocimiento, generalmente presentadas en orden alfabético, o una obra similar limitada a un campo o tema en especial.
Los músculos del cuello son el platisma, el esplenio cervical, el esternocleidomastoideo, el largo del cuello, el escaleno anterior, medio y posterior, el digástrico, el estiloideo, milohiodeo, el geniohioideo el esternotiroideo, el omohioideo, el esternotiroideo y el tirohioideo.
Infecciones bacterianas de las leptomeninges y del espacio subaracnoideo, en las que participan con frecuencia la corteza, los nervios craneales, los vasos sanguíneos cerebrales, la médula espinal y las raíces nerviosas.
Pruebas o bioensayos que miden el potencial de sensibilización de la piel de varias sustancias químicas.
La porción anatómica anterior de la mandíbula, también concocida como barbilla, que contiene la línea de fusión de las dos mitades separadas de la mandíbula (sínfisis mentoniana). Esta línea de fusión se divide en la parte inferior para delimitar un área triangular denominada la protuberancia mentoniana. A cada lado, en la parte inferior al segundo diente premolar, se encuentra el orificio mentoniano para el paso de los vasos sanguíneos y un nervio.

Un absceso encefálico es una acumulación localizada de pus dentro del tejido cerebral, causada generalmente por la infección y multiplicación de bacterias u hongos en el cerebro. Esto puede ocurrir como resultado de una infección que se disemina desde otra parte del cuerpo o como consecuencia de una infección directa en el cerebro, por ejemplo, después de una lesión traumática o quirúrgica.

Los síntomas más comunes incluyen dolor de cabeza, fiebre, confusión, convulsiones, debilidad en un lado del cuerpo y trastornos visuales. El tratamiento generalmente implica antibióticos o antifúngicos para eliminar la infección, junto con procedimientos quirúrgicos para drenar el pus acumulado. Si no se trata a tiempo, un absceso encefálico puede causar daño cerebral severo e incluso la muerte.

Un absceso es una acumulación de pus que se forma en respuesta a una infección bacteriana, por lo general como resultado de la multiplicación y diseminación de bacterias en el tejido. Se caracteriza por tener un centro necrótico rodeado de glóbulos blancos inflamatorios, especialmente neutrófilos, y una pared formada por tejido conectivo y epitelio.

Los abscesos pueden ocurrir en cualquier parte del cuerpo, pero son más comunes en la piel y los tejidos blandos. Los síntomas pueden incluir enrojecimiento, hinchazón, dolor e inflamación localizados, fiebre y malestar general.

El tratamiento de un absceso suele requerir drenaje quirúrgico o mediante incisión y drenaje, seguido de antibióticos para tratar la infección subyacente. En algunos casos, el absceso puede resolverse por sí solo sin tratamiento médico si el sistema inmunológico del cuerpo es capaz de combatir la infección y drenar el pus. Sin embargo, en la mayoría de los casos, el tratamiento médico es necesario para prevenir complicaciones y promover una recuperación más rápida.

Un absceso hepático es una acumulación de pus en el hígado, generalmente como resultado de una infección. Puede ser causado por bacterias, parásitos o incluso por la propagación de una infección desde otra parte del cuerpo. Los síntomas pueden incluir dolor abdominal, fiebre, escalofríos, náuseas y vómitos. El diagnóstico generalmente se realiza mediante análisis de sangre, ecografías o tomografías computarizadas. El tratamiento suele implicar antibióticos para combatir la infección y posiblemente drenaje quirúrgico del absceso. Es importante buscar atención médica si se sospecha un absceso hepático, ya que puede causar complicaciones graves si no se trata adecuadamente.

Un absceso abdominal es una acumulación de pus que se forma en el abdomen como resultado de una infección. Se produce cuando los tejidos se infectan y mueren, lo que atrae a las células blancas de la sangre (glóbulos blancos) para combatir la infección. Con el tiempo, estas células muertas y los fluidos corporales forman una masa enferma llena de pus.

Los abscesos abdominales pueden ocurrir en cualquier parte del abdomen y pueden variar en tamaño desde pequeños a grandes. Pueden ser superficiales, cerca de la pared abdominal, o profundos, dentro de los órganos abdominales o en el espacio entre ellos.

Los síntomas más comunes de un absceso abdominal incluyen dolor abdominal intenso y repentino, fiebre alta, náuseas, vómitos y pérdida de apetito. El tratamiento generalmente implica cirugía para drenar el absceso y antibióticos para tratar la infección subyacente. Si no se trata, un absceso abdominal puede ser una afección grave y potencialmente mortal.

Un absceso pulmonar es una acumulación de pus en el tejido pulmonar, generalmente como resultado de una infección bacteriana. Se forma cuando las glándulas blancas, conocidas como leucocitos, combaten la infección y causan inflamación en los alvéolos (los sacos de aire en los pulmones donde ocurre el intercambio de gases). Esta inflamación puede causar la formación de tejido necrótico (muerto) que se llena de líquido y células muertas, formando un absceso.

Los síntomas más comunes de un absceso pulmonar incluyen tos productiva con flema amarillenta o verdosa, fiebre, sudoración nocturna, dolor en el pecho, dificultad para respirar y pérdida de apetito y peso. El diagnóstico generalmente se realiza mediante una radiografía de tórax o una tomografía computarizada (TC) del tórax.

El tratamiento suele implicar la administración de antibióticos para tratar la infección subyacente, y en algunos casos, se puede requerir drenaje quirúrgico del absceso. La fisioterapia respiratoria también puede ser útil para ayudar a expandir los pulmones y eliminar las secreciones.

Los factores de riesgo para desarrollar un absceso pulmonar incluyen el tabaquismo, el consumo de alcohol en exceso, la enfermedad pulmonar crónica, la aspiración de contenido gástrico y la inmunosupresión.

La nocardiosis es una infección causada por bacterias del género Nocardia, que son gram-positivas y aeróbicas. Estas bacterias se encuentran generalmente en el suelo y la materia vegetal en descomposición. La infección puede afectar a diversos órganos, pero es más común en los pulmones (nocardiosis pulmonar) cuando una persona inhala las esporas de Nocardia. También puede diseminarse al torrente sanguíneo y spread a otros órganos, como el cerebro, causando nocardiosis disseminada o forma de absceso cerebral. La nocardiosis suele ocurrir en personas con sistemas inmunes debilitados, como aquellas con VIH/SIDA, enfermedades pulmonares crónicas, diabetes mellitus y tras un trasplante de órganos. El tratamiento generalmente implica antibióticos, especialmente sulfonamidas o trimetoprim-sulfametoxazol, durante varios meses. La gravedad y el pronóstico de la enfermedad dependen de factores como la salud subyacente del paciente y la localización y extensión de la infección.

Un absceso epidural es una complicación médica grave que involucra la formación de una acumulación de pus (un absceso) en el espacio epidural, que es el área entre la duramadre, la membrana más externa que rodea el cerebro y la médula espinal, y el hueso del cráneo o de la columna vertebral.

Este espacio contiene tejido graso, vasos sanguíneos y nervios raquídeos. Cuando se forma un absceso en este espacio, puede comprimir los nervios raquídeos y las estructuras vasculares circundantes, lo que puede causar dolor intenso, debilidad muscular, parálisis, pérdida de sensibilidad y, en casos graves, insuficiencia respiratoria o septicemia.

Los abscesos epidurales pueden ser causados por bacterias que ingresan al espacio epidural a través de una infección en la piel, los huesos o los tejidos blandos circundantes, o por la diseminación hematógena (por vía sanguínea) desde otra parte del cuerpo. Los factores de riesgo incluyen procedimientos quirúrgicos espinales recientes, infecciones sistémicas, uso de drogas intravenosas y trastornos del sistema inmunológico.

El tratamiento suele requerir cirugía para drenar el absceso y antibióticos para tratar la infección subyacente. El pronóstico depende de la gravedad de la infección, la ubicación del absceso y la rapidez con que se reciba el tratamiento. Si no se trata a tiempo, un absceso epidural puede causar daño permanente a los nervios raquídeos y otras estructuras circundantes, e incluso poner en peligro la vida del paciente.

Un absceso del psoas, también conocido como absceso retroperitoneal iliopsoas, es una acumulación de pus que ocurre en el músculo iliopsoas, que se encuentra en la región posterior del abdomen. Este tipo de absceso puede ser causado por diversas afecciones, como infecciones bacterianas que se diseminan desde los tejidos vecinos, como la vejiga, el intestino grueso o el hígado, o por la propagación de bacterias desde una fuente más distante, como endocarditis o pulmonía.

Los síntomas del absceso del psoas pueden incluir dolor abdominal o lumbar intenso y prolongado, fiebre, escalofríos, náuseas y vómitos. La presencia de un absceso del psoas puede llevar a complicaciones graves, como la sepsis o la diseminación de la infección a otras partes del cuerpo.

El diagnóstico de un absceso del psoas generalmente se realiza mediante estudios de imagenología avanzada, como tomografías computarizadas o resonancias magnéticas. El tratamiento suele requerir la drenaje quirúrgico del absceso y la administración de antibióticos para tratar la infección subyacente. En algunos casos, se puede realizar un drenaje percutáneo con aguja guiada por imagenología en lugar de una cirugía abierta.

Es importante buscar atención médica inmediata si se sospecha la presencia de un absceso del psoas, ya que el retraso en el tratamiento puede llevar a complicaciones graves y potencialmente mortales.

Un absceso hepático amebiano es una complicación médica causada por la invasión y destrucción de tejidos del parásito Entamoeba histolytica en el hígado. Este parásito normalmente vive en el intestino, pero en algunos casos puede invadir los tejidos circundantes y causar infecciones graves.

El absceso hepático amebiano se presenta como una masa dolorosa y suave en el hígado, llena de pus. Los síntomas pueden incluir fiebre alta, dolor abdominal intenso, náuseas, vómitos, pérdida de apetito y sudoración excesiva. En casos graves, el paciente puede presentar ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos) y anemia.

El diagnóstico se realiza mediante pruebas de imagenología como ecografías o tomografías computarizadas, así como análisis de sangre y heces para detectar la presencia del parásito. El tratamiento suele incluir medicamentos antibióticos y antiamebianos, así como drenaje quirúrgico del absceso en casos graves o cuando no responde al tratamiento médico.

Es importante mencionar que la infección por Entamoeba histolytica se adquiere principalmente a través de la ingesta de agua o alimentos contaminados con heces humanas, especialmente en países en desarrollo con malas condiciones sanitarias. Por lo tanto, es fundamental mantener una buena higiene personal y alimentaria para prevenir esta infección.

La supuración es el proceso de producción y expulsión de pus, que es un líquido espeso y amarillento o verdoso formado por glóbulos blancos muertos, tejidos dañados y microorganismos patógenos (generalmente bacterias). Se produce como resultado de una infección aguda o crónica en el cuerpo. La supuración puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo, pero comúnmente se observa en heridas abiertas, abscesos, forúnculos, folículos pilosos infectados u otras áreas donde haya una infección. El pus contiene enzimas y toxinas que pueden causar más daño al tejido circundante si no se trata adecuadamente. Los síntomas asociados con la supuración incluyen enrojecimiento, hinchazón, dolor e inflamación localizados en el sitio de infección. El tratamiento generalmente implica procedimientos médicos o quirúrgicos para drenar el pus y antibióticos para tratar la infección subyacente.

Citrobacter koseri es una especie de bacteria gramnegativa, en forma de barra o bacilo, que se encuentra normalmente en el medio ambiente y en el tracto digestivo de humanos y animales. Aunque generalmente no causa enfermedades en personas sanas, puede causar infecciones graves en individuos con sistemas inmunes debilitados, recién nacidos prematuros o bebés de bajo peso al nacer, y adultos mayores.

Las infecciones por Citrobacter koseri pueden incluir neumonía, meningitis, sepsis, infecciones del tracto urinario e infecciones de la piel y tejidos blandos. El tratamiento generalmente implica antibióticos apropiados, aunque algunas cepas de Citrobacter koseri pueden ser resistentes a varios antibióticos. La prevención incluye el lavado regular de manos y una buena higiene alimentaria para evitar la exposición a la bacteria.

Las infecciones fúngicas del sistema nervioso central (SNC) se refieren a invasiones patógenas por hongos en el tejido cerebral, las meninges (membranas que rodean el cerebro y la médula espinal), o el líquido cefalorraquídeo (LCR). Estas infecciones pueden variar desde mild a severas e incluso potencialmente letales.

Existen tres categorías principales de hongos que causan infecciones en humanos: los mohos, las levaduras y los hongos dimórficos (que pueden existir en forma de levadura y moho). Los hongos que más comúnmente afectan el SNC incluyen Cryptococcus neoformans, Coccidioides immitis/posadasii, Histoplasma capsulatum y Candida spp.

La infección por Cryptococcus neoformans, también conocida como cryptococosis, es una de las infecciones fúngicas del SNC más comunes y a menudo se asocia con enfermedades debilitantes subyacentes, como el VIH/SIDA. Los síntomas pueden incluir dolor de cabeza, náuseas, vómitos, confusión, convulsiones e incluso coma.

La coccidioidomicosis, causada por Coccidioides immitis/posadasii, es endémica en el suroeste de los Estados Unidos y partes de América Central y del Sur. La infección generalmente se adquiere al inhalar esporas del hongo del suelo. Aproximadamente el 10-50% de las personas infectadas desarrollan una enfermedad sistémica, que puede incluir meningitis coccidioidomicótica.

La histoplasmosis, causada por Histoplasma capsulatum, es otra micosis endémica común en los Estados Unidos y partes de América Central y del Sur. La infección generalmente se adquiere al inhalar esporas del hongo del suelo. En casos raros, la histoplasmosis puede diseminarse y causar meningitis.

El tratamiento de las infecciones fúngicas del SNC depende de la gravedad de la enfermedad y de la especie fúngica involucrada. Los antifúngicos, como el anfotericina B y los azoles (como el fluconazol), se utilizan comúnmente para tratar estas infecciones. En algunos casos, la cirugía puede ser necesaria para aliviar la presión intracraneal o eliminar el foco de infección.

La prevención es clave en el manejo de las infecciones fúngicas del SNC. Las personas con enfermedades debilitantes subyacentes, como el VIH/SIDA, deben evitar exponerse a suelos contaminados y áreas con alto riesgo de exposición a hongos. El uso de equipos de protección personal, como máscaras y guantes, puede ayudar a reducir el riesgo de infección. La vacunación contra la histoplasmosis también está disponible en algunas áreas con alto riesgo de exposición al hongo.

En resumen, las infecciones fúngicas del SNC son una causa importante de morbilidad y mortalidad en personas con enfermedades debilitantes subyacentes. El diagnóstico y el tratamiento oportunos son esenciales para prevenir complicaciones graves y mejorar los resultados clínicos. La prevención sigue siendo la mejor estrategia para reducir el riesgo de infección y mejorar la salud pública en general.

Un tuberculoma intracraneal es una lesión cerebral causada por la infección y diseminación de Mycobacterium tuberculosis, el agente etiológico de la tuberculosis. Se trata de una forma menos común de tuberculosis extrapulmonar que ocurre cuando los bacilos de Koch ingresan al torrente sanguíneo y se alojan en el tejido cerebral, formando granulomas bien circunscritos.

Estos granulomas están compuestos por células epitelioides, linfocitos, macrófagos y células gigantes multinucleadas, rodeados de una capa de tejido conectivo. A medida que el granuloma crece, puede causar diversos síntomas neurológicos dependiendo de su localización y tamaño, como dolores de cabeza, convulsiones, déficits neurológicos focales o alteraciones cognitivas.

El diagnóstico diferencial incluye otros procesos inflamatorios y neoplásicos del sistema nervioso central. El diagnóstico definitivo se realiza mediante técnicas de imagen, como la resonancia magnética nuclear (RMN) o la tomografía computarizada (TC), y pruebas de laboratorio, como el examen histopatológico y los cultivos microbiológicos del líquido cefalorraquídeo o del tejido cerebral obtenidos mediante biopsia.

El tratamiento consiste en la administración prolongada de antibióticos antituberculosos específicos, como isoniacida, rifampicina, pirazinamida y etambutol, durante un período mínimo de 12 meses. En algunos casos, puede ser necesaria la cirugía para aliviar la presión intracraneal o extirpar el granuloma si causa complicaciones graves o no responde al tratamiento médico.

Un absceso piógeno hepático es una acumulación de pus en el hígado, generalmente como resultado de una infección. Estos abscesos pueden ser causados por bacterias, parásitos o, raramente, por hongos. Los abscesos piógenos hepáticos pueden variar en tamaño y número, y suelen presentarse con síntomas no específicos como dolor abdominal, fiebre, náuseas, vómitos y pérdida de apetito. El diagnóstico se realiza mediante estudios de imagen, como ecografías o tomografías computarizadas, y análisis de laboratorio. El tratamiento suele incluir antibióticos y drenaje del absceso, que puede realizarse mediante procedimientos invasivos o guiados por imagen. Si no se trata, un absceso piógeno hepático puede causar complicaciones graves, como septicemia o insuficiencia hepática.

Las neoplasias encefálicas, también conocidas como tumores cerebrales, se refieren a un crecimiento anormal de células en el tejido cerebral. Estos tumores pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos). Los tumores benignos tienden a crecer más lentamente y suelen ser menos invasivos, mientras que los tumores malignos crecen y se diseminan más rápidamente, invadiendo el tejido circundante.

Las neoplasias encefálicas pueden originarse en el propio cerebro (tumores primarios) o spread a the cerebro desde otras partes del cuerpo (tumores secundarios o metastásicos). Los síntomas varían dependiendo de la ubicación y el tamaño del tumor, pero pueden incluir dolores de cabeza recurrentes, convulsiones, problemas de visión, cambios en el comportamiento o personalidad, dificultad para caminar o mantener el equilibrio, y déficits cognitivos.

El tratamiento dependerá del tipo y la etapa del tumor, y puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia o una combinación de estos. La pronóstico varía ampliamente, desde excelente para algunos tumores benignos con alto índice de curación hasta muy malo para los tumores cerebrales más agresivos y avanzados.

Una infección focal dental, también conocida como infección dentoalveolar, es un tipo de infección que se origina en los dientes o en los tejidos circundantes (como las encías y el hueso alveolar). Puede ocurrir como resultado de una caries dental profunda no tratada, un traumatismo dental o un procedimiento dental inadecuado.

La infección puede propagarse localmente a los tejidos adyacentes, como el hueso maxilar o la cavidad oral. En casos graves, la infección puede diseminarse a través del torrente sanguíneo (septicemia) e infectar otros órganos y tejidos distantes, lo que se conoce como infección focal secundaria. Estas complicaciones pueden ser potencialmente mortales, especialmente en personas con sistemas inmunológicos debilitados.

El tratamiento de una infección focal dental generalmente implica la eliminación del foco infeccioso a través de la extracción del diente o el drenaje de la absceso, junto con antibióticos para controlar la infección sistémica y aliviar los síntomas. El diagnóstico y tratamiento tempranos son clave para prevenir complicaciones graves y garantizar una recuperación adecuada.

En el contexto médico, el término "drenaje" se refiere al proceso de eliminar líquidos o materiales extraños acumulados en un cuerpo humano, como ser pus, sangre, fluido seroso o linfa, de una cavidad, órgano o tejido dañado o infectado. Esto se realiza generalmente mediante la colocación de un catéter o tubo de drenaje para facilitar la salida del líquido no deseado y promover la curación.

El objetivo principal del drenaje es prevenir la acumulación de líquidos, que de otro modo podrían causar inflamación, infección o daño adicional a los tejidos circundantes. Además, el análisis del líquido drenado puede proporcionar información valiosa sobre la naturaleza y el grado de la lesión o enfermedad subyacente, guiando así el plan de tratamiento apropiado.

Existen diferentes tipos de procedimientos de drenaje, como el drenaje quirúrgico, que implica la incisión quirúrgica para eliminar los líquidos acumulados; drenaje percutáneo, que involucra la inserción de agujas finas o catéteres para drenar líquidos de cavidades corporales; y drenaje de fistula, donde se crea una conexión artificial entre un órgano o tejido hueco y la superficie de la piel para permitir que el líquido drene espontáneamente.

La tuberculosis del sistema nervioso central (TB-SNC) es una forma grave y potencialmente mortal de tuberculosis, una enfermedad infecciosa causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis. En TB-SNC, la infección se disemina desde los pulmones o los ganglios linfáticos a través del torrente sanguíneo y llega al cerebro.

La forma más común de TB-SNC es una meningitis tuberculosa, que inflama las membranas protectoras que rodean el cerebro y la médula espinal. Los síntomas pueden incluir fiebre, dolor de cabeza intenso, rigidez en el cuello, confusión, convulsiones y vómitos. Otra forma menos común de TB-SNC es un absceso cerebral tuberculoso, que se produce cuando una colección de pus formada por la infección bacteriana se acumula en el cerebro.

El diagnóstico de TB-SNC puede ser difícil y requiere pruebas especializadas, como un análisis de líquido cefalorraquídeo (LCR), una punción lumbar o una tomografía computarizada (TC) o resonancia magnética nuclear (RMN) del cerebro. El tratamiento suele incluir antibióticos específicos para la tuberculosis, como isoniacida, rifampicina y etambutol, durante un período prolongado de tiempo, generalmente seis a nueve meses o más. En algunos casos graves, puede ser necesaria una cirugía para drenar el pus o aliviar la presión en el cerebro.

La tuberculosis del sistema nervioso central es una enfermedad grave y potencialmente mortal que requiere un tratamiento oportuno y adecuado. La prevención es importante y puede incluir la vacunación contra la tuberculosis, el diagnóstico y el tratamiento tempranos de la infección latente por Mycobacterium tuberculosis y el control del contacto con personas infectadas.

La succión en términos médicos se refiere al proceso de extraer fluidos, líquidos o gases de un cuerpo u órgano mediante la creación de un vacío parcial. Esto se logra a menudo mediante el uso de dispositivos especializados como tubos o bombas de succión. La succión se utiliza en diversos contextos médicos, como la eliminación del exceso de líquido de los pulmones, la limpieza de heridas o la extracción de materiales extraños de una cavidad corporal. También es un proceso natural e importante en el desarrollo temprano, como cuando los bebés succionan leche materna o de botella durante la alimentación.

La química encéfalica se refiere al estudio de las sustancias químicas y los procesos bioquímicos que ocurren en el cerebro. Esto incluye la investigación de neurotransmisores, neuromoduladores, hormonas y otras moléculas que desempeñan un papel crucial en la comunicación entre células nerviosas (neuronas) y en la regulación de diversos procesos cerebrales, como el estado de ánimo, la cognición, la memoria, el aprendizaje, la percepción sensorial y la motricidad.

Los neurotransmisores son las moléculas más estudiadas en este campo. Son sustancias químicas que se liberan en la brecha sináptica (espacio entre dos neuronas) para transmitir señales desde una neurona presináptica a una neurona postsináptica. Algunos ejemplos de neurotransmisores son la dopamina, la serotonina, la norepinefrina, el ácido gamma-aminobutírico (GABA) y el glutamato.

Las alteraciones en los niveles o la función de estos neurotransmisores y otras moléculas químicas pueden contribuir al desarrollo de diversos trastornos neurológicos y psiquiátricos, como la enfermedad de Parkinson, la esquizofrenia, el trastorno depresivo mayor y el trastorno de ansiedad generalizada. Por lo tanto, comprender la química encéfalica es fundamental para el desarrollo de nuevos tratamientos farmacológicos y terapias para estas afecciones.

'Streptococcus intermedius' es un tipo de bacterio grampositivo que pertenece al grupo viridans de las streptocóccas. Esta bacteria se encuentra normalmente en la flora microbiana oral y gastrointestinal de los humanos y otros mamíferos. Sin embargo, en ciertas circunstancias, como cuando el sistema inmunológico está debilitado o en presencia de tejido dañado, S. intermedius puede causar infecciones graves.

Las infecciones por S. intermedius suelen ser endógenas, lo que significa que surgen a partir de la propia flora microbiana del huésped. Pueden ocurrir en diversas partes del cuerpo, incluyendo el sistema nervioso central, el tracto respiratorio inferior, el sistema cardiovascular y los tejidos blandos. Algunas de las infecciones más comunes causadas por S. intermedius incluyen abscesos cerebrales, endocarditis infecciosa, neumonía y osteomielitis.

El diagnóstico de una infección por S. intermedius generalmente se realiza mediante cultivo bacteriano de muestras clínicas, como sangre, líquido cefalorraquídeo o tejido infectado. El tratamiento suele implicar antibióticos apropiados, como penicilina o clindamicina, aunque la resistencia a los antibióticos puede ser un problema en algunos casos. La cirugía también puede ser necesaria para drenar abscesos u otros focos de infección.

La Imagen por Resonancia Magnética (IRM) es una técnica de diagnóstico médico no invasiva que utiliza un campo magnético potente, radiaciones ionizantes no dañinas y ondas de radio para crear imágenes detalladas de las estructuras internas del cuerpo. Este procedimiento médico permite obtener vistas en diferentes planos y con excelente contraste entre los tejidos blandos, lo que facilita la identificación de tumores y otras lesiones.

Durante un examen de IRM, el paciente se introduce en un túnel o tubo grande y estrecho donde se encuentra con un potente campo magnético. Las ondas de radio se envían a través del cuerpo, provocando que los átomos de hidrógeno presentes en las células humanas emitan señales de radiofrecuencia. Estas señales son captadas por antenas especializadas y procesadas por un ordenador para generar imágenes detalladas de los tejidos internos.

La IRM se utiliza ampliamente en la práctica clínica para evaluar diversas condiciones médicas, como enfermedades del cerebro y la columna vertebral, trastornos musculoesqueléticos, enfermedades cardiovasculares, tumores y cánceres, entre otras afecciones. Es una herramienta valiosa para el diagnóstico, planificación del tratamiento y seguimiento de la evolución de las enfermedades.

Las Bacillaceae son una familia de bacterias gram positivas, en su mayoría aerobias y móviles, que producen esporas resistantes. Las infecciones por Bacillaceae se refieren a las infecciones causadas por especies de esta familia, siendo el género más comúnmente asociado con infecciones el de Bacillus.

El miembro más conocido de este grupo es Bacillus anthracis, el agente etiológico del carbunco o anthrax, una zoonosis que afecta principalmente al ganado pero que puede transmitirse a los humanos a través del contacto con animales infectados o sus productos. Otra especie clínicamente relevante es Bacillus cereus, un patógeno ocasional de los alimentos que puede causar gastroenteritis y, en raras ocasiones, infecciones sistémicas graves.

Las infecciones por Bacillaceae suelen presentarse como infecciones de tejidos blandos, meningitis, bacteriemia o infecciones respiratorias. El tratamiento generalmente implica antibióticos apropiados, dependiendo del agente específico identificado y de la gravedad de la enfermedad. La prevención es especialmente importante en el caso del carbunco, con medidas que incluyen la vacunación y la protección contra la exposición ocupacional a los animales infectados y sus productos.

Las infecciones por Fusobacterium se refieren a la invasión y multiplicación de especies bacterianas patógenas del género Fusobacterium en los tejidos corporales, causando una variedad de cuadros clínicos. Estas bacterias anaerobias gramnegativas son comensales normales de la flora oral y gastrointestinal en humanos. Sin embargo, bajo ciertas condiciones, como una disminución de la resistencia inmunológica o la presencia de tejidos necróticos, pueden causar infecciones.

Los síntomas y el curso clínico de las infecciones por Fusobacterium varían ampliamente dependiendo del sitio de infección. Pueden variar desde abscesos localizados hasta procesos invasivos más graves, como la fascitis necrotizante, la sepsis y el shock séptico. El tratamiento generalmente implica antibióticos apropiados, que pueden complementarse con procedimientos quirúrgicos para drenar los abscesos o extirpar el tejido necrótico cuando sea necesario.

Las especies de Fusobacterium más comúnmente asociadas con infecciones en humanos son F. nucleatum, F. necrophorum y F. mortiferum. Las infecciones por Fusobacterium se han relacionado con afecciones como la periodontitis, la enfermedad inflamatoria intestinal, el cáncer colorrectal y los abortos espontáneos.

Un absceso periapical es una complicación dental que ocurre cuando hay una infección en el tejido blando alrededor del extremo de la raíz de un diente. Esta condición generalmente se desarrolla como resultado de una caries dental profunda no tratada, que permite que las bacterias invadan el interior del diente (la pulpa) y cause una infección.

La infección puede propagarse desde la pulpa hasta el tejido periapical que rodea la raíz del diente, lo que provoca inflamación y la acumulación de pus, formando un absceso. Los síntomas comunes de un absceso periapical incluyen dolor dental intenso y persistente, sensibilidad al calor o al frío, hinchazón y enrojecimiento de las encías, mal sabor en la boca y fiebre leve.

El tratamiento de un absceso periapical generalmente implica la eliminación de la infección a través de un procedimiento llamado endodoncia o tratamiento de conducto, que consiste en eliminar el tejido pulpar infectado, desinfectar y sellar el conducto radicular del diente. En algunos casos, es posible que se necesite la extracción del diente si la infección es extensa o el daño es irreversible. El uso de antibióticos también puede ser necesario para tratar la infección y prevenir su propagación a otras partes del cuerpo.

Un absceso retrofaríngeo es una acumulación de pus en el espacio situado detrás de la faringe o garganta. Esta área se conoce como el espacio retrofaríngeo y está rodeada por músculos y tejidos suaves. El absceso retrofaríngeo puede desarrollarse como resultado de una infección bacteriana que se propaga desde los senos paranasales, la nasofaringe o la orofaringe.

Los síntomas más comunes del absceso retrofaríngeo incluyen dolor de garganta intenso y repentino, dificultad para tragar, fiebre alta, rigidez del cuello, voz ronca o afónica, y ganglios linfáticos inflamados en el cuello. En casos graves, el absceso retrofaríngeo puede causar dificultad para respirar y requerir atención médica inmediata.

El diagnóstico de un absceso retrofaríngeo generalmente se realiza mediante una evaluación clínica y estudios de imágenes, como una tomografía computarizada o una resonancia magnética. El tratamiento suele incluir antibióticos para tratar la infección y drenaje quirúrgico del absceso. La cirugía puede realizarse mediante incisión y drenaje o mediante un procedimiento menos invasivo llamado punción aspiración con aguja fina (PAAF).

Es importante buscar atención médica de inmediato si se sospecha un absceso retrofaríngeo, ya que la infección puede propagarse rápidamente y causar complicaciones graves, como la sepsis o la mediastinitis (inflamación del tejido situado en el centro del pecho).

Craneotomía es un procedimiento quirúrgico en el cual se realiza un abertura o hueco en el cráneo para acceder al cerebro. Este procedimiento se lleva a cabo por diversas razones, como por ejemplo: aliviar la presión intracraneal, extraer tumores cerebrales, reparar vasos sanguíneos rotos o lesionados en el cerebro, o colocar dispositivos para monitorear o estimular el cerebro.

La cirugía comienza con una incisión en el cuero cabelludo y la separación de los tejidos blandos del cráneo. Después, se realiza un agujero en el hueso craneal utilizando herramientas especiales, como taladros o sierras. El hueso se retira y se coloca a un lado, formando una "tapa" que puede volver a colocarse después de la cirugía.

La craneotomía requiere una planificación cuidadosa y precisión quirúrgica para minimizar el riesgo de complicaciones, como infección, sangrado o daño al cerebro. Después de la cirugía, es posible que se necesiten medicamentos para controlar el dolor y prevenir la infección. La recuperación puede variar dependiendo del tipo y la extensión de la cirugía, pero generalmente requiere un tiempo de reposo en cama y limitar las actividades durante varias semanas o meses.

Los traumatismos encefálicos, también conocidos como lesiones cerebrales traumáticas, se refieren a daños o lesiones en el tejido cerebral que resultan de un trauma físico. Estos traumas pueden ser causados por una variedad de eventos, como accidentes automovilísticos, caídas, lesiones deportivas, actos violentos o incluso explosiones militares.

Existen dos tipos principales de traumatismos encefálicos: los traumatismos cerrados y los abiertos. Los traumatismos cerrados ocurren cuando el cerebro se mueve violentamente dentro del cráneo después de un impacto, pero el cráneo permanece intacto. Por otro lado, los traumatismos encefálicos abiertos, también llamados penetrantes, suceden cuando un objeto penetra directamente en el cráneo y el tejido cerebral.

Los síntomas de un traumatismo encefálico pueden variar ampliamente dependiendo de la gravedad y la ubicación de la lesión. Algunos síntomas comunes incluyen dolores de cabeza, mareos, náuseas, vómitos, confusión, somnolencia, dificultad para hablar, pérdida de memoria, visión doble o borrosa, zumbido en los oídos y sensibilidad a la luz o el sonido. En casos graves, las personas pueden experimentar convulsiones, coma o incluso la muerte.

El tratamiento de un traumatismo encefálico depende de su severidad. Puede incluir medicamentos para aliviar el dolor y reducir la inflamación, reposo y observación en un entorno hospitalario, terapia física o de rehabilitación, cirugía para eliminar coágulos sanguíneos o reparar fracturas craneales, o incluso cuidados paliativos en casos graves. La prevención es clave para reducir el riesgo de sufrir un traumatismo encefálico, lo que implica usar cinturones de seguridad y sistemas de retención infantil, usar cascos al montar bicicletas o motocicletas, y tomar precauciones al practicar deportes de contacto.

La tomografía computarizada por rayos X, también conocida como TC o CAT (por sus siglas en inglés: Computerized Axial Tomography), es una técnica de diagnóstico por imágenes que utiliza radiación para obtener detalladas vistas tridimensionales de las estructuras internas del cuerpo. Durante el procedimiento, el paciente se coloca sobre una mesa que se desliza dentro de un anillo hueco (túnel) donde se encuentran los emisores y receptores de rayos X. El equipo gira alrededor del paciente, tomando varias radiografías en diferentes ángulos.

Las imágenes obtenidas son procesadas por un ordenador, el cual las combina para crear "rebanadas" transversales del cuerpo, mostrando secciones del tejido blando, huesos y vasos sanguíneos en diferentes grados de claridad. Estas imágenes pueden ser visualizadas como rebanadas individuales o combinadas para formar una representación tridimensional completa del área escaneada.

La TC es particularmente útil para detectar tumores, sangrado interno, fracturas y otras lesiones; así como también para guiar procedimientos quirúrgicos o biopsias. Sin embargo, su uso está limitado en pacientes embarazadas debido al potencial riesgo de daño fetal asociado con la exposición a la radiación.

El encéfalo, en términos médicos, se refiere a la estructura más grande y complexa del sistema nervioso central. Consiste en el cerebro, el cerebelo y el tronco del encéfalo. El encéfalo es responsable de procesar las señales nerviosas, controlar las funciones vitales como la respiración y el latido del corazón, y gestionar las respuestas emocionales, el pensamiento, la memoria y el aprendizaje. Está protegido por el cráneo y recubierto por tres membranas llamadas meninges. El encéfalo está compuesto por billones de neuronas interconectadas y células gliales, que together forman los tejidos grises y blancos del encéfalo. La sangre suministra oxígeno y nutrientes a través de una red de vasos sanguíneos intrincados. Cualquier daño o trastorno en el encéfalo puede afectar significativamente la salud y el bienestar general de un individuo.

Un absceso peritonsilar es una acumulación de pus en el tejido que rodea las amígdalas, llamado tejido peritonsilar. Este tipo de infección suele ser causada por bacterias y puede ocurrir como complicación de un dolor de garganta o amigdalitis previa. Los síntomas pueden incluir dolor intenso en la garganta, dificultad para tragar, fiebre, mal aliento y ganglios linfáticos inflamados en el cuello. El tratamiento generalmente implica drenaje quirúrgico del absceso y antibióticos para tratar la infección bacteriana subyacente. Es importante buscar atención médica si se sospecha un absceso peritonsilar, ya que puede causar complicaciones graves si no se trata adecuadamente.

La sinusitis frontal es una inflamación e infección de los senos paranasales, específicamente del seno frontal, que se encuentra en la frente encima de los ojos. Este tipo de sinusitis causa presión y dolor en la frente, así como otros síntomas como congestión nasal, secreción nasal, tos y malestar general. Puede ser causada por una infección viral, bacteriana u otra afección subyacente que provoque inflamación en el seno frontal. El tratamiento puede incluir medicamentos para aliviar los síntomas y reducir la inflamación, así como antibióticos si la causa es bacteriana. En casos graves o recurrentes, se pueden considerar procedimientos quirúrgicos para drenar el seno frontal y prevenir futuras infecciones.

La Telangiectasia Hemorrágica Hereditaria (THH) es una enfermedad rara, de carácter hereditario, que afecta principalmente a los vasos sanguíneos. Se caracteriza por la aparición de telangiectasias, pequeños vasos sanguíneos dilatados y visibles bajo la piel o las mucosas, en diferentes partes del cuerpo.

Estas telangiectasias tienen tendencia a romperse y provocar sangrados, especialmente en las membranas mucosas de la nariz e intestino delgado, aunque también pueden aparecer en la piel, especialmente en manos, antebrazos, cara y cuello.

La enfermedad se va desarrollando gradualmente a lo largo de la vida, empeorando con el paso del tiempo. Los síntomas suelen comenzar entre los 20 y 30 años, aunque en algunos casos pueden aparecer durante la infancia o la adolescencia.

La THH se transmite de forma autosómica dominante, lo que significa que hay un 50% de probabilidades de heredar el gen anormal de cada progenitor afectado. Existen diferentes tipos de THH, dependiendo del gen implicado y las características clínicas de la enfermedad. Los dos genes más comúnmente asociados a la THH son el END1 y el ALK1.

El diagnóstico se basa en los síntomas y signos clínicos, así como en pruebas genéticas. No existe cura para la THH, pero existen diferentes tratamientos para controlar los síntomas y prevenir las complicaciones, como el uso de láseres para eliminar las telangiectasias o medicamentos para reducir la frecuencia de los sangrados.

'Gemella' no es un término médico generalmente utilizado para describir una condición o enfermedad específica. Sin embargo, 'Gemella' se refiere a un género de bacterias gram positivas que son comensales normales del sistema respiratorio y gastrointestinal en humanos y animales. Las especies más comunes son Gemella haemolysans y Gemella morphilorufringens. Estas bacterias pueden causar infecciones oportunistas, especialmente en individuos inmunodeprimidos o cuando se producen intervenciones quirúrgicas invasivas. Las infecciones por Gemella suelen tratarse con antibióticos de amplio espectro, como penicilinas semisintéticas o vancomicina, ya que muchas cepas son resistentes a la meticilina (MR).

En resumen, 'Gemella' se refiere a un género de bacterias gram positivas que pueden causar infecciones oportunistas en humanos y animales.

'Nocardia' es un género de bacterias gram-positivas, aunque a menudo se tiñen de gram variable o gram negativa en las muestras clínicas. Se encuentran generalmente en el suelo y la materia vegetal en descomposición. Pueden causar infecciones en humanos y animales, especialmente en individuos inmunodeprimidos. Las infecciones por Nocardia, conocidas como nocardiosis, pueden afectar a los pulmones (forma más común), piel, sistema nervioso central u otros órganos. Los síntomas varían dependiendo de la localización y extensión de la infección. El diagnóstico requiere técnicas especiales de laboratorio, como el cultivo en medios específicos y la identificación microscópica. El tratamiento suele implicar antibióticos, generalmente sulfonamidas o trimetoprim-sulfametoxazol, durante un largo período de tiempo, incluso después de que hayan desaparecido los síntomas.

Los antibacterianos son sustancias químicas o medicamentos que se utilizan para destruir o inhibir el crecimiento de bacterias. Pueden ser de origen natural, como algunas plantas y microorganismos, o sintéticos, creados en un laboratorio.

Los antibacterianos funcionan mediante la interrupción de procesos vitales para las bacterias, como la síntesis de su pared celular o la replicación de su ADN. Algunos antibacterianos solo son eficaces contra ciertas clases de bacterias, mientras que otros pueden actuar contra una gama más amplia de microorganismos.

Es importante destacar que el uso excesivo o inadecuado de los antibacterianos puede conducir al desarrollo de resistencia bacteriana, lo que hace que las cepas sean más difíciles de tratar con medicamentos existentes. Por esta razón, es crucial seguir las recomendaciones del médico en cuanto a su uso y duración del tratamiento.

El término 'mapeo encefálico' no está específicamente definido en la literatura médica o neurológica. Sin embargo, generalmente se refiere al proceso de crear un mapa detallado de la actividad cerebral, a menudo asociado con diversas técnicas de neuroimagen funcional como FMRI (resonancia magnética funcional), EEG (electroencefalografía) o PET (tomografía por emisión de positrones). Estos mapas pueden ayudar a los médicos y científicos a comprender mejor cómo diferentes partes del cerebro se relacionan con diferentes funciones, así como también pueden ser utilizados en el diagnóstico y planificación de tratamientos para condiciones que afectan el cerebro, como epilepsia, tumores cerebrales o lesiones cerebrales traumáticas.

Es importante mencionar que existen diferentes tipos de mapeos cerebrales, cada uno con sus propias técnicas e implicaciones clínicas o de investigación. Por ejemplo, el mapeo cortical se refiere específicamente a la representación topográfica de las áreas funcionales en la superficie del cerebro.

El empiema es una afección médica que involucra la acumulación de pus en un espacio corporal normalmente stéril, como el espacio pleural (que rodea los pulmones). Esto suele ocurrir como complicación de una infección pulmonar, como neumonía, bronquiectasia o absceso pulmonar. Los síntomas pueden incluir dolor en el pecho, tos, fiebre y dificultad para respirar. El tratamiento generalmente implica antibióticos y, en algunos casos, procedimientos quirúrgicos como la toracocentesis o la decorticación pleural para drenar el pus acumulado.

La neuroaspergilosis es una infección micótica invasiva del sistema nervioso central (SNC) causada por el hongo Aspergillus sp. Este hongo se encuentra ampliamente en el medio ambiente, particularmente en el polvo, la materia vegetal en descomposición y los materiales de construcción. La infección generalmente ocurre en individuos inmunodeprimidos, como aquellos con neutropenia grave, SIDA, trasplantados de órganos sólidos o neoplasias malignas hematológicas.

La neuroaspergilosis puede manifestarse como meningitis, absceso cerebral, infartos cerebrales micóticos o encefalitis. Los síntomas clínicos pueden variar y dependen de la localización y extensión de la infección. Pueden incluir dolor de cabeza, rigidez de nuca, convulsiones, déficits neurológicos focales, alteraciones mentales o coma. El diagnóstico se realiza mediante métodos microbiológicos, como el cultivo del líquido cefalorraquídeo (LCR) o la biopsia del tejido afectado, y técnicas de imagenología médica, como la resonancia magnética nuclear (RMN). El tratamiento generalmente consiste en una combinación de antifúngicos, como voriconazol o liposomal amfotericina B, junto con medidas de soporte y, en algunos casos, cirugía para eliminar el tejido necrótico. La neuroaspergilosis tiene un pronóstico desfavorable, con una tasa de mortalidad que puede alcanzar hasta el 80-100% en ausencia de tratamiento o en pacientes gravemente inmunodeprimidos.

En términos médicos, un "resultado fatal" se refiere a un desenlace desfavorable de un diagnóstico, condición de salud, procedimiento o tratamiento que resulta en la muerte del paciente. Es un término formal y objetivo utilizado para describir una situación en la cual los esfuerzos terapéuticos no han podido revertir el curso de una enfermedad grave o lesión, y desafortunadamente conduce al fallecimiento del individuo.

Es importante mencionar que este término se utiliza con precaución y respeto, dada la naturaleza delicada y sensible de la situación. La comunicación de un resultado fatal a los familiares o cuidadores del paciente suele ser una parte difícil del trabajo médico, y se realiza siempre con empatía y compasión.

Las infecciones estafilocócicas son infecciones causadas por bacterias del género Staphylococcus, más comúnmente Staphylococcus aureus. Estas bacterias pueden infectar la piel y tejidos blandos, causando una variedad de síntomas que van desde ampollas e irritación cutánea hasta abscesos, celulitis e impétigo. En casos más graves, las infecciones estafilocócicas pueden diseminarse a órganos internos y causar enfermedades potencialmente mortales, como neumonía, endocarditis e intoxicación alimentaria.

Las infecciones estafilocócicas pueden ser adquiridas en la comunidad o en el hospital (infecciones nosocomiales). Las cepas hospitalarias a menudo son más resistentes a los antibióticos y, por lo tanto, pueden ser más difíciles de tratar.

El tratamiento de las infecciones estafilocócicas generalmente implica el uso de antibióticos, aunque la resistencia a los antibióticos es una preocupación creciente. En algunos casos, se pueden requerir procedimientos quirúrgicos para drenar abscesos o tejido necrótico.

Las medidas preventivas incluyen el lavado regular de manos, la limpieza adecuada de heridas y la prevención del contacto con personas infectadas. Las personas con sistemas inmunológicos debilitados, como aquellas con diabetes o enfermedades crónicas, pueden tener un mayor riesgo de desarrollar infecciones estafilocócicas graves y complicadas.

La rigidez muscular se define en medicina como la resistencia persistente e involuntaria al movimiento pasivo de un músculo o grupo muscular. Esta condición puede ser el resultado de una variedad de factores, que incluyen lesiones, enfermedades neurológicas, reacciones adversas a medicamentos y trastornos metabólicos. La rigidez muscular puede manifestarse como espasmos, contracturas o rigidez generalizada del músculo, lo que puede causar dolor, limitación funcional y dificultad para realizar actividades diarias. El tratamiento de la rigidez muscular depende de la causa subyacente y puede incluir terapia física, medicamentos, inyecciones de relajantes musculares o cirugía en casos graves.

La meningitis aséptica, también conocida como meningitis no purulenta o meningitis serosa, es un término médico utilizado para describir la inflamación de las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal (meninges), en ausencia de evidencia bacteriana o viral confirmada en el líquido cefalorraquídeo (LCR). A diferencia de la meningitis bacteriana o vírica, donde se aíslan microorganismos patógenos específicos del LCR, en la meningitis aséptica, las pruebas de laboratorio no revelan la presencia de bacterias u otros microorganismos.

La causa más común de meningitis aséptica es una infección viral, especialmente por enterovirus, aunque también puede ser el resultado de otras enfermedades sistémicas, reacciones a medicamentos, procesos inflamatorios o autoinmunes, y algunas veces, su origen permanece desconocido (idiopática).

Los síntomas clínicos de la meningitis aséptica pueden ser similares a los de otras formas de meningitis, incluyendo dolor de cabeza, rigidez de cuello, fiebre, fotofobia (intolerancia a la luz), y cambios en el estado mental o comportamiento. Sin embargo, los pacientes con meningitis aséptica generalmente tienen un curso clínico menos grave y una mejor evolución que aquellos con meningitis bacteriana.

El diagnóstico diferencial de la meningitis aséptica requiere pruebas de laboratorio exhaustivas, incluyendo análisis del LCR, cultivo bacteriano y viral, y estudios de citología, química y serología. El tratamiento depende de la causa subyacente y puede incluir medicamentos antivirales, antiinflamatorios o inmunomoduladores, así como soporte de los síntomas y signos clínicos.

No existe una definición médica específica para "Enciclopedias como Asunto" ya que esta frase parece ser una expresión coloquial o un título en lugar de un término médico. Sin embargo, si nos referimos al término "enciclopedia" desde un punto de vista educativo o del conocimiento, podríamos decir que se trata de una obra de consulta que contiene información sistemática sobre diversas áreas del conocimiento, organizadas alfabética o temáticamente.

Si "Enciclopedias como Asunto" se refiere a un asunto médico en particular, podría interpretarse como el estudio o la investigación de diferentes aspectos relacionados con las enciclopedias médicas, como su historia, desarrollo, contenido, estructura, impacto en la práctica clínica y la educación médica, entre otros.

Sin un contexto más específico, es difícil proporcionar una definición médica precisa de "Enciclopedias como Asunto".

Los músculos del cuello, también conocidos como músculos cervicales, son un grupo de músculos que se encuentran en la región anatómica del cuello y se encargan de diversas funciones, como la movilidad de la cabeza, la postura, la estabilización de la columna vertebral cervical y la protección de vasos sanguíneos y nervios importantes.

Existen diferentes grupos de músculos en el cuello, entre los que se incluyen:

1. Músculos suboccipitales: Se encuentran en la parte más alta del cuello, justo debajo de la base del cráneo. Están formados por cuatro músculos (recto posterior mayor, recto posterior menor, oblicuo superior y oblicuo inferior) que se encargan de la movilidad de la cabeza en relación con el cráneo, especialmente en las rotaciones y flexiones laterales.

2. Músculos prevertebrales: Se sitúan en la parte anterior del cuello y están formados por varios músculos (longus capitis, longus colli, recto anterior mayor y recto anterior menor) que se insertan en las vértebras cervicales y cráneo. Su función principal es la flexión de la cabeza y el cuello, así como la estabilización de la columna vertebral.

3. Músculos laterales del cuello: Estos músculos se encuentran en los lados del cuello y están formados por diferentes capas. La capa superficial está compuesta por el esternocleidomastoideo y el trapecio, mientras que la capa profunda incluye músculos como el escaleno anterior, medio y posterior, el esplenio del cuello y el longissimus capitis. Estos músculos se encargan de la rotación, flexión y extensión lateral de la cabeza, además de ayudar a la inspiración en el caso de los escalenos.

4. Músculos suprahyoides y infrahioides: Situados en la región de la garganta, los músculos suprahioides (digástrico, estilo-hioideo, genihioideo y milo-hioideo) participan en la elevación del hioides y la apertura de la boca, mientras que los infrahioides (esternotiroides, tirohioides, omohioides y esternohioides) contribuyen a la deglución, la fonación y la depresión del hioides.

En definitiva, el complejo muscular del cuello desempeña un papel fundamental en la movilidad, estabilización y protección de la columna cervical, así como en la respiración, deglución y fonación. Las lesiones o trastornos en estos músculos pueden derivar en diversas patologías, como contracturas, tortícolis, dolores de cabeza, mareos o vértigos, entre otras. Por ello, es importante mantener una buena postura y realizar ejercicios de fortalecimiento y estiramiento regularmente para preservar la salud y el bienestar de esta zona del cuerpo.

La meningitis bacteriana es una infección grave y potencialmente mortal que involucra las membranas protectoras (meninges) que rodean el cerebro y la médula espinal. La forma bacteriana de esta afección es causada por diversos tipos de bacterias, siendo Neisseria meningitidis (meningococo) uno de los principales agentes patógenos responsables de las meningitis bacterianas.

Esta enfermedad se caracteriza por la inflamación e irritación de las meninges, lo que puede provocar síntomas como rigidez en el cuello, fiebre alta, dolor de cabeza intenso, náuseas, vómitos, sensibilidad a la luz y cambios mentales. En casos graves, pueden presentarse complicaciones como convulsiones, pérdida auditiva, daño cerebral o incluso la muerte.

El contagio de meningitis bacterianas suele producirse a través de gotitas infectadas que se propagan al toser o estornudar, aunque también puede transmitirse por contacto cercano y prolongado con una persona infectada, especialmente en entornos residenciales como guarderías, colegios o cuarteles militares.

El tratamiento temprano con antibióticos es crucial para mejorar el pronóstico y prevenir complicaciones a largo plazo. La vacunación preventiva también está disponible contra algunos de los serogrupos más comunes de meningococo, como los serogrupos A, C, W e Y, así como contra el serogrupo B, que es responsable de aproximadamente un tercio de los casos de meningitis bacteriana en los Estados Unidos.

Las pruebas de irritación de la piel, también conocidas como pruebas de sensibilización dérmica, son procedimientos diagnósticos utilizados para determinar si una sustancia específica puede causar una respuesta alérgica o irritante en la piel de un individuo. Estas pruebas se realizan generalmente en personas que han experimentado síntomas como enrojecimiento, picazón, inflamación o ampollas después de exponerse a ciertos productos químicos, fármacos u otras sustancias.

Existen dos tipos principales de pruebas de irritación de la piel: pruebas epicutáneas y pruebas de exposición abierta o controlada.

1. Pruebas epicutáneas: Durante este procedimiento, se aplica una pequeña cantidad de la sustancia sospechosa sobre la piel del paciente, generalmente en el brazo o la espalda, y se cubre con un parche adhesivo durante un período determinado (normalmente 48 horas). Después de retirar el parche, se observa la reacción cutánea. Si aparece enrojecimiento, hinchazón o formación de ampollas, indica que el paciente es sensible o alérgico a esa sustancia.

2. Pruebas de exposición abierta o controlada: En estos casos, se aplica directamente la sustancia sospechosa sobre la piel limpia y se observan los posibles signos de irritación o alergia durante un período corto (menos de 1 hora) o largo (hasta varios días).

Es importante mencionar que, aunque las pruebas de irritación de la piel son útiles para identificar posibles reacciones adversas a ciertas sustancias, no siempre se pueden predecir con exactitud los resultados en condiciones reales de exposición. Además, existen riesgos asociados con estas pruebas, como la posibilidad de desarrollar una reacción alérgica severa o infecciosa en el sitio de aplicación. Por lo tanto, siempre es recomendable consultar con un especialista antes de realizar cualquier tipo de prueba cutánea.

El mentón, en términos médicos, se refiere a la prominencia inferior de la mandíbula humana. Es el área pronunciada y puntiaguda debajo de los labios y constituye la parte más baja y anterior de la cara. El desarrollo y la forma del mentón pueden variar considerablemente entre las personas, y algunas características del mentón pueden tener implicaciones en la salud oral y general. Por ejemplo, un mentón retraído o prominente puede estar asociado con ciertos trastornos dentales o maxilofaciales.

Meningitis, encefalitis, absceso encefálico y empiema». Harrison online en español. McGraw-Hill. Consultado el 10 de enero de ...
Meningitis, encefalitis, absceso encefálico y empiema». Harrison online en español. McGraw-Hill. Consultado el 10 de enero de ...
Meningitis, encefalitis, absceso encefálico y empiema». Harrison online en español. McGraw-Hill. Consultado el 10 de enero de ...
G07) Absceso y granuloma intracraneal e intraespinal en enfermedades clasificadas en otras partes. Absceso encefálico amebiano ... G06.0) Absceso y granuloa intracraneal. Absceso embólico de encéfalo (cualquier parte), cerebelo, cerebro, otógeno. Absceso o ... G06.1) Absceso y granuloma intraespinal. Absceso (embólico) de la médula espinal (cualquier parte; epidural, extradural o ... Abscesos y granulomas intracraneales e intraespinales. Use códigos adicionales (B95-B97), si desea identificar el agente ...
Se deben a la rotura de un vaso sanguíneo encefálico debido a un pico hipertensivo o a un aneurisma congénito. Pueden ... Estenosis por fenómenos compresivos sobre la pared vascular: abscesos, quistes, tumores y otros. ... accidente vascular encefálico, apoplejía, apoplejía cerebral, enfermedad cerebrovascular aguda y enfermedad vascular cerebral ...
Por ejemplo, la aparición brusca de anisocoria después de un traumatismo encefálico, orienta a una posible causa hemorrágica; ... abscesos cerebrales. 4. Medicamentos oftalmológicos: Atropina, otros. 5. Otras: Glaucoma. Los antecedentes, la historia clínica ...
Este trastorno le causó un absceso retroperitoneal y un íleo paralítico. Se lo operó, pero falleció poco después de la ... mientras Jakob hacía notables contribuciones en el campo del traumatismo encefálico y la degeneración nerviosa secundaria. ...
en el lóbulo frontal), gravemente discapacitante (como en la médula espinal) o mortal (por ejemplo, en el tronco encefálico).[ ... Las infecciones tras la lesión craneal, ya sean extracraneales y craneales, por ejemplo infección en heridas, abscesos ... cerebelo y tallo encefálico hasta el nivel vertebral de T1.[4]​ La alteración de la función cerebral se define como uno de los ... de hueso deprimido es propenso a ser contaminado con bacterias de la piel lo que puede conducir a la formación de abscesos ...
Ese extraño síntoma encefálico se había iniciado aquel día por la mañana y revelaba el gravísimo y pavoroso curso de la ... una mastoiditis supurada o la ruptura de un absceso cerebral en las meninges. Algunos autores piensan que es posible que los ... y Pseudomonas se ve favorecida por la presencia de un absceso cerebral, enfermedades asociadas con un déficit inmunitario o ... epidémica Meningoencefalitis Meningitis fúngica Meningitis de Mollaret Meningitis tuberculosa Meningococemia Absceso cerebral ...
2000).[4]​ Los glioblastomas intraventriculares son excepcionales.[26]​ Los glioblastomas del tronco encefálico son poco ... abscesos, formas atípicas de esclerosis múltiple o linfoma.[74]​ Podemos concluir afirmando que el primer paso que hay que ...
Meningitis, encefalitis, absceso encefálico y empiema». Harrison online en español. McGraw-Hill. Consultado el 10 de enero de ...
Lesiones que ocupan espacio (p. ej., tumor, edema o absceso encefálico; contusiones; hematomas) ... comprime el tronco encefálico, lo retuerce y produce isquemia focal del tronco encefálico. Se comprime el tercer ventrículo ... comprime el tronco encefálico, lo retuerce y produce isquemia focal del tronco encefálico. ... Finalmente, el tronco encefálico superior y el área que se encuentra en el tálamo o alrededor de éste ...
Absceso Encefálico - Concepto preferido UI del concepto. M0002867. Nota de alcance. Colección circunscrita de exudado purulento ... absceso cerebral. Nota de alcance:. Colección circunscrita de exudado purulento en el cerebro, producida por infecciones ... La mayoría de los abscesos cerebrales están causados por diseminación de material infectado desde un foco de supuración en ... Absceso Encefálico Español de España Descriptor. ... Absceso Cerebral. Código(s) jeráquico(s):. C01.207.090. C01.830 ...
Absceso Encefálico (1) *Mostrar más.... Tipo de estudio * Risk_factors_studies (3) ...
Absceso Encefálico (1) * Infecciones del Sistema Nervioso Central (1) * Infección (38) * Micosis (3) ...
Un tumor en la parte posterior del cerebro que esté ejerciendo presión sobre el tronco encefálico ... como un tumor o un absceso). Esto puede ocasionar daño cerebral o muerte. Este examen no se hace si otro examen o prueba ... Esto puede ser peligroso porque está muy cerca del tronco encefálico. Siempre se realiza con una fluoroscopia u otro método de ... absceso o una enfermedad desmielinizante (como la esclerosis múltiple). ...
8. Trauma cráneo encefálico • Hematoma subgaleal • Rupturas venas emisarias (conexiones entre los senos venosos y venas del ... que es donde también se pueden acumular colecciones serosas o abscesos.  Por ultimo está el periostio, conocido como ...
Absceso Encefálico (1) Absceso Epidural (1) Mostrando items 1-10. * * Página siguiente ...
Abscesos renales bilaterales multifocales por Candida albicans Edwin A. Rodríguez Arias, Liset C. Santoya Espinosa, Juan Pablo ... Leucoencefalopatía multifocal progresiva en tronco encefálico Ignacio Saguier Padilla, Cinthya Reznik, Rafael Aguirre, y otros ...
El síndrome encefálico se caracteriza por la afectación del nervio trigémino, del núcleo del trigémino y del tronco encefálico ... castración, aretado, a través de abscesos en las sueloas de las pezuñas, etc), pero también causadas por retículoperitonitis ... En el tronco encefálico la neurotoxina inhibe la actividad inhibitoria de neuronas motoras, lo que conduce a su contracción ... En el diagnóstico diferencial considerar diversas otras lesiones, como abscesos, o trauma, y enfermedades como ...
... fistulas cauterizadas o drenaje de abscesos en Atharvaveda y Ayurveda dos de sus libros sagrados datado en 800 a.C precursor ... traumatismo cráneo encefálico)  Sushutra Samitra cirujano egipcio resalta la importancia del estudio teórico/práctico. ...
... absceso) cerca de la médula espinal ... Brazo y pierna del mismo lado del cuerpo: trastorno encefálico ...
Especialmente, el tronco encefálico que conecta el encéfalo con el resto del cuerpo. ... abscesos cerebrales, meningitis o trastornos mentales como la esquizofrenia crónica. ...
... tronco encefálico y/o participación cortical cerebral) o compromiso del sistema nervioso periférico. Se h identificado una ... que puede estar acompañada de hipoplasia del tronco encefálico. Tanto en las CDG como en la aciduria 4-hidroxibutírica o ...
ABSCESO CEREBRAL EN LA TELANGIECTASIA HEMORRÁGICA HEREDITARIA: DATOS DEL REGISTRO RITHHA EV-040. ANÁLISIS DEMOGRÁFICO, CLÍNICO ... TRATAMIENTO ANTITROMBÓTICO QUE REALIZAN LOS PACIENTES CUANDO SUFREN UN INFARTO ENCEFÁLICO Y PRESENTABAN FIBRILACIÓN AURICULAR ...
Absceso formado en los tegumentos de la cabeza. Origen de la palabra: (De talpa.) ... Encefálico (encefálica) , definicion de encefalico Categorías Diccionario subliminales , definicion de subliminal. Neuralgia , ...
Absceso cutáneo, furúnculo y ántrax I64X Accidente vascular encefálico agudo, no especificado como hemorrágico o isquémico ...
extraparenquimatosas, neoplasias y abscesos.. La imagen que se obtiene en las primeras horas después del infarto no suelen ... La muerte del tejido encefálico en 4 a 10 min. Si la irrigación es ˂20 ml/100 g de tejido/min ...
Abscesos periamigdalinos. *Adenoides y adenoidectomías. *Alimentar a su hijo con fisura labiopalatina ... Prueba de respuesta auditiva del tronco encefálico (RATE). *Pérdida auditiva. *Ronquera. *Síndrome de Morquio tipo A ...
Abscesos periamigdalinos. *Adenoides y adenoidectomías. *Alimentar a su hijo con fisura labiopalatina ... Prueba de respuesta auditiva del tronco encefálico (RATE). *Pérdida auditiva. *Ronquera. *Síndrome de Morquio tipo A ...
... se presentan en el tronco encefálico.[2] Las metástasis en el cerebro son múltiples en más de 70% de los casos, pero también se ... se deben diferenciar de otras lesiones que ocupan espacio como abscesos, malformaciones arteriovenosas e infarto, que pueden ...
... se deben diferenciar de otras lesiones que ocupan espacio como abscesos, malformaciones arteriovenosas e infarto, que pueden ... neoformativo que tiene origen en alguna de las estructuras que contiene la cavidad craneal como el parénquima encefálico, ...
El diagnóstico definitivo de todas las enfermedades por priones depende del examen histopatológico del tejido encefálico, y ... Meningitis y absceso cerebral par eddynoy velasquez. Meningitis y absceso cerebral eddynoy velasquez•3.6K. vues ...
Absceso cerebral. Cuidado operatorio. *El punto de Kocher se identifica 1-2 cm anterior a la sutura coronal en la línea ... Cuarto ventrículo: entre el tronco encefálico y el cerebelo. Sistema ventricular aislado del cerebro:. Tenga en cuenta los ...
Drenar una bolsa llena de pus infectada (absceso). 15 y tijera d longitudinal en la duramadre. WebDescripción del Articulo El ... application/pdf 2.Una vez expuesto el tejido 12.Se proporciona separador d encefálico, separa el área Leyla con espátula ...
Los niveles de anandamida son más altos en algunas regiones del cerebro, como el tronco encefálico. Algunos de los estudios más ... abscesos en la piel y enfermedades cardiacas. De acuerdo a numerosos estudios científicos, esta es una de las más peligrosas ...
Un varón de 25 años de edad tiene un absceso por una cepa de Staphylococcus Os lobos frontais do córtex cerebral controlam, ... neste caso o trauma ocorre pela aceleração ou desaceleração e o conteúdo encefálico sofre um impacto pela caixa craniana por ... Absceso hepático alexia. g. Lactobacillus acidophilus Osteomioarticular: sem alterações significativas. normocefalo, con ...
... suelen ser más heterogéneos y menos definidos y pueden imitar una neumonía o un absceso pulmonar. Int J Clin Exp Med. [ Links ... La ecografía a las 33 semanas 1 día mostró feto en cefálico, crecimiento adecuado, líquido amniótico normal, movimientos ...
... études rotary aldrich renegociación logres incluyo realizarían absceso corrigió lanzarme pdc incluimos niñitas preséntate ... interrumpiste expulsará conocerías aic arquerías titubeos hogaza desgastar constando bobas desolados hipnotizada encefálico ... magua hy recubren discover complacientes aparentaba babas dilatados catapultó perseguirla borrosos nunciatura masturbo abscesos ...
  • En los casos más graves, el paciente es incapaz de doblar el tronco. (wikipedia.org)
  • tumor en la fosa posterior, hemorragia cerebelosa) comprime el tronco encefálico, lo retuerce y produce isquemia focal del tronco encefálico. (msdmanuals.com)
  • Esto puede ser peligroso porque está muy cerca del tronco encefálico. (medlineplus.gov)
  • El síndrome encefálico se caracteriza por la afectación del nervio trigémino, del núcleo del trigémino y del tronco encefálico. (perulactea.com)
  • Especialmente, el tronco encefálico que conecta el encéfalo con el resto del cuerpo. (neuro-class.com)
  • La mayoría de los abscesos cerebrales están causados por diseminación de material infectado desde un foco de supuración en cualquier parte del cuerpo, principalmente SENOS PARANASALES, OÍDO MEDIO, CORAZÓN (ver también ENDOCARDITIS BACTERIANA) y PULMONES. (bvsalud.org)
  • Además, estos episodios lúcidos no solo se limitan a las demencias, sino que también parecen ocurrir en pacientes con tumores cerebrales, accidentes cerebrovasculares , abscesos cerebrales, meningitis o trastornos mentales como la esquizofrenia crónica. (neuro-class.com)
  • 4 ] En general, la incidencia de los tumores cerebrales primarios es más alta en los individuos de raza blanca que en los de raza negra y la mortalidad es mayor entre los varones, en comparación con las mujeres. (blogspot.com)
  • Independientemente de que los tumores cerebrales sean primarios, metastásicos, malignos o benignos, se deben diferenciar de otras lesiones que ocupan espacio como abscesos, malformaciones arteriovenosas e infarto, que pueden tener una presentación clínica similar. (blogspot.com)
  • No tiene drenaje linfático (salida a través de los ganglios) y la diseminación a través de la sangre es muy rara, por lo que los tumores cerebrales primarios, es decir, los que se originan en el cerebro casi nunca se extienden al resto del organismo salvo en algún tipo muy concreto de tumor cerebral. (especialcancer.com)
  • La rigidez de la nuca es el signo patognomónico de la irritación meníngea, como la meningitis. (wikipedia.org)
  • ambos lóbulos temporales se hernian a través de la incisura tentorial debido a los efectos de masa bilaterales o el edema encefálico difuso. (msdmanuals.com)
  • El tumor cerebral o intracraneal se define habitualmente como todo aquel proceso expansivo neoformativo que tiene origen en alguna de las estructuras que contiene la cavidad craneal como el parénquima encefálico, meninges, vasos sanguíneos, nervios craneales, glándulas, huesos y restos embrionarios. (especialcancer.com)
  • La enfermedad cerebrovascular es la segunda causa de muerte y la primera de discapacidad en nuestro medio, constituyendo un grave problema de salud pública. (revclinesp.es)
  • Absceso cerebral Un absceso cerebral es una bolsa de pus localizada en el cerebro. (merckmanuals.com)
  • La inflamación del tronco encefálico (rombencefalitis), la cerebritis, el absceso cerebral y el absceso espinal son complicaciones infrecuentes de la enfermedad diseminada en pacientes inmunodeprimidos. (medscape.com)
  • El traumatismo cerebral es un tema de salud pública de gran preocupación, sobre todo entre los adolescentes de sexo masculino y adultos jóvenes entre las edades de 15 y 24 años, como también, entre los ancianos de ambos sexos de 75 años o mayores de 75. (nih.gov)
  • Qué es el traumatismo cerebral? (nih.gov)