La médula de las
glándulas suprarrenales está formada por cromafines que rodean los vasos sanguíneos más grandes. Las
células cromafines están inervadas por fibras simpáticas preganglionares del sistema nervioso autónomo, de modo que cuando se activa el sistema nervioso simpático (como ocurre en caso de estrés) segregan unas hormonas, las
catecolaminas. La adrenalina (o
epinefrina) constituye el 80% de la secreción de la médula, mientras que la noradrenalina (
norepinefrina) es el 20% restante. Ambas hormonas son simpaticomiméticas, es decir imitan los efectos de la estimulación simpática por el sistema nervioso autónomo. Las
catecolaminas ayudan al organismo a prepararse para combatir el estrés: cuando éste se produce, los impulsos recibidos por el hipotálamo son transmitidos a las
neuronas simpáticas pregangliónicas que estimulan las células cromafinas para que produzcan adrenalina y noradrenalina. Ambas hormonas aumentan la presión arterial, aceleran la frecuencia ...