Células que revisten la parte externa de los BLASTOCITOS. Después de implantarse en el ENDOMETRIO, los trofoblastos se desarrollan en dos capas distintas, una interior de citotrofoblastos mononucleares y una capa externa de citoplasma multinuclear contínua, los sincitiotrofoblastos, que forman la primera interface materno-fetal (PLACENTA).
Órgano materno-fetal de los mamíferos muy vascularizado y lugar importante de transporte de oxígeno, nutrientes y productos fetales de desechos. Está formada por una parte fetal (VELLOSIDADES CORIÓNICAS) derivada de los TROFOBLASTOS y una parte materna (DECIDUA) que deriva del ENDOMETRIO uterino. La placenta produce un conjunto de hormonas esteroides, protéicas y peptídicas (HORMONAS PLACENTARIAS).
Desarrollo de la PLACENTA, un órgano feto-materno de los mamíferos altamente vascularizado y el sitio principal de transporte de oxigeno, nutrientes y productos residuales fetales entre la madre y el FETO. El proceso comienza con la FERTILIZACIÓN, con el desarrollo de CITOTROFOBLASTOS y SINCITIOTROFOBLASTOS, la formación de VELLOSIDADES CORIÓNICAS y el progresivo aumento de los VASOS SANGUÍNEOS para mantener el crecimiento del feto.
Estado durante el que los mamíferos hembras llevan a sus crías en desarrollo (EMBRIÓN o FETO) en el útero, antes de nacer, desde la FERTILIZACIÓN hasta el NACIMIENTO.
Proyecciones vasculares del corión en forma de filamentos. Pueden estar libres o incrustadas dentro de la DECIDUA, formando el lugar de intercambio de sustancias entte la sangre fetal y materna(PLACENTA).
Forma metastásica maligna de tumores trofoblásticos. A diferencia de la MOLA HIDATIDIFORME, los coriocarcinomas no contienen VELLOSIDADES CORIÓNICAS sino láminas de citotrofoblastos y sincitiotrofoblastos (TROFOBLASTOS) indiferenciados. Se caracterizan por producir grandes cantidades de GONADOTROPINA CORIÓNICA. El origen tisular se puede establecer mediante análisis del ADN: origen placentario (fetal) o no placentario (CORIOCARCINOMA NO GESTACIONAL).
Primer tercio del EMBARAZO humano, desde el primer día del último período menstrual normal (MENSTRUACIÓN) hasta completar las 14 semanas (98 días) de gestación.
Revestimiento glandular de repuesta hormonal del ENDOMETRIO que se desprende en cada flujo menstrual (decidua menstrual)o al final del embarazo. Durante el embarazo, la parte más gruesa de la decidua forma la parte materna de la PLACENTA y que recibe el nombre de decidua placentalis. La parte delgada de la decidua que cubre el resto del embrión es la decidua capsular.
Implantación endometrial del EMBRIÓN DE MAMÍFEROS en la etapa de BLASTOCITO.
Proteínas producidas por órganos de la madre o de la PLACENTA durante el EMBARAZO. Pueden ser proteínas específicas del embarazo (presentes sólo durante el embarazo) o asociadas al embarazo (presentes durante el embarazo, o bajo otras condiciones tales como en la terapia hormonal o en en pacientes ciertas malignidades.)
Clase I de antígenos de superficie de histocompatibilidad humana (HLA) codificados por los alelos en el locus B del complejo HLA. Los antígenos HLA-G son considerados antígenos de clase I no clásicos debido a su diferente distribución tisular que difiere de la de los antígenos HLA-A, HLA-B y HLA-C. Se debe notar que varias isoformas de los antígenos HLA-G resultan del empalme alternativo de los ARNs mensajeros producidos por el alelo HLA-G*01.
Complicación del EMBARAZO caracterizada por un complejo de sintomas que incluyen HIPERTENSIÓN materna y PROTEINURIA, con o sin EDEMA patológico. Los sintomas pueden ir de más benigno a grave. La preeclampsia generalmente se produce después de la semana 20 del embarazo pero puede desarrollarse antes, en presencia de enfermedad tromboblástica.
Procesos patológicos o funciones anormales de la PLACENTA.
Masas multinucleares producidas por la fusión de muchas células; con frecuencia asociada con las infecciones virales. En el SIDA son inducidas cuando la glicoproteína de la cubierta del virus HIV se liga al antígeno CD4 de las células T4 vecinas no infectadas. El sincitio resultante da lugar a la muerte celular y por tanto puede explicar el efecto citopático del virus.
Embrión de los mamíferos en la etapa posterior a la de MÓRULA y antes de producirse su implantación; comprende desde el estadio de 32 células al de formación de una estructura redondeada, rellena de líquido de más de cien células. El blastocisto consta de dos tejidos diferentes. La capa externa de trofoblastos da lugar a los tejidos extraembronarios. La capa de células internas da lugar al disco embrionario y finalmente al propio embrión.
Membrana extraembrionaria más externa, que rodea al embrión en desarrollo. En los REPTILES y AVES, se adhiere al cascarón y permite el intercambio de gases entre el huevo y su medio ambiente. En los MAMÍFEROS, el corion evoluciona a la contribución fetal de la PLACENTA.
Intercambio de sustancias entre la sangre materna y la la fetal en la PLACENTA mediante la CIRCULACIÓN PLACENTARIA. La barrera placentaria exclude la transmisión microbiana o víral.
Hormona polipeptídica de aproximadamente 25 kDa, producida por los SINCITIOTROFOBLASTOS de la PLACENTA, también conocida como somatomamotropina coriónica. Tiene actividad sobre el crecimiento, lactancia y la producción esteroidea luteínica tanto de la HORMONA DE CRECIMIENTO HUMANA como de la PROLACTINA. En la mujer, la secreción de lactógeno placentario comienza poco después de la implantación y aumenta 1 gr o más por día en el embarazo avanzado. El lactógeno placentario es también un antagonista de la insulina.
Órgano muscular abovedado de gruesa pared en la PELVIS de la mujer. Está formado por el fundus (el cuerpo) que es el lugar de la IMPLANTACIÓN DEL EMBRIÓN y del DESARROLLO FETAL. Después del itsmo en el extremo peritoneal del fundus está el CUELLO UTERINO abierto a la VAGINA. Después del itsmo en el extremo superior abdominal del fundus se encuentran las TROMPAS DE FALOPIO.
Membrana mucosa que reviste la cavidad uterina, sensible a las hormonas durante el CICLO MENSTRUAL y el EMBARAZO. El endometrio experimenta cambios cíclicos que caracterizan la MENSTRUACIÓN. Después de la FECUNDACIÓN, sirve para mantener el desarrollo embrionario.
Células que se propagan in vitro en un medio de cultivo especial para su crecimiento. Las células de cultivo se utilizan, entre otros, para estudiar el desarrollo, y los procesos metabólicos, fisiológicos y genéticos.
Hormona glicoproteínica gonadotrópica producida principalmente por la PLACENTA. Es similar a la HORMONA LUTEINIZANTE hipofisaria en cuanto a su estructura y función y está implicada en el mantenimiento del CUERPO LÚTEO durante el embarazo. La CG está constituida por dos subunidades, alfa y beta, sin unión covalente. En cada especie, la subunidad alfa es virtualmente identica a las tres hormonas glicoproteínias hipofisarias (TSH, LH y FSH), pero la subunidad beta es única y confiere especificidad biológica (SUBUNIDAD BETA DE GONADOTROPINA CORIÓNICA HUMANA).
Restricción progresiva del desarrollo potencial y la creciente especialización de la función que lleva a la formación de células, tejidos y órganos especializados.
Proceso de llevar un ser en desarrollo (EMBRIÓN o FETO)en el ÚTERO en los mamiferos no humanos, desde la FERTILIZACIÓN hasta el NACIMIENTO.
Tumores o cánceres del ÚTERO.
Localización histoquímica de sustancias inmunorreactivas mediante el uso de anticuerpos marcados como reactivos.
La duración de la gestación se mide a partir del primer día del último período menstrual normal. La edad gestacional se expresa en días o en semanas completas (por ejemplo los hechos que hayan ocurrido entre los 280 y 286 días completos después del comienzo del último período menstrual normal se consideran como ocurridos a las 40 semanas de gestación). Frecuentemente la edad gestacional es una fuente de confusión, cuando los cálculos se basan en las fechas de la menstruación. Para los propósitos de calcular la edad gestacional a partir del primer día del último período de menstruación normal y la fecha del parto, debe tenerse presente que el primer día es el dia cero (0) y no el día uno (1); por lo tanto, los días 0 a 6 corresponden a la "semana cero completa", los días 7 a 13 a la "semana uno completa", y la 40a. semana de la gestación es sinónimo de "semana 39 completa". Cuando no se dispone de la fecha de la última menstruación normal, la edad gestacional debe basarse en la mejor estimación clínica. Para evitar confusiones, las tabulacines deben indicar tanto las semanas como los días. (CIE-10, vol.2, ed. 2008)
Circulación de la SANGRE de madre y FETO, a través de la PLACENTA.
Último tercio del EMBARAZO humano, desde el comienzo de la 29a semana hasta completar la 42a semana (días 197 al 294) de gestación.
Factor de crecimiento de los fibroblastos de unión a la HEPARINA que puede intervenir en el desarrollo de los ESBOZOS DE LOS MIEMBROS.
Hiperplasia trofoblástica asociada a gestación normal o embarazo molar. Se caracteriza por tumefacción de las VELLOSIDADES CORIÓNICAS y elevación de la GONADOTROPINA CORIÓNICA humana. Las molas hidatiformes o embarazo molar puede clasificarse en completo o parcial, en función de su morfologia general, histopatología y cariotipo.
Secuencias de ARN que funcionan como molde para la síntesis de proteínas. Los ARNm bacterianos generalmente son transcriptos primarios ya que no requieren de procesamiento post-transcripcional. Los ARNm eucarioticos se sintetizan en el núcleo y deben exportarse hacia el citoplasma para la traducción. La mayoría de los ARNm de eucariotes tienen una secuencia de ácido poliadenílico en el extremo 3', conocida como el extremo poli(A). La función de este extremo no se conoce con exactitud, pero puede jugar un papel en la exportación del ARNm maduro desdel el núcleo así como ayuda a estabilizar algunas moléculas de ARNm al retardar su degradación en el citoplasma.
Cultivos celulares establecidos que tienen el potencial de multiplicarse indefinidamente.
Cualquiera de los procesos mediante los cuales los factores nucleares, citoplasmáticos o intercelulares influyen sobre el control diferencial del gen durante las etapas de desarrollo de un organismo.
Queratina de tipo II que se encuentra en asociación con la QUERATINA 19 en los epitelios ductal y gastrointestinal.
Crecimiento trofoblástico, que puede ser de origen gestacional o no gestacional. La neoplasia trofoblástica resultante de una gestación se describe a menudo como enfermedad trofoblástica gestacional para distinguirla de la forma de tumores de células germinales que muestran frecuentemente elementos trofoblásticos, y de la diferenciación trofoblástica que ocurre algunas veces en una gran variedad de cánceres epiteliales. El crecimiento trofoblástico gestacional tiene varias formas, incluidas la MOLA HIDATIFORME y el CORIOCARCINOMA.
Movimiento de las células de un lugar a otro. Se distingue de la CITOCINESIS que es el proceso de división del CITOPLASMA de una célula.
Retraso de un FETO en alcanzar el DESARROLLO FETAL esperado en cualquier EDAD GESTACIONAL.
Etapa inicial del desarrollo de los MAMÍFEROS. Generalmente se define como el periodo que va desde la fase de segmentación del CIGOTO hasta el final de la diferenciación embrionaria de las estructuras básicas. En el embrión humano, representa los dos primeros meses del desarrollo intrauterino y precede a los estadios de FETO.
Desarrollo morfológico y fisiológico de los EMBRIONES.
Variación de la técnica PCR en la que el cADN se hace del ARN mediante transcripción inversa. El cADN resultante se amplifica usando los protocolos PCR estándares.
Tipo más común (más de 96 por ciento) de embarazo ectópico en el que la IMPLANTACIÓN DEL EMBRIÓN extrauterina del embrión se produce en las TROMPAS UTERINAS, generalmente en la región ampular donde se produce la FERTILIZACIÓN.
Finas capas de tejidos que rodean al embrión en desarrollo. En los VERTEBRADOS, como los REPTILES, AVES y MAMIFEROS, hay cuatro membranas extraembrionarias. Éstas son el SACO VITELINO, el ALANTOIDES, el AMNIOS y el CORION. Esas membranas proporcionan protección y medio de trasporte de nutrientes y residuos.
Variante poco frecuente del CORIOCARCINOMA. Está compuesto casi en su totalidad por citotrofoblastos mononucleares (TROFOBLASTOS). Al ser baja la secreción de GCH (GONADOTROPINA CORIÓNICA)puede desarrollarse un amplio tumor antes de que la GCH pueda ser detectada.
Pérdida temprana del fruto del embarazo durante el estadio de EMBRIÓN DE MAMÍFERO en desarrollo. En el humano, este período comprende desde la segunda a la octava semana después de la fecundación.

Los trofoblastos son células especializadas en la superficie del blastocisto, una etapa temprana en el desarrollo embrionario. En los mamíferos, incluyendo a los seres humanos, el blastocisto es una estructura hueca con un núcleo de células internas llamado la masa celular interna (MCI) y un grupo externo de células más grandes llamadas trofoblastos.

Después de la implantación del blastocisto en el útero, los trofoblastos se diferencian aún más en dos tipos distintos: citotrofoblastos y sincitiotrofoblastos. Los citotrofoblastos son células más pequeñas y menos invasivas que forman una capa de células compactas alrededor del MCI. Por otro lado, los sincitiotrofoblastos son células grandes y multinucleadas que secretan enzimas proteolíticas para ayudar a la invasión del blastocisto en el endometrio uterino.

Los trofoblastos también desempeñan un papel importante en la formación de la placenta, una estructura vital que proporciona nutrientes y oxígeno al feto en desarrollo y elimina los productos de desecho. Durante el proceso de invasión trofoblástica, los sincitiotrofoblastos se fusionan con vasos sanguíneos maternos para formar una red vascular que permite la transferencia de nutrientes y gases entre la madre y el feto.

En algunas ocasiones, los trofoblastos pueden experimentar un crecimiento descontrolado y desarrollar una enfermedad llamada tumor trofoblástico gestacional (TTG). Existen varios tipos de TTG, incluyendo el coriocarcinoma, que es el tipo más agresivo y con mayor probabilidad de diseminarse a otras partes del cuerpo. El tratamiento para los tumores trofoblásticos gestacionales puede incluir cirugía, quimioterapia o radioterapia, dependiendo del tipo y grado de la enfermedad.

La placenta es un órgano vital que se desarrolla durante el embarazo en mamíferos eutérios, incluidos los humanos. Se forma a partir de la fusión del blastocisto (el cigoto en etapa temprana de desarrollo) con la pared uterina y actúa como un intercambiador de nutrientes, gases y productos de desecho entre la madre y el feto.

La placenta contiene vasos sanguíneos de la madre y del feto, lo que permite que los nutrientes y el oxígeno pasen desde la sangre materna a la sangre fetal, mientras que los desechos y dióxido de carbono se mueven en la dirección opuesta. También produce varias hormonas importantes durante el embarazo, como la gonadotropina coriónica humana (hCG), la progesterona y la relaxina.

Después del nacimiento, la placenta se expulsa del útero, un proceso conocido como alumbramiento. En algunas culturas, la placenta puede tener significados simbólicos o rituales después del parto.

La placentación es un término médico que se refiere al proceso de desarrollo y formación de la placenta durante el embarazo. La placenta es un órgano vital que se forma en el útero de la madre y se conecta con el feto a través del cordón umbilical.

La placentación implica la implantación de los blastocitos (masas de células en desarrollo) en el revestimiento del útero, seguida de la formación de tejidos especializados que permiten la transferencia de nutrientes, oxígeno y desechos entre la madre y el feto. La placentación también desempeña un papel importante en la producción de hormonas importantes durante el embarazo, como la gonadotropina coriónica humana (hCG), la progesterona y la relaxina.

La placentación es un proceso complejo que involucra interacciones entre las células maternas y fetales, así como factores genéticos y ambientales. La correcta formación de la placenta es esencial para el desarrollo normal del feto y la salud materna durante el embarazo.

El embarazo es un estado fisiológico en el que un óvulo fecundado, conocido como cigoto, se implanta y se desarrolla en el útero de una mujer. Generalmente dura alrededor de 40 semanas, divididas en tres trimestres, contadas a partir del primer día de la última menstruación.

Durante este proceso, el cigoto se divide y se forma un embrión, que gradualmente se desarrolla en un feto. El cuerpo de la mujer experimenta una serie de cambios para mantener y proteger al feto en crecimiento. Estos cambios incluyen aumento del tamaño de útero, crecimiento de glándulas mamarias, relajación de ligamentos pélvicos, y producción de varias hormonas importantes para el desarrollo fetal y la preparación para el parto.

El embarazo puede ser confirmado mediante diversos métodos, incluyendo pruebas de orina en casa que detectan la presencia de gonadotropina coriónica humana (hCG), un hormona producida después de la implantación del cigoto en el útero, o por un análisis de sangre en un laboratorio clínico. También se puede confirmar mediante ecografía, que permite visualizar el saco gestacional y el crecimiento fetal.

Las vellosidades coriónicas (VC) son protrusiones del tejido fetal que se extienden hacia la decidua (tejido materno) en el útero durante el desarrollo embrionario. Constituyen la primera estructura fetal que se forma y comienza a desarrollarse aproximadamente 12 días después de la concepción.

Las vellosidades coriónicas contienen vasos sanguíneos que permiten el intercambio de nutrientes y gases entre la madre y el feto a través de la placenta. Estas estructuras se ramifican y crecen dentro del saco gestacional, aumentando la superficie de intercambio para mantener un suministro adecuado de oxígeno y nutrientes al feto en desarrollo.

La evaluación de las vellosidades coriónicas es importante en el diagnóstico prenatal, especialmente durante la ecografía del primer trimestre. La presencia o ausencia de anormalidades en las vellosidades coriónicas puede indicar posibles problemas cromosómicos o estructurales en el feto. Además, el grosor de las vellosidades coriónicas se utiliza como un marcador para detectar síndrome de Down y otras anomalías cromosómicas durante el embarazo.

El coriocarcinoma es un tipo raro y agresivo de cáncer que se origina en los tejidos que forman la placenta durante el embarazo. Se desarrolla a partir de células trofoblásticas, que son células que normalmente forman parte del proceso de implantación del embrión en el útero y contribuyen a la formación de la placenta.

El coriocarcinoma puede ocurrir de forma aislada (forma pura) o como parte de una forma más común de cáncer gestacional llamada tumor del saco vitelino invasivo. También se puede presentar en combinación con otros tipos de tumores trofoblásticos gestacionales.

Este tipo de cáncer suele manifestarse con sangrado vaginal anormal, que puede ser leve o abundante, y puede producirse durante el embarazo o después del parto, aborto espontáneo o incluso tras la utilización de anticonceptivos hormonales. Otras posibles señales y síntomas del coriocarcinoma pueden incluir dolor abdominal, pelviano o pélvico, aumento de tamaño del útero y, en casos más avanzados, metástasis a otros órganos como los pulmones, hígado, cerebro o médula ósea.

El diagnóstico del coriocarcinoma se realiza mediante la determinación de los niveles de la gonadotropina coriónica humana (hCG) en sangre y orina, así como a través de ecografías y resonancias magnéticas para evaluar el crecimiento del tumor y posibles metástasis. El tratamiento suele consistir en quimioterapia, con cirugía y radioterapia en casos más avanzados o cuando la quimioterapia no sea eficaz. La tasa de supervivencia del coriocarcinoma es alta si se diagnostica y trata a tiempo, aunque puede variar dependiendo del estadio y la extensión del tumor en el momento del diagnóstico.

El primer trimestre del embarazo es la fase inicial de este proceso, que se extiende desde la concepción hasta la décima semana aproximadamente. En términos médicos, el embarazo se mide a partir del primer día de la última menstruación, por lo que los primeros dos días del sangrado corresponden al inicio del ciclo menstrual y no al embarazo en sí.

El primer trimestre comienza realmente once días después de la concepción, cuando el óvulo fecundado se implanta en el útero. Durante este periodo, el feto pasa por un rápido proceso de desarrollo. Al final del primer trimestre, el feto mide aproximadamente tres centímetros y pesa alrededor de 4 gramos. Sus órganos principales ya están formados, aunque aún necesitan madurar.

Este es también un momento crucial en el desarrollo del sistema nervioso central del feto. Por esta razón, el consumo de alcohol, tabaco o ciertas drogas durante el primer trimestre puede aumentar significativamente los riesgos de defectos congénitos o retrasos en el desarrollo.

Además, muchos de los síntomas más comunes del embarazo temprano, como las náuseas matutinas, la fatiga y los cambios de humor, suelen aparecer durante el primer trimestre. Estos síntomas se deben principalmente a los altos niveles hormonales que caracterizan este período.

La decidua es una membrana que reviste el útero durante el embarazo en mamíferos. Se forma a partir del endometrio y se divide en dos partes: la decidua basal, que permanece adherida al miometrio (capa muscular del útero), y la decidua capsularis y parietalis, que rodean e implantan el blastocisto (masa de células formadas después de la fertilización). La decidua desempeña un papel importante en el proceso de implantación y nutre al feto en desarrollo. Después del parto, la decidua se desprende y es expulsada del cuerpo, lo que resulta en la menstruación en las hembras no embarazadas.

Fuente: MedlinePlus, un servicio de la Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU.

La implantación del embrión, en términos médicos, se refiere al proceso biológico en el que un blastocisto (un embrión de aproximadamente cinco a seis días de desarrollo después de la fertilización) se adhiere y penetra en la pared del útero materno. Este es un paso crucial en el proceso de la reproducción humana, ya que marca el inicio de la gestación y el comienzo del desarrollo fetal.

Después de la fertilización, el óvulo fecundado viaja a través de la trompa de Falopio hacia el útero. Durante este viaje, el óvulo se divide y forma un blastocisto, que consta de dos partes: una capa externa de células llamada trofoectodermo, que eventualmente formará la placenta, y un grupo de células interiores llamado masectoderma, que dará lugar al feto.

Cuando el blastocisto llega al útero, aproximadamente entre los días cinco y siete después de la fertilización, comienza a buscar un lugar adecuado para su implantación. La superficie interna del útero, llamada endometrio, experimenta cambios cíclicos durante el ciclo menstrual en preparación para la posible implantación de un blastocisto. Durante la fase lútea del ciclo, los niveles de estrógeno y progesterona aumentan, lo que hace que el endometrio se engrose y se vascularice, creando un ambiente rico en nutrientes y oxígeno para el blastocisto.

El blastocisto se adhiere a la pared del útero mediante la interacción de moléculas especializadas en su superficie con receptores en la superficie del endometrio. La capa externa del trofoectodermo secreta enzimas que descomponen y erosionan las células del endometrio, permitiendo que el blastocisto se hunda gradualmente en el tejido y forme una conexión directa con el sistema vascular del útero. Este proceso se denomina invasión y permite que el blastocisto reciba los nutrientes y oxígeno necesarios para su crecimiento y desarrollo temprano.

Después de la implantación exitosa, las células del trofoectodermo forman una estructura adicional llamada saco vitelino, que proporciona al embrión más nutrientes y protección. El saco vitelino eventualmente se convierte en la placenta, que desempeña un papel crucial en el intercambio de gases, nutrientes y productos de desecho entre la madre y el feto durante el embarazo.

En resumen, la implantación es un proceso complejo e interactivo que implica la búsqueda y adhesión del blastocisto a la pared del útero, seguido de su invasión en el tejido endometrial y la formación del saco vitelino. Este proceso es fundamental para el inicio y el mantenimiento del embarazo y depende de una serie de factores hormonales, moleculares y celulares bien coordinados.

Las proteínas gestacionales, también conocidas como proteínas de la sincitiotrofoblastina o trofoblásticas, son un tipo de proteínas producidas por la placenta durante el embarazo. Estas proteínas se utilizan como marcadores en pruebas de diagnóstico prenatal para detectar posibles anomalías cromosómicas en el feto, como síndrome de Down (trisomía 21), síndrome de Edwards (trisomía 18) y síndrome de Patau (trisomía 13). La prueba más común que mide los niveles de proteínas gestacionales es la translucidencia nucal, que se realiza entre las semanas 11 y 14 de embarazo. Un aumento en los niveles de estas proteínas puede indicar un mayor riesgo de anomalías cromosómicas, aunque no es concluyente y otros factores y pruebas diagnósticas adicionales deben ser consideradas antes de tomar una decisión sobre la continuación del embarazo.

Los antígenos HLA-G (Human Leukocyte Antigen - G) son una subfamilia del complejo mayor de histocompatibilidad (MHC) clase I, que se expresan en una variedad de tejidos fetales y también en algunas células adultas. La función principal de los antígenos HLA-G es la de jugar un papel importante en la modulación inmunológica y la protección del feto contra el rechazo materno durante la gestación.

Los antígenos HLA-G se expresan en células trofoblásticas, que son células que forman parte de la placenta y entran en contacto con las células maternas. Estos antígenos ayudan a evitar que el sistema inmune materno ataque al feto, ya que inhiben la activación y proliferación de células T y natural killer (NK).

Además de su función durante el embarazo, los antígenos HLA-G también se han encontrado en diversas situaciones patológicas, como en tumores malignos y en algunas enfermedades autoinmunes. En estos casos, la expresión de HLA-G puede contribuir a la evasión de la respuesta inmune y promover la progresión del cáncer o el desarrollo de enfermedades autoinmunes.

En resumen, los antígenos HLA-G son moléculas importantes en la modulación de la respuesta inmune y desempeñan un papel clave en la protección del feto durante el embarazo. Su expresión también se ha relacionado con diversas situaciones patológicas, como el cáncer y las enfermedades autoinmunes.

La preeclampsia es una complicación grave del embarazo, generalmente caracterizada por la aparición de hipertensión arterial y proteinuria (proteínas en la orina) después de la semana 20 de gestación. Es una condición peligrosa que afecta a aproximadamente el 5-8% de todos los embarazos y puede poner en riesgo la vida de la madre y el feto si no se diagnostica y trata a tiempo.

Además de la hipertensión y proteinuria, la preeclampsia también puede presentar otros síntomas como edema (hinchazón excesiva, especialmente en las manos y los pies), dolores de cabeza severos, visión borrosa o sensibilidad a la luz, náuseas o vómitos, dolor abdominal superior derecho (posiblemente causado por el hígado agrandado) y disminución o ausencia de orina.

La preeclampsia puede evolucionar a eclampsia, una afección más grave que se caracteriza por convulsiones y coma, lo que representa un riesgo inmediato para la vida de la madre y el feto. La única cura definitiva para la preeclampsia es dar a luz al bebé, pero el tratamiento puede incluir medicamentos para controlar la presión arterial, corticosteroides para ayudar al desarrollo del feto y prevención de convulsiones, y posiblemente la hospitalización.

La causa exacta de la preeclampsia sigue siendo desconocida, pero se cree que está relacionada con problemas en la placenta y los vasos sanguíneos que la suministran. Los factores de riesgo incluyen primer embarazo, historia familiar de preeclampsia, edad avanzada o muy joven de la madre, obesidad, diabetes, hipertensión crónica y trastornos autoinmunes como el lupus eritematoso sistémico.

Las enfermedades placentarias se refieren a una variedad de condiciones que afectan la placenta, el órgano vital que se desarrolla durante el embarazo para proporcionar oxígeno y nutrientes al feto en crecimiento. Estas enfermedades pueden causar complicaciones graves tanto para la madre como para el bebé. Algunos ejemplos de enfermedades placentarias incluyen:

1. Placenta previa: Esta ocurre cuando la placenta se implanta en la parte inferior del útero, cerca o sobre el cuello uterino. Puede causar sangrado grave durante el embarazo y aumenta el riesgo de parto prematuro.

2. Desprendimiento de placenta: Se trata de una situación de emergencia en la que la placenta se separa parcial o totalmente del útero antes del nacimiento del bebé. Puede privar al feto de oxígeno y nutrientes, lo que puede ser fatal.

3. Síndrome de HELLP: Es una complicación grave del embarazo que afecta la sangre y el hígado. Las letras de HELLP significan hemólisis (destrucción de glóbulos rojos), elevación de enzimas hepáticas y bajo recuento de plaquetas.

4. Preeclampsia: Es una complicación grave del embarazo que se caracteriza por presión arterial alta y daño a otros órganos, como los riñones y el hígado. Si no se trata a tiempo, puede provocar convulsiones (eclampsia) y otros problemas graves.

5. Infecciones de la placenta: Las infecciones bacterianas o virales pueden extenderse a la placenta y causar daño. Algunos ejemplos incluyen la infección por citomegalovirus (CMV), toxoplasmosis e infecciones por estreptococo del grupo B.

Estas condiciones pueden poner en peligro la vida de la madre y el feto, por lo que es importante buscar atención médica de inmediato si se sospecha alguna de ellas. El tratamiento precoz puede ayudar a prevenir complicaciones graves.

Las células gigantes son tipos especiales de células que se forman en respuesta a diversos estímulos, como infecciones, inflamación crónica, reparación de tejidos y tumores. Su tamaño es significativamente más grande que las células circundantes y pueden variar en forma, tamaño y apariencia dependiendo del tipo y la causa que las indujo.

Existen varios tipos de células gigantes, entre los que se incluyen:

1. Células gigantes multinucleadas: Estas células contienen más de una núcleo y pueden formarse por la fusión de varias células inmunes (como macrófagos) en respuesta a la presencia de cuerpos extraños o infecciones. Un ejemplo común es el sincitio, que se observa en granulomas reumatoides y en la tuberculosis.

2. Células gigantes de Langhans: Son un tipo específico de células gigantes multinucleadas que tienen núcleos dispuestos en forma de anillo alrededor del borde citoplasmático. Se asocian con infecciones micobacterianas, como la tuberculosis.

3. Células gigantes de Touton: Son células gigantes multinucleadas que contienen una zona central de lípidos rodeada por núcleos en forma de anillo. Se observan en lesiones inflamatorias y granulomatosas asociadas con enfermedades como la dermatitis séborreica y la histiocitosis de células de Cushing.

4. Células gigantes óseas: Son células grandes que contienen núcleos irregulares y se encuentran en los tejidos óseos durante el proceso de reparación y remodelación. También se les conoce como osteoclastos.

5. Células gigantes de inclusión: Son células que contienen inclusiones citoplasmáticas anormales, como pigmentos, lípidos o proteínas. Pueden estar asociadas con diversas enfermedades, como la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob y el linfoma de Hodgkin.

Las células gigantes pueden ser una respuesta normal del sistema inmune a diversos estímulos, como infecciones, lesiones tisulares o procesos tumorales. Su presencia en un tejido puede ayudar al médico a determinar la causa subyacente de la enfermedad y elegir el tratamiento más apropiado.

El blastocisto es un estadio temprano en el desarrollo de un embrión, específicamente en los mamíferos. Se refiere a un embrión que ha pasado por el proceso de división celular y se ha formado un grupo de células llamadas la masa celular interna (MCI) rodeada por una capa externa de células llamada trofoectodermo. La MCI eventualmente dará lugar al embrión en sí, mientras que el trofoectodermo forma los tejidos que soportan y nutren al embrión durante su desarrollo temprano.

El blastocisto se caracteriza por tener un diámetro de aproximadamente 150 a 200 micrómetros y una cavidad llena de líquido en el centro llamada blastocele. El blastocisto es el estadio en el que el embrión se prepara para la implantación en el útero materno, lo que generalmente ocurre alrededor del quinto día después de la fertilización.

En la práctica clínica, los blastocistos a veces se transfieren al útero durante los procedimientos de fertilización in vitro (FIV) como una forma de aumentar las posibilidades de un embarazo exitoso. Los blastocistos tienen una mayor probabilidad de implantación y desarrollo embrionario que los embriones en estadios más tempranos, pero también tienen un mayor riesgo de anormalidades cromosómicas.

El corión es una parte integrante de la placenta en el útero durante el embarazo. Se trata de una estructura formada por tejido fetal que proporciona nutrientes y oxígeno al feto a través del cordón umbilical. Además, produce varias hormonas importantes durante el embarazo, como la gonadotropina coriónica humana (hCG), que puede detectarse en la orina o sangre de una mujer embarazada. El corion también ayuda a proteger al feto contra infecciones y rechazos del sistema inmunológico de la madre.

El intercambio materno-fetal se refiere al proceso fisiológico que ocurre durante el embarazo, donde sustancias y gases se intercambian entre la sangre de la madre y la del feto a través de la placenta. Este intercambio es crucial para el desarrollo y crecimiento fetal adecuado.

La placenta es un órgano temporal que se forma durante el embarazo y se encarga de proporcionar nutrientes y oxígeno al feto, mientras elimina los desechos metabólicos y dióxido de carbono. La sangre de la madre y del feto no se mezclan directamente; en cambio, intercambian sustancias a través de pequeños vasos sanguíneos que están separados por una capa delgada de células en la placenta.

El intercambio materno-fetal incluye:

1. Intercambio de gases: La hemoglobina fetal tiene una mayor afinidad por el oxígeno que la hemoglobina materna, lo que permite que el feto extraiga más oxígeno de la sangre materna. Al mismo tiempo, el dióxido de carbono producido por el metabolismo fetal se elimina a través del intercambio gaseoso y regresa a la sangre materna para su eliminación.

2. Transferencia de nutrientes: La sangre materna suministra al feto nutrientes esenciales como glucosa, aminoácidos, lípidos y vitaminas, que son necesarios para el crecimiento y desarrollo fetal. Estos nutrientes atraviesan la placenta y son transportados por las células del sincitiotrofoblasto hacia los capilares fetales.

3. Eliminación de desechos: Los productos de desecho metabólicos producidos por el feto, como el urea y la creatinina, se eliminan a través del intercambio con la sangre materna y son excretados por los riñones maternos.

4. Transferencia de anticuerpos: Las células inmunes maternas, como los linfocitos T y B, atraviesan la placenta y proporcionan al feto protección contra infecciones. Además, las inmunoglobulinas G (IgG) maternas también cruzan la placenta y brindan protección pasiva contra enfermedades infecciosas hasta que el sistema inmunitario fetal se desarrolle completamente.

El intercambio entre la sangre materna y fetal es crucial para garantizar un desarrollo saludable del feto y mantener su bienestar durante el embarazo. Cualquier trastorno en este proceso puede dar lugar a complicaciones maternas o fetales, como preeclampsia, restricción del crecimiento intrauterino o parto prematuro.

El Lactógeno Placentario Humano (hPL) es una hormona polipeptídica que se produce y secreta por las células syncytiotrofoblásticas del sincitiotrofo de la placenta. Es la hormona sérica humana con mayor concentración durante el embarazo, aumentando constantemente a medida que avanza el mismo.

La función principal del hPL es promover el crecimiento y desarrollo fetal, así como también desempeñar un rol en la preparación de los senos mamarios para la producción de leche luego del parto. Estimula la diferenciación y proliferación de las células mamarias, aumenta la vascularización de la glándula mamaria y participa en el inicio de la síntesis de proteínas lácteas.

Además, tiene efectos metabólicos en la madre, como disminuir la resistencia a la insulina, reducir la utilización de glucosa por parte de los tejidos maternos y aumentar la captación de aminoácidos por el feto. Todo esto contribuye al aporte nutricional adecuado para el crecimiento fetal y al mantenimiento del equilibrio metabólico materno durante el embarazo.

El útero, también conocido como matriz en términos coloquiales, es un órgano hueco, muscular y flexible en los mamíferos del sexo femenino. En los seres humanos, se encuentra dentro de la pelvis, entre la vejiga y el recto. Tiene forma aproximadamente de pera y mide alrededor de 7,6 cm (3 pulgadas) de largo y 4,5 cm (2 pulgadas) de ancho en las mujeres no embarazadas.

El útero desempeña un papel fundamental en el sistema reproductivo femenino. Durante la ovulación, un óvulo fertilizado viaja desde uno de los ovarios a través de la trompa de Falopio hasta el útero. Una vez allí, el óvulo fecundado se implanta en la pared interior del útero, comenzando así el proceso de embarazo.

La pared muscular del útero, llamada miometrio, se engrosa durante el embarazo para acomodar al feto en crecimiento. Después del parto, este tejido se contrae y vuelve a su estado normal. El revestimiento interior del útero, llamado endometrio, también cambia durante el ciclo menstrual y se desprende cada mes si no hay un embarazo en curso, lo que resulta en la menstruación.

El cuello uterino es la parte inferior del útero que se abre a la vagina. Durante el parto, el bebé pasa a través del cuello uterino y la vagina para nacer. El útero es un órgano vital y dinámico que desempeña un papel crucial en la reproducción y el desarrollo fetal.

El endometrio es la capa más interna del útero en los mamíferos. Se trata de un tejido altamente vascularizado y hormonalmente responsivo que reviste el interior del útero. Su grosor y estructura cambian a lo largo del ciclo menstrual en respuesta a las fluctuaciones hormonales, particularmente de estrógenos y progesterona.

Durante la fase folicular del ciclo menstrual, bajo el estímulo de los estrógenos, el endometrio se engrosa y se vasculariza en preparación para la posible implantación de un óvulo fecundado. Si no hay fertilización después de la ovulación, los niveles de progesterona disminuyen, lo que provoca la desprendimiento y expulsión de la capa superficial del endometrio, conocido como menstruación.

En condiciones patológicas, el tejido endometrial puede crecer fuera del útero, un trastorno llamado endometriosis, que puede causar dolor pélvico crónico, infertilidad y otras complicaciones.

Las células cultivadas, también conocidas como células en cultivo o células in vitro, son células vivas que se han extraído de un organismo y se están propagando y criando en un entorno controlado, generalmente en un medio de crecimiento especializado en un plato de petri o una flaska de cultivo. Este proceso permite a los científicos estudiar las células individuales y su comportamiento en un ambiente controlado, libre de factores que puedan influir en el organismo completo. Las células cultivadas se utilizan ampliamente en una variedad de campos, como la investigación biomédica, la farmacología y la toxicología, ya que proporcionan un modelo simple y reproducible para estudiar los procesos fisiológicos y las respuestas a diversos estímulos. Además, las células cultivadas se utilizan en terapias celulares y regenerativas, donde se extraen células de un paciente, se les realizan modificaciones genéticas o se expanden en número antes de reintroducirlas en el cuerpo del mismo individuo para reemplazar células dañadas o moribundas.

La gonadotropina coriónica (hCG) es una hormona glicoproteica producida por las células sincitiotrofoblásticas del saco corionico durante la early stages of pregnancy (primeras etapas del embarazo). La hCG es la hormona detectada en las pruebas de embarazo y su función principal es mantener la producción de progesterona por el cuerpo lúteo después de la implantación, lo que previene la menstruación y apoya el desarrollo temprano del embrión. Los niveles de hCG aumentan rápidamente durante las primeras semanas de embarazo y luego disminuyen gradualmente a medida que avanza el embarazo. La hCG también se utiliza en el tratamiento de ciertos tipos de infertilidad y como marcador tumoral en algunos tipos de cáncer, como el cáncer testicular.

La diferenciación celular es un proceso biológico en el que las células embrionarias inicialmente indiferenciadas se convierten y se especializan en tipos celulares específicos con conjuntos únicos de funciones y estructuras. Durante este proceso, las células experimentan cambios en su forma, tamaño, función y comportamiento, así como en el paquete y la expresión de sus genes. La diferenciación celular está controlada por factores epigenéticos, señalización intracelular y extracelular, y mecanismos genéticos complejos que conducen a la activación o desactivación de ciertos genes responsables de las características únicas de cada tipo celular. Los ejemplos de células diferenciadas incluyen neuronas, glóbulos rojos, células musculares y células epiteliales, entre otras. La diferenciación celular es un proceso fundamental en el desarrollo embrionario y también desempeña un papel importante en la reparación y regeneración de tejidos en organismos maduros.

El término "preñez" es un sinónimo antiguo y poco utilizado en la actualidad para referirse al estado de embarazo o gestación en una mujer. En la medicina moderna, se prefiere el uso del término "embarazo" o "gravidanza".

El embarazo es el proceso fisiológico que se produce cuando un óvulo fecundado se implanta en el útero de una mujer y comienza a desarrollarse allí durante aproximadamente 40 semanas. Durante este tiempo, el feto se nutre, crece y se desarrolla hasta estar listo para nacer.

Es importante mencionar que el término "preñez" no tiene un uso clínico específico y puede causar confusión en la comunicación médica, por lo que se desaconseja su utilización en este contexto.

La definición médica de 'Neoplasias Uterinas' se refiere al crecimiento anormal y desregulado de células en el útero, lo que resulta en la formación de tumores. Estos tumores pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos). Las neoplasias uterinas más comunes son miomas uterinos (tumores benignos del músculo liso uterino), adenomiosis (crecimiento anormal del tejido endometrial dentro del músculo uterino) y cáncer de útero o cérvix. Los factores de riesgo para el desarrollo de neoplasias uterinas incluyen menopausia tardía, obesidad, tabaquismo, uso de terapia hormonal sustitutiva y antecedentes familiares de cáncer. El diagnóstico puede incluir exámenes pélvicos, ultrasonidos, tomografías computarizadas o resonancias magnéticas, y biopsias del endometrio. El tratamiento depende del tipo y grado de la neoplasia uterina y puede incluir vigilancia activa, cirugía, radioterapia o quimioterapia.

La inmunohistoquímica es una técnica de laboratorio utilizada en patología y ciencias biomédicas que combina los métodos de histología (el estudio de tejidos) e inmunología (el estudio de las respuestas inmunitarias del cuerpo). Consiste en utilizar anticuerpos marcados para identificar y localizar proteínas específicas en células y tejidos. Este método se utiliza a menudo en la investigación y el diagnóstico de diversas enfermedades, incluyendo cánceres, para determinar el tipo y grado de una enfermedad, así como también para monitorizar la eficacia del tratamiento.

En este proceso, se utilizan anticuerpos específicos que reconocen y se unen a las proteínas diana en las células y tejidos. Estos anticuerpos están marcados con moléculas que permiten su detección, como por ejemplo enzimas o fluorocromos. Una vez que los anticuerpos se unen a sus proteínas diana, la presencia de la proteína se puede detectar y visualizar mediante el uso de reactivos apropiados que producen una señal visible, como un cambio de color o emisión de luz.

La inmunohistoquímica ofrece varias ventajas en comparación con otras técnicas de detección de proteínas. Algunas de estas ventajas incluyen:

1. Alta sensibilidad y especificidad: Los anticuerpos utilizados en esta técnica son altamente específicos para las proteínas diana, lo que permite una detección precisa y fiable de la presencia o ausencia de proteínas en tejidos.
2. Capacidad de localizar proteínas: La inmunohistoquímica no solo detecta la presencia de proteínas, sino que también permite determinar su localización dentro de las células y tejidos. Esto puede ser particularmente útil en el estudio de procesos celulares y patológicos.
3. Visualización directa: La inmunohistoquímica produce una señal visible directamente en el tejido, lo que facilita la interpretación de los resultados y reduce la necesidad de realizar análisis adicionales.
4. Compatibilidad con microscopía: Los métodos de detección utilizados en la inmunohistoquímica son compatibles con diferentes tipos de microscopía, como el microscopio óptico y el microscopio electrónico, lo que permite obtener imágenes detalladas de las estructuras celulares e intracelulares.
5. Aplicabilidad en investigación y diagnóstico: La inmunohistoquímica se utiliza tanto en la investigación básica como en el diagnóstico clínico, lo que la convierte en una técnica versátil y ampliamente aceptada en diversos campos de estudio.

Sin embargo, la inmunohistoquímica también presenta algunas limitaciones, como la necesidad de disponer de anticuerpos específicos y de alta calidad, la posibilidad de obtener resultados falsos positivos o negativos debido a reacciones no específicas, y la dificultad para cuantificar con precisión los niveles de expresión de las proteínas en el tejido. A pesar de estas limitaciones, la inmunohistoquímica sigue siendo una técnica poderosa y ampliamente utilizada en la investigación y el diagnóstico de diversas enfermedades.

La edad gestacional es un término médico que se utiliza para describir el período de tiempo transcurrido desde el primer día de la última menstruación hasta el presente. Se mide en semanas y se utiliza principalmente durante el embarazo para determinar el desarrollo fetal y la fecha prevista del parto. Aunque el feto no ha sido concebido todavía al comienzo de esta cronología, este método es utilizado por conveniencia clínica ya que las mujeres generalmente pueden recordar mejor la fecha de sus últimas menstruaciones. Por lo tanto, en términos médicos, la edad gestacional de 0 semanas significa el inicio del ciclo menstrual y no el momento real de la concepción.

La circulación placentaria es el sistema de suministro de sangre especializado que se establece durante la gestación entre el feto y la madre, a través de la placenta. Permite la comunicación entre los sistemas circulatorios fetal y materno, facilitando el intercambio gaseoso (oxígeno y dióxido de carbono), nutrientes y productos de desecho.

En el feto, la sangre oxigenada fluye desde la placenta a través del cordón umbilical hasta el corazón derecho. Luego, pasa al ventrículo derecho y se distribuye hacia los pulmones a través de la arteria pulmonar. Como los pulmones aún no están funcionando en su totalidad, la mayor parte de esta sangre se desvía hacia el foramen oval (un orificio natural entre las aurículas derecha e izquierda) y entra directamente al ventrículo izquierdo. Desde allí, la sangre oxigenada es bombeada hacia todo el cuerpo fetal a través de la arteria aorta.

Por otro lado, la sangre desoxigenada del feto fluye desde los tejidos periféricos hacia el corazón derecho a través las venas cavas. Una pequeña cantidad se dirige al ventrículo derecho y se mezcla con la sangre oxigenada, pero la mayor parte pasa directamente al ventrículo izquierdo a través del foramen oval. De esta manera, se minimiza el intercambio gaseoso entre la sangre fetal desoxigenada y oxigenada en el corazón.

En la madre, la sangre desoxigenada regresa desde los tejidos periféricos a través de las venas cavas y llega al corazón derecho. Luego, se distribuye hacia los pulmones para ser oxigenada. La sangre oxigenada retorna al corazón izquierdo y es bombeada hacia la aorta materna, desde donde se distribuye a todo el cuerpo de la madre.

El intercambio gaseoso entre la sangre fetal y materna ocurre en los placentomas (vasos sanguíneos que conectan la placenta con el útero). La sangre desoxigenada del feto fluye hacia los placentomas a través de las arterias umbilicales, donde se oxigena y se enriquece con nutrientes. La sangre oxigenada y enriquecida con nutrientes regresa al cuerpo fetal a través de las venas umbilicales.

El sistema circulatorio fetal está adaptado para minimizar la mezcla entre la sangre oxigenada y desoxigenada, lo que permite una mayor eficiencia en el transporte de oxígeno y nutrientes al feto. Después del nacimiento, el foramen oval se cierra gradualmente y el ductus arteriosus (una conexión entre la aorta y la arteria pulmonar) se estrecha, lo que lleva a la configuración del sistema circulatorio adulto.

El tercer trimestre del embarazo se define médicamente como el período que transcurre desde la semana 29 hasta la semana 40 o más de gestación. Durante este tiempo, el feto continúa su crecimiento y desarrollo, aumentando considerablemente en tamaño y peso. El útero se expande aún más, desplazando los órganos internos de la madre y causando cambios fisiológicos importantes. La madre puede experimentar síntomas como dificultad para respirar, hinchazón en las piernas y pies, calambres nocturnos y contracciones de Braxton Hicks (contracciones falsas del útero). Es crucial durante este trimestre un control prenatal regular para monitorear el bienestar fetal y materno, así como para estar atentos a posibles complicaciones, como la presión arterial alta o la diabetes gestacional.

El Factor de Crecimiento de Fibroblastos (FCF) es una citocina que se aísla originalmente de los fibroblastos, un tipo común de célula encontrada en los tejidos conectivos. El FCF está involucrado en la proliferación y diferenciación celular. Existen varios tipos de FCF, pero el más estudiado es el Factor de Crecimiento Básico de Fibroblastos (FGBF o FGF-2).

El FGBF es un miembro de la familia de factores de crecimiento de fibroblastos que participan en una variedad de procesos biológicos, como el desarrollo embrionario, la homeostasis tisular y la cicatrización de heridas. Está involucrado en la angiogénesis (formación de vasos sanguíneos nuevos), la mitogénesis (estimulación del crecimiento celular) y la quimiotaxis (atracción de células hacia una fuente específica).

El FGBF se une a receptores de superficie celular, lo que desencadena una cascada de eventos intracelulares que conducen a la activación de genes específicos y al inicio del ciclo celular. La sobreproducción o subproducción de FGBF se ha relacionado con diversas enfermedades, como el cáncer y los trastornos neurodegenerativos.

En resumen, el Factor 4 de Crecimiento de Fibroblastos es una proteína que promueve el crecimiento y la diferenciación celular, desempeñando un papel crucial en procesos como el desarrollo embrionario, la cicatrización de heridas y la angiogénesis.

La mola hidatiforme, también conocida como mola hidatidosa, es un trastorno gestacional poco común en el que se produce un crecimiento anormal del tejido placentario dentro del útero. Se caracteriza por la presencia de vesículas llenas de líquido (llamadas hidátides) y una sobreproducción de tejido vascular.

Este trastorno se clasifica en dos categorías: mola parcial y mola completa. En una mola parcial, hay un feto anormal con cantidades variables de crecimiento anormal del tejido placentario. En una mola completa, no hay desarrollo fetal y el crecimiento anormal del tejido placentario es extenso.

La causa más común de la mola hidatiforme es una fecundación defectuosa en la que un óvulo se combina con dos espermatozoides (dicigótica) o un espermatozoide fecunda a un óvulo que no ha sido liberado completamente del ovocito polar (monocigótica). Esto resulta en una duplicación anormal de los cromosomas paternos, lo que lleva al crecimiento excesivo del tejido placentario.

Los síntomas de la mola hidatiforme pueden incluir sangrado vaginal durante el embarazo, aumento rápido del tamaño uterino y presencia de moléculas anormales en el torrente sanguíneo. El diagnóstico se realiza mediante ultrasonido y pruebas de laboratorio.

El tratamiento suele consistir en la extracción quirúrgica del tejido afectado (evacuación uterina) seguida de un control cuidadoso para detectar posibles complicaciones, como el desarrollo de un tumor maligno llamado coriocarcinoma. Las mujeres que han tenido una mola hidatiforme tienen un mayor riesgo de experimentar este tipo de cáncer en comparación con la población general.

El ARN mensajero (ARNm) es una molécula de ARN que transporta información genética copiada del ADN a los ribosomas, las estructuras donde se producen las proteínas. El ARNm está formado por un extremo 5' y un extremo 3', una secuencia codificante que contiene la información para construir una cadena polipeptídica y una cola de ARN policitol, que se une al extremo 3'. La traducción del ARNm en proteínas es un proceso fundamental en la biología molecular y está regulado a niveles transcripcionales, postranscripcionales y de traducción.

Una línea celular es una población homogénea de células que se han originado a partir de una sola célula y que pueden dividirse indefinidamente en cultivo. Las líneas celulares se utilizan ampliamente en la investigación biomédica, ya que permiten a los científicos estudiar el comportamiento y las características de células específicas en un entorno controlado.

Las líneas celulares se suelen obtener a partir de tejidos o células normales o cancerosas, y se les da un nombre específico que indica su origen y sus características. Algunas líneas celulares son inmortales, lo que significa que pueden dividirse y multiplicarse indefinidamente sin mostrar signos de envejecimiento o senescencia. Otras líneas celulares, sin embargo, tienen un número limitado de divisiones antes de entrar en senescencia.

Es importante destacar que el uso de líneas celulares en la investigación tiene algunas limitaciones y riesgos potenciales. Por ejemplo, las células cultivadas pueden mutar o cambiar con el tiempo, lo que puede afectar a los resultados de los experimentos. Además, las líneas celulares cancerosas pueden no comportarse de la misma manera que las células normales, lo que puede dificultar la extrapolación de los resultados de los estudios in vitro a la situación en vivo. Por estas razones, es importante validar y verificar cuidadosamente los resultados obtenidos con líneas celulares antes de aplicarlos a la investigación clínica o al tratamiento de pacientes.

La regulación del desarrollo de la expresión génica es un proceso complejo y fundamental en biología que involucra diversos mecanismos moleculares para controlar cuándo, dónde y en qué nivel se activan o desactivan los genes durante el crecimiento y desarrollo de un organismo. Esto ayuda a garantizar que los genes se expresen apropiadamente en respuesta a diferentes señales y condiciones celulares, lo que finalmente conduce al correcto funcionamiento de los procesos celulares y a la formación de tejidos, órganos y sistemas específicos.

La regulación del desarrollo de la expresión génica implica diversos niveles de control, que incluyen:

1. Control cromosómico: Este nivel de control se produce a través de la metilación del ADN y otras modificaciones epigenéticas que alteran la estructura de la cromatina y, por lo tanto, la accesibilidad de los factores de transcripción a los promotores y enhancers de los genes.
2. Control transcripcional: Este nivel de control se produce mediante la interacción entre los factores de transcripción y los elementos reguladores del ADN, como promotores y enhancers, que pueden activar o reprimir la transcripción génica.
3. Control post-transcripcional: Este nivel de control se produce mediante el procesamiento y estabilidad del ARN mensajero (ARNm), así como por la traducción y modificaciones posteriores a la traducción de las proteínas.

La regulación del desarrollo de la expresión génica está controlada por redes complejas de interacciones entre factores de transcripción, coactivadores, corepressores, modificadores epigenéticos y microRNAs (miRNAs), que trabajan juntos para garantizar un patrón adecuado de expresión génica durante el desarrollo embrionario y en los tejidos adultos. Los defectos en la regulación de la expresión génica pueden conducir a diversas enfermedades, como cáncer, trastornos neurológicos y enfermedades metabólicas.

La queratina-7 es un tipo específico de proteína de queratina que se encuentra en varios tejidos epiteliales estratificados del cuerpo humano. Forma parte de los intermedios filamentos (IF) y está presente en los queratinocitos, que son las células más abundantes en la epidermis, la capa externa de la piel.

La queratina-7 se localiza predominantemente en los estados más tempranos de diferenciación de los queratinocitos y desempeña un papel importante en el mantenimiento de la integridad estructural de la epidermis, así como en la protección del cuerpo contra factores ambientales dañinos.

Además, se ha demostrado que la queratina-7 participa en diversos procesos celulares, como el control del crecimiento y la proliferación celular, la regulación de la apoptosis (muerte celular programada) y la respuesta al estrés. También puede desempeñar un papel en la patogénesis de diversas afecciones cutáneas, como la psoriasis y el cáncer de piel.

Es importante destacar que la queratina-7 no es exclusiva del tejido epidérmico y se ha identificado en otros tejidos, como las glándulas sudoríparas, las glándulas salivales y los conductos auditivos externos.

Las neoplasias trofoblásticas son un tipo de crecimientos anormales o tumores que se desarrollan a partir del tejido trofoblástico, el cual es el componente celular externo de la placenta que proporciona nutrientes al feto en desarrollo. Estas neoplasias pueden ser benignas (no cancerosas) o malignas (cancerosas).

Existen varios tipos de neoplasias trofoblásticas, incluyendo:

1. Coriocarcinoma: Es el tipo más agresivo y maligno de neoplasia trofoblástica. Se origina a partir de las células del sincitiotrofoblasto y puede crecer rápidamente, invadiendo los tejidos circundantes y diseminándose a distancia (metástasis).

2. Hidatiforme no mole: Es un tipo de neoplasia trofoblástica benigna que se desarrolla a partir de células del citotrofoblasto. A menudo no presenta síntomas y es descubierta durante exámenes de rutina.

3. Hidatiforme mole completa: Es un tipo de neoplasia trofoblástica que se desarrolla a partir de células anormales del citotrofoblasto y sincitiotrofoblasto. A menudo causa sangrado vaginal y puede aumentar el riesgo de desarrollar coriocarcinoma.

4. Neoplasia trofoblástica persistente/reactiva: Es un tipo de neoplasia trofoblástica benigna que se desarrolla a partir de células del citotrofoblasto y sincitiotrofoblasto en respuesta a una gestación anormal o después de un aborto espontáneo.

Los síntomas de las neoplasias trofoblásticas pueden variar dependiendo del tipo y grado de malignidad. Pueden incluir sangrado vaginal anormal, dolor abdominal, aumento de la fatiga y dificultad para respirar. El tratamiento puede incluir cirugía, quimioterapia y terapia hormonal.

El movimiento celular, en el contexto de la biología y la medicina, se refiere al proceso por el cual las células vivas pueden desplazarse o migrar de un lugar a otro. Este fenómeno es fundamental para una variedad de procesos fisiológicos y patológicos, incluyendo el desarrollo embrionario, la cicatrización de heridas, la respuesta inmune y el crecimiento y propagación del cáncer.

Existen varios mecanismos diferentes que permiten a las células moverse, incluyendo:

1. Extensión de pseudópodos: Las células pueden extender protrusiones citoplasmáticas llamadas pseudópodos, que les permiten adherirse y deslizarse sobre superficies sólidas.
2. Contracción del actomiosina: Las células contienen un complejo proteico llamado actomiosina, que puede contraerse y relajarse para generar fuerzas que mueven el citoesqueleto y la membrana celular.
3. Cambios en la adhesión celular: Las células pueden cambiar su nivel de adhesión a otras células o a la matriz extracelular, lo que les permite desplazarse.
4. Flujo citoplasmático: El movimiento de los orgánulos y otros componentes citoplasmáticos puede ayudar a impulsar el movimiento celular.

El movimiento celular está regulado por una variedad de señales intracelulares y extracelulares, incluyendo factores de crecimiento, quimiocinas y integrinas. La disfunción en cualquiera de estos mecanismos puede contribuir al desarrollo de enfermedades, como el cáncer y la enfermedad inflamatoria crónica.

El retraso del crecimiento fetal (RCF) se define como una condición en la que el feto no alcanza su tamaño y peso ideales apropiados para la edad gestacional. Se diagnostica cuando la longitud del feto o el peso son inferiores al percentil 10 en los estándares de crecimiento fetal aceptados. El RCF puede ser causado por una variedad de factores, incluyendo problemas maternos (como diabetes o hipertensión), complicaciones placentarias, infecciones, anomalías cromosómicas y otros factores genéticos o ambientales. Puede ocurrir en cualquier etapa de la gestación, pero es más comúnmente diagnosticado durante el tercer trimestre. El RCF se asocia con un mayor riesgo de complicaciones perinatales y neonatales, como parto prematuro, bajo peso al nacer, dificultad respiratoria e hipoglucemia. El manejo del RCF depende de la causa subyacente y puede incluir monitorización fetal estrecha, administración de corticosteroides para promover la maduración pulmonar fetal, y en algunos casos, el parto prematuro.

Un embrión de mamíferos se define como el estado temprano del desarrollo de un organismo mamífero, que comienza después de la fertilización y la formación del cigoto, y continúa hasta aproximadamente las ocho semanas en humanos (o hasta la formación de los primeros rudimentos de las estructuras corporales bien diferenciadas). Durante este período, el embrión experimenta una serie de cambios críticos y procesos de desarrollo complejos, incluyendo la segmentación, gastrulación, neurulación y organogénesis. Al final del período embrionario, el organismo se conoce como feto y continúa su crecimiento y desarrollo hasta el nacimiento.

El desarrollo embrionario es el proceso de crecimiento y diferenciación que experimenta un embrión desde la fertilización hasta el momento en que está lo suficientemente desarrollado como para ser llamado feto, generalmente al final del octavo semana de gestación. Durante este período, ocurren una serie de eventos cruciales que dan lugar a la formación de los órganos y sistemas corporales.

El proceso comienza con la fertilización, cuando un espermatozoide se une a un óvulo para formar un cigoto. El cigoto luego se divide repetidamente por mitosis, dando lugar a una masa de células idénticas conocida como mórula. La mórula continúa dividiéndose y eventualmente forma una estructura hueca llamada blastocisto.

El blastocisto then implants itself into the lining of the uterus, where it begins to receive nutrients from the mother's bloodstream. The outer cells of the blastocyst form the trophoblast, which will eventually become the placenta, while the inner cells form the inner cell mass, which will give rise to the embryo proper.

During the next few weeks, the embryo undergoes a series of dramatic changes as its cells differentiate and organize into the three primary germ layers: the ectoderm, mesoderm, and endoderm. These germ layers will go on to form all of the different tissues and organs of the body.

The ectoderm gives rise to the skin, nervous system, and sensory organs, while the mesoderm forms the muscles, bones, cartilage, blood vessels, and kidneys. The endoderm becomes the lining of the digestive tract, respiratory system, and other internal organs.

Throughout this process, the embryo is highly sensitive to environmental factors such as maternal nutrition, exposure to toxins, and stress. These factors can all have profound effects on the developing embryo, potentially leading to birth defects or developmental delays.

In summary, development embrionario refers to the complex process by which a fertilized egg develops into a fully formed embryo with all of its organs and tissues. This process is characterized by rapid cell division, differentiation, and organization into the three primary germ layers, which will go on to form all of the different tissues and organs of the body. The developing embryo is highly sensitive to environmental factors, making it vulnerable to a range of potential health hazards.

La Reacción en Cadena de la Polimerasa de Transcriptasa Inversa, generalmente abreviada como "RT-PCR" o "PCR inversa", es una técnica de laboratorio utilizada en biología molecular para amplificar y detectar material genético, específicamente ARN. Es una combinación de dos procesos: la transcriptasa reversa, que convierte el ARN en ADN complementario (cDNA), y la reacción en cadena de la polimerasa (PCR), que copia múltiples veces fragmentos específicos de ADN.

Esta técnica se utiliza ampliamente en diagnóstico médico, investigación biomédica y forense. En el campo médico, es especialmente útil para detectar y cuantificar patógenos (como virus o bacterias) en muestras clínicas, así como para estudiar la expresión génica en diversos tejidos y células.

La RT-PCR se realiza en tres etapas principales: 1) la transcripción inversa, donde se sintetiza cDNA a partir del ARN extraído usando una enzima transcriptasa reversa; 2) la denaturación y activación de la polimerasa, donde el cDNA se calienta para separar las hebras y se añade una mezcla que contiene la polimerasa termoestable; y 3) las etapas de amplificación, donde se repiten los ciclos de enfriamiento (para permitir la unión de los extremos de los cebadores al template) y calentamiento (para la extensión por parte de la polimerasa), lo que resulta en la exponencial multiplicación del fragmento deseado.

La especificidad de esta técnica se logra mediante el uso de cebadores, pequeños fragmentos de ADN complementarios a las secuencias terminales del fragmento deseado. Estos cebadores permiten la unión y amplificación selectiva del fragmento deseado, excluyendo otros fragmentos presentes en la muestra.

El embarazo tubário, también conocido como embarazo ectópico tubárico o extrauterino, es un tipo de embarazo que se produce fuera del útero, específicamente en la trompa de Falopio. Normalmente, el óvulo fecundado viaja a través de la trompa de Falopio hasta el útero donde se implanta y desarrolla. Sin embargo, en algunos casos, el óvulo fecundado puede quedar atrapado en la trompa de Falopio y comenzar a desarrollarse allí.

Este tipo de embarazo es peligroso porque la trompa de Falopio no está diseñada para albergar un embarazo en crecimiento. A medida que el embrión se desarrolla, puede causar daño a la trompa de Falopio y provocar hemorragias internas graves. Si no se detecta y trata a tiempo, un embarazo tubário puede ser potencialmente mortal para la madre.

Los síntomas más comunes de un embarazo tubário incluyen dolor abdominal intenso y persistente, sangrado vaginal irregular o spotting, y dolor en la parte inferior del abdomen o en el hombro. El diagnóstico se realiza mediante una ecografía y pruebas de laboratorio, y el tratamiento puede incluir medicamentos para interrumpir el embarazo o cirugía para extirpar el tejido embrionario y reparar los daños en la trompa de Falopio.

En el desarrollo embrionario, las membranas extraembriónicas son membranas que rodean y protegen al embrión en los primeros estadios de su desarrollo. Estas membranas se forman a partir de las células de la blástula, un estadio temprano en el desarrollo de un huevo fertilizado.

Hay tres membranas extraembriónicas principales:

1. La amnios: Es una bolsa llena de líquido que protege al embrión y permite que se mueva libremente. También ayuda a mantener una temperatura constante y a amortiguar los impactos.

2. La corion: Esta membrana forma parte de la placenta y sirve como interfaz entre el embrión y la madre. Contiene vasos sanguíneos que permiten el intercambio de nutrientes, oxígeno y desechos.

3. El alantoides: Esta membrana almacena los desechos y también participa en el intercambio de gases y nutrientes. En algunos animales, como los reptiles y las aves, el alantoides se desarrolla hasta convertirse en una estructura que contiene líquido amniótico, similar a la membrana amniótica de los mamíferos.

Estas membranas desempeñan un papel crucial en el desarrollo temprano del embrión, proporcionándole protección, soporte y nutrición.

Un tumor trofoblástico localizado en la placenta, también conocido como "tumor trofoblástico gestacional benigno" o "coriocarcinoma hidatiforme no invasivo", es un tipo de crecimiento anormal del tejido que reviste el útero durante el embarazo. Este tumor se desarrolla a partir de las células trofoblásticas, que son células especializadas en la placenta responsables de proporcionar nutrientes y oxígeno al feto en desarrollo.

La mayoría de los tumores trofoblásticos localizados en la placenta se presentan como una forma no cancerosa llamada "hidatidiforme mole completa", donde el saco vitelino y el feto no se desarrollan correctamente, pero el crecimiento anormal de las células trofoblásticas puede causar un aumento en el tamaño del útero. En raras ocasiones, este tumor puede ser canceroso y se denomina "coriocarcinoma hidatiforme invasivo", que puede crecer más allá de la placenta y propagarse a otras partes del cuerpo.

Los síntomas de un tumor trofoblástico localizado en la placenta pueden incluir sangrado vaginal anormal durante el embarazo, aumento rápido del tamaño uterino y niveles elevados de la hormona gonadotropina coriónica humana (hCG) en la sangre. El diagnóstico se realiza mediante una ecografía y un análisis de las células placentarias obtenidas a través de una biopsia o después de un aborto espontáneo o un parto.

El tratamiento suele consistir en la extracción quirúrgica del útero (histerectomía) y la monitorización cuidadosa de los niveles de hCG en sangre para asegurarse de que no haya recurrencia del tumor. En casos raros de coriocarcinoma invasivo, se puede administrar quimioterapia adicional.

La pérdida del embrión, también conocida como aborto espontáneo en la medicina, se refiere a la expulsión natural del producto de la concepción desde el útero antes de las 20 semanas de gestación. Esto ocurre debido a diversas razones, incluyendo anomalías cromosómicas, problemas hormonales, infecciones, enfermedades maternas y factores ambientales. La pérérdida del embrión puede ser acompañada por síntomas como sangrado vaginal, dolor abdominal y la pérdida de tejido gestacional. Es importante destacar que la mayoría de los abortos espontáneos son causados por anomalías cromosómicas y no están relacionados con factores maternos evitables. Si una mujer experimenta síntomas de pérdida del embarazo, se recomienda buscar atención médica inmediata para evaluar la salud y el bienestar tanto de la madre como del feto.

Es esencial para el desarrollo de la placenta y de los trofoblastos. Se une a 3 iones calcio por subunidad. Dos de los iones ...
Es esencial para el desarrollo de la placenta y de los trofoblastos. Puede que participe en la citocinesis hidrolizando ...
Para conseguirlo los trofoblastos deben inducir la apoptosis de algunas células epiteliales. Esto se consigue mediante el ...
Igualmente es frecuente detectar anticuerpos que bloquean algunos receptores de los trofoblastos. Parece, por lo tanto, que la ... Estos receptores se encuentran presentes en los trofoblastos y permiten captar los anticuerpos de la circulación materna, ... Adicionalmente se produce un mediador liberado por los trofoblastos, no totalmente caracterizado y que inhibe el crecimiento de ...
El ADN fetal libre en sangre se origina en los trofoblastos que forman la placenta.[1]​[2]​ Se estima que entre el 2 y el 6% ...
Las IgG son capaces de atravesar la barrera placentaria desde la circulación materna hasta los trofoblastos. En los procesos de ...
De manera interesante ha sido mostrado que los trofoblastos exprimían VEGF, PIGF, VEGF-C y sus receptores ». Courtney Reynolds ...
Entre las células fetales encontradas en la gestante se incluyen trofoblastos, linfocitos, eritroblastos y células madre ... deportación de trofoblastos y adhesión y transmigración. Esta práctica, en sus diversas variantes, ha sido un tema tratado en ...
La fusión celular se produce durante la diferenciación de mioblastos, osteoclastos y trofoblastos, durante la embriogénesis y ...
... se basa en la transferencia de células ES a trofoblastos vacíos. Cuando las células iPS se injectan a un trofoblasto vacío y el ...
... pierden su capa de sincitiotrofoblasto epitelial continuo a medida que las vellosidades maduran y se convierten en trofoblastos ...
... causa de retraso en el desarrollo o incluso de retraso mental en el recién nacido debido a una inhibición de los trofoblastos ...
... trofoblastos, etc., a las venas de la madre. Los émbolos gaseosos se producen por una descompresión abrupta, que genera ...
... utilizando los trofoblastos de placenta humana como objeto de estudio y trabajó en un departamento experto en proteínas. Allí ...

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