Relaxina
Receptores de Péptidos
Sínfisis Pubiana
Receptores Acoplados a Proteínas G
Fibrocartílago
Cuerpo Lúteo
Embarazo
La relaxina es una hormona polipeptídica que se encuentra en mamíferos, incluidos los seres humanos. Se produce principalmente por el cuerpo lúteo del ovario durante la gestación y su función primaria es relajar los ligamentos pélvicos en preparación para el parto. Esto ayuda a aumentar la flexibilidad de la pelvis y facilitar el proceso de dar a luz. Además, también se cree que desempeña un papel en la remodelación del tejido conectivo y la dilatación del cuello uterino durante el embarazo. Su nivel hormonal aumenta significativamente hacia el final del embarazo.
Los receptores de péptidos son un tipo de receptores celulares que se unen a péptidos, pequeñas moléculas formadas por la unión de varios aminoácidos. Estos receptores desempeñan un papel crucial en la mediación de una variedad de procesos fisiológicos y bioquímicos en el cuerpo humano.
Los péptidos se unen a los receptores de péptidos mediante interacciones específicas entre las estructuras químicas de ambas moléculas. Una vez que un péptido se une a su receptor correspondiente, se produce una serie de eventos bioquímicos dentro de la célula que pueden desencadenar una variedad de respuestas celulares, como la activación o inhibición de determinadas vías metabólicas, la modulación de la actividad enzimática, o la transmisión de señales a otras células.
Los receptores de péptidos se encuentran en diversos tejidos y órganos del cuerpo humano, incluyendo el sistema nervioso central, el sistema endocrino, el sistema inmunológico, y el sistema cardiovascular. Algunos ejemplos de péptidos que interactúan con estos receptores incluyen las hormonas peptídicas, como la insulina y la gastrina, y los neuropéptidos, como la sustancia P y la encefalina.
La investigación sobre los receptores de péptidos ha sido fundamental para el desarrollo de nuevos fármacos y terapias dirigidas a tratar una variedad de enfermedades y trastornos médicos, como la diabetes, la obesidad, y diversas afecciones neurológicas y cardiovascularas.
La sínfisis pubiana es la articulación cartilaginosa entre los dos huesos pubianos, que son parte del hueso coxal en el esqueleto pélvico. Esta articulación está ubicada en la parte anterior de la pelvis y une los dos lados de la pelvis. La sínfisis pubiana contiene una capa fina de tejido conectivo fibroso y cartílago hialino, el cual permite un cierto grado de movilidad durante el parto y otras actividades físicas. También proporciona estabilidad a la pelvis y participa en la transferencia de cargas entre las extremidades inferiores. La sínfisis pubiana normalmente tiene un pequeño espacio articular, aproximadamente de 2 a 4 milímetros, el cual puede aumentar durante el embarazo y el parto.
Los Receptores Acoplados a Proteínas G (GPCR, siglas en inglés de G protein-coupled receptors) son un tipo de receptores transmembrana que desempeñan un papel crucial en la detección y transmisión de diversos estímulos químicos y sensoriales en el cuerpo.
Están compuestos por una sola cadena polipeptídica que atraviesa siete veces la membrana celular, formando un domino extracelular, cuatro bucles hidrofóbicos transmembrana, y un domino intracelular. La característica definitoria de los GPCR es su capacidad para interactuar e influenciar a las proteínas G heterotrímeras, que están compuestas por tres subunidades: α, β y γ.
Cuando un ligando se une al sitio activo en el domino extracelular del receptor, induce un cambio conformacional que permite la interacción con una subunidad α específica de la proteína G. Esto resulta en la disociación de la subunidad Gα de la subunidad βγ y el intercambio de GDP por GTP en la subunidad Gα.
Las subunidades Gα y βγ pueden entonces unirse e influenciar a diversos efectores intracelulares, como las adenilil ciclasas, fosfolipasa C, canales iónicos y enzimas de second messenger, lo que desencadena una cascada de señalización celular y una respuesta fisiológica específica.
Los GPCR están implicados en una amplia gama de procesos biológicos y patológicos, incluyendo la visión, olfato, gusto, neurotransmisión, homeostasis endocrina, respuesta inmunitaria y desarrollo tumoral. Debido a su papel central en muchas vías de señalización celular, los GPCR son objetivos importantes para el desarrollo de fármacos y representan aproximadamente el 30-40% de todos los medicamentos aprobados por la FDA.
El fibrocartílago es un tipo especial de tejido conjuntivo que contiene principalmente fibras de colágeno y pequeñas cantidades de proteoglicanos. Se caracteriza por su resistencia y flexibilidad, lo que le permite soportar cargas repetitivas y mantener la integridad articular. Se encuentra en varias partes del cuerpo humano, como los meniscos de las rodillas, el ligamento cruzado anterior, el disco intervertebral y los labios articulares. Ayuda a disipar las fuerzas de compresión, permitir el movimiento articular suave y proporcionar una superficie de amortiguación entre los huesos. La lesión o degeneración del fibrocartílago puede dar lugar a diversas afecciones musculoesqueléticas, como la osteoartritis y los desgarros meniscales.
El cuerpo lúteo es una estructura temporal en el ovario formada a partir del folículo ovulatorio después de la ovulación. Después de que el óvulo ha sido liberado desde el folículo, el folículo restante se convierte en el cuerpo lúteo. Este proceso es estimulado por la hormona luteinizante (LH).
El cuerpo lúteo produce varias hormonas importantes, especialmente progesterona y estrógenos. La progesterona prepara el útero para la posible implantación de un embrión después de la fertilización. Si no hay fertilización e implantación, el cuerpo lúteo se desintegra y deja de producir hormonas, lo que lleva a la menstruación. Sin embargo, si ocurre la fertilización e implantación, el cuerpo lúteo continúa funcionando y produciendo hormonas durante las primeras semanas del embarazo, hasta que el placenta se desarrolle lo suficiente como para asumir la producción de estas hormonas.
El embarazo es un estado fisiológico en el que un óvulo fecundado, conocido como cigoto, se implanta y se desarrolla en el útero de una mujer. Generalmente dura alrededor de 40 semanas, divididas en tres trimestres, contadas a partir del primer día de la última menstruación.
Durante este proceso, el cigoto se divide y se forma un embrión, que gradualmente se desarrolla en un feto. El cuerpo de la mujer experimenta una serie de cambios para mantener y proteger al feto en crecimiento. Estos cambios incluyen aumento del tamaño de útero, crecimiento de glándulas mamarias, relajación de ligamentos pélvicos, y producción de varias hormonas importantes para el desarrollo fetal y la preparación para el parto.
El embarazo puede ser confirmado mediante diversos métodos, incluyendo pruebas de orina en casa que detectan la presencia de gonadotropina coriónica humana (hCG), un hormona producida después de la implantación del cigoto en el útero, o por un análisis de sangre en un laboratorio clínico. También se puede confirmar mediante ecografía, que permite visualizar el saco gestacional y el crecimiento fetal.
El término "preñez" es un sinónimo antiguo y poco utilizado en la actualidad para referirse al estado de embarazo o gestación en una mujer. En la medicina moderna, se prefiere el uso del término "embarazo" o "gravidanza".
El embarazo es el proceso fisiológico que se produce cuando un óvulo fecundado se implanta en el útero de una mujer y comienza a desarrollarse allí durante aproximadamente 40 semanas. Durante este tiempo, el feto se nutre, crece y se desarrolla hasta estar listo para nacer.
Es importante mencionar que el término "preñez" no tiene un uso clínico específico y puede causar confusión en la comunicación médica, por lo que se desaconseja su utilización en este contexto.