Canal Anal
Colon
Pólipos Intestinales
Megacolon
Prolapso Rectal
Administración Rectal
Neoplasias Colorrectales
Procedimientos Quirúrgicos del Sistema Digestivo
Mucosa Intestinal
Planificación de la Radioterapia Asistida por Computador
Colectomía
Engrapadoras Quirúrgicas
Adenoma Velloso
Enema
Estreñimiento
Colitis Ulcerosa
Ano Imperforado
Perineo
Hemorragia Gastrointestinal
Braquiterapia
Dosificación Radioterapéutica
Órganos en Riesgo
Colon Transverso
Pelvis
Ileostomía
Neoplasias Gastrointestinales
Colon Descendente
Anastomosis Quirúrgica
Fosfato de Polifloretina
Incontinencia Fecal
Pólipos
Vagina
Neoplasias Primarias Múltiples
Radioterapia de Intensidad Modulada
Sistema Digestivo
Pólipos del Colon
Vejiga Urinaria
Ciego
Íleon
Enfermedades del Ano
Proctocolectomía Restauradora
Hemorroides
Traumatismos por Radiación
Tratamientos Conservadores del Órgano
Úlcera
Enfermedad de Hirschsprung
Supositorios
Tránsito Gastrointestinal
El recto, en anatomía humana, es la última porción del intestino grueso (colon) que se curva hacia arriba, luego hacia atrás y hacia abajo para finalmente terminar formando el canal anal, a través del cual las heces son expulsadas del cuerpo. Tiene aproximadamente 12 cm de largo y está ubicado en la pelvis. Su función principal es almacenar las heces antes de la defecación. La pared del recto está compuesta por varias capas de tejido, incluyendo músculo liso que permite su contracción y relajación involuntaria para controlar la evacuación intestinal.
Las neoplasias del recto se refieren a crecimientos anormales y no controlados de células en el revestimiento del recto, que es la última porción del intestino grueso. Estos crecimientos pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos).
Las neoplasias benignas comunes del recto incluyen pólipos adenomatosos, que a menudo se pueden quitar con procedimientos endoscópicos y rara vez se convierten en cáncer. Sin embargo, algunos tipos de pólipos, como los pólipos villosos, tienen un mayor riesgo de convertirse en cáncer.
Las neoplasias malignas del recto son el cáncer de recto, que se origina en las células epiteliales que recubren el interior del recto. El cáncer de recto puede invadir los tejidos circundantes y diseminarse (metástasis) a otras partes del cuerpo. Los factores de riesgo para el cáncer de recto incluyen la edad avanzada, el tabaquismo, la dieta rica en grasas y pobre en fibra, los antecedentes familiares de cáncer colorrectal, las enfermedades inflamatorias intestinales crónicas, como la colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn.
El tratamiento de las neoplasias del recto depende del tipo y grado de crecimiento, así como de la etapa y localización del cáncer. Puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia o una combinación de estos tratamientos. La detección temprana y el tratamiento oportuno pueden mejorar significativamente los resultados del paciente.
Las enfermedades del recto se refieren a un grupo diverso de condiciones que afectan el recto, que es el último segmento del intestino grueso antes del ano. El recto desempeña un papel crucial en la defecación y almacenamiento temporal de heces.
Algunas enfermedades comunes del recto incluyen:
1. Proctitis: Es la inflamación del revestimiento del recto, que puede causar dolor abdominal, diarrea con sangre y una necesidad urgente de defecar. La proctitis puede ser causada por infecciones bacterianas, protozoarias o virales, enfermedades inflamatorias intestinales (EII) como la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn, radioterapia y otras afecciones médicas.
2. Hemorroides: Son venas hinchadas e inflamadas que se encuentran dentro o alrededor del ano y el recto. Las hemorroides pueden ser internas (dentro del recto) o externas (debajo de la piel alrededor del ano). Pueden causar dolor, picazón, sangrado y sensación de ardor en la región anal.
3. Fisura anal: Es una pequeña rotura o desgarro en el revestimiento del canal anal que puede causar dolor intenso, especialmente durante la defecación, y a veces puede sangrar. Las fisuras anales pueden ser causadas por esfuerzo excesivo durante las deposiciones, estreñimiento crónico, diarrea prolongada o enfermedades inflamatorias intestinales.
4. Absceso y fístula anal: Un absceso anal es una acumulación de pus que se forma en el tejido alrededor del ano como resultado de una infección. Una fístula anal es un conducto anormal que se forma entre el interior del ano y la superficie de la piel, a menudo como resultado de un absceso anal no tratado o infectado.
5. Prolapso rectal: Ocurre cuando una parte del revestimiento del recto sobresale a través del ano, especialmente después de defecar. El prolapso rectal puede causar síntomas como dolor, sangrado, secreción y sensación de evacuación incompleta.
6. Cáncer de colon y recto: Los pólipos y lesiones precancerosas en el revestimiento del colon y el recto pueden convertirse en cáncer si no se detectan y tratan a tiempo. El cáncer colorrectal es una de las principales causas de muerte por cáncer en todo el mundo.
El cuidado preventivo y la detección temprana son clave para mantener la salud del colon y el recto. Las recomendaciones generales incluyen:
- Llevar una dieta rica en frutas, verduras, granos enteros y fibra.
- Limitar el consumo de grasas saturadas, carnes rojas y procesadas.
- Hacer ejercicio regularmente.
- No fumar ni beber alcohol en exceso.
- Controlar el peso corporal y mantener un IMC saludable.
- Realizarse pruebas de detección regulares según las recomendaciones de su médico, especialmente a partir de los 50 años o antes si hay antecedentes familiares de cáncer colorrectal.
El canal anal, también conocido como el conducto anal o el canal de Alcock, es la parte final del tracto digestivo que conecta el recto con el exterior del cuerpo. Se trata de un tubo muscular y fibroso que mide aproximadamente 3 a 4 centímetros de largo y tiene forma de un cono invertido.
El canal anal está rodeado por dos capas de músculo, la capa interna o esfínter interno y la capa externa o esfínter externo. El esfínter interno es involuntario y se relaja durante la defecación para permitir que las heces salgan del cuerpo. Por otro lado, el esfínter externo es voluntario y se puede controlar conscientemente para retener o expulsar las heces.
El canal anal también está revestido por una membrana mucosa que secreta moco y ayuda a lubricar la zona durante la defecación. Además, contiene glándulas anales que producen un líquido que ayuda a mantener la humedad en el área y protegerla de infecciones.
Es importante mantener una buena higiene en esta zona para prevenir infecciones y otras complicaciones médicas. Si experimentas dolor, sangrado o cualquier otra anomalía en el canal anal, es recomendable consultar a un médico especialista en gastroenterología o proctología.
La proctoscopía es un procedimiento diagnóstico médico que involucra el uso de un instrumento llamado proctoscopio para examinar el interior del recto y el canal anal. El proctoscopio es un tubo delgado, iluminado y flexible o rígido que se inserta suavemente en el recto.
Este procedimiento se realiza generalmente para diagnosticar varias condiciones médicas que afectan el recto y el canal anal, como hemorroides, fisuras anales, fístulas, tumores benignos o malignos, y otras enfermedades inflamatorias intestinales. Durante la proctoscopía, el médico puede tomar muestras de tejido (biopsia) para su análisis adicional.
Es importante que este procedimiento sea realizado por un profesional médico capacitado, ya que una mala técnica puede causar lesiones o complicaciones en la zona anal y rectal. Antes del procedimiento, se pueden administrar laxantes o enemas para limpiar el recto y facilitar la visualización. La proctoscopía generalmente no es un procedimiento doloroso, aunque puede causar cierta incomodidad o molestia leve.
Las neoplasias del colon sigmoide se refieren a crecimientos anormales y no deseados (tumores) en la pared del colon sigmoide, que es el último segmento de colon antes del recto. Estos tumores pueden ser benignos o malignos (cáncer).
Los tipos más comunes de neoplasias en el colon sigmoide incluyen:
1. Adenomas: Son crecimientos benignos, pero tienen el potencial de convertirse en cáncer si no se eliminan. La mayoría de los cánceres colorrectales comienzan como adenomas.
2. Carcinomas: Son cánceres malignos que se originan en el revestimiento del colon sigmoide. Pueden invadir las capas más profundas de la pared del colon y extenderse a otros órganos (metástasis).
Los factores de riesgo para desarrollar neoplasias en el colon sigmoide incluyen: edad avanzada, antecedentes personales o familiares de cáncer colorrectal, poliposis adenomatosa hereditaria, enfermedad inflamatoria intestinal crónica (como la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn), dieta rica en grasas y pobre en fibra, obesidad, tabaquismo y falta de actividad física.
La detección temprana y el tratamiento oportuno de las neoplasias del colon sigmoide pueden mejorar significativamente el pronóstico y la supervivencia del paciente. Las opciones de tratamiento incluyen cirugía, radioterapia, quimioterapia y terapia dirigida, dependiendo del tipo y estadio de la neoplasia.
El colon, también conocido como intestino grueso, es la parte final del tracto gastrointestinal en el cuerpo humano. Se extiende desde el ciego, donde se une al íleon (la última parte del intestino delgado), hasta el recto, que conduce al ano. El colon mide aproximadamente 1,5 metros de largo y tiene varias funciones importantes en la digestión y la absorción de nutrientes.
Las principales funciones del colon incluyen:
1. Absorción de agua y electrolitos: El colon ayuda a absorber el exceso de agua y electrolitos (como sodio y potasio) de los materiales no digeridos que pasan a través de él, lo que ayuda a formar las heces.
2. Almacenamiento temporal de heces: El colon actúa como un reservorio temporal para las heces antes de ser eliminadas del cuerpo a través del recto y el ano.
3. Fermentación bacteriana: El colon contiene una gran cantidad y diversidad de bacterias beneficiosas que descomponen los residuos alimentarios no digeridos, produciendo gases y ácidos grasos de cadena corta, como el butirato, que sirven como fuente de energía para las células del colon y tienen propiedades antiinflamatorias y protectores contra el cáncer.
4. Síntesis de vitaminas: Las bacterias del colon también son responsables de la síntesis de varias vitaminas, como la vitamina K y algunas vitaminas B (como la biotina y la vitamina B12 en pequeñas cantidades).
El colon se divide en varias regiones anatómicas: el ciego, el colon ascendente, el colon transverso, el colon descendente y el colon sigmoide. Cada región tiene características distintivas en términos de estructura y función. El movimiento intestinal y las contracciones musculares ayudan a mover los contenidos a través del colon y garantizar una correcta absorción de nutrientes y agua, así como la eliminación de desechos.
El colon sigmoide es la parte final del colon, justo antes del recto. Se caracteriza por su forma en "S" y mide aproximadamente 40 cm de largo. Su función principal es almacenar y eliminar los desechos corporales. El colon sigmoide está ubicado en la parte inferior izquierda del abdomen y es una de las áreas más comunes donde se producen pólipos y cáncer colorrectal. Es importante someterse a exámenes regulares, como la sigmoidoscopia o colonoscopia, para detectar cualquier crecimiento anormal en esta área.
Los pólipos intestinales son crecimientos anormales en el revestimiento del interior del intestino, que pueden ser benignos (no cancerosos) o potencialmente malignos (precancerosos). A menudo se encuentran en el colon (intestino grueso) y el recto.
Existen varios tipos de pólipos intestinales, pero los dos más comunes son:
1. Pólipos adenomatosos: generalmente benignos, pero con el potencial de convertirse en cáncer colorrectal si no se tratan.
2. Pólipos hiperplásicos: suelen ser pequeños y benignos, raramente se vuelven cancerosos.
Los pólipos intestinales a menudo no causan síntomas, especialmente en las etapas iniciales. Sin embargo, algunas personas pueden experimentar sangrado rectal, cambios en los hábitos intestinales, dolor abdominal o anemia ferropénica (debido a la pérdida de sangre crónica y lenta). El diagnóstico generalmente se realiza mediante una colonoscopia, que permite al médico examinar el revestimiento del intestino y tomar muestras de tejido (biopsia) para su análisis. El tratamiento suele implicar la extirpación quirúrgica de los pólipos durante una colonoscopia o cirugía abdominal, dependiendo del tamaño, número y tipo de pólipos. La detección temprana y el tratamiento adecuado pueden ayudar a prevenir el desarrollo de cáncer colorrectal. Las personas con antecedentes familiares de pólipos intestinales o cáncer colorrectal, así como aquellas con ciertas condiciones médicas, como la enfermedad inflamatoria intestinal, corren un mayor riesgo de desarrollar pólipos y pueden beneficiarse de exámenes regulares y vigilancia adicional.
El megacolon es una afección médica que se caracteriza por un aumento significativo en el tamaño y la dilatación del colon. Puede ser congénito, como en el caso del megacolon aganglionar o sindrómico, conocido como megacolon adquirido.
En el megacolon aganglionar, también llamado enfermedad de Hirschsprung, falta un grupo de células nerviosas específicas (ganglios) en el colon, lo que provoca una obstrucción intestinal funcional. Este tipo de megacolon generalmente se diagnostica durante la infancia y puede variar en gravedad desde casos leves hasta casos severos que pueden poner en peligro la vida del paciente.
Por otro lado, el megacolon adquirido puede ser causado por diversas afecciones, como el síndrome del intestino irritable, la colitis ulcerosa, la enfermedad de Crohn o el uso prolongado de laxantes. Este tipo de megacolon se caracteriza por una dilatación excesiva del colon y puede llevar a complicaciones como impactación fecal, distensión abdominal, dolor, estreñimiento crónico y, en casos graves, perforación intestinal.
El tratamiento del megacolon dependerá de la causa subyacente. Puede incluir cambios en la dieta, medicamentos, terapia con líquidos, masaje abdominal o, en casos más graves, cirugía para extirpar parte o todo el colon afectado.
La proctitis es un trastorno médico que se caracteriza por la inflamación del revestimiento del recto, el último segmento del intestino grueso. Puede causar síntomas como dolor rectal, sensación de ardor o escozor en el área anal, micción frecuente de heces sueltas o diarrea, a veces con mucosidad o sangre.
La proctitis puede ser causada por varios factores, incluyendo infecciones bacterianas, virales o parasitarias, enfermedades inflamatorias intestinales como la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn, radioterapia pélvica, quimioterapia o incluso por factores no infecciosos como el uso de algunos medicamentos o dispositivos intrarrectales.
El tratamiento de la proctitis depende de la causa subyacente. Si es causada por una infección, se pueden recetar antibióticos u otros medicamentos antimicrobianos. En casos de proctitis no infecciosa, el tratamiento puede incluir antiinflamatorios, cambios en la dieta o estilo de vida, y en algunos casos, cirugía.
El prolapso rectal, también conocido como procidentia recti o rectocele, es una afección médica en la que el recto se desplaza desde su posición normal dentro del cuerpo hasta el canal anal. Esto puede ocurrir cuando los músculos y tejidos que mantienen el recto en su lugar se debilitan o dañan, lo que permite que el recto se extienda o sobresalga a través del ano.
El prolapso rectal puede causar síntomas como dolor, sangrado, secreción de mucosidad, sensación de evacuación incompleta y dificultad para defecar. En algunos casos, el prolapso rectal puede reducirse espontáneamente o con la ayuda de un médico, pero en otros casntos casos puede requerir cirugía para su corrección.
La causa más común del prolapso rectal es el daño a los músculos y tejidos que rodean el recto, lo que puede ocurrir como resultado de partos difíciles, enfermedades inflamatorias intestinales, estreñimiento crónico, cirugía previa en la región pélvica o envejecimiento. El tratamiento del prolapso rectal depende de su gravedad y puede incluir cambios en el estilo de vida, fisioterapia, medicamentos o cirugía.
La colostomía es un procedimiento quirúrgico en el que se crea una abertura (estoma) en la pared abdominal, a través de la cual los contenidos del colon (intestino grueso) pueden ser desviados y evacuados en una bolsa adjunta al exterior del cuerpo. Esta cirugía se realiza con diversos fines terapéuticos, como el tratamiento de diversas afecciones intestinales graves, tales como cáncer colorrectal, diverticulitis, enfermedad inflamatoria intestinal, traumatismos o defectos congénitos.
La colostomía puede ser temporal o permanente, dependiendo de la gravedad y extensión del daño en el colon. En una colostomía temporal, se crea un pasaje artificial para permitir que el intestino sano cicatrice y recupere su función normal. Una vez que esto ocurre, el estoma puede ser revertido quirúrgicamente y la continuidad del tracto digestivo se restablece. En una colostomía permanente, debido a la enfermedad avanzada o daño severo, no es posible restaurar la continuidad intestinal, por lo que el estoma permanece de forma indefinida.
Las personas con colostomías requieren cuidados especiales y adaptaciones en su estilo de vida, como el uso de bolsas para recolectar las heces y una dieta adecuada para minimizar los problemas gastrointestinales. A pesar de estos desafíos, la mayoría de las personas con colostomías pueden llevar una vida activa y satisfactoria después de la adaptación inicial al nuevo cambio en su salud.
La administración rectal es una ruta de administración de medicamentos o sustancias terapéuticas que involucra la introducción de las mismas a través del recto. Esta vía se utiliza comúnmente cuando el paciente tiene dificultad para ingerir medicamentos por vía oral, o cuando se requiere una absorción más rápida de los fármacos en el cuerpo.
Los medicamentos administrados por vía rectal pueden tomar la forma de supositorios, enemas o microenemas. Los supositorios son pequeñas formas sólidas que se disuelven o funden a temperatura corporal y permiten la absorción del fármaco a través de las paredes del recto. Por otro lado, los enemas y microenemas consisten en líquidos que se introducen en el recto para lograr efectos locales o sistémicos.
Entre los beneficios de la administración rectal se encuentran la evitación del proceso de digestión y la rápida absorción de los fármacos, lo que puede ser particularmente útil en situaciones de emergencia. Además, esta vía permite la administración de medicamentos a pacientes inconscientes o con dificultad para tragar. Sin embargo, también presenta desventajas, como la posibilidad de irritación o dolor en el recto, una absorción menos predecible que otras vías y la limitación en el tipo y cantidad de fármacos que pueden administrarse.
Las neoplasias del colon, también conocidas como cáncer colorrectal, se refieren a un crecimiento anormal y descontrolado de células en el revestimiento del colon (intestino grueso) o recto. Pueden ser benignas (no cancerosas) o malignas (cancerosas).
Las neoplasias benignas incluyen pólipos adenomatosos y pólipos hiperplásicos. Los pólipos adenomatosos tienen el potencial de transformarse en cáncer si no se eliminan quirúrgicamente.
Las neoplasias malignas, o cánceres colorrectales, pueden invadir los tejidos circundantes y propagarse (metástasis) a otros órganos del cuerpo. Los cánceres colorrectales suelen originarse a partir de pólipos adenomatosos que se han vuelto cancerosos.
Los factores de riesgo para el desarrollo de neoplasias del colon incluyen la edad avanzada, antecedentes personales o familiares de pólipos adenomatosos o cáncer colorrectal, enfermedades inflamatorias intestinales crónicas, dieta rica en grasas y pobre en fibra, tabaquismo y obesidad.
El diagnóstico se realiza mediante pruebas de detección como la colonoscopia, sigmoidoscopia flexible, pruebas de sangre oculta en heces y tomografías computarizadas. El tratamiento depende del estadio y la localización de la neoplasia y puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia o terapias dirigidas.
La colonoscopia es un procedimiento diagnóstico y terapéutico que utiliza un endoscopio flexible, conocido como colonoscopio, para examinar el revestimiento del colon (gran intestino) y el recto. Durante la exploración, se puede extraer tejido para realizar biopsias, eliminar pólipos o aliviar síntomas. También se utiliza en la detección temprana y prevención del cáncer colorrectal. El paciente suele estar sedado durante el procedimiento.
Las neoplasias colorrectales se refieren a crecimientos anormales en el revestimiento del colon o recto. Estos crecimientos pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos). Los ejemplos de neoplasias benignas incluyen pólipos adenomatosos y los ejemplos de neoplasias malignas son los carcinomas colorrectales.
Los pólipos adenomatosos son crecimientos no cancerosos que a veces pueden convertirse en cáncer con el tiempo si no se eliminan. Los carcinomas colorrectales son cánceres que se han desarrollado en el revestimiento del colon o recto. Estos tipos de cáncer suelen comenzar como un pólipo pequeño y benigno, pero a medida que crecen, pueden invadir los tejidos circundantes y propagarse (metástasis) a otras partes del cuerpo.
Los factores de riesgo para las neoplasias colorrectales incluyen la edad avanzada, antecedentes familiares de cáncer colorrectal o pólipos adenomatosos, enfermedades inflamatorias intestinales crónicas como la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn, dieta rica en grasas y pobre en fibra, tabaquismo, obesidad y falta de ejercicio.
La detección temprana y el tratamiento oportuno de las neoplasias colorrectales pueden mejorar significativamente los resultados del paciente. Las pruebas de detección recomendadas incluyen colonoscopia, sigmoidoscopia flexible y pruebas de sangre oculta en heces.
La sigmoidoscopia es un procedimiento diagnóstico médico que involucra el uso de un sigmoidoscopio, un tubo delgado y flexible con una luz y una lente para ver el interior del cuerpo. Más específicamente, la sigmoidoscopia permite al médico examinar el revestimiento del colon inferior o sigmoide, que es la última porción del intestino grueso.
Durante el procedimiento, el sigmoidoscopio se inserta gradualmente en el recto y el colon sigmoide. El médico puede then inflate the area with air to better view the lining, and may also take biopsies (small tissue samples) for further examination.
Sigmoidoscopies are typically used to investigate symptoms such as abdominal pain, changes in bowel habits, or rectal bleeding. They can help diagnose conditions like inflammatory bowel disease, polyps, or colorectal cancer. It's important to note that a sigmoidoscopy does not examine the entire colon, so if a more comprehensive examination is needed, a colonoscopy may be recommended instead.
La defecación es un proceso natural y fisiológico que involucra la eliminación de los desechos sólidos del cuerpo, conocidos como heces o materia fecal. Estos desechos son el resultado final del procesamiento de los alimentos digeridos y la absorción de nutrientes en el intestino grueso.
El proceso de defecación comienza en el colon, donde el agua y las sales se absorben de los residuos sólidos, lo que lleva a la formación de heces más firmes. Luego, las heces se mueven hacia el recto, que es una parte inferior del intestino grueso. Cuando el recto se llena con suficientes heces, se desencadena un reflejo involuntario que provoca la relajación del esfínter anal interno y la contracción de los músculos abdominales, lo que aumenta la presión en el recto. Esto permite que las heces salgan del cuerpo a través del ano.
La defecación normalmente ocurre durante el día, especialmente después de las comidas, cuando los músculos intestinales se contraen con más fuerza para ayudar a mover las heces hacia abajo. Sin embargo, algunas personas pueden experimentar dificultades para defecar, lo que puede llevar a estreñimiento o incluso a trastornos más graves del tracto gastrointestinal.
Los procedimientos quirúrgicos del sistema digestivo se refieren a los diversos tipos de cirugías realizadas en las estructuras anatómicas y sistemas involucrados en la digestión de los alimentos. Esto puede incluir órganos como el esófago, estómago, intestino delgado, colon (intestino grueso), hígado, vesícula biliar, páncreas y glándulas salivales.
Algunos ejemplos comunes de procedimientos quirúrgicos del sistema digestivo son:
1. Gastrostomía: Una cirugía en la que se crea una abertura directa al estómago a través de la pared abdominal, lo que permite la alimentación y la hidratación directas al estómago.
2. Colectomía: La extirpación quirúrgica del colon (intestino grueso). Puede ser parcial o total, dependiendo de la extensión de la enfermedad.
3. Gastrectomía: La extirpación quirúrgica de parte o todo el estómago, comúnmente realizada para tratar cánceres gástricos o úlceras graves.
4. Hepatectomía: La extirpación quirúrgica de parte o todo el hígado, a menudo se realiza para tratar tumores hepáticos benignos o malignos.
5. Pancreatectomía: La extirpación quirúrgica del páncreas o parte de él, comúnmente realizada para tratar cánceres pancreáticos o pancreatitis crónica grave.
6. Esofagectomía: La extirpación quirúrgica del esófago, generalmente se realiza para tratar cánceres de esófago.
7. Cirugía bariátrica: Un grupo de procedimientos quirúrgicos utilizados para tratar la obesidad grave, incluyendo el bypass gástrico y la banda gástrica ajustable.
8. Colostomía e ileostomía: Procedimientos en los que se crea una abertura (estoma) en el abdomen para permitir que las heces salgan del cuerpo, comúnmente realizados después de la extirpación del colon o el intestino delgado debido a enfermedades como el cáncer o la enfermedad inflamatoria intestinal.
Neoplasia es un término general que se refiere al crecimiento celular anormal o a la formación de nuevos tejidos en partes del cuerpo donde no debería haber crecimiento. Cuando hablamos de "neoplasias del ciego", nos referimos específicamente al desarrollo de tumores benignos o malignos (cáncer) en la región del ciego, que es una porción de nuestro intestino grueso o colon.
El ciego es la primera porción del colon después del intestino delgado y antes del colon descendente. Las neoplasias en esta zona pueden ser adenomas (tumores benignos), que a veces pueden convertirse en carcinomas (cáncer de colon). El cáncer de colon es una de las formas más comunes de cáncer y puede causar síntomas como sangrado rectal, cambios en los hábitos intestinales, anemia, fatiga y dolor abdominal.
El diagnóstico de neoplasias del ciego generalmente se realiza mediante pruebas de detección como la colonoscopia, que permite al médico observar directamente el revestimiento interno del colon e identificar cualquier crecimiento anormal. La extirpación quirúrgica o la resección del tumor pueden ser tratamientos adecuados para las neoplasias benignas y malignas en etapas tempranas, mientras que la quimioterapia y la radioterapia pueden ser necesarias para tratar los cánceres más avanzados.
La mucosa intestinal es la membrana delicada y altamente vascularizada que reviste el interior del tracto gastrointestinal. Es la primera barrera entre el lumen intestinal y el tejido subyacente, y desempeña un papel crucial en la absorción de nutrientes, la secreción de electrolitos y líquidos, y la protección contra patógenos y toxinas.
La mucosa intestinal está compuesta por epitelio simple columnar, que forma una capa continua de células que recubren la superficie interna del intestino. Estas células están unidas entre sí por uniones estrechas, lo que ayuda a mantener la integridad de la barrera intestinal y a regular el paso de moléculas y iones a través de ella.
Además, la mucosa intestinal contiene glándulas especializadas, como las glándulas de Lieberkühn, que secretan mucus y enzimas digestivas para facilitar la absorción de nutrientes y proteger la mucosa contra el daño. La mucosa intestinal también alberga una gran cantidad de bacterias beneficiosas, conocidas como microbiota intestinal, que desempeñan un papel importante en la salud digestiva y general.
La integridad y la función adecuadas de la mucosa intestinal son esenciales para la salud digestiva y general, y su deterioro puede contribuir al desarrollo de diversas enfermedades, como la enfermedad inflamatoria intestinal, la enfermedad celíaca, la síndrome del intestino irritable y algunos trastornos autoinmunes.
La planificación de la radioterapia asistida por computador, también conocida como CRT (Computed Radiotherapy Planning), es un proceso mediante el cual se utilizan sistemas informáticos y software especializado para diseñar y optimizar un plan de tratamiento de radioterapia. Este proceso tiene como objetivo administrar dosis precisas de radiación a tumores o lesiones específicas, minimizando al mismo tiempo la exposición a tejidos sanos circundantes y reduciendo los posibles efectos secundarios del tratamiento.
El proceso de planificación CRT implica varios pasos:
1. Imágenes médicas: Se adquieren imágenes médicas, como TC (tomografía computarizada), RMN (imagen por resonancia magnética) o PET (tomografía por emisión de positrones), para definir la ubicación, forma y tamaño del tumor y los tejidos adyacentes.
2. Contornado: Se delinean las estructuras anatómicas en las imágenes, incluidos el objetivo terapéutico (tumor) y los órganos de riesgo (tejidos sanos críticos). Esto se realiza mediante software especializado y puede requerir la intervención de un radioterapeuta o fisicomédico.
3. Planificación inversa: Se utilizan algoritmos informáticos complejos para calcular la distribución óptima de dosis de radiación que maximice la dosis al objetivo terapéutico y minimice la exposición a los órganos de riesgo.
4. Optimización: Se realizan ajustes y modificaciones al plan inicial para cumplir con las restricciones de dosis prescritas y garantizar la seguridad y eficacia del tratamiento.
5. Validación: El plan final se revisa y aprueba por un equipo multidisciplinario, incluidos radioterapeutas, fisicomédicos y dosimetristas.
6. Implementación: Se implementa el plan de tratamiento en la máquina de radioterapia, y se realiza una verificación de los parámetros para garantizar la precisión del tratamiento.
7. Seguimiento: Después del tratamiento, se realizan controles periódicos para evaluar la respuesta al tratamiento y detectar posibles efectos secundarios.
Colectomía es el término médico que se utiliza para describir la extirpación quirúrgica total o parcial del colon (intestino grueso). Puede ser realizada por diversas razones, como el tratamiento de cáncer colorrectal, enfermedad inflamatoria intestinal, diverticulitis grave, megacolon tóxico o complicaciones de la enfermedad de Crohn. Existen diferentes tipos de colectomía, dependiendo de la porción del colon que se extirpe: hemicolectomía (parte izquierda o derecha), sigmoidectomía (sigmoide), y proctocolectomía (colon y recto). La decisión sobre el tipo de colectomía a realizar depende de la enfermedad subyacente, su localización y extensión. Después de la cirugía, los pacientes pueden necesitar una colostomía temporal o permanente, lo que significa que los desechos fecales se eliminarán a través de una abertura en el abdomen en lugar del recto.
El adenocarcinoma es un tipo específico de cáncer que se forma en las glándulas exocrinas del cuerpo. Las glándulas exocrinas son aquellas que producen y secretan sustancias como sudor, aceites o mucosidades para lubricar y proteger los tejidos circundantes.
El adenocarcinoma se desarrolla a partir de células glandulares anormales que comienzan a multiplicarse sin control, formando una masa tumoral. Este tipo de cáncer puede ocurrir en varias partes del cuerpo, incluyendo los pulmones, el colon, el recto, la próstata, el seno y el cuello del útero.
Los síntomas del adenocarcinoma pueden variar dependiendo de su localización en el cuerpo, pero algunos signos comunes incluyen dolor, hinchazón o inflamación, dificultad para tragar, tos persistente, pérdida de peso y fatiga.
El tratamiento del adenocarcinoma depende del estadio y la localización del cáncer, y puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia o terapias dirigidas. Es importante recibir atención médica especializada temprana si se sospecha de la presencia de este tipo de cáncer para aumentar las posibilidades de un tratamiento exitoso.
El intestino grueso, también conocido como colon, es la parte final del tracto gastrointestinal en los seres humanos y otros mamíferos, donde se absorbe la mayor parte del agua y electrolitos, mientras que las bacterias presentes descomponen los residuos no digeridos para formar las heces. Es una estructura tubular que mide aproximadamente 1,5 metros de largo y se extiende desde el intestino delgado hasta el recto. El intestino grueso tiene varias funciones importantes en el proceso de digestión, incluyendo la absorción de agua y sales, la fermentación de los hidratos de carbono no digeridos por las bacterias intestinales, la producción de vitaminas K y algunas del complejo B, y la eliminación de desechos sólidos a través de la defecación. La pared interior del intestino grueso está recubierta con mucosa y musculatura lisa, que ayudan en el proceso de movimiento y absorción de los contenidos intestinales.
Las grapadoras quirúrgicas, también conocidas como clipos metálicos quirúrgicos o sistemas de grapado quirúrgico, son instrumentos médicos utilizados en cirugías para unir tejidos blandos, especialmente intestinos y vasos sanguíneos. Están compuestas por dos piezas metálicas que se unen mediante la aplicación de presión, lo que permite mantener los tejidos unidos mientras cicatrizan. Después del proceso de curación, las grapas se retiran o se descomponen naturalmente. Son una alternativa a los puntos de sutura tradicionales y ofrecen beneficios como la reducción del tiempo quirúrgico y la posibilidad de causar menos trauma a los tejidos.
El adenoma velloso, también conocido como adenoma papilaro-velloso o adenoma de Warthin, es un tipo raro de tumor benigno que se desarrolla en las glándulas salivales accesorias, ubicadas principalmente en la región de la boca y la garganta.
Este tumor está compuesto por células epiteliales con características similares a las de las glándulas salivales normales, rodeadas por una cápsula fibrosa. Las células del adenoma velloso presentan proyecciones similares a pelos o "vellosidades", lo que le da su nombre.
Aunque el adenoma velloso es benigno, en algunos casos puede crecer y causar molestias, como dolor o dificultad para tragar. En raras ocasiones, un adenoma velloso puede transformarse en maligno (carcinoma adenoide quístico). Por lo general, el tratamiento consiste en la extirpación quirúrgica del tumor.
Un enema es un procedimiento médico en el que se introduce líquido en el recto y el colon a través del ano, con el propósito de limpiarlo o estimular su peristaltismo. Puede utilizarse para vaciar el intestino antes de realizar ciertos exámenes radiológicos o quirúrgicos, aliviar el estreñimiento severo, administrar medicamentos o como parte de un tratamiento para intoxicaciones. Los líquidos utilizados varían, pero generalmente son sueros salinos tibios, soluciones de limpieza o agentes de contraste. El procedimiento puede causar incomodidad, pero rara vez es doloroso si se realiza correctamente.
El estreñimiento es una afección digestiva común en la que una persona tiene dificultad para evacuar las heces (feces) o experimenta evacuaciones intestinales infrecuentes, con heces duras y secas. Aunque la frecuencia intestinal varía de persona a persona, generalmente se considera que una persona está estreñida si tiene menos de tres deposiciones por semana.
El estreñimiento puede ser causado por varios factores, incluyendo una dieta baja en fibra, falta de ejercicio, deshidratación, trastornos médicos subyacentes (como el síndrome del intestino irritable o trastornos hormonales) y el uso de ciertos medicamentos. El estreñimiento también puede ser crónico o agudo, y puede ir acompañado de otros síntomas como hinchazón abdominal, dolor abdominal, náuseas y vómitos.
El tratamiento del estreñimiento suele implicar cambios en el estilo de vida, como aumentar la ingesta de fibra y líquidos, hacer ejercicio regularmente y evitar el uso prolongado de laxantes. En casos más graves, se pueden recetar medicamentos o incluso considerar procedimientos quirúrgicos. Si experimenta síntomas de estreñimiento, es importante buscar atención médica si persisten o empeoran.
La colitis ulcerosa es una enfermedad inflamatoria intestinal (EII) que afecta al revestimiento del colon y el recto. Se caracteriza por la inflamación y úlceras (llagas) en la mucosa del colon, lo que puede causar síntomas como diarrea sanguinolenta, dolor abdominal, fatiga y pérdida de peso.
La enfermedad afecta por lo general al recto y al colon sigmoide, pero en algunos casos puede extenderse a todo el colon. La colitis ulcerosa tiende a presentarse en forma de brotes, con periodos de actividad (brotes) seguidos de periodos de remisión en los que los síntomas desaparecen o se reducen considerablemente.
Aunque la causa exacta de la colitis ulcerosa no se conoce completamente, se cree que está relacionada con una combinación de factores genéticos, inmunológicos y ambientales. No existe cura para la enfermedad, pero los tratamientos pueden ayudar a controlar los síntomas y prevenir las complicaciones. La extirpación quirúrgica del colon puede ser necesaria en casos graves o cuando no responden a otros tratamientos.
El ano imperforado es una malformación congénita en la cual el orificio normal del ano no está presente o se encuentra obstruido. Normalmente, durante el desarrollo fetal, el canal anal se forma cuando el extremo inferior del intestino se extiende y se une con la piel del perineo (la zona entre el escroto o los labios mayores y el ano). Si este proceso no se completa correctamente, el bebé nacerá con el ano imperforado.
Esta condición puede variar en gravedad, desde una membrana delgada que cubre parcial o completamente el orificio anal, hasta la ausencia total del canal anal. En casos más graves, el intestino puede terminar en un saco ciego en el perineo, lo que se conoce como un recto corto o atrésico.
El ano imperforado suele ir acompañado de otras malformaciones, especialmente de los sistemas digestivo, urinario y genital. Entre las más comunes se encuentran la fístula anal (un conducto anormal entre el recto y la piel), la estenosis anal (un estrechamiento del canal anal), la duplicación intestinal y los defectos del esfínter anal.
El tratamiento suele consistir en una cirugía para crear un orificio anal adecuado y corregir cualquier otra malformación asociada. El pronóstico generalmente es bueno si la intervención se realiza de manera oportuna y no existen otras complicaciones graves. Sin embargo, los bebés con ano imperforado pueden tener problemas para controlar las deposiciones (incontinencia fecal) después de la cirugía, especialmente si también tienen defectos en el esfínter anal.
El perineo es la región anatómica que se encuentra en la parte inferior del tronco, entre el pubis y el coxis, en la zona donde termina la pared abdominal posterior y comienza la musculatura de la región glútea. Se divide en perineo anterior (urogenital) y perineo posterior (anal). Contiene estructuras importantes como los músculos elevadores del ano, los músculos isquiocavernosos y bulbospongiosos, el esfínter uretral y externo del ano, glándulas, vasos sanguíneos y nervios. El perineo desempeña un papel fundamental en la función sexual, miccional y defecatoria.
La hemorragia gastrointestinal (GI) se refiere a cualquier sangrado que ocurre en el tracto gastrointestinal, que abarca desde la boca hasta el recto. Esta condición puede variar en gravedad, desde una pequeña cantidad de sangrado que produce síntomas leves, hasta un sangrado extenso que puede ser potencialmente mortal.
Los síntomas más comunes de una hemorragia GI incluyen:
1. Vomitar sangre o material que se ve como café molido.
2. Heces negras y alquitranadas (melena).
3. Dolor abdominal.
4. Mareos o desmayos.
5. Debilidad o fatiga.
6. Taquicardia (latidos cardíacos rápidos).
7. Hipotensión (presión arterial baja).
La causa de la hemorragia GI puede ser benigna o grave, y puede incluir úlceras pépticas, varices esofágicas, gastritis, diverticulosis, enfermedad inflamatoria intestinal, infecciones, tumores malignos o traumatismos. El diagnóstico generalmente se realiza mediante una endoscopia, que permite al médico visualizar el interior del tracto GI y identificar la fuente del sangrado. El tratamiento dependerá de la causa subyacente y puede incluir medicamentos, endoscopia terapéutica, cirugía o intervenciones radiológicas.
Las neoplasias del sistema digestivo se refieren a un crecimiento anormal y descontrolado de células en cualquier parte del tubo digestivo, que incluye la boca, faringe, esófago, estómago, intestino delgado, colon, recto y ano. Estas neoplasias pueden ser benignas o malignas (cáncer).
Las neoplasias benignas suelen crecer lentamente y rara vez se diseminan a otras partes del cuerpo. Por otro lado, las neoplasias malignas, también conocidas como cánceres, tienen el potencial de invadir los tejidos circundantes y propagarse (metástasis) a otros órganos.
Los cánceres del sistema digestivo pueden ser adenocarcinomas, carcinoides, sarcomas, linfomas o tumores neuroendocrinos, dependiendo del tipo de célula afectada. El tratamiento y el pronóstico varían según el tipo y la etapa del cáncer en el momento del diagnóstico.
Los factores de riesgo para desarrollar cáncer en el sistema digestivo incluyen la edad, el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, una dieta rica en grasas y pobre en frutas y verduras, la obesidad, una historia familiar de cánceres digestivos, infecciones como la helicobacter pylori y condiciones crónicas inflamatorias intestinales.
La braquiterapia es una forma de radioterapia de concentración elevada, en la que se coloca directamente una fuente de radiación en o cerca del tumor. El objetivo es entregar una dosis alta de radiación al tejido canceroso, mientras se minimiza la exposición a los tejidos y órganos sanos circundantes.
Este tratamiento puede administrarse mediante diferentes técnicas, como implantes permanentes o temporales, near-surface (cerca de la superficie) o intersticial (dentro del tumor). La elección del tipo de braquiterapia dependerá del tipo y localización del cáncer, así como de las condiciones clínicas del paciente.
La braquiterapia se utiliza a menudo en el tratamiento de cánceres localizados, especialmente en aquellos que se encuentran en órganos huecos, como la vejiga, el útero, el esófago y la nariz. También puede emplearse en combinación con cirugía o radioterapia externa para aumentar las posibilidades de curación o aliviar los síntomas del cáncer avanzado.
Los efectos secundarios de la braquiterapia varían según la ubicación y el tamaño del tumor, así como la dosis total de radiación administrada. Los posibles efectos adversos pueden incluir irritación, enrojecimiento o hinchazón en el sitio de tratamiento; fatiga; y molestias al orinar o defecar. La mayoría de estos efectos secundarios suelen ser temporales y desaparecen después del tratamiento. Sin embargo, en algunos casos, pueden presentarse complicaciones más graves, como sangrado, infección o daño a los tejidos circundantes, por lo que es importante que el paciente esté bajo un cuidadoso seguimiento médico durante y después del tratamiento.
La dosificación radioterápica es el proceso de determinar y administrar la cantidad adecuada de radiación para alcanzar un objetivo terapéutico específico en el tratamiento del cáncer, mientras se minimiza la exposición a la radiación de los tejidos sanos circundantes. Se mide en unidades llamadas grays (Gy), donde 1 Gy equivale a la absorción de un joule de energía por kilogramo de masa. La dosis prescrita depende de varios factores, como el tipo y el estadio del cáncer, la ubicación del tumor, el estado general de salud del paciente y los posibles efectos secundarios. El proceso de dosificación radioterápica requiere un cuidadoso equilibrio entre maximizar la eficacia terapéutica y minimizar los riesgos potenciales para la salud del paciente.
Las Enfermedades Inflamatorias Intestinales (EII) son trastornos continuos y recurrentes que afectan principalmente al intestino delgado y el colon. El colon es la parte final del sistema digestivo. Las dos EII principales son la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa.
1. Enfermedad de Crohn: Es una inflamación continua de la pared del tubo digestivo, que puede afectar cualquier parte desde la boca hasta el ano. Sin embargo, a menudo se localiza en el intestino delgado y el colon. Puede penetrar profundamente en las capas de los tejidos que rodean el intestino, causando complicaciones como fístulas (canales anormales entre órganos) o abscesos (acumulación de pus).
2. Colitis Ulcerosa: Es una inflamación limitada a la mucosa del colon y el recto, donde causa úlceras y lesiones superficiales. A diferencia de la enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa generalmente no se disemina más allá del revestimiento del colon.
Ambas condiciones pueden causar síntomas como diarrea, dolor abdominal, fatiga, pérdida de apetito y pérdida de peso. El tratamiento puede incluir medicamentos para controlar la inflamación, cambios en la dieta y, en algunos casos, cirugía.
Otras enfermedades del colon menos comunes incluyen el cáncer colorrectal, diverticulosis (bolsas pequeñas que se forman en las paredes del intestino), diverticulitis (inflamación o infección de estas bolsas) y síndrome del intestino irritable.
En el contexto médico, "órganos en riesgo" se refiere a los órganos o tejidos del cuerpo humano que pueden verse más susceptibles a sufrir daños o efectos adversos como resultado de un tratamiento específico, generalmente relacionado con la radioterapia y quimioterapia en el tratamiento del cáncer.
Estos órganos varían dependiendo del tipo de cáncer y su localización, así como del plan de tratamiento específico. Por ejemplo, en el tratamiento de cáncer de mama, los órganos en riesgo pueden incluir el corazón, pulmones o glándula tiroides, mientras que en el tratamiento de cáncer de cuello uterino, los órganos en riesgo podrían ser el intestino grueso, vejiga o útero.
El objetivo es minimizar la exposición del tejido sano al tratamiento oncológico, preservando así as mucho como sea posible la función del órgano y reduciendo al mínimo los efectos secundarios a largo plazo. Esto se logra mediante técnicas sofisticadas de planificación y entrega de dosis, como la radioterapia conformacional tridimensional o la radioterapia de intensidad modulada.
Un adenoma es un tipo de tumor benigno (no canceroso) que se forma en las glándulas. Puede ocurrir en cualquier glándula del cuerpo, pero son más comunes en las glándulas situadas en el revestimiento del intestino delgado y en la próstata de los hombres.
Los adenomas suelen crecer muy lentamente y a menudo no causan ningún síntoma. Sin embargo, algunos tipos de adenomas pueden convertirse en cancerosos con el tiempo, especialmente si son grandes o si han existido durante mucho tiempo.
El tratamiento de un adenoma depende del tamaño y la ubicación del tumor. En algunos casos, se puede observar el crecimiento del tumor con exámenes regulares. En otros casos, se pueden necesitar cirugía o otras terapias para extirpar el tumor.
Es importante acudir al médico si se presentan síntomas como sangrado rectal, cambios en los hábitos intestinales o dolor abdominal inexplicable, ya que pueden ser señales de un adenoma o de otra afección médica grave.
El colon transverso es una parte del sistema digestivo en el cuerpo humano. Es la sección horizontal del colon, que conecta el colon ascendente (que va hacia arriba desde el ciego) con el colon descendente (que va hacia abajo hacia el recto). El colon transverso está ubicado en la parte superior izquierda del abdomen y desempeña un papel importante en la absorción de agua y electrolitos de las heces antes de que se almacenen en el recto. También es donde algunas bacterias beneficiosas residen y ayudan en la digestión de los alimentos.
La pelvis, en anatomía humana, se refiere a la estructura ósea inferior del tronco que se compone de cuatro huesos: el sacro y el cóccix (formados a partir de la fusión de varias vértebras) y los dos iliones (que provienen de los extremos inferiores de los huesos coxales). Estos huesos encajan entre sí para formar una cavidad, la cavidad pelviana, que tiene una función mecánica importante durante el parto y también al soportar el peso del cuerpo en posición erecta. Además, dentro de esta cavidad se encuentran órganos vitales como los intestinos y los órganos reproductores y urinarios.
La fístula rectovaginal es un tipo de comunicación anormal entre el recto y la vagina, lo que significa que hay un conducto o tubo que se ha formado entre estas dos áreas. Esta condición generalmente ocurre como resultado de una complicación después de una cirugía, radioterapia, parto difícil (distocia), infección o enfermedad inflamatoria intestinal, especialmente la enfermedad de Crohn.
Las fístulas rectovaginales pueden causar síntomas como fugas de heces o gases a través de la vagina, incontinencia fecal, dolor durante las relaciones sexuales, infecciones recurrentes y mal olor en la zona genital. El tratamiento generalmente implica cirugía para cerrar la fístula, aunque en algunos casos puede ser necesario un enfoque multidisciplinario que incluya gastroenterólogos, radiólogos interventionistas y especialistas en coloproctología.
Una ileostomía es un procedimiento quirúrgico en el que se crea una abertura (estoma) en el extremo del íleon, uno de los intestinos delgados. Esta operación generalmente se realiza en personas con enfermedad inflamatoria intestinal grave, cáncer colorrectal avanzado o lesión intestinal severa.
La ileostomía permite que las heces salgan del cuerpo a través del estoma, que usualmente se ubica en el abdomen inferior. Las heces son recolectadas en una bolsa adherida al exterior del cuerpo, la cual debe ser vaciada y reemplazada regularmente.
Este procedimiento puede ser temporal o permanente, dependiendo de la condición subyacente que lo requirió. Las personas con ileostomía necesitan adaptar su dieta y rutina de cuidado personal para manejar los desafíos asociados con este tipo de cirugía.
Las neoplasias gastrointestinales se refieren a un crecimiento anormal y desregulado de tejidos en el tracto gastrointestinal, que puede ser benigno o maligno (cáncer). Estos crecimientos celulares se denominan neoplasias o tumores.
En el tracto gastrointestinal, las neoplasias pueden ocurrir en cualquier parte, desde la boca hasta el ano. Algunos tipos comunes de neoplasias gastrointestinales incluyen:
1. Adenomas: crecimientos benignos que a menudo se encuentran en el colon y el recto. Sin embargo, algunos adenomas pueden volverse cancerosos con el tiempo.
2. Carcinoides: tumores neuroendocrinos que generalmente se desarrollan en el intestino delgado, pero también pueden ocurrir en el estómago, el colon y el recto. La mayoría de los carcinoides son benignos, pero algunos pueden ser cancerosos y diseminarse a otras partes del cuerpo.
3. Linfomas: tumores que se desarrollan en el sistema inmunológico y afectan a los glóbulos blancos. Pueden ocurrir en cualquier parte del tracto gastrointestinal, pero son más comunes en el estómago y el intestino delgado.
4. Cánceres: incluyen carcinomas de células escamosas, adenocarcinomas y sarcomas. Los cánceres gastrointestinales pueden ser muy agresivos y crecer rápidamente, invadiendo tejidos circundantes y diseminándose a otras partes del cuerpo.
Los síntomas de las neoplasias gastrointestinales varían según la ubicación y el tipo de tumor. Algunos síntomas comunes incluyen sangrado rectal, dolor abdominal, cambios en los hábitos intestinales, pérdida de apetito y pérdida de peso inexplicable. El tratamiento depende del tipo y la etapa del tumor y puede incluir cirugía, quimioterapia, radioterapia o una combinación de estos.
El colon descendente es la parte del colon que desciende hacia abajo desde el colon transverso en el lado izquierdo del abdomen. Se extiende desde el ángulo esplénico hasta el sigmoides, que es la última porción del colon antes de entrar en el recto. Su función principal es almacenar y eliminar desechos sólidos a través del proceso de defecación. El colon descendente también participa en la reabsorción de agua y electrolitos del contenido intestinal.
La motilidad gastrointestinal se refiere al movimiento y contracción de los músculos lisos en el tracto gastrointestinal, que incluye el esófago, estómago, intestino delgado, colon y recto. Este proceso coordinado ayuda a mover el contenido a través del sistema digestivo, desde la ingesta de alimentos hasta su eliminación como heces. La motilidad gastrointestinal está controlada por el sistema nervioso entérico, que es una red compleja de neuronas y células gliales en el revestimiento del tracto gastrointestinal. Además, las hormonas y otras sustancias químicas también desempeñan un papel en la regulación de la motilidad gastrointestinal. Los trastornos de la motilidad gastrointestinal pueden causar una variedad de síntomas, como náuseas, vómitos, dolor abdominal, estreñimiento o diarrea.
La anastomosis quirúrgica es el proceso de unir mecánicamente los extremos de dos conductos huecos o tubulares, como vasos sanguíneos, intestinos o bronquios, para crear una vía continua. Esto se realiza durante una cirugía para restaurar la continuidad y la función normal después de una resección o extirpación parcial de un órgano. La anastomosis se puede lograr mediante suturas, grapas quirúrgicas u otros dispositivos médicos especializados. El proceso requiere habilidades técnicas sofisticadas y cuidado para minimizar el riesgo de complicaciones, como fugas o estenosis anastomóticas.
El fosfato de polifloretina es un compuesto químico que se utiliza en algunos suplementos nutricionales y cosméticos. Se deriva de las moléculas de flavonoides encontradas en las plantas, específicamente en la raíz de la planta de la cúrcuma y en la corteza del árbol de ciruelo japonés.
En términos médicos, el fosfato de polifloretina se ha investigado por sus posibles efectos antioxidantes y antiinflamatorios. Algunos estudios han sugerido que este compuesto puede ayudar a proteger las células del daño oxidativo y reducir la inflamación en el cuerpo. Sin embargo, se necesita más investigación para confirmar estos posibles beneficios para la salud y determinar las dosis seguras y efectivas.
Es importante señalar que los suplementos nutricionales y cosméticos que contienen fosfato de polifloretina no están regulados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los Estados Unidos, lo que significa que su calidad, pureza y seguridad pueden variar. Antes de tomar cualquier suplemento nutricional o usar un producto cosmético que contenga fosfato de polifloretina, es recomendable hablar con un profesional médico para obtener asesoramiento individualizado y garantizar la seguridad.
La incontinencia fecal se define como la pérdida involuntaria del control de los gases (flatulencias), líquidos o heces sólidas desde el recto. Puede variar en gravedad, desde la dificultad para retrasar la defecación hasta la incapacidad completa de controlar las evacuaciones intestinales. Esta afección puede causar gran angustia y aislamiento social, por lo que es importante buscar atención médica si se experimentan síntomas. El tratamiento puede incluir cambios en la dieta, ejercicios para fortalecer los músculos del suelo pélvico, medicamentos o, en algunos casos, cirugía.
Los pólipos son crecimientos anormales que se desarrollan en la superficie interna de los órganos huecos o cavidades del cuerpo, tales como el revestimiento del intestino grueso (colon), el recto, el estómago, la nariz o los senos paranasales. La mayoría de los pólipos son benignos (no cancerosos) y no presentan síntomas, aunque algunos pueden convertirse en malignos con el tiempo.
Los pólipos intestinales suelen ser pequeños, pero pueden crecer hasta varios centímetros de tamaño. Pueden haber uno o más pólipos y pueden aparecer en cualquier parte del revestimiento interno del colon o el recto. Los pólipos nasales suelen desarrollarse en las membranas mucosas que recubren el interior de la nariz y los senos paranasales.
El crecimiento de pólipos puede ser causado por diversos factores, como la inflamación crónica, mutaciones genéticas o el envejecimiento. Algunas afecciones médicas, como la poliposis adenomatosa familiar (una enfermedad hereditaria rara) y la colitis ulcerosa, aumentan el riesgo de desarrollar pólipos.
El diagnóstico de pólipos generalmente se realiza mediante una colonoscopia o una sigmoidoscopia, que permiten al médico examinar directamente el revestimiento interno del intestino grueso y detectar la presencia de pólipos. El tratamiento suele consistir en la extirpación quirúrgica de los pólipos durante una colonoscopia o sigmoidoscopia, seguida de un control periódico para detectar la aparición de nuevos pólipos.
La vagina es un órgano muscular hueco, parte del sistema reproductivo femenino que se extiende desde la abertura vulvar hasta el cuello uterino. Tiene aproximadamente entre 7 a 10 cm de longitud en reposo, pero puede estirarse considerablemente durante el coito o el parto. La vagina desempeña varias funciones importantes: sirve como conducto para la menstruación, el esperma y el feto; también es donde ocurre la mayor parte de la estimulación sexual durante las relaciones sexuales vaginales. Su pH ácido (generalmente entre 3,8 y 4,5) ayuda a proteger contra infecciones. La mucosa que recubre su interior está revestida por pliegues transversales llamados rugae, que permiten el extenso alargamiento y ensanchamiento necesarios durante las relaciones sexuales y el parto.
Neoplasias Primarias Múltiples (NPM) es un término médico que se refiere a la presencia simultánea o sucesiva de más de un cáncer primario en el organismo, es decir, dos o más tumores malignos independientes en diferentes localizaciones anatómicas, que no guardan relación entre sí y no son metástasis del mismo.
Las NPM pueden ser sincrónicas, cuando los tumores se diagnostican al mismo tiempo, o metacrónicas, cuando hay un intervalo de tiempo entre el diagnóstico de cada uno de ellos. Las NPM pueden deberse a diferentes factores de riesgo, como la predisposición genética, la exposición a radiaciones o determinados agentes químicos y ambientales, o hábitos tóxicos como el consumo de tabaco y alcohol.
El diagnóstico y tratamiento de las NPM requieren una evaluación multidisciplinar y un enfoque personalizado, ya que cada tumor puede presentar diferentes características biológicas y clínicas, y precisar de un tratamiento específico. Además, es importante establecer un seguimiento a largo plazo para detectar precozmente la aparición de nuevos tumores y mejorar el pronóstico y la supervivencia de los pacientes.
La radioterapia de intensidad modulada (IMRT, por sus siglas en inglés) es un tipo de tratamiento de radiación que utiliza técnicas sofisticadas para adaptar la dosis de radiación a la forma tridimensional del tumor. Esto permite entregar dosis más altas de radiación al tumor, mientras se minimizan las dosis a los tejidos normales circundantes, reduciendo así los posibles efectos secundarios.
La IMRT utiliza una computadora para controlar el movimiento de los campos de radiación y la cantidad de energía que se entrega en diferentes partes del tumor. Esto resulta en un perfil de dosis más uniforme y preciso, lo que puede mejorar la eficacia del tratamiento y reducir los riesgos de daño a los tejidos sanos adyacentes.
La IMRT se utiliza comúnmente en el tratamiento de cánceres sólidos, como el cáncer de próstata, cabeza y cuello, pulmón, mama y pélvico. Sin embargo, su uso puede depender de varios factores, como la ubicación y el tamaño del tumor, la etapa del cáncer y la condición general del paciente.
El Sistema Digestivo es un complejo conjunto de órganos y glándulas que trabajan juntos para convertir los alimentos en nutrientes. Este sistema está formado por el tracto gastrointestinal (que incluye la boca, faringe, esófago, estómago, intestino delgado, intestino grueso y ano) y las glándulas accesorias (como las glándulas salivales, páncreas, hígado y vesícula biliar).
La digestión comienza en la boca donde los dientes muerden los alimentos en trozos más pequeños y las glándulas salivales secretan amilasa, una enzima que descompone los carbohidratos. Luego, el bolo alimenticio viaja por el esófago hasta el estómago donde se mezcla con los jugos gástricos para formar el chyme.
El chyme pasa al intestino delgado donde se absorben la mayoría de los nutrientes gracias a las enzimas secretadas por el páncreas y el hígado, así como a la acción de las células que recubren el interior del intestino. Los residuos no digeridos pasan al intestino grueso donde se absorbe agua y electrolitos, antes de ser eliminados a través del ano en forma de heces.
El sistema digestivo también desempeña un papel importante en la protección contra patógenos, ya que produce ácidos gástricos y enzimas que pueden destruir bacterias y parásitos dañinos presentes en los alimentos. Además, algunas células del sistema inmune se encuentran en el revestimiento intestinal, lo que ayuda a prevenir infecciones.
Los pólipos del colon, también conocidos como pólipos colorrectales, se refieren a crecimientos anormales en el revestimiento del colon (intestino grueso) o recto. Estos crecimientos pueden variar en tamaño y forma, y la mayoría no presentan síntomas inicialmente.
Existen varios tipos de pólipos, pero los dos más comunes son:
1. Pólipos adenomatosos (adenomas): estos pólipos tienen el potencial de convertirse en cancerosos con el tiempo, especialmente si miden más de 1 cm de diámetro.
2. Pólipos hiperplásicos: generalmente son pequeños y menos propensos a ser precancerosos, aunque algunos tipos pueden tener un mayor potencial cancerígeno.
La causa exacta de los pólipos del colon no está clara, pero factores como la edad avanzada, antecedentes familiares de cáncer colorrectal, enfermedades inflamatorias intestinales (como la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn), tabaquismo, obesidad y dieta rica en grasas y baja en fibra pueden aumentar el riesgo de desarrollarlos.
La detección y eliminación tempranas de los pólipos del colon a través de pruebas de detección regulares, como la sigmoidoscopia o la colonoscopia, pueden ayudar a prevenir el cáncer colorrectal. El tratamiento generalmente implica la extirpación quirúrgica de los pólipos durante una colonoscopia. La frecuencia de las pruebas de detección dependerá de los factores de riesgo individuales y de los resultados previos de las pruebas.
La vejiga urinaria, en términos médicos, es un órgano hueco muscular flexible localizado en la pelvis. Es parte del sistema urinario y su función principal es almacenar la orina producida por los riñones hasta que sea apropiado orinar. La vejiga tiene una capacidad variable, pero típicamente puede contener hasta aproximadamente 500 ml de orina. Cuando se llena, envía señales al cerebro a través de nervios para indicar que es hora de vaciarla, lo que ocurre mediante un proceso llamado micción. Durante la micción, los músculos de la vejiga se contraen para expulsar la orina mientras los músculos del esfínter uretral se relajan para permitir el flujo de orina hacia afuera a través de la uretra.
La palabra "ciego" se utiliza a menudo en el campo médico para describir diferentes situaciones relacionadas con la pérdida de visión. Algunos de los términos médicos más comunes asociados con la ceguera incluyen:
1. Ceguera total: Es la ausencia completa de visión en ambos ojos. Una persona con ceguera total no puede percibir la luz ni distinguir entre claridad y oscuridad.
2. Ceguera legal: Se refiere a una condición en la que una persona tiene una agudeza visual muy reducida, incluso con el uso de lentes correctivos. En los Estados Unidos, por ejemplo, se considera ciego legal a aquellas personas que tienen una agudeza visual de 20/200 o peor en su mejor ojo, o un campo visual limitado a 20 grados o menos en su mejor ojo.
3. Ceguera parcial: También conocida como baja visión, se refiere a una disminución significativa de la visión que no alcanza el nivel de ceguera legal. Una persona con ceguera parcial puede tener dificultad para realizar tareas cotidianas, como leer, conducir o ver rostros.
4. Ceguera de nacimiento: Ocurre cuando una persona nace sin la capacidad de ver o desarrolla ceguera en los primeros meses de vida. La ceguera de nacimiento puede ser el resultado de diversas causas, como anomalías congénitas, infecciones durante el embarazo o lesiones durante el parto.
5. Ceguera nocturna: Es una afección en la que una persona tiene dificultad para ver en condiciones de poca luz. La ceguera nocturna puede ser el resultado de diversas causas, como deficiencias enzimáticas, enfermedades genéticas o lesiones en la retina.
6. Ceguera cortical: Se refiere a una forma de ceguera adquirida que es el resultado de daño al cerebro, en lugar de problemas con los ojos. La ceguera cortical puede ser causada por traumatismos craneales, tumores cerebrales, accidentes cerebrovasculares o infecciones.
7. Ceguera legal: Es el nivel mínimo de visión que una persona necesita para ser considerada legalmente ciega en muchas jurisdicciones. La definición varía, pero generalmente implica tener una agudeza visual de 20/200 o peor en el mejor ojo, incluso con la corrección óptica, o un campo visual limitado a 20 grados o menos.
El íleon es la última porción del intestino delgado en el sistema gastrointestinal de los humanos y otros mamíferos. Se extiende desde la válvula ileocecal, que lo conecta con el ciego (la primera parte del intestino grueso), hasta el apéndice. El íleon es responsable de la absorción de nutrientes y agua de los materiales no digeridos que provienen del intestino delgado superior, antes de que estos desechos sean almacenados en el colon y finalmente eliminados del cuerpo. La pared del íleon contiene numerosas vellosidades intestinales y glándulas de Lieberkühn, que aumentan su superficie y mejoran la absorción.
Las enfermedades anales son un grupo de condiciones médicas que afectan la región anal, incluyendo el ano y el canal anal. Estas enfermedades pueden causar síntomas como dolor, sangrado, picazón, secreción y / o alteraciones en el hábito intestinal. Algunos ejemplos de enfermedades anales incluyen hemorroides, fisuras anales, fístulas anales, abscesos anales, infecciones de la piel alrededor del ano (como el impétigo y la celulitis), condilomas anales (verrugas genitales), enfermedad de Crohn y cáncer de ano. El tratamiento varía dependiendo de la afección específica, pero puede incluir medicamentos, procedimientos ambulatorios o cirugía.
La proctocolectomía restauradora es un procedimiento quirúrgico complejo que se utiliza para tratar la enfermedad inflamatoria intestinal, específicamente la colitis ulcerosa grave y refractaria. Consiste en la extirpación total o parcial del colon (colo) y el recto (procto), seguida de la reconstrucción del tracto gastrointestinal.
El objetivo principal de esta cirugía es eliminar los tejidos dañados e inflamados, al mismo tiempo que se preserva la función intestinal y se minimizan las consecuencias funcionales a largo plazo. La proctocolectomía restauradora incluye dos etapas principales:
1. Colectomía y ileostomía inicial: Durante la primera etapa, se extirpa el colon y el recto, y se crea una ileostomía temporal (una apertura quirúrgica en la pared abdominal donde el extremo del íleon -el último segmento del intestino delgado- se conecta para permitir la eliminación de las heces).
2. Ileoprótesis (reconstrucción intestinal): En la segunda etapa, que generalmente se realiza después de que el paciente se haya recuperado completamente de la primera cirugía, se reconstruye el tracto gastrointestinal mediante la creación de un reservorio ileal (un segmento del íleon se pliega sobre sí mismo y se sutura formando una bolsa) y su conexión al ano. Esto permite la evacuación controlada de las heces, preservando la continuidad intestinal y evitando la necesidad de una ileostomía permanente.
Existen diferentes técnicas quirúrgicas para llevar a cabo la proctocolectomía restauradora, como la ileoprótesis de J-pouch, la ileoprótesis de S-pouch o la ileoprótesis de W-pouch. La elección de la técnica dependerá de las preferencias del cirujano y las características individuales del paciente.
La proctocolectomía restauradora es una opción terapéutica en pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal (enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa) que presentan complicaciones graves, como fístulas, estenosis o cáncer, y no han respondido adecuadamente al tratamiento médico. También se considera en pacientes con poliposis adenomatosa familiar, una enfermedad hereditaria que predispone al desarrollo de múltiples pólipos intestinales y cáncer colorrectal.
Los posibles riesgos y complicaciones asociadas a la proctocolectomía restauradora incluyen infecciones, sangrado, fístulas anastomóticas (conexiones anormales entre el reservorio ileal y la piel o las estructuras vecinas), obstrucción intestinal, disfunción del reservorio ileal (diarrea persistente o incontinencia fecal) y síndrome de intestino irritable. Además, algunos pacientes pueden experimentar cambios en su función sexual o urinaria después de la cirugía.
A pesar de estas posibles complicaciones, la proctocolectomía restauradora puede mejorar significativamente la calidad de vida de los pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal grave o poliposis adenomatosa familiar, al eliminar el tejido dañado y reducir el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal. Sin embargo, es importante que los pacientes discutan a fondo los beneficios y riesgos de la cirugía con su equipo médico antes de tomar una decisión informada sobre si someterse al procedimiento.
Las hemorroides son venas hinchadas y distendidas en el recto o el ano que pueden causar picazón, dolor e sangrado leve. Existen dos tipos principales de hemorroides: internas y externas. Las hemorroides internas se desarrollan dentro del revestimiento del recto y a menudo no presentan síntomas, aunque pueden causar sangrado durante las deposiciones. Por otro lado, las hemorroides externas se forman debajo de la piel alrededor del ano y pueden ser muy dolorosas, especialmente cuando están inflamadas.
Las causas más comunes de las hemorroides incluyen el estreñimiento crónico, el aumento de la presión en la zona pélvica durante el embarazo, el sobrepeso, el sedentarismo y los esfuerzos al defecar. El tratamiento puede incluir cambios en el estilo de vida, como aumentar el consumo de fibra y líquidos, hacer ejercicio regularmente y evitar el estar sentado durante largos períodos de tiempo. También se pueden recetar medicamentos de venta libre o prescripción para aliviar los síntomas y, en casos graves, puede ser necesaria una intervención quirúrgica.
Los traumatismos por radiación se refieren a lesiones tisulares y daños en el ADN causados por la exposición a dosis altas o extremadamente altas de radiación ionizante. La gravedad del trauma depende de factores como la dosis absorbida, la duración de la exposición, la parte del cuerpo expuesta y la tasa de entrega de la radiación.
La exposición a dosis altas de radiación puede resultar en una variedad de síntomas agudos, como náuseas, vómitos, diarrea, fatiga, fiebre y disminución de las células sanguíneas. La exposición a dosis extremadamente altas puede causar daño irreversible al tejido corporal, lo que podría conducir a la muerte en cuestión de días o incluso horas.
Además del daño agudo, la exposición a la radiación también puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer y otras enfermedades crónicas a largo plazo. Estos efectos suelen ser estocásticos, lo que significa que aumentan la probabilidad de que ocurra un evento adverso, pero no garantizan que ocurrirá.
Es importante destacar que los traumatismos por radiación son diferentes de las enfermedades causadas por la exposición a sustancias radiactivas, como el envenenamiento por radiación, que se produce cuando una persona ingiere, inhala o absorbe material radiactivo.
Los "Tratamientos Conservadores del Órgano" (TCO) son estrategias terapéuticas que buscan mantener la función y la integridad del órgano afectado, evitando o retrasando así la necesidad de procedimientos más invasivos o intervenciones quirúrgicas. Estos tratamientos suelen ser recomendados cuando el tejido dañado todavía conserva parte de su funcionalidad y se considera reversible.
El objetivo principal de los TCO es estabilizar la enfermedad o afección, aliviar los síntomas, mejorar la calidad de vida del paciente e incluso, en algunos casos, promover la curación o regeneración del tejido dañado. Esto se logra mediante una variedad de estrategias, que pueden incluir:
1. Medicamentos: Se utilizan fármacos específicos para tratar la enfermedad subyacente y controlar los síntomas asociados. Por ejemplo, en el caso de una insuficiencia cardiaca congestiva, se pueden recetar diuréticos para reducir la acumulación de líquidos y vasodilatadores para mejorar el flujo sanguíneo.
2. Modificaciones del estilo de vida: Se recomiendan cambios en los hábitos y rutinas diarias del paciente, como una dieta adecuada, ejercicio regular, cesación tabáquica y control del peso, con el fin de reducir la progresión de la enfermedad y mejorar la calidad de vida.
3. Terapias de rehabilitación: Se emplean técnicas y procedimientos específicos para ayudar al paciente a mantener o mejorar su función física e intelectual, como la fisioterapia, terapia ocupacional o logopedia.
4. Procedimientos mínimamente invasivos: Se utilizan técnicas quirúrgicas menos agresivas, como la angioplastia coronaria o la colocación de stents, para tratar enfermedades cardiovasculares sin necesidad de realizar una cirugía abierta.
5. Monitorización y control: Se realizan seguimientos regulares del estado de salud del paciente, mediante pruebas diagnósticas y consultas médicas periódicas, con el fin de detectar cambios en la enfermedad y ajustar el tratamiento si es necesario.
Los tratamientos conservadores o de mantenimiento pueden ser una opción viable para aquellos pacientes que no son candidatos a cirugías más invasivas o que prefieren evitar los riesgos asociados con estas intervenciones quirúrgicas. Además, en algunos casos, el tratamiento conservador puede retrasar la progresión de la enfermedad y mejorar la calidad de vida del paciente. Sin embargo, es importante tener en cuenta que cada caso es único y que la decisión sobre el tratamiento más adecuado debe ser tomada por un médico especialista, tras evaluar los factores individuales de cada paciente.
Una úlcera es una lesión abierta en la piel o en la membrana mucosa que se caracteriza por la pérdida de continuidad de los tejidos. En un contexto más específico, se utiliza a menudo para referirse a las úlceras gastrointestinales, que son úlceras que ocurren en el revestimiento del estómago o del intestino delgado, siendo la causa más común la infección por la bacteria Helicobacter pylori y el uso prolongado de antiinflamatorios no esteroideos (AINEs). Las úlceras gastrointestinales pueden causar síntomas como dolor abdominal, indigestión, náuseas, vómitos y, en casos graves, hemorragia interna. El tratamiento puede incluir antibióticos para eliminar la infección por Helicobacter pylori, medicamentos antiácidos para reducir la acidez estomacal y, en algunos casos, cirugía.
La enfermedad de Hirschsprung es un trastorno congénito que afecta el intestino grueso (colon). Se caracteriza por la ausencia de células nerviosas llamadas gangliones en una parte del colon, lo que impide que este órgano se relaje y propulse normalmente las heces. Esto puede causar estreñimiento severo, distensión abdominal e incluso obstrucción intestinal. Los síntomas generalmente comienzan poco después del nacimiento, aunque en algunos casos pueden no aparecer hasta la edad adulta. El tratamiento suele implicar una cirugía para extirpar el segmento afectado del colon y conectar el intestino sano al ano.
Los supositorios son formas farmacéuticas sólidas, diseñadas para ser administradas por vía rectal. Se fabrican generalmente a base de sustancias como el coco, la glicerina o el cacao, que tienen la propiedad de derretirse a temperatura corporal, lo que facilita la liberación del medicamento que contienen.
Los supositorios se utilizan para lograr efectos locales, como aliviar el dolor y la inflamación en el área rectal, o sistémicos, ya que algunos medicamentos absorbidos por esta vía pueden evitar el metabolismo hepático y así alcanzar concentraciones terapéuticas en el torrente sanguíneo.
Este método de administración es especialmente útil en pacientes que tienen dificultades para ingerir medicamentos por vía oral, como niños pequeños o personas en estado de coma. También se emplean cuando se necesita una acción rápida del fármaco, evitando los retrasos del tracto gastrointestinal.
El tránsito gastrointestinal (TGI) se refiere al tiempo que tarda el alimento en pasar a través del sistema gastrointestinal, desde la boca hasta el ano. Este proceso comprende la digestión, absorción y eliminación de los nutrientes y residuos. El TGI puede variar significativamente entre las personas y se ve influenciado por varios factores, incluyendo la dieta, la actividad física, el estado hormonal y la motilidad gastrointestinal.
El proceso comienza en la boca, donde los dientes muerden y desmenuzan los alimentos, y las glándulas salivales secretan enzimas que ayudan a descomponer los carbohidratos. Luego, el alimento pasa por el esófago hasta el estómago, donde se mezcla con los ácidos y enzimas gástricas para descomponer las proteínas.
Después de esto, el alimento semi-líquido, llamado quimo, pasa al intestino delgado, donde la mayor parte de la absorción de nutrientes tiene lugar. El intestino delgado contiene glándulas que secretan enzimas y sales biliares para ayudar a descomponer los lípidos, carbohidratos y proteínas en formas más pequeñas que puedan ser absorbidas por el cuerpo.
El alimento parcialmente digerido luego se mueve hacia el intestino grueso, donde el agua y las sales se reabsorben y los residuos no digeridos se convierten en heces. Finalmente, las heces se almacenan en el recto hasta que son expulsadas a través del ano durante la defecación.
El tiempo total de tránsito gastrointestinal puede variar de 24 a 72 horas o más, dependiendo de varios factores. Un TGI acelerado o retardado puede ser un signo de diversas condiciones médicas y requerir una evaluación adicional por parte de un profesional médico.
La perforación intestinal es un término médico que se refiere a un agujero o rotura en la pared del intestino. Esto puede ocurrir en cualquier parte del intestino, pero es más común en el intestino delgado y el colon. La perforación intestinal permite que los contenidos del intestino, incluyendo bacterias y ácidos digestivos, se derramen en la cavidad abdominal. Esto puede conducir a una infección grave e incluso potencialmente mortal conocida como peritonitis.
La causa más común de perforación intestinal es una complicación de una apendicitis aguda no tratada, donde el apéndice se inflama y eventualmente puede romperse. Otras causas pueden incluir úlceras pépticas avanzadas, enfermedad diverticular complicada, enfermedad inflamatoria intestinal, traumatismos abdominales, infecciones severas, y complicaciones de ciertos procedimientos médicos o quirúrgicos.
Los síntomas de una perforación intestinal pueden incluir dolor abdominal agudo y repentino, náuseas, vómitos, fiebre, pérdida del apetito y estreñimiento o diarrea con heces sanguinolentas. El tratamiento generalmente implica cirugía para reparar el daño en el intestino y limpiar la cavidad abdominal de los contenidos intestinales derramados. También puede ser necesario un tratamiento adicional para manejar cualquier infección subsiguiente.
La radioterapia conformal es un tipo de tratamiento de radiación utilizado en la medicina oncológica. Se caracteriza por su capacidad para dar forma a los haces de radiación de manera que coincidan con la forma y el volumen exactos del tumor que se está tratando. Esto permite entregar dosis más altas de radiación al tumor, mientras se minimizan los daños a los tejidos sanos circundantes.
La radioterapia conformal utiliza tecnologías avanzadas de planificación y entrega de la radiación, como la tomoterapia, la radioterapia de intensidad modulada (IMRT) y la radioterapia estereotáctica corporal (SBRT). Estas tecnologías permiten al equipo médico diseñar planes de tratamiento tridimensionales personalizados que tienen en cuenta los contornos específicos del tumor y los órganos críticos cercanos.
El objetivo principal de la radioterapia conformal es maximizar la eficacia del tratamiento al destruir las células cancerosas, mientras se reduce al mínimo el daño a los tejidos sanos y se preservan las funciones importantes del cuerpo. Esto puede ayudar a reducir los efectos secundarios del tratamiento y mejorar la calidad de vida del paciente durante y después del tratamiento.
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Cáncer de colon y recto - SEOM: Sociedad Española de Oncología Médica © 2019
Colon9
- El recto (del latín rectum) es el último tramo del tubo digestivo, situado inmediatamente después del colon sigmoide. (wikipedia.org)
- La histología del recto es similar a la del colon, salvo que presenta criptas de Lieberkuhn más profundas pero que se presentan en menor cantidad. (wikipedia.org)
- La detección del cáncer de colon y de recto: ¿Qué prueba preferiría hacerme? (health.gov)
- Todas las personas de entre 45 y 75 años necesitan hacerse la prueba de detección del cáncer de colon y de recto (cáncer colorrectal). (health.gov)
- Hay tres tipos principales de pruebas de detección del cáncer de colon y de recto: la colonoscopia, la sigmoidoscopia y las pruebas de las heces. (health.gov)
- La endoscopia consiste en la introducción de un aparato (= endoscopio) que tiene una luz al final y que permite visualizar el interior del colon y recto. (seom.org)
- Este contraste "dibuja" el interior del colon y recto. (seom.org)
- Generalmente, el recto está vacío porque las heces se almacenan más arriba, en el colon descendente. (msdmanuals.com)
- Finalmente, el colon descendente se llena y las heces pasan al recto, provocando la necesidad de evacuar el intestino (defecación). (msdmanuals.com)
Visualizar el interior1
- Rectoscopia o proctoscopia: es la introducción de un endoscopio por el ano, para visualizar el interior del recto. (wikipedia.org)
Final del intestino grueso1
- El recto es la parte final del intestino grueso y tiene una longitud de 17,9 cm, y de aquí las heces fecales salen del cuerpo a través del ano. (wikipedia.org)
Buscar1
- Buscar recto y visitar los foros recto para debatir, para encontrarse y hablar de su pasión en recto. (foroactivo.com)
Pendiente2
- Este applet te permite calcular la pendiente de la recta tangente de una función en cualquier punto entre -6 y 6. (geogebra.org)
- usa el applet para ver dónde la pendiente es cero, dónde es máxima y dónde es mínima. (geogebra.org)
Curva2
- Alicates para arandelas de puntas curva, recta GearWrench, long. (rs-online.com)
- Del poema "La línea es una curva sin sueños", de Manoel de Barros, el autor describe la capacidad de estar solo como una serie de curvas en espiral, y el sentimento de soledad como una línea recta sin curvas. (bvsalud.org)
Tubo digestivo5
- El recto es el segmento del tubo digestivo por encima del ano, donde las heces son retenidas antes de salir del organismo a través del ano. (merckmanuals.com)
- El ano es el orificio que existe al final del tubo digestivo, por donde los materiales de desecho salen del organismo. (merckmanuals.com)
- Introducción al ano y el recto El ano es el orificio que existe al final del tubo digestivo, por donde los materiales de desecho salen del organismo. (merckmanuals.com)
- El recto es el segmento del tubo digestivo por encima del ano, donde las. (merckmanuals.com)
- El ano es la abertura que existe al final del tubo digestivo, por la cual las heces abandonan el organismo. (msdmanuals.com)
Calcular2
- Por tanto, dados dos puntos, podemos calcular la recta que los une a partir de sus coordenadas: sólo tenemos que sustituir las coordenadas de los puntos en la ecuación y resolver el sistema de ecuaciones lineales obtenido. (ua.es)
- Vamos a calcular la recta que une los puntos A = (2, 1) y B=(3, 3) . (ua.es)
Revestimiento1
- Un dolor repentino e insoportable durante la deposición sugiere que un objeto extraño ha penetrado el revestimiento del recto o del ano, generalmente en la unión anorrectal. (merckmanuals.com)
Dibuja1
- Dibuja rectas paralelas y perpendiculares ¡Obtén 3 de 4 preguntas para subir de nivel! (khanacademy.org)
Heces4
- El recto recibe los materiales de desecho que quedan después de todo el proceso de la digestión de los alimentos, constituyendo las heces. (wikipedia.org)
- Si no se culmina la defecación, se inhibe el reflejo defecatorio, y las heces siguen acumulándose y continúa la absorción de agua por el recto, lo que provoca un endurecimiento de las heces y un estreñimiento. (wikipedia.org)
- Cuando el recto está lleno, la presión intrarrectal empuja a las paredes del canal anal, el recto se acorta y las ondas peristálticas propulsan las heces hacia el ano. (wikipedia.org)
- En el momento actual el método de cribado para la población general, no de riesgo, recomendado por las autoridades sanitarias y que se ha establecido en el territorio nacional de forma progresiva , es la detección de sangre oculta en heces a partir de los 50 años de edad. (seom.org)
Ligera2
- Pico recto del largo de la cabeza, con ligera curvatura en el culmen. (avespampa.com.ar)
- Amoladora recta compacta y ligera virutex. (herramientas-madera.com)
Segmento1
- las características de las rectas paralelas y perpendiculares así como la mediatriz de un segmento y la bisectriz de un ángulo. (khanacademy.org)
Generalmente1
- Debido a que algunos compuestos de bario (sulfato de bario y carbonato de bario) no se mezclan muy bien con agua, la cantidad de bario que se encuentra generalmente en el agua potable es baja. (cdc.gov)
Entra1
- La campaña electoral en Ecuador de cara al balotaje del 11 de abril entra en su recta final con un «pronóstico reservado» sobre la lucha de los candidatos Andrés Arauz y Guillermo Lasso por suceder, desde mayo, a Lenín Moreno en la Presidencia. (lahora.com.ec)
Enfermedades3
- Tacto rectal: es parte de la exploración física médica, para el diagnóstico de determinadas enfermedades como el cáncer de recto. (wikipedia.org)
- Anestesia local y anestesia regional La cirugía es el término utilizado tradicionalmente para describir los procedimientos (llamados procedimientos quirúrgicos) que implican realizar incisiones o suturar tejidos para tratar enfermedades. (merckmanuals.com)
- Una característica común a muchas de estas enfermedades es que pueden causar hipertensión portal, con la elevada morbimortalidad. (bvsalud.org)
Punto3
- Cuando un punto A=(a 1 , a 2 ) pertenece a una recta, sus coordenadas deben cumplir la ecuación de la recta. (ua.es)
- Es este colectivo, del que menos votos recibió en la primera vuelta, en el que se ha volcado "en tiempos de crisis", punto en el que explica que la "especial atención" tiene que ver, por ejemplo, con las becas y ayudas que ha concedido la propia institución ante el recorte y exigencia de criterios por parte del Ministerio. (heraldo.es)
- Desde el punto de vista epigráfico Cawaldrar es apoyado por la dra.Canto, quien no se pronuncia sobre otros aspectos (wait and see). (celtiberia.net)
Tipo1
- Asegurando que son de tipo fijo "muy puro" y que una vez distribuidas podrían haber alcanzado un valor de varios millones de euros, la Guardia Civil ha informado esta mañana de la detención de una pareja de narcotraficantes que planeaba introducir y distribuir un España más de 200 hipotecas que llevaban ocultas en el recto. (elmundotoday.com)
Ficha1
- Ficha de Clematis recta en Infojardín. (infojardin.com)
Doble1
- Cremallera de nylon recta con doble tirador. (naisa.es)
Prueba3
- Esta prueba salva vidas porque puede detectar el cáncer temprano, cuando es más fácil de tratar. (health.gov)
- CT abdominal-pélvico: Es una prueba radiológica que ofrece muchos datos sobre el cáncer colorrectal: su extensión local, si existen metástasis en el hígado, si hay ascitis, etc. (seom.org)
- Tomografía de emisión de positrones (PET): Es una prueba de Medicina Nuclear, que consiste en inyectar un líquido marcado con una sustancia específica y medir la emisión de unas partículas llamadas positrones. (seom.org)
Puntos1
- En estados clave como Pensilvania o Wisconsin, el candidato demócrata le aventaja en varios puntos, aunque la distancia es más corta. (elconfidencial.com)
Detalles1
- Buzo recto con cuello de tira y detalles. (naisa.es)
Servicios1
- Ante esta realidad es de vital importancia mirar al futuro y analizar europea será tanto la sociedad como los servicios y recursos que tenemos, y desarrollar propuestas que den respuesta a nuevas situaciones. (who.int)
Manos1
- Luego da un paso con la pierna derecha, dobla tus codos, voltea las manos y empújalas en una línea recta hacia afuera. (flashmavi.com)
Vida1
- El acceso vascular para hemodiálisis es esencial para el enfermo renal tanto por su morbimortalidad asociada como por su repercusión en la calidad de vida. (bvsalud.org)
Principal2
- El objetivo es destruir células cancerosas que podrían haber quedado durante la cirugía porque eran demasiado pequeñas como para verse, así como células cancerosas que podrían haber escapado del tumor principal y se establecieron en otras partes del cuerpo (pero son demasiado pequeñas como para verlas en estudios por imágenes). (cancer.org)
- Cuál es su principal teoría? (elconfidencial.com)
Metal1
- El bario es un metal blanco-plateado que toma un color plateado-amarillento cuando se expone al aire. (cdc.gov)
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