Neoplasias de la órbita ósea y de su contenido con excepción del globo ocular.
Enfermedades de la órbita ósea y de su contenido exceptuando al globo ocular.
Cavidad ósea que alberga el globo ocular y los tejidos y anejos asociados.
Fracturas de los huesos de la órbita, que incluye partes de los huesos frontal, etmoidal, lagrimal, y esfenoides y del maxilar y cigoma.
Una lesión inflamatoria tipo tumor inespecífica en la ÓRBITA del ojo. Por lo general, está compuesto de LINFOCITOS, CÉLULAS PLASMÁTICAS, MACRÓFAGOS, LEUCOCITOS con distintos grados de FIBROSIS. El seudomotor orbital está a menudo asociado con inflamación de los músculos extraoculares (MIOSITIS ORBITARIA) o inflamación de las glándulas lagrimales (DACRIOADENITIS).
Inflamación de los tejidos conjuntivos laxos de alrededor de la ÓRBITA, la estructura ósea que rodea a los globos oculares. Se caracteriza por DOLOR, EDEMA de la CONJUNTIVA, hinchazón de los PÁRPADOS, EXOFTALMOS, limitación de los movimientos oculares y pérdida de visión.
Protrusión anormal de ambos los ojos; puede ser producida por disfunción de las glándulas endocrinas, enfermedades malignas, lesiones, o parálisis de los músculos extrínsecos del ojo.
Trastorno autoimnunitario de los OJOS que afecta a los pacientes con enfermedad de Graves. Existen los subtipos de oftalmopatía congestiva (inflamación del tejido conjuntivo de la órbita), miopática (edema y disfunción de los músculos extrínsecos del ojo) y mixta (congestiva-miopática).
Prótesis estándar o hecha a medida en cristal o plástico con forma y color semejantes a la porción anterior de un ojo normal y que se inserta por razones estéticas en la cuenca de un ojo enucleado o eviscerado. (Dorland, 28a ed)
Tumores o cáncer del PÁNCREAS. Según los tipos de CÉLULAS DE LOS ISLOTES PANCREÁTICOS presentes en los tumores, pueden secretarse varias hormonas: GLUCAGÓN de las CÉLULAS SECRETORAS DE GLUCAGÓN, INSULINA de las CÉLULAS SECRETORAS DE INSULINA y SOMATOSTATINA de las CÉLULAS SECRETORAS DE SOMATOSTATINA. La mayoria son malignos, excepto los tumores productores de insulina (INSULINOMA).
Inflamación de los músculos extraoculares de los ojos. Se caracteriza por hinchazón que puede conducir a isquemia, fibrosis o PSEUDOTUMOR ORBITAL.
Crecimiento anormal y nuevo de tejido. Las neoplasias malignas muestran un mayor grado de anaplasia y tienen la propiedad de invasión y metástasis, comparados con las neoplasias benignas.
Neoplasias que contienen formaciones semejantes a quistes o que producen mucina o suero.
Músculos del ojo que incluyen a los musculos bulbares (extraoculares), los músculos orbiculares del ojo (párpados) y los músculos orbitales. Estos controlan al ojo y a sus estructuras circundantes.(From Dorland, 27th ed; Stedman, 25th ed)
Remoción quirúrgica del globo del ojo dejando intactos los músculos oculares y el resto del contenido orbital.
Remoción quirúrgica del contenido de la órbita. Incluye el globo del ojo, vasos sanguíneos, músculos, grasa, nervios y periostio. Debe ser diferenciado de la EVISCERACION DEL OJO, en la que se remueve el contenido interno del ojo, dejando intacta la esclera.
Tumores o cánceres del OJO.
Cirugía realizada en el ojo o en cualquiera de sus partes.
Dos o más crecimientos anormales de tejidos que ocurren simultáneamente y que se suponen tener origenes apartadas. Las neoplasias pueden ser histológicamente las mismas o diferentes y pueden encontrarse en el mismo sitio o en sitios diferentes.
Tumores o cánceres de la PIEL.
Tomografía que utiliza transmisión de rayos x y un algoritmo de computador para reconstruir la imagen.
Síntoma visual por el que un objeto único se percibe, por la corteza visual, como dos objetos. Los trastornos asociados con esta afección incluyen ERRORES DE REFRACCIÓN; ESTRABISMO; ENFERMEDADES DE LOS NERVIOS OCULOMOTORES; ENFERMEDADES DEL NERVIO TROCLEAR; ENFERMEDADES DE LOS NERVIOS ABDUCENTES; y enfermedades del TRONCO CEREBRAL y del LÓBULO OCCIPITAL.
Inflamación aguda, difusa y supurativa del tejido conectivo blando, particularmente del tejido subcutáneo profundo, y en ocasiones del músculo, que se ve más comúnmente como resultado de la infección de una herida, úlcera, u otras lesiones de la piel.
Crecimientos anormales de tejido que siguen a una neoplasia previa pero que no son una metástasis de ésta. La segunda neoplasia puede tener el mismo o diferente tipo histológico y puede ocurrir en los mismos o diferentes órganos que la neoplasia previa pero en todos los casos surgen a partir de un evento oncogénico independiente. El desarrollo de la segunda neoplasia puede o no relacionarse con el tratamiento para la neoplasia prévia ya que el riesgo genético o los factores predisponentes pueden ser en realidad la causa.
Tumores o cánceres del RIÑÓN.
Forma común de hipertiroidismo que se asocia con BOCIO hiperplásico difuso. Es una alteración autoinmune que produce anticuerpos contra los RECEPTORES DE TIROTROPINA. Estos autoanticuerpos activan el receptor TSH y de ese modo estimula la GLÁNDULA TIROIDES y la hipersecreción de HORMONAS TIROIDEAS. Estos autoanticuerpos también pueden afectar a los ojos (OFTALMOPATÍA DE GRAVES)y la piel(dermopatía de Graves).
Adenocarcinoma que produce mucina en cantidad importante. (Dorland, 28a ed)
Tumores o cánceres de la GLÁNDULA TIROIDES.
Afecciones que causan proliferación de tejidos con actividad hematopoyética o de tejidos que poseen potencial embrionario hematopoyético. Todas ellas producen alteraciones en la regulación de las CÉLULAS PROGENITORAS MIELOIDES, muy frecuentemente por causa de una mutación en la PROTEINA TIROSINA QUINASA JAK2.
Cada uno de los pliegues superiores e inferiores de la PIEL que cubre el OJO cuando está cerrado.
Enfermedades del aparato lagrimal.

Las neoplasias orbitales se refieren a un crecimiento anormal de tejidos en la región orbitaria, que es el área circundante al ojo. Pueden ser benignas (no cancerosas) o malignas (cancerosas), y su crecimiento puede comprimir los nervios y vasos sanguíneos locales, afectando la función visual y el movimiento ocular.

Las neoplasias orbitales pueden originarse en cualquiera de los tejidos que conforman la órbita, incluyendo el músculo, grasa, nervios, vasos sanguíneos, glándulas lacrimales y linfáticas. También pueden extenderse a la órbita desde estructuras adyacentes, como los senos paranasales o el cerebro.

Los síntomas más comunes de las neoplasias orbitales incluyen protrusión ocular, limitación del movimiento ocular, dolor ocular, enrojecimiento ocular, pérdida de visión y cambios en la apariencia del párpado o del globo ocular. El tratamiento depende del tipo y grado de malignidad de la neoplasia y puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia o una combinación de estos.

Las enfermedades orbitales se refieren a un grupo diverso de condiciones que afectan la órbita, que es la cavidad ósea en forma de pirámide situada en la cara que alberga y protege el globo ocular. Estas enfermedades pueden ser causadas por diversos factores, como infecciones, inflamación, traumatismos, tumores o trastornos sistémicos.

Algunos ejemplos de enfermedades orbitales incluyen:

1. Celulitis orbitaria: una infección bacteriana que causa hinchazón y enrojecimiento en el tejido blando alrededor del ojo.
2. Tiroiditis de Graves: una enfermedad autoinmune que afecta la glándula tiroides y puede causar protrusión del globo ocular (exoftalmos).
3. Neuritis óptica: una inflamación del nervio óptico que puede causar pérdida de visión.
4. Tumores orbitales: crecimientos benignos o malignos en la órbita que pueden comprimir los tejidos y nervios circundantes.
5. Enfermedad de Basedow-Graves: una enfermedad autoinmune que afecta la glándula tiroides y puede causar exoftalmos, retracción del párpado y otros síntomas orbitales.
6. Traumatismos orbitales: lesiones en la órbita que pueden causar hemorragia, hinchazón, fracturas óseas y daño a los tejidos y nervios circundantes.

El tratamiento de las enfermedades orbitales depende del tipo y gravedad de la afección. Puede incluir antibióticos, corticosteroides, cirugía o radioterapia. Es importante buscar atención médica inmediata si se experimentan síntomas de enfermedad orbital, como pérdida de visión, dolor, hinchazón u otros cambios en la apariencia o función del ojo.

En terminología méd, la órbita es la cavidad ósea en el cráneo donde se sitúa el ojo junto con sus anexos (glándula lagrimal, músculos extraoculares, nervios, vasos sanguíneos y grasas). Está delimitada por varios huesos: frontal, esfenoides, zigomático y maxilar superior. La órbita tiene forma de pirámide con la base hacia afuera y el vértice dirigido hacia atrás en relación al plano facial. Su función principal es proteger los ojos y permitir el movimiento ocular gracias a los músculos que se insertan en ella.

Las fracturas orbitales se refieren a las roturas o grietas en los huesos que forman la órbita, que es el socket óseo situado en la cara que alberga y protege al ojo. Estas fracturas pueden ser causadas por traumatismos directos o impactos fuertes a la región facial, como los producidos en accidentes automovilísticos, peleas o deportes de contacto.

Existen diferentes tipos de fracturas orbitales, dependiendo de la localización y el patrón de la rotura. Algunos de los más comunes incluyen:

1. Fracturas del suelo orbitario (fosa inferior): También conocidas como fracturas de "suelo de la órbita", se producen cuando el hueso maxilar o el hueso palatino se rompe, formando una abertura en el piso de la órbita. Este tipo de fractura puede comprometer los músculos que controlan los movimientos oculares y los nervios que suministran sensación al ojo.

2. Fracturas de la pared lateral (fosa temporal): Ocurren cuando se rompe el hueso cigomático (hueso malar o mejilla), que forma parte de la pared externa de la órbita. Estas fracturas pueden dar lugar a un aumento de la movilidad de la pared orbitaria y, en algunos casos, a una alteración en la apariencia facial.

3. Fracturas de la pared medial (fosa etmoidal): Se dan cuando se rompe el hueso etmoides, que forma parte de la pared interna de la órbita. Este tipo de fractura puede asociarse con daño en los senos paranasales y hemorragias nasales.

4. Fracturas del techo orbitario: Son menos frecuentes y se producen cuando se rompe el hueso frontal, que forma parte de la cubierta superior de la órbita. Estas fracturas pueden estar asociadas con lesiones en el cerebro o en los vasos sanguíneos craneales.

Los síntomas más comunes de las fracturas orbitarias incluyen:
- Dolor y sensibilidad alrededor del ojo afectado
- Hinchazón y moretones en el párpado y la región facial
- Limitación en los movimientos oculares
- Doble visión (diplopía)
- Hemorragia nasal
- Cambios en la apariencia facial
- Pérdida de sensibilidad en la piel alrededor del ojo

El diagnóstico de las fracturas orbitarias se realiza mediante una exploración clínica completa y pruebas de imagen, como la tomografía computarizada (TC) o la resonancia magnética nuclear (RMN). El tratamiento dependerá del tipo y gravedad de la lesión. En algunos casos, se requerirá cirugía para reparar los huesos rotos y restaurar la función ocular. El pronóstico de las fracturas orbitarias es generalmente bueno si se diagnostican y tratan a tiempo. Sin embargo, en casos graves o complicados, pueden causar problemas visuales permanentes o incluso la pérdida de la visión.

El pseudotumor orbitario, también conocido como pseudotumor de los músculos extraoculares o enfermedad de Graves sin evidencia de enfermedad tiroidea, es una afección no cancerosa que causa hinchazón y presión dentro del espacio limitado del orbita (la cavidad ósea alrededor del ojo). No se conoce su causa exacta, pero puede estar relacionada con una respuesta anormal del sistema inmunológico.

Los síntomas pueden incluir ojos protuberantes (exoftalmos), dolor ocular, visión doble, limitación del movimiento ocular y sensibilidad a la luz. El diagnóstico generalmente se realiza mediante una combinación de exámenes físicos, historial médico y estudios de imágenes, como tomografías computarizadas o resonancias magnéticas.

El tratamiento puede incluir corticosteroides para reducir la inflamación, radioterapia o cirugía para aliviar la presión en el orbita. En algunos casos, se pueden necesitar múltiples rondas de tratamiento o una combinación de terapias. Aunque el pseudotumor orbitario no es canceroso, puede causar daño permanente a los nervios y tejidos del ojo si no se trata adecuadamente.

La celulitis orbitaria es una infección bacteriana que se extiende a los tejidos blandos de la órbita ocular (la cavidad que rodea y contiene el ojo). Los síntomas pueden incluir enrojecimiento, hinchazón y dolor alrededor del ojo, fiebre y sensibilidad a la luz. Es una afección médica grave que requiere atención inmediata, ya que puede causar daño permanente al ojo y la visión si no se trata a tiempo. El tratamiento generalmente implica antibióticos administrados por vía intravenosa y, en algunos casos, cirugía para drenar el pus acumulado.

La exoftalmia es un término médico que se refiere al protrusión o salida anormal de uno o ambos ojos más allá de la órbita normal del socket. Esta condición hace que los ojos parezcan prominentes y sobresalientes. La exoftalmia puede ser un signo de varias afecciones médicas, como el hipertiroidismo (sobreproducción de hormona tiroidea), enfermedad de Graves, inflamación de los tejidos orbitarios o tumores orbitarios. El grado de exoftalmia se puede medir y monitorizar mediante la escala de Hertel, que utiliza marcadores para determinar la distancia desde la cornea hasta un punto fijo en el hueso del rostro. El tratamiento depende de la causa subyacente y puede incluir medicamentos, radioterapia o cirugía.

La oftalmopatía de Graves, también conocida como orbitopatía de Graves o enfermedad de Basedow-Graves, es una afección inflamatoria que afecta los tejidos alrededor de los ojos. Se asocia comúnmente con la enfermedad de Graves, una afección autoinmune que provoca hipertiroidismo (exceso de producción de hormonas tiroideas).

La oftalmopatía de Graves se produce cuando el sistema inmunológico produce anticuerpos que estimulan excesivamente los receptores de la tirotropina en los músculos y tejidos grasos alrededor de los ojos. Esto puede resultar en hinchazón, inflamación y engrosamiento de los músculos y tejidos orbitarios, lo que provoca una variedad de síntomas.

Los síntomas más comunes de la oftalmopatía de Graves incluyen:

1. Proptosis (ojos protuberantes)
2. Ojo seco y sensibilidad a la luz
3. Visión doble (diplopía)
4. Enrojecimiento e hinchazón de los párpados
5. Limitación del movimiento ocular
6. Dolor o presión en los ojos
7. Disminución de la agudeza visual en casos graves

El tratamiento de la oftalmopatía de Graves depende de la gravedad de los síntomas y puede incluir medicamentos para controlar la inflamación, manejo del hipertiroidismo asociado, terapia con esteroides, radioterapia o cirugía en casos graves o refractarios al tratamiento médico. La colaboración entre oftalmólogos y endocrinólogos es fundamental para el manejo adecuado de esta afección compleja.

Un ojo artificial, también conocido como prótesis ocular, es un dispositivo médico utilizado para reemplazar un ojo que ha sido perdido o extraído quirúrgicamente. Está diseñado para parecerse a un ojo natural y se coloca en el orbital del ojo para restaurar la apariencia estética de la cavidad orbitaria y, en algunos casos, proporcionar algún grado de función visual limitada.

Los ojos artificiales generalmente están hechos de materiales biocompatibles como el cristal, la acrílico o el polimetilmetacrilato (PMMA). El proceso de adaptación y ajuste del ojo artificial implica una serie de visitas al oftalmólogo y al optometrista para garantizar un ajuste cómodo y estético. Aunque los ojos artificiales no pueden proporcionar la misma gama de funciones que un ojo natural, pueden ayudar a mejorar significativamente la calidad de vida de las personas que han perdido un ojo.

Las neoplasias pancreáticas se refieren a crecimientos anormales y no controlados de células en el páncreas, que pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos). Los tumores benignos no suelen ser mortales, pero si siguen creciendo, pueden causar problemas debido a la presión física que ejercen sobre los órganos cercanos.

Por otro lado, las neoplasias malignas, también conocidas como cáncer de páncreas, son muy graves y potencialmente letales. El cáncer de páncreas se divide en dos tipos principales: adenocarcinoma exocrino y tumores neuroendocrinos pancreáticos (TNE). El adenocarcinoma exocrino es el tipo más común y representa alrededor del 90% de todos los cánceres de páncreas. Se origina en las glándulas que producen los jugos digestivos. Los TNE, por otro lado, se desarrollan en las células productoras de hormonas del páncreas y suelen crecer más lentamente que el adenocarcinoma exocrino.

El cáncer de páncreas es una enfermedad muy agresiva y difícil de detectar en sus etapas iniciales, lo que hace que el pronóstico sea generalmente malo. Los factores de riesgo incluyen tabaquismo, obesidad, diabetes, edad avanzada y antecedentes familiares de cáncer de páncreas.

La miopatía orbitaria, también conocida como miositis orbital, es un trastorno inflamatorio raro que afecta los músculos que controlan el movimiento de los ojos. Los síntomas pueden incluir dolor ocular, enrojecimiento, hinchazón y limitación del movimiento ocular. En algunos casos, la visión puede verse afectada.

La causa exacta de la miopatía orbitaria es desconocida, pero se cree que está relacionada con una respuesta autoinmune anormal en la que el sistema inmunológico ataca los tejidos sanos del ojo. También puede estar asociado con enfermedades sistémicas como la artritis reumatoide, el lupus eritematoso sistémico y la esclerosis múltiple.

El tratamiento de la miopatía orbital generalmente implica el uso de corticosteroides o inmunosupresores para reducir la inflamación y controlar los síntomas. En casos graves o recurrentes, puede ser necesaria la cirugía para aliviar la presión sobre los músculos afectados.

Es importante buscar atención médica si se experimentan síntomas de miopatía orbital, ya que el diagnóstico y tratamiento precoces pueden ayudar a prevenir daños permanentes en los músculos oculares y preservar la visión.

Neoplasia es un término médico que se refiere al crecimiento anormal y excesivo de tejido en el cuerpo, lo que resulta en la formación de una masa o tumor. Este crecimiento celular descontrolado puede ser benigno (no canceroso) o maligno (canceroso).

Las neoplasias benignas suelen crecer lentamente y raramente se diseminan a otras partes del cuerpo. Por lo general, pueden ser extirpadas quirúrgicamente y rara vez representan un peligro para la vida. Ejemplos de neoplasias benignas incluyen lipomas (tumores grasos), fibromas uterinos y pólipos intestinales.

Por otro lado, las neoplasias malignas tienen el potencial de invadir tejidos adyacentes y propagarse a otras partes del cuerpo a través del sistema linfático o circulatorio, un proceso conocido como metástasis. Estos tipos de neoplasias pueden ser altamente agresivos y dañinos, pudiendo causar graves complicaciones de salud e incluso la muerte. Ejemplos de neoplasias malignas incluyen carcinomas (cánceres que se originan en los tejidos epiteliales), sarcomas (cánceres que se originan en el tejido conectivo) y leucemias (cánceres de la sangre).

El diagnóstico y tratamiento tempranos de las neoplasias son cruciales para garantizar los mejores resultados posibles en términos de salud y supervivencia del paciente.

Neoplasias quísticas, mucinosas y serosas son términos utilizados en patología para describir diferentes tipos de crecimientos anormales o tumores. A continuación, se presenta una definición médica breve de cada uno:

1. Neoplasias quísticas: Son tumores que contienen uno o más espacios huecos llenos de líquido u otro material. Estos espacios pueden ser grandes en relación con el tamaño total del tumor. Las neoplasias quísticas pueden ser benignas (no cancerosas) o malignas (cancerosas).

2. Neoplasias mucinosas: Son tumores que producen y acumulan una sustancia llamada mucina, la cual es un componente normal del moco. Estos tumores pueden crecer dentro de los órganos o por fuera de ellos, comprimiendo los tejidos circundantes. Las neoplasias mucinosas también pueden ser benignas o malignas.

3. Neoplasias serosas: Son tumores que secretan un líquido claro y acuoso similar al líquido sinovial o pleural. Estos tumores suelen desarrollarse en la membrana serosa que recubre los órganos huecos, como el estómago, los intestinos delgado y grueso, y los pulmones. Las neoplasias serosas pueden ser benignas o malignas, aunque las formas malignas son más comunes.

En resumen, las neoplasias quísticas, mucinosas y serosas son diferentes tipos de tumores que se caracterizan por la presencia de espacios llenos de líquido, acumulación de mucina o secreción de un líquido claro, respectivamente. Pueden ser benignas o malignas y requieren evaluación médica para determinar su naturaleza exacta y el plan de tratamiento más adecuado.

Los músculos oculomotores, también conocidos como los músculos extraoculares, son seis pares de músculos que controlan los movimientos de los ojos. Estos músculos trabajan juntos para permitir la capacidad de ver objetos en diferentes posiciones y seguir su movimiento. Cada par de músculos está controlado por diferentes nervios craneales:

1. El músculo recto superior y el oblicuo inferior son inervados por el III par craneal (nervio oculomotor).
2. El músculo recto inferior es inervado por el III par craneal (nervio oculomotor) y el IV par craneal (nervio troclear).
3. El músculo recto medial es inervado por el III par craneal (nervio oculomotor).
4. El músculo recto lateral es inervado por el VI par craneal (nervio abducens).
5. El oblicuo superior es inervado por el IV par craneal (nervio troclear).

Estos músculos permiten una variedad de movimientos oculares, incluyendo la elevación, depresión, aducción (movimiento hacia la nariz), abducción (movimiento hacia afuera), y rotaciones laterales e internas del globo ocular. La coordinación de estos músculos es crucial para mantener una visión binocular normal y la percepción de profundidad.

La enucleación ocular es un procedimiento quirúrgico en el que todo el contenido del globo ocular se extrae, pero el músculo extraocular y la membrana externa del ojo (esclerótica y conjuntiva) se dejan intactos. Esta cirugía se realiza generalmente para tratar cánceres oculares avanzados, como el retinoblastoma, donde existe un riesgo de que el cáncer se disemine a otras partes del cuerpo. También puede ser considerada en casos raros de traumatismos graves en los que el ojo no puede ser salvado. Después de la cirugía, se coloca un implante ocular dentro de la cavidad para ayudar a mantener la forma y apariencia normales del ojo y la movilidad ocular limitada puede ser restaurada mediante la reparación de los músculos extraoculares.

La evisceración orbitaria es un procedimiento quirúrgico oftalmológico en el que se extirpa el contenido del globo ocular, dejando intacta la cápsula externa o esclera. Esto significa que se eliminan los tejidos internos como la córnea, iris, cristalino y vítreo, pero la capa blanca del ojo permanece en su lugar.

Este procedimiento se realiza generalmente cuando el daño en el ojo es irreversible, ya sea por traumatismos graves, infecciones o enfermedades oculares descompensadas, y el objetivo es aliviar los síntomas como dolor ocular, secreción excesiva o infección recurrente. Después de la evisceración, se puede colocar un implante artificial dentro de la cápsula escleral para mantener la forma y apariencia del ojo.

Es importante destacar que la evisceración orbitaria no debe confundirse con la enucleación, que es otro procedimiento quirúrgico oftalmológico en el cual se extirpa completamente el globo ocular, incluyendo la cápsula externa o esclera. La indicación y elección entre estos dos procedimientos dependen de la afección subyacente y del juicio clínico del médico especialista en oftalmología.

Neoplasia es un término general que se refiere al crecimiento celular anormal o a la formación de un tumor. Cuando se utiliza en relación con el ojo, "neoplasias del ojo" se refiere a los diversos tipos de tumores que pueden desarrollarse en cualquier parte del ojo o sus estructuras adyacentes. Estos tumores pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos).

Las neoplasias del ojo se clasifican según la parte específica del ojo en la que se originan. Algunos ejemplos comunes de neoplasias oculares incluyen:

1. Nevo: Un tumor benigno formado por células pigmentadas llamadas melanocitos. Puede desarrollarse en la conjuntiva (membrana que recubre el exterior del ojo) o en la úvea (la capa media del ojo, compuesta por iris, cuerpo ciliar y coroides).

2. Melanoma uveal: Un tumor maligno que se origina en los melanocitos de la úvea. Es el tipo más común de cáncer primario del ojo en adultos.

3. Retinoblastoma: Un cáncer agresivo y raro que afecta a las células fotorreceptoras de la retina, especialmente en niños menores de 5 años. Puede ser hereditario o esporádico (ocurre sin antecedentes familiares).

4. Linfoma intraocular: Un tipo raro de cáncer que se origina en los glóbulos blancos llamados linfocitos y afecta al humor vítreo o a la úvea.

5. Carcinoma de células escamosas: Un tumor maligno que se desarrolla a partir de las células epiteliales que recubren la superficie del ojo, como la conjuntiva.

6. Hemangioma: Un tumor benigno compuesto por vasos sanguíneos anormales que puede crecer en el iris, el cuerpo ciliar o la coroides. En raras ocasiones, puede volverse maligno y transformarse en un hemangiosarcoma.

El tratamiento de los tumores oculares depende del tipo, tamaño, localización y grado de malignidad. Puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia, termoterapia o terapias dirigidas específicas para el tipo de cáncer. La detección temprana y la atención médica especializada pueden mejorar significativamente los resultados del tratamiento y preservar la visión en la medida de lo posible.

Los procedimientos quirúrgicos oftalmológicos se refieren a los diferentes tipos de operaciones realizadas por especialistas en oftalmología para tratar una variedad de condiciones y enfermedades que afectan el ojo y la visión. Estos procedimientos pueden variar desde intervenciones menores y no invasivas hasta cirugías más complejas.

Algunos ejemplos comunes de procedimientos quirúrgicos oftalmológicos incluyen:

1. Cirugía LASIK (Laser-Assisted In Situ Keratomileusis): Es un tipo de cirugía refractiva que utiliza un láser para corregir problemas de visión como la miopía, hipermetropía y astigmatismo.

2. Cirugía de Cataratas: Se realiza para extraer el cristalino opaco del ojo y reemplazarlo con una lente intraocular artificial, mejorando así la visión del paciente.

3. Vitrectomía: Es un procedimiento en el que se extrae el humor vítreo del ojo, generalmente para tratar afecciones como desprendimiento de retina, hemorragia vítrea o membranas epirretinianas.

4. Glaucoma Filtración: Se realiza para reducir la presión intraocular en pacientes con glaucoma, mediante la creación de un nuevo conducto para drenar el líquido del ojo.

5. Cirugía de Pterigion: Es un procedimiento en el que se extirpa un pterigion (un crecimiento benigno en la superficie del ojo) y se utiliza tejido sano para reconstruir la zona afectada.

6. Cirugía de Estrabismo: Se realiza para corregir los problemas de alineación ocular, como el ojo vago o cruzado, mediante la reubicación de los músculos oculares.

7. Implantes de Lente Fáquica: Son dispositivos quirúrgicos que se colocan dentro del ojo para corregir problemas de refracción, como la miopía, hipermetropía o astigmatismo.

Neoplasias Primarias Múltiples (NPM) es un término médico que se refiere a la presencia simultánea o sucesiva de más de un cáncer primario en el organismo, es decir, dos o más tumores malignos independientes en diferentes localizaciones anatómicas, que no guardan relación entre sí y no son metástasis del mismo.

Las NPM pueden ser sincrónicas, cuando los tumores se diagnostican al mismo tiempo, o metacrónicas, cuando hay un intervalo de tiempo entre el diagnóstico de cada uno de ellos. Las NPM pueden deberse a diferentes factores de riesgo, como la predisposición genética, la exposición a radiaciones o determinados agentes químicos y ambientales, o hábitos tóxicos como el consumo de tabaco y alcohol.

El diagnóstico y tratamiento de las NPM requieren una evaluación multidisciplinar y un enfoque personalizado, ya que cada tumor puede presentar diferentes características biológicas y clínicas, y precisar de un tratamiento específico. Además, es importante establecer un seguimiento a largo plazo para detectar precozmente la aparición de nuevos tumores y mejorar el pronóstico y la supervivencia de los pacientes.

Las neoplasias cutáneas, también conocidas como crecimientos anormales o tumores de la piel, se refieren a un amplio espectro de condiciones donde las células de la piel proliferan de manera descontrolada. Estas lesiones pueden ser benignas (no cancerosas) o malignas (cancerosas).

Las neoplasias cutáneas benignas incluyen diversos tipos de lunares, verrugas, fibromas y quistes. Por lo general, crecen lentamente, permanecen localizadas y rara vez representan un peligro para la vida si se diagnostican y tratan a tiempo.

Por otro lado, las neoplasias cutáneas malignas más comunes son el carcinoma basocelular, el carcinoma escamoso y el melanoma. Estos tipos de cáncer de piel pueden invadir los tejidos circundantes e incluso diseminarse a otras partes del cuerpo (metástasis), lo que puede poner en peligro la vida del paciente.

El diagnóstico y el tratamiento oportunos son cruciales para garantizar una buena evolución clínica de los pacientes con neoplasias cutáneas. La prevención, mediante la protección adecuada contra los rayos ultravioleta (UV) del sol y el reconocimiento precoz de las lesiones sospechosas, juegan un papel fundamental en la reducción de la incidencia y mortalidad asociadas con estas afecciones.

La tomografía computarizada por rayos X, también conocida como TC o CAT (por sus siglas en inglés: Computerized Axial Tomography), es una técnica de diagnóstico por imágenes que utiliza radiación para obtener detalladas vistas tridimensionales de las estructuras internas del cuerpo. Durante el procedimiento, el paciente se coloca sobre una mesa que se desliza dentro de un anillo hueco (túnel) donde se encuentran los emisores y receptores de rayos X. El equipo gira alrededor del paciente, tomando varias radiografías en diferentes ángulos.

Las imágenes obtenidas son procesadas por un ordenador, el cual las combina para crear "rebanadas" transversales del cuerpo, mostrando secciones del tejido blando, huesos y vasos sanguíneos en diferentes grados de claridad. Estas imágenes pueden ser visualizadas como rebanadas individuales o combinadas para formar una representación tridimensional completa del área escaneada.

La TC es particularmente útil para detectar tumores, sangrado interno, fracturas y otras lesiones; así como también para guiar procedimientos quirúrgicos o biopsias. Sin embargo, su uso está limitado en pacientes embarazadas debido al potencial riesgo de daño fetal asociado con la exposición a la radiación.

La diplopía, también conocida como visión doble, es un síntoma médico en el que un individuo ve dos imágenes de un solo objeto. Estas dos imágenes pueden aparecer una al lado de la otra (diplopía horizontal), una encima de la otra (diplopía vertical) o inclinadas (diplopía oblicua). La diplopía es generalmente el resultado de problemas en los músculos o nervios que controlan los movimientos de los ojos. Puede ser causada por varias condiciones, incluyendo desalineación de los ojos, neuritis óptica, parálisis de los nervios craneales, miastenia gravis, y tumores cerebrales. El tratamiento depende de la causa subyacente. En algunos casos, la diplopía puede resolverse por sí sola una vez que se trata la afección subyacente. Sin embargo, en otros casos, el tratamiento puede incluir el uso de lentes especiales, ejercicios oculares, o incluso cirugía.

La celulitis es una afección cutánea en la que el tejido subcutáneo, especialmente en las nalgas y las piernas, se inflama y endurece debido a una infección bacteriana, típicamente causada por estreptococos o estafilococos. Los síntomas pueden incluir enrojecimiento, dolor, calor e hinchazón en la piel afectada, así como también ampollas y úlceras en casos graves. La celulitis puede ser tratada con antibióticos, pero es importante buscar atención médica de inmediato si se sospecha de esta afección, ya que la infección puede propagarse rápidamente y causar complicaciones graves.

Es importante no confundir la celulitis (infección bacteriana) con la celulitis simple o edematosa (apariencia irregular de la piel), que es una condición estética común en las mujeres y se caracteriza por la presencia de hoyuelos y protuberancias en la piel, especialmente en los muslos, nalgas y abdomen. Aunque esta afección no sea grave para la salud, muchas personas pueden sentirse incómodas con su apariencia y buscan tratamientos estéticos para mejorarla.

En patología, el término "neoplasia primaria secundaria" se refiere a un tumor que se desarrolla en un sitio distinto al del tumor primario original (la neoplasia primaria inicial), pero en el mismo individuo. Este nuevo crecimiento anormal de células es independiente y no derivado directamente del tumor primario, sino que resulta de la capacidad de las células cancerosas para diseminarse a través del cuerpo, un proceso conocido como metástasis.

En otras palabras, una neoplasia primaria secundaria no es una recidiva o recurrencia del tumor original, sino un nuevo tumor maligno que se ha originado independientemente en otra parte del cuerpo. Este fenómeno puede ocurrir como resultado de la exposición a factores de riesgo comunes, como el tabaquismo o la exposición a radiaciones, o debido a la diseminación previa y clínicamente no detectada de células cancerosas.

Es importante distinguir entre neoplasias primarias secundarias y recidivas locales o metástasis, ya que cada uno de estos procesos tiene implicaciones diferentes en términos de pronóstico y manejo clínico.

Las neoplasias renales, también conocidas como tumores o cánceres renales, se refieren a un crecimiento anormal y descontrolado de células en los riñones. Estos crecimientos pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos). Las neoplasias renales más comunes son el carcinoma de células claras, el carcinoma papilar y el carcinoma de células renales de células escamosas. Los síntomas pueden incluir sangre en la orina, dolor de espalda o costado, pérdida de peso y fiebre. El tratamiento depende del tipo y estadio de la neoplasia y puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia o terapias dirigidas.

La Enfermedad de Graves, también conocida como hipertiroidismo de Graves o enfermedad basedowiana, es una afección autoinmune en la cual el sistema inmunológico del cuerpo produce anticuerpos que estimulan excesivamente la glándula tiroides. Esta sobrestimulación conduce a una producción y secreción excesivas de hormonas tiroideas (tireotoxicosis), lo que provoca una serie de síntomas, como bocio (agrandamiento de la glándula tiroidea), exoftalmos (ojos protuberantes) y taquicardia (ritmo cardíaco acelerado).

Los anticuerpos específicos asociados con esta enfermedad, llamados anticuerpos estimulantes de la tirotropina (TSAb), imitan la acción de la hormona estimulante de la tiroides (TSH) y se unen al receptor de TSH en las células tiroideas. Esto provoca un aumento en el tamaño y actividad de la glándula tiroidea, resultando en una mayor producción de hormonas tiroideas.

La Enfermedad de Graves afecta con mayor frecuencia a mujeres jóvenes y adultas, aunque también puede ocurrir en hombres y personas de edad avanzada. Aunque no existe una cura definitiva, los tratamientos disponibles incluyen medicamentos antitiroideos, yoduro de potasio, terapia con yodo radiactivo e intervención quirúrgica para extirpar parte o la totalidad de la glándula tiroides. El objetivo del tratamiento es controlar los síntomas y restaurar los niveles hormonales a la normalidad.

El adenocarcinoma mucinoso es un tipo raro de cáncer que se forma en las glándulas y produce una sustancia llamada mucina. La mucina es un líquido similar al moco que se encuentra normalmente en las membranas mucosas, como la nariz, los pulmones y el estómago.

En un adenocarcinoma mucinoso, las células cancerosas producen una gran cantidad de mucina, lo que hace que el tumor sea blando y gelatinoso al tacto. Este tipo de cáncer puede ocurrir en varias partes del cuerpo, incluyendo los pulmones, el páncreas, el colon y el recto.

Los síntomas del adenocarcinoma mucinoso dependen del lugar donde se encuentre el tumor. Por ejemplo, si el cáncer está en el pulmón, los síntomas pueden incluir tos persistente, dificultad para respirar y dolor en el pecho. Si el cáncer está en el colon o el recto, los síntomas pueden incluir sangrado rectal, cambios en los hábitos intestinales y dolor abdominal.

El tratamiento del adenocarcinoma mucinoso depende del tamaño y la ubicación del tumor, así como de si el cáncer se ha diseminado a otras partes del cuerpo. Los tratamientos pueden incluir cirugía, quimioterapia, radioterapia o una combinación de estos. La supervivencia a largo plazo para las personas con adenocarcinoma mucinoso varía ampliamente y depende de varios factores, como el estadio del cáncer en el momento del diagnóstico y la respuesta al tratamiento.

Las neoplasias de la tiroides se refieren a crecimientos anormales en la glándula tiroidea, que pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos). La glándula tiroidea está ubicada en la parte frontal del cuello y es responsable de producir hormonas importantes para el metabolismo, crecimiento y desarrollo del cuerpo.

Existen varios tipos de neoplasias de la tiroides, incluyendo:

1. Adenomas: Son tumores benignos que se originan en las células foliculares o en las células C de la glándula tiroidea. Los adenomas no son cancerosos y raramente causan síntomas, aunque algunos pueden crecer lo suficiente como para ser palpables o visibles.
2. Carcinomas: Son tumores malignos que se originan en las células de la glándula tiroidea. Existen varios tipos de carcinomas de tiroides, incluyendo el carcinoma papilar, el carcinoma folicular, el carcinoma medular y el carcinoma anaplásico. El tratamiento y el pronóstico dependen del tipo y del estadio del cáncer.
3. Linfomas: Son tumores malignos que se originan en los glóbulos blancos (linfocitos) de la glándula tiroidea. Los linfomas de tiroides son raros y suelen ocurrir en personas mayores de 60 años. El tratamiento puede incluir cirugía, radioterapia y quimioterapia.
4. Sarcomas: Son tumores malignos que se originan en el tejido conectivo o en los vasos sanguíneos de la glándula tiroidea. Los sarcomas de tiroides son extremadamente raros y suelen ser agresivos. El tratamiento puede incluir cirugía, radioterapia y quimioterapia.

El diagnóstico y el tratamiento de los tumores de tiroides requieren la evaluación y la atención de un equipo multidisciplinario de especialistas, incluyendo endocrinólogos, cirujanos, radiólogos, patólogos y oncólogos.

Los trastornos mieloproliferativos (TMP) son un grupo de condiciones cancerosas en las que se produce un crecimiento excesivo y anormal de ciertos tipos de glóbulos sanguíneos en la médula ósea. La médula ósea es el tejido esponjoso dentro de los huesos grandes donde se producen las células sanguíneas.

Hay varios tipos de TMP, incluyendo:

1. Leucemia mieloide crónica (LMC): Caracterizada por un aumento en el número de glóbulos blancos inmaduros (llamados blastos) en la médula ósea y en la sangre.

2. Policitemia vera: Una afección en la cual hay un exceso de glóbulos rojos en la sangre, lo que puede provocar coágulos sanguíneos y aumentar el riesgo de ataque cardiaco o accidente cerebrovascular.

3. Trombocitemia esencial: Un trastorno en el que hay un número excesivo de plaquetas (componentes sanguíneos involucrados en la coagulación) en la sangre, lo que puede provocar sangrado o coágulos sanguíneos.

4. Mielofibrosis primaria: Una afección en la cual se produce cicatricial anormal en la médula ósea, dificultando la producción de células sanguíneas normales y provocando anemia, fatiga e infecciones frecuentes.

5. Neoplasia mieloide aguda (AML): Una forma agresiva y rápidamente progresiva de cáncer en la que se produce un gran número de células sanguíneas anormales y no funcionales en la médula ósea.

Estos trastornos pueden causar una variedad de síntomas, como fatiga, debilidad, pérdida de peso, sudoración nocturna, fiebre e infecciones frecuentes. El tratamiento depende del tipo y gravedad del trastorno y puede incluir terapia con medicamentos, radioterapia o trasplante de células madre.

Los párpados son estructuras móviles que cubren y protegen el ojo. Están compuestos por varias capas, incluyendo la piel, músculo (el músculo orbicular), tejido conectivo y conjuntiva (membrana mucosa). Los párpados ayudan a mantener la humedad en el ojo al distribuir las lágrimas durante los parpadeos. También desempeñan un papel importante en la comunicación no verbal y la percepción visual, ya que cierran los ojos para evitar la entrada de luz excesiva o peligros potenciales. La incapacidad de mover adecuadamente los párpados se conoce como blefarospasmo o parálisis del párpado.

Las enfermedades del aparato lagrimal se refieren a un grupo de condiciones que afectan la glándula lagrimal y los conductos lagrimales, que desempeñan un papel crucial en la producción y drenaje de las lágrimas en el ojo. Las lágrimas son esenciales para mantener la humectación y proteger la superficie del ojo.

Existen varias enfermedades y trastornos que pueden afectar al aparato lagrimal, entre los cuales se incluyen:

1. Dacriocistitis: Es una infección del saco lagrimal, el pequeño saco situado en la esquina interior del ojo donde las lágrimas se acumulan antes de drenarse a través de los conductos lagrimales. La dacriocistitis puede causar enrojecimiento, hinchazón, dolor e incluso pus alrededor del saco lagrimal.

2. Dacrioadenitis: Es la inflamación de la glándula lagrimal, que puede ser causada por infecciones, traumatismos o enfermedades autoinmunes. Los síntomas pueden incluir hinchazón, dolor, enrojecimiento e incluso fiebre.

3. Epífora: Se trata de un exceso de lágrimas que se derraman por el borde del párpado y no se drenan correctamente a través de los conductos lagrimales. La epífora puede ser causada por obstrucciones en los conductos lagrimales, infecciones o inflamaciones.

4. Obstrucción del conducto lagrimal: Puede ocurrir cuando el conducto que drena las lágrimas desde el saco lagrimal hasta la nariz se bloquea, lo que provoca un exceso de lágrimas y la posible aparición de infecciones. La obstrucción del conducto lagrimal puede ser congénita o adquirida.

5. Blefaritis: Es una inflamación del borde del párpado que puede causar enrojecimiento, picazón, ardor y costras en los párpados. La blefaritis puede contribuir al desarrollo de otras afecciones oculares, como la obstrucción del conducto lagrimal.

El tratamiento de estas afecciones dependerá de su causa subyacente y puede incluir antibióticos, antiinflamatorios, limpiezas oculares, colocación de tubos de drenaje o cirugía en casos graves. Es importante consultar con un oftalmólogo para determinar el tratamiento más adecuado en cada caso.

Su nombre anterior, pseudotumor orbital, se deriva debido a su parecido con una neoplasia. Sin embargo, histológicamente se ... El síndrome inflamatorio orbital idiopático, también conocido como pseudotumor orbital, fue descrito por primera vez por ... Es un proceso inflamatorio orbital no granulomatoso benigno que se caracteriza por una inflamación extraocular orbital y ... Es la masa orbital dolorosa más común en la población adulta y está asociada con proptosis, parálisis del nervio craneal ( ...
... tiene electrones desapareados en sus orbitales externos. Por este motivo es que estos metales pueden ser considerados radicales ... efectos como agente citotóxico y genotóxico desarrollando un papel importante en la etiopatogénesis de las neoplasias . Este ... tiene electrones desapareados en sus orbitales externos. Por este motivo es que estos metales pueden ser considerados radicales ...
... son bilaterales y están asociados con el síndrome de neoplasia endocrina múltiple tipo II (MEN II) con herencia ligada al sexo ... orbital, nasofaríngeo, extraadrenal simpático, paraaórtico, vesical y paravertebral (intratorácico y cervical). Según esta ... no se ha relacionado con PG ni otras neoplasias, sí lo ha hecho con una encefalopatía juvenil autosómica recesiva, citando el ... es preciso establecer dos grandes grupos en este tipo de neoplasias. La revisión de Soto et al distingue PG carotídeos ...
Cabe destacar que el electrón emitido proviene del núcleo del átomo (transformación entre cuarks) y no de un orbital de este.[2 ... Las partículas beta se pueden utilizar para tratar enfermedades de neoplasia ocular y cáncer de hueso y también se utilizan ...
Las principales causas de muerte en Bélgica son las enfermedades cardiovasculares, neoplasias, enfermedades del aparato ... siendo su mejor participación en la historia de la cita orbital. En los Juegos Olímpicos, ganó el bronce en París (año 1896) y ...
Varios estudios han señalado que la exposición humana al cloruro de vinilo provoca neoplasias malignas en diversos tejidos y ... π de los orbitales π del enlace múltiple con el par de electrones sin dividir en el átomo de cloro. En la tabla se muestran los ...
  • La enfermedad inflamatoria orbital idiopática se refiere a un tejido blando reforzado similar a una masa marginada que involucra cualquier área de la órbita. (wikipedia.org)
  • El tumor puede desplazar el globo, y en tumores grandes hay invasión del tejido orbital adyacente. (citopatveterinaria.com)
  • El liposarcoma es un tumor maligno del tejido adiposo, muy raro en órbita, con 5 variantes histológicas, más común la mixoide. (elsevier.es)
  • Dicha neoplasia es una lesión poco frecuente, invasiva y sólida que habitualmente se presenta como un nódulo alojado en la base de la membrana nictitante, en la conjuntiva ventromedial. (citopatveterinaria.com)
  • El cáncer prostático es la neoplasia urogenital más frecuente y supone la tercera causa de muerte por cáncer en el varón tras el pulmonar y colorrectal. (isciii.es)
  • El retinoblastoma es un tumor infantil relativamente poco frecuente que se origina en la retina y representa alrededor del 3 % de los cánceres en los niños menores de 15 años. (cancer.gov)
  • La invasión focal de la coroides es frecuente, aunque la invasión masiva se produce en casos de enfermedad avanzada. (cancer.gov)
  • La mucormicosis es una infección fúngica poco frecuente, con alta morbilidad y mortalidad(1-4). (bvsalud.org)
  • Con un tratamiento temprano y en ausencia de met stasis a distancia, el ENB parece tener un buen pron stico (comparado con otras neoplasias nasales superiores) a pesar de la elevada tasa de met stasis cervicales. (orpha.net)
  • El tratamiento de elección es escisión quirúrgica amplia y se puede acompañar con radioterapia. (elsevier.es)
  • Este tipo de patologías deben sospecharse inicialmente en todo paciente con antecedentes de neoplasia, su tratamiento debe ser agresivo y precoz. (isciii.es)
  • El objetivo del tratamiento del retinoblastoma es salvar la vida del paciente y conservar la visión útil. (cancer.gov)
  • En los pacientes que presentan retinoblastoma extraocular, es probable que el tratamiento con quimioterapia sistémica y radioterapia sea curativo. (cancer.gov)
  • La mucormicosis es una infección con una alta mortalidad, el pronóstico está en relación con el diagnóstico precoz, el tratamiento quirúrgico y antimicótico. (bvsalud.org)
  • archivos.pap.es], Hoy, desde Equipo de la Torre, nos proponemos explicarte todo lo que necesitas conocer sobre la sinusitis maxilar: sus causas, tratamiento y modos de prevención. (lifelegacyphotography.com)
  • Se trata de neoplasias localmente agresivas, con tendencia elevada a la recidiva local y posibilidad, aunque menor, de emitir metástasis a nivel distante. (citopatveterinaria.com)
  • Después de su fijación, inclusión en parafina y la realización de cortes histológicos, observamos al microscopio una neoplasia densamente celular, no encapsulada aunque parcialmente delimitada, compuesta de células poligonales dispuestas en nidos pequeños en los que multifocalmente se observa material granular eosinófilo en el centro. (citopatveterinaria.com)
  • La radiación beta, compuesta por electrones , es detenida por una hoja de papel de aluminio. (wikipedia.org)
  • Es un proceso inflamatorio orbital no granulomatoso benigno que se caracteriza por una inflamación extraocular orbital y anexial sin causa local o sistémica conocida. (wikipedia.org)
  • Su diagnóstico es de exclusión una vez que se han descartado neoplasias, infecciones primarias y trastornos sistémicos. (wikipedia.org)
  • Neoplasias de la órbita ósea y de su contenido con excepción del globo ocular. (bvsalud.org)
  • Este es un artículo publicado en acceso abierto bajo un a Licencia Creative ocular protrusion and paralysis of the third pair of the right eye. (bvsalud.org)
  • La tuberculosis ocular es una enfermedad micobacteriana ocasionada por diseminación exógena o por el contacto directo con el esputo de un paciente infectado y presenta síntomas inespecíficos. (visionyoptica.com)
  • La tuberculosis ocular es una enfermedad infectocontagiosa poco frecuente, sin embargo, es indispensable que los profesionales de la salud visual tengan en cuenta los signos característicos de esta enfermedad para que así no pase desapercibida o mal diagnosticada. (visionyoptica.com)

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