La eliminación de un tubo endotraqueal del paciente.
Técnicas que efectúan la transición de un paciente con insuficiencia respiratoria desde la ventilación mecánica a la espontánea, mientras que alcancen los criterios de que el volumen de ventilación pulmonar esté por encima de un nivel determinado (mayor de 5 ml/kg), la frecuencia respiratoria sea inferior a un conteo dado (menos de 30 respiraciones/min), y que la presión parcial de oxígeno esté por encima de un nivel dado (PaO2 mayor que 50mm Hg). Los estudios de desconexión centran su atención en encontrar métodos para monitorear y predecir el resultado de la desconexión del ventilador mecánico así como para encontrar las técnicas de apoyo ventilatorio que facilitarán la desconexión exitosa. Los métodos actuales incluyen ventilación mandatoria intermitente, ventilación intermitente de presión positiva, y ventilación mandatoria de volumen minuto.
Un procedimiento que implica la colocación de un tubo en la tráquea a través de la boca o la nariz con el fin de proveer al paciente con oxígeno y anestesia.
Cualquier impedimento al paso del aire dentro y fuera de los pulmones.
Cambios estructurales en el número, masa, tamaño y / o composición de los tejidos de las vías respiratorias.
Acumulación anormal de fluidos en tejidos de cualquier parte de la LARINGE, comúnmente asociado con lesiones laríngeas y reacciones alérgicas.
Remoción de un dispositivo terapéutico o prostético implantado.
Fisiológicamente, es la oposición al flujo de aire ocasionada por las fuerzas de fricción. Como parte de las pruebas de función pulmonar, es la relación entre la presión del flujo y la tasa de flujo de aire.
Cualquier método de respiración artificial que emplea mecánicos o por medios no mecánicos para forzar el aire dentro y fuera de los pulmones. La respiración artificial o la ventilación se utiliza en personas que han dejado de respirar o tienen INSUFICIENCIA RESPIRATORIA para aumentar su consumo de oxígeno (O2) y la excreción de dióxido de carbono (CO2).
Período de recuperación de la anestesia general, donde diferentes elementos de conciencia regresan en momentos diferentes.
Falta de provisión apropiada de oxígeno a las células del organismo, y de remoción de éstas del exceso de dióxido de carbono. (Stedman, 25a ed)
Realización quirúrgica de una abertura en la tráquea, a través del cuello, o la abertura creada por tal procedimiento.
Procedimiento en el que pacientes son inducidos a un estado inconsciente a través del uso de varios medicamentos de modo que no sientan dolor durante la cirugía.
Conductos más grandes de aire de los pulmones que se originan en la bifurcación terminal de la TRÁQUEA. Se incluyen los dos más grandes bronquios primarios que se ramifican hacia afuera en los bronquios secundarios, y bronquios terciarios que se extienden en los BRONQUIOLOS y ALVÉOLOS PULMONARES.
Organos y estructuras tubulares y cavernosas por medio de las cuales se produce la ventilación pulmonar y el intercambio gaseoso entre el aire ambiental y la sangre.
Método de ventilación mecánica en el que la presión se mantiene para incrementar el volumen de gas que permanece en los pulmones al final de la espiración, reduciendo así la derivación de sangre a través de los pulmones y mejorando el recambio gaseoso.
Unidades hospitalarias que proporcionan atención intensiva y continua a pacientes en estado grave.
Tendencia del músculo liso del árbol traqueobronquial a contraerse más intensamente como respuesta a un estímulo dado que lo que lo hace en la respuesta que se ve en los individuos normales. Esta afección está presente virtualmente en todos los pacientes con síntomas de asma. La manifestación más prominente de esta contracción del músculo liso es una disminución en el calibre de las vías aéreas que puede ser fácilmente medida en la función pulmonar en el laboratorio.
Evaluación, planificación y uso de una serie de procedimientos y dispositivos de vía aérea para el mantenimiento o restablecimiento de la ventilación de un paciente.
Trastorno del recién nacido caracterizado por DISNEA con CIANOSIS, anunciado por signos prodrómicos como la dilatación de las aletas nasales, gruñido espiratorio y retracción de la escotadura supraesternal o de los bordes costales, que ocurre más a menudo en lactantes prematuros, niños de madres diabéticas y lactantes nacidos por operación cesárea y en algunas ocasiones sin causa predisponente aparente.
Una técnica de terapia respiratoria, en respiración espontánea o en pacientes con ventilación mecánica, en los cuales la presión de la vía aérea es mantenida sobre presión atmosférica a lo largo del ciclo respiratorio por presurización del circuito ventilatorio. (On-Line Medical Dictionary [Internet]. Newcastle upon Tyne(UK): The University Dept. of Medical Oncology: The Cancer WEB Project; c1997-2003 [cited 2003 Apr 17].
Membrana mucosa que recubre el SISTEMA RESPIRATORIO, incluyendo la CAVIDAD NASAL, LARINGE, TRÁQUEA y el árbol de los BRONQUIOS. La mucosa respiratoria consta de varios tipos de células epiteliales, que van desde las columnares ciliadas a las escomosas simples,CÉLULAS CALICIFORMES mucosas y glándulas que contienen tanto células mucosas como serosas.

La extubación traqueal es un procedimiento médico en el que se retira el tubo endotraqueal (también conocido como tubo de respiración) que ha sido insertado en la tráquea del paciente para mantener las vías respiratorias abiertas y facilitar la ventilación mecánica durante una intervención quirúrgica o en el tratamiento de un síndrome respiratorio agudo.

Este procedimiento se realiza cuando el paciente ha mejorado su capacidad para mantener y proteger las vías respiratorias por sí solo, lo que generalmente implica que está completamente despierto, consciente y capaz de seguir órdenes simples, presenta una función pulmonar adecuada y no muestra evidencia de secreciones excesivas o edema (hinchazón) en la vía aérea superior.

La extubación traqueal se lleva a cabo con precaución para minimizar el riesgo de complicaciones, como espasmos laríngeos, tos, estornudos o irritación de la garganta, que pueden resultar en lesiones en la vía aérea o una disminución temporal en la capacidad pulmonar. Después de la extubación, el paciente puede requerir oxígeno suplementario y monitoreo adicional para garantizar una recuperación sin complicaciones.

La desconexión del ventilador, también conocida como weaning o extubación, se refiere al proceso de retirar el soporte respiratorio mecánico proporcionado por un ventilador a un paciente. Este procedimiento se realiza cuando el paciente ha mejorado lo suficiente y puede mantener una respiración adecuada por sí solo. La desconexión del ventilador implica la remoción de la tubulación endotraqueal que conecta la vía aérea del paciente con el ventilador. Es importante monitorear cuidadosamente al paciente durante y después del proceso de desconexión para asegurarse de que puedan mantener una ventilación y oxigenación adecuadas sin asistencia mecánica. La decisión de desconectar el ventilador se basa en una evaluación clínica integral del paciente y puede ser un proceso gradual que requiera varios intentos y ajustes antes de lograr el éxito.

La intubación intratraqueal es un procedimiento médico en el que se inserta un tubo endotraqueal a través de la boca o la nariz, pasando por la glotis y descendiendo hasta situarlo en la tráquea. Este tubo permite mantener abierta las vías respiratorias del paciente, facilitando así la ventilación mecánica y la administración de anestésicos o medicamentos. Se utiliza comúnmente durante cirugías, en situaciones de emergencia para ayudar a restaurar la respiración normal, o cuando un paciente no puede proteger sus vías respiratorias por sí solo. La intubación intratraqueal debe ser realizada por personal médico capacitado, ya que involucra una serie de pasos y precauciones específicas para garantizar su éxito y minimizar los riesgos asociados.

La obstrucción de las vías aéreas es un término médico que se refiere a la bloqueo total o parcial de la tráquea o las vías respiratorias más pequeñas (bronquios y bronquiolos), lo que dificulta o impide por completo el flujo de aire hacia y desde los pulmones. Puede ser causada por una variedad de factores, como la hinchazón de los tejidos debido a una reacción alérgica, un cuerpo extraño que bloquea las vías respiratorias, o el colapso de los tejidos blandos en la garganta.

La obstrucción de las vías aéreas puede ser una emergencia médica grave y potencialmente mortal, especialmente cuando es completa y/o involucra las vías aéreas superiores. Los síntomas pueden incluir dificultad para respirar o falta de aliento, pitidos o sibilancias al respirar, tos, piel azulada (cianosis) y pérdida de conciencia. El tratamiento depende de la causa subyacente de la obstrucción y puede incluir medidas para mantener las vías aéreas abiertas, administración de oxígeno, medicamentos para reducir la hinchazón o eliminar el bloqueo, y en casos graves, procedimientos quirúrgicos como la intubación o la traqueotomía.

El edema laríngeo se refiere a la hinchazón y acumulación de líquidos en la laringe, que es la parte de la garganta involucrada en la respiración, talking, and swallowing. This swelling can compress the airways and make it difficult to breathe.

El edema laríngeo puede ser causado por varias condiciones, incluyendo reacciones alérgicas, infecciones, traumas o enfermedades inflamatorias. Los síntomas pueden variar desde dificultad para hablar, dolor de garganta, tos y dificultad para respirar hasta la falta de aliento severa. El tratamiento depende de la causa subyacente y puede incluir medicamentos para reducir la inflamación y la hinchazón, como corticosteroides o antihistaminicos, y en casos graves, puede requerir hospitalización e incluso intubación o cirugía.

La "remoción de dispositivos" en un contexto médico se refiere al proceso quirúrgico o no quirúrgico de extraer un dispositivo médico implantado previamente en el cuerpo. Estos dispositivos pueden incluir, entre otros, stents, marcapasos, articulaciones artificiales, placas y tornillos ortopédicos, catéteres u otro tipo de aparatos utilizados para monitorizar, tratar o corregir una condición médica específica.

La decisión de realizar una remoción de dispositivos puede deberse a varias razones, como infecciones, fallas mecánicas del dispositivo, reacciones adversas del cuerpo al implante o cuando el propósito del dispositivo ya no es necesario. La remoción de dispositivos requiere a menudo de procedimientos especializados y precisos para garantizar la seguridad del paciente y evitar complicaciones.

Es importante mencionar que cada caso es único y el proceso, los riesgos asociados y los posibles resultados dependerán del tipo de dispositivo, la razón de su remoción, la ubicación en el cuerpo y las condiciones médicas generales del paciente.

La resistencia de las vías respiratorias se refiere a la oposición que encuentran los gases inspirados al fluir a través de las vías respiratorias durante la ventilación pulmonar. Es un parámetro importante en la medicina respiratoria y la fisiología pulmonar. Se mide en general en unidades de cmH2O/L/s (centímetros de agua por litro por segundo).

La resistencia de las vías respiratorias puede verse afectada por diversas condiciones, como el asma, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o la bronquitis. Estas afecciones pueden causar una obstrucción parcial o total de las vías respiratorias, lo que aumenta la resistencia al flujo de aire y dificulta la ventilación pulmonar.

El medir la resistencia de las vías respiratorias puede ayudar en el diagnóstico y seguimiento de estas condiciones, así como en la evaluación de la eficacia del tratamiento. Se pueden utilizar diversos métodos para medirla, como la espirometría o la plétesmografía de impedancia.

La Respiración Artificial (RA) es una técnica de emergencia utilizada en situaciones críticas donde una persona está sufriendo un paro cardiorrespiratorio o no está respirando adecuadamente por sí misma. El objetivo principal de la RA es proporcionar oxígeno al cuerpo y mantener la ventilación hasta que la persona pueda respirar por su cuenta o reciba asistencia médica adicional.

Existen diferentes métodos para realizar la Respiración Artificial, pero los más comunes son la ventilación con bolsa autoinflable y el uso de un respirador mecánico. La ventilación con bolsa autoinflable consiste en comprimir manualmente una bolsa conectada a una máscara facial que cubre la boca y la nariz del paciente, forzando así el aire dentro de los pulmones. Por otro lado, un respirador mecánico es un dispositivo médico que ayuda a inflar y desinflar los pulmones mediante la insuflación de aire o oxígeno en ellos.

La Respiración Artificial debe ser administrada por personal médico capacitado, como paramédicos, enfermeras o médicos, ya que una mala técnica puede causar más daño a los pulmones del paciente. Además, es importante identificar y tratar la causa subyacente del problema respiratorio lo antes posible para evitar complicaciones y mejorar las perspectivas de recuperación del paciente.

El período de recuperación de la anestesia, también conocido como periodo postanestésico, se refiere al tiempo que transcurre desde que finaliza una intervención quirúrgica bajo anestesia general hasta que el paciente recupera su estado de consciencia normal y sus funciones fisiológicas estables. Durante este período, el paciente es monitoreado de cerca por personal médico capacitado para detectar y tratar cualquier complicación que pueda surgir.

El periodo postanestésico se divide en dos etapas: la emergencia y la recuperación. La emergencia comienza inmediatamente después de finalizar la cirugía, cuando el paciente empieza a despertarse y a mostrar signos de respuesta a estímulos externos. Durante esta etapa, el personal médico vigila los signos vitales del paciente, como la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la saturación de oxígeno en la sangre, para garantizar que se estabilicen.

La segunda etapa, la recuperación, es el período durante el cual el paciente regresa gradualmente a su estado normal de alerta y funcionamiento fisiológico. Durante esta etapa, el personal médico continúa monitoreando al paciente para detectar y tratar cualquier complicación que pueda surgir, como náuseas, vómitos, dolor o dificultad para respirar.

El tiempo de recuperación varía según la edad del paciente, el tipo y la duración de la cirugía, y la salud general del paciente antes de la cirugía. En algunos casos, el periodo postanestésico puede ser corto y el paciente puede ser dado de alta el mismo día de la cirugía. Sin embargo, en otros casos, el periodo postanestésico puede ser más prolongado y requerir una estancia hospitalaria más larga.

En resumen, el período de recuperación de la anestesia es un proceso importante que garantiza la seguridad y el bienestar del paciente después de la cirugía. El personal médico trabaja cuidadosamente para monitorear y gestionar cualquier complicación que pueda surgir durante este período crítico.

La Insuficiencia Respiratoria se define, en términos médicos, como la incapacidad del sistema respiratorio para mantener los niveles adecuados de intercambio de gases (oxígeno y dióxido de carbono) en la sangre. Esto conduce a hipoxemia (bajos niveles de oxígeno en la sangre) e hipercapnia (altos niveles de dióxido de carbono en la sangre).

Puede ser clasificada en dos tipos principales: Insuficiencia Respiratoria Tipo I, donde hay una disminución en los niveles de oxígeno a pesar de niveles normales o bajos de dióxido de carbono; y Insuficiencia Respiratoria Tipo II, donde hay una combinación de niveles bajos de oxígeno y altos niveles de dióxido de carbono en la sangre.

La insuficiencia respiratoria puede ser causada por varias afecciones médicas, incluyendo enfermedades pulmonares obstructivas (EPOC), neumonía, fibrosis quística, artritis reumatoide, esclerodermia, asma grave, anemia severa, sobrepresión de la vía aérea y parálisis del diafragma. El tratamiento depende de la causa subyacente y puede incluir oxigenoterapia, ventilación mecánica y terapias para tratar la enfermedad subyacente.

La traqueostomía es un procedimiento quirúrgico en el que se crea una abertura (estoma) en la tráquea a través de la piel del cuello, lo que permite la entrada directa de aire a los pulmones. Se realiza comúnmente en pacientes con dificultad para respirar o tragar, lesiones graves en el cuello o cara, o aquellos que necesitan asistencia ventilatoria a largo plazo. La traqueostomía puede ser temporal o permanente, dependiendo de las condiciones médicas subyacentes del paciente.

La anestesia general es una forma de anestesia que se administra para hacer que un paciente esté completamente inconsciente y sin dolor durante un procedimiento quirúrgico o médico. Esto se logra mediante la administración de una combinación de medicamentos que suprimen la conciencia, la memoria, el movimiento y la sensibilidad al dolor.

La anestesia general se administra a través de varias vías, como por vía intravenosa (IV) o mediante la inhalación de gases anestésicos. El medicamento actúa sobre el sistema nervioso central del cuerpo, lo que hace que el paciente pierda la conciencia y no sienta dolor durante el procedimiento.

Durante la anestesia general, se monitoriza cuidadosamente al paciente para garantizar su seguridad y comodidad. Se controlan los signos vitales, como la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la saturación de oxígeno en la sangre, y se ajustan los medicamentos en consecuencia.

Después del procedimiento, el paciente es despertado gradualmente y llevado a la recuperación, donde se monitoriza su estado hasta que esté completamente despierto y alerta. Es importante tener en cuenta que la anestesia general puede causar efectos secundarios temporales, como náuseas, vómitos, confusión y dolor de garganta. Sin embargo, estos síntomas suelen ser leves y desaparecen por sí solos en unas horas o días.

Los bronquios son estructuras anatómicas del sistema respiratorio. Se refieren a las vías aéreas que se ramifican desde la tráquea y conducen al aire inspirado hacia los pulmones. Los bronquios se dividen en dos tubos principales, conocidos como bronquios primarios o mainstem, que ingresan a cada pulmón.

A medida que los bronquios penetran en el pulmón, se bifurcan en bronquios secundarios o lobares, y luego en bronquios terciarios o segmentarios. Estos últimos se dividen en pequeñas vías aéreas llamadas bronquiolos, que finalmente conducen al tejido pulmonar donde ocurre el intercambio de gases.

La función principal de los bronquios es conducir el aire hacia y desde los pulmones, así como proteger las vías respiratorias más pequeñas mediante la producción de moco y el movimiento ciliar, que ayudan a atrapar y eliminar partículas extrañas y microorganismos del aire inspirado.

El Sistema Respiratorio es un conjunto complejo e interrelacionado de órganos y estructuras que trabajan en conjunto para permitir el intercambio de gases, particularmente la oxigenación del sangre y la eliminación del dióxido de carbono. Este sistema incluye las vías respiratorias (nariz, fosas nasales, faringe, laringe, tráquea, bronquios y bronquiolos), los pulmones y los músculos involucrados en la respiración, como el diafragma y los músculos intercostales.

La nariz y las fosas nasales son las primeras partes del sistema respiratorio. Ellas calientan, humidifican y filtran el aire que inspiramos antes de que pase a la laringe, donde se encuentra la glotis con las cuerdas vocales, que permiten la fonación o producción de sonidos. La tráquea es un tubo flexible que se divide en dos bronquios principales, uno para cada pulmón. Los bronquios se dividen a su vez en bronquiolos más pequeños y finalmente en los sacos alveolares en los pulmones, donde ocurre el intercambio de gases.

Los músculos respiratorios, especialmente el diafragma, contraen y se relajan para permitir que los pulmones se expandan y se contraigan, lo que provoca el flujo de aire hacia adentro (inspiración) o hacia afuera (espiración). La sangre oxigenada es distribuida por todo el cuerpo a través del sistema cardiovascular, mientras que la sangre desoxigenada regresa a los pulmones para reiniciar el proceso de intercambio gaseoso.

La respiración con presión positiva (PPV, por sus siglas en inglés) es un tipo de ventilación mecánica que se utiliza en el cuidado médico para asistir o reemplazar la respiración natural del cuerpo. En esta técnica, aire u oxígeno se suministran a los pulmones a través de un tubo endotraqueal o una máscara facial con presión positiva al final de la espiración. Esto significa que se mantiene una presión positiva en las vías respiratorias durante todo el ciclo de respiración, lo que ayuda a expandir los pulmones y mejorar el intercambio de gases.

La PPV se utiliza en diversas situaciones clínicas, como en el tratamiento de la insuficiencia respiratoria aguda o crónica, durante y después de procedimientos quirúrgicos, en el manejo del síndrome de distrés respiratorio agudo (SDRA), y en el cuidado de pacientes críticos en unidades de cuidados intensivos (UCI). Existen diferentes modalidades de PPV, incluyendo la ventilación mecánica invasiva, la ventilación no invasiva y la CPAP (presión positiva continua de las vías aéreas), cada una con sus propias indicaciones y configuraciones.

Es importante monitorear cuidadosamente a los pacientes que reciben PPV para garantizar su seguridad y eficacia, ya que el uso inadecuado o las configuraciones incorrectas pueden dar lugar a complicaciones, como lesiones pulmonares barotrauma, volutrauma o atelectrasia.

La Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), también conocida como Unidad de Cuidados Coronarios Intensivos (UCCI) en el contexto de la atención cardíaca, es una división del hospital especialmente equipada y diseñada para monitorear y cuidar a pacientes gravemente enfermos. Estos pacientes pueden requerir mecánica ventilatoria, drogas vasoactivas, estrecho control de parámetros fisiológicos y otras medidas de soporte vital avanzado.

La UCI está equipada con equipos sofisticados como ventiladores mecánicos, monitores cardíacos continuos, bombas de infusión para administrar medicamentos a rate constantes y precisas, y otras tecnologías de apoyo vital. El personal médico y de enfermería en la UCI suele tener una formación y experiencia adicionales en el cuidado de pacientes críticos.

El objetivo principal de la UCI es proporcionar un entorno controlado para supervisar estrechamente a los pacientes, identificar y tratar condiciones médicas que amenazan la vida inmediatamente, mantener la estabilidad hemodinámica y respiratoria, y facilitar el proceso de recuperación. La estadía en la UCI puede variar desde unas horas hasta varias semanas, dependiendo de la gravedad de la enfermedad del paciente y su respuesta al tratamiento.

La hiperreactividad bronquial se define en términos médicos como la excesiva contracción de los músculos lisos de las vías respiratorias (broncospasmo) en respuesta a diversos estímulos, tales como la inflamación, el frío, el ejercicio o ciertos químicos. Esta condición es comúnmente asociada con el asma y otras enfermedades pulmonares obstructivas crónicas (EPOC). La hiperreactividad bronquial puede causar síntomas como tos, sibilancias, opresión en el pecho y dificultad para respirar, especialmente después de la exposición a los desencadenantes. Es importante destacar que la hiperreactividad bronquial no es una enfermedad en sí misma, sino más bien un signo o síntoma de una enfermedad subyacente.

El manejo de la vía aérea en el contexto médico se refiere al proceso y técnicas utilizadas para mantener o restaurar una vía aérea permeable y protegida en un paciente, permitiendo así la fluidez del intercambio gaseoso entre el medio ambiente y los pulmones. Esto es crucial para asegurar una ventilación adecuada y oxigenación de los tejidos corporales, especialmente durante situaciones clínicas que ponen en peligro la vida, como la insuficiencia respiratoria aguda, el paro cardiorrespiratorio o durante procedimientos quirúrgicos.

Las intervenciones de manejo de vía aérea abarcan una variedad de enfoques y dispositivos, como la posiciónación adecuada del paciente, el uso de mascarillas faciales, las maniobras de oxigenación, la intubación endotraqueal (colocación de un tubo dentro de la tráquea), la videolaringoscopia, la cirugía de emergencia como la cricotiroidotomía o traqueotomía y la ventilación mecánica.

La elección de la técnica específica de manejo de vía aérea dependerá de varios factores, incluyendo la condición clínica del paciente, las habilidades y el entrenamiento del proveedor de atención médica, y los recursos disponibles en el entorno donde se presta la atención. El objetivo principal es garantizar una vía aérea segura y eficaz, minimizando al mismo tiempo el riesgo de complicaciones asociadas con el procedimiento.

El Síndrome de Dificultad Respiratoria del Recién Nacido (SRNR) es una afección pulmonar que afecta principalmente a los bebés prematuros. También se le conoce como neumonía hipóxica o enfermedad de membrana hialina. Se caracteriza por la incapacidad del pulmón para expandirse y funcionar correctamente, lo que resulta en dificultad para respirar.

La causa principal del SRNR es el déficit de surfactante, una sustancia producida por las células pulmonares que ayuda a mantener abiertos los pequeños sacos aéreos (alvéolos) en los pulmones. Los bebés prematuros a menudo no han tenido tiempo suficiente para desarrollar y almacenar suficiente surfactante, lo que hace que sus pulmones sean propensos a colapsarse.

Otros factores que pueden contribuir al desarrollo del SRNR incluyen infecciones, trauma durante el parto, aspiración de líquido meconio (heces) o sangre, y problemas con el cordón umbilical que reducen el flujo sanguíneo al bebé.

Los síntomas del SRNR pueden variar en gravedad pero generalmente incluyen dificultad para respirar (taquipnea), retraimiento de los músculos de la pared torácica, hundimiento de la parte inferior del tórax entre las costillas (expresión nasogástrica), y a veces, una coloración azulada de la piel y las membranas mucosas (cianosis).

El tratamiento del SRNR puede incluir oxígeno suplementario, ventilación mecánica para ayudar a mantener los pulmones inflados, y administración de surfactante sintético. En casos graves, se pueden necesitar medidas adicionales como la ECMO (oxigenación por membrana extracorpórea).

La Presión de las Vías Aéreas Positiva Contínua (CPAP, por sus siglas en inglés) es una técnica utilizada en la ventilación mecánica que provee una presión positiva continua a las vías aéreas de un paciente, con el objetivo de mantener las vías aéreas abiertas y mejorar el intercambio gaseoso. La CPAP se utiliza comúnmente en el tratamiento de la insuficiencia respiratoria aguda o crónica, como la que puede presentarse en pacientes con síndrome de distrés respiratorio del adulto (SDRA), apnea obstructiva del sueño y otras condiciones médicas.

La CPAP se administra mediante un dispositivo que entrega aire presurizado a través de una mascarilla facial o nasal, la cual está conectada al sistema de respiración del paciente. La presión aplicada puede ser ajustada según las necesidades individuales del paciente y se monitoriza cuidadosamente para garantizar su eficacia y seguridad.

La CPAP ofrece varios beneficios, como la reducción de la resistencia de las vías aéreas, el aumento del volumen pulmonar y la mejora de la oxigenación. Además, puede ayudar a prevenir la intubación endotraqueal y la ventilación mecánica invasiva en algunos pacientes. Sin embargo, también conlleva riesgos potenciales, como la barotrauma, la infección y la displacía facial, especialmente si se utiliza durante períodos prolongados o en pacientes pediátricos.

La mucosa respiratoria se refiere a las membranas mucosas que revisten los conductos y órganos del sistema respiratorio. Esta mucosa es responsable de capturar partículas extrañas, como polvo y microorganismos, antes de que lleguen a los pulmones. Está compuesta por epitelio ciliado y células caliciformes productoras de moco. El movimiento coordinado de los cilios ayuda a desplazar el moco con las partículas atrapadas hacia la garganta, donde se pueden eliminar al toser o tragar. La mucosa respiratoria también contiene glándulas que secretan sustancias como inmunoglobulinas y líquido seroso, lo que ayuda a mantener las vías respiratorias húmedas y protegidas.

... la ventilación PAP puede prevenir la necesidad de intubación traqueal, o permitir la extubación anterior. A veces los pacientes ...
Puede haber evidencia de desviación traqueal y / o compresión. A veces los pacientes presentan hallazgos radiológicos de ... Después de la extubación, puede ser necesario mantener una presión positiva en las vías respiratorias mediante los flujos ... muestran la relación de los arcos aórticos con la tráquea y el esófago y también el grado de estrechamiento traqueal. La ... puede visualizar los sitios y la gravedad de la compresión traqueal pulsátil. Ecocardiografía: en los bebés menores de 12 meses ...
Por otro lado, la presencia de un tubo endotraqueal puede producir irritaciones en la mucosa traqueal. La irritación continua ... con lo que hay más riesgo de que la extubación fracase. Respiratorias: el intercambio gaseoso debe ser aceptable. Como mínimo, ...

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