Trastornos de uno o más de los doce nervios craneales. Con la excepción de los nervios óptico y olfatorio, este incluye trastornos de los núcleos del tronco cerebral de donde se originan o terminan estos nervios craneales.
Doce pares de nervios que se originan en el tallo cerebral y que contienen los aferentes generales, viscerales, y especiales, y los eferentes somáticos y autonómicos.
Enfermedades que producen lesiones o disfunción del segundo par craneal o nervio óptico, el que generalmente se considera un componente del sistema nervioso central. El daño a las fibras del nervio óptico puede ocurrir cerca de o en el origen, en la retina, en el disco óptico, o en el nervio, quiasma óptico, tracto óptico, o núcleo geniculado lateral. Las manifestaciones clínicas pueden incluir disminución de la agudeza visual y de la sensibilidad a los contrastes, trastornos de la visión de colores, y un defecto pupilar aferente.
Enfermedades del primer nervio craneal (olfatorio), que se caracteriza usualmente por anosmia u otras alteraciones en el sentido del olfato y del gusto. La anosmia puede asociarse con NEOPLASIAS, INFECCIONES DEL SISTEMA NERVIOSO CENTRAL, TRAUMA CRANEOCEREBRAL, trastornos hereditarios, toxinas, ENFERMEDADES METABÓLICAS, abuso de tobaco y otras afecciones.
Enfermedades del décimo nervio craneal, incluidas las lesiones del tronco cerebral que afectan sus núcleos (solitario, ambiguo, y motor dorsal), los fascículos del nervio, y el curso intra y extracraneal. Las manifestaciones clínicas pueden incluir disfagia, debilidad de las cuerdas vocales, y alteraciones del tono parasimpático en tórax y abdomen.
Disfunción de uno o más nervios craneales relacionados causalmente a una lesión traumática. Un TRAUMA CRANEOCEREBRAL penetrante o no penetrante, LESIONES CERVICALES y un trauma de la región facial son afecciones asociadas con las lesiones de los nervios craneales.
Enfermedades del sexto nervio craneal (abducens) o de su núcleo en el puente. El nervio puede estar lesionado a lo largo de su curso en el puente, intracranealmente a medida que viaja a lo largo de la base del cerebro, en el seno cavernoso, o a nivel de la fisura orbital superior u órbita. La disfunción del nervio genera debilidad del músculo recto lateral, lo que produce diplopia horizontal que es máxima cuando el ojo afectado está en abducción y ESOTROPIA. Las afecciones comunes asociadas con la lesión de este nervio incluyen HIPERTENSIÓN INTRACRANEAL HIPERTENSIÓN; TRAUMA CRANEOCEREBRAL; ISQUEMIA; y NEOPLASIAS INFRATENTORIALES.
Procesos patológicos del NERVIO VESTIBULOCOCLEAR, incluidas las ramas del NERVIO COCLEAR y del NERVIO VESTIBULAR. Los ejemplos comunes son NEURONITIS VESTIBULAR, neuritis coclear y NEUROMA ACÚSTICO. Los signos clínicos son un grado variable de PÉRDIDA AUDITIVA, VÉRTIGO y ACÚFENOS.
Enfermedades del duodécimo nervio craneal (hipogloso) o de su núcleo. Los núcleos y fascículos del nervio se localizan en la médula, el nervio abandona al cráneo a través del foramen hipogloso e inerva los músculos de la lengua. Las enfermedades del tronco cerebral bajo, incluidas la isquemia y las ENFERMEDADES DE LA NEURONA MOTORA pueden afectar a los núcleos o a los fascículos nerviosos. El nervio puede lesionarse también por enfermedades de la fosa posterior o de la base del cráneo. Las manifestaciones clínicas incluyen debilidad unilateral de la musculatura de la lengua y disartria lingual, con desviación de la lengua hacia el lado afectado al tratar de sacar la lengua.
Enfermedades del noveno nervio craneal (glosofaríngeo) o de su núcleo en la médula. El nervio puede lesionarse por enfermedades que afectan el tronco cerebral inferior, el suelo de la fosa posterior, el foramen yugular o el tracto extracraneal del nervio. Las manifestaciones clínicas incluyen pérdida de la sensibilidad en la faringe, disminución de la salivación, y síncope. La neuralgia glosofaríngea se refiere a una afección que se presenta con dolor agudo recurrente unilateral en la lengua, ángulo de la mandíbula, meato auditivo externo y garganta que puede asociarse a un SÍNCOPE. Los episodios pueden desencadenarse por tos, estornudos, deglución, o por la aplicación de presión en el comienzo del conducto auditivo externo. (Traducción libre del original: Adams et al., Principles of Neurology, 6th ed, p1390)
Enfermedades del nervio trigémino o de su núcleo, que se localizan en el puente y en la médula. El nervio está compuesto por tres porciones: oftálmica, maxilar, y mandibular, las cuales aportan inervación sensorial a las estructuras de la cara, senos y porciones de la bóveda craneana. El nervio mandibular inerva también a los músculos de la masticación. Entre las características clínicas se incluyen la pérdida de la sensibilidad facial e intra-oral y pérdida de la fuerza de cierre de la mandíbula. Las afecciones que afectan comúnmente al nervio incluyen isquemia del tronco cerebral, NEOPLASIAS INFRATENTORIALES, y NEURALGIA TRIGEMINAL.
Neoplasias benignas y malignas que surgen en uno o más de los doce nervios craneales.
Enfermedades del nervio o núcleo oculomotor que producen debilidad o parálisis del recto superior, recto inferior, recto medio, oblicuo inferior, o músculo elevador palpebral, o trastornos de la inervación parasimpática de la pupila. Con parálisis oculomotora completa, el párpado se paralizará, el ojo estará en posición inferior y de abducción, y con marcada dilatación pupilar. Las afecciones que se asocian comúnmente incluyen neoplasias, TRAUMA CRANEOCEREBRAL, isquemia (especialmente en asociación con DIABETES MELLITUS), y compresión de un aneurisma.
Enfermedades de los nervios o núcleos faciales. Los trastornos del puente pueden afectar a los núcleos faciales o a los fascículos nerviosos. El nervio puede afectarse intracranealmente, a lo largo de su paso por la porción petrosa del hueso temporal, o a lo largo de su trayecto extracraneal. Las manifestaciones clínicas incluyen debilidad de la musculatura facial, pérdida del gusto en la región anterior de la lengua, hiperacusia, y disminución del lagrimeo.
Infección de los ojos por filaria, transmitida de persona a persona, por la picada de moscas negras infectadas por Onchocerca volvulus. La microfilaria de la Onchocerca se depositan debajo de la piel. Las mismas migran a través de varios tejidos incluyendo el ojo. Aquellas personas infectadas tienen trastornos visuales y hasta el 20 por ciento están ciegas. La incidencia de lesiones de los ojos está próxima al 30 por ciento en América Central y en partes de África.
Enfermedades del undécimo par craneal (accesorio espinal).Este nervio se origina en las neuronas motoras de la médula inferior (porción accesoria del nervio) y de la médula espinal superior (porción espinal del nervio). Los dos componentes del nervio se unen y salen del cráneo a través del agujero yugular, inervando a los músculos esternocleidomastoideo y trapecio, los que se tornan débiles o se paralizan si se lesiona el nervio. Este nervio comúnmente se afecta en la ENFERMEDAD DE LA NEURONA MOTORA, y puede lesionarse por un trauma del triángulo posterior del cuello.
Enfermedades del cuarto nervio craneal (troclear) o de su núcleo que está en el centro del cerebro. El nervio se cruza a medida que sale hacia atrás desde el centro del cerebro y puede lesionarse a lo largo de su curso a través del espacio intracraneal, el seno cavernoso, la fisura orbital superior, o la órbita. Las manifestaciones clínicas incluyen debilidad del músculo oblicuo superior lo que genera DIPLOPIA vertical que es máxima cuando el ojo afectado está en aducción y dirigido hacia abajo. Puede verse un giro de la cabeza como mecanismo de compensación de la diplopia y rotación de los ejes visuales. Entre las etiologías comunes se incluyen TRAUMA CRANEOCEREBRAL y NEOPLASIAS INFRATENTORIALES.
Séptimo par craneal. El nervio facial tiene dos partes, la gran raíz motora la cual puede ser denominada el nervio facial propiamente y la raíz sensitiva intermedia más pequeña. Juntos, brindan la inervación eferente a los músculos de la expresión facial y a la glándulas lagrimal y las GLÁNDULAS SALIVALES, y conducen la información aferente para el GUSTO desde los dos tercios anteriores de la LENGUA y para el TACTO desde el OÍDO EXTERNO.
Inflamación del nervio óptico. Entre las afecciones que comúnmente se asocian con ella se incluyen trastornos autoimmunes como la ESCLEROSIS MÚLTIPLE, infecciones, y enfermedades granulomatosas. Entre las características clínicas se incluyen dolor retro-orbital que se agrava por los movimientos oculares, pérdida de la visión de colores, y sensibilidad al contraste que puede progresar a una pérdida visual severa, un defecto pupilar aferente (pupila de Marcus-Gunn), y en algunos casos hiperemia e inflamación del disco óptico. La inflamación puede ocurrir en la porción del nervio que se encuentra dentro del globo (neuropapilitis o neuritis óptica anterior) o en la porción que está por detrás del globo ocular (neuritis retrobulbar o neuritis óptica posterior).
Nervio que se origina en la médula espinal lumbar y sacra (L4 a S3) y proporciona inervación motora y sensorial a las extremidades inferiores. El nervio ciático, el cual es la continuación principal del plexo sacro, es el nervio más grande del cuerpo y presenta dos ramas principales, el NERVIO TIBIAL y el NERVIO PERONEAL.
Noveno par craneal. El nervio glosofaríngeo es mixto, motor y sensorial. Contiene fibras eferentes somáticas y autonómicas así como aferentes generales, especiales y viscerales. Entre sus conexiones se encuentran las fibras motoras hacia el músculo estilofaríngeo, las fibras parasimpáticas hasta las glándulas paratiroides, los aferentes generales y del gusto desde el tercio posterior de la lengua, la nasofaringe, y el paladar y los aferentes desde las células barorreceptoras y las CÉLULAS QUIMIORRECEPTORAS del seno carotideo.
El 3er par craneal. El nervio oculomotor (o motor ocular común) envía fibras motoras hacia los músculos elevadores del párpado, hacia los rectos superiores e inferiores y hacia los músculos oblicuos inferiores del ojo. También envía eferentes parasimpáticos (via el ganglio ciliar) hacia los músculos que controlan la constricción y la acomodación pupilar. Las fibras motoras se originan en los núcleos oculomotores del mesencéfalo.
Nervios fuera del cerebro y la médula espinal, incluidos los nervios autonómicos, craneal y espinal. Los nervios periféricos contienen células no neuronales y tejidos conjuntivos así como axones. Las capas de tejidos conjuntivos incluyen, de afuera hacia dentro, el epineuro, el perineuro y el endoneuro.
Lesiones traumáticas del NERVIO HIPOGLOSO.
Quinto y el mayor de los nervios craneales. El nervio trigémino es un nervio motor y sensorial. La porción sensorial más grande forma los nervios oftálmico, mandibular y maxilar los cuales transportan las aferencias sensoriales ante los estímulos internos o externos de la piel, los músculos y las comisuras de la cara, la boca y además los dientes. La mayoría de estas fibras se originan a partir de las células del GANGLIO DEL TRIGÉMINO y se proyectan hacia los NÚCLEOS DEL TRIGÉMINO del tronco encefálico. La parte motora, más pequeña, se origina desde el núcleo motor del nervio trigémino del tronco encefálico e inerva los músculos de la masticación.
Sexto nervio craneal, el cual se origina en el NÚCLEO DEL NERVIO ABDUCENS del PUENTE y envía fibras motoras a los músculos rectos laterales del OJO. El daño del nervio o su núcleo interrumpe el control del movimiento horizontal del ojo.
Octavo par craneal. El nervio acústico (o vestíbulococlear) presenta una porción coclear (NERVIO COCLEAR) que está relacionada con la audición y una porción vestibular (NERVIO VESTIBULAR) la que media el sentido del balance y de la posición de la cabeza. Las fibras del nervio coclear se originan de las neuronas del GANGLIO ESPIRAL DE LA CÓCLEA y se proyectan hacia los núcleos cocleares (NUCLEO COCLEAR). Las fibras del nervio vestibular nacen de las neuronas del ganglio de Scarpa y se proyectan hacia los NÚCLEOS VESTIBULARES.
Segundo nervio craneal, el cual transmite la información visual desde la RETINA hasta el cerebro. Este transporta los axones desde las CÉLULAS GANGLIONARES DE LA RETINA que se organizan en el QUIASMA ÓPTICO y continúan a través del TRACTO ÓPTICO hacia el cerebro. La mayor proyección se realiza hacia los núcleos geniculados laterales; otros objetivos incluyen a los COLÍCULOS SUPERIORES y al NÚCLEO SUPRAQUIASMÁTICO. Aunque conocido como el segundo par craneal, se considera parte del SISTEMA NERVIOSO CENTRAL.
Prolongaciones delgadas de las NEURONAS, incluyendo los AXONES y sus cubiertas gliales (VAINA DE MIELINA). Las fibras nerviosas conducen los impulsos nerviosos a y desde el SISTEMA NERVIOSO CENTRAL.
Síndrome de parálisis facial congénita, asociada con frecuencia con parálisis del abducente y con otras anomalías congénitas entre las que se incluyen parálisis lingual, pie deforme, trastornos braquiales, defectos cognitivos, y defectos en los músculos pectorales. Los hallazgos patológicos son variables e incluyen aplasia nuclear en el tronco cerebral, aplasia del nervio facial, y aplasia de los músculos faciales, consistente con la etiología multifactorial.
Compresión mecánica, de causa interna o externa, de los nervios o raíces nerviosas. Ésta puede ser resultado de un bloqueo de la conducción de los impulsos nerviosos (debido a disfunción de la VAINA DE MIELINA) o de pérdida axonal. La lesión del nervio y de la vaina nerviosa puede ser producida por ISQUEMIA; INFLAMACIÓN; o por un efecto mecánico directo.
Decimoprimer nervio craneal, el cual se origina de las NEURONAS en la MÉDULA y en la MÉDULA ESPINAL cervical. Presenta una raíz craneal que se une al NERVIO VAGO (X craneal) y envía fibras motoras a los músculos de la LARINGE, y una raíz espinal, que envía fibras motoras a los músculos del HUESO TRAPECIO y esternocleidomastoideo.
Lesiones traumáticas del NERVIO LARÍNGEO.
Parálisis de uno o más de los músculos oculares debido a trastornos de los músculos del ojo, de la unión neuromuscular, del tejido blando de soporte, tendones o de la inervación de los músculos.
Pérdida severa o completa de la función motora de los músculos faciales. Esta afección puede producirse por lesiones centrales o periféricas. El daño de las vías motoras del SNC desde la corteza cerebral hasta los núcleos faciales en el puente lleva a la debilidad facial y afecta a los músculos de la frente. Las ENFERMEDADES DEL NERVIO FACIAL producen generalmente debilidad hemifacial generalizada. Las ENFERMEDADES DE LA UNIÓN NEUROMUSCULAR y las ENFERMEDADES MUSCULARES pueden causar también parálisis o paresia facial.
Renovación o reparación fisiológica del tejido nervioso dañado.
Cuarto nervio craneal. El nervio troclear transporta la inervación motora de los músculos oblicuos superiores del ojo.
Síndrome que se caracteriza por episodios recurrentes de dolor extremo, que duran varios segundos o más, en la distribución sensorial del NERVIO TRIGÉMINO. El dolor puede iniciarse por la estimulación de puntos desencadenantes en la cara, labios o mejillas, por movimientos de los músculos faciales o por masticación. Entre las afecciones asociadas se incluyen la ESCLEROSIS MÚLTIPLE, anomalías vasculares, ANEURISMA y tumores (Traducción libre del original: Adams et al., Principles of Neurology, 6th ed, p187).
Término general utilizado normalmente para describir la pérdida severa o completa de la fuerza muscular producida por una enfermedad motora sistémica desde el nivel de la corteza cerebral hasta la fibra muscular. Este término ocasionalmente puede referirse también a una pérdida de la función sensorial.
Punto de contacto entre el cerebelo y el puente.
Neoplasias específicas de la base del cráneo, diferenciadas de las neoplasias de sitios inespecíficos o de los huesos del cráneo (NEOPLASIAS DEL CRÁNEO).
Lesiones traumáticas del nervio facial. Esto puede originar PARÁLISIS FACIAL, disminución del lagrimeo y salivación, y pérdida de la sensación gustativa de la porción anterior de la lengua. El nervio puede regenerar y reformar su patrón original de inervación, o regenerarse de manera aberrante, lo que conlleva a lagrimeo inapropiado en respuesta a un estímulo gustativo (ejemplo, "lágrimas de cocodrilo") y otros síndromes.
Lesiones traumáticas del NERVIO TROCLEAR.
Doceavo par craneal. El nervio hipogloso se origina en el núcleo hipogloso de la médula oblongada y proporciona la innervación motora para todos los músculos de la lengua excepto el palatogloso (la cual es proporcionada por el nervio vago). Este nervio también contiene los aferentes proprioceptivos de los músculos de la lengua.
Un paraganglioma que involucra el glomo yugular, una microscópica colección de tejido quimiorreceptor en la cubierta externa del bulbo de la vena yugular. Puede causar parálisis de las cuerdas vocales, ataques de desvanecimiento, oscurecimientos y nistagmo. No es resecable pero radioterapia es eficaz. Retrograda lentamente, pero el control permanente es logrado regularmente.
Interrupción de la CONDUCCIÓN NERVIOSA en los nervios periféricos o troncos nerviosos por la inyección de una solución anestésica local.(por ejemplo LIDOCAINA; FENOL; TOXINAS BOTULÍNICAS) para manejar o tratar el dolor.
Terminaciones ramificadas de las FIBRAS NERVIOSAS, sensoriales o NEURONAS motrices. Las terminaciones de las neuronas sensoriales son el comienzo de la vía aferente al SISTEMA NERVIOSO CENTRAL. Las terminaciones de las neuronas motrices son las terminales de los axones en las células musculares. Las terminaciones nerviosas que liberan neurotransmisores son llamadas TERMINALES PRESINÁPTICAS.
Porción densa, a modo de roca del hueso temporal que contiene el OÍDO INTERNO. El hueso petroso está localizado en la base del cráneo. Combinado con la APÓFISIS MASTOIDES se denomina porción petromastoidea del hueso temporal.
Rama del nervio tibial que suministra inervación sensorial a partes del extremo inferior de la pierna y del pie.
Espacio venoso de forma irregular en la duramadre, a cada lado del hueso esfenoides.
Nervio principal de las extremidades superiores. En los seres humanos, las fibras del nervio mediano se originan en la médula espinal cervical inferior y torácica superior (generalmente desde C6 hasta T1) viajan a través del plexo braquial y proporcionan inervación motora y sensitiva a partes del antebrazo y las manos.
Tratamiento de músculos y nervios bajo presión como resultado de lesiones por aplastamiento.
Lesiones de los NERVIOS PERIFÉRICOS.
Ramificación terminal media del nervio ciático. Las fibras nerviosas tibiales se originan en los segmentos lumbar y sacro espinal (L4 a S2). Abastecen de inervación motora y sensorial a partes de la pantorrilla y el pie.
Región inferior del cráneo constituida por la superficie interna (cerebral), y la superficie externa (basilar).
Importante nervio de las extremidades superiores. En los seres humanos las fibras del nervio ulnar o cubital se originan en la médula espinal cervical inferior y en la torácica superior (usualmente de C7 a T1), viajan a través del cordón medial del plexo braquial y proporcionan inervación sensitiva y motora a partes de la mano y el antebrazo.
Síntoma visual por el que un objeto único se percibe, por la corteza visual, como dos objetos. Los trastornos asociados con esta afección incluyen ERRORES DE REFRACCIÓN; ESTRABISMO; ENFERMEDADES DE LOS NERVIOS OCULOMOTORES; ENFERMEDADES DEL NERVIO TROCLEAR; ENFERMEDADES DE LOS NERVIOS ABDUCENTES; y enfermedades del TRONCO CEREBRAL y del LÓBULO OCCIPITAL.
Compartimiento infratentorial que contiene al CEREBELO y el TRONCO ENCEFÁLICO. Está formado por el tercio posterior de la superficie superior del cuerpo del hueso esfenoides (HUESO ESFENOIDES), el occipital, las porciones petrosa y mastoide del HUESO TEMPORAL y el ángulo posteroinferior del HUESO PARIETAL.
Nervio que se origina en la médula espinal lumbar (generalmente desde L2 hasta L4) y que va a través del plexo lumbar para brindar inervación motora a los extensores del muslo e inervación sensitiva a partes del muslo, parte inferior de la pierna, el pie, y a las articulaciones de la cadera y la rodilla.
Método no invasivo para demostrar la anatomía interna basado en el principio de que los núcleos atómicos bajo un campo magnético fuerte absorben pulsos de energía de radiofrecuencia y la emiten como radioondas que pueden reconstruirse en imágenes computarizadas. El concepto incluye las técnicas tomografía del spin del protón.
Treinta y un pares de nervios periféricos formados por la unión de las raíces espinales dorsales y ventrales provenientes de cada segmento de la médula espinal. También se incluyen los plexos de los nervios espinales y las raíces espinales.

Las enfermedades de los nervios craneales se refieren a un grupo de trastornos que afectan a los doce pares de nervios que emergen directamente del cerebro, también conocidos como nervios craneales. Estos nervios desempeñan diversas funciones vitales, como la conducción de señales sensoriales desde el ojo, el oído y la cara al cerebro; el control de los músculos involucrados en la movimiento de los ojos, la masticación, la deglución y los movimientos faciales; y la regulación de ciertas funciones autónomas, como la sudoración, las glándulas salivales y el tamaño de las pupilas.

Las enfermedades o afecciones que afectan a estos nervios pueden causar una variedad de síntomas, dependiendo del nervio o nervios específicos involucrados y la gravedad de la afección. Algunos ejemplos de enfermedades de los nervios craneales incluyen:

1. Neuropatía del III par craneal (nervio oculomotor): Esta afección puede causar debilidad o parálisis de los músculos que controlan el movimiento del ojo, lo que lleva a la diplopia (visión doble), ptosis (párpado caído) y estrabismo (ojos desalineados).

2. Neuropatía del IV par craneal (nervio troclear): Esta afección provoca debilidad o parálisis de los músculos que controlan el movimiento del ojo, resultando en diplopia y dificultad para mirar hacia abajo y hacia adentro con el ojo afectado.

3. Neuropatía del VI par craneal (nervio abducens): Esta afección causa debilidad o parálisis de los músculos que controlan el movimiento del ojo hacia afuera, resultando en diplopia y dificultad para mirar hacia los lados con el ojo afectado.

4. Neuropatía del VII par craneal (nervio facial): Esta afección provoca debilidad o parálisis de los músculos faciales, resultando en asimetría facial, dificultad para cerrar el ojo, pérdida del gusto y sequedad de la boca.

5. Neuropatía del VIII par craneal (nervio vestibulococlear): Esta afección puede causar pérdida auditiva, vértigo, zumbidos en los oídos e inestabilidad.

6. Neuropatía del IX y X par craneal (nervios glosofaríngeo y vago): Estas afecciones pueden provocar dificultad para tragar, hablar, sentir el sabor y experimentar dolor en la garganta y los oídos.

7. Neuropatía del XII par craneal (nervio hipogloso): Esta afección puede causar debilidad o parálisis de los músculos de la lengua, resultando en dificultad para hablar y tragar.

El tratamiento de las neuropatías craneales depende de la causa subyacente y puede incluir medicamentos, fisioterapia, cirugía o cambios en el estilo de vida. Si experimenta síntomas de una neuropatía craneal, es importante buscar atención médica lo antes posible para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados.

Los nervios craneales son un conjunto de doce pares de nervios que emergen directamente del tronco encefálico y el cerebro, en contraste con los nervios espinales que se originan a nivel de la médula espinal. Estos nervios desempeñan diversas funciones importantes, como la recepción de estímulos sensoriales, el control de músculos y la regulación de diversas glándulas y órganos.

Los primeros dos pares de nervios craneales, conocidos como nervios oculomotores (III) y troclear (IV), son responsables del movimiento de los ojos. El nervio trigémino (V) es el quinto par y desempeña un papel crucial en la sensación facial y el control de los músculos masticatorios. El sexto par, el nervio abducens (VI), también controla el movimiento de los ojos.

El séptimo par, el nervio facial (VII), es responsable del movimiento de los músculos faciales y también participa en la función gustativa. El octavo par, el nervio vestibulocochlear (VIII), se divide en dos ramas: el vestíbulo, que controla el equilibrio, y el cochlea, que es responsable de la audición.

El noveno par, el glosofaríngeo (IX), desempeña un papel importante en la deglución, el gusto y el habla. El décimo par, el nervio vago (X), controla los músculos de la faringe y laringe, regula la frecuencia cardíaca y la presión arterial, y también participa en la función gastrointestinal.

El undécimo par, el accesorio (XI), es responsable del control de los músculos de la cabeza y el cuello, mientras que el duodécimo par, el hipogloso (XII), controla los músculos de la lengua y la deglución.

En resumen, los nervios craneales son responsables de una variedad de funciones importantes en el cuerpo humano, incluyendo el movimiento muscular, la audición, el equilibrio, el gusto, la deglución y la regulación del sistema cardiovascular y gastrointestinal.

Las enfermedades del nervio óptico se refieren a un grupo de condiciones que afectan el nervio óptico, que transmite las señales visuales desde el ojo al cerebro. Estas enfermedades pueden causar daño al nervio óptico y llevar a una disminución de la visión o incluso ceguera en casos graves. Algunas de las enfermedades del nervio óptico más comunes incluyen:

1. Neuropatía óptica isquémica anterior (NOIA): Esta es una condición en la que el suministro de sangre al nervio óptico se reduce o interrumpe, lo que puede causar pérdida de visión repentina o gradual.
2. Glaucoma: El glaucoma es un grupo de trastornos que dañan el nervio óptico y pueden llevar a la pérdida de la visión. La forma más común de glaucoma es el glaucoma de ángulo abierto, que a menudo no presenta síntomas hasta que la enfermedad está avanzada.
3. Neuritis óptica: Esta es una inflamación del nervio óptico que puede causar dolor ocular y pérdida de visión temporal o permanente. La neuritis óptica a menudo se asocia con otras condiciones, como la esclerosis múltiple.
4. Papiledema: El papiledema es el hinchazón de la parte del nervio óptico que está dentro del ojo (disco óptico). Puede ser un signo de presión intracraneal alta y puede causar pérdida de visión si no se trata.
5. Esclerosis múltiple: La esclerosis múltiple es una enfermedad autoinmune que afecta el sistema nervioso central, incluyendo el nervio óptico. La inflamación y la destrucción de la mielina (la capa protectora alrededor de los nervios) pueden causar debilidad muscular, problemas de equilibrio, visión doble y pérdida de visión.

Si experimenta síntomas como visión borrosa, dolor ocular, manchas negras en el campo visual o pérdida de la visión, es importante buscar atención médica inmediata. Un oftalmólogo puede realizar un examen completo del ojo y determinar si hay algún problema con el nervio óptico o cualquier otra parte del ojo. El tratamiento temprano puede ayudar a prevenir daños permanentes en la visión.

Las enfermedades del nervio olfatorio, también conocidas como trastornos del sentido del olfato, se refieren a las condiciones que afectan la capacidad de una persona para oler. El nervio olfatorio es el encargado de transmitir los estímulos olfativos al cerebro.

Existen varias enfermedades o trastornos que pueden afectar este nervio, incluyendo:

1. Anosmia: Es la pérdida total del sentido del olfato. Puede ser causada por diversas condiciones médicas, como infecciones virales (como el resfriado común o la gripe), lesiones en la cabeza, tumores cerebrales, uso de ciertos medicamentos o exposición a sustancias químicas tóxicas.

2. Hiposmia: Es la reducción parcial del sentido del olfato. Puede ser el resultado de procesos degenerativos relacionados con la edad, infecciones virales, traumatismos craneales o exposición a sustancias químicas nocivas.

3. Disosmia: Es una alteración en la percepción de los olores, haciendo que los olores normales sean percibidos como desagradables o extraños. Puede ser causada por lesiones cerebrales, infecciones virales o trastornos neurológicos.

4. Parosmia: Es una distorsión en la percepción de los olores, haciendo que los olores normales sean percibidos de manera diferente a como realmente son. Puede ser causada por lesiones cerebrales, infecciones virales o trastornos neurológicos.

5. Fantosmia: Es el olor falso o ilusorio de olores que no están presentes en la realidad. Puede ser causado por diversas condiciones médicas, como trastornos mentales, lesiones cerebrales o infecciones virales.

El tratamiento de estos trastornos dependerá de su causa subyacente. En algunos casos, el problema puede resolverse por sí solo con el tiempo. En otros casos, se pueden requerir intervenciones médicas o quirúrgicas para abordar la causa subyacente. El tratamiento también puede incluir terapia de olfato y rehabilitación para ayudar a las personas a adaptarse a sus cambios en el sentido del olfato.

El nervio vago es el décimo par craneal y es el más largo de todos los pares craneales. Se extiende desde el cerebro hasta el tórax y el abdomen, involucrado en la innervación parasimpática de muchos órganos internos.

Las enfermedades o trastornos del nervio vago pueden manifestarse de diversas formas, dependiendo de qué parte del nervio esté afectada y el grado de afección. Algunos de los síntomas más comunes incluyen:

1. Disfagia (dificultad para tragar)
2. Disartria (dificultad para hablar)
3. Dolor de garganta
4. Tos crónica
5. Síncope (desmayos)
6. Bradicardia (latidos cardíacos lentos)
7. Náuseas y vómitos
8. Disminución del reflejo nauseoso
9. Hipotensión ortostática (presión arterial baja al estar de pie)
10. Alteraciones en la sudoración y salivación

Estas condiciones pueden ser causadas por diversos factores, como infecciones, tumores, traumatismos, enfermedades neurológicas o degenerativas, y afecciones autoinmunes. El tratamiento varía dependiendo de la causa subyacente y puede incluir medicamentos, terapia física, cirugía o cambios en el estilo de vida.

Los traumatismos del nervio craneal se refieren a lesiones o daños en los nervios craneales, que son los doce pares de nervios que emergen directamente del cerebro y controlan las funciones específicas de la cabeza y el cuello. Estos nervios son responsables de la recepción sensorial, el movimiento muscular y la regulación de diversas funciones autónomas.

Los traumatismos pueden ocurrir como resultado de una variedad de eventos, como accidentes automovilísticos, lesiones deportivas, caídas, lesiones penetrantes o incluso procedimientos quirúrgicos. Los síntomas de un traumatismo del nervio craneal varían dependiendo del nervio afectado y la gravedad de la lesión. Pueden incluir debilidad o parálisis muscular, pérdida de sensibilidad, visión doble o borrosa, zumbido en los oídos, dificultad para tragar, hablar o equilibrio, y otros trastornos neurológicos.

El tratamiento de los traumatismos del nervio craneal depende de la gravedad y la ubicación de la lesión. Puede incluir terapia física o de rehabilitación, medicamentos para aliviar el dolor o reducir la inflamación, cirugía para reparar o descomprimir el nervio dañado, o terapias de apoyo para ayudar a los pacientes a adaptarse a las deficiencias funcionales resultantes. En algunos casos, la lesión puede ser permanente y requerir cuidados continuos y ajustes en el estilo de vida.

El sexto par craneal, también conocido como el nervio abducens, es un nervio motor que controla los músculos responsables de la movimiento lateral de los ojos. La enfermedad del nervio abducens se refiere a cualquier condición que dañe o interrumpa la función normal de este nervio, resultando en una dificultad para mover el ojo hacia afuera.

Esta afección médica puede presentarse de diferentes maneras, dependiendo de la causa subyacente. Los síntomas más comunes incluyen:

1. Diplopia (visión doble): debido a que el músculo lateral no funciona correctamente, los ojos pueden desalignarse, causando visión doble.
2. Estrabismo: este es el término médico para describir los ojos desalineados. Puede ser intermitente o constante, dependiendo de la gravedad de la afección del nervio abducens.
3. Dolor de cabeza: algunos pacientes pueden experimentar dolores de cabeza debido al esfuerzo excesivo por alinear los ojos y compensar la falta de movimiento lateral.
4. Inestabilidad visual: dificultad para mantener una visión estable, especialmente durante el movimiento rápido de los ojos o cabeza.

Las causas más comunes de las enfermedades del nervio abducens incluyen:

1. Neuritis (inflamación del nervio): a menudo asociada con infecciones virales, como paperas o gripe.
2. Lesión cerebral traumática (LCT): una lesión en la base del cráneo puede dañar el nervio abducens.
3. Compresión del nervio: tumores o aneurismas pueden comprimir el nervio, interrumpiendo su función.
4. Enfermedades degenerativas: esclerosis múltiple (EM), diabetes y otras enfermedades que afectan el sistema nervioso central pueden causar daño al nervio abducens.
5. Otras causas: aneurismas, hipertensión intracraneal benigna o edema cerebral pueden comprimir el nervio y provocar síntomas.

El diagnóstico de las enfermedades del nervio abducens implica una evaluación clínica completa, seguida de estudios de imagenología, como resonancia magnética (RM) o tomografía computarizada (TC), para identificar posibles causas estructurales. También se pueden realizar pruebas adicionales, como electromiogramas (EMG) y potenciales evocados visuales (PEV), para evaluar la función del nervio. El tratamiento depende de la causa subyacente y puede incluir medicamentos, cirugía o fisioterapia.

Las enfermedades del nervio vestibulococlear, también conocidas como enfermedades del VIII par craneal o neuronitis vestibular, se refieren a un grupo de trastornos que afectan al nervio vestibulococlear (nervio auditivo y vestibular), que transmite información sobre el equilibrio y la audición desde el oído interno al cerebro.

Estas enfermedades pueden manifestarse de diversas formas, dependiendo del tipo y la gravedad de la afección. Algunos síntomas comunes incluyen:

1. Pérdida de audición: Esta puede ser parcial o completa y puede ocurrir repentinamente o gradualmente. La pérdida de audición unilateral (en un solo oído) es un signo clásico de la neuronitis vestibular.
2. Zumbidos en los oídos: También conocido como tinnitus, este síntoma se describe como un sonido persistente en el oído que puede ser agudo, sordo, pulsátil o continuo.
3. Vértigo: Sensación de mareo o desequilibrio que puede ser leve o severa y puede estar acompañada de náuseas y vómitos.
4. Inestabilidad: Dificultad para mantener el equilibrio, especialmente al caminar o pararse.
5. Nistagmo: Movimientos involuntarios e incontrolables de los ojos que pueden ser horizontales, verticales o rotatorios.
6. Aturdimiento: Sensación de mareo o desmayo, especialmente cuando se cambia rápidamente la posición del cuerpo.

Las causas más comunes de las enfermedades del nervio vestibulococlear incluyen infecciones virales o bacterianas, lesiones traumáticas, tumores benignos o malignos, enfermedades autoinmunes y trastornos degenerativos. El tratamiento depende de la causa subyacente y puede incluir medicamentos, terapia física, cirugía o cambios en el estilo de vida.

Las enfermedades del nervio hipogloso, también conocidas como parálisis del nervio hipogloso o paresia del nervio hipogloso, se refieren a un grupo de condiciones donde el nervio hipogloso (el undécimo par craneal) está dañado o no funciona correctamente. El nervio hipogloso controla los músculos de la lengua, excepto el pequeño músculo anterior que se inserta en el borde inferior de la mandíbula.

La afección más común es la parálisis del nervio hipogloso unilateral, donde solo uno de los lados de la lengua está afectado. Esto puede causar dificultad para mover la lengua hacia el lado paralizado de la boca y una desviación de la lengua hacia el lado dañado cuando se protruye.

La parálisis bilateral del nervio hipogloso, en la que ambos lados de la lengua están afectados, es mucho menos común pero puede causar problemas más graves con la habla, el masticar y el deglutir.

Las causas de las enfermedades del nervio hipogloso pueden incluir lesiones traumáticas, tumores cerebrales o del cuello, infecciones, enfermedades neurológicas como la esclerosis múltiple o el accidente cerebrovascular, y ciertos medicamentos o procedimientos médicos. El tratamiento depende de la causa subyacente y puede incluir fisioterapia, terapia del habla y, en algunos casos, cirugía.

El nervio glosofaríngeo es el noveno par craneal, el cual desempeña un rol crucial en la función sensorial y motora en la cabeza y el cuello. Las enfermedades o trastornos que afectan al nervio glosofaríngeo pueden causar una variedad de síntomas, dependiendo del tipo y gravedad de la afección.

Una definición médica de las enfermedades del nervio glosofaríngeo involucraría cualquier condición que cause daño o disfunción al nervio glosofaríngeo. Esto puede incluir lesiones, infecciones, tumores, inflamación o trastornos neurológicos subyacentes.

Algunos ejemplos de enfermedades del nervio glosofaríngeo incluyen:

1. Neuralgia del nervio glosofaríngeo: una afección que causa dolor intenso y repentino en el oído, la garganta, la lengua o el rostro, generalmente desencadenado por estímulos específicos como hablar, comer o toser.

2. Parálisis del nervio glosofaríngeo: una condición en la que el nervio sufre daño y causa debilidad o parálisis de los músculos afectados, lo que puede resultar en dificultad para tragar, hablar o sentir la lengua.

3. Infecciones como la neuralgia del trigémino o el síndrome de Ramsay Hunt pueden propagarse al nervio glosofaríngeo y causar disfunción.

4. Tumores benignos o malignos que comprimen o invaden el nervio, como schwannomas, meningiomas o cánceres de cabeza y cuello.

5. Trastornos neurológicos subyacentes, como esclerosis múltiple o enfermedad de Parkinson, que pueden afectar el funcionamiento del nervio glosofaríngeo.

El tratamiento de la disfunción del nervio glosofaríngeo depende de la causa subyacente y puede incluir medicamentos, fisioterapia, cirugía o terapias de modificación del comportamiento.

El nervio trigémino es un par de nervios craneales que se encargan de la sensibilidad y los movimientos de la cara. Las enfermedades del nervio trigémino se refieren a diversas condiciones que afectan su funcionamiento normal, causando dolor, entumecimiento, hormigueo o debilidad en uno o ambos lados de la cara.

Existen varias afecciones que pueden afectar al nervio trigémino, entre las que se incluyen:

1. Neuralgia del trigémino: Es una afección dolorosa que causa espasmos repentinos e intensos de dolor en la cara, generalmente desencadenados por estímulos simples como toser, hablar o masticar.
2. Esclerosis múltiple: La esclerosis múltiple es una enfermedad autoinmune que afecta al sistema nervioso central y puede causar daño al nervio trigémino, resultando en debilidad muscular facial o sensaciones anormales en la cara.
3. Neuroma acústico: También conocido como schwannoma vestibular, es un tumor benigno que se desarrolla en el nervio auditivo y puede comprimir el nervio trigémino, causando dolor facial, entumecimiento o debilidad.
4. Infecciones: Las infecciones como la meningitis o la neuralgia herpética pueden inflamar el nervio trigémino y provocar síntomas desagradables en la cara.
5. Lesiones traumáticas: Los golpes, cortes o contusiones en la cabeza o el cuello pueden dañar el nervio trigémino y causar dolor, entumecimiento o debilidad facial.
6. Trastornos vasculares: La compresión del nervio trigémino por vasos sanguíneos anormales puede provocar síntomas neurológicos desagradables en la cara.
7. Enfermedades degenerativas: Las enfermedades como la esclerosis múltiple o la enfermedad de Parkinson pueden dañar el nervio trigémino y causar síntomas neurológicos desagradables en la cara.

El tratamiento de los trastornos del nervio trigémino depende de la causa subyacente y puede incluir medicamentos, fisioterapia, cirugía o radioterapia. Es importante consultar a un médico especialista en neurología o neurocirugía para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado.

Las neoplasias de los nervios craneales se refieren a tumores benignos o malignos que se desarrollan en los nervios craneales, que son los nervios que emergen directamente del tronco encefálico y la base del cráneo y suministran funciones sensoriales, motoras y autónomas a la cabeza y el cuello.

Existen doce pares de nervios craneales, numerados del I al XII. Cada uno de estos nervios puede verse afectado por neoplasias primarias o secundarias (metastásicas). Las neoplasias primarias son relativamente raras y pueden ser benignas (como schwannomas y neurinomas) o malignas (como los neurofibrosarcomas y los astrocitomas periféricos).

Las neoplasias de los nervios craneales pueden causar diversos síntomas, dependiendo del nervio afectado y la ubicación del tumor. Estos síntomas pueden incluir dolor de cabeza, debilidad o parálisis de los músculos faciales, pérdida de sensibilidad en la cara, trastornos del equilibrio y la audición, dificultad para tragar o hablar, y problemas visuales.

El tratamiento de las neoplasias de los nervios craneales depende del tipo y el tamaño del tumor, así como de su localización y la extensión de la enfermedad. La cirugía es a menudo el pilar del tratamiento, con o sin radioterapia adyuvante o quimioterapia. En algunos casos, la radioterapia o la quimioterapia pueden ser las opciones de tratamiento preferidas, especialmente si el tumor es inoperable o se ha diseminado a otras partes del cuerpo.

El nervio oculomotor, también conocido como nervio III craneal, es el nervio más grande que sale directamente del cerebro. Es responsable del movimiento de los músculos extraoculares y la pupila del ojo. Las enfermedades o trastornos del nervio oculomotor pueden causar diversos síntomas visuales y motores.

Una condición médica específica que afecta al nervio oculomotor se denomina parálisis del nervio oculomotor. Esta afección se caracteriza por la debilidad o pérdida de movimiento en los músculos controlados por el nervio, lo que puede provocar diplopía (visión doble), estrabismo (ojos desalineados) y ptosis (párpado caído). Además, la parálisis del nervio oculomotor puede causar midriasis (dilatación de la pupila) e irregularidades en la respuesta a la luz.

La parálisis del nervio oculomotor puede ser el resultado de diversas condiciones, como lesiones cerebrales traumáticas, tumores cerebrales, aneurismas, infecciones, inflamaciones y enfermedades neurológicas degenerativas. El tratamiento depende de la causa subyacente y puede incluir medicamentos, cirugía o terapia de rehabilitación.

Las enfermedades del nervio facial, también conocidas como neuralgia del trigémino o trastornos del VII par craneal, se refieren a un grupo de condiciones que causan dolor en el rostro debido a una disfunción o daño en el nervio facial. Este nervio es responsable de la sensación y movimiento en la cara, por lo que su daño puede resultar en diversos síntomas, dependiendo del tipo y gravedad de la afección.

Existen dos tipos principales de enfermedades del nervio facial:

1. Neuralgia del trigémino: Es una afección que causa episodios repentinos e intensos de dolor en uno o ambos lados del rostro, a menudo desencadenada por estímulos simples como toser, hablar, masticar o sonreír. Puede haber pérdida de sensibilidad en áreas específicas de la cara. La neuralgia del trigémino se clasifica en tipos clásico y atípico. El tipo clásico está asociado con un engrosamiento benigno (no canceroso) de un vaso sanguíneo que comprime el nervio facial, mientras que el tipo atípico no tiene una causa conocida.

2. Parálisis de Bell: Es una condición que provoca debilidad o parálisis repentina e inexplicable en un lado del rostro, lo que dificulta la expresión facial y cerrar el ojo afectado. La parálisis de Bell es generalmente temporal y suele resolverse por sí sola dentro de unos meses; sin embargo, en algunos casos, puede causar daños permanentes al nervio facial.

El tratamiento para las enfermedades del nervio facial depende del tipo y gravedad de la afección. Puede incluir medicamentos para aliviar el dolor, fisioterapia, cirugía o terapias alternativas como acupuntura y estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (TENS). En casos graves de parálisis facial, se pueden considerar procedimientos quirúrgicos para reparar o descomprimir el nervio afectado.

La oncocercosis ocular, también conocida como cieguecera, es una enfermedad parasitaria causada por el nematodo Onchocerca volvulus. Es transmitida al ser humano a través de la picadura de simúlidos infectados (moscas negras). Los parásitos adultos se alojan en los tejidos subcutáneos y producen larvas microscópicas llamadas microfilarias. Cuando estas microfilarias mueren, liberan antígenos que desencadenan una respuesta inmunitaria exagerada, lo que provoca reacciones inflamatorias en los ojos y la piel.

La oncocercosis ocular puede causar diversos problemas oftalmológicos, como conjuntivitis crónica, queratitis (inflamación de la córnea), uveítis (inflamación del iris y el cuerpo ciliar) e incluso ceguera. La enfermedad afecta principalmente a las personas que viven en zonas rurales de África subsahariana, aunque también se encuentra en algunas áreas de América Central y del Sur.

El diagnóstico de la oncocercosis ocular se realiza mediante la observación microscópica de las microfilarias en muestras de piel o líquido conjuntival. El tratamiento suele implicar el uso de fármacos antiparasitarios, como ivermectina, que reducen la carga de microfilarias y previenen la progresión de la enfermedad. La prevención se basa en el control de los simúlidos y en la distribución masiva de fármacos antiparasitarios en las zonas endémicas.

El nervio accesorio, también conocido como el nervio XI, es un pequeño nervio que desempeña un papel en la innervación de los músculos esternocleidomastoideo y trapecio. La afección de este nervio puede dar lugar a diversas enfermedades y trastornos.

La enfermedad del nervio accesorio, o neuralgia del nervio accesorio, es una afección que se caracteriza por el daño o la irritación de este nervio. Los síntomas más comunes incluyen dolor unilateral en el cuello y/o detrás del oído, dolores de cabeza, rigidez del cuello y debilidad en los músculos afectados (esternocleidomastoideo y trapecio). El dolor suele ser agudo y lancinante, y puede empeorar con el movimiento o la presión sobre el área afectada.

La causa más común de la enfermedad del nervio accesorio es la compresión o irritación del nervio, que puede deberse a diversos factores, como posturas mantenidas durante largos periodos, traumatismos (como latigazos cervicales), cirugías previas en el cuello o tumores benignos que comprimen el nervio. En algunos casos, la causa de la afección puede ser desconocida.

El diagnóstico de la enfermedad del nervio accesorio suele basarse en los síntomas y un examen físico cuidadoso. Se pueden realizar pruebas adicionales, como electromiogramas (EMG) o resonancias magnéticas (RM), para confirmar el diagnóstico y evaluar la gravedad de la afección.

El tratamiento de la enfermedad del nervio accesorio puede incluir medidas conservadoras, como fisioterapia, antiinflamatorios no esteroideos (AINE) o inyecciones de corticosteroides en el área afectada. En casos graves o persistentes, se pueden considerar opciones más invasivas, como la descompresión quirúrgica del nervio o la neurotización, que consiste en conectar el nervio afectado a un nervio sano para restaurar su función.

La recuperación de la enfermedad del nervio accesorio depende de la gravedad de la afección y del tratamiento recibido. En muchos casos, los síntomas pueden mejorar con el tiempo y el tratamiento conservador. Sin embargo, algunas personas pueden experimentar una discapacidad persistente o recurrente, especialmente si la causa subyacente no se aborda adecuadamente.

La enfermedad del nervio troclear, también conocida como parálisis del núcleo troclear o parálisis del IV par craneal, es un trastorno neurológico que afecta al cuarto nervio craneal. Este nervio controla el movimiento del músculo oblicuo superior del ojo, responsable de la rotación del ojo hacia abajo y hacia adentro.

La enfermedad del nervio troclear puede causar síntomas como diplopía (visión doble), especialmente cuando se mira hacia abajo o hacia los lados. Otros síntomas pueden incluir desequilibrio, mareos y dificultad para juzgar las distancias.

La causa más común de la enfermedad del nervio troclear es la compresión del nervio, que puede ocurrir como resultado de un traumatismo craneal, tumores, aneurismas, o enfermedades degenerativas como la esclerosis múltiple. En algunos casos, la causa puede ser desconocida, en cuyo caso se denomina parálisis idiopática del IV par.

El tratamiento de la enfermedad del nervio troclear depende de la causa subyacente. Puede incluir medicamentos para reducir la inflamación, cirugía para aliviar la compresión del nervio, o terapia de rehabilitación para ayudar a compensar los déficits funcionales.

El nervio facial, también conocido como el séptimo par craneal, es un nervio mixto (conducta fibras motores y sensoriales) que desempeña un papel vital en la función del rostro humano. Las funciones motoras principales del nervio facial incluyen la inervación de los músculos de la expresión facial, los músculos de la masticación accesorios y el músculo estilogloso en la lengua.

Además de sus funciones motoras, el nervio facial también contiene fibras sensoriales que proporcionan información sobre la sensibilidad gustativa de la parte anterior de dos tercios de la lengua. También transporta las señales parasimpáticas responsables de la secreción de las glándulas salivales y lacrimales en la cara.

El nervio facial emerge del tronco cerebral a nivel del bulbo raquídeo y se distribuye a través de varias ramas que inervan diferentes regiones de la cabeza y el cuello. La lesión o daño en este nervio puede causar diversos déficits, como parálisis facial, pérdida del gusto y sequedad de los ojos y la boca.

La neuritis óptica es un término médico que se refiere a la inflamación del nervio óptico, el cual transmite las señales visuales desde el ojo hasta el cerebro. Esta condición puede causar una variedad de síntomas, dependiendo de qué parte del nervio óptico esté afectada.

Los síntomas más comunes de la neuritis óptica incluyen:

1. Pérdida de visión: La inflamación del nervio óptico puede interrumpir la transmisión de señales visuales desde el ojo al cerebro, lo que puede causar una pérdida parcial o total de la visión en uno o ambos ojos.
2. Dolor: Muchas personas con neuritis óptica experimentan dolor en el ojo afectado, especialmente cuando mueven los ojos. El dolor suele ser descrito como un dolor sordo y opresivo.
3. Visión doble: En algunos casos, la inflamación del nervio óptico puede causar visión doble (diplejía).
4. Manchas ciegas: Algunas personas con neuritis óptica pueden experimentar manchas ciegas en su campo visual.
5. Cambios en el color y la claridad de la visión: La neuritis óptica también puede causar cambios en el color y la claridad de la visión, lo que puede hacer que los colores se vean menos brillantes o que la visión se vuelva más borrosa.

La neuritis óptica puede ser causada por una variedad de factores, incluyendo infecciones, enfermedades autoinmunes, deficiencias nutricionales y lesiones. En algunos casos, la causa de la neuritis óptica es desconocida. El tratamiento de la neuritis óptica depende de la causa subyacente y puede incluir medicamentos para reducir la inflamación y mejorar la función del nervio óptico.

El nervio ciático, en términos médicos, es el nervio más largo y grande del cuerpo humano. Se origina en la región lumbar de la columna vertebral a partir de los segmentos nerviosos L4 a S3 (es decir, las raíces nerviosas de las vértebras lumbares 4, 5 y sacras 1-3). El nervio ciático se compone de dos divisiones principales: la división posterior (formada por el nervio tibial y el nervio fibular profundo o peroneo) y la división anterior (que contiene ramas cutáneas y articulares).

Este nervio desciende por la parte posterior del muslo, pasando entre los músculos isquiotibiales y luego se divide en dos partes: el nervio tibial y el nervio fibular profundo o peroneo. El nervio tibial continúa su curso hacia la pantorrilla e inerva los músculos de la pierna y el pie, así como también proporciona sensibilidad a la planta del pie y la mayor parte de los dedos. Por otro lado, el nervio fibular profundo o peroneo se distribuye en los músculos anterolaterales de la pierna y el dorsal del pie, brindando inervación motora y sensibilidad a la región lateral del pie y los dedos laterales.

El nervio ciático es responsable de la inervación sensorial y motora de partes importantes de la extremidad inferior, como la pierna, la pantorrilla, el tobillo, el empeine y la mayor parte del pie. La irritación o compresión de este nervio puede causar dolor, entumecimiento, debilidad muscular e incluso pérdida de reflejos en las áreas inervadas, lo que se conoce como ciatalgia o neuralgia ciática.

El nervio glosofaríngeo, también conocido como el noveno par craneal, es un nervio mixto que desempeña funciones tanto sensoriales como motoras.

1. Función sensorial: Es responsable de la sensación en la parte posterior de la lengua y el paladar faríngeo. También lleva señales del gusto desde los dos tercios posteriores de la lengua, especialmente las zonas dedicadas al sabor amargo.

2. Función motora: El nervio glosofaríngeo inerva el músculo estilogloso, que ayuda a la movilidad del paladar.

3. Función parasimpática: Tiene un componente autónomo que participa en la regulación de las glándulas salivales y nasales.

La lesión o daño en este nervio puede causar problemas con el sentido del gusto, la deglución y el habla.

El nervio oculomotor, también conocido como nervio III, es el tercer par craneal en la nomenclatura anatómica. Es un nervio mixto, lo que significa que contiene fibras motoras somáticas, fibras viscerales efferentes y fibras sensoriales afferentes.

Las funciones principales del nervio oculomotor son la innervación de los músculos extraoculares responsables del movimiento ocular y la provisión de las vías parasimpáticas para la accomodación y la miosis. Los músculos que inerva incluyen el músculo elevador del párpado superior, el músculo recto medial, el músculo recto inferior y el músculo oblicuo inferior.

La porción parasimpática del nervio oculomotor controla la constricción de la pupila a través del ganglio ciliar y el músculo esfínter de la pupila, así como también regula la acomodación del cristalino para el enfoque cercano.

La lesión o daño en el nervio oculomotor puede causar diversos síntomas, como la ptosis (párpado caído), estrabismo (ojos desalineados), midriasis (dilatación de la pupila) y diplopía (visión doble).

Los nervios periféricos son parte del sistema nervioso periférico y se encargan de conectar el sistema nervioso central (el cerebro y la médula espinal) con el resto del cuerpo. Se componen de fibras nerviosas, vainas de mielina y tejido conectivo que transmiten señales eléctricas entre el sistema nervioso central y los órganos sensoriales, las glándulas y los músculos esqueléticos. Los nervios periféricos se clasifican en nervios sensitivos (que transportan información sensorial al sistema nervioso central), nervios motores (que transmiten señales para controlar el movimiento muscular) y nervios autónomos (que regulan las funciones involuntarias del cuerpo, como la frecuencia cardíaca, la digestión y la respiración). Los daños o trastornos en los nervios periféricos pueden causar diversos síntomas, como entumecimiento, hormigueo, dolor, debilidad muscular o pérdida de reflejos.

Los traumatismos del nervio hipogloso, también conocidos como parálisis del nervio hipogloso o paresia hipoglosa, se refieren a una afección en la cual el nervio hipogloso sufre un daño, lo que resulta en la dificultad para mover los músculos de la lengua. El nervio hipogloso es el principal nervio motor para los músculos de la lengua, y su función primaria es controlar los movimientos laterales y la elevación de la lengua.

Los traumatismos del nervio hipogloso pueden ser causados por diversos factores, como lesiones en el cuello o la cabeza, cirugías en la región del cuello o la cabeza, tumores, infecciones o enfermedades neurológicas. Los síntomas más comunes de este trastorno incluyen dificultad para mover la lengua hacia los lados, dificultad para hablar y tragar, y asimetría de la lengua en reposo o durante el movimiento.

El tratamiento de los traumatismos del nervio hipogloso depende de la causa subyacente y puede incluir fisioterapia, terapia del habla y deglución, cirugía reconstructiva o medicamentos para aliviar los síntomas. En algunos casos, el daño al nervio hipogloso puede ser temporal y reversible, mientras que en otros casos puede ser permanente y requerir tratamiento a largo plazo.

El nervio trigémino, también conocido como el quinto par craneal, es un nervio mixto que consta de tres ramas principales: el ophthalmic (V1), el maxillary (V2) y el mandibular (V3).

El nervio trigémino tiene tanto componentes sensorials como motores. Los componentes sensorials son responsables de la sensación en la cara y la cabeza, mientras que los componentes motores controlan los músculos de la masticación.

La rama ophthalmic (V1) proporciona sensibilidad a la piel de la frente, el cuero cabelludo, la parte superior de la nariz y los párpados superiores. También suministra nervios para los músculos que elevan los párpados.

La rama maxillary (V2) proporciona sensibilidad a la piel de la mejilla, las fosas nasales, el paladar y los dientes superiores. También suministra nervios para los músculos que elevan el labio superior y abren la nariz.

La rama mandibular (V3) tiene tanto componentes sensorials como motores. Los componentes sensorials proporcionan sensibilidad a la piel de la barbilla, los labios inferiores y las mejillas laterales, así como a los dientes inferiores y la parte inferior de la nariz. Los componentes motores controlan los músculos de la masticación, incluyendo el masetero, el temporal y los pterigoideos.

El nervio trigémino también contiene fibras parasimpáticas que suministran glándulas salivales y lacrimales, así como fibras propioceptivas que proporcionan información sobre la posición y el movimiento de los músculos de la masticación.

El sexto par craneal, también conocido como el nervio abducente, es un nervio motor que desempeña un papel crucial en el control de los movimientos oculares. Se origina en el bulbo raquídeo en la región cervicomedular del tronco encefálico.

El nervio abducente innerva al músculo recto lateral, que es responsable de la abducción ocular, es decir, el movimiento del ojo hacia afuera desde la posición central. Los déficits en la función del nervio abducente pueden resultar en una condición llamada parálisis del sexto nervio, donde el paciente experimenta diplopia (visión doble) y strabismus (desalineación ocular).

La lesión del nervio abducens puede deberse a diversas causas, que incluyen traumatismos craneales, compresiones nerviosas por tumores o aneurismas, enfermedades infecciosas como meningitis o neuritis, y procesos degenerativos como la esclerosis múltiple.

El nervio vestibulococlear, también conocido como el octavo par craneal o nervio auditivo, es un nervio mixto que consta de dos divisiones: la división vestibular y la división coclear.

1. La división vestibular es responsable del mantenimiento del equilibrio y la posición espacial del cuerpo. Transmite los impulsos nerviosos desde el sistema vestibular en el oído interno (los otolitos y los canales semicirculares) al cerebro.

2. La división coclear, también llamada cochleara, se encarga de la audición. Transmite los impulsos nerviosos desde la cóclea en el oído interno (el órgano de Corti) al cerebro.

En resumen, el nervio vestibulococlear es responsable de procesar tanto la información auditiva como la del equilibrio y enviarla al cerebro para su interpretación y respuesta apropiada.

El nervio óptico es la segunda neurona (un tipo de célula nerviosa) en la vía visual y se encarga de transmitir los estímulos visuales desde los fotorreceptores presentes en la retina hasta el cerebro. Es responsable de transferir la información visual captada por nuestros ojos al centro de procesamiento visual del cerebro, conocido como corteza cerebral primaria o corteza visual primaria.

El nervio óptico está formado por aproximadamente un millón de fibras nerviosas (axones de las neuronas ganglionares de la retina) agrupadas en haces, rodeadas por tejido conectivo y revestidas por una capa de mielina que permite un rápido y eficiente transporte de señales eléctricas. Este nervio se origina en la parte posterior de cada ojo, en un área conocida como papila o disco óptico, donde no hay fotorreceptores (conos y bastones), por lo que produce un punto ciego en nuestro campo visual.

Después de salir del globo ocular, el nervio óptico se dirige hacia atrás para formar parte del sistema nervioso central. En humanos, los dos nervios ópticos se cruzan parcialmente en una región del cerebro llamada quiasma óptico, lo que permite a cada hemisferio cerebral procesar información visual de ambos lados del campo visual. Luego, las fibras nerviosas continúan hacia el tracto óptico y se dirigen a la parte posterior del tálamo (núcleo geniculado lateral), donde ocurre una segunda sinapsis antes de que los estímulos visuales se transmitan a la corteza cerebral primaria.

La integridad anatómica y funcional del nervio óptico es fundamental para mantener una visión normal, ya que cualquier daño o enfermedad que afecte este nervio puede provocar diversos déficits visuales, como pérdida de agudeza visual, alteraciones en el campo visual y deficiencias en la percepción del color. Algunas de las condiciones que pueden dañar el nervio óptico incluyen glaucoma, neuropatía óptica isquémica anterior (NOIA), esclerosis múltiple, neuritis óptica y traumatismos craneales.

Las fibras nerviosas, en términos médicos, se refieren a las prolongaciones citoplasmáticas de los neuronios (células nerviosas) que transmiten señales químicas o eléctricas. Estas fibrras son conductos para el impulso nervioso, también conocido como potencial de acción.

Hay dos tipos principales de fibras nerviosas: mielínicas y amielínicas. Las fibras nerviosas mielínicas están recubiertas por una capa aislante llamada mielina, formada por glía (células de soporte de los tejidos nerviosos). Este revestimiento permite que la señal eléctrica salte de gap a gap (un proceso conocido como conducción saltatoria), lo que hace que estas fibras sean más rápidas en la transmisión del impulso nervioso.

Por otro lado, las fibras nerviosas amielínicas no poseen este recubrimiento de mielina, por lo que su velocidad de conducción es mucho más lenta. Aunque sean más lentas, todavía desempeñan funciones vitales en nuestro sistema nervioso, especialmente en lo que respecta a los sentidos discriminativos, como la percepción del tacto fino y la propiocepción (conciencia de la posición y el movimiento del cuerpo).

Los daños o trastornos en las fibras nerviosas pueden dar lugar a diversas condiciones médicas, desde entumecimientos y hormigueos hasta parálisis completa. Esto puede ser resultado de diversos factores, como lesiones traumáticas, enfermedades degenerativas o trastornos metabólicos.

El síndrome de Möbius es un trastorno neurológico raro y congénito que afecta los movimientos faciales y la capacidad de mover los ojos lateralmente. Se caracteriza por una falta total o parcial de los nervios craneales VI (abducens) y VII (facial), lo que resulta en parálisis facial congénita y limitación del movimiento ocular.

Los síntomas específicos pueden variar, pero generalmente incluyen: falta de expresión facial, dificultad para mover los ojos hacia los lados, problemas para alimentarse y beber al principio de la vida debido a la falta de control sobre los labios y la lengua, y retrasos en el habla. Algunas personas también pueden tener anomalías craneofaciales, escoliosis, dismelia (falta de uno o más dedos), y problemas cardíacos congénitos.

El síndrome de Möbius no tiene cura, pero los tratamientos pueden ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas afectadas. Estos tratamientos pueden incluir terapia del habla y del lenguaje, fisioterapia, cirugía plástica reconstructiva para mejorar la apariencia y la función facial, y dispositivos de asistencia como aparatos ortodóncicos. El pronóstico depende de la gravedad de los síntomas y de si hay otras afecciones médicas presentes.

Los síndromes de compresión nerviosa, también conocidos como neuropatías por compresión o enfermedades de los túneles nerviosos, se refieren a un grupo de condiciones en las que un nervio o grupos de nervios se dañan como resultado de la compresión o presión prolongada. Esta presión puede ser causada por huesos, ligamentos, tejidos grasos o tumores que ejercen una fuerza sobre el nervio.

Los síntomas pueden variar dependiendo del nervio afectado y la gravedad de la compresión, pero generalmente incluyen dolor, entumecimiento, hormigueo, debilidad muscular o pérdida de reflejos. Algunos de los síndromes de compresión nerviosa más comunes incluyen el túnel carpiano (compresión del nervio mediano en la muñeca), la ciática (compresión del nervio ciático en la parte inferior de la espalda) y el síndrome del túnel cubital (compresión del nervio cubital en el codo).

El tratamiento puede incluir medicamentos para aliviar el dolor, fisioterapia, cambios en las actividades diarias para reducir la presión sobre el nervio y, en algunos casos, cirugía para liberar la compresión. La prevención es importante y puede incluir mantener un peso saludable, hacer ejercicio regularmente y tomar descansos frecuentes durante las actividades que involucren repetitivas acciones o posturas que puedan poner en riesgo la compresión nerviosa.

El nervio accesorio, también conocido como el XI par craneal o nervio espinal del cuello, es un nervio puramente motor en el sistema nervioso periférico. Se origina a partir de dos núcleos situados en la médula espinal: uno en la región cervical alta (C1-C2) y otro en la unión bulboprotuberancial.

El nervio accesorio emerge desde el cráneo a través del foramen yugular y se extiende hacia abajo, inervando los músculos estilogloso (un músculo muy pequeño en la base del cráneo) y el esternocleidomastoideo (un músculo grande en el cuello).

Después de salir del cráneo, el nervio accesorio se une con los ramos anteriores de los primeros tres nervios cervicales para formar el tronco del nervio accesorio. Este tronco inerva el músculo trapecio en la parte posterior y lateral del cuello y el hombro.

La función principal del nervio accesorio es la innervación motora de los músculos esternocleidomastoideo y trapecio, que son responsables de la rotación y flexión/extensión del cuello, así como de la estabilización y movimiento del hombro.

La lesión o daño en el nervio accesorio puede causar debilidad o parálisis en los músculos inervados por este nervio, lo que resulta en dificultad para mover el cuello y el hombro, así como dolor y entumecimiento en la región afectada.

Los traumatismos del nervio laríngeo recurrente se refieren a lesiones o daños en el nervio laríngeo recurrente, que es un nervio mišónero que controla los músculos intrínsecos de la laringe. Este nervio es responsable de las funciones vitales como la voz, la tos y la deglución. Los traumatismos pueden ocurrir como resultado de diversos factores, como cirugías en el cuello (por ejemplo, cirugía tiroidea), traumas contusos o penetrantes en el cuello, tumores o aneurismas de la arteria carótida. Los síntomas más comunes de un traumatismo del nervio laríngeo recurrente incluyen debilidad o parálisis de los músculos laríngeos, disfonía (voz ronca), dificultad para respirar y toser, y sensación de ahogo o asfixia. El tratamiento depende de la gravedad y la causa del traumatismo y puede incluir terapia de voz, cirugía reconstructiva o monitoreo y manejo expectante.

La oftalmoplejía es un término médico que se refiere a la parálisis o paresia (debilidad) de los músculos extraoculares. Estos son los músculos responsables del movimiento de los ojos. La afección puede afectar a uno o ambos ojos y puede causar problemas para mover los ojos hacia arriba, abajo, a los lados o en cualquier dirección.

La oftalmoplejía puede ser congénita (presente desde el nacimiento) o adquirida (desarrollada más tarde en la vida). Las causas comunes de la oftalmoplejía adquirida incluyen trastornos neurológicos como la esclerosis múltiple, un accidente cerebrovascular, una infección del sistema nervioso o tumores que comprimen los nervios que controlan los músculos extraoculares. También puede ser un efecto secundario de ciertos medicamentos o drogas tóxicas.

Los síntomas de la oftalmoplejía pueden variar dependiendo de su gravedad y extensión. Pueden incluir diplopía (visión doble), estrabismo (ojos desalineados), limitación del movimiento ocular, caída del párpado (ptosis) y visión borrosa. El tratamiento depende de la causa subyacente y puede incluir medicamentos, terapia física, cirugía o cambios en los medicamentos que están causando el problema.

La parálisis facial, también conocida como parálisis de Bell, es un trastorno del sistema nervioso que causa debilidad o pérdida total del movimiento en los músculos de un lado del rostro. Está generalmente causada por el daño al nervio facial, particularmente el séptimo par craneal (nervio facial). Los síntomas pueden variar desde leves a graves y pueden incluir incapacidad para cerrar el ojo, arrugar la frente, encoger los labios o inclinar el lado afectado del rostro. En algunos casos, la parálisis puede afectar ambos lados de la cara, pero esto es menos común. El tratamiento temprano con medicamentos o fisioterapia puede ayudar a mejorar los síntomas y acelerar el proceso de recuperación. En casos más graves o en personas que no responden al tratamiento, la cirugía puede ser considerada.

La regeneración nerviosa es un proceso biológico en el que los axones dañados o seccionados de un nervio pueden volver a crecer y restablecer la conectividad con las células diana. Después de una lesión nerviosa, los procesos citoplasmáticos dentro del axón, llamados neuroblastos, comienzan a multiplicarse y formar nuevos extremos en crecimiento. Estos nuevos brotes axonales crecen hacia adelante, reinnervando gradualmente las células musculares o sensoriales previamente inervadas por el nervio dañado.

La velocidad y la eficacia de esta regeneración pueden variar dependiendo del tipo de nervio afectado, la gravedad de la lesión y varios factores ambientales y moleculares que influyen en el proceso de crecimiento axonal. La regeneración nerviosa completa puede resultar en la restauración funcional parcial o total después de una lesión nerviosa, aunque en algunos casos persisten déficits neurológicos significativos.

Es importante destacar que no todos los tipos de células nerviosas tienen la capacidad de regenerarse por sí mismas. Por ejemplo, las neuronas del sistema nervioso central (SNC), como las del cerebro y la médula espinal, generalmente tienen una capacidad limitada para regenerar sus axones después de una lesión. Este hecho contrasta con las neuronas del sistema nervioso periférico (SNP), que poseen una mayor capacidad intrínseca para regenerarse.

El nervio troclear, también conocido como nervio patético, es el cuatro de los seis nervios craneales. Se designa con la abreviatura "IV" y su nombre en latín significa "girar". Este nervio es exclusivamente motor y controla el movimiento del músculo oblicuo superior del ojo.

El nervio troclear se origina en el mesencéfalo, más concretamente en el núcleo troclear, que está situado en la parte superior de este. Después de originarse, el nervio cruza la línea media y asciende a través del espacio subdural antes de entrar en la órbita por el canal óptico. Una vez dentro de la cavidad orbitaria, el nervio se divide en varias ramas que inervan al músculo oblicuo superior del ojo.

La función principal del nervio troclear es permitir la rotación del globo ocular hacia adentro y hacia abajo, lo que nos permite mirar hacia abajo y hacia los lados mientras movemos la cabeza en dirección opuesta. Los déficits en el funcionamiento de este nervio pueden causar diplopía (visión doble) y dificultad para mantener la fijación visual durante los movimientos oculares.

La neuralgia del trigémino, también conocida como tic doloroso de la cara, es un trastorno nervioso que causa un dolor intenso e intermitente en uno o más lados de la cara. Se debe a una irritación o daño en el quinto nervio craneal (trigémino), que es un nervio grande que transporta señales sensoriales desde el rostro hasta el cerebro.

Los síntomas más comunes de la neuralgia del trigémino incluyen:

1. Ataques repentinos y generalmente breves de dolor intenso, similar a una descarga eléctrica o un calambre, en uno o ambos lados de la cara.
2. El dolor puede ser desencadenado por actividades simples como hablar, masticar, toser, sonreír o incluso sentir una corriente de aire frío sobre el rostro.
3. Los ataques pueden ocurrir varias veces al día o varias veces al mes.
4. El dolor generalmente se siente en los labios, mejillas, nariz, frente, párpados u orejas, y puede extenderse a la mandíbula y los dientes.
5. Algunas personas pueden experimentar un hormigueo, entumecimiento o sensación de ardor en el área afectada antes del inicio del dolor.

El diagnóstico de la neuralgia del trigémino generalmente se realiza mediante una historia clínica detallada y un examen físico. En algunos casos, se pueden solicitar estudios de imagenología como resonancia magnética (RM) o tomografía computarizada (TC) para descartar otras causas posibles del dolor.

El tratamiento de la neuralgia del trigémino puede incluir medicamentos, terapias no farmacológicas y en casos graves o resistentes al tratamiento, cirugía. Los medicamentos más comúnmente utilizados son los anticonvulsivos y los antidepresivos tricíclicos, que ayudan a controlar el dolor. La fisioterapia, la acupuntura y la estimulación nerviosa transcutánea (TENS) también pueden ser útiles en el manejo del dolor. En casos refractarios al tratamiento médico, se puede considerar la cirugía para destruir o interrumpir el funcionamiento de los nervios afectados.

La parálisis es un síntoma médico que se define como la pérdida completa o incompleta de la función muscular en una parte o todo el cuerpo, ocasionada por un daño o trastorno en las vías nerviosas que controlan los músculos. Puede afectar a uno o ambos lados del cuerpo, y su grado de afectación varía dependiendo de la causa subyacente. La parálisis puede ser flácida (con ausencia de reflejos musculares) o espástica (con aumento de los reflejos musculares). Las causas más comunes incluyen enfermedades neurológicas, lesiones de la médula espinal, accidentes cerebrovasculares y trastornos neuromusculares.

El ángulo pontocerebeloso se refiere a la región donde el tronco del encéfalo (porción cerebral conocida como puente, o pons) se encuentra con el cerebelo. Esta área es particularmente importante en el control de los movimientos musculares y equilibrio.

La definición médica específica del ángulo pontocerebeloso se refiere a la curva aguda formada por las fibras nerviosas que conectan el puente y el cerebelo en esta región. Estas fibras nerviosas forman parte del sistema nervioso central y desempeñan un papel crucial en la transmisión de señales entre el cerebro y el cerebelo, lo que ayuda a coordinar los movimientos musculares finos y complejos.

Lesiones o daños en el ángulo pontocerebeloso pueden causar diversos síntomas neurológicos, como problemas de equilibrio, coordinación, movimiento ocular y habla. Algunas condiciones médicas que pueden afectar esta región incluyen tumores cerebrales, esclerosis múltiple, enfermedad de Parkinson y accidentes cerebrovasculares.

Las neoplasias de la base del cráneo se refieren a un grupo diverso de tumores que se originan en la región inferior y central del cráneo. Esta área contiene importantes estructuras como el tronco cerebral, la hipófisis, el hipocampo, los nervios craneales, los senos venosos y los vasos sanguíneos.

Estas neoplasias pueden ser benignas o malignas y su crecimiento puede comprimir estructuras vitales cercanas, lo que provoca una variedad de síntomas dependiendo de la ubicación y el tamaño del tumor. Los síntomas comunes incluyen dolores de cabeza, problemas visuales, trastornos auditivos, dificultad para tragar, debilidad en los músculos faciales y trastornos hormonales.

El tratamiento depende del tipo y la etapa del tumor, pero generalmente incluye una combinación de cirugía, radioterapia y quimioterapia. La extirpación completa del tumor puede ser desafiante debido a su proximidad a estructuras críticas, por lo que a menudo es necesario un enfoque multidisciplinario que involucre neurocirujanos, radiólogos, oncólogos y otros especialistas.

Los traumatismos del nervio facial se refieren a lesiones o daños en el nervio facial ( VII par craneal) como resultado de un trauma físico. Este nervio controla los músculos de la expresión facial, la producción de lágrimas y la secreción de saliva.

Los traumatismos pueden causar diversos grados de debilidad o parálisis facial, pérdida del sentido del gusto en la mitad anterior de la lengua, sequedad en el ojo afectado (por interrupción del reflejo lacrimal), y sensibilidad alterada o pérdida del lado lesionado de la cara.

Los traumatismos que pueden dañar el nervio facial incluyen fracturas de cráneo o de los huesos faciales, especialmente en el área de la órbita y la base del cráneo, contusiones, laceraciones, quemaduras, y cirugías cerca del nervio. También puede ser dañado por tumores o infecciones que comprimen o invaden el nervio.

El tratamiento depende de la gravedad y la causa del traumatismo. Puede incluir medicamentos para aliviar el dolor e inflamación, fisioterapia, cirugía para reparar el daño, o terapia de rehabilitación para ayudar a recuperar la función facial.

Los traumatismos del nervio troclear, también conocidos como nervio cuarto craneal, se refieren a lesiones o daños en este nervio que controla el movimiento de los músculos que dirigen el ojo hacia adentro. Este tipo de trauma puede resultar de una variedad de eventos, incluyendo traumas craneales, cirugía cerca del área del nervio, o tumores que comprimen el nervio.

Los síntomas de un traumatismo del nervio troclear pueden incluir diplopía (visión doble), especialmente cuando se mira hacia abajo o hacia adentro, y dolor de cabeza. El diagnóstico generalmente se realiza mediante una evaluación clínica y pruebas de imagenología, como la resonancia magnética nuclear (RMN). El tratamiento dependerá de la gravedad y la causa subyacente del trauma y puede incluir observación, fisioterapia o cirugía.

El nervio hipogloso, también conocido como nervio XII, es un nervio craneal que se origina en el bulbo raquídeo en el tronco del encéfalo. Es exclusivamente motor y suministra fibras nerviosas a los músculos de la lengua, excepto al músculo palatogloso, que es inervado por el nervio vague (X).

El nervio hipogloso desempeña un papel crucial en las funciones de la lengua, como la movilidad, la protrusión y la lateralización. Las lesiones o daños en este nervio pueden causar dificultades para mover la lengua hacia los lados, parálisis de los músculos de la lengua o alteraciones en el habla y la deglución.

El tumor del glomo yugular, también conocido como glomangioma yugular, es un tipo raro de tumor benigno que se origina en los glomus, que son pequeñas estructuras especializadas encontradas en la piel y en otras partes del cuerpo. Los glomus son responsables de regular el flujo sanguíneo y la temperatura corporal.

El tumor del glomo yugular se desarrolla específicamente en el glomus yugular, que está localizado en la región del cuello cerca del hueso yugular. Este tipo de tumor suele crecer lentamente y puede causar síntomas como dolor de oído, zumbido en los oídos, dificultad para tragar, mareos y síncopes (pérdida temporal del conocimiento).

Aunque el tumor del glomo yugular es benigno, puede ser muy invasivo y crecer hacia estructuras cercanas, como los nervios craneales o los vasos sanguíneos. En algunos casos, este tipo de tumor puede transformarse en maligno (canceroso). El tratamiento suele consistir en la extirpación quirúrgica del tumor, aunque en algunos casos se puede recurrir a la radioterapia o a la embolización para reducir su tamaño antes de la cirugía.

Un bloqueo nervioso es un procedimiento médico en el que se inyecta un anestésico local alrededor de un nervio específico para bloquear la transmisión de señales de dolor a el cerebro. También puede contener otros medicamentos, como corticosteroides o agentes neurolyticos, que pueden ayudar a prolongar el efecto del bloqueo.

Existen diferentes tipos de bloqueos nerviosos, dependiendo de la ubicación y el propósito del procedimiento. Algunos ejemplos incluyen bloqueos nerviosos para el control del dolor crónico o agudo, bloqueos nerviosos regionales para la anestesia durante una cirugía o procedimiento médico, y bloqueos nerviosos diagnósticos para ayudar a identificar el origen de un dolor específico.

El éxito del bloqueo nervioso depende de varios factores, como la habilidad del médico que realiza el procedimiento, la ubicación y el tamaño del nervio, y la causa subyacente del dolor. Los riesgos asociados con los bloqueos nerviosos incluyen reacciones alérgicas a los medicamentos utilizados, daño nervioso temporal o permanente, infección, sangrado y hematoma.

Antes de realizar un bloqueo nervioso, se realiza una evaluación cuidadosa del paciente para determinar si es un candidato adecuado para el procedimiento. Esto puede incluir una historia clínica completa, un examen físico y pruebas diagnósticas adicionales, como radiografías o resonancias magnéticas. Después del procedimiento, se monitorea al paciente cuidadosamente para detectar cualquier complicación y garantizar una recuperación segura.

En términos médicos, las terminaciones nerviosas se refieren a la parte final de los axones de los nervios periféricos. Estas estructuras sensoriales especializadas transmiten información sensorial al sistema nervioso central desde diversos receptores localizados en la piel, mucosas, órganos internos y músculos esqueléticos.

Existen diferentes tipos de terminaciones nerviosas, entre las que se incluyen:

1. Terminaciones libres: Son ramificaciones terminales simples sin envoltura de mielina ni capa de células de Schwann. Se encuentran en la piel y son responsables de la transmisión del dolor, la temperatura y el tacto ligero.

2. Terminaciones encapsuladas: Están rodeadas por una o más capas de células de Schwann y pueden ser clasificadas en varios subtipos, como los corpúsculos de Pacini, Ruffini, Meissner y Krause. Cada uno de estos tipos está adaptado a detectar diferentes tipos de estimulación, como la vibración, la presión o el cambio de temperatura.

3. Terminaciones nerviosas musculares: Se encuentran en los músculos esqueléticos y son responsables de la transmisión de señales relacionadas con el movimiento y la postura. Estos incluyen las terminaciones neuromusculares, que forman sinapsis con fibras musculares individuales, y los husos neuromusculares, que detectan la tensión y el estiramiento del músculo.

Las alteraciones en las terminaciones nerviosas pueden dar lugar a diversas patologías, como neuropatías periféricas, pérdida de sensibilidad o dolor crónico.

El hueso petroso es un término utilizado en anatomía para referirse a una porción robusta y compacta del hueso temporal localizada en la base de cráneo. Su nombre proviene del latín "petrosus" que significa "piedra-como", refiriéndose a su naturaleza dura y resistente.

Este hueso desempeña un rol importante en la protección de varias estructuras vitales del cráneo. Contribuye a formar el conducto auditivo interno y ayuda a proteger al cerebro. También proporciona inserción para varios músculos, incluyendo algunos involucrados en la masticación.

El hueso petroso se divide en tres partes: la parte posterior o tronco petroso, la parte lateral o ala petrosa y la parte anterior o techo de la cavidad glenoide. Cada una de estas partes tiene funciones específicas y está involucrada en diferentes articulaciones y estructuras anatómicas.

En resumen, el hueso petroso es un componente crucial del cráneo humano, brindando protección, soporte y punto de inserción para músculos y ligamentos importantes.

El nervio sural es un nervio mixto (motor y sensitivo) que se origina como una rama común del tibial y el fibular comunicante (peroneo). Se encuentra en la parte posterior de la pierna. La porción sensitiva del nervio proporciona inervación a la piel sobre la parte lateral de la pantorrilla y la región lateral de la parte inferior de la pierna, incluyendo el maléolo lateral. La porción motora inerva al músculo gemelo lateral y al músculo sóleo, desempeñando un papel en la flexión dorsal del pie y la eversión. El nervio sural también se utiliza a menudo como fuente de tejido para realizar biopsias nerviosas.

El seno cavernoso es una estructura en forma de cavidad localizada en el cuerpo humano, más específicamente en la cabeza. Es parte del sistema venoso craneal y está situado dentro de los huesos temporales de la base del cráneo. Este seno está compuesto por espacios llenos de tejido esponjoso y se comunica con las venas oftálmicas y la vena facial.

Su función principal es drenar sangre desoxigenada desde los ojos y la nariz hacia la vena yugular interna, que lleva esta sangre de regreso al corazón. El seno cavernoso también contiene al nervio trigémino (el quinto par craneal), el cual es responsable de la sensibilidad facial y algunos músculos de la masticación.

Es importante mencionar que, debido a su proximidad con estructuras vitales como el ojo y el cerebro, el seno cavernoso puede verse afectado por diversas patologías, como infecciones, tumores o trombosis, las cuales pueden ocasionar complicaciones serias si no son tratadas adecuadamente.

El nervio mediano es un importante nervio mientérico y somático en el cuerpo humano, que desempeña un papel crucial en la inervación sensorial y motora de varias partes del cuerpo.

Se origina a partir del fascículo lateral del plexo branquial en el cuello y desciende a través del brazo hasta la mano. En el brazo, el nervio mediano proporciona inervación motora a los músculos pronadores redondos y cubitales anteriores, así como al músculo flexor superficial de los dedos y al músculo flexor largo del pulgar.

En la mano, el nervio mediano inerva sensorialmente la piel de la palma lateral, la parte palmar de los tres primeros dígitos y la mitad lateral del cuarto dedo, así como también una pequeña porción de la piel en la muñeca. Además, el nervio mediano es responsable de la función motora fina de los músculos intrínsecos de la mano, lo que permite la oposición del pulgar y la pinza pulgar-índice.

La lesión o la compresión del nervio mediano pueden causar diversos síntomas, como debilidad muscular, entumecimiento, hormigueo o dolor en las áreas inervadas por el nervio. Un ejemplo común de una lesión del nervio mediano es el síndrome del túnel carpiano, que se produce cuando el nervio se comprime en el túnel carpiano de la muñeca.

La compresión nerviosa, también conocida como neuropatía por compresión o síndrome de pinzamiento, se refiere a la presión excesiva e irritación sobre un nervio, lo que causa dolor, entumecimiento, hormigueo o debilidad en el área del cuerpo donde el nervio está dañado. La compresión nerviosa puede ser causada por una variedad de factores, incluyendo lesiones, hinchazón, tumores, hernias discales, artritis y posturas o movimientos repetitivos que ejercen presión sobre los nervios.

El tratamiento para la compresión nerviosa depende de la gravedad y la causa subyacente del problema. En algunos casos, el descanso, la fisioterapia o la modificación de las actividades pueden aliviar los síntomas. Sin embargo, en otros casos, puede ser necesario un tratamiento más invasivo, como medicamentos, inyecciones de esteroides o cirugía para reducir la presión sobre el nervio y aliviar los síntomas.

Si experimenta síntomas persistentes de compresión nerviosa, es importante buscar atención médica para determinar la causa subyacente y desarrollar un plan de tratamiento adecuado. El diagnóstico temprano y el tratamiento oportuno pueden ayudar a prevenir daños permanentes al nervio y reducir el riesgo de complicaciones a largo plazo.

Los traumatismos de los nervios periféricos se refieren a lesiones físicas directas o indirectas que dañan la estructura y la función de los nervios fuera del sistema nervioso central (es decir, el cerebro y la médula espinal). Estos nervios, conocidos como nervios periféricos, transmiten señales entre el sistema nervioso central y el resto del cuerpo.

Los traumatismos de los nervios periféricos pueden ser causados por una variedad de eventos, incluyendo:

1. Contusiones o moretones: Lesiones directas que comprimen o magullan los nervios.
2. Laceraciones o cortes: Heridas que cortan o seccionan los nervios.
3. Estrangulación o compresión: Presión excesiva sobre un nervio, como por el uso prolongado de equipo restrictivo o por tumores.
4. Luxaciones o esguinces: Lesiones en las articulaciones que pueden dañar los nervios circundantes.
5. Estiramiento excesivo o tracción: Forzar un nervio más allá de su longitud normal, como durante accidentes de tránsito o caídas.
6. Descompresión quirúrgica: Lesiones iatrogénicas (causadas por el médico) durante procedimientos quirúrgicos que involucran los nervios periféricos.

Los síntomas de un traumatismo del nervio periférico dependen de la gravedad y la ubicación de la lesión, pero pueden incluir:

1. Dolor o sensaciones anormales en el área afectada.
2. Entumecimiento o adormecimiento.
3. Debilidad muscular o parálisis.
4. Pérdida de reflejos tendinosos profundos.
5. Atrofia muscular (pérdida de masa muscular) con el tiempo.

El tratamiento de un traumatismo del nervio periférico depende de la gravedad y la causa subyacente de la lesión. Puede incluir:

1. Inmovilización o inmovilización para reducir la tensión en el nervio.
2. Analgésicos o antiinflamatorios no esteroideos (AINE) para aliviar el dolor y la hinchazón.
3. Fisioterapia o terapia ocupacional para ayudar a mantener la fuerza y la movilidad.
4. Cirugía para reparar el nervio dañado, especialmente en casos graves o cuando hay una pérdida de función importante.
5. Terapia del dolor para tratar el dolor crónico asociado con lesiones nerviosas.

El nervio tibial es una rama terminal del nervio ciático que provee inervación a los músculos de la pierna posterior y parte inferior de la pantorrilla, así como también a la planta del pie. Este nervio controla los movimientos de flexión dorsal y plantar del pie, además de la inversión y eversión. También es responsable de la sensibilidad en la mayor parte de la planta del pie, excepto para la zona que está inervada por el nervio plantar lateral. El nervio tibial desciende por detrás de la rodilla, pasando a través del compartimento posterior de la pierna hasta dividirse en dos ramas terminales: el nervio plantar medial y el nervio plantar lateral, en la región del tobillo.

La base del cráneo es la parte inferior y posterior de la cabeza donde el cráneo se conecta con la columna vertebral. Se compone de varios huesos, incluyendo el occipital, los temporales, los parietales y el esfenoides. La base del cráneo contiene importantes estructuras neurológicas como la médula espinal, el tronco cerebral, los bulbos raquídeos y varios nervios craneales. También contiene importantes vasos sanguíneos, como la arteria carótida interna y la vena yugular interna. La base del cráneo es una zona de gran importancia clínica ya que es el punto de entrada para muchos vasos sanguíneos y nervios importantes, y es vulnerable a lesiones y enfermedades como tumores y fracturas.

El nervio cubital, también conocido como nervio ulnar, es un nervio periférico que se origina en el plexo braquial en el cuello y desciende a lo largo del brazo hasta la mano. Este nervio es responsable de la inervación de los músculos flexores en la parte interior del antebrazo y los pequeños músculos intrínsecos de la mano que controlan los movimientos finos de los dedos. Además, el nervio cubital suministra sensibilidad a la piel en la mitad medial de la palma de la mano, la parte inferior de los anteúltimo y meñique, y la región hipotenar del dorso de la mano. La lesión o compresión del nervio cubital puede causar debilidad muscular y trastornos sensoriales en las áreas inervadas, como el síndrome del túnel cubital o la parálisis del manguito querático.

La diplopía, también conocida como visión doble, es un síntoma médico en el que un individuo ve dos imágenes de un solo objeto. Estas dos imágenes pueden aparecer una al lado de la otra (diplopía horizontal), una encima de la otra (diplopía vertical) o inclinadas (diplopía oblicua). La diplopía es generalmente el resultado de problemas en los músculos o nervios que controlan los movimientos de los ojos. Puede ser causada por varias condiciones, incluyendo desalineación de los ojos, neuritis óptica, parálisis de los nervios craneales, miastenia gravis, y tumores cerebrales. El tratamiento depende de la causa subyacente. En algunos casos, la diplopía puede resolverse por sí sola una vez que se trata la afección subyacente. Sin embargo, en otros casos, el tratamiento puede incluir el uso de lentes especiales, ejercicios oculares, o incluso cirugía.

La fosa craneal posterior, también conocida como la fosa cerebral posterior o fosa cranial occipital, es una depresión profunda y curva en la base del cráneo. Es la fosa craneal más baja de las tres fosas (las otras son la fosa craneal anterior y la fosa craneal media) y se encuentra en la parte posterior del cerebro.

La fosa craneal posterior alberga principalmente el cerebelo, el tronco del encéfalo y la mayor parte del bulbo raquídeo. También contiene importantes estructuras vasculares como la vena jugular interna, la arteria vertebral y la arteria basilar. La fosa craneal posterior se define anatómicamente por los huesos que la forman, que incluyen el occipital, el temporal y el parietal.

El nervio femoral, también conocido como nervio crural, es el mayor nervio que suministra inervación a los músculos anteriores del muslo y a la piel que cubre themuslo y la región anterior de la rodilla. Se origina en el paquete femoral (una zona de la pelvis donde pasan varios vasos sanguíneos y nervios) a partir de las ramas anteriores de los nervios lumbar L2, L3 y L4.

El nervio femoral desciende por la parte anterior del músculo psoas mayor y, una vez que sale por debajo de este músculo, entra en el triángulo de Scarpa (una región anatómica del muslo) donde se divide en varias ramas. Estas ramas incluyen:

1. Rama muscular: innerva al músculo sartorio, cuádriceps femoral y a los músculos aductores medios.
2. Rama cutánea anterior: proporciona sensibilidad a la piel de la región anteromedial del muslo y la región anterior de la rodilla (porción interna de la parte delantera de la rodilla).
3. Rama articular: inerva las articulaciones de la cadera y la rodilla.

El nervio femoral es esencial para la función motora y sensorial en la región anterior del muslo y la rodilla, y su lesión o daño puede causar debilidad muscular, pérdida de sensibilidad y otros problemas funcionales en la extremidad inferior.

La Imagen por Resonancia Magnética (IRM) es una técnica de diagnóstico médico no invasiva que utiliza un campo magnético potente, radiaciones ionizantes no dañinas y ondas de radio para crear imágenes detalladas de las estructuras internas del cuerpo. Este procedimiento médico permite obtener vistas en diferentes planos y con excelente contraste entre los tejidos blandos, lo que facilita la identificación de tumores y otras lesiones.

Durante un examen de IRM, el paciente se introduce en un túnel o tubo grande y estrecho donde se encuentra con un potente campo magnético. Las ondas de radio se envían a través del cuerpo, provocando que los átomos de hidrógeno presentes en las células humanas emitan señales de radiofrecuencia. Estas señales son captadas por antenas especializadas y procesadas por un ordenador para generar imágenes detalladas de los tejidos internos.

La IRM se utiliza ampliamente en la práctica clínica para evaluar diversas condiciones médicas, como enfermedades del cerebro y la columna vertebral, trastornos musculoesqueléticos, enfermedades cardiovasculares, tumores y cánceres, entre otras afecciones. Es una herramienta valiosa para el diagnóstico, planificación del tratamiento y seguimiento de la evolución de las enfermedades.

Los nervios espinales, también conocidos como nervios raquídeos, son un componente fundamental del sistema nervioso periférico. Se originan a partir de los segmentos de la médula espinal dentro de la columna vertebral y desempeñan un papel crucial en la transmisión de señales nerviosas entre el cuerpo y el cerebro.

Cada nervio espinal se forma por la unión de una raíz dorsal (posterior) y una raíz ventral (anterior). La raíz dorsal transporta información sensorial desde el cuerpo hacia la médula espinal, mientras que la raíz ventral conduce los impulsos motores desde la médula espinal hacia los músculos y órganos efectores.

Los nervios espinales emergen de entre las vértebras a través de forámenes intervertebrales, aberturas naturales en la columna vertebral. Después de salir de la columna, los nervios espinales se dividen en ramas que inervan diferentes regiones del cuerpo. Estas ramas incluyen:

1. Ramos posteriores: Proporcionan innervación sensorial a la piel y los tejidos profundos de la parte posterior del cuerpo.
2. Ramos anteriores: Suministran fibras nerviosas a los músculos esqueléticos y órganos internos.
3. Ramos comunicantees: Conectan los nervios espinales con los ganglios simpáticos, que forman parte del sistema nervioso simpático y desempeñan un papel en la respuesta de lucha o huida.

Existen 31 pares de nervios espinales en total, numerados según su correspondencia con los segmentos de la médula espinal y las vértebras asociadas. Estos se clasifican en cuatro grupos principales:

1. Ocho pares de nervios cervicales (C1-C8)
2. Doce pares de nervios torácicos (T1-T12)
3. Cinco pares de nervios lumbares (L1-L5)
4. Cinco pares de nervios sacros (S1-S5) y un par de nervios coccígeos (Co1)

Los nervios espinales desempeñan un papel crucial en la transmisión de información sensorial y motora entre el sistema nervioso central y el resto del cuerpo. Cualquier disfunción o daño en estos nervios puede dar lugar a diversas condiciones neurológicas y musculoesqueléticas, como ciática, síndrome del túnel carpiano, y neuropatía periférica.

Nervios craneales: en la salud y la enfermedad. Ed. Médica Panamericana. ISBN 9789500624381. Consultado el 4 de septiembre de ... El nervio oculomotor, nervio motor ocular común (M.O.C.) o III par craneal es un nervio craneal. Tiene una función motora y ... íntimas funciones de estos tres nervios craneales controlan el movimiento ocular.[2]​ Nervio Nervio facial Sistema nervioso ... y su función es básicamente el movimiento del globo ocular junto con el nervio troclear y nervio abducens. El nervio oculomotor ...
Pueden deberse a enfermedades muy diversas y se dividen en los siguientes grupos:[10]​ Cefalea atribuida a traumatismo craneal ... Inflamación, compresión o tracción de los nervios sensitivos craneales. Irritación de las meninges en la cefalea de la ... los nervios craneales y espinales, los músculos de la cabeza y el cuello, las meninges, el falx cerebri, partes del tronco ... la enfermedad inflamatoria intestinal, la gastroparesia y los trastornos hepatobiliares.[11]​[12]​[13]​ Neuralgias craneales y ...
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Se involucran los nervios craneales, especialmente los del área facial. Tétanos generalizado: es el tipo más común de tétanos, ... Enfermedades bacterianas, Enfermedades neurológicas, Otras enfermedades bacterianas, Enfermedades prevenibles por vacunación). ... Basado en la patogenia de la enfermedad, se pueden distinguir: Tétanos local: es una forma poco frecuente de la enfermedad, en ... Tétanos cefálico: es una forma rara de la enfermedad, a veces ocurre asociado con una otitis media, en la que C. tetani está ...
Donde predominan los tumores en nervios craneales, como los nervios auditivos (VIII par), gliomas, meningiomas, etcétera. En la ... Enfermedades hereditarias, Enfermedades cutáneas, Enfermedades neurológicas, Genodermatosis, RASopatias, Trastornos autosómicos ... Tejido nervioso Lesiones de nervio Sistema nervioso Nervio Ledbetter DH, Rich DC, O'Connell P, et al. Precise localization of ... Tumor bilateral del VIII par craneal (nervio vestibulococlear) Uno de los padres, un hermano o un hijo con NF2 y un tumor del ...
VV.AA: Neuralgia esencial del trigémino y otros nervios craneales. Rev. Soc. Esp. Dolor 7: Supl. II, 26-35, 2000. Archivado el ... En la mayor parte de los causas no se detecta ninguna causa de la enfermedad. En algunos pacientes es secundaria a otras ... enfermedades, entre ellas esclerosis múltiple y aneurismas de la arteria carótida que comprimen el nervio glosofaríngeo. ... La afección se debe al compromiso del nervio glosofaríngeo y el síntoma principal es dolor que puede ser intenso y se localiza ...
... por parálisis del nervio oculomotor[3]​ (III par craneal). Ptosis mecánica: por compresión causada por edema o hematoma ... Es una enfermedad familiar, hereditaria, la transmisión es predominante con una penetración del 60%. La ptosis es más grave de ... o por un daño nervioso del tercer par craneal (motor ocular común) o de los centros nerviosos del cerebro (en este caso, se ...
... óseas Carcinoma nasofaríngeo que se extiende al espacio parafaríngeo y que afecta a los nervios craneales noveno, décimo y ... Obstrucción del foramen yugular debido a enfermedades ... del nervio vago y del accesorio. (con o sin el hipogloso).[1]​[ ...
... disfunción de los músculos extraoculares o parálisis de los nervios craneales que inervan los músculos extraoculares. Los ... especialmente porque muchas enfermedades oculares son asintomáticas.[1]​ Los exámenes oculares pueden detectar enfermedades ... útil disponible para un médico general para la evaluación de anomalías del nervio óptico. Esta prueba detecta el defecto ... especialmente cuando los pacientes se quejan de visión doble o los médicos sospechan de una enfermedad neurológica. Primero, el ...
... una enfermedad congénita caracterizada por la falta de desarrollo de los nervios craneales VI (nervio abducens) y VII (nervio ...
Es la masa orbital dolorosa más común en la población adulta y está asociada con proptosis, parálisis del nervio craneal ( ... La enfermedad inflamatoria orbital idiopática se refiere a un tejido blando reforzado similar a una masa marginada que ... Ruiz Martín, Y.; Huerta Aragoneses, J.; Peinador García, M.; Martínez López, A. B. (1 de mayo de 2011). «Enfermedad ...
... y la Neuroftalmología se distingue por el estudio del daño a los nervios craneales,[2]​ el Neuroestrabismo se distingue, más ... enfermedad que afecta al 3% de la humanidad.[1]​ Mientras que el especialista en Estrabismo se enfoca al estudio de la ... lo que a su vez propicia las manifestaciones clínicas de la enfermedad. Se puede afirmar que el Estrabismo Congénito no se ... diversos estudios de neuroimagen que han permitido entender tanto el origen como la naturaleza de la enfermedad y se han ...
... puede haber pérdida aguda de la visión o parálisis del nervio craneal. Una radiografía de la columna vertebral muestra ... el cual publicó la primera descripción de la enfermedad en 1886.[1]​ La acromegalia es una enfermedad subdiagnosticada. Se ... Esta enfermedad también puede cambiar los resultados de los siguientes exámenes: Glucemia en ayunas. Prueba de tolerancia a la ... La acromegalia es una enfermedad rara, crónica, causada por una secreción excesiva de la hormona del crecimiento o GH, la cual ...
La parálisis facial es la disfunción en la zona del par craneal VII (nervio facial) que resulta en la incapacidad de controlar ... Parálisis de Bell Datos: Q7562539 Multimedia: Facial nerve paralysis / Q7562539 (Enfermedades neurológicas, Síntomas, ... La parálisis de Bell es la causa más común de mononeuropatía aguda y es el tipo más frecuente de parálisis del nervio facial. ... infartos cerebrales y la enfermedad de Lyme. Sin embargo, si no se especifica la causa subyacente, la condición se denomina ...
... enfermedad suicida o enfermedad de Fothergill, es un trastorno neuropático del nervio trigémino (V par craneal) que provoca ... El nervio trigémino es un nervio craneal que tiene tres ramas principales: el nervio oftálmico, el nervio maxilar y el nervio ... El nervio trigémino es el quinto nervio craneal, un par craneal mixto responsable de datos sensoriales como el tacto (presión ... lesiones neoplásicas del nervio, de la vaina o tejidos adyacentes al nervio y sus ramas, además de enfermedades ...
Litio Anfetaminas Causas no psicológicas Enfermedades relacionadas al nervio troclear Objetos extraños en el ojo Aunque algunos ... Trauma craneal Tumor cerebral Síndrome de Wallenberg Esclerosis múltiple Infarto (la causa más común en personas de la tercera ... El nistagmo está reconocido como enfermedad profesional de los mineros, según el cuadro español de enfermedades profesionales.[ ... Esta es una de las llamadas enfermedades raras, y localizada en la base del cráneo. El 58 % de los casos de recién nacidos ...
Trastornos del segundo nervio óptico y los campos visuales en enfermedades clasificadas en otra parte (H49) Estrabismo ... Parálisis del cuarto par craneal (patético o troclear) (H49.2) Parálisis del sexto par craneal(abductor) (H49.3) Oftalmoplejia ... órbita en enfermedades clasificadas en otra parte (H06.0) Trastornos del aparato lagrimal en enfermedades clasificadas en otra ... Conjuntivitis en enfermedades infecciosas parasitarias clasificadas en otra parte (H13.2) Conjuntivitis en otras enfermedades ...
En este mismo trabajo demostró que las lesiones del séptimo nervio craneal producen parálisis facial (parálisis de Bell). » ... Su frecuencia es menor, y en este caso la parálisis facial es uno de los síntomas de otra enfermedad.[5]​ La parálisis facial ... Es la más frecuente de todas las parálisis de los nervios craneales; puede ser unilateral, si afecta únicamente a un lado, y en ... El nervio facial también transmite sensaciones del gusto provenientes de la lengua. Cuando se produce la parálisis de Bell, se ...
Pruebas de los nervios craneales: la función de los nervios craneales debe investigarse de manera más compleja en los pacientes ... enfermedad de Alzheimer, enfermedad por cuerpos de Lewy, enfermedad de Pick, encefalitis infecciosas, encefalitis autoinmunes, ... Habitualmente, este examen neurológico evalúa el estado mental, las funciones de los nervios craneales, el sistema motor y el ... Algunos casos de enfermedades infecciosas del sistema nervioso son tratados por especialistas en enfermedades infecciosas. La ...
... los nervios craneales en núcleos III, IV, VI y VIII, la sustancia gris periventricular y periacueductal, el tálamo, el ... A la hora de presentar la enfermedad al paciente, este se puede mostrar incapaz de entenderla. En las fases avanzadas de este ... El síndrome o psicosis de Kórsakov es una afección que abarca los trastornos mentales que se manifiestan en la enfermedad de ... Es necesario recordar que la tasa de mortalidad de esta enfermedad es relativamente elevada, oscilando entre un 15 y un 20 %. ...
Contiene el núcleo de origen para los nervios craneales III (nervio oculomotor) y IV (nervio troclear). Un movimiento lateral ... El Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa por el déficit en la producción de dopamina por la muerte de las células de la ... En la base de cada pedúnculo cerebral se encuentra el origen del nervio oculomotor (par III craneal).[4]​ Rostralmente a la ... Externamente los pedúnculos cerebrales se interrumpen por el fascículo del nervio óptico (par II craneal) que se conecta con el ...
... área de inervación del nervio trigémino, un nervio craneal: la cara. Produce un dolor paroxístico de tal intensidad que provoca ... determinadas enfermedades metabólicas (como la diabetes mellitus), algunos tipos de disfunciones renales, infecciones virales y ... Si afecta a los nervios periféricos, provoca una alteración de la zona inervada correspondiente al nervio. La médula espinal ... como ocurre en el caso del quinto par craneal. Por ello, la lesión de un nervio periférico provoca tanto trastornos sensitivos ...
Hay compresión de los nervios craneales, los contenidos intracraneales y el foramen magnum, que comúnmente se traduce en: ... Enfermedades congénitas, Enfermedades genéticas, Enfermedades raras, Trastornos autosómicos recesivos). ... La enfermedad se adquiere de forma autosómica recesiva. Muy pocos casos de CDD se han descrito, lo que causa dificultades en la ... Los depósitos continuos de calcio conducen al estrechamiento de los agujeros craneal, así como uno del canal espinal y del ...
Diplopía por parálisis del VI par craneal. Otorrea, secreción por el oído debida a la otitis. Otros síntomas del síndrome de ... enero - junio 2011 Datos: Q1422574 (Síndromes, Enfermedades otorrinolaringológicas, Síndromes del sistema nervioso). ... refiriendo una tríada de síntomas consistente en dolor periorbitario unilateral debido a la afectación del nervio trigémino ... Dolor periorbitario unilateral debido a la afectación de la rama oftálmica del nervio trigémino. ...
En la intoxicación por glicol de etileno se reportan alteraciones en los nervios craneales. El edema de la retina puede ser un ... El identificar la enfermedad desencadenante es la clave para la corrección del trastorno. La acidosis metabólica puede ser ... El examen físico revela ocasionalmente signos de enfermedad, pero por lo demás resulta normal. ...
... los nervios craneales y periféricos, las raíces nerviosas, el sistema nervioso autónomo, la placa neuromuscular y los músculos ... llamadas enfermedades neurodegenerativas.[1]​[2]​[3]​ Los trastornos neurológicos son enfermedades del sistema nervioso central ... enfermedad de Parkinson, enfermedad cerebrovascular, lesiones traumáticas cerebrales u otros. Las anomalía estructurales, ... Una enfermedad neurológica o trastorno neurológico es cualquier trastorno del cuerpo del sistema nervioso. Durante la ...
Trastornos de otros nervios craneales (G53) Trastornos de nervios craneales en enfermedades clasificadas en otra parte (G54) ... Lesión del nervio femoral (G57.3) Lesión del nervio poplíteo lateral (G57.4) Lesión del nervio poplíteo medio (G57.5) Síndrome ... Enfermedad de Alzheimer, otros. (G30.9) Enfermedad de Alzheimer, sin especificar. (G31) Otras enfermedades degenerativas del ... enfermedad de Kugelberg-Welander, escapulohumeral. (G12.2) Enfermedad de la motoneurona: enfermedad familiar de la motoneurona ...
... que presentaba inflamación granulomatosa que afectaba la porción intracavernosa de la carótida interna y los nervios craneales ... Datos: Q370066 Multimedia: Tolosa-Hunt syndrome / Q370066 (Enfermedades neurológicas, Enfermedades epónimas, Cefalea, Síndromes ... Los pares craneales más afectados son: tercero (79%), sexto (45%), cuarto (32%), quinto (25%); con compromiso de múltiples ... Parálisis que afecta al III, IV o VI pares craneales. Demostración de granulomas en técnicas de imagen como la resonancia ...
Datos: Q7579052 (Wikipedia:Fusionar, Enfermedades de etiología desconocida, Enfermedades del sistema nervioso central, Médula ... Se cree que la porción inferior del cerebro estira o golpea uno o más complejos de pares craneales, causando así una gran ... Los pacientes que tienen la raíz de un nervio desnuda (es decir, que falta el recubrimiento de la raíz) tienen un riesgo mayor ... Esta enfermedad se desarrolla de media a los 42 años de edad, y las mujeres tienen el doble de probabilidades de desarrollar ...
Nervios craneales: en la salud y la enfermedad. Ed. Médica Panamericana. ISBN 9789500624381. Consultado el 4 de septiembre de ... El nervio oculomotor, nervio motor ocular común (M.O.C.) o III par craneal es un nervio craneal. Tiene una función motora y ... íntimas funciones de estos tres nervios craneales controlan el movimiento ocular.[2]​ Nervio Nervio facial Sistema nervioso ... y su función es básicamente el movimiento del globo ocular junto con el nervio troclear y nervio abducens. El nervio oculomotor ...
... nervio motor ocular externo) - Aprenda acerca de las causas, los síntomas, el diagnóstico y el tratamiento de los Manuales MSD ... Véase también Introducción a los pares craneales Introducción a los pares craneales Hay un total de doce pares de nervios, los ... Traumatismos craneales Introducción a los traumatismos craneales Los traumatismos craneales que afectan el encéfalo son ... Parálisis del sexto par craneal (nervio motor ocular externo) Por Michael Rubin , MDCM, New York Presbyterian Hospital-Cornell ...
Enfermedad de Ménière. *Presión en el nervio vestibular, por lo general de un tumor no canceroso, como meningioma o schwanoma ... Lesión (como un traumatismo craneal). *Inflamación del nervio vestibular (neuronitis). *Irritación e hinchazón del oído interno ... El problema también puede involucrar el nervio vestibular. Este es el nervio que conecta el oído interno y el tronco encefálico ...
Nervios Craneales: En la salud y la enfermedad. (3ª Edición). L. Wilson-Pauwels, ...
Enfermedades Vestibulares 1 * Nutrientes 1 * Nasofaringe 1 * Nervios Craneales 1 Tipo de evento. * Curso 19 ...
Te resumimos algunas enfermedades neurológicas en perros frecuentes. Si sospechas de un trastorno neurológico, debes acudir a ... En este estadio, algunos peludos ya no pueden tragar por una parálisis de los nervios craneales posteriores. Esto hace que ... Otra de las enfermedades del sistema nervioso en perros es la enfermedad de Aujeszky. Se trata de una enfermedad viral que ... Otras enfermedades neurológicas en perros. Entre las enfermedades neurológicas en perros también figura la meningoencefalitis ...
... ganglios y nervios craneales. Ejemplos clínicos seleccionados de enfermedades y procedimientos de diagnóstico. ¿Por qué una ... ganglios y nervios craneales. Ejemplos clínicos seleccionados de enfermedades y procedimientos de diagnóstico. ¿Por qué una ...
... músculos o nervios craneales y periféricos. ... Representa un signo secundario de alguna afección o enfermedad ... Conoce: 8 enfermedades comunes del primer año. Traumatismos craneoencefálicos. Se dividen en externos (afectan sólo el cuero ... Te puede interesar: Enfermedades respiratorias crónicas en niños. Epilepsia. Se trata de un trastorno cerebral que provoca que ... Provoca el cierre prematuro de las suturas craneales y consecuentemente un cambio en el tamaño y el aspecto normal o sime ...
enfermedades de los pares craneales. Término(s) alternativo(s). enfermedades de los nervios craneales neuropatías craneales ... Enfermedades de los Nervios Craneales - Concepto preferido UI del concepto. M0005279. Nota de alcance. Trastornos de uno o más ... Enfermedades de los Nervios Craneales Español de España Descriptor. ... neuropatías de los pares craneales Nota de alcance:. Trastornos de uno o más de los doce nervios craneales. Con la excepción de ...
... especialmente porque los nervios craneales 60 y 7 no se han desarrollado correctamente. Estos nervios son los encargados del ... Al ser una enfermedad hereditaria, se presenta desde el nacimiento del bebé y se expresa como la imposibilidad de mover los ... No obstante, es evidente que sí existe una falta de formación o desarrollo defectuoso en los núcleos de los nervios craneales. ... Al tratarse de una enfermedad congénita, el síndrome no tiene cura, pero sí el tratamiento debe estar presente en toda persona ...
Se trata del daño al nervio óptico, que es el que lleva imágenes de lo que vemos desde el ojo al cerebro. ... Algunas enfermedades oculares, con frecuencia el glaucoma, pueden causar una forma de atrofia del nervio óptico. Además puede ... Arteritis craneal. *Accidente cerebrovascular. También hay algunas formas poco comunes hereditarias de atrofia del nervio ... Atrofia del nervio óptico. Daño del nervio óptico por causas isquémicas, glaucoma, traumatismo… ...
Nervios craneales Existen 12 pares de nervios craneales Introducción a los pares craneales Hay un total de doce pares de ... Nervios craneales Nervios craneales Si se sospechan trastornos neurológicos, el médico valora durante la exploración todos los ... Por ejemplo, el primer nervio craneal (nervio olfatorio) no se suele examinar si se sospechan trastornos musculares, pero sí en ... como en la enfermedad de Parkinson. Enfermedad de Parkinson La enfermedad de Parkinson es un trastorno degenerativo de ...
Enfermedades neuromusculares: Estas enfermedades afectan los músculos y los nervios. Esto incluye la miastenia gravis, la ... los traumatismos craneales, la enfermedad de Lyme, los trastornos del sueño y el dolor crónico. El neurólogo también puede ... Enfermedades neurodegenerativas: Estas enfermedades, como el Parkinson, la esclerosis múltiple, la enfermedad de Alzheimer y la ... Estas enfermedades afectan el funcionamiento normal del cerebro, la médula espinal, los nervios y los músculos. Estos ...
... que los afectos tienen latente en las neuronas de determinados nervios, especialmente en el décimo par craneal, llamado vago, o ... 1. ¿En qué consiste la enfermedad?. El herpes zóster es una enfermedad producida por una reactivación del virus del herpes, ... ya que no disponemos de pruebas de laboratorio que garanticen la enfermedad. ... Pretende que los pacientes conozcan mejor sus enfermedades. ...
Anteojos (4) Colirios (3) Computadoras (3) Conjuntivitis (4) Defectos (26) Desviaciones (7) Endotropías (7) Enfermedades (4) ... El IV nervio craneal es un nervio que sale directamente desde el mesencéfalo (Bóveda craneal) e inerva y da movimiento al ... Caso de un paciente de Parálisis del IV nervio craneal - PREOPERATORIO. Foto 1 - Caso de Parálisis del IV nervio craneal ( ... Caso de un paciente de Parálisis del IV nervio craneal - POSTOPERATORIO. Foto 1 - Caso de Parálisis del IV nervio craneal ( ...
... los nervios craneales y periféricos, las raíces nerviosas, el sistema nervioso autónomo, la placa neuromuscular, y los músculos ... La enfermedad de Parkinson (EP), también denominada Parkinsonismo idiopático, parálisis agitante o simplemente párkinson, es un ... Trastorno neurológicos; son enfermedades del sistema nervioso central y periférico, es decir, del cerebro, la médula espinal, ... Esta discapacidad abarca toda una serie de enfermedades y trastornos, dentro de los cuales se encuentra el retraso mental, el ...
Se proporciona una medida de similitud entre enfermedades y síntomas. ... Lista ordenada de posibles enfermedades a partir de los síntomas o el historial de un paciente. ... Enfermedades de los Nervios Craneales. 2. + No evaluamos ni garantizamos la precisión del contenido de esta web. Haga clic aquí ... Enfermedades. Búsquedas frecuentes. Plantas medicinales. Temas de salud. Diccionario médico. Páginas web sobre salud. Preguntas ...
Roig Arnall C (1994). Enfermedades del sistema nervioso periférico. Enfermedades de los nervios craneales. En: En: Codina- ... hiporreflexia y anhidrosis debido a una disfunción autonómica postganglionar en los nervios craneales (Moeller et al; 2007). ... La pupila tónica se produce cuando existe un daño en el ganglio ciliar o en los nervios ciliares cortos que pertenecen a las ...
... la enfermedad de Ménière, alguna lesión craneal (algún golpe en la cabeza), o una presión anómala en el nervio, como la que ... Casi siempre se debe a problemas en el oído interno, que pueden afectar al nervio vestibular, que conecta el oído con el ... Lo pueden causar algunos medicamentos, una inflamación del nervio vestibular, una inflamación o irritación del laberinto (que ...
El síndrome de Moebius, resultado de un desarrollo defectuoso de los nervios craneales sexto y séptimo, provoca parálisis ... pero muchas veces el diagnóstico es tardío porque se confunde con otras enfermedades. ...
No fueron identificadas alteraciones en fondo de ojo ni en la exploración del resto de los nervios craneales. La fuerza ... Esta última localización es la más grave y la enfermedad que provoca recibe el nombre de neurocisticercosis (NCC)3,4,11. ... En cuanto a los gastos que representa esta enfermedad, un estudio reciente reveló que la NCC costó a México cerca de 235 ... Se han hecho muchos avances en la comprensión de la enfermedad; sin embargo, la persistencia de las condiciones insalubres en ...
... capaz de diagnosticar y tratar una amplia gama de enfermedades neurológicas. ... Tratamiento clínico y quirúrgico de enfermedades del sistema nervioso - cerebro - médula espinal - columna vertebral - nervios ... También realiza cirugía en lesiones cerebrales por trauma craneal y hemorragias cerebrales, así como manejo en terapia ... Especialista en cirugía del cerebro y sistema nervioso central, capaz de diagnosticar y tratar una amplia gama de enfermedades ...
RECOMENDÓ que las reglas para la selección de la causa de defunción ... Trastornos de los nervios craneales en enfermedades ... www.cun.es/enfermedades-tratamientos/enfermedades/herpes-zoster La causa del acantonamiento del virus en el nervio es ... La lepra es una enfermedad bacteriana crónica de la piel y de los nervios de las manos y pies y en ciertos casos, del ... El vitíligo se considera una enfermedad en la que se destruyen los melanocitos ... no los nervios por sí mismos, puedan liberar ...
Nervios craneales. ¿Qué son los programas acelerados de enfermería?. Examen de la Enfermería médico-quirúrgica por convulsiones ... Examen de práctica del NCLEX de Enfermedades de la Piel y los Tegumentos Parte 2. ...
Te contamos las enfermedades raras más frecuentes en bebés, y cómo es posible prevenirlas, con el test Genético ... Esta enfermedad rara en bebés se caracteriza cuando dos nervios craneales no se desarrollan correctamente. Es decir, este ... Qué puedo hacer si mi bebé tiene una enfermedad rara?. *Los padres de bebés con enfermedades raras deben tener en cuenta que lo ... Este tipo de enfermedad afecta a las glándulas sudoríparas y también a las mucosas. Consiste entonces, en una enfermedad ...
Síndrome de Moebius: Esta enfermedad es causada por un mal desarrollo de algunos nervios craneales. Lo que produce es parálisis ... Esta enfermedad todavía no tiene cura, pero si se ha descubierto la alteración del gen del ADN que la produce. ... Las personas que padecen de esta enfermedad tienen dificultades en la pronunciación y el habla, y a veces babean como bebés. * ... Son muy pocos en el mundo y por lo general se relacionan con enfermedades psicosomáticas. Esto quiere decir que son producidas ...
La importancia del nervio óptico radica en que cualquier daño o enfermedad que afecte a este nervio puede tener consecuencias ... En dónde se encuentran los 12 nervios craneales y cuáles son.. Los nervios craneales, también conocidos como nervios craneales ... Introducción a los nervios craneales. Los nervios craneales son un conjunto de doce nervios que emergen del cerebro y se ... El nervio oculomotor⁤ es ‍uno ‍de los doce​ pares de nervios craneales presentes en los⁢ seres humanos. Este nervio juega un ...
Consiste en una patología poco frecuente del desarrollo; las personas que la padecen presentan 2 nervios craneales importantes ... A qué se le llama enfermedad rara?. Una enfermedad rara es aquella que afecta específicamente a menos de 5 personas de 10.000. ... Dichos nervios son los encargados de controlar no solo el movimiento lateral y parpadeo de los ojos, sino también las numerosas ... Prevenir las enfermedades que afectan la salud de nuestros riñones. Cuando se trata de que tenemos la posibilidad de prevenir ...
... también llamada enfermedad huérfana, es cualquier enfermedad que afecta a un pequeño porcentaje de la población ... Síndrome de Moebius: como ya hemos comentado, es una enfermedad rara que afecta a los nervios craneales 6 y 7. ... A este tipo de enfermedades también se les conoce como enfermedades huérfanas o enfermedades poco frecuentes, debido al ... o la gravedad de la enfermedad, utilizando la siguiente definición:. "Las enfermedades raras son aquellas enfermedades, ...
Una enfermedad rara, causada por la falta de desarrollo de dos nervios craneales, como lo son el 6° y 7°; destinados al control ... Algunas enfermedades raras. Se califica como una enfermedad rara a aquella que se presenta aproximadamente en 5 personas dentro ... Publicada en enfermedadesSin comentarios en Algunas enfermedades raras que quizá no conoces ... Es una enfermedad cuyos síntomas se evidencian por la inflamación de los capilares de la piel, los riñones y los intestinos; es ...

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