Eliminación de un cono de tejido, especialmente del CUELLO UTERINO.
División de tejidos mediante una corriente de alta frecuencia aplicada localmente con un instrumento o una aguja de metal. (Stedman, 25a ed)
Inducción de hipertermia loca,l bien por ondas de radio de baja frecuencia o por ondas de sonido de alta frecuencia.
Tumor maligno que se origina en el epitelio del cuello uterino y que se confina a él, representa una contínuidad de cambios histológicos que van desde el CIN 1 bien diferenciado (previamente, displasia ligera) a la displasia severa/carcinoma in situ, CIN 3. La lesión surge en la unión de las células escamosas columnares en la zona de transformación del canal endocervical, con una tendencia variable a desarrollar carcinoma epidermoide invasivo, tendencia que se eleva por la infección concomitante con la infección por papilomavirus humano.
Extirpación del útero.
Tumores o cánceres del CUELLO UTERINO.
Porción del ÚTERO entre la parte más baja del istmo y la VAGINA que forma el canal cervical.
Secciones finamente cortadas de muestras de tejido congelado preparadas con un criostato o micrótomo de congelamiento.
Examen, tratamiento y cirugía del cuello del útero y de la vagina por medio de un endoscopio especialmente diseñado que se introduce a través de la vagina.
Dilatación del cervix uterino a consecuencia del raspado del endometrio con una cureta.
Desarrollo anormal de las CÉLULAS EPITELIALES escamosas inmaduras del CUELLO UTERINO; término usado para describir cambios citológicos premalignos en el EPITELIO cervical. Estas células atípicas no penetran en la MEMBRANA BASAL epitelial.
Uso de la congelación como técnica quirúrgica especial para destruir o cortar tejidos.
El uso de efectos fototermales de RAYOS LÁSER para coagular, cortar (o incidir), vaporizar, reseccionar, disecar, o reconstituir tejidos.
Una lesión con características citológicas asociadas a carcinoma invasivo pero las células tumorales están confinadas al epitelio de origen, sin invasión de la membrana basal.
Muestreo de un conjunto de secreciones del fórnix vaginal posterior para examen citológico.
Toma de muestra y examen patológico de las mismas en forma de pequeños fragmentos de tejido del cuerpo vivo.

La conización es un procedimiento quirúrgico en el que se extirpa una conoide o pirámide de tejido del cuello uterino. Esta cirugía se realiza generalmente para diagnosticar o tratar lesiones precancerosas o cancerosas leves en el cuello del útero. La forma más común de conización es la conocida como "conizacion por cilindro", en la que se extirpa un cono de tejido del cuello uterino en forma de cilindro. Después de la cirugía, el tejido se examina al microscopio para determinar si contiene células anormales o cancerosas. La conización también puede utilizarse como tratamiento para lesiones precancerosas leves, ya que extirpar el tejido anormal puede prevenir el desarrollo de cáncer en el futuro. Sin embargo, este procedimiento conlleva algunos riesgos y posibles complicaciones, como sangrado, infección o cambios en la menstruación. Por lo tanto, antes de decidir si es adecuada para usted, consulte a su médico sobre los beneficios y riesgos asociados con este procedimiento.

La electrocirugía es un procedimiento quirúrgico que utiliza la energía eléctrica para cortar, coagular o cauterizar tejidos corporales. Implica el uso de un equipo médico especializado que produce una corriente eléctrica de alta frecuencia (generalmente entre 200 kHz y 5 MHz) para generar calor en los tejidos, lo que lleva a su destrucción o coagulación.

Existen diferentes tipos de electrodos utilizados en la electrocirugía, cada uno con propósitos específicos. Algunos producen un corte limpio y preciso, mientras que otros se utilizan para coagular los vasos sanguíneos y controlar el sangrado durante la cirugía.

La electrocirugía ofrece varias ventajas sobre los métodos tradicionales de cirugía, incluyendo una menor pérdida de sangre, menos daño a los tejidos circundantes, una mejor visibilidad quirúrgica y, en algunos casos, una menor duración de la hospitalización. Sin embargo, también conlleva riesgos potenciales, como quemaduras y lesiones nerviosas, si no se realiza correctamente.

Es importante que la electrocirugía sea realizada por personal médico capacitado y experimentado, ya que requiere un conocimiento profundo de la anatomía y fisiología del cuerpo humano, así como de los principios de la electricidad y su interacción con los tejidos vivos.

La diatermia es una técnica médica que utiliza calor para tratar lesiones o enfermedades. Se aplica corriente alterna de alta frecuencia (más de 10 kilohercios) a través del tejido, lo que produce un efecto térmico. Existen dos tipos principales de diatermia: la diatermia capacitiva y la diatermia resistiva.

- La diatermia capacitiva se utiliza en tejidos con alta conductividad eléctrica, como los músculos. La corriente alterna se aplica a través de dos electrodos planos y genera calor dentro del tejido por efecto Joule.

- La diatermia resistiva se utiliza en tejidos con baja conductividad eléctrica, como los huesos o los tendones. Se aplica la corriente alterna a través de un electrodo activo y otro electrodo indiferente, lo que produce calor en el tejido por efecto Joule.

La diatermia se utiliza en fisioterapia para aliviar el dolor, reducir la inflamación y mejorar la circulación sanguínea. También se puede emplear en cirugía como técnica de coagulación y corte de tejidos. Sin embargo, requiere un control cuidadoso de la temperatura para evitar dañar los tejidos circundantes.

La neoplasia intraepitelial cervical (NIC) es un término utilizado en patología para describir el crecimiento anormal y desorganizado de células epiteliales en el revestimiento del cuello uterino. Es considerada una lesión precancerosa, lo que significa que si no se trata, puede progresar a cáncer cervical invasivo con el tiempo.

La NIC se clasifica en tres grados según la extensión de la displasia o anormalidad celular:

1. NIC de bajo grado (NIC1): Se observa una displasia leve en el tercio inferior del epitelio.
2. NIC de grado intermedio (NIC2): La displasia se extiende hasta la mitad del epitelio.
3. NIC de alto grado (NIC3): La displasia afecta a los dos tercios superiores del epitelio y puede involucrar cambios más severos que indiquen un mayor riesgo de progresión a cáncer invasivo.

Es importante mencionar que el término NIC ha sido reemplazado en la terminología patológica actual por "lesiones squamocelulares intraepiteliales" (LSIL) y "lesiones de alto grado squamocelulares" (HSIL), pero aún se utiliza comúnmente en la literatura médica y clínica.

El diagnóstico de NIC generalmente se realiza mediante citología (prueba de Papanicolaou) o biopsia del cuello uterino. El tratamiento depende del grado de displasia, la edad de la paciente y otros factores, y puede incluir vigilancia cercana, extirpación quirúrgica o ablación del tejido anormal. La prevención del cáncer cervical se logra mediante la vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH) y las pruebas de detección regulares.

La histerectomía es un procedimiento quirúrgico en el que el útero (matriz) se extirpa parcial o totalmente. Puede incluir la extracción del cuello uterino y, a veces, los ovarios y las trompas de Falopio. Las razones para realizar una histerectomía varían, pero incluyen cánceres ginecológicos, trastornos menstruales graves, prolapso uterino y fibromas uterinos grandes o recurrentes. También se puede realizar en casos de endometriosis grave, infecciones pélvicas persistentes o como parte del tratamiento para algunos tipos de cáncer. La histerectomía es una intervención quirúrgica mayor y tiene consecuencias importantes, como la incapacidad de quedar embarazada y la necesidad de administración hormonal en caso de extirparse también los ovarios.

La neoplasia del cuello uterino se refiere a un crecimiento anormal y descontrolado de células en el cuello del útero, que es la parte inferior estrecha del útero que se conecta con la vagina. La mayoría de los casos de cáncer de cuello uterino son causados por una infección persistente con el virus del papiloma humano (VPH), que es un virus común que se transmite sexualmente.

Existen diferentes tipos y grados de neoplasias cervicales, dependiendo del tipo de células afectadas y del grado de anormalidad en su crecimiento y desarrollo. Las neoplasias cervicales pueden clasificarse como displásicas o precancerosas, lo que significa que las células anormales aún no se han convertido en cáncer pero tienen el potencial de hacerlo con el tiempo.

La displasia leve se refiere al crecimiento anormal de un pequeño número de células, mientras que la displasia moderada y severa implican un crecimiento más extenso de células anormales. Si no se tratan, estas lesiones precancerosas pueden evolucionar con el tiempo en cáncer invasivo del cuello uterino.

El diagnóstico de neoplasias cervicales generalmente se realiza mediante pruebas de detección, como la citología (prueba de Papanicolaou) y la prueba de VPH, seguidas de una colposcopia y biopsia si se detectan células anormales. El tratamiento temprano de las neoplasias cervicales puede prevenir el desarrollo de cáncer invasivo y mejorar significativamente los resultados del tratamiento.

El cuello del útero, también conocido como cérvix, es la parte inferior del útero que se extiende hacia la vagina. Tiene aproximadamente 2,5 cm de longitud y su función principal es proporcionar un pasaje para el flujo menstrual y el esperma, así como mantener el feto dentro del útero durante el embarazo. El cuello del útero está compuesto por tejido fibromuscular y tiene una abertura pequeña en el centro llamada os (o orificio). Durante el parto, este orificio se dilata para permitir que el bebé pase a través de la vagina.

La criosección o sección por congelación es un método de preparación histológica en el que se utilizan temperaturas extremadamente bajas para endurecer rápidamente tejidos blandos. Esto permite cortes finos y precisos del tejido para su examen microscópico. El proceso implica congelar rápidamente el tejido, generalmente en isopentano líquido refrigerado criogénicamente, y luego cortarlo en un micrótomo a temperaturas de aproximadamente -20°C a -30°C. Las secciones resultantes se colocan directamente sobre portaobjetos para su examen microscópico.

Este método es particularmente útil en situaciones donde se necesita un resultado rápido, como en el diagnóstico intraoperatorio de biopsias o en la evaluación de tejidos durante procedimientos quirúrgicos. Sin embargo, las secciones criogénicas pueden no ser tan detalladas o de tan alta calidad como las secciones teñidas formalín-heces, que siguen siendo el gold standard para el examen histológico rutinario.

La colposcopía es un procedimiento diagnóstico que utiliza un instrumento especial llamado colposcopio para examinar el cuello, la vagina y los tejidos circundantes del útero en detalle. El propósito de esta prueba es evaluar visualmente los tejidos cervicales en busca de cambios anormales que puedan indicar una enfermedad subyacente, como displasia cervical o cáncer cervical.

Durante el procedimiento, el médico introduce un espéculo en la vagina para mantenerla abierta y luego coloca el colposcopio, que es similar a un microscopio, justo afuera de la abertura vaginal. El colposcopio tiene iluminación y lentes de aumento, lo que permite al médico ver los tejidos cervicales con mayor detalle. Si se observan áreas anormales, el médico puede tomar una pequeña muestra de tejido (biopsia) para su posterior examen en un laboratorio.

La colposcopía es generalmente un procedimiento seguro y bien tolerado, aunque puede causar algo de incomodidad o molestias leves. Los posibles riesgos asociados con la biopsia incluyen sangrado leve, infección o cicatrización anormal. Sin embargo, estos complicaciones son raras y generalmente se pueden tratar fácilmente.

En resumen, la colposcopía es una prueba diagnóstica importante que ayuda a detectar cambios celulares anormales en el cuello uterino y permite un tratamiento oportuno y adecuado de cualquier problema subyacente.

La dilatación y legrado uterinos, generalmente abreviados como D&C, son procedimientos ginecológicos que implican la dilatación (ampliación) del cuello uterino y el raspado o aspiración de su revestimiento interno (legrado). Este procedimiento se realiza más comúnmente para diagnosticar y tratar diversas afecciones ginecológicas.

En términos médicos, la dilatación y legrado uterinos se definen como:

1. Diagnóstico: Se utiliza para obtener una muestra de tejido del revestimiento uterino (endometrio) para su examen en busca de células anormales, infecciones o cáncer. Este procedimiento se conoce como biopsia endometrial.

2. Tratamiento: Se realiza para eliminar el tejido anormal del útero, como pólipos, fibromas submucosos u otros crecimientos benignos. También se utiliza para tratar un aborto espontáneo o incompleto, retirando los restos de tejido fetal y placenta que permanecen en el útero después del evento. Además, se puede realizar como parte del tratamiento del sangrado uterino anormalmente abundante (menorragia) o después de la menopausia.

El procedimiento generalmente se lleva a cabo bajo sedación consciente o anestesia general y requiere un breve período de recuperación en el consultorio o centro quirúrgico. Los posibles riesgos y complicaciones incluyen perforación uterina, infección, sangrado excesivo y lesión cervical. Las mujeres que han tenido D&C deben programar una cita de seguimiento con su proveedor de atención médica para asegurarse de que no haya complicaciones y discutir los resultados del procedimiento, si corresponde.

La displasia del cuello del útero, también conocida como displasia cervical, es un trastorno precanceroso que afecta el revestimiento del cuello del útero. Se caracteriza por el crecimiento anormal y desorganizado de células en este área, el cual suele ser detectado mediante pruebas de detección como el Papanicolaou (Pap).

Existen diferentes grados de displasia cervical, clasificados según la gravedad del crecimiento celular anormal:

1. Displasia leve (CIN I): Las células anormales se encuentran únicamente en la capa más superficial del cuello del útero.
2. Displasia moderada (CIN II): El crecimiento celular anormal afecta a las capas intermedias del cuello del útero.
3. Displasia severa (CIN III) o carcinoma in situ: Las células anormales se extienden hasta la base del cuello del útero, pero no han invadido los tejidos circundantes.

La displasia del cuello del útero es generalmente causada por una infección persistente con el virus del papiloma humano (VPH), que se transmite sexualmente. Existen más de 100 tipos diferentes de VPH, y aproximadamente 13 de ellos están relacionados con el desarrollo de displasia cervical y cáncer cervical.

El tratamiento de la displasia del cuello del útero depende del grado de afección, la edad de la paciente, y otros factores. Las opciones de tratamiento pueden incluir:

- Seguimiento cuidadoso con pruebas de Papanicolaou regulares
- Escisión o destrucción de las células anormales mediante procedimientos como la conización o la crioterapia
- Extirpación quirúrgica del útero (histerectomía) en casos más graves o recurrentes.

La prevención es fundamental para reducir el riesgo de desarrollar displasia cervical y cáncer cervical. Las medidas preventivas incluyen:

- Vacunación contra el VPH: Se recomienda la vacunación contra el VPH a las niñas y los niños entre los 11 y los 12 años de edad, aunque también se puede administrar hasta los 45 años. La vacuna protege contra los tipos más comunes del virus que causan el cáncer cervical y otras enfermedades relacionadas con el VPH.
- Uso de preservativos: El uso correcto y consistente de preservativos puede ayudar a reducir el riesgo de transmisión del VPH durante las relaciones sexuales, aunque no elimina por completo el riesgo.
- Pruebas de detección regulares: Las pruebas de Papanicolao pueden detectar cambios precancerosos en el cuello del útero, lo que permite un tratamiento temprano y evita la progresión a cáncer cervical. Se recomienda iniciar las pruebas de detección a los 21 años o dentro de los tres años posteriores al inicio de la actividad sexual, lo que ocurra primero. Las mujeres entre 25 y 65 años deben realizarse una prueba de Papanicolao cada tres a cinco años, dependiendo de su edad y resultados previos.

La criocirugía es un procedimiento médico en el que se utilizan temperaturas extremadamente bajas, generalmente por debajo de los -20 grados centígrados, para destruir tejido anormal o dañado en el cuerpo. Este método se utiliza a menudo para tratar lesiones y afecciones como verrugas, piel gruesa y engrosada, tumores benignos y malignos, y otras afecciones de la piel.

El procedimiento implica la aplicación de un agente criogénico, como nitrógeno líquido, que se congela rápidamente y destruye las células del tejido al formar hielo en ellas. Después del procedimiento, el tejido congelado se descongela gradualmente y se elimina naturalmente por el cuerpo.

La criocirugía es una opción de tratamiento no quirúrgico que puede ser menos invasiva y dolorosa en comparación con otros métodos quirúrgicos tradicionales. Sin embargo, como con cualquier procedimiento médico, existen riesgos asociados con la criocirugía, como cicatrices, infección, daño a los tejidos sanos adyacentes y cambios en el color o la sensibilidad de la piel. Por lo tanto, es importante que la criocirugía sea realizada por un profesional médico capacitado y experimentado.

La terapia por láser, también conocida como fototerapia o terapia con luz láser baja, es un tratamiento no invasivo que utiliza diodos que producen luz láser de baja intensidad o LEDs (diodos emisores de luz) para estimular células y tejidos dañados en el cuerpo. La luz se absorbe en los tejidos y puede ayudar a acelerar el proceso de curación, reducir la inflamación y aliviar el dolor.

La terapia por láser funciona mediante la estimulación del aumento del flujo sanguíneo, lo que lleva a una mayor cantidad de oxígeno y nutrientes a las células dañadas. Esto puede ayudar a acelerar el proceso de curación y reducir la inflamación en los tejidos afectados. Además, se cree que la terapia por láser aumenta la producción de ATP (adenosina trifosfato), una molécula importante involucrada en la producción de energía celular, lo que puede ayudar a mejorar la función celular y promover la curación.

La terapia por láser se ha utilizado para tratar una variedad de condiciones médicas, incluyendo dolores de espalda, artritis, tendinitis, bursitis, lesiones deportivas y úlceras en la piel. Sin embargo, es importante señalar que los efectos terapéuticos de la terapia por láser aún no están completamente comprendidos y se necesitan más estudios para determinar su eficacia y seguridad a largo plazo. Además, la terapia por láser solo debe ser administrada por un profesional médico capacitado y experimentado en su uso.

El carcinoma in situ es un tipo temprano y generalmente no invasivo de cáncer. Se refiere al crecimiento anormal y descontrolado de células cancerosas que permanecen confinadas en el lugar donde se originaron y no se han diseminado a los tejidos circundantes o a otras partes del cuerpo.

En este estado, las células cancerosas aún no han desarrollado la capacidad de invadir los tejidos vecinos ni formar metástasis en otros órganos. Sin embargo, el carcinoma in situ puede progresar y convertirse en un cáncer invasivo si no se trata.

El término "carcinoma in situ" se utiliza en diferentes contextos clínicos, dependiendo del órgano o tejido afectado. Algunos ejemplos comunes incluyen el carcinoma ductal in situ en el seno, el carcinoma in situ de células escamosas en la piel y el carcinoma in situ de las vías urinarias.

El tratamiento del carcinoma in situ depende del tipo y localización del cáncer, así como de otros factores, como la edad y el estado de salud general del paciente. Las opciones de tratamiento pueden incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia o terapias dirigidas, según sea necesario para eliminar las células cancerosas y prevenir la recurrencia o progresión del cáncer.

Un frotis vaginal, también conocido como citología vaginal o prueba de Papanicolaou (Pap), es un procedimiento médico en el que se toma una muestra de células del cuello uterino para su examen bajo un microscopio. Este examen se utiliza a menudo como una herramienta de detección para el cáncer cervical y otras condiciones anormales en la mujer. Durante el procedimiento, un espéculo se inserta en la vagina para mantenerla abierta, y luego se usa un pequeño cepillo o hisopo para recoger células del cuello uterino. Estas células se colocan en un portaobjetos con una solución especial y se envían a un laboratorio para su análisis. El resultado puede revelar cambios celulares que podrían indicar la presencia de cáncer o precancer, lo que permite un tratamiento temprano y potencialmente salvavidas.

Una biopsia es un procedimiento médico en el que se extrae una pequeña muestra de tejido corporal para ser examinada en un laboratorio. Este procedimiento se realiza con el fin de evaluar si el tejido extraído presenta signos de enfermedad, como cáncer o inflamación.

Existen diferentes tipos de biopsias, dependiendo de la ubicación y el método utilizado para obtener la muestra de tejido. Algunas de las más comunes incluyen:

1. Biopsia por aspiración con aguja fina (FNA): se utiliza una aguja delgada y hueca para extraer células o líquido del bulto o área sospechosa.
2. Biopsia por punción con aguja gruesa (CNB): se emplea una aguja más grande para obtener una muestra de tejido sólido.
3. Biopsia incisional: se realiza una pequeña incisión en la piel y se extrae una parte del tejido sospechoso.
4. Biopsia excisional: se extirpa todo el bulto o área anormal, junto con una porción de tejido normal circundante.

Los resultados de la biopsia suelen ser evaluados por un patólogo, quien determinará si el tejido muestra signos de enfermedad y, en caso afirmativo, qué tipo de enfermedad es. La información obtenida de una biopsia puede ayudar a guiar el tratamiento médico y proporcionar información importante sobre la gravedad y extensión de la enfermedad.

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