Canales que recogen y transportan la secreción biliar desde los CANALÍCULOS BILIARES, la rama más pequeña del TRACTO BILIAR en el HIGADO, a través de los pequeñoa conductos biliares, los conductos biliares fuera del higado y la VESÍCULA BILIAR para su almacenamiento.
Vías externas hacia el higado para el transporte de las bilis. Estas incluyen el CONDUCTO BILIAR COMÚN y el CONDUCTO HEPÁTICO COMÚN.
El mayor conducto biliar. Formado por la unión del CONDUCTO QUÍSTICO y el CONDUCTO HEPÁTICO COMÚN.
Agente emulsificante producido en el HÍGADO y que se segrega en el DUODENO. Su composición incluye ÁCIDOS Y SALES BILIARES, COLESTEROL y ELECTROLITOS. Ayuda a la DIGESTIÓN de las grasas en el duodeno.
Tumores o cánceres de los CONDUCTOS BILIARES.
Alteración del flujo de bilis a través de los grandes CONDUCTOS BILIARES por obstrucción mecánica o estrechez debida a procesos benignos o malignos.
Enfermedades en cualquier parte del sistema ductal del TRACTO BILIAR, desde los más pequeños CANALÍCULOS BILIARES hasta el más grande CONDUCTO COLÉDOCO.
Acidos y sales esteroideas. Los ácidos biliares primarios son derivados del colesterol en el hígado y generalmente conjugados con glicina o taurina. Los ácidos biliares secundarios son más tarde modificados por bacterias en el intestino. Desempeñan un papel importante en la digestión y absorción de las grasas. También han sido empleados farmacológicamente, especialmente en el tratamiento de los cálculos biliares.
Conductos dentro del hígado que transportan la bilis. Incluye los canales hepáticos derecho e izquierdo aunque éstos podrían unirse fuera del hígado para conformar el canal hepático común.
Trastorno del flujo biliar debido a obstrucción de los conductos biliares pequeños (COLESTASIS INTRAHEPÁTICA)u obstrucción en los conductos biliares grandes (COLESTASIS EXTRAHEPÁTICA).
Enfermedades del CONDUCTO COLÉDOCO, incluyendo la AMPOLLA HEPATOPANCREÁTICA (o AMPOLLA DE VATER) y el ESFINTER DE LA AMPOLLA HEPATOPANCREÁTICA (o ESFINTER DE ODDI).
Conducto biliar predominantemente extrahepático que está formado por la unión de los conductos hepáticos derecho e izquierdo los cuales son predominantemente intrahepáticos y que a su vez se unen al conducto cístico para formar un conducto biliar común.
Tumor benigno de los conductos biliares intrahepáticos.
Precipitados cristalinos sólidos en el TRACTO BILIAR, generalmente formados en la VESICULA BILIAR que resultan en COLELITIASIS. Los cálculos biliares, derivados de la BILIS, consisten principalmente de calcio, colesterol, o bilirrubina.
Prueba de diagnóstico por imagen del TRACTO BILIAR en la que se inyecta un medio de contraste (MEDIO RADIOOPACO) en el CONDUCTO BILIAR y se hacen radiografías.
Tumores del CONDUCTO COLÉDOCO, incluyendo la AMPOLLA HEPATOPANCREÁTICA (o AMPOLLA DE VATER) y el ESFINTER DE LA AMPOLLA HEPATOPANCREÁTICA (o ESFINTER DE ODDI).
Endoscopía por fibra óptica diseñada para la observación y canulación duodenal de la AMPOLLA DE VATER, con el propósito de visualizar el sistema de conductos pancreáticos y biliares por la inyección retrógrada de medio de contraste. Durante este procedimiento puede realizarse la papilotomía endoscópica (Vater) (ESFINCTEROTOMIA ENDOSCÓPICA).
Conductos que recogen JUGO PANCREATICO del PANCREAS y que lo proveen al DUODENO.
Tumor maligno surgido desde el epitelio de los CONDUCTOS BILIARES.
Los CONDUCTOS BILIARES y la VESÍCULA BILIAR.
Conducto conectado con la VESÍCULA BILIAR y permite el vaciamiento de la bilis en el CONDUCTO BILIAR COMÚN.
Un gran órgano glandular lobulada en el abdomen de los vertebrados que es responsable de la desintoxicación, el metabolismo, la síntesis y el almacenamiento de varias sustancias.
Cualquier procedimiento quirúrgico realizado en el sistema biliar.
Ictericia, la afección con coloración amarillenta de la piel y las membranas mucosas, que se debe al flujo irregular de BILIS en el SISTEMA BILIAR, como en la COLESTASIS INTRAHEPÁTICA, o la COLESTASIS EXTRAHEPÁTICA.
Inflamación del sistema ductal biliar (CONDUCTOS BILIARES) intrahepático, extrahepático o ambos.
Obstrucción progresiva o ausencia de todo o parte de los CONDUCTOS BILIARES extrahepáticos, dando lugar a una obstrucción completa del flujo de BILIS.Generalmente, la atresia biliar se encuentra en recien nacidos y supone un tercio de la ICTERICIA colestática neonatal.
Presencia o formación de CALCULOS BILIARES en el TRACTO BILIAR, usualmente en la vesícula biliar (COLECISTOLITIASIS) o en el conducto biliar común (COLEDOCOLITIASIS).
Extirpación quirúrgica de la VESÍCULA BILIAR.
Extirpación de la vesícula biliar a través de una incisión utilizando un laparoscopio.
Depósito de almacenamiento de la secreción de BILIS. La vesícula biliar permite la liberación de ácidos biliares con alta concentración y de manera controlada, a través del CONDUCTO QUÍSTICO al DUODENO, para la degradación de los lípidos de la ingesta.
El mayor vaso linfático que discurre a través del tórax y drena en la VENA SUBCLAVIA.
Aplicación de una ligadura para atar un vaso o estrangular una parte.
Enfermedades en cualquier parte del TRACTO BILIAR, incluyendo los CONDUCTOS BILIARES y la VESÍCULA BILIAR.
Incision del esfínter de Oddi o ampolla de Vater que se realiza insertando un esfinterótomo a través de un endoscopio (DUODENOSCOPIO) a lo cual con frecuencia le sigue una colangiografía retrógrada (COLANGIOPANCREATOGRAFIA RETROGRADA ENDOSCOPICA). El tratamiento endoscópico mediante la esfinterectomía es el método preferido para pacientes con cálculos retenidos o recurrentes en el conducto biliar posteriores a la colecistectomía, y para pacientes de poco riesgo quirúrgico que todavía tienen vesícula biliar.
Tumores o cánceres del SISTEMA BILIAR, incluyendo los CONDUCTOS BILIARES y la VESÍCULA BILIAR.
Técnica diagnóstica incruenta para la visualización de los CONDUCTOS PANCREÁTICOS y los CONDUCTOS BILIARES, en la que no se utilizan MEDIOS DE CONTRASTE inyectados ni rayos X. La resonancia magnética detecta con gran sensibilidad la diltación de los conductos, la estrechez biliar y las anomalías intraductales.
Presencia o formación de CALCULOS BILIARES en el CONDUCTO BILIAR COMÚN.
Dilatación de la papila duodenal que es la abertura hacia la luz del duodeno de la unión del conducto COLÉDOCO y del CONDUCTO PANCREÁTICO PRINCIPAL, también conocida como ampolla de Vater.
Trastorno del flujo biliar debido a daño de los HEPATOCITOS, los CANALÍCULOS BILIARES o los CONDUCTOS BILIARES INTRAHEPÁTICOS.
Malformación anatómica congénita de un conducto biliar, incluyendo la dilatación quística del conducto biliar extrahepático o del intrahepático. La clasificación se basa en el lugar y tipo de dilatación. El tipo I es el más común.
Tumores o cánceres de la vesícula biliar.
Vena gruesa y corta formada por la unión de la vena mesentérica superior y la vena esplénica.
Adenocarcinoma de la bifurcación del conducto hepático común. Estos tumores son generalmente pequeños, bien localizados, y rara vez producen metástasis. La revisión original de G. Klatskin fue de 13 casos y se publicó en 1965. Se pensó que era relativamente poco común, sin embargo, actualmente estos tumores parece que constituyen más de la mitad de los cánceres de los conductos biliares.
Cualquiera de los conductos que transportan la saliva. Los conductos salivares incluyen el conducto de la parótida, los conductos sublinguales mayor y menor, y el conducto submandibular.
Tumores o cánceres de HÍGADO.
Extirpación completa o de una parte del hígado. (Dorland, 28a ed)
TETRAPIRROLES lineales que dan un color característico a la BILIS y que incluyen la BILIRRUBINA, BILIVERDINA y bilicianina.
Diminutos conductos intercelulares que existen entre las células del hígado y transportan la bilis hacia los canales biliares interlobulares. También son denominados capilares biliares.
Formación quirúrgica de una abertura (estoma) en el CONDUCTO BILIAR COMÚN para drenaje o comunicación directa con un lugar en el intestino delgado, principalmente el DUODENO o el YEYUNO.
Manifestación clínica de HIPERBILIRRUBINEMIA, caracterizada por la coloración amarillenta de la PIEL, MEMBRANA MUCOSA y ESCLERA. La ictericia clínica generalmente es un signo de disfunción del HIGADO.
Extracción de líquidos o descargas desde el cuerpo, como desde una herida, úlcera o cavidad.
Un pigmento biliar que es un producto de degradación de HEME.
FIBROSIS del parénquima hepático debida a obstrucción del flujo de la BILIS (COLESTASIS)en los CONDUCTOS BILIARES INTRAHEPÁTICOS o los CONDUCTOS BILIARES EXTRAHEPÁTICOS. La cirrosis biliar primaria supone la destrucción de los conductos biliares intrahepáticos pequeños y la secreción de bilis. La cirrosis bibliar secundaria es producida por una obstrucción prolongada de los grandes conductos biliares intrahepáticos o extrahepáticos, por distintas causas.
Comunicación anormal entre cualquier órgano del tracto biliar o entre los órganos biliares y otros órganos.
Par de conductos excretores de los MESONEFROS del embrión, denominados también conductos de Wolff. En los vertebrados superiores los conductos mesonéfricos persisten en los machos, formando los VASOS DEFERENTES y se atrofian en las hembras.
Enfermedad inflamatoria crónica del TRACTO BILIAR. Se caracteriza por fibrosis y endurecimiento de los sistemas ductal biliar intrahepático y extrahepático, dando lugar a la constricción del conducto biliar, COLESTASIS, y una eventual CIRROSIS BILIAR.
Creación mediante cirugía de una abertura en el YEYUNO a través de la PARED ABDOMINAL, generalmente para realizar la hiperalimentación enteral.
Procesos patológicos del HÍGADO.
Aumento anormal de la resistencia al flujo sanguíneo dentro del SISTEMA PORTA hepático, frecuentemente observado en la CIRROSIS HEPÁTICA y en situaciones con obstrucción de la VENA PORTA.
Ramificación de la arteria celíaca que distribuye sangre hacia el estómago, el páncreas, el duodeno, el hígado, la vesícula biliar y en gran cantidad al epiplón.
Esfínter situado dentro de la papila duodenal de la ampolla hepatopancreática. A través de este esfínter pasan los conductos COLÉDOCO y pancreático principal.
Epímero del ácido quenodesoxicólico. Es un ácido biliar de mamífero encontrado primeramente en osos y, aparentemente, es un precursor o un producto del quenodesoxicolato. Su administración altera la composición de la bilis y puede disover cálculos biliares. Se usa como colagogo y colerético.
INFLAMACIÓN del PÁNCREAS. La pancreatitis se clasifica como aguda a menos que existan hallazgos de tomografía computarizada o de colangiopancreatografía endoscópica retrógrada de PANCREATITIS CRÓNICA (Adaptación del original: International Symposium on Acute Pancreatitis, Atlanta, 1992). Las dos formas mas comunes de pancreatitis aguda son la PANCREATITIS ALCOHÓLICA y la pancreatitis con cálculo biliar.
Par de conductos próximos a los CONDUCTOS MESONÉFRICOS en el embrión en desarrollo. En el embrión masculino degeneran al aparecer la HORMONA ANTIMÜLLERIANA testicular. En ausencia de hormona antimülleriana los conductos paramesonéfricos dan lugar al aparato reproductor femenino: las TROMPAS, el ÜTERO, el CUELLO UTERINO y la VAGINA.
Flujo biliar retrógrado. El reflujo de la bilis puede darse desde el duodeno al estomago (REFLUJO DUODENOGÁSTRICO), al esofago (REFLUJO GASTROESOFÁGICO) o al PÁNCREAS.
Un producto de la conjugación del ácido cólico con la taurina. Su sal de sodio es el ingrediente principal de la bilis de los animales carnívoros. Actúa como detergente para solubilizar las grasas para su absorción y él mismo es absorbido. Es utilizado como colagogo y colerético.
Agentes gastrointestinales que estimulan el flujo de bilis hacia el duodeno (colagogos) o que estimulan la producción de bilis por el hígado (coleréticos).
Una anastomosis quirúrgica en forma de Y de cualquier parte del sistema digestivo, el cual incluye el intestino delgado como el sitio eventual de drenaje..
Operación para la atresia biliar por anastomosis de los conductos biliares al interior del yeyuno o del duodeno.
Afección caracterizada por la formación de CALCULOS y concresiones en los órganos huecos o conductos del cuerpo. Aparecen con más frecuencia en la vesícula biliar, riñón y tracto urinario bajo.
Inflamación de la VESÍCULA BILIAR, generalmente causada por alteración del flujo de la BILIS, CÁLCULOS BILIARES en el TRACTO BILIAR, infecciones u otras enfermedades.
Sistema de vasos en el cual la sangre, después de atravesar un lecho capilar, se transporta a través de un segundo grupo de vasos capilares antes de regresar a la circulación sistémica. Este término se refiere especialmente al sistema portal hepático.
Iminoácidos son compuestos orgánicos que contienen un grupo funcional imina (-C=NH-) dentro de su estructura, formando parte de la cadena lateral de un aminoácido, como en la prolina y la hidroxiprolina.
Una herramienta para el estudio del daño hepático que causa de forma aguda éstasis biliar e hiperbilirrubinemia y crónicamente hiperplasia de conductos biliares y cirrosis biliar, con cambios en la función del hepatocito. Puede ocasionar daño de la piel y riñones.
Familia de ácidos biliares del ácido 3 alfa,7 alfa,12 alfa-trihidroxi-5 beta-colánico en el hombre, generalmente conjugados con glicina o taurina. Actúan como detergentes para solubilizar las grasas para la absorción intestinal. Son reabsorbidos por el intestino delgado, u se emplean como colagogos y coleréticos.
Acido biliar, generalmente conjugado con glicina o taurina. Actúa como detergente para solubilizar las grasas para la absorción intestinal y es reabsorbido por el intestino delgado. Se usa como colagogo, laxante colerético y para prevenir o disolver cálculos biliares.
Enfermedad hepática en la que hay destrucción, de magnitud variable, de la microcirculación normal, la anatomía vascular en general, y de la arquitectura hepática las que se alteran por elementos fibrosos que rodean a nódulos de parénquima regenerados o que se están regenerando.
Estudios en los cuales los datos pertenecen a hechos del pasado.
Examen de la circulación portal por el uso de películas de rayos x luego de la inyección de un material radiopaco.
Afección en la que una estructura anatómica que se dilata más allá de sus dimensiones normales.
Túbulos rectos que comienzan en la parte radiada de la corteza renal donde reciben las terminaciones curvadas de los túbulos contorneados distales. En la médula los túbulos colectores de cada pirámide convergen para unirse en un túbulo central (conducto de Bellini) el cual se abre en el ápice de la papila.
Evaluación que se hace para medir los resultados o consecuencias del manejo y procedimientos utilizados en la lucha contra la enfermedad con el fin de determinar la eficacia, efectividad, seguridad y viabilidad de estas intervenciones en casos individuales o en series.
Cualquier condición adversa en un paciente que se produce como resultado del tratamiento indicado por un médico, cirujano, u otro profesional de la salud, especialmente infecciones adquiridas por el paciente durante el curso del tratamiento.
Carcinoma primario maligno de las células hepáticas epiteliales. Varía desde un tumor bien diferenciado con CELULAS EPITELIALES, dificil de distinguir de HEPATOCITOS normales a una neoplasia pobremente diferenciada. Las células pueden ser uniformes o marcadamente pleomórficas o pueden formar CELULAS GIGANTES. Se han sugerido varios esquemas de clasificación.
Extirpación de la cabeza del páncreas y del asa que envuelve el duodeno a la cual está conectado.
Tomografía que utiliza transmisión de rayos x y un algoritmo de computador para reconstruir la imagen.
Procesos patológicos que afectan a los pacientes después de un procedimiento quirúrgico. Pueden o no estar relacionados a la enfermedad por la cual se realiza la cirugía y pueden o no ser el resultado directo de la cirugía.
Análisis de sangre que son usados para evaluar qué tan bien está funcionando el hígado de un paciente, así como para ayudar a diagnosticar enfermedades hepáticas.
Afección en la que una estructura anatómica se estrecha más allá de sus dimensiones normales.
Conducto tubular que transporta las LÁGRIMAS de la GLÁNDULA LAGRIMAL a la nariz.
El principal componente estructural del HIGADO. Son CELULAS EPITELIALES especializadas, organizadas en platos interconectados denominados lóbulos.
Localización histoquímica de sustancias inmunorreactivas mediante el uso de anticuerpos marcados como reactivos.
La porción más corta y ancha del INTESTINO DELGADO, adyacente al PÍLORO del ESTOMAGO. Es llamado así por tener una longitud aproximadamente igual a la amplitud de 12 dedos.
Procedimientos de la aplicación de ENDOSCOPIOS para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades. La endoscopia involucra pasar un instrumento óptico a través de una pequeña incisión en la piel, es decir, percutánea, o bien a través de un orificio natural y a lo largo de las vías naturales del cuerpo, tales como el tracto digestivo, y o a través de una incisión en la pared de una estructura tubular o de órganos, es decir, transluminal, examinar o realizar cirugía en las partes interiores del cuerpo.
Unión quirúrgica o canal entre conductos, tubos o vasos. Puede ser extremo con extremo, extremo con borde, borde con extremo o borde con borde.
Lesiones crónicas inducidas experimentalmente de las células del parénquima hepático para establecer un modelo de CIRROSIS HEPÁTICA.
Conductos emparejados en el macho humano a través de la cual el semen es eyaculado dentro de la uretra.
Órgano nodular en el ABDOMEN que contiene una mezcla de GLÁNDULAS ENDOCRINAS y GLÁNDULAS EXOCRINAS.La pequeña parte endocrina está constituida por los ISLOTES DE LANGERHANS,secretoras de distintas hormonas en la corriente sanguínea. La amplia parte exocrina (PÁNCREAS EXOCRINO) es una glándula acinar compleja que segrega distintas enzimas digestivas en el sistema ductal pancreático que desemboca en el DUODENO.
Destrucción de un cálculo renal, del uréter, vejiga o vesícula por fuerzas físicas, entre las que se incluyen la destrucción con un litotritor a través de un catéter. Puede usarse ultrasonido percutáneo focalizado y choque hidráulico focalizado sin cirugía. La litotripsia no incluye la disolución de cálculos por ácidos o litolisis. Para litotripsia con láser utilice LITOTRIPSIA POR LÁSER.
Acido biliar primario importante producido en el hígado y generalmente conjugado con glicina o taurina. Facilita la absorción de grasas y la excreción de colesterol.
Acido biliar formado por la acción bacteriana sobre el colato. Generalmente se conjuga con glicina o taurina. El ácido desoxicólico actúa como detergente para solubilizar grasas para la absorción intestinal. Él mismo es reabsorbido. Se emplea como colerético y detergente.
Ultrasonografía de los órganos internos utilizando un transductor de ultrasonido que en ocasiones está montado en un endoscopio de fibra óptica. En la endosonografía el transductor convierte las señales electrónicas en pulsos acústicos o en ondas continuas y actúa también como receptor para detectar los pulsos reflejados desde el interior de los órganos. Una interface audiovisual-electrónica convierte las señales de eco detectadas o procesadas, que pasa a través de la electrónica del instrumento, en una forma que el tecnólogo puede evaluar. El procedimiento no puede confundirse con la ENDOSCOPÍA la cual emplea un instrumento especial llamado endoscopio. El prefijo "endo-" de endosonografía se refiere al examen del tejido dentro de órganos huecos, con referencia al procedimiento de ultrasonografía usual que se realiza externamente o por vía transcutánea.
Examen endoscópico, terapéutico o quirúrgico del tracto digestivo.
Complicaciones que afectan a los pacientes durante la cirugía. Pueden o no estar asociadas a la enfermedad por la cual la cirugía es realizada o dentro del mismo procedimiento quirúrgico.
Cirugía del esfínter de músculo liso de la ampolla hepatopancreática para aliviar conductos biliares o pancreáticos bloqueados.
Acido biliar formado del quenodesoxicolato por la acción bacteriana, generalmente conjugado con glicina y taurina. Actúa como detergente para solubilizar grasas para la absorción y él mismo es absorbido. Se usa como colagogo y colerético.
Procesos patológicos del PÁNCREAS.
Principal esterol de todos los animales superiores, distribuído en los tejidos del cuerpo, especialmente en el cerebro y en la médula espinal, y en las grasas y aceites animales.
Derivación venosa quirúrgica entre la circulación portal y sistémica para lograr un efecto de descompresión en la circulación portal. Se realiza principalmente en el tratamiento de várices esofágicas sangrantes provocadas por hipertensión portal. Entre los distintos tipos de derivaciones se encuentran la portacava, la esplenorrenal, la mesocava, la gástrica izquierda-cava (coronaria-cava), la portarrenal, la umbilicorrenal y la umbilicocava.
Un radiofármaco utilizado extensivamente en colecintilografía para la evaluación de enfermedades hepatobiliares.
Uso o inserción de un dispositivo tubular en un conducto, vaso sanguíneo, órgano hueco, o cavidad corporal para inyectar o extraer líquidos para fines diagnóstico o terapéutico. Difiere de la INTUBACIÓN en que el tubo se usa aquí para restaurar o mantener la viabilidad en las obstrucciones.
Neoplasia histológicamente benigna derivada de epitelio glandular en la que se forman acumulaciones quísticas de secreciones retenidas; en algunos casos, partes considerables de la neoplasia e incluso toda la masa pueden ser quísticas. (Stedman, 25a ed)
Decoloración amarilla de la PIEL, MEMBRANA MUCOSA y ESCLERA en el RECIEN NACIDO. Es un signo de HIPERBILIRRUBINEMIA NEONATAL. La mayoría de los casos son autolimitantes y transitorios (ICTERICIA NEONATAL) produciendose en la primera semana de vida, pero algunas pueden ser un signo de alteraciones patológicas, sobre todo de HEPATOPATIAS.
Circulación de la SANGRE a través del HIGADO.
Examen endoscópico, terapéutico o quirúrgico de la superficie luminal del duodeno.
Instrumentos utilizados para el examen visual de las estructuras internas del cuerpo. Existen endoscopios rígidos y flexibles de fibra óptica para distintos tipos de visualizazión en ENDOSCOPIA.
INFLAMACIÓN del HIGADO.
Una sal biliar formada en el hígado por la conjugación del desoxicolato con la taurina y utilizado como su sal de sodio. Es utilizado como colagogo y colerético e industrialmente como emulsificador de las grasas.
Una sal biliar formada en el hígado por la conjugación del quenodesoxicolato con la taurina y utilizado como su sal de sodio. Actúa como detergente para solubilizar grasas en el intestino delgado y es absorbido él mismo. Es utilizado también como colagogo y colerético.
Enfermedades de la VESÍCULA BILIAR. Generalmente por alteraciones del flujo de la BILIS, CÁLCULOS BILIARES en la VÍA BILIAR, infecciones, neoplasias y otros procesos.
Queratina de tipo II que se encuentra en asociación con la QUERATINA 19 en los epitelios ductal y gastrointestinal.
Elementos de intervalos de tiempo limitados, que contribuyen a resultados o situaciones particulares.
El reciclaje a través del hígado por excreción en la bilis, la reabsorción de los intestinos (REABSORCIÓN INTESTINAL) en la circulación portal, que pasa atrás del hígado, y re-excreta en la bilis.
Tumores o cáncer del PÁNCREAS. Según los tipos de CÉLULAS DE LOS ISLOTES PANCREÁTICOS presentes en los tumores, pueden secretarse varias hormonas: GLUCAGÓN de las CÉLULAS SECRETORAS DE GLUCAGÓN, INSULINA de las CÉLULAS SECRETORAS DE INSULINA y SOMATOSTATINA de las CÉLULAS SECRETORAS DE SOMATOSTATINA. La mayoria son malignos, excepto los tumores productores de insulina (INSULINOMA).
Cepa de ratas albinas utilizadas ampliamente para fines experimentales debido a que son tranquilas y fáciles de manipular. Fue desarrollada por la Compañía Sprague-Dawley Animal.
Una o más capas de CÉLULAS EPITELIALES, sustentadas por la lámina basal, que cubren las superficies interiores y exteriores del cuerpo.
Procedimientos de atención a pacientes realizados durante la operación y que son auxiliares a la verdadera cirugía. Incluyen el monitoreo, el tratamiento con líquidos, medicación, transfusión, anestesia, radiografías, y pruebas de laboratorio.
Transferencia de una parte del hígado o del hígado entero de un humano o animal a otro.
Órgano del cuerpo que filtra la sangre para la secreción de ORINA y que regula las concentraciones de iones.
Concreción anormal que ocurre fundamentalmente en los tractos urinarios y biliar, compuestos usualmente de sales minerales. Se conocen también como piedras.
Porción media del INTESTINO DELGADO, entre el DUODENO y el ILEON. Representa alrededor de las 2/5 partes de la porción del intestino delgado que queda por debajo del DUODENO.
Subclase de TRANSPORTADORES DE ANIONES IRGÁNICOS cuyo transporte depende directa o indirectamente de un gradiente de iones de sodio.
Infección de las vías biliares causada por el trematodo hepático CLONORCHIS SINENSIS que puede originar inflamación del árbol biliar, proliferación del epitelio biliar y fibrosis portal progresiva y a veces carcinoma de vías biliares; la del parénquima hepático puede dar lugar a alteraciones grasas y cirrosis. (Dorland, 28a ed)
Fragmentación de CÁLCULOS, sobre todo renales o biliares, mediante LÁSER.
Dilatación quística congénita de los conductos biliares intrahepáticos. Hay dos tipos diferentes: simple, con dilatación del conducto biliar o ectasia sola, y compleja, con extensa fibrosis hepática asociada e hipertensión portal. Con ambos tipos se asocia ectasia tubular renal benigna.
Estudios en los que individuos o poblaciones son seguidos para evaluar el resultado de exposiciones, procedimientos, o los efectos de una característica, por ejemplo, la aparición de una enfermedad.
Primeras alfa globulinas en aparecer en el suero de mamíferos durante el DESARROLLO FETAL y las proteínas séricas dominantes en el comienzo de la vida embrionaria.
Conducto estrecho que une el SACO VITELINO con el intestino medio del EMBRIÓN; la persistencia de todo o una parte de él durante la vida extrauterina produce anomalias,de las que la más común es el DIVERTICULO DE MECKEL.
Conjugado de la glicina del ACIDO CÓLICO. Actúa como detergente para solubilizar grasas para la absorción. siendo él mismo absorbido.
Tumor epitelial maligno con organización glandular.
Adenocarcinoma que contiene procesos digitiformes de tejido conectivo vascular cubierto por un epitelio neoplásico, que se proyecta dentro de los quistes o de la cavidades de glándulas o folículos; aparece más frecuentemente en el ovario y en el tiroides. (Stedman, 25a ed)
Neoplasia maligna derivada de epitelio glandular con formación de acumulaciones quísticas de secreciones retenidas; las células neoplásicas manifiestan grados variables de anaplasia e invasividad, y hay extensión local y metástasis; los cistoadenocarcinomas son frecuentes en los ovarios, donde se reconocen tipos seudomucinosos y serosos. (Stedman, 25a ed)
Cualquier cavidad o saco cerrado lleno de líquido, revestido por EPITELIO. Pueden ser normales o anormales, con tejidos no tumorales o tumorales.
Ejecución de una abertura en la vesícula biliar, bien sea para drenaje o para comunicación quirúrgica con otra parte del tracto digestivo, generalmente el duodeno o el yeyuno.
Individuos genéticamente idénticos desarrollados a partir del pareamiento, realizado por veinte o más generaciones, de hermanos y hermanas, o por el pareamiento con ciertas restricciones de padres e hijos. Estos incluyen también animales con una larga historia de procreación en una colonia cerrada.
Secuencias de ARN que funcionan como molde para la síntesis de proteínas. Los ARNm bacterianos generalmente son transcriptos primarios ya que no requieren de procesamiento post-transcripcional. Los ARNm eucarioticos se sintetizan en el núcleo y deben exportarse hacia el citoplasma para la traducción. La mayoría de los ARNm de eucariotes tienen una secuencia de ácido poliadenílico en el extremo 3', conocida como el extremo poli(A). La función de este extremo no se conoce con exactitud, pero puede jugar un papel en la exportación del ARNm maduro desdel el núcleo así como ayuda a estabilizar algunas moléculas de ARNm al retardar su degradación en el citoplasma.
Interferencia con la secreción de lágrimas por las glándulas lagrimales. La obstrucción del saco lagrimal o CONDUCTO NASOLAGRIMAL ocasiona inflamación aguda o crónica del saco lagrimal (DACRIOCISTITIS). También se produce en niños por un defecto en la apertura del conducto nasolagrimal en el meato inferior y ocurre alrededor de la tercera semana de vida. En adultos la oclusión puede presentarse espontáneamente o luego de una lesión o enfermedad nasal. (Traducción libre del original: Newell, Ophthalmology: Principles and Concepts, 7th ed, p250)
Radiografía de la vesícula biliar luego de la ingestión de medio de contraste.
Enfermedades animales que se producen de manera natural o son inducidas experimentalmente, con procesos patológicos bastante similares a los de las enfermedades humanas. Se utilizan como modelos para el estudio de las enfermedades humanas.
Parte del laberinto membranoso que atraviesa el acueducto vestibular óseo y emerge a través del hueso de la fosa craneal posterior (FOSA CRANEAL POSTERIOR), donde se expande en un saco ciego denominado saco endolinfático.
Sección del canal alimentario que va desde el ESTÓMAGO hasta el CANAL ANAL. Incluye al INTESTINO GRUESO y el INSTESTINO DELGADO.
Enzima que cataliza la conversión de un monoéster ortofosfórico y agua en un alcohol y ortofosfato. EC 3.1.3.1.
Família de enzimas que aceptan una amplia gama de substratos, incluídos fenoles, alcoholes, aminas y ácidos grasos. Funcionan como enzimas metabolizadoras de drogas, que catalizan la conjugación de ácido UDP-glucurónico a una variedad de compuestos endógenos y exógenos. EC 2.4.1.17.
Vasos sanguíneos dilatados en el ESÓFAGO o el FUNDUS GÁSTRICO que desvia sangre desde la circulación portal (SISTEMA PORTA)a la circulación venosa sistémica. Se ha observado a menudo en individuos con HIPERTENSIÓN PORTAL.
Vena formada por la unión (en el hilio del bazo) de varias venas pequeñas provenientes del estómago, páncreas, bazo y mesenterio.
Acumulación de una droga o sustancia química en varios órganos (incluyendo áquellos que no son relevantes para su acción farmacológica o terapeútica). Esta distribución depende de la tasa del flujo sanguíneo o o de perfusión del órgano, la capacidad de la droga para penetrar membranas, la especificidad tisular, la unión con proteínas. La distribución está generalmente expresada en tasas de tejido a plasma.
F344, o Ratas Consanguíneas Hanford, son una cepa inbred de rata albina derivada originalmente de la colonia Wistar que se utiliza comúnmente en estudios de investigación biomédica.
Toma de muestra y examen patológico de las mismas en forma de pequeños fragmentos de tejido del cuerpo vivo.
Enzima que cataliza la conversión de L-alanina y 2-oxoglutarato en piruvato y L-glutamato. EC 2.6.1.2.
Células que recubren las superficies interna y externa del cuerpo, formando masas o capas celulares (EPITELIO). Las células epiteliales que revisten la PIEL, BOCA, NARIZ y el CANAL ANAL derivan del ectodermo; las que revisten el SISTEMA RESPIRATORIO y el SISTEMA DIGESTIVO derivan del endodermo; las otras (SISTEMA CARDIOVASCULAR y SISTEMA LINFÁTICO) del mesodermo. Las células epiteliales se pueden clasificar principalmente por la forma y función de las células en células epiteliales escamosas, glandulares y de transición.
Desorden orgánico o funcional de la motilidad que incluye el ESFÍNTER DE ODDI asociado a CÓLICO biliar. Los cambios patológicos se consideran a menudo posible en el esfínter del CONDUCTO BILIAR COMÚN, y menos comúnmente en el esfínter del CONDUCTO PANCREÁTICO.
Inflamación aguda de la pared de la VESICULA BILIAR. Se caracteriza por la presencia de DOLOR ABDOMINAL; FIEBRE; y LEUCOCITOSIS. La obstrucción de los cálculos biliares del CONDUCTO QUISTICO está presente en aproximadamente el 90 por ciento de los casos.
El acto de dilatar.
Predicción de las probables consecuencias de una enfermedad que se basa en las condiciones individuales y en el curso usual de la enfermedad que ha sido visto previamente en situaciones similares.
Cepa de ratas albinas desrrolladas en el Instituto Wistar que se ha extendido a otras instituciones. Esto ha diluido mucho a la cepa original.
La proporción de superviventes en un grupo por ejemplo de pacientes estudiados y seguidos en un dado periodo. La proporción de personas en un grupo específico de vivos al inicio de un intervalo de tiempo y que sobreviven al final del intervalo. É frecuentemente estudiado usando métodos de tablas de vida.
Visualización de las estructuras profundas del cuerpo mediante el registro de los reflejos o ecos de impulsos ultrasónicos dirigidos hacia los tejidos. El uso del ultrasonido para imágenes o diagnóstico emplea frecuencias que van desde 1,6 hasta 10 megahercios.
Enzima citocromo P450 unida a membrana que cataliza la hidroxilación 7-alfa del COLESTEROL en presencia de oxigeno molecular y NADPH-FERRIHEMOPROTEÍNA REDUCTASA. Esta enzima, codificada por el CYP7, convierte el colesterol en 7-alfa-hidroxicolesterol que es el primer y limitante paso en la síntesis de los ácidos biliares(ÁCIDOS Y SALES BILIARES).
Un radionucleótico emisor de radiación gamma utilizado en el diagnóstico de enfermedades de muchos tejidos, particularmente en la circulación cardiovascular y cerebral.
Enfermedades en la región del DUODENO del INTESTINO DELGADO.
Una serie de pasos ejecutados con el fin de llevar a cabo una investigación.
Tumores o cánceres del SISTEMA DIGESTIVO.
Reparación o renovación del tejido hepático.
Cuidados que se dan durante el período previo a sufrir una cirugía cuando se realiza la preparación psicológica y física de acuerdo a las necesidades especiales de un paciente individual. Este período comprende el tiempo entre al admisión al hospital y el tiempo en que comienza la operación quirúrgica.
Microsomas aislados de los hepatocitos.
Afección caracterizada por la presencia de cantidades anormales de CRIOGLOBULINAS en sangre. Expuestas al frio, estas proteínas anómalas precipitan en los capilares provocando una reducción del aporte sanguineo en las áreas expuestas.
Estudios proyectados para la observación de hechos que todavia no ocurrieron.
Dispositivos que proveen soporte a las estructuras tubulares que están siendo anastomosadas o para las cavidades corporales durante el trasplante de piel.
Una enzima citocromo P450 dependiente de NAPH que cataliza la oxidación de la cadena lateral de los compuestos intermedios de esterol, tales como los de la 27-hidroxilación de 5-beta-colestano-3-alfa,7-alfa,12-alfa-triol.
Operación que se repite por una misma afección en un mismo paciente. Incluye la reoperación para reexámen, reoperación por progresión o recurrencia de la enfermedad, o la reoperación que tiene lugar por una falla operatoria.
El perro doméstico, Canis familiaris, comprende alrededor de 400 razas, de la familia carnívora CANIDAE. Están distribuidos por todo el mundo y viven en asociación con las personas (Adaptación del original: Walker's Mammals of the World, 5th ed, p1065).
Presencia o formación de CALCULOS BILIARES en la VESICULA BILIAR.
Infección del hígada producida por gusanos parásitos del género FASCIOLA, como la FASCIOLA HEPATICA.
Enzima, a veces llamada GGT, con un papel clave en la síntesis y degradación del GLUTATION (GSH, un tripéptido que protege las células de muchas toxinas). La gamma-glutamiltransferasa cataliza la transferencia del residuo gamma-glutamil hacia un aminoácido aceptor.
Venas que regresan la sangre proveniente de los intestinos; la vena meséntrica inferior drena directamente en la vena esplénica y la vena meséntrica superior se une a la vena esplénica para formar la vena portal.
Tratamiento para aliviar los síntomas sin curar la enfermedad. (Stedman, 25a ed)
Hormona peptídica de 27 aminoácidos de la mucosa duodenal, que activa la secreción pancreática y disminuye los niveles sanguíneos de azúcar (Adaptación del original: USAN and the USP Dictionary of Drug Names, 1994, p597).
Género de tremátodos hepáticos de la familia Opisthorchidae. Constituido por las siguientes especies: O. felineus, O. noverca (Amphimerus noverca), y O. viverrini. Los hospederos intermediarios son los caracoles, peces y ANFIBIOS.
Infección por tremátodos del género Opisthorchis.
Especie de tremátodos de la familia Opisthorchidae. Muchas autoridades consideran que este género pertenece a Opisthorchis. Es común en China y en otros países asiáticos. Los caracoles y los peces son sus hospederos intermediarios.
INFLAMACIÓN del PÁNCREAS que se caracteriza por DOLOR ABDOMINAL recurrente o persistente, con o sin ESTEATORREA o DIABETES MELLITUS. Consiste en la destrucción irregular del parénquima pancreático, de forma focal, segmentaria o difusa.
Resinas de intercambio aniónico muy básicas cuyo constituyente principal es el poliestireno trimetilbencilamonio anión Cl(-).
Administración de agentes antineoplásicos junto con un vehículo embolizante. Esto permite la liberación lenta del agente así como la obstrucción del suministro de sangre a la neoplasia.
Ratones silvestres cruzados endogámicamente para obtener cientos de cepas en las que los hermanos son genéticamente idénticos y consanguíneos, que tienen una línea isogénica C57BL.
Procedimiento en el que un laparoscopio (LAPAROSCOPIOS) es insertado mediante una pequeña incisión cerca del ombligo para examinar los órganos abdominales y pélvicos de la CAVIDAD PERITONEAL. Si está indicado, puede llevarse a cabo una biopsia o cirugia durante la laparoscopia.
Tumores o cánceres del DUODENO.
Enzima de la clase de las transferasas que cataliza la conversión de L-aspartato y 2-cetoglutarato en oxaloacetato y L-glutamato. EC 2.6.1.1.
Tubo espiral firmemente suspendido en la parte ósea en forma de concha de la cóclea. Este conducto rrelleno de ENDOLINFA comienza en el vestíbulo y realiza 2,5 vueltas alrededor de un centro de hueso esponjoso (el modiolo) dividiendo así el canal espiral óseo relleno de PERILINFA en dos canales, la RAMPA VESTIBULAR y la RAMPA TIMPÁNICA.
Muerte resultante de la presencia de una enfermedad en un individuo, tal y aparece en un reporte de un solo caso o un número limitado de pacientes. Debe diferenciarse de MUERTE, el cese fisiológico de la vida y de MORTALIDAD, un concepto epidemiológico o estadístico.
Medidas binarias de clasificación para evaluar los resultados de la prueba.Sensibilidad o su índice de repeteción es la proporción de verdaderos positivos. Especificidad es la probabilidad de determinar correctamente la ausencia de una condición. (Del último, Diccionario de Epidemiología, 2d ed)
Neoplasia benigna del músculo (usualmente el músculo liso) con elementos glandulares; ocurre más frecuentemente en el útero y en los ligamentos uterinos. (Stedman, 25a ed)
Género de la familia Muridae que tiene tres especies. Las cepas actualmente domesticadas se desarrollaron de individuos procedentes de Siria. Se utilizan ampliamene en la investigación biomédica.

Los conductos biliares son tubos que conectan la vesícula biliar y el hígado con el intestino delgado. Su función principal es transportar la bilis, una sustancia producida por el hígado que ayuda a descomponer las grasas en los alimentos que se consumen.

Hay dos tipos principales de conductos biliares:

1. El conducto biliar común: Es el conducto más grande y transporta la bilis desde la vesícula biliar y el conducto colédoco hasta el intestino delgado.
2. El conducto colédoco: Es un conducto más pequeño que se une al conducto biliar común y transporta la bilis desde el hígado hasta el conducto biliar común.

La bilis contiene sales biliares, colesterol, fosfolipidos, pigmentos biliares y otras sustancias. Cuando la bilis llega al intestino delgado, las sales biliares ayudan a descomponer las grasas en pequeñas gotitas que pueden ser absorbidas fácilmente por el cuerpo. Los pigmentos biliares dan a las heces su color característico marrón.

Si los conductos biliares se bloquean o se dañan, puede causar problemas de salud como colecistitis (inflamación de la vesícula biliar), coledocolitiasis (piedras en el conducto colédoco), pancreatitis (inflamación del páncreas) o ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos).

Los conductos biliares extrahepáticos son parte del sistema biliar, que se encarga de transportar la bilis desde el hígado y la vesícula biliar hacia el intestino delgado. Estos conductos están situados fuera del hígado (de ahí su nombre "extrahepáticos") y desempeñan un papel crucial en la digestión de las grasas.

Existen dos conductos biliares extrahepáticos principales:

1. El conducto colédoco: Es el conducto más grande y transporta la bilis desde el hígado y la vesícula biliar hacia el duodeno, que es la primera parte del intestino delgado.
2. El conducto cístico: Es un conducto más pequeño que se conecta a la vesícula biliar, almacenando y concentrando la bilis antes de ser liberada hacia el conducto colédoco durante la digestión.

Ambos conductos se unen para formar el conducto hepatopancreático común, que desemboca en el duodeno a través del esfínter de Oddi, una válvula muscular que regula el flujo de bilis y jugos pancreáticos hacia el intestino delgado.

La disfunción o enfermedad de los conductos biliares extrahepáticos puede causar diversos problemas de salud, como ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), dolor abdominal, náuseas, vómitos e incluso infecciones. Algunas condiciones que pueden afectar a estos conductos incluyen colelitiasis (piedras en la vesícula biliar), colangitis (inflamación de los conductos biliares), cáncer de vesícula biliar o cáncer de conducto biliar.

El conducto colédoco es un término médico que se refiere al tubo que transporta la bilis desde el hígado y la vesícula biliar hacia el intestino delgado. La bilis es una sustancia producida por el hígado que ayuda a descomponer las grasas en los alimentos que se ingieren.

El conducto colédoco se forma por la unión de dos conductos más pequeños: el conducto hepático común, que drena la bilis producida por el hígado, y el conducto cístico, que drena la bilis almacenada en la vesícula biliar. Después de la unión, el conducto colédoco se une con el conducto pancreático, que drena las enzimas digestivas producidas por el páncreas, antes de desembocar en el duodeno, la primera parte del intestino delgado.

La anormalidad o enfermedad del conducto colédoco puede causar problemas de salud graves, como ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), dolor abdominal, náuseas y vómitos. Algunas de las afecciones que pueden afectar al conducto colédoco incluyen cálculos biliares, inflamación del páncreas (pancreatitis), infección y cáncer.

La bilis es una sustancia digestiva de color amarillo-verdoso, verde o marrón que produce el hígado y almacena en la vesícula biliar. Ayuda a descomponer las grasas y eliminar los desechos del cuerpo durante la digestión. La bilis consiste en agua, sales, fosfolipidos, colesterol y pigmentos biliares (bilirrubina y biliverdina). Cuando se libera de la vesícula biliar en el intestino delgado, la bilis descompone los lípidos en pequeñas gotitas, lo que facilita su absorción. La bilirrubina es un pigmento amarillo-marrón formado a partir de la hemoglobina descompuesta y se elimina del cuerpo a través de las heces después de ser procesada por el hígado.

Las neoplasias de los conductos biliares se refieren a un crecimiento anormal y descontrolado de células en los conductos biliares, que son tubos delgados que conectan el hígado y la vesícula biliar con el intestino delgado. Estos conductos permiten que la bilis, un líquido digestivo producido por el hígado, fluya hacia el intestino delgado para ayudar en la digestión de las grasas.

Existen dos tipos principales de neoplasias de los conductos biliares: tumores benignos y malignos (cáncer). Los tumores benignos, como los adenomas y los papilomas, suelen ser menos comunes y generalmente no representan un riesgo inmediato para la vida. Sin embargo, pueden causar problemas si crecen lo suficiente como para bloquear el flujo de bilis o causar hemorragias internas.

Por otro lado, los tumores malignos o cánceres de los conductos biliares son más graves y potencialmente letales. Estos se dividen en dos categorías: carcinoma intrahepático de los conductos biliares (CIHCB) y colangiocarcinoma extrahepático (CEC). El CIHCB se origina en los conductos biliares dentro del hígado, mientras que el CEC se desarrolla en los conductos biliares fuera del hígado.

El cáncer de los conductos biliares puede ser difícil de diagnosticar y tratar debido a su localización y a la falta de síntomas específicos en las etapas iniciales. El tratamiento dependerá del tipo y del estadio del cáncer, pero puede incluir cirugía, quimioterapia y radioterapia.

La colestasis extrahepática es una afección médica en la que se produce una interrupción o reducción del flujo de bilis desde el hígado hasta el intestino delgado. La bilis es un líquido producido por el hígado que ayuda a descomponer las grasas en los alimentos y eliminar los desechos del cuerpo. Cuando la bilis no puede fluir correctamente desde el hígado, se acumula en el hígado, lo que puede causar daño hepático y una serie de síntomas.

La colestasis extrahepática puede ser causada por varias afecciones diferentes, incluyendo enfermedades del conducto biliar (como la estenosis o la obstrucción), tumores, quistes o inflamación de los tejidos circundantes. También puede ser un efecto secundario de ciertos medicamentos o procedimientos médicos.

Los síntomas de la colestasis extrahepática pueden incluir ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), orina oscura, heces claras o de color arcilla, prurito (picazón intensa en la piel), dolor abdominal, náuseas y vómitos. El tratamiento de la colestasis extrahepática depende de la causa subyacente y puede incluir medicamentos para aliviar los síntomas, procedimientos quirúrgicos para eliminar las obstrucciones o enfermedades del conducto biliar, o terapia de reemplazo hepático en casos graves.

Las enfermedades de los conductos biliares se refieren a un grupo de trastornos que afectan el sistema biliar, que es responsable del transporte y almacenamiento de la bilis, una sustancia digestiva producida por el hígado. La bilis ayuda a descomponer las grasas en los alimentos para que puedan ser absorbidos más fácilmente por el cuerpo.

Las enfermedades de los conductos biliares pueden incluir:

1. Colelitiasis: La formación de cálculos o piedras en la vesícula biliar, un órgano pequeño en forma de pera que almacena la bilis.
2. Coledocolitiasis: La presencia de cálculos en el conducto colédoco, el conducto que conecta la vesícula biliar y el hígado con el intestino delgado.
3. Colangitis: La inflamación del conducto colédoco, a menudo causada por una infección.
4. Quiste de los conductos biliares: Un saco lleno de líquido que se forma en los conductos biliares.
5. Estenosis de los conductos biliares: El estrechamiento anormal de los conductos biliares, lo que puede obstruir el flujo de bilis.
6. Cáncer de los conductos biliares: Un crecimiento canceroso en los conductos biliares.

Estas enfermedades pueden causar síntomas como dolor abdominal, náuseas, vómitos, ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), fiebre y pérdida de apetito. El tratamiento depende del tipo y la gravedad de la enfermedad y puede incluir medicamentos, procedimientos endoscópicos, cirugía o quimioterapia.

Los ácidos biliares y las sales biliares son componentes importantes de la bilis, una sustancia digestiva producida por el hígado y almacenada en la vesícula biliar. La bilis se libera en el intestino delgado durante la digestión para ayudar a descomponer las grasas en pequeñas gotitas que puedan ser absorbidas por el cuerpo.

Los ácidos biliares son derivados del colesterol y se producen en el hígado. Se almacenan en la vesícula biliar como sales biliares, que son formas iónicas de los ácidos biliares que se han combinado con sodio, potasio o calcio. Cuando se libera la bilis en el intestino delgado, las sales biliares se convierten de nuevo en ácidos biliares para desempeñar su función digestiva.

Los ácidos biliares ayudan a descomponer las grasas al actuar como emulsionantes, es decir, reducen la tensión superficial entre el agua y las gotitas de grasa, lo que permite que las enzimas lipásicas accedan más fácilmente a las moléculas de grasa y las descompongan en ácidos grasos más pequeños y glicerol.

Después de la digestión, la mayoría de los ácidos biliares se reabsorben en el intestino delgado y vuelven al hígado a través del torrente sanguíneo para su reciclaje. Este proceso se conoce como circulación enterohepática de los ácidos biliares. Algunos ácidos biliares, sin embargo, pueden perderse en las heces y ser reemplazados por la producción de nuevos ácidos biliares en el hígado.

Las sales biliares desempeñan un papel importante en la absorción de las vitaminas liposolubles A, D, E y K, así como en la eliminación de colesterol y otras sustancias no deseadas del cuerpo a través de las heces.

Los trastornos del sistema digestivo, como la enfermedad inflamatoria intestinal, la cirrosis hepática o la enfermedad celíaca, pueden alterar la composición y el equilibrio de los ácidos biliares y las sales biliares, lo que puede dar lugar a síntomas como diarrea, dolor abdominal, flatulencia y malabsorción de nutrientes.

Los conductos biliares intrahepáticos son pequeños tubos dentro del hígado que recolectan la bilis, un líquido producido por el hígado que ayuda a descomponer las grasas en los alimentos. Estos conductos se unen para formar los conductos hepáticos derecho e izquierdo más grandes, los cuales luego se combinan para formar el conducto biliar común. La bilis fluye entonces a través del conducto biliar común y el duodeno (la primera parte del intestino delgado) donde ayuda en la digestión de las grasas. Los problemas con los conductos biliares intrahepáticos pueden causar ictericia, dolor abdominal y otros síntomas relacionados con la enfermedad del hígado o vías biliares.

La colestasis es una afección médica en la que se produce una disminución o interrupción del flujo de bilis desde la vesícula biliar y el hígado al intestino delgado. La bilis es un líquido producido por el hígado que ayuda a descomponer las grasas en los alimentos que consumimos. Contiene ácidos biliares, colesterol, pigmentos y otras sustancias.

Cuando la salida de bilis se ve obstruida o disminuida, los ácidos biliares pueden acumularse en el hígado, dañándolo e incluso provocando su fallo hepático si no se trata a tiempo. La colestasis también puede causar picazón intensa en la piel (prurito) y un aumento de los niveles de bilirrubina en la sangre, lo que hace que la piel y el blanco de los ojos adquieran un tono amarillento (ictericia).

La colestasis puede ser causada por diversos factores, como enfermedades hepáticas, infecciones, medicamentos, cálculos biliares u otros trastornos que afecten al flujo de bilis. Existen dos tipos principales de colestasis: la colestasis intrahépatica y la colestasis extrahépatica.

La colestasis intrahépatica se produce cuando el problema está dentro del hígado, mientras que la colestasis extrahépatica se debe a una obstrucción fuera del hígado, como un tumor o cálculos biliares. El tratamiento de la colestasis dependerá de la causa subyacente y puede incluir medicamentos, cambios en el estilo de vida o cirugía en casos graves.

El conducto colédoco es el tubo que transporta la bilis desde la vesícula biliar y el hígado hasta el intestino delgado. Las enfermedades del conducto colédoco pueden causar obstrucción o inflamación, lo que puede dar lugar a diversos síntomas y complicaciones.

Algunas de las enfermedades más comunes del conducto colédoco incluyen:

1. Colelitiasis: La formación de cálculos biliares en el conducto colédoco puede causar obstrucción y dolor abdominal intenso, náuseas y vómitos.
2. Colangitis: La inflamación del conducto colédoco puede ser causada por una infección bacteriana, que a su vez puede ser el resultado de una obstrucción del conducto. Los síntomas pueden incluir fiebre, escalofríos, dolor abdominal y coloración oscura de la orina y las heces.
3. Coledocolitiasis: La presencia de cálculos en el conducto colédoco puede causar inflamación e infección del mismo. Los síntomas pueden ser similares a los de la colelitiasis y la colangitis.
4. Cáncer del conducto colédoco: El cáncer del conducto colédoco es una enfermedad rara, pero potencialmente grave. Los síntomas pueden incluir ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), dolor abdominal, pérdida de apetito y peso inexplicable.
5. Quiste del conducto colédoco: Un quiste del conducto colédoco es una bolsa llena de líquido que se forma en el conducto. Los síntomas pueden incluir dolor abdominal, ictericia y náuseas.

El tratamiento de las enfermedades del conducto colédoco depende de la causa subyacente. En algunos casos, puede ser necesaria una cirugía para extirpar el conducto o parte de él. En otros casos, se pueden utilizar medicamentos o procedimientos menos invasivos para aliviar los síntomas y tratar la enfermedad.

El conducto hepático común es una estructura anatómica en el sistema digestivo. Es un tubo que drena la bilis desde el hígado y la vesícula biliar hacia el intestino delgado. La bilis es un líquido producido por el hígado que ayuda a descomponer las grasas en los alimentos para que puedan ser absorbidos más fácilmente.

El conducto hepático común se forma cuando el conducto hepático derecho, que drena la bilis del lóbulo derecho del hígado y la vesícula biliar, se une con el conducto hepático izquierdo, que drena la bilis del lóbulo izquierdo del hígado. Después de la unión, el conducto hepático común continúa hacia abajo y se une al conducto cístico (que drena la vesícula biliar) para formar el conducto colédoco, que desemboca en el duodeno, la primera parte del intestino delgado.

Es importante mantener la permeabilidad y funcionalidad adecuadas del conducto hepático común, ya que cualquier obstrucción puede llevar a una acumulación de bilis en el hígado, lo que puede causar ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), dolor abdominal, náuseas y vómitos. Las causas comunes de obstrucción del conducto hepático común incluyen cálculos biliares, tumores o inflamación de los tejidos circundantes.

Un adenoma de los conductos biliares es un tipo raro de tumor benigno (no canceroso) que se desarrolla en los conductos biliares, que son pequeños tubos que conectan el hígado y la vesícula biliar y permiten que la bilis fluya desde el hígado hasta el intestino delgado. Este tipo de tumor está compuesto por células glandulares anormales que se multiplican de manera descontrolada y forman un crecimiento anormal en los conductos biliares.

Aunque la mayoría de los adenomas de los conductos biliares no causan síntomas, algunos pueden crecer lo suficiente como para bloquear el flujo de bilis, lo que puede provocar ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), dolor abdominal, náuseas y vómitos. En casos raros, un adenoma de conducto biliar puede convertirse en canceroso si no se trata.

El diagnóstico de un adenoma de conducto biliar generalmente se realiza mediante una combinación de estudios de imágenes, como ecografías, tomografías computarizadas o resonancias magnéticas, y pruebas de función hepática. El tratamiento suele consistir en la extirpación quirúrgica del tumor y los conductos biliares afectados.

Los cálculos biliares, también conocidos como piedras en la vesícula o colelitiasis, son pequeñas masas sólidas que se forman en la vesícula biliar a partir de sales y colesterol. La vesícula biliar es un órgano pequeño situado debajo del hígado que almacena y libera bilis, una sustancia líquida que ayuda a descomponer las grasas durante la digestión.

Los cálculos biliares pueden variar en tamaño, desde pequeños granos de arena hasta bolas del tamaño de una pelota de golf. La mayoría de las personas con cálculos biliares no presentan síntomas y los descubren durante exámenes médicos rutinarios o por otros problemas de salud. Sin embargo, algunas personas pueden experimentar dolor intenso en el abdomen superior derecho o en la parte superior del abdomen, especialmente después de comer alimentos grasosos. El dolor puede durar desde unos minutos hasta varias horas y a veces se irradia hacia el hombro derecho.

Otros síntomas de cálculos biliares pueden incluir náuseas, vómitos, pérdida de apetito, fiebre y escalofríos. En casos graves, los cálculos biliares pueden causar complicaciones como inflamación de la vesícula biliar (colecistitis), infección, pancreatitis y obstrucción del conducto biliar.

El tratamiento de los cálculos biliares depende del tamaño y la ubicación de los cálculos, así como de la gravedad de los síntomas. En algunos casos, se pueden administrar medicamentos para disolver los cálculos pequeños y blandos. Sin embargo, la mayoría de las personas con cálculos biliares requieren cirugía para extirpar la vesícula biliar y los cálculos. La cirugía más común es la colecistectomía laparoscópica, que se realiza mediante pequeñas incisiones en el abdomen.

La colangiografía es una prueba de diagnóstico por imágenes que se utiliza para visualizar el sistema biliar, que incluye los conductos biliares dentro y fuera del hígado (los conductos hepáticos intrahepáticos y extrahepáticos). Existen diferentes tipos de colangiografía, pero en general, implican la inyección de un medio de contraste en los conductos biliares para que puedan ser vistos y evaluados en una radiografía o tomografía computarizada.

Esta prueba puede ayudar a diagnosticar diversas condiciones que afectan al sistema biliar, como cálculos biliares, inflamación, infección, tumores o anomalías congénitas. La colangiografía retrógrada endoscópica (ERCP, por sus siglas en inglés) es un tipo común de colangiografía que se realiza durante una endoscopia. Durante este procedimiento, el médico inserta un endoscopio a través de la boca y el estómago hasta llegar al conducto biliar común, donde inyecta el medio de contraste y toma imágenes del sistema biliar.

Las neoplasias del conducto colédoco se refieren a los crecimientos anormales y descontrolados de células en el conducto colédoco, que es el tubo que conecta la vesícula biliar y el hígado con el intestino delgado. Este tipo de neoplasias pueden ser benignas (no cancerosas) o malignas (cancerosas).

Las neoplasias benignas más comunes del conducto colédoco incluyen los adenomas, que son crecimientos no cancerosos de glándulas. Por otro lado, las neoplasias malignas del conducto colédoco se denominan colangiocarcinomas y representan alrededor del 10-20% de todos los cánceres primarios del tracto biliar. Estos tumores suelen ser agresivos y difíciles de tratar, ya que a menudo se diagnostican en etapas avanzadas.

Los síntomas de las neoplasias del conducto colédoco pueden incluir ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), dolor abdominal, náuseas, vómitos, pérdida de apetito y peso. El tratamiento depende del tipo y del estadio de la neoplasia, pero puede incluir cirugía, quimioterapia y radioterapia.

La pancreatocolangiografía retrógrada endoscópica (ERCP, por sus siglas en inglés) es un procedimiento médico combinado que incluye la endoscopia y la fluoroscopia. Se utiliza principalmente para diagnosticar y tratar condiciones relacionadas con el tracto biliar y pancreático.

Durante el procedimiento, se inserta un endoscopio flexible a través de la boca y se avanza hasta llegar al duodeno, que es la primera parte del intestino delgado. Luego, se introduce un catéter a través del endoscopio hasta alcanzar el conducto biliar o pancreático. A continuación, se inyecta un contraste de rayos X para permitir la visualización de estos conductos en la fluoroscopia.

La ERCP puede utilizarse para diagnosticar diversas afecciones, como cálculos biliares, inflamación del páncreas, tumores o estrechamiento de los conductos biliares o pancreáticos. Además, también se pueden realizar procedimientos terapéuticos durante la ERCP, como la extracción de cálculos biliares, el drenaje de líquidos infectados o la colocación de stents para mantener abiertos los conductos obstruidos.

Sin embargo, es importante señalar que la ERCP es un procedimiento invasivo y conlleva ciertos riesgos, como pancreatitis, infección, sangrado o perforación intestinal. Por lo tanto, generalmente se recomienda solo en situaciones en las que los beneficios potenciales del diagnóstico o el tratamiento superan los posibles riesgos.

Los conductos pancreáticos son tubos pequeños dentro del páncreas que desempeñan un papel importante en la digestión. El páncreas es una glándula situada detrás del estómago que produce jugos digestivos y hormonas.

Existen dos tipos principales de conductos pancreáticos: el conducto principal de Wirsung y el conducto accesorio de Santorini. El conducto principal de Wirsung es mucho más grande y transporta la mayor parte del jugo pancreático desde el páncreas hasta el duodeno, la primera parte del intestino delgado. El conducto accesorio de Santorini es más pequeño y se une al conducto principal de Wirsung antes de desembocar en el duodeno. Normalmente, solo produce jugo pancreático durante la infancia o después de una comida muy grande.

El jugo pancreático contiene enzimas que ayudan a descomponer los nutrientes en los alimentos, como las proteínas, los carbohidratos y las grasas. Cuando comes, el conducto principal de Wirsung se dilata y permite que el jugo pancreático fluya hacia el duodeno para ayudar en la digestión.

Si los conductos pancreáticos se bloquean o dañan, pueden producirse problemas de salud como inflamación del páncreas (pancreatitis), infecciones y cálculos biliares. El tratamiento puede incluir medicamentos, procedimientos médicos o cirugía para aliviar el bloqueo o eliminar los tejidos dañados.

Colangiocarcinoma es un tipo de cáncer que se forma en los conductos biliares, que son tubos delgados que conectan el hígado y la vesícula biliar con el intestino delgado. Los conductos biliares dentro del hígado se llaman conductos biliares intrahepáticos, y los que están fuera del hígado se llaman conductos biliares extrahepáticos. El colangiocarcinoma puede ocurrir en cualquiera de estas ubicaciones, pero la mayoría de los casos se encuentran en los conductos biliares fuera del hígado.

Los síntomas del colangiocarcinoma pueden incluir ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), dolor abdominal, pérdida de apetito, pérdida de peso y fatiga. El diagnóstico puede ser difícil ya que los síntomas pueden ser similares a los de otras enfermedades hepáticas y biliares. Se pueden utilizar varias pruebas para diagnosticar el colangiocarcinoma, como análisis de sangre, ecografías, tomografías computarizadas y resonancias magnéticas.

El tratamiento del colangiocarcinoma depende de la ubicación y la etapa del cáncer en el momento del diagnóstico. Las opciones de tratamiento pueden incluir cirugía, quimioterapia, radioterapia o una combinación de estos. En algunos casos, cuando el cáncer no se puede extirpar mediante cirugía, se pueden utilizar procedimientos como la colocación de stents para mantener abiertos los conductos biliares y aliviar los síntomas.

El pronóstico del colangiocarcinoma depende de varios factores, como la ubicación y etapa del cáncer en el momento del diagnóstico, la edad y el estado general de salud del paciente. En general, el colangiocarcinoma es una enfermedad grave con un pronóstico relativamente pobre, especialmente si se diagnostica en etapas avanzadas. Sin embargo, algunos pacientes pueden experimentar una remisión prolongada después del tratamiento.

El sistema biliar es un sistema excretor en el cuerpo humano que desempeña un papel crucial en la digestión de las grasas. Se compone del hígado, los conductos hepáticos, la vesícula biliar y los conductos biliares.

El hígado produce la bilis, una sustancia fluida amarillenta o verde que contiene agua, sales, pigmentos, colesterol y ácidos biliares. La bilis ayuda a descomponer las grasas en pequeñas gotitas llamadas micelas, lo que facilita su absorción en el intestino delgado.

Los conductos hepáticos son tubos diminutos que transportan la bilis desde los lóbulos del hígado hasta la vesícula biliar, donde se almacena y concentra antes de ser liberada en el intestino delgado. La vesícula biliar es un pequeño saco muscular situado justo debajo del hígado.

Los conductos biliares son tubos que conectan la vesícula biliar y los conductos hepáticos con el duodeno, la primera parte del intestino delgado. Cuando comemos alimentos ricos en grasas, la vesícula biliar se contrae y libera la bilis alintestino delgado a través de estos conductos, donde ayuda a descomponer las grasas para su absorción.

El conducto cístico es un término médico que se refiere a un pequeño tubo que conecta la vesícula biliar con el colédoco, que es el conducto más grande que drena la bilis desde el hígado y la vesícula biliar hacia el intestino delgado.

La bilis es una sustancia amarillenta y fluida producida por el hígado, que ayuda a descomponer las grasas en los alimentos que se consumen. La vesícula biliar almacena la bilis hasta que el cuerpo la necesita para la digestión. Cuando se come, la vesícula biliar se contrae y expulsa la bilis hacia el intestino delgado a través del conducto cístico y el colédoco.

El conducto cístico es una parte importante del sistema digestivo y puede verse afectado en diversas condiciones médicas, como la colecistitis (inflamación de la vesícula biliar), los cálculos biliares y el cáncer de vesícula biliar o de conducto cístico.

El hígado es el órgano más grande dentro del cuerpo humano, localizado en la parte superior derecha del abdomen, debajo del diafragma y por encima del estómago. Pesa aproximadamente 1,5 kilogramos y desempeña más de 500 funciones vitales para el organismo. Desde un punto de vista médico, algunas de las funciones principales del hígado son:

1. Metabolismo: El hígado desempeña un papel crucial en el metabolismo de proteínas, lípidos y carbohidratos. Ayuda a regular los niveles de glucosa en sangre, produce glucógeno para almacenar energía, sintetiza colesterol y ácidos biliares, participa en la descomposición de las hormonas y produce proteínas importantes como las albúminas y los factores de coagulación.

2. Desintoxicación: El hígado elimina toxinas y desechos del cuerpo, incluyendo drogas, alcohol, medicamentos y sustancias químicas presentes en el medio ambiente. También ayuda a neutralizar los radicales libres y previene el daño celular.

3. Almacenamiento: El hígado almacena glucógeno, vitaminas (como A, D, E, K y B12) y minerales (como hierro y cobre), que pueden ser liberados cuando el cuerpo los necesita.

4. Síntesis de bilis: El hígado produce bilis, una sustancia amarilla o verde que ayuda a descomponer las grasas en pequeñas gotas durante la digestión. La bilis se almacena en la vesícula biliar y se libera al intestino delgado cuando se consume alimentos ricos en grasas.

5. Inmunidad: El hígado contiene células inmunitarias que ayudan a combatir infecciones y enfermedades. También produce proteínas importantes para la coagulación sanguínea, como el factor VIII y el fibrinógeno.

6. Regulación hormonal: El hígado desempeña un papel importante en la regulación de los niveles hormonales, metabolizando y eliminando las hormonas excesivas o inactivas.

7. Sangre: El hígado produce aproximadamente el 50% del volumen total de plasma sanguíneo y ayuda a mantener la presión arterial y el flujo sanguíneo adecuados en todo el cuerpo.

Los procedimientos quirúrgicos del sistema biliar se refieren a diversos tipos de intervenciones quirúrgicas que se realizan en el sistema biliar, que es un conjunto de órganos y conductos que participan en la producción, almacenamiento y transporte de la bilis, una sustancia digestiva importante.

Algunos de los procedimientos quirúrgicos más comunes del sistema biliar incluyen:

1. Colangiografía retrógrada endoscópica (CRE): Es un procedimiento mínimamente invasivo que se utiliza para diagnosticar y tratar problemas en el conducto biliar. Durante la CRE, un endoscopio flexible se inserta a través de la boca y se avanza hasta el conducto biliar para inyectar un tinte y tomar imágenes del sistema biliar.
2. Litotripsia extracorpórea por ondas de choque (LEOC): Se utiliza para tratar cálculos biliares grandes que no pueden ser eliminados mediante procedimientos menos invasivos. Durante la LEOC, ondas de choque son utilizadas para romper los cálculos en fragmentos más pequeños que puedan ser posteriormente eliminados del cuerpo.
3. Cirugía laparoscópica de vesícula biliar (colecistectomía): Es una cirugía mínimamente invasiva para extirpar la vesícula biliar, que es el órgano donde se almacena la bilis. Durante la cirugía, pequeñas incisiones son hechas en el abdomen y una cámara y herramientas quirúrgicas especiales son insertadas a través de ellas para extirpar la vesícula biliar.
4. Colangiojojunostomía: Es un procedimiento quirúrgico que se utiliza para crear una conexión directa entre el conducto biliar y el intestino delgado, lo que permite que la bilis fluya directamente al intestino en lugar de acumularse en la vesícula biliar.
5. Drenaje percutáneo: Se utiliza para drenar líquidos o pus que se han acumulado en el hígado o en los conductos biliares. Durante el procedimiento, una aguja fina es insertada a través de la piel y guiada hacia el área afectada para drenar el líquido o el pus.

Estos son solo algunos ejemplos de los muchos procedimientos y cirugías que se pueden realizar para tratar enfermedades y afecciones relacionadas con la vesícula biliar, los conductos biliares y el hígado. El tratamiento específico que se recomienda dependerá de la gravedad de la afección y de otros factores como la edad y el estado de salud general del paciente.

La ictericia obstructiva es un tipo de ictericia (coloración amarillenta de la piel, mucosas y conjuntivas) que ocurre como resultado de una obstrucción en el flujo de bilis desde la vesícula biliar o los conductos biliares hacia el intestino delgado. La bilis contiene pigmentos como la bilirrubina, que se convierte en ictericia cuando se acumula en la sangre.

La causa más común de ictericia obstructiva es un cálculo biliar (piedra en la vesícula biliar) que obstruye el conducto biliar común. Otras causas pueden incluir tumores, inflamación o estenosis (estrechamiento) de los conductos biliares.

Los síntomas adicionales de ictericia obstructiva pueden incluir dolor abdominal, orina oscura, heces pálidas o arcillosas, picazón en la piel y pérdida de apetito. El diagnóstico se realiza mediante pruebas de laboratorio y estudios de imágenes, como ecografías o tomografías computarizadas. El tratamiento depende de la causa subyacente y puede incluir cirugía para eliminar la obstrucción.

La colangitis es una afección médica que se caracteriza por la inflamación de los conductos biliares, que son los pequeños tubos dentro y alrededor del hígado que transportan la bilis desde el hígado hasta el intestino delgado. La bilis es un líquido producido por el hígado que ayuda a descomponer las grasas en los alimentos para que puedan ser absorbidos más fácilmente.

La colangitis puede ocurrir como resultado de una infección, una lesión o una obstrucción en los conductos biliares. Los síntomas pueden incluir dolor abdominal, fiebre, escalofríos, náuseas y vómitos. El tratamiento depende de la causa subyacente de la afección y puede incluir antibióticos para tratar una infección o procedimientos quirúrgicos para eliminar una obstrucción.

Existen diferentes tipos de colangitis, incluyendo:

* Colangitis aguda: se refiere a la inflamación repentina y grave de los conductos biliares. Puede ser causada por una infección o una obstrucción en los conductos biliares. Los síntomas pueden incluir dolor abdominal intenso, fiebre alta, escalofríos y confusión.
* Colangitis crónica: se refiere a la inflamación prolongada de los conductos biliares. Puede ser causada por una enfermedad subyacente como la cirrosis o la pancreatitis crónica. Los síntomas pueden incluir picazón en la piel, fatiga y coloración oscura de la orina o las heces.
* Colangitis esclerosante primaria: es una enfermedad rara que causa cicatrización y endurecimiento de los conductos biliares. Los síntomas pueden incluir picazón en la piel, fatiga, coloración oscura de la orina o las heces y dolor abdominal.
* Colangitis supurativa: es una complicación grave de la colangitis aguda que puede causar fiebre alta, escalofríos, confusión y shock séptico. Requiere tratamiento inmediato en un hospital.

La atresia biliar es una afección congénita en la que los conductos biliares, que transportan la bilis desde el hígado hasta el intestino delgado, están ausentes o malformados y no funcionan correctamente. La bilis es necesaria para ayudar a digerir las grasas y eliminar los desechos del cuerpo. Cuando los conductos biliares están obstruidos o dañados, la bilis se acumula en el hígado, lo que puede causar daño hepático y eventualmente falla hepática.

La atresia biliar puede presentarse de varias formas, pero las más comunes son la atresia biliar intrahepática y la extrahepática. En la atresia biliar intrahepática, los conductos biliares dentro del hígado están ausentes o dañados, mientras que en la atresia biliar extrahepática, los conductos biliares fuera del hígado están afectados.

Los síntomas de la atresia biliar suelen aparecer en las primeras semanas de vida y pueden incluir ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), heces pálidas o arcillosas, orina oscura, falta de apetito y pérdida de peso. El diagnóstico se realiza mediante pruebas de imagen como ecografías o estudios más especializados como la colangiorresonancia magnética (CRM).

El tratamiento para la atresia biliar suele requerir una cirugía para crear una conexión entre el hígado y el intestino delgado, lo que permite que la bilis fluya normalmente. En algunos casos, se puede realizar un trasplante de hígado si el daño hepático es grave o no responde al tratamiento quirúrgico. La atresia biliar requiere un seguimiento y tratamiento continuo para prevenir complicaciones y garantizar una buena calidad de vida.

La colelitiasis es una afección médica en la que se forman cálculos o piedras en la vesícula biliar. La vesícula biliar es un pequeño órgano situado bajo el hígado que almacena y libera bilis, una sustancia líquida que ayuda a descomponer las grasas durante la digestión.

Las piedras en la vesícula biliar pueden variar en tamaño, desde pequeños granos de arena hasta bolas del tamaño de una pelota de golf. Algunas personas con colelitiasis no presentan síntomas y pueden desconocer que tienen piedras en la vesícula biliar hasta que se realizan pruebas de imagen por otras razones.

Sin embargo, otros pueden experimentar dolor intenso en el abdomen superior derecho o en el centro del abdomen, especialmente después de comer alimentos grasosos. El dolor puede durar desde unos minutos hasta varias horas y a veces se irradia hacia el hombro derecho. Otras personas pueden experimentar síntomas como náuseas, vómitos, pérdida de apetito, fatiga o fiebre leve.

El tratamiento de la colelitiasis depende del tamaño y la ubicación de las piedras, así como de los síntomas experimentados por el paciente. En algunos casos, se pueden administrar medicamentos para disolver las piedras o se puede recomendar una dieta baja en grasas. Sin embargo, si las piedras son grandes o causan complicaciones, como inflamación de la vesícula biliar o infección, es posible que sea necesaria una cirugía para extirpar la vesícula biliar (colecistectomía).

La colecistectomía es un procedimiento quirúrgico en el que se extirpa la vesícula biliar. La vesícula biliar es un órgano pequeño situado justo debajo del hígado que almacena y concentra la bilis, una sustancia producida por el hígado que ayuda a descomponer las grasas durante la digestión.

Existen dos tipos principales de colecistectomía:

1. Colecistectomía laparoscópica: Esta es una cirugía mínimamente invasiva en la que el cirujano hace varias pequeñas incisiones en el abdomen y utiliza una cámara de video y herramientas especiales para extirpar la vesícula biliar.
2. Colecistectomía abierta: Esta es una cirugía más invasiva en la que se hace una incisión más grande en el abdomen para extirpar la vesícula biliar.

La colecistectomía se realiza con mayor frecuencia para tratar los cálculos biliares, que son pequeños depósitos duros de material que se forman en la bilis y pueden obstruir el flujo de bilis desde la vesícula biliar. También puede ser necesaria si la vesícula biliar está inflamada o infectada y no responde al tratamiento médico.

Después de una colecistectomía, se puede experimentar dolor abdominal leve y molestias durante varios días o semanas. También es posible que se presenten complicaciones como infección, sangrado o daño a los conductos biliares cercanos. Sin embargo, la mayoría de las personas se recuperan completamente de la cirugía y pueden llevar una vida normal sin vesícula biliar.

La colecistectomía laparoscópica es un procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo utilizado para extirpar la vesícula biliar. Durante el procedimiento, el cirujano realiza varias pequeñas incisiones en el abdomen y inserta una laparoscopio, un tubo delgado con una cámara en su extremo, a través de una de las incisiones. El laparoscopio transmite imágenes de la vesícula biliar y los órganos circundantes al monitor de video del cirujano.

El cirujano utiliza estas imágenes como guía mientras inserta instrumentos quirúrgicos a través de las otras incisiones para extirpar la vesícula biliar. La colecistectomía laparoscópica generalmente se realiza como un procedimiento ambulatorio, lo que significa que el paciente puede irse a casa el mismo día del procedimiento.

La colecistectomía laparoscópica se utiliza comúnmente para tratar la enfermedad de vesícula biliar, como los cálculos biliares y la inflamación de la vesícula biliar (colecistitis). Los beneficios de este procedimiento incluyen una recuperación más rápida, menos dolor postoperatorio y menos complicaciones que la colecistectomía abierta tradicional. Sin embargo, como con cualquier procedimiento quirúrgico, existen riesgos asociados con la anestesia general, las lesiones de los tejidos circundantes y las infecciones.

La vesícula biliar, en términos médicos, es un órgano pequeño, generally sac-like, ubicado debajo del hígado en el lado derecho del abdomen. Su principal función es almacenar y concentrar la bilis, un líquido producido por el hígado que ayuda a descomponer las grasas durante la digestión.

Después de una comida, específicamente aquellos que contienen grasas, la vesícula biliar se contrae y expulsa la bilis al duodeno a través del conducto colédoco para ayudar en la digestión de las grasas. La vesícula bílis está compuesta por pequeñas fibras musculares en su pared que le permiten contraerse y relajarse.

Es importante mencionar que aunque la vesícula biliar desempeña un rol crucial en el proceso digestivo, no es esencial para la vida humana. Algunas personas pueden vivir sin ella si se ha extirpado quirúrgicamente, una operación conocida como colecistectomía, ya sea de forma laparoscópica o abierta. Esto puede ser necesario en casos de cálculos biliares, inflamación de la vesícula biliar (colecistitis) u otros trastornos relacionados con este órgano.

El conducto torácico es una estructura anatómica importante que desempeña un papel clave en el sistema linfático. Se trata de un tubo delgado y flexible que se extiende desde el tórax hasta el cuello, transportando la linfa desde los miembros superiores, el tórax y la cabeza hacia el sistema venoso del cuello.

El conducto torácico comienza en la unión de los dos conductos linfáticos izquierdos, que drenan las linfas de los brazos y la parte superior del tórax. Desciende por detrás de la clavícula y el músculo escaleno anterior, atravesando el tórax a través del hiato esofágico en el diafragma.

Dentro del tórax, el conducto torácico se encuentra cerca de la arteria subclavia y la vena subclavia izquierda, y asciende por detrás de la vena yugular interna izquierda hasta alcanzar el ángulo formado por la unión de la vena yugular interna izquierda y la vena subclavia izquierda, donde se une con la linfa proveniente del lado derecho del cuerpo a través del conducto linfático derecho.

La linfa que fluye a través del conducto torácico contiene líquidos, glóbulos blancos y antígenos que han sido filtrados por los ganglios linfáticos y otros tejidos del cuerpo. El conducto torácico desempeña un papel crucial en la defensa del organismo contra las infecciones y otras enfermedades, ya que ayuda a eliminar los patógenos y los desechos celulares del cuerpo.

Es importante destacar que el conducto torácico puede verse afectado por diversas afecciones médicas, como inflamaciones, infecciones o tumores, lo que puede provocar su bloqueo y la acumulación de linfa en los tejidos circundantes, una condición conocida como linfedema. El tratamiento de estas afecciones puede incluir la administración de antibióticos, la cirugía o la fisioterapia.

La ligadura es un procedimiento quirúrgico en el que se atan o cortan los vasos sanguíneos o los conductos glandulares para detener el flujo de fluidos o para bloquear una vía de circulación. También se puede utilizar para fijar órganos en su lugar. En el campo de la ginecología y planificación familiar, la ligadura de trompas es un método permanente de esterilización femenina que consiste en cortar, cauterizar, o bloquear las trompas de Falopio para prevenir los óvulos fecundados de viajar desde los ovarios hacia el útero.

Es importante mencionar que la ligadura de trompas es una decisión médica importante y permanente, y se requiere el consentimiento informado del paciente antes de llevar a cabo este procedimiento.

Las enfermedades de las vías biliares se refieren a un grupo de trastornos que afectan el sistema de conductos que transportan la bilis desde el hígado y el páncreas hasta el intestino delgado. La bilis es un líquido producido por el hígado que ayuda a descomponer las grasas en los alimentos para su absorción.

Estas enfermedades pueden causar inflamación, infección, obstrucción o daño a los conductos biliares y al tejido circundante. Algunas de las enfermedades de las vías biliares más comunes incluyen:

1. Colecistitis: Inflamación de la vesícula biliar, un órgano pequeño situado debajo del hígado que almacena y concentra la bilis. La colecistitis puede ser aguda o crónica y suele estar asociada a la presencia de cálculos biliares.

2. Coledocolitiasis: Presencia de cálculos en el conducto colédoco, el principal conducto que transporta la bilis desde el hígado y el páncreas hasta el intestino delgado. Los cálculos pueden causar obstrucción y provocar dolor abdominal intenso, ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos) e infección.

3. Colangitis: Inflamación del conducto colédoco y los conductos biliares más pequeños que drenan la bilis desde el hígado. La colangitis puede ser causada por una infección, un cálculo o una obstrucción en los conductos biliares.

4. Cirrosis biliar primaria: Trastorno crónico y progresivo que daña los conductos biliares más pequeños en el hígado, lo que lleva a la acumulación de bilis en el hígado y la destrucción del tejido hepático. La cirrosis biliar primaria puede causar ictericia, fatiga, dolor abdominal y, finalmente, insuficiencia hepática.

5. Colangiocarcinoma: Cáncer que se desarrolla en el conducto colédoco o en los conductos biliares más pequeños. El colangiocarcinoma es una enfermedad rara pero agresiva que puede ser difícil de diagnosticar y tratar.

El tratamiento de las enfermedades del conducto biliar depende de la causa subyacente y puede incluir cirugía, terapia con medicamentos o procedimientos endoscópicos. En algunos casos, el trasplante de hígado puede ser una opción de tratamiento para las enfermedades avanzadas y graves del conducto biliar.

La esfinterotomía endoscópica es un procedimiento médico que se realiza utilizando un endoscopio, un tubo delgado y flexible con una cámara en el extremo, para alcanzar el esfínter anal (el músculo circular alrededor del ano que controla la defecación). La esfinterotomía implica cortar parcialmente este músculo para ensanchar el canal anal y tratar problemas como el estrechamiento anormal del conducto, conocido como estenosis anal. Este procedimiento se realiza comúnmente en pacientes con enfermedad de Crohn o después de la extracción de hemorroides internas. La esfinterotomía endoscópica permite que el procedimiento sea menos invasivo, con una recuperación más rápida y menos complicaciones en comparación con la cirugía abierta tradicional.

Las neoplasias del sistema biliar se refieren a crecimientos anormales y no controlados de células en el sistema biliar. Este sistema consiste en una serie de tubos que transportan la bilis, un líquido digestivo producido por el hígado, desde el hígado hasta el intestino delgado.

Hay dos tipos principales de neoplasias del sistema biliar: benignas y malignas (cáncer).

1. Neoplasias Benignas: Estas son crecimientos no cancerosos que raramente se diseminan a otras partes del cuerpo. Incluyen tumores como el adenoma, el hemangioma y la hiperplasia nodular. Aunque no sean cancerosos, pueden causar problemas si crecen lo suficiente como para bloquear el flujo de bilis.

2. Neoplasias Malignas: También conocidos como cánceres del sistema biliar, son los crecimientos cancerosos que se diseminan a otras partes del cuerpo. Los tipos más comunes de cáncer del sistema biliar incluyen el carcinoma de la vía biliar (también llamado colangiocarcinoma), el carcinoma de células hepáticas y el carcinoma de las glándulas de mucina. Estos cánceres suelen ser agresivos y difíciles de tratar, especialmente en etapas avanzadas.

Los factores de riesgo para desarrollar neoplasias del sistema biliar incluyen la edad avanzada, ciertas afecciones médicas como la colangitis esclerosante primaria y la cirrosis biliar primaria, y la exposición a sustancias químicas tóxicas. Los síntomas pueden variar dependiendo del tipo y la ubicación de la neoplasia, pero pueden incluir ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), dolor abdominal, pérdida de apetito y peso, y fatiga. El diagnóstico generalmente se realiza mediante pruebas de imagenología como TC o RMN, seguidas de una biopsia para confirmar el tipo de neoplasia. El tratamiento puede incluir cirugía, quimioterapia y radioterapia, dependiendo del tipo y la etapa de la neoplasia.

La pancreatocolangiografía por resonancia magnética (MRCP, por sus siglas en inglés) es una técnica no invasiva de imagenología médica que utiliza ondas de radio y campos magnéticos para producir detalladas imágenes tridimensionales de los conductos pancreáticos y biliares. Esta prueba diagnóstica se realiza como una variante especial de la resonancia magnética abdominal y permite a los médicos evaluar condiciones que afectan al hígado, vesícula biliar, páncreas y vías biliares, como cálculos biliares, inflamación, infección o tumores. A diferencia de otras técnicas de imagenología, como la colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE) o la colangiografía percutánea transhepática (PTC), la MRCP no requiere la inserción de catéteres ni el uso de radiocontraste. Por lo tanto, es una opción menos invasiva y potencialmente más segura para los pacientes. Sin embargo, en algunos casos, puede ser necesario complementar la MRCP con procedimientos invasivos para obtener muestras de tejido o realizar intervenciones terapéuticas.

La coledocolitiasis es una afección médica en la que se encuentran cálculos o piedras en el colédoco, el conducto que conecta la vesícula biliar y el hígado con el intestino delgado (duodeno). Estas piedras pueden variar en tamaño y estar compuestas de sales de calcio, colesterol o bilis.

La presencia de estos cálculos puede obstruir parcial o completamente el flujo de bilis desde la vesícula biliar y el hígado hacia el intestino delgado, lo que puede provocar diversos síntomas como dolor abdominal intenso en la parte superior derecha (colecistitis), ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), náuseas, vómitos y fiebre.

El diagnóstico de coledocolitiasis generalmente se realiza mediante estudios de imagenología, como ecografías abdominales, tomografías computarizadas o colangioresonografías endoscópicas (ERCP). El tratamiento puede incluir procedimientos quirúrgicos para extraer las piedras y aliviar la obstrucción, como la colecistectomía laparoscópica o la ERCP con extracción de cálculos. En algunos casos, se pueden utilizar medicamentos o litotricia extracorpórea por ondas de choque (ESWL) para disolver o fragmentar las piedras más pequeñas.

La ampolla hepatopancreática es una estructura presente en algunos invertebrados, como los crustáceos y los moluscos. No se encuentra en seres humanos ni en otros mamíferos, por lo que no hay una definición médica específica para este término en el contexto de la medicina humana.

La ampolla hepatopancreática es parte del sistema digestivo y desempeña funciones importantes en la digestión y absorción de nutrientes. Está compuesta por células secretoras que producen enzimas digestivas y también contiene tejido adiposo y glándulas que segregan moco y otras sustancias.

En resumen, la ampolla hepatopancreática es una estructura anatómica y fisiológica importante en algunos invertebrados, pero no hay una definición médica específica para esta estructura en el contexto de la medicina humana.

La colestasis intrahepática es una afección en la que se produce una disminución o bloqueo del flujo de bilis desde la vesícula biliar hasta el intestino delgado, lo que provoca una acumulación de bilirrubina y otros productos de desecho en el hígado. Esta afección puede ser causada por diversas condiciones, como enfermedades hepáticas, medicamentos, infecciones o trastornos genéticos.

Los síntomas de la colestasis intrahepática pueden incluir ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), orina oscura, heces de color claro, prurito (picazón intensa en la piel), fatiga y dolor abdominal. El diagnóstico se realiza mediante análisis de sangre, ecografías y otras pruebas de imagen, así como biopsias hepáticas en algunos casos.

El tratamiento de la colestasis intrahepática depende de la causa subyacente. Puede incluir medicamentos para aliviar los síntomas y mejorar el flujo de bilis, cambios en la dieta y, en casos graves, trasplante hepático. Es importante recibir atención médica temprana si se sospecha colestasis intrahepática, ya que una detección y tratamiento precoces pueden ayudar a prevenir daños hepáticos irreversibles y mejorar los resultados generales.

Un quiste del colédoco, también conocido como quiste de la vía biliar, es una saca llena de líquido que se forma en el conducto colédoco. El conducto colédoco es un tubo que transporta la bilis desde el hígado y el conducto pancreático hasta la segunda parte del duodeno (una porción del intestino delgado) donde la bilis ayuda en la digestión de las grasas.

Los quistes del colédoco pueden ser congénitos (presentes desde el nacimiento) o adquiridos (desarrollados más tarde en la vida). Los quistes congénitos son raros y generalmente no causan síntomas hasta la edad adulta. Por otro lado, los quistes adquiridos pueden desarrollarse como resultado de una infección, inflamación o trauma en el conducto colédoco.

Los síntomas de un quiste del colédoco pueden incluir dolor abdominal superior derecho, ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), náuseas, vómitos, fiebre y pérdida de apetito. El diagnóstico se realiza mediante pruebas de imagen como ecografías, tomografías computarizadas o resonancias magnéticas. El tratamiento generalmente implica la extirpación quirúrgica del quiste.

Las neoplasias (tumores) de la vesícula biliar se refieren a crecimientos anormales en las células que recubren el interior de la vesícula biliar. La mayoría de estos tumores son adenomas, que son generalmente benignos (no cancerosos). Sin embargo, aproximadamente el 10-20% de los adenomas pueden convertirse en adenocarcinomas, un tipo de cáncer.

El adenocarcinoma es el tipo más común de cáncer de vesícula biliar. Comienza en las células glandulares que recubren el interior de la vesícula biliar. Otros tipos menos comunes de cáncer de vesícula biliar incluyen carcinoides, sarcomas y tumores mixtos.

Los síntomas de un tumor en la vesícula biliar pueden incluir dolor abdominal superior derecho, ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), náuseas, vómitos y pérdida de apetito. El diagnóstico generalmente se realiza mediante pruebas de imagenología como ultrasonido, tomografía computada o resonancia magnética. La confirmación del diagnóstico y el tipo de cáncer suelen requerir una biopsia o un examen microscópico de tejidos extraídos durante la cirugía.

El tratamiento depende del tipo y estadio del tumor. Por lo general, implica la extirpación quirúrgica de la vesícula biliar (colectomía) y posiblemente parte del hígado adyacente (hepatectomía). La radioterapia y la quimioterapia también pueden ser recomendadas en algunos casos. El pronóstico depende de la etapa del cáncer en el momento del diagnóstico; los cánceres diagnosticados en etapas más tempranas suelen tener mejores resultados.

La vena porta es un término médico que se refiere a una vena grande en el cuerpo humano. Es formada por la unión de la vena splénica y la vena mesentérica inferior en el borde izquierdo del hígado. La vena porta transporta sangre rica en nutrientes y oxígeno desde el sistema digestivo y el bazo hacia el hígado.

Esta sangre contiene los productos de desecho resultantes de la digestión, como las moléculas de glucosa, aminoácidos, ácidos grasos y vitaminas, que se absorben en el intestino delgado. La vena porta distribuye esta sangre a los sinusoides hepáticos en el hígado, donde las células hepáticas (hepatocitos) la procesan y eliminan los desechos metabólicos.

La vena porta es una estructura anatómica importante porque desempeña un papel clave en el metabolismo de nutrientes y fármacos, así como en la detoxificación del cuerpo. Cualquier alteración o daño en la vena porta puede afectar negativamente a la función hepática y al estado general de salud del individuo.

El tumor de Klatskin, también conocido como colangiocarcinoma perihilar, es un tipo específico de cáncer que se desarrolla en el sistema biliar. Más concretamente, se forma en la unión donde los conductos hepáticos derecho e izquierdo se juntan para formar el conducto colédoco común, justo antes de desembocar en el duodeno.

Este tipo de cáncer puede bloquear el flujo de bilis desde el hígado al intestino delgado, lo que puede provocar ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), picazón en la piel, orina oscura y heces de color claro. Los síntomas adicionales pueden incluir dolor abdominal, pérdida de apetito y peso, y fatiga.

El tumor de Klatskin es difícil de tratar debido a su localización anatómica y a menudo se diagnostica en etapas avanzadas. El tratamiento puede incluir cirugía para extirpar el tumor, quimioterapia y radioterapia. Sin embargo, la tasa de supervivencia a largo plazo sigue siendo baja, incluso después del tratamiento.

Los conductos salivales son pequeños tubos o canalículos que transportan la saliva desde las glándulas salivales hasta la boca. Existen varios tipos de glándulas salivales en el cuerpo humano, como las glándulas parótidas, submandibulares y sublinguales, cada una con sus propios conductos respectivos.

La glándula parótida produce la mayor parte de la saliva y desemboca en la boca a través del conducto de Stensen o conducto parotideo. Este conducto se abre directamente en la cavidad oral, cerca de la mejilla y los molares superiores.

La glándula submandibular produce aproximadamente un tercio de la saliva y drena a través del conducto de Wharton o conducto submandibular. Este conducto desemboca en el piso de la boca, justo detrás de los incisivos inferiores.

Por último, las glándulas sublinguales producen una pequeña cantidad de saliva y drenan a través de varios conductos pequeños llamados conductos de Rivinus o conductos de Bartholin. Estos conductos desembocan en la parte inferior de la boca, debajo de la lengua.

Las glándulas salivales y sus conductos desempeñan un papel importante en la digestión, ya que ayudan a mantener la boca húmeda y facilitan el proceso de masticación, tragado y digestión de los alimentos.

Las neoplasias hepáticas se refieren a un crecimiento anormal o tumoración en el hígado. Pueden ser benignas (no cancerosas) o malignas (cancerosas).

Las neoplasias hepáticas benignas más comunes incluyen hemangiomas, que son tumores formados por vasos sanguíneos, y adenomas hepáticos, que se desarrollan a partir de células hepáticas. Estos tipos de tumores suelen ser asintomáticos y no representan un peligro inmediato para la salud, aunque en algunos casos pueden causar complicaciones si crecen demasiado o se rompen.

Por otro lado, las neoplasias hepáticas malignas más frecuentes son el carcinoma hepatocelular (CHC) y el colangiocarcinoma. El CHC se origina a partir de células hepáticas dañadas, especialmente en presencia de cirrosis o hepatitis viral crónica. El colangiocarcinoma se desarrolla en los conductos biliares dentro o fuera del hígado. Ambos tipos de cáncer son potencialmente letales y requieren tratamiento agresivo, que puede incluir cirugía, quimioterapia o radioterapia.

La detección temprana de estas neoplasias es crucial para mejorar el pronóstico del paciente. Por lo tanto, se recomienda realizar exámenes periódicos, especialmente en personas con factores de riesgo como la infección por virus de la hepatitis B o C, el consumo excesivo de alcohol, la obesidad y la exposición a sustancias químicas tóxicas.

La hepatectomía es un término médico que se refiere al procedimiento quirúrgico en el que se extirpa parte o la totalidad del hígado. Puede ser clasificada como hepatectomía parcial, cuando se extirpa una porción específica del hígado, o hepatectomía total (o también llamada liverectomía), cuando se extirpa el órgano en su totalidad.

Este tipo de cirugías son realizadas con fines terapéuticos, comúnmente en el tratamiento del cáncer de hígado (hepatocarcinoma) u otros tumores malignos que se han extendido al hígado desde otras partes del cuerpo. También puede ser indicada en casos de graves traumatismos hepáticos, infecciones o quistes hepáticos grandes y complicados.

La hepatectomía es una cirugía compleja y de alto riesgo, dado que el hígado tiene una gran vascularización y regenera rápidamente su tejido. Por lo tanto, requiere de un equipo quirúrgico altamente especializado y entrenado en este tipo de procedimientos. Además, los pacientes deben ser evaluados cuidadosamente antes de la cirugía para determinar si son candidatos adecuados para el procedimiento.

Los pigmentos biliares, también conocidos como bilirrubina y biliverdina, son subproductos de la descomposición del grupo hemo en la hemoglobina, una proteína presente en los glóbulos rojos. La bilirrubina es de color amarillo-naranja y la biliverdina es de color verde. Estos pigmentos son producidos por el hígado y se almacenan en la vesícula biliar antes de ser excretados a través del sistema biliar en las heces. La acumulación anormal de pigmentos biliares puede dar lugar a ictericia, una afección que causa coloración amarillenta en la piel y los ojos.

Los canalículos biliares son pequeños conductos que se encuentran dentro del hígado y desempeñan un papel importante en el sistema biliar. Se forman por la unión de los conductos biliares más pequeños, llamados conductos biliares interlobulares, que drenan la bilis producida por las células hepáticas (hepatocitos).

Estos canalículos biliares se unen para formar los conductos hepáticos derecho e izquierdo. A su vez, estos conductos se fusionan para dar lugar al conducto hepático común, el cual se une con el conducto cístico (que drena la bilis desde la vesícula biliar) para formar el conducto colédoco. El conducto colédoco desemboca en el duodeno, donde la bilis ayuda a la digestión de las grasas.

La bilis es una sustancia amarillenta y espesa que contiene sales biliares, colesterol, fosfolípidos, pigmentos biliares (como la bilirrubina) y otras sustancias. Ayuda a la digestión al neutralizar los ácidos gástricos y emulsionar las grasas en pequeñas gotas, facilitando su absorción en el intestino delgado. Además, la bilis también desempeña un papel importante en la eliminación de desechos, como el exceso de colesterol y pigmentos biliares, del organismo.

La disfunción o enfermedad de los canalículos biliares puede dar lugar a diversas afecciones, como la colestasis (interrupción del flujo de bilis), la cirrosis biliar primaria y el daño hepático. Estas condiciones pueden requerir tratamiento médico y, en algunos casos, intervención quirúrgica.

La coledocostomía es un procedimiento quirúrgico en el que se crea una conexión (anastomosis) entre el colédoco (la parte más distal del conducto biliar principal) y el estómago o el duodeno. Esta cirugía se realiza a menudo para tratar problemas relacionados con la vesícula biliar, los conductos biliares o el hígado, como una obstrucción completa o parcial del colédoco, colecistitis aguda severa, cálculos en el colédoco o cáncer de vesícula biliar o conductos biliares.

La coledocostomía permite que la bilis fluya directamente desde los conductos biliares al estómago o al duodeno, ayudando a prevenir la acumulación de bilis y posibles infecciones en el hígado. Después de la cirugía, los pacientes pueden experimentar cambios en sus hábitos intestinales y dietéticos, ya que la presencia de bilis en el estómago o duodeno puede afectar la digestión y la absorción de nutrientes. Es importante seguir las recomendaciones del equipo médico para garantizar una recuperación adecuada y minimizar los riesgos asociados con este procedimiento quirúrgico.

La ictericia es un síntoma médico que se caracteriza por el enrojecimiento amarillento de la piel, las membranas mucosas y la esclerótica (la parte blanca del ojo). Esta coloración anormal se debe a la acumulación de bilirrubina, un subproducto de la descomposición natural de los glóbulos rojos. La bilirrubina normalmente se procesa en el hígado y se elimina del cuerpo a través de las heces. Sin embargo, cuando hay una interrupción en este proceso, ya sea por un problema con la producción o excreción de bilirrubina, los niveles de esta sustancia en la sangre aumentan, causando ictericia.

Existen diversas causas de ictericia, entre las que se incluyen:

1. Hepatitis: una inflamación del hígado que puede ser causada por varios virus o por intoxicación con sustancias tóxicas.
2. Cirrosis: una cicatrización y endurecimiento progresivo del tejido hepático, generalmente como resultado del consumo excesivo de alcohol o de infecciones crónicas.
3. Colestasis: un bloqueo en los conductos biliares que impide el flujo normal de bilis desde el hígado hasta el intestino delgado. Esto puede ser causado por cálculos biliares, tumores o inflamación de los conductos biliares.
4. Hemólisis: un aumento en la destrucción de glóbulos rojos, lo que lleva a niveles elevados de bilirrubina no conjugada en la sangre. Esto puede ser causado por diversas condiciones, como anemia hemolítica, reacciones transfusionales adversas o enfermedades hemorrágicas.
5. Infecciones: algunas infecciones bacterianas o parasitarias pueden provocar ictericia, especialmente cuando afectan al hígado o a los conductos biliares.
6. Medicamentos: ciertos fármacos pueden causar daño hepático o colestasis, lo que resulta en ictericia. Algunos ejemplos incluyen antibióticos, anticonvulsivantes y medicamentos contra el cáncer.
7. Otras causas: determinadas enfermedades raras, como la hepatitis autoinmune o la deficiencia de glucosa-6-fosfato deshidrogenasa (G6PD), también pueden provocar ictericia.

Es importante buscar atención médica si se presenta ictericia para determinar la causa subyacente y recibir un tratamiento adecuado.

En el contexto médico, el término "drenaje" se refiere al proceso de eliminar líquidos o materiales extraños acumulados en un cuerpo humano, como ser pus, sangre, fluido seroso o linfa, de una cavidad, órgano o tejido dañado o infectado. Esto se realiza generalmente mediante la colocación de un catéter o tubo de drenaje para facilitar la salida del líquido no deseado y promover la curación.

El objetivo principal del drenaje es prevenir la acumulación de líquidos, que de otro modo podrían causar inflamación, infección o daño adicional a los tejidos circundantes. Además, el análisis del líquido drenado puede proporcionar información valiosa sobre la naturaleza y el grado de la lesión o enfermedad subyacente, guiando así el plan de tratamiento apropiado.

Existen diferentes tipos de procedimientos de drenaje, como el drenaje quirúrgico, que implica la incisión quirúrgica para eliminar los líquidos acumulados; drenaje percutáneo, que involucra la inserción de agujas finas o catéteres para drenar líquidos de cavidades corporales; y drenaje de fistula, donde se crea una conexión artificial entre un órgano o tejido hueco y la superficie de la piel para permitir que el líquido drene espontáneamente.

La bilirrubina es un pigmento amarillo-anaranjado que se produce cuando el hígado descompone la hemoglobina, una proteína presente en los glóbulos rojos viejos o dañados. Existen dos tipos principales de bilirrubina: indirecta (no conjugada) y directa (conjugada).

La bilirrubina indirecta es la forma no conjugada que se encuentra en la sangre, unida a la albúmina. Cuando esta bilirrubina llega al hígado, se convierte en bilirrubina directa o conjugada mediante un proceso de conjugación con ácidos biliares. La bilirrubina directa es soluble en agua y, por lo tanto, puede excretarse a través de la bilis hacia el intestino delgado.

En condiciones normales, los niveles séricos de bilirrubina total suelen ser inferiores a 1 mg/dL (17,1 µmol/L). Los valores elevados de bilirrubina pueden indicar diversas afecciones hepáticas o biliares, como ictericia, hepatitis, cirrosis, insuficiencia hepática o colestasis.

La ictericia es una afección que se caracteriza por un aumento de los niveles de bilirrubina en la sangre y la piel, lo que provoca un color amarillento en la piel y las membranas mucosas. La ictericia puede ser causada por diversas condiciones, como trastornos hepáticos, infecciones, obstrucción de los conductos biliares o hemólisis (destrucción excesiva de glóbulos rojos).

En resumen, la bilirrubina es un pigmento amarillo-anaranjado que se produce cuando el hígado descompone la hemoglobina. Los niveles elevados de bilirrubina pueden indicar diversas afecciones hepáticas o biliares y provocar ictericia, una condición que se caracteriza por un color amarillento en la piel y las membranas mucosas.

La cirrosis hepática biliar, también conocida como cirrosis biliar primaria, es una enfermedad hepática crónica y progresiva que da lugar a la formación de tejido cicatricial (fibrosis) y la destrucción de las células hepáticas (hepatocitos). A diferencia de otras formas de cirrosis, esta condición se caracteriza por una destrucción selectiva de los conductos biliares pequeños en el hígado, lo que lleva a la acumulación de bilis y la inflamación crónica.

La causa exacta de la cirrosis hepática biliar es desconocida, pero se cree que está relacionada con una combinación de factores genéticos y ambientales. Algunos estudios sugieren que ciertos genes pueden hacer a las personas más susceptibles a la enfermedad, mientras que otros factores, como infecciones virales o exposición a tóxicos, pueden desencadenar su aparición.

Los síntomas de la cirrosis hepática biliar pueden variar ampliamente y dependen del grado de daño hepático. Al principio, los pacientes pueden experimentar fatiga, picazón en la piel, dolor abdominal y coloración oscura de la orina. A medida que la enfermedad avanza, pueden desarrollarse complicaciones más graves, como ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), ascitis (acumulación de líquido en el abdomen), encefalopatía hepática (daño cerebral causado por la acumulación de toxinas) y aumento del riesgo de infecciones y cáncer de hígado.

El diagnóstico de cirrosis hepática biliar se basa en una combinación de historial clínico, examen físico, análisis de sangre y estudios de imagen, como ecografías o biopsias hepáticas. El tratamiento suele ser sintomático y dirigido a prevenir complicaciones y ralentizar la progresión de la enfermedad. Puede incluir medicamentos para aliviar los síntomas, como antihistamínicos para la picazón o laxantes para la encefalopatía hepática, así como cambios en el estilo de vida, como una dieta saludable y la abstención del alcohol. En algunos casos, se pueden considerar tratamientos más agresivos, como trasplante de hígado.

La fístula biliar es un término médico que se refiere a una comunicación anormal entre la vesícula biliar y alguna otra estructura adyacente, como el intestino delgado o el hígado. Normalmente, la bilis, un líquido digestivo producido por el hígado, se almacena en la vesícula biliar y se libera en el intestino delgado a través del conducto biliar común para ayudar en la digestión de las grasas.

Sin embargo, cuando ocurre una fístula biliar, la bilis puede fluir hacia estructuras adyacentes fuera de su trayecto normal, lo que puede causar diversos síntomas y complicaciones, dependiendo de la ubicación y el tamaño de la fístula.

La causa más común de una fístula biliar es la cirugía abdominal, especialmente aquella que involucra la vesícula biliar o los conductos biliares. Otras posibles causas incluyen traumatismos abdominales graves, infecciones, inflamación crónica de la vesícula biliar (colecistitis) y cáncer en la región del hígado o el páncreas.

Los síntomas más comunes de una fístula biliar incluyen dolor abdominal, náuseas, vómitos, fiebre, ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos) e hinchazón abdominal. El diagnóstico puede requerir pruebas de imagenología especializadas, como una tomografía computarizada o una resonancia magnética nuclear, así como procedimientos invasivos, como una endoscopia o una colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE).

El tratamiento de una fístula biliar depende de su causa y gravedad. En algunos casos, puede cerrarse por sí sola sin necesidad de intervención médica. Sin embargo, en otros casos, puede requerir cirugía o procedimientos invasivos para corregirla. El pronóstico también varía según la causa y el tratamiento, pero generalmente es bueno si se detecta y trata a tiempo.

Los conductos mesonefricos, también conocidos como conductos de Wolff, son un par de canales diminutos presentes en el sistema urinario embrionario de los mamíferos. Se desarrollan a partir del tejido mesonéfrico y desempeñan un papel crucial durante el desarrollo fetal temprano.

En los machos, los conductos mesonefricos se convierten en el conducto epididimario, el conducto deferente, la vesícula seminal y el éter de la próstata. Mientras que en las hembras, estos conductos degeneran y desaparecen antes del nacimiento, ya que no son necesarios para el desarrollo de los órganos reproductivos femeninos.

La preservación y el correcto desarrollo de los conductos mesonefricos son esenciales para la formación normal de los órganos reproductores masculinos. Cualquier anomalía en su desarrollo puede dar lugar a diversas afecciones congénitas, como la agenesia renal o el criptorquidismo.

La colangitis esclerosante es una afección inflamatoria y progressive del sistema biliar, que se caracteriza por la inflamación, cicatrización (fibrosis) y engrosamiento de los conductos biliares dentro y fuera del hígado. Esta enfermedad puede conducir a la formación de estrecheces o estenosis en los conductos biliares, lo que puede obstruir el flujo de bilis desde la vesícula biliar y el hígado al intestino delgado.

La colangitis esclerosante puede ser primaria (PCC) o secundaria (SCC). La PCC, también conocida como colangitis esclerosante primaria, es una enfermedad rara que afecta principalmente a los conductos biliares pequeños dentro del hígado. Por otro lado, la SCC se asocia con otras afecciones, como enfermedades inflamatorias intestinales (como la colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn), infecciones, traumas o reacciones a ciertos medicamentos.

Los síntomas de la colangitis esclerosante pueden variar y pueden incluir picazón en la piel, fatiga, pérdida de apetito, pérdida de peso, dolor abdominal, ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), infecciones recurrentes del tracto biliar y, finalmente, insuficiencia hepática. El diagnóstico de colangitis esclerosante se realiza mediante pruebas de imagen, como resonancia magnética (RM) o tomografía computarizada (TC), y pruebas de función hepática.

El tratamiento de la colangitis esclerosante generalmente implica el uso de medicamentos para controlar los síntomas y prevenir complicaciones, como antibióticos para tratar infecciones y antiinflamatorios para reducir la inflamación. En algunos casos, se pueden realizar procedimientos invasivos, como drenaje de las vías biliares o colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE), para aliviar los síntomas y prevenir complicaciones. En etapas avanzadas de la enfermedad, puede ser necesario un trasplante de hígado.

La yeyunostomía es un procedimiento quirúrgico en el que se crea una abertura (estoma) en el intestino delgado, específicamente en el yeyuno. Esto permite la alimentación directa al intestino delgado, evitando así el estómago e íleon. Se utiliza generalmente en pacientes con problemas gastrointestinales graves que impiden la alimentación normal, como obstrucciones, úlceras pépticas graves o enfermedades inflamatorias intestinales. La nutrición puede administrarse a través del estoma mediante una sonda de alimentación. Es importante tener en cuenta que esta es una definición médica y el término puede ser usado en diferentes contextos clínicos.

Las hepatopatías se refieren a enfermedades o trastornos del hígado. Este término general abarca un amplio espectro de condiciones que pueden causar inflamación, daño o disfunción hepática. Esto puede incluir enfermedades infecciosas como la hepatitis viral, enfermedades metabólicas como la enfermedad de Wilson o la hemocromatosis, enfermedades inmunitarias como la cirrosis biliar primaria, y enfermedades tóxicas causadas por el consumo excesivo de alcohol o exposición a ciertos medicamentos o toxinas. Los síntomas pueden variar desde leves hasta graves e incluyen fatiga, ictericia, dolor abdominal, náuseas, vómitos y cambios en la función cognitiva. El tratamiento depende de la causa subyacente de la afección hepática.

La hipertensión portal es una afección médica en la que la presión sanguínea en la vena porta, que lleva sangre desde el intestino hasta el hígado, está significativamente elevada. La presión normal en la vena porta es de aproximadamente 5-10 mmHg. Se considera hipertensión portal cuando la presión es superior a 10 mmHg y puede ocurrir como resultado de diversas condiciones, como cirrosis hepática, hiperplasia nodular regenerativa, trombosis de la vena porta o hepatitis.

La hipertensión portal puede causar una serie de complicaciones, como varices esofágicas (dilatación anormal de las venas en el esófago), ascitis (acumulación de líquido en el abdomen) y encefalopatía hepática (daño cerebral causado por la acumulación de toxinas en el torrente sanguíneo). El tratamiento de la hipertensión portal depende de su causa subyacente y puede incluir medicamentos, procedimientos endoscópicos o cirugía.

La arteria hepática es una arteria vital en el cuerpo humano, ya que suministra sangre oxigenada al hígado. Se origina a partir de la bifurcación de la arteria celíaca y se divide en tres ramas: la arteria hepática proximal o principal, la arteria gastroduodenal y la arteria derecha del estómago.

La arteria hepática proximal o principal se divide en dos ramas adicionales, la arteria derecha hepática y la arteria izquierda hepática, que suministran sangre al lóbulo derecho e izquierdo del hígado, respectivamente. La arteria gastroduodenal se divide en varias ramas más pequeñas que suministran sangre a partes del estómago y el intestino delgado.

La arteria hepática desempeña un papel crucial en la circulación sanguínea, ya que es responsable de llevar oxígeno y nutrientes al hígado, que son necesarios para sus funciones metabólicas y depurativas. Cualquier problema o daño en la arteria hepática puede afectar negativamente la salud del hígado y, por lo tanto, requiere atención médica inmediata.

El esfínter de la ampolla hepatopancreática, también conocido como esfínter de Oddi, es un músculo liso que controla el flujo de bilis y jugos pancreáticos desde el hígado y el páncreas hacia el duodeno (la primera parte del intestino delgado). Esta estructura anatómica se encuentra en la confluencia de los conductos hepático y pancreático, formando un conducto común antes de desembocar en el duodeno. El esfínter de Oddi se relaja para permitir que la bilis y los jugos pancreáticos fluyan hacia el intestino delgado durante la digestión, y se contrae para evitar el reflujo de contenido intestinal hacia los conductos. La disfunción del esfínter de Oddi puede causar dolor abdominal recurrente y otros síntomas gastrointestinales.

El ácido ursodesoxicólico (UDCA) es un ácido biliar natural que se encuentra en pequeñas cantidades en la bilis humana. Se utiliza en medicina como un agente terapéutico para tratar diversas afecciones hepatobiliares, especialmente la cirrosis biliar primaria y la colangitis esclerosante primaria.

La UDCA funciona al disminuir la producción de líquido biliar y reducir la concentración de colesterol en la bilis, lo que puede ayudar a prevenir la formación de cálculos biliares y disolver los que ya están presentes. También tiene propiedades antiinflamatorias y citoprotectoras, lo que significa que puede ayudar a proteger las células del hígado contra daños.

La UDCA generalmente se toma por vía oral en forma de cápsulas o tabletas y su dosis varía dependiendo de la afección tratada. Los efectos secundarios son generalmente leves y pueden incluir diarrea, náuseas y dolores abdominales. En raras ocasiones, se han informado reacciones alérgicas graves.

Como con cualquier medicamento, el ácido ursodesoxicólico debe utilizarse bajo la supervisión de un profesional médico capacitado y autorizado para garantizar su uso seguro y efectivo.

La pancreatitis es un trastorno médico en el que el páncreas, una glándula importante situada en la parte posterior del abdomen, se inflama y se irrita. Esto puede ocurrir como resultado de una lesión o por consumir alimentos y bebidas que irritan el páncreas. La forma más común de pancreatitis es la intoxicación alcohólica aguda y la pancreatitis crónica, que a menudo está asociada con el consumo prolongado de alcohol.

La pancreatitis puede ser aguda (de corta duración) o crónica (a largo plazo). La pancreatitis aguda es una inflamación repentina y grave del páncreas que generalmente desaparece en unos días a una semana si recibe el tratamiento adecuado. Los síntomas pueden incluir dolor abdominal intenso, náuseas, vómitos, fiebre y aumento de la frecuencia cardíaca.

La pancreatitis crónica es una enfermedad progresiva que causa daño permanente al páncreas y puede provocar complicaciones graves, como diabetes, deficiencias nutricionales y, en algunos casos, cáncer de páncreas. Los síntomas pueden incluir dolor abdominal persistente, diarrea, pérdida de peso y heces grasosas.

El tratamiento de la pancreatitis depende de su gravedad y causa subyacente. El tratamiento puede incluir reposo en cama, líquidos intravenosos, medicamentos para el dolor y, en casos graves, cirugía. La abstinencia del alcohol es fundamental para las personas con pancreatitis alcohólica. Una dieta baja en grasas también puede ayudar a prevenir los ataques de pancreatitis.

Los conductos paramesonéfricos, también conocidos como conductos de Müller, son un par de canales embrionarios que se encuentran en el embrión humano y la mayoría de los mamíferos. Desempeñan un papel importante durante el desarrollo del sistema reproductor femenino.

En las etapas iniciales del desarrollo embrionario, tanto los machos como las hembras tienen conductos paramesonéfricos y mesonéfricos (conductos de Wolff). Sin embargo, en el caso de los fetos masculinos, las hormonas producidas por los testículos desencadenan la degeneración de los conductos paramesonéfricos, mientras que los conductos mesonéfricos se desarrollan y forman parte del sistema reproductor masculino (epidídimo, conducto deferente e órganos accesorios).

En las fetos femeninas, los conductos paramesonéfricos persisten y se desarrollan en el sistema reproductor femenino. Se convierten en las trompas de Falopio, la parte superior del útero (fornix), y el ligamento ancho uterino. Cualquier tejido remanente de los conductos paramesonéfricos se conoce como cuerpo de Gartner o conducto de Gartner.

Es importante mencionar que las anormalidades en el desarrollo de los conductos paramesonéfricos pueden dar lugar a diversas malformaciones congénitas del sistema reproductor femenino, como úteros bicornes o didelfos, y trompas de Falopio anómalas.

El reflujo biliar, también conocido como regurgitación biliar o síndrome de reflujo biliar, es un trastorno en el que el contenido ácido de la vesícula biliar fluye hacia atrás o "refluja" hacia el estómago e incluso hasta el esófago. Normalmente, la vesícula bílis se almacena en la vesícula biliar y se libera en el intestino delgado para ayudar en la digestión de las grasas. Sin embargo, ciertos factores pueden hacer que la válvula que separa el estómago del duodeno (la primera parte del intestino delgado) se relaje inapropiadamente, permitiendo que la bilis fluya hacia atrás.

Los síntomas más comunes del reflujo biliar incluyen dolor abdominal superior derecho, indigestión, náuseas, eructos y en ocasiones vómitos con bilis amarilla o verde. A diferencia del reflujo gastroesofágico, que generalmente se acompaña de acidez estomacal, el reflujo biliar rara vez causa acidez estomacal porque la bilis no es ácida. Sin embargo, la exposición prolongada de la mucosa del esófago a la bilis puede causar inflamación y daño, lo que lleva a síntomas como dolor torácico, tos crónica e incluso sangrado.

El reflujo biliar puede ocurrir en personas sanas ocasionalmente, especialmente después de comer alimentos grasosos. Sin embargo, cuando los síntomas son frecuentes o graves, pueden indicar un problema subyacente que requiere atención médica. Las causas comunes del reflujo biliar incluyen cirugía gástrica previa, úlceras pépticas, enfermedad del hígado, colecistectomía (extirpación de la vesícula biliar) y trastornos de motilidad gastrointestinal. El tratamiento puede incluir cambios en el estilo de vida, como evitar alimentos grasosos, perder peso y dejar de fumar, así como medicamentos para reducir la producción de ácido estomacal o neutralizar el ácido existente. En casos graves, se puede considerar la cirugía para corregir el problema subyacente.

El ácido taurocólico es un ácido biliar secundario que se forma en el intestino cuando la bacteria descompone el ácido cólico. No se produce naturalmente en el cuerpo humano, pero puede encontrarse en suero o plasma después de la ingestión de sales biliares. Tiene un papel en la absorción de grasas y vitaminas liposolubles en el intestino delgado. En medicina, a veces se utiliza como un agente de contraste en estudios radiológicos para evaluar la función gastrointestinal.

Los colagogos y coleréticos son términos utilizados en medicina para describir sustancias que estimulan la producción y secreción de bilis desde el hígado y su liberación desde la vesícula biliar al intestino delgado.

Los colagogos aumentan la cantidad de bilis secretada por el hígado, mientras que los coleréticos aumentan el volumen y fluidez de la bilis secretada por la vesícula biliar. La bilis es una sustancia amarilla-verdosa producida en el hígado que ayuda a descomponer las grasas en los alimentos durante el proceso de digestión.

Algunos ejemplos de colagogos y coleréticos incluyen:

* Colagogos: café, alcohol, menta, jengibre, diente de león, boldo, artemisa, manzanilla y raíz de angélica.
* Coleréticos: ácido cítrico, vitamina C, fenólicos, taninos y saponinas.

Estas sustancias se utilizan a menudo en la medicina tradicional y alternativa para tratar problemas digestivos como la dispepsia o los trastornos de la vesícula biliar. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el uso excesivo o inadecuado de colagogos y coleréticos puede causar efectos secundarios adversos, como diarrea, cólicos abdominales y náuseas. Por lo tanto, siempre se recomienda consultar a un profesional médico antes de tomar cualquier suplemento o medicamento que contenga colagogos o coleréticos.

La anastomosis en Y de Roux es una técnica quirúrgica utilizada en diversos procedimientos, como la gastrojejunostomía o la duodenojejunostomía. Consiste en la creación de una configuración en forma de "Y" al unir el extremo distal del intestino delgado (yeyuno) con el extremo proximal del intestino delgado o con el estómago, después de haber dividido previamente el intestino delgado.

Este tipo de anastomosis se realiza mediante la sutura o grapado de los extremos intestinales o gástricos, formando una unión en forma de "Y". La rama más corta de la "Y" se une al estómago o al yeyuno proximal, mientras que las ramas más largas se unen entre sí.

La anastomosis en Y de Roux se utiliza con frecuencia en cirugías bariátricas para tratar la obesidad mórbida, ya que desvía el flujo del alimento y restringe su volumen, lo que contribuye a la pérdida de peso. También se emplea en la cirugía oncológica para tratar ciertos tipos de cáncer gastrointestinales, como el cáncer gástrico o el cáncer duodenal, con el fin de interrumpir la continuidad del tracto gastrointestinal y evitar la propagación del tumor.

En definitiva, la anastomosis en Y de Roux es una técnica quirúrgica que permite la unión de dos extremos intestinales o gástricos, creando una configuración en forma de "Y". Tiene diversas aplicaciones clínicas y se utiliza principalmente en cirugías bariátricas y oncológicas.

La portoenterostomía hepática, también conocida como procedimiento de Kasai o cirugía de Kasai, es un tipo de intervención quirúrgica utilizada en el tratamiento de la atresia biliar, una afección congénita en la que los conductos biliares que conectan el hígado y el intestino delgado están ausentes o malformados. Como resultado, la bilis, un líquido digestivo producido por el hígado, no puede fluir correctamente hacia el intestino delgado y se acumula en el hígado, lo que puede causar daño hepático progresivo.

En una portoenterostomía hepática, el cirujano crea una conexión directa entre el hígado y el intestino delgado, permitiendo que la bilis drene hacia el intestino. Durante la operación, el cirujano extirpa los conductos biliares dañados y luego une el lóbulo hepático derecho (la parte más grande del hígado) a una sección del intestino delgado llamada yeyuno. Esta unión se denomina portoenterostomía.

El objetivo de la cirugía es restablecer el flujo de bilis desde el hígado hacia el intestino delgado, prevenir la acumulación de bilis en el hígado y, por lo tanto, proteger al hígado de daños adicionales. La portoenterostomía hepática no cura la atresia biliar, pero puede mejorar significativamente la calidad de vida del paciente y aumentar su esperanza de vida, especialmente si se realiza durante los primeros meses de vida. Sin embargo, algunos niños pueden necesitar un trasplante de hígado en etapas posteriores de la vida si el daño hepático continúa progresando después de la cirugía.

Litiasis es un término médico que se refiere a la formación de cálculos o piedras en los órganos huecos del cuerpo. Estos cálculos generalmente se forman cuando las sustancias presentes en los líquidos corporales, como el oxalato de calcio, fosfato y uratos, se concentran y solidifican. Las piedras o cálculos pueden desarrollarse en varios órganos, incluyendo los riñones (nefrolitiasis), vesícula biliar (colelitiasis), páncreas (pancreatolitiasis) y vejiga urinaria (vesiculitis).

Los síntomas de la litiasis varían dependiendo del tamaño y ubicación de los cálculos. Algunos cálculos pequeños pueden pasar sin causar dolor o incomodidad, mientras que otros más grandes pueden bloquear el flujo de líquidos corporales, lo que provoca cólicos nefríticos (dolor intenso en la parte inferior de la espalda), náuseas, vómitos y fiebre. El tratamiento depende del tamaño, número y localización de los cálculos, y puede incluir medidas conservadoras, como hidratación y medicamentos para aliviar el dolor, o procedimientos médicos invasivos, como la litotricia extracorpórea por ondas de choque (LEOC) o la cirugía.

La colecistitis es una inflamación de la vesícula biliar, que es un pequeño saco situado en el hígado donde se almacena la bilis, una sustancia producida por el hígado que ayuda a descomponer las grasas en los alimentos.

La colecistitis puede ser causada por una infección bacteriana o por un cálculo biliar (un pequeño cuerpo sólido que se forma en la vesícula biliar) que bloquea el flujo de bilis hacia el intestino delgado. Los síntomas más comunes incluyen dolor abdominal intenso y repentino en el lado superior derecho del abdomen, fiebre, escalofríos, náuseas, vómitos y pérdida de apetito.

El tratamiento de la colecistitis depende de la gravedad de los síntomas y de la causa subyacente. En casos leves, el tratamiento puede incluir antibióticos para combatir la infección y una dieta líquida para descansar el sistema digestivo. Sin embargo, en casos más graves o si hay complicaciones, como un absceso o una perforación de la vesícula biliar, es posible que se necesite cirugía para extirpar la vesícula biliar (colecistectomía).

El Sistema de Puerta, también conocido como el sistema porta hepático, es un importante sistema circulatorio en el cuerpo humano que desempeña un papel crucial en el procesamiento y la detoxificación de sustancias en el hígado.

El sistema porta está compuesto por la vena porta hepática, que recoge la sangre rica en nutrientes y productos de desecho del tracto gastrointestinal, el bazo y los páncreas. La vena porta hepática transporta esta sangre a través del hígado, donde pasa por una red de capilares llamados sinusoides hepáticos.

Dentro de los sinusoides hepáticos, la sangre se somete a un procesamiento intensivo, durante el cual las células hepáticas (hepatocitos) extraen nutrientes y otros productos útiles, como glucosa, aminoácidos y vitaminas. Al mismo tiempo, eliminan toxinas y desechos metabólicos, como ácido láctico y bilirrubina.

Después de pasar por los sinusoides hepáticos, la sangre se recoge en las venas centrales hepáticas y fluye hacia la vena cava inferior, que finalmente desemboca en el corazón.

El sistema porta es fundamental para mantener la homeostasis del cuerpo, ya que ayuda a regular los niveles de glucosa en sangre, elimina toxinas y desechos metabólicos y proporciona nutrientes vitales al hígado.

Los iminoácidos son compuestos orgánicos que contienen un grupo funcional imina (-C=NH, también escrito como -C=N-). Aunque el término "iminoácido" a veces se use de manera más general para referirse a cualquier aminoácido con un grupo imina en su estructura, en la bioquímica y la fisiología, el término generalmente se refiere específicamente a una clase particular de aminoácidos modificados que desempeñan funciones importantes en los organismos vivos.

En este contexto más restringido, un iminoácido es un aminoácido normalmente no proteinogénico (no utilizado para sintetizar proteínas) que se forma por la modificación postraduccional de un residuo de lisina en una proteína. La formación del grupo imina involucra la reacción entre el grupo amino primario (-NH2) de la cadena lateral de la lisina y un grupo aldehído o cetona presente en otra molécula, como un azúcar reducido (aldosa) o una lipoproteína. Este proceso se conoce como "glicación" en el caso de los azúcares y "lipoxidación" en el caso de los lípidos.

La formación de iminoácidos es un proceso no enzimático e irreversible que puede alterar la estructura y función de las proteínas, contribuyendo a su desnaturalización y agregación. Estos cambios pueden ser perjudiciales para los organismos vivos y se han relacionado con el envejecimiento y varias enfermedades crónicas, como la diabetes, la aterosclerosis y las enfermedades neurodegenerativas.

Sin embargo, algunos iminoácidos también pueden desempeñar funciones beneficiosas en los organismos vivos. Por ejemplo, el ácido piperidínico, un derivado de la lisina, es un componente importante de varias moléculas bioactivas, como las alcaloides y los neurotransmisores. Además, algunos iminoácidos se utilizan en la industria alimentaria y farmacéutica como conservantes y estabilizadores.

La definición médica de "1-Naftilisotiocianato" es un compuesto químico que se utiliza a veces en experimentos de investigación biomédica. Se trata de un compuesto organosulfurado con la fórmula C10H6NaS, y se puede sintetizar mediante la reacción del naftaleno con tiocianato de sodio.

En el campo de la investigación biomédica, el 1-Naftilisotiocianato a veces se utiliza como un agente químico para modificar selectivamente las proteínas en estudios sobre su estructura y función. Sin embargo, no tiene ningún uso clínico conocido en medicina humana o veterinaria.

Como con cualquier compuesto químico, el 1-Naftilisotiocianato debe manejarse con cuidado para evitar la exposición innecesaria y posibles efectos adversos. Se recomienda seguir las precauciones adecuadas, como usar equipos de protección personal y trabajar en un área bien ventilada, cuando se manipule este compuesto.

Los ácidos cólicos son sustancias químicas que se producen normalmente en el hígado y se almacenan en la vesícula biliar. Están compuestos principalmente de sales biliares, colesterol y fosfolípidos. Después de comer, los ácidos cólicos son liberados desde la vesícula biliar hacia el intestino delgado para ayudar en la digestión de las grasas. Sin embargo, cuando se producen en exceso o no se vacían adecuadamente de la vesícula biliar, pueden cristalizarse y formar cálculos biliares.

En algunas situaciones, los ácidos cólicos también pueden causar espasmos y dolor en el tracto gastrointestinal, especialmente en el intestino delgado. Este tipo de dolor se conoce como cólico biliar o cólico hepático y puede ser severo y requerir tratamiento médico.

En resumen, los ácidos cólicos son sustancias importantes para la digestión de las grasas, pero en ciertas circunstancias pueden causar problemas de salud como cálculos biliares o dolor abdominal intenso.

El ácido quenodesoxicólico es un ácido biliar secundario que se produce en el intestino delgado cuando las bacterias descomponen el ácido desoxicólico, un ácido biliar primario producido por el hígado. El ácido quenodesoxicólico es involucrado en la absorción de grasas y vitaminas liposolubles en el intestino delgado. También juega un papel en la regulación del crecimiento y diferenciación celular, así como en la apoptosis (muerte celular programada).

En condiciones patológicas, los niveles elevados de ácido quenodesoxicólico se han asociado con enfermedades hepáticas, colestasis y cáncer colorrectal. Por otro lado, bajos niveles de este ácido biliar pueden contribuir al desarrollo de estreñimiento crónico e incluso a la formación de cálculos biliares.

En resumen, el ácido quenodesoxicólico es un importante metabolito del hígado y el intestino que desempeña diversas funciones fisiológicas importantes, aunque también se ha relacionado con varias enfermedades cuando sus niveles están alterados.

La cirrosis hepática es una enfermedad crónica e irreversible del hígado, caracterizada por la formación de tejido cicatricial (fibrosis) y la desorganización de su arquitectura normal. Esta afección suele ser el resultado final de diversas enfermedades hepáticas prolongadas, como la hepatitis viral, el consumo excesivo de alcohol, la obesidad y la esteatohepatitis no alcohólica (NAFLD).

La cirrosis hepática se desarrolla en etapas, comenzando con la inflamación y destrucción del tejido hepático, seguida de la cicatrización y regeneración anormales de las células. El tejido cicatricial reemplaza gradualmente al tejido hepático sano, lo que dificulta la circulación sanguínea a través del hígado y afecta su capacidad para funcionar correctamente.

Los síntomas de la cirrosis hepática pueden variar ampliamente, dependiendo del grado de daño hepático y de las complicaciones asociadas. Algunos de los signos y síntomas más comunes incluyen:

1. Fatiga y debilidad generalizadas
2. Pérdida de apetito y pérdida de peso
3. Náuseas y vómitos
4. Ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos)
5. Hinchazón en las piernas, los tobillos y los pies (edema)
6. Aumento del tamaño del abdomen (ascitis) debido a la acumulación de líquido
7. Descoloración de la orina y heces pálidas
8. Confusión, letargo y alteraciones mentales (encefalopatía hepática)
9. Aumento del riesgo de infecciones
10. Sangrado fácil y moretones
11. Dolor abdominal en la parte superior derecha
12. Varices esofágicas (dilatación de las venas en el esófago)

El tratamiento de la cirrosis hepática se centra en managear los síntomas y prevenir complicaciones adicionales. Las opciones de tratamiento pueden incluir:

1. Estilo de vida saludable: seguir una dieta balanceada, hacer ejercicio regularmente, evitar el alcohol y dejar de fumar.
2. Medicamentos: se recetan medicamentos para controlar los síntomas y prevenir complicaciones, como la encefalopatía hepática, las infecciones y el sangrado. Algunos ejemplos son los laxantes, los antibióticos, los diuréticos y los betabloqueantes.
3. Terapia de reemplazo de sodio: se utiliza para tratar la ascitis al reducir la cantidad de líquido en el cuerpo.
4. Paracentesis: procedimiento médico que consiste en extraer el exceso de líquido del abdomen con una aguja.
5. Trasplante hepático: es la única opción de tratamiento curativo para la cirrosis hepática avanzada. Sin embargo, no todos los pacientes son candidatos a este procedimiento debido a su edad, enfermedades concomitantes o falta de donantes de órganos.

La prevención es la mejor manera de evitar la cirrosis hepática. Las medidas preventivas incluyen:

1. Evitar el consumo excesivo de alcohol.
2. Mantener un peso saludable y hacer ejercicio regularmente.
3. Vacunarse contra las hepatitis virales B y C.
4. Practicar sexo seguro para prevenir la transmisión del virus de la hepatitis.
5. Evitar el uso de drogas inyectables o utilizar agujas limpias si se usan.
6. No compartir artículos personales, como cepillos de dientes o rasuradoras, que puedan estar contaminados con sangre infectada.
7. Consultar a un médico si se sospecha una enfermedad hepática y seguir sus recomendaciones de tratamiento.

Los estudios retrospectivos, también conocidos como estudios de cohortes retrospectivas o estudios de casos y controles, son un tipo de investigación médica o epidemiológica en la que se examina y analiza información previamente recopilada para investigar una hipótesis específica. En estos estudios, los investigadores revisan registros médicos, historiales clínicos, datos de laboratorio o cualquier otra fuente de información disponible para identificar y comparar grupos de pacientes que han experimentado un resultado de salud particular (cohorte de casos) con aquellos que no lo han hecho (cohorte de controles).

La diferencia entre los dos grupos se analiza en relación con diversas variables de exposición o factores de riesgo previamente identificados, con el objetivo de determinar si existe una asociación estadísticamente significativa entre esos factores y el resultado de salud en estudio. Los estudios retrospectivos pueden ser útiles para investigar eventos raros o poco frecuentes, evaluar la efectividad de intervenciones terapéuticas o preventivas y analizar tendencias temporales en la prevalencia y distribución de enfermedades.

Sin embargo, los estudios retrospectivos también presentan limitaciones inherentes, como la posibilidad de sesgos de selección, información y recuerdo, así como la dificultad para establecer causalidad debido a la naturaleza observacional de este tipo de investigación. Por lo tanto, los resultados de estudios retrospectivos suelen requerir validación adicional mediante estudios prospectivos adicionales antes de que se puedan extraer conclusiones firmes y definitivas sobre las relaciones causales entre los factores de riesgo y los resultados de salud en estudio.

La portografía es una práctica médica invasiva y éticamente cuestionable que involucra la toma de radiografías del recto y el ano mientras un paciente defeca. Esta técnica se utiliza raramente en la medicina moderna, ya que existen métodos menos intrusivos para diagnosticar enfermedades anorrectales, como la colonoscopia o la sigmoidoscopia. La portografía puede implicar riesgos potenciales para el paciente, como infecciones y lesiones en el tracto digestivo, y generalmente se considera una forma desagradable e indigna de tratar a un paciente. Por lo tanto, su uso es muy limitado y se considera una práctica médica obsoleta y no ética en la mayoría de los casos.

La dilatación patológica se refiere a un abultamiento o ensanchamiento anormal de una estructura corporal, generalmente un conducto o lumen, como el resultado de una enfermedad o trastorno. Este término se utiliza a menudo en contextos médicos para describir situaciones en las que el diámetro normal de un conducto o cavidad se ha aumentado significativamente más allá de sus límites fisiológicos.

Ejemplos comunes de dilatación patológica incluyen la dilatación de los bronquios en la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), la dilatación del estómago en el reflujo gastroesofágico o la dilatación de los vasos sanguíneos en algunas afecciones cardiovasculares. La dilatación patológica puede ser causada por diversos factores, como la inflamación, infección, trauma, tumores u otras enfermedades subyacentes.

El tratamiento de la dilatación patológica depende de la causa subyacente y puede incluir medicamentos, procedimientos o cirugías para aliviar los síntomas y abordar la afección subyacente.

Los túbulos renales colectores son estructuras tubulares en el riñón que desempeñan un papel crucial en la concentración y el equilibrio del agua y los electrolitos en el cuerpo. Hay dos tipos de túbulos colectores: los cortos y los largos.

Los túbulos colectores cortos se originan a partir de la unión de los túbulos contorneados distales y desembocan en los túbulos colectores largos. Estos túbulos son responsables del reabsorber hasta el 10-15% del agua filtrada, junto con sodio, potasio y cloro, bajo la influencia del hormona antidiurética (ADH).

Los túbulos colectores largos son los más grandes y más largos de los túbulos renales. Se originan en la unión de los túbulos colectores cortos y desembocan en la pelvis renal, donde el fluido se une a la orina primaria para formar la orina final. Los túbulos colectores largos son permeables al agua, lo que permite una mayor reabsorción de agua bajo la influencia de la ADH. También participan en la secreción y reabsorción de iones, especialmente potasio e hidrógeno, lo que ayuda a regular el pH de la orina.

En resumen, los túbulos renales colectores son estructuras importantes en el riñón que desempeñan un papel clave en la concentración y el equilibrio del agua y los electrolitos en el cuerpo, bajo la influencia de diversas hormonas.

El término 'Resultado del Tratamiento' se refiere al desenlace o consecuencia que experimenta un paciente luego de recibir algún tipo de intervención médica, cirugía o terapia. Puede ser medido en términos de mejoras clínicas, reducción de síntomas, ausencia de efectos adversos, necesidad de nuevas intervenciones o fallecimiento. Es un concepto fundamental en la evaluación de la eficacia y calidad de los cuidados de salud provistos a los pacientes. La medición de los resultados del tratamiento puede involucrar diversos parámetros como la supervivencia, la calidad de vida relacionada con la salud, la función física o mental, y la satisfacción del paciente. Estos resultados pueden ser evaluados a corto, mediano o largo plazo.

La enfermedad iatrogénica se refiere a un trastorno o condición médica adversa que es causada involuntariamente por el tratamiento médico o intervención, ya sea por error u omisión. Esto puede incluir reacciones adversas a medicamentos, infecciones adquiridas en el hospital, lesiones durante procedimientos diagnósticos o quirúrgicos, y la negligencia médica. La iatrogenia es una consideración importante en la práctica médica, ya que los profesionales de la salud deben equilibrar los riesgos y beneficios de cualquier intervención terapéutica.

El carcinoma hepatocelular (HCC) es el tipo más común de cáncer primario del hígado en adultos. Se desarrolla a partir de las células hepáticas, también conocidas como hepatocitos. La mayoría de los casos de HCC están asociados con la cirrosis, una enfermedad crónica del hígado que da lugar a la formación de tejido cicatricial y puede ser causada por diversos factores, como el consumo excesivo de alcohol, la infección por virus de la hepatitis B o C, y la esteatohepatitis no alcohólica.

El HCC suele presentarse sin síntomas en las etapas iniciales, pero a medida que el tumor crece, pueden aparecer síntomas como dolor abdominal superior derecho, pérdida de apetito, pérdida de peso, náuseas y vómitos. El diagnóstico se realiza mediante pruebas de imagen, como la ecografía, la tomografía computarizada o la resonancia magnética, y se confirma con una biopsia del tejido hepático.

El tratamiento del HCC depende del tamaño y la localización del tumor, así como de la función hepática del paciente. Las opciones de tratamiento incluyen la cirugía para extirpar el tumor o el trasplante de hígado, la ablación con radiofrecuencia o la quimioembolización transarterial, que consiste en inyectar fármacos antineoplásicos directamente en el tumor a través de los vasos sanguíneos. En algunos casos, también se puede utilizar la terapia sistémica con fármacos dirigidos o inmunoterapia.

El pronóstico del HCC depende del estadio y la extensión del tumor en el momento del diagnóstico, así como de la función hepática del paciente. Los pacientes con tumores pequeños y una buena función hepática tienen un mejor pronóstico que aquellos con tumores más grandes o una función hepática deteriorada.

La pancreaticoduodenectomía, también conocida como procedimiento de Whipple, es una cirugía compleja utilizada para tratar diversas afecciones del área head (cabeza) del páncreas, incluyendo cáncer de páncreas, cáncer de duodeno y cáncer de vesícula biliar. La operación implica la extirpación de la cabeza del páncreas, el duodeno inicial (el primer segmento del intestino delgado), la vesícula biliar y el conducto biliar común. Además, se extirpa parte del estómago (antro gástrico) en la mayoría de los casos.

Después de la extirpación, los tejidos restantes se reconectan para permitir que los jugos digestivos y la bilis fluyan hacia el intestino delgado. Por lo general, esto implica conectar el conducto pancreático restante al conducto colédoco (el conducto que drena la bilis desde el hígado) y luego conectarlos al yeyuno (una parte más distal del intestino delgado). El extremo remanente del estómago se une al yeyuno también, creando una nueva unión o anastomosis gastrointestinal.

La pancreaticoduodenectomía es una cirugía mayor con riesgos significativos y una larga recuperación. Sin embargo, en las manos adecuadas de profesionales médicos experimentados, puede ser una opción efectiva para tratar ciertas condiciones pancreáticas y biliares.

La tomografía computarizada por rayos X, también conocida como TC o CAT (por sus siglas en inglés: Computerized Axial Tomography), es una técnica de diagnóstico por imágenes que utiliza radiación para obtener detalladas vistas tridimensionales de las estructuras internas del cuerpo. Durante el procedimiento, el paciente se coloca sobre una mesa que se desliza dentro de un anillo hueco (túnel) donde se encuentran los emisores y receptores de rayos X. El equipo gira alrededor del paciente, tomando varias radiografías en diferentes ángulos.

Las imágenes obtenidas son procesadas por un ordenador, el cual las combina para crear "rebanadas" transversales del cuerpo, mostrando secciones del tejido blando, huesos y vasos sanguíneos en diferentes grados de claridad. Estas imágenes pueden ser visualizadas como rebanadas individuales o combinadas para formar una representación tridimensional completa del área escaneada.

La TC es particularmente útil para detectar tumores, sangrado interno, fracturas y otras lesiones; así como también para guiar procedimientos quirúrgicos o biopsias. Sin embargo, su uso está limitado en pacientes embarazadas debido al potencial riesgo de daño fetal asociado con la exposición a la radiación.

Las complicaciones posoperatorias se refieren a problemas o eventos adversos que surgen después de una cirugía y pueden estar relacionados con el procedimiento quirúrgico, la anestesia o los cuidados posoperatorios. Estas complicaciones pueden variar en gravedad y pueden incluir infecciones, reacciones a la anestesia, hemorragias, coágulos sanguíneos, neumonía, insuficiencia orgánica o incluso la muerte.

Las complicaciones posoperatorias pueden ser el resultado de una serie de factores, incluyendo la salud general del paciente antes de la cirugía, el tipo y la complejidad del procedimiento quirúrgico, la habilidad y experiencia del equipo quirúrgico, y los cuidados posoperatorios adecuados.

Algunas complicaciones posoperatorias pueden ser prevenidas o minimizadas mediante una evaluación preoperatoria exhaustiva, una técnica quirúrgica meticulosa, el uso apropiado de antibióticos y otros medicamentos, y la atención cuidadosa durante el período posoperatorio. Los pacientes también pueden tomar medidas para reducir su riesgo de complicaciones posoperatorias, como dejar de fumar, mantener una dieta saludable y hacer ejercicio regular antes de la cirugía.

Las pruebas de función hepática (PFT) son análisis de sangre que se utilizan para evaluar la salud y el funcionamiento general del hígado. Estos exámenes miden diferentes sustancias en la sangre, como enzimas, proteínas y desechos, que pueden indicar si hay algún daño o disfunción en el hígado.

Algunas de las pruebas más comunes que se incluyen en un panel de PFT son:

1. Alanina aminotransferasa (ALT): Esta enzima se encuentra principalmente en el hígado y puede aumentar en niveles si hay inflamación o daño en el tejido hepático.

2. Aspartato aminotransferasa (AST): Esta enzima también se encuentra en el hígado, así como en otros órganos como el corazón y los músculos. Los niveles altos de AST pueden indicar daño en cualquiera de estos tejidos.

3. Bilirrubina: La bilirrubina es un pigmento amarillo que se produce cuando el hígado descompone la hemoglobina de los glóbulos rojos viejos. Los niveles altos de bilirrubina pueden indicar problemas con la capacidad del hígado para procesarla, lo que puede causar ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos).

4. Albumina: La albumina es una proteína producida por el hígado. Los niveles bajos de albumina pueden indicar problemas con la capacidad del hígado para sintetizar proteínas.

5. Fósforo alcalino (ALP): La ALP es una enzima que se encuentra en varios tejidos, incluyendo el hígado. Los niveles altos de ALP pueden indicar problemas con el flujo biliar o enfermedad hepática.

6. Gamma-glutamil transferasa (GGT): La GGT es una enzima que se encuentra en varios tejidos, incluyendo el hígado. Los niveles altos de GGT pueden indicar problemas con el flujo biliar o enfermedad hepática.

Un análisis de sangre de función hepática puede ayudar a diagnosticar y monitorizar diversas afecciones hepáticas, como la hepatitis, la cirrosis y la insuficiencia hepática. Los resultados deben interpretarse junto con los síntomas clínicos y otros exámenes complementarios para establecer un diagnóstico preciso.

La constriction patológica se refiere a una condición médica anormal en la cual existe un estrechamiento o apretamiento excesivo de los tejidos u órganos del cuerpo. Este estrechamiento puede ser causado por diversas razones, como cicatrización excesiva después de una lesión o cirugía, inflamación crónica, tumores o crecimientos anormales, entre otras.

La constriction patológica puede afectar a varias partes del cuerpo, incluyendo los vasos sanguíneos, los bronquios, el esófago, el intestino delgado y grueso, las arterias y las venas. Los síntomas de la constriction patológica dependen del órgano o tejido afectado y pueden incluir dolor, hinchazón, dificultad para respirar, náuseas, vómitos, estreñimiento o diarrea, entre otros.

El tratamiento de la constriction patológica depende de la causa subyacente y puede incluir medicamentos, terapia física, cirugía u otras intervenciones médicas. En algunos casos, la constriction patológica puede ser reversible con el tratamiento adecuado, mientras que en otros casos puede ser permanente y requerir un manejo continuo para aliviar los síntomas.

El conducto nasolacrimal es un pequeño tubo que drena las lágrimas desde el saco lagrimal en el ojo hasta la nariz. Este conducto se encarga de deshacerse de las lágrimas excesivas y ayuda a mantener la superficie del ojo húmeda y protegida. Si este conducto se obstruye, puede causar un problema médico llamado dacriocistitis, el cual se caracteriza por la acumulación de líquido en el saco lagrimal y puede provocar infección e inflamación. Los síntomas comunes incluyen lagrimas excesivas, ojo lloroso, hinchazón alrededor del ojo y descarga mucosa del ojo hacia la nariz. El tratamiento puede incluir antibióticos, masajes en el área afectada y, en casos más graves, una cirugía para desbloquear el conducto nasolacrimal.

Los hepatocitos son las células parenquimales más abundantes y funcionalmente importantes en el hígado. Constituyen alrededor del 80% del volumen total del hígado y desempeñan un papel crucial en la homeostasis metabólica, la síntesis de proteínas, el almacenamiento de glucógeno y lípidos, la detoxificación de xenobióticos y la biotransformación de fármacos. Los hepatocitos tienen una estructura polarizada con una membrana basal que los une a la matriz extracelular y una membrana lateral que limita con los espacios sinérgidos y las uniones tight junctions, formando la barrera de la sangre-hepatocito. Además, presentan numerosos orgánulos intracelulares involucrados en diversas vías metabólicas, como mitocondrias, retículo endoplásmico rugoso y liso, aparato de Golgi y lisosomas. Las alteraciones estructurales o funcionales de los hepatocitos pueden dar lugar a diversas enfermedades hepáticas, como la esteatosis, la hepatitis y la cirrosis.

La inmunohistoquímica es una técnica de laboratorio utilizada en patología y ciencias biomédicas que combina los métodos de histología (el estudio de tejidos) e inmunología (el estudio de las respuestas inmunitarias del cuerpo). Consiste en utilizar anticuerpos marcados para identificar y localizar proteínas específicas en células y tejidos. Este método se utiliza a menudo en la investigación y el diagnóstico de diversas enfermedades, incluyendo cánceres, para determinar el tipo y grado de una enfermedad, así como también para monitorizar la eficacia del tratamiento.

En este proceso, se utilizan anticuerpos específicos que reconocen y se unen a las proteínas diana en las células y tejidos. Estos anticuerpos están marcados con moléculas que permiten su detección, como por ejemplo enzimas o fluorocromos. Una vez que los anticuerpos se unen a sus proteínas diana, la presencia de la proteína se puede detectar y visualizar mediante el uso de reactivos apropiados que producen una señal visible, como un cambio de color o emisión de luz.

La inmunohistoquímica ofrece varias ventajas en comparación con otras técnicas de detección de proteínas. Algunas de estas ventajas incluyen:

1. Alta sensibilidad y especificidad: Los anticuerpos utilizados en esta técnica son altamente específicos para las proteínas diana, lo que permite una detección precisa y fiable de la presencia o ausencia de proteínas en tejidos.
2. Capacidad de localizar proteínas: La inmunohistoquímica no solo detecta la presencia de proteínas, sino que también permite determinar su localización dentro de las células y tejidos. Esto puede ser particularmente útil en el estudio de procesos celulares y patológicos.
3. Visualización directa: La inmunohistoquímica produce una señal visible directamente en el tejido, lo que facilita la interpretación de los resultados y reduce la necesidad de realizar análisis adicionales.
4. Compatibilidad con microscopía: Los métodos de detección utilizados en la inmunohistoquímica son compatibles con diferentes tipos de microscopía, como el microscopio óptico y el microscopio electrónico, lo que permite obtener imágenes detalladas de las estructuras celulares e intracelulares.
5. Aplicabilidad en investigación y diagnóstico: La inmunohistoquímica se utiliza tanto en la investigación básica como en el diagnóstico clínico, lo que la convierte en una técnica versátil y ampliamente aceptada en diversos campos de estudio.

Sin embargo, la inmunohistoquímica también presenta algunas limitaciones, como la necesidad de disponer de anticuerpos específicos y de alta calidad, la posibilidad de obtener resultados falsos positivos o negativos debido a reacciones no específicas, y la dificultad para cuantificar con precisión los niveles de expresión de las proteínas en el tejido. A pesar de estas limitaciones, la inmunohistoquímica sigue siendo una técnica poderosa y ampliamente utilizada en la investigación y el diagnóstico de diversas enfermedades.

El duodeno es la primera parte del intestino delgado, que se conecta al estómago y mide aproximadamente 10 a 12 pulgadas de largo. Su nombre proviene de el hecho de que se extiende aproximadamente unos 12 dígitos más allá de la salida del estómago (es decir, el píloro). El duodeno desempeña un papel importante en la digestión de los alimentos.

Aquí hay una definición médica más formal:

El duodeno es la porción proximal y más ancha del intestino delgado, que se extiende desde el píloro hasta la flexura duodenoyeyunal. Se divide en cuatro partes: superior, descendente, horizontal e inferior. El duodeno es responsable de la mayor parte de la digestión de los nutrientes debido a las importantes secreciones enzimáticas liberadas por el páncreas y el intestino delgado. También participa en la regulación del equilibrio ácido-base y del volumen de líquidos corporales mediante la secreción de bicarbonato y la absorción de agua y electrolitos.

La endoscopia es un procedimiento médico que involucra el uso de un endoscopio, un tubo delgado y flexible con una luz y una cámara en su extremo. Bajo la guía visual proporcionada por la cámara, el endoscopio se inserta a través de una abertura natural del cuerpo (como la boca o el recto) para examinar los órganos internos o las cavidades del cuerpo. También puede utilizarse para realizar procedimientos terapéuticos, como la extracción de pólipos o tejidos para biopsia, el control del sangrado o la dilatación de estrechos luminales. Es una técnica no invasiva que permite a los médicos diagnosticar y tratar una variedad de condiciones gastrointestinales y pulmonares, entre otras.

La anastomosis quirúrgica es el proceso de unir mecánicamente los extremos de dos conductos huecos o tubulares, como vasos sanguíneos, intestinos o bronquios, para crear una vía continua. Esto se realiza durante una cirugía para restaurar la continuidad y la función normal después de una resección o extirpación parcial de un órgano. La anastomosis se puede lograr mediante suturas, grapas quirúrgicas u otros dispositivos médicos especializados. El proceso requiere habilidades técnicas sofisticadas y cuidado para minimizar el riesgo de complicaciones, como fugas o estenosis anastomóticas.

La cirrosis hepática experimental se refiere a un proceso de cicatrización y daño avanzado en el hígado, que es intencionalmente inducido en animales de laboratorio, como ratas o conejos, mediante diversas técnicas y sustancias tóxicas. El objetivo de este procedimiento es estudiar los mecanismos y efectos de la cirrosis hepática en un entorno controlado, con el fin de desarrollar nuevas estrategias terapéuticas y mejorar el conocimiento sobre esta enfermedad en humanos.

La cirrosis hepática experimental puede ser inducida por diversos medios, como la administración repetida de sustancias tóxicas (como el tetracloruro de carbono o la dietilnitrosamina), la infección con ciertos virus (como el virus de la hepatitis C), la obstrucción de los conductos biliares o la dieta rica en grasas y deficiente en proteínas.

El proceso de cirrosis hepática experimental se caracteriza por la destrucción progresiva del tejido hepático normal, la inflamación crónica y la formación de cicatrices fibrosas (conocidas como septos), que alteran la arquitectura normal del hígado y comprometen su función. Los síntomas y signos clínicos de la cirrosis hepática experimental son similares a los observados en humanos, incluyendo ictericia, ascitis, hemorragia digestiva y disfunción hepática.

Es importante destacar que la cirrosis hepática experimental es un modelo animal que no replica perfectamente la enfermedad en humanos, pero puede proporcionar información valiosa sobre los mecanismos patológicos y las posibles intervenciones terapéuticas.

Los conductos eyaculadores son tubos diminutos que conectan los conductos de los epidídimos (donde se almacenan y maduran los espermatozoides) con la uretra (el tubo que drena la vejiga y pasa a través de la próstata y el pene). Los conductos eyaculadores permiten que los espermatozoides mezclados con el líquido seminal se expulsen al exterior durante el orgasmo masculino. También pueden denominarse conductos deferentes o vasos deferentes. Cualquier problema o obstrucción en estos conductos puede afectar la fertilidad masculina.

El páncreas es un órgano glandular bothropejo ubicado en la parte posterior del estómago, que desempeña un papel fundamental en la digestión y el metabolismo de los hidratos de carbono. Tiene aproximadamente 12 a 15 centímetros de largo y tiene forma de pera.

La glándula pancreática se compone de dos partes principales: la parte exócrina y la parte endócrina.

La parte exócrina del páncreas produce enzimas digestivas, como la amilasa, lipasa y tripsina, que se secretan en el intestino delgado a través del conducto pancreático para ayudar en la descomposición de los nutrientes en los alimentos.

La parte endócrina del páncreas está compuesta por células llamadas islotes de Langerhans, que producen y secretan hormonas importantes, como insulina y glucagón, directamente en la sangre. La insulina regula el metabolismo de los hidratos de carbono, lípidos y proteínas, promoviendo la absorción de glucosa por las células y disminuyendo los niveles de glucosa en la sangre. El glucagón, por otro lado, aumenta los niveles de glucosa en la sangre al estimular la descomposición del glucógeno hepático en glucosa.

El páncreas juega un papel crucial en el mantenimiento de la homeostasis metabólica y la digestión adecuada de los nutrientes. Las disfunciones en el páncreas, como la pancreatitis o la diabetes mellitus, pueden tener graves consecuencias para la salud.

La litotricia es un procedimiento médico que se utiliza para desintegrar o destruir cálculos (conocidos como litos) en el cuerpo, especialmente en el sistema urinario. El término proviene del griego 'lithos', que significa piedra, y 'tric', que significa romper o pulverizar.

El tipo más común de litotricia es la litotricia extracorpórea por ondas de choque (LEOC), en la cual se utilizan ondas de choque acústicas para desintegrar los cálculos renales o de vejiga sin necesidad de cirugía invasiva. Durante el procedimiento, el paciente se coloca sobre una mesa especial y se introduce un catalizador (como gel) entre la piel y el transductor que produce las ondas de choque. Estas ondas viajan a través del cuerpo hasta llegar al cálculo, donde causan su fragmentación en piezas más pequeñas que pueden ser posteriormente expulsadas del organismo de forma natural a través de la orina.

La litotricia también puede implicar el uso de láser o energía ultrasónica para destruir cálculos en otros órganos, como la vesícula biliar o los conductos biliares. Estos procedimientos suelen ser más invasivos y requieren anestesia general o sedación profunda.

Aunque la litotricia es un tratamiento eficaz para la mayoría de los cálculos renales y de vejiga, no está exenta de riesgos y complicaciones potenciales, como dolor intenso, sangrado, infección o daño en los tejidos circundantes. Por lo tanto, es importante que el procedimiento sea realizado por un especialista capacitado y experimentado, y que se evalúen cuidadosamente los beneficios y riesgos antes de tomar una decisión sobre el tratamiento.

El ácido cólico es una sustancia química natural que se produce en el cuerpo humano. Se trata de un ácido graso de cadena corta que se forma durante el proceso digestivo en el intestino delgado. Bajo condiciones normales, el ácido cólico se absorbe fácilmente en la sangre y no causa problemas.

Sin embargo, en algunas situaciones, como en la enfermedad inflamatoria intestinal o después de una cirugía abdominal, la producción de ácido cólico puede aumentar significativamente y superar la capacidad del cuerpo para absorberlo. Cuando esto sucede, el ácido cólico puede acumularse en el intestino y causar calambres abdominales intensos, distensión abdominal, diarrea con heces líquidas y, a veces, fiebre.

La presencia de dolor abdominal severo y repentino, junto con otros síntomas como náuseas, vómitos o cambios en los hábitos intestinales, pueden ser indicativos de un exceso de ácido cólico en el intestino. En estos casos, es importante buscar atención médica inmediata para recibir un tratamiento adecuado y prevenir complicaciones graves.

El ácido desoxicólico es un ácido biliar primario, que se produce en el hígado y se almacena en la vesícula biliar. Es uno de los dos ácidos biliares principales, siendo el otro el ácido cólico. El ácido desoxicólico se forma a partir del colesterol y es necesario para la digestión y absorción de las grasas en el intestino delgado.

Después de comer una comida que contiene grasas, el ácido desoxicólico y otros ácidos biliares se liberan desde la vesícula biliar en el duodeno, donde ayudan a descomponer las grasas en pequeñas gotitas llamadas micelas. Estas micelas pueden ser absorbidos más fácilmente a través de la pared del intestino delgado y transportados al hígado para su procesamiento adicional.

El ácido desoxicólico también tiene propiedades antibacterianas y puede ayudar a prevenir el crecimiento de bacterias dañinas en el intestino. Sin embargo, un exceso de ácido desoxicólico en el cuerpo puede ser perjudicial y ha sido vinculado a problemas digestivos y otros trastornos de salud.

La endosonografía, también conocida como ecografía endoscópica, es un procedimiento diagnóstico que combina la endoscopia (un proceso en el que se inserta un tubo delgado con una cámara y una luz en el cuerpo) y la ecografía (un método de imagenología que utiliza ondas sonoras para crear imágenes de los órganos y tejidos internos).

Durante la endosonografía, un endoscopio especial con un transductor de ultrasonido en su punta se introduce en el cuerpo. El transductor produce ondas sonoras de alta frecuencia que viajan a través del tejido y rebotan, creando ecos que son captados por el transductor. Estos ecos se convierten en imágenes en tiempo real que pueden mostrar lesiones, tumores o cambios en los órganos internos.

La endosonografía se utiliza a menudo para evaluar problemas gastrointestinales, como la inflamación o el crecimiento anormal del tejido en el esófago, el estómago o el intestino delgado. También puede utilizarse para guiar biopsias y otras intervenciones terapéuticas.

La endoscopia del sistema digestivo es un procedimiento diagnóstico y terapéutico que involucra el uso de un endoscopio, un tubo flexible iluminado con una cámara en su extremo. Este instrumento se inserta a través de la boca o el recto para permitir al médico visualizar directamente el interior del tracto gastrointestinal (esófago, estómago e intestino delgado) o el tracto digestivo inferior (colon e intestino grueso).

El propósito de esta técnica puede ser tanto diagnóstico como terapéutico. Desde un punto de vista diagnóstico, permite identificar condiciones como úlceras, inflamaciones, tumores, hemorragias, infecciones o malformaciones congénitas. Además, se pueden tomar biopsias (muestras de tejido) durante el procedimiento para su análisis posterior.

En cuanto a la faceta terapéutica, la endoscopia puede utilizarse para realizar intervenciones mínimamente invasivas, como el tratamiento de hemorragias digestivas, la eliminación de pólipos (crecimientos benignos) o la colocación de stents (dispositivos metálicos que mantienen abiertas las vías obstruidas).

Es importante mencionar que antes del procedimiento se suele administrar sedación consciente al paciente para garantizar su comodidad y facilitar la relajación muscular necesaria para el paso del endoscopio.

Las complicaciones intraoperatorias son eventos adversos que ocurren durante una cirugía y pueden poner en riesgo la vida del paciente o causar daño a los tejidos circundantes. Estas complicaciones pueden ser el resultado de una variedad de factores, incluyendo la complejidad del procedimiento quirúrgico, la salud general del paciente y las habilidades técnicas del cirujano.

Algunos ejemplos comunes de complicaciones intraoperatorias incluyen:

1. Hemorragia: La pérdida excesiva de sangre durante la cirugía puede llevar a una disminución en la presión arterial y una reducción en el suministro de oxígeno al cerebro y otros órganos vitales.
2. Infección: La contaminación del sitio quirúrgico o la introducción de bacterias durante la cirugía pueden llevar a una infección, lo que puede causar inflamación, dolor y otros síntomas.
3. Lesión nerviosa: Durante algunos procedimientos quirúrgicos, los nervios cercanos al sitio de la cirugía pueden ser dañados accidentalmente, lo que puede llevar a debilidad o pérdida de sensibilidad en las áreas controladas por el nervio.
4. Trombosis: Durante la cirugía, los coágulos sanguíneos pueden formarse en las venas y arterias, lo que puede obstruir el flujo sanguíneo y causar daño a los tejidos circundantes.
5. Reacciones adversas a los medicamentos: Durante la cirugía, se administran varios medicamentos para ayudar a controlar el dolor, prevenir infecciones y mantener la anestesia. Las reacciones adversas a estos medicamentos pueden causar una variedad de síntomas, desde náuseas y vómitos hasta problemas cardíacos y respiratorios.

Es importante que los pacientes sean informados sobre los riesgos asociados con la cirugía y trabajen en colaboración con sus médicos para minimizar estos riesgos. La planificación cuidadosa, el uso de técnicas quirúrgicas avanzadas y la atención postoperatoria adecuada pueden ayudar a garantizar los mejores resultados posibles para los pacientes.

La esfinterotomía transhepática es un procedimiento médico invasivo que se realiza en el hígado para aliviar la obstrucción del flujo biliar. Implica el uso de un endoscopio especial (un tipo de tubo delgado con una cámara en el extremo) que se inserta a través de la piel y los tejidos hasta llegar al hígado. Luego, se realiza un corte quirúrgico en el esfínter de Oddi, un músculo que controla el flujo de bilis desde el hígado y el páncreas hacia el intestino delgado.

Este procedimiento se utiliza a menudo para tratar la colangitis ascendente, una infección grave del sistema biliar, o para aliviar la obstrucción causada por cálculos biliares u otros trastornos que impidan el flujo normal de bilis. La esfinterotomía transhepática se realiza bajo anestesia general y conlleva algunos riesgos, como hemorragia, infección o daño a los tejidos circundantes. Sin embargo, en muchos casos, este procedimiento puede ser una forma efectiva de aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes con trastornos del sistema biliar.

El ácido litocolico es un ácido biliar secundario que se produce en el intestino delgado como resultado de la descomposición bacteriana del ácido colico, una sustancia producida por el hígado. Este ácido se absorbe luego en el torrente sanguíneo y se excreta a través de la bilis en el intestino delgado.

El ácido litocolico tiene propiedades antibacterianas y puede ayudar a prevenir el crecimiento excesivo de bacterias dañinas en el intestino. También desempeña un papel importante en la absorción de grasas y vitaminas liposolubles en el cuerpo.

En algunos casos, se ha observado que los niveles elevados de ácido litocolico están asociados con afecciones intestinales inflamatorias, como la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn. Sin embargo, se necesita más investigación para comprender plenamente su papel en el desarrollo y la progresión de estas enfermedades.

Las Enfermedades Pancreáticas se refieren a un grupo de trastornos que afectan el páncreas, una glándula ubicada en el abdomen detrás del estómago. El páncreas tiene dos funciones principales: producir jugos digestivos para ayudar en la digestión de los alimentos y fabricar hormonas, como la insulina y el glucagón, que regulan el metabolismo de la glucosa.

Las enfermedades pancreáticas pueden ser agudas o crónicas. Las enfermedades pancreáticas agudas suelen ser graves y requieren atención médica inmediata. Incluyen la pancreatitis aguda, que es una inflamación repentina e intensa del páncreas.

Por otro lado, las enfermedades pancreáticas crónicas son aquellas que persisten durante un largo período de tiempo y pueden causar daño permanente al páncreas. Algunos ejemplos son:

1. Pancreatitis crónica: una inflamación prolongada del páncreas que puede causar dolor abdominal intenso, diarrea y malabsorción de nutrientes.
2. Fibrosis quística: una enfermedad genética que afecta tanto al páncreas como a los pulmones. En el páncreas, la fibrosis quística puede causar obstrucción de los conductos pancreáticos y dificultades en la digestión de los alimentos.
3. Cáncer de páncreas: un tipo de cáncer que se desarrolla en el tejido del páncreas y puede ser difícil de detectar en sus etapas iniciales. El cáncer de páncreas es una enfermedad grave y a menudo tiene un pronóstico desfavorable.
4. Diabetes mellitus tipo 1: una enfermedad autoinmune que destruye las células productoras de insulina en el páncreas, lo que lleva a niveles altos de glucosa en la sangre y la necesidad de inyecciones diarias de insulina.

El tratamiento de estas enfermedades depende de su gravedad y puede incluir medicamentos, cambios en la dieta, cirugía o combinaciones de estos. Es importante buscar atención médica temprana si se sospecha alguna de estas afecciones para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados.

El colesterol es una sustancia cerosa que se encuentra en las células del cuerpo humano. Es un tipo de lípido, o grasa, que desempeña varias funciones importantes en el organismo, como la formación de membranas celulares, la producción de hormonas y la digestión de los ácidos grasos.

Existen dos tipos principales de colesterol: el colesterol "bueno" o HDL (lipoproteínas de alta densidad) y el colesterol "malo" o LDL (lipoproteínas de baja densidad). El HDL ayuda a eliminar el exceso de colesterol del torrente sanguíneo, mientras que el LDL lo transporta hacia las células.

Un nivel alto de colesterol en la sangre puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, especialmente si se combina con otros factores de riesgo como la hipertensión arterial, la diabetes y el tabaquismo. La mayoría del colesterol presente en el cuerpo proviene de la dieta, aunque una pequeña cantidad se produce naturalmente en el hígado.

Es importante mantener los niveles de colesterol dentro de un rango saludable mediante una dieta adecuada, ejercicio regular y, si es necesario, medicamentos recetados por un médico. Los alimentos que contienen grasas saturadas y trans pueden aumentar los niveles de colesterol en la sangre, mientras que las frutas, verduras, granos enteros y pescado rico en ácidos grasos omega-3 pueden ayudar a mantenerlos bajo control.

La derivación portosistémica quirúrgica es un procedimiento médico en el que se crea una conexión quirúrgica entre la vena porta y la vena cava inferior, o entre las venas mesentéricas superior e inferiores y la vena cava inferior. Esto permite que la sangre del sistema porta, rica en nutrientes pero bajo presión, bypase el hígado y fluya directamente hacia el corazón.

Este tipo de derivación se utiliza principalmente en el tratamiento de diversas condiciones hepáticas, como la hipertensión portal (presión sanguínea alta en la vena porta), la enfermedad hepática avanzada y los tumores hepáticos. También se puede usar en casos de insuficiencia hepática aguda, donde el hígado no es capaz de procesar adecuadamente la sangre que le llega desde el sistema porta.

Existen diferentes tipos de derivaciones portosistémicas quirúrgicas, como la derivación mesocávica (conexión entre la vena mesentérica superior e inferiores y la vena cava inferior) y la derivación splenorenoportal (conexión entre la vena esplénica y la vena porta). Cada tipo tiene sus propias indicaciones, ventajas y riesgos, y el médico decidirá cuál es el más adecuado en función de las condiciones específicas del paciente.

Es importante tener en cuenta que, si bien estos procedimientos pueden mejorar la calidad de vida y aliviar los síntomas de los pacientes con enfermedades hepáticas graves, también conllevan riesgos importantes, como infección, sangrado, trombosis y fallo hepático. Por lo tanto, solo se recomiendan en casos seleccionados y siempre bajo la supervisión de especialistas experimentados en cirugía hepatobiliar y trasplante hepático.

La disofenina de tecnecio Tc 99m es un agente de diagnóstico utilizado en medicina nuclear. Es una forma radioactiva del tecnecio-99m, un isótopo del elemento tecnecio, unido a la disofenina, un fármaco que se excreta principalmente por vía biliar y se utiliza como agente de marcado en estudios hepatobiliares.

El Tc-99m emite rayos gamma de energía relativamente baja, lo que permite su detección fuera del cuerpo humano utilizando una cámara gamma o un escáner SPECT (tomografía computarizada por emisión de fotones monoenergéticos singles). Esto proporciona imágenes funcionales y anatómicas del hígado, vesícula biliar y conductos biliares, lo que ayuda en el diagnóstico de diversas afecciones hepatobiliares, como la colelitiasis (piedras en la vesícula biliar), colangitis (inflamación de los conductos biliares) y trastornos de la motilidad biliar.

La disofenina de tecnecio Tc 99m se administra por vía intravenosa, y sus radiaciones gamma permiten obtener imágenes del sistema hepatobiliar en diferentes fases después de su administración. La dosis y la duración de la exploración dependerán del protocolo específico del centro médico y de las directrices clínicas aplicables.

Como con cualquier procedimiento médico que involucre radiación, se deben evaluar los riesgos y beneficios antes de realizar el examen y se debe utilizar la dosis más baja posible de radiofármaco para obtener imágenes diagnósticas adecuadas.

El cateterismo es un procedimiento médico en el que se introduce un catéter, que es un tubo flexible y delgado, en una vena, arteria o cavidad corporal. El propósito del cateterismo puede variar dependiendo de la parte del cuerpo donde se realice. Algunos de los usos comunes del cateterismo incluyen:

* Cateterismo cardíaco: se utiliza para diagnosticar y tratar problemas cardíacos. Durante el procedimiento, se inserta un catéter en una vena o arteria y se guía hasta el corazón. Luego, se pueden realizar diversas pruebas, como la angiografía coronaria, para evaluar el flujo sanguíneo y la función cardíaca.
* Cateterismo vascular: se utiliza para diagnosticar y tratar problemas vasculares, como la enfermedad arterial periférica o los aneurismas. Durante el procedimiento, se inserta un catéter en una arteria o vena y se guía hasta la zona afectada. Luego, se pueden realizar diversas pruebas o tratamientos, como la angioplastia y el stenting.
* Cateterismo urinario: se utiliza para drenar la vejiga o el riñón cuando hay obstrucción o retención de orina. Durante el procedimiento, se inserta un catéter en la vejiga a través de la uretra. Luego, la orina puede fluir hacia afuera del cuerpo a través del catéter.
* Cateterismo de las vías biliares: se utiliza para drenar la bilis cuando hay obstrucción o inflamación de los conductos biliares. Durante el procedimiento, se inserta un catéter en el conducto biliar a través de la piel del abdomen. Luego, la bilis puede fluir hacia afuera del cuerpo a través del catéter.

El cateterismo se realiza bajo anestesia local o sedación consciente, y generalmente dura entre 30 minutos y una hora. Después del procedimiento, es posible que sea necesario mantener el catéter en su lugar durante un tiempo determinado para garantizar el drenaje continuo. El médico le dará instrucciones específicas sobre cómo cuidar el catéter y qué hacer si hay problemas.

Un cistoadenoma es un tipo de tumor que se desarrolla en las glándulas y está compuesto por células epiteliales que producen fluidos. Este tumor forma uno o más quistes llenos de líquido, y puede ser benigno o canceroso (maligno). Los cistoadenomas suelen ocurrir en las glándulas mamarias, los ovarios y el hígado. Los síntomas pueden variar dependiendo de la ubicación del tumor y pueden incluir dolor, hinchazón o un bulto palpable en la región afectada. El tratamiento puede incluir cirugía para extirpar el tumor, especialmente si es canceroso o causa molestias significativas.

La ictericia neonatal, también conocida como ictericia del recién nacido, es una afección médica que se caracteriza por la presencia de un tinte amarillento en la piel y los ojos del bebé. Esta coloración es causada por un aumento de los niveles de bilirrubina, un pigmento amarillo resultante del metabolismo normal de la hemoglobina (la proteína que transporta oxígeno en los glóbulos rojos).

La ictericia neonatal se divide generalmente en dos tipos: fisiológica e patológica. La ictericia fisiológica es común y ocurre en aproximadamente el 60% de los bebés a término y en más del 80% de los prematuros. Por lo general, se desarrolla entre el segundo y cuarto día después del nacimiento y desaparece por sí sola en una o dos semanas sin tratamiento. Se cree que es el resultado de la incapacidad inicial del hígado del recién nacido para eliminar eficazmente la bilirrubina.

Por otro lado, la ictericia patológica se produce cuando hay una causa subyacente que provoca un aumento anormal de los niveles de bilirrubina. Algunas de estas causas pueden incluir incompatibilidad sanguínea entre la madre y el feto, infecciones, trastornos hemorrágicos o enfermedades hepáticas. La ictericia patológica puede ser más grave y requerir tratamiento, ya que niveles elevados de bilirrubina pueden acumularse en el cerebro y causar daño (enfermedad hemolítica del recién nacido o kernicterus).

El diagnóstico de la ictericia neonatal generalmente se realiza mediante un examen físico y análisis de sangre para medir los niveles de bilirrubina. El tratamiento depende de la gravedad de la afección y puede incluir fototerapia (exposición a luz especial) o, en casos más graves, intercambio de sangre o medicamentos. La prevención se centra en el seguimiento y detección temprana de los factores de riesgo y las causas subyacentes, así como en la provisión de atención adecuada durante el embarazo y el parto.

La circulación hepática se refiere al flujo sanguíneo específico que atraviesa el hígado. La sangre llega al hígado a través de dos vías principales: la vena porta hepática y la arteria hepática.

La vena porta hepática es responsable del transporte de aproximadamente el 75% del suministro sanguíneo al hígado. Esta sangre proviene de los intestinos, páncreas y bazo, y lleva nutrientes absorbidos durante la digestión, así como también desechos y toxinas que serán eliminados por el hígado.

Por otro lado, la arteria hepática aporta alrededor del 25% restante del flujo sanguíneo hepático. Esta arteria transporta sangre oxigenada desde el corazón hasta el hígado para satisfacer sus necesidades metabólicas y de oxígeno.

Dentro del hígado, la sangre de ambas fuentes se mezcla en los sinusoides hepáticos, pequeños vasos sanguíneos que permiten el intercambio de nutrientes, desechos y oxígeno entre la sangre y las células hepáticas (hepatocitos). Posteriormente, la sangre sale del hígado a través de la vena cava inferior hacia el corazón, completando así el circuito de la circulación hepática.

La correcta función de la circulación hepática es fundamental para mantener la salud y el buen funcionamiento del hígado, ya que permite el procesamiento y eliminación de sustancias tóxicas, la producción de bilis y la regulación del metabolismo de proteínas, lípidos y carbohidratos, entre otras funciones vitales.

La duodenoscopia es un procedimiento diagnóstico y terapéutico en gastroenterología. Implica la introducción de un endoscopio flexible, equipado con una lente y una fuente de luz, a través de la boca y el esófago hasta el duodeno, que es la primera sección del intestino delgado. Este procedimiento permite al médico examinar directamente la mucosa duodenal, detectar cualquier irregularidad (como úlceras, inflamación, tumores o signos de enfermedad celíaca) y tomar biopsias si es necesario. Además, el duodenoscopio se puede utilizar para realizar procedimientos terapéuticos, como la extracción de cálculos biliares o la colocación de stents en el tracto gastrointestinal.

Los endoscopios son instrumentos médicos utilizados en el campo de la endoscopia, que permite la visualización directa del interior de los conductos y órganos huecos del cuerpo humano. Están compuestos por un sistema de iluminación y una cámara conectada a un tubo flexible o rígido, el cual es introducido en el cuerpo a través de pequeñas incisiones o naturalmente por orificios corporales como la boca, nariz o recto.

Existen diferentes tipos de endoscopios adaptados a cada órgano específico, tales como el gastroscopio para explorar el estómago e intestino delgado, el colonoscopio para inspeccionar el colon y recto, o el broncoscopio para examinar las vías respiratorias. Estos dispositivos médicos han revolucionado el diagnóstico y tratamiento de diversas enfermedades, permitiendo la detección temprana de lesiones precancerosas, biopsias, extracciones de cuerpos extraños, o intervenciones terapéuticas mínimamente invasivas.

La Hepatitis es una inflamación del hígado que puede ser causada por varios factores, entre los que se incluyen diversos tipos de virus (Hepatitis A, B, C, D y E), alcohol, drogas, toxinas y otras enfermedades. Puede presentarse con síntomas como fatiga, ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), orina oscura, heces claras, dolor abdominal y pérdida de apetito. Algunos tipos de Hepatitis pueden convertirse en enfermedades crónicas y provocar complicaciones graves, como cirrosis o cáncer de hígado. La prevención y el tratamiento dependen del tipo específico de Hepatitis.

El ácido taurodesoxicólico (TDCA) es una forma conjugada del ácido desoxicólico, que es un ácido biliares secundario producido en el intestino por la acción de las bacterias sobre los ácidos biliares primarios. El TDCA se une a la bilis y ayuda en la digestión y absorción de las grasas en el intestino delgado. También puede desempeñar un papel en la regulación del metabolismo de lípidos y colesterol, así como en la protección contra ciertos tipos de cáncer. Sin embargo, altos niveles de ácidos biliares, incluyendo TDCA, se han relacionado con el desarrollo de enfermedades hepáticas y del tracto gastrointestinal.

El ácido tauroquenodesoxicólico es una forma conjugada del ácido quenodesoxicólico, que es un ácido biliares secundario producido en el intestino por la acción de las bacterias sobre los ácidos biliares primarios. El ácido tauroquenodesoxicólico se forma cuando el ácido quenodesoxicólico se combina con la taurina, un aminoácido sulfúrico.

Los ácidos biliares son esteroides que desempeñan un papel importante en la digestión y absorción de las grasas y las vitaminas liposolubles en el intestino delgado. Después de su liberación desde el hígado en la bilis, los ácidos biliares se absorben en el intestino delgado y se recirculan al hígado a través del sistema portal venoso.

El ácido tauroquenodesoxicólico es uno de los muchos ácidos biliares que se producen en el cuerpo humano. Aunque no se conoce una función específica para este ácido biliar, desempeña un papel importante en la digestión y absorción de las grasas y las vitaminas liposolubles.

En resumen, el ácido tauroquenodesoxicólico es un ácido biliar secundario conjugado con taurina que se produce en el intestino y desempeña un papel importante en la digestión y absorción de las grasas y las vitaminas liposolubles.

Las enfermedades de la vesícula biliar se refieren a un grupo de trastornos que afectan la vesícula biliar, un pequeño saco situado justo debajo del hígado que almacena y concentra la bilis, una sustancia producida por el hígado que ayuda en la digestión de las grasas. Las enfermedades más comunes de la vesícula biliar incluyen:

1. Colelitiasis: Es la formación de cálculos o piedras en la vesícula biliar. Estas piedras pueden ser tan pequeñas como un grano de arena o tan grandes como una pelota de golf. La mayoría de las personas con colelitiasis no presentan síntomas, pero algunas desarrollan dolor abdominal intenso en la parte superior derecha del abdomen, especialmente después de comer alimentos grasosos.

2. Colecistitis: Es la inflamación de la vesícula biliar, que generalmente ocurre como resultado de un bloqueo en el flujo de bilis hacia el intestino delgado. La colecistitis aguda puede causar dolor abdominal intenso, fiebre y náuseas. Si no se trata, puede provocar complicaciones graves, como infección o perforación de la vesícula biliar.

3. Colangitis: Es la inflamación de los conductos biliares, los tubos que transportan la bilis desde el hígado hasta la vesícula biliar y el intestino delgado. La colangitis puede ocurrir como resultado de una infección o un bloqueo en los conductos biliares. Los síntomas pueden incluir dolor abdominal, fiebre, escalofríos y coloración oscura de la orina o las heces.

4. Quiste de vesícula biliar: Es una bolsa llena de líquido que se forma en la pared de la vesícula biliar. La mayoría de los quistes de vesícula biliar no causan síntomas, pero algunos pueden causar dolor abdominal o infección.

5. Cáncer de vesícula biliar: Es un cáncer raro que se desarrolla en la pared de la vesícula biliar. Los síntomas pueden incluir dolor abdominal, ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), pérdida de apetito y pérdida de peso. El cáncer de vesícula biliar generalmente se diagnostica en etapas avanzadas y tiene un pronóstico desfavorable.

La queratina-7 es un tipo específico de proteína de queratina que se encuentra en varios tejidos epiteliales estratificados del cuerpo humano. Forma parte de los intermedios filamentos (IF) y está presente en los queratinocitos, que son las células más abundantes en la epidermis, la capa externa de la piel.

La queratina-7 se localiza predominantemente en los estados más tempranos de diferenciación de los queratinocitos y desempeña un papel importante en el mantenimiento de la integridad estructural de la epidermis, así como en la protección del cuerpo contra factores ambientales dañinos.

Además, se ha demostrado que la queratina-7 participa en diversos procesos celulares, como el control del crecimiento y la proliferación celular, la regulación de la apoptosis (muerte celular programada) y la respuesta al estrés. También puede desempeñar un papel en la patogénesis de diversas afecciones cutáneas, como la psoriasis y el cáncer de piel.

Es importante destacar que la queratina-7 no es exclusiva del tejido epidérmico y se ha identificado en otros tejidos, como las glándulas sudoríparas, las glándulas salivales y los conductos auditivos externos.

En realidad, "factores de tiempo" no es un término médico específico. Sin embargo, en un contexto más general o relacionado con la salud y el bienestar, los "factores de tiempo" podrían referirse a diversos aspectos temporales que pueden influir en la salud, las intervenciones terapéuticas o los resultados de los pacientes. Algunos ejemplos de estos factores de tiempo incluyen:

1. Duración del tratamiento: La duración óptima de un tratamiento específico puede influir en su eficacia y seguridad. Un tratamiento demasiado corto o excesivamente largo podría no producir los mejores resultados o incluso causar efectos adversos.

2. Momento de la intervención: El momento adecuado para iniciar un tratamiento o procedimiento puede ser crucial para garantizar una mejoría en el estado del paciente. Por ejemplo, tratar una enfermedad aguda lo antes posible puede ayudar a prevenir complicaciones y reducir la probabilidad de secuelas permanentes.

3. Intervalos entre dosis: La frecuencia y el momento en que se administran los medicamentos o tratamientos pueden influir en su eficacia y seguridad. Algunos medicamentos necesitan ser administrados a intervalos regulares para mantener niveles terapéuticos en el cuerpo, mientras que otros requieren un tiempo específico entre dosis para minimizar los efectos adversos.

4. Cronobiología: Se trata del estudio de los ritmos biológicos y su influencia en diversos procesos fisiológicos y patológicos. La cronobiología puede ayudar a determinar el momento óptimo para administrar tratamientos o realizar procedimientos médicos, teniendo en cuenta los patrones circadianos y ultradianos del cuerpo humano.

5. Historia natural de la enfermedad: La evolución temporal de una enfermedad sin intervención terapéutica puede proporcionar información valiosa sobre su pronóstico, así como sobre los mejores momentos para iniciar o modificar un tratamiento.

En definitiva, la dimensión temporal es fundamental en el campo de la medicina y la salud, ya que influye en diversos aspectos, desde la fisiología normal hasta la patogénesis y el tratamiento de las enfermedades.

La circulación enterohepática es un proceso metabólico en el que las sustancias, como los fármacos o los productos de desecho, son absorbidos desde el intestino hacia el hígado, donde pueden sufrir transformaciones químicas y ser secretadas de nuevo hacia el intestino a través de la bilis. Este ciclo permite que algunas sustancias sean eliminadas del organismo, pero también puede dar lugar a una acumulación de fármacos o metabolitos en individuos con disfunción hepática o intestinal. La circulación enterohepática es un mecanismo importante que influye en la farmacocinética y la farmacodinámica de muchos fármacos, por lo que debe tenerse en cuenta al prescribir y administrar medicamentos.

Las neoplasias pancreáticas se refieren a crecimientos anormales y no controlados de células en el páncreas, que pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos). Los tumores benignos no suelen ser mortales, pero si siguen creciendo, pueden causar problemas debido a la presión física que ejercen sobre los órganos cercanos.

Por otro lado, las neoplasias malignas, también conocidas como cáncer de páncreas, son muy graves y potencialmente letales. El cáncer de páncreas se divide en dos tipos principales: adenocarcinoma exocrino y tumores neuroendocrinos pancreáticos (TNE). El adenocarcinoma exocrino es el tipo más común y representa alrededor del 90% de todos los cánceres de páncreas. Se origina en las glándulas que producen los jugos digestivos. Los TNE, por otro lado, se desarrollan en las células productoras de hormonas del páncreas y suelen crecer más lentamente que el adenocarcinoma exocrino.

El cáncer de páncreas es una enfermedad muy agresiva y difícil de detectar en sus etapas iniciales, lo que hace que el pronóstico sea generalmente malo. Los factores de riesgo incluyen tabaquismo, obesidad, diabetes, edad avanzada y antecedentes familiares de cáncer de páncreas.

La cepa de rata Sprague-Dawley es una variedad comúnmente utilizada en la investigación médica y biológica. Fue desarrollada por los criadores de animales de laboratorio Sprague y Dawley en la década de 1920. Se trata de un tipo de rata albina, originaria de una cepa de Wistar, que se caracteriza por su crecimiento relativamente rápido, tamaño grande y longevidad moderada.

Las ratas Sprague-Dawley son conocidas por ser genéticamente diversas y relativamente libres de mutaciones espontáneas, lo que las hace adecuadas para un amplio espectro de estudios. Se utilizan en una variedad de campos, incluyendo la toxicología, farmacología, fisiología, nutrición y oncología, entre otros.

Es importante mencionar que, aunque sean comúnmente empleadas en investigación, las ratas Sprague-Dawley no son representativas de todas las ratas o de los seres humanos, por lo que los resultados obtenidos con ellas pueden no ser directamente aplicables a otras especies.

El epitelio es un tejido altamente especializado que cubre las superficies externas e internas del cuerpo humano. Desde un punto de vista médico, el epitelio se define como un tipo de tejido formado por células que se disponen muy juntas sin espacios intercelulares, creando una barrera continua. Estas células tienen una alta tasa de renovación y suelen estar unidas por uniones estrechas, lo que les confiere propiedades protectores contra la invasión microbiana y el paso de sustancias a través de esta capa celular.

Existen varios tipos de epitelio, clasificados según su forma y función:

1. Epitelio escamoso o plano simple: formado por células aplanadas y disposición regular en una sola capa. Se encuentra en la piel, revistiendo los conductos glandulares y los vasos sanguíneos.

2. Epitelio escamoso estratificado o epitelio de revestimiento: formado por varias capas de células aplanadas, con las células más externas siendo más queratinizadas (duritas) y muertas para proporcionar protección adicional. Se encuentra en la superficie exterior de la piel, cavidades nasales, boca y vagina.

3. Epitelio cilíndrico o columnar: formado por células alargadas y columnares, dispuestas en una o varias capas. Pueden presentar cilios (pequeños pelillos móviles) en su superficie apical, como en el epitelio respiratorio. Se encuentra en los conductos glandulares, tubos digestivos y vías urinarias.

4. Epitelio pseudostratificado o cilíndrico estratificado: formado por células de diferentes tamaños y formas, pero todas ellas alcanzan la membrana basal. Aunque parece estar formado por varias capas, solo hay una capa de células. Se encuentra en el tracto respiratorio superior y conductos auditivos.

5. Epitelio glandular: formado por células especializadas que secretan sustancias como moco, hormonas o enzimas digestivas. Pueden ser simples (una sola capa de células) o complejos (varias capas). Se encuentran en las glándulas salivales, sudoríparas y mamarias.

Las diferentes variedades de epitelio desempeñan funciones específicas en el cuerpo humano, como proteger los órganos internos, facilitar la absorción y secreción de sustancias, y ayudar en la percepción sensorial.

Los cuidados intraoperatorios, también conocidos como atención quirúrgica o cuidados durante la cirugía, se refieren al conjunto de procedimientos y técnicas médicas aplicadas en el quirófano durante una intervención quirúrgica. Estos cuidados comienzan una vez que el paciente es ingresado al quirófano y finalizan cuando es trasladado a la unidad de recuperación o sala de vigilancia postoperatoria.

Los cuidados intraoperatorios incluyen, entre otros:

1. Monitorización: Se controlan constantemente los signos vitales del paciente (frecuencia cardíaca, presión arterial, saturación de oxígeno y temperatura corporal) durante toda la intervención quirúrgica.

2. Anestesia: La administración de anestésicos generales o locales para mantener al paciente en un estado de inconsciencia e insensibilidad al dolor durante la cirugía.

3. Posicionamiento: Colocación adecuada del paciente sobre la mesa quirúrgica, considerando las zonas a operar y garantizando su comodidad y prevención de lesiones.

4. Higiene y antisepsia: Se toman medidas para mantener un ambiente estéril en el quirófano y prevenir infecciones, como el uso de prendas quirúrgicas, cubrebocas, gorros y guantes desechables, así como la esterilización del instrumental quirúrgico.

5. Cirugía: El equipo médico realiza la intervención quirúrgica según el plan establecido previamente, considerando las técnicas adecuadas y los cuidados específicos de cada procedimiento.

6. Hemodinámica: Se controla y mantiene la estabilidad hemodinámica del paciente mediante la administración de líquidos, medicamentos y transfusiones sanguíneas si es necesario.

7. Monitorización: Durante la cirugía, se vigila constantemente el estado del paciente mediante la utilización de equipos de monitorización, como electrocardiogramas, oxímetros de pulso y presión arterial no invasiva o invasiva.

8. Anestesia: Se administra y controla la anestesia general o regional según las necesidades del paciente y el tipo de cirugía.

9. Vigilancia postoperatoria: Después de la cirugía, se vigila al paciente en la unidad de cuidados intensivos o en una sala de recuperación, controlando su estado vital y administrando los cuidados necesarios para garantizar una adecuada evolución.

10. Alta: Una vez que el paciente se encuentra estable y sus condiciones clínicas son satisfactorias, se procede a su alta hospitalaria y se programan las consultas de seguimiento con el especialista correspondiente.

Un trasplante de hígado es un procedimiento quirúrgico en el que un hígado o parte de un hígado dañado o enfermo se reemplaza por un hígado sano de un donante. Los donantes pueden ser vivos, lo que significa que solo donan una parte de su hígado, o fallecidos, en cuyo caso todo el hígado se utiliza para el trasplante.

Este procedimiento se realiza generalmente cuando las terapias médicas y quirúrgicas convencionales han fallado o no son viables para tratar enfermedades hepáticas avanzadas, como la cirrosis, la insuficiencia hepática aguda o el cáncer de hígado. Después del trasplante, los pacientes necesitarán tomar medicamentos inmunosupresores de por vida para prevenir el rechazo del nuevo órgano.

El éxito de un trasplante de hígado depende de varios factores, incluyendo la edad y salud general del paciente, el tipo y gravedad de la enfermedad hepática, la compatibilidad entre el donante y el receptor, y la atención postoperatoria y seguimiento cuidadosos. Aunque el trasplante de hígado es una opción de tratamiento efectiva para muchas personas con enfermedades hepáticas graves, también conlleva riesgos significativos, como infecciones, sangrados, coágulos sanguíneos y rechazo del órgano trasplantado.

El riñón es un órgano vital en el sistema urinario de los vertebrados. En humanos, normalmente hay dos riñones, cada uno aproximadamente del tamaño de un puño humano y ubicado justo arriba de la cavidad abdominal en ambos flancos.

Desde el punto de vista médico, los riñones desempeñan varias funciones importantes:

1. Excreción: Los riñones filtran la sangre, eliminando los desechos y exceso de líquidos que se convierten en orina.

2. Regulación hormonal: Ayudan a regular los niveles de varias sustancias en el cuerpo, como los electrolitos (sodio, potasio, cloro, bicarbonato) y hormonas (como la eritropoyetina, renina y calcitriol).

3. Control de la presión arterial: Los riñones desempeñan un papel crucial en el mantenimiento de la presión arterial normal mediante la producción de renina, que participa en el sistema renina-angiotensina-aldosterona, involucrado en la regulación del volumen sanguíneo y la resistencia vascular.

4. Equilibrio ácido-base: Ayudan a mantener un equilibrio adecuado entre los ácidos y las bases en el cuerpo mediante la reabsorción o excreción de iones de hidrógeno y bicarbonato.

5. Síntesis de glucosa: En situaciones de ayuno prolongado, los riñones pueden sintetizar pequeñas cantidades de glucosa para satisfacer las necesidades metabólicas del cuerpo.

Cualquier disfunción renal grave puede dar lugar a una enfermedad renal crónica o aguda, lo que podría requerir diálisis o un trasplante de riñón.

En la medicina, los cálculos son depósitos sólidos y generalmente pequeños de minerales y sales que se forman en los tejidos y fluidos del cuerpo. También se les conoce como "piedras" o "concreciones". Se pueden desarrollar en varios órganos, incluyendo los riñones (cálculos renales), la vejiga (cálculos vesicales), las vías biliares (cálculos biliares) y la vesícula biliar (cálculos vesiculares).

La formación de cálculos puede ocurrir como resultado de una variedad de factores, incluyendo desequilibrios químicos en el cuerpo, infecciones, dieta inadecuada, estilo de vida sedentario y anomalías congénitas. Los síntomas asociados con los cálculos pueden variar dependiendo del tamaño y la ubicación del cálculo, pero generalmente incluyen dolor intenso e intermitente en el costado o la parte inferior del abdomen, náuseas, vómitos y micciones frecuentes o dolorosas.

El tratamiento de los cálculos depende del tamaño, la ubicación y los síntomas asociados con ellos. Los cálculos más pequeños pueden pasar naturalmente a través del sistema urinario o digestivo sin causar daño. Sin embargo, los cálculos más grandes o problemáticos pueden requerir procedimientos médicos invasivos, como la litotripsia (ondas de choque que se utilizan para descomponer el cálculo en fragmentos más pequeños) o la cirugía.

La prevención de los cálculos puede implicar cambios en la dieta y el estilo de vida, como beber mucha agua, limitar el consumo de alimentos altos en oxalatos (como las espinacas y las nueces), reducir el consumo de sal y grasas saturadas y aumentar la actividad física.

El yeyuno es la sección media del intestino delgado en el sistema gastrointestinal humano. No existe una definición médica específica para 'yeyuno' como un término aislado, pero a menudo se utiliza en referencia al intestino delgado medio en contraste con el duodeno (la primera sección) y el íleon (la última sección).

La función principal del yeyuno es la absorción de nutrientes, especialmente carbohidratos, proteínas y algunas grasas. Aquí, el quimo, que es el resultado de la mezcla y digestión de los alimentos en el estómago, se convierte en una solución líquida rica en nutrientes gracias a las enzimas secretadas por el páncreas y el hígado. Luego, estos nutrientes son absorbidos a través de la pared del intestino delgado hacia la sangre y el sistema linfático.

Es importante notar que no siempre es fácil distinguir dónde termina el duodeno y dónde comienza el yeyuno, ni donde acaba el yeyuno y empieza el íleon, ya que las conexiones entre estas partes son graduales. Sin embargo, en un contexto médico o quirúrgico, los términos se utilizan para referirse a estas áreas aproximadamente.

Los Transportadores de Anión Orgánico Sodio-Dependientes (OAT, por sus siglas en inglés) son un tipo de proteínas transportadoras que se encuentran en la membrana celular y están involucradas en el movimiento de aniones orgánicos a través de las membranas. Estos transportadores requieren sodio para su funcionamiento, lo que significa que el transporte de aniones orgánicos ocurre junto con el transporte de sodio.

Los aniones orgánicos que son transportados por estas proteínas incluyen ácidos orgánicos débiles como ácido hipúrico, ácido oxálico, ácido fórmico y algunos fármacos como la probenecid, penicilina y cefalosporinas. La actividad de los transportadores OAT es importante en la excreción renal de drogas y metabolitos, así como en el equilibrio ácido-base del organismo.

Las mutaciones en los genes que codifican para estos transportadores pueden llevar a trastornos en el transporte de aniones orgánicos, lo que puede resultar en diversas enfermedades renales y neurológicas. Por lo tanto, la comprensión de la estructura, función y regulación de los transportadores OAT es importante para el desarrollo de nuevas terapias para tratar enfermedades relacionadas con estos transportadores.

La clonorquiasis es una infección parasitaria causada por el gusano plano Clonorchis sinensis, también conocido como el gusano de la bilis chino. Este parásito se encuentra predominantemente en aguas dulces en Asia Oriental, particularmente en China, Corea, Taiwán y Vietnam.

La infección generalmente ocurre cuando una persona consume pescado o mariscos de agua dulce crudos o mal cocidos que están infectados con los metacercarios (larvas) del parásito. Después de la ingestión, los metacercarios se liberan en el intestino delgado y migran hacia el hígado a través del conducto biliar. Una vez dentro del hígado, los metacercarios se convierten en adultos y comienzan a producir huevos después de aproximadamente un mes.

Los síntomas de la clonorquiasis pueden variar desde leves hasta graves y dependen de la cantidad de parásitos presentes y la duración de la infección. Los síntomas más comunes incluyen dolor abdominal, diarrea, náuseas, vómitos y pérdida de apetito. En casos graves, la clonorquiasis puede causar inflamación del hígado, fibrosis del conducto biliar, cáncer de vesícula biliar o páncreas, y otras complicaciones.

El diagnóstico de clonorquiasis generalmente se realiza mediante el examen microscópico de heces para detectar los huevos del parásito. También se pueden utilizar pruebas de anticuerpos séricos y técnicas de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) para confirmar el diagnóstico.

El tratamiento de clonorquiasis generalmente implica el uso de medicamentos anthelminticos, como praziquantel o albendazol, que pueden ayudar a eliminar los parásitos del cuerpo. En casos graves, se puede requerir hospitalización y tratamiento adicional. La prevención de la clonorquiasis implica evitar el consumo de alimentos crudos o mal cocidos, especialmente mariscos, en áreas donde la infección es común.

La litotripsia por láser es un procedimiento médico no invasivo que se utiliza para tratar los cálculos renales y en la vesícula biliar. Implica el uso de un láser especializado, llamado litotripter de láser, para descomponer los cálculos en fragmentos más pequeños que puedan pasar fácilmente a través del sistema urinario o digestivo.

Durante el procedimiento, se introduce un endoscopio flexible a través de la uretra hasta llegar al riñón o la vesícula biliar, dependiendo de dónde se encuentre el cálculo. El litotripter de láser se introduce a través del endoscopio y se dirige hacia el cálculo. Luego, se activa el láser para emitir pulsos de energía concentrada que fragmentan el cálculo en pequeños trozos.

La litotripsia por láser es una opción terapéutica efectiva para aquellos pacientes que tienen cálculos renales o en la vesícula biliar demasiado grandes para pasar por sí solos y que no responden a otros tratamientos, como la medicación o la litotripsia extracorpórea de ondas de choque (ESWL). Sin embargo, este procedimiento conlleva ciertos riesgos, como infección, sangrado y daño en los tejidos circundantes. Por lo tanto, es importante que la litotripsia por láser solo se realice bajo la supervisión de un médico experimentado y en un entorno hospitalario adecuado.

La Enfermedad de Caroli, también conocida como Dilatación congénita de los conductos biliares intrahepáticos, es una afección rara pero grave que involucra la dilatación (expansión) anormal y congénita de los conductos biliares intrahepáticos. Los conductos biliares son pequeños tubos dentro del hígado que transportan la bilis, un líquido digestivo producido por el hígado, desde las células hepáticas hasta la vesícula biliar y el intestino delgado.

En la Enfermedad de Caroli, los conductos biliares se dilatan anormalmente y forman sacos o cámaras llenas de líquido dentro del hígado. Esto puede conducir a una serie de complicaciones, como infecciones recurrentes (colangitis), piedras en la vesícula biliar (colelitiasis) y daño al tejido hepático, lo que puede provocar cirrosis y falla hepática. La Enfermedad de Caroli también se asocia con un mayor riesgo de cáncer de vías biliares.

La causa exacta de la Enfermedad de Caroli no se conoce completamente, pero se cree que está relacionada con defectos congénitos en el desarrollo de los conductos biliares. El diagnóstico suele realizarse mediante pruebas de imagenología, como ecografías, tomografías computarizadas o resonancias magnéticas. El tratamiento puede incluir antibióticos para tratar las infecciones recurrentes, procedimientos quirúrgicos para eliminar los conductos biliares dilatados y trasplante de hígado en casos graves.

Los estudios de seguimiento en el contexto médico se refieren a los procedimientos continuos y regulares para monitorear la salud, el progreso o la evolución de una condición médica, un tratamiento o una intervención en un paciente después de un período determinado. Estos estudios pueden incluir exámenes físicos, análisis de laboratorio, pruebas de diagnóstico por imágenes y cuestionarios de salud, entre otros, con el fin de evaluar la eficacia del tratamiento, detectar complicaciones tempranas, controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente. La frecuencia y el alcance de estos estudios varían dependiendo de la afección médica y las recomendaciones del proveedor de atención médica. El objetivo principal es garantizar una atención médica continua, personalizada y oportuna para mejorar los resultados del paciente y promover la salud general.

La alfa-fetoproteína (AFP) es una glicoproteína producida principalmente por el hígado fetal durante el desarrollo embrionario y fetal. Desempeña un papel importante en la detección de ciertas condiciones médicas, especialmente en lo que respecta al diagnóstico y seguimiento del cáncer.

En condiciones normales, los niveles de AFP en el torrente sanguíneo de una persona adulta son relativamente bajos. Sin embargo, en algunas situaciones, como durante la presencia de tumores malignos (cáncer), los niveles de AFP pueden aumentar significativamente.

Algunas de las condiciones en las que se puede medir el nivel de alfa-fetoproteínas incluyen:

1. Cáncer de hígado: El cáncer hepatocelular, una forma común de cáncer de hígado, a menudo produce altos niveles de AFP en la sangre. Sin embargo, no todos los tumores hepáticos malignos causan un aumento en los niveles de AFP, y algunas condiciones benignas también pueden provocar un ligero aumento.
2. Cáncer de ovario: Algunos tipos de cáncer de ovario, especialmente el carcinoma embrionario y el tumor del seno endometrial, pueden producir AFP.
3. Tumores testiculares: Los tumores germinales malignos en los testículos, como el seminoma y el no seminoma, a menudo secretan AFP.
4. Cirrosis hepática y hepatitis: Las personas con cirrosis hepática o hepatitis pueden experimentar un ligero aumento en los niveles de AFP, aunque estos niveles generalmente no son tan altos como en el cáncer.
5. Embarazo: Durante el embarazo, los niveles de AFP aumentan normalmente y luego disminuyen después del parto. Un alto nivel de AFP durante el embarazo puede ser un indicador de defectos congénitos en el feto, como la espina bífida o el síndrome de Down.

Es importante tener en cuenta que un aumento en los niveles de AFP no siempre indica cáncer y que otros factores pueden contribuir a un resultado anormal. Si se detecta un alto nivel de AFP, se realizarán más pruebas para determinar la causa subyacente y desarrollar un plan de tratamiento apropiado.

El conducto vitelino es una estructura tubular que conecta el saco vitelino, una bolsa que contiene los nutrientes para el desarrollo del feto, con el intestino del embrión durante la etapa temprana del desarrollo embrionario.

El conducto vitelino transporta los nutrientes del saco vitelino al intestino del embrión, donde son absorbidos y utilizados para el crecimiento y desarrollo del feto. Después de unas pocas semanas de desarrollo, el conducto vitelino se degenera y desaparece por completo en la mayoría de los fetos.

Sin embargo, en algunos casos, el conducto vitelino no se cierra completamente y persiste como una anomalía congénita llamada "conducto vitelino persistente". Esta condición puede causar diversas complicaciones, como infecciones o hemorragias internas, y suele requerir tratamiento médico.

El ácido glicólico es un compuesto orgánico que pertenece a la familia de los alfa-hidroxiácidos (AHA). Tiene un grupo funcional de ácido carboxílico (-COOH) y un grupo hidroxilo (-OH) en el mismo carbono, lo que le confiere propiedades ácidas.

En el contexto médico y dermatológico, se utiliza comúnmente como agente químico exfoliante suave en la piel, ya que puede ayudar a disolver los enlaces que mantienen unidas las células muertas de la piel, promoviendo así la renovación celular y mejorando la textura y el tono de la piel.

El ácido glicólico también se utiliza en algunos productos desmanchantes y puede utilizarse en peelings químicos más profundos bajo la supervisión de un profesional médico para tratar diversas afecciones de la piel, como el acné, las manchas solares y el fotoenvejecimiento.

Es importante tener en cuenta que, aunque el ácido glicólico se considera generalmente seguro y bien tolerado, su uso excesivo o inadecuado puede provocar irritación, enrojecimiento, sequedad o sensibilidad en la piel. Por lo tanto, siempre es recomendable seguir las instrucciones de uso y los consejos de un profesional médico o estético.

El adenocarcinoma es un tipo específico de cáncer que se forma en las glándulas exocrinas del cuerpo. Las glándulas exocrinas son aquellas que producen y secretan sustancias como sudor, aceites o mucosidades para lubricar y proteger los tejidos circundantes.

El adenocarcinoma se desarrolla a partir de células glandulares anormales que comienzan a multiplicarse sin control, formando una masa tumoral. Este tipo de cáncer puede ocurrir en varias partes del cuerpo, incluyendo los pulmones, el colon, el recto, la próstata, el seno y el cuello del útero.

Los síntomas del adenocarcinoma pueden variar dependiendo de su localización en el cuerpo, pero algunos signos comunes incluyen dolor, hinchazón o inflamación, dificultad para tragar, tos persistente, pérdida de peso y fatiga.

El tratamiento del adenocarcinoma depende del estadio y la localización del cáncer, y puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia o terapias dirigidas. Es importante recibir atención médica especializada temprana si se sospecha de la presencia de este tipo de cáncer para aumentar las posibilidades de un tratamiento exitoso.

El adenocarcinoma papilar es un tipo específico de cáncer que se forma en las glándulas del tejido. Más comúnmente, este tipo de cáncer se desarrolla en los pulmones, pero también puede ocurrir en otros órganos como la tiroides y el colon.

En el caso del adenocarcinoma papilar de pulmón, las células cancerosas tienden a crecer en forma de dedo o papila, lo que lleva al nombre de este tipo de cáncer. Los síntomas pueden incluir tos persistente, dificultad para respirar, dolor en el pecho y sibilancias.

El adenocarcinoma papilar de tiroides, por otro lado, es el segundo tipo más común de cáncer de tiroides y a menudo se presenta como un bulto o nódulo en el cuello. Los síntomas pueden incluir hinchazón en el cuello, dificultad para tragar y cambios en la voz.

El tratamiento para el adenocarcinoma papilar depende del tipo y la etapa del cáncer en el momento del diagnóstico. Puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia o terapia dirigida. Es importante buscar atención médica de inmediato si se sospecha la presencia de este tipo de cáncer.

El cistadenocarcinoma es un tipo raro de cáncer que se forma en las glándulas del cuerpo. Por lo general, comienza como un tumor benigno llamado cistoadenoma, pero con el tiempo puede convertirse en maligno y transformarse en cistadenocarcinoma.

Este tipo de cáncer se puede desarrollar en cualquier glándula del cuerpo, aunque es más común en los ovarios y el páncreas. Los síntomas pueden variar dependiendo de la ubicación del cáncer, pero algunos síntomas comunes incluyen dolor abdominal, hinchazón, pérdida de apetito y pérdida de peso inexplicable.

El tratamiento para el cistadenocarcinoma puede incluir cirugía para extirpar el tumor, quimioterapia y radioterapia. El pronóstico depende del estadio y la ubicación del cáncer en el momento del diagnóstico, así como de la respuesta al tratamiento.

Es importante buscar atención médica si se experimentan síntomas inexplicables o persistentes, especialmente aquellos que afectan el sistema digestivo o reproductivo. Un diagnóstico y tratamiento tempranos pueden mejorar las posibilidades de un resultado favorable.

Un quiste es un saco pequeño lleno de líquido, aire u otra sustancia. Se forma alrededor de una estructura normal de tejidos u órganos del cuerpo. Los quistes pueden ocurrir en casi cualquier parte del cuerpo. Pueden crecer en la piel, los órganos internos como el hígado, riñones y ovarios, así como también en tejidos conjuntivos.

La mayoría de los quistes son benignos (no cancerosos), pero algunos pueden ser malignos (cancerosos). Su tamaño puede variar desde ser tan pequeños que no se puedan sentir, hasta ser lo suficientemente grandes como para desplazar los órganos cercanos.

Los quistes suelen desarrollarse sin causar ningún síntoma y a menudo se descubren durante exámenes médicos de rutina o por casualidad. Sin embargo, si un quiste se rompe, infecta o causa inflamación, entonces podría producir dolor o molestias. El tratamiento depende del tamaño, ubicación y tipo del quiste. Algunos quistes desaparecen sin tratamiento, mientras que otros pueden necesitar ser drenados o incluso extirpados quirúrgicamente.

La colecistostomía es un procedimiento quirúrgico en el que se crea una abertura o comunicación entre la vejiga de la vesícula biliar (colecisto) y la pared abdominal. Esto permite que la bilis fluya desde la vesícula biliar al exterior del cuerpo, ayudando a aliviar la presión en la vesícula biliar y prevenir la acumulación de bilis, lo que puede causar inflamación e infección.

Este procedimiento se realiza comúnmente en pacientes con colecistitis aguda grave o complicada, especialmente en aquellos que no son candidatos adecuados para una cirugía más invasiva, como la colecistectomía (extirpación de la vesícula biliar). La colecistostomía puede ser temporal o permanente, dependiendo de las condiciones del paciente y su enfermedad.

Después de la cirugía, se coloca un tubo de drenaje a través de la abertura para permitir que la bilis drene continuamente al exterior del cuerpo. El tubo generalmente se retira después de unos pocos días o semanas, una vez que la inflamación y la infección hayan disminuido y el paciente esté estabilizado. En algunos casos, sin embargo, la colecistostomía puede ser permanente si el paciente no es un buen candidato para una cirugía adicional o si tiene otras afecciones médicas graves que aumentan el riesgo de complicaciones quirúrgicas.

En la terminología médica, "ratas consanguíneas" generalmente se refiere a ratas que están relacionadas genéticamente entre sí debido al apareamiento entre parientes cercanos. Este término específicamente se utiliza en el contexto de la investigación y cría de ratas en laboratorios para estudios genéticos y biomédicos.

La consanguinidad aumenta la probabilidad de que los genes sean compartidos entre los parientes cercanos, lo que puede conducir a una descendencia homogénea con rasgos similares. Este fenómeno es útil en la investigación para controlar variables genéticas y crear líneas genéticas específicas. Sin embargo, también existe el riesgo de expresión de genes recesivos adversos y una disminución de la diversidad genética, lo que podría influir en los resultados del estudio o incluso afectar la salud de las ratas.

Por lo tanto, aunque las ratas consanguíneas son útiles en ciertos contextos de investigación, también es importante tener en cuenta los posibles efectos negativos y controlarlos mediante prácticas adecuadas de cría y monitoreo de la salud.

El ARN mensajero (ARNm) es una molécula de ARN que transporta información genética copiada del ADN a los ribosomas, las estructuras donde se producen las proteínas. El ARNm está formado por un extremo 5' y un extremo 3', una secuencia codificante que contiene la información para construir una cadena polipeptídica y una cola de ARN policitol, que se une al extremo 3'. La traducción del ARNm en proteínas es un proceso fundamental en la biología molecular y está regulado a niveles transcripcionales, postranscripcionales y de traducción.

La obstrucción del conducto lagrimal, también conocida como dacriostenosis, es un problema oftalmológico que ocurre cuando el conducto lagrimal, responsable de drenar las lágrimas desde los ojos hacia la nariz, está bloqueado o parcialmente obstruido. Este bloqueo puede causar un exceso de líquido en el ojo, lo que lleva a una lagrimación constante y, en algunos casos, infecciones oculares recurrentes.

La causa más común de la obstrucción del conducto lagrimal en los recién nacidos es la persistencia del conducto lagrimal, que generalmente se resuelve por sí solo durante el primer año de vida. En los adultos, las causas pueden incluir infecciones, inflamación crónica, trauma o crecimientos anormales en el sistema lagrimal.

El tratamiento puede variar dependiendo de la causa y la gravedad de la obstrucción. Puede incluir masajes del saco lagrimal, antibióticos para tratar infecciones, o procedimientos quirúrgicos como dacriocistorrinostomía (DCR) para crear una nueva vía de drenaje.

La colecistografía es una prueba de diagnóstico por imágenes que se utiliza para evaluar el estado de la vesícula biliar y los conductos biliares. Consiste en la administración de un medio de contraste, generalmente a través de la ingesta oral, que se concentra en la bilis y permite visualizar la vesícula biliar y los conductos biliares en una radiografía o en una imagen de tomografía computarizada (TAC).

Existen dos tipos principales de colecistografía: la colecistografía oral y la colecistografía intravenosa. La colecistografía oral es el tipo más común y se realiza mediante la ingesta de un agente de contraste que contiene yodo, como el ioversol o el iopanoico, seguido de una serie de radiografías tomadas a intervalos regulares durante varias horas. La colecistografía intravenosa, por otro lado, implica la inyección del agente de contraste directamente en la vena y se utiliza con menor frecuencia que la colecistografía oral.

La colecistografía puede ayudar a diagnosticar diversas afecciones de la vesícula biliar, como la colelitiasis (presencia de cálculos biliares), la colangitis (inflamación de los conductos biliares) o el cáncer de vesícula biliar. Sin embargo, esta prueba ha sido parcialmente reemplazada por otras técnicas de imagen más modernas y menos invasivas, como la ecografía o la tomografía computarizada, que no requieren la administración de un medio de contraste y ofrecen imágenes más nítidas y precisas.

Los Modelos Animales de Enfermedad son organismos no humanos, generalmente mamíferos o invertebrados, que han sido manipulados genéticamente o experimentalmente para desarrollar una afección o enfermedad específica, con el fin de investigar los mecanismos patofisiológicos subyacentes, probar nuevos tratamientos, evaluar la eficacia y seguridad de fármacos o procedimientos terapéuticos, estudiar la interacción gen-ambiente en el desarrollo de enfermedades complejas y entender los procesos básicos de biología de la enfermedad. Estos modelos son esenciales en la investigación médica y biológica, ya que permiten recrear condiciones clínicas controladas y realizar experimentos invasivos e in vivo que no serían éticamente posibles en humanos. Algunos ejemplos comunes incluyen ratones transgénicos con mutaciones específicas para modelar enfermedades neurodegenerativas, cánceres o trastornos metabólicos; y Drosophila melanogaster (moscas de la fruta) utilizadas en estudios genéticos de enfermedades humanas complejas.

El conducto endolinfático es un tubo delicado y lleno de líquido dentro del oído interno humano. Se encuentra dentro del laberinto vestibular y rodea el utrículo y el sáculo, dos órganos que desempeñan un papel importante en la detección de la gravedad y el movimiento lineal. El conducto endolinfático contiene células ciliadas que ayudan a convertir los estímulos mecánicos en señales eléctricas, que luego se transmiten al cerebro a través del nervio vestibular.

La función principal del conducto endolinfático es producir y mantener la endolinfa, un líquido que llena el oído interno y ayuda a transmitir los estímulos auditivos y vestibulares al cerebro. El fluido dentro del conducto endolinfático también desempeña un papel importante en el mantenimiento del equilibrio químico dentro del oído interno.

Los trastornos del conducto endolinfático pueden causar problemas de audición y equilibrio, como la enfermedad de Ménière, que se caracteriza por vértigo, pérdida auditiva y zumbidos en los oídos. El tratamiento de estos trastornos puede incluir medicamentos para controlar los síntomas, terapia de rehabilitación vestibular y, en algunos casos, cirugía.

Los intestinos, también conocidos como el tracto gastrointestinal inferior, son parte del sistema digestivo. Se extienden desde el final del estómago hasta el ano y se dividen en dos partes: el intestino delgado y el intestino grueso.

El intestino delgado mide aproximadamente 7 metros de largo y es responsable de la absorción de nutrientes, vitaminas y agua de los alimentos parcialmente digeridos que pasan a través de él. Está compuesto por tres secciones: el duodeno, el jejuno y el ilion.

El intestino grueso es más corto, aproximadamente 1,5 metros de largo, y su función principal es la absorción de agua y la excreción de desechos sólidos. Está compuesto por el ciego, el colon (que se divide en colon ascendente, colon transverso, colon descendente y colon sigmoide) y el recto.

El revestimiento interior de los intestinos está recubierto con millones de glándulas que secretan mucus para facilitar el movimiento de los alimentos a través del tracto digestivo. Además, alberga una gran cantidad de bacterias beneficiosas que desempeñan un papel importante en la salud general del cuerpo, especialmente en la digestión y la función inmunológica.

La fosfatasa alcalina (ALP) es una enzima que se encuentra en varios tejidos del cuerpo humano, incluyendo el hígado, los huesos, el intestino delgado y el páncreas. Su función principal es ayudar en la eliminación de fosfato de diversas moléculas dentro de la célula.

La ALP es liberada al torrente sanguíneo durante los procesos de crecimiento y reparación celular, por lo que sus niveles séricos suelen ser más altos en niños y adolescentes en comparación con los adultos. También pueden aumentar en respuesta a ciertas condiciones médicas.

Existen diferentes tipos de fosfatasa alcalina, cada uno asociado con un tejido específico:
- Fosfatasa alcalina ósea: Producida por los osteoblastos (células que forman hueso). Los niveles aumentan en enfermedades óseas y metabólicas, como la osteoporosis, fracturas y cáncer de hueso.
- Fosfatasa alcalina hepática: Producida por las células hepáticas. Los niveles pueden elevarse en enfermedades hepáticas, como la hepatitis, cirrosis o cáncer de hígado.
- Fosfatasa alcalina intestinal: Producida por las células del intestino delgado. Los niveles suelen ser bajos y no se utilizan en la práctica clínica rutinaria.
- Fosfatasa alcalina placentaria: Presente durante el embarazo, producida por las células de la placenta. Los niveles aumentan fisiológicamente durante el embarazo y disminuyen después del parto.

La medición de los niveles de fosfatasa alcalina en sangre puede ser útil como un marcador no específico de enfermedad hepática, ósea o metabólica. Sin embargo, es importante interpretar los resultados junto con otros exámenes y la historia clínica del paciente, ya que las variaciones en los niveles pueden deberse a diversas causas.

La glucuronosiltransferasa es un tipo de enzima que se encuentra en el hígado y otros tejidos. Su función principal es catalizar la reacción de glucuronidación, un proceso metabólico importante en el que el grupo funcional glucurónido se agrega a diversas moléculas lipofílicas (como drogas, hormonas y compuestos tóxicos) para aumentar su solubilidad en agua y facilitar su excreción a través de la orina o las heces.

Este proceso de glucuronidación ayuda al organismo a desintoxicarse y eliminar sustancias extrañas y potencialmente dañinas. La glucuronosiltransferasa une el ácido glucurónico, un azúcar derivado del ácido glucórico, a los grupos funcionales como aminas, fenoles, sulfhidrilos e hidroxilos presentes en las moléculas lipofílicas. Como resultado, se forman metabolitos glucurónidos más hidrosolubles y fácilmente excretables.

Existen varios tipos de glucuronosiltransferasas, cada una con preferencia por diferentes sustratos (las moléculas que sufren la reacción enzimática). Estas enzimas se clasifican según su localización genética y sus características bioquímicas. La actividad de las glucuronosiltransferasas puede verse afectada por diversos factores, como la edad, el sexo, los polimorfismos genéticos y ciertas condiciones patológicas o medicamentos, lo que puede influir en la farmacocinética de las drogas y otros xenobióticos (compuestos extraños al organismo).

Las várices esofágicas y gástricas son dilataciones anormales y tortuosidades de las venas que se encuentran en el revestimiento del esófago y el estómago. Estas venas se dilatan y engrosan como resultado de un aumento de la presión en la vena porta, que es el principal vaso sanguíneo que drena la sangre desoxigenada desde el intestino delgado hasta el hígado.

La presencia de várices esofágicas y gástricas es común en personas con cirrosis hepática, una enfermedad crónica y progresiva que da lugar a la cicatrización y endurecimiento del hígado. La cirrosis puede causar un aumento de la presión en la vena porta, lo que lleva al desarrollo de las várices esofágicas y gástricas.

Las várices esofágicas y gástricas pueden sangrar fácilmente, lo que puede causar hemorragias graves y potencialmente mortales. Los síntomas de una hemorragia digestiva alta incluyen vómitos con sangre o material que se asemeja a café molido, heces negras y alquitranadas, y debilidad o mareos.

El tratamiento de las várices esofágicas y gástricas puede incluir medicamentos para reducir la presión en la vena porta, endoscopia con ligadura de bandas para controlar el sangrado activo, y cirugía o procedimientos de radiología intervencionista para tratar las venas dilatadas. La prevención del sangrado requiere un tratamiento agresivo de la enfermedad subyacente que causó el desarrollo de las várices.

La vena esplénica es un término médico que se refiere a una vena grande en el sistema porta hepático. Origina en la unión de varias venas más pequeñas que drenan la sangre desoxigenada desde el bazo. La vena esplénica, junto con la vena mesentérica superior e inferior, forma la vena porta hepática, la cual lleva sangre rica en nutrientes y desprovista de oxígeno desde el tracto gastrointestinal y el bazo hacia el hígado.

La vena esplénica se encarga de transportar los productos de desecho y los nutrientes absorbidos del aparato digestivo al hígado para su procesamiento adicional y distribución a otras partes del cuerpo. Es un vaso sanguíneo importante en el mantenimiento de la homeostasis corporal y la función hepática adecuada. Cualquier condición o enfermedad que afecte esta vena puede tener graves repercusiones en la salud general del individuo.

La distribución tisular, en el contexto médico y farmacológico, se refiere al proceso por el cual un fármaco o cualquier sustancia se dispersa a través de los diferentes tejidos y compartimentos del cuerpo después de su administración. Este término está relacionado con la farmacocinética, que es el estudio de cómo interactúan los fármacos con los organismos vivos.

La distribución tisular depende de varios factores, incluyendo las propiedades fisicoquímicas del fármaco (como su liposolubilidad o hidrosolubilidad), el flujo sanguíneo en los tejidos, la unión a proteínas plasmáticas y los procesos de transporte activo o difusión.

Es importante mencionar que la distribución tisular no es uniforme para todos los fármacos. Algunos se concentran principalmente en tejidos específicos, como el hígado o los riñones, mientras que otros pueden atravesar fácilmente las barreras biológicas (como la barrera hematoencefálica) y alcanzar concentraciones terapéuticas en sitios diana.

La medición de la distribución tisular puede realizarse mediante análisis de muestras de sangre, plasma u orina, así como mediante técnicas de imagenología médica, como la tomografía por emisión de positrones (PET) o la resonancia magnética nuclear (RMN). Estos datos son esenciales para determinar la dosis adecuada de un fármaco y minimizar los posibles efectos adversos.

La designación 'Ratas Consanguíneas F344' se refiere a una cepa específica de ratas de laboratorio que han sido inbreed durante muchas generaciones. La 'F' en el nombre significa 'inbreed' y el número '344' es simplemente un identificador único para esta cepa particular.

Estas ratas son comúnmente utilizadas en la investigación médica y biológica debido a su genética uniforme y predecible, lo que las hace ideales para estudios experimentales controlados. Debido a su estrecha relación genética, todas las ratas F344 son prácticamente idénticas en términos de su composición genética, lo que minimiza la variabilidad entre individuos y permite a los investigadores atribuir con confianza cualquier diferencia observada en el fenotipo o el comportamiento al factor específico que se está estudiando.

Además de su uso en la investigación, las ratas F344 también se utilizan a veces como animales de prueba en estudios de toxicología y farmacología, ya que su respuesta a diversos agentes químicos y farmacológicos se ha caracterizado ampliamente.

Es importante tener en cuenta que, como con cualquier modelo animal, las ratas F344 no son perfectamente representativas de los seres humanos u otras especies y, por lo tanto, los resultados obtenidos en estudios con estas ratas pueden no trasladarse directamente a otros contextos.

Una biopsia es un procedimiento médico en el que se extrae una pequeña muestra de tejido corporal para ser examinada en un laboratorio. Este procedimiento se realiza con el fin de evaluar si el tejido extraído presenta signos de enfermedad, como cáncer o inflamación.

Existen diferentes tipos de biopsias, dependiendo de la ubicación y el método utilizado para obtener la muestra de tejido. Algunas de las más comunes incluyen:

1. Biopsia por aspiración con aguja fina (FNA): se utiliza una aguja delgada y hueca para extraer células o líquido del bulto o área sospechosa.
2. Biopsia por punción con aguja gruesa (CNB): se emplea una aguja más grande para obtener una muestra de tejido sólido.
3. Biopsia incisional: se realiza una pequeña incisión en la piel y se extrae una parte del tejido sospechoso.
4. Biopsia excisional: se extirpa todo el bulto o área anormal, junto con una porción de tejido normal circundante.

Los resultados de la biopsia suelen ser evaluados por un patólogo, quien determinará si el tejido muestra signos de enfermedad y, en caso afirmativo, qué tipo de enfermedad es. La información obtenida de una biopsia puede ayudar a guiar el tratamiento médico y proporcionar información importante sobre la gravedad y extensión de la enfermedad.

La alanina transaminasa (ALT) es una enzima hepática que se encuentra principalmente en el hígado, pero también está presente en otros tejidos como el corazón, los músculos y los riñones. Su función principal es catalizar la transferencia de un grupo amino a un ácido alpha-ceto para producir alanina y alpha-cetoglutarato en el ciclo de Krebs.

Una prueba de ALT se utiliza como un indicador de daño hepático, ya que cuando el hígado está lesionado o dañado, las células hepáticas liberan la enzima ALT al torrente sanguíneo. Por lo tanto, altos niveles de ALT en sangre pueden ser un signo de enfermedad hepática, como la hepatitis, la cirrosis o el daño hepático causado por el alcoholismo.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que no solo las enfermedades hepáticas pueden elevar los niveles de ALT. Otras condiciones, como la miocarditis, la insuficiencia renal o el uso de ciertos medicamentos, también pueden aumentar los niveles de ALT. Por lo tanto, es importante interpretar los resultados de las pruebas de ALT en el contexto de otros hallazgos clínicos y de laboratorio.

Las células epiteliales son tipos específicos de células que recubren la superficie del cuerpo, líne los órganos huecos y forman glándulas. Estas células proporcionan una barrera protectora contra los daños, las infecciones y la pérdida de líquidos corporales. Además, participan en la absorción de nutrientes, la excreción de desechos y la secreción de hormonas y enzimas. Las células epiteliales se caracterizan por su unión estrecha entre sí, lo que les permite funcionar como una barrera efectiva. También tienen la capacidad de regenerarse rápidamente después de un daño. Hay varios tipos de células epiteliales, incluyendo células escamosas, células cilíndricas y células cuboidales, que se diferencian en su forma y función específicas.

La disfunción del esfínter de la ampolla hepatopancreática, también conocida como disfunción del esfínter de Oddi, se refiere a un problema con el funcionamiento del músculo esfintero que controla el flujo de bilis y jugos pancreáticos desde el páncreas y la vesícula biliar hacia el duodeno (la primera parte del intestino delgado).

Cuando este músculo no se relaja apropiadamente, puede causar dolor abdominal superior o incluso obstrucción en los conductos biliares y pancreáticos. Esta condición puede ser primaria, cuando el esfínter no funciona correctamente sin una causa aparente, o secundaria, cuando está asociada con otras afecciones como cálculos en la vesícula biliar, pancreatitis crónica o cirugía previa en el área.

Los síntomas más comunes incluyen dolor abdominal recurrente e intenso, especialmente después de comer, náuseas, vómitos y, en algunos casos, ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos). El diagnóstico generalmente se realiza mediante pruebas como manometría del esfínter de Oddi, ERCP (colangiopancreatografía retrógrada endoscópica) o TC (tomografía computarizada). El tratamiento puede involver medicamentos para relajar el músculo esfintero, procedimientos como la dilatación del esfínter o, en casos graves, cirugía.

La colecistitis aguda es una inflamación repentina y grave de la vesícula biliar. Esta afección generalmente ocurre cuando hay cálculos biliares que bloquean el flujo de bilis desde la vesícula biliar hacia el intestino delgado. La bilis es un líquido producido por el hígado que ayuda en la digestión de las grasas. Cuando la bilis se acumula y queda atrapada en la vesícula biliar, puede causar inflamación e infección.

Los síntomas más comunes de la colecistitis aguda incluyen dolor intenso en el lado superior derecho del abdomen, fiebre, escalofríos, náuseas, vómitos y pérdida de apetito. El tratamiento suele implicar antibióticos para tratar la infección y cirugía para extraer la vesícula biliar (colecistectomía). Si no se trata, la colecistitis aguda puede provocar complicaciones graves, como una perforación de la vesícula biliar o un absceso.

La dilatación, en el contexto médico, se refiere al proceso de ampliación o aumento del tamaño de una abertura o conducto en el cuerpo. Este término se utiliza a menudo para describir el procedimiento en el que se ensancha deliberadamente un orificio natural, como la dilatación y curetaje (D&C) del cuello uterino durante un aborto o una histerectomía.

También puede referirse al aumento natural del tamaño de los vasos sanguíneos o pupilas en respuesta a ciertos estímulos o condiciones fisiológicas. Por ejemplo, la dilatación de las pupilas (midriasis) es una respuesta normal a la oscuridad y disminuye la agudeza visual para permitir que más luz entre en el ojo. Del mismo modo, la dilatación de los vasos sanguíneos (vasodilatación) puede ocurrir como resultado del ejercicio, la exposición al calor o las reacciones químicas a medicamentos específicos.

En patología, la dilatación se observa a menudo en situaciones anormales, como la dilatación de los bronquios en el enfisema o la dilatación de los intestinos en caso de obstrucción intestinal. En general, la dilatación implica un cambio en el tamaño o diámetro de una estructura corporal y puede ser normal o anormal dependiendo del contexto clínico.

El término 'pronóstico' se utiliza en el ámbito médico para describir la previsión o expectativa sobre el curso probable de una enfermedad, su respuesta al tratamiento y la posibilidad de recuperación o supervivencia del paciente. Es una evaluación clínica que tiene en cuenta diversos factores como el tipo y gravedad de la enfermedad, la respuesta previa a los tratamientos, los factores genéticos y ambientales, la salud general del paciente y su edad, entre otros. El pronóstico puede ayudar a los médicos a tomar decisiones informadas sobre el plan de tratamiento más adecuado y a los pacientes a comprender mejor su estado de salud y a prepararse para lo que pueda venir. Es importante señalar que un pronóstico no es una garantía, sino una estimación basada en la probabilidad y las estadísticas médicas disponibles.

La rata Wistar es un tipo comúnmente utilizado en investigación biomédica y toxicológica. Fue desarrollada por el Instituto Wistar de Anatomía en Filadelfia, EE. UU., a principios del siglo XX. Se trata de una cepa albina con ojos rojos y sin pigmentación en la piel. Es un organismo modelo popular debido a su tamaño manejable, fácil reproducción, ciclo vital corto y costos relativamente bajos de mantenimiento en comparación con otros animales de laboratorio.

Las ratas Wistar se utilizan en una amplia gama de estudios que van desde la farmacología y la toxicología hasta la genética y el comportamiento. Su genoma ha sido secuenciado, lo que facilita su uso en la investigación genética. Aunque existen otras cepas de ratas, como las Sprague-Dawley o Long-Evans, cada una con características específicas, las Wistar siguen siendo ampliamente empleadas en diversos campos de la ciencia médica y biológica.

En resumen, las ratas Wistar son un tipo de rata albina usada extensamente en investigación científica por su tamaño manejable, fácil reproducción, corto ciclo vital y bajo costo de mantenimiento.

La tasa de supervivencia es un término médico que se utiliza para describir la proporción de personas que siguen vivas durante un período determinado después del diagnóstico o tratamiento de una enfermedad grave, como el cáncer. Se calcula dividiendo el número de personas que sobreviven por el total de personas a las que se les diagnosticó la enfermedad durante un período específico. La tasa de supervivencia puede ser expresada como un porcentaje o una proporción.

Por ejemplo, si se diagnostican 100 personas con cáncer de mama en un año y cinco años después 60 de ellas siguen vivas, la tasa de supervivencia a los cinco años sería del 60% (60 sobrevividos / 100 diagnosticados).

Es importante tener en cuenta que la tasa de supervivencia no siempre refleja las posibilidades de curación completa, especialmente en enfermedades crónicas o degenerativas. Además, la tasa de supervivencia puede variar dependiendo de factores como la edad, el estado de salud general y la etapa en que se diagnostique la enfermedad.

La ultrasonografía, también conocida como ecografía, es un procedimiento diagnóstico médico no invasivo que utiliza ondas sonoras de alta frecuencia para producir imágenes de los órganos internos y tejidos del cuerpo. Un dispositivo llamado transductor emite y recibe las ondas sonoras. Cuando el transductor se coloca sobre la piel, las ondas viajan a través del cuerpo y rebotan en los órganos y tejidos. La información sobre la intensidad y el patrón de las ondas que rebotan se envía a una computadora, que luego interpreta y crea una imagen en tiempo real.

La ultrasonografía se utiliza ampliamente en la medicina para diagnosticar una variedad de condiciones, como problemas cardíacos, enfermedades del hígado, vesícula biliar y riñones, y también se usa durante el embarazo para monitorear el crecimiento y desarrollo fetal. Es segura, indolora y no utiliza radiación, lo que la convierte en una herramienta de diagnóstico popular en muchas situaciones clínicas.

La 'Colesterol 7-alfa-Hidroxilasa' es una enzima que desempeña un papel importante en el metabolismo del colesterol. Más específicamente, participa en la vía de conversión del colesterol a ácidos biliares en el hígado. La enzima cataliza la adición de un grupo hidroxilo al carbono 7 del anillo esteroide del colesterol, lo que da como resultado la formación de 7α-hidroxicolesterol, un intermediario importante en la biosíntesis de ácidos biliares.

La actividad de la Colesterol 7-alfa-Hidroxilasa está regulada por varios factores, como las hormonas y los niveles de colesterol en el cuerpo. La enzima desempeña un papel crucial en el mantenimiento del equilibrio homeostático del colesterol y los ácidos biliares en el organismo.

Las mutaciones en el gen que codifica la Colesterol 7-alfa-Hidroxilasa pueden dar lugar a diversas enfermedades metabólicas, como la enfermedad de Dubin-Johnson y la enfermedad de Rotor, que se caracterizan por una acumulación anormal de ácidos biliares en el hígado. Además, los niveles elevados de Colesterol 7-alfa-Hidroxilasa se han asociado con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y otras afecciones relacionadas con el colesterol alto.

El agregado de albúmina marcado con tecnecio Tc 99m es un compuesto radioactivo utilizado en procedimientos médicos de diagnóstico por imágenes. La albúmina, una proteína presente en la sangre, se une al isótopo radiactivo tecnecio Tc 99m para formar este agente de contraste.

Una vez inyectado en el cuerpo del paciente, el agregado se distribuye por el torrente sanguíneo y permite obtener imágenes detalladas de los vasos sanguíneos y del sistema cardiovascular mediante técnicas de escaneo como la gammagrafía. Esto ayuda a diagnosticar diversas condiciones médicas, como enfermedades cardíacas, trastornos vasculares y tumores.

La vida media del tecnecio Tc 99m es corta, lo que significa que se descompone rápidamente y se elimina del cuerpo a través de los riñones y la orina, reduciendo así la exposición a la radiación. El procedimiento generalmente se considera seguro y no invasivo, aunque como cualquier procedimiento médico conlleva riesgos y beneficios que deben ser evaluados cuidadosamente por un profesional médico antes de su realización.

Las enfermedades duodenales se refieren a diversas condiciones y trastornos que afectan el duodeno, la primera parte del intestino delgado adyacente al estómago. El duodeno desempeña un papel crucial en la digestión de los alimentos, ya que es donde comienza la absorción de nutrientes. Algunas enfermedades duodenales comunes incluyen:

1. Duodenitis: Es la inflamación del revestimiento del duodeno, a menudo causada por una infección bacteriana o el uso prolongado de antiinflamatorios no esteroideos (AINE). Los síntomas pueden incluir dolor abdominal, náuseas, vómitos y pérdida de apetito.

2. Enfermedad de Crohn: Es una enfermedad inflamatoria intestinal que puede afectar cualquier parte del tracto gastrointestinal, incluido el duodeno. Los síntomas pueden variar desde diarrea crónica, dolor abdominal, fatiga y pérdida de peso hasta complicaciones más graves como obstrucción intestinal o fístulas.

3. Úlcera duodenal: Se refiere a una lesión abierta en el revestimiento del duodeno, generalmente causada por una infección bacteriana por Helicobacter pylori o el uso prolongado de AINE. Los síntomas pueden incluir dolor abdominal intenso, náuseas, vómitos y sangrado gastrointestinal.

4. Tumores duodenales: Pueden ser benignos o malignos (cáncer) y causar diversos síntomas dependiendo de su tamaño y localización. Los tumores duodenales pueden provocar obstrucción intestinal, sangrado gastrointestinal o perforación del duodeno.

5. Síndrome de Zollinger-Ellison: Es una enfermedad rara caracterizada por la producción excesiva de ácido gástrico debido a un tumor (gastrinoma) que secreta gastrina, una hormona que estimula la producción de ácido. Los síntomas pueden incluir dolor abdominal intenso, diarrea crónica y úlceras gástricas o duodenales recurrentes.

6. Enfermedad celíaca: Una afección autoinmune en la que el consumo de gluten desencadena una respuesta inmunitaria exagerada que daña el revestimiento del intestino delgado, incluyendo el duodeno. Los síntomas pueden variar desde diarrea crónica, dolor abdominal y distensión hasta anemia, fatiga y pérdida de peso.

7. Diverticulosis duodenal: Es una afección en la que se forman pequeñas bolsas (divertículos) en el revestimiento del duodeno. La mayoría de las personas con diverticulosis no presentan síntomas, pero algunas pueden desarrollar complicaciones como inflamación o infección (diverticulitis).

8. Síndrome de Zollinger-Ellison: Una enfermedad rara caracterizada por la producción excesiva de ácido gástrico debido a un tumor (gastrinoma) que secreta gastrina, una hormona que estimula la producción de ácido. Los síntomas pueden incluir dolor abdominal intenso, diarrea crónica y úlceras gástricas o duodenales recurrentes.

9. Duodenitis: Inflamación del revestimiento del duodeno que puede causar dolor abdominal, náuseas, vómitos y diarrea. La duodenitis puede ser causada por infecciones bacterianas, como Helicobacter pylori, o por el uso prolongado de antiinflamatorios no esteroideos (AINE).

10. Neoplasias duodenales: Tumores benignos o malignos que se desarrollan en el revestimiento del duodeno. Los tumores benignos, como los pólipos adenomatosos, suelen ser asintomáticos, pero pueden causar sangrado intestinal o obstrucción intestinal si crecen demasiado. Los tumores malignos, como el cáncer de duodeno, suelen causar dolor abdominal, pérdida de peso y sangrado intestinal.

En el contexto médico, un método se refiere a un procedimiento sistemático o un conjunto de pasos estandarizados que se siguen para lograr un resultado específico en el diagnóstico, tratamiento, investigación o enseñanza de la medicina. Los métodos pueden incluir técnicas experimentales, pruebas de laboratorio, intervenciones quirúrgicas, protocolos de atención, modelos educativos y otros enfoques estandarizados utilizados en el campo médico.

Por ejemplo, los métodos diagnósticos pueden incluir la anamnesis (historia clínica), exploración física, pruebas de laboratorio e imágenes médicas para identificar una afección o enfermedad. Los métodos terapéuticos pueden consistir en protocolos específicos para administrar medicamentos, realizar procedimientos quirúrgicos o proporcionar rehabilitación y cuidados paliativos.

En la investigación médica, los métodos se refieren al diseño del estudio, las técnicas de recopilación de datos y los análisis estadísticos empleados para responder a preguntas de investigación específicas. La selección de métodos apropiados es crucial para garantizar la validez y confiabilidad de los resultados de la investigación médica.

En general, el uso de métodos estandarizados en la medicina ayuda a garantizar la calidad, la seguridad y la eficacia de los procedimientos clínicos, la investigación y la educación médicas.

Las neoplasias del sistema digestivo se refieren a un crecimiento anormal y descontrolado de células en cualquier parte del tubo digestivo, que incluye la boca, faringe, esófago, estómago, intestino delgado, colon, recto y ano. Estas neoplasias pueden ser benignas o malignas (cáncer).

Las neoplasias benignas suelen crecer lentamente y rara vez se diseminan a otras partes del cuerpo. Por otro lado, las neoplasias malignas, también conocidas como cánceres, tienen el potencial de invadir los tejidos circundantes y propagarse (metástasis) a otros órganos.

Los cánceres del sistema digestivo pueden ser adenocarcinomas, carcinoides, sarcomas, linfomas o tumores neuroendocrinos, dependiendo del tipo de célula afectada. El tratamiento y el pronóstico varían según el tipo y la etapa del cáncer en el momento del diagnóstico.

Los factores de riesgo para desarrollar cáncer en el sistema digestivo incluyen la edad, el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, una dieta rica en grasas y pobre en frutas y verduras, la obesidad, una historia familiar de cánceres digestivos, infecciones como la helicobacter pylori y condiciones crónicas inflamatorias intestinales.

La regeneración hepática es un proceso natural y sorprendente en el que el hígado humano es capaz de restaurar su masa y función después de haber sufrido daños o pérdida de tejido. Este proceso se activa como respuesta a lesiones hepáticas, cirugía o resección parcial del órgano. La capacidad de regeneración varía entre individuos y depende de diversos factores como la edad, salud general y grado de daño hepático previo.

El mecanismo detrás de esta regeneración implica la proliferación celular de los hepatocitos residuales (las células principales del hígado), que dividen rápidamente para reemplazar el tejido dañado o perdido. Además, otros tipos celulares presentes en el hígado, como los queratocitos stellates y los endotelios sinusoidales, también contribuyen al proceso de regeneración mediante la síntesis de factores de crecimiento y la modulación del microambiente hepático.

Es importante mencionar que aunque el hígado puede regenerarse parcialmente, daños graves o crónicos pueden superar su capacidad de recuperación, lo que podría conducir a insuficiencia hepática y falla orgánica. Por esta razón, es crucial proteger el hígado de posibles lesiones y mantener hábitos saludables para preservar su funcionamiento óptimo.

Los cuidados preoperatorios se refieren al conjunto de procedimientos y acciones realizadas antes de una intervención quirúrgica, con el objetivo principal de garantizar la seguridad del paciente, optimizar su condición física y psicológica, minimizar los riesgos y complicaciones durante y después de la cirugía, y preparar adecuadamente el entorno quirúrgico.

Estos cuidados pueden incluir:

1. Evaluación preanestésica: Consiste en una evaluación integral del paciente por parte del equipo médico y de enfermería, con el fin de determinar su estado de salud actual, identificar factores de riesgo potenciales, y planificar la anestesia y el manejo perioperatorio adecuados.

2. Consentimiento informado: El paciente debe recibir información clara y completa sobre los beneficios, riesgos, complicaciones y alternativas del procedimiento quirúrgico, así como los cuidados postoperatorios necesarios. Después de haber comprendido esta información, el paciente debe firmar un documento de consentimiento informado.

3. Preparación física: El equipo médico y de enfermería trabajan en conjunto para optimizar la condición física del paciente antes de la cirugía. Esto puede incluir la administración de medicamentos, la corrección de desequilibrios electrolíticos o fluidos, el control de enfermedades crónicas y la implementación de medidas preventivas para reducir el riesgo de infecciones.

4. Preparación psicológica: Se proporciona apoyo emocional al paciente y a su familia, abordando sus preocupaciones e inquietudes sobre la cirugía y brindándoles información clara y oportuna sobre lo que pueden esperar antes, durante y después de la intervención.

5. Marcación quirúrgica: Se realiza una marca visible en el sitio donde se llevará a cabo la cirugía, utilizando un rotulador especial o un clip metálico, para garantizar que se realice el procedimiento correcto y en el lugar adecuado.

6. Higiene y esterilización: Todos los equipos, instrumentos y materiales utilizados durante la cirugía deben estar limpios y esterilizados, siguiendo estrictos protocolos de control de infecciones para minimizar el riesgo de complicaciones.

7. Verificación de identidad: Se verifica la identidad del paciente y se confirma el procedimiento quirúrgico planificado antes de administrar anestesia y comenzar la cirugía, evitando así errores de procedimientos o intervenciones en el sitio equivocado.

8. Orden de procedimientos: Se establece un orden específico para llevar a cabo los diferentes pasos del procedimiento quirúrgico, siguiendo una lista de verificación y garantizando que se realice de manera sistemática y segura.

9. Monitoreo continuo: Durante la cirugía, el paciente es constantemente monitoreado para controlar su estado vital, como frecuencia cardíaca, presión arterial, saturación de oxígeno y nivel de conciencia, asegurando una intervención segura.

10. Comunicación efectiva: Todos los miembros del equipo quirúrgico deben mantener una comunicación clara y abierta durante todo el procedimiento, compartiendo información relevante y trabajando en conjunto para garantizar la mejor atención posible al paciente.

Los microsomas hepáticos se refieren a fragmentos de membrana sacados de los endoplásmicos reticulares de las células hepáticas (del hígado). Estos microsomas están cargados con una variedad de enzimas, incluyendo el sistema citocromo P450, que desempeñan un papel crucial en la detoxificación y eliminación de fármacos, toxinas y otros compuestos extranjeros del cuerpo. Estas enzimas participan en reacciones bioquímicas como la oxidación, reducción y hidroxilación. La actividad de las enzimas en los microsomas hepáticos puede variar entre individuos y está sujeta a inducción o inhibición por diversos fármacos y sustancias químicas, lo que lleva a diferencias individuales en la farmacocinética y la respuesta a los medicamentos.

La crioglobulinemia es una afección en la cual ciertas proteínas (crioglobulinas) presentes en la sangre se agrupan y forman sedimentos cuando la temperatura del cuerpo desciende. Este proceso puede hacer que la sangre se vuelva más espesa y tenga dificultad para fluir normalmente, lo cual puede provocar una variedad de síntomas.

Existen tres tipos principales de crioglobulinemia, clasificados según el tipo de crioglobulinas involucradas:

1. Tipo I: Está asociada con trastornos malignos como los linfomas y los mielomas.
2. Tipo II y III: Ambos están relacionados con infecciones crónicas, especialmente la hepatitis C, aunque también pueden estar asociados con otras enfermedades autoinmunes como el lupus eritematoso sistémico o la artritis reumatoide.

Los síntomas más comunes de la crioglobulinemia incluyen:

* Sensación de frío o entumecimiento en las manos y los pies
* Dolor, hinchazón e inflamación articular
* Erupciones cutáneas purpúricas (manchas rojas o moradas) en la piel, especialmente en respuesta al frío o al calor
* Fatiga
* Debilidad
* Pérdida de apetito y pérdida de peso
* Nefropatía (enfermedad renal)
* Neuropatía periférica (daño a los nervios que controlan los músculos y la sensación en las extremidades)

El diagnóstico de crioglobulinemia se realiza mediante análisis de sangre, en los cuales se examina una muestra de sangre a temperatura ambiente y luego se refrigera para ver si se forman sedimentos. El tratamiento depende del tipo y la gravedad de la enfermedad y puede incluir medicamentos como corticosteroides, inmunosupresores o terapias dirigidas contra el sistema inmunitario.

Los estudios prospectivos, también conocidos como estudios de cohortes, son un tipo de diseño de investigación epidemiológica en el que se selecciona una población en riesgo y se sigue durante un período de tiempo para observar la aparición de un resultado o evento de interés. A diferencia de los estudios retrospectivos, donde los datos se recopilan de registros existentes o por medio de entrevistas sobre eventos pasados, en los estudios prospectivos, los datos se recopilan proactivamente a medida que ocurren los eventos.

Este tipo de estudio permite la recogida de datos estandarizados y actualizados, minimiza los problemas de rememoración y mejora la precisión en la medición de variables de exposición e intermedias. Además, los estudios prospectivos pueden permitir la evaluación de múltiples factores de riesgo simultáneamente y proporcionar una mejor comprensión de la relación causal entre la exposición y el resultado. Sin embargo, requieren un seguimiento prolongado y costoso, y pueden estar sujetos a sesgos de selección y pérdida a follow-up.

Un stent es un dispositivo médico pequeño, tubular y flexible que se utiliza para mantener abiertas las vías corporales estrechadas o bloqueadas. Los stents generalmente están hechos de metal, plástico o una combinación de ambos materiales. Se utilizan comúnmente en procedimientos como angioplastias coronarias, donde se despliegan dentro de las arterias para mantenerlas abiertas y mejorar el flujo sanguíneo después de que hayan sido comprimidas o dañadas por la acumulación de placa. También se utilizan en procedimientos como la colocación de stents uretrales o biliarés para mantener las vías urinarias o biliares respectivamente abiertas y funcionando normalmente. Después de su implantación, los tejidos circundantes crecen alrededor del stent, ayudando a mantenerlo en su lugar.

La colestanotriol 26-monooxigenasa es una enzima que se encuentra involucrada en el metabolismo de los esteroles. Más específicamente, participa en la ruta alternativa del metabolismo del colesterol, también conocida como ruta de las oxidasas del colesterol o ruta del ácido biliar.

Esta enzima cataliza la conversión del colestanotriol (un intermediario en el metabolismo del colesterol) a 3β,7α,12α-trihidroxi-5β-colestano-26-alcohol, que posteriormente se convierte en ácido cólico y otros ácidos biliares. La actividad de la colestanotriol 26-monooxigenasa es importante para mantener el equilibrio normal de los esteroles en el organismo y regular la síntesis de ácidos biliares.

Las mutaciones en el gen que codifica para esta enzima pueden causar diversos trastornos hereditarios, como la enfermedad de Smith-Lemli-Opitz (SLO) y la enfermedad de cerebro-hepato-renal (CHR). Estas enfermedades se caracterizan por una acumulación anormal de esteroles y derivados, lo que puede conducir a diversas manifestaciones clínicas, como retraso mental, dismorfia facial, anomalías genitales, hipotonía muscular, cataratas y problemas hepáticos, entre otros.

En resumen, la colestanotriol 26-monooxigenasa es una enzima clave en el metabolismo del colesterol y los ácidos biliares, y su deficiencia puede dar lugar a diversas enfermedades genéticas.

La reoperación, en términos médicos, se refiere a la realización de una nueva intervención quirúrgica en un paciente que ya ha sido sometido previamente a una o más operaciones. La necesidad de una reoperación puede deberse a diversas razones, como complicaciones postoperatorias, recurrencia de la patología original o el desarrollo de nuevas afecciones que requiernan atención quirúrgica.

Existen diferentes tipos de reoperaciones, dependiendo del contexto y la naturaleza de la intervención previa. Algunos ejemplos incluyen:

1. Revisiones quirúrgicas: Se llevan a cabo cuando es necesario corregir problemas relacionados con una cirugía anterior, como infecciones, falta de curación adecuada o complicaciones relacionadas con implantes o prótesis.
2. Cirugías de rescate: Son procedimientos urgentes realizados para tratar complicaciones graves que ponen en peligro la vida del paciente, como hemorragias masivas, infecciones generalizadas o lesiones iatrogénicas (provocadas por el propio tratamiento médico).
3. Cirugías de segunda opinión: Ocurren cuando un paciente consulta a otro cirujano para obtener una evaluación y posible tratamiento diferente al propuesto previamente por otro médico.
4. Intervenciones programadas: Se realizan en pacientes que han presentado recidivas de su patología original o desarrollo de nuevas afecciones, como cánceres recurrentes o complicaciones tardías de enfermedades crónicas.

La reoperación conlleva riesgos adicionales en comparación con la cirugía primaria, ya que el tejido previo alterado puede dificultar la intervención y aumentar la posibilidad de complicaciones. Por lo tanto, es fundamental que los profesionales médicos evalúen cuidadosamente cada caso y consideren todas las opciones terapéuticas disponibles antes de decidir si realizar una reoperación.

Lo siento, parece que hubo un error en su pregunta. La palabra 'Perros' no está relacionada con ningún término médico específico. Si desea saber sobre el término "perro" desde un punto de vista zoológico o biológico, le informaría que los perros (Canis lupus familiaris) son mamíferos domésticos que pertenecen a la familia Canidae.

Sin embargo, en el campo médico, a veces se hace referencia al término "perro de caza" o "nariz" en relación con los entrenamientos de animales para detectar sustancias químicas, como explosivos o drogas, mediante su agudo sentido del olfato.

Si tuvo la intención de preguntar sobre algo diferente, por favor, proporcione más detalles para que pueda ayudarlo mejor.

La colecistolitiasis es una afección médica en la que se forman cálculos o piedras en la vesícula biliar. La vesícula biliar es un órgano pequeño situado en el hígado que almacena y libera bilis, una sustancia líquida que ayuda a descomponer las grasas durante la digestión.

Las piedras en la vesícula pueden variar en tamaño, desde pequeños granos de arena hasta bolas del tamaño de una pelota de golf. Algunas personas pueden tener una sola piedra, mientras que otras pueden tener varias. En muchos casos, las piedras en la vesícula no causan ningún síntoma y pasan desapercibidas. Sin embargo, en otros casos, las piedras pueden causar dolor abdominal intenso, especialmente después de comer alimentos grasos o picantes.

El dolor asociado con la colecistolitiasis a menudo se describe como un dolor agudo y súbito en el cuadrante superior derecho del abdomen que puede irradiarse hacia el hombro derecho o la espalda. El dolor suele ser más intenso después de comer y puede durar desde unos minutos hasta varias horas. Otras personas pueden experimentar síntomas como náuseas, vómitos, flatulencia y cambios en los hábitos intestinales.

El tratamiento de la colecistolitiasis depende del tamaño y la ubicación de las piedras, así como de la gravedad de los síntomas. En algunos casos, se pueden administrar medicamentos para disolver las piedras o se puede recomendar una dieta baja en grasas para ayudar a prevenir ataques de dolor. Sin embargo, si las piedras son grandes o causan síntomas graves, la cirugía para extirpar la vesícula biliar (colecistectomía) puede ser necesaria.

La fascioliasis es una helmintiasis (infección parasitaria) causada por tremátodos planos (gusanos plano) del género Fasciola, principalmente Fasciola hepatica y menos comúnmente Fasciola gigantica. Estos parásitos suelen encontrarse en animales como ovejas, ganado y caballos, pero también pueden infectar a los humanos.

El ciclo de vida de estos parásitos implica un huésped intermedio, usualmente un caracol de agua dulce. Los humanos se infectan al ingerir vegetales o agua contaminados con metacercarias, la forma infectante del parásito, que se adhieren a las plantas después de ser excretadas por el caracol intermedio.

Después de la ingestión, las metacercarias se excavan a través de la pared intestinal y viajan hacia el hígado, donde se convierten en adultos y comienzan a producir huevos después de aproximadamente 3 meses. Los huevos son eliminados del cuerpo a través de las heces y eclosionan en el agua, liberando miracidios que infectan a los caracoles intermedios, completando así el ciclo de vida del parásito.

Los síntomas de la fascioliasis pueden variar dependiendo del estadio de la infección. Durante las primeras semanas o meses después de la infección, los individuos pueden experimentar dolor abdominal, náuseas, vómitos, diarrea y fiebre. A medida que la infección avanza, los síntomas pueden incluir ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), hepatoesplenomegalia (agrandamiento del hígado y el bazo) e inflamación de los conductos biliares. En casos graves, la infección puede causar insuficiencia hepática y cirrosis.

El diagnóstico de la fascioliasis se realiza mediante la identificación de los huevos del parásito en las heces o en el líquido biliar obtenido durante una endoscopia. El tratamiento recomendado es la administración de triclabendazole, un medicamento anthelmíntico que mata a los gusanos adultos y juveniles. La prevención de la fascioliasis implica evitar el consumo de agua o alimentos contaminados con los miracidios u huevos del parásito, así como reducir la exposición al agua contaminada durante actividades recreativas o laborales.

La gamma-glutamiltransferasa (GGT, también conocida como Gamma-Glutamyl Transpeptidase) es una enzima presente en varios tejidos del cuerpo humano, pero sobre todo en el hígado. Su función principal es catalizar la transferencia de grupos gamma-glutamil a otros aminoácidos y péptidos, desempeñando un papel importante en el metabolismo de aminoácidos y compuestos relacionados.

Los niveles de GGT en sangre pueden utilizarse como marcador bioquímico para evaluar la función hepática y detectar posibles daños o patologías hepáticas, ya que los niveles elevados de esta enzima suelen asociarse con diversas afecciones hepáticas y biliares. Sin embargo, es importante tener en cuenta que otros factores también pueden influir en los niveles de GGT, como el consumo excesivo de alcohol o la toma de ciertos medicamentos.

Para obtener resultados precisos y una interpretación adecuada de los niveles de GGT, es fundamental considerar los valores de referencia establecidos por cada laboratorio clínico y tener en cuenta los antecedentes médicos y los hábitos de vida del paciente.

Las venas mesentéricas se refieren a un sistema de venas en el abdomen que están asociadas con la irrigación sanguínea del intestino. Hay tres venas mesentéricas primarias:

1. La vena mesentérica superior, que drena la sangre de parte del intestino delgado y el colon ascendente.
2. La vena mesentérica inferior, que drena la sangre del colon descendente e izquierdo y la mayor parte del colon sigmoide.
3. La vena mesentérica rectal, que drena la sangre del recto.

Estas venas se unen para formar la vena porta, que lleva la sangre desoxigenada rica en nutrientes desde el intestino al hígado para su procesamiento adicional.

Los cuidados paliativos son una forma de atención médica centrada en aliviar los síntomas y el sufrimiento de los pacientes con enfermedades graves o potencialmente mortales. A diferencia del enfoque curativo, que busca tratar y posiblemente curar la enfermedad subyacente, el objetivo principal de los cuidados paliativos es mejorar la calidad de vida del paciente y su familia al brindarles apoyo emocional, social y espiritual, además del manejo de síntomas como dolor, náuseas, fatiga, dificultad para respirar y problemas psicológicos.

Los cuidados paliativos pueden ser proporcionados junto con el tratamiento activo de la enfermedad subyacente y se pueden ofrecer en cualquier etapa de la enfermedad, desde el diagnóstico hasta el final de vida. El equipo de atención médica que brinda cuidados paliativos puede incluir médicos, enfermeras, trabajadores sociales, capellanes, terapeutas y voluntarios, todos trabajando juntos para brindar una atención integral y personalizada al paciente y su familia.

La filosofía de los cuidados paliativos se basa en el respeto a la autonomía e individualidad del paciente, y en la creencia de que cada persona tiene derecho a vivir y morir con dignidad y sin dolor. Además, los cuidados paliativos también prestan atención a las necesidades de la familia y brindan apoyo para ayudarlos a enfrentar el proceso de enfermedad y duelo.

La secretina es un hormona peptídica que se produce en el intestino delgado humano. Es liberada por las células enteroendocrinas en respuesta a la presencia de ácidos en el lumen intestinal. Su función principal es actuar como un marcador de la disponibilidad de nutrientes en el intestino y desempeñar un papel importante en la regulación de la digestión y el metabolismo energético.

La secretina estimula la liberación de bicarbonato del páncreas, lo que ayuda a neutralizar el ácido que llega al intestino delgado desde el estómago durante la digestión. También inhibe la producción de ácidos gástricos en el estómago y promueve la secreción de insulina por el páncreas, lo que ayuda a regular los niveles de glucosa en sangre.

Además de su papel en la regulación digestiva, la secretina también se ha relacionado con una variedad de procesos fisiológicos, como la modulación del dolor y la inflamación, el crecimiento celular y la neuroprotección. Sin embargo, aún se necesita realizar más investigaciones para comprender plenamente sus funciones y mecanismos de acción.

Opisthorchis es un género de trematodos, o gusanos planos, que se clasifican dentro del grupo de los digéneos. Estos parásitos suelen infectar el hígado y las vías biliares de varios animales, incluyendo a los humanos. Las especies más comunes son Opisthorchis viverrini y Opisthorchis felineus.

La infección por estos parásitos se produce al ingerir alimentos o agua contaminados con sus cistos (formas de resistencia) presentes en peces de agua dulce crudos o mal cocidos. Una vez dentro del organismo humano, las larvas se desprenden de los cistos y migra hacia el hígado a través de la vía digestiva, donde se desarrollan y alcanzan su forma adulta en las vías biliares.

La infección por Opisthorchis puede causar una variedad de síntomas, como dolor abdominal, diarrea, náuseas, pérdida de apetito y, en casos graves, puede provocar complicaciones como cirrosis hepática, cáncer de vías biliares o pancreatitis. El diagnóstico se realiza mediante la detección de huevos del parásito en las heces, y el tratamiento suele implicar la administración de medicamentos antiparasitarios como praziquantel o albendazol.

La prevención de la infección por Opisthorchis se puede lograr mediante la mejora de las prácticas de saneamiento y la higiene, evitando el consumo de peces crus o mal cocidos, especialmente en áreas donde estos parásitos son endémicos.

La opistorquiasis es una infección parasitaria causada por tremátodos (gusanos planos) del género Opisthorchis, que incluyen especies como Opisthorchis viverrini y Opisthorchis felineus. Estos parásitos suelen habitar en los conductos biliares de humanos y otros animales vertebrados, particularmente peces carnívoros de agua dulce.

La infección generalmente ocurre después del consumo de pescado crudo o mal cocido que contiene metacercarias (larvas infectivas) de Opisthorchis. Una vez ingeridas, las larvas se liberan en el intestino del huésped, migran hacia los conductos biliares y se desarrollan en adultos, donde pueden producir huevos que posteriormente son eliminados a través de las heces.

Los síntomas de la opistorquiasis pueden variar desde asintomáticos hasta graves, dependiendo del número de parásitos presentes y la duración de la infección. Los síntomas más comunes incluyen: dolor abdominal, diarrea, náuseas, vómitos, pérdida de apetito y pérdida de peso. Las infecciones crónicas pueden conducir a complicaciones más graves, como la inflamación del hígado (hepatitis), fibrosis hepática, cáncer de vesícula biliar o páncreas.

El diagnóstico se realiza mediante el examen microscópico de las heces en busca de huevos de Opisthorchis. En algunos casos, se pueden utilizar pruebas de imagenología como ultrasonidos o tomografías computarizadas para detectar la presencia de parásitos en los conductos biliares.

El tratamiento recomendado para la opistorquiasis es la administración de medicamentos antiparasitarios, como el praziquantel o el albendazol, bajo la supervisión médica. Además, se recomienda mejorar la higiene personal y alimentaria para prevenir nuevas infecciones.

Clonorchis sinensis es un tipo de gusano plano parásito que pertenece al grupo de los trematodos y se encuentra en aguas dulces. Este parásito es la causa de una infección conocida como clonorquiasis, que afecta principalmente al hígado y las vías biliares de los humanos y otros mamíferos.

La infección se produce cuando el humano consume accidentalmente crustáceos dulceacuícolas infectados con metacercarias (la etapa larvaria del parásito) presentes en pescados o mariscos crudos, mal cocidos o fermentados. Una vez dentro del cuerpo humano, las metacercarias se convierten en adultos y se alojan en el sistema biliar, donde pueden sobrevivir durante décadas.

La clonorquiasis puede causar una variedad de síntomas, como dolor abdominal, náuseas, vómitos, pérdida de apetito y pérdida de peso. En casos graves o crónicos, la infección puede provocar cirrosis hepática, cáncer de hígado e insuficiencia hepática. El tratamiento suele implicar el uso de medicamentos antiparasitarios como praziquantel o albendazol para eliminar la infección.

La prevención es fundamental en la lucha contra la clonorquiasis, y se puede lograr mediante la mejora de las prácticas de saneamiento y higiene, especialmente en áreas donde el parásito es endémico. La educación sobre los riesgos asociados con el consumo de pescado o marisco crudo o mal cocido también puede ayudar a prevenir la infección.

La pancreatitis crónica es una enfermedad inflamatoria prolongada del páncreas, un órgano glandular importante localizado detrás del estómago. La función principal del páncreas es la producción de enzimas digestivas y hormonas como la insulina y el glucagón. En la pancreatitis crónica, el tejido pancreático sufre daño y las glándulas que producen los jugos digestivos se destruyen gradualmente, lo que lleva a una disminución de la función exocrina del páncreas.

Esta afección se caracteriza por ataques recurrentes de inflamación severa y progresiva del páncreas, los cuales pueden causar dolor abdominal intenso, náuseas, vómitos y pérdida de apetito. Con el tiempo, la pancreatitis crónica puede dar lugar a complicaciones graves, como diabetes, deficiencias nutricionales, insuficiencia renal e incluso insuficiencia hepática.

La causa más común de pancreatitis crónica es el consumo excesivo y prolongado de alcohol, aunque también puede ser resultado de anomalías genéticas o de padecer cálculos biliares. El tratamiento suele incluir medidas para aliviar los síntomas, como el control del dolor y la administración de enzimas pancreáticas suplementarias, así como cambios en el estilo de vida, como evitar el consumo de alcohol y seguir una dieta saludable. En algunos casos, puede ser necesaria la cirugía para aliviar las complicaciones o extirpar parte del tejido pancreático dañado.

La resina de colestiramina es un fármaco utilizado principalmente para tratar los niveles altos de colesterol en la sangre. Se clasifica como un agente secuestrante de ácidos biliares, lo que significa que funciona al unirse a los ácidos biliares en el intestino y evitar su reabsorción. Esta acción hace que el hígado produzca más ácidos biliares, utilizando colesterol en el proceso, lo que resulta en una disminución general de los niveles séricos de colesterol.

La resina de colestiramina se administra por vía oral, normalmente en forma de polvo o gránulos que se mezclan con líquidos antes de su consumo. A menudo se prescribe junto con otras medidas terapéuticas, como dieta y ejercicio, para controlar los niveles de colesterol.

Además de sus efectos hipocolesterolemiantes, la resina de colestiramina también se utiliza en el tratamiento de intoxicaciones por determinados fármacos o tóxicos, ya que puede unirse a estas sustancias y evitar su absorción, facilitando así su eliminación del organismo.

Es importante tener en cuenta que la resina de colestiramina puede interactuar con otros medicamentos, reduciendo su biodisponibilidad y eficacia. Por lo tanto, siempre es recomendable informar a un profesional sanitario sobre todos los fármacos que se estén tomando antes de iniciar un tratamiento con resina de colestiramina.

La quimioembolización terapéutica (TACE, por sus siglas en inglés) es un procedimiento médico combinado que involucra la administración local de fármacos citotóxicos (quimioterapia) junto con partículas embolizantes para bloquear selectivamente los vasos sanguíneos que irrigan una lesión específica, generalmente un tumor.

Este procedimiento se utiliza a menudo en el tratamiento del cáncer de hígado (hepatocarcinoma) que no puede ser extirpado quirúrgicamente. La idea detrás de esto es entregar una dosis alta de quimioterapia directamente a la lesión, mientras se reduce al mismo tiempo el flujo sanguíneo hacia ella, lo que aumenta la concentración del fármaco en el tejido tumoral y minimiza la exposición sistémica y los efectos secundarios en otras partes del cuerpo.

Las partículas embolizantes utilizadas pueden ser diversas, desde micro esferas sintéticas hasta pequeños trozos de gelatina, y su tamaño se elige cuidadosamente para garantizar que queden atrapadas en los vasos que alimentan el tumor. De esta manera, se logra una doble acción: la quimioterapia mata las células cancerosas y la embolización reduce el suministro de sangre, lo que a su vez priva al tumor de nutrientes y oxígeno, promoviendo su necrosis (muerte celular).

Los ratones consanguíneos C57BL, también conocidos como ratones de la cepa C57BL o C57BL/6, son una cepa inbred de ratones de laboratorio que se han utilizado ampliamente en la investigación biomédica. La designación "C57BL" se refiere al origen y los cruces genéticos específicos que se utilizaron para establecer esta cepa particular.

La letra "C" indica que el ratón es de la especie Mus musculus, mientras que "57" es un número de serie asignado por el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST) en los Estados Unidos. La "B" se refiere al laboratorio original donde se estableció la cepa, y "L" indica que fue el laboratorio de Little en la Universidad de Columbia.

Los ratones consanguíneos C57BL son genéticamente idénticos entre sí, lo que significa que tienen el mismo conjunto de genes en cada célula de su cuerpo. Esta uniformidad genética los hace ideales para la investigación biomédica, ya que reduce la variabilidad genética y facilita la comparación de resultados experimentales entre diferentes estudios.

Los ratones C57BL son conocidos por su resistencia a ciertas enfermedades y su susceptibilidad a otras, lo que los hace útiles para el estudio de diversas condiciones médicas, como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y las enfermedades neurológicas. Además, se han utilizado ampliamente en estudios de genética del comportamiento y fisiología.

La laparoscopia es un procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo que utiliza una técnica de visualización directa para inspeccionar y operar en el abdomen o la pelvis. Es realizada por cirujanos especialistas en diferentes campos, como cirugía general, ginecología, urología y otras especialidades.

En una laparoscopia, se hace una pequeña incisión (generalmente de aproximadamente 1 cm) cerca del ombligo, a través de la cual se inserta un tubo delgado y flexible con una cámara diminuta en su extremo, llamada laparoscopio. El laparoscopio transmite imágenes a un monitor, lo que permite al cirujano ver los órganos y tejidos internos en detalle.

Se pueden realizar otras incisiones adicionales (generalmente de 5-10 mm) para insertar instrumentos quirúrgicos especializados que ayuden al cirujano a realizar diversos procedimientos, como biopsias, resecciones de tejidos, ligaduras y desvíos vasculares, o incluso extirpaciones completas de órganos.

La laparoscopia ofrece varias ventajas en comparación con la cirugía abierta tradicional, como una menor pérdida de sangre, menos dolor postoperatorio, reducción del riesgo de infección, cicatrices más pequeñas y una recuperación más rápida. Sin embargo, también tiene limitaciones y desafíos técnicos que requieren entrenamiento especializado y experiencia en su práctica clínica.

Las neoplasias duodenales se refieren a las condiciones en las que se forman crecimientos anormales (tumores) en el duodeno, que es la primera parte del intestino delgado. Estos tumores pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos).

Los tumores benignos comunes en el duodeno incluyen pólipos adenomatosos, leiomiomas y lipomas. Por otro lado, los tipos más comunes de cáncer que se desarrollan en el duodeno son el carcinoma de células escamosas y el adenocarcinoma.

Los factores de riesgo para el desarrollo de neoplasias duodenales incluyen la edad avanzada, la enfermedad de Crohn, la fibrosis quística, la poliposis adenomatosa familiar y ciertos trastornos genéticos.

El diagnóstico de las neoplasias duodenales se realiza mediante una variedad de pruebas, como la endoscopia digestiva alta, la tomografía computarizada o la resonancia magnética. El tratamiento depende del tipo y el estadio de la neoplasia y puede incluir cirugía, quimioterapia o radioterapia.

La aspartato aminotransferasa (AST), también conocida como aspartato transaminasa o glutámico-oxalacético transaminasa, es una enzima que se encuentra en varios tejidos del cuerpo humano, especialmente en el hígado, corazón, músculos esqueléticos y riñones.

La AST desempeña un papel importante en el metabolismo de aminoácidos, particularmente en la conversión del aspartato en oxalacetato. Cuando hay daño o lesión en los tejidos que contienen esta enzima, como en el caso de una enfermedad hepática o un infarto de miocardio, las células se destruyen y liberan AST al torrente sanguíneo.

Por lo tanto, los niveles séricos de AST pueden utilizarse como un marcador bioquímico para evaluar el daño tisular en diversas situaciones clínicas. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la interpretación de los niveles de AST debe hacerse junto con otros exámenes de laboratorio y datos clínicos, ya que por sí sola no es específica de ninguna enfermedad en particular.

El conducto coclear, también conocido como ductus cochlearis o conducto de Corti, es un componente importante del sistema auditivo interno de los mamíferos. Se encuentra dentro de la cóclea, una estructura en forma de caracol en el oído interno.

El conducto coclear está lleno de líquido y se extiende a lo largo del interior de las espirales de la cóclea. Es donde las ondas sonoras, convertidas en movimientos mecánicos por el oído medio, hacen contacto con las células sensoriales auditivas, llamadas células ciliadas. Estas células ciliadas transforman los movimientos mecánicos en señales eléctricas que viajan al cerebro a través del nervio auditivo, permitiendo así la percepción de sonidos.

La estructura y función del conducto coclear son esenciales para la capacidad humana de oír y discernir diferentes frecuencias de sonido.

En términos médicos, un "resultado fatal" se refiere a un desenlace desfavorable de un diagnóstico, condición de salud, procedimiento o tratamiento que resulta en la muerte del paciente. Es un término formal y objetivo utilizado para describir una situación en la cual los esfuerzos terapéuticos no han podido revertir el curso de una enfermedad grave o lesión, y desafortunadamente conduce al fallecimiento del individuo.

Es importante mencionar que este término se utiliza con precaución y respeto, dada la naturaleza delicada y sensible de la situación. La comunicación de un resultado fatal a los familiares o cuidadores del paciente suele ser una parte difícil del trabajo médico, y se realiza siempre con empatía y compasión.

En medicina y epidemiología, sensibilidad y especificidad son términos utilizados para describir la precisión de una prueba diagnóstica.

La sensibilidad se refiere a la probabilidad de que una prueba dé un resultado positivo en individuos que realmente tienen la enfermedad. Es decir, es la capacidad de la prueba para identificar correctamente a todos los individuos que están enfermos. Se calcula como el número de verdaderos positivos (personas enfermas diagnosticadas correctamente) dividido por el total de personas enfermas (verdaderos positivos más falsos negativos).

Especifidad, por otro lado, se refiere a la probabilidad de que una prueba dé un resultado negativo en individuos que no tienen la enfermedad. Es decir, es la capacidad de la prueba para identificar correctamente a todos los individuos que están sanos. Se calcula como el número de verdaderos negativos (personas sanas diagnosticadas correctamente) dividido por el total de personas sanas (verdaderos negativos más falsos positivos).

En resumen, la sensibilidad mide la proporción de enfermos que son identificados correctamente por la prueba, mientras que la especificidad mide la proporción de sanos que son identificados correctamente por la prueba.

Adenomioma es un término médico que se utiliza para describir un crecimiento benigno (no canceroso) en la pared del útero. Más específicamente, se trata de un tipo de adenomiosis, una afección en la que el tejido endometrial (el revestimiento interior del útero) crece hacia la capa muscular del útero (miometrio).

En el caso de un adenomioma, este crecimiento forma un tumor benigno distinto. Los adenomiomas pueden variar en tamaño y pueden causar síntomas como menstruaciones abundantes, dolores menstruales intensos, relaciones sexuales dolorosas (dispareunia) o infertilidad.

El diagnóstico de un adenomioma puede realizarse mediante ecografía, resonancia magnética o histeroscopia. El tratamiento puede incluir medicamentos para aliviar los síntomas o cirugía para extirpar el tumor. En algunos casos, si la paciente desea quedar embarazada, se puede considerar una histerectomía (extirpación del útero) como último recurso si otros tratamientos no han sido efectivos.

"Mesocricetus" es un género de roedores hamsterinos de la familia Cricetidae. Aunque no es común encontrar esta designación en uso en medicina, dado que "Mesocricetus" se refiere específicamente a un grupo de hamsters, podría utilizarse en contextos médicos o de investigación relacionados con estos animales.

Los hamsters del género "Mesocricetus", especialmente el hamster sirio (Mesocricetus auratus), a menudo se emplean como modelos animales en estudios biomédicos y de investigación debido a su pequeño tamaño, corta esperanza de vida, fácil manejo y reproducción, y genoma relativamente bien caracterizado. Por lo tanto, en un contexto médico, podrías encontrarte con el término "Mesocricetus" cuando se discuten resultados de investigaciones que involucran a estos hamsters como sujetos de prueba.

Las queratinas son un tipo de proteínas fibrosas estructurales que forman las principales fibrillas duras en los tejidos epiteliales. Son ricas en azufre debido a la alta proporción de cisteína, y los enlaces disulfuro entre las cadenas laterales de cisteína confieren resistencia y rigidez a estas proteínas.

Las queratinas desempeñan un papel importante en el proceso de keratinización, donde las células epiteliales se diferencian en células muertas llamadas células cornificadas o células escamosas queratinosas. Este proceso es particularmente evidente en la piel, el cabello y las uñas, donde las queratinas ayudan a proporcionar una barrera protectora contra el medio ambiente.

Además, las queratinas también están presentes en los revestimientos internos de órganos como el esófago y el intestino, donde desempeñan un papel importante en la protección mecánica y la resistencia a las irritaciones químicas.

Las mutaciones en los genes que codifican para las queratinas se han asociado con varias afecciones cutáneas y del tejido conectivo, como la epidermólisis bullosa y el síndrome de Dent.

Los procedimientos quirúrgicos del sistema digestivo se refieren a los diversos tipos de cirugías realizadas en las estructuras anatómicas y sistemas involucrados en la digestión de los alimentos. Esto puede incluir órganos como el esófago, estómago, intestino delgado, colon (intestino grueso), hígado, vesícula biliar, páncreas y glándulas salivales.

Algunos ejemplos comunes de procedimientos quirúrgicos del sistema digestivo son:

1. Gastrostomía: Una cirugía en la que se crea una abertura directa al estómago a través de la pared abdominal, lo que permite la alimentación y la hidratación directas al estómago.

2. Colectomía: La extirpación quirúrgica del colon (intestino grueso). Puede ser parcial o total, dependiendo de la extensión de la enfermedad.

3. Gastrectomía: La extirpación quirúrgica de parte o todo el estómago, comúnmente realizada para tratar cánceres gástricos o úlceras graves.

4. Hepatectomía: La extirpación quirúrgica de parte o todo el hígado, a menudo se realiza para tratar tumores hepáticos benignos o malignos.

5. Pancreatectomía: La extirpación quirúrgica del páncreas o parte de él, comúnmente realizada para tratar cánceres pancreáticos o pancreatitis crónica grave.

6. Esofagectomía: La extirpación quirúrgica del esófago, generalmente se realiza para tratar cánceres de esófago.

7. Cirugía bariátrica: Un grupo de procedimientos quirúrgicos utilizados para tratar la obesidad grave, incluyendo el bypass gástrico y la banda gástrica ajustable.

8. Colostomía e ileostomía: Procedimientos en los que se crea una abertura (estoma) en el abdomen para permitir que las heces salgan del cuerpo, comúnmente realizados después de la extirpación del colon o el intestino delgado debido a enfermedades como el cáncer o la enfermedad inflamatoria intestinal.

La embolización terapéutica es un procedimiento médico intervencionista que involucra la oclusión intencional de los vasos sanguíneos o las vías linfáticas para tratar una variedad de condiciones patológicas. Este proceso implica inyectar deliberadamente un agente bloqueador, como microcoils, partículas, pegamentos líquidos o espumas, a través de un catéter fino hasta el sitio objetivo dentro del sistema vascular.

El propósito de la embolización terapéutica puede ser:

1. Controlar el sangrado: en casos de hemorragia aguda o crónica, como resultado de traumatismos, cirugías, tumores o malformaciones vasculares, la embolización puede ayudar a detener el flujo sanguíneo hacia el sitio lesionado.

2. Reducir el tamaño del tumor: antes o después de la radioterapia o quimioterapia, la embolización se utiliza para reducir el suministro de sangre a los tumores sólidos, lo que puede provocar su necrosis y disminución.

3. Tratar las malformaciones vasculares: en pacientes con malformaciones arteriovenosas (MAV), la embolización se utiliza para bloquear el flujo sanguíneo anormal y prevenir complicaciones hemorrágicas o síntomas relacionados con la isquemia.

4. Controlar las fugas de líquido: en pacientes con derrame pleural o ascitis refractarios al tratamiento médico, la embolización del conducto torácico o el sistema linfático peritoneal puede ayudar a controlar la acumulación excesiva de líquido.

5. Tratar las aneurismas: en algunos casos, la embolización se utiliza para excluir aneurismas cerebrales o viscerales del flujo sanguíneo y prevenir el riesgo de ruptura.

La embolización es una técnica mínimamente invasiva que requiere la inserción de un catéter a través de una arteria femoral, seguida por la navegación hasta el sitio objetivo bajo fluoroscopia o angiografía. Una vez allí, se administra un agente embolizante (como microesferas, coils, líquidos) para bloquear el vaso sanguíneo y lograr el objetivo terapéutico deseado.

La equinococosis hepática, también conocida como hidatidosis, es una enfermedad zoonótica causada por la infestación del humano con las larvas (metacéstodos) de la tenia Echinococcus granulosus. El hígado es el órgano más comúnmente afectado, aunque también pueden verse comprometidos los pulmones, el cerebro y otros órganos.

El ciclo de vida del parásito implica generalmente a perros o otros caninos como huéspedes definitivos, donde se alojan las formas adultas de la tenia en el intestino delgado. Los huevos son eliminados con las heces y pueden ser ingeridos por ganado u otros herbívoros, que actúan como huéspedes intermediarios. Una vez dentro del cuerpo del huésped intermedio, los huevos eclosionan y liberan oncosferas que atraviesan la pared intestinal y viajan a través del torrente sanguíneo hasta llegar al hígado, donde se establecen y forman quistes llenos de líquido (los metacéstodos).

El humano se infecta al ingerir accidentalmente los huevos del parásito, típicamente a través de la manipulación o consumo de vegetales contaminados con heces de perro o por el contacto directo con un perro infectado. Después de la ingestión, las oncosferas se liberan en el intestino delgado, atraviesan la pared intestinal y viajan a través del torrente sanguíneo hasta alcanzar diferentes órganos, principalmente el hígado.

Los síntomas de la equinococosis hepática suelen ser inespecíficos y pueden incluir dolor abdominal, náuseas, vómitos, pérdida de apetito y peso. En algunos casos, los quistes pueden crecer y causar complicaciones como la ruptura del quiste, infección o compresión de estructuras adyacentes, lo que puede llevar a síntomas más graves como dolor abdominal agudo, fiebre, ictericia e insuficiencia hepática.

El diagnóstico de la equinococosis hepática se realiza mediante técnicas de imagen como ecografía, tomografía computarizada (TC) o resonancia magnética nuclear (RMN), que permiten identificar los quistes en el hígado. La serología (pruebas de detección de anticuerpos específicos contra el parásito en la sangre) también puede ayudar a confirmar el diagnóstico.

El tratamiento de la equinococosis hepática depende del tamaño, localización y número de quistes, así como de la presencia o ausencia de síntomas y complicaciones. En casos asintomáticos con quistes pequeños y únicos, se puede considerar el tratamiento expectante (seguimiento periódico sin intervención). En otros casos, se pueden utilizar diferentes enfoques terapéuticos, como la cirugía, la perfusión percutánea con agentes químicos o la terapia farmacológica con benzimidazoles (como el albendazol o el mebendazol), que pueden ayudar a reducir el tamaño de los quistes y prevenir su crecimiento.

La prevención de la equinococosis hepática se basa en evitar el contacto con perros y gatos infectados, así como con sus heces, y en mantener una buena higiene personal y alimentaria, especialmente en zonas donde la enfermedad es endémica. La desparasitación regular de los animales domésticos también puede ayudar a reducir el riesgo de transmisión.

El transporte biológico se refiere al proceso mediante el cual las células y los tejidos transportan moléculas y sustancias vitales a través de diferentes medios, como fluido extracelular, plasma sanguíneo o dentro de las propias células. Este mecanismo es fundamental para el mantenimiento de la homeostasis y la supervivencia de los organismos vivos. Existen dos tipos principales de transporte biológico: pasivo y activo.

1. Transporte Pasivo: No requiere energía (ATP) y ocurre a través de gradientes de concentración o diferencias de presión o temperatura. Los tres tipos principales de transporte pasivo son:

- Difusión: El movimiento espontáneo de moléculas desde un área de alta concentración hacia un área de baja concentración hasta que se igualen las concentraciones en ambos lados.

- Ósmosis: El proceso por el cual el agua se mueve a través de una membrana semipermeable desde un área de menor concentración de solutos hacia un área de mayor concentración de solutos para equilibrar las concentraciones.

- Filtración: La fuerza de la presión hace que el líquido fluya a través de una membrana semipermeable, lo que resulta en el movimiento de moléculas y partículas disueltas.

2. Transporte Activo: Requiere energía (ATP) y ocurre contra gradientes de concentración o electrónico. Existen dos tipos principales de transporte activo:

- Transporte activo primario: Utiliza bombas de iones para mover moléculas contra su gradiente de concentración, como la bomba de sodio-potasio (Na+/K+-ATPasa).

- Transporte activo secundario: Utiliza el gradiente electroquímico creado por el transporte activo primario para mover otras moléculas contra su gradiente de concentración, como el cotransporte y el antitransporte.

El transporte a través de las membranas celulares es fundamental para la supervivencia y funcionamiento de las células. Los procesos de transporte permiten que las células regulen su volumen, mantengan el equilibrio osmótico, intercambien nutrientes y desechos, y comuniquen señales entre sí.

La hiperbilirrubinemia es un trastorno médico que se caracteriza por niveles elevados de bilirrubina en la sangre. La bilirrubina es un subproducto de la descomposición natural de los glóbulos rojos en el cuerpo. Normalmente, la bilirrubina se une a una proteína en el hígado llamada albumina y luego se elimina del cuerpo a través de la bilis en el intestino.

Sin embargo, cuando hay un exceso de bilirubina en el torrente sanguíneo, los niveles pueden aumentar, lo que lleva a la hiperbilirrubinemia. Esto puede ocurrir como resultado de una serie de condiciones médicas, incluyendo enfermedades hepáticas (como hepatitis o cirrosis), trastornos hemolíticos (que causan un aumento en la destrucción de glóbulos rojos) y obstrucciones en los conductos biliares que impiden que la bilis fluya normalmente desde el hígado al intestino.

Los síntomas de la hiperbilirrubinemia pueden variar dependiendo de la causa subyacente, pero a menudo incluyen ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), orina oscura y heces pálidas. El tratamiento de la hiperbilirrubinemia depende de la causa subyacente y puede incluir medicamentos, cambios en el estilo de vida o incluso cirugía en casos graves.

El adenoma velloso, también conocido como adenoma papilaro-velloso o adenoma de Warthin, es un tipo raro de tumor benigno que se desarrolla en las glándulas salivales accesorias, ubicadas principalmente en la región de la boca y la garganta.

Este tumor está compuesto por células epiteliales con características similares a las de las glándulas salivales normales, rodeadas por una cápsula fibrosa. Las células del adenoma velloso presentan proyecciones similares a pelos o "vellosidades", lo que le da su nombre.

Aunque el adenoma velloso es benigno, en algunos casos puede crecer y causar molestias, como dolor o dificultad para tragar. En raras ocasiones, un adenoma velloso puede transformarse en maligno (carcinoma adenoide quístico). Por lo general, el tratamiento consiste en la extirpación quirúrgica del tumor.

No puedo encontrar una definición específica de "Aceite Etiodizado" en la literatura médica o farmacéutica. Es posible que se haya tratado de un término mal escrito o desconocido. Sin embargo, el término "Etiodato" está relacionado con ciertos compuestos utilizados en medicina, específicamente como un agente de contraste en procedimientos médicos, particularmente en estudios de imagenología como la radiografía o la tomografía computarizada.

El Etiodato de sodio es un tipo de compuesto iodado que se utiliza a veces como un medio de contraste para mejorar la visibilidad de los tejidos y órganos en las imágenes médicas. El etiodato de sodio se administra por vía intravenosa y contiene yodo, un elemento que ayuda a bloquear los rayos X y produce una imagen más clara en los estudios de diagnóstico por imágenes.

Si usted estaba buscando información sobre el "Aceite Etiodizado", es posible que haya querido referirse al "Etiodato de sodio" o a algún otro compuesto relacionado con el etiodato. Le recomiendo consultar con un profesional de la salud o farmacéutico para obtener información más precisa y aclarar cualquier duda sobre este tema.

La especificidad de órganos (OS, por sus siglas en inglés) se refiere a la propiedad de algunas sustancias químicas o agentes que tienen una acción biológica preferencial sobre un órgano, tejido o célula específicos en el cuerpo. Este concepto es particularmente relevante en farmacología y toxicología, donde la OS se utiliza para describir los efectos adversos de fármacos, toxinas o radiaciones que afectan selectivamente a determinados tejidos.

En otras palabras, un agente con alta especificidad de órganos tendrá una mayor probabilidad de causar daño en un tipo particular de tejido en comparación con otros tejidos del cuerpo. Esto puede deberse a varios factores, como la presencia de receptores específicos en el tejido diana o diferencias en la permeabilidad de las membranas celulares.

La evaluación de la especificidad de órganos es crucial en la investigación y desarrollo de fármacos, ya que permite identificar posibles efectos secundarios y determinar la seguridad relativa de un compuesto. Además, el conocimiento de los mecanismos subyacentes a la especificidad de órganos puede ayudar en el diseño de estrategias terapéuticas más selectivas y eficaces, reduciendo al mismo tiempo el riesgo de toxicidad innecesaria.

La Enfermedad Hepática Inducida por Fármacos (EHIF) se refiere a un espectro de lesiones hepáticas que son causadas o mediadas por fármacos o sus metabolitos. La EHIF puede variar en gravedad desde una lesión hepática leve y transitoria hasta insuficiencia hepática grave e incluso letal.

Los mecanismos precisos a través de los cuales los fármacos causan daño hepático pueden variar. Algunos fármacos son directamente tóxicos para las células hepáticas, mientras que otros provocan una reacción inmunitaria que resulta en inflamación e injuria hepática. La susceptibilidad individual a la EHIF también puede verse influenciada por factores genéticos, ambientales y de salud subyacentes.

Los síntomas de la EHIF pueden incluir ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), fatiga, náuseas, vómitos, dolor abdominal, orina oscura y heces de color claro. El diagnóstico se basa en general en los hallazgos clínicos, los resultados de laboratorio y la historia de exposición a fármacos sospechosos. En algunos casos, se pueden requerir procedimientos adicionales, como biopsia hepática, para confirmar el diagnóstico y determinar la gravedad de la lesión hepática.

El tratamiento de la EHIF implica la interrupción inmediata del fármaco sospechoso y el manejo de soporte médico para mantener las funciones corporales mientras el hígado se recupera. En casos graves, puede ser necesaria una transplante hepático. La prevención es la mejor estrategia para la EHIF, lo que implica un uso adecuado y cuidadoso de los fármacos, especialmente en poblaciones vulnerables, como las personas mayores y aquellas con enfermedad hepática preexistente.

La biotransformación es un término utilizado en farmacología y toxicología que se refiere al proceso mediante el cual las sustancias químicas, como fármacos o toxinas, son metabolizadas y modificadas por sistemas enzimáticos dentro de los organismos vivos. Estos cambios pueden activar, desactivar o alterar la actividad de las sustancias químicas y afectar su absorción, distribución, metabolismo y excreción (conocido como ADME).

La biotransformación suele implicar la adición de grupos funcionales o la modificación de los existentes en las moléculas, lo que puede aumentar su solubilidad en agua y facilitar su eliminación del cuerpo. La biotransformación se produce principalmente en el hígado, pero también puede ocurrir en otros órganos como el intestino, los riñones y el pulmón.

Existen dos tipos principales de biotransformaciones: fase I y fase II. La fase I implica la introducción de un grupo funcional polar, como un grupo hidroxilo o una cetona, en la molécula original mediante reacciones de oxidación, reducción o hidrólisis. La fase II implica la conjugación de la molécula modificada con otras moléculas endógenas, como glutatión o ácido sulfúrico, para aumentar aún más su solubilidad en agua y facilitar su excreción.

La biotransformación es un proceso importante en la farmacología clínica, ya que puede influir en la eficacia y seguridad de los fármacos. La variabilidad individual en la capacidad de biotransformar ciertas sustancias químicas puede dar lugar a diferencias en la respuesta farmacológica entre individuos, lo que debe tenerse en cuenta al prescribir medicamentos y monitorizar su eficacia y seguridad.

La recurrencia, en el contexto médico, se refiere al retorno o reaparición de síntomas, signos clínicos o una enfermedad después de un periodo de mejoría o remisión. Esto sugiere que el tratamiento previamente administrado no logró eliminar por completo la afección y ésta ha vuelto a manifestarse. La recurrencia puede ocurrir en diversas condiciones médicas, especialmente en enfermedades crónicas o aquellas que tienen tendencia a reaparecer, como el cáncer. El término también se utiliza para describir la aparición de nuevos episodios en trastornos episódicos, como la migraña o la epilepsia. Es importante monitorizar y controlar a los pacientes con alto riesgo de recurrencia para garantizar un tratamiento oportuno y evitar complicaciones adicionales.

En toxicología y farmacología, la frase "ratones noqueados" (en inglés, "mice knocked out") se refiere a ratones genéticamente modificados que han tenido uno o más genes "apagados" o "noqueados", lo que significa que esos genes específicos ya no pueden expresarse. Esto se logra mediante la inserción de secuencias génicas específicas, como un gen marcador y un gen de resistencia a antibióticos, junto con una secuencia que perturba la expresión del gen objetivo. La interrupción puede ocurrir mediante diversos mecanismos, como la inserción en el medio de un gen objetivo, la eliminación de exones cruciales o la introducción de mutaciones específicas.

Los ratones noqueados se utilizan ampliamente en la investigación biomédica para estudiar las funciones y los roles fisiológicos de genes específicos en diversos procesos, como el desarrollo, el metabolismo, la respuesta inmunitaria y la patogénesis de enfermedades. Estos modelos ofrecen una forma poderosa de investigar las relaciones causales entre los genes y los fenotipos, lo que puede ayudar a identificar nuevas dianas terapéuticas y comprender mejor los mecanismos moleculares subyacentes a diversas enfermedades.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que el proceso de creación de ratones noqueados puede ser complicado y costoso, y que la eliminación completa o parcial de un gen puede dar lugar a fenotipos complejos y potencialmente inesperados. Además, los ratones noqueados pueden tener diferentes respuestas fisiológicas en comparación con los organismos que expresan el gen de manera natural, lo que podría sesgar o limitar la interpretación de los resultados experimentales. Por lo tanto, es crucial considerar estas limitaciones y utilizar métodos complementarios, como las técnicas de edición génica y los estudios con organismos modelo alternativos, para validar y generalizar los hallazgos obtenidos en los ratones noqueados.

La pancreatectomía es un procedimiento quirúrgico en el que se extirpa total o parcial el páncreas. Existen diferentes tipos de pancreatectomías, dependiendo de la parte del órgano que necesite ser extirpada:

1. Pancreatectomía total: Es la extirpación completa del páncreas, el bazo, el duodeno y parte del estómago. Se realiza en casos de cáncer de páncreas en estadios avanzados.

2. Pancreatectomía distal: También conocida como 'pancreatectomía izquierda', implica la extirpación de la cola y el cuerpo del páncreas, dejando la cabeza intacta. Se realiza generalmente para tratar tumores benignos o malignos en la cola o el cuerpo del páncreas.

3. Pancreatectomía segmentaria: Es similar a la pancreatectomía distal, pero una porción intermedia adicional del páncreas también se extirpa.

4. Pancreatoduodenectomía o 'whipple': Este es el tipo más común de cirugía pancreática y consiste en la extirpación de la cabeza del páncreas, el duodeno, el lóbulo inferior del hígado, la vesícula biliar y los ganglios linfáticos cercanos. Luego, se reconstruye el sistema digestivo mediante la conexión del resto del intestino delgado al yeyuno y al conducto pancreático restante para permitir que las enzimas pancreáticas lleguen al intestino delgado. También se puede conectar el conducto biliar a la segunda porción del duodeno o al yeyuno para drenar la bilis del hígado.

La elección del tipo de pancreatectomía depende del diagnóstico, la ubicación y el tamaño del tumor, así como de la salud general del paciente.

El sistema enzimático del citocromo P-450 es un complejo metabólico ubicado principalmente en el retículo endoplásmico de células vivas, especialmente en el hígado, pero también presente en otros tejidos como el intestino, los riñones y el cerebro. Este sistema desempeña un papel crucial en la fase II del metabolismo de xenobióticos (compuestos químicos externos a nuestro organismo), así como de algunas sustancias endógenas (produced internamente).

La proteína hemo citocromo P450 constituye el núcleo de este sistema enzimático. Su nombre se deriva de la absorción máxima de luz a una longitud de onda de 450 nm cuando está reducida y complexada con monóxido de carbono. La principal función del citocromo P450 es catalizar reacciones de oxidación, aunque también puede participar en reacciones de reducción y hidroxilación.

Las reacciones catalizadas por estas enzimas suelen implicar la introducción de un grupo hidroxilo (-OH) en el sustrato (la molécula que va a ser metabolizada), lo que aumenta su solubilidad en agua y facilita su excreción. Además, este sistema también desempeña un papel importante en la activación o inactivación de fármacos y toxinas, así como en la síntesis y metabolismo de hormonas esteroides, ácidos biliares y ácidos grasos.

El sistema enzimático del citocromo P-450 está sujeto a variaciones genéticas significativas entre individuos, lo que da lugar a diferencias individuales en la capacidad metabólica de fármacos y xenobióticos. Estas variaciones pueden tener importantes implicaciones clínicas, ya que determinan la respuesta terapéutica al tratamiento farmacológico y el riesgo de efectos adversos.

La definición médica de "Esteroides Hidroxilasas" se refiere a un grupo de enzimas que participan en la síntesis de esteroides y desempeñan un papel crucial en la adición de grupos hidroxilo (-OH) a los anillos de carbono de los esteroides. Estas enzimas son parte del sistema citocromo P450 y se encuentran en el retículo endoplásmico rugoso de las células.

Las esteroides hidroxilasas ayudan a regular diversas funciones corporales, como la respuesta al estrés, el metabolismo de lípidos y carbohidratos, la inmunidad y la reproducción. La actividad de estas enzimas puede verse alterada por diversos factores, como las mutaciones genéticas o la exposición a determinados fármacos o toxinas, lo que puede dar lugar a diversas enfermedades o trastornos endocrinos.

Ejemplos de esteroides hidroxilasas incluyen la aromatasa, la 21-hidroxilasa y la 11β-hidroxilasa, que participan en la síntesis de estrógenos, cortisol y aldosterona, respectivamente.

El fracaso hepático es un síndrome clínico en el que hay una disfunción grave del hígado que conduce a su incapacidad para llevar a cabo sus funciones metabólicas, síntesis y excreción. Esto resulta en una acumulación de toxinas en el cuerpo, trastornos de la coagulación sanguínea, disfunción multiorgánica e incluso la muerte si no se trata. Puede ser agudo (ocurre repentinamente y por lo general es reversible con el tratamiento adecuado) o crónico (se desarrolla gradualmente y por lo general es irreversible). Los síntomas comunes incluyen ictericia, ascitis, encefalopatía hepática, coagulopatía y fatiga. El fallo hepático agudo suele ser el resultado de una lesión aguda grave del hígado, como una sobredosis de medicamentos, infecciones virales graves o insuficiencia cardíaca congestiva aguda. El fallo hepático crónico a menudo es el resultado de enfermedades hepáticas subyacentes prolongadas, como la cirrosis, la hepatitis B y C, la esteatosis hepática no alcohólica o la intoxicación por alcohol. El tratamiento generalmente implica el manejo de las causas subyacentes, el soporte de los órganos afectados y, en última instancia, un trasplante de hígado en casos graves.

La hemorragia gastrointestinal (GI) se refiere a cualquier sangrado que ocurre en el tracto gastrointestinal, que abarca desde la boca hasta el recto. Esta condición puede variar en gravedad, desde una pequeña cantidad de sangrado que produce síntomas leves, hasta un sangrado extenso que puede ser potencialmente mortal.

Los síntomas más comunes de una hemorragia GI incluyen:

1. Vomitar sangre o material que se ve como café molido.
2. Heces negras y alquitranadas (melena).
3. Dolor abdominal.
4. Mareos o desmayos.
5. Debilidad o fatiga.
6. Taquicardia (latidos cardíacos rápidos).
7. Hipotensión (presión arterial baja).

La causa de la hemorragia GI puede ser benigna o grave, y puede incluir úlceras pépticas, varices esofágicas, gastritis, diverticulosis, enfermedad inflamatoria intestinal, infecciones, tumores malignos o traumatismos. El diagnóstico generalmente se realiza mediante una endoscopia, que permite al médico visualizar el interior del tracto GI y identificar la fuente del sangrado. El tratamiento dependerá de la causa subyacente y puede incluir medicamentos, endoscopia terapéutica, cirugía o intervenciones radiológicas.

La Reacción en Cadena de la Polimerasa de Transcriptasa Inversa, generalmente abreviada como "RT-PCR" o "PCR inversa", es una técnica de laboratorio utilizada en biología molecular para amplificar y detectar material genético, específicamente ARN. Es una combinación de dos procesos: la transcriptasa reversa, que convierte el ARN en ADN complementario (cDNA), y la reacción en cadena de la polimerasa (PCR), que copia múltiples veces fragmentos específicos de ADN.

Esta técnica se utiliza ampliamente en diagnóstico médico, investigación biomédica y forense. En el campo médico, es especialmente útil para detectar y cuantificar patógenos (como virus o bacterias) en muestras clínicas, así como para estudiar la expresión génica en diversos tejidos y células.

La RT-PCR se realiza en tres etapas principales: 1) la transcripción inversa, donde se sintetiza cDNA a partir del ARN extraído usando una enzima transcriptasa reversa; 2) la denaturación y activación de la polimerasa, donde el cDNA se calienta para separar las hebras y se añade una mezcla que contiene la polimerasa termoestable; y 3) las etapas de amplificación, donde se repiten los ciclos de enfriamiento (para permitir la unión de los extremos de los cebadores al template) y calentamiento (para la extensión por parte de la polimerasa), lo que resulta en la exponencial multiplicación del fragmento deseado.

La especificidad de esta técnica se logra mediante el uso de cebadores, pequeños fragmentos de ADN complementarios a las secuencias terminales del fragmento deseado. Estos cebadores permiten la unión y amplificación selectiva del fragmento deseado, excluyendo otros fragmentos presentes en la muestra.

Los duodenoscopios son endoscopios especializados utilizados en procedimientos médicos llamados upper endoscopy o ERCP (colangiopancreatografía retrógrada endoscópica). Se insertan a través de la boca y se deslizan hacia el tracto gastrointestinal superior, hasta llegar al duodeno, que es la primera parte del intestino delgado.

Los duodenoscopios tienen una punta flexible con una pequeña cámara y luz, lo que permite a los médicos observar el interior del cuerpo y diagnosticar enfermedades. También tienen canales por los que se pueden pasar instrumentos para tomar muestras de tejido (biopsias) o realizar tratamientos terapéuticos, como la extracción de piedras en la vesícula biliar o el tratamiento de úlceras.

Los duodenoscopios requieren un proceso de limpieza y desinfección riguroso después de cada uso para prevenir la transmisión de infecciones entre pacientes. En los últimos años, ha habido preocupaciones sobre la posibilidad de que algunos duodenoscopios puedan no esterilizarse completamente, lo que podría conducir a brotes de infección. Por esta razón, se están desarrollando nuevos diseños y métodos de limpieza para mejorar la seguridad de estos dispositivos médicos importantes.

La médula renal, en términos médicos, se refiere a la parte interior del riñón. Es el sitio donde se llevan a cabo los procesos finales de filtración de la sangre por parte del riñón para producir orina. La médula renal está compuesta por varias pirámides, conocidas como pirámides renales, que están rodeadas por el tejido del córtex renal. Cada pirámide contiene cientos de tubos diminutos llamados nefrones, que son las unidades funcionales básicas del riñón.

Las nefrones reciben el flujo sanguíneo filtrado a través de la arteriola aferente y eliminan los desechos y el exceso de líquido a través de la arteriola efferente en un pequeño saco, llamado glomérulo. A continuación, este fluido se canaliza a través de una serie de tubos, donde se reabsorben los nutrientes y el agua, antes de que el líquido residual se drene en los túbulos colectores y, finalmente, se elimine del cuerpo como orina.

La médula renal también desempeña un papel importante en la regulación de los niveles de electrolitos y fluidos en el cuerpo, así como en la producción de hormonas que ayudan a regular la presión arterial y la formación de glóbulos rojos.

La histocitoquímica es una técnica de laboratorio utilizada en el campo de la patología anatomía patológica y la medicina forense. Implica la aplicación de métodos químicos y tinciones especiales para estudiar las propiedades bioquímicas y los componentes químicos de tejidos, células e incluso de sustancias extrañas presentes en el cuerpo humano.

Este proceso permite identificar y localizar diversos elementos celulares y químicos específicos dentro de un tejido u organismo, lo que ayuda a los médicos y patólogos a diagnosticar diversas enfermedades, como cánceres, infecciones o trastornos autoinmunes. También se utiliza en la investigación biomédica para comprender mejor los procesos fisiológicos y patológicos.

En resumen, la histocitoquímica es una técnica de microscopía que combina la histología (el estudio de tejidos) con la citoquímica (el estudio químico de células), con el fin de analizar y comprender las características bioquímicas de los tejidos y células.

La laparotomía es un procedimiento quirúrgico en el que se realiza una incisión abierta en la pared abdominal para acceder a los órganos abdominales. La incisión puede variar en longitud y ubicación, dependiendo de la naturaleza y el propósito de la cirugía.

Este procedimiento se utiliza con frecuencia para diagnosticar y tratar una variedad de condiciones médicas, como apendicitis aguda, obstrucción intestinal, tumores abdominales, heridas penetrantes en el abdomen o hemorragias internas. Durante la cirugía, el cirujano puede reparar tejidos dañados, extirpar órganos afectados o realizar procedimientos de reconstrucción.

Después de la cirugía, la incisión se cierra con puntos de sutura o grapas quirúrgicas y se cubre con un apósito protector. El paciente recibirá cuidados postoperatorios apropiados para ayudar a promover la curación y minimizar el riesgo de complicaciones, como infección o dehiscencia (apertura involuntaria) de la herida quirúrgica.

Los macrófagos del hígado, también conocidos como células de Kupffer, son un tipo específico de macrófagos que residen en el sistema reticuloendotelial del hígado. Se localizan en la membrana sinusoidal de los senos hepáticos y desempeñan un papel crucial en la vigilancia y defensa del hígado contra patógenos, toxinas y materiales extraños.

Son responsables de la fagocitosis y destrucción de bacterias, virus, células tumorales y otras partículas extrañas que ingresan al torrente sanguíneo. Además, participan en la regulación de la respuesta inmunitaria, la homeostasis del tejido hepático y la eliminación de células senescentes o dañadas.

Los macrófagos del hígado pueden adquirir diferentes fenotipos y funciones en respuesta a estímulos inflamatorios o no inflamatorios, lo que les permite desempeñar múltiples roles en la fisiopatología de diversas enfermedades hepáticas, como la hepatitis, la cirrosis y el cáncer de hígado.

El cólico es un tipo de dolor abdominal intenso y recurrente que a menudo se asocia con espasmos musculares en el tracto gastrointestinal. Se caracteriza por ser intermitente, agudo y generalmente dura menos de 3 horas. En bebés recién nacidos, el término "cólico del lactante" se utiliza para describir episodios prolongados e inexplicables de llanto e irritabilidad, especialmente durante las primeras semanas de vida.

En niños y adultos, los cólicos pueden ser un síntoma de diversas afecciones médicas, como enfermedad inflamatoria intestinal, obstrucción intestinal o infecciones gastrointestinales. También pueden estar relacionados con la ingesta de ciertos alimentos, bebidas o medicamentos que causan irritación o sensibilidad en el tracto digestivo.

El tratamiento del cólico depende de su causa subyacente. Puede incluir medidas de alivio sintomático, como calor local, masajes abdominales suaves y cambios en la dieta, así como medicamentos para aliviar el dolor y reducir los espasmos musculares. En casos graves o persistentes, se pueden requerir exámenes adicionales e intervenciones más especializadas.

Los colestanoles son formas deshidrogenadas de los colesteroles que se encuentran en la sangre y en los tejidos. El colestanol es el resultado del proceso natural de oxidación del colesterol en el cuerpo humano. También puede provenir de fuentes externas, como los alimentos y la contaminación ambiental.

El colestanol no es tóxico en sí mismo, pero su presencia en la sangre puede indicar un metabolismo anormal del colesterol o una enfermedad hepática. Las personas con niveles elevados de colestanoles en la sangre pueden tener un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y otras afecciones relacionadas con el colesterol alto.

El análisis de los niveles de colestanoles en la sangre puede ser útil como marcador bioquímico para evaluar el metabolismo del colesterol y la función hepática. Sin embargo, la medición directa del colesterol sérico sigue siendo el método preferido para evaluar los niveles de colesterol en la clínica.

La perfusión, en el contexto médico, se refiere al proceso de flujo sanguíneo a través de los tejidos y órganos del cuerpo. Mide la eficacia con que la sangre llega a las células y capilares para entregar oxígeno y nutrientes, y para eliminar desechos metabólicos. La perfusión se mide en unidades de volumen por unidad de tiempo, como mililitros por minuto (ml/min). Una perfusión adecuada es crucial para mantener la homeostasis y garantizar el funcionamiento normal de los tejidos y órganos. La disminución de la perfusión puede resultar en hipoxia tisular, acidosis y daño celular, mientras que un aumento excesivo puede causar edema y daño vascular.

La medicina define una enfermedad crónica como una afección de larga duración y generalmente progresiva. No se refiere a una enfermedad específica, sino más bien a un patrón con el que varias enfermedades pueden presentarse. Las enfermedades crónicas suelen ser tratables pero incurables, lo que significa que una vez desarrollada la afección, el paciente la tendrá de por vida.

Las enfermedades crónicas a menudo están asociadas con síntomas recurrentes o persistentes que pueden interferir con las actividades diarias normales y disminuir la calidad de vida. A menudo requieren un manejo continuo y posiblemente una terapia de rehabilitación a largo plazo. Algunos ejemplos comunes de enfermedades crónicas son la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, la EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) y la esclerosis múltiple.

Es importante destacar que el término 'crónico' no debe confundirse con 'grave'. Aunque algunas enfermedades crónicas pueden ser graves, otras pueden ser controladas relativamente bien con el tratamiento y la gestión adecuados. Además, muchas personas con enfermedades crónicas llevan vidas productivas y activas.

El íleon es la última porción del intestino delgado en el sistema gastrointestinal de los humanos y otros mamíferos. Se extiende desde la válvula ileocecal, que lo conecta con el ciego (la primera parte del intestino grueso), hasta el apéndice. El íleon es responsable de la absorción de nutrientes y agua de los materiales no digeridos que provienen del intestino delgado superior, antes de que estos desechos sean almacenados en el colon y finalmente eliminados del cuerpo. La pared del íleon contiene numerosas vellosidades intestinales y glándulas de Lieberkühn, que aumentan su superficie y mejoran la absorción.

Las venas hepáticas, en términos médicos, se refieren a los vasos sanguíneos que transportan sangre desoxigenada desde el hígado hacia el corazón. Existen tres venas hepáticas principales, conocidas como las venas hepáticas derecha, izquierda y media. Estas venas se unen para formar la vena suprahepática, que desemboca en la vena cava inferior, una de las grandes venas que regresa sangre al corazón. Las venas hepáticas son parte del sistema porta hepático y desempeñan un papel crucial en el procesamiento de nutrientes y la detoxificación de sustancias tóxicas en el hígado.

Los bicarbonatos son compuestos químicos que contienen iones de bicarbonato (HCO3-). En el cuerpo humano, los bicarbonatos desempeñan un papel importante en mantener el equilibrio ácido-base normal. El bicarbonato sanguíneo es una medida de la cantidad de bicarbonato presente en la sangre.

El nivel normal de bicarbonato en la sangre suele estar entre 22 y 29 miliequivalentes por litro (mEq/L). Los niveles bajos de bicarbonato en la sangre (menos de 22 mEq/L) pueden indicar acidosis, una afección que ocurre cuando el cuerpo tiene demasiado ácido. Por otro lado, los niveles altos de bicarbonato en la sangre (más de 29 mEq/L) pueden ser un signo de alcalosis, una afección que ocurre cuando el cuerpo tiene demasiada base (es decir, sustancias químicas que pueden neutralizar los ácidos).

Los bicarbonatos también se utilizan en diversas situaciones clínicas como agente terapéutico para tratar la acidosis. Por ejemplo, el bicarbonato de sodio es una solución alcalina que se puede administrar por vía intravenosa para neutralizar los ácidos y corregir el equilibrio ácido-base en el cuerpo. Sin embargo, su uso debe ser cuidadoso ya que un uso excesivo puede causar alcalosis metabólica e interferir con la respiración normal.

La hiperplasia es un crecimiento anormal o un aumento en el tamaño de un tejido u órgano debido a un aumento en el número de células, en contraposición al engrosamiento causado por un aumento del tamaño de las células (hipertrofia). La hiperplasia puede ser fisiológica o patológica. La fisiológica es una respuesta normal a los estímulos hormonales, mientras que la patológica es el resultado de procesos anormales como inflamación crónica, irritación o enfermedades. La hiperplasia benigna no es cancerosa y puede ser reversible si se trata la causa subyacente, pero la maligna puede evolucionar a un cáncer.

Un tumor carcinoide es un tipo de cáncer raro y lento que se origina en las células neuroendocrinas, que son células especializadas que producen hormonas. Estos tumores suelen ocurrir en el sistema digestivo (tráquea, bronquios, estómago, intestino delgado, apéndice, colon y recto) o en los pulmones. Los tumores carcinoides a menudo producen hormonas que pueden causar una variedad de síntomas, dependiendo de dónde se encuentre el tumor y si se han diseminado (metástasis).

Los síntomas más comunes incluyen diarrea, dolor abdominal, rubor facial (enrojecimiento repentino e inexplicable del rostro), sibilancias o dificultad para respirar. Algunas personas con tumores carcinoides no presentan síntomas durante muchos años. El tratamiento puede incluir cirugía para extirpar el tumor, quimioterapia, radioterapia o terapia dirigida a los receptores de serotonina. La supervivencia a largo plazo es posible, especialmente si el cáncer se detecta y trata en sus primeras etapas.

La definición médica de "Ácido Deshidrocólico" es un compuesto que se forma en el hígado como parte del proceso de conversión de la colina en ácidos biliares, los cuales son liberados al intestino delgado para ayudar en la digestión de grasas. El ácido deshidrocólico es un intermediario en esta ruta metabólica y no se considera una sustancia activa o importante desde el punto de vista clínico. No hay usos médicos directos o indicaciones para el ácido deshidrocólico. Su presencia o niveles pueden ser de interés en estudios de investigación sobre la fisiología y patología del hígado, pero no tiene un papel significativo en la práctica clínica rutinaria.

La hemobilia es un término médico que se refiere a la presencia de sangre en la bilis, lo que puede resultar de diversas condiciones médicas o traumatismos. La bilis es un líquido digestivo producido por el hígado y almacenado en la vesícula biliar. Normalmente, no contiene sangre.

La hemobilia puede ocurrir cuando hay una lesión o rotura de los vasos sanguíneos cercanos a los conductos biliares, lo que resulta en la mezcla de sangre con la bilis. Las causas más comunes de hemobilia incluyen traumatismos abdominales, procedimientos quirúrgicos o endoscópicos en el tracto biliar, tumores hepáticos o pancreáticos, y trastornos de la coagulación sanguínea.

Los síntomas más comunes de hemobilia son dolor abdominal superior derecho, náuseas, vómitos con sangre (hematemesis), ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), y fiebre. El diagnóstico se realiza mediante pruebas de imagen como ecografías, tomografías computarizadas o colangioresonancias. El tratamiento puede incluir medidas conservadoras, endoscopia o cirugía, dependiendo de la gravedad y la causa subyacente de la hemobilia.

La derivación esplenorrenal quirúrgica es un procedimiento en el que se crea una conexión entre la vena esplénica y la vena renal. La vena esplénica drena la sangre desde el bazo, mientras que la vena renal drena la sangre desde el riñón.

Este tipo de derivación se realiza generalmente como un procedimiento de desvío para redirigir el flujo sanguíneo lejos del bazo. Esto puede ser útil en el manejo de ciertas condiciones médicas, como la trombosis de la vena esplénica, donde la sangre no puede fluir normalmente desde el bazo hacia el corazón. La derivación ayuda a prevenir la congestión del bazo y los posibles daños asociados.

La operación implica la exposición quirúrgica de las venas esplénica y renal, seguida de la creación de una anastomosis, o conexión, entre ellas. Esto puede hacerse mediante suturas o el uso de un injerto de vena.

Como cualquier procedimiento quirúrgico, la derivación esplenorrenal conlleva riesgos potenciales, como sangrado, infección, daño a los tejidos circundantes y trombosis de la nueva conexión. Por lo tanto, se considera generalmente solo después de que otros tratamientos menos invasivos hayan sido intentados y fallen.

Las heces, también conocidas como deposiciones o excrementos, se refieren a las materias fecales que se eliminan del cuerpo durante el proceso de defecación. Constituyen el residuo sólido final de la digestión y consisten en una mezcla compleja de agua, desechos metabólicos, bacterias intestinales no digeridas, mucus y células muertas del revestimiento del intestino grueso.

El aspecto, el color, el olor y la consistencia de las heces pueden variar considerablemente entre las personas y en un mismo individuo, dependiendo de varios factores como la dieta, el estado de hidratación, el nivel de actividad física y la salud general. Sin embargo, cuando se presentan cambios importantes o persistentes en estas características, especialmente si van acompañados de otros síntomas como dolor abdominal, náuseas, vómitos o sangrado rectal, pueden ser indicativos de alguna afección médica subyacente y requerir una evaluación clínica apropiada.

La Hepatitis Crónica es una afección médica que se caracteriza por la inflamación persistente (generalmente durante más de 6 meses) del hígado, causada por varios virus u otras razones como el consumo excesivo de alcohol o enfermedades autoinmunes. Esta inflamación conduce a una destrucción progresiva del tejido hepático, lo que puede resultar en cicatrización (cirrosis), insuficiencia hepática, y aumenta el riesgo de desarrollar carcinoma hepatocelular. Los síntomas pueden variar desde leves hasta severos e incluyen fatiga, ictericia, dolor abdominal, náuseas, pérdida de apetito y deterioro de la función mental. El diagnóstico se realiza mediante análisis de sangre, estudios de imagen y, en algunos casos, biopsia hepática. El tratamiento depende de la causa subyacente y puede incluir medicamentos antivirales, cambios en el estilo de vida, vacunación y, en última instancia, un trasplante de hígado si la función hepática se deteriora gravemente.

La cinética en el contexto médico y farmacológico se refiere al estudio de la velocidad y las rutas de los procesos químicos y fisiológicos que ocurren en un organismo vivo. Más específicamente, la cinética de fármacos es el estudio de los cambios en las concentraciones de drogas en el cuerpo en función del tiempo después de su administración.

Este campo incluye el estudio de la absorción, distribución, metabolismo y excreción (conocido como ADME) de fármacos y otras sustancias en el cuerpo. La cinética de fármacos puede ayudar a determinar la dosis y la frecuencia óptimas de administración de un medicamento, así como a predecir los efectos adversos potenciales.

La cinética también se utiliza en el campo de la farmacodinámica, que es el estudio de cómo los fármacos interactúan con sus objetivos moleculares para producir un efecto terapéutico o adversos. Juntas, la cinética y la farmacodinámica proporcionan una comprensión más completa de cómo funciona un fármaco en el cuerpo y cómo se puede optimizar su uso clínico.

El síndrome poscolecistectomía se refiere a un conjunto de síntomas que algunas personas experimentan después de haberse realizado una cirugía para extirpar la vesícula biliar, conocida como colecistectomía. Aunque la mayoría de las personas no presentan complicaciones luego de la operación, aproximadamente entre el 5% y el 40% de los pacientes pueden experimentar síntomas persistentes o nuevos después de la cirugía.

Los síntomas más comunes del síndrome poscolecistectomía incluyen:

1. Dolor abdominal: Este es el síntoma más frecuente y puede variar en intensidad y localización. Puede ser un dolor sordo, agudo o cólico en la parte superior del abdomen, a menudo en el lado derecho, donde se encontraba la vesícula biliar.

2. Discomfort gastrointestinal: Se puede experimentar hinchazón, flatulencia, distensión abdominal y náuseas después de comer.

3. Trastornos digestivos: Algunas personas pueden experimentar diarrea crónica, estreñimiento o ambos, conocido como síndrome del intestino irritable (SII).

4. Aftas orales recurrentes: La aparición frecuente de úlceras dolorosas en la boca puede ser un síntoma asociado con el síndrome poscolecistectomía.

5. Depresión y ansiedad: Algunos estudios han sugerido que las personas con síndrome poscolecistectomía pueden tener un mayor riesgo de desarrollar problemas de salud mental, como depresión y ansiedad.

La causa exacta del síndrome poscolecistectomía no está completamente clara, pero se cree que puede deberse a una combinación de factores, incluyendo cambios en el sistema nervioso, disfunción motora gastrointestinal y alteraciones en la microbiota intestinal. El tratamiento generalmente implica una combinación de modificaciones en el estilo de vida, como una dieta saludable y ejercicio regular, y medicamentos para aliviar los síntomas específicos. En algunos casos, se puede considerar la cirugía para corregir problemas anatómicos o funcionales subyacentes.

Los glucuronatos son compuestos formados por la unión de un ácido orgánico con el ácido glucurónico, un proceso conocido como glucuronidación. Este proceso es importante en medicina y biología ya que permite que el cuerpo elimine sustancias tóxicas o exógenas (como fármacos) al hacerlas solubles en agua, facilitando así su excreción a través de la orina. El ácido glucurónico se une al grupo funcional del compuesto original, formando un éster, y esta nueva molécula resultante es el glucuronato. Este proceso ocurre principalmente en el hígado y está catalizado por la enzima UDP-glucuronosiltransferasa.

La escleroterapia es un procedimiento médico utilizado principalmente para el tratamiento de venas varicosas y arañas vasculares. Consiste en inyectar una solución especial (esclerosante) directamente en la vena afectada. Esta sustancia provoca una irritación en las paredes internas de la vena, lo que lleva a su colapso y posterior transformación en tejido cicatricial.

El proceso hace que el flujo sanguíneo se desvíe hacia venas más profundas y sanas, haciendo que las venas tratadas desaparezcan o se vuelvan menos perceptibles con el tiempo. La escleroterapia generalmente se realiza en un consultorio médico, no requiere anestesia general y los pacientes pueden regresar a sus actividades normales poco después del procedimiento.

Aunque la escleroterapia es considerada segura y efectiva, como cualquier procedimiento médico, tiene ciertos riesgos e inconvenientes potenciales, incluyendo moretones, dolor, picazón o inflamación en el sitio de inyección, y en raras ocasiones reacciones alérgicas a la solución esclerosante. Por lo tanto, siempre se recomienda que este tratamiento sea administrado por un profesional médico calificado y experimentado.

Las infusiones intraarteriales son procedimientos médicos en los que se administra un medicamento directamente en una arteria. Este método permite que la medicación sea entregada directamente al tejido objetivo, lo que puede aumentar su eficacia y disminuir los efectos secundarios sistémicos.

Este tipo de administración se utiliza a menudo en el tratamiento del cáncer, donde se pueden entregar quimioterapia directamente a una tumor, permitiendo dosis más altas que podrían ser tóxicas si se administran por vía intravenosa. También se utiliza en el tratamiento de algunos accidentes cerebrovasculares, donde los agentes trombolíticos se pueden administrar directamente al tejido cerebral afectado para disolver coágulos sanguíneos.

Sin embargo, las infusiones intraarteriales también conllevan riesgos, incluyendo la posibilidad de dañar la arteria o causar un sangrado. Por lo tanto, estos procedimientos generalmente se realizan en un entorno hospitalario y bajo la supervisión de personal médico capacitado.

El período intraoperatorio, también conocido como tiempo quirúrgico o fase quirúrgica, se refiere al lapso de tiempo durante el cual se está llevando a cabo un procedimiento quirúrgico en un paciente. Comienza cuando el cirujano hace la primera incisión para acceder al área que será operada y termina una vez que se han cerrado las últimas heridas y se ha completado la cirugía.

Este período es crucial ya que durante él, el equipo médico debe trabajar con extrema precisión y cuidado para garantizar la seguridad del paciente y lograr los objetivos deseados en la intervención quirúrgica. Además, se deben monitorear constantemente los signos vitales del paciente y ajustar los parámetros anestésicos si es necesario para mantener su estabilidad hemodinámica y evitar complicaciones.

Un hamartoma es un crecimiento benigno (no canceroso) que está compuesto de un exceso de células y tejidos normales, pero que están organizados de manera desordenada. Se encuentran comúnmente en la piel, el pulmón, el hígado y el cerebro. A menudo se ven como una masa o tumoración, aunque no son cancerosos. Su crecimiento tiende a detenerse después de un tiempo, pero en algunos casos pueden seguir creciendo lentamente. La mayoría de los hamartomas no causan síntomas y no requieren tratamiento, a menos que interfieran con las funciones corporales o provoquen molestias.

Los medios de contraste son sustancias administradas durante un procedimiento de diagnóstico por imágenes, como una radiografía, tomografía computarizada (TC) o resonancia magnética (RM), con el propósito de mejorar la visibilidad y claridad de las estructuras internas del cuerpo humano. Estos agentes pueden ser de diversos tipos, dependiendo del tipo de examen que se vaya a realizar.

En radiografías e TC, se utilizan medios de contraste de base iodada, ya que este elemento absorbe los rayos X, permitiendo que las estructuras donde ha sido administrado se vean más oscuras o brillantes en la imagen, según el caso. Pueden ser orales (para estudiar el tracto gastrointestinal), intravenosos (para evaluar vasos sanguíneos y órganos) o rectales (para examinar el colon).

En RM, se emplean medios de contraste basados en gadolinio, que actúa al alterar los campos magnéticos dentro del tejido objetivo, haciéndolo más visible en las imágenes. Su uso está indicado principalmente para detectar lesiones, tumores o inflamaciones en órganos y tejidos blandos.

Es importante mencionar que, aunque los medios de contraste suelen ser seguros, existen algunos riesgos asociados a su uso, como reacciones alérgicas, daño renal o problemas cardiovasculares en pacientes con condiciones preexistentes. Por esta razón, antes de administrar un medio de contraste, se evalúan los beneficios y riesgos para cada paciente individualmente.

De acuerdo con la definición médica establecida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), un recién nacido es un individuo que tiene hasta 28 días de vida. Este período comprende los primeros siete días después del nacimiento, que se conocen como "neonatos tempranos", y los siguientes 21 días, denominados "neonatos tardíos". Es una etapa crucial en el desarrollo humano, ya que durante este tiempo el bebé está adaptándose a la vida fuera del útero y es especialmente vulnerable a diversas condiciones de salud.

En medicina y fisiología, un simportador es un tipo de proteína transmembrana que facilita el transporte de dos o más iones o moléculas a través de una membrana celular en la misma dirección. Los simportadores son una subclase de las cotransportadoras, que también incluyen a los antipotenciadores, donde las moléculas se mueven en direcciones opuestas.

Los simportadores desempeñan un papel crucial en muchos procesos fisiológicos, como el mantenimiento del equilibrio iónico y osmótico en las células, la absorción de nutrientes y la eliminación de desechos. Un ejemplo bien conocido de simportador es el sistema sodio-glucosa (SGLT) que se encuentra en el epitelio intestinal y renal. Este simportador transporta glucosa y sodio juntos desde el lumen intestinal o tubular renal hacia el interior de las células, ayudando así a la absorción de glucosa en el intestino y a la reabsorción de glucosa en el riñón.

Los defectos en los simportadores pueden dar lugar a diversas enfermedades, como la enfermedad de Fenwick (un trastorno metabólico hereditario), la deficiencia de sodio-glucosa tipo 1 y la deficiencia de sodio-glucosa tipo 2. Estos trastornos pueden causar diversos síntomas, como hipoglucemia, acidosis metabólica, deshidratación y retraso del crecimiento en los niños.

"Fasciola hepatica" es un gusano plano parasitario, también conocido como duela del hígado. Es un parásito que afecta principalmente a los rumiantes (como ovejas, vacas y cabras), pero también puede infectar a humanos. El ciclo de vida complejo de este parásito implica varios anfitriones intermedios, generalmente caracoles de agua dulce.

La infección en humanos ocurre cuando se ingieren accidentalmente metacercarias (la etapa infectiva del parásito) presentes en vegetales acuáticos crudos o mal lavados. Después de la ingestión, las metacercarias se excavan a través de la pared intestinal y viajan hacia el hígado, donde se desarrollan en adultos maduros. Estos parásitos adultos viven en los conductos biliares del hígado y comen tejido hepático, lo que puede causar diversos síntomas clínicos, como dolor abdominal, náuseas, vómitos, diarrea o ictericia.

La fascioliasis, la enfermedad causada por Fasciola hepatica, es una enfermedad tropical desatendida y representa un problema de salud pública en áreas donde las prácticas agrícolas deficientes y el acceso limitado al agua potable limpia facilitan la propagación del parásito.

Las Hidroxiesteroide Deshidrogenasas (HSD) son un tipo de enzima involucradas en el metabolismo de los esteroides en el cuerpo humano. Estas enzimas desempeñan un papel crucial en la conversión de diversos esteroides hormonales, como el colesterol, las progestinas, los andrógenos y los estrógenos, mediante la adición o eliminación de grupos hidroxilo (-OH) en sus estructuras químicas.

Existen varios tipos de HSD, cada uno con diferentes funciones y localizaciones celulares. Algunas de las más conocidas son:

1. La 3-beta-HSD (3β-HSD), que participa en la conversión del pregnenolona a progesterona y de la 17-hidroxipregnenolona a 17-hidroxiprogesterona, ambas etapas clave en la síntesis de las hormonas esteroides suprarrenales.
2. La 17-beta-HSD (17β-HSD), que interviene en la conversión de androstenediona a testosterona y de estrona a estradiol, procesos importantes en la producción de andrógenos y estrógenos, respectivamente.
3. La 11-beta-HSD (11β-HSD), que se encarga de interconvertir los cortisoles inactivos (cortisona) en cortisol activo y viceversa, regulando así la acción del cortisol a nivel periférico.

Las alteraciones en la actividad de estas enzimas hidroxiesteroide deshidrogenasas pueden dar lugar a diversos trastornos endocrinos y metabólicos, como el síndrome de Cushing, la deficiencia de cortisol o los trastornos del desarrollo sexual.

Un divertículo es una saculación anormal o protrusión que se forma en la pared de un órgano hueco, típicamente en el intestino grueso (colon), pero también pueden ocurrir en el estómago y el esófago. Estas saculaciones suelen ser pequeñas, alrededor de 5 a 10 milímetros de diámetro, aunque pueden crecer y volverse más grandes con el tiempo. Los divertículos se forman donde los vasos sanguíneos penetran la pared del intestino, creando puntos débiles que son susceptibles a la formación de estas protuberancias.

La condición en la que se presentan estos divertículos se denomina diverticulosis. La mayoría de las personas con diverticulosis no experimentan síntomas y muchos ni siquiera saben que los tienen. Sin embargo, algunas personas pueden desarrollar complicaciones, como inflamación (diverticulitis), infección, úlceras, fístulas o sangrado intestinal, lo que puede causar dolor abdominal, náuseas, vómitos, fiebre, estreñimiento o diarrea.

La causa exacta de la formación de los divertículos no está del todo clara, pero se cree que está relacionada con una combinación de factores, como el aumento de la presión intraabdominal, la edad avanzada y una dieta baja en fibra. El tratamiento generalmente implica cambios en la dieta, medicamentos y, en casos graves o recurrentes, cirugía.

Los glucurónidos son conjugados formados en el hígado como parte del proceso de detoxificación del cuerpo. Se crean cuando la glucuronida transferasa, una enzima hepática, une ácidos biliares, hormonas esteroides, aminas aromáticas, drogas y otros compuestos xenobióticos con ácido glucurónico. Este proceso hace que los compuestos sean más solubles en agua, permitiendo su excreción a través de la orina o las heces. Por lo tanto, los glucurónidos desempeñan un papel importante en la protección del cuerpo contra sustancias dañinas y en la eliminación de los desechos metabólicos.

En el contexto médico y científico, los modelos animales se refieren a organismos no humanos utilizados en la investigación biomédica para comprender mejor diversos procesos fisiológicos, estudiar enfermedades y probar posibles terapias. Estos animales, que van desde gusanos, moscas y peces hasta roedores, conejos, cerdos y primates, se eligen cuidadosamente porque comparten similitudes genéticas, anatómicas o fisiológicas con los seres humanos.

Los modelos animales permiten a los investigadores realizar experimentos controlados que pueden ser difíciles o éticamente cuestionables en humanos. Por ejemplo, se puede inducir una enfermedad específica en un animal de laboratorio y observar su progresión natural, prueba diferentes tratamientos e investigar los mecanismos subyacentes a la enfermedad.

Es importante señalar que aunque los modelos animales han contribuido significativamente al avance del conocimiento médico y a la invención de nuevos tratamientos, no siempre predicen perfectamente los resultados en humanos. Las diferencias interespecíficas en términos de genética, medio ambiente y estilo de vida pueden conducir a respuestas variadas a las mismas intervenciones. Por lo tanto, los descubrimientos en modelos animales requieren validación adicional en ensayos clínicos con participantes humanos antes de que se consideren adecuados para su uso generalizado en la práctica clínica.

La estadificación de neoplasias es un proceso mediante el cual se evalúa y clasifica la extensión del crecimiento canceroso (neoplasia) en un paciente. Este proceso es crucial para determinar el pronóstico del paciente, planificar el tratamiento más adecuado y comunicar de manera efectiva la gravedad de la enfermedad entre los profesionales médicos.

El sistema de estadificación más ampliamente utilizado es el TNM (Tumor, Nodo, Metástasis) desarrollado por la Unión Internacional Contra el Cáncer (UICC) y la Asociación Americana de Cancer Registries (AACR). Este sistema se basa en tres componentes principales:

1. Tumor (T): Describe el tamaño del tumor primario y si ha invadido los tejidos circundantes. Las categorías van desde Tis (carcinoma in situ) hasta T4 (tumor invasivo de gran tamaño).

2. Nodo (N): Indica si el cáncer se ha propagado a los ganglios linfáticos adyacentes y, en caso afirmativo, hasta qué punto. Las categorías van desde N0 (ningún ganglio linfático afectado) hasta N3 (ganglios linfáticos ampliamente involucrados).

3. Metástasis (M): Determina si el cáncer se ha diseminado a otras partes distantes del cuerpo. Las categorías son M0 (sin evidencia de metástasis) y M1 (evidencia de metástasis a distancia).

Los diferentes tipos de cáncer pueden tener sistemas de estadificación ligeramente modificados, pero el principio básico sigue siendo el mismo. La estadificación puede ser revisada durante el curso del tratamiento si cambia el estado clínico del paciente. Esto permite a los médicos adaptar el plan de tratamiento en función de la progresión de la enfermedad.

Las células cultivadas, también conocidas como células en cultivo o células in vitro, son células vivas que se han extraído de un organismo y se están propagando y criando en un entorno controlado, generalmente en un medio de crecimiento especializado en un plato de petri o una flaska de cultivo. Este proceso permite a los científicos estudiar las células individuales y su comportamiento en un ambiente controlado, libre de factores que puedan influir en el organismo completo. Las células cultivadas se utilizan ampliamente en una variedad de campos, como la investigación biomédica, la farmacología y la toxicología, ya que proporcionan un modelo simple y reproducible para estudiar los procesos fisiológicos y las respuestas a diversos estímulos. Además, las células cultivadas se utilizan en terapias celulares y regenerativas, donde se extraen células de un paciente, se les realizan modificaciones genéticas o se expanden en número antes de reintroducirlas en el cuerpo del mismo individuo para reemplazar células dañadas o moribundas.

La absorción intestinal es el proceso fisiológico por el cual las moléculas pequeñas, como los nutrientes, los iones y el agua, son absorbidos desde el lumen intestinal al torrente sanguíneo o la linfa. Este proceso ocurre principalmente en el intestino delgado, donde las células epiteliales especializadas llamadas enterocitos forman una barrera semipermeable entre el lumen intestinal y los vasos sanguíneos subyacentes.

La absorción intestinal puede ocurrir por difusión pasiva, donde las moléculas se mueven desde un área de alta concentración a un área de baja concentración, o por transporte activo, donde se requiere energía para mover las moléculas contra su gradiente de concentración. El transporte activo puede ser primario, donde la energía se obtiene directamente de la hidrólisis de ATP, o secundario, donde la energía se obtiene del gradiente electroquímico generado por el transporte primario de otras moléculas.

La absorción intestinal es un proceso crucial para la digestión y la nutrición, ya que permite que los nutrientes sean absorbidos y transportados a las células y tejidos del cuerpo para su uso como energía o como componentes estructurales. La absorción inadecuada de nutrientes puede llevar a diversas enfermedades y trastornos, como la malabsorción y la desnutrición.

Las técnicas de inmunoenzimas son métodos de laboratorio utilizados en diagnóstico clínico y investigación biomédica que aprovechan la unión específica entre un antígeno y un anticuerpo, combinada con la capacidad de las enzimas para producir reacciones químicas detectables.

En estas técnicas, los anticuerpos se marcan con enzimas específicas, como la peroxidasa o la fosfatasa alcalina. Cuando estos anticuerpos marcados se unen a su antígeno correspondiente, se forma un complejo inmunoenzimático. La introducción de un sustrato apropiado en este sistema dará como resultado una reacción enzimática que produce un producto visible y medible, generalmente un cambio de color.

La intensidad de esta respuesta visual o el grado de conversión del sustrato se correlaciona directamente con la cantidad de antígeno presente en la muestra, lo que permite su cuantificación. Ejemplos comunes de estas técnicas incluyen ELISA (Enzyme-Linked Immunosorbent Assay), Western blot y immunohistoquímica.

Estas técnicas son ampliamente utilizadas en la detección y medición de diversas sustancias biológicas, como proteínas, hormonas, drogas, virus e incluso células. Ofrecen alta sensibilidad, especificidad y reproducibilidad, lo que las convierte en herramientas invaluables en el campo del análisis clínico y de la investigación.

Los rayos infrarrojos (IR) no están directamente relacionados con la medicina como un método diagnóstico o terapéutico, sino que más bien son una forma de energía radiante que se utiliza en dispositivos médicos. La radiación infrarroja está en el espectro electromagnético y se encuentra justo después de la luz roja, con longitudes de onda que van desde aproximadamente 700 nanómetros (nm) hasta 1 milímetro (mm).

En el contexto médico, los rayos infrarrojos se utilizan a menudo en aplicaciones terapéuticas, como calentadores de parches o almohadillas de calor, para proporcionar calor profundo al cuerpo y aumentar así el flujo sanguíneo local. También se utilizan en equipos de diagnóstico por imágenes, como las cámaras termográficas, que capturan la radiación infrarroja emitida por el cuerpo para producir mapas de calor de la superficie corporal y ayudar en el diagnóstico de diversas afecciones.

Aunque los rayos infrarrojos se consideran generalmente seguros, su uso excesivo o inapropiado puede provocar quemaduras o daños en la piel. Por lo tanto, siempre es importante seguir las instrucciones y precauciones adecuadas cuando se utilizan dispositivos que emiten rayos infrarrojos.

El tamaño de los órganos se refiere al volumen o dimensión física de un órgano en particular dentro del cuerpo humano. Estas medidas pueden ser tomadas utilizando various métodos, como la radiología, la ecografía, la tomografía computarizada (TC) y la resonancia magnética (RM). El tamaño normal de un órgano puede variar según varios factores, como la edad, el sexo y la variación interindividual. Cualquier desviación significativa del tamaño normal puede ser indicativo de una enfermedad o afección subyacente. Por ejemplo, un agrandamiento del hígado (hepatomegalia) puede ser resultado de diversas condiciones, como la infección, la inflamación o la proliferación celular anormal. Por lo tanto, el tamaño de los órganos es una métrica importante en el diagnóstico y monitoreo de diversas afecciones médicas.

El intestino delgado es la porción del sistema digestivo que se encuentra entre el estómago y el intestino grueso. Tiene alrededor de 6 metros de largo en los humanos y su función principal es la absorción de nutrientes, agua y electrolitos de los alimentos parcialmente digeridos que provienen del estómago. Está compuesto por tres partes: duodeno, jejuno e ileón. El duodeno es la primera parte y se conecta al estómago; el jejuno y el ilión son las partes media y final respectivamente, y se unen con el intestino grueso. La superficie interna del intestino delgado está recubierta de vilosidades, pequeñas proyecciones que aumentan la superficie de absorción. Las enzimas digestivas secretadas por el páncreas y el hígado actúan en el intestino delgado para descomponer los alimentos en moléculas más pequeñas que puedan ser absorbidas.

El análisis de supervivencia es una técnica estadística utilizada en medicina y otras ciencias para examinar la distribución de tiempos hasta que ocurra un evento específico, como el fallecimiento, la recaída de una enfermedad o el fracaso de un tratamiento.

Este análisis permite estimar la probabilidad de que un individuo sobreviva a un determinado tiempo después del evento inicial y proporciona información sobre la duración de los efectos del tratamiento, la eficacia de las intervenciones y la identificación de factores pronósticos.

La curva de supervivencia es una representación gráfica comúnmente utilizada en este análisis, donde se muestra el porcentaje de individuos que siguen vivos a diferentes puntos en el tiempo. La pendiente de la curva indica la tasa de mortalidad o falla del evento en función del tiempo transcurrido.

El análisis de supervivencia también puede utilizarse para comparar la eficacia de diferentes tratamientos o intervenciones mediante el uso de pruebas estadísticas, como el test log-rank, que permiten determinar si existen diferencias significativas en la supervivencia entre grupos.

En resumen, el análisis de supervivencia es una herramienta importante en la investigación médica y clínica para evaluar la eficacia de los tratamientos y predecir los resultados de los pacientes.

Los fosfolípidos son tipos específicos de lípidos (grasas) que desempeñan un papel crucial en la estructura y función de las membranas celulares. Constituyen una parte fundamental de la bicapa lipídica, que rodea a todas las células y organelos dentro de ellas.

Cada molécula de fosfolípido consta de tres partes:

1. Una cabeza polar: Esta es hidrófila (se mezcla con agua), ya que contiene un grupo fosfato y un alcohol, como la colina o la etanolamina.

2. Dos colas no polares (apolares): Estas son hidrofóbicas (no se mezclan con agua), ya que están formadas por cadenas de ácidos grasos largos y ramificados.

Debido a esta estructura anfipática (parte hidrofílica y parte hidrofóbica), los fosfolípidos se organizan naturalmente en una bicapa, donde las cabezas polares facing hacia el exterior e interior de la célula, mientras que las colas no polares facing hacia el centro de la membrana.

Además de su función estructural, los fosfolípidos también participan en diversos procesos celulares, como la señalización celular y el transporte de moléculas a través de la membrana.

El síndrome de Alagille es una condición genética hereditaria que afecta a varios sistemas del cuerpo. Se caracteriza por una combinación de anomalías cardíacas, defectos en el hígado, ojos, cara y esqueleto. La característica más distintiva es la estenosis (apretamiento) o atrésia (obstrucción completa) de las arterias pulmonares que se conectan a la aorta, conocida como estenosis valvular pulmonar o tetralogía de Fallot.

Otros síntomas pueden incluir:

1. Anomalías en el hígado: La vesícula biliar suele faltar y los conductos biliares intrahepáticos son escasos o ausentes, lo que puede conducir a daño hepático y/o ictericia.

2. Características faciales distintivas: Los pacientes pueden tener una frente prominente, ojos profundamente colocados, punta de la nariz ancha y cejas prominentes y separadas.

3. Anomalías oculares: Pueden presentarse anomalías en el iris (coloboma) o en la parte posterior del ojo (retinopatía pigmentaria).

4. Anomalías esqueléticas: Se pueden observar vértebras anormales, costillas adicionales o rizadas, y anomalías en el tórax y la pelvis.

5. Riñones anormales: Algunos pacientes pueden tener riñones con cicatrices, quistes o displasia renal.

6. Desarrollo del lenguaje retrasado y dificultades de aprendizaje.

El síndrome de Alagille es causado por mutaciones en el gen JAG1 en la mayoría de los casos, aunque también se han identificado mutaciones en el gen NOTCH2 como causa del síndrome. Se hereda de forma autosómica dominante, lo que significa que una copia del gen anormal heredada de un progenitor es suficiente para causar la enfermedad. Sin embargo, aproximadamente el 30% de los casos son debidos a nuevas mutaciones y no tienen antecedentes familiares de la enfermedad. El tratamiento es sintomático y multidisciplinario, ya que los pacientes pueden presentar una amplia gama de manifestaciones clínicas.

La metástasis de la neoplasia, también conocida como metástasis cancerosa, se refiere al proceso en el que las células cancerosas se diseminan desde un tumor primario a otros tejidos u órganos distantes del cuerpo. Esto ocurre cuando las células malignas se desprenden del tumor original, ingresan al torrente sanguíneo o sistema linfático y viajan a otras partes del cuerpo, donde forman nuevos tumores llamados metástasis.

Las metástasis son diferentes de los tumores benignos o no cancerosos, ya que tienen el potencial de invadir y dañar gravemente los tejidos circundantes y diseminarse a otras partes del cuerpo. La capacidad de una neoplasia para metastatizar depende de varios factores, como el tipo y la localización del tumor primario, la agresividad de las células cancerosas y la eficacia del sistema inmunológico del paciente en combatir el cáncer.

El diagnóstico y tratamiento tempranos de la neoplasia son cruciales para prevenir o retrasar la aparición de metástasis y mejorar las posibilidades de recuperación del paciente. Los métodos de diagnóstico incluyen pruebas de imagenología, como tomografías computarizadas y resonancias magnéticas, biopsias y análisis de sangre para detectar marcadores tumorales específicos. El tratamiento puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia o terapias dirigidas, según el tipo y la etapa del cáncer.

Las soluciones esclerosantes son sustancias químicas que se inyectan en tejidos blandos o vasos sanguíneos con el objetivo de provocar la inflamación, el daño y la subsiguiente cicatrización o fibrosis del tejido. Esto conduce a la contracción, endurecimiento y disminución del tamaño del tejido o vaso sanguíneo afectado. Las soluciones esclerosantes se utilizan en el tratamiento de diversas condiciones médicas, como venas varicosas, hemorroides, fístulas y malformaciones vasculares. Algunos ejemplos comunes de soluciones esclerosantes incluyen la solución de sodio tetradecilsulfato (STS), la solución de éter polidocanilo (PDE) y la solución de alcoholes como el etanol o el fenol. El tipo específico de solución esclerosante utilizada dependerá del tipo de lesión o enfermedad que se esté tratando, así como de las preferencias y el juicio clínico del médico tratante.

El antígeno carcinoembrionario (CEA) es una proteína que se encuentra en pequeñas cantidades en el líquido y tejidos corporales de adultos sanos. Sin embargo, los niveles de CEA pueden aumentar en personas con ciertos tipos de cáncer, especialmente en el cáncer colorrectal.

El CEA también puede elevarse en otras afecciones no cancerosas, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), la hepatitis, la pancreatitis, la enfermedad inflamatoria intestinal y la cirrosis. Además, los niveles de CEA pueden aumentar temporalmente después de fumar, durante el embarazo o después de una lesión o cirugía.

La medición del nivel de antígeno carcinoembrionario en sangre se utiliza como un marcador tumoral para monitorizar la respuesta al tratamiento y detectar recidivas en pacientes con cáncer colorrectal y otros tipos de cáncer. Sin embargo, no se recomienda su uso como prueba de detección precoz del cáncer debido a su baja sensibilidad y especificidad.

La esplenectomía es un procedimiento quirúrgico en el que se extirpa el bazo. El bazo es un órgano situado en la parte superior izquierda del abdomen, detrás del estómago y junto al diafragma. Desempeña varias funciones importantes en el cuerpo, como filtrar los glóbulos rojos viejos y dañados, almacenar glóbulos rojos y plaquetas adicionales, y combatir infecciones.

Existen diversas razones por las que se puede realizar una esplenectomía, entre ellas:

1. Trauma: Si el bazo sufre lesiones graves debido a un traumatismo abdominal, como en un accidente de coche o durante un contacto deportivo, se puede requerir una esplenectomía para detener las hemorragias internas y prevenir complicaciones.

2. Enfermedades hematológicas: Algunas afecciones que afectan la producción y función de los glóbulos rojos, como las anemias hemolíticas (como la esferocitosis hereditaria o la talasemia), pueden justificar una esplenectomía para reducir la destrucción de glóbulos rojos y mejorar los síntomas.

3. Cáncer: En algunos casos, se puede extirpar el bazo como parte del tratamiento quirúrgico del cáncer, especialmente si el cáncer se ha extendido al bazo (metástasis).

4. Infecciones: Las infecciones recurrentes o graves por bacterias que el bazo normalmente ayuda a combatir, como Neisseria meningitidis y Streptococcus pneumoniae, pueden requerir una esplenectomía para prevenir futuras infecciones.

Tras la esplenectomía, el cuerpo pierde parte de su capacidad para combatir ciertos tipos de infección, lo que aumenta el riesgo de desarrollar sepsis por estas bacterias. Por esta razón, se recomienda a los pacientes que hayan sido esplenectomizados recibir vacunas contra Neisseria meningitidis y Streptococcus pneumoniae, así como tomar antibióticos profilácticos antes de procedimientos dentales o quirúrgicos invasivos.

La enfermedad aguda se refiere a un proceso de enfermedad que comienza repentinamente, evoluciona rápidamente y generalmente dura relativamente poco tiempo. Puede causar síntomas graves o molestias, pero tiende a desaparecer una vez que el cuerpo ha combatido la infección o se ha recuperado del daño tisular. La enfermedad aguda puede ser causada por una variedad de factores, como infecciones virales o bacterianas, lesiones traumáticas o reacciones alérgicas. A diferencia de las enfermedades crónicas, que pueden durar meses o años y requerir un tratamiento a largo plazo, la mayoría de las enfermedades agudas se resuelven con el tiempo y solo necesitan atención médica a corto plazo.

La recurrencia local de neoplasia se refiere al retorno del crecimiento canceroso (neoplasia) en el mismo lugar donde previamente se había tratado y eliminado un tumor maligno. Después del tratamiento, como la cirugía o la radioterapia, algunas células cancerosas pueden quedar atrás y sobrevivir, aunque en número muy pequeño. Con el tiempo, estas células restantes pueden multiplicarse nuevamente y formar un nuevo tumor en el mismo sitio donde se encontraba el original.

La recurrencia local de neoplasia es distinta a la metástasis, que es la diseminación del cáncer a otras partes del cuerpo más allá del sitio primario de la enfermedad. Sin embargo, ambas situaciones pueden ocurrir simultáneamente o secuencialmente en el curso de la enfermedad neoplásica. El riesgo y la probabilidad de recurrencia local dependen del tipo de cáncer, su extensión inicial, los factores pronósticos asociados y la eficacia del tratamiento inicial.

Las isoenzimas, también conocidas como isozimas o isoformas enzimáticas, se definen como diferentes formas de una enzima particular que tienen secuencias de aminoácidos distintas pero catalizan la misma reacción química. Estas isoenzimas son genéticamente variantes de la misma proteína que realizan funciones similares o idénticas en diferentes tejidos u órganos del cuerpo.

Las isoenzimas pueden ayudar en el diagnóstico y pronóstico médicos, ya que las variaciones en los niveles séricos de ciertas isoenzimas pueden indicar daño tisular o enfermedad específica. Por ejemplo, una prueba comúnmente utilizada para evaluar posibles daños cardíacos es la determinación de las isoenzimas de la creatina quinasa (CK-MB), que se encuentran principalmente en el músculo cardíaco. Si hay un aumento en los niveles séricos de CK-MB, esto puede sugerir una lesión reciente del miocardio, como un ataque al corazón.

Otro ejemplo es la determinación de las isoenzimas de la lactato deshidrogenasa (LDH), que se encuentran en varios tejidos y órganos, incluyendo el hígado, los glóbulos rojos, el corazón y el músculo esquelético. Los diferentes patrones de isoenzimas de LDH pueden ayudar a identificar la fuente del daño tisular. Por ejemplo, un patrón específico de isoenzimas de LDH puede sugerir una necrosis hepática aguda o anemia hemolítica.

En resumen, las isoenzimas son diferentes formas de la misma enzima que catalizan la misma reacción química pero se expresan y funcionan en diferentes tejidos y órganos. La determinación de los patrones de isoenzimas puede ayudar a identificar la fuente del daño tisular y proporcionar información valiosa sobre el diagnóstico y el tratamiento de diversas enfermedades.

La lipasa es una enzima digestiva importante que desempeña un papel crucial en la digestión de las grasas. Ayuda a dividir los triglicéridos, que son los principales tipos de grasa en nuestra dieta, en moléculas más pequeñas llamadas ácidos grasos y glicerol. Este proceso es esencial para la absorción de grasas y grasas solubles en grasas (liposolubles) vitaminas en el intestino delgado.

Hay varios tipos de lipasa presentes en diferentes partes del cuerpo humano, incluyendo la lipasa pancreática secretada por el páncreas, la lipasa lingual encontrada en la lengua y la lipasa gástrica producida por el estómago. La deficiencia o disfunción de lipasa puede conducir a diversos problemas de salud, como la enfermedad del intestino irritable, la fibrosis quística y la insuficiencia pancreática exocrina.

Las enfermedades autoinmunes son condiciones médicas en las que el sistema inmunitario del cuerpo, que generalmente combate las infecciones y los agentes extraños, malinterpreta a sus propios tejidos como amenazas y desencadena una respuesta inmunitaria contra ellos. Esto puede conducir a una variedad de síntomas y complicaciones, dependiendo del tipo y la gravedad de la enfermedad autoinmune.

En una respuesta inmunitaria normal, el cuerpo produce anticuerpos para atacar y destruir los antígenos, que son sustancias extrañas como bacterias o virus. Sin embargo, en las enfermedades autoinmunes, el sistema inmunitario produce autoanticuerpos que atacan a los tejidos y células sanos del cuerpo.

Hay más de 80 tipos diferentes de enfermedades autoinmunes, incluyendo la artritis reumatoide, lupus eritematoso sistémico, esclerosis múltiple, diabetes tipo 1, enfermedad inflamatoria intestinal y tiroiditis de Hashimoto, entre otros. Los síntomas y signos varían ampliamente dependiendo del tipo de enfermedad autoinmune, pero a menudo incluyen fatiga, fiebre, dolor articular o muscular, erupciones cutáneas, hinchazón y rigidez.

La causa exacta de las enfermedades autoinmunes sigue siendo desconocida, aunque se cree que pueden estar relacionadas con una combinación de factores genéticos y ambientales. El tratamiento generalmente implica la supresión del sistema inmunitario para controlar los síntomas y prevenir daños adicionales a los tejidos corporales. Esto puede incluir medicamentos como corticosteroides, inmunosupresores y fármacos biológicos.

El carcinoma es un tipo específico de cáncer que se origina en los tejidos epiteliales, que son los tejidos que recubren las superficies internas y externas del cuerpo. Los carcinomas pueden ocurrir en varias partes del cuerpo, incluyendo la piel, los pulmones, el seno, el colon y el recto.

Este tipo de cáncer se produce cuando las células epiteliales experimentan mutaciones genéticas que causan un crecimiento y división celular descontrolado. Las células cancerosas pueden invadir los tejidos circundantes y propagarse (metástasis) a otras partes del cuerpo a través del sistema circulatorio o linfático.

Existen diferentes tipos de carcinomas, clasificados según el tipo de célula epitelial en la que se originan. Algunos ejemplos son:

* Carcinoma de células escamosas: se desarrolla a partir de células escamosas, que son células planas y aplanadas que recubren las superficies internas y externas del cuerpo. Este tipo de carcinoma es común en la piel y en los órganos internos como el pulmón, el cuello uterino y la vejiga.
* Carcinoma de células basales: se origina en las células basales, que son células redondeadas y pequeñas que se encuentran en la capa más profunda de la piel. Este tipo de carcinoma es el más común de los cánceres de piel.
* Carcinoma adenocarcinoma: se desarrolla a partir de células glandulares, que son células que producen y secretan sustancias como las glándulas sudoríparas o las glándulas mamarias. Este tipo de carcinoma es común en los senos, el colon, el recto y los pulmones.

El tratamiento del carcinoma depende del tipo y la etapa del cáncer, así como de la salud general del paciente. Los tratamientos pueden incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia o terapias dirigidas.

Este desarrollo explica la semejanza en el patrón de ramificación de la vena porta y de los conductos biliares extrahepáticos. ... El conducto biliar común (CBC) o colédoco es un conducto de la vía biliar originado de la fusión del conducto hepático común ... La caudal da origen al conducto cístico y la vesícula biliar. La craneal, a los conductos hepáticos y conductos biliares ... Uno de los enfoques estudiados para la restauración del conducto biliar es la creación de un conducto biliar por medio de ...
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Los conductos extrahepáticos tienden a dilatarse, pero los conductos intrahepáticos se presentan rectos debido a la fibrosis ... véase tabla Causas de obstrucción de los conductos biliares Causas de obstrucción de los conductos biliares ). Los ... obstrucción biliar, pancreatitis biliar o colangitis (infección e inflamación de los conductos biliares). A su vez, la ... La mayoría (85%) de los casos es secundaria a cálculos en el conducto colédoco, pero la obstrucción del conducto biliar puede ...
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Vías Biliares Extrahepáticas use Conductos Biliares Extrahepáticos Vías Biliares Intrahepáticas use Conductos Biliares ... Vía Biliar Intrahepática use Conductos Biliares Intrahepáticos Vía Clásica de Activación del Complemento use Vía Clásica del ... Vía Biliar Extrahepática use Conductos Biliares Extrahepáticos ... Vía Biliar use Conductos Biliares ... Vías Biliares use Conductos Biliares ...
La red de vasos en el hígado abierto, se muestra en diferentes colores en el modelo hepático: los vasos, los conductos biliares ... los conductos biliares extra hepáticos e intra-hepáticos. ...
Las vías biliares comprenden los canalículos biliares hepáticos, los conductos biliares intra y extrahepáticos, que a su vez ... Entre los tipos de cólicos biliares encontramos; El cólico biliar «simple» (la obstrucción es transitoria) se inicia dos o tres ... S o de Urgencias [Internet]. Complicaciones agudas de la litiasis biliar: colico biliar, colecistitis aguda, colangitis aguda. ... y la vesícula biliar. En los canalículos se produce la bilis, constituida de colesterol, ácidos biliares y fosfolípidos, ...
IgG4 es un tipo de colangitis esclerosante de etiología desconocida que afecta a los conductos biliares extrahepáticos, ... plasmáticas IgG4 positivas y fibrosis intersticial en los conductos biliares y tejido hepático que produce estenosis biliar, ... Hipertrofia continua del conducto anal con un valor medio de 4,7 mm. Estudio urodinámico, uretero cistografía miccional: ... Presentamos el caso de una mujer de 69 años con antecedentes de cirrosis biliar primaria de 18 años de evolución, CHILD-A6 en ...
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Cuánto miden los conductos biliares extrahepáticos?. *¿En que consiste la triada de Charcot? ...
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Los carcinomas de las vías biliares son tumores malignos infrecuentes, pero no excepcionales, cuyo pronóstico ha sido ... Teresa Macarulla   El sistema de drenaje biliar incluye los conductos biliares intra y extrahepáticos y la ... sobretodo cuando el tumor se origina en los conductos biliares intrahepáticos, donde el rendimiento es más alto. De las ... Recomendaciones tras la cirugía de un tumor de la vía biliar o de la vesícula biliar: ...
Obstrucción del conducto intrahepático * soplo vascular hepático * Cálculos biliares extrahepáticos * hígado duro ...
  • 2]​ La bilis se sintetiza en el hígado, que es la más voluminosa de las vísceras y una de las más importantes por su actividad metabólica. (wikipedia.org)
  • En este conducto, la bilis puede ser dirigida a la vesícula biliar para su almacenamiento o bien puede entrar en la porción superior del conducto biliar común y continuar hasta drenar en el duodeno. (wikipedia.org)
  • La inflamación del conducto biliar se denomina colangitis y puede causar estenosis y obstrucción de este conducto, obligando a la bilis a retroceder hacia el hígado causando ictericia. (wikipedia.org)
  • La bilis es un líquido digestivo que se produce en el hígado. (liverfoundation.org)
  • El objetivo del procedimiento de Kasai es permitir el drenaje de la bilis del hígado al intestino a través del nuevo conducto. (liverfoundation.org)
  • Si el flujo de bilis es bueno, se le da al niño una dieta regular. (liverfoundation.org)
  • Generalidades sobre la función biliar El hígado produce alrededor de 500 a 600 mL de bilis por día. (msdmanuals.com)
  • La bilis es isoosmótica respecto del plasma y está compuesta sobre todo por agua y electrolitos, pero también por compuestos orgánicos. (msdmanuals.com)
  • Ante la presencia de alimentos ingeridos, especialmente de grasas, estimularán la contracción de la vesícula para que ésta libere su bilis a través del conducto cístico y ésta luego llegue al intestino delgado (duodeno) para colaborar con la digestión de alimentos. (binipatia.com)
  • Destrucción progresiva o ausencia de parte o todos los CONDUCTOS BILIARES extrahepáticos, lo que da lugar a obstrucción completa del flujo de la BILIS. (bvsalud.org)
  • Obstrucción progresiva o ausencia de todo o parte de los CONDUCTOS BILIARES extrahepáticos, dando lugar a una obstrucción completa del flujo de BILIS.Generalmente, la atresia biliar se encuentra en recien nacidos y supone un tercio de la ICTERICIA colestática neonatal. (bvsalud.org)
  • La colangitis en sí es una infección que se desarrolla en los conductos biliares , que es una parte del cuerpo en donde se transporta la bilis desde el hígado hasta la vesícula biliar. (fundahigado.org)
  • A su vez, dicha enfermedad podría causar problemas digestivos, ya que la bilis es el líquido que ayuda en el proceso de la digestión de los alimentos. (fundahigado.org)
  • La bilis se forma en lo hepatocitos (células del hígado) y se almacena en la vesícula biliar. (escuelainternacionalnaturopatia.com)
  • La vesícula biliar almacena la bilis, la concentra y la excreta en el momento adecuado. (escuelainternacionalnaturopatia.com)
  • La bilis se acumula en el colédoco y de ahí se dirige a la vesícula biliar. (escuelainternacionalnaturopatia.com)
  • Si entran alimentos en el duodeno el esfínter se relaja, la vesícula biliar se contrae y la bilis penetra en el duodeno. (escuelainternacionalnaturopatia.com)
  • Si se extirpa la vesícula biliar la bilis fluye constantemente al duodeno y el esfínter de Oddi permanece abierto de forma permanente hasta varios meses después de la operación, luego en algunos casos se dilatan los conductos biliares extrahepáticos y empiezan a concentrar bilis sustituyendo en esta forma una de las funciones de la vesícula. (escuelainternacionalnaturopatia.com)
  • La colangitis se define como una infección de los conductos biliares. (wikipedia.org)
  • La colangitis esclerosante es un síndrome colestásico crónico caracterizado por inflamación en parches, fibrosis y estenosis de los conductos biliares intrahepáticos y extrahepáticos. (msdmanuals.com)
  • Colangitis esclerosante primaria La colangitis esclerosante primaria es una inflamación irregular, con fibrosis y estenosis de los conductos biliares que no posee una causa reconocida. (msdmanuals.com)
  • Tanto la colangitis esclerosante primaria como la secundaria causan lesiones inflamatorias y fibrosantes similares que forman cicatrices en los conductos biliares. (msdmanuals.com)
  • Coledocolitiasis y colangitis La coledocolitiasis es la presencia de cálculos en los conductos biliares, procedentes de la vesícula biliar o de los mismos conductos. (msdmanuals.com)
  • FUNDACIÓN DE AYUDA A PACIENTES HEPÁTICOS / Noticias / ¿QUÉ ES LA COLANGITIS? (fundahigado.org)
  • Es importante destacar que la colangitis es una posible consecuencia de una coledocolitiasis, que es la presencia de cálculos en los conductos biliares. (fundahigado.org)
  • En algunos casos primero se desarrolla una coledocolitiasis (presencia de cálculos en los conductos biliares), la cual podría ocasionar cólicos biliares, obstrucción biliar, pancreatitis biliar o colangitis. (fundahigado.org)
  • Colangiopatía: también conocida como colangitis del sida, con una colangiografía directa podría revelar múltiples estenosis y dilataciones que comprometen los conductos biliares intrahepáticos y extrahepáticos. (fundahigado.org)
  • La colangitis generalmente es causada por una infección bacteriana . (fundahigado.org)
  • Los factores de riesgo son antecedentes de cálculos biliares, colangitis esclerosante, VIH, estrechamiento del conducto biliar y, en raras ocasiones, viajar a países en donde se puede contraer una infección por lombrices o parásitos. (fundahigado.org)
  • Tener acceso del tracto biliar para descomprimir el tracto biliar, dilatar las estenosis biliares y eliminar lesiones malignas del STENT. (wikipedia.org)
  • Colangiopatía por sida La colangiopatía por sida es una obstrucción biliar secundaria a estenosis de las vías biliares causada por diversas infecciones oportunistas. (msdmanuals.com)
  • La atresia biliar es una enfermedad de los conductos biliares que afecta solo a los bebés. (liverfoundation.org)
  • La atresia biliar es una enfermedad rara que afecta a 1 de cada 8,000 a 1 de cada 18,000 nacidos vivos en todo el mundo. (liverfoundation.org)
  • La enfermedad es un poco más común en las niñas y en los niños de ascendencia asiática o afroamericana. (liverfoundation.org)
  • es una enfermedad por la cual se forman células malignas cancerosas en los tejidos de la vesícula biliar es una enfermedad poco frecuente por la que se encuentran células cancerosas en los tejidos de la vesícula biliar. (binipatia.com)
  • Es común que requiera una colangiopancreatografía por resonancia magnética para poder estar al tanto del padecimiento de la enfermedad. (fundahigado.org)
  • En la atresia biliar, los conductos biliares se inflaman y bloquean poco después del nacimiento. (liverfoundation.org)
  • Aproximadamente el 10-20% de los bebés con atresia biliar tienen anomalías en otros órganos, como defectos cardíacos o problemas con el bazo. (liverfoundation.org)
  • La atresia biliar solo ocurre en recién nacidos. (liverfoundation.org)
  • Qué causa la atresia biliar? (liverfoundation.org)
  • Aproximadamente uno de cada 10 bebés con atresia biliar tiene otros defectos congénitos. (liverfoundation.org)
  • Algunas investigaciones indican que una infección viral temprana puede estar relacionada con la atresia biliar. (liverfoundation.org)
  • Cuáles son los síntomas de la atresia biliar? (liverfoundation.org)
  • Los síntomas de la atresia biliar suelen aparecer entre dos y seis semanas después del nacimiento. (liverfoundation.org)
  • Cómo se diagnostica la atresia biliar? (liverfoundation.org)
  • Dado que otras afecciones provocan síntomas similares a los de la atresia biliar, los médicos deben realizar muchas pruebas antes de poder hacer un diagnóstico concluyente. (liverfoundation.org)
  • Desafortunadamente, no existe cura para la atresia biliar. (liverfoundation.org)
  • Qué les sucede a los niños con atresia biliar? (liverfoundation.org)
  • Sin un tratamiento exitoso, pocos niños con atresia biliar viven más allá de los dos años. (liverfoundation.org)
  • Generalmente la atresia biliar se encuentra en los lactantes y es la causa de la tercera parte de las ICTERICIAS colestásicas neonatales. (bvsalud.org)
  • Es causada generalmente por una infección bacteriana que se da cuanto el conducto biliar está bloqueado por una masa (tumor) o un cálculo biliar. (wikipedia.org)
  • Esto puede ocurrir cuando el conducto está bloqueado por algo como un cálculo biliar o un tumor. (fundahigado.org)
  • Las células endodérmicas se diferencian en cordones de células hepáticas y también forman el revestimiento epitelial de los conductos biliares intrahepáticos. (wikipedia.org)
  • En el órgano glandular es llevada por los conductos hepáticos derecho e izquierdo, los cuales convergen y forman el conducto hepático común. (wikipedia.org)
  • El cuerpo vesicular se continúa con el cuello que termina en la ampolla y luego se continúa con un conducto denominado cístico que se une a un conducto que proviene del hígado, y juntos forman otro conducto denominado colédoco. (binipatia.com)
  • Tumores de la vesícula biliar y de los conductos biliares Los tumores de la vesícula biliar y de los conductos biliares pueden ocasionar una obstrucción biliar extrahepática. (msdmanuals.com)
  • El bloqueo del conducto biliar común y la ictericia relacionada se han documentado desde, al menos, la época de Erasistrato. (wikipedia.org)
  • 7]​ Además del dolor agudo de abdomen, las patologías del conducto biliar común se presentan como un cuadro que se caracteriza por el síndrome colestásico, del que es normal la ictericia, el prurito generalizado, intolerancia a las comidas grasas y esteatorrea,[8]​ flatulencia, distensión abdominal, náuseas, vómitos, etc. (wikipedia.org)
  • Aquellas personas que padezcan ictericia o cólicos biliares, serán propensos a los cálculos coledocianos. (fundahigado.org)
  • Viaja a través de los conductos biliares hasta el intestino delgado, donde ayuda a digerir las grasas. (liverfoundation.org)
  • Sabías que si tenemos problemas con la vesícula biliar pueden aparecer síntomas como cefaleas, migrañas, tensión en hombro derecho, insomnio, dolor en rodillas, piel y ojos amarillentos, ansiedad, rigidez de pensamiento o lo contrario, indecisión. (escuelainternacionalnaturopatia.com)
  • Ciertos tumores del páncreas pueden migrar al conducto biliar común o, en raros casos, iniciarse en él. (wikipedia.org)
  • Los conductos biliares extrahepáticos están constituidos por los conductos hepáticos derecho e izquierdo, el conducto hepático común, el conducto cístico y el colédoco. (wikipedia.org)
  • El conducto que posee mayor susceptibilidad a dilatarse como consecuencia de una obstrucción distal es el conducto hepático izquierdo por ser más largo que el derecho. (wikipedia.org)
  • Es la punta del corazón , que es redondeada, regular y pertenece en su totalidad al ventrículo izquierdo. (homomedicus.com)
  • El conducto biliar común (CBC) o colédoco es un conducto de la vía biliar originado de la fusión del conducto hepático común con el conducto cístico y que desemboca en la segunda porción del duodeno. (wikipedia.org)
  • El tallo que comunica los conductos hepático y cístico con el duodeno se diferencia con el conducto biliar común o colédoco. (wikipedia.org)
  • Al principio, el conducto se inserta en la cara ventral del duodeno y, cuando este último rota en una fase posterior del desarrollo, el conducto colédoco se recoloca en la cara dorsal de la pared duodenal. (wikipedia.org)
  • En la porción distal del colédoco, antes de unirse al duodeno, se fusiona con el conducto pancreático principal del páncreas. (wikipedia.org)
  • Desde ese punto de unión, el conducto biliar ahora llamado hepatopancreático, se vuelve muy corto, antes de desembocar el conducto hepatopancreático en el duodeno, se forma el ámpula hepatopancreática o ampolla de Vater, envueltos solo por un esfínter muscular, el esfínter de Oddi o esfínter hepatopancreático. (wikipedia.org)
  • Aguda: se presenta cuando los conductos biliares se obstruyen y esto deja que las bacterias accedan al duodeno. (fundahigado.org)
  • 1]​ El sistema biliar y el hígado se originan del intestino embrionario anterior. (wikipedia.org)
  • El único tratamiento es un procedimiento quirúrgico en el que los conductos biliares bloqueados fuera del hígado se reemplazan con un tramo del propio intestino del bebé, que actúa como un nuevo conducto. (liverfoundation.org)
  • La inervación de la vesícula biliar proviene del vago y ramas simpáticas que pasan a través del plexo celiaco. (wikipedia.org)
  • Pruebas de diagnóstico por la imagen para el hígado y la vesícula biliar Las pruebas de diagnóstico por la imagen son fundamentales para confirmar los trastornos de las vías biliares y son importantes para detectar lesiones localizadas (p. ej. (msdmanuals.com)
  • el 80 % de los casos se diagnostican en la infancia y el 20 % en adultos en los cuales suele estar asociado a otra patología biliar. (wikipedia.org)
  • Esto se da en casos de enfermedades malignas o benignas como quistes hepáticos difusos o conductos biliares intrahepáticos no dilatados. (wikipedia.org)
  • En los casos en los que el procedimiento de Kasai no funciona, el problema a menudo radica en el hecho de que los conductos biliares bloqueados son "intrahepáticos" o dentro del hígado, así como extrahepáticos o fuera del hígado. (liverfoundation.org)
  • En algunos casos, donde el procedimiento de Kasai es completamente exitoso, el niño puede recuperarse y vivir una vida normal. (liverfoundation.org)
  • La colecistitis aguda se define como una inflamación aguda de la pared vesicular tras la obstrucción del conducto cístico por un cálculo. (wikipedia.org)
  • 9]​ El tratamiento es casi siempre quirúrgico por medio de una operación llamada colecistectomía. (wikipedia.org)
  • El objetivo del tratamiento después de la cirugía es estimular el crecimiento y el desarrollo normales. (liverfoundation.org)
  • El tratamiento se centra en el alivio de la obstrucción biliar [p. ej. (msdmanuals.com)
  • La colecistostomía percutánea es un procedimiento donde se descomprime y drena la vesícula biliar distendida, inflamada y/o purulenta. (wikipedia.org)
  • Ningún procedimiento, excepto para trasplante de hígado , se ha desarrollado para reemplazar los conductos intrahepáticos bloqueados. (liverfoundation.org)
  • El procedimiento de Kasai tiene más éxito en bebés menores de 3 meses, por lo que es importante un diagnóstico temprano. (liverfoundation.org)
  • Si el procedimiento de Kasai no tiene éxito, la única otra opción es un trasplante de hígado. (liverfoundation.org)
  • La vesícula biliar se divide en 4 áreas anatómicas: fondo, cuerpo, infundíbulo y cuello. (wikipedia.org)
  • El sistema biliar extrahepático es obstruido al principio por células epiteliales, pero se canaliza posteriormente cuando estas células se degeneran. (wikipedia.org)
  • El sistema de drenaje biliar incluye los conductos biliares intra y extra hepáticos y la vesícula biliar. (binipatia.com)

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