Resina básica, insoluble, de intercambio iónico altamente entrelazada, utilizada como anticolesterolémico. Puede ser también utilizada para reducir los niveles de triglicéridos,.
Una vitamina del complejo B soluble en agua que se encuentra en los tejidos de varias plantas y animales. Es requerida por el organismo para la formación de las coenzimas NAD and NADP. Tiene propiedades curativas para la pelagra y como vasodilatador y antilipémico.
Mezcla de ácidos carboxílicos, aceites esenciales y terpenos, que ocurren como exudados de diversos árboles y arbustos, o bien se produce sintéticamente. Las resinas son semisólidos altamente combustibles o sólidos amorfos que son insolubles en agua mientras que algunos son solubles en etanol y otros en tetracloruro de carbono, éter y aceites volátiles. La mayoria son blandos y pegajosos, pero se endurecen tras la exposición al frio. (Dorland, 28a ed)
Hidrazinas sustituídas por uno o más grupos metilos en cualquier posición.
Poliaminas se refieren a moléculas orgánicas alcaloides con múltiples grupos amino (-NH2) que desempeñan varios papeles cruciales en procesos biológicos, como el crecimiento celular, la reparación del ADN y la función inmunitaria.
Metabolito fúngico aislado de cultivos de Aspergillus terreus. El compuesto es un potente agente anticolesterolémico. Inhibe la 3-hidroxi-3-metilglutaril coenzima A redutase (HIDROXIMETILGLUTARIL COA REDUTASAS), que es una enzima limitante de la velocidad de la reacción de la biosíntesis de colesterol. También estimula la producción de receptores de lipoproteína de baja densidad en el hígado.
Hidracinas sustituídas por dos grupos metilos en cualquier posición.
Trastorno familiar que se caracteriza por incremento de la concentración del colesterol transportado por las lipoproteínas de baja densidad (LDL) y por deficiencia de un receptor en la superficie celular que regula la degradación de las LDL y la síntesis del colesterol.
Sustancias que disminuyen los niveles de ciertos LÍPIDOS en la SANGRE. Se utilizan para tratar las HIPERLIPIDEMIAS.

El colestipol es un medicamento que se utiliza para tratar la hipercolesterolemia, una afección en la cual los niveles de colesterol en la sangre son muy altos. El colestipol pertenece a una clase de medicamentos llamados agentes secuestrantes de ácidos biliares. Funciona reduciendo el colesterol al impedir la reabsorción del ácido biliar en el intestino.

El ácido biliar se produce normalmente en el hígado a partir del colesterol y se almacena en la vesícula biliar. Cuando comes, la vesícula biliar se contrae y libera el ácido biliar en el intestino delgado para ayudar a descomponer las grasas de los alimentos que comes. El colestipol se une al ácido biliar en el intestino y evita que sea reabsorbido en el torrente sanguíneo. Cuando el ácido biliar no es reabsorbido, el cuerpo lo elimina a través de las heces, lo que hace que el hígado produzca más colesterol para reemplazarlo. Esto ayuda a reducir los niveles de colesterol en la sangre.

El colestipol se administra por vía oral y generalmente se toma una o dos veces al día, con o sin alimentos. Los efectos secundarios más comunes del colestipol incluyen estreñimiento, flatulencia, náuseas, distensión abdominal y erupciones cutáneas. El colestipol también puede interactuar con otros medicamentos, por lo que es importante informar a su médico sobre todos los medicamentos que está tomando antes de comenzar a tomar colestipol.

La niacina, también conocida como vitamina B3 o ácido nicotínico, es un tipo de vitamina soluble en agua que desempeña un papel crucial en la función celular y el metabolismo. Es esencial para la producción de energía a partir de los nutrientes que consumimos, especialmente carbohidratos, grasas y proteínas.

La niacina se puede obtener a través de la dieta al comer alimentos como carne, pescado, aves de corral, nueces, frijoles secos, granos enteros y vegetales de hoja verde. También está disponible en forma de suplemento dietético.

La niacina desempeña un papel importante en la salud del sistema cardiovascular al ayudar a reducir los niveles de colesterol LDL ("malo") y triglicéridos en la sangre, mientras que aumenta los niveles de colesterol HDL ("bueno"). También puede ayudar a mejorar la circulación sanguínea y disminuir la inflamación.

Además, la niacina es importante para el mantenimiento de una piel saludable, el sistema nervioso y la función digestiva. Una deficiencia grave de niacina puede conducir a una enfermedad llamada pelagra, que se caracteriza por diarrea, dermatitis, demencia y en última instancia, la muerte si no se trata.

En la terminología médica, las resinas de plantas no suelen tener una definición específica como un solo concepto. Sin embargo, las resinas vegetales se refieren a los compuestos orgánicos que producen ciertas plantas y que sirven para diversos propósitos, como la protección contra herbívoros o patógenos.

Las resinas de plantas son generalmente sustancias viscosa e inicialmente fluidas que endurecen con el tiempo, formando un material amorfo y no cristalino. Están compuestas principalmente por terpenoides, ésteres y ácidos orgánicos. Las resinas de plantas pueden encontrarse en varias partes de las plantas, como hojas, corteza, raíces y flores.

En algunos casos, los extractos de resina vegetal se utilizan en la medicina herbal o tradicional para tratar diversas afecciones de salud. Un ejemplo bien conocido es el aceite de mirra, que se extrae de la resina del árbol Commiphora myrrha y se utiliza como antiinflamatorio, antiséptico y analgésico en la medicina complementaria.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que el uso de extractos de resinas vegetales en la práctica médica moderna está limitado y generalmente se considera como alternativo o complementario a los tratamientos convencionales. La investigación clínica sobre sus beneficios y riesgos es a menudo insuficiente, y su eficacia puede variar según la dosis, la calidad del producto y el individuo que lo use.

Las metilhidrazinas son compuestos orgánicos que contienen un grupo funcional hidrazina (-NH-NH2) con un grupo metilo (-CH3) unido a uno de los nitrógenos. Existen varios isómeros estructurales de metilhidrazinas, dependiendo de la posición del grupo metilo en el esqueleto hidrazina.

En el contexto médico, las metilhidrazinas pueden ser relevantes como xenobióticos, o sustancias químicas externas al organismo que pueden tener efectos farmacológicos o tóxicos. Un ejemplo es la fenilmetilhidrazina (PMH), un fármaco utilizado en el tratamiento de ciertos tipos de anemia, pero también conocido por su potencial toxicidad, particularmente a nivel del sistema nervioso central. La exposición excesiva o prolongada a las metilhidrazinas puede dar lugar a diversos efectos adversos, incluyendo neurotoxicidad, genotoxicidad y carcinogenicidad. Por lo tanto, el uso de estas sustancias debe ser cuidadosamente controlado y monitoreado en un entorno clínico.

Las poliaminas son moléculas orgánicas compuestas por cadenas de carbono con grupos amino (-NH2) y grupos terminales imina (-=NH). Se encuentran en todas las células vivas y desempeñan un papel crucial en una variedad de procesos biológicos, como el crecimiento celular, la reparación del ADN y la expresión génica.

En el contexto médico, las poliaminas a menudo se asocian con el cáncer y otras enfermedades debido a su sobreproducción en células cancerosas. La alta concentración de poliaminas puede promover la proliferación celular y la supervivencia, lo que contribuye al crecimiento tumoral y la resistencia a la terapia. Por lo tanto, las intervenciones dirigidas a reducir los niveles de poliaminas se están investigando como posibles estrategias terapéuticas para tratar diversos tipos de cáncer.

La lovastatina es un fármaco hipolipemiante, específicamente una estatina, que se utiliza en el tratamiento médico para reducir los niveles elevados de colesterol y triglicéridos en la sangre. Su mecanismo de acción se basa en inhibir la HMG-CoA reductasa, una enzima clave en la síntesis hepática de colesterol. Al disminuir los niveles de colesterol sintetizado por el hígado, las células hepáticas aumentan la captación de lipoproteínas de baja densidad (LDL), o "colesterol malo", de la sangre, lo que resulta en una reducción general de los niveles séricos de colesterol y triglicéridos.

La lovastatina está indicada en el tratamiento de la hiperlipidemia primaria y dislipidemias mixtas, así como en la prevención de enfermedades cardiovasculares coronarias en pacientes con factores de riesgo. Está disponible en forma de comprimidos para administración por vía oral y su uso debe acompañarse de medidas dietéticas y de estilo de vida adecuadas, como una dieta baja en grasas saturadas y colesterol, ejercicio regular y cesación del tabaquismo.

Los efectos secundarios más comunes asociados con el uso de lovastatina incluyen dolor abdominal, flatulencia, estreñimiento, diarrea, erupciones cutáneas, fatiga y dolores musculares. En casos raros, se han informado efectos adversos más graves, como daño hepático y rabdomiólisis (degradación del tejido muscular esquelético con liberación de mioglobina en la sangre), por lo que se recomienda un monitoreo periódico de las enzimas hepáticas y los niveles de creatinfosfocinasa durante el tratamiento.

La dimetilhidrazina es un término que abarca a dos compuestos químicos relacionados: la dimetilhidrazina asymétrica (UDMH) y la dimetilhidrazina simétrica (SDMH). Estas sustancias se utilizan principalmente como propelentes para cohetes debido a su alta energía y capacidad de generar empuje.

En términos médicos, las dimetilhidrazinas pueden clasificarse como agentes alquilantes, lo que significa que pueden interactuar con el ADN y otros componentes celulares importantes, alterando su funcionamiento y posiblemente llevando al desarrollo de cáncer o daño tisular. La exposición a estas sustancias puede ocurrir accidentalmente, particularmente en entornos laborales relacionados con la industria aeroespacial, y podría causar efectos adversos en la salud, como irritación de los sistemas respiratorio, digestivo y urinario, así como un mayor riesgo de cáncer.

Es importante señalar que el manejo y exposición a estas sustancias debe realizarse bajo estrictas precauciones y normativas de seguridad para minimizar los posibles efectos adversos en la salud.

La hiperlipoproteinemia tipo II, también conocida como dislipidemia mixta o hipercolesterolemia familiar, es un trastorno genético del metabolismo de las lipoproteínas que se caracteriza por niveles elevados de colesterol total y lipoproteínas de baja densidad (LDL) en la sangre. Estos lípidos séricos elevados conducen a un aumento del riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular, como aterosclerosis y enfermedad coronaria.

Existen dos subtipos de hiperlipoproteinemia tipo II: IIa y IIb. El subtipo IIa se distingue por niveles excesivamente altos de colesterol LDL, mientras que el subtipo IIb presenta niveles elevados tanto de colesterol LDL como de triglicéridos en la sangre. La causa subyacente de este trastorno es a menudo una combinación de factores genéticos y ambientales, como una dieta rica en grasas saturadas y trans, falta de ejercicio regular y tabaquismo.

El tratamiento para la hiperlipoproteinemia tipo II generalmente implica cambios en el estilo de vida, como adoptar una dieta saludable baja en grasas saturadas y trans, aumentar la actividad física, dejar de fumar y mantener un peso corporal saludable. Además, se pueden recetar medicamentos hipolipemiantes, como estatinas, ezetimibe o secuestrantes de ácidos biliares, para ayudar a controlar los niveles elevados de lípidos en la sangre y reducir el riesgo de complicaciones cardiovasculares. La detección y el tratamiento tempranos son cruciales para prevenir o retrasar las posibles consecuencias adversas para la salud asociadas con este trastorno.

Los hipolipemiantes son una clase de medicamentos que se utilizan para tratar los niveles altos de lípidos en la sangre, también conocidos como dislipidemias. Estos lípidos incluyen colesterol total, colesterol LDL ("malo"), triglicéridos y lipoproteínas de baja densidad. Los hipolipemiantes ayudan a reducir los niveles de estos lípidos en la sangre, lo que puede disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, como ataques al corazón y accidentes cerebrovasculares.

Existen varios tipos de hipolipemiantes, entre los que se incluyen:

1. Estatinas: son inhibidores de la HMG-CoA reductasa, una enzima clave involucrada en la producción de colesterol en el hígado. Al reducir la producción de colesterol, las estatinas ayudan a aumentar la eliminación del colesterol LDL de la sangre.
2. Fibratos: son agonistas selectivos del receptor PPAR-α (peroxisoma proliferador activado receptor alfa), lo que ayuda a reducir los niveles de triglicéridos y aumentar los niveles de colesterol HDL ("bueno").
3. Secuestrantes de ácidos biliares: se unen a los ácidos biliares en el intestino, evitando así su reabsorción y promoviendo su eliminación en las heces. Esto obliga al hígado a producir más ácidos biliares, lo que resulta en una disminución del colesterol total y LDL en la sangre.
4. Inhibidores de la absorción de colesterol: reducen la cantidad de colesterol absorbida en el intestino, lo que lleva a una disminución de los niveles de colesterol LDL en la sangre.
5. Niacina (ácido nicotínico): reduce los niveles de triglicéridos y aumenta los niveles de colesterol HDL en la sangre. Sin embargo, su uso está limitado por los efectos adversos en el hígado y la piel.

Es importante tener en cuenta que cada uno de estos fármacos tiene diferentes indicaciones, contraindicaciones y efectos secundarios. Por lo tanto, es fundamental que un profesional médico evalúe cada caso individualmente antes de prescribir cualquiera de estos medicamentos para tratar la hipercolesterolemia o las dislipidemias en general.

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