Los cloroquinoínoles son una clase de compuestos heterocíclicos que contienen un sistema de anillo tricíclico con dos anillos de benceno fusionados a un anillo de piridina y un grupo funcional de cloroquinolina. La cloroquina y la hidroxicloroquina son los miembros más conocidos de esta clase y se utilizan comúnmente como medicamentos antipalúdicos y antiinflamatorios en el tratamiento de enfermedades como el paludismo y la artritis reumatoide.

La cloroquina y la hidroxicloroquina funcionan mediante la inhibición de la hemozoin formation, una estrategia utilizada por los parásitos del paludismo para desintoxicar la hemoglobina ingerida. También tienen propiedades antiinflamatorias y se cree que actúan mediante la inhibición de la activación de células inmunes como macrófagos y linfocitos T.

Aunque los cloroquinoínoles han demostrado ser eficaces en el tratamiento de varias afecciones, también se asocian con una serie de efectos secundarios potencialmente graves, incluidas las alteraciones de la visión y los trastornos cardíacos. Por lo tanto, su uso debe estar bajo la estrecha supervisión de un profesional médico capacitado.