Sustancias que son tóxicas a células; pueden participar en la inmunidad o pueden estar contenidas en los venenos. Se distinguen de AGENTES CITOSTÁTICOS en grado de efecto. Algunas son utilizadas como ANTIBIÓTICOS CITOTÓXICOS. El mecanismo de acción de muchos de estos son como AGENTES ALQUILANTES o MODULATORES DE LA MITOSIS.
Sustancias tóxicas formadas o elaboradas por las bacterias; usualmente son proteínas con elevado peso molecular y antigenicidad, algunas se utilizan como antibióticos y algunas en las pruebas cutáneas para demostrar la presencia o la susceptibilidad a ciertas enfermedades.
Una toxina producida por ciertas cepas patogénicas de ESCHERICHIA COLI tales como ESCHERICHIA COLI O157. Es intimamente relacionada a TOXINA SHIGA producida por SHIGELLA DYSENTERIAE.
Venenos de serpientes del género Naja (familia Elapidae). Contienen muchas proteínas específicas que tienen propiedades citotóxicas, hemolíticas, neurotóxicas, y de otras. Como otros venenos elapídicos, son ricos en enzimas. Incluyen cobraminas y cobralisinas.
Familia de serpiente extremadamente venenosa que comprende a la serpiente coral, cobras, mambas, kraits, y serpientes marinas. Están ampliamente distribuidas, se encuentran en el sur de los Estados Unidos, América del Sur, África, sur de Asia, Australia, y las Islas del Pacífico. Los elapidaes incluyen tres subfamilias: Elapinae, Hydrophiinae, y Lauticaudinae. Como los viperidios, tienen dientes venenosos en la porción frontal de la mandíbula superior. Las mambas de África son las serpientes más venenosas en virtud de su tamaño, velocidad, y veneno altamente tóxico.
Una prototoxina protéica obtenida de las semillas del Ricinus communis, la planta de ricino. Aglutina células, es proteolítico y provoca inflamación letal y hemorragia si se ingiere.
Género de bacterias gram positivas móviles e inmóviles de la familia Clostridiaceae. Se han identificado muchas especies, siendo algunas patógenas. Se encuentran en el agua, suelo y en el tracto intestinal de humanos y animales inferiores.
Toxina producida por ciertas cepas patógenas de ESCHERICHIA COLI, como ESCHERICHIA COLI O157. Comparte un 50-60 por ciento de homología con la TOXINA SHIGA y la TOXINA SHIGA 1.
Sustancias que son tóxicas para el tracto gastrointestinal y que producen vómitos, diarreas, etc. La mayoría de las enterotoxinas comunes son producidas por bacterias.
Una clase de toxinas que inhiben la síntesis de proteína bloqueando la interacción del ARN RIBOSÓMICO con FACTORES DE ELONGACIÓN DE PÉPTIDOS. Ellas incluyen TOXINA SHIGA que es producida por SHIGELLA DYSENTERIAE y una variedad de toxinas similares a shiga que son producidas por cepas patológicas de ESCHERICHIA COLI tales como ESCHERICHIA COLI O157.
Enzimas que transfieren el grupo ADP-RIBOSA del NAD o NADP a proteínas u otras moléculas pequeñas. La transferencia de ADP-RIBOSA al agua (es decir, la hidrólisis) es catalizada por los NADASAS. Las mono (ADP-RIBOSA) transferasas transfieren un solo ADP-RIBOSA. POLI (ADP-RIBOSA) POLIMERASAS transfieren múltiples unidades de ADP-RIBOSA a proteínas determinadas, construyendo una POLI ADENOSINA DIFOSFATO RIBOSA en cadenas lineales o ramificadas.
Toxinas producidas especialmente por células bacterianas o micóticas, y que se liberan en el medio de cultivo o en el medio ambiente.
Sustancias, usualmente de origen biológico, que destruyen las células sanguíneas; pueden ser anticuerpos u otros factores inmunológicos, toxinas, enzimas, etc.; las hemotoxinas son tóxicas para la sangre en general, incluyendo los mecanismos de la coagulación; las hematotoxinas pueden referirse al sistema hematopoyético.
Una LÍNEA CELULAR derivada del rinón del mono verde africano (CERCOPITHECUS AETHIOPS) utilizada principalmente en los estudios de replicación viral y ensayos de placa (in vitro).
Habitante común de la flora del colon de los niños y algunas veces de los adultos. Produce una toxina que causa la ENTEROCOLITIS PSEUDOMEMBRANOSA en pacientes que reciben tratamiento con antibióticos.
Métodos de investigación de efectividad de medicamentos citotóxicos anticáncer e inhibidores biológicos. Estos incluyen modelos de muerte celular in vitro y pruebas de exclusión de colorantes citostáticos, así como medición in vivo de los parámetros de crecimiento tumoral en animales de laboratorio.
Proteínas qe se hallan en cualquier especie de bacteria.
Adición química o bioquímica de carbohidrato, grupos glicosilo u otras sustancias químicas, especialmente péptidos o proteínas. En esta reacción se utilizan glicosil transferasas .
Situación en la cual el contenido de oxígeno a nivel celular está disminuido.
Componentes de un organismo que determinan su capacidad de causar enfermedad pero que, per se, no son necesarios para su viabilidad. Se han distinguido dos clases: TOXINAS BIOLÓGICAS y moléculas de adhesión superficial, que posibilitan al microorganismo la invasión y colonización del huésped (Adaptación del original: Davis et al., Microbiology, 4th ed. p486).
Descripciones de secuencias específicas de aminoácidos, carbohidratos o nucleótidos que han aparecido en lpublicaciones y/o están incluidas y actualizadas en bancos de datos como el GENBANK, el Laboratorio Europeo de Biología Molecular (EMBL), la Fundación Nacional de Investigación Biomédica (NBRF) u otros archivos de secuencias.
Especie de BACILOS GRAMNEGATIVOS ANEROBIOS FACULTATIVOS que suelen encontrarse en la parte distal del intestino de los animales de sangre caliente. Por lo general no son patógenos, pero algunas cepas producen DIARREA e infecciones piógenas. Las cepas patógenos (viriotipos) se clasifican según sus mecanismos patógenos específicos, como toxinas (ESCHERICHIA COLI ENTEROTOXÍGENA).
El orden de los aminoácidos tal y como se presentan en una cadena polipeptídica. Se le conoce como la estructura primaria de las proteínas. Es de fundamental importancia para determinar la CONFORMACION PROTÉICA.
Sustancias que iniben o previenen la proliferación de NEOPLASIAS.
Lapso de viabilidad de una célula, caracterizado por la capacidad de realizar determinadas funciones tales como metabolismo, crecimiento, reproducción, alguna forma de respuesta y adaptabilidad.
Propiedades físicoquímicas de las bacterias fimbriadas (FIMBRIAS BACTERIANAS) y no fimbriadas de adherirse a células, tejido y superficies no biológicas. Es un factor que interviene en la colonización y la patogenicidad bacterianas.
Especie de bacteria aerobia gram negativa en forma de bastoncillo que comúnmente se aisla de muestras clínicas (heridas, quemaduras e infecciones del tracto urinario). Se encuentra también ampliamente disminuida en el suelo y el agua. La P. aeruginosa es un agente importante de las infecciones nosocomiales.
Una línea celular derivada de células de tumor cultivadas.
La primera LINEA CELULAR humana, maligna, cultivada de forma continua, proveniente del carcinoma cervical Henrietta Lacks. Estas células son utilizadas para el CULTIVO DE VIRUS y para el estudio de drogas antitumorales.
Unidades hereditarias funcionales de las BACTERIAS.
Secuencia de PURINAS y PIRIMIDINAS de ácidos nucléicos y polinucleótidos. También se le llama secuencia de nucleótidos.
Células cultivadas in vitro a partir de tejido tumoral. Si pueden establecerse como una LINEA CELULAR TUMORAL, pueden propagarse indefinidamente en cultivos celulares.

Citotoxinas son toxinas que tienen un efecto dañino o letal sobre las células. Pueden ser producidas por varias fuentes, incluyendo bacterias, hongos, plantas y animales. Un ejemplo bien conocido es la citotoxina producida por el estreptococo beta-hemolítico del grupo A, que puede destruir los glóbulos rojos y llevar a una variedad de síntomas graves, incluyendo fiebre, dolor de garganta e inflamación.

Las citotoxinas funcionan mediante la interrupción de varias vías metabólicas dentro de las células, lo que lleva a su muerte. Algunas citotoxinas se unen a receptores específicos en la superficie celular y activan rutas de señalización que conducen a la apoptosis o muerte celular programada. Otras citotoxinas pueden entrar en la célula y dañar directamente los componentes celulares, como el ADN o las mitocondrias.

En medicina, el término "citotóxico" a menudo se utiliza para describir fármacos que inhiben el crecimiento de células cancerosas y pueden destruirlas. Estos fármacos funcionan mediante la interrupción de los procesos metabólicos específicos dentro de las células cancerosas, lo que lleva a su muerte. Sin embargo, estos fármacos también pueden tener efectos citotóxicos sobre células sanas y causar efectos secundarios indeseables.

En resumen, las citotoxinas son toxinas que dañan o destruyen las células y pueden ser producidas por varias fuentes. En medicina, el término "citotóxico" a menudo se utiliza para describir fármacos que inhiben el crecimiento de células cancerosas y pueden causar efectos secundarios debido a su toxicidad sobre células sanas.

Las toxinas bacterianas son sustancias químicas tóxicas producidas y secretadas por ciertas bacterias. Estas toxinas pueden dañar directamente los tejidos del huésped o interferir con las funciones celulares, lo que provoca enfermedades e infecciones. Algunos ejemplos comunes de toxinas bacterianas incluyen la toxina botulínica producida por Clostridium botulinum, la toxina tetánica producida por Clostridium tetani y la toxina diftéria producida por Corynebacterium diphtheriae. Las toxinas bacterianas se clasifican en dos tipos principales: exotoxinas y endotoxinas.

Las exotoxinas son proteínas solubles que se secretan al medio externo y pueden difundirse a través del tejido circundante, provocando daño sistémico. Las exotoxinas suelen ser específicas de la bacteria que las produce y pueden tener diferentes efectos en el cuerpo humano. Por ejemplo, la toxina botulínica bloquea la liberación del neurotransmisor acetilcolina en las neuronas, lo que provoca parálisis muscular.

Las endotoxinas, por otro lado, son componentes de la membrana externa de las bacterias gramnegativas. Se liberan al medio externo cuando la bacteria muere o se divide. Las endotoxinas están compuestas por lípidos y carbohidratos y pueden provocar una respuesta inflamatoria aguda en el cuerpo humano, lo que puede llevar a síntomas como fiebre, dolor de cabeza y fatiga.

Las toxinas bacterianas son importantes patógenos que pueden causar enfermedades graves e incluso la muerte en humanos y animales. Por lo tanto, es importante desarrollar vacunas y tratamientos efectivos para prevenir y tratar las infecciones causadas por estas toxinas.

La toxina Shiga, también conocida como verotoxina o VTX, es un tipo de toxina producida por ciertas cepas de bacterias, especialmente Escherichia coli (E. coli) O157:H7 y otras especies de Shigella. La toxina Shiga I es una de las dos subunidades de la toxina Shiga, siendo la otra la toxina Shiga II o verotoxina 2 (VTX2).

La toxina Shiga I es una proteína que se une a los glóbulos rojos y otros tipos de células en el cuerpo humano, causando daño celular y la activación de la respuesta inmunitaria. La intoxicación con bacterias que producen toxina Shiga puede provocar una variedad de síntomas, desde diarrea leve hasta complicaciones graves como el síndrome hemolítico-urémico (SHU), que se caracteriza por la destrucción de glóbulos rojos, insuficiencia renal y daño a otros órganos.

La toxina Shiga I es una molécula relativamente grande y compleja, formada por dos subunidades A y cinco subunidades B unidas entre sí. La subunidad A contiene la actividad tóxica de la molécula, mientras que las subunidades B se unen a los receptores específicos en la superficie celular. Una vez unida a la célula, la toxina Shiga I es internalizada y transportada al retículo endoplásmico, donde la subunidad A se separa de las subunidades B y se dirige al aparato de Golgi, donde interfiere con la síntesis de proteínas y causa daño celular.

La toxina Shiga I es una molécula muy potente y tóxica, y solo se necesitan pequeñas cantidades para causar daño celular y enfermedad. Por esta razón, la intoxicación con alimentos contaminados con bacterias que producen toxina Shiga, como Escherichia coli O157:H7, puede ser muy grave e incluso letal en algunos casos.

Los venenos de Naja, también conocidos como venenos de cobra, se refieren a los compuestos tóxicos producidos por varias especies del género Naja, que incluye diferentes tipos de cobras. Estos venenos son secretados por glándulas situadas en la cabeza de las serpientes y se inyectan a través de sus colmillos huecos al morder a su presa u objeto de ataque.

La composición química del veneno de Naja puede variar entre especies, pero generalmente contiene una combinación de proteínas tóxicas, incluidas enzimas, neurotoxinas y citotoxinas. Las neurotoxinas afectan el sistema nervioso, causando parálisis muscular y dificultad para respirar, mientras que las citotoxinas dañan las células y tejidos, provocando necrosis e inflamación.

El veneno de Naja se utiliza en la investigación médica y científica, así como en aplicaciones terapéuticas, como la producción de antivenenos para tratar mordeduras de serpiente. Sin embargo, también representa un riesgo importante para la salud pública en las regiones donde las cobras son comunes, ya que sus mordeduras pueden causar graves lesiones e incluso la muerte si no se tratan adecuadamente.

Elapidae es una familia de serpientes venenosas que incluye a cobras, corales, mambas y otras especies similares. Estas serpientes tienen colmillos fijos que inyectan veneno de acción rápida y neurotoxica. El veneno puede causar parálisis y, si no se trata, incluso la muerte. Las serpientes de esta familia se encuentran en todo el mundo, especialmente en regiones tropicales y subtropicales.

La ricina es una toxina proteica altamente tóxica que se encuentra en los granos de la planta Ricinus communis, comúnmente conocida como ricino. Esta toxina puede inhibir la síntesis de proteínas en las células al unirse e inactivar una subunidad crítica del ribosoma, el orgánulo celular donde ocurre la síntesis de proteínas. La ingestión, inhalación o exposición dérmica a ricina puede causar graves daños celulares y potencialmente la muerte. Los síntomas de intoxicación por ricina incluyen dolor abdominal, vómitos, diarrea, descenso de la presión arterial y shock, que pueden ocurrir dentro de las horas posteriores a la exposición. No existe un antídoto específico para la intoxicación por ricina, y el tratamiento se centra en el manejo de los síntomas y el soporte de las funciones vitales del cuerpo.

'Clostridium' es un género de bacterias gram positivas, anaerobias, esporuladas y móviles que se encuentran en el suelo y en el tracto gastrointestinal de animales y humanos. Algunas especies de Clostridium pueden producir toxinas potencialmente letales y causar enfermedades graves en humanos y animales.

La especie más conocida es probablemente Clostridium tetani, que produce la toxina tétanica responsable del tétanos, una enfermedad que causa espasmos musculares dolorosos y rigidez. Otra especie importante es Clostridium difficile, que puede causar diarrea grave y colitis pseudomembranosa, especialmente en personas que han tomado antibióticos durante un período prolongado.

Clostridium botulinum produce la toxina botulínica, responsable del botulismo, una enfermedad rara pero grave que puede causar parálisis muscular y dificultad para respirar. Otras especies de Clostridium también pueden causar infecciones graves, como la fascitis necrotizante, una infección de tejidos blandos que puede ser fatal si no se trata a tiempo.

En resumen, Clostridium es un género de bacterias anaerobias que pueden producir toxinas letales y causar enfermedades graves en humanos y animales.

La toxina Shiga II, también conocida como toxina Shiga-like II o verotoxina tipo 2 (VT2), es un tipo de toxina producida por ciertas cepas de bacterias, especialmente Escherichia coli (E. coli) O157:H7 y otras especies de Shigella. Esta toxina es muy similar en estructura y función a la toxina Shiga producida por Shigella dysenteriae tipo 1.

La toxina Shiga II es una proteína que se une a los glóbulos rojos y células endoteliales, lo que resulta en daño celular y la activación de la cascada inflamatoria. La intoxicación con esta toxina puede causar diversos síntomas gastrointestinales graves, como diarrea sanguinolenta, calambres abdominales intensos y en casos más severos, el síndrome hemolítico-urémico (SHU), una complicación que puede conducir a insuficiencia renal aguda, daño neurológico e incluso la muerte.

La toxina Shiga II es extremadamente tóxica y representa un riesgo significativo para la salud pública. Las medidas preventivas incluyen una correcta manipulación y cocción de los alimentos, especialmente de las carnes crudas o mal cocidas, así como una adecuada higiene personal y manejo de aguas residuales.

Las enterotoxinas son tipos de toxinas que se producen en el intestino después de que las bacterias patógenas se han establecido allí. Estas toxinas pueden causar una variedad de síntomas, que incluyen diarrea, náuseas, vómitos y calambres abdominales. Las enterotoxinas funcionan alterando las células del revestimiento intestinal, lo que hace que los líquidos se acumulen en el lumen intestinal y provoquen diarrea profusa y agua. Un ejemplo bien conocido de una bacteria que produce enterotoxinas es la Escherichia coli enterotóxica (ETEC), que es una causa común de diarrea del viajero. Otras bacterias que producen enterotoxinas incluyen Staphylococcus aureus, Clostridium perfringens y Vibrio cholerae.

Las toxinas Shiga, también conocidas como verotoxinas o enterohemorragicas (VTEC/EHEC), son un tipo de toxina producida principalmente por ciertas cepas de la bacteria Escherichia coli (E. coli). Existen dos tipos principales de toxinas Shiga, conocidas como Stx1 y Stx2. Estas toxinas son extremadamente tóxicas para las células del organismo, particularmente para los glóbulos rojos y los tejidos del sistema nervioso central.

La infección con bacterias que producen toxinas Shiga puede causar una enfermedad grave llamada colitis hemorrágica, caracterizada por diarrea sanguinolenta, dolor abdominal intenso y, en algunos casos, insuficiencia renal aguda. La infección con estas bacterias se adquiere principalmente a través de la ingesta de alimentos o agua contaminados, especialmente carne cruda o mal cocida, leche sin pasteurizar y vegetales crudos.

La intoxicación con toxinas Shiga es una emergencia médica que requiere tratamiento inmediato y hospitalización. El tratamiento puede incluir antibióticos, fluidoterapia intravenosa para prevenir la deshidratación y, en casos graves, diálisis renal o trasplante de riñón.

Las ADP-ribosiltransferasas son un tipo de enzimas que transfieren el grupo ADP-ribosa desde el donador de ADP-ribosa (como el NAD+ o NADP+) a un aceptor específico, como una proteína o DNA. Este proceso es conocido como ADP-ribosilación y puede desempeñar un papel importante en una variedad de procesos celulares, incluyendo la reparación del DNA, el metabolismo y la regulación de la expresión génica. Algunas ADP-ribosiltransferasas también están involucradas en la respuesta al estrés oxidativo y la muerte celular programada (apoptosis). La actividad de estas enzimas está regulada cuidadosamente y su disfunción se ha relacionado con una variedad de enfermedades, incluyendo el cáncer y las enfermedades neurodegenerativas.

La definición médica de 'exotoxinas' es:

Exotoxinas son tipos de toxinas que son secretadas por bacterias u otras células vivas y liberadas al medio externo. Estas toxinas pueden provocar daño a las células vecinas o incluso a células distantes una vez que se diseminen a través del torrente sanguíneo. Las exotoxinas suelen actuar como enzimas, alterando la estructura o función de las células objetivo. Algunos ejemplos comunes de enfermedades causadas por exotoxinas incluyen el tétanos y la difteria.

Las hemolisinas son tipos de toxinas proteicas producidas por algunos microorganismos, como bacterias y hongos, que tienen la capacidad de destruir glóbulos rojos (eritrocitos). Este proceso se conoce como hemólisis.

Existen dos tipos principales de hemolisinas:

1. Hemolisinas α (alfa): estas toxinas alteran la membrana de los glóbulos rojos, formando poros o canales en ella. Esto provoca la salida de potasio y la entrada de calcio, lo que lleva a la lisis o rotura celular. Un ejemplo es la hemolisina producida por estreptococos.

2. Hemolisinas β (beta): estas toxinas rompen directamente la membrana de los glóbulos rojos, causando también su lisis. La hemoglobina liberada luego se descompone en bilirrubina, que puede ser responsable del color oscuro de las lesiones y úlceras asociadas con ciertas infecciones bacterianas. Un ejemplo es la hemolisina producida por Staphylococcus aureus.

Las proteínas hemolisinas pueden desempeñar un papel importante en la patogenia de varias infecciones, ya que contribuyen a la destrucción de los glóbulos rojos y al daño tisular, lo que puede provocar anemia, insuficiencia orgánica e incluso la muerte en casos graves.

Las células Vero son una línea celular continua derivada originalmente de células renales de un chimpancé adulto normal y sano. Fueron establecidas por primera vez en 1962 por Yasumura y Kawakita en el Instituto de Microbiología de la Universidad de Kioto, Japón. Las células Vero se han utilizado ampliamente en investigación científica, particularmente en estudios de virología, ya que son capaces de soportar la replicación de una amplia gama de virus y producir una citopatía visible, lo que facilita su uso en técnicas de detección y cuantificación virales.

Las células Vero se caracterizan por su capacidad de crecer en monocapa y formar colonias compactas con un aspecto fibroblástico. Son relativamente grandes, midiendo aproximadamente 15-20 micras de diámetro, y tienen un núcleo grande y redondo con uno o más nucléolos visibles. Las células Vero también son estables genéticamente y tienen un crecimiento relativamente rápido, lo que las hace adecuadas para su uso en cultivos celulares a gran escala.

En la actualidad, las células Vero siguen siendo una de las líneas celulares más utilizadas en investigación biomédica y se han utilizado en el desarrollo y producción de vacunas contra varias enfermedades infecciosas, como la viruela, la rabia y el COVID-19. Sin embargo, también hay preocupaciones sobre su uso en algunos contextos, ya que carecen de ciertos mecanismos de defensa naturales contra los virus y, por lo tanto, pueden ser más susceptibles a la infección y la transformación cancerosa que las células del cuerpo humano.

'Clostridium difficile' (también conocido como 'C.diff' o 'C.difficile') es un tipo específico de bacteria que puede encontrarse en el intestino humano. Normalmente, las bacterias en nuestro intestino ayudan a descomponer los alimentos y son parte importante de nuestra flora intestinal natural. Sin embargo, 'C.difficile' produce toxinas que pueden causar inflamación del colon e incluso diarrea grave en algunas personas, especialmente después de haber tomado antibióticos que alteran el equilibrio normal de las bacterias intestinales.

Las infecciones por 'C.difficile' varían desde casos leves con solo unos pocos síntomas hasta casos severos o incluso potencialmente mortales, especialmente en personas mayores, debilitadas o con sistemas inmunológicos comprometidos. Los síntomas más comunes incluyen diarrea acuosa y frecuente, dolor abdominal, náuseas, pérdida de apetito y fiebre.

La transmisión generalmente ocurre a través del contacto directo con heces infectadas, superficies contaminadas u objetos contaminados, como ropa de cama o utensilios para comer. Las medidas preventivas incluyen un buen lavado de manos regularmente, particularmente después de ir al baño y antes de comer, así como también asegurarse de que las superficies estén limpias y desinfectadas.

El tratamiento suele implicar la interrupción del uso de antibióticos cuando sea posible, junto con medicamentos específicos para tratar la infección por 'C.difficile'. En casos graves o recurrentes, se pueden considerar opciones adicionales como trasplantes fecales, que han demostrado ser eficaces en el tratamiento de infecciones persistentes o recurrentes.

Los Ensayos de Selección de Medicamentos Antitumorales (ASCO, por sus siglas en inglés) son estudios clínicos que buscan determinar la eficacia y seguridad de diferentes fármacos o combinaciones de fármacos contra el cáncer en pacientes humanos. Estos ensayos suelen ser de fase I, II o III y se llevan a cabo para evaluar la respuesta al tratamiento, los efectos secundarios y la toxicidad de los medicamentos en un grupo específico de pacientes con cáncer.

El objetivo principal de estos ensayos es identificar el régimen de quimioterapia más eficaz y seguro para tratar un tipo particular de cáncer, con la esperanza de mejorar los resultados clínicos y aumentar las tasas de supervivencia. Los ensayos de selección de medicamentos antitumorales pueden incluir pacientes que reciben tratamiento por primera vez o aquellos que han recaído después de un tratamiento previo.

La selección de los pacientes para estos estudios clínicos se realiza cuidadosamente, teniendo en cuenta factores como el tipo y la etapa del cáncer, la edad y el estado general de salud del paciente. Durante el ensayo, se recopila información detallada sobre la respuesta al tratamiento, los efectos secundarios y la calidad de vida de los pacientes, lo que ayuda a los investigadores a evaluar la eficacia y seguridad de los fármacos en estudio.

En resumen, los Ensayos de Selección de Medicamentos Antitumorales son estudios clínicos diseñados para identificar el tratamiento más efectivo y seguro contra el cáncer, mejorando así la atención médica y aumentando las posibilidades de éxito terapéutico en los pacientes con cáncer.

Las proteínas bacterianas se refieren a las diversas proteínas que desempeñan varios roles importantes en el crecimiento, desarrollo y supervivencia de las bacterias. Estas proteínas son sintetizadas por los propios organismos bacterianos y están involucradas en una amplia gama de procesos biológicos, como la replicación del ADN, la transcripción y traducción de genes, el metabolismo, la respuesta al estrés ambiental, la adhesión a superficies y la formación de biofilms, entre otros.

Algunas proteínas bacterianas también pueden desempeñar un papel importante en la patogenicidad de las bacterias, es decir, su capacidad para causar enfermedades en los huéspedes. Por ejemplo, las toxinas y enzimas secretadas por algunas bacterias patógenas pueden dañar directamente las células del huésped y contribuir al desarrollo de la enfermedad.

Las proteínas bacterianas se han convertido en un área de intenso estudio en la investigación microbiológica, ya que pueden utilizarse como objetivos para el desarrollo de nuevos antibióticos y otras terapias dirigidas contra las infecciones bacterianas. Además, las proteínas bacterianas también se utilizan en una variedad de aplicaciones industriales y biotecnológicas, como la producción de enzimas, la fabricación de alimentos y bebidas, y la biorremediación.

La glicosilación es un proceso bioquímico fundamental que ocurre en células vivas, donde se agregan cadenas de carbohidratos a proteínas o lípidos. Es el proceso más común de modificación postraduccional de proteínas en células eucariotas y también ocurre en procariotas.

En la glicosilación, los glúcidos (azúcares) se unen a las moléculas de proteína para formar glicoproteínas o a lípidos para formar glicolípidos. Estas modificaciones pueden influir en la estructura tridimensional, la función y la estabilidad de las proteínas, y desempeñan un papel crucial en una variedad de procesos biológicos, como el plegamiento de proteínas, el tráfico intracelular, la reconocimiento celular, la señalización celular y la interacción proteína-proteína.

Hay dos tipos principales de glicosilación: N-glicosilación y O-glicosilación. La N-glicosilación se produce en el grupo amida del carbono α-aspartato o glutamato de un residuo de asparagina (Asn-X-Ser/Thr, donde X no es Pro) en la secuencia de aminoácidos de una proteína. Por otro lado, la O-glicosilación se produce en el grupo hidroxilo (-OH) de los residuos de serina o treonina en las proteínas.

La glicosilación incorrecta o anormal ha sido vinculada a diversas enfermedades, como la fibrosis quística, la enfermedad de Pompe, el síndrome de West y varios trastornos neurodegenerativos y cánceres. Por lo tanto, comprender los mecanismos moleculares de la glicosilación es fundamental para desarrollar estrategias terapéuticas efectivas para tratar tales enfermedades.

La hipoxia celular se refiere a un estado en el que las células no están recibiendo suficiente oxígeno para mantener sus funciones metabólicas normales. La hipoxia puede ocurrir como resultado de una variedad de condiciones médicas, como enfermedades cardiovasculares, pulmonares o anémicas, o como resultado de un suministro insuficiente de oxígeno en el tejido circundante.

La hipoxia celular puede desencadenar una serie de respuestas adaptativas en las células, incluyendo la activación de factores de transcripción hipóxicos como el factor inducible por hipoxia (HIF), que desencadena la expresión génica para promover la supervivencia celular y la angiogénesis. Sin embargo, si la hipoxia persiste o se vuelve severa, puede resultar en daño celular y muerte, lo que puede contribuir al desarrollo de enfermedades crónicas y agudas.

La detección y el tratamiento tempranos de la hipoxia celular son importantes para prevenir complicaciones y promover la recuperación del tejido afectado. Los métodos comunes para detectar la hipoxia incluyen la medición de los niveles de oxígeno en el tejido, la evaluación de la expresión génica relacionada con la hipoxia y la observación de los cambios morfológicos en las células. El tratamiento puede incluir medidas para mejorar el suministro de oxígeno al tejido afectado, como la administración de oxígeno suplementario o la mejora del flujo sanguíneo.

Los factores de virulencia son propiedades, características o sustancias producidas por microorganismos patógenos (como bacterias, virus, hongos o parásitos) que les ayudan a invadir tejidos, evadir sistemas inmunológicos, causar daño tisular y promover su supervivencia, multiplicación e infectividad dentro del huésped. Estos factores pueden ser estructurales o químicos y varían entre diferentes tipos de microorganismos. Algunos ejemplos comunes incluyen toxinas, enzimas, cápsulas, fimbrias y pili. La comprensión de los factores de virulencia es crucial para el desarrollo de estrategias terapéuticas y preventivas efectivas contra enfermedades infecciosas.

Los Datos de Secuencia Molecular se refieren a la información detallada y ordenada sobre las unidades básicas que componen las moléculas biológicas, como ácidos nucleicos (ADN y ARN) y proteínas. Esta información está codificada en la secuencia de nucleótidos en el ADN o ARN, o en la secuencia de aminoácidos en las proteínas.

En el caso del ADN y ARN, los datos de secuencia molecular revelan el orden preciso de las cuatro bases nitrogenadas: adenina (A), timina/uracilo (T/U), guanina (G) y citosina (C). La secuencia completa de estas bases proporciona información genética crucial que determina la función y la estructura de genes y proteínas.

En el caso de las proteínas, los datos de secuencia molecular indican el orden lineal de los veinte aminoácidos diferentes que forman la cadena polipeptídica. La secuencia de aminoácidos influye en la estructura tridimensional y la función de las proteínas, por lo que es fundamental para comprender su papel en los procesos biológicos.

La obtención de datos de secuencia molecular se realiza mediante técnicas experimentales especializadas, como la reacción en cadena de la polimerasa (PCR), la secuenciación de ADN y las técnicas de espectrometría de masas. Estos datos son esenciales para la investigación biomédica y biológica, ya que permiten el análisis de genes, genomas, proteínas y vías metabólicas en diversos organismos y sistemas.

"Escherichia coli" (abreviado a menudo como "E. coli") es una especie de bacterias gram-negativas, anaerobias facultativas, en forma de bastón, perteneciente a la familia Enterobacteriaceae. Es parte de la flora normal del intestino grueso humano y de muchos animales de sangre caliente. Sin embargo, ciertas cepas de E. coli pueden causar diversas infecciones en humanos y otros mamíferos, especialmente si ingresan a otras partes del cuerpo donde no pertenecen, como el sistema urinario o la sangre. Las cepas patógenas más comunes de E. coli causan gastroenteritis, una forma de intoxicación alimentaria. La cepa O157:H7 es bien conocida por provocar enfermedades graves, incluidas insuficiencia renal y anemia hemolítica microangiopática. Las infecciones por E. coli se pueden tratar con antibióticos, pero las cepas resistentes a los medicamentos están aumentando en frecuencia. La prevención generalmente implica prácticas de higiene adecuadas, como lavarse las manos y cocinar bien la carne.

La secuencia de aminoácidos se refiere al orden específico en que los aminoácidos están unidos mediante enlaces peptídicos para formar una proteína. Cada proteína tiene su propia secuencia única, la cual es determinada por el orden de los codones (secuencias de tres nucleótidos) en el ARN mensajero (ARNm) que se transcribe a partir del ADN.

Las cadenas de aminoácidos pueden variar en longitud desde unos pocos aminoácidos hasta varios miles. El plegamiento de esta larga cadena polipeptídica y la interacción de diferentes regiones de la misma dan lugar a la estructura tridimensional compleja de las proteínas, la cual desempeña un papel crucial en su función biológica.

La secuencia de aminoácidos también puede proporcionar información sobre la evolución y la relación filogenética entre diferentes especies, ya que las regiones conservadas o similares en las secuencias pueden indicar una ascendencia común o una función similar.

Los antineoplásicos son un grupo de fármacos utilizados en el tratamiento del cáncer. Su objetivo principal es interferir con la capacidad de las células cancerosas para crecer, dividirse y multiplicarse. Estos medicamentos se dirigen a las características distintivas de las células cancerosas, como su rápido crecimiento y división celular, para destruirlas o impedir su proliferación.

Existen diferentes clases de antineoplásicos, entre los que se incluyen:

1. Quimioterapia: Son fármacos citotóxicos que dañan el ADN de las células cancerosas, impidiendo su división y crecimiento. Algunos ejemplos son la doxorrubicina, cisplatino, metotrexato y fluorouracilo.
2. Inhibidores de la angiogénesis: Estos fármacos impiden la formación de nuevos vasos sanguíneos que suministran nutrientes a los tumores, dificultando así su crecimiento y diseminación. Ejemplos de estos medicamentos son bevacizumab y sunitinib.
3. Inhibidores de la señalización celular: Estos fármacos interfieren con las vías de señalización intracelulares que controlan el crecimiento y supervivencia de las células cancerosas. Algunos ejemplos son imatinib, gefitinib y erlotinib.
4. Inmunoterapia: Estos tratamientos aprovechan el sistema inmunitario del paciente para combatir el cáncer. Pueden funcionar aumentando la respuesta inmunitaria o bloqueando las vías que inhiben la acción del sistema inmune contra las células cancerosas. Algunos ejemplos son los anticuerpos monoclonales, como pembrolizumab y nivolumab, y los fármacos que estimulan el sistema inmunológico, como interleucina-2 e interferón alfa.
5. Terapia dirigida: Estos tratamientos se basan en la identificación de alteraciones genéticas específicas en las células cancerosas y utilizan fármacos diseñados para atacar esas alteraciones. Algunos ejemplos son trastuzumab, lapatinib y vemurafenib.

La elección del tratamiento depende de varios factores, como el tipo de cáncer, la etapa en que se encuentra, las características genéticas del tumor, la salud general del paciente y los posibles efectos secundarios de cada opción terapéutica. Los médicos pueden combinar diferentes tipos de tratamientos o utilizar terapias secuenciales para lograr mejores resultados en el control del cáncer.

La supervivencia celular se refiere a la capacidad de las células para continuar viviendo y funcionando normalmente, incluso en condiciones adversas o estresantes. Esto puede incluir resistencia a fármacos citotóxicos, radiación u otros agentes dañinos. La supervivencia celular está regulada por una variedad de mecanismos, incluyendo la activación de rutas de reparación del ADN, la inhibición de apoptosis (muerte celular programada) y la promoción de la autofagia (un proceso de reciclaje celular). La supervivencia celular es un concepto importante en oncología, donde las células cancerosas a menudo desarrollan resistencia a los tratamientos contra el cáncer. También es relevante en el contexto de la medicina regenerativa y la terapia celular, donde el objetivo puede ser mantener la supervivencia y función de las células trasplantadas.

La adhesión bacteriana es el proceso por el cual las bacterias se unen a una superficie, como tejidos vivos o dispositivos médicos inertes. Este es un paso crucial en la patogénesis de muchas infecciones, ya que permite que las bacterias se establezcan y colonicen en un huésped.

La adhesión bacteriana generalmente involucra interacciones específicas entre moléculas de superficie bacterianas y receptores de la superficie del huésped. Las bacterias a menudo producen moléculas adhesivas llamadas "adhesinas" que se unen a los receptores correspondientes en el huésped, como proteínas o glucanos.

Después de la adhesión inicial, las bacterias pueden multiplicarse y formar una biofilm, una comunidad multicelular incrustada en una matriz de polímeros extracelulares producidos por las propias bacterias. Los biofilms pueden proteger a las bacterias de los ataques del sistema inmunológico del huésped y hacer que sean más resistentes a los antibióticos, lo que dificulta su eliminación.

La adhesión bacteriana es un proceso complejo que está influenciado por varios factores, como las propiedades de la superficie bacteriana y del huésped, las condiciones ambientales y el estado del sistema inmunológico del huésped. El estudio de la adhesión bacteriana es importante para comprender la patogénesis de las infecciones bacterianas y desarrollar nuevas estrategias terapéuticas para prevenirlas y tratarlas.

'Pseudomonas aeruginosa' es un tipo de bacteria gramnegativa, aerobia y ubiquitaria, capaz de sobrevivir en una gran variedad de ambientes debido a su resistencia a diversos factores estresantes. Es un patógeno oportunista común que puede causar infecciones nosocomiales y community-acquired en humanos, especialmente en individuos inmunodeprimidos o con sistemas de defensa alterados.

Las infecciones por 'Pseudomonas aeruginosa' pueden manifestarse en diversas partes del cuerpo, incluyendo el tracto respiratorio, la piel, los oídos, los ojos y el tracto urinario. También es una causa importante de neumonía asociada a ventiladores y bacteriemia. La bacteria produce una variedad de virulencia factors, como exotoxinas A y S, lipopolisacáridos y proteasas, que contribuyen a su patogenicidad y capacidad para evadir el sistema inmune.

Además, 'Pseudomonas aeruginosa' es conocida por su resistencia a una amplia gama de antibióticos, lo que dificulta su tratamiento clínico. La detección y el control de la propagación de esta bacteria en entornos hospitalarios son cruciales para prevenir infecciones nosocomiales graves y potencialmente mortales.

Una línea celular tumoral es una población homogénea y estable de células cancerosas que se han aislado de un tejido tumoral original y se cultivan en condiciones controladas en un laboratorio. Estas líneas celulares se utilizan ampliamente en la investigación oncológica para estudiar los procesos biológicos del cáncer, probar fármacos y desarrollar terapias antitumorales. Las células de una línea celular tumoral tienen la capacidad de dividirse indefinidamente en cultivo y mantener las características moleculares y fenotípicas del tumor original, lo que permite a los científicos realizar experimentos reproducibles y comparar resultados entre diferentes estudios. Las líneas celulares tumorales se obtienen mediante diversas técnicas, como la biopsia, la cirugía o la autopsia, y posteriormente se adaptan a las condiciones de cultivo en el laboratorio.

Las células HeLa son una línea celular inmortal que se originó a partir de un tumor canceroso de útero. La paciente de la cual se obtuvieron estas células fue Henrietta Lacks, una mujer afroamericana de 31 años de edad, diagnosticada con un agresivo cáncer cervical en 1951. Después de su muerte, se descubrió que las células cancerosas de su útero seguían creciendo y dividiéndose en cultivo de tejidos en el laboratorio.

Estas células tienen la capacidad de dividirse indefinidamente en un medio de cultivo, lo que las hace particularmente valiosas para la investigación científica. Desde su descubrimiento, las células HeLa han sido utilizadas en una amplia gama de estudios y experimentos, desde el desarrollo de vacunas hasta la investigación del cáncer y otras enfermedades.

Las células HeLa son extremadamente duraderas y robustas, lo que las hace fáciles de cultivar y manipular en el laboratorio. Sin embargo, también han planteado preocupaciones éticas importantes, ya que se han utilizado sin el consentimiento de la paciente o su familia durante muchos años. Hoy en día, los científicos están más conscientes de la necesidad de obtener un consentimiento informado antes de utilizar células y tejidos humanos en la investigación.

En términos médicos, los genes bacterianos se refieren a los segmentos específicos del material genético (ADN o ARN) que contienen la información hereditaria en las bacterias. Estos genes desempeñan un papel crucial en la determinación de las características y funciones de una bacteria, incluyendo su crecimiento, desarrollo, supervivencia y reproducción.

Los genes bacterianos están organizados en cromosomas bacterianos, que son generalmente círculos de ADN de doble hebra, aunque algunas bacterias pueden tener más de un cromosoma. Además de los cromosomas bacterianos, las bacterias también pueden contener plásmidos, que son pequeños anillos de ADN de doble o simple hebra que pueden contener uno o más genes y pueden ser transferidos entre bacterias mediante un proceso llamado conjugación.

Los genes bacterianos codifican para una variedad de productos genéticos, incluyendo enzimas, proteínas estructurales, factores de virulencia y moléculas de señalización. El estudio de los genes bacterianos y su función es importante para comprender la biología de las bacterias, así como para el desarrollo de estrategias de diagnóstico y tratamiento de enfermedades infecciosas causadas por bacterias.

La secuencia de bases, en el contexto de la genética y la biología molecular, se refiere al orden específico y lineal de los nucleótidos (adenina, timina, guanina y citosina) en una molécula de ADN. Cada tres nucleótidos representan un codón que especifica un aminoácido particular durante la traducción del ARN mensajero a proteínas. Por lo tanto, la secuencia de bases en el ADN determina la estructura y función de las proteínas en un organismo. La determinación de la secuencia de bases es una tarea central en la genómica y la biología molecular moderna.

Las "Células Tumorales Cultivadas" son células cancerosas que se han extraído de un tumor sólido o de la sangre (en el caso de leucemias) y se cultivan en un laboratorio para su estudio y análisis. Esto permite a los investigadores y médicos caracterizar las propiedades y comportamientos de las células cancerosas, como su respuesta a diferentes fármacos o tratamientos, su velocidad de crecimiento y la expresión de genes y proteínas específicas.

El cultivo de células tumorales puede ser útil en una variedad de contextos clínicos y de investigación, incluyendo el diagnóstico y pronóstico del cáncer, la personalización del tratamiento y el desarrollo de nuevos fármacos y terapias. Sin embargo, es importante tener en cuenta que las células cultivadas en un laboratorio pueden no comportarse exactamente igual que las células cancerosas en el cuerpo humano, lo que puede limitar la validez y aplicabilidad de los resultados obtenidos en estudios in vitro.

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