La carbutamida es un fármaco antidiabético oral, que pertenece a la clase de las sulfonilureas de acción corta. Se utiliza en el tratamiento de la diabetes mellitus tipo 2 para controlar los niveles elevados de glucosa en sangre. Funciona estimulando la liberación de insulina desde las células beta del páncreas, lo que ayuda a reducir la producción de glucosa en el hígado y aumenta la captación de glucosa por parte de los tejidos periféricos.

La carbutamida se administra por vía oral, generalmente en dos tomas al día, antes de las comidas. Los efectos hipoglucemiantes suelen aparecer entre 30 minutos y 2 horas después de la ingesta y pueden durar hasta unas 8 horas.

Al igual que otras sulfonilureas, la carbutamida puede producir efectos secundarios como hipoglucemia (bajada excesiva de azúcar en sangre), aumento de peso, trastornos gastrointestinales y, en raras ocasiones, reacciones alérgicas. Además, su uso está contraindicado en pacientes con hipersensibilidad a las sulfonilureas, insuficiencia hepática grave, insuficiencia renal severa, enfermedades que afecten al sistema inmunitario y en mujeres embarazadas o lactantes.

Es importante que la carbutamida se use bajo estricto control médico, ya que su dosis debe ajustarse individualmente en función del nivel de glucemia y de la respuesta clínica de cada paciente. Además, es fundamental mantener una dieta equilibrada y realizar ejercicio físico regular para optimizar el control metabólico y reducir el riesgo de complicaciones asociadas a la diabetes.