Captopril
Inhibidores de la Enzima Convertidora de Angiotensina
Prolina
Renografía por Radioisótopo
Renina
Sistema Renina-Angiotensina
Angiotensina I
Tecnecio Tc 99m Mertiatida
Angiotensina II
Peptidil-Dipeptidasa A
Pentetato de Tecnecio Tc 99m
Hidroclorotiazida
Ácido Yodohipúrico
Hipertensión
Saralasina
Enalapril
Isosorbida
Antihipertensivos
Quininas
Bradiquinina
Ratas Consanguíneas SHR
Obstrucción de la Arteria Renal
Losartán
Dinitrato de Isosorbide
Receptores de Bradiquinina
Aldosterona
Hemodinámica
Tetrazoles
Antagonistas de Receptores de Angiotensina
Enalaprilato
Riñón
Enciclopedias como Asunto
Receptores de Angiotensina
Receptor de Angiotensina Tipo 1
El captopril es un fármaco inhibidor de la enzima convertidora de angiotensina (IECA) que se utiliza principalmente en el tratamiento de la hipertensión arterial y la insuficiencia cardíaca congestiva. También puede utilizarse para tratar otros trastornos cardiovasculares y renales, como la nefropatía diabética.
El captopril actúa mediante la inhibición de la enzima convertidora de angiotensina (ECA), lo que impide la conversión de la angiotensina I en angiotensina II, una potente vasoconstrictora que aumenta la presión arterial. Al inhibir la formación de angiotensina II, el captopril produce una disminución de la resistencia vascular periférica y un aumento del flujo sanguíneo renal, lo que resulta en una reducción de la presión arterial y una mejora de la función cardíaca y renal.
El captopril se administra por vía oral y su duración de acción es de aproximadamente 12 horas. Los efectos secundarios más comunes del captopril incluyen tos seca, cansancio, dolor de cabeza, mareos, náuseas y erupciones cutáneas. En raras ocasiones, el captopril puede causar angioedema, una hinchazón grave de la cara, los labios, la lengua, la garganta o la laringe que puede dificultar la respiración y requerir atención médica inmediata.
Los Inhibidores de la Enzima Convertidora de Angiotensina (IECA), también conocidos como inhibidores de la ECA, son un grupo de fármacos que se utilizan principalmente en el tratamiento de diversas afecciones cardiovasculares y renales. Estos medicamentos funcionan bloqueando la acción de una enzima llamada 'enzima convertidora de angiotensina', la cual desempeña un papel crucial en la regulación de la presión arterial y el flujo sanguíneo en el cuerpo.
La angiotensina es una hormona que, cuando se activa por la enzima convertidora de angiotensina, provoca la constricción de los vasos sanguíneos (vasoconstricción), lo que aumenta la presión arterial. Además, estimula la producción de aldosterona, una hormona que hace que los riñones retengan más sodio y agua, también contribuyendo al aumento de la presión arterial.
Los inhibidores de la ECA bloquean la acción de la enzima convertidora de angiotensina, impidiendo así la conversión de angiotensina I a angiotensina II y reduciendo los niveles de aldosterona. Esto provoca una relajación de los vasos sanguíneos (vasodilatación), disminuyendo la resistencia vascular periférica y, en consecuencia, la presión arterial.
Algunos ejemplos comunes de inhibidores de la ECA incluyen el captopril, el enalapril, el lisinopril y el ramipril. Estos fármacos se recetan a menudo para tratar la hipertensión arterial, la insuficiencia cardíaca congestiva, los daños posteriores a un infarto de miocardio y algunas enfermedades renales como la nefropatía diabética.
La prolina es un aminoácido no esencial, lo que significa que el cuerpo puede sintetizarlo por sí solo a partir de otros compuestos. Es una parte importante de las proteínas y se clasifica como un aminoácido glucogénico, lo que significa que puede convertirse en glucosa para su uso como fuente de energía.
La prolina tiene una estructura cíclica única en la que el grupo amino (-NH2) se une al grupo carboxilo (-COOH) formando un anillo, lo que le confiere propiedades químicas y funcionales especiales. Se encuentra ampliamente distribuida en las proteínas del tejido conectivo como el colágeno y la elastina, donde desempeña un papel importante en mantener su estructura y función.
En medicina, se ha investigado el posible papel de la prolina en diversas condiciones de salud, incluyendo enfermedades cardiovasculares, cáncer y enfermedades neurodegenerativas. Sin embargo, aún se necesita más investigación para comprender plenamente su función y su potencial como diana terapéutica.
La renografía por radioisótopo es un examen de diagnóstico médico que utiliza pequeñas cantidades de material radiactivo (radioisótopos) para evaluar la función renal. Implica la inyección intravenosa de un radiofármaco, como el tecnecio-99m mercaptoacetiltriglicina (MAG3) o el tecnecio-99m diétilentriaminopentaacético (DTPA).
Después de la inyección, se utilizan equipos especiales de detección gamma para seguir la trayectoria del radiofármaco a través de los riñones y medir cómo es excretado por el organismo. Esto proporciona información sobre la velocidad de filtración glomerular (VFG), que es un indicador importante de la función renal, así como sobre posibles obstrucciones en el sistema urinario.
La prueba puede ayudar a diagnosticar una variedad de trastornos renales, incluyendo insuficiencia renal, enfermedades del tracto urinario superior, hidronefrosis y otras afecciones que afectan el flujo de orina. También se utiliza para evaluar la eficacia de los tratamientos renales, como la cirugía o la terapia con stents.
Como cualquier procedimiento médico que involucre radiación, la renografía por radioisótopo conlleva un pequeño riesgo asociado a la exposición a la radiación. Sin embargo, los beneficios de obtener información precisa y oportuna sobre la función renal suelen superar este riesgo.
La renina es una enzima producida por las células juxtaglomerulares del riñón. Es secretada en respuesta a la disminución del volumen sanguíneo, la concentración de sodio o el estímulo simpático. La función principal de la renina es activar la cascada del sistema renina-angiotensina-aldosterona, que desempeña un papel crucial en la regulación del equilibrio hídrico y electrolítico y la presión arterial.
La renina actúa sobre el substrato globulina angiotensinógeno, presente en el plasma sanguíneo, para formar angiotensina I. Posteriormente, la angiotensina I se convierte en angiotensina II mediante la acción de la enzima convertidora de angiotensina (ECA). La angiotensina II es un potente vasoconstrictor y también estimula la secreción de aldosterona por la glándula suprarrenal, lo que lleva a la reabsorción de sodio y agua en el túbulo contorneado distal del riñón, aumentando así el volumen sanguíneo y la presión arterial.
La medición de los niveles de renina en sangre puede ser útil en el diagnóstico y seguimiento de diversas condiciones clínicas, como la hipertensión renovascular, la insuficiencia renal crónica o algunos trastornos endocrinos.
La presión sanguínea se define como la fuerza que ejerce la sangre al fluir a través de los vasos sanguíneos, especialmente las arterias. Se mide en milímetros de mercurio (mmHg) y se expresa normalmente como dos números. El número superior o superior es la presión sistólica, que representa la fuerza máxima con la que la sangre se empuja contra las paredes arteriales cuando el corazón late. El número inferior o inferior es la presión diastólica, que refleja la presión en las arterias entre latidos cardíacos, cuando el corazón se relaja y se llena de sangre.
Una lectura típica de presión arterial podría ser, por ejemplo, 120/80 mmHg, donde 120 mmHg corresponde a la presión sistólica y 80 mmHg a la presión diastólica. La presión sanguínea normal varía según la edad, el estado de salud general y otros factores, pero en general, un valor inferior a 120/80 mmHg se considera una presión sanguínea normal y saludable.
La hipertensión renovascular, también conocida como hipertensión arteriosclerótica renovascular (HAR), es un tipo de hipertensión secundaria. Se caracteriza por un aumento en la presión arterial debido a una estenosis (estrechamiento) de las arterias renales, que son los vasos sanguíneos que llevan sangre al riñón. Esta estenosis generalmente es causada por una afección llamada aterosclerosis, en la cual se acumulan grasas, colesterol y otros depósitos en las paredes de los vasos sanguíneos, lo que hace que se endurezcan y se vuelvan más estrechos.
La estenosis renal impide que la sangre fluya libremente hacia el riñón, lo que a su vez puede afectar la capacidad del riñón para regular la presión arterial. Cuando el flujo sanguíneo al riñón se reduce, el riñón puede producir más renina, una enzima que desencadena una serie de reacciones químicas en el cuerpo que aumentan la presión arterial. Esta respuesta es parte del sistema renina-angiotensina-aldosterona, un mecanismo natural del cuerpo para regular la presión arterial.
La hipertensión renovascular a menudo no presenta síntomas durante las etapas iniciales y puede pasar desapercibida hasta que se detectan niveles elevados de presión arterial. Sin embargo, en algunos casos, la persona puede experimentar dolor de cabeza, mareos, visión borrosa o sangrado nasal. Si no se trata, la hipertensión renovascular puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, como ataque cardíaco e insuficiencia renal. El tratamiento generalmente implica medicamentos para controlar la presión arterial y, en algunos casos, intervenciones quirúrgicas o procedimientos de cateterismo para mejorar el flujo sanguíneo al riñón.
El sistema renina-angiotensina (SRA) es un mecanismo hormonal crucial en la homeostasis del volumen extracelular y la presión arterial. Implica una cascada de reacciones enzimáticas que comienza con la liberación de renina por los riñones, seguida de la conversión de angiotensinógeno a angiotensina I, y finalmente a angiotensina II mediante la enzima convertidora de angiotensina (ECA).
La angiotensina II es un potente vasoconstrictor que aumenta la resistencia vascular periférica y, por lo tanto, la presión arterial. También estimula la producción de aldosterona en la corteza suprarrenal, lo que lleva a una mayor reabsorción de sodio e incluso más retención de agua en los riñones, aumentando así el volumen extracelular y la presión arterial.
Además, la angiotensina II interactúa con receptores en diversos tejidos, como el corazón, los vasos sanguíneos y el cerebro, donde regula diversas funciones fisiológicas, incluyendo el crecimiento celular, la proliferación y la supervivencia celular.
El sistema renina-angiotensina está estrechamente regulado por varios factores, como la concentración de sodio en la sangre, los niveles de potasio, la actividad simpática y los factores renales, como el flujo sanguíneo renal y la concentración de oxígeno.
Los inhibidores de la ECA y los antagonistas del receptor de angiotensina II son fármacos ampliamente utilizados en el tratamiento de la hipertensión arterial y otras afecciones cardiovasculares, ya que interfieren con este sistema para reducir la presión arterial y proteger contra los daños cardiovasculares.
La angiotensina I es una forma inactiva de una hormona peptídica que se produce en el cuerpo humano. Es el resultado de la acción de una enzima llamada renina sobre una proteína sanguínea llamada angiotensinógeno. La angiotensina I, por sí sola, no tiene un efecto significativo en el cuerpo. Sin embargo, cuando es convertida en angiotensina II por la enzima convertidora de angiotensina (ECA), causa la vasoconstricción de los vasos sanguíneos y aumenta la presión arterial. También estimula la liberación de aldosterona, una hormona que hace que los riñones retengan sodio y agua, lo que también puede elevar la presión arterial. La angiotensina I es un objetivo importante en el tratamiento de la hipertensión arterial y la insuficiencia cardíaca congrestiva.
Tecnecio Tc 99m Mertiatida es un compuesto radiofarmacéutico utilizado en medicina nuclear como agente de diagnóstico. El tecnecio-99m es un isótopo radiactivo con una vida media relativamente corta (6 horas) que emite rayos gamma, lo que lo hace ideal para la imagenología médica.
Mertiatida es un ligando químico al que se une el tecnecio-99m para formar este compuesto. Cuando se inyecta en el cuerpo, se distribuye principalmente en los tejidos extracelulares y es excretado por los riñones. La radiación emitida por el tecnecio-99m puede ser detectada por equipos de imagenología médica, lo que permite la visualización de diversas estructuras y procesos fisiológicos dentro del cuerpo.
Este agente de diagnóstico se utiliza comúnmente en procedimientos de medicina nuclear como la angiografía, la gammagrafía renal y la detección de tumores y metástasis. Sin embargo, su uso debe ser supervisado por profesionales médicos capacitados y sus dosis deben ser controladas cuidadosamente para minimizar los riesgos potenciales asociados con la exposición a la radiación.
La angiotensina II es una sustancia química que estrecha (contrae) los vasos sanguíneos y, por lo tanto, aumenta la presión arterial. Es producida por la acción de una enzima llamada convertasa de angiotensina sobre la angiotensina I, que es una forma menos activa de la angiotensina. La angiotensina II también estimula la liberación de aldosterona desde las glándulas suprarrenales, lo que lleva a un aumento en la reabsorción de sodio y agua en los riñones, lo que también puede elevar la presión arterial. Los medicamentos llamados inhibidores de la ECA (inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina) y los antagonistas del receptor de angiotensina II se utilizan para tratar la hipertensión arterial al interferir con la formación o el efecto de la angiotensina II.
La peptidil-dipeptidasa A, también conocida como angiotensina-conversión enzima 1 (ACE1), es una enzima que desempeña un papel crucial en el sistema renina-angiotensina-aldosterona (RAAS), el cual regula la presión arterial y el equilibrio de líquidos en el cuerpo.
La ACE1 convierte la angiotensina I, un decapéptido inactivo, en angiotensina II, un octapéptido activo, mediante la eliminación de dos aminoácidos de su extremo C-terminal. La angiotensina II es un potente vasoconstrictor que aumenta la presión arterial y estimula la liberación de aldosterona, una hormona que promueve la reabsorción de sodio y agua a nivel renal, lo que también contribuye al aumento de la presión arterial.
Además, la ACE1 inactiva la bradiquinina, un potente vasodilatador y mediador inflamatorio, mediante su descomposición en fragmentos inactivos. Por lo tanto, la inhibición de la ACE1 puede aumentar los niveles de bradiquinina y disminuir los niveles de angiotensina II, resultando en una disminución de la presión arterial y una mayor protección frente a daños cardiovasculares e insuficiencia renal. Los inhibidores de la ECA son fármacos ampliamente utilizados en el tratamiento de la hipertensión arterial, la insuficiencia cardíaca y la enfermedad renal crónica.
El pentetato de tecnecio Tc 99m es un compuesto radioactivo utilizado en procedimientos diagnósticos en medicina nuclear. Es una forma de tecnecio-99m, un isótopo del elemento tecnecio, que emite rayos gamma y tiene una vida media relativamente corta de aproximadamente 6 horas.
El pentetato de tecnecio Tc 99m se utiliza comúnmente en el estudio de la perfusión cerebral, para evaluar el flujo sanguíneo al cerebro y detectar posibles problemas como la falta de riego sanguíneo en ciertas áreas del cerebro. También se puede usar en estudios renales, hépatobiliares y oncológicos.
Después de ser inyectado en el paciente, el pentetato de tecnecio Tc 99m se distribuye en el cuerpo y emite rayos gamma que pueden ser detectados por una cámara gamma o un escáner SPECT (tomografía computarizada de emisión monofotónica), lo que permite crear imágenes detalladas del flujo sanguíneo y la actividad metabólica en diferentes órganos y tejidos.
Como con cualquier procedimiento médico que involucre radiación, se deben tomar precauciones adecuadas para minimizar la exposición a la radiación y garantizar la seguridad del paciente y el personal médico.
La hidroclorotiazida es un diurético tiazídico, que actúa en el túbulo distal contorneado dilatado del riñón para inhibir la reabsorción de sodio y cloro, aumentando así la excreción urinaria de agua y electrolitos. Esto conduce a una disminución en el volumen intravascular y, por lo tanto, reduce la precarga cardíaca, lo que resulta en una disminución de la presión arterial.
La hidroclorotiazida también puede reducir la secreción de insulina y aumentar la resistencia periférica a la insulina, lo que podría tener un efecto adverso en el control glucémico en personas con diabetes. Además, puede disminuir los niveles séricos de potasio, magnesio y ácido úrico, lo que podría provocar hipopotasemia, hipomagnesemia e hiperuricemia, respectivamente.
La hidroclorotiazida se utiliza comúnmente en el tratamiento de la hipertensión arterial y la insuficiencia cardíaca congestiva, así como en el manejo del edema asociado con diversas condiciones médicas, como la enfermedad renal crónica. También se puede recetar para tratar el síndrome hiperglucémico hiperosmolar no cetósico (HHS) y la cetoacidosis diabética (DKA).
El ácido yodohipúrico es un compuesto químico que contiene yodo, el cual se produce en el cuerpo humano como resultado del metabolismo del yoduro por la glándula tiroides. La tiroides necesita yodo para producir las hormonas tiroideas, y una pequeña cantidad de este yodo se convierte en ácido yodohipúrico y se excreta a través de los riñones en la orina.
En condiciones normales, la concentración de ácido yodohipúrico en la orina es baja. Sin embargo, ciertas condiciones médicas pueden hacer que la concentración de este compuesto en la orina aumente. Por ejemplo, algunos trastornos tiroideos, como el hipertiroidismo o la enfermedad de Graves, pueden causar un aumento en la producción de ácido yodohipúrico.
La medición de los niveles de ácido yodohipúrico en la orina puede ser útil en el diagnóstico y el seguimiento del tratamiento de ciertas afecciones tiroideas. Sin embargo, es importante tener en cuenta que otros factores también pueden influir en los niveles de este compuesto en la orina, como la ingesta de yodo o la exposición al humo del tabaco.
En resumen, el ácido yodohipúrico es un compuesto químico que se produce en el cuerpo humano como resultado del metabolismo del yoduro por la glándula tiroides. La medición de los niveles de ácido yodohipúrico en la orina puede ser útil en el diagnóstico y el seguimiento del tratamiento de ciertas afecciones tiroideas.
La hipertensión, también conocida como presión arterial alta, es una afección médica en la que las fuerzas contra las paredes de las arterias son consistentemente más altas que lo normal. La presión arterial se mide en milímetros de mercurio (mmHg) y consta de dos números:
1. La presión arterial sistólica, que es la fuerza a la que tu corazón bombea sangre hacia tus arterias. Normalmente, este valor se encuentra en el rango de 120 mmHg o por debajo.
2. La presión arterial diastólica, que es la resistencia de las arterias a la circulación de la sangre cuando tu corazón está en reposo entre latidos. Normalmente, este valor se encuentra en el rango de 80 mmHg o por debajo.
La hipertensión se define como una presión arterial sistólica igual o superior a 130 mmHg y/o una presión arterial diastólica igual o superior a 80 mmHg, de acuerdo con los Lineamientos de la Sociedad Americana de Hipertensión (ASH), la Asociación Americana del Corazón (AHA) y el Colegio Americano de Cardiología (ACC) en 2017.
Existen diferentes grados o categorías de hipertensión, como:
- Etapa 1: Presión arterial sistólica entre 130-139 mmHg o presión arterial diastólica entre 80-89 mmHg.
- Etapa 2: Presión arterial sistólica de 140 mmHg o más alta o presión arterial diastólica de 90 mmHg o más alta.
- Hipertensión de emergencia: Presión arterial sistólica mayor o igual a 180 mmHg y/o presión arterial diastólica mayor o igual a 120 mmHg, que requiere atención médica inmediata.
La hipertensión es un factor de riesgo importante para enfermedades cardiovasculares, como infartos y accidentes cerebrovasculares, por lo que su detección temprana y control adecuado son cruciales para prevenir complicaciones graves.
Saralasina es un fármaco inhibidor competitivo de los receptores de angiotensina II. Se une a los receptores AT1 y AT2, pero su unión al receptor AT1 previene la activación del receptor por la angiotensina II, lo que resulta en una variedad de efectos farmacológicos, como la vasodilatación y la reducción de la presión arterial. Saralasina se utiliza en investigaciones científicas y médicas para estudiar los sistemas renina-angiotensina y sus efectos sobre diversos procesos fisiológicos y patológicos, pero no se utiliza ampliamente en el tratamiento clínico de las enfermedades humanas.
Enalapril es un fármaco inhibidor de la enzima convertidora de angiotensina (IECA) utilizado principalmente en el tratamiento de la hipertensión arterial, insuficiencia cardíaca congestiva y trastornos renales relacionados con diabetes o hipertensión. Funciona mediante la inhibición de la conversión de angiotensina I en angiotensina II, lo que resulta en una vasodilatación periférica, disminución del volumen efectivo de plasma y reducción de la resistencia vascular sistémica. Esto conduce a una disminución de la presión arterial y una mejora en la función cardíaca y renal. Los efectos adversos comunes incluyen tos seca, mareos, cansancio y aumento de los niveles de potasio en sangre. Es importante que el uso de este medicamento sea supervisado por un profesional médico capacitado, ya que requiere un monitoreo cuidadoso de la función renal, el equilibrio electrolítico y la presión arterial.
Isosorbide es un compuesto orgánico que se utiliza principalmente en la industria farmacéutica como agente activo en varios medicamentos, especialmente aquellos destinados al tratamiento de afecciones cardiovasculares. Desde el punto de vista médico, isosorbide es un relajante del músculo liso, lo que significa que ayuda a relajar y ensanchar los vasos sanguíneos, mejorando así el flujo sanguíneo y reduciendo la presión arterial.
Existen dos formas principales de isosorbide disponibles en el mercado farmacéutico: dinitrato e mononitrato. El isosorbide dinitrato (ISDN) se utiliza principalmente para tratar el angina de pecho, un síntoma común de enfermedad cardiovascular, al disminuir la demanda de oxígeno del miocardio y reducir el trabajo del corazón. El isosorbide mononitrato (ISMN), por otro lado, se prescribe con mayor frecuencia para prevenir los ataques de angina en lugar de aliviar los síntomas agudos.
Ambas formas de isosorbide actúan mediante la liberación de óxido nítrico (NO), un potente vasodilatador, en el cuerpo. El NO estimula la producción de una sustancia química llamada guanosina monofosfato cíclico (cGMP), que relaja los músculos lisos de las paredes arteriales y provoca su dilatación, lo que resulta en una disminución de la presión arterial y un aumento del flujo sanguíneo.
Es importante tener en cuenta que el uso a largo plazo de isosorbide puede provocar la aparición de tolerancia y la pérdida de su eficacia terapéutica. Por lo tanto, los médicos pueden recetar dosis más altas o combinar isosorbide con otros medicamentos para tratar la angina de pecho resistente al tratamiento. Además, el uso concomitante de isosorbide y inhibidores de la fosfodiesterasa-5 (PDE5), como el sildenafil (Viagra) o el tadalafil (Cialis), puede causar una disminución peligrosa de la presión arterial y requiere precaución clínica.
Los antihipertensivos son una clase de medicamentos utilizados para tratar la hipertensión arterial, o presión arterial alta. La presión arterial alta es una afección médica en la cual la fuerza de la sangre contra las paredes de las arterias es lo suficientemente alta como para causar posibles daños a los órganos y tejidos del cuerpo.
Existen varios tipos de antihipertensivos, cada uno con diferentes mecanismos de acción. Algunos ejemplos comunes incluyen:
1. Diuréticos: ayudan al cuerpo a eliminar el exceso de líquido y sodio, reduciendo así la presión arterial.
2. Bloqueadores beta-adrenérgicos: relajan los músculos de las paredes arteriales, disminuyendo la resistencia al flujo sanguíneo y por lo tanto la presión arterial.
3. Inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA): impiden la formación de una sustancia química llamada angiotensina II, la cual estrecha los vasos sanguíneos y aumenta la presión arterial.
4. Bloqueadores de los canales de calcio: relajan los músculos de las paredes arteriales y disminuyen la resistencia al flujo sanguíneo, reduciendo así la presión arterial.
5. Antagonistas de los receptores de angiotensina II: impiden que la angiotensina II actúe sobre los receptores en las paredes arteriales, relajando los músculos y reduciendo la presión arterial.
La elección del tipo de antihipertensivo dependerá de varios factores, como la gravedad de la hipertensión arterial, la presencia de otras afecciones médicas y los posibles efectos secundarios del medicamento. En algunos casos, se pueden recetar combinaciones de diferentes tipos de antihipertensivos para lograr un mejor control de la presión arterial.
La quinina es un alcaloide que se encuentra naturalmente en la corteza del árbol de quina (Cinchona spp.). Se ha utilizado durante siglos como un tratamiento para el paludismo, una enfermedad causada por parásitos protozoarios que se transmiten a través de las picaduras de mosquitos infectados.
La acción antipalúdica de la quinina se produce cuando el fármaco interfiere con la capacidad del parásito para digerir la hemoglobina, un componente importante de los glóbulos rojos. Esto lleva a la muerte del parásito y la resolución de los síntomas de la enfermedad.
Además de su uso en el tratamiento del paludismo, la quinina también se ha utilizado para tratar otras afecciones médicas, como el dolor muscular, las convulsiones y la artritis reumatoide. Sin embargo, debido a sus efectos secundarios potencialmente graves, su uso está actualmente limitado en muchas partes del mundo.
La quinina también se utiliza en la industria alimentaria como saborizante amargo, especialmente en las bebidas tonicas y los refrescos de cola. Sin embargo, debido a los riesgos para la salud asociados con su uso, la FDA ha limitado su uso como aditivo alimentario en los Estados Unidos.
La bradiquinina es una pequeña proteína, también conocida como péptido, que está involucrada en diversos procesos inflamatorios y dolorosos en el cuerpo humano. Es liberada por el sistema de coagulación sanguínea durante el proceso de la coagulación y también es producida por células blancas de la sangre llamadas neutrófilos y mastocitos durante una respuesta inflamatoria.
La bradiquinina produce sus efectos al unirse a receptores específicos en la superficie de las células, lo que desencadena una serie de respuestas celulares. Algunos de los efectos de la bradiquinina incluyen la dilatación de los vasos sanguíneos, aumento de la permeabilidad vascular (lo que permite que las proteínas y células blancas de la sangre salgan de los vasos sanguíneos e ingresen al tejido), contracción del músculo liso y estimulación de las neuronas sensoriales involucradas en la transmisión del dolor.
Debido a su papel en la inflamación y el dolor, la bradiquinina se ha investigado como un posible objetivo terapéutico para una variedad de condiciones médicas, incluyendo trastornos cardiovasculares, dolor crónico y enfermedades autoinmunes. Sin embargo, aún queda mucho por aprender sobre la función exacta de la bradiquinina en el cuerpo humano y cómo puede ser manipulada con fines terapéuticos.
La definición médica de "Ratas Consanguíneas SHR" es la siguiente:
Las ratas consanguíneas SHR (Spontaneously Hypertensive Rats) son una cepa de ratas que desarrollan hipertensión espontánea y fueron desarrolladas por selectivamente criar ratas Wistar con tendencias a la hipertensión. Estas ratas se han utilizado ampliamente en investigaciones médicas como un modelo animal para estudiar los mecanismos fisiológicos y patológicos de la hipertensión arterial humana y las enfermedades relacionadas, como la enfermedad renal y cardiovascular.
Las ratas SHR desarrollan hipertensión a una edad temprana y tienen niveles elevados de resistencia vascular periférica y rigidez arterial. También presentan alteraciones en el sistema renina-angiotensina-aldosterona, que desempeña un papel importante en la regulación de la presión arterial. Además, las ratas SHR desarrollan cambios estructurales y funcionales en los vasos sanguíneos y órganos diana, como el corazón y los riñones, que se asemejan a los observados en humanos con hipertensión.
La consanguinidad en las ratas SHR se refiere al hecho de que estas ratas se han criado selectivamente durante muchas generaciones, lo que ha llevado a una disminución de la diversidad genética y un aumento de la homocigosidad en sus genomas. Esto puede ser útil para los estudios genéticos, ya que facilita la identificación de genes específicos asociados con la hipertensión y otras enfermedades relacionadas.
En resumen, las ratas consanguíneas SHR son un modelo animal ampliamente utilizado en la investigación médica para estudiar los mecanismos de la hipertensión arterial y las enfermedades relacionadas. Su homocigosidad genética puede ser útil para el estudio de genes específicos asociados con la enfermedad.
La hidralazina es un fármaco vasodilatador que actúa relajando el músculo liso vascular, lo que provoca la dilatación de los vasos sanguíneos y, en consecuencia, una disminución de la resistencia vascular periférica. Esto lleva a un aumento del flujo sanguíneo y una reducción de la presión arterial.
Se utiliza principalmente en el tratamiento de la hipertensión arterial y, ocasionalmente, en el manejo de la insuficiencia cardíaca congestiva. También se ha empleado en el contexto del manejo de crisis hipertensivas, como las que pueden ocurrir durante un parto complicado.
Los efectos secundarios comunes incluyen dolor de cabeza, rubor, náuseas y taquicardia. El uso a largo plazo puede estar asociado con más riesgo de efectos adversos, como la retinopatía y el daño renal. La hidralazina debe administrarse bajo la supervisión médica cuidadosa, ya que su uso puede desencadenar reacciones adversas graves, especialmente en dosis altas, incluyendo hipotensión grave, insuficiencia cardíaca congestiva y arritmias.
La obstrucción de la arteria renal se refiere a una condición médica en la cual el flujo sanguíneo hacia uno o ambos riñones está bloqueado o significativamente disminuido, generalmente debido a un coágulo de sangre (trombosis) o acumulación de material (embolia) que impide el paso de la sangre. Esta situación puede provocar una disfunción renal aguda o crónica, dependiendo de la gravedad y duración de la obstrucción.
La sintomatología asociada a esta afección puede variar desde dolor en la zona lumbar, hipertensión arterial e hematuria (sangre en la orina) hasta insuficiencia renal aguda o crónica, dependiendo de si la obstrucción es total o parcial y del tiempo de evolución. El diagnóstico se realiza mediante estudios de imagen como Doppler renal, angiografía o escáneres TAC, y el tratamiento puede incluir medidas farmacológicas, trombólisis o intervenciones quirúrgicas, según la causa subyacente y la gravedad de los síntomas.
El losartán es un fármaco antihipertensivo que pertenece a la clase de los antagonistas de los receptores de angiotensina II (ARA-II). Se utiliza principalmente para tratar la hipertensión arterial y la insuficiencia cardíaca congestiva. También se ha demostrado que reduce el riesgo de accidente cerebrovascular en pacientes con hipertensión y disfunción left ventricular.
El losartán actúa bloqueando los efectos de la angiotensina II, una hormona que estrecha los vasos sanguíneos y aumenta la presión arterial. Al bloquear los receptores de angiotensina II en el cuerpo, el losartán relaja y ensancha los vasos sanguíneos, lo que ayuda a disminuir la presión arterial alta y mejorar el flujo sanguíneo.
El fármaco se administra por vía oral y suele tomarse una vez al día. Los efectos hipotensores del losartán pueden ser más pronunciados en las primeras dos semanas de tratamiento, y la presión arterial debe controlarse regularmente para ajustar la dosis según sea necesario.
Los posibles efectos secundarios del losartán incluyen mareos, fatiga, dolor de cabeza, tos seca y náuseas. En raras ocasiones, puede causar insuficiencia renal o hepática, por lo que es importante controlar regularmente la función renal y hepática durante el tratamiento con este medicamento.
El losartán está contraindicado en mujeres embarazadas y en personas alérgicas a este fármaco o a otros ARA-II. Es importante informar a su médico sobre todos los medicamentos que está tomando, ya que el losartán puede interactuar con algunos fármacos, como los diuréticos, los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA) y los antiinflamatorios no esteroideos (AINE).
El dinitrato de isosorbide es un medicamento nitrado que se utiliza principalmente en el tratamiento de la angina de pecho, una afección que causa dolor en el pecho y opresión debido a la insuficiencia de suministro de sangre al músculo cardíaco. Es un compuesto orgánico con la fórmula C4H6N2O8.
Este fármaco funciona relajando y ensanchando los vasos sanguíneos, lo que mejora el flujo sanguíneo y disminuye la carga de trabajo del corazón. El dinitrato de isosorbide está disponible en forma de tableta para ser administrado por vía oral y también se puede encontrar como solución para ser utilizada sublingualmente (debajo de la lengua).
Al igual que con otros nitratos, el cuerpo puede desarrollar tolerancia al dinitrato de isosorbide con el uso prolongado, lo que puede requerir un ajuste en la dosis para mantener su eficacia. Además, existe un riesgo de efectos secundarios graves, como hipotensión (presión arterial baja), taquicardia (ritmo cardíaco acelerado) e incluso shock, si no se administra y dosifica adecuadamente. Por lo tanto, su uso debe ser supervisado por un profesional médico capacitado.
Los receptores de bradiquinina son un tipo de receptores acoplados a proteínas G que se encuentran en la membrana celular. Se activan por la ligación con la bradiquinina, un péptido inflamatorio liberado durante el proceso de cascada del sistema de coagulación y también como resultado de la degradación de los kininógenos por las enzimas convertasas de kininas.
Existen dos tipos principales de receptores de bradiquinina, conocidos como B1 y B2. Los receptores B2 son activados por la bradiquinina y también por los péptidos relacionados como el kalikreina y el Lys-bradiquinina. Por otro lado, los receptores B1 se activan en respuesta a las situaciones de estrés celular o daño tisular y se unen específicamente con los productos de degradación de la bradiquinina, como el des-arg9-bradiquinina y el des-arg10-kallidina.
La activación de estos receptores desencadena una variedad de respuestas celulares, incluyendo la vasodilatación, aumento de la permeabilidad vascular, dolor y edema tisular. Los receptores de bradiquinina B2 se expresan constitutivamente en muchos tejidos, mientras que los receptores B1 se expresan principalmente bajo condiciones patológicas como la inflamación o la isquemia-reperfusión.
La importancia clínica de los receptores de bradiquinina radica en su papel en diversas enfermedades, incluyendo el asma, la artritis reumatoide, la enfermedad inflamatoria intestinal y la hipertensión arterial. Por lo tanto, los fármacos que bloquean estos receptores se han investigado como posibles tratamientos para estas condiciones.
La aldosterona es una hormona steroide producida por la corteza suprarrenal, más específicamente en las glándulas adrenales. Esta hormona desempeña un papel crucial en el mantenimiento del equilibrio de líquidos y electrolitos en el cuerpo, particularmente en la regulación de los niveles de sodio y potasio.
La aldosterona actúa sobre el riñón, aumentando la reabsorción de sodio y agua en la nefrona, mientras que incrementa la excreción de potasio. Esto lleva a un aumento del volumen sanguíneo y una elevación de la presión arterial.
La producción de aldosterona está controlada por el sistema renina-angiotensina-aldosterona, que se activa en respuesta a disminuciones en el flujo sanguíneo o en los niveles de sodio en la sangre. También puede ser estimulada por el estrés y por altos niveles de potasio en la sangre.
Un exceso de aldosterona, conocido como hiperaldosteronismo, puede conducir a un aumento en la presión arterial y a la pérdida de potasio, lo que puede causar debilidad muscular, calambres y arritmias cardíacas. Por otro lado, niveles bajos de aldosterona pueden llevar a desequilibrios electrolíticos y a una presión arterial baja.
La hemodinámica es una rama de la medicina y la fisiología que se ocupa del estudio de las fuerzas y procesos mecánicos que afectan la circulación sanguínea, especialmente en relación con el flujo sanguíneo, la presión arterial y la resistencia vascular. Se refiere a cómo funciona el sistema cardiovascular para mover la sangre a través del cuerpo. Esto incluye la medición de parámetros como la presión arterial, la frecuencia cardíaca, el volumen sistólico (la cantidad de sangre que el corazón bombea con cada latido) y la resistencia vascular periférica. La hemodinámica es crucial en el diagnóstico y tratamiento de varias condiciones médicas, especialmente enfermedades cardíacas y pulmonares.
Los tetrazoles son compuestos heterocíclicos que contienen un anillo de cuatro átomos de nitrógeno. No tienen un equivalente directo en la química médica o clínica, pero pueden ser importantes en el desarrollo de fármacos como anillos isosteros de los anillos benzénicos o piridínicos en ciertas moléculas. Esto significa que pueden reemplazar a estos anillos en una molécula mientras se mantienen propiedades farmacológicas similares, pero con posibles mejoras en la farmacocinética o toxicidad. Sin embargo, los tetrazoles en sí mismos no son medicamentos o drogas.
Los antagonistas de receptores de angiotensina (ARA) son un tipo de medicamento utilizado para tratar diversas afecciones cardiovasculares y renales, como la hipertensión arterial, la insuficiencia cardíaca congestiva y la enfermedad renal crónica.
La angiotensina II es una hormona que constreñe los vasos sanguíneos y aumenta la presión arterial. Los ARA bloquean la unión de la angiotensina II a sus receptores, lo que impide su acción vasoconstrictora y disminuye la presión arterial.
Además, los ARA también inhiben la producción de aldosterona, una hormona que hace que los riñones retengan sodio y agua, lo que también contribuye a aumentar la presión arterial. Al inhibir la acción de la angiotensina II y la producción de aldosterona, los ARA ayudan a relajar los vasos sanguíneos, aumentar el flujo sanguíneo y reducir la carga de trabajo del corazón.
Algunos ejemplos comunes de ARA incluyen los medicamentos como el losartán, valsartán, irbesartán, candesartán y telmisartán. Estos fármacos se suelen tomar por vía oral en forma de pastillas una o dos veces al día, según la prescripción médica.
Como con cualquier medicamento, los ARA pueden tener efectos secundarios y riesgos asociados, como hipotensión arterial, hiperpotasemia, insuficiencia renal e incremento de los niveles de creatinina en sangre. Por lo tanto, es importante que los pacientes informen a su médico sobre cualquier problema de salud preexistente, alergias y medicamentos que estén tomando antes de comenzar a tomar ARA.
El Enalaprilato es un fármaco que pertenece a la clase de inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA). Se utiliza principalmente en el tratamiento de la hipertensión arterial y la insuficiencia cardíaca congestiva. Actúa mediante la inhibición de la enzima convertidora de angiotensina, lo que impide la conversión de angiotensina I en angiotensina II, una potente vasoconstrictora. Como resultado, se produce una disminución de la resistencia vascular periférica y del volumen sanguíneo, lo que lleva a una reducción de la presión arterial.
El Enalaprilato es el metabolito activo del profármaco Enalapril. A diferencia del Enalapril, que se administra por vía oral, el Enalaprilato se administra generalmente por vía intravenosa en situaciones clínicas específicas, como la hipertensión severa o la insuficiencia cardíaca aguda.
Al igual que con otros IECA, el Enalaprilato puede producir efectos secundarios, como tos seca, hipotensión arterial, aumento de los niveles de potasio en sangre (hiperpotasemia), y disfunción renal en algunos pacientes. Por lo tanto, antes de su administración, es necesario evaluar cuidadosamente los beneficios y riesgos potenciales del fármaco en cada caso clínico individual.
La circulación renal se refiere al flujo sanguíneo específico a través de los riñones. Esto involucra la llegada de sangre venosa al riñón a través de la arteria renal, su paso a través del tejido renal y la salida de la sangre renovada a través de las venas renales hasta el sistema venoso general.
La arteria renal se divide en varias ramas más pequeñas (arteriolas) que irrigan los glomérulos, los cuales son racimos de capilares donde ocurre la filtración inicial de la sangre. La presión arterial alta en estos capilares fuerza el líquido y los desechos a través de una membrana delgada, separándolos de los glóbulos rojos y las proteínas más grandes.
Este filtrado inicial se recoge en el túbulo contorneado proximal y distal, donde se reabsorben selectivamente agua, glucosa, aminoácidos y otras sustancias útiles, mientras que los desechos y el exceso de líquido se convierten en orina.
La sangre renovada luego sale del riñón a través de las venas renales y regresa al torrente sanguíneo general. La circulación renal es fundamental para mantener la homeostasis corporal, eliminando los desechos y regulando el equilibrio de líquidos y electrolitos en el cuerpo.
El riñón es un órgano vital en el sistema urinario de los vertebrados. En humanos, normalmente hay dos riñones, cada uno aproximadamente del tamaño de un puño humano y ubicado justo arriba de la cavidad abdominal en ambos flancos.
Desde el punto de vista médico, los riñones desempeñan varias funciones importantes:
1. Excreción: Los riñones filtran la sangre, eliminando los desechos y exceso de líquidos que se convierten en orina.
2. Regulación hormonal: Ayudan a regular los niveles de varias sustancias en el cuerpo, como los electrolitos (sodio, potasio, cloro, bicarbonato) y hormonas (como la eritropoyetina, renina y calcitriol).
3. Control de la presión arterial: Los riñones desempeñan un papel crucial en el mantenimiento de la presión arterial normal mediante la producción de renina, que participa en el sistema renina-angiotensina-aldosterona, involucrado en la regulación del volumen sanguíneo y la resistencia vascular.
4. Equilibrio ácido-base: Ayudan a mantener un equilibrio adecuado entre los ácidos y las bases en el cuerpo mediante la reabsorción o excreción de iones de hidrógeno y bicarbonato.
5. Síntesis de glucosa: En situaciones de ayuno prolongado, los riñones pueden sintetizar pequeñas cantidades de glucosa para satisfacer las necesidades metabólicas del cuerpo.
Cualquier disfunción renal grave puede dar lugar a una enfermedad renal crónica o aguda, lo que podría requerir diálisis o un trasplante de riñón.
No existe una definición médica específica para "Enciclopedias como Asunto" ya que esta frase parece ser una expresión coloquial o un título en lugar de un término médico. Sin embargo, si nos referimos al término "enciclopedia" desde un punto de vista educativo o del conocimiento, podríamos decir que se trata de una obra de consulta que contiene información sistemática sobre diversas áreas del conocimiento, organizadas alfabética o temáticamente.
Si "Enciclopedias como Asunto" se refiere a un asunto médico en particular, podría interpretarse como el estudio o la investigación de diferentes aspectos relacionados con las enciclopedias médicas, como su historia, desarrollo, contenido, estructura, impacto en la práctica clínica y la educación médica, entre otros.
Sin un contexto más específico, es difícil proporcionar una definición médica precisa de "Enciclopedias como Asunto".
Los receptores de angiotensina son proteínas encontradas en la membrana celular que se unen a diversas moléculas y desencadenan respuestas fisiológicas específicas. En particular, los receptores de angiotensina II (tipo 1 o AT1 y tipo 2 o AT2) se activan por la hormona angiotensina II, que es un potente vasoconstrictor y regulador del equilibrio hídrico y electrolítico en el cuerpo.
El receptor de angiotensina tipo 1 (AT1) media la mayoría de los efectos fisiológicos de la angiotensina II, como la vasoconstricción, estimulación del sistema simpático, liberación de aldosterona y crecimiento celular. Por otro lado, el receptor de angiotensina tipo 2 (AT2) tiene efectos opuestos a los del AT1, como la vasodilatación, inhibición del crecimiento celular y neuroprotección.
Los fármacos que bloquean los receptores de angiotensina II (los llamados antagonistas de los receptores de angiotensina o ARB) se utilizan en el tratamiento de diversas afecciones cardiovasculares, como la hipertensión arterial, la insuficiencia cardíaca y la enfermedad renal crónica. Estos medicamentos bloquean la unión de la angiotensina II al receptor AT1, lo que resulta en una disminución de la resistencia vascular periférica, una reducción del volumen sanguíneo y una menor estimulación simpática. Todo esto contribuye a la reducción de la presión arterial y al mejoramiento de los síntomas y el pronóstico en pacientes con diversas afecciones cardiovasculares.
El Receptor de Angiotensina Tipo 1 (AT1) es un tipo de receptor de angiotensina que se une específicamente a la angiotensina II, uno de los principales efectores del sistema renina-angiotensina-aldosterona. Este sistema regula la presión arterial y el equilibrio de líquidos y electrolitos en el cuerpo.
El AT1 es un receptor acoplado a proteínas G que, cuando se une a la angiotensina II, activa una variedad de respuestas fisiológicas, incluyendo la vasoconstricción (estrechamiento de los vasos sanguíneos), la estimulación de la liberación de aldosterona para regular el equilibrio de sodio y potasio, y la promoción de la proliferación celular y la supervivencia celular.
La activación del receptor AT1 se ha relacionado con diversas enfermedades cardiovascularas, como la hipertensión arterial, la enfermedad cardíaca isquémica y la insuficiencia cardíaca congestiva. Los medicamentos que bloquean el receptor AT1, llamados antagonistas de los receptores de angiotensina II o ARB, se utilizan en el tratamiento de estas condiciones.