Anomalía congénita que se caracteriza por un bloqueo de las COANAS, aperturas entre la nariz y la NASOFARINGE. El bloqueo puede ser unilateral o bilateral, óseo o membranoso.
Anomalía congénita en la que algunas de las estructuras del ojo están ausentes debido a la fusión incompleta de la fisura intraocular fetal durante la gestación.
MEMBRANA MUCOSA que se extiende desde suelo de la boca a la superficie inferior de la lengua.
"Anomalías múltiles se refiere a la presencia de tres o más anomalías estructurales congénitas que afectan diferentes sistemas corporales, ocurriendo en un individuo como resultado de una alteración en el desarrollo embrionario."
Complejo de síntomas característicos.
Obstrucción progresiva o ausencia de todo o parte de los CONDUCTOS BILIARES extrahepáticos, dando lugar a una obstrucción completa del flujo de BILIS.Generalmente, la atresia biliar se encuentra en recien nacidos y supone un tercio de la ICTERICIA colestática neonatal.
Degeneración y reabsorción de un FOLÍCULO OVÁRICO antes de que madure y se rompa.
Obliteración congénita de la luz del intestino, con el ILEON comprometido en el 50 por ciento de los casos, al que siguen en frecuencia el YEYUNO y el DUODENO. Es la causa más frecuente de OBSTRUCCIÓN INTESTINAL en el RECIÉN NACIDO (Adaptación del original: Stedman, 25a ed).
Anomalía congénita caracterizada por la falta de desarrollo completo del ESÓFAGO, que habitualmente se produce con FÍSTULA TRAQUEOESOFÁGICA. Los síntomas incluyen SALIVACIÓN excesiva, ATRAGANTAMIENTO, CIANOSIS y DISNEA.

La atresia de coanas es una rara malformación congénita en la que los orificios posteriores de las fosas nasales, conocidos como coanos, están ausentes o cerrados. Esta afección puede afectar un lado (unilateral) o ambos lados (bilateral). Cuando es bilateral, puede causar problemas para respirar al bebé inmediatamente después del nacimiento. Puede ser acompañada por otras anomalías congénitas, especialmente en el sistema auditivo. El tratamiento generalmente implica una cirugía reconstructiva para crear una abertura adecuada entre la nariz y la garganta.

Un coloboma es una brecha o abertura congénita en alguna estructura del ojo que ocurre durante el desarrollo fetal. Usualmente se encuentra en la parte posterior del iris (la parte coloreada del ojo), pero también puede afectar al cristalino, la coroides (una membrana que contiene vasos sanguíneos y nutre los tejidos del ojo), la retina o el disco óptico.

Este defecto se produce cuando el tejido ocular no se cierra completamente durante las primeras etapas del desarrollo embrionario, dejando una abertura en forma de cuña o luna creciente. La gravedad y el tamaño del coloboma pueden variar considerablemente, desde pequeñas perforaciones casi invisibles hasta grandes lagunas que afectan significativamente la visión.

En algunos casos, los colobomas no causan ningún problema de visión y solo representan un defecto cosmético leve. Sin embargo, cuando el coloboma involucra al disco óptico o la retina, puede provocar deficiencias visuales graves, como ambliopía (ojo vago), estrabismo (desalineación de los ojos) o incluso ceguera parcial o total en el ojo afectado.

El coloboma es una condición congénita que no tiene cura, pero su impacto en la visión puede mitigarse mediante el uso de lentes correctoras, terapia visual o, en casos graves, cirugía reconstructiva. Es importante realizar un seguimiento y control regular con un oftalmólogo para monitorear el desarrollo del ojo y prevenir complicaciones adicionales.

El frenillo lingual, también conocido como frenulum linguae en términos anatómicos, es una banda delgada y suelta de tejido conectivo (ligamento) que se extiende desde la base de la lengua hasta el piso de la boca, específicamente entre el borde inferior de la lengua y el suelo de la boca detrás de los incisivos inferiores.

Su función principal es limitar el movimiento de la punta de la lengua y proporcionar una conexión entre la lengua y el piso de la boca. En algunos casos, un frenillo lingual muy corto o rígido puede restringir excesivamente el movimiento de la lengua, lo que se denomina anquiloglosia o "lengua atada". Esta condición puede causar dificultades para hablar, masticar, tragar y a veces incluso afectar el desarrollo dental normal. Si los síntomas son significativos, se puede considerar una cirugía llamada frenectomía para liberar el frenillo lingual y mejorar la función de la lengua.

Las anomalías múltles son una condición médica en la que un individuo presenta más de una anomalía congénita o malformación. Estas anomalías pueden afectar diferentes partes del cuerpo y pueden variar en gravedad desde leves hasta graves.

Las causas de las anomalías múltiples pueden ser genéticas, ambientales o una combinación de ambas. Algunos ejemplos de síndromes que involucran anomalías múltiples incluyen el síndrome de Down, el síndrome de Turner y el síndrome de Noonan.

El tratamiento para las anomalías múltiples depende del tipo y la gravedad de las malformaciones. Puede incluir cirugía, terapia física o ocupacional, y management médico a largo plazo. En algunos casos, el pronóstico puede ser favorable con un tratamiento y manejo adecuados, mientras que en otros casos las anomalías múltiples pueden ser letales.

Es importante que los individuos con anomalías múltiples reciban atención médica especializada y seguimiento regular para garantizar la mejor calidad de vida posible.

En términos médicos, un síndrome se refiere a un conjunto de signos y síntomas que ocurren juntos y pueden indicar una condición particular o enfermedad. Los síndromes no son enfermedades específicas por sí mismos, sino más bien una descripción de un grupo de características clínicas.

Un síndrome puede involucrar a varios órganos y sistemas corporales, y generalmente es el resultado de una combinación de factores genéticos, ambientales o adquiridos. Algunos ejemplos comunes de síndromes incluyen el síndrome de Down, que se caracteriza por retraso mental, rasgos faciales distintivos y problemas de salud congénitos; y el síndrome metabólico, que implica una serie de factores de riesgo cardiovascular como obesidad, diabetes, presión arterial alta e hiperlipidemia.

La identificación de un síndrome a menudo ayuda a los médicos a hacer un diagnóstico más preciso y a desarrollar un plan de tratamiento apropiado para el paciente.

La atresia biliar es una afección congénita en la que los conductos biliares, que transportan la bilis desde el hígado hasta el intestino delgado, están ausentes o malformados y no funcionan correctamente. La bilis es necesaria para ayudar a digerir las grasas y eliminar los desechos del cuerpo. Cuando los conductos biliares están obstruidos o dañados, la bilis se acumula en el hígado, lo que puede causar daño hepático y eventualmente falla hepática.

La atresia biliar puede presentarse de varias formas, pero las más comunes son la atresia biliar intrahepática y la extrahepática. En la atresia biliar intrahepática, los conductos biliares dentro del hígado están ausentes o dañados, mientras que en la atresia biliar extrahepática, los conductos biliares fuera del hígado están afectados.

Los síntomas de la atresia biliar suelen aparecer en las primeras semanas de vida y pueden incluir ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), heces pálidas o arcillosas, orina oscura, falta de apetito y pérdida de peso. El diagnóstico se realiza mediante pruebas de imagen como ecografías o estudios más especializados como la colangiorresonancia magnética (CRM).

El tratamiento para la atresia biliar suele requerir una cirugía para crear una conexión entre el hígado y el intestino delgado, lo que permite que la bilis fluya normalmente. En algunos casos, se puede realizar un trasplante de hígado si el daño hepático es grave o no responde al tratamiento quirúrgico. La atresia biliar requiere un seguimiento y tratamiento continuo para prevenir complicaciones y garantizar una buena calidad de vida.

La atresia folicular es una afección poco común en la que los folículos pilosos, las estructuras en la piel que contienen y ayudan a producir cabello, no se desarrollan correctamente. En casos graves, esto puede resultar en la ausencia completa de vellosidad o pelo en ciertas áreas del cuerpo. La atresia folicular puede afectar a cualquier parte del cuerpo, pero es más notoria cuando afecta las cejas, pestañas y el cuero cabelludo.

La causa exacta de la atresia folicular no está completamente clara, aunque se cree que puede estar relacionada con factores genéticos o ambientales. En algunos casos, la afección puede ser parte de un síndrome más amplio o trastorno genético subyacente.

El tratamiento para la atresia folicular depende de su gravedad y puede incluir procedimientos quirúrgicos, terapias tópicas o sistémicas, o una combinación de ambos. En casos leves, el uso de cosméticos o prótesis pueden ser suficientes para ocultar los efectos de la afección. Sin embargo, en casos más graves, se puede considerar un trasplante de cabello o injerto de folículo como una opción de tratamiento.

Es importante buscar atención médica si se sospecha de atresia folicular, especialmente si afecta el crecimiento del cabello en el cuero cabelludo, ya que esto puede tener implicaciones para la salud general y el bienestar.

La atresia intestinal es una enfermedad congénita en la cual el intestino del bebé no se desarrolla normalmente en el útero. En esta afección, partes del intestino del bebé pueden estar ausentes o bloqueadas debido a que los extremos no están conectados.

Esto puede ocurrir en cualquier parte del intestino delgado o grueso y puede causar problemas graves en el recién nacido, como dificultad para alimentarse, vómitos frecuentes y distensión abdominal. La atresia intestinal puede ser una afección aislada o puede estar asociada con otras anomalías congénitas.

El tratamiento suele requerir cirugía para corregir el bloqueo y reparar los extremos del intestino dañado. Después de la cirugía, el bebé necesitará cuidados especiales en un hospital durante varias semanas o meses, según la gravedad de la afección y las complicaciones que puedan surgir.

La atresia intestinal puede ser una afección grave y potencialmente mortal si no se trata a tiempo, pero con el tratamiento adecuado, muchos bebés pueden recuperarse completamente y llevar vidas saludables.

La atresia esofágica es una enfermedad congénita en la cual el esófago, la tubería que conecta la garganta con el estómago, no se forma correctamente durante el desarrollo fetal. En lugar de ser un conducto continuo desde la boca hasta el estómago, el esófago se divide en dos segmentos que no están conectados. Esta afección impide que los líquidos o los alimentos lleguen al estómago y al intestino del bebé.

La atresia esofágica suele ir acompañada de una fístula traqueoesofágica, una conexión anormal entre el esófago y la tráquea, la vía respiratoria que conduce al pulmón. La fístula permite que los líquidos o los alimentos pasen desde el esófago a la tráquea, lo que puede provocar neumonías y otras complicaciones respiratorias.

El tratamiento de la atresia esofágica consiste en una cirugía para conectar los dos segmentos del esófago y cerrar la fístula traqueoesofágica, si está presente. La cirugía suele realizarse durante los primeros días de vida del bebé. Después de la cirugía, el bebé necesitará cuidados especiales y alimentación por sonda hasta que el esófago cicatrice y funcione correctamente.

La atresia esofágica se produce en aproximadamente 1 de cada 2500-4000 nacimientos vivos y puede estar asociada con otras anomalías congénitas, como el síndrome de VACTERL, que afecta a varios órganos y sistemas corporales. El pronóstico de los bebés con atresia esofágica depende de la gravedad de la enfermedad y de las posibles complicaciones asociadas. Con un tratamiento oportuno y adecuado, la mayoría de los bebés pueden superar la enfermedad y llevar una vida normal.

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