Fármacos que se utilizan en el tratamiento de la tuberculosis. Se dividen en dos clases principales: los fármacos de "primera-línea" son aquellos con mayor eficacia y el grado más aceptable de toxicidad y se usan satisfactoriamente en la gran mayoría de los casos, y los fármacos de "segunda-línea" utilizadas en casos de fármacorresistencia o en los que otra afección relacionada con el paciente ha reducido la eficacia del tratamiento primario.
Especie de bacterias grampositivas y aerobias que producen TUBERCULOSIS en humanos, otros primates, BOVINOS, PERROS y algunos animales que tienen contacto con el hombre. El crecimiento tiende a ser en masas en forma de cordón, en serpentina, en las que los bacilos muestan una disposición paralela.
Relación entre la estructura química de un compuesto y su actividad biológica o farmacológica. Los compuestos frecuentemente se clasifican juntos porque tienen características estructurales comunes, incluyendo forma, tamaño, arreglo estereoquímico y distribución de los grupos funcionales.
Cualquier prueba que demuestre la eficacia relativa de los diferentes agentes quimioterapéuticos contra microorganismos específicos (es decir, bacterias, hongos, virus).
Una tiosemicarbazona que es utilizada en asociación con otros agentes antimicobacterianos en las fases inicial y subsecuente de los regímenes antituberculosos. Los regímenes que contiene tioacetazona son menos eficaces que los de curso corto recomendados por la Unión Internacional contra la Tuberculosis y son utilizados en algunos países en desarrollo para reducir el costo de los medicamentos.
Agente antibacteriano utilizado principalmente como tuberculostático. Permanece como tratamiento de elección para la tuberculosis.
Sustancias que se obtienen de varias especies de microorganismos que son utilizados, solos o en combinación con otros agentes, en el tratamiento de diversas formas de tuberculosis; la mayoría de estos agentes son sólo bacteriostáticos, inducen resistencia en los organismos, y pueden ser tóxicos.
Antibiótico semi-sintético producido a partir de Streptomyces mediterranei. Tiene un amplio espectro antibacteriano, incluída la actividad contra varias formas de Mycobacterium. En organismos susceptibles, inhibe la actividad del ARN polimerasa dependiente del ADN, formando un complejo estable con la enzima. De este modo, suprime la iniciación de la síntesis de ARN. La rifampina es bactericida, y actúa tanto en organismos intracelulares como extracelulares.
Agente antituberculoso que inhibe la transferencia de ácidos micólicos hacia la pared celular del bacilo tuberculoso. Inhibe también la síntesis de espermidina en la micobacteria. Su acción es usualmente bactericida y la droga puede penetrar las membranas de las células humanas para ejercer su efecto letal. (Traducción libre del original: Smith and Reynard, Textbook of Pharmacology, 1992, p863)
Infección tuberculosa del ojo, principalmente del iris, cuerpo ciliar y la coroides.
Cualquiera de las enfermedades infecciosas del hombre y de otros animales producida por especies de MYCOBACTERIUM.
Una pirazina que es utilizada terapéuticamente como agente antitubercular.
Nitroimidazoles are a class of antibacterial and antiprotozoal drugs, used to treat various infections, that contain a nitro group (-NO2) attached to an imidazole ring.
Etilenodiaminas son compuestos orgánicos básicos con dos grupos amino primarios (-NH2), que suelen utilizarse como intermedios en la síntesis de diversos productos químicos, pero no tienen un uso directo como fármacos en medicina.
Género de plantas de la familia RANUNCULACEAE.
ANESTESIA obtenida merced a la disminución de la TEMPERATURA CORPORAL (enfriamiento interno) o de la TEMPERATURA CUTÁNEA (enfriamiento externo).
Un agente antitubercular de segunda línea que inhibe la síntesis del ácido micólico.
Hidrocarburo unido triciclicamente.
Tuberculosis de los huesos o articulaciones.
Ácidos micólicos son largas cadenas de ácidos grasos ramificados, encontrados en la pared celular de algunos gérmenes, como los Mycobacterium, proporcionando resistencia a desinfectantes y antibióticos.
TUBERCULOSIS que incluye cualquier región del TRACTO GASTROINTESTINAL, sobre todo el ÍLEON y el CIEGO. En la mayoría de los casos el agente patógeno es el MYCOBACTERIUM TUBERCULOSIS. La clínica se caracteriza por DOLOR ABDOMINAL, FIEBRE y masa palpable en el área ileocecal.
Compuestos que contienen dibenzo-1,4-tiazina. Algunos son neuroactivos.
Infecciones por MYCOBACTERIUM del trato reprodutor masculino (GENITALES MASCULINOS).
Masa bien circunscrita compuesta por tejido de granulación tuberculosa que puede ocurrir en los hemisferios cerebrales, cerebelo, tronco cerebral, o espacios perimeníngeos. Múltiples lesiones son muy comunes. El manejo de las manifestaciones intracraneales varía con el sitio de las lesiones. Los tuberculomas intracraneales pueden asociarse con CONVULSIONES, déficits neurológicos focales, e HIPERTENSIÓN INTRACRANEAL. Los tuberculomas de la médula espinal pueden asociarse con dolor localizado o radicular, decaimiento, pérdida sensorial, e incontinencia. Los tuberculomas pueden surgir como INFECCIONES OPORTUNISTAS, pero también aparecen en individuos inmunocompetentes.
Tuberculosis de la piel. Comprende el escrofuloderma y la tubercúlide, pero no el LUPUS VULGAR.
Tuberculosis resistente a la quimioterapia con dos o más FÁRMACOS ANTITUBERCULOSOS, incluyendo al menos ISONIACIDA y RIFAMPICINA. El problema de la resistencia es particularmente importante en la tuberculosis como INFECCIONES OPORTUNISTAS asociadas a la INFECCIÓN POR VIH. Estos casos requieren el uso de fármacos de segunda línea que son más tóxicos que los regímenes de primera línea. La TB con cepas que han desarrollado resistencia adicional al menos a seis clases de fármacos de segunda línea se denomina TUBERCULOSIS EXTREMADAMENTE MULTIRRESISTENTE.
Infecciones por MYCOBACTERIUM de los pulmones.
Cálculos matemáticos hechos para preparar dosis apropiadas de medicamentos, considerando conversiones de PESOS Y MEDIDAS. Los errores son una de las fuentes de los ERRORES DE MEDICACION.
Ubicación de los átomos, grupos o iones en una molécula con relación unos a los otros, así como la cantidad, tipo y localización de uniones covalentes.
El proceso de encontrar productos químicos para su posible uso terapéutico.
Una república en Africa austral, el extremo sur de Africa. Tiene tres capitales: Pretoria (administrativa) Ciudad del Cabo (legislativa) y Bloemfontein (judicial). Oficialmente la República de Sudáfrica desde 1960, se llamó Unión Sudafricana entre 1910-1960.
Estructuras heterocíclicas en anillo de 5 miembros, que contienen un oxígeno en la posición 1 y un nitrógeno en la posición 3, para distinguirlas de los ISOXAZOLES, donde están en las posiciones 1,2.
O-2-Deoxi-2-(metilamino)-alfa-L-glucopiranosil-(1-2)-O-5- deoxi-3-C-formil-alfa-L-lixofuranosil-(1-4)-N,N'-bis- (aminoiminometil)-D-streptamina. Sustancia producida por el actinomycete Streptomyces griseus de la tierra. Actúa a través de la inhibición de los procesos de iniciación y elongación durante la síntesis de proteínas.

Los antituberculosos son un grupo de medicamentos utilizados para tratar y prevenir la tuberculosis (TB), una enfermedad infecciosa causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis. Estos fármacos actúan inhibiendo el crecimiento y la multiplicación de las bacterias, lo que permite controlar la infección y prevenir su propagación a otras personas.

Existen varios tipos de antituberculosos, cada uno con diferentes mecanismos de acción y espectros de actividad. Algunos de los más comunes incluyen:

1. Isoniacida: inhibe la síntesis de ácido micólico en la pared bacteriana.
2. Rifampicina: se une a la subunidad beta de la ARN polimerasa, impidiendo la transcripción del ARNm.
3. Etambutol: inhibe la síntesis de arabinogalactán y lipoarabinomannano en la pared bacteriana.
4. Pirazinamida: interfiere con la síntesis de ácidos micólicos y disminuye el pH intracelular bacteriano.
5. Estreptomicina: se une a la subunidad 30S del ribosoma bacteriano, inhibiendo la síntesis de proteínas.
6. Amikacina: un antibiótico aminoglucósido que se une a la subunidad 30S del ribosoma bacteriano, impidiendo la síntesis de proteínas.
7. Capreomicina: un antibiótico polipeptídico que inhibe la síntesis de proteínas en las bacterias mycobacteriales.
8. Levofloxacino y moxifloxacino: inhiben la DNA girasa bacteriana, impidiendo la replicación del ADN bacteriano.

La tuberculosis es una enfermedad tratable y curable con el uso adecuado de combinaciones de antibióticos durante un período prolongado (generalmente 6 a 9 meses). El tratamiento de la tuberculosis requiere la prescripción y supervisión de un médico capacitado en el manejo de esta enfermedad. El incumplimiento del tratamiento puede conducir al desarrollo de cepas resistentes a los medicamentos, lo que dificulta el control y el tratamiento de la enfermedad.

'Mycobacterium tuberculosis' es un tipo específico de bacteria que causa la enfermedad conocida como tuberculosis (TB). Es parte del complejo Mycobacterium tuberculosis (MTBC), que también incluye otras subespecies mycobacteriales relacionadas que pueden causar enfermedades similares.

Estas bacterias tienen una pared celular única rica en lípidos, lo que les confiere resistencia a muchos antibióticos y desinfectantes comunes. Son capaces de sobrevivir dentro de las células huésped durante períodos prolongados, lo que dificulta su eliminación por parte del sistema inmunológico.

La transmisión de Mycobacterium tuberculosis generalmente ocurre a través del aire, cuando una persona infectada con TB activa tose, estornuda, habla o canta, dispersando las gotitas infecciosas que contienen las bacterias. La infección puede ocurrir si alguien inspira esas gotitas y las bacterias ingresan a los pulmones.

Después de la inhalación, las bacterias pueden multiplicarse y provocar una infección activa o permanecer latentes dentro del cuerpo durante años sin causar síntomas. Solo alrededor del 5-10% de las personas infectadas con TB latente desarrollarán tuberculosis activa, que puede afectar no solo los pulmones sino también otros órganos y tejidos.

El diagnóstico de Mycobacterium tuberculosis generalmente implica pruebas de laboratorio, como el examen microscópico de esputo o líquido corporal, cultivo bacteriano y pruebas moleculares de detección de ADN. El tratamiento suele requerir una combinación de múltiples antibióticos durante varios meses para garantizar la erradicación completa de las bacterias y prevenir la resistencia a los medicamentos.

La relación estructura-actividad (SAR, por sus siglas en inglés) es un concepto en farmacología y química medicinal que describe la relación entre las características químicas y estructurales de una molécula y su actividad biológica. La SAR se utiliza para estudiar y predecir cómo diferentes cambios en la estructura molecular pueden afectar la interacción de la molécula con su objetivo biológico, como un receptor o una enzima, y así influir en su actividad farmacológica.

La relación entre la estructura y la actividad se determina mediante la comparación de las propiedades químicas y estructurales de una serie de compuestos relacionados con sus efectos biológicos medidos en experimentos. Esto puede implicar modificaciones sistemáticas de grupos funcionales, cadenas laterales o anillos aromáticos en la molécula y la evaluación de cómo estos cambios afectan a su actividad biológica.

La información obtenida de los estudios SAR se puede utilizar para diseñar nuevos fármacos con propiedades deseables, como una mayor eficacia, selectividad o biodisponibilidad, al tiempo que se minimizan los efectos secundarios y la toxicidad. La relación estructura-actividad es un campo de investigación activo en el desarrollo de fármacos y tiene aplicaciones en áreas como la química medicinal, la farmacología y la biología estructural.

Las pruebas de sensibilidad microbiana, también conocidas como pruebas de susceptibilidad antimicrobiana, son ensayos de laboratorio realizados en cultivos aislados de bacterias o hongos para determinar qué medicamentos, si se administran a un paciente, serán eficaces para tratar una infección causada por esos microorganismos.

Estas pruebas generalmente se llevan a cabo después de que un cultivo microbiológico ha demostrado la presencia de un patógeno específico. Luego, se exponen los microorganismos a diferentes concentraciones de fármacos antimicrobianos y se observa su crecimiento. La prueba puede realizarse mediante difusión en agar (por ejemplo, pruebas de Kirby-Bauer) o mediante métodos automatizados y semiautomatizados.

La interpretación de los resultados se realiza comparando el crecimiento microbiano con las concentraciones inhibitorias de los fármacos. Si el crecimiento del microorganismo es inhibido a una concentración baja del fármaco, significa que el medicamento es muy activo contra ese microorganismo y se considera sensible al antibiótico. Por otro lado, si se necesita una alta concentración del fármaco para inhibir el crecimiento, entonces el microorganismo se considera resistente a ese antibiótico.

La información obtenida de estas pruebas es útil para guiar la selección apropiada de agentes antimicrobianos en el tratamiento de infecciones bacterianas y fúngicas, con el objetivo de mejorar los resultados clínicos y minimizar el desarrollo y propagación de resistencia a los antibióticos.

La tioacetazona es un fármaco antimicrobiano que se utiliza principalmente en el tratamiento de infecciones pulmonares y cutáneas causadas por bacterias específicas, especialmente Mycobacterium tuberculosis (relacionada con la tuberculosis) y Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (SARE). Funciona inhibiendo la síntesis de ácidos grasos bacterianos esenciales.

La tioacetazona se administra por vía oral, generalmente en combinación con otros fármacos antimicrobianos, como la isoniacida y la rifampicina, para tratar la tuberculosis. También puede usarse para tratar infecciones de la piel como las úlceras cutáneas y el impétigo.

Los efectos secundarios comunes de la tioacetazona incluyen náuseas, vómitos, pérdida de apetito, erupciones cutáneas y dolor de cabeza. En raras ocasiones, puede causar efectos secundarios más graves, como daño hepático y sangrado pulmonar. La tioacetazona está contraindicada en pacientes con antecedentes de hipersensibilidad a este medicamento.

Es importante que la tioacetazona se use bajo la supervisión de un profesional médico, ya que su uso inadecuado o prolongado puede conducir al desarrollo de bacterias resistentes al fármaco. Además, las pruebas de laboratorio periódicas pueden ser necesarias para controlar los efectos secundarios y la eficacia del tratamiento.

La isoniazida (INH) es un fármaco antituberculoso fundamental que pertenece a la clase de los antibióticos. Se utiliza principalmente para tratar y prevenir la tuberculosis (TB), una enfermedad infecciosa causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis. La isoniazida funciona mediante el bloqueo de una enzima bacteriana clave llamada acid-alcohol deshidrogenasa, lo que impide que el microorganismo cause daño al tejido humano y le permite al sistema inmunitario eliminar la infección.

La isoniazida se administra por vía oral, normalmente en forma de tabletas o cápsulas, y suele tomarse una vez al día o varias veces a la semana, según lo determine el médico tratante. La duración del tratamiento puede variar desde unas pocas semanas hasta varios meses, dependiendo de la gravedad de la infección y de si la tuberculosis es resistente o no al fármaco.

Los efectos secundarios más comunes de la isoniazida incluyen trastornos gastrointestinales como náuseas, vómitos y pérdida del apetito. También pueden presentarse reacciones cutáneas leves o picazón. En raras ocasiones, la isoniazida puede causar daño hepático o neurológico, especialmente en personas con factores de riesgo como el consumo excesivo de alcohol, antecedentes de enfermedad hepática o edad avanzada.

Debido a que la isoniazida puede interactuar con otros medicamentos y afectar la función hepática, es importante informar al médico sobre cualquier otro fármaco que se esté tomando y notificar inmediatamente cualquier síntoma o reacción adversa durante el tratamiento. Además, es fundamental seguir las instrucciones del médico y completar todo el curso de la terapia para garantizar una recuperación adecuada y prevenir la resistencia bacteriana.

Los antibióticos antituberculosos son un grupo específico de fármacos utilizados en el tratamiento y prevención de la tuberculosis (TB), una enfermedad infecciosa causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis. Debido a que la tuberculosis es una enfermedad bacteriana, los antibióticos son eficaces para su tratamiento.

Existen varios antibióticos antituberculosos disponibles, y el plan de tratamiento específico dependerá del tipo de bacteria causante de la infección, la gravedad de la enfermedad, la resistencia a los medicamentos y otros factores. Algunos de los antibióticos antituberculosos más comunes incluyen:

1. Isoniacida (INH): Es un antibiótico de primera línea que se usa para tratar y prevenir la tuberculosis. Se absorbe bien en el torrente sanguíneo y alcanza altas concentraciones en los tejidos, particularmente en los pulmones, donde suele localizarse la infección.
2. Rifampicina (RIF): Es otro antibiótico de primera línea que se usa para tratar y prevenir la tuberculosis. La rifampicina es bacteriostática e inhibe la síntesis de ARN bacteriano, evitando así que la bacteria se multiplique.
3. Etambutol (EMB): Se utiliza como antibiótico de segunda línea en el tratamiento de la tuberculosis. Su mecanismo de acción consiste en inhibir la síntesis de la pared celular bacteriana, lo que lleva a la muerte de las bacterias.
4. Estreptomicina (SM): Es un antibiótico de segunda línea que se utiliza para tratar la tuberculosis resistente a los medicamentos. La estreptomicina inhibe la síntesis de proteínas bacterianas y es eficaz contra las cepas de Mycobacterium tuberculosis sensibles a este antibiótico.
5. Pirazinamida (PZA): Se emplea como antibiótico de primera línea en el tratamiento de la tuberculosis. La pirazinamida es bactericida frente a las formas intracelulares y latentes de Mycobacterium tuberculosis, lo que contribuye a la erradicación de la infección.

El tratamiento de la tuberculosis suele implicar una combinación de antibióticos durante un período prolongado, típicamente seis meses o más, para garantizar la eliminación completa de la bacteria y prevenir la recurrencia. La adherencia al tratamiento es fundamental para lograr una cura y evitar el desarrollo de resistencias a los antibióticos.

La Rifampicina es un antibiótico antimicrobiano potente que se utiliza para tratar una variedad de infecciones bacterianas. Se clasifica como una rifamicina y funciona inhibiendo la RNA polimerasa bacteriana, lo que impide que el microorganismo infectante pueda transcribir RNA y, por lo tanto, sintetizar proteínas necesarias para su supervivencia y crecimiento.

La rifampicina se utiliza comúnmente en el tratamiento de infecciones como la tuberculosis, la lepra y la meningitis bacteriana. También puede utilizarse en el tratamiento de infecciones causadas por Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (SARM) y otras infecciones graves.

Este fármaco se administra generalmente por vía oral, aunque también está disponible en forma de inyección. La rifampicina tiene una buena penetración en los tejidos corporales, incluyendo el cerebro y los pulmones, lo que la hace útil en el tratamiento de infecciones diseminadas.

Es importante tener en cuenta que la rifampicina puede inducir ciertas enzimas hepáticas, lo que puede acelerar el metabolismo y reducir los niveles séricos de otros fármacos administrados simultáneamente. Por esta razón, se requiere precaución al coadministrar rifampicina con otros medicamentos. Además, la rifampicina puede causar efectos secundarios como ictericia, hepatitis y erupciones cutáneas en algunos pacientes.

La etambutol es un fármaco antituberculoso, específicamente un antibiótico bacteriostático, que se utiliza en el tratamiento de la tuberculosis. Funciona mediante la inhibición de la síntesis del ácido micólico en la pared celular de Mycobacterium tuberculosis, el agente causal de la tuberculosis. Esto lleva a una alteración de la permeabilidad y la integridad estructural de la bacteria, lo que eventualmente conduce a su muerte.

La etambutol se administra generalmente por vía oral y suele tomarse una vez al día. Los efectos secundarios comunes incluyen trastornos gastrointestinales leves, como náuseas y dolor abdominal. Un efecto secundario más grave y menos frecuente es la toxicidad ocular, que puede causar problemas de visión y alteraciones del campo visual, especialmente si se administra en dosis altas o durante periodos prolongados. Por esta razón, es importante controlar regularmente la función visual de los pacientes tratados con etambutol.

Es fundamental seguir las instrucciones y recomendaciones del médico o farmacéutico al tomar etambutol, ya que una dosis inadecuada o un uso incorrecto pueden reducir su eficacia o aumentar el riesgo de efectos secundarios. Además, como con cualquier medicamento, la etambutol debe almacenarse en condiciones adecuadas, lejos del alcance de los niños y fuera de la luz solar directa.

La tuberculosis ocular es una afección rara en la que la tuberculosis (TB), una infección bacteriana causada generalmente por Mycobacterium tuberculosis, afecta el ojo y sus estructuras circundantes. La forma más común es la tuberculosis conjunctival, donde la membrana que recubre el interior de los párpados (conjuntiva) se inflama. Otras formas incluyen tuberculosis corneal, tuberculosis episcleral, tuberculosis uveítica y tuberculosis neuroretinitis. Estas afecciones pueden causar síntomas como enrojecimiento ocular, dolor, sensibilidad a la luz, visión borrosa y pérdida de visión. La tuberculosis ocular a menudo se diagnostica mediante pruebas especializadas que incluyen exámenes oftalmológicos, análisis de líquido del ojo y pruebas cutáneas o sanguíneas para detectar la presencia de anticuerpos contra el M. tuberculosis. El tratamiento generalmente implica antibióticos específicos para combatir la infección, como la isoniacida, la rifampicina y la etambutol, durante un período prolongado de tiempo. En algunos casos, también pueden ser necesarios corticosteroides o cirugía.

La tuberculosis (TB) es una enfermedad infecciosa causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis. Normalmente afecta los pulmones, pero puede atacar otros órganos. La TB se propaga cuando una persona con la enfermedad pulmonar activa tose o estornuda y las gotitas que contienen la bacteria son inhaladas por otra persona. Los síntomas más comunes incluyen tos persistente, dolor en el pecho, fiebre, sudoración nocturna y pérdida de peso. La tuberculosis se puede tratar y curar con un régimen prolongado de antibióticos, generalmente durante seis a nueve meses. Sin tratamiento, la TB puede ser fatal.

La pirazinamida es un fármaco antituberculoso que se utiliza en el tratamiento de la tuberculosis. Se trata de un derivado de la piridina y actúa mediante la inhibición de la síntesis de ácidos micólicos en la pared celular de Mycobacterium tuberculosis, lo que resulta en una disrupción de la integridad celular y la muerte bacteriana.

La pirazinamida se convierte en su forma activa, la piridina-4-carboxilato, dentro del fagolisosoma después de ser internalizada por las células macrofágicas. La piridina-4-carboxilato es una molécula anfipática que puede difundirse a través de la membrana citoplasmática y alcanzar altas concentraciones en el citoplasma, donde actúa sobre su diana microbiana.

La pirazinamida se utiliza comúnmente en combinación con otros fármacos antituberculosos, como la isoniacida, la rifampicina y la etambutol, para aumentar la eficacia del tratamiento y prevenir la resistencia bacteriana. Los efectos secundarios más comunes de la pirazinamida incluyen dolor articular, náuseas, vómitos y erupciones cutáneas. En raras ocasiones, puede causar daño hepático y trastornos renales.

Los nitroimidazoles son un grupo de fármacos antimicrobianos que se caracterizan por poseer un núcleo de imidazol con un grupo nitro (-NO2) unido. Estos medicamentos tienen actividad antibacteriana y antiprotozoaria, especialmente contra organismos anaerobios o microaerofílicos.

Algunos ejemplos de nitroimidazoles incluyen metronidazol, tinidazol, secnidazol y ornidazol. Estos fármacos se utilizan en el tratamiento de diversas infecciones, como la giardiasis, amebiasis, tricomoniasis, vaginosis bacteriana y algunas infecciones anaerobias.

El mecanismo de acción de los nitroimidazoles se basa en su capacidad para ser reducidos por las enzimas de los microorganismos, lo que resulta en la formación de radicales libres que dañan el ADN y otros componentes celulares esenciales. Esto conduce a la muerte del microorganismo y la erradicación de la infección.

Es importante tener en cuenta que los nitroimidazoles pueden interactuar con alcohol, lo que puede provocar efectos secundarios desagradables como náuseas, vómitos, rubor, taquicardia y dolores de cabeza (síndrome de antabuso). Por esta razón, se recomienda evitar el consumo de alcohol durante el tratamiento con estos fármacos.

Los etilenodiaminas son compuestos orgánicos con dos grupos amino (-NH2) unidos por un átomo de carbono en una configuración lineal. La fórmula molecular general para los etilenodiaminas es C2H8N2. Estas sustancias se utilizan a menudo como desincrustantes, agentes quelantes y estabilizadores en diversas aplicaciones industriales y médicas. En el contexto médico, las etilenodiaminas pueden actuar como desinfectantes y antimicrobianos, aunque también se han asociado con reacciones alérgicas y efectos tóxicos en algunas personas. Por lo tanto, su uso debe ser supervisado por un profesional médico capacitado.

En la terminología médica, "Nigella" se refiere a un género de plantas con flores que pertenecen a la familia Ranunculaceae. La especie más conocida es Nigella sativa, también llamada comino negro o semilla de alcaravea, que tiene usos medicinales y culinarios.

Las semillas de Nigella sativa se han utilizado en la medicina tradicional para tratar una variedad de afecciones, como problemas digestivos, asma, diabetes y enfermedades cardiovasculares. Contienen diversos compuestos activos, como thymoquinona, que pueden tener propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y analgésicas.

Aunque el uso de Nigella como medicamento está extendido en la medicina tradicional, se necesita más investigación para determinar su eficacia y seguridad en el tratamiento de diversas afecciones médicas. Además, es importante tener precaución al usar suplementos o aceites de Nigella durante el embarazo, la lactancia o si se está tomando algún medicamento recetado, ya que pueden interactuar y causar efectos secundarios adversos.

La crioanestesia es un tipo de anestesia que se induce mediante el enfriamiento controlado y reversible del cuerpo o de tejidos específicos. Este proceso reduce la actividad metabólica y neural, lo que lleva a una disminución de la sensación de dolor y la conciencia. La crioanestesia se utiliza en diversas aplicaciones médicas, como durante procedimientos quirúrgicos en pacientes con enfermedades del corazón o pulmones, o en criopreservación de órganos y tejidos para trasplantes. Sin embargo, es importante señalar que el término "criogenización" a menudo se confunde con la crioanestesia; la criogenización se refiere al proceso de congelación y almacenamiento de un cadáver con la esperanza de resucitarlo en el futuro, una práctica que no está respaldada por evidencia científica y actualmente no es aceptada por la comunidad médica.

La etionamida es un fármaco antituberculoso, utilizado en el tratamiento de la tuberculosis. Es una compuesto organosulfurado que actúa como un inhibidor de la biosíntesis de la micolica, un componente importante de la pared celular de Mycobacterium tuberculosis. La etionamida es bacteriostática y se utiliza a menudo en combinación con otros fármacos antituberculosos para prevenir la resistencia adquirida. Los efectos secundarios comunes incluyen trastornos gastrointestinales, como náuseas, vómitos y pérdida de apetito, así como alteraciones en la función hepática. En raras ocasiones, puede causar reacciones adversas más graves, como neuropatía periférica o hepatotoxicidad grave. La etionamida se administra por vía oral y su vida media de eliminación es de aproximadamente 3 a 4 horas.

El Adamantano es un compuesto orgánico que pertenece a la clase de los hidrocarburos saturados y más específicamente a la de las diamantanas. Su nombre deriva del griego "adamas", que significa "invencible" o "diamante", haciendo referencia a su estructura similar a la del diamante.

En el contexto médico, el adamantano se utiliza en la síntesis de fármacos antivirales, especialmente aquellos indicados para tratar infecciones causadas por virus con envoltura lipídica, como el virus de la influenza o el VIH. La estructura del adamantano permite que los fármacos que lo contienen se unan a las proteínas de la envoltura viral y prevengan la fusión del virus con la membrana celular, impidiendo así la infección.

Un ejemplo bien conocido de un fármaco antiviral que contiene adamantano es la amantadina, que se utiliza en el tratamiento y la profilaxis de la influenza A. Otra droga relacionada con el adamantano es la rimantadina, que también se utiliza para tratar y prevenir la influenza A.

Es importante mencionar que la resistencia a los fármacos adamantanos ha aumentado en los últimos años, lo que ha llevado al desarrollo de nuevos antivirales con mecanismos de acción diferentes.

La tuberculosis osteoarticular (TAO) es una forma específica de tuberculosis (TB) que afecta los huesos y las articulaciones. Se produce cuando el bacilo de Koch, la bacteria que causa la tuberculosis, se disemina a través del torrente sanguíneo desde los pulmones hasta los tejidos óseos y articulares.

La localización más común es la columna vertebral, seguida de las grandes articulaciones como la cadera y el hombro. La enfermedad se caracteriza por la formación de granulomas, que destruyen gradualmente el hueso y el cartílago, llevando a la degeneración articular y a la deformidad.

Los síntomas pueden incluir dolor articular o muscular, rigidez, hinchazón, fiebre y sudoración nocturna. El diagnóstico se realiza mediante pruebas de imagenología, como radiografías, resonancias magnéticas o tomografías computarizadas, y pruebas de laboratorio, como el análisis de líquido sinovial o biopsia de tejidos. El tratamiento suele consistir en una combinación de fármacos antituberculosos durante un período prolongado, a veces acompañados de cirugía para drenar abscesos o corregir deformidades.

Los ácidos micólicos son lípidos de cadena larga que se encuentran en la pared celular de algunas bacterias y hongos. En los mycobacteria, como el bacilo de la tuberculosis, los ácidos micólicos forman una capa resistente a los lípidos en la pared celular que proporciona una barrera contra los ataques del sistema inmunológico y los agentes antibacterianos. Esta capa lipídica dificulta la penetración de los fármacos, lo que hace que sea difícil tratar las infecciones causadas por estas bacterias. Los ácidos micólicos también se encuentran en la membrana externa de algunos hongos y desempeñan un papel importante en la patogenicidad de estos organismos. En medicina, los ácidos micólicos a veces se miden en muestras clínicas para ayudar en el diagnóstico de infecciones por mycobacteria.

La tuberculosis gastrointestinal (TBGI) es una forma rara de tuberculosis que afecta el tracto gastrointestinal, incluyendo el esófago, estómago, intestino delgado e intestino grueso. Se cree que la mayoría de los casos de TBGI surgen como resultado de la diseminación hematógena (a través del torrente sanguíneo) de Mycobacterium tuberculosis, el bacilo que causa la tuberculosis. Sin embargo, también puede ocurrir como resultado de la ingestión de alimentos o líquidos contaminados.

Los síntomas de la TBGI pueden variar dependiendo de la ubicación y la extensión de la infección. Los síntomas más comunes incluyen dolor abdominal, diarrea, pérdida de apetito, pérdida de peso y fiebre. En casos avanzados, puede haber sangrado gastrointestinal, lo que resulta en heces negras (melena) o vómitos con sangre.

El diagnóstico de TBGI a menudo es un desafío, ya que los síntomas son inespecíficos y pueden ser similares a los de otras enfermedades gastrointestinales. La endoscopia con biopsia y el cultivo del tejido pueden ayudar a confirmar el diagnóstico. La prueba de tuberculina cutánea (PPD) y los análisis de sangre para detectar anticuerpos contra M. tuberculosis también pueden ser útiles.

El tratamiento de la TBGI generalmente implica una combinación de fármacos antituberculosos, que incluyen isoniacida, rifampicina, etambutol y pirazinamida. El tratamiento suele durar al menos seis meses para garantizar la erradicación completa del bacilo. En casos graves o complicados, puede ser necesaria la cirugía para controlar el sangrado o perforación gastrointestinal.

Las fenotiazinas son un grupo de fármacos psicotrópicos que se utilizan principalmente en el tratamiento de trastornos mentales como la esquizofrenia. También pueden usarse para tratar náuseas, vómitos y alergias oculares. Las fenotiazinas funcionan alterando la actividad de la dopamina, un neurotransmisor en el cerebro.

Las fenotiazinas incluyen varios medicamentos, como clorpromazina, tioridazina, flufenazina, perfenazina, trifluoperazina y proclorperazina. Estos fármacos comparten una estructura química común que incluye un sistema de anillo fenotiazínico.

Los efectos secundarios de las fenotiazinas pueden incluir somnolencia, sequedad de boca, estreñimiento, visión borrosa, aumento de peso y temblores. Algunos efectos secundarios más graves incluyen movimientos musculares involuntarios (discinia), ritmos cardíacos irregulares y síndrome neuroléptico maligno, una afección potencialmente mortal que afecta el sistema nervioso central.

Debido a sus posibles efectos secundarios graves, las fenotiazinas generalmente se recetan solo cuando otros medicamentos no han funcionado o no son adecuados. Los médicos suelen comenzar con dosis bajas de estos fármacos y aumentarlas gradualmente hasta alcanzar la dosis efectiva más baja posible.

La tuberculosis de los genitales masculinos, también conocida como tuberculosis urogenital o tuberculosis testicular, es una forma rara pero grave de la enfermedad causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis. Afecta principalmente al sistema reproductor masculino, incluidos los testículos, la próstata, las vesículas seminales y el epidídimo. Los síntomas pueden incluir dolor e hinchazón en los testículos, dolor durante la micción, eyaculación dolorosa o dificultad para lograr una erección. La infección generalmente se propaga a través del sistema circulatorio desde otros órganos infectados, como los pulmones. El diagnóstico suele requerir pruebas especializadas, como análisis de orina y tejidos, y el tratamiento implica la administración de múltiples antibióticos durante un período prolongado, a menudo de seis meses o más. La cirugía también puede ser necesaria en algunos casos. Si no se trata, la tuberculosis genital masculina puede provocar infertilidad y otras complicaciones graves.

Un tuberculoma intracraneal es una lesión cerebral causada por la infección y diseminación de Mycobacterium tuberculosis, el agente etiológico de la tuberculosis. Se trata de una forma menos común de tuberculosis extrapulmonar que ocurre cuando los bacilos de Koch ingresan al torrente sanguíneo y se alojan en el tejido cerebral, formando granulomas bien circunscritos.

Estos granulomas están compuestos por células epitelioides, linfocitos, macrófagos y células gigantes multinucleadas, rodeados de una capa de tejido conectivo. A medida que el granuloma crece, puede causar diversos síntomas neurológicos dependiendo de su localización y tamaño, como dolores de cabeza, convulsiones, déficits neurológicos focales o alteraciones cognitivas.

El diagnóstico diferencial incluye otros procesos inflamatorios y neoplásicos del sistema nervioso central. El diagnóstico definitivo se realiza mediante técnicas de imagen, como la resonancia magnética nuclear (RMN) o la tomografía computarizada (TC), y pruebas de laboratorio, como el examen histopatológico y los cultivos microbiológicos del líquido cefalorraquídeo o del tejido cerebral obtenidos mediante biopsia.

El tratamiento consiste en la administración prolongada de antibióticos antituberculosos específicos, como isoniacida, rifampicina, pirazinamida y etambutol, durante un período mínimo de 12 meses. En algunos casos, puede ser necesaria la cirugía para aliviar la presión intracraneal o extirpar el granuloma si causa complicaciones graves o no responde al tratamiento médico.

La tuberculosis cutánea (TB cutánea) es una forma menos común de tuberculosis que se manifiesta en la piel. Usualmente, es causada por la infección con Mycobacterium tuberculosis, el mismo agente etiológico responsable de la mayoría de los casos de tuberculosis pulmonar y otros tipos de tuberculosis extrapulmonar. Sin embargo, también puede ser causada por otras micobacterias del complejo Mycobacterium, como M. bovis o M. avium-intracellulare.

La TB cutánea se presenta más comúnmente en personas con sistemas inmunes debilitados, como aquellos que tienen VIH/SIDA, diabetes o están bajo tratamiento inmunosupresor. También puede ocurrir después de una exposición prolongada al bacilo de la tuberculosis en entornos laborales, como hospitales y clínicas.

Existen varias formas clínicas de presentación de la tuberculosis cutánea, incluyendo:

1. Tuberculosis cutánea escrofulosa: Esta forma afecta principalmente a niños y se caracteriza por la aparición de nódulos indoloros, abscesos y úlceras en áreas como cuello, axilas e ingles.

2. Tuberculosis cutánea miliar: Se presenta con pequeñas lesiones papulonodulares (gránulos) dispersas en la piel, simulando el aspecto de "miliario" o granos de trigo esparcidos.

3. Tuberculosis cutánea luposa: Es una reacción hipersensible a la tuberculosis que se manifiesta como placas eritematosas (enrojecidas) y escamosas en la piel, especialmente en las extremidades inferiores.

4. Tuberculosis cutánea verrucosa: Se presenta como úlceras o costras verrugosas en áreas expuestas al trauma, como manos y pies.

5. Tuberculosis cutánea gangrenosa: Es una forma agresiva que se caracteriza por la aparición de úlceras necróticas (gangrena) con bordes irregulares y malolientes.

El diagnóstico de tuberculosis cutánea se realiza mediante pruebas como biopsia cutánea, cultivo de muestras y pruebas de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) para detectar Mycobacterium tuberculosis. El tratamiento consiste en la administración de antibióticos antituberculosos, como isoniacida, rifampicina, pirazinamida y etambutol, durante un período prolongado (generalmente seis meses o más). La cirugía puede ser necesaria en casos graves o cuando las lesiones no responden al tratamiento médico.

La tuberculosis resistente a múltiples medicamentos (MDR-TB) es una forma grave de tuberculosis (TB) causada por bacterias que son resistentes a al menos dos de los principales fármacos antituberculosos: la isoniacida y la rifampicina. Esto significa que estas cepas de Mycobacterium tuberculosis no responden adecuadamente al tratamiento estándar con varios medicamentos, lo que hace que la infección sea más difícil y costosa de tratar, además de aumentar el riesgo de propagación y complicaciones. La MDR-TB puede desarrollarse como resultado de una mala administración del tratamiento, interrupciones en la terapia o por la exposición a otras personas con TB resistente a múltiples medicamentos. El diagnóstico y el manejo oportunos y adecuados son cruciales para controlar la propagación de esta forma resistente de tuberculosis y garantizar una buena evolución del paciente.

La tuberculosis pulmonar es una enfermedad infecciosa causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis que principalmente afecta los pulmones. La enfermedad se propaga generalmente cuando una persona con tuberculosis pulmonar crónica y activa tose o estornuda, dispersando las bacterias infecciosas en gotitas finas al aire.

Las personas que inhalan estas gotitas pueden ingresar las bacterias de tuberculosis en sus propios pulmones, donde pueden causar una infección. Los síntomas más comunes incluyen tos persistente y prolongada (generalmente durante más de tres semanas), dolor en el pecho, producción de esputo con sangre, fiebre, sudoración nocturna y pérdida de apetito y peso.

La tuberculosis pulmonar puede ser tratada y prevenirse mediante la detección y el tratamiento tempranos de los casos activos y la profilaxis con medicamentos antimicrobianos en personas con infecciones latentes de tuberculosis. El diagnóstico se realiza mediante pruebas de detección de tuberculina, radiografías de tórax y cultivos de esputo para identificar la bacteria causante.

La definición médica de "cálculo de dosificación de drogas" se refiere al proceso de determinar la cantidad correcta de un medicamento que debe ser administrado a un paciente en función de una variedad de factores, como la edad, el peso, la condición médica subyacente y la respuesta al tratamiento previo. El objetivo es encontrar la dosis más efectiva y segura posible para lograr el efecto terapéutico deseado mientras se minimizan los riesgos de efectos secundarios adversos o toxicidad.

Este proceso puede involucrar la conversión de diferentes unidades de medición, el cálculo de dosis equivalentes para diferentes formulaciones del mismo medicamento, y la consideración de las interacciones entre múltiples fármacos que pueda estar tomando el paciente. Además, es importante tener en cuenta cualquier factor que pueda afectar la absorción, distribución, metabolismo o eliminación del medicamento en el cuerpo del paciente.

La precisión en el cálculo de dosificación de drogas es crucial para garantizar la seguridad y eficacia del tratamiento farmacológico. Los errores en la dosificación pueden resultar en una falta de eficacia terapéutica o en efectos adversos graves, especialmente en poblaciones vulnerables como los niños, los ancianos y los pacientes con insuficiencia orgánica. Por lo tanto, es fundamental que los profesionales médicos estén debidamente capacitados en el cálculo de dosis y que dispongan de herramientas y procesos adecuados para garantizar la seguridad del paciente.

La definición médica de 'Estructura Molecular' se refiere a la disposición y organización específica de átomos en una molécula. Está determinada por la naturaleza y el número de átomos presentes, los enlaces químicos entre ellos y las interacciones no covalentes que existen. La estructura molecular es crucial para comprender las propiedades y funciones de una molécula, ya que influye directamente en su reactividad, estabilidad y comportamiento físico-químico. En el contexto médico, la comprensión de la estructura molecular es particularmente relevante en áreas como farmacología, bioquímica y genética, donde la interacción de moléculas biológicas (como proteínas, ácidos nucleicos o lípidos) desempeña un papel fundamental en los procesos fisiológicos y patológicos del cuerpo humano.

El término "descubrimiento de drogas" no es exactamente una definición médica en sí mismo, pero generalmente se refiere al proceso científico y sistemático de descubrir, diseñar, desarrollar e investigar nuevas moléculas químicas o biológicas con potencial terapéutico. Este campo multidisciplinario implica la colaboración de diversas especialidades, como la química medicinal, la farmacología, la toxicología y la bioquímica, entre otras.

El proceso de descubrimiento de fármacos se puede dividir en varias etapas:

1. Identificación de objetivos terapéuticos: Se trata de identificar moléculas o procesos biológicos específicos que desempeñan un papel clave en una determinada enfermedad y que pueden servir como objetivos potenciales para la intervención farmacológica.

2. Descubrimiento de compuestos líderes: Una vez identificado el objetivo terapéutico, los científicos buscan moléculas químicas o biológicas que interactúen específicamente con ese objetivo y produzcan un efecto deseado. Estas moléculas se denominan compuestos líderes.

3. Optimización de los compuestos líderes: Después de identificar los compuestos líderes, se realizan modificaciones químicas para mejorar sus propiedades farmacológicas, como la potencia, la selectividad, la biodisponibilidad y la seguridad.

4. Diseño y síntesis de análogos: Se sintetizan y prueban análogos estructurales de los compuestos líderes optimizados para identificar aquellos con las mejores propiedades farmacológicas y toxicológicas.

5. Evaluación preclínica: Se llevan a cabo estudios in vitro e in vivo para evaluar la seguridad, la eficacia y los mecanismos de acción del compuesto seleccionado. Estos estudios ayudan a determinar si el compuesto es candidato a pruebas clínicas en humanos.

6. Desarrollo clínico: Se realizan ensayos clínicos en humanos para evaluar la seguridad, la eficacia y los efectos adversos del compuesto. Estos estudios se dividen en fases I, II y III, cada una con objetivos específicos.

7. Regulación y comercialización: Si el compuesto demuestra ser seguro y eficaz en los ensayos clínicos, la empresa farmacéutica solicita la aprobación regulatoria a las autoridades sanitarias pertinentes, como la FDA (Estados Unidos) o la EMA (Unión Europea). Una vez aprobado, el fármaco se comercializa y está disponible para su uso clínico.

Durante todo este proceso, es fundamental que los científicos sigan estrictos protocolos de investigación y ética, adhiriéndose a las normas y directrices establecidas por organismos reguladores y asociaciones profesionales. Esto garantiza la integridad y credibilidad de los resultados y promueve el avance responsable en el descubrimiento y desarrollo de nuevos fármacos.

No puedo proporcionar una definición médica de 'Sudáfrica' porque Sudáfrica es un país, no una condición o un término médico. Sudáfrica, oficialmente la República de Sudáfrica, es un país situado en el extremo sur del continente africano. Se compone de nueve provincias y limita con Namibia, Botswana, Zimbabwe, Mozambique, Esuatini y Lesoto, que son países independientes, y también está rodeada por las aguas del Océano Atlántico al oeste y el Océano Índico al este. La capital de Sudáfrica es Pretoria (administrativa), Bloemfontein (judicial) y Ciudad del Cabo (legislativa). El país es conocido por su diversidad cultural, sus paisajes variados y su rica historia.

Los oxazoles son compuestos heterocíclicos que consisten en un anillo de cinco miembros formado por un átomo de nitrógeno y un átomo de oxígeno, con los tres restantes puestos por átomos de carbono. En química médica, los oxazoles se encuentran a menudo en ciertos fármacos y moléculas bioactivas. Un ejemplo bien conocido es la clase de antibióticos oxazolidinonas, que contienen un anillo oxazolínico fusionado dentro de su estructura molecular. Estos compuestos exhiben una variedad de actividades biológicas, incluyendo antibacteriana, antifúngica y antiinflamatoria. Además, los oxazoles también se utilizan como building blocks en la síntesis de diversos productos químicos y farmacéuticos.

La estreptomicina es un antibiótico aminoglucósido activo contra una amplia gama de bacterias gramnegativas y algunas grampositivas. Se descubrió en 1943 y se aísla del hongo Streptomyces griseus. La estreptomicina inhibe la síntesis proteica al unirse a la subunidad 30S del ribosoma bacteriano, lo que resulta en una falla en la iniciación de la traducción y la terminación prematura de las cadenas polipeptídicas. Se utiliza para tratar varias infecciones bacterianas, incluidas la endocarditis, la meningitis, la tuberculosis y la neumonía. El uso a largo plazo o repetido puede provocar resistencia bacteriana y daño auditivo o renal. La estreptomicina se administra comúnmente por inyección intramuscular o intravenosa.

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