Síndrome de parálisis facial congénita, asociada con frecuencia con parálisis del abducente y con otras anomalías congénitas entre las que se incluyen parálisis lingual, pie deforme, trastornos braquiales, defectos cognitivos, y defectos en los músculos pectorales. Los hallazgos patológicos son variables e incluyen aplasia nuclear en el tronco cerebral, aplasia del nervio facial, y aplasia de los músculos faciales, consistente con la etiología multifactorial.
Pérdida severa o completa de la función motora de los músculos faciales. Esta afección puede producirse por lesiones centrales o periféricas. El daño de las vías motoras del SNC desde la corteza cerebral hasta los núcleos faciales en el puente lleva a la debilidad facial y afecta a los músculos de la frente. Las ENFERMEDADES DEL NERVIO FACIAL producen generalmente debilidad hemifacial generalizada. Las ENFERMEDADES DE LA UNIÓN NEUROMUSCULAR y las ENFERMEDADES MUSCULARES pueden causar también parálisis o paresia facial.
Doce pares de nervios que se originan en el tallo cerebral y que contienen los aferentes generales, viscerales, y especiales, y los eferentes somáticos y autonómicos.
El 3er par craneal. El nervio oculomotor (o motor ocular común) envía fibras motoras hacia los músculos elevadores del párpado, hacia los rectos superiores e inferiores y hacia los músculos oblicuos inferiores del ojo. También envía eferentes parasimpáticos (via el ganglio ciliar) hacia los músculos que controlan la constricción y la acomodación pupilar. Las fibras motoras se originan en los núcleos oculomotores del mesencéfalo.
Complejo de síntomas característicos.