Procesos patológicos del NERVIO VESTIBULOCOCLEAR, incluidas las ramas del NERVIO COCLEAR y del NERVIO VESTIBULAR. Los ejemplos comunes son NEURONITIS VESTIBULAR, neuritis coclear y NEUROMA ACÚSTICO. Los signos clínicos son un grado variable de PÉRDIDA AUDITIVA, VÉRTIGO y ACÚFENOS.
Octavo par craneal. El nervio acústico (o vestíbulococlear) presenta una porción coclear (NERVIO COCLEAR) que está relacionada con la audición y una porción vestibular (NERVIO VESTIBULAR) la que media el sentido del balance y de la posición de la cabeza. Las fibras del nervio coclear se originan de las neuronas del GANGLIO ESPIRAL DE LA CÓCLEA y se proyectan hacia los núcleos cocleares (NUCLEO COCLEAR). Las fibras del nervio vestibular nacen de las neuronas del ganglio de Scarpa y se proyectan hacia los NÚCLEOS VESTIBULARES.
Séptimo par craneal. El nervio facial tiene dos partes, la gran raíz motora la cual puede ser denominada el nervio facial propiamente y la raíz sensitiva intermedia más pequeña. Juntos, brindan la inervación eferente a los músculos de la expresión facial y a la glándulas lagrimal y las GLÁNDULAS SALIVALES, y conducen la información aferente para el GUSTO desde los dos tercios anteriores de la LENGUA y para el TACTO desde el OÍDO EXTERNO.
Lesiones traumáticas del NERVIO VESTIBULOCOCLEAR.
Enfermedades de los nervios o núcleos faciales. Los trastornos del puente pueden afectar a los núcleos faciales o a los fascículos nerviosos. El nervio puede afectarse intracranealmente, a lo largo de su paso por la porción petrosa del hueso temporal, o a lo largo de su trayecto extracraneal. Las manifestaciones clínicas incluyen debilidad de la musculatura facial, pérdida del gusto en la región anterior de la lengua, hiperacusia, y disminución del lagrimeo.
Porción vestibular del 8vo nervio creaneal (NERVIO VESTIBULOCOCLEAR). Las fibras del nervio vestibular proceden de las neuronas del ganglio de Scarpa y se proyectan periféricamente hacia las células ciliadas vestibulares y centralmente hacia los NÚCLEOS VESTIBULARES del TRONCO ENCEFÁLICO (o tallo cerebral). Estas fibras intervienen en el sentido del equilibrio y la posición de la cabeza.
El oido interno es la parte esencial del órgano de la audición y consta de dos compartimentos: el laberinto óseo y el laberinto membranoso. El laberinto óseo es un complejo de tres cavidades o espacios interconectados (CANALES SEMICIRCULARES LABERINTO VESTIBULAR y CÓCLEA) en el HUESO TEMPORAL. Dentro del laberinto óseo se encuentra el laberinto membranoso, que es un complejo de sacos y túbulos (SÁCULO Y UTRICULO, CONDUCTO COCLEAR y CONDUCTOS SEMICIRCULARES) formando un espacio continuo rodeado de EPITELIO y tejido conjuntivo. Esos espacios están llenos de LÍQUIDOS LABERÍNTICOS, de distintas composiciones.
El espacio entre la membrana aracnoides y PIAMADRE, llenos de LÍQUIDO CEFALORRAQUÍDEO. Contiene grandes vasos sanguíneos que irrigan el CEREBRO y la MÉDULA ESPINAL.
Procesos patológicos del oído interno (LABERINTO) que contiene el aparato esencial de la audición (CÓCLEA) y del equilibrio (CONDUCTOS SEMICIRCULARES).
Enfermedades que producen lesiones o disfunción del segundo par craneal o nervio óptico, el que generalmente se considera un componente del sistema nervioso central. El daño a las fibras del nervio óptico puede ocurrir cerca de o en el origen, en la retina, en el disco óptico, o en el nervio, quiasma óptico, tracto óptico, o núcleo geniculado lateral. Las manifestaciones clínicas pueden incluir disminución de la agudeza visual y de la sensibilidad a los contrastes, trastornos de la visión de colores, y un defecto pupilar aferente.
Enfermedades del primer nervio craneal (olfatorio), que se caracteriza usualmente por anosmia u otras alteraciones en el sentido del olfato y del gusto. La anosmia puede asociarse con NEOPLASIAS, INFECCIONES DEL SISTEMA NERVIOSO CENTRAL, TRAUMA CRANEOCEREBRAL, trastornos hereditarios, toxinas, ENFERMEDADES METABÓLICAS, abuso de tobaco y otras afecciones.
Enfermedades del décimo nervio craneal, incluidas las lesiones del tronco cerebral que afectan sus núcleos (solitario, ambiguo, y motor dorsal), los fascículos del nervio, y el curso intra y extracraneal. Las manifestaciones clínicas pueden incluir disfagia, debilidad de las cuerdas vocales, y alteraciones del tono parasimpático en tórax y abdomen.
Compresión mecánica, de causa interna o externa, de los nervios o raíces nerviosas. Ésta puede ser resultado de un bloqueo de la conducción de los impulsos nerviosos (debido a disfunción de la VAINA DE MIELINA) o de pérdida axonal. La lesión del nervio y de la vaina nerviosa puede ser producida por ISQUEMIA; INFLAMACIÓN; o por un efecto mecánico directo.
Método no invasivo para demostrar la anatomía interna basado en el principio de que los núcleos atómicos bajo un campo magnético fuerte absorben pulsos de energía de radiofrecuencia y la emiten como radioondas que pueden reconstruirse en imágenes computarizadas. El concepto incluye las técnicas tomografía del spin del protón.
Enfermedades del duodécimo nervio craneal (hipogloso) o de su núcleo. Los núcleos y fascículos del nervio se localizan en la médula, el nervio abandona al cráneo a través del foramen hipogloso e inerva los músculos de la lengua. Las enfermedades del tronco cerebral bajo, incluidas la isquemia y las ENFERMEDADES DE LA NEURONA MOTORA pueden afectar a los núcleos o a los fascículos nerviosos. El nervio puede lesionarse también por enfermedades de la fosa posterior o de la base del cráneo. Las manifestaciones clínicas incluyen debilidad unilateral de la musculatura de la lengua y disartria lingual, con desviación de la lengua hacia el lado afectado al tratar de sacar la lengua.
Enfermedades del noveno nervio craneal (glosofaríngeo) o de su núcleo en la médula. El nervio puede lesionarse por enfermedades que afectan el tronco cerebral inferior, el suelo de la fosa posterior, el foramen yugular o el tracto extracraneal del nervio. Las manifestaciones clínicas incluyen pérdida de la sensibilidad en la faringe, disminución de la salivación, y síncope. La neuralgia glosofaríngea se refiere a una afección que se presenta con dolor agudo recurrente unilateral en la lengua, ángulo de la mandíbula, meato auditivo externo y garganta que puede asociarse a un SÍNCOPE. Los episodios pueden desencadenarse por tos, estornudos, deglución, o por la aplicación de presión en el comienzo del conducto auditivo externo. (Traducción libre del original: Adams et al., Principles of Neurology, 6th ed, p1390)
Infección de los ojos por filaria, transmitida de persona a persona, por la picada de moscas negras infectadas por Onchocerca volvulus. La microfilaria de la Onchocerca se depositan debajo de la piel. Las mismas migran a través de varios tejidos incluyendo el ojo. Aquellas personas infectadas tienen trastornos visuales y hasta el 20 por ciento están ciegas. La incidencia de lesiones de los ojos está próxima al 30 por ciento en América Central y en partes de África.
Enfermedades del nervio trigémino o de su núcleo, que se localizan en el puente y en la médula. El nervio está compuesto por tres porciones: oftálmica, maxilar, y mandibular, las cuales aportan inervación sensorial a las estructuras de la cara, senos y porciones de la bóveda craneana. El nervio mandibular inerva también a los músculos de la masticación. Entre las características clínicas se incluyen la pérdida de la sensibilidad facial e intra-oral y pérdida de la fuerza de cierre de la mandíbula. Las afecciones que afectan comúnmente al nervio incluyen isquemia del tronco cerebral, NEOPLASIAS INFRATENTORIALES, y NEURALGIA TRIGEMINAL.
Enfermedades del undécimo par craneal (accesorio espinal).Este nervio se origina en las neuronas motoras de la médula inferior (porción accesoria del nervio) y de la médula espinal superior (porción espinal del nervio). Los dos componentes del nervio se unen y salen del cráneo a través del agujero yugular, inervando a los músculos esternocleidomastoideo y trapecio, los que se tornan débiles o se paralizan si se lesiona el nervio. Este nervio comúnmente se afecta en la ENFERMEDAD DE LA NEURONA MOTORA, y puede lesionarse por un trauma del triángulo posterior del cuello.
Enfermedades del sexto nervio craneal (abducens) o de su núcleo en el puente. El nervio puede estar lesionado a lo largo de su curso en el puente, intracranealmente a medida que viaja a lo largo de la base del cerebro, en el seno cavernoso, o a nivel de la fisura orbital superior u órbita. La disfunción del nervio genera debilidad del músculo recto lateral, lo que produce diplopia horizontal que es máxima cuando el ojo afectado está en abducción y ESOTROPIA. Las afecciones comunes asociadas con la lesión de este nervio incluyen HIPERTENSIÓN INTRACRANEAL HIPERTENSIÓN; TRAUMA CRANEOCEREBRAL; ISQUEMIA; y NEOPLASIAS INFRATENTORIALES.
Enfermedades del cuarto nervio craneal (troclear) o de su núcleo que está en el centro del cerebro. El nervio se cruza a medida que sale hacia atrás desde el centro del cerebro y puede lesionarse a lo largo de su curso a través del espacio intracraneal, el seno cavernoso, la fisura orbital superior, o la órbita. Las manifestaciones clínicas incluyen debilidad del músculo oblicuo superior lo que genera DIPLOPIA vertical que es máxima cuando el ojo afectado está en aducción y dirigido hacia abajo. Puede verse un giro de la cabeza como mecanismo de compensación de la diplopia y rotación de los ejes visuales. Entre las etiologías comunes se incluyen TRAUMA CRANEOCEREBRAL y NEOPLASIAS INFRATENTORIALES.
Enfermedades del nervio o núcleo oculomotor que producen debilidad o parálisis del recto superior, recto inferior, recto medio, oblicuo inferior, o músculo elevador palpebral, o trastornos de la inervación parasimpática de la pupila. Con parálisis oculomotora completa, el párpado se paralizará, el ojo estará en posición inferior y de abducción, y con marcada dilatación pupilar. Las afecciones que se asocian comúnmente incluyen neoplasias, TRAUMA CRANEOCEREBRAL, isquemia (especialmente en asociación con DIABETES MELLITUS), y compresión de un aneurisma.
Ilusión de movimiento, bien del mundo externo que se mueve alrededor del individuo o del individuo que se mueve en el espacio. El vértigo puede estar asociado con trastornos del OIDO INTERNO, NERVIO VESTIBULAR, TRONCO ENCEFÁLICO y CORTEZA CEREBRAL. Las lesiones en el LÓBULO TEMPORAL y el LÓBULO PARIETAL pueden asociarse con CONVULSIONES focales, que pueden ocasionar vértigo como manifestación ictal (Adaptación del original: Adams et al., Principles of Neurology, 6th ed, pp300-1).
Obras que contienen artículos de información sobre temas de cualquier campo del conocimiento, generalmente presentadas en orden alfabético, o una obra similar limitada a un campo o tema en especial.
Término impreciso que puede referirse a una sensación de desorientación espacial, movimiento del entorno, o sensación de mareo.
Una pequeña cámara ósea ovalada del oído interno, parte del laberinto óseo. Se continua con la CÓCLEA ósea anteriormente y con los CANALES SEMICIRCULARES posteriormente. Ell vestíbulo contiene dos sacos comunicados (el utrículo y el sáculo) que forman parte del aparato del sentido del equilibrio. En su pared lateral la ventana oval está ocupada por la base del ESTRIBO del OÍDO MEDIO.
Enfermedad del oído interno (LABERINTO) caracterizada por HIPOACUSIA NEUROSENSORIAL, ACÚFENOS, VÉRTIGO episódico y sensación de ocupación del oído afectado. Es la forma más común de hidropesía endolinfática.
Movimientos involuntarios del ojo que se dividen en dos tipos, periódico y pendular. El nistagmo periódico tiene una fase lenta en una dirección seguido por una fase correctora rápida en sentido opuesto, y usualmente es producido por una disfunción central o periférica vestibular. El nistagmo pendular se caracteriza por oscilaciones que son de igual velocidad en ambas direcciones y esta afección se asocia a menudo con la existencia de ceguera a edades tempranas de la vida.
Inflamación idiopática del NERVIO VESTIBULAR caracterizada clínicamente por un comienzo agudo o subagudo de VÉRTIGO, NÁUSEA y desequilibrio. El NERVIO COCLEAR está típicamente presevado y no suele haber HIPOACUSIA ni ACÚFENOS. Los síntomas suelen resolverse durante un período de días a semanas. (Adams et al., Principles of Neurology, 6th ed, p304)